El Mito de Psyquis
El Mito de Psyquis
El Mito de Psyquis
THE LIBRARY
BY
i
Biblioteca de Escritores Contemporáneos
EL MITO DE PSVQÜIS
(Un cuento de niños,
una tradición simbólica y un estudio sobre el problema
fundamental de la filosofía)
4"f
.V
PRESERVATION
SERVICES^,,,.
DATE.
BAKCKLONA — 1908
Imimíenta 1)K ITrniucii y C* — Editokks
Ciille (lo Córcega, 31M
ITALIA-ESPAÑA
EX-LIBRIS
M. A. BUCHANAN
EL MITO DE PSYQUIS
Biblioteca de Escritores Contemporáneos
EL MITO DE PSYQÜIS
(Un cuento de niños,
una tradición simbólica y un estudio sobre el problema
fundamental de la filosofía)
485432^
BARCELONA — 190S
Imprenta de Henrich y C^ — Editores
Calle ue Córcega, 34Í3
Phl
Es PROPIEDAD
D. R. FouLCHÉ - Delbosc
Director de la Revue Hispan ique
EL MITO
I
(1) Expuesto tal como lo hornos oitlo reíerir t>ii nuestra inf'iiin'in.
12 A. ItONII.Í.A Y SA.\ MAUTÍN
e) Sevilla, 1548.
f) Sevilla, 1558 (? ).
g) Sevilla. 1560 ( ? ).
h) Valladolid. 1623.
ch) Sevilla, 1643.
i) Sevilla, 169:!.
B) Edición castellana segunda, abreviada por Gaspar Aldann:
a) Madrid. 1705 ( ? ).
b) ídem, 1739.
c ) ídem, 1756.
d) Valencia, 17'6.
e) Córdoba, 1800 (? ).
C ; Edición castellana tercera, resumen del compendio anterior, en
forma de libro de cordel:
a) Madrid. 1856.
b; ídem, 1878.
c) Madrid. Barcelona, 1880 (?). Tengo á la vista otra edi-
ción posterior, de Madrid, sin indicación de año ni de lugar.
D ) Ediciones extravagantes
a) Barcelona ó Valladolid, 1700. Citada por Salva, en el
Repertorio Americano.
b) Barcelona, 1842. Es la única que contiene el texto cas-
tellano, traducido del catalán.
E
Edición catalana
)
a) Tarragona. 1588.
b) ídem, 1700 (?).
c) Gerona. 1700 (? ).
d) Barcelona, 1700 (?).
e ) Vich, 1720.
f ) Barcelona, 1814. A las cuales agregaremos otra, de la
que poseemos ejemplar:
g) Figueras. por F. Oliveras y Colomer, 1844.
Está en prensa, en Barcelona, una edición de bibliófilo de la an-
tigua versión catalana del Partinoplés en la colección de Histories
d'altre femps que publica el Sr. Miquel y Planas.
Véase A. Trampe - Bódtker: Partáiopeus de Blois. Elude compa-
rative des versions islandaise et danoise; Christiania, 1904; 55 pp. en
4.» m. (Videnskabs- Selskabets Skrifter. II. Hist. -Filos. Kl. 1904.
No. 3). Vid. pp. 4 á6.
(1) Partonopeus de Blois, publié pour la premiére fois d'aprés
le ms. de la Bibliotliéque de TArsenal. avec 3 facsímiles, par G. Cra-
pelet. Paris, 1834. Dos vols. Reproduce el ms. 2986.
Cf. Pfeiffer: i'bcr die Handschriften des altfranz. Partonopeus, 'M.a.r-
.
(1) ilij refiero á la edición «lo Burgos, por .luán de .Junta, ilel
año 1517, rei)rodncida en el tomo II de mis Libros de Caftallerias
( de la Xui-fd ¡iihliolcca de autores (-spaiiolfit }.
IS A. KOMI. A
I, \ SA\ MAUriN
*
i *
i
Y que del mundo es alma,
él,
pone á mis pies la palma
que ambicionaran diosas!
¿Cuál de las más dichosas
puede igualarse á mí?
Pronta, mi bien, me tienes
á reparar desdenes;
pero en dudar insisto
que por haberte visto
grave pesar te dé.
.Amante cortesano
besásteme la mano
por disipar mi susto;
yo, con respeto justo,
la tuya adoraré.
No
exenta de idealidad ni de buena versificación,
la obra de Hartzenbusch tiene, sin embargo, graves
defectos. «Como la vena cómica dice el señor Me- —
néndez y Pelayo (^ —
no, era la principal entre las
)
y 1710.
;52 A. IHJMI.I.A Y SAX MAItli.N
;j
31 IIOMI.I.A \ SAX MAUri.N
cabellos de Ahsalón.
«Se reconoce en toda la comedia —
escribe Antonio
de Latour, que ha traducido la obra al francés el —
talento de ejecución, la habilidad técnica, el instinto
dramático del autor de tantas comedias vivas, ani-
madas é ingeniosas.»
He aquí el argumento : <
írina 354).
La primera edición de la comedia: Ni Amor se libra de amor, es la
incluida en la Tercera parte de comedias de Don Pedro Calderón di:
ln /.''D-ca, publicada en Madrid, en KífiA, por D. Sebastián Ventuia
de Vorgara Salcedo. En la edición do D. .luán de Vera Tassis y Vi-
llarroel, forma parto del tomo III (Madrid, 1682).
Se ha reimpreso laego en todas las colecciones de las obras df
i'alderón, y en el tomo XII de la Biblioteca de Autores Espanolt-;
l'p. 657-670 1.
•Í4 A. )10XII-I,A V SAK MAKTÍX
i
EL MITO DE PSYQUIS 49
tra-g-eii, wo - her ich Kam der FaJirt, noch Wie mein Nam und Art'
« El interés de Lohengrin —
escribe Wagner en su
famosa carta de 1860 á Federico Yillot —
reposa ente-
ramente sobre una peripecia que se efectúa en el cora-
zón de Elsa y que toca á todos los misterios del alma.
La duración de un hechizo que esparce su felicidad
maravillosa é infunde en todo la más plena seguridad,
depende de una sola condición, á saber: que jamás se
profiera esta pregunta: ¿de dónde vienes f Pero una
profunda ó implacable angustia arranca violenta-
mente de un corazón de mujer esta pregunta, como
un grito, y el hechizo se desvanece. »
No nos compete analizar aquí esta obra maestra del
arte musical, pero sí hemos de decir que, desde el
punto de vista estético, ésta es la expresión más her-
mosa que el mito de Ps/quis ha encontrado. Quizá
sea mayor en otras obras de Wagner el interés meta-
físico (tal ocurre, por ejemplo, con Tristán j con
Parsif(d); quizá en otras sea más refinado el elemento
mítico (como acontece en El (niiUo del Nihehonjo),
pero en ninguna es tan humano el ambiente, ni tan
ingenua y delicada la poesía. Compréndese por ello
fácilmente que sea la más popular de las produccio-
nes de su insigne autor.
em secreta defesa,
as mostras sao poi-em de andar ociosa,
quando ]iolla amorosa
e delicada prava rnmor corre
incerto assi do jiovio
que o poderoso amor de amores morre:
mas outra & outra vez torna dé nouo,
a má}^ com tal reuouo
poem atrás tndo, & cena
a moca de alto sonó, & ao Parque leua
Cae a noite do ceo, mas he de lumes
vencida, & l'azem dia,
alli acordada vé viuas pinturas,
ardem ricos perfumes,
os cantares que ouuia
eráo pera abrandar as pedras duras:
poemse a mesa: figuras
correm, de vasos sem pre^o & sem contó
mansamente ordenado & sem peleja,
tudo se faz alli prestes n'hum ponto:
qiie banquete queréis que o d'Amor seja?
Ñáo acha alli a enueja
que possa desdenhar,
nem apitetitos que mais desejar.
Mas eu porque me vou ora detendo
jjor causas que o sentido
deixa pior lium tamauho espaco atrás?
Eespeito ao sol auendo,
direi d'hum so partido
que amor logo tirou, mas duro assaz,
disse: Nao me verás,
conténtete o que vés: a sorte esquerda
tudo acomete, va tal jsensamento
em pedacos ao vento, cuida a perda
de se esuaecer tudo em lium momento,
lia mister soffriniento
o mal, & he o bem,
pouco estimado daquelle que o tem.
Promete do por vir ousadamente,
fazense comprimentos
em abastanza, temse despois mal,.
deseja ver sua gente
para assoalhar seus ventos,
querlhe mostrar andando o tal & o tal,
cousa que tanto val,
eos nossos coracoszinhos pequ.enos:
M
KL MITO DE PSYQUIS . 71
-m
EL MITO UE PSYQUIS I
Por
lo que á Italia respecta, posee traducciones
muy estimadas de la obra de Apulej'o. La de Matteo
Maria Boiardo fl430 ?-1494). impresa en Venecia, el
año 1516, y reimpresa en 1518, 1519, 1523, 1537, 1544
y 1549, es más bien un compendio que una versión
literal. Mayor mérito tiene vina paráfrasis inédita,
contenida en el códice número 26 de la Biblioteca Tri-
vulziana, y de la que reproduce parte Ugo de Maria.
Desconócese el autor, pero es lo cierto, como afirma
el docto escritor últimamente citado, que «l'anonimo
seppe aggiungere al Testo con tanto accoi-gimento e
cercó di infondere nella sua opera tanta grazia, tanta
vivezza di colori e tanta armonía, da trarne una prosa
fresca, giovane e di lettura piacevolissima.
Desde el punto de vista de la exactitud, es inapre-
ciable la versión de Firenzuola, impresa en Venecia,
el' año 1550 (y reprodiicidg, en 15G7, 1598, 1603, 1781
y 1848). Daniel Tassoni (m. en 1610?) refundió con
poco arte la obra de Firenzuola en su versión, todavía
inédita, que se dice traducida del francés en 1585 }'
que figura en uno de los manuscritos del Marqués
Campori en Módena.
No posee, ni mucho menos, el raérito del trabajo de
Firenzuola, la Farola di Psiche e di Cupido de Pom-
peo Vizani (1540-1607), publicada en Bolonia, el ano
1607, y reimpresa en 1612, 1616, 1639, 1644, 1662.
1665, 1670, 1675, 1703, 1715 y 1890. A^izani es un
simbolista exagerado, y ni por los primores de estilo,
ni por la fidelidad de la versión, puede compararse su
obra con la de Firenzuola.
En 1609 (Venecia) vio la luz L'AiimrK innamuntti),
de Antonio Minturno, imitado en España por Jeró-
nimo de Heredia (i). La obra de Mintiirno, ec^crita
18;)9). —
La Psíc/tfi do Bracciolini fuó publicada por Menghini, con
una docta introducción, en la CoUczione di opere inedite o rare
(Bolonia).
78 A. BONILLA V SAN .MAUTÍN
« Irrequieta Diva,
Che nelle gioje altvui t'augi e rattristi,
Tn dair inferna riva
L'aura a infettar del lieto albergo uscisti;
La giovinetta intanto
Gli avidi orecchi a tue menzogne apriva:
Né vide piú nell'amator celato
Che spoglie anguine ad omicida artiglio,
Fin che il terror ]ioteo nel cor turbato
Strano eccitar d'atrocita consiglio.
E giá un placido sonno
Gli occhi d'Amor chiudea,
Quando alie quete coltri
Perversa il pie volgea.
Apparía nel la manca
La lucerna vietata;
Era r infidae mal secura destra
D'iugiusto ferro armata.
80 A. BONILLA Y SAN MARTÍN
(1) Cf. A. ReÍYn.a,nn: Des Apitleiiis lliirchen V071 Amor tind PsycJie
in der franzoíiischen Literatur de^ XVII Jahrhunderts. Wohlau, 188o.
— H. Ertlmann: Sloliére's Psyclié (Konigsberg, 1892) (Trabajo de
escaso mérito).
Vid. Oeuvres completes de Moli&re, avec des notes de divers commen-
fiffeurs. París, Furne et C<=, 1837. Psiché ocupa las pAgs. 585 4 611.
M. Antoine de Latoiar (Psijché en Espagne; París, 1876), sospecha
(£116 Moliere haya tenido presente la comedia de Calderón.
EL MITO DE PSYQUIS 81
káhLi
84 A. BONILLA Y SAN MAUTÍN
muerte. » ('')
(1) Plotino (siglo iii) dedica al estudio del Amor "(flsp^ ípcoToO
todo el libro quinto de la Enneada III. En el lib. 9.° cap. 9.", de la
Enneada VI, dice que toda alma es Afrodita (xxl '¿(JZ'. raTa '^-t'/'r,
\\'ipoO'.~v¡ ), porque naturalmente ama á Dios, y desea unirse á
ól, como una hermosa doncella que experimenta tin casto amor
(w3--íp -apOívot; xaAo'j 7:po<; y.a/ov zoio-.a).
108 A. UONILLA Y SAN MAUtÍX
tieue sólo nii sentido de: palabra, discurso), ttiiit fábula de carácter
(üenórico; por fábula (del latín fábula = narración, y especialmente
la dramática; derivado de for, faris =hablar; que á su vez pr..cede
del sanskrito bha =hablar), una narración ¡leticia de intención didác-
tica ; y por leyenda (del latin legenda, derivado de lego, is — leer),
ana narración po¡>\ilar, fundada en un hecha real, adornado de circunn-
tanr/ds /ir//cias. Alegoría üs siempre, para nosotros, la expresión de
algo distinto do lo que se signilica. La tradición de Psyqnis, por
ejemplo, es fábula en manos de los autores de los BriXhmanas, es
iiiilo entre los neoplatónicos, y es leyenda en la narración medieval
dol Caballero del Cisne. Véase una indagación muy razonada de las
leyes del mito on Valentín Letelior: La evolución de la Historia
(Santiago do Chile, 1900), pp. 05 y sig. del tomo I.
lltj A. liONILLA Y SAN MAIIIÍN
3.
5.
G.
(1) Urvasi, respondiendo, quiere decir que, con ayuda del fuego
crepitante, la libación desarrolla la manifestación del sacrificio.
(JV". de Mr. R.)
4.
brillo (3),
8.
!l.
10.
11.
12.
13.
(1) Es decir, salir brillante de las aguas sagradas. (jV. fíe J/''. i?.)
(2) Que se manifiesta en tiy por ti. Ar|ui responde Urvasi.
{N. de 3Ir. R.)
(3) Por medio de mis crepitaciones. (.V. de Mr. R.)
(4) ¿ No has oído mis crepitaciones '?
Id.
Después, él (Purüravas) la
dijo afligido:
« El muy brillante se lan- «El mu3' brillante se lan-
zará hoy para no volver zará hoy para no volver
más, para ir al alejamiento más, jDara ir al alejamiento
suioremo (*); de otro modo, supremo ('^); de otro modo,
quedará yacente en el seno quedará yacente en el seno
de lo Inmóvil, ó los lobos de lo Inmóvil, ó los lobos
raptores le comerán (^).» raptores le comerán (5).»
«El muy brillante se ahor-
cará ó se i^recipitará, de
suerte que los perros ó los
lobos le comerán.» Tales
fueron las palabras que le
dirigió.
15.
10. IG.
corazón se le desmayó.»
18.
11.
12.
13.
14.
15.
IG.
17.
A) \J no. prohibición;
B) Una
curiosidad que la infringe
C) Unadesgracia originada por la curio-
sidad infractora de la prohibición.
A) El tema de Ja proliihición
PROHIBICIONES
de Kartikéya.
Psyquis no ha de ver el cuerpo de Cupido.
Partinuplés no ha de desculjrir la hermo-
sura de Melior.
La esposa del Caballero del Cisne no ha
de preguntarle su nombre, abolengo, ni
patria.
Sagrjio sulla fllosofla seivaggia nelle novelle popolari. Trad. del Dottor
a. iíobili. Torino, F. Bocea, 1906. Pág. 44. '
EL MITO DE PSYQUIS 135
(1) Historia. Trad. del P. Bartolomé Pou, S. .J. Lib. II, cap. 1;'2.
(2) Historin. Trad. del P. Bartolomé Pou, S. .7. LiL. II, r ap. 171.
(:-i) MaimAnides: Guia de los descarriados. Parte I, caijs 61 y 62.
(4) Nos remitimos al excelente libro de E. Clodd, antes citado'
— Sobre la influencia del empleo de determinadas palabras para
ahuyentar los malos espíritus, véase: La fascinación en España
(Drujas-Brujerins- Amuletos), por Eafael Salillas: Madrid, 1905;
trabajo hecho con los datos de la Información promovida por la
Sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid.
EL MITO DE PSYQUIS 139
B) El tema de la curiosidad.
terio.
-
De cuanto llevamos dicho se desprende que la fábula
de Psyquis, inventada por el autor del Bráhmana, no
se convierte en mito, es decir, no tiene intención ale-
górica hasta caer en manos de los neoplatónicos é in-
cluirla Apuleyo en sus Metamorfosis. Pero Apuleyo
no da explicación alguna del sentido esotérico, y des-
pués las interpretaciones han variado hasta lo increí-
ble (circunstancia inherente á la condición del sím-
bolo, de naturaleza esencialmente equívoca)
Fabio Fulgencio Planciades, gramático latino del
siglo VI y Obispo de Cartago, es el primero que pro-
curó dar una interpretación del mito. Juan de Mal-
Lara, en la Dedicatoria de su Psyche, declara el pen-
samiento de Planciades de este modo: «Su ciudad do
reynaban los dos Reyes era el mundo, el Rey Dios, y
la Reyna la materia de que nacen las cosas. De las
tres hijas, la una es la carne, la otra la libertad del
10
140 A. liONILLA Y SAN MAKTIX
(l) Lohengrin.
4" éd. Paris-Bruxelles, 1895. Pág. 67.
de Andrew Lang: Jínfhologí/. en la 9." edición de The
Cí. el art.
Encyclopaeüia I>ritannicn (Edinburgh, 1881;.
KL MITO DE PSYQÜIS 14H
(1) I, 2.
8.^
(2) « 'O o' i— opon-/.a'. 6au¡i.á^iov o''.£Tat áyvoílv, A'.o xal ó
O'.Aojí.'jOoí; o'.AÓ70-^óq -wq ettív.» {Metaph. I, 2). Cito á Aristóteles
por la edición Firiniu -Didot.
SEGUNDA PAETE
(2) «' lí-:7zr[\ir, \xvi oZv z': EJ-r'.v, svtsüOív cpavapóv rávTEí;
váp j-oXajAoávoaE-y. 6 i-i7TáiJLíOa, ivol'/ETOat aX/we;
¡Jir, £'/£'./.»
Etílica Nici)mnch<:(t, Lib. VI, cap. 3.
(3) «'I']; ává-'x/.í; apa STr; to i-'.3-:y¡-:óv. Wvoiov apa.» ídem
íV?em,VI, 3.
IGO A. líONILLA Y SA\ JIAUTÍN
(1) «'11 [ú't cipa i—íj-y^ar, Í7zri !;'.<; i-oot '.y~'.y.r[.» Idem-id.
Vid., sin embargo, la excepción de las proposiciones inmediatas.
unimos analíticos. I, 3.
(2) «'EksI o' r^ £— ¡cTTr^ij.v) —zp\
tcov xaOóXo'j ett'iv ú—óXr/i;!^
•/.xi "wv Ethica Kicomachea; Yl, 6.
£^ avá-'/.r,;; ov-cov...»
(3) Vid. Gr. Tiberghien: Introducción á la Filosofía y X'repara-
ción a la Metafísica. Trad. de D. Vicente Piño y Yilanova. Madrid,
1875. Pág. 46 y ss. Tiberghien merece siempre ser leído Es de tina
extraordinaria claridad de expresión, cualidad aneja á todo buen
pensador, pero muy extraña en un kraiisista.
Conste, sin embargo, á propósito de lo que decimos en el texto,
que A. Schopenhauer, en su disertación Ueber die cierfache Wiirsel
(les Satzes vom cureichendeH Grunde, publicada en 1813, dice ya:
« Wissenschaft nilmlich bedeutet ein System von Erkenntnissen»
(§.4).
(4) E. Goblot, en su libro: Le Vocahulaire philosopliique (Paris,
A. Colin, 1901), pág. 440, define la Ciencia: «un sistema de verdades
f/enerales», confundiendo lastimosamente lo ítniversal con lo ge-
neixil.
EL MITO DE PSYQUIS 161
(1) .yefaph. V. 1.
(l) 3Ietaph.\l,\ó.
i
2 1
XT, 1.
il/(i¿aj>/í.
(A) Metajth.Xll,i.
104 A. no.viLLA y san mautíx
Signoriello (^ )
ETTco Twv TTpayij.áxojv áío'.oq cJüa xal a'jTV. ¡jlev á cp'jíT'.r Oííav te
xal OL)X avOpcüTTÍvav EvoÉ'/ETat '¡vCúzvi — Frafjmenta philosopliorum
.
í/raeconim. Ed. Mullach. V'ol. II. Parisiis, 1881. Pág. 1.", donde ETTto,
en dialecto dórico, equivale á 0'J7Ía). Arquitas señala como prin-
cipios de las cosas, la forma, la materia (ouT'.a, ((ue identilica con
la esencia ó sustancia) y el principio inteligente que se muevo á si
mismo. La oÜTta ó materia os informe. También habla do la esen-
cia de las cosas particulares (to tÍ evt; Éxa~TOv). (Cf. A. Ed.
Chaignot: l'ijfJiayore et la pliilosophie pi/thaguricienne. Paris, 1S74.
T. I, pp. 260 y 2 6). Jenófanes de Colofón, -el fundador de la escuela
oleática, dijo tam.bién que era imposible conocer, con entera cer-
teza, lo qvTG llamaba naturaleza l'niversal. (Véase, acerca do Jenó-
fanes, la disertación do 1). Leandro González Reviriugo, en el fas-
ciculo II de nuestro Archivo de historia de la /llosofia),
11
170 A. noNir.LA v san mautín
(1) Mrtaph. I, 5.
(1) Andliit.l'oiít.Tl.H.
(2) Analijt. Post. II, 7.
(;}) AnaUjt. Post. II, 8.
iTtí A. HO.NII.I.A V SAN MAUTIN
(1) Summa Theologica. I.» t{, 89, art. I." tid ."?.
^'^1 A. liUMI.LA V SAN MAUIÍN
En conclusión, el Escolasticismo:
Ha continuado afirmando la imposibilidad del
1/*
futura» (-1).
El representante más eximio de la crítica filosófica
en el Renacimiento, es sin disputa el valenciano Juan
Luis Vives (1492-1540). «Del mismo modo dice éste —
— que los que se hallan en una habitación donde
únicamente hay un postigo, si quieren ver algo del
exterior, sólo pueden contemplar la parte que permite
la abertura, así nosotros nada más vemos en este
mundo de lo que nuestros sentidos nos muestran. Si
(1) M. Menéndez y Pelayo: Eiisai/os de critica filosófica.'Madrid
1892. Págs. 270-271.
EL MITO DE PSYQUIS 191
(1) Yivis Opera omnid.. Ed. Yalentiae, t. III, pág. 122. Vives
emplea el vocablo ciceroniano effectio. en el mismo sentido que el
acto aristotélico.
(2) Tomo este vocablo en el sentido qne le da Kant (Krifik
(ler reinen Vernunft; Ki-itik des vierten Pai-alogisms der transscen-
dentalen Psychologie): «loh verstelie unter dem transsoendentalen
Idealism aller Erscbeinungen den Lehrbegrifí', nach ^velchem wir
sie insgesammt ais blosse Vorstellungen und nickt a!s Dingc an
sick selbst ansehen.» (Entiendo por Idealismo transcendental de
todos los fenómenos, la doctrina en virtud de la cual los conside-
ramos ú todos, en tanto que son. como i>ura^ r'^presentaciones. y
no como cosas en si).
EL MITO DK PSYQUIS 193
(1) «Cela méme que j'ai tantót pris pour nne regle, á savoir,
que les choses que nous concevons trés-clairement et trés-distinc-
tement sont toutes vraies, n'est assuré qu'á cause que Dieu est ou
existe, et quil est un étre parfait, et que tout ce qui est en nous
vient de lui: d'oü il suit que nos idees ou notions. étant des choses
réelles et qui viennent de Dieu en toi^t ce en quoi elles sont elaires
et distinctes. ne peuvent en cela étre que vraies.» Discours déla
Mi^thode —X'- partie ilh37).
Un
llamamiento á la realidad y al sentido común
es lo que representa Locke (1652-1704), cuyo Essai/
conceniing Incmau uoiderstandíng {-), es uno de los
monumentos más insignes de la historia filosófica.
El gran Locke dedica todo de su obra á la
el libro I
demostración de la no-existencia de aquellas ideas in-
natas (sucesoras de las iuformaf iones de Vives y de
las anticipationes de Bacon), de que tanto abusó la
escuela cartesiana. Y
su demostración es clarísima,
irrefutable, contundente. Aristóteles ha resucitado en
él para combatir de nuevo al maestro Platón. La de-
de la Gracia.
(2) No tengo á la vista
original inglés, pero .sí la traducción
el
francesa: Essai philosopliiqíie concernant l'entendeinent humaiu: trad.
par Coste (A Paris. Chez Bossange, Masson et Besson, Au VIT;
4 vols. en 8.").
EL MITO UE PSVQUIS "201
—
Es indudable dice Kant al comenzai' la 2*^ edición
de su Kritik dea reinen Vernunft —
que todos nues-
tros conocimientos empiezan con la experiencia. Pero
esto no prueba que todos procedan de ella, porque
podría suceder que hasta nuestro conocimiento expe-
rimental fuese un compuesto de lo que recibimos de
.nuestras impresiones sensibles y de lo que nuestra
propia facultad de conocer produce por sí misma. A
los conocimientos nbsolufamente (schlechterdings)
independientes de toda experiencia (suponiendo que
existan), les llamaremos conocimientos a priovi; y de-
nominaremos conocimientos a postcriín-i los empíricos,
es decir, los que tienen su ñiente en la experiencia.
¿Cuál será el criterio para distinguir los conoci-
mientos a pnofi de los conocimientos a posfcHori ? La
necesidad y la universalidad. En efecto, la experien-
cia nos enseña que tal cosa es de tal ó cual manera,
pero no que no pueda ser de otro modo. Además, la
experiencia no da á sus juicios una verdadera univer-
(1) «Wir liaben also sagen woUen: dass alio uusere Ans-
chauung niclits ais die Vorstellung von Erscheiiiuag sei: dass die
212 A. ItOXILLA V SAX MAUTÍX
Dinge, die wir anschauen. nicht das au sich selbst sincl. wofür wir
sie anscliaufin, noch ihre Verhaltiiisse so an sii-li selbst beschatfen
sind, ais sie uns erscbeineu, und dass, wenn -wir unser Subject oder
auch ntir die siibiective BeschafFenheit der Sinne überliaupt auf-
heben, alie die BeschafFenheit. alie Verhaltnisse der Obiecte ira
Rauní und Zeit, ja selbst Ranin und Zeit verschwinden -«urden,
und ais Erscbeinungen nicht an sich selbst. sondern nur in nns
existiren konnen. Was es für eine Bewandtniss mit den Gegens-
tanden an sich und abgesondert von alleí" dieser Receptivitat nn-
serer Sinnlichkeit haben moge, bleibt uns gánzlich unbekannt.
Wir kennen nichts, ais ucsere Art sie -svahrzunehmen. die uns
eigenthümlich ist, die arch nicht nothwendig jedem Wesen. ob
zwar jedem Menschen zukommen muss. Mit dieser haben wir es
lediglich zu thun. Kaum \ind Zeit sind die reine Form derselben.
Emiifindung überhaupt die Materie.» K. d. r. V. pág. 66 de la ed. cit.
EL MITO DE PSYQUIS '213
(1) «Wenn ich sage: im líaum und der Zeit steUt die Ans-
chauung, sowol der ilnsseren Objecte, ais auch dio Selbstans-
chauung.des Gemüths, boides vor, so wie es tinsere Siiine aíficirt,
d. i. wie es erschoiiit, so will das nicht sagen, dass diese Gegens-
K. d. r. r.)
El caso es que 11. Palckenborg, on ol Kilüuterunn der wichtigsten
Ijhilosophischen Kunstausdrñcke (juo trae al linal de su notable Ges-
,
c.hichte der neueren l'hilosopkie con NikiAans von Kaes tus zur Oefjen-
wart (Leipzig, 1905), interpreta Noumenon por JHní/ <in sich. (;...!)
(1) Véanse, acerca de este punto, las i)Aginas 465 y 46(5 do
nuestro libro: Luis Vives y In filosofía del llenaviuñento (Jíadrid.
190'!). Mr. G. Dcsdovises du Dozert h.a hecho un ligero resiinicn do
ieriori. De
la Voluntad parte pues el único estrecho
camino que puede conducirnos á la verdad. Resulta,
por tanto, que partiendo de nosotros mismos es como
llegaremos á comprender la Natiiraleza, pero no he-
mos de bascar en ésta elconocimiento de nosotros
mismos. La conciencia del yo no es absolutamente
simple, sino que se compone de una parte que conoce,
el intelecto, y de una parte conocida, la voluntad ; el
primero no es conocido, ésta no conoce. Cuando de las
profundidades oscuras de nuestro ser íntimo surge un
acto de voluntad en la conciencia que conoce, se pro-
duce un paso inmediato de la cosa en sí y no -temporal
al fenómeno. El acto de voluntad no es, pues, sin
duda otra cosa que el fenómeno más próximo á la cosa
en sí, y si los otros fenómenos fuesen conocidos de
nosotros tan inmediata, tan íntimamente, sería pre-
ciso estimarlos como lo que la voluntad es en nosotros
mismos. «En este sentido, pues, enseño yo — advierte
Schopenhauer — que la voluntad es la esencia íntima
de cada cosa, y la llamo la cosa en sí. » (In diesum
Sinne cdso lehre ich, dass das innere Wessen eincs
jedan Dinges WüJe isf, nnd nenne den WUlen das Ding
an sich). Con esto la doctrina Kantiana de la incog-
noscibilidad de la cosa en sí se modifica en el sentido
de que la cosa en sí sólo es incognoscible absoluta-
mente, pero está sustituida en nosotros por el más
inmediato de sus fenómenos, que se diferencia radi-
calmente de los demás por este carácter inmediato. De-
bemos, entonces, referir todo el mundo de los fenóme-
nos al fenómeno en el cual la cosa en sí se presenta
con menores velos, y que no permanece siendo fenó-
meno más que porque mi entendimiento, único capaz
de conocer, es siempre distinto del yo como voluntad
y no se encuentra libre de la forma del tiempo, aun
en la percepción ínfima.
22S A. ItONlM.A V SAN MAKl/.V
(1) l>ie M'elt (tls W'/llf iiml VorsleUinuj: t<u¡)h'm. c-aps. XIX y
XLVIII.
(2) IHe W'elf ais U'tlle &.«, 11, § 23.
230 A. HONILLA y SAN MAUTÍN
Die
(1) We.lt ais U'üle &.«, III, Ü 34.
Die
(2) Wdt ais Wille &.« Suplem. cap. XXIII. — Cf. José R.
Carracido: La Psicologia. de los protozoos ante las investigaciones bio-
químicas. (En la revista Labor Nueva, de Barcelona, núm. 4.°; de
15 Noviembre 1905i.
KL MITO DE i'syyuís 231
(1) T)ie Well ais Wille &.» Supleni. cap. XXIV. Ribot. ou su—
libro La ¡ihüosophie (Je Schopenhauer, insiste iiarticularmento en
esto aspecto de la doctrina, considerando al filósofo alemán como
uno de los principales teóricos de la nocii'm de fuerza, noción que
ha influido de un modo especial en las idca.s do R. Avenarius, re-
cientemente fallecido.
232 liMNll.l.A \ SAN .MAItTÍN
para él
(vv. 1066-1067).
lii'ito gnñ =
conocer, do donde grianata =conocimiento).
244 A. liONILLA V SAN .MARTÍN
B =^ a h h -h e -\-
f + n propiedades;
C= a -h 1^ -h g + íi -h n propiedades.
y además vemos otro ser:
X= « -f- /;
U= P^P-hP+P+P + P^
Si lo Universal no es otra cosa que lo Particular
elevado á una potencia infinita, para conocer lo Uni-
versal se necesitaría una potencia infinita también,
porque el conocimiento es un relativo, como hemos
visto, y una de las propiedades del relativo es apli-
carse á cosas recíprocas.
de existir.
Toda afirmación de necesidad viene á ser una pre-
visión de lo futuro. Pero ¿es acaso posible esta
previsión? Volvamos al ejemplo anterior para com-
prenderlo ,
c ' ' (
ó sea: B =^ A.
comprobarlo.» {^)
mientras que
D = F(a -f h ;.
C=F(a-\-h-ViA-j),
porque
A ^B -{- D= F(a-^ I) ).
mientras que
C = F(a ).
252 A. liONII.LA V SAN M A lll i .\
—2 1
•
2
'
1 \ 2 _ 1
y J_ • 9
"
- i-
4 * 8 '
tintos del de —
Además, por lo mismo que el matemático se atiene
siempre á una de las relaciones más simples, es decir,
á una sola de las categorías, está constantemente muy
alejado de la realidad. Tomemos, por ejemplo, una
razón:
B
y establezcamos una igualdad con otra razón:
A_ ^ _C_
¡I
~ 1)
'
254 A. liONILI.A V SAN MAUTÍX
D BC
A '
porque
B~ D
deja de ser exacta en cuanto sustituimos los símbolos
con realidades, porque de que una ración baste para
80 1
60 0.75'
17
258 A. nONII.LA V SAN MAUTJN
ri) E. Hédon: i'íV'Cí* fie l'hy.nolonie. I'arís, O. Dnin, 18íli>. PAg. "_'.
tí(.
2(10 A. I¡ONri,LA V SAN MAKTÍX
¡j no la hallará; aunque
diga el sabio que la sabe, no
por eso podrá alcanzarla.» (Ecclesiastés, VTII. 17).
entonces me habiades yá
de tener por muerta. Agora
veo é siento que sólo este
nombre de Venus ha sido
causa de mi muerte. Llevad-
me yá y dejadme yá en
aquél risco donde Apolo
mandó. ¡Yá yo querria ha-
ber acabado estas bodas tan
dichosas! ¡Yá desseo ver á
aquél mi generoso marido!
¿Por qué tengo yo de dete-
ner aquél que es nacido
para destruición de todo el
mundo?» Acabado de hablar
esto, la doncella calló, y
como yá venia todo el pue-
blo para le acompañar, lan-
zóse en medio dellos y fue-
ron su camino á aquél lugar
donde estaba un risco muy
alto, encima de aquél mon-
te, encima del cual pusieron
la doncella é alli la dejaron,
dejando assi naesmo fo}i ella
las hachas de las bodas que
delante della llevaban ar-
diendo', apagadas con sus
lagrimas: ó, abajadas las
cabezas, tornáronse á sus
casas. Los mezquinos de sus
padres, fatigados de tanta
pena, encerráronse en su
casa, y cerradas las venta-
nas, se pusieron en tinie-
blas perpetuas. Estando
Psiches muy temerosa llo-
rando encima de aqiiella
peña, vino un manso viento
de cierzo, y como quien es-
tiende las alas, la tomó en
su regazo; assí, poco á poco,
muj' mansamente la llevó
por aquél valh^ abajo y la
puso en un prado muy verde
y hermoso de ñores ó hier-
28() Ii(>.\ILI,A V HAN MAUTIX
19
290 liO.NIl.r.A V SAX MAltri.V
21
3-22 A. UONILLA V SAN MAKTIX
PAGS.
Dedicatoria.
Lema
pAos.
APÉNDICE
Apulei Madaurensis Fahella de Psyche 271
Adiciones 341
Biblioteca de Escritores Contemporáneos
OBHAS PUBLICADAS
UuiiANO González Skiuiano. —
La literatura del din. Un volumen en
8." mayof, jxisetus.
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