Guia Practica para Noajidas
Guia Practica para Noajidas
Guia Practica para Noajidas
?En qué consiste dicho respeto? Rabí Eliezer dijo: “Que el honor
de tu prójimo te sea tan importante como el tuyo propio” (Avot
2, 15). En otro sitio dice: “?Quién es respetable? El que respeta a
otras personas” (Avot 4, 1). Para ser respetado hay que respetar,
y la acción de respetar honra a quien la pone en práctica. ?Qué
es, entonces, el “respeto”? Podemos definirlo como la
valoración, los buenos modales, el comportamiento correcto y
tolerante con las posturas del prójimo.
La acción de respetar tiene muchas facetas. Quien acude a una
sinagoga sin kipá, quien entra a una mezquita sin descalzarse a
pesar de que debiera hacerlo, o quien se niega a descubrirse la
cabeza en una iglesia no está respetando un lugar sagrado. Lo
mismo ocurre con quien no respeta las costumbres de otras
comunidades, no manifiesta tolerancia ante las opiniones del
prójimo (judío o no judío) o desprecia a un ser humano por su
origen o por el color de su piel. Nuestros sabios eran conscientes
de esta realidad, y por eso determinaron que se debe ser
cuidadoso inclusive con el honor de los delincuentes y no
burlarse de ellos. Un criminal que ya ha cumplido su condena
merece el mismo respeto que todo ser humano. “Cuando los
contendientes se presenten ante ti, vélos como culpables, y
cuando se marchen vélos como inocentes, pues ya han recibido
su sentencia” (Avot 1, 8).
Los jasidim cuentan que una vez llegó un pobre a la casa de Rabí
Menajem Mendl de Rimanov y se quejó de su situación. El justo
sacó de inmediato dinero del bolsillo y se lo dio; el pobre le
agradeció y prosiguió su camino. Rabí Menajem Mendl envió
detrás de él a uno de sus jasidim para que lo hiciera regresar, y
volvió a darle una suma considerable. Cuando los jasidim lo
interrogaron por el sentido de su conducta, les respondió:
Primero oí el triste relato de ese pobre y le di algo para calmar
mi dolor y apaciguar mi ánimo; no lo hice por beneficencia, sino
para mí mismo. Por eso le volví a dar, para cumplir con el precepto de la
beneficencia.nor”. Hallar gracia es adular, reconciliarse.
La hospitalidad
Los sabios solían elogiar la hospitalidad y se detenían en el
cumplimiento de este precepto que forma parte de la
beneficencia: “Recibe a todos con alegría” (Avot 3, 12). Yosi ben
Yojanán de Jerusalem dijo: “Que tu casa esté abierta de par en
par, y que los pobres la visiten con frecuencia” (Avot 1, 5).
La maledicencia
“La muerte y la vida están en poder de la lengua” (Mishlei 18,
21). La boca pude elevar a una persona o humillarla. La lengua
ha sido comparada con una flecha: si una persona desenvaina
una espada para matar a su prójimo y éste suplica y le ruega
misericordia, el matador potencial se arrepiente y vuelve a
envainar la espada; pero una vez que se dispara una flecha,
aunque se quiera hacerla volver ya no es posible (según Midrash
Shojer Tov 120).
El dano causado por la maledicencia es muy difícil de reparar.
No siempre nos damos cuenta del perjuicio. En la sociedad
moderna se han difundido dos consignas -la libertad de expresión
y el derecho de saber- que a veces son utilizadas para agraviar,
insultar, ofender y calumniar. Si preguntamos a un maledicente
de dónde ha sacado esas expresiones, responderá: “Lo escuché”,
“me dijeron”, “participé en una conversación en la que se
comentó”, “me lo contó un amigo”. En muchos casos, la
maledicencia se basa en afirmaciones sin sentido, pero una vez
que han sido pronunciadas causan un dano difícil de reparar.
La adulación
Nuestros sabios se ocuparon de la adulación al comentar el
encuentro de Yaacov, que volvía a Eretz Israel desde la casa de
Laván, con su hermano Esav. En Bereshit 33, 8 dice: “Dijo Esav:
?Qué pretendes con toda esa caravana que acabo de encontrar?
Es para hallar gracia a ojos de mi se
La envidia
Dos casos de envidia relatados en el Tanaj fueron causa de
grandes males. La envidia de Caín por su hermano Abel, porque
D’s había aceptado el sacrificio de Abel pero no el suyo, llevó al
primer asesinato del mundo. Otro caso fue el de la envidia de
Shaúl por David. Después del combate contra los filisteos, en el
que David matara a Goliat, las mujeres cantaban: “Saúl mató a
sus millares y David, a sus decenas de miles” (I Shmuel 18, 7). De
esta manera exaltaban las acciones de David diciendo que eran
mayores que las de Shaúl, y así despertaron la envidia de Shaúl,
que persiguió a David por todas partes y en algunas ocasiones
hasta trató de matarlo.
La modestia
La unidad
“No os agrupéis” (Dvarim 14, 1): “No hagáis diversos gruops, sino
uníos todos en uno solo” (Sifri, véase ib.). En nuestros tiempos y
también en el pasado, las sociedades sabían que las polémicas
debilitan y que la unidad fortalece. Basta con recordar un
ejemplo de la historia del Estado de Israel: el 1° de junio de
1967, en vísperas de la Guerra de los Seis Días, se formó el
gobierno de unidad nacional, que representaba a más del 90% de
los habitantes judíos del país. La creación de este gobierno
insufló nuevos ánimos al pueblo, que estaba abatido.
Rápidamente, y gracias a esa acción unificadora, se produjo un
cambio drástico, que tuvo parte considerable en la gran victoria.
La paz
Tres veces al día, un judío concluye la plegaria de
la Amidá (Shmoné Esré) con la siguiente frase: “Quien hace la
paz en las alturas hará la paz sobre nosotros y sobre todo Israel,
y decid amén”. Rabí Shimon Ben Jalafta solía decir: No hay nada
mejor que la paz, tal como dice en Tehilim 29, 11: “H’ dará
poder a su pueblo, H’ bendecirá a su pueblo con la paz” (Midrash
Rabá, Bamidbar 21).
La paz es una de las máximas aspiraciones del pueblo judío, que
ha padecido tantas guerras y sufrimientos. A lo largo del tiempo,
desde nuestra constitución como nación, la idea de la paz ocupa
el foco de nuestros anhelos. Muchas generaciones se han
educado sobre esa base, y la expectativa de paz sigue siendo la
esperanza de enmienda del mundo. Para el Estado de Israel, que
pasó cinco guerras contra sus enemigos, la paz es la esperanza
más grande y la creencia más firme. El saludo que intercambia la
gente, “shalom”, y la paz de Israel con los países vecinos
concuerdan con la expresión de la plegaria “que sea bueno ante
Ti bendecirnos en todo momento y a toda hora con tu paz, con
gran poder y paz. Bendito sea D’s que bendice a su pueblo con la
paz”.
El respeto a los padres
En una tormentosa noche de invierno, los judíos que salían del
Beit Midrash vieron a su rabino que alisaba la tierra con una
pala, y de inmediato se detuvieron para ayudarlo. Rabí Zondel
vestía un grueso abrigo y no aceptó la ayuda, sino que prosiguió
con su tarea banado en sudor. Cuando le preguntaron por qué
hacía eso en ese momento y por qué no quería recibir ayuda, les
respondió: Por este lugar pasa mi madre cuando va a la sinagoga.
La lluvia y la nieve que cayeron en estos últimos días
estropearon el sendero, y quiero que mi madre pueda
trasladarse con comodidad desde su casa hasta la sinagoga.
Se dice la casa del Rav Kuk era visitada por muchos huéspedes
distinguidos, con los que mantenía largas conversaciones. Cada
vez que su padre o su madre pasaban junto a la mesa, aunque
estuviera acompañado de rabinos importantes, se ponía de pie
hasta que su padre se sentara o saliera de la casa.
TOMADO DE MASUAH.ORG
Festividades
Como noajidas no debemos de inventar o copiar ninguna
celebración, mucho menos si esta es de procedencia pagana.
Recordemos que el hombre con la intención de buscar a D-os con
su propio y limitado entendimiento, ha creado una multitud de
religiones que solo lo han alejado de El.
En Resumen