DeterminaNtes de La Alimentación, Historia Natural de La Enfermedad y Niveles de Prevención

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Área de Ciencias de la Salud
Programa de Medicina José Francisco Torrealba
San Juan de los Morros, Estado Guárico.
3° Año de Medicina; Sección: 11

Profesor: Estudiantes:
INTRODUCCION

La alimentación influye en el ser humano tanto en el desarrollo físico


como psíquico. Alimentarse es un proceso voluntario que consiste en
seleccionar desde el medio los alimentos que constituirán la dieta e ingesta.
El ser humano no solo come para satisfacer una necesidad biológica; si no
que al mismo tiempo busca satisfacer otras como: proporcionar placer,
facilitar la convivencia, compartir con los semejantes, etc. Nutrirse es un
proceso que ocurre después que los alimentos son ingeridos y dice relación
con la utilización de nuestro organismo de los nutrientes, ya sea para reparar
o formar estructuras como proporcionar energía, o para que participen en
procesos metabólicos, por lo tanto es un proceso ajeno a nuestra voluntad.

Adquirir hábitos de vida saludable se ha vuelto hoy en día en una de las


principales metas para la mayoría de los países en el mundo, esto se logra
desarrollando hábitos de alimentación saludable y práctica de la actividad
física. Existen cinco pasos para llevar una vida saludable:

• Mantener un peso adecuado.

• Llevar unos hábitos alimentarios saludables.

• Realizar ejercicio físico periódicamente.

• Tomar los medicamentos que han sido formulados en el caso de


necesitarlos.

• Tomar espacios de esparcimiento para evitar el stress.

En casi todos los países, los factores sociales, culturales y psicológicos


tienen una influencia muy grande sobre lo que las personas comen, como
preparan sus alimentos, las prácticas alimentarias y los alimentos que
prefieren. Es verdad también que algunas prácticas alimentarias tradicionales
y tabúes de ciertas sociedades pueden contribuir a deficiencias nutricionales
en grupos específicos de la población, por lo tanto tener un buen estado de
salud depende de una buena nutrición la que se obtiene de una alimentación
equilibrada, una buena calidad de producción de los alimentos y del
desarrollo alcanzado por una comunidad.

En la presente investigación hablaremos de la historia natural de la


enfermedad, de los niveles de prevención de leavel y Clark y relacionaremos
dichos niveles con la nutrición.
FACTORES SOCIO-CULTURALES Y PSICOLÓGICOS QUE INCIDEN
EN LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS EN EL HOMBRE.

La alimentación es un proceso voluntario, educable, condicionado por


factores sociales, económicos, culturales, entre otros, además de ser
mediado por un sistema complejo de actitudes, presupuesto, religión, tabúes
e ideas relativas frente a los alimentos. De esta forma son múltiples los
factores que determinan el comportamiento alimentario de las personas,
dentro de los cuales se destacan la regularidad en los ingresos, el acceso a
los lugares de expendio, los medios de manipulación y conservación de los
alimentos a nivel familiar, la información, educación y orientación nutricional
suministrada por diversos medios, etc.

En casi todos los países, los factores socio-culturales y psicológicos tienen


una influencia muy grande sobre lo que las personas comen, cómo preparan
sus alimentos, sus prácticas alimentarias y los alimentos que prefieren. Los
nutricionistas deben conocer los hábitos y prácticas de alimentación de las
comunidades donde trabajan, de manera que puedan ayudar a reforzar los
elementos positivos y luchar para cambiar los negativo.

Factores que influyen en los hábitos alimentarios en el hombre:

La conducta alimentaria se define como el modo en que el individuo se


comporta ante los alimentos al seleccionarlos, prepararlos y consumirlos. Los
alimentos además de ser el vehículo para los nutrientes que necesita el
organismo, tienen una dimensión cultural, es decir, también tienen un valor
social y simbólico. (Martínez, 2002). Son muchos los factores que influyen en
los hábitos alimentarios y que configuran el modelo de consumo alimentario
de una determinada población, región o país.
En general, pueden englobarse en dos grandes grupos: los que influyen en
la disponibilidad de alimentos y los que influyen sobre la elección de
alimentos (Martínez, 2002).

Factores que influyen en la disponibilidad de alimentos:

Factores geográficos y climáticos: Las condiciones geográficas y


climáticas en las que está enmarcada una población condicionan su
agricultura, ganadería y pesca. Sobre la oferta de alimentos disponibles,
también influyen otros factores, como pueden ser su red de comunicaciones
y sus intercambios comerciales, que por ejemplo en países en vías de
desarrollo suelen presentar limitaciones. (Martínez, 2002)

Factores económicos: La estructura económica de un país y el nivel de


renta per cápita de sus habitantes, así como las políticas alimentarias que se
establezcan en dicho país, también influyen sobre la disponibilidad y el
acceso a los alimentos. (Martínez, 2002)

Factores que influyen sobre la elección de alimentos:

Factores sociales y culturales: Los alimentos tienen una dimensión social y


cultural muy marcada. En primer lugar, es obligado señalar que los hábitos
alimentarios de un individuo se configuran, fundamentalmente en la infancia.
Posteriormente, se reafirman en la adolescencia y va desarrollando y
modificando a lo largo de la etapa adulta, según sean las circunstancias
personales. Los hábitos alimentarios familiares, a su vez, esta ligados a los
aspectos culturales de una determinada región o país, que tienen unas
costumbres y tradiciones alimentarias propias (alimentos, recetas típicas,
horarios de comida, comportamiento en la mesa, creencias religiosas e
ideológicas, etc.) (Martínez, 2002).
El factor social influye en la alimentación principalmente en la forma en la
que la personas interactúan con otras. Los sociales como la clase social a la
que pertenece, los estilos de vida de la sociedad provenientes de unos
determinados valores, que a su vez, se plasman en normas y conductas. Los
ambientales como el cuidado y respeto o no de la naturaleza, del medio
ambiente tanto próximo como lejano referente a la limpieza, polución,
contaminación, los incendios, la tala de los bosques. Los alimenticios,
manifestados en las costumbres y hábitos de alimentación tanto personal,
familiar como social, la cultura gastronómica, la moda de adelgazamiento, la
anorexia, el hambre, la pobreza, los medios de comunicación social, la
publicidad.

A nivel individual: también son determinantes el nivel adquisitivo, el nivel de


conocimiento sobre temas relacionados con la alimentación, las preferencias
y aversiones alimentarias propias, etc. (Martínez, 2002)

FACTORES PSICOLÓGICOS:

Los factores psicológicos a los que se enfrenta el ser humano influyen


directamente en la forma de alimentación, así como de los productos que
consume de acuerdo a su estado de ánimo. Nerviosismo, ansiedad,
depresión, estrés, tensión, tristeza o alegría, son estados de ánimo que cada
persona canaliza de diferente manera. Muchas veces el consumo de
alimentos es la manera en la que algunos individuos canalizan el desahogo o
fuga de estas emociones, incrementando, como consecuencia de ello, su
peso.

Hay que prestar especial atención a la importancia que le dan los jóvenes
a la imagen corporal, porque esto les conduce en muchas ocasiones a llevar
a cabo dietas bastantes restrictivas que les privan de nutrientes necesarios,
con el objetivo de acercarse al cuerpo que consideran el ideal de belleza, lo
que puede desembocar en la aparición de trastornos alimentarios
como anorexia, bulimia o vigorexia.

Lo importante de analizar estos factores psicológicos es entender los


hábitos del consumidor para poder brindar una oferta de productos adecuada
a sus necesidades y que responda a las diferentes situaciones en las que se
encuentre cada individuo. El estrés y el estado de ánimo son unos de los
factores psicológicos que pueden condicionar la alimentación.

Estrés: El estrés es una característica de la vida moderna y puede


modificar las conductas que afectan a la salud. El efecto del estrés sobre la
ingesta de alimentos depende de cada individuo, de factores estresantes y
de las circunstancias. En general, algunas personas comen más de lo
normal, y otras menos de lo normal, cuando se ven sometidas a estrés.

Estado de ánimo: Además, los intentos de limitar la ingesta de


determinados alimentos pueden incrementar la apetencia por esos alimentos
concretos, conduciendo a lo que se describe como “antojos“. Muchas
personas tienen una relación ambivalente con la comida: quieren disfrutar de
ella, pero están preocupadas por su peso, y viven esa relación como una
batalla. Se reconoce que los alimentos tienen influencia sobre nuestro estado
de ánimo y el estado de ánimo ejerce una influencia sobre la elección de
alimentos. Hipócrates fue el primero en sugerir que los alimentos pueden
tener poder curativo.
NIVELES DE PREVENCIÓN SEGÚN LEAVELL Y CLARK, CONCEPTO,
HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD, NIVELES DE PREVENCIÓN
(RELACIONADO CON NUTRICIÓN DE LA POBLACIÓN).

Historia natural de la enfermedad:

La historia natural de la enfermedad es la evolución de un proceso


patológico sin intervención médica. Representa el curso de acontecimientos
biológicos entre la acción secuencial de las causas componentes (etiología)
hasta que se desarrolla la enfermedad y ocurre el desenlace (curación, paso
a cronicidad o muerte).

El interés que tiene la medicina por conocer la evolución natural de cada


enfermedad es descubrir las diferentes etapas y componentes del proceso
patológico, para intervenir lo más temprano posible y cambiar el curso de la
enfermedad, con el objetivo de evitar el deterioro de la salud.

Etapas de las enfermedades:

Período prepatogénico: En esta fase se inicia la enfermedad, pero el ser


vivo no presenta manifestaciones clínicas, ni cambios celulares, tisulares u
orgánicos. Está conformado por las condiciones del huésped, el agente y
el medio ambiente.

Período patogénico: Es la etapa en la que hay cambios celulares, tisulares


u orgánicos, pero el paciente aún no percibe síntomas o signos de
enfermedad, es una fase subclínica.

Se subdivide en dos etapas:

Período de incubación o de latencia: En las enfermedades transmisibles


se habla de período de incubación, ya que los microorganismos se están
multiplicando y produciendo toxinas, es de rápida evolución, puede durar
horas o días (ejemplo: gripe).

Sin embargo, en las enfermedades de tipo degenerativo se habla


de período de latencia, por su lenta evolución, que puede durar meses o
años (ejemplo: artrosis, demencia senil, etc.)

Período clínico: Es cuando el ser vivo presenta síntomas o signos clínicos.


Es decir, cuando se manifiesta clínicamente la enfermedad, y el afectado
demanda ayuda sanitaria. Pero si el proceso patológico siguiera
evolucionando de manera espontánea, sin intervención médica, tendría un
desenlace que podría ser la curación, la incapacidad (secuelas) o la muerte.
A su vez tiene 3 períodos:

1. Prodrómico: aparecen los primeros signos o síntomas, que indica el


inicio clínico de una enfermedad.
2. Clínico: aparecen los síntomas y signos específicos, lo que permite
determinar la patología que afecta al huésped y a su vez el
tratamiento a aplicar para curar al paciente y evitar secuelas.
3. De resolución: es la etapa final. La enfermedad desaparece, se
vuelve crónica o el paciente fallece.

Niveles de prevención de Leavell y Clark:

La Prevención se define como las “Medidas destinadas no solamente a


prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores
de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias
una vez establecida” (OMS, 1998).
1.- Prevención primaria (periodo prepatológico):

Son “medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o


problema de salud mediante el control de los factores causales y los factores
predisponentes o condicionantes” (OMS, 1998, Colimón, 1978)

Promoción de la salud: No está dirigida a ninguna enfermedad en


particular. Incluye medidas que mantienen y promueven la salud del individuo
como: alimentación, vivienda, educación, condiciones de trabajo, exámenes
periódicos, educación para la salud

Protección de la salud: Protección específica contra enfermedades


(inmunizaciones) protección inespecífica, saneamientos , protección contra
riesgos ocupacionales, potabilización del agua, dieta, lavado de manos, entre
otros.

2.- Prevención secundaria (periodo patológico):

Está destinada al diagnóstico precoz de la enfermedad incipiente (sin


manifestaciones clínicas). Significa la búsqueda en sujetos “aparentemente
sanos” de enfermedades lo más precozmente posible. Comprende acciones
en consecuencia de diagnóstico precoz y tratamiento oportuno. Estos
objetivos se pueden lograr a través del examen médico periódico y la
búsqueda de casos (Pruebas de Screening). En la prevención secundaria, el
diagnóstico temprano, la captación oportuna y el tratamiento adecuado, son
esenciales para el control de la enfermedad.

Diagnóstico precoz y tratamiento oportuno: Su objetivo es detener


tempranamente el avance de la enfermedad y prevenir la difusión dela
misma. Comprende acciones que llevan al reconocimiento y la eliminación
temprana de la misma como: análisis clínicos, rayos x, exámenes clínicos,
entre otros.
Limitación del daño: Tratamientos adecuados para detener la enfermedad e
impedir que siga avanzando hasta su desenlace. Comprende todas las
medidas disponibles para detener el avance de la enfermedad hacia un
estado crítico a través de una intervención rápida y efectiva

3.- Prevención terciaria (periodo postpatológico):

Se refiere a las acciones de rehabilitación brindadas a las personas a fin


de que puedan utilizar sus capacidades remanentes y de esta manera,
reintegrarse a la sociedad.
CONCLUSIONES:

 Debemos conocer los hábitos y prácticas de alimentación de las


comunidades donde desempeñamos nuestro trabajo para ayudar a
reforzar los elementos positivos y luchar para cambiar los negativos.
 Los nuevos cambios en las sociedades y modas, pueden
desencadenar factores psicológicos que produzcan cambios en la
alimentación de los adolescentes, jóvenes y adultos.
 Los factores culturales influyen en gran manera en la forma de
alimentarse de las personas, muchas familias siguen patrones étnicos
en la alimentación.
 La historia natural de la enfermedad es de suma importancia para
entender cualquier entidad que pueda provocar un agravio en la salud
del ser humano.
 Cualquier enfermedad en el hombre es el resultado de un proceso
dinámico en donde diferentes elementos ambientales y características
propias del hombre entran en interacción y concluyen con la ruptura
del equilibrio llamado homeostasis.
BIBLIOGRAFÍA:

Bourges y Martinez. Costumbres, prácticas y hábitos limentarios, Cuaderno


de Nutrición, volumen 13, Número 2. 1990.

Romero Vega Roman. Informe comisión determinantes sociales de la salud


de la Organización Mundial de la Salud. 2009.

Werner, D. Aprendiendo a Promover la Salud. Centro de Estudios


educativos. Mexico, 1993.

Dever A, Epidemiología y Administración de Servicios de Salud, 1991.

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