Etapas de La Segunda Infancia (De 3 A 6 Años)
Etapas de La Segunda Infancia (De 3 A 6 Años)
Etapas de La Segunda Infancia (De 3 A 6 Años)
LA SEGUNDA INFANCIA
(DE 3 A 6 AÑOS )
Es importante que sepamos en qué momento evolutivo están los niños para saber
cómo piensan, cómo sienten y qué es lo que podemos esperar de ellos. Sólo de
este modo podremos comprenderles y ayudarles en caso que sea necesario. Solo
de este modo lograremos no desesperarnos ante ciertas conductas o ante ciertas
respuestas que puede que en principio no entendamos.
Es importante que los niños tengan una buena alimentación, para lograr un
crecimiento y desarrollo óptimo, ya que en esta etapa de su vida es en la que su
cerebro se desarrolla el 85% de su capacidad.
Existen una serie de herramientas que nos permiten conocer si el niño o niña está
creciendo y desarrollándose adecuadamente, tales como las evaluaciones
antropométricas, que nos permiten tomar medidas para elaborar una situación
clínica individual o poblacional que nos dan la probabilidad de inferir una situación
nutricional. Entre estos se encuentran el peso, la talla, circunferencia cefálica,
circunferencia de brazo, índice de masa corporal, potencial genético medio
parental entre otros.
Peso (Kg) Peso (Kg) Peso (kg) Talla (cm) Talla (cm) Talla (cm)
Edad Percentil Percentil Percentil Percentil Percentil Percentil
Bajo Normal Alto Bajo Normal Alto
3 años 11.1 13.1 15.7 86.7 92.6 98.6
4 años 12.7 15.0 18.1 93.8 100.0 106.2
5 años 14.2 16.8 20.6 99.9 106.5 113.2
6 años 15.7 18.7 23.4 105.3 112.5 119.6
Peso (Kg) Peso (Kg) Peso (kg) Talla (cm) Talla (cm) Talla (cm)
Edad Percentil Percentil Percentil Percentil Percentil Percentil
Bajo Normal Alto Bajo Normal Alto
3 años 11.7 13.7 16.3 88.0 93.7 99.3
4 años 13.3 15.6 18.6 94.8 100.8 106.9
5 años 14.8 17.4 21.1 100.7 107.3 113.9
6 años 16.3 19.4 23.9 106.4 113.4 120.4
Habilidades Motrices:
Los niños de tres años hace tiempo que andan, en estos momentos lo que
interesa es cómo andan, de qué forma andan cuando realizan acciones
determinadas, un niño de 3 años que se balancea cuando lleva un vaso con muy
poca agua, es imposible que la derrame si es que se pone a correr la derrama, es
un niño que no domina o no controla la acción de la marcha con la viso-percepción
del objeto, por ejemplo.
El desarrollo motor es parecido en todos los niños, a estas edades no hay muchas
diferencias entre ellos, a los tres años deben realizar una serie de conductas
motrices, unos niños las alcanzan antes y las dominan antes que otros niños de la
misma edad, pero eso no significa que un niño esté más avanzado que otro,
diferencias en el desarrollo y habilidades que unos controlan antes y otros
después. Eso sí, cuanto más cerca de los 3 años, por ejemplo, tienen menos
control de la marcha, diríamos que son más torpes andando, parando, frenando,
saltando, moviéndose, y cuanto más cerca de los cuatro años la marcha, andar, es
un logro que debe ser dominado por todos y en todos los movimientos sencillos.
Esa es la diferencia, entre la conducta de andar cerca de los 3 años y la conducta
de andar cerca de los 4 años. O la de correr, o la de saltar o la trepar, etc., es el
desarrollo normal, para niños que no tienen ningún tipo de discapacidad, lesión, o
dificultad en general. Dominar estas habilidades es lo que les permite a partir de
los cuatro años el control del cuerpo y el inicio del equilibrio cuando apoyan el
peso en una pierna, mantenerse sobre una pierna, a pata coja.
Inicio mono-manual: con una sola mano (acciones diferentes con cada
mano)
Saltar: Inicio y control del salto con altura con poyo: con la mano.
El Sueño:
A partir de los 3-4 años, el niño ya posee habilidades cognitivas que le permiten
saber qué necesita para tranquilizarse y relajarse. Así, a esta edad los niños
pueden empezar a pedir lo que necesitan para poder dormir mejor, como que se
les cuente un cuento, se les cante o se les deje una luz tenue encendida.
Responder a estos requerimientos de los niños es fundamental para
proporcionarles unas condiciones óptimas para el sueño y el descanso.
Desarrollo Intelectual
La Memoria:
Cuanto más familiarizados estén los niños con los objetos, mejor pueden
recordarlos. También pueden recordar mejor el material cuando los objetos
parecen tener una relación entre sí. Por ejemplo, una mesa y una silla.
Es probable que el recuerdo más antiguo que tenga una persona sea de algo que
ocurrió cuando tenía al menos tres años de edad. No obstante, aunque algunas
personas tienen recuerdos vívidos desde los tres años, otras no recuerdan nada
anterior a los ocho años. En la niñez temprana, los niños no tratan de memorizar a
propósito, pero recuerdan sucesos que les causaron una impresión particular. La
mayor parte de los recuerdos son de corta duración y no suelen recordarse en
etapas posteriores de la vida.
No obstante, los recuerdos pueden existir aunque una persona no sea consciente
de ellos, y recuerdos profundos pueden afectar el comportamiento de una persona
sin que se entienda su origen.
Cognición:
Desarrollo cognitivo a los 4 años: Los niños y niñas de esta edad gozan de gran
fantasía e imaginación y que pueden atribuirle vida a cualquier objeto inanimado.
Desarrollo cognitivo a los 5 años: Formula preguntas que tienen sentido y las hace
para informarse, porque realmente quiere saber y no sólo por razones sociales.
.- Enfoque Cognitivo:
El sentido del YO tiene un aspecto social en donde los niños van incorporando
dentro de su autoimagen comprensión de cómo los ven otras personas. En este
proceso la autoestima juega un rol muy importante debido a que se basa en la
capacidad cognitiva de cada niño para describirse y definirse. Es el juicio que
hacen los niños acerca de sí mismos.
Emociones del yo: Se desarrollan para el final de los tres años de vida. Luego de
que los niños adquieren conciencia de sí mismos y aceptan las normas de
comportamientos que han establecido sus padres, entre ellos están:
Vergüenza.
Orgullo.
Culpa.
.- Enfoque Biológico:
Se dice que para los cinco años de edad, cuando el cerebro alcanza casi su
tamaño adulto, los cerebros de los varones son aproximadamente 10% más
grande que los de las niñas, porque los niños tienen más materia gris en la corteza
cerebral y las niñas tienen más densidad neuronal.
.- Atención A La Apariencia: En esta etapa las cosas son lo que parecen. Por
ejemplo, si hay dos niños de diferente altura, interpretarán que el más alto es el
más mayor, excluyendo otros atributos, lo que en ocasiones puede suponer algún
conflicto cuando un adulto intenta que entienda conceptos superiores.
.- Irreversibilidad: Tienen dificultades para creer que muchas de las cosas que se
hicieron se pueden deshacer. Por ejemplo, si la madre pone queso al bocadillo y al
niño no le gusta, este va a rechazarlo sin que se le ocurra quitarlo y posiblemente
sin quererlo cuando la madre lo quite delante de él. Necesita un bocadillo nuevo o
que la madre le quite el queso sin que él lo vea.
.- Comprensión de causa y efecto: Comprenden que una cosa causa otra y que
pueden hacer que sucedan cosas. Las interminables preguntas de "por qué"
indican su deseo de conocer las causas de las cosas.
.- Habilidad para clasificar: En esta etapa los niños son más lógicos para
organizar objetos, personas y sucesos. Muchos niños de cuatro años de edad
pueden clasificar los juguetes en función de su forma, color o clase. Además,
suelen categorizar a las personas como buenas o malas, amigos o no amigos.
Lenguaje:
La gran velocidad con la que aprenden palabras nuevas se debe a que asimilan el
significado de una palabra al escucharla solamente una o dos veces durante la
conversación.
Hogar y Sustitutos:
Los niños en esta etapa aprenden a comportarse a través de los lineamientos que
se les pautan, sea en el hogar o en el colegio. El niño aprende principalmente
estas normas en su hogar, y luego guiándose por estas, es como guía su
conducta en otros en tornos y sus reacciones ante la autoridad. Estas conductas
pueden ser adecuadas o no dependiendo del estilo de crianza bajo el cual crezca
el niño, lo cual puede traer repercusiones en la conducta del mismo cuando sea
adulto. Existen varios estilos de crianza, pero los principales son:
Estilo Autoritario:
Los padres que utilizan este estilo valoran sobre todo la obediencia y el control.
Tratan de hacer que los niños se adapten a un estándar de conducta y los
castigan con dureza si no lo hacen. Son más indiferentes y menos afectuosos que
otros padres. Sus hijos tienden a estar más inconformes, a ser retraídos e
insatisfechos.
Estilo Permisivo:
Estilo Democrático:
Estos padres respetan la individualidad del niño aunque hacen énfasis en los
valores sociales. Dirigen las actividades de sus hijos de un modo racional.
Respetan los intereses, las opiniones y la personalidad de sus hijos, aunque
también los guían. Son cariñosos y respetan las decisiones independientes de sus
hijos, aunque se muestran firmes para mantener las normas e imponen castigos
limitados. Explican a los hijos los motivos de sus opiniones o de las normas y
favorecen el intercambio de opiniones.
Los hijos se sienten seguros porque saben que sus padres los quieren y porque
saben lo que se espera de ellos. En edad de preescolar, los hijos de estos padres
tienden a confiar más en sí mismos y a controlarse, manifiestan interés por
explorar y se muestran satisfechos.
Desarrollo Social
Relación con los Padres:
Entre los 3 a los 6 años de edad el niño adquiere una autonomía mucho mayor a
la de sus años anteriores, lo que convierte a sus padres en guías, rol de mucha
importancia en el desarrollo del niño, ya que si el padre no le permite al niño ser
más autónomo, cuando crezca será un niño inseguro y sin iniciativa, y por el
contrario si no recibe la guía adecuada podrá adoptar conductas no favorables y
también sentirá un gran abandono emocional, lo cual tampoco es favorable.
A través de las relaciones con los iguales, el niño aprende una serie de
competencias (por ejemplo, las relacionadas con la resolución de conflictos) que
son más difíciles de aprender en la relación con los adultos.
Las interacciones con los amigos en los niños de 3 a 6 años se caracterizan por la
cooperación, la ayuda, el consuelo, etc. Las formas de juego entre amigos son
más complejas y el número de conflictos entre ellos es mayor que con otros niños,
pero se resuelven con mayor facilidad.
El desarrollo del lenguaje, cada vez mayor, de los niños de 3 a 6 años hace
posibles intercambios sociales más complejos. Los niños pueden expresar
emociones, pedir y dar información, etc. Estas habilidades comunicativas son
esenciales para el desarrollo social, puesto que constituyen una herramienta
fundamental en las interacciones entre iguales.
Además, el desarrollo emocional de los niños de esta edad facilita, también, las
relaciones entre iguales, puesto que ya pueden gestionar y controlar mejor sus
reacciones emocionales.
El Juego:
Diversos autores consideran que los deportes no deben ser considerados dentro
de una taxonomía del juego dado que existe una meta, otros opinan que el placer
del participante puede residir en la propia actividad y no en sus resultados; es el
caso de algunos juegos como el escondite que está dirigida a la meta de no ser
encontrados y salvar a sus compañeros.
Lo que sí es evidente es que el juego es una actividad esencial para el niño y que
el ser humano no abandona totalmente la actividad lúdica en el transcurso de su
vida. Esto es importante puesto que nos proporcionan algunas pistas sobre la
importancia del juego en el desarrollo. Muchos autores ha apuntado distintas
funciones que el juego puede prestar agrupándolas podemos decir que el juego
sirve para:
- Por último: juegos de reglas, de los 7 años hasta los 12. Estos juegos están
estructurados por un reglamento que todos los participantes deben respetar. Cabe
mencionar que todos los juegos coexisten durante la vida, pero pasado el centro
de la actividad lúdica, se sofistican y combinan entre sí para formar para formar
parte de actividades no necesariamente lúdicas.
Comienza en el segundo año de vida del niño, durante este periodo se desarrollan
la representación y el lenguaje, por lo que se postula la aparición de una función
semiótica o simbólica. El hito más importante es que el niño sea capaz de
transcender la realidad en sus aspectos temporales, es capaz de hablar de objetos
que no están presentes: capacidad de representar.
Según Jean Piaget (epistemólogo, psicólogo y biólogo suizo, famoso por sus
aportes al estudio de la infancia y por su teoría constructivista del desarrollo de la
inteligencia) la coordinación de esquemas se independizan de la percepción
inmediata, una vez ha habido equilibrio, el niño utilizará los mismos esquemas con
fines lúdicos. Lo que caracteriza al símbolo lúdico es la distancia que el
significante presenta con respecto del objeto real. Por lo tanto, el hacer como si es
la característica distintiva del símbolo lúdico.
El Miedo:
De una forma general, los miedos suelen aparecer en edades comprendidas entre
los 3 y los 6 años, cuando el niño aún no entiende el mundo que le rodea y no es
capaz de separar lo real de lo imaginario.
A partir de esta edad, sus miedos son más complejos. Esto es así porque sus
habilidades cognitivas están más desarrolladas que en edades anteriores. Por ello,
pueden anticipar situaciones potencialmente peligrosas con más facilidad y sentir
miedo ante circunstancias que dé más pequeño no alcanzaba a comprender.
Del mismo modo, entre los 3 y los 6 años, la imaginación de los niños se
desarrolla enormemente. De hecho, el pensamiento de los niños de esta edad se
caracteriza por el realismo mágico; es decir, muchas veces les cuesta distinguir lo
real de lo imaginario. Esto favorece también que surjan miedos a esta edad.
Así, si definimos la inteligencia como la capacidad del ser humano para adaptarse
al medio en el que vive, estos niños están demostrando ser muy inteligentes. De
hecho, no es que sean más miedosos que los demás niños de su edad, sino es
que son capaces de percibir y anticipar peligros de los que otros niños no se dan
cuenta.
La Agresión:
Entre los dos años y medio y los cinco años, los niños suelen pelear por los
juguetes que quieren y por el control de su espacio. Es una agresión que tiene
como objetivo alcanzar una meta (por ejemplo, conseguir un juguete). Dentro de
los siguientes tres años o más, los niños dejan de demostrar su agresión con
golpes y empiezan a hacerlo con palabras.
Cierto grado de agresión es normal, y los niños que pelean por las cosas que
quieren tienden a ser más sociables y competentes. Entre los dos y los cinco
años, conforme los niños pueden expresarse mejor con palabras, la agresión
disminuye en frecuencia y duración de los episodios agresivos.
Las diferencias individuales son bastante estables. Los niños que a la edad de dos
años golpean y cogen los juguetes de los demás, siguen actuando con agresividad
a los cinco años.
Por lo general, después de los seis o siete años de edad los niños son menos
agresivos, disminuyendo su agresividad conforme son menos egocéntricos y
muestran más empatía hacia los demás. Pueden entender por qué una persona
actúa de cierta forma y buscar formas más positivas para tratar con esa persona.
Son más hábiles socialmente y pueden comunicarse mejor y cooperar para lograr
metas comunes.
Desarrollo de la Personalidad
Teoría Psicosexual:
Los bebes tienen juegos eróticos manuales y generalmente esta actividad que
ellos realizan cesa por sí misma y vuelve a aparecer a los 3 años. Descubren la
diferencia de los sexos.
Los padres le imponen una renuncia al interés que tienen por tocarse en nombre
de la estética y la moral; y el niño se adapta a dicha imposición a fin de retener el
amor paternal. Cuando lo logra, se vuelve a centrar en su interés por los genitales.
Los niños de esta edad empiezan con los “porque”. Cuando los adultos responden
las preguntas sexuales, el niño percibe lo prohibido. El papel de las relaciones
sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro.
Entre los 4 y 5 años aparecen otros tipos de preguntas como el de: ¿Cuál es la
diferencia entre un niño y una niña? Los padres intentan explicar que la niña no
tiene pene. El niño trata de negarlo pensando que tienen uno más pequeño o que
le va a crecer. Sin embargo, piensa que la madre también tiene pene, pues al niño
le resulta imposible creer que la madre carezca de él.
El niño necesita menos compañía, juega más con sus juguetes y su voz. La
observación de la actividad de la madre y la reflexión sobre sus palabras lo
conducen a adquirir dos nociones importantes. Aparece el “obedecer” o el portarse
bien con la promesa de que si se porta bien recibirá tal cosa. Lo niños no temen
perder el amor de sus padres, porque lo tuvieron o porque no lo tuvieron
incondicionalmente, tienen problemas de conducta.
El niño o la niña descubren que no son el único amor de la madre, que pueden ser
abandonados por otros intereses de ella: su padre y sus hermanos se transforman
en sus rivales.
En el estadio anal, la niña se interesa por cambiar y bañar a las muñecas y por
lavar trapos. El niño juega más con piedras, con autos, con trenes.
Ella empieza a preocupar por su arreglo personal, le saca los cosméticos a la
madre, se pone sus vestidos, le gusta usar carteras, es decir le gusta identificarse
con la madre imitando sus acciones, sus gestos y sus palabras.
El niño se entrega a juegos más agresivos, juega con bastones, con palos, los
transforma en fusiles o en revólveres y se complace en dar miedo y ordenar.
Cuando puede, se pone la ropa del padre.
Hacia los 4 años y medio, el varón juega a golpear y matar a su padre en la lucha
emocional con él y trata de acaparar toda la ternura de la madre; le promete
casarse con ella y tener hijos: entra en el periodo de complejo de Edipo.
La niña vive un periodo similar, hacia los 3 años y medio: se comporta de manera
seductora con el padre, se muestra coqueta y afectuosa, centra su interés en él.
Se muestra celosa de él y trata de acaparar toda su atención y su afecto.
Pero para el niño y la niña la pareja de los padres en esta etapa resulta una
frustración, y muchas veces los progenitores los mandan a jugar para poder
quedar solos en su intimidad y el niño se siente impotente y celoso.
Si el niño asiste a las relaciones sexuales entre los padres, sea porque los
sorprende, las imagina como una especie de batalla violenta. A esto se les
denomina “escena primaria” (coito entre los padres).
Hasta aquí, los niños tienen la creencia de que todos los hombres como mujeres
tienen pene.
La angustia de castración, o sea el temor a la pérdida del pene, parte de una falsa
interpretación de la realidad, pero el niño no puede escapar a esta angustia ya que
el peligro que siente está motivado en su fantasía. El niño es consciente del
malestar, pero lo niega y lo interpreta como provocado por el exterior, y su razón lo
obliga a encontrar una causa. La angustia de castración es consciente, y es lo que
determina que el niño se aleje de la relación con su madre. Por eso Freud en sus
trabajos dice que la diferencia entre el niño y la niña es que el niño sale del
complejo de Edipo por la angustia de castración, en cambio la niña entra en el
complejo de Edipo por la misma angustia.
Hacia los 3 o 4 años, el niño se comporta en relación con la madre como un
adulto, quiere ocupar el lugar del padre. Para el niño, hasta esta etapa, el más
importante amor ha sido la madre y sigue siéndolo.
Teoría Psicosocial:
Etapas Normativas (03 a 06 años) según Erik Erikson: Iniciativa vs. Culpabilidad:
De acuerdo a Erikson esta etapa comienza a los tres años y medio o cuatro y
termina cuando el niño entra a la escuela primaria. Erikson llama esta etapa “la
edad del juego”. Durante esta etapa el niño aprende a compartir con otros,
desarrolla su imaginación y su fantasía al jugar. Aprende a seguir las reglas de los
juegos y a tomar el liderazgo cuando juega con otros. Si el niño es frustrado o
restringido en sus juegos y actividades durante esta etapa de juego, se siente
culpable y se vuelve temeroso e incapaz de tomar la iniciativa, se vuelve
dependiente de sus padres y no desarrolla su imaginación y creatividad a través
de las fantasías normales que tienen los niños a esta edad.
Teoría Cognitiva:
a) Juego simbólico. El niño utiliza un objeto con una finalidad distinta a la real.
Según Piaget, el juego simbólico permite transformar lo real, por asimilación, a las
necesidades del yo. Le proporciona al niño un medio de expresión propio y le
permite resolver los conflictos que le plantea el mundo de los adultos.
Razonamiento Transductivo: