Guia para El Uso de La Reestructuracion Cognitiva PDF
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659-682
Resumen
La modificacin de conducta surgi como una alternativa de evaluacin y
tratamiento asentada en una fuerte base terica y una slida fundamentacin
experimental. La llamada revolucin cognitiva supuso la introduccin de una serie
de variables mediacionales que contribuyeron al alejamiento progresivo de las tc-
nicas de estos principios. El objetivo de nuestra lnea de investigacin es retomar
el anlisis de los procesos de aprendizaje que supuestamente subyacen a la inter-
vencin, eligiendo para el trabajo que presentamos la tcnica de reestructuracin
cognitiva y, concretamente, el procedimiento de debate. Este estudio fue realizado
analizando la conducta verbal de terapeuta y cliente durante la interaccin clnica
en 65 fragmentos de reestructuracin correspondientes a siete casos clnicos. Los
resultados del anlisis secuencial confirman la hiptesis del moldeamiento segn la
cual el debate puede formularse como un proceso en el cual el psiclogo va refor-
zando las verbalizaciones del cliente segn se aproximen a la verbalizacin (racio-
nal/adaptativa) final, al tiempo que castiga y/o extingue aquellas que se alejan.
A partir de los resultados se sugieren algunas lneas de intervencin que podra
utilizar el terapeuta en su prctica clnica.
Palabras clave: reestructuracin cognitiva, debate, moldeamiento, interaccin cl-
nica.
Abstract
Behavior modification emerged as an alternative for assessment and treatment
founded on strong theoretical and experimental bases. The so-called cognitive
revolution marked the introduction of a series of mediational variables that
Parte de este trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovacin en el marco del
Plan Nacional de I+D+I 2004-2007 (Proyecto SEJ2007_66537_PSIC) y de I+D+I 2008-2011 (Proyecto
PSI2010-15908). Asimismo, durante el tiempo de realizacin de este estudio Ana Calero-Elvira disfrut
de una beca FPI otorgada por la Consejera de Educacin de la Comunidad de Madrid para el desarrollo
de su tesis doctoral.
Correspondencia: Mara Xess Frojn Parga, Universidad Autnoma de Madrid, Facultad de
Psicologa, Campus de Cantoblanco, 28049 Madrid (Espaa). E-mail: [email protected].
660 Frojn-Parga y Calero-Elvira
Introduccin
nico problema que ha de resolver una ciencia de la conducta por lo que respecta
al subjetivismo, se encuentra en el campo verbal. Desde la perspectiva operante,
se recurre al anlisis de la conducta verbal para explicar los acontecimientos priva-
dos (Catania, 1968/1974; Kazdin, 1991; Luciano, 1993, 1999). Cuando un sujeto
verbaliza emociones o pensamientos, no hay que utilizar tales verbalizaciones para
explorar un presunto mundo interior sino estudiarlas como conductas en s mismas,
especificando las condiciones que las hacen posibles y las funciones que tienen
(Skinner, 1957/1981).
Este planteamiento llev a un cuestionamiento de las bases que sustentan las
tcnicas cognitivas en general y la tcnica de reestructuracin en particular, cuya
eficacia est fuera de toda duda, pero que se asientan sobre unos principios poco
coherentes (conceptual y metodolgicamente) con aquellos ms generales en los
que se enmarcaron inicialmente. A pesar de que han pasado ms de 40 aos desde
la introduccin de las tcnicas cognitivas, poco o nada se ha avanzado en cuanto
a la clarificacin de estos aspectos. Overholser ha sido uno de los autores que ha
escrito ms extensamente sobre los componentes de la reestructuracin cognitiva,
dedicando una serie de seis artculos al tema (Overholser, 1993a, 1993b, 1994,
1995, 1996, 1999). Por otra parte, se han realizado algunos estudios sobre los pro-
cesos responsables del cambio en reestructuracin cognitiva, fundamentalmente:
estudios sobre los componentes activos del tratamiento (Arnkoff, 1986; Bennett-
Levy, 2003; Dimidjian et al., 2006; Dobson et al., 2008; Jacobson et al., 1996;
Jarrett y Nelson, 1987; Zettle y Hayes, 1987) y estudios sobre los mediadores del
cambio (Bhar et al., 2008; Haubert y Dobson, 2007; Jarret, Vittengl, Doyle y Clark,
2007; Muran et al., 1995; Oei, Bullbeck y Campbell, 2006; Szentagotai, David,
Lupu y Cosman, 2008; Tang y DeRubeis, 1999). En la mayora de estos estudios no
se han aportado conclusiones claras y, es ms, muchos de ellos no son metodol-
gicamente apropiados para el estudio de los mecanismos de cambio. Ello resulta
paradjico dado el amplio uso que se ha hecho y se sigue haciendo de esta tcnica
dentro y fuera de la MC.
Y es en esta lnea de clarificacin en la que se encuadra la investigacin que
presentamos en este trabajo. Se intenta estudiar con rigor el papel que desempea
el terapeuta como instigador de los cambios comportamentales que conducen a
la eliminacin del problema. Algunos autores han puesto de manifiesto que en el
desarrollo de la psicologa clnica el anlisis de los procesos de cambio ha sido olvi-
dado en pro de la investigacin sobre los resultados de las intervenciones (Goldfried
y Castonguay, 1993). Aunque en las ltimas dcadas se estn realizando numero-
sas aportaciones al campo de la investigacin de procesos, todava queda mucho
camino por avanzar en la identificacin de los mecanismos responsables del cambio
clnico. Es por ello que nosotros proponemos un estudio de procesos, puesto que
entender por qu funciona una tcnica concreta (o un tratamiento concreto), ms
all de saber que realmente funciona, ayudar posiblemente a aumentar la eficacia
y la eficiencia de los tratamientos psicolgicos (Kazdin, 2008). La pregunta que nos
hacemos es la siguiente: qu es lo que realmente funciona cuando se aplica la
reestructuracin cognitiva?, hay algo cualitativa y/o cuantitativamente diferente
de los procesos responsables del xito de otras tcnicas? Y partimos del siguiente
664 Frojn-Parga y Calero-Elvira
moldear lo que se dice que lo que se hace. Segundo, la conducta verbal moldeada
puede corresponderse mejor con el comportamiento a que se refiere que la con-
ducta instruida o informada. Este planteamiento respecto a la conducta verbal es
el que siguen todas las terapias desarrolladas en el marco del enfoque contextual;
stas conciben el proceso teraputico como un proceso dialctico (Luciano, 1999),
en el que la marcha del mismo es una funcin de las contingencias habidas en cada
momento en un marco de actuacin abierto que permite que ciertas formas de
comportamiento del cliente queden seleccionadas por las contingencias generadas
por el terapeuta. De acuerdo con Catania, Matthews y Shimoff (1990), moldear
lo que la gente dice acerca de lo que hace parece ser una forma ms eficaz de
cambiar su conducta que, incluso, si se moldea la conducta directamente y, desde
luego, que si se dan las instrucciones para que se haga.
El trabajo que presentamos aqu es una pequea muestra que destaca los aspec-
tos aplicados de la investigacin que desde hace aos desarrolla nuestro grupo de
investigacin y que en diversas publicaciones ha descrito los aspectos conceptuales,
tericos y metodolgicos de la lnea de trabajo seguida (Frojn-Parga, Montao-
Fidalgo y Calero-Elvira, 2006, 2007; Frojn-Parga, Calero-Elvira y Montao-Fidalgo,
2006; Frojn-Parga et al., 2008). Las hiptesis especficas de este estudio se pre-
sentan en el apartado de Mtodo a continuacin de la descripcin de las variables,
ya que hemos considerado que de esta manera se comprenderan mejor aquellas.
Mtodo
Participantes
Tabla 1
Caractersticas de la muestra
Instrumentos
Tabla 2
Definicin de las categoras del subsistema SISC-CVT-Ia
Categoras Definicin
Verbalizacin del terapeuta que evoca una conducta del cliente
Funcin discriminativa
(verbal o no).
Verbalizacin del terapeuta que da lugar a una respuesta
emocional manifiesta en el cliente acompaada de verbalizacin
Funcin evocadora
o bien a la verbalizacin de una respuesta emocional que est
teniendo lugar.
Verbalizacin del terapeuta que muestra aprobacin, acuerdo
Funcin de refuerzo
y/o aceptacin de la conducta emitida por el cliente.
Verbalizacin del terapeuta que muestra desaprobacin,
Funcin de castigo
rechazo y/o no aceptacin de la conducta emitida por el cliente.
Verbalizacin del terapeuta que, proporcionando informacin
o motivando al cambio, facilita la emisin de una determinada
Funcin de preparacin
respuesta por parte del cliente, aunque no la evoca
directamente.
Verbalizacin del terapeuta que propone al cliente la realizacin
de una tarea teraputica fuera o dentro del contexto clnico.
Funcin instruccional No se han de mencionar las consecuencias explcitamente pero
s han de describirse los pasos de la actuacin que se trata de
favorecer.
Cualquier verbalizacin del terapeuta que no se pueda incluir
Otras
dentro de las categoras anteriores.
Notas: SISC-CVT-I= subsistema de categorizacin de la conducta verbal del terapeuta para el estudio de
la interaccin.
a
Se incluyen aqu las definiciones de las categoras supraordenadas, que son las que se presentan en este
estudio. En este subsistema se consideran tambin distintas variantes de las categoras, que se pueden
consultar en Calero-Elvira (2009) y Calero-Elvira et al. (2009).
Tabla 3
Definicin de las categoras del subsistema SISC-CVC-I
Categoras Definicin
Nota: SISC-CVT-I= subsistema de categorizacin de la conducta verbal del terapeuta para el estudio de
la interaccin.
perseguidos por el psiclogo. Los niveles de esta variable coinciden con las
categoras del sistema SISC-COT (tabla 4).
3. Eficacia del debate, evaluada segn la Escala de valoracin de la eficacia del
debate en la reestructuracin cognitiva (EVED-RC), que permite asignar a
cada fragmento de debate una categora en funcin del nivel de eficacia del
mismo. Los niveles de esta variable son: fracaso, xito parcial y xito total.
Es importante aclarar que la eficacia del debate se refiere en este estudio al
cumplimiento de los objetivos teraputicos en relacin al cambio en las ver-
balizaciones del cliente en cada aplicacin del debate y no a otros cambios
clnicos globales que se consigan al final de la sesin, entre sesiones o al final
del tratamiento.
Gua para reestructuracin cognitiva como moldeamiento 669
Tabla 4
Definicin de las categoras del sistema SISC-COT
Categoras Definicin
Nota: SISC-COT= sistema de categorizacin de la conducta verbal del cliente en funcin del cumpli-
miento de objetivos teraputicos; VAT= verbalizaciones de aproximacin al objetivo teraputico del
debate; VOT= verbalizaciones opuestas al objetivo teraputico del debate; VIT= verbalizaciones interme-
dias con respecto al objetivo teraputico del debate.
Hiptesis
Procedimiento
Resultados
VOT +1 +1 +1
CAST. VOT CAST. VOT CAST.
Nota: VAT= verbalizaciones de aproximacin al objetivo teraputico del debate; VOT= verbalizaciones
Nota: VAT=
opuestas verbalizaciones
al objetivo dedel
teraputico aproximacin
debate; VIT=alverbalizaciones
objetivo teraputico del debate;
intermedias VOT=alverbalizaciones
con respecto objetivo
opuestas al del
teraputico objetivo
debate;teraputico del de
REF.= funcin debate; VIT=
refuerzo; verbalizaciones
CAST.= intermedias con respecto al objetivo
funcin de castigo.
teraputico del debate; REF.= funcin de refuerzo; CAST.= funcin de castigo.
Figura 2
Figura 2
Diagramas de transicin de las cadenas de tres trminos estudiadas en cada grupo de eficacia
672
Diagramas de transicin de las cadenas de tres trminos estudiadas en cada grupo de eficacia
+1 +1 +1 +1 +1 +1
DISC. VAT REF. DISC. VAT REF. DISC. VAT REF.
+2 +2 +2
+1 +1 +1 +1 +1 +1
DISC. VOT CAST. DISC. VOT CAST. DISC. VOT CAST.
+2 +2 +2
+1
Frojn-Parga y Calero-Elvira
DISC. VIT +1 +1 +1 +1
REF. DISC. +1 VIT REF. DISC. VIT REF.
+2 +2 +2
+1 +1 +1 +1 +1 +1
DISC. VIT CAST. DISC. VIT CAST. DISC. VIT CAST.
+2 +2 +2
29
Gua para reestructuracin cognitiva como moldeamiento 673
Tabla 5
Relacin entre VAT/VOT/VIT y las funciones de refuerzo y castigo
Conductas dadas/
condicionadas xito total xito parcial Fracaso
(retardo)
VAT/Refuerzo (19,57, p = 0,0000+)** (5,86, p = 0,0000+) ** (2,80, p = 0,0051+)**
(+1) [Q = 0,83] [Q = 0,66] [Q = 0,91]
VAT/Castigo (-4,05, p = 0,0001-)** (-2,23, p = 0,0255-)* (-0,19, p = 0,8460)
(+1) [Q = -0,82] [Q = -1,00] [Q = -1.00]
VOT/Refuerzo (-0,49, p = 0,6213) (1,96, p = 0,0509) (0,46, p = 0,6486)
(+1) [Q = -0,051] [Q = 0,28] [Q = 0,20]
VOT/Castigo (15,98, p = 0,0000+)** (9,33, p = 0,0000+)** (2,44, p = 0,0146+)*
(+1) [Q = 0,89] [Q = 0,91] [Q = 1,00]
VIT/Refuerzo (3,52, p = 0,0004+)** (5,38, p = 0,0000+)** (-0,49, p = 0,6246)
(+1) [Q = 0,44] [Q = 0,80] [Q = -1,00]
VIT/Castigo (5,56, p = 0,0000+)** (0,13, p = 0,8985) (-0,28, p = 0,7816)
(+1) [Q = 0,68] [Q = 0,07] [Q = -1,00]
Notas: VAT= verbalizaciones de aproximacin al objetivo teraputico del debate; VOT= verbalizaciones
opuestas al objetivo teraputico del debate; VIT= verbalizaciones intermedias con respecto al objetivo
teraputico del debate.
* Significativo tomando en consideracin = 0,05; ** Significativo tomando en consideracin = 0,01.
Valores en cada celda: (Residuos ajustados, p) El valor de p se acompaa de un signo +/- cuando es sig-
nificativo para indicar el sentido de la relacin / [Q de Yule].
Tabla 6
Secuencias conductuales de dos trminos para completar secuencias de tres
Conductas dadas/
condicionadas xito total xito parcial Fracaso
(retardo)
Disc./VAT (14,34, p = 0,0000+)** (1,99, p = 0,0467+)* (2,55, p = 0,0107+)*
(+1) [Q = 0,67] [Q = 0,33] [Q = 0,89]
Disc./VOT (5,94, p = 0,0001+)** (4,96, p = 0,0000+)** (1,99, p = 0,0467+)*
(+1) [Q = 0,39] [Q = 0,58] [Q = 0,63]
Disc./VIT (10,06, p = 0,0001+)** (1,12, p = 0,2635) (1,56, p = 0,1198)
(+1) [Q = 0,76] [Q = 0,34] [Q = 0,69]
Disc./Refuerzo (11,36, p = 0,0000+)** (0,98, p = 0,3253) (-0,67, p = 0,5002)
(+2) [Q = 0,64] [Q = 0,21] [Q = -1,00]
Disc./Castigo (5,15, p = 0,0000+)** (3,99, p = 0,0001+)** (-0,38, p = 0,7027)
(+2) [Q = 0,51] [Q = 0,64] [Q = -1,00]
Notas: VAT= verbalizaciones de aproximacin al objetivo teraputico del debate; VOT= verbalizaciones
opuestas al objetivo teraputico del debate; VIT= verbalizaciones intermedias con respecto al objetivo
teraputico del debate.
* Significativo tomando en consideracin = 0,05;** Significativo tomando en consideracin = 0,01.
Valores en cada celda: (Residuos ajustados, p) El valor de p se acompaa de un signo +/- cuando es sig-
nificativo para indicar el sentido de la relacin / [Q de Yule].
674 Frojn-Parga y Calero-Elvira
Para analizar si las secuencias previas de dos trminos forman parte de deter-
minadas cadenas conductuales ms amplias de tres trminos, se utiliz el mtodo
secuencial de retardos, estudiando cada una de las parejas implicadas de dos tr-
minos por separado en lugar de estudiar probabilidades de transicin de orden
2 porque este tipo de anlisis exigira una cantidad de datos con los que no se
cuenta para los dos grupos ms pequeos de fracaso y xito parcial. Las cadenas
conductuales que queremos identificar se corresponden con las hipotetizadas en el
apartado correspondiente (hiptesis 3); los resultados indican que en el grupo de
xito total se encontraron con una probabilidad superior a la esperada por azar los
cuatro tipos de cadenas de tres trminos, mientras que en el grupo de xito parcial
slo se encontr de forma completa la segunda de las cadenas y en el caso del fra-
caso no se dio ninguna de las cuatro, tal como se representa en la figura 2 (datos
correspondientes en tabla 6).
Por lo que respecta a las relaciones conductuales de dos trminos con retardo -1
entre la categora del terapeuta funcin discriminativa y la funcin de preparacin,
stos se presentan en la figura 3 y en la tabla 7. Como se puede comprobar, slo en
el grupo de xito total ocurra que las conductas del terapeuta categorizadas como
funcin discriminativa fueran precedidas por conductas del mismo categorizadas
como funcin de preparacin. En los otros dos grupos, xito parcial y fracaso, tales
secuencias no resultaron estadsticamente significativas.
Figura 3
Diagramas de transicin de las secuencias conductuales de dos trminos entre la funcin de preparacin y la
Figura 3
funcin discriminativa
Diagramas de transicin de las secuencias conductuales de dos trminos entre la
funcin de preparacin y la funcin discriminativa
Tabla 7
Secuencias conductuales de dos trminos para estudiar la relacin entre la funcin
de preparacin y la funcin discriminativa
Conductas dadas/
condicionadas xito total xito parcial Fracaso
(retardo)
Disc./ (2,25, p = 0,0247+)* (-0,62, p = 0,5330) (0,32, p = 0,7508)
Prep. [Q = 0,16] [Q = -0.12] [Q = 0,14]
(-1)
Discusin
lo que hace o no utiliza el lenguaje con fluidez?; o cuando nos encontramos con
clientes con un bajo nivel cultural o intelectual a los que les resulta una tarea casi
imposible decirse otras cosas distintas a las que llevan aos acostumbrados?. Y el
cambio en lo que el cliente se dice es fundamental para cambiar lo que hace; en
este sentido, estamos de acuerdo con el planteamiento tradicional de las tcnicas
cognitivas, pero no lo estamos con la conceptualizacin de las cogniciones/verba-
lizaciones encubiertas. Consideramos que la conducta verbal (manifiesta o encu-
bierta) es conducta y como tal ha de ser analizada y tratada. Las conductas verbales
se pueden definir como clases funcionales operantes que pueden tener consecuen-
cias tanto verbales (una contestacin) como no verbales (acciones de otros a peti-
cin del hablante, emociones en otros o en el propio hablante). La clase funcional
se refiere a la naturaleza genrica de los conceptos de estmulo y respuesta, esto
es, diversos estmulos o respuestas que tienen la misma funcin. De acuerdo con
Catania, Matthews y Shimoff (1990), moldear lo que la gente dice acerca de lo que
hace parece ser una forma ms eficaz de cambiar su conducta que, incluso, si se
moldea la conducta directamente y, desde luego, que si se dan las instrucciones
para que se haga. El moldeamiento de la conducta verbal es una potente tcnica de
cambio de la conducta (Kohlenberg, Tsai y Dougher, 1993): primero, en las situa-
ciones clnicas es ms fcil moldear lo que se dice que lo que se hace; segundo, la
conducta verbal moldeada puede corresponderse mejor con el comportamiento a
que se refiere que la conducta instruida o informada. Este planteamiento respecto
a la conducta verbal es el que siguen todas las terapias desarrolladas en el marco
del enfoque contextual; stas conciben el proceso teraputico como un proceso
dialctico (Luciano, 1999), en el que la marcha del mismo es una funcin de las
contingencias habidas en cada momento en un marco de actuacin abierto que
permite que ciertas formas de comportamiento del cliente queden seleccionadas
por las contingencias generadas por el terapeuta en el propio contexto clnico.
A estas alturas de la discusin ya podemos proponer el cambio de nombre de la
reestructuracin cognitiva por otro ms apropiado como reestructuracin verbal o,
directamente, moldeamiento verbal. La cuestin de utilizar un trmino u otro no es
tan balad como a primera vista podra parecer. Si nuestro inters principal es desa-
rrollar la psicologa como ciencia (no hace falta aadir slida), la MC no puede ser la
excepcin. Es verdad que en la clnica psicolgica hay muchas cosas que funcionan
y se escapan a las posibilidades de experimentacin, pero ello no justifica que se
incorporen sin ms a los fundamentos tericos y tecnolgicos de la MC. Podremos
incorporarlas cuando podamos explicar por qu funcionan y repetir la experiencia
en situaciones similares con idntico resultado. Segn esto, la ciencia no es tan slo
un modo de hablar, es ms que una exigencia metodolgica al tipo de fenmenos
que pueden ser estudiados; de acuerdo con Pelechano (1979), la ciencia debe ope-
rar con el bloque de conocimientos cientficos contemporneos. Si se quiere seguir
utilizando el calificativo de cientfica para referirnos a la psicologa, la MC debera
seguir los siguientes criterios:
Definir los presupuestos y conceptos que maneja, desechando aqullos que
se muestren como meros constructos inoperantes.
678 Frojn-Parga y Calero-Elvira
Disear modelos que den explicacin y delimiten las funciones de las varia-
bles previamente definidas.
En coherencia con lo anterior, servirse de una metodologa y un lenguaje que
le sean propios como ciencia.
Sustituir el todo vale, basado en el ojo clnico y en el sentido comn, por
una adecuada fundamentacin experimental de la tecnologa utilizada.
El establecimiento individualizado de objetivos de cambio y la eleccin cohe-
rente de los mtodos idneos para alcanzarlos de entre todos los de probada
eficacia.
Esto se podr conseguir con una mayor dedicacin a la investigacin sobre las
intervenciones psicolgicas y la realizacin de estudios ms rigurosos y replicables.
Y, sin duda, el afianzamiento en una base terica slida es una de las claves para
la correcta evolucin. Hace casi 15 aos se afirmaba que si la terapia de conducta
estableciera de nuevo el vnculo con la psicologa experimental se producira un
renacimiento y que si siguiera con lo cognitivo se desvanecera (Vila, 1997). Esta
base experimental servira para asentar los cimientos de una investigacin apli-
cada slida, reconstruyendo el puente entre psicologa bsica y aplicada que se
derrumb hace aos, cuando haba constituido la caracterstica esencial de la MC y
su principal fortaleza.
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