El Susto
El Susto
El Susto
Conocido bajo diferentes nombres en las distintas regiones del país: los quechuas de la zona
sur del país lo conocen como Mancharisqa (asustado), ánimo qarkusqa (pérdida del alma). En
el norte le denominan espanto, hani (con el ánima perdido), Pacha chari, mal de espanto.
“Entre los síntomas de la enfermedad se describe los siguientes: escalofrío, fiebre, nauseas,
vómito, diarrea”.
Y considera desde su perspectiva médico académico, que estas tienen un origen gastro
entérico debido al cual el paciente:
“Para las enfermedades muy graves que con las medicinas y curas no sanaban, hacían los
hechiceros meter al enfermo en un aposento secreto que primero preparaban de esta manera:
limpiándolo muy bien y para purificarlo, tomaban en las manos maíz negro y traíanlo
refregando con él las paredes y el suelo, soplando a todas partes mientras esto hacían y luego
quemaban el maíz en el mismo aposento y tomando luego maíz blanco hacían lo mismo y
después asperjaban todo el aposento con agua revuelta en harina de maíz, desta suerte lo
purificaban. Limpio pues y purificado así echaban al enfermo de espaldas en medio de él,
estando presente el inca, si era su mujer o hijo el enfermo y luego, por ilusión y embustes del
demonio, era el enfermo arrebatado de un pesado sueño y éxtasis, y los hechiceros hacían
apariencia de que lo abrían por medio del cuerpo con unas navajas de piedras cristalinas y que
le sacaban del vientre culebras, sapos y otras bascosidades quemando en el fuego que allí
tenían todo lo que sacaban y decían que desta suerte limpiaban lo interior del enfermo…”.
Aquí estamos ante la presencia del empleo de la hipnosis y la sugestión para tratar al enfermo.
No intervienen el uso de plantas, animales o minerales como parte del tratamiento. El empleo
del maíz es ritual, no se le aplica al enfermo interviene como un elemento de purificación.
“a que vas a esa mansión obscura donde no llega el sol, donde ni siquiera hay agua…
¡Regrésate! ¡No te asustes! Ven tus padres están apenados por ti”
Las técnicas de tratamiento de las enfermedades psicosomáticas tiene una amplia gama de
variantes, sin embargo cada una de estas técnicas empleadas se basan en la cura
psicoterapéutica donde la sugestión juega un papel importante. Dentro de ello se tiene la
shoqma o shoqpi, (frotar) practicado en Ancash y Huanuco… Consiste en “bañar” y frotar al
paciente con flores recogidas antes de la salida del solo, luego se hecha estas flores al cruce de
un camino. Como una especie de candado se cuelga en el cuello del enfermo la cresta de un
gallo para que impida a su huqkaqnin (su otro yo) salir de nuevo.
El susto en la criaturas es más frecuente, porque con la menor cosa se impresionan ya sea
cuando alguien les grita o levanta la voz. Su espíritu queda atemorizado y vive sobresaltado.
Una simple caída puede ocasionarle la pérdida de su “almita”. Esta enfermedad reviste las
modalidades una leve conocido como mancharisqa (asustado) y la otra animu qarkusqa
(pérdida del ánimo). En el primer caso el curandero o cualquier persona mayor especialmente
la madre de las criaturas, proceden a “llamar” el ánimo de la criatura diciendo:
Después de hacer el llamado se pone un poco de sal en el sitio donde se asustó y luego se
introduce un clavo.
Es la forma más inmediata para curar a las criaturas asustadas.
En el segundo caso la pérdida del ánimo, es mas grave, pues la fuerte impresión ocasiona que
su huq kaqnin (su otro yo) o alma a sido espanta y huye del cuerpo.
El paciente enflaquece y pierde peso, duerme con sobresaltos y despierta gritando, de día,
anda totalmente decaído, come poco, anda entristecido con ganas de llorar. En algunos casos
estos síntomas van acompañados por frecuentes diarreas e inapetencia. Para curar esta
enfermedad en las criaturas se acostumbra mandar preparar una “guagua” de pan, con las
ropas del enfermo y luego va al lugar donde se asustó llamando el ánimo del enfermo. El
muñeco de pan se arrastra levemente sin voltear. Llegando a la cama del paciente se coloca a
su lado. Esta operación se hace por tres veces como tenemos señalado.
Otra forma de curar es por medio del baño de las flores, que consiste en enterrar al paciente
dentro de la panza del ganado que benefician en el camal. También se le baña al enfermo,
especialmente a las criaturas en un caldo preparado a base de roq’e, vísceras de cordero y
afrecho, una copa de leche humana, otra de leche de vaca, huevo, una copa de agua ardiente,
vino, todo eso se bate bien y cuando está tibio se baña al paciente. La espuma se hace lamer a
la criatura y si es un poco mayor, se le hace tomar un poco de ese caldo. Su ropa se lava en
dicho caldo luego de haber bañado al paciente. Se cree que es una forma de reemplazar las
energías perdidas alimentándolo directamente por una especie de ósmosis.
Las técnicas y ceremoniales para curar el susto o pérdida del alma, es abundante y variado de
región a región por lo tanto describir cada una de estas sería una tarea ardua, y a lo mejor
como resultado encontraríamos algunas similitudes y ceremoniales diversos.
Como complementos para el mal de susto se les administra cocimientos de algunas plantas
como el roq’e, con la finalidad, no de contrarrestar algún agente patógeno; sino de hacer que
se estabilice su nuna (su yo) de la persona asustada pues el roq’e será como un candado que
impide que el alma vuelva a salir al llamado de espíritus negativos que pueden estar
tentándolo a salir otra vez. Tampoco dejará que estos entren en su cuerpo.
Antrop. Aurelio Carmona Cruz (libro de medicina
tradicional)
La persona puede asustarse de cualquier cosa sobre todo si en esos momentos, está
preocupado o enfermo. Al asustarse la persona grita pierde su “ánimo”.
- Tienen pesadillas
- No pueden dormir
- Tiene sobresaltos
Algunas veces:
Se les puede desviar los ojos y están constantemente nerviosos, si conversan con él
comienza a sudar, hablar mucho y no se deja entender.
En otros casos, cuando el susto es fuerte, sólo puede curarlo un curandero o paqu (por
ejemplo: en caso de accidente)
Generalmente se cura el susto los martes y los viernes a las 12 de la noche o del medio
día. Algunos curan los martes y los jueves.
Se necesita una campanilla para llamar al ánimo durante el camino. Con el enfermo
queda un cuidante con su San Martín. Al llamar el ánimo van tres personas, una de
ellas puede ser la madre del enfermo quien lleva un muñeco hecho con las ropas del
enfermo, en cuyo interior se coloca un pan, también se lleva incienso y despacho hasta
el lugar donde se asustó, cuando todo esta silencio se llama al animo con la campanilla
y el incienso hasta el enfermo, quien debe comer el pan y dormir con el muñeco.
Esta ritualidad se realiza por tres veces si el susto es fuerte, o una vez si el susto es leve.
Ninat’aqa: es una forma de diagnóstico. Se hace arder dos fogones, uno representa la
salud y el otro el mal, el especialista lee en la llama, si el paciente se va a curar o no.
También sirve para ver que demonio o alma hizo enfermar al paciente.
4.- MANCHARISQA O SUSTO COMO ENFERMEDAD “Unqusqa Kani” [Estoy mal]
Esta definición claramente se puede ver en los conceptos sobre esta enfermedad que
tiene Francisco Alqamari:
“Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, el miedo
modifica el comportamiento de los individuos, y llega incluso a anular sus facultades de
decisión y raciocinio. Por este motivo, el miedo se ha utilizado en innumerables
ocasiones como método expeditivo control social, especialmente en momentos de
profundo cambio o reajuste estructural, cuando más espacios del miedos y seres
fabulosos afloran en el seno de una sociedad, provocando asociaciones contextuales y
expectativas ambiguas tanto en el individuo como en la colectividad.”
En las manos toma el pulso y realiza el mismo procedimiento que hizo en la cabeza.
6.- ETIOLOGÍA: “Imamantan kay unquy” [Por qué tengo esta enfermedad]
Caídas.
Caída
Ruidos fuertes
Caídas bruscas
El paqu Francisco Alqamari de T’uqruyu – Espinar – Cusco. Cura el susto de este modo:
“A más de estas enfermedades y curaciones, hay varios tipos de curar enfermedades,
no sólo hay un solo modo de curar, eso se sabe hojeando la coca [diagnóstico a través
de la coca], con este caso… con esta cosa… o con esta cosa o candela nomás ya o “nina
t’aqa” [separación de fuego], bueno si es que toca con qhayqa o con baños de agua
más pago a la tierra ¿no?, depende pues, sorteándolo la hoja de coca pues, depende
de la hoja de coca y tienes que estar con toda fe pues para mirar la hoja de coca y el
paciente tendrá que darte con toda ¡¡ffuuuaaaaaa!!!! Su “samayninkusqa” [aliento,
esencia], nocierto?” (Testimonio de Francisco Alqamari, de T’uqruyu – Espinar - Cusco)
La curación del mancharisqa o susto, por lo tanto, consistiría en convertir en pensable o
racionalizado, una experiencia que se dio puramente en términos afectivos. Así mismo
la eficacia se da también, porque el paciente o enfermo cree o sabe en asa realidad y
es miembro de una cultura que también se recrea en ella. Por ello que el saber en el
ande tiene otras connotaciones, el saber para la vida y que apunta al ritual. En la que
tiempo y espacio socialmente demarcados en formas simbólica altamente elaboradas
se llevan a cabo en la terapia, ciertos símbolos iconográficos, ya sean actos, palabras o
cosas, tienen la capacidad de sintetizar significados socioculturales complejos que
provienen de variados ámbitos y de contextos específicos, convirtiéndose así en los
vehículos a través de los cuales se construyen mensajes y circulan múltiples
significados; los actos rituales “...actúan más directamente sobre la capacidad de
significación que tienen los símbolos, usándolos como medio para capturar, condensar
y actuar sobre las características del mundo social y material que fuera del ritual se
encuentran dispersas”. (Mendoza: 1989: 505).
Para las tomas se prepara en agua de clavel negro, San Jacinto (confección), que debe
ser del beaterio del Cusco. Ahí se añade una narigadita de siwuayru y unas raspaditas
de machu rumi. Ojala se pudiera también añadir un poco de hallp’a t’ika o hallp’a kuti.
Una vez haciendo reposar toda esta indicación, se le debe dar cernido. No hay que
olvidarse de frotarle la coronilla de la cabeza con un poco de siwayru.
El método de llamar el ánimo con este sahumerio ha de ser, en primer lugar, hacerle un
muñeco con la misma ropa del enfermito, que sea de su ropa limpia. Si es wawa, con su
gorrita, y si es grande, con su ch’ullu.
Se envuelve este muñeco con flores de clavel o rosa y un pancito. Si no hay pan, una
galletita. Una vez envuelto esto se espera un momento silencioso, sea de noche o de
día, y que el asustado esté en cama. Ojala que estuviera dormido. Así se haría con más
provecho la curación.
Ahora debe prepararse brasas y echarle el sahumerio, y así se va hasta cierta distancia
prudencial. No es necesario ir muy lejos, conforme exige otros. Hay que ir con el
muñequito en el brazo y cubriéndole con una manta. Ni más ni menos que a una
criatura viva se le debe llevar, ir con esa idea, tomando una fuerza de voluntad
vigorosa, y al regresar se le debe de llamar por su nombre con mucho cariño, con voz
muy baja, sin hacer la menor bulla. Al llamar hay que decirle: “N.N., acá está tu mamá;
o también: zutano, aquí esta tu alma”
Y una vez llegado al sitio se le pone el muñequito a su lado, suavemente, con mucho
cuidadito, sin perturbarle el sueño. El resto del sahumerio se le hace en los pies y se
cierra la puerta para que siga durmiendo, Si le hace provecho emite unos quejidos y ahí
se sabe la eficacia de los remedios.
Se puede repetir esto hasta tres veces. En cada semana se permite sólo una vez, y es
mejor que sea viernes o martes.
Cuando el mancharisqa no es muy fuerte ni ha pasado a mayores no se necesita llamar
el ánimo, sino solo unos baños. Para esos casos la receta es:
Ñawin Aqha 2 vasos, se hierve con saruy kuka (coca pisada). Luego ruq’i fresco y
hatuchaq hampi con un poco de quinua, se muele en un batan limpio. Este molido se
bate en el ñawin aqha con coca. Ahí se le añade y bate un huevo, agregando
aguardiente cabeza.
A la criatura se le da tres gotas de dicho preparado y luego se le baña con eso, rezando
tres credos. Después del baño se le abriga con tela negra. Si quiere dormirse, que se
duerma bien abrigadito. Tanto de noche como de día cuando hace buen sol, se puede
bañar con dicho medicamento, y siempre prefiriendo que sea viernes o martes.
También se aconseja para este mal y para el raquitismo que suele provenir del susto,
otro baño muy bueno. Su composición es así.
Flores de chachakuma, flores de mut’uy, arrayan, canela, raíz de qhari qhari o sira k’a,
ruq’i ochaqara, con bofes y nudos de huesos. Bien hervido todo eso. En ese baño
bañar al asustado, a los raquiticos que no pueden tomar cuerpo.
BIBLIOGRAFÍA
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1.- SUQ’A
Enfermedad que siempre se asume como viento o wayra. Que se genera desde las
tumbas de los antiguos denominados también como hintilis [gentiles].
Uno de los testimonios nos refiere que el suq’a tiene dos formas de presencia en los
andes, uno como viento que esta presente frecuentemente en el día. Esta forma de
presencia la asume en todo el contexto de los andes.
Por lo tanto, el Suq’a wayra, wayra de los gintilis, aya wayra, es una enfermedad
La persona se enferma de suq’a cuando al pasar por hendiduras o cavernas de los
cerros, son cogidos por el suq’a wayra, que sale de estos lugares muy rápidamente y
con un sonido característico.
Se distinguen dos clases de suq’a: el suq’a wayra machu y el suq’a wayra paya; el
primero es más difícil de curar.
Testimonio de vida de una señora profesora de una ONG. De Anta – Cusco, que le
ocurrió en Ankawasi distrito de la provincia de Anta, en el desarrollo de sus labores.
Narra del encuentro con un suq’a, en actitud violentas equivalentes a la forma violenta
de un rito indígena andino que reconfirma su existencia y continuidad, denotando así
su alteridad.
A que vino esto. Con mis alumnos Salí al estadio de Ankawasi a trabajar, en eso vino un
viento remolino y se ha llevado mi gorro a lo alto.
Yo hasta cierta parte he ido caminando de ahí me dio cierto miedo. Amariychu mamay
inamurakunqa qanmanta [no vayas mamá, se va a enamorar de ti], me dijo la mayor,
entonces paqtataq siriun kaipiqa, kaipiqa suq’aqa haykun warmakunata, sipaskunata
manan phawachinchu, inamurarukun chayqa yasta unquchin pacha [cuidado es serio
aquí, aquí el suq’a entra a las chicas, mujeres jóvenes, no deja escapar, si se enamora,
entonces, les pone en estado siempre], diciendo. Y me dio cierto miedo y como era la
señora de cierta edad, yo le hice caso.
Tienen tumores, tumores en todo el cuerpo le sale ase tiempo ya está suliskunan
chayqa, suliskunan, aihnan kashian kuirpumpi [son soles esos, soles, así esta en su
cuerpo], y con qué le curan, hamunki mamitay tres de la tardita a las tres vienes para
que tu veas como se cura. Derepente a mi me agarra como yo ya este a mi me ha
palpado a mi, de repente a mi me va ha agarrar, tenia esa sugestión no, fui pues a las
tres a ver, entonces bien simpática la chica, le había agarrado todo su cuerpo, no era
granos, sino era tumores. En todo el cuerpo, en las manos en los brazos, tumores
grandes, en la espalda, dios mío, chaychu suq’a dije, si chaimi mamitay suq’a, y pitaq
hampinqari, le dije, kaimi wiraqucha hampinq me contestó. Era un curandero de edad,
tenía su chicote, tenia su qullpa, su qullpa azul había sido, una piedra azul había
tenido, le he preguntado todo minucioso que cosa era, después fuera de la qullpa
tenia montoncito de coca es imprescindible para pagar a la tierra la coca, el muqllu, y
también una hierba de color plomizo no se que dice que es de la tierra. Que más vas ha
hacer le decía, después de pagar a la tierra y llamarle su animo, a la chica, voy a
bañarla y ponerle plancha con orín podrido. Era como un trapo grande como media
sabana blanca y lo empapaba con el orín podrido de una semana sería, que se yo,
hisp’ay puqu le dicen ellos, después lo doblaba de cuatro grosor y le ponía como
emplasto y sobre eso una plancha caliente, entonce con eso le hacia, y la chica lloraba,
le quemaría pues no? El microbio le quemaban que se yo, y así en cuatro
oportunidades que le ha curado, la chica ha comenzado a caminar normal, sana y salva,
esos medallones eran mogotes como cuando se hincha como rodilla así, que nosotros
diríamos que es el cáncer, cáncer a que será.
He visto también desaparecer los tumores con esa planchada los mogotes, se que
después de ponerle la plancha después de tres días de planchado la bañaba con orín y
con esa qullpa y votaban el agua en un lugar donde no llegue la chica, allí votaban y de
ese modo se curaban.
Esta enfermedad no creo que pueda curar el médico, porque el médico le pondría sus
inyecciones no podría siempre, mientras que ellos (curanderos), ya conocen ya
comprenden todo eso, ya saben todo eso.
Papito Ignacio de Ankawasi a tres kilómetros es killarumi allí vive el papito, él es el que
cura.
Los suq’as son enanitos que viven en Wayna suqumarka y apu suqumarka, allí viven los
suq’as. Los suq’as caminan en la noche toda la noche y de día caminan en el viento, es
decir, toman la forma de viento. Caminando en forma de viento de día ve a las mujeres
de los que se puede enamorar y de noche es cuando los visita en forma de un
hombrecito. Y caminan solamente cuando hay una mujer que les gusta, van a visitarlo.
- Escalofríos
- Debilidad
- Se ponen pálidos
- Comienzan a adelgazar
Algunas veces:
Estos síntomas son de la enfermedad suq’a wayra de Tocroyoc – Espinar. Mientras que
en Ankawasi – Anta, a todo estos síntomas se agrega los tumores: tumores en todo el
cuerpo le sale como medallones: “suliskunan chayqa, suliskunan, aihnan kashian
kuirpumpi [son soles esos, soles, así esta en su cuerpo]” (Testimonio recogida en Cusco
de la profesora de una ONG. 2012).
Lo curan de diferentes formas: con baños, qhayqas k’ichisitus, masajes, suerte muda, a
veces se combina estos métodos.
Las hierbas usadas son: ortiga de tres clases mula kisa, china kisa, urqu kisa; thurpa,
kancha lawa, salvía, nabo, Sasaki, nuez moscada, wayra kupal, peste arvela, wallata
kayu, aya sapatilla, supay qarqu, qama sayri, baño de vapor, baño.
5.- CONCLUSION
El suq’a tiene dos formas de presencia en los andes, uno como viento frecuentemente
en el día. Esta forma de presencia la asume en todo el contexto de los andes. Y la otra
en forma de persona, frecuentemente por las noches. Las dos formas son una amenaza
para el runa andino, porque los enferman o las embarazan a las mujeres andinas.