La Quinta de Los Molinos (Versión Texto)
La Quinta de Los Molinos (Versión Texto)
La Quinta de Los Molinos (Versión Texto)
Introduccin
Es este un lugar singular. Es uno de los pocos pulmones verdes que le quedan a
la ciudad en su trama urbana. Por su complicada historia, la multitud de
leyendas que se le atribuyen y por la diversidad de ambientes que coexisten
dentro de sus lmites actuales, estudiarla ha sido difcil. A ello se suma que
historiar a la Quinta de los Molinos supone tomar en cuenta diversos objetos de
estudio: la Zanja Real, los molinos de tabaco, el Castillo del Prncipe, el
desarrollo del ferrocarril, el Jardn Botnico, la Universidad de La Habana, y la
propia evolucin interna del espacio.
Por ello, es oportuno reconocer que este trabajo parte del supuesto que los
lectores de l, sern especializados. No se hacen demasiadas referencias
histricas; slo las necesarias para ubicar y datar los aspectos estudiados. De
igual manera, se pretende brindar un informe al equipo de arqueologa que
labora en el lugar. La metodologa empleada en esta introspeccin parte de la
necesidad de conocer los orgenes y la evolucin del lugar, en su complejidad.
Podemos afirmar que la Quinta es un microcosmos donde interactan diversos
espacios histricamente. Esta es una de las hiptesis que el texto que sigue
demostrar. Otra es que la produccin tabacalera habanera se ubic en varios
espacios urbanos, y utiliz diversos artefactos, de acuerdo a las posibilidades
econmicas de los propietarios y arrendatarios, y los avances tecnolgicos de
cada momento.
Por ltimo, quiero agradecer a todas las personas que tan gentilmente me
brindaron informacin sobre el espacio y sus tiempos:
- Al Lic. Otto Randn, por las siempre tan necesarias precisiones derivadas de su
proverbial sabidura;
- A la Lic. Rosala Oliva, que enseguida me facilit su tesis de grado;
- Al equipo de arquelogas que laboran en la Quinta (Beatriz Rodrguez Basulto,
Karen Mah Lugo Romera, Anicia Rodrguez Gonzlez, Sonia Menndez Castro y
Lisette Roura), por su estmulo, la localizacin de nuevas fuentes histricas y la
constante y respetuosa relacin de trabajo;
- A la Arq. Ayleem Robaina por su inters desmedido en la conservacin de tan
bello y significativo lugar, e incentivarme a realizar esta investigacin;
- A las colegas historiadoras de la Direccin de Arquitectura Patrimonial, Lic.
Zenaida Iglesias y Lic. Yamira Rodrguez, por el aporte de datos
imprescindibles y el prstamo de libros igualmente necesarios;
- A la Arq. Enna Vergara Cardoso, quien dirige el equipo de proyectos en la
actualidad, por su generosidad en atender mis dudas y alegre solidaridad en
mis hallazgos;
- A mis colegas bibliotecarias y archiveras de la Biblioteca de Arquitectura
Patrimonial, y del Museo de la Ciudad por la pronta y servicial localizacin de
las fuentes;
- Y muy especialmente, a la familia que habita dentro de la Quinta de los
Molinos por su rpido, preciso y amoroso relato de las maravillas y visicitudes
de este lugar que ojal se convierta en uno de los ms queridos de los cubanos.
Algunas noticias afirman que ya desde esta poca, existan molinos de tabaco
en la ciudad. La Sagra afirma que en 1538,
1
Santa Cruz y Malln, Francisco de. Del Pasado: Quinta de Recreo de los Capitanes Generales. En
Diario de la Marina, La Habana, 1 de junio de 1947. Disponible en:
http://www.cubangenclub.org/members/delpasado/delpasado_quinta_recreo_capitanes_generales.htm [en
lnea] [Consulta: 2007-04-03]
2
La Sagra, Ramn de. Historia econmico-poltico de la Isla de Cuba. Imprenta de las Viudas de
Arazoza y Soler, 1831. p. 263. (El subrayado es mo).
3
Garca del Pino, Csar. El corso en Cuba, siglo XVII. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2001.
p. 144. El autor se basa en los documentos consultados en el Archivo de Indias, Sevilla, Espaa.
4
Ibdem, p. 175.
5
Ibdem, p. 208.
acuerdo del Cabildo de La Habana de abril de 1689, confirmaba el arbitrio, para
armar la embarcacin que custodiaba las costas habaneras, pero ahora lo haca
como un impuesto sobre las licencias que fueren concedidas para la molienda
del tabaco en polvo, en piedras o molinos. 6
Es muy probable que los mecanismos hidrulicos para la molienda del tabaco
hayan sustituido a otros anteriores que utilizaban la traccin animal, como el
que se ve en la imagen siguiente, al uso en la Real Fbrica de Tabacos de Sevilla
en el siglo XVII.
Es en el siglo posterior, sin embargo, cuando se establece una verdadera
competencia por la propiedad de molinos y estancias tabacaleras. Arango y
Parreo sita la explosin de industrias de molienda del tabaco, en la primera
dcada del siglo XVIII, lo que es exacto, ya que en estos aos cuando comienzan
las tentativas metropolitanas por estancar el tabaco, y convertirlo en un
monopolio de la Real Hacienda.
6
Ibdem, p. 212.
7
Le Riverend Brusone, Julio. Historia Econmica de Cuba. Edicin Revolucionaria, La Habana, 1971.
p. 52.
8
La familia Arstegui y Larrea. Disponible en: http://www.euskalnet.net/maherran/genealoglarrea.htm
[en lnea] [Consulta: 2008-01-04]. Vase tambin: Torre, Jos Mara de la. Lo que fuimos y lo que
somos La Habana antigua y moderna. La Habana, 1857. pp. 105-106.
9
Santa Cruz y Malln, Francisco de. Del Pasado: Quinta de Recreo de los Capitanes Generales. Ob.
Cit.
Nacional salta a la vista que estos molinos pertenecan a la Real Factora de La
Habana, fundada en 1717 y encargada del estanco del tabaco. 10
10
Archivo Nacional de Cuba (en lo adelante, ANC). Fondo Real Intendencia de Hacienda, Legajo 182,
No. 12.
11
Le Riverend Brusone, Julio. Problemas de la formacin agraria de Cuba, siglos XVI-XVII.
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1992. p. 209.
12
Uno de ellos, por ejemplo, fue encontrado por este investigador en el desemboque de la calle de Luz en
la baha habanera. Vase: ANC, Fondo Gobierno Superior Civil, Legajo 188, No. 4-6. Jos Mara de la
Torre, confirma esta informacin, y brinda datos adicionales cuando plantea que exista un molino de
tabaco en el Campo de Marte, propiedad del Marqus de Jstiz de Santa Ana en 1777, y otro anterior en
1786, en la Plaza del Vapor esquina a Galiano, propiedad de los herederos de don Bartolo Jaime. Vase:
Torre, Jos Mara. Ob. cit. (versin original de 1857). pp. 43, 65-66, 71.
13
Torre, Jos Mara de la. Lo que fuimos y lo que somos o La Habana antigua y moderna. (publicado
en 1857). Disponible en: http://www.guije.com/pueblo/habana/calles/reina/index.htm [en lnea]
[Consulta: 2007-03-30]
Uno de ellos, es el aparecido con fecha de 1813: don Domingo Snchez entrega a
don Julin Trebejo, los utensilios que se hallan en el Molino del Rey titulado
San Francisco de Ass, y declara:
Esta descripcin concuerda con las noticias encontradas acerca del proceso
tecnolgico a que era sometido el tabaco para su conversin en rap. Eran
llamados molinos de monte, y eran similares a los que se empleaban en la
molienda de la caa de azcar, con la particularidad de que la muela corredera
tena labradas unas picaduras en la parte que muele el tabaco par hacer ms eficaz la
molturacin. 15 Alrededor de estos molinos se construyeron verdaderos
ingenios hidrulicos, donde el agua llegaba a las ruedas mediante un acueducto
clsico de cantera, que aprovechaba las aguas de la Zanja Real, construida
14
Expediente de la entrega de utensilios de Don Domingo Snchez Don Julin Trebejo, que se hallan
en el Molino del Rey titulado San Francisco de Ass, en las faltas del Castillo del Prncipe. ANC,
Fondo Real Intendencia de Hacienda, Legajo 157, no. 3.
15
Espaa. Ministerio de Obras Pblicas, Transporte y Medio Ambiente. Obras hidrulicas en Amrica
Colonial. Ediciones CEHOPU, Madrid, 1993. p. 251.
desde el siglo XVI para suministrar el preciado lquido a la ciudad. Ello puede
verse en la siguiente imagen:
No obstante, se hace evidente que los molinos de tabaco estaban dispersos por
la geografa urbana habanera. Incluso, en el mismo espacio ocupado por la
Quinta de los Molinos actualmente, es muy probable que estuviesen ms o
menos alejados de la Zanja Real, si tomamos en consideracin que varios
documentos hablan del uso de caeras de madera o cantera para trasladar el
agua hasta ellos. 17 Adems del hecho geogrfico que indica que las faldas del
Castillo del Prncipe, no estaban necesariamente asociadas espacialmente al
curso de la Zanja Real. Los molinos ubicados en la Plaza del Vapor y el Campo
de Marte, siguen una directriz urbana que se enlaza con los lmites del terreno
del despus Jardn Botnico de La Habana, el cual como se ver posteriormente
posea caeras subterrneas para mantener la presencia del agua en sus
canteros de plantas.
La construccin de la fortaleza del Prncipe (1767-1779) en las inmediaciones de
la Quinta, causa una transformacin en la fisonoma al lugar y provoca la
expropiacin de algunas propiedades ubicadas en la falda de la loma, mirando
hacia el partido de San Antonio Chiquito. Entre ellas, la estancia de doa Paula
Mara de Chvez que se titulaba Molinos del Rey. En enero de 1811, consta
que doa Paula haba vendido una estancia compuesta de unas doscientas noventa
y seis varas planas, situada entre el Castillo del Prncipe y el actual Jardn Botnico
Quinta de los Excmos. Capitanes Generales18. En la reclamacin que Chvez
establece contra la Capitana General, aparece la negativa del gobierno a
vendrsela otra vez, dado que estos terrenos son necesarios para estender (sic) el
glacis del Castillo del Prncipe, proporcionando al mismo tiempo un local apropsito
para los ejercicios y formaciones de la tropa, y an cuando no quiera drsele este
destino para agregarlos al jardn, fomentando el cultivo de la cochinilla y el resto de
16
Betancourt, Andrs. La Quinta de los Molinos, texto indito. Archivo de la Direccin de Arquitectura
Patrimonial de la Oficina del Historiador (en lo adelante, ADAP), fondo Investigaciones Histricas,
Legajo 16, No. 1.
17
Jos Mara de la Torre indica que el molino ubicado en el muelle de Luz utilizaba el agua de la Zanja,
que era trada por caeras de caoba con uniones de cobre. Torre, Jos Mara de la. Ob. cit. (versin
impresa) p. 65-66.
18
ANC, Fondo Gobierno Superior Civil, Legajo 1671, no. 83533. El Expediente est fechado en 1843.
las tierras para ensanchar el establecimiento del Jardn Botnico. 19 El estado,
entonces, paga a la propietaria las tierras, al valor actual que haba crecido
mucho, debido a su ventajosa situacin.
Los primeros aos del siglo XIX vieron expandirse las producciones de tabaco
de los Molinos del Rey. Su arrendatario era por esa fecha, el francs Enrique
Disdier, el cual exportaba la aromtica hoja hacia Espaa, Mxico y Per. En
1821, no obstante, sufrieron una gran ruina porque al decir de Jos Mara de la
Torre, este Disdier teniendo la contrata de proveer al Estado de polvo de tabaco o
verdn, le hicieron la maldad de echar polvos de ladrillo a una gran partida que remiti
a la Pennsula, y que desechada, fue la causa de su ruina. 20 El hecho, trasmitido
por de la Torre a manera de comentario, parece ser cierto porque existe en el
Archivo Nacional de Cuba, un expediente formado slo un ao despus a virtud
de la sentencia pronunciada por el Juzgado de Letras de la Hacienda Pblica en el
seguido consecuencia del mal estado en que se encontraron los 260 zurrones de
tabaco polvo exquisito con color al gusto de los naturales de Lima comprado por
contrata Don Enrique Disdier21.
19
Ibdem.
20 20
Torre, Jos Mara de la. Lo que fuimos y lo que somos o La Habana antigua y moderna. (publicado
en 1857). Disponible en: http://www.guije.com/pueblo/habana/calles/reina/index.htm [en lnea]
[Consulta: 2007-03-30]
21
ANC, Fondo Real Intendencia de Hacienda, Legajo 1069, No. 56.
22
ANC, Fondo Real Consulado y Junta de Fomento, Legajo 132, No. 6445.
elevar el expediente de solicitud de la propiedad de toda el rea del
espresado (sic) Jardn Botnico para la formacin de los talleres y depsitos
generales por las condiciones favorables que recomienda el servicio pblico,
[porque el terreno del Jardn] era tan pantanoso y anegadizo que poco
ningn valor tena en el estado en que se hallaba 23
Excmo. Sr.
He dado las rdenes correspondientes para que el Director Interno del Jardn
Botnico deje espedita y disposicin de esa Real Junta de Fomento la
antigua casa de aquel, trasladando las plantas y dems de su pertenencia al
terreno de los molinos del Rey, en donde se le facilitar habitacin
oportunamente para que pueda continuar ejerciendo sus funciones sin
interrupcin. Y lo manifiesto V. E. para su inteligencia y en respuesta su
oficio del da 24 relativo al asunto.
Dios guarde V. E. muchos aos.
Havana, 25 de julio de 1839.24
Cuando se empez la obra del paseo calzada que desde la calle de la Reina
conduce aquella fortaleza [se refiere al Castillo del Prncipe], se estaba
construyendo, un lado del campo militar, la estacin del ferrocarril de la
Habana, y haca desaparecer el ensayo de jardn botnico emprendido en el
mismo lugar por don Ramn de la Sagra. Al resolver el general Tacn la
traslacin de sus arbustos y plantas al frondoso espacio que media entre los
Molinos y la referida calzada-paseo de su mismo nombre, resolvi tambin
que se fabricase all una pequea quinta que sirviese de recreo sus
sucesores26
23
Ibdem, adems expedientes no. 6444 y 6447.
24
Ibdem, no. 6447.
25
Vase: Santa Cruz y Malln, Francisco de. Ob. Cit.; Chateloin, Felicia. La Habana de Tacn. Editorial
Letras Cubanas, La Habana, 1989. p. 187. Y, Cuevas, Juan de las. 500 aos de construcciones en Cuba.
Chavn, Servicios Grficos y Editoriales, S. L., Madrid, 2001. p. 111. Este error se repite hasta la
actualidad.
26
Pezuela, Jacobo de la. Diccionario Geogrfico, Estadstico, Histrico, de la Isla de Cuba. Imprenta
del Establecimiento de Mellado, Madrid, 1863. Tomo III, p. 154, col. 1.
Capitanes Generales. Dicha estancia se titulaba, como ya se ha visto, Molinos
del Rey, haciendo alusin a aquellos tan cercanos, o posiblemente porque en
ella tambin estuviese ubicado alguno. Asimismo, no consta que La Sagra haya
fundado algn Jardn Botnico en esta estancia y s un Instituto Agronmico,
dedicado a mostrar las ventajas de nuevas formas y tcnicas para cultivar la
tierra. El propio La Sagra as lo indica cuando afirma:
Ello ocasion un conflicto con los intereses del Capitn General, que solicit a la
Junta una rectificacin del trazado, e incluso meses despus orden la
suspensin de los trabajos. Estos se reiniciaron posteriormente, y se inaugura el
tramo de La Habana hasta Bejucal, el 19 de noviembre de 1837.
27
La Sagra, Ramn de. Cuba en 1860, o sea Cuadro de sus Adelantos en la poblacin, la agricultura,
el comercio y las rentas pblicas. Suplemento a la Primera Parte de la Historia Poltica y Natural
de la Isla de Cuba. Librera de L. Hachette y Ca., La Habana, 1862. p. 61.
28
Vase: Torres Verde, Flix. El pensamiento econmico de Ramn de La Sagra y Prez. En:
Economa y Desarrollo, Universidad de La Habana, no. 1, vol. 128, enero-junio, 2001. p. 2.
29
Zanetti Lecuona, Oscar y Alejandro Garca lvarez. Caminos para el azcar. Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1987. p. 35.
Es evidente que Pezuela incurre en un error de fechas. La construccin del
ramal de ferrocarril se da entre 1835-1837, y Tacn es relevado en 1838 por don
Joaqun de Ezpeleta. Este da la orden del traslado del jardn hacia los molinos el
25 de julio de 1839.30 Por otra parte, este hecho es reconocido por la propia Real
Sociedad Patritica, que en este ao est reclamando el importe de la venta del
terreno a la mencionada Junta de Fomento.31 A partir de aqu, las historias del
Jardn y la Quinta de los Molinos corren paralelas, coexistiendo en un mismo
espacio geogrfico. Para ms detalle, el siguiente plano del Camino de Hierro
en su paso por el Jardn y Calzada de Tacn, as lo muestra:
Obsrvese que la Quinta es llamada Jardn y Casa de Recreo, se encuentra al norte del ferrocarril, y que
al sur no aparece sealado el Jardn Botnico, aunque se advierten parcelaciones en esta zona.
Fuente: Mapa que manifiesta el Plano y Perfil del Camino de Hierro en su paso por el Jardn y Calzada
de del Excelentsimo Seor Don Miguel Tacn. (Cortesa de Juan de las Cuevas)
30
ANC, fondo Real Consulado y Junta de Fomento, Legajo 132, no. 6445.
31
Ibdem.
32
Torre, Jos Mara de la. Ob. cit.
hacia la inmediacin del Castillo del Prncipe, donde estuvo el Instituto
Agronmico de La Sagra.
La casa, tal y como la debi ver Pezuela en 1863, despus de las reformas ordenadas por ODonnell.
Foto: ADAP, Fototeca, Legajo 16, Exp. 1.
Es por estos aos de la primera mitad del siglo XIX que visita la Quinta de los
Molinos, la duquesa de Fras y Uceda, quien en su libro Trough the Ages, nos
describe el lugar:
37
Pezuela, Jacobo de la. Ob. cit. tomo III, p. 154, col. 2.
38
Ibdem.
39
Cuadro Estadstico de la Siempre Fiel Isla de Cuba, correspondiente al ao de 1846, formado
bajo la direccin y proteccin del Excmo. Sr. Gobernador y Capitn General Don Leopoldo
ODonnell, por una Comisin de Oficiales y Empleados particulares. Imprenta del Gobierno y
Capitana General, La Habana, 1847. p. 58, col.2.
40
ANC, fondo Gobierno Superior Civil, Legajo 710, No. 23341.
41
Betancourt, Andrs. Ob. cit. p. 4.
el enverjado fuera de hierro, porque podran hacerse otras combinaciones
ms elegantes y slidas Pero de todos modos creo conveniente un murete de
mampostera de poca altura que sirva de base al enverjado, cuyo murete entre
otras ventajas tiene la de mejor vista, permitir la fcil renovacin del
enverjado, evitar la pudricin de la parte enterrada que de otro modo
tendran los pilarotes y la de disimular por ese medio en lo posible el declive
del terreno42
En 1859, el viajero ingls Richard Henry Dana, Jr., visita La Habana, y describe
la Quinta de Recreo y el Jardn Botnico, de la siguiente manera:
42
ANC, fondo Gobierno Superior Civil, legajo 1671, No. 83533. Adems: ANC, Mapoteca: Ciudad de La
Habana-Jardn Botnico, 1852. No. 9091.
43
Un viaje a Cuba por Richard Henry Dana, Jr.. En: Hazard, Samuel. Cuba a pluma y lpiz. Cultural S.
A., La Habana, 1928. Coleccin de Libros Cubanos, vol. IX. Direccin: Don Fernando Ortiz. tomo 3, p.
239-240.
44
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 1005, no. 62511.
1. El Jardn Botnico de la Habana y todo cunto l pertenezca se
considerar como formando parte de las Escuelas Profesionales y
Preparatoria para carreras superiores dependiendo directamente del
Gobierno Superior Civil y mediatamente del Centro directivo y administrativo
de las referidas escuelas.
12. Que del mismo modo y con obgeto de contribuir al alivio de la humanidad
doliente se faciliten las plantas medicinales que se soliciten por medio de
receta del facultativo.
(...) 45
Jardn
45
Ibdem.
- Un estanque con plantas acuticas teniendo en el centro una estatua pequea de
S. M. y en sus cuatro ngulos igual nmero de estatuas de mrmol.
- Una pila de mrmol en el centro de un jardn.
- Mil macetas de barro de todos los tamaos con plantas de estudio y adorno.
- El Jardn en toda su extensin ocupa poco ms o menos un cuarto de caballera
de tierra estando todo enverjado de madera.
- Mil doscientas etiquetas con la nomenclatura cientfica y vulgar para los
cuadros de las Escuelas.
Edificios
46
Ibdem.
Desbaratar la cocina vieja y en su lugar construir un cuarto para parque de
herramientas y tiles, siendo todo de madera de pino y su techo cubierto de
zinc.
Pintar las puertas y ventanas de toda la casa con el color azul claro.
Construir un muro de mampostera para continuar hasta la zanja la atarjea47
que pasa por delante de la casa del jardinero y construir una nueva de
comunicacin entre esta y la laguna.
Construir dos puentecillos de madera de pino de 7, 30 metros de largo por 1,
60 metros de ancho cada uno con barandaje y pasamanos de lo mismo,
colocados por el centro de la laguna, hasta llegar por ambos lados la
glorieta donde se halla situada la estatua de Su Majestad la Reina,
continuando la baranda y pasamanos alrededor de la glorieta.
Construir un cenador de 7, 30 metros de dimetro por 3, 80 metros de alto
con techo de forma circular envarillado para cubrirlas con enredaderas todo
de madera de pino... colocando en el centro un pedestal con un jarrn de
barro y cuatro bancos de madera alrededor de la parte interior.
500 estaquillas de madera, pintadas de blanco, para colocar las etiquetas con
el nombre de las plantas.
Presupuesto Total: 3020 pesos, 2 reales. 48
En la misma fecha, aparece otro presupuesto por 2144 pesos, que incluye:
cuatro puertas persianas de pino de tea para la glorieta; gradera de dos
escalones alrededor de la glorieta; gradera de 31 metros de largo con tres
gradas en cada costado; y dos canteros de mampostera y cubierta de hojas y
cristales.
El Jardn Botnico. Obsrvese que limitaba al norte con el ferrocarril de Villanueva, y al este con la
Quinta de los Molinos, y su jardn privado. Foto: cortesa del Gabinete de Arqueologa OH.
47
Atarjea: Construccin de ladrillo para cubrir una caera
48
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 972, No. 61028.
director del Jardn, don Fernando Layunta, al Capitn General, le informa
que:
49
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 972, No. 61009.
50
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 973, No. 61102.
51
Faustino Eremuza. Memoria sobre el estado que guarda en la actualidad el Jardn Botnico mi
cargo. ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 1034, No. 68003.
184052, o si en la dcada de 185053 se hicieron propuestas para convertirlo,
junto a la Quinta, en un espacio de diversin pblico, fueron desechados.
Cruza el jardn de norte a sur una zanja no muy ancha por la cual corre
continuamente cierta cantidad de agua, sirviendo dicha zanja principalmente
para el desage del Jardn en tiempo de lluvias. Adems la zanja que orilla la
cerca del jardn se introduce en este por dos diferentes conductos
subterrneos, depositndose en dos estanquitos que surten para el riego,
pasando por uno de ellos la bastante agua para surtir el gran estanque. 56
52
En 1844, cuando se le niega a doa Paula Mara de Chvez, la peticin de recompra de su estancia
Molinos del Rey, se arguye que esta podra servir para la ampliacin del Jardn Botnico. Vase: ANC,
fondo Gobierno Superior Civil, Legajo 1671, No. 83533.
53
En 1855, el eminente intelectual cubano don Antonio Zambrana, eleva un memorial al Capitn General
acerca de los beneficios que podra tener el espacio comprendido por el jardn botnico y la quinta de
recreo si se les convirtiera en un parque pblico. Vase: ANC, fondo Gobierno Superior Civil, Legajo
383, No. 14542.
54
Faustino Eremuza. Ob. cit. folio 5.
55
Ibdem, folios 7-8.
56
Ibdem, folios 8-9.
Este informe es tomado en cuenta para la composicin del nuevo presupuesto
de reformas que se le solicita al Gobierno Superior Civil, el 11 de mayo de 1868.
El mismo propone el arreglo de las calles interiores para el trnsito del pblico;
el nuevo trazado de cuadros para la escuela botnica y la organizacin de ellos
como parcelas que contuvieran las plantas ordenadas por especie y familia;
hacer de nuevo la cerca que rodea al Jardn Botnico; e incorporar obras de
riego para distribuir adecuadamente las aguas. El Director General expresa en
su ltima parte que:
III.
La Quinta, el Jardn y la Universidad. (1871-1958)
57
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 1034, No. 68003.
58
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 1005, No. 62511.
59
Ibdem.
1872 sorprende a la Quinta de los Molinos, ligada a los trgicos
acontecimientos del 27 de noviembre. Cincuenta das estuvieron trabajando
en las canteras de San Lzaro los 31 jvenes supervivientes de aquel
bochornoso crimen hasta que se les mand a unos a este lugar, mientras el
resto era repartido por distintos talleres del penal. Entre ellos, el ilustre
patriota, amigo de Jos Mart, Fermn Valds Domnguez que contaba:
Los que fueron a la Quinta, tenan que cortar la yerba de los jardines por la
maana y barrer las alamedas por las tardes, viviendo en las caballerizas
bajo la vigilancia de los escoltas del presidio y en ntimo comercio con varios
reos de delitos comunes a los cuales se les permitan ciertos beneficios. ()
Pero el tiempo pasaba, y esta prisin ya nos pareca que no iba a tener
trmino, cuando uno de nuestros compaeros, cansado de esperar prepar su
fuga. Puesto en conocimientos de los jefes tal hecho, nos retiraron de la
Quinta 60
Por otra parte, desde 1871 y hasta 1874, el Jardn Botnico se ve envuelto en
un litigio entre la Sociedad Econmica de Amigos del Pas, el Ayuntamiento
del Municipio habanero y la Universidad de La Habana, por su posesin.
Esta ltima alegaba que el Jardn le haba sido otorgado en 1872, a lo que se
opona la Sociedad Econmica arguyendo que su propiedad sobre el mismo
se remontaba a 1817. Terciaba en la disputa el Ayuntamiento, aduciendo que
a partir de 1851, Jardn y Quinta se haban unido, y que bajo las nuevas
disposiciones emanadas de la Constitucin de 1878, las propiedades
gubernamentales existentes en las jurisdicciones municipales, y no
reclamadas por la Capitana General pasaban a manos de las autoridades
locales.
En 1886, sin embargo, por orden de 9 de agosto del Gobierno General de la Isla
de Cuba, y a peticin del claustro de la Facultad de Ciencias, pas a ser
60
Citado por Betancourt, Andrs. Ob. cit. p. 5.
61
ANC, fondo Consejo de Administracin de la Isla de Cuba, Legajo 36, No. 4165.
dependencia de la Universidad de La Habana, el Jardn Botnico, quedando
adscrito a la mencionada Facultad, bajo la direccin de su decano. 62
Esta noble dama fue la nica Infanta de la Casa Real Espaola que visit Cuba.
Lleg a La Habana a bordo del trasatlntico "Reina Mara Cristina" en la tarde
del 8 de mayo de 1893 de paso para los Estados Unidos de Norteamrica, a
donde se diriga en representacin del Gobierno Espaol para asistir a los actos
conmemorativos del IV Centenario del descubrimiento de Amrica en las
grandes fiestas organizadas. Una de las principales fiestas en honor de la
Infanta fue la que -por su distincin y gusto- le ofreci el Capitn General
Rodrguez-Arias, en la Quinta de los Molinos. 64
Las impresiones que se llev de La Habana la Infanta Eulalia las reflej en sus
"Memorias", que vieron la luz pblica en 1943. En ellas anotaba:
Si no result de inters para tener otra idea de la Quinta de los Molinos, s fue
muy interesante la lectura de estas memorias de la Infanta, como otro elemento
para comprender lo inevitable de la guerra de independencia de 1895. En carta
a su madre, la infanta le dice: En todos los grados de la escala social (cubana) sin
ninguna excepcin, se me da a entender que aport demasiado tardamente la sonrisa
de fraternidad, de la cual las poblaciones de las Antillas han estado privadas
demasiado tiempo66
Aos despus se decide, en 1897, que una parcela del terreno del Jardn se
dedique a la enseanza de la agricultura y de la botnica por el Instituto de
Segunda Enseanza de La Habana en el grado que estas materias se ensean en
dicho establecimiento; y ampliar adems en ella el actual Jardn, contribuyendo al
mejor ornato del Paseo en que aquella dependencia est 67.
62
Universidad de La Habana. Memorias correspondientes al perodo 1881-1886. Imprenta del
Gobierno y Capitana General, La Habana, 1887.
63
Loynaz, Dulce Mara. La gran toilette de la Infanta. Disponible en:
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/loynaz/toilette.shtml [en lnea] [Consulta: 2007-12-11]
64
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65
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http://web.madritel.es/personales1/saturcalde/colaboraciones/general.html [en lnea] [Consulta: 2007-09-
22]
66
Eulalia de Borbn. Cartas a Isabel II. Mi viaje a Cuba y los Estados Unidos, 1893. Barcelona, 1943.
67
ANC, fondo de Instruccin Pblica, Legajo 687, No. 42158.
En 1899 la Quinta de los Molinos vive un momento sobresaliente de su historia,
cuando se le asigna como residencia al Generalsimo Mximo Gmez y Bez,
junto a su familia y Estado Mayor. El recibimiento de Gmez en La Habana fue
apotesico y las calles se llenaron de personas seducidas por su legendaria
personalidad, que queran conocerlo y vitorearlo.
Cont su hijo Urbano Gmez Toro, en visita efectuada a la Quinta el 22 de
diciembre de 1959, que su padre no conoca el lugar sino por referencia de su
ayudante, el coronel Jos Urioste Prez que se la haba descrito como
esplndida. Su habitacin se hallaba en la planta alta de la casa. 68 La estancia de
Gmez en la casa dur pocos meses, desde el 24 de febrero hasta fines del mes
de junio de ese mismo ao. Durante el transcurso de estos, tuvo lugar las
trascendentes contradicciones entre el Generalsimo y la Asamblea del Cerro,
alrededor de la aceptacin o no del emprstito que propuso la primera para
pagar el licenciamiento del Ejrcito Libertador. Ello conllevo a que la Asamblea
destituyera a Gmez de su cargo de General en Jefe del Ejrcito mamb,
provocando una honda indignacin popular que se expres en manifestaciones
de adhesin a su persona, das y noches en la Quinta de los Molinos.
En 1907, la Quinta de los Molinos al igual que haba sucedido con el Jardn
Botnico pasa a la propiedad de la Universidad de La Habana. De esta forma,
se eliminan una vez ms las cercas perimetrales y se pierde la divisin existente
entre uno y otro espacio. 70
En 1912, se celebra en los terrenos de la Quinta de los Molinos la Exposicin
Nacional de Agricultura. A raz de ella, los edificios existentes se transforman
en sedes transitorias, y se construyen algunos pabellones inspirados en diversos
estilos arquitectnicos, predominando el Art-Nouveau.
Una foto proveniente del fondo de la Secretara de Obras Pblicas, de 1927,
permite apreciar el estado de la Quinta de los Molinos vista desde la Ave. de
Carlos III, durante los trabajos de remodelacin a que fue sometida esta arteria
de la capital cubana:
68
Betancourt, Andrs. Ob. cit. p. 5.
69
ANC, fondo Instruccin Pblica, Legajo 703, No. 44219.
70
Oliva Surez, Rosala. El Museo de Zoologa Felipe Poey de la Universidad de La Habana.
Trabajo de Diploma. Facultad de Filosofa e Historia, Universidad de La Habana, 1999. p. 35.
Otros hechos importantes acaecidos en la historia de la Quinta son: en 1938 se
inaugura la Escuela de Agronoma; entre 1943-1944, en uno de los vrtices hacia
la Ave. de los Presidentes, se construye la Facultad de Odontologa, cuyo
terreno es comprado por la Universidad de La Habana al gobierno
republicano.71
71
Vase, para ms informacin: Cabrera Claramunt, Vctor y Fernando Alas Villanueva. 19 de
noviembre de 1900 104 aos de la Facultad de Estomatologa. Disponible en:
http://www.16deabril.sld.cu/rev/219/histo.html [en lnea] [Consulta: 2007-10-25]
72
Rendn Matienzo, Fidel. Contribucin de La Habana a la gesta del 26. Disponible en:
http://www.rhc.cu/moncada/ain6.htm [en lnea] [Consulta: 2007-12-22]
73
ADAP, Fondo Especial Archivo de Jos Menndez, Sub-fondo Obras y Proyectos, Legajo 27, No. 7.
el campo, donde se formen tcnicos de verdad, que conozcan de agricultura.
74
74
Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, primer secretario del Partido Unido de la
Revolucin Socialista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno, en la conmemoracin del sptimo
aniversario del asalto al Palacio Presidencial, efectuada en la escalinata de la Universidad de La Habana,
el 13 de marzo de 1964. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1964/esp/f130364e.html
[en lnea] [Consulta: 2007-11-11]
75
Biblioteca del Jardn Botnico Nacional. Disponible en: http://www.uh.cu/centros/jbn/textos/18.html
[en lnea] [Consulta: 2007-11-11]
76
Datos aportados por la familia que vive en la Quinta de los Molinos, en entrevista realizada el 18 de
marzo de 2007.
Comisin Nacional Conmemorativa por el 150 Aniversario del Natalicio del
Generalsimo Mximo Gmez, dirigida por el Comandante de la Revolucin
Juan Almeida Bosque, de restaurar el sitio donde habit junto a su estado
mayor general y tropas mambisas el egregio mamb. La misma fue aprobada77
Los trabajos se inician a finales de 1985 por un equipo dirigido por el Arquitecto
Andrs Betancourt y formado por trabajadores de la Empresa Provincial de
Monumentos; y son culminados a finales de 1986. El 18 de noviembre de este
ao, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inaugura el Museo Mximo
Gmez, en su carcter de museo histrico municipal de Plaza de la
Revolucin en el da que se cumpla el sesquicentenario del natalicio de
Mximo Gmez. 79 Das antes, los pioneros de la escuela cercana haban hecho
una siembra simblica de ocujes en la Quinta, en homenaje a Mximo Gmez, 80
con la presencia y el verbo del Historiador de La Habana, Dr. Eusebio Leal
Spengler. En este propio ao se funda la Asociacin Hermanos Saz, la cual
establece su sede capitalina en terrenos de la Quinta de los Molinos, insertando
una construccin que en nada armoniza con su entorno inmediato. Las
siguientes imgenes muestran a la Quinta de los Molinos, antes y despus de su
restauracin en 198681.
FUENTES CONSULTADAS:
- Bibliografa:
77
Leal Spengler, Eusebio. Nota introductoria. En: Betancourt, Andrs. Ob. cit. p. 1.
78
Arjona, Marta. Propuesta para la restauracin de la Quinta de los Molinos. Museo Mximo Gmez.
La Habana, 1985. p. 2. (Documento indito)
79
Ms informacin puede hallarse en: Toledo, Clara. La Quinta de los Molinos vibr
nuevamente al paso de la historia. Tribuna de La Habana , 19 de noviembre de 1986,
p. 1.
80
Vase para ms informacin: Rodrguez G., Rosa. Realizan los pioneros siembra
simblica de rboles en la Quinta de los Molinos. Tribuna de La Habana, 26 de
octubre de 1986, p. 1.
81
ADAP, Fototeca, Sub-fondo Fotografas Impresas, Legajo 16, Nos. 1-31.
2. Arjona, Marta. Propuesta para la restauracin de la Quinta de los
Molinos. Documento indito, 1985.
3. Betancourt, Andrs. La Quinta de los Molinos. Indito, 1986.
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- Documentos electrnicos:
- Fuentes de Archivo:
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