Pizarro - Aprender A Razonar - Ocr
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A RAZONAR
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APRENDER |
A RAZONAR I
B iblioteca de Recursos D idá cticos A lham bra
D iseño: A u g u sto Ju ra d o
ilu s tra c ió n de cu bierta : Luis Alm eida
Fotografías: Fernando B erenjeno
Delegaciones en España:
Representantes:
3 3 0 0 6 Oviedo. Librería Lord Book
Baldomero Fernández. 7
ISBN 9 6 8 4 4 4 0 6 5 0
ISBN 8 4 -2 0 5 -1 2 9 3 -1 . de la edición original
© Fina Pizarro
vS £3
Biblioteca de Recursos Didácticos Alham bra
APRENDER A RAZONAR
INDICE
Presentación 8
1. El lenguaje: la form a más eficiente de la
com unicación hum ana 11
1.1 Función inform ativa, expresiva y
directiva del lenguaje 13
1.2 Función y form a del lenguaje 18
2. Discurso argum entativo 25
2.1 Los argum entos y su estructura 27
2.2 A rgum entos deductivos y
argum entos inductivos 30
2 .3 Validez de los argum entos 34
2 .4 Validez y verdad 38
2 .5 Enunciados y argum entos
condicionales 41
3. Fallos en las inferencias 45
3.1 Falacias de pertinencia 46
3.1.1 Falacia 'ad hom inem ' 46
3 .1 .2 Falacia 'ad baculum ' 49
3 .1 .3 Falacia 'ad populum ' 51
3 .1 .4 Falacia 'ad verecundiam ' 53
3 .1 .5 Falacia 'ad ignorantiam ' 55
3 .1 .6 Falacia del 'tu quoque' 56
3 .2 Falacias de los datos insuficientes 58
3 .3 Falacias por am bigüedad 61
3.3.1 Falacia por equívoco 61
3 .3 .2 Anfibologías 63
4. Las hipótesis científicas 65
4.1 La ciencia: su objeto y m étodo 66
4 .2 Hipótesis, leyes y teorías 69
4 .3 La form ulación de hipótesis 72
4 .4 La contrastación de hipótesis 79
4 .5 Los elem entos de una contrastación 81
4 .6 Episodios de la ciencia 87
5. El razonamiento científico 95
5.1 La refutación de hipótesis 95
5.2 La justificación de hipótesis 98
5.3 Ejemplo de justificación de
hipótesis 102
5.3.1 Com entario del texto 104
5 .3 .2 M étodo de trabajo 104
5 .3 .3 Com entario para la
Condición 1 ,1 0 8
5 .3 .4 Com entario para la
Condición 2 108
5 .3 .5 A rgum entación 108
5 .3 .6 Conclusión 109
5.4 Controversia sobre la justificación y
repetición de hipótesis 110
5.5 Precisiones sobre la contrastación 113
5.5.1 Valor de la predicción 113
5 .5 .2 Justificación provisional 114
5 .5 .3 Refutación provisional 116
5.6 Los experim entos cruciales 118
6. Falacias en nombre de la ciencia 123
6.1 Falacias de predicción vaga 123
6.1.1 La adivinación 123
6 .1 .2 Su contrastación 124
6.2 Falacias de salvación 'ad hoc' de
una hipótesis 126
6.2.1 La profecía mariana 127
6 .2 .2 Su contrastación 127
6 .2 .3 Argum entación falaz 129
6.3 Otras falacias 131
6.3.1 Dos argum entaciones
falaces para la falacia por
predicción m últiple 132
De la A a la Z 134
Presentación
Diariamente, asuntos privados y públicos requieren nuestra opinión,
nuestra actuación e incluso a veces nuestra dirección. Para poder dar
respuestas atinadas o comportarnos de formas coherentes y provecho
sas necesitamos analizar, razonar y juzgar sobre situaciones que pueden
llegar a ser muy variadas y complejas.
Esto exige desarrollar nuestras ¡deas y opiniones, saber defenderlas
y argumentarlas. También exige entender las que otros proponen, saber
analizarlas y valorarlas. Y en todo ello está comprometida nuestra capaci
dad de razonar.
Contrariamente a lo que generalmente se supone, la especialización
no siempre constituye una ventaja. En un mundo complejo está claro
que un especialista irá, en general, por delante de una persona sin forma
ción. Pero, además de complejo, el mundo actual cambia con rapidez
inusitada, y en un mundo rápidamente cambiante el especialista puede
encontrarse demasiado encasillado como para adaptarse al flujo de los
acontecimientos. Es por esto que puede encontrarse en desventaja fren
te a una persona de conocimientos amplios, flexiblemente estructura
dos, de mente bien formada por el hábito del razonamiento. Los estudios
recientes sobre la relación entre la formación y el trabajo parecen apuntar
en esta dirección.
El propósito de este libro es introducir al lector en el intrincado camino
del razonamiento intuitivo. Se propone combinar teoría y práctica, y de
ahí los numerosos ejercicios.
Naturalmente, para el propósito básico del libro es fundamental la
atención a conceptos fundamentales de la lógica, pero, para no perder
de vista que el objetivo es el razonamiento intuitivo, no se han tratado
en absoluto técnicas formales de la lógica y, menos aún, las cuestiones
propias de la teoría lógica.
Los tres primeros capítulos gravitan hacia la esfera del razonamiento
cotidiano. Básicamente consisten en la exposición de las diversas funcio
nes del lenguaje y en la presentación de la función argumentativa, que
en el libro se concibe, para simplificar, como una parte de la función
informativa. Por último se presta una atención muy especial a los fallos
en los razonamientos y se examinan varios tipos de falacias.
Los tres últimos capítulos giran en torno de las características y
estrategias más generales del razonamiento científico (y pertenecen así
a lo que hoy en día se llama filosofía o metodología de la ciencia). La
inclusión del tema de esas estrategias en un libro de carácter general
sobre el razonamiento, está sobradamente justificada por su valor forma-
tivo y crítico, pero, precisamente por ese carácter general, era conve
niente huir de una presentación más o menos apresurada y superficial
de muchos puntos de vista y centrarse en el desarrollo de uno solo.
El libro presenta una concepción del moderno método hipotético-
deductivo que es suficientemente simple como para ser entendida en
sus líneas generales, y, al mismo tiempo, suficientemente rica, de mane
ra que pueda capacitar para el análisis de textos sobre episodios de la
historia de la ciencia. Se mencionan también brevemente otras alternati
vas importantes a esa concepción.
En general, en esa segunda parte, se ha seguido de cerca el espléndi
do libro de Ronald Giere, Understanding Scientific Reasoning (Holt, Rine-
hart & Winston, 1979), que podría utilizarse como un verdadero "libro
del profesor". (También bastante afín a la perspectiva elegida es el libro
de Martin e Inge F. Goldstein, How we kriow, Plenum Press, 1978).
Ambos libros son de un nivel superior en complejidad a éste.
Al escribir el libro he utilizado también, directa o indirectamente, ideas
y material de Calixto Badessa, Llátzer Bria, Manuel García-Carpintero,
Ramón Jansana y Daniel Quesada. A todos ellos les estoy muy agra
decida.
En todas las obras de esta serie el co lo r se utiliza para recalcar aquellos aspectos tanto
gráficos com o de texto que den lugar a una activid a d pedagógica determinada.
1. El lenguaje: la form a
m ás eficiente de la
com unicación hum ana
Has dado tres motivos que contribuyen a explicar por qué llevabas
- paraguas abierto. Tu amigo contesta lo siguiente:
Entre los dos habéis dado las cuatro razones que hacen posible
oensar que tu conducta no es la de una persona demente o no tiene un
■n juguetón, como sería el de engañar a los transeúntes. Entre los dos
abéis argumentado o razonado sobre una situación ocurrida.
Estas explicaciones las habríais dado en el lenguaje oral, y yo, al
explicar el caso, he utilizado el lenguaje escrito. Es cierto que la comuni-
:ación entre las personas puede realizarse de diversas maneras: con el
¡amado lenguaje mímico, el lenguaje musical, arquitectónico, pictórico,
etc , y no debemos menospreciar el valor que estas formas de expresión
Tienen en la cultura humana. Sin embargo, el lenguaje oral y/o escrito
— ¡a lengua— es el que proporciona habitualmente una comunicación
~iás rápida y directa, y, en suma, más eficiente. Por tanto, sin pretender
subvalorar la idea de que el lenguaje es una de las muchas formas de
comunicación que posee el hombre, y aunque lo que se diga en este
zapítulo pueda ser aplicable a las otras maneras de expresión, aquí
^servaremos la expresión ‘el lenguaje’ exclusivamente para el lenguaje
Oral o escrito.
Ejercicio.— Para medir el valor del lenguaje en términos de tiem
po y espacio, trata de presentar la situación arriba
relatada en otra forma de expresión no lingüística.
Si no puedes, utiliza una forma mixta de expresión
(por ejemplo, dibujos con texto).
(6) ¡Qué asco! ¡Me dan ganas de vomitar: hay un perro destri
pado en la carretera!
(7) Los suaves y fragantes pétalos de rosas perfumaban sus
blancas manos como los azahares inundaban de frescor
aquel patio de mi juventud.
986 M A D R ID
son ejemplos claves del uso directivo del lenguaje. Las órdenes, las
recomendaciones, los ruegos y las preguntas tienen como fin obtener
ciertos resultados; por eso decimos que desempeñan una función direc
tiva. Con ellos se requiere una forma de valoración distinta de la del
lenguaje informativo y del expresivo. Al uso directivo del lenguaje no
cabe aplicarle tampoco las ideas de verdad o falsedad. Lo que diremos
es que es más o menos razonable o adecuado, siempre relativamente
a unas circunstancias dadas. Por ejemplo, (11) será un ruego inadecua
do cuando no haya sal en la mesa en donde está comiendo la persona
a la que uno se dirige.
Hemos visto ya las tres funciones básicas del lenguaje. Sería un error
pretender identificar estas funciones por la forma gramatical en que se
presentan oraciones. En efecto, podemos distinguir cuatro formas: de
clarativa, exclamativa, imperativa e interrogativa; y podríamos pensar
que la forma declarativa está únicamente emparentada con la función
informativa, así como la forma exclamativa con la expresiva, y las formas
imperativas e interrogativas con la función directiva. Pero esto no sería
válido como regla general, pues "jugamos" con el lenguaje de muy distin
tas maneras para manifestar nuestras intenciones.
Por ejemplo, la declarativa No quiero ir a por el pan no hace más
que expresar un deseo o intención, mientras que otra como Has llegado
tarde puede muy bien formularse para exigir una disculpa. A veces con
una pregunta podemos no sólo pedir una información sino también suge
rir una acción, por ejemplo: ¿Has comprado el periódico? En ciertos
momentos elegimos una forma interrogativa para manifestar un deseo
nuestro y a la vez provocarlo en otro, como en ¿No te apetecería un
helado de coco bien fresquito en este día tan caluroso? A los miembros
de una reunión que llevan horas encerrados discutiendo un problema les
anunciamos la llegada imprevista de una tormenta diciendo ¡Cómo llue
ve/; pero también, con la misma oración le indicamos a nuestra compa
ñera que tenga más cuidado con su paraguas si quiere protegernos de
la lluvia.
Por último, hemos de recordar que las poesías, canciones y, en
general, todo el género expresivo pueden encerrar una moraleja o ense
ñanza y muchas veces nos ofrecen información histórica y político-social.
Así, por ejemplo, los romances cantaban las victorias recientes de algún
Los niños aprenden gradualmente
a reconocer y hacer razonamientos.
,forma declarativa
función informativas
-forma interrogativa
función expresiva, oracion
•forma exclamativa
función directiva -
forma imperativa
Ejercicios
II) Indica cuál o cuáles son las funciones de las siguientes ora
ciones y su forma gramatical.
PremisaT
Premisan
Conclusión
Si alguien dijera seriamente esto, nos resultaría difícil aceptar que ahí
hay un argumento. Ni siquiera hay una unidad temática entre las premi
sas y la conclusión, de manera que lo vemos como un conjunto hetero
géneo o amorfo de enunciados. Sin embargo, aunque este ejemplo nos
pueda parecer claro, es extremadamente difícil precisar las condicio
nes que una serie de enunciados debe cumplir para constituir un argu
mento.
En la práctica es fácil muchas veces ponerse de acuerdo sobre si
una serie de enunciados constituye un argumento o no, o sobre si alguien
está o no está argumentado (es decir, presentando un argumento) al
decir o escribir algo. En la práctica, la presencia de indicadores de argu
mento ayuda mucho, pero a veces incluso su presencia no basta para
que nos sintamos inclinados a admitir que nos encontramos ante un
argumento, como sucede en el ejemplo de las serpientes venenosas y
los perros. En caso de disputa o duda, es recomendable una actitud
abierta. Siempre que alguien pretenda seriamente estar argumentando,
incluso en un caso tan disparatado como el mencionado, le puedes
conceder este punto. La cuestión que habrás entonces de discutir es si
su argumento es válido o no lo es, o si las premisas justifican la conclu
sión o no. Esto es lo importante.
En una hoja pasa el ejemplo de las serpientes a la forma esquemática.
Como no es un argumento táchalo con aspas rojas. Debajo de él cons
truye dos razonamientos que te parezcan buenos argumentos. En el
primero usarás las dos premisas del ejemplo de las serpientes y confec
cionarás tú la conclusión que creas apropiada, teniendo en cuenta tus
conocimientos y las dos premisas. En el segundo inventarás las premisas
que creas que necesitas para que la conclusión sobre los dos perros
esté, como mínimo, ligada a las premisas por su tema.
Sin cap tar el significado del anterior arg um e nto — puesto que las
palabras en cursiva no tienen por qué pertenecer a ningún idiom a c o n o ci
d o — po dem os decir que la conclusión debe ser verdadera en el caso
de que las prem isas sean verdaderas, y po de m os decirlo por la form a
que éste tiene R econocem os que las inferencias de esta form a han de
ser todas ellas válidas. He aquí esq ue m áticam e nte la form a del arg um e n
to de du ctivo válido del ejem plo anterior:
x es un----------------
Vam os ahora a usar este esquem a con un ejem plo con sentido:
Sin duda estarás de acuerdo con que el primero tiene una base más
solida (19 de 20) que el segundo (5 de 10) para sacar tal conclusión.
El primer argumento es válido, porque la cantidad de ejercicios hechos
ya en relación con los que faltan es lo suficientemente grande como
para no esperar ningún cambio en el resultado obtenido hasta el mo
mento. No así el segundo, donde faltan más de la mitad de los ejer
cicios.
Un nuevo ejemplo: el misterio de los planos modificados. La situación
es ésta: varios ingenieros han estudiado un primer proyecto para la
construcción de un audaz puente colgante. Luego introducen por mayo
ría, y tras acalorados debates, ciertas modificaciones. Este plano modifi
cado es finalmente aprobado por el comité correspondiente. Más tarde,
se averigua que se han introducido ocultamente alteraciones del proyec
to aprobado. Alguien hace el siguiente razonamiento:
Uno de los cuatro ingenieros encargados de la construc
ción del puente es el responsable del cambio hallado
en los planos que el comité había aprobado.
Julio marchó al extranjero acto seguido de la aprobación
de los planos.
A Lucas aún no le ha dado el alta el traumatólogo y tiene
su brazo escayolado.
Marta es la que presentó al comité los planos que éste
aprobó.
Mario es que realizó los primeros planos y quien se opuso
a las reformas diseñadas po r Marta.
Los cambios efectuados ocultamente están dentro de una
línea más cercana a las ideas de Mario que a las de
Marta.
2 .4 . Validez y verdad.
"... el Gobierno sólo pide pactos cuando algo va mal. El Gobierno pide
a los informadores "pacto de silencio" sobre el terrorismo. Luego el terro
rismo va mal”. Pilar Urbano, en el diario ABC, 18-6-85.
Lo que se quiere decir aquí no es sólo que sea suficiente que los
únicos divisores de un número sean él mismo y la unidad para que sea
primo, sino que también eso es necesario para que el número en cues
tión sea primo.
Con los enunciados condicionales construimos argumentos condicio
nales, que son una clase de inferencia deductiva. En cierto sentido todos
los argumentos son argumentos condicionales: la conclusión es verda
dera (o probable, si se trata de un argumento inductivo) si — en el
supuesto de que— , las premisas son verdaderas. No es en este sentido
en el que hablamos aquí de argumentos condicionales. Aquí nos referi
mos únicamente a argumentos que tienen al menos una premisa que
es un enunciado condicional.
Hay cuatro tipos sencillos de argumentos condicionales. Todos ellos
tienen dos premisas y una conclusión. Una de las premisas — que por
conveniencia didáctica y estética diremos que es la primera p re m is a -
es, claro está, un enunciado condicional. La segunda premisa puede ser
varias cosas: el antecedente de la primera premisa, o su negación, o
bien el consecuente, o su negación. La conclusión es el elemento — an
tecedente o consecuente— que no aparece en !a segunda premisa, o
bien su negación. De los cuatro tipos, dos lo son de inferencias váli
das — los dos primeros— y los otros dos esquematizan inferencias no
■válidas.
Cada tipo de argumento condicional tiene un nombre en función del
papel que desempeñe la segunda premisa. No daremos un ejemplo de
cada tipo — que te será fácil encontrar— pero sí su nombre y su esque
ma, en donde 'p' y 'q' son dos enunciados cualesquiera.
q-
Si Juan Pablo II es un hombre, entonces es mortal.
Juan Pablo II es un hombre.
no p.
no q.
Cuadro de falacias
Form ales
í A m b ig ü ed a d
Inform ales í D ato s insuficientes
l M a te riales
[ Pertinencia
3 .1 . Falacias de pertinencia
La misión que tienen las premisas dentro de un argumento es la
de proveer la información pertinente para poder afirmar la verdad de
la conclusión. Pues bien, en las falacias de pertinencia podemos decir
que sus premisas son apropiadas, si acaso, para otra conclusión, ya
que la información que aportan no es pertinente para la conclusión
establecida, a pesar de que pueda parecer apropiada a una persona
poco atenta.
Ejercicios
A afirma que p.
A no es una persona digna de consideración por tales y
cuales motivos.
A afirma p.
A no es una persona fiable a tal respecto por sus circuns
tancias especiales.
p es falso.
Así pues, p.
Ejercicios
51
Las casas comerciales anuncian sus productos en los distintos me
dios de información no con la intención de informarnos de su existencia,
sino de persuadirnos para que los compremos. Para ello se buscan varios
recursos que vienen a clasificarse como argumentos 'ad populum', por
que todos ellos asocian los productos a personas, lugares y cosas con
los que se supone que nos identificamos o con los que experimentamos
ciertos placeres. Todos podríamos dar muchos ejemplos: las casas de
coches muestran sus modelos conducidos por gente joven, agraciada
y aparentemente atrevida, o bien con el acompañamiento de música
sinfónica, según el tipo de personas al que se dirige su venta; has de
comprar tal detergente para no haber de envidiar a la vecina su ropa
más limpia, etc., etc.
Es un tipo de argumento usado frecuentemente por los políticos
durante sus campañas electorales:
Las falacias 'ad populum' puede recibir otros nombres según el senti
miento o pasión despertado en el pueblo. Así, por ejemplo, si aquél es
de pena o conmiseración se le llama 'ad misericordiam'.
Ejercicios
A afirma p.
Por tanto, p.
Ejercicios
Ejercicios
Hay que tener en cuenta, sin embargo, dos cosas: la primera, que
del hecho de que ese argumento sea una falacia no se puede concluir
que la conclusión del mismo sea falsa; y la segunda, que los investigado
res que llegaron a la conclusión de que, efectivamente, el fumar cigarri
llos causa cáncer de pulmón, no lo apoyaron en ningún tipo de argumen
to falaz como el anterior.
Una última nota precautoria, que afecta a todas las falacias de falsa
causa, puede no estar de más: existen filósofos, al menos desde Hume,
que niegan (con argumentos interesantes) la posibilidad de una causali
dad más allá y por encima de la correlación. Volveremos a mencionar
este tema en capítulos posteriores.
El tipo de falacia de que hemos hablado últimamente responde al
siguiente esquema:
Generalización inadecuada
Datos insuficientes Falsa prueba
Falsa causa
Ad hominem
Ad baculum
Ad populum
Pertinencia
Ad verecundiam
Ad ignorantian
Tu quoque
La información es poder.
El poder es algo que corrompe.
Confucio es numeroso.
3 .3 .2 . Anfibologías
Anfibologías
Í Por ambigüedad
4 .3 . La formulación de hipótesis
“El químico Kekule (...) nos cuenta que durante mucho tiempo intentó
sin éxito hallar una fórmula de la estructura de la molécula de benceno
hasta que, una tarde de 1865, encontró una solución a su problema
mientras dormitaba frente a la chimenea. Contemplando las llamas, le
pareció ver átomos que danzaban serpenteando. De repente, una de las
serpientes se asió la cola y formó un anillo, y luego giró burlonamente
ante él. Kekule se despertó de golpe: se le había ocurrido la idea — ahora
famosa y familiar— de representar la estructura molecular del benceno
mediante un anillo hexagonal.” (Cari G. Hempel, Filosofía de la Ciencia
Natural. Alianza Editorial, Madrid, 1973.)
Para ayudar una vez más a que te formes una idea concreta de la
diversidad de factores que intervienen en la formulación de una hipótesis
reflexiona sobre el siguiente caso ficticio. En este ejemplo no se trata
de una hipótesis de la ciencia, pero las características del mismo no son
del todo distintas de las que presenta la situación en que a menudo se
encuentra el científico cuando está frente a los datos de un problema.
Ejercicios
4 .4 . La contrastación de hipótesis
Ejercicio
i
¡
i) mMiiiiiiiiVltáltríi***^
Ejercicios
¡i) Las condiciones iniciales (Cl). Los hechos que se dan en momen
tos y lugares determinados y que son pertinentes para derivar la predic-
ción a partir de la hipótesis son las condiciones iniciales. En rigor, y tal
como hemos hecho con la predicción, tomaremos como condiciones
iniciales no esos hechos mismos, sino los enunciados en que se des
criben.
Las condiciones iniciales caracterizan las propiedades que tienen los
objetos estudiados o las relaciones que hay entre ellos o el estado en
que se encuentra un cierto sistema en un determinado momento. Es
bastante frecuente que ese momento coincida con el momento en que
se inicia el experimento — de ahí el adjetivo 'iniciales'— , pero no es
necesario que así sea. Lo que sí es imprescindible es que los hechos
descritos por las condiciones iniciales sean distintos de los hechos que
se especifican en la predicción.
Los siguientes enunciados describen las circunstancias que se dan
al iniciarse el experimento para contrastar la hipótesis particular del ejem
plo dado:
Ejercicios.
1) Subraya en el texto de la deriva de los continentes las condicio
nes iniciales (Cl).
2) Busca también las condiciones iniciales (Cl), en el ejercicio 3,
del apartado 4.3. Trata de encontrar los supuestos auxiliares
(SA); si no están, explicítalos tú en enunciados complemen
tarios.
Vamos a ver ahora otro caso histórico de contrastación de una hipó
tesis científica. De esta manera tendrás otro ejemplo resuelto que podrá
servirte también de modelo para distinguir bien los elementos de otras
contrastaciones.
Ejercicios
1. El descubrimiento de Neptuno
3. La fiebre puerperal
C o n ce p to s N o ta s definitorias
"a n im a l" .................... ("tiene piel", "se puede m o v e r",
"c o m e ", "respira", ...)
" p á ja ro " .................... ("tiene alas", "puede volar", "tiene
plum as", ...)
"c a n a rio ".................. ("pued e c an tar", "es am arillo ", ...)
Si (H y Cl y SA), entonces P.
no-P y Cl y SA.
no-H.
Habrás podido observar que la primera premisa es la Condición 1, ,
que en la segunda se afirma que la predicción es falsa y verdaderas las
condiciones iniciales y los supuestos auxiliares. El razonamiento plena
mente desarrollado tendría la forma siguiente:
Ejercicios
.
5 .2 . La justificación de hipótesis
Si (H y Cl y SA), entonces P.
P y Cl y SA.
H.
Conclusión final: H.
H.
Este texto puede resultarte chocante. ¿Para qué toda esa investiga
ción y ese razonamiento? ¿Era gente tonta u obcecada? ¿No "veían" que
la propagación de la enfermedad tenía algo que ver con la contaminador
del agua? A ti te parece todo obvio, porque has oído hablar bastante de
contaminación y de agua contaminada. Lo más probable es que estés
también familiarizado con el concepto de contaminación o infección por
causa de microorganismos, como bacterias y virus. Te resulta difícil
situarte en una época en que nada de esto se sabía; todo lo más se
barruntaba algo, pero de un modo bastante especulativo, sin buenos
datos y argumentos a favor. La comprensión del texto exige el esfuerzo
de situarte en esa época. La historia de la ciencia nos dice mucho sobre
el modo en que se pensaba en una época y en una cultura distinta de
la nuestra.
5 .3 .2 . Método de trabajo
5 .3 .5 . Argumentación
5 .3 .6 . Conclusión
Dadas las circunstancias del caso, tal como éste se nos narra, parece
razonable considerar que las premisas están justificadas y, como el argu
mento es válido (inductivamente), debemos concluir que la hipótesis
está justificada.
Ejercicios
5 .5 .1 . Valor de la predicción
Fíjate que cualquier otra persona que intente explicar esos mismos
datos o fenómenos, si procede con un mínimo de corrección, hará lo
mismo que tú: intentar dar con una hipótesis de la que — con la ayuda
de condiciones iniciales y supuestos auxiliares— se deduzca la ocurren-
cía de esos fenómenos o datos. Imagínate que haya dado con una
hipótesis diferente de la tuya, más aún, incompatible con la tuya (si la
una es verdadera, la otra ha de ser falsa). Esa persona tiene otra explica
ción de los mismos fenómenos o datos. ¿Cuál de las dos es la buena?
Para decidir esto se necesita derivar predicciones de ambas hipótesis
(con ayuda de nuevos supuestos auxiliares y condiciones iniciales). En
otras palabras, se necesita contrastar las hipótesis con algo distinto de
los datos o fenómenos que condujeron a su formulación.
En realidad, esta conclusión es independiente de la existencia de dos
hipótesis o explicaciones rivales. Los datos o fenómenos conocidos que
llevan a la formulación de una hipótesis no pueden servir para apoyar
esa hipótesis, aunque sean consecuencia lógica de ella. La razón es que,
si pretendiéramos hacerlos pasar por auténticas predicciones que hubie
ran podido hacerse con la hipótesis, entonces, a la hora de pensar si se
satisface la Condición 2, habremos de concluir que no: si la hipótesis se
formuló justo para explicar esos datos o fenómenos conocidos, no po
drás argumentar que éstos serían improbables en caso de ser falsa la hi
pótesis.
5 .5 .2 . Justificación provisional
5 .5 .3 . Refutación provisional
Una hipótesis así es difícil que muera. Es una hipótesis vaga porque
se habla de las condiciones químicas adecuadas, sin especificar éstas.
Claro que, cada investigador que la ha intentado contrastar tenía una
idea al menos aproximada de cuáles debían ser esas circunstancias
químicas. De manera que la historia de esta hipótesis en el s. XIX es la
historia de varias defensas de la misma, basadas en diferentes propues
tas sobre lo que constituían "condiciones químicas adecuadas" y una
serie de refutaciones subsiguientes, en las que tanto destacó Pasteur.
Veamos brevemente otro episodio de esa serie.
Ejercicios
1) Redundancia en la memoria
Se han realizado varias investigaciones para averiguar si la
información almacenada en la memoria lo está sólo una vez o
está "repetida" (en lugares distintos del cerebro dentro de una
zona). Así, el destacado neurofisiólogo de la Universidad de
Stanford (California) K. Pibram pensó en tomar un animal, pre
viamente entrenado para llevar a cabo ciertas tareas de reco-
nocimniento de formas o configuraciones, e inyectarle cantida
des muy pequeñas de pasta de hidróxido de aluminio en
múltiples puntos de un área de su córtex relacionada con la
memoria, pasta que produciría múltiples descargas eléctri
cas.
Si las informaciones necesarias para llevar a cabo las tareas
mencionadas estuvieran "almacenadas" sólo una vez, las des
cargas eléctricas producidas por la sustancia provocarían alte
raciones en la capacidad del animal de reconocer formas. En
cambio, si lo estaban múltiples veces, esa capacidad resultaría
mucho menos afectada, o nada en absoluto.
Una vez "inyectado" el animal, se comprobó que no se
producía ninguna alteración en su capacidad de reconocer
formas o configuraciones.
2) La organización de la memoria
Desde los años 70 ha cobrado una gran fuerza la llamada
psicología cognitiva. La psicología cogmtiva se concentra en
el estudio del sistema o sistemas cognitivos superiores del ser
humano. Especial relieve tienen los estudios sobre el lenguaje
y la memoria.
La investigación sobre la estructura y funcionamiento de la
memoria tiene lugar en varios frentes. Uno de estos aspectos
es la "búsqueda en la memoria". ¿Cómo se realiza ésta?
Figura 1.
T. de reacción
T de
reacción
L. de lista
--------------------- 1------------- 1------------1------
7 9 11
Figura 3.
6 .1 .1 . La adivinación
No es difícil que nos encontremos con personas que creen que las
pitonisas pueden ver nuestro futuro a través de una bola de cristal, según
las secuencias de las cartas de tarot o por las líneas de nuestras manos,
y que las estrellas y planetas determinan a través de sus movimientos
el curso de nuestra vida. Lo creen precisamente por el hecho de que
las predicciones realizadas por la pitonisa o el astrólogo a menudo tienen
éxito.
Veamos si el éxito de la predicción es un motivo suficiente para creer
que la persona que hace la predicción tiene acceso al futuro, es decir,
según el análisis expuesto del razonamiento científico, si proporciona
base suficiente para justificar tal creencia.
Leamos un horóscopo para cualquier día de una revista cualquiera.
Por ejemplo el de Acuario para los días comprendidos entre el 27 de
enero de 1985 y el 3 de febrero del mismo año, que aparecía en El País
Semanal el día 27 de enero:
Imagina que tú eres una de esas personas que, por suerte o por
desgracia, has nacido entre los días 20-21 de enero y el 18-19 de
febrero, y que por ello los astrólogos afirman que tu personalidad y las
cosas que te ocurren vienen influenciadas por las características asocia
das a la constelación llamada Acuario y a la de ciertos otros astros.
Imagina que durante esa semana en cuestión has tenido que o bien
realizar uno o varios exámenes — que habían sido aplazados para des
pués de las Navidades— , o bien presentar unos ejercicios o trabajos, o
bien ir a una biblioteca para recoger datos para los próximos exámenes,
o bien hablar con algún profesor sobre la nota del último examen.
Convendrás conmigo que cada una de estas actividades suponen un
esfuerzo por tu parte, y también que son bastante normales en cualquier
momento de la vida de un estudiante, aun cuando se den todas ellas
juntas en una misma semana.
Después del esfuerzo de toda una semana de estudio llega el sábado
y les dices a tus padres que necesitas dinero para comprarte alguna
prenda de vestir, salir con tus amigos e ir al cine o al teatro o a una
discoteca. Tus padres se quejan de que siempre gastas mucho dinero
y os enzarzáis en una discusión.
Convendrás también conmigo que la situación descrita es de lo más
común en nuestros días.
Alguien podría pensar que la semana que has tenido ha sido tal cual
la predicción del horóscopo decía (para simplificar el caso vamos a dejar
de lado la alusión a las novedades y a las depresiones o cansancio, pero
no cambiaría nada el que las tuviéramos en cuenta). Con el dato de que
esta predicción ha tenido éxito esa persona se resolvería a afirmar que
verdaderamente los astros influyen en nuestras acciones. Tal persona
estaría cometiendo entonces una falacia de predicción vaga, porque da
por bien seguro que la conclusión a la que llega está justificada con
predicciones como las que se mencionan en el horóscopo.
6 .1 .2 . Su contrastación
6 .2 .1 . La profecía mariana
6 .2 .2 . Su contrastación
Como hemos dicho, vamos a ver este caso desde el punto de vista
del razonamiento científico, reconstruyéndolo como un caso de contras
tación de una hipótesis. Para ello debemos identificar, ante todo, los
elementos de la contrastación. Partiendo de las palabras citadas más
arriba, que los que creen en las apariciones de Fátima atribuyen a la
Virgen, identificamos la hipótesis y la predicción, y teniendo éstas en
cuenta, identificamos los demás elementos.
6 .2 .3 . Argumentación falaz
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qué no se ha convertido la URSS al catolicismo ("todavía"). El caso
problemático se transforma entonces en un caso de apoyo a la hipótesis.
Veamos cómo sucede esto.
La nueva "predicción" (el hecho a explicar) es, como se ha dicho, el
hecho de que la URSS no se haya convertido al catolicismo. La hipótesis
es ahora una reformulación más fuerte de la anterior: la consagración a
la Virgen no sólo es requisito suficiente para la conversión de la URSS
sino también necesario. La condición inicial sigue siendo la misma, pero
el supuesto auxiliar se ha sustituido por su negación:
1) La venida de extraterrestres.
Hay bastantes personas que creen que estamos siendo visita
dos con cierta frecuencia por extraterrestres. Algunos han lle
gado a afirmar haber tenido entrevistas personales con ellos.
De estas personas, unas cuantas han asegurado haber concer
tado entrevistas con ellos. Imaginemos que una de estas per
sonas informa del lugar, día y hora en que, supuestamente,
tiene concertada una entrevista con seres extraterrestres. En
el supuesto de que los extraterrestres son fieles a sus compro
misos, algunos observadores se presentan en el día, hora y
lugar convenidos, pero, para su desilusión o su alivio, ningún
extraterrestre aparece por allí. La persona en cuestión "explica"
el hecho diciendo que la presencia de observadores ha motiva
do el que los extraterrestres estén recelosos hasta el punto de
no aparecer.
2) La combustión por flogisto
Durante más de un siglo, entre finales del XVII y finales del
XVIII, la teoría de que los cuerpos tienen en mayor o menor
medida un componente llamado flogisto, que es el "principio
del fuego", era una teoría ampliamente aceptada y utilizada
para explicar un buen número de fenómenos. En particular se
creía que la combustión consistía en la liberación de flogisto y
que la diferencia en combustibilidad de unos materiales a otros
venía dada por la diferencia en el contenido de flogisto.
La teoría del flogisto entró en crisis a finales del s. XVIII.
En el caso particular de la combustión, Antoine Lavoisier
(1743-1794) — considerado como el "padre de la quími
ca moderna"— infirió que si ella se debía al flogisto, las ce
nizas de un cuerpo deberían pesar menos que el cuerpo en
cuestión, puesto que en la combustión el cuerpo pierde su
flogisto, mientras que el volumen del aire circundante debería
aumentar, ya que recibía el flogisto del cuerpo. Lavoisier pesó
con gran exactitud una determinada cantidad de mercurio, y
la aisló en una campana de vidrio, rodeado de una cantidad
de aire conocida. Quemó entonces el mercurio durante un
cierto tiempo, y se formó en la superficie de éste una ceniza.
Lavoisier halló entonces que el mercurio en cuestión pesaba
más que inicialmente y que, en cambio, el volumen de aire
había disminuido.
Ante esta refutación, algunos partidarios de la hipótesis del
flogisto sugirieron que éste tenía "peso negativo". (Esta idea
de-"peso negativo" no es tan absurda como puede parecer a
primera vista. Podría interpretarse en el sentido de "menos
denso que el aire". Así, respecto al aire, los globos hinchados
con helio tendrían "peso negativo".)
6 .3 . Otras falacias
Considera ahora a alguien (un Acuario) que pasa una semana como
la descrita al principio del apartado 6.1.1: ha tenido algún examen o ha
presentado algunos ejercicios o trabajos, o bien ha estado recogiendo
datos en una biblioteca o ha tenido que hablar con algún profesor sobre
la nota del último examen. Esta persona piensa que, dada la semana
que ha pasado, lo que el horóscopo había predicho se ha cumplido, a
pesar de que no le ha ocurrido nada excepcional, ni ha estado deprimido
o cansado, gracias a que es una persona optimista y a que contribuye
a su buena forma física con refuerzos vitamínicos. Además, se basa en
esa creencia (de que el horóscopo se ha cumplido) para seguir mante
niendo que los astros influyen en las personas.
Tenemos dos posibilidades de reconstruir lógicamente su argumen
tación: puesto que no hay una sola predicción sino varias, se ha de
formar con ellas o bien una conjunción de predicciones, o bien una dis
yunción.
En el caso de que usemos la primera opción, la predicción (P) será
un enunciado que tendrá la forma:
Esta nueva form a de la predicción en nada altera el hecho de que la
Condición 1 se satisface, pues si fuera verdad que los astros determ inan
nuestra vida y que el astrólogo autor del horóscopo ha realizado sin error
ni truco los cálculos de las posiciones de los astros y sus consecuencias,
entonces las cuatro predicciones han de darse tam bién. Es decir:
Piensa seriam ente si hubiera sido im probable que alguna de las cosas
predichas le hubieran ocurrido a una persona nacida en las fechas indica
das (o en cualesquiera otras bien distintas), sin necesidad de pensar que
la.causa de esos sucesos sean los astros. Cuantas m ás predicciones se
hagan, hay m ayor posibilidad de acertar en alguna de ellas, y por tanto
m ayor oportunidad de hacer verdadera la predicción com pleja. No pode
m os, pues, decir que la Condición 2 se cum pla, y con ello no estam os
autorizados a afirm ar la hipótesis, y eso, a pesar de que ahora hayam os
adm itido que la predicción es verdadera.
El último tipo de falacia que m encionarem os es la falacia por falta
de predicción. Ya hem os presentado anteriorm ente estas falacias, aun
que hasta ahora no les hem os dado un nom bre. De m anera que no hará
falta que volvamos a explicar en qué consisten. Vuelve a leer los cuatro
prim eros párrafos del apartado 5 .5 . y 5 . 5 . 1 . Ten en cuenta que ésta
es probablem ente el tipo de falacia m ás frecuente. M uchas personas
pretenden que aceptem os sus explicaciones de los hechos sólo porque
éstos se siguen, bajo ciertas condiciones, de hipótesis que ellas, por las
razones que sea — a veces puram ente ideológicas— , encuentran atra
yentes o sugerentes.
Anfibología (pág. 63): Es uno de los ciado general. Para derivar de ella
tipos de falacia por ambigüedad La una predicción sobre lo que suce
ambigüedad, sin embargo no se da derá en un caso particular se nece
aquí porque haya una palabra ambi sita que las circunstancias particu
gua, sino que lo ambiguo — sea por lares que acompañan a ese caso
razones en último término sintácti sean del tipo de las que se incluyen
cas o semánticas— es una unidad en la hipótesis.
mayor, es decir, una parte de la Condición 1 (pág. 95): Condición mí
oración o bien toda la oración. nima necesaria para que una pre
Antecedente (pág. 41): La condición dicción esté ligada a una hipótesis:
en un enunciado condicional. Nor la predicción debe seguirse lógica
malmente es el primero de los dos mente de la hipótesis junto con las
enunciados que constituyen el con condiciones iniciales y los supues
dicional y sigue a la conjunción «si'>. tos auxiliares.
Argumento (pág. 27): Fragmento del Condición 2 (pág. 100): Condición
discurso de una persona en el que necesaria para que con una predic
ésta pretende apoyar una afirma ción ligada a una hipótesis se pue
ción (la conclusión del argumento) da llegar a justificar la hipótesis. Se
en otras (las premisas). gún esta condición, debe ocurrir lo
Argumento deductivo (págs. 30 y siguiente: Si se dieran las circuns
32 ss.): Argumento en el que se tancias que describen las condicio
pretende que la conclusión es ne nes iniciales, si todo ocurriera se
cesaria si se suponen verdaderas gún se dice en los supuestos auxi
las premisas. liares y si la hipótesis fuera falsa,
A rgum ento inductivo (págs 30 entonces muy probablemente tam
ss.): Argumento en el que se pre bién sería falsa la predicción.
tende que la conclusión es proba Consecuente (pág. 41): En un enun
ble (o muy probable) si se suponen ciado condicional, la sentencia con
verdaderas las premisas. la que se afirma algo bajo la condi
Argumento condicional (pág 42): ción descrita en el antecedente.
Argumento en el que al menos una Frecuentemente aparece tras el an
de las premisas es un enunciado tecedente precedido de la conjun
condicional. ción 'entonces'.
Conclusión (pág. 27): Véase argu C o n te x to de d e s c u b rim ie n to
mento. (pág. 73): Todo lo concerniente a
Condiciones iniciales (pág 85): los procesos por los que se llega a
Enunciados que describen las cir la formulación de una hipótesis
cunstancias que se dan en la con- Contexto de justificación (pág 73):
trastación de una hipótesis y que Todo lo relativo a la refutación o
son pertinentes para derivar la pre justificación de una hipótesis.
dicción a partir de la hipótesis. Nor C o n tra s ta c ió n de h ip ó te s is
malmente la hipótesis es un enun (pág. 79): Proceso por el que se
somete a prueba o comprobación Experimento crucial (pág 1 18): Ex
una hipótesis. Todo lo relacionado perimento que decide a la vez entre
con la contrastación de una hipóte dos o más hipótesis debido a que
sis pertenece al contexto de justifi sirve para concluir la verdad o false
cación. dad de predicciones incompatibles
Corrección (pág. 34): Otra manera basadas en esas hipótesis.
de denominar la validez de un argu Falacia (págs. 45 y 123): Inferencia o
mento. Véase validez. argumento que no siendo válido,
Discurso argumentativo (pág 25): se presenta — consciente o incons
Discurso en el que se dan las razo cientemente— como tal, por lo
nes en favor o en contra de algo, que puede llevar a engaño a una
es decir, en el que se dan argumen persona poco alerta. Se incluyen
tos. En el texto, para simplificar, se también entre las falacias argumen
ha caracterizado como parte del tos en los que es más o menos ob
discurso informativo, pero también vio que una de las premisas no está
se dan argumentos en discursos en justificada. Entre estos argumentos
que hay una mezcla de función in tenemos las falacias en que se cae
formativa y función directiva, como al justificar hipótesis.
en el discurso jurídico. Falacia 'ad baculum' (pág 49): Ar
Discurso informativo (pág 25): gumento en que se apela a la fuerza
Cuando ei lenguaje se usa con la o el poder de algo o de alguien
intención expresa de describir algo como razón para establecer la ver
o informar de ello, nuestro discurso dad de la conclusión.
es informativo. Falacia 'ad hominem' (pág. 46): Ar
Elementos básicos de una contras gumento en contra de una opinión
tación (pág. 87): Son la hipótesis basado en la crítica o censura a la
que se somete a contrastación. la persona que la sostiene.
predicción que se deriva lógica
Falacia 'ad ignorantiam' (pág. 55):
mente de ella y las condiciones ini
Argumento en que se infiere la fal
ciales y supuestos auxiliares que se
sedad de una afirmación a partir del
utilizan en esa derivación.
hecho de que no se ha demostrado
Enunciado (pág. 27): Oración decla
su verdad.
rativa puesta en un contexto deter
minado. de manera que tiene senti F a la c ia 'a d m is e ric o rd ia m '
do preguntar si es verdadera o fal (pág. 53): Variedad de falacia 'ad
sa. populum' en la que la verdad de
Experimentación (pág 80): Realiza una afirmación pretende estable
ción o utilización de experimentos cerse exclusivamente apelando a la
compasión que merecen determi
(véase experimento). Se opone a
observación de hechos casual o no nadas personas o animales
planeada Falacia 'ad populum' (pág. 51): Ar
Experimento (pág 80) Proceso pla gumento con el que se pretende
neado que incluye típicamente la que el auditorio llegue a una con
manipulación de ciertos objetos, clusión a partir de los sentimientos
destinado a averiguar si se dan o o emociones provocados en él por
no ciertos hechos, o a averiguar la narración de ciertos hechos o cir
qué hechos se dan en un ámbito cunstancias, supuestos o reales.
determinado En la ciencia contem Falacia 'ad verecundiam' (pág 53)
poránea se realizan los experimen •Inferencia a favor de una opinión
tos generalmente en reiación con basada enteramente en la afirma
una hipótesis o con una predicción ción de que la comparten personas
ligada a una hipótesis. En este últi que se consrderan como una auto
mo caso el experimento se realiza ridad en alguna materia, esté o no
con el fin de llegar a una conclusión relacionada con el tema de la infe
sobre si la predicción es verdadera rencia.
o falsa. Tomando el término 'expe Falacia de ambigüedad (págs 45 y
rimento' en un sentido amplio, se 61 ss ): Argumento no válido debi
incluyen las observaciones siste do a que una de las expresiones
máticas y planeadas realizadas con utilizadas tiene un sentido diferente
los fines anteriormente menciona en dos de las premisas.
dos. Falacia de datos insuficientes
(págs. 46 y 58 ss.): Argumento in ductivo no válido cuya conclusión
ductivo no válido porque las premi es un enunciado general
sas ofrecen escaso o nulo apoyo a Falacia por anfibología (pág 63):
la conclusión Véase anfibología.
Falacia de pertinencia (págs 46 y Falacia por predicción múltiple
ss ): Argumento no válido debido a (pág. 131): Argumento inductivo
que las premisas no aportan la In cuya conclusión no está justificada
formación pertinente para estable por una de estas dos razones:
cer la conclusión. a) una de las premisas es una con
F a la c ia de p re d ic c ió n va g a junción de las predicciones parcia
(pág. 123): Una de las falacias en les que se han hecho con la hipóte
las que se cae en la justificación de sis, y al menos uno de los miem
una hipótesis. Se trata de un argu bros de la conjunción es falso,
mento en que una de las premisas b) una de las premisas es el enun
(el enunciado que dice que se cum ciado que dice que se cumple la
ple la Condición 2) no está justifica Condición 2, el cual no está justifi
da, siendo el carácter vago de la cado por ser la predicción una dis
predicción la causa de esto. yunción de predicciones parcia
Falacia de salvación 'ad hoc' de les.
una hipótesis (pág. 126): Otra de Función directiva del lenguaje
las falacias relacionadas con la jus (pág. 16): El lenguaje usado con el
tificación de una hipótesis. Lo más fin de motivar o causar una acción
destacado en ella es que se origina o disposición de un tipo determina
por la modificación injustificada de do en el oyente tiene una función
supuestos auxiliares. directiva.
Falacia del 'tu quoque' (pág 56) Función expresiva del lenguaje
Una opinión desfavorable para algo (pág. 14): La función que tiene el
o alquien se pretende refutar sobre lenguaje cuando es utilizado para
la base de que hay otras cosas y dar expresión a un sentimiento o
otras personas que se encuentran para provocarlo.
también en una situación similar. Función informativa del lenguaje
Falacia formal (pág 45): Argumento (pág. 13): La función que tiene el
cuya no validez se debe a razones lenguaje cuando es usado para
formales: ningún argumento de su describir un objeto o fenómeno, o
misma forma es válido. (Véase va para informar de un hecho.
lidez ) Implicar (pág. 31): En un argumento
Falacia por equívoco (pág. 61): Un se dice que las premisas implican
tipo de falacia por ambigüedad en a la conclusión
el que el cambio de significado se Inferencia (pág. 31): Otro nombre de
da en una sola palabra. argumento.
Falacia por falsa causa (pág 58): Inducción (págs. 32 y 73): Se toma
Nombre genérico de todos aque en dos sentidos: a) en un sentido
llos argumentos inductivos no váli lógico, como sinónimo de inferen
dos con que se pretende justificar cia o arg u m e n to ind u ctivo
una hipótesis. (pág 30); b) en un sentido psico
Falacia por fa lta de pruebas lógico, como proceso de pensa
(pág 58): Argumento inductivo miento por el que se llega a una
con el que se pretende llegar a una hipótesis general sobre la base de
determinada conclusión dejando datos particulares (pág. 73).
de lado datos conocidos y perti Justificación de hipótesis (págs 98
nentes porque éstos no la apo y ss.): Se realiza mediante un argu
yan. mento inductivo válido cuando se
Falacia por falta de predicción tienen los elementos de una con-
(pág. 133): Argumento para apo trastación, se cumplen las condi
yar una hipótesis en que una de las ciones 1 y 2 y la predicción ha re
premisas no es una auténtica pre sultado ser verdadera
dicción derivada de la hipótesis, Lógica (pág. 35): Ciencia que se ocu
sino el mismo hecho que se quiere pa del estudio de las inferencias vá
explicar con la hipótesis. lidas. En la actualidad se suele en
Falacia por generalización inade tender por 'lógica' más que nada
cuada (pág 58): Argumento in el estudio de la validez deductiva,
agrupando el de la inductiva bajo la propio , enunciado sobre un suce
llamada inferencia estadística. so o estado posible, del que toda
Método (pág. 66) Procedimiento o vía se ignora si se da o no en el
estrategia de carácter general que momento en que se formula.
se utiliza para alcanzar un fin. En el Premisa (pág. 27): Véase argum en
contexto de la ciencia, los métodos to.
científicos son los métodos utiliza Refutación de hipótesis (págs 95 y
dos para llegar a una auténtica ex ss ): Se realiza mediante un argu
plicación de la ocurrencia de fenó mento deductivo válido cuando se
menos o regularidades. En la ac tienen los elementos de una con-
tualidad se le da a esta palabra un trastación, se cumple la Condición
sentido únicamente dentro del con 1 y la predicción ha resultado ser
texto de justificación. Así, un méto falsa.
do científico es un método para jus Sofisma (pág. 45): Se usa como sinó
tificar afirmaciones sobre regulari nimo de falacia (véase falacia). A
dades o sus causas (Véase veces se le añade la idea de engaño
método hipotético-deductivo ) intencionado.
M é to d o h ip o té tic o -d e d u c tiv o Supuestos auxiliares (pág. 86): Hi
(pág. 67): Consiste en formular pótesis secundarias imprescindi
una hipótesis (según cualquier pro bles en la contrastación de otra hi
ceso o procedimiento), derivar pre pótesis Una hipótesis auxiliar pue
dicciones de la misma, con la ayu de convertirse en objeto de una
da de ciertas condiciones iniciales contrastación aparte (dejando así
y determinados supuestos o hipó de funcionar como auxiliar en ese
tesis auxiliares, averiguar (median contexto), cuando se requiera su
te observación o experimento) si se- justificación. A tal fin necesitará, a
cumplen las predicciones y argu su vez, de otras hipótesis auxilia
mentar en favor o en contra de la res.
hipótesis según que aquéllas se ha
Validez (pág. 34): a) de un argumen
yan cumplido o no La argumenta
to deductivo: si las premisas son o
ción no lleva al rechazo (refutación) fueran verdaderas, es imposible
o a la aceptación (justificación) de
que la conclusión es o fuera falsa;
la hipótesis de una manera necesa b) de un argumento inductivo: si
riamente definitiva. Cualquier con
las premisas son o fueran verdade
clusión en ciencia se considera pro
ras, la conclusión es o sería proba
visional y revisable. aunque algunas
ble (o muy probable).
estén más firmemente asentadas
que otras Verdad (pág. 38): Modernamente se
concibe como una propiedad im
Según la mayoría de los autores
portante de los enunciados. Hay di
es el método que ha ido caracteri
versas teorías sobre la manera de
zando progresivamente a la ciencia
caracterizar esa propiedad y de
a partir de la época moderna Hay
averiguar cuándo la tiene un enun
algunas discrepancias sobre la po
sibilidad de justificar hipótesis (Pop- ciado.
per) y sobre la limitación del méto Verdad formal (pág. 35): Enunciado
do a períodos de desarrollo científi verdadero en virtud de su forma.
co normal (Kuhn) Hay formas de enunciados tales
Modificación 'ad hoc' (pág 126): que todos los enunciados que res
Cambio de algún supuesto auxiliar ponden a esa forma son verdade
por otro u otros sin ninguna' razón ros.
más que la de evitar la refutación Verdad lógica (pág. 35): Enunciado
de una hipótesis necesariamente verdadero debido
Observación (pág. 80): Utilización in a su significado o a su forma. Se
tencionada de los sentidos para puede caracterizar como un caso
captar información. En la actuali límite de inferencia: una 'inferencia'
dad se considera que la observa válida con ninguna premisa
ción juega un papel importante en Verdad material (pág. 35): Enuncia
ciencia cuando está guiada por una do cuya verdad no se debe a su
hipótesis (véanse experim enta forma. Es decir, hay enunciados
ción y experimento) con la misma forma que son fal
Predicción (pág. 83) En su sentido sos.
C uando el m undo se enfrenta a tantos
interrogantes que ponen en entredicho incluso
su propia supervivencia, e irrum pen en
nuestro horizonte cultural nuevas tecnologías y
form as audaces que condicionan y estructuran
una m an era inédita de ser y de pensar,
Editorial A LH A M B R A se decide a aportar al
sistem a educativo los resultados de su más
am bicioso y sugestivo proyecto: la Biblioteca
de Recursos Didácticos A lham bra (B RED A).
No estam os ante una sim ple colección de
libros ni ante una serie de textos al uso para
estudiantes de en señ an za m edia. Lo que
presentam os aquí es toda una visión nueva de
la cultura y de la ciencia al servicio de los
hom bres del m añana.
Los intereses educativos que cubre este
proyecto tienen com o fin fundam ental la
form ación del ciudadano, con lo que esto
conlleva de m adurez, sentido crítico y
responsabilidad en el ejercicio de la libertad.
H em os querido, pues, que cad a uno de los
títulos sea una fuente de inquietudes
intelectuales y una llam ada constante a la
iniciativa y a la im aginación.
La auténtica reform a cultural no consiste en
multiplicar los program as sino en enseñar
nuevos m étodos de trabajo basados en el
rigor científico. El proyecto B R E D A está
com puesto de libros y otros m ateriales cuyos
contenidos no responden a asignaturas
concretas sino a una concepción
interdisciplinar del aprendizaje. Tam poco se
encasillan en un curso determ inado sino que
han de servir de incentivo y de estím ulo
intelectual en el nivel en que resulten más útiles.
El lenguaje de estos «bredas» es sencillo y a
la vez riguroso, pensado y elaborado para que
obtengan el m áxim o aprovecham iento tanto
los alum nos que trabajan con profesor como
aquellos que lo hacen en grupos de trabajo.