Tonnies Ferdinand Hobbes Vida y Doctrina Alianza Ed 1988 PDF
Tonnies Ferdinand Hobbes Vida y Doctrina Alianza Ed 1988 PDF
Tonnies Ferdinand Hobbes Vida y Doctrina Alianza Ed 1988 PDF
Hobbes
Alianza Universidád'^ti.rf,- V
Filosofía
A síntesis de EERDINA NI)
TONNIES (1X55-1936) entre el racionalismo y la escuela romántica
salva el antagonismo entre las concepciones organicista y contrac
tual de la sociedad. La originalidad de su doctrina estriba precisa
mente en la conciliación de ambas tradiciones, asociadas respectiva
mente con Aristóteles y Hohbes. Lste volumen editado por la
Biblioteca de la Revista de Occidente en 1932 en traducción de
Eugenio Imaz recoge los estudios de Tónnies sobre la figura y la
obra de THOYIAS HOBBES ¡15X8-1679) y su inllueneia directa o
indirecta, positiva o negativa, sobre otros grandes pensadores.
«Hohbes anuncia el advenimiento del reino de la razón, de la luz. de
la ilustración. Pero también siente acercarse el reino de la sociedad
comercial, de la concurrencia sin tremí, de la explotación capitalista.
Sus expresiones ‘el hombre es un lobo para el hom bre' y ‘guerra de
lodos contra todos' se emplearon a menudo partí designar esa
situación dentro de la moderna sociedad. Por eso mismo «.liria
Hohbes son tanto más necesarios la razón del legislador y el poder
concentrado del listado para mantener la paz. am parar a los débiles
contra los fuertes, a los pobres contra los explotadores. Pero no
considera este camino el único para resolver el problema social,
vislumbrado por él en luz de amanecer. Espera mucho más de las
opiniones racionales, de la ilustración, no sólo del principe, sino del
pueblo.»
Alianza Editorial
Hobbes
Vida y doctrina
Versión española de
Eugenio Imaz
Alianza
Editorial
Titulo original
Tbomas nobbes
Parte p r im e r a : LA VIDA
Capítulo 1. Juventud y madurez (1588-1628) 27
Capítulo 2. Edad madura y obras 37
I. Viajes y proyectos 37
II. Labor en París (1640-1651) 49
III. Bajo la República (1652-1660) 74
Capítulo 3. Vejez y producción 83
Capítulo 4. La persona 93
1. V iajes y proyectos .
105
106 Thomas Hobbes
que sea una sustancia o que Bea otra cosa que sustan
cia corporal. En su primera época tendía a admitir la
existencia corporal del alma, en forma de sustancia in-
aprehensible, gaseosa, como los espíritus animales de la
Fisiología de entonces, en realidad identificándola con
éstos. Más tarde renuncia a esa explicación y se acerca
a la concepción moderna de una “psicología sin alma”,
en la que el a l m a no es más que el sujeto lógico de los
fenómenos psíquicos, o un nombre para designar la
unidad del cuerpo viviente con respecto a los mismos;
de forma que se puede decir, con Spinoza: “cuerpo
y alma son uno y lo mismo”. Se acerca mucho a esta
estricta consecuencia. Al describir la reacción de los
cuerpos vivientes ante la influencia del objeto exterior,
añade: “Ya sé que algunos filósofos, y de los más im
portantes, ban afirmado que todos los cuerpos están
dotados de sensibilidad, y no veo la manera de contra
decirlos, si se ve la esencia de la sensibilidad única
mente en la reacción. Pero si por la reacción de uu
cuerpo cualquiera naciera una representación, ésta de
bería de cesar una vez desaparecido el objeto, porque,
al no poseer órganos apropiados, como es el caso en
los animales, para la conservación del movimiento im
preso, sentirían, pero nunca recordarían haber sentido;,
y no es éste el caso de la sensibilidad cuya explicación
buscamos. Porque comúnmente entendemos por sensa
ción un juicio sobre los objetos mediante actos de re
presentación, es decir, mediante asociación y diferen
ciación de representaciones; pero esto no es posible, si
aquel movimiento del órgano que dió origen a la repre
sentación no permanece cierto período y la represen
tación no vuelve de tiempo en tiempo. La sensación, de
la que aquí hablamos y que se sobreentiende en el len
guaje corriente, necesita memoria, de la clase que sea.
158 Thomas Hobbes
El. C.
P„ II. cap. 3, 2. Si consi Y volviendo al estado de
deramos a los hombres en su naturaleza para considerar a
estado natural, sin contratos los hombres como si se hu
y sin sumisiones, como si bieran producido y crecido
acabaran de ser creados, en como las setas, sin ninguna
contramos. únicamente 3 tí obligación entre sí, encontra
tulos mediante los cuales un mos 3 maneras pozólas que
hombre puede tener derecho una persona puede adquirir
y dominio sobre otro; dos dominio sobre otra. La pri
pueden darse en todo mo mera, cuando voluntariamen
mento: sumisión voluntaria y te (en pro de la paz y'la mu
sojuzgamiento. £ 1 tercer titu tua defensa) se someten al
lo supone la procreación de dominio de un hombre o de
hijos. Del primero de estos una asamblea, mediante con
títulos nos hemos ocupado ya tratos recíprocos. Ya hemos
en los dos primeros capítulos; hablado de esto. La segunda
pues de ¿1 procede el derecho manera, cuando alguien co
del soberano sobre sus súbdi gido prisionero en la guerra,
tos en un Estado institucio o vencido, o desconfiando de
nal. Por lo que se refiere al sus fuerzas (y para evitar la
segundo (que un hombre se muerte) promete al vence
somete al atacante por miedo dor o al más fuerte servirle,
a la muerte) da origen a un esto es, hacer todo lo que
derecho de dominación. Por mande. En este contrato, la
que allí donde (como en cosa que recibe el vencido o
nuestro caso) cada uno tiene más débil, es el regalo de su
derecho a todas las cosas, no propia vida, que le podía ha
hace falta para que este dere ber sido quitada según el de
cho se haga efectivo sino una recho de guerra del estado
La moral y el derecho natural 253
das las capas del pueblo, esto es, que lo mismo ricos y
poderosos que pobres y desvalidos reciban lo suyo jus
to cuando sufran alguna injusticia; de tal manera, que
los grandes no puedan contar con mayores probabili
dades de impunidad al cometer una violencia, difa
mación u otra ofensa cualquiera contra un individuo
de las clases inferiores, que aquellas con las que podría
contar éste en caso contrario. Pues en eso consiste la
equidad, “a la que están sometidos, por tratarse de una
ley natural, lo mismo el soberano que el último de la
comunidad”. Y “en cuanto a la violencia, a opresiones y
ofensas de los grandes, su rango, en lugar de ser una cir
cunstancia atenuante, lo es agravante, ya que son los que
menos necesidad tienen de semejantes acciones. Las con
secuencias de una parcialidad a favor de los grandes se
multiplican. Impunidad trae consigo insolencia; ésta,
odio, y el odio, encarnizado empeño para desarraigar
toda grandeza opresora y afrentosa, aunque sea a costa
del cuerpo político” (L., P. II, 30; E. III, 333). Enér
gica condenación de toda justicia de clase.
16. El espíritu que anima la teoría es la idea del
estado de derecho, cuya finalidad es la realización del
derecho natural mediante las leyesC. Hobbes es, al mis
mo tiempo, un representante del Estado benéfico o po
licía; no reconoce ninguna propiedad independiente de
la voluntad estatal, es decir, que todo el orden de la
propiedad está condicionado por la ley (teoría de la le
galidad) ; pero la distribución actual, amparada por la
protección del Estado, le parece, en su mayor parte,
“natural” y en armonía con los intereses generales.
Como todo el derecho natural posterior y la misma teo
ría del Estado de derecho, que viene a sustituirlo en el
siglo XIX, su pensamiento es expresión del sistema li
beral, en el sentido en que lo entendían los príncipes
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324 Tliomas Hobbes
los papeles de W elb eck , que han sido editados recientem ente por
S tro n g (A catalogue of letters, etc., exhibited in tht library at
W elbeck, London, 1903).
7) (Com p. B ran d t D en mekaniske Naturopfattelse hos Ph. H „
p. .16 3 ). H ., antes del 16 37, había abandonado su teoría d e la
luz com o proceso em anístico, expuesta en Short Tract, y acepta*
do una concepción m edium nística. S u opinión acerca de la propa
gación de la luz la considera B ran d t m odificación de la cartesiana
y aparece por prim era vez y a menudo en e l T r, opticus de 1644.
8) P . 18 . Behemoth or the Long Parliom ent. E d , T ó n n ies, p á
gin a 33.
9) F ren te a los am igos no se gu ard ó el anónimo. P ru e b a : un
eje m p lar de esta ra rísim a prim era edición, conservado en la B i-
bliothéque de l’U n iv ersité de P a r ís , y que llev a una dedicatoria
a u to g rá fic a : Domino Kencim o D igby, genere, virtutibus, seieniia
el faclis clorissimo. In signum obsequii ab authore Tho. Hobbes.
D ebo esta noticia a M r. A n d ré M orize.
10) P . 2 3 . P a rís , m ayo, 16 , 1646. N ú m ero 1 de las cartas cita
das por m i. A rchiv. fü r Geseh. der P h ., B an d I I I , H e ft I.
11) P . 2 3. D ilth ey califica esta m anifestación de "e x tr a o r d i
nariam ente recelo sa” , y dice, equivocadam ente, que H . prohib ió a
M ersenne que com unicara a D escartes la edición en p re p aració n ; ni
participa M ersenne ni se habla de sem ejante prohibición. T am poco
se com pagina m uy bien ese recelo con el b ello retrato, un poco
exagerad o , que D ilth ey h ace de " e s e hom bre adm irable que se
llam a D e sca rte s” . Q uien exam ine un poco la Correspondence de
Mersenne, que se encuentra en la B ib lio teca N acion al de P a rís , en
con trará muchos rasg o s que no concuerdan con ese retrato. D e s
cartes fué un hom bre extraordin ariam en te envanecido, p or lo que
muchos chocaron con ¿1. Segu ram ente h a y todavía m ás m aterial
que puede a r r o ja r luz sobre este asunto y sobre la a l p arecer des
cabellada sospecha de H . N o es cie rto que el círcu lo cu yo centro
e ra M ersenne pueda ser calificado com o “ ca rte sia n o " ni que D e s
cartes fu era “ el espíritu rein an te” en este círculo. Segu ram ente en
este círculo, com o en todas partes, tendría fervientes adm irado
res ( S ir C h arles C avendish, el am igo de H ., entre e llo s ); pero
m ás contrarios y enem igos, y a que dom inaban los p artid arios de
Gassendi. S e hace re saltar la im portancia de M ersenne, aunque
no de m anera acabada, por F risch e ise n -K o h le r (A . G. P h ., X V ,
páginas 3S>4-97).
12 ) L a ob ra A minute or first draught of the optiques no que-
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