Historia de La Psicometria
Historia de La Psicometria
Historia de La Psicometria
Este interés puede rastrearse desde los filósofos de la antigüedad, la filosofía del siglo
XVII , en los grandes avances científicos de la medicina, la física, la química y la
astronomía de los siglos XVIII y XIX, hasta la medición psicológica propiamente dicha en
los albores del siglo XX con la primera prueba considerada como realmente psicométrica,
elaborada por Binet, y el gran auge que la construcción de pruebas y el establecimiento
de la psicometría tuvieron con la llegada de las dos guerras mundiales.
Los historiadores señalan que las primeras evaluaciones de aptitud datan del año 2200
a.C. en China, donde los funcionarios del gobierno eran evaluados a petición del
emperador para determinar su competencia profesional. Estas pruebas fueron aplicadas y
modificadas a lo largo de los siglos y se convirtieron en examnes escritos durante la
Dinastía Han (202 a.C a 200 d.C.) para adquirir su forma final en el año 1370.
Este tipo de exámenes fue finalmente eliminado en 1905 y reemplazado por requisitos
educativos, tales como poseer un titulo universitario.
E l filosofo Platón (427-347 a.C.) el consideraba que si bien todos los seres humanos
básicamente son iguales, sin embargo diferían en sus cualidades y aptitudes, el proponía
llevar a cabo una serie de funciones para evaluar las aptitudes militares con el propósito
de seleccionar a los mejores soldados. Anastasi (1980) considera que estas acciones
propuestas por Platón con la finalidad de evaluar los rasgos que se consideraban
esenciales para determinar la destreza militar representa la primera prueba de aptitud de
la cual existe memoria descrita sistemáticamente.
La psiquiatría inicial contribuyó al movimiento de las pruebas mentales al mostrar que los
procedimientos estandarizados pueden ayudar a revelar la naturaleza y grado de los
síntomas en pacientes con enfermedades mentales y con lesión cerebral.
La mayor parte de las fuentes le atribuyen a Wilhelm Wundt (1832-1920) la fundación del
primer laboratorio psicológico en 1879 en Leipzig, Alemania. El experimentó con su
medidor del pensamiento, este instrumento era un péndulo calibrado con agujas que
sobresalían a cada lado. Wundt midió los procesos mentales y reconoció las diferencias
individuales.
Debido a sus esfuerzos para diseñar medidas viables de las diferencias individuales, en
general, los historiadores de las pruebas psicológicas consideran a Galton como el padre
de las pruebas mentales o como el fundador de la Psicometría, inició sus investigaciones
llevado por el objetivo de mostrar el componente hereditario del "genio", pensó que la
discriminación sensorial podía ser el medio para cuantificar el intelecto de una persona.
Sus aportaciones propiamente metodológicas abarcan la formulación de las bases de
procedimientos estadísticos, como el “coeficiente de correlación” desarrollado por K.
Pearson (1857-1936), las intuiciones sobre la forma de "campana", como imagen para
describir la distribución de puntuaciones en un test, así como los métodos de cuestionario.
James McKeen Cattell (1860-1944) estudió la nueva psicología experimental tanto con
Wundt como con Galton, antes de establecerse en Columbia University. Cattell abrió su
propio laboratorio de investigación y desarrolló una serie de pruebas que eran
principalmente extensiones y adiciones a la batería de Galton, ya que él asumió la idea de
Galton sobre la posibilidad de medir las funciones intelectuales por medio de tests de
discriminación sensorial y tiempo de reacción. Sin embargo, los primeros estudios que se
realizaron para evaluar este tipo de tests ofrecieron resultados desalentadores. Cattell
(1890) inventó el término prueba mental en su famoso artículo intitulado "Mental Tests and
Measurements ", en el cual describía su investigación, detallando 10 pruebas mentales
que él proponía para su utilización con el público en general.
En 1891, Cattell entró a trabajar en la Columbia University, Entre los alumnos de Cattell,
probablemente fue Clark Wissler (1901) quien tuvo la mayor influencia en la historia inicial
de las pruebas psicológicas. Wissler quiso relacionar los resultados de las pruebas
mentales elaboradas con el desempeño académico de 300 estudiantes universitarios
esperando que la prueba mental fuera un predictor del desempeño académico, pero los
El rápido progreso económico y social en la Europa de finales del siglo XIX planteó la
necesidad de evaluar las capacidades y conocimientos de los individuos en contextos
educativos, laborales, etc. El impacto más dramático sobre el estudio de las diferencias
individuales vino de la Biología; Darwin (1809-1882) presentó su teoría en La Evolución
de las Especies (1859) y su aplicación al estudio del hombre en El origen del hombre y la
selección en relación al sexo (1871), defendiendo que la inteligencia y el sentido moral
también se habían ido perfeccionando de manera gradual a través de la selección natural.
Las necesidades de la evaluación educativa fueron las primeras demandas sociales con
un impacto significativo y duradero en la evolución del estudio de las diferencias
individuales y la inteligencia, por ende, de la Psicometría.
Pero sin duda, la consolidación social de la medición psicológica vino de la obra del
francés Alfred Binet (1857-1911) cuya influencia en el desarrollo de la teoría de los tests
perdura en la actualidad. Binet a finales de los años noventa del siglo XIX criticó la
aproximación de Galton y Cattell con el argumento de que para medir procesos mentales
complejos era necesario observar la ejecución de los individuos en actos mentales
complejos, rechazando la idea de que fuese necesaria una mayor precisión para la que no
había instrumentos disponibles, ya que las diferencias individuales eran mayores respecto
a los procesos superiores que en cuanto a la discriminación sensorial.
En 1904, el ministro de Educación Pública en París estableció una comisión para decidir
sobre las medidas educativas que deberían emprenderse con aquellos niños que no
podían beneficiarse de la educación regular. Así, se determinó que se debería retirar a
estos niños de las clases regulares y darles educación especial, adecuada a su habilidad
intelectual limitada.
Binet y Simón no ofrecieron en su escala de 1905 un método preciso para llegar a una
puntuación total. Su propósito era la clasificación, no la medición, y su motivación era
identificar a aquellos niños que necesitaban asignarse a educación especial. En 1908,
Binet y Simón publicaron una revisión de la escala, ya que en la escala anterior, más de la
mitad de los reactivos habían sido diseñados para los individuos con retraso, para
remediar esto, se abandonó la mayor parte de los reactivos muy simples y se añadieron
nuevos al extremo superior de la escala. En sus escritos, Binet enfatizó en gran medida
que no debería tomarse demasiado en serio el nivel mental exacto del niño como una
medida absoluta de la inteligencia.
Sin embargo, la idea de obtener un nivel mental fue un desarrollo monumental que habría
de influir el carácter de las pruebas de inteligencia a lo largo del siglo XX. Después de
unos cuantos meses, lo que Binet llamó nivel mental se traducía como edad mental. Y los
examinadores en todas partes, incluyendo Binet mismo, comparaban la edad mental de
un niño con su edad cronológica. Así, un niño de nueve años que funcionaba al nivel el
mental (o edad mental) de un niño de seis años, tenía un retraso de tres años.
Consolidación de la Psicometría
Galton, Pearson y Weldon fundaron en 1901 la revista Biometrika que desde entonces
publica trabajos matemáticos relacionados con la Biología y la Psicología.
2. los estudios acerca de las diferencias individuales que dieron lugar al desarrollo de
los Tests y de las distintas Teorías de los Tests (modelos), que posibilitaron la
asignación de valores numéricos a los sujetos y, por lo tanto, el escalamiento de
los sujetos.
Estas dos vías dieron lugar a las dos corrientes que mayor incidencia han tenido en la
investigación psicológica: la experimentalista y la correlacional.
No todas las pruebas se crean igual.La creación de una prueba no es una cuestión
fortuita,es el producto de una aplicación mediata y sólida deprincipios establecidos de
elaboración de pruebas.El proceso de elaboración de una prueba ocurre encinco etapas:
1. Conceptualización de la prueba:
Elaboración del proyecto de investigación (incluye selección de la teoría,
definición de constructos)
Estudio piloto con entrevistas no estructuradas. La intención es conocer cómo
medir mejor el constructo que se tiene como objetivo.
2. Construcción de la prueba.
Determinación de la escala (likert, escalograma de Guttman, diferencial semántico)
Elaboración de la tabla de especificaciones.
Elaboración de ítems.
Validez de contenido.
Estandarización (procedimiento para uniformizar los criterios de aplicación,
calificación e interpretación)
3. Ensayo de la prueba.
Aplicación a grupo piloto para determinar si los ítems son comprendidos.
Aplicación a la muestra.
4. Análisis de reactivos.
Determinación de la validez.
Determinación de la confiabilidad.
Normas de baremos.
Para medidas de ejecución máxima: Índice de dificultad.
Análisis de distractores.
Con frecuencia se realiza una agrupación hipotética (en clases) de las características que
se medirán y luego a través de procedimientos estadísticos (por ejemplo el análisis
factorial) se explora la intensidad o la frecuencia de presentación del un rasgo estudiado
en su clase.
Se trata de establecer el constructo no observable que se pretende medir con el test y los
factores que podrían definirlo (por ejemplo, el constructo «personalidad» y los rasgos
estructurales que la definirían; o la «inteligencia» y las funciones cognitivas que la
denotan). En esta fase se trata de delimitar los alcances de lo que se quiere medir, definir
operacionalmente el concepto, aislarlo de otros constructos aledaños, etc.
Análisis de ítems
En esta etapa se establecen los criterios de adecuación de los ítems, los que más tarde
serán nuevamente controlados en la fase de validación. Principalmente se trata aquí de
explorar el grado de dificultad de las tareas o ítems que van a conformar el test y de
determinar la capacidad que estos muestran para discriminar la variable que se estudia.
Existen dos tipos de análisis posibles:
Análisis objetivo: Se realiza a partir del análisis estadístico de los ítems. Los
criterios de selección varían en función de los supuestos del modelo a utilizar en
su construcción. Si la prueba se construye con base en la Teoría clásica de los
tests, los criterios de selección a tener en cuenta serán los índices de
homogeneidad, validez y dificultad del ítem; su poder discriminativo; y el
coeficiente de fiabilidad del test. Si por el contrario, la prueba se construye bajo los
supuestos de la Teoría de respuesta al ítem, los criterios de selección, según
Hambleton y Swaminathan (1985) serán la dificultad y discriminación del ítem, la
bondad de ajuste del ítem al modelo, y el grado deseado de la función de
información del test.
Determinación de la fiabilidad
Este proceso facilita la interpretación correcta de los datos obtenidos a partir del test.
Consiste en tipificar los datos, es decir, realizar una transformación de las puntuaciones
directas (también llamadas "empíricas" u "observadas") para posibilitar su comparación
con las puntuaciones de su población de origen.
Normas de aplicación
En esta fase final, se debe redactar una serie de instrucciones que posibiliten una correcta
administración del test. Deben especificarse claramente las instrucciones que se va a
proporcionar a los sujetos que vayan a participar en la prueba, poniendo especial énfasis
en que sean lo más homogéneas posibles, de manera que se asegure que todos los
participantes en la prueba recibirán exactamente las mismas instrucciones. De esta forma
se reduce en gran medida la presencia de sesgos que podrían afectar al resultado final.