Recurs de La CUP Per Gabriel I Boya
Recurs de La CUP Per Gabriel I Boya
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DIGO
Que mediante el presente escrito en nombre de mi mandante formulo demanda de
RECURSO DE AMPARO constitucional solicitando la revocación parcial de la
PROVIDENCIA de 29 de enero de 2018, dictada por la SALA SEGUNDA DEL
TRIBUNAL SUPREMO EN EL MARCO DE LA CAUSA ESPECIAL 3/20907/2017 ,
que denegó la admisión a trámite del incidente de nulidad de actuaciones formulado por
esta parte al amparo del artículo 240 LOPJ, por vulneración de derechos fundamentales,
sin que contra la misma quepa interponer recurso ordinario alguno.
HECHOS
FUNDAMENTOS DE DERECHO
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PRIMERO.- VULNERACIÓN EL DERECHO FUNDAMENTAL A UN
TRIBUNAL INDEPENDIENTE, IMPARCIAL Y PREFIJADO POR LA LEY.
ARTÍCULOS 24.2 CE, 6.1 CEDH Y 47.2 CDF-UE. DOCTRINA CONSTITUCIONAL Y
JURISPRUDENCIA DEL TEDH .
El artículo 1.1 CE recoge los elementos definidores del Estado, al que configura
jurídicamente: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho,
que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político ”. Este precepto se instituye como elemento
central de la voluntad constituyente del estado, puesto que recoge de modo sintético
tanto los tres pilares sobre los cuales se alza el ordenamiento jurídico como los valores
que deben sostenerlo: la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
"La predeterminación legal del juez significa que la Ley, con generalidad y con
anterioridad al caso, ha de contener los criterios de determinación competencial cuya
aplicación a cada supuesto litigioso permita determinar cuál es el Juzgado o Tribunal
llamado a conocer del caso. El ejercicio de la potestad jurisdiccional corresponde
exclusivamente a los Juzgados y Tribunales (art. 117 CE), pero, como es obvio, no a
cualquiera de ellos en cualquier caso, sino, en cada uno de éstos, a aquel órgano
judicial que resulte predeterminado por las Leyes, según las normas de competencia y
procedimiento que las mismas establezcan (art. 117 CE).”
En el presente supuesto nos encontramos en que la Sala Segunda del Tribunal
Supremo se ha conferido la competencia para la instrucción y conocimiento de una
causa judicial concreta, modificando el criterio establecido de forma reiterada durante
años y que además se ha negado a la revisión de dicha decisión por la vía de recursos y
cuestiones de competencia remitiéndose a la previsión establecida en un texto
preconstitucional como es el artículo 21.1 LECrim.
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Esta parte es perfectamente conocedora del contenido literal del artículo 21. 1
LECrim (“El Tribunal Supremo no podrá formar ni promover competencias, y ningún
Juez, Tribunal o parte podrá promoverlas contra él”), que de hecho se invoca en el
propio auto de admisión de querella y de declaración de competencia de este Tribunal de
31 de octubre dictado en este procedimiento; sin embargo y según se desarrollará en el
presente escrito resulta estrictamente necesario en términos de justicia reinterpretar
constitucionalmente este artículo -que como es bien sabido tiene un redactado
establecido en 1882- a la vista de las alegaciones sobre competencia de este Tribunal
que, en caso de no ser debidamente atendidas, afectarían al derecho fundamental al
juez ordinario predeterminado por la ley y al proceso con todas las garantías (art. 24.2
CE) y el derecho a un tribunal independiente e imparcial establecido por la ley en el
marco del proceso debido (art. 6.1 CEDH).
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B. LA VINCULACIÓN CON EL DERECHO A LA IMPARCIALIDAD JUDICIAL
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“En lo que se refiere a la valoración objetiva, debe determinarse si, aparte de la
conducta del juez, hay hechos verificables que puedan crear dudas sobre su
imparcialidad. (…). Lo que es decisivo es si ese miedo puede ser sostenido para ser
objetivamente justificado (ver Wettstein, citado arriba, ap.44, y Ferrantelli y Santangelo
contra Italia , 7 de agosto de 1996, Informes 1996-III, ap.58). La valoración objetiva se
refiere principalmente a los vínculos jerárquicos o de otro tipo entre los jueces y otros
actores en los procedimientos (ver casos del tribunal militar, por ejemplo, Miller y Otros
contra el Reino Unido , núms. 45825/99, 45826/99 y 45827 /99, 26 de octubre de
2004, ver también casos concernientes al doble papel de un juez, por
ejemplo, Meznaric contra Croacia , núm. 71615/01, 15 de julio de 2005, ap. 36
y Wettstein , citado arriba, ap. 47, donde el abogado que representa al oponente del
demandante posteriormente juzga al demandante en un conjunto de procedimientos y
los procedimientos se solapan respectivamente) en los que objetivamente se justifican
esas dudas como imparcialidad del tribunal, y así falla al cumplir la norma del
Convenio bajo la valoración objetiva (ver Kyprianou , citado arriba, ap.121).”
“La justicia no solo debe realizarse, también debe verse que se realiza" (ver De
Cubber , citado arriba, ap.26). Lo que está en juego es la confianza que debe inspirar
en el público un tribunal en una sociedad democrática. Así, cualquier juez sobre el que
recaiga una legítima razón para temer una falta de imparcialidad debe retirarse
(ver Castillo Algar contra España, 28 de octubre de 1998, Informes 1998-VIII, ap.45).”
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APARIENCIA DE IMPARCIALIDAD Y NEUTRALIDAD EN LA PRESENTE CAUSA
ESPECIAL . VULNERACIÓN DEL ARTÍCULO 6.1 CEDH Y 47.2 CDF - UE
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relación humana que se produce en esta situación puede comprometer la neutralidad
del juzgador, o al menos resulta razonable pensarlo; por ello lo recomendable es
precisamente para preservar la apariencia de imparcialidad objetiva, la remisión de la
causa a los juzgados naturales, ordinarios y ubicados en el lugar de comisión de los
hechos, los juzgados de instrucción de Barcelona.
1
http://www.elmundo.es/cataluna/2017/12/16/5a3549f922601d49358b460e.html
2
http://www.elmundo.es/espana/2017/04/10/58ebd6ebca47415f488b460c.html
3
https://www.encj.eu/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=34&Itemid=252&lang=en
4
http://www.forojudicialindependiente.es/wp-content/uploads/2016/11/La-independencia-del-Poder-Judicial-en-Espan%CC
%83a.-Queja-de-FJI-al-CCJE.pdf
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prevaricación y delito electoral. La querella fue presentada ante esta Sala Segunda del
Tribunal Supremo al considerar UPyD que debía realizarse la interpretación extensiva
que ahora se sustenta en el Auto de 31 de octubre del 2017. En aquella ocasión, tanto el
Ministerio Fiscal como esta Sala Segunda rechazaron de forma tajante la posible
competencia de esta Sala Segunda.
Posición del Ministerio Fiscal en 2014. Así se puede leer en este auto de 12
de noviembre del 2014 que el Ministerio Fiscal informó en contra de la competencia del
Tribunal Supremo con el siguiente argumento:
“Una recta lectura de ambos preceptos evidencia que se está estableciendo una
regla general y preferente -fuero residenciado en el Tribunal Superior de Cataluña-; y
una regla complementaria -competencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo-
para los supuestos acaecidos (hay que sobrentender según se deriva de una
interpretación sistemática: art. 70.1) fuera del territorio de la Comunidad ( ATS de 13
de septiembre de 2006 (JUR 2006, 250993) ). Las conductas objeto de la querella y
posteriores ampliaciones se han desarrollado en el ámbito de la Comunidad Autónoma
Catalana. Las repercusiones o trascendencia más allá de esa circunscripción no alteran
esa realidad. El lugar de comisión de las infracciones a los efectos de dilucidar
cuestiones de competencia ha de entenderse en un sentido predominantemente
naturalístico: donde se llevan a cabo las acciones o acaecen los resultados tipificados
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como delito. Que esa actividad pueda trascender a otros lugares no habilita para dar
pábulo a voluntariosos esfuerzos que muten ese cristalino criterio legal competencial,
establecido a nivel de legislación orgánica, que conecta con el constitucional derecho al
juez ordinario predeterminado por la ley ( art. 24.2 CE (RCL 1978, 2836) ).
El órgano jurisdiccional predeterminado legalmente no es en este supuesto la
Sala Segunda del Tribunal Supremo. En efecto con esta premisa y desde esta
perspectiva una atenta lectura de los diversos hechos relatados permite concluir de
forma indudable que las conductas que motivan la querella se han desplegado en el
territorio de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Ha de precisarse a estos fines que un
delito de desobediencia se ha de considerar cometido en el lugar donde se desenvuelve
la actividad prohibida o impedida; o donde debiera haberse llevado a cabo la conducta
omitida (si es una desobediencia pasiva), con independencia del lugar donde pudo ser
emitida la orden o de la sede del órgano del que emane el mandato incumplido (por
todos AATS de 27 de noviembre de 1980 y 9 de julio de 1981 (RJ 1981, 3206) , 23 de
mayo de 2007 (JUR 2007, 241198) ó 24 de abril de 2014 (JUR 2014, 133296) , entre
muchos otros).”
Cambio de criterio del Tribunal Supremo en esta causa. La contundencia de
los argumentos de aquel auto es perfectamente aplicable a la presente causa especial y
no se ha justificado ni argumentado a qué responde el cambio diametral de criterio de
esta Sala en la asunción de la competencia para el conocimiento y resolución de este
concreto expediente judicial. Inexplicablemente, la Sala ya no hace referencia a la regla
general y preferente de competencia del TSJ ni al sentido naturalístico con el cual hay
que interpretar las cuestiones de competencia. El criterio naturalístico -que no podría
sostenerse porqué todos los hechos de la querella suceden en Barcelona y otros puntos
de Catalunya- se sustituye por la teoría de la ubicuidad y el criterio general y preferente
ha sido sustituido por el complementario, con la única argumentación que el carácter
plurisubjetivo del delito de rebelión justifica tan excepcional interpretación. Sin embargo,
el TSJ se ha declarado sistemáticamente competente para el conocimiento del delito de
rebelión.
- Querella 7/2014, auto 37/2014 de 24 de marzo, dictado por la Ilma. M. Eugènia Alegret
Burgués, causa por rebelión y sedición.
- Querella 18/2014, auto 19/2015 de 8 de enero, dictado por la Ilma. M. Eugènia Alegret
Burgués, causa por rebelión y sedición.
- Querella 12/2015, auto 697/2015 de 2 de noviembre, dictado por el Ilmo. Enric Anglada i
Fors, causa por rebelión y sedición.
- Querella 19/2015, auto 175/2016 de 20 de junio, dictado por el Ilmo. Carlos Ramos
Rubio, causa por sedición y prevaricación.
- Querella 18/2015, auto 11/2016 de 1 de febrero, dictado por el Ilmo. Francisco Valls
Gumbau, causa por sedición y rebelión.
- Querella 10/2016, auto 10/2016 de 1 de febrero, dictado por la Ilma. M. Eugènia Alegret
Burgués, causa por conspiración a la sedición.
- Querella 26/2017, auto 59/2017 de 31 de julio, dictado por el Ilmo. Francisco Valls
Gumbau, causa por rebelión y sedición.
Causas abiertas en el TSJ. De hecho y más allá de estos ocho autos referidos
y nunca recurridos por el Ministerio Fiscal, estuvieron abiertas en el Tribunal Superior de
Justicia de Cataluña hasta hace escasas semanas que fueron acumuladas las
diligencias previas 3/2017 incoadas en su momento por la querella de la fiscalía superior
de Catalunya contra la consellera Meritxell Borràs y ampliadas posteriormente al
conjunto del gobierno catalán mediante una segunda querella que recibió registro de
intedeterminadas 41/2017 y acabó acumulada a las diligencias originales. Esta causa,
instruida por la magistrada Ilma. Sra. Mercedes Armas investigaba la preparación del
referéndum, y por lo tanto hechos contenidos en la presente causa especial, y sin
embargo la propia magistrada mantuvo durante meses su competencia hasta que el
Tribunal Supremo la requirió de inhibición; extremo que demuestra, esta vez
empíricamente, que los hechos objeto del presente procedimiento no son competencia
de este Tribunal Supremo.
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Las DP 118/2017. El Tribunal Supremo es perfectamente conocedor que existe
ya una causa abierta en el Juzgado de Instrucción núm. 13 de Barcelona en la que
también se investiga la participación de los miembros del gobierno y de la sociedad civil
en la preparación del referéndum del 1 de octubre. De hecho, algunos de los atestados
que obran en autos, las intervenciones telefónicas que se utilizan de soporte probatorio o
incluso algunos documentos (como la agenda del Sr. Jové) provienen directamente de
esas diligencias de investigación que se continúan tramitando en la actualidad y cuya
delimitación de objeto con el presente procedimiento no ha llegado a producirse.
Nuevamente, por lo tanto, existe otro órgano jurisdiccional conociendo de los mismos
hechos que se encuentran en esta causa especial, aunque en este caso es un Juzgado
de Instrucción en Barcelona. De hecho, durante algún tiempo coexistieron las DP
118/2017 del juzgado 13 y las 3/2017 del TSJ, en un reparto funcional entre no aforados
y aforados sobre los mismos hechos. La apertura de una nueva causa ahora en el
Tribunal Supremo con aforados y no aforados resulta evidentemente incomprensible.
Por todo ello, parece evidente que si se puede adoptar una interpretación de la
competencia que permita la doble instancia, debería ser esa interpretación, favorable al
ejercicio de un derecho fundamental, la que fuera finalmente adoptada.
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independiente e imparcial predeterminado por la ley (art. 24 CE, 6.1 CEDH, 14.1 PIDCP
y 47 CDF-UE).
Riesgo de derecho penal del enemigo. Nos recordaba la sentencia del caso
Guantánamo dictada por esta Sala Segunda los contornos del rechazado por nuestro
sistema derecho penal del enemigo. Decía esa Sentencia de 20 de julio del 2006
[Ponente E.Sr.D Joaquín Giménez García]: “ Por ello, las grandes líneas de esta singular
construcción se encontrarían en:
1. Frente al derecho penal del hecho --hecho concreto--, propio de la sociedad
democrática, el derecho penal del enemigo es un derecho de autor que se centra no en
lo que éste haya hecho, sino en lo que pueda hacer en su condición de terrorista.
2. Hay un decaimiento generalizado o anulación de las garantías procesales
propias del proceso debido.
3. Las penas previstas para esa actitud --que no los actos cometidos-- pues el acento
se pone en la puesta en riesgo, son de una gravedad y desproporción que desbordan la
idea de ponderación, mesura y límite anudados a la idea de derecho, y más
concretamente de derecho penal.”
A nuestro humilde entender, la inadmisión de la cuestión de la competencia
instada, que procesalmente se traduce en el veto incluso sobre la propia de la discusión
de los elementos aquí expuestos, puesto que la admisión a trámite no implica su
estimación, provoca que el procedimiento presente se encuentre ya discurriendo por los
senderos del detestable derecho penal del enemigo aplicado, entre otras, a nuestras dos
defendidas.
Dicha demanda se interpone dentro del plazo previsto en el art. 44.2 de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional, y se cumplen todos los presupuestos para su
admisión contemplados en el apartado 1 del indicado art. 44 de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional, especialmente los referidos en los apartado a) y c)
"La predeterminación legal del juez significa que la Ley, con generalidad y con
anterioridad al caso, ha de contener los criterios de determinación competencial cuya
aplicación a cada supuesto litigioso permita determinar cuál es el Juzgado o Tribunal
llamado a conocer del caso. El ejercicio de la potestad jurisdiccional corresponde
exclusivamente a los Juzgados y Tribunales (art. 117 CE), pero, como es obvio, no a
cualquiera de ellos en cualquier caso, sino, en cada uno de éstos, a aquel órgano
judicial que resulte predeterminado por las Leyes, según las normas de competencia y
procedimiento que las mismas establezcan (art. 117 CE).”
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Como contrapartida de la previsión de subsidiariedad de la tutela internacional, el
convenio exige en el art. 13 CEDH (reconocido también en el 47 CDF-UE y en el art. 2.3
PIDCP) un derecho a un recurso efectivo ante una instancia nacional para resolver las
denuncias de vulneración de un derecho contenido en los respectivos tratados, siendo
clara la jurisprudencia que ha desarrollado la cuestión por ejemplo en las SSTEDH
Rotaru contra Rumanía de 4 de mayo del 2000 o en las recientísimas Cipolletta contra
Italia y Sharxhi y otros contra Albania ambas de 11 de enero del 2018. Dado que en el
presente escrito se denuncia la vulneración de derechos fundamentales, la falta de
tramitación de este incidente u otras formas no efectivas de tutela de dichos derechos
constituiría una vulneración del derecho al recurso efectivo (art. 13 CEDH, 2.3 PIDCP y
47 CDF-UE).
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