Corte Constitucional Sentencia T-025 de 04
Corte Constitucional Sentencia T-025 de 04
Corte Constitucional Sentencia T-025 de 04
Con el fin de corregir esta situación, es necesario que las distintas entidades
nacionales y territoriales encargadas de la atención de la población
desplazada, cumplan a cabalidad con sus deberes constitucionales y legales
y adopten, en un plazo razonable, y dentro de las órbitas de sus
competencias, los correctivos que aseguren una suficiente apropiación
presupuestal. Al ordenar este tipo de medidas, no está desconociendo la
Corte la separación de poderes que establece nuestra Constitución, ni
desplazando a las demás autoridades en el cumplimiento de sus deberes. Por
el contrario, la Corte, teniendo en cuenta los instrumentos legales que
desarrollan la política de atención a la población desplazada, así como el
diseño de la política y los compromisos asumidos por las distintas entidades,
está apelando al principio constitucional de colaboración armónica entre las
distintas ramas del poder, para asegurar el cumplimiento de los deberes de
protección efectiva de los derechos de todos los residentes en el territorio
nacional. Esa es la competencia del juez constitucional en un Estado Social
de Derecho respecto de derechos que tienen una clara dimensión
prestacional.
Dentro de los factores valorados por la Corte para definir si existe un estado
de cosas inconstitucional, cabe destacar los siguientes: (i) la vulneración
masiva y generalizada de varios derechos constitucionales que afecta a un
número significativo de personas; (ii) la prolongada omisión de las
autoridades en el cumplimiento de sus obligaciones para garantizar los
derechos; (ii) la adopción de prácticas inconstitucionales, como la
incorporación de la acción de tutela como parte del procedimiento para
garantizar el derecho conculcado; (iii) la no expedición de medidas
legislativas, administrativas o presupuestales necesarias para evitar la
vulneración de los derechos. (iv) la existencia de un problema social cuya
solución compromete la intervención de varias entidades, requiere la
adopción de un conjunto complejo y coordinado de acciones y exige un nivel
de recursos que demanda un esfuerzo presupuestal adicional importante; (v)
si todas las personas afectadas por el mismo problema acudieran a la acción
de tutela para obtener la protección de sus derechos, se produciría una
mayor congestión judicial.
Las autoridades están obligadas -por los medios que estimen conducentes – a
corregir las visibles desigualdades sociales, a facilitar la inclusión y
participación de sectores débiles, marginados y vulnerables de la población
en la vida económica y social de la nación, y a estimular un mejoramiento
progresivo de las condiciones materiales de existencia de los sectores más
deprimidos de la sociedad.
Se derivan dos clases de deberes para el Estado. Por una parte, debe
adoptar e implementar las políticas, programas o medidas positivas para
lograr una igualdad real de condiciones y oportunidades entre los asociados
y al hacerlo, dar cumplimiento a sus obligaciones constitucionales de
satisfacción progresiva de los derechos económicos, sociales y culturales
básicos de la población -en aplicación de lo que la jurisprudencia
constitucional ha denominado “cláusula de erradicación de las injusticias
presentes”-. Y, por otra, debe abstenerse de adelantar, promover o ejecutar
políticas, programas o medidas ostensiblemente regresivos en materia de
derechos económicos, sociales y culturales, que conduzcan clara y
directamente a agravar la situación de injusticia, de exclusión o de
marginación que se pretende corregir, sin que ello impida avanzar gradual y
progresivamente hacia el pleno goce de tales derechos.
La acción de tutela no puede ser empleada para alterar el orden en que serán
entregadas las ayudas solicitadas ni para desconocer los derechos de otros
desplazados que no acudieron a la acción de tutela y que se encuentran, en
igualdad de condiciones, a la espera de una respuesta de la entidad.
Magistrado Ponente:
Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA
ESPINOSA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Hechos
EXPEDIENTE ACCIONANTES
T- 653010, (demandante: Abel Antonio Jaramillo, Adela Polania Montaño,
Fundación Ayudémonos Agripina María Nuñez, Aida Gutiérrez Vásquez,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
FUNDAYUDE a través de Alberto Cervantes, Alfredo Antonio Lara, Álvaro
su representante legal Antonio Aguilar, Álvaro Torres Riatiga, Amparo de
Javier Augusto Silva la Hoz Julio, Ana de Dios Lerez Hernández, Ana
Madero) Elsa Maldonado, Ana Julia de León, Ana Leonor
Díaz Sierra, Ana Lucía Armesto M., Ana Magali
Fernández, Ana Polo Camacho, Ana Rosa Marín,
Ana Rosa Mendoza Torres, Ángel Miro Balaguera
Paredes, Aracelis de Avila Peña, Asdrúbal Andrade,
Aurora Balaguera, Benjamín de la Cruz Ceballos,
Bienvenida Santos, Blanca Jaramillo Jiménez,
Carlos Wisman Murgas, Carmen Aroca Jiménez,
Carmen Cecilia Ochoa Contreras, Carmen Jiménez,
Casilda de la Cruz Peña, Celita María Gutiérrez,
Dagoberto Ramos, Dalcímenes Mejía Toncel, Daniel
Andrade Rodríguez, Deley María Casares, Denis
Edith Noriega Blanco, Diógenes Simón Retamoso,
Edilberto Cabas Orozco, Edilma Guzmán M., Eliana
Cecilia Parejo Oliveros, Elvia Becerra Riatiga,
Emerson Florez Gómez, Erminia Cervantes Ortega,
Etilvia Álvarez Díaz, Etilvia Rosa Rodríguez,
Ezequiel Florez Bustos, Faridis Ariza Mendoza,
Fredy Valdez González, Georgina Isabel Moreno
Díaz, Glenis Miranda Castillo, Humberto Alfaro
Zaldua, Ibaldo Enrique Gutiérrez, Ilce Norelis Díaz
Jiménez, Inés Rodríguez Perdomo, Jaime A.
González Peña, Jaime Rafael Angarita, Jairo García
Agudelo, Javier A. Silva Madero, Javier Gamarra
Senior, José Ángel Aristizabal, José Cañas Santiago,
José Gregorio Estrada, José Muñoz Monte, José
Otoniel Idárraga Duque, José S. Franco, Juan de
Dios Sánchez, Ladis Navas Martínez, Laureano de
León Carrascal, Leidy A. Castillo Nieto, Lidia Rosa
Jiménez, Lidies Noriega de Cuello, Lilia Ariza
Mendoza, Liliana Guerra, Luis Carlos Morales, Luis
Felipe Ríos Manzano, Luz Marelis Pallares
Ceballos, Luz Marina Ayala, Madeline Jiménez
Ramos, Magaly Zarate Orozco, Magola Cecilia
Pérez, Manuela Isabel Castillo, María Aide Villegas
Pérez, María Antonia Bustos, María Aracely Tobón,
María de Jesús López, María Filomena Ruíz
Ramírez, María Ospino, Maríana Palacios, Marlene
Vásquez Lacio, Marleny Isabel Blanco, Martha
Tobón Dique, Martha Vargas Ibáñez, Miguel Ángel
Escobar Restrepo, Miriam Buelvas Barreto, Mónica
Medellín Arrieta R., Nadia Yanet González, Narciso
Alberto Reales, Nelcy Elena Aguirre Suárez, Nestar
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Juana García, Nilson Aguilar Mateus, Nohemy
Satizabal, Nuris Cecilia Alvarado, Oladis Pérez
Deicofz, Olga Gutiérrez, Olga López Martínez,
Pastor de Jesús García Agudelo, Pedro Pallares Soto,
Ramiro Hernando Zapata, Ramón Antonio Reyes,
Ramón Silva Vide, Raúl Antonio Ospino Zuleta,
Rubén Darío Romero Blanco, Samuel Segundo
González, Sandra Milena García, Sebastiana María
Ortega, Shirley Barreto Santos, Soraida Padilla
Flórez, Stella Esther Villero Nuñez, Tania Cecilia
Rojas, Tomás Carmona, Trinidad Sánchez, Víctor
Manuel Moreno M., Víctor Manuel Pérez Valero,
Walter Cuadros Gil, Wilson Rafael Rabeloc,
Yorlenis González U., Yudy Pérez Rudas, Zoraida
Cabrera García
T- 619610, (demandante: Cristóbal Quevedo Medina, Griselda Medina Devia,
Cristóbal Quevedo Custodia Cruz Pérez, Jorge Aníbal Lozada
Medina y otros) Hernández, Wilson Ariel Bustos, Ricardo Garzón
Sánchez, Gregorio Vanegas Zapata, Luis Alfonso
Álvarez Ortiz, Eden Lozada Hernández, Fabián
Molano Díaz, Fanny Guzmán Castro, Bellanid
Acosta Guzmán, Elida Salazar Murcia, Nilson Pérez
Céspedes, Enrique Motta, Lui Ever Guzmán Castro,
Luis Guzmán Sánchez, Ciro Guzmán Castro,
Eugenio Leyton Correa, Olga Lucia Moreno,
Concepción Valderrama León, José Luis
Valderrama, Lady Patricia Bernal Rincón, Elizabeth
Carmona Montealegre, Sandra Fernanda Perdomo,
Sthela Ríos Devia, José Isaura Palma González,
María Luisa Cuenca Roa, Glori Yaneth Ortiz, Luz
Consuelo Rivas, Jhon Freddy Linares Melo, Luis
Ganzaga García Mendoza, María Denis Buitrago
García , Edier Peña García , Emperatriz Díaz de
Varón , Uriel Peña Sarcia, Blanca Estella Muñoz
Restrepo, Luis Felipe Lancheros Zambrano, Nazario
Morales Casallas, Gabriel Lozano Paeres,
Arquímedes Guarín, María Ubaldina González,
Manuel Salvador Muñoz, Ananias Vázquez Prieto,
Albeiro Prieto Aguiar, Silvio Renza Valderrama,
José Arles Prieto Aguilar, Gilma María Vásquez
Prieto, Margeri Polania Garzón, Aminta Rojas
Bustos, Alfredo Parra Arce, Germán Guayacán
Vaca, José Ramón Hurtatis Perdomo, Jesús Albeiro
Gutiérrez Tamayo, José Israel Marroquín Ortiz,
Riquelma González Barrios, María Edita Cabrera
Polania, Jaime Rodríguez Agudelo, Abel Barreiro,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Celso Garzón Sapuy, José Omar Soto, Miller Ales
Trujillo, María Emilgen Gutiérrez, Jaime Bernal,
Gloria Marcela Moscoso Caicedo, Gildardo Aley
Trujillo, María de Carmen Peralta, Diana Shirley
Tapia, Mario Jesús Ramírez, Ana Elisa García de
Peña, Gabriel Arnulfo Quevedo Medina, Otoniel
Guayara Tovar, Yisela Lozada Castro, Yolanda
Hernández, Nicodemus Molano Guzmán, Luz
Esmeralda Motta, Jorge William Acosta Pineda, José
David Reina, Delio Tarsicio López Fernández.
T- 674158, (demandante: Mario Alberto Estrada Palacio y sus dos 2 hijas:
Mario Alberto Estrada Yharnea y Gisela Estrada
Palacio)
T- 675028, (demandante: Jairo Melo Ramírez, Lavis Martínez.
Jairo Melo Ramírez)
T- 675074, (demandante: Abdias Sánchez Almanza, Adelio Ramírez, Adriana
Abdías Sánchez Almanza Patricia Madrid Sánchez, Alba María Araco, Alba
y otros) Nellyda Orrego de Jiménez, Alcira Prada Loaiza,
Aleyda Valencia Alzate, Alfredo Antonio Lara,
Álvaro Hernán Salinas Ordóñez, Ana Cristina
Barrera, Ana Rubiela Vargas, Antonio Alcides
Becerra Buesaquillo, Aristoniel Martínez Moreno,
Aristóbulo Ortiz Chavarro, Betty Rodríguez Lozano,
Blanca Aurora Rueda Graciano, Blanca Nubia Marín
Marín, Carlos Alberto Flórez García, Carlos Arturo
Urbano García, Celimo de Jesús Nupán Bermúdez,
Cesar González Acevedo, Custodia Aroca Ángel,
Danover Peláez, Deicer Sánchez Ordóñez, Deisy
Manjarres, Deisy Marcela Morales Herrera,
Fernando Dagoberto Moreno B, Flor Alba Vidal
Astudillo, Gloria Olivia Rueda Graciano, Hilder
Baos Acosta, Iván Darío Rueda Graciano, Jaime de
Jesús Arredondo Ruiz, Javier de Jesús Parierna
Holguín, Joaquín Rojas Marín, Jorge Hernán Vallejo
Barona, José Antonio Moscoso Moreno, José
Balmore Carvajal García, José Fernando Aponte
Giraldo., José Luis Calderón Cruz, José Octavio
Henao Guarín, José Orfilio López, José Sorel
Rodríguez Galvis, José Rubelio Cardona Cardona,
José Urbano Valencia Roa, José Yery Irira Vargas,
Juan Bautista Giraldo Garcés, Juan de Jesús
Marquez Franco, Julia Margarita Quiceno, Julio
Cesar Rueda Graciano, Leonardo de Jesús Rueda
Graciano, Libardo de Jesús Echavarría, Liliana
Castellanos Salazar, Luis Carlos Vidal Isaza, Luis
Javier Galvis Hernández, Luis Javier Torres Salazar,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Luz Adiela Arias Navales, Luz Elena Henao
Cardona, Luz Elena Rueda Graciano, Luz Marleny
Hernández, María Esneda Moreno Cruz, María
Fernanda Urueta Quintero, María Rufina Andica
Andica, Martha Lucía Gamboa, Milciades de Jesús
Salazar Álvarez, Nini Johana Castro Ocampo, Omer
Rocha Valenzuela, Orlando Buitrago Brito, Pedro
Antonio Valderrama Bermeo, Pedro Ignacio
González Guzmán, Pilar Gazca González, Ramón
Egidio Sánchez Gaviria, Ramón González Guzmán,
Raúl Saavedra, Ricardo Bejarano Cardona, Rosa
Cecilia Ruiz Varón, Rubén Darío Gómez Grisales,
Sandra Milena Castro Ocampo, Solfari Arias
Navales, Víctor Alonso Blandón Toro, Yamile
Varela Valencia, Yony de Jesús Valencia Roa, Zoilo
Vásquez Bermeo, Zonia Rocio Klinger Salamanca,
James Arturo Ruiz, Fabio Ospina Naranjo.
T- 675081, (demandante: Guillermina Ferreira.
Guillermina Ferreira)
T- 675083, (demandante: Los Adultos: Ever Perilla Morales, Ana Pinilla de
Jorge Osorio Peña como Páez, Prudencio Osuna Sunce, Gerardo Esquivel
Personero de Neiva a García , Luis Francisco Losada Calderón, Mireya
nombre de varios adultos Medina, Carolina Londoño Gómez, Gabriel Quejada
y menores de edad) Maquillon, Patricia Sánchez, Ramona Maceto de
Figueroa, Campo Elías Pulido Ángel, Leticia
Palencia Ossa, Neider Esquivel García, Mercedes
Rodríguez de Sánchez, Henry Vega Ramírez,
Samuel Parra Barreto, María del Carmen Benítez de
Ramírez
Los Menores de Edad: Karen Yulieth Polo
Guerrero , Paola Andrea Lozada, Angie Carolina
Roa Gutiérrez, Audri Yusneidi Muñoz, Jassam
Damián Trujillo, Robinson Cabiedes, Luis Felipe
Ávila, Ingrid Katerine Narváez, Juan Gabriel
Cabrera, Daniela Alejandra Ramírez, Chelsin
Dayana Rodríguez, Diego Alexander Castrillon,
Sara Luz Conde, Anyi Carolina Figueroa, Brandon
Wbeimar Rojas, Vivian Yiseth Bobadilla, Amyi
Tatiana Meneses, Juan David Ortiz, Paola Andrea
Chilito, Leidy Katerine Forero, Cristian Felipe
Mejía, Brayan Fernando Aya, Jonatan González,
Yeiner Alexis Cortés, Jhoan Javier Murcia, Erika
Alexandra Cardozo, Maddy Alexandra Baquero,
María Saulina Mejía, María Alejandra Parra, Flor
Anyela Quiroz, Carol Briyi Díaz, Brayan Alaya,
Luis Carlos García , Erika Gissela González, José
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Guillermo Aviles, Julio Cesar Polanco, Jommy
Alejandro Charry, Juan Esteban Prieto, Johan
Andrés Pascuas, Diana Patricia Andrade, Juan David
Ceballos, Sergio Andrés Trujillo, Danny Julieth
Alvarado, Everly Johana Herrera, Junior Arlex
Hoyos, Jennifer Adela Leal, Diana Margod García,
María Nancy Hipus, Marlon Gerardo Triana,
Cristian Andres Cuenca, Natalia Feria Alba, Maikol
Estiven González, María Paula Yunda, Norma Lery
Rojas, Yan Carlos Guzmán, Donoban Mauricio
Beltrán, Deicy Johana Fierro, Yurani Vanessa Peña,
Marlory Alejandra Pérez, Miguel Ángel Villabon,
José Julián Marquines, Ludy Jimena Esquivel,
Claudia Liliana Soto, María Liliana Perdomo, Erika
Ramos, Yuri Katerine Arias, Cesar Luis Cristóbal
Yano, Cristóbal Valencia, Jefferson Mateo
González, Oclibia Vanegas, Dayana Peña, Dairo
Nieto, Yudy Paola Fonseca, Joiner Steven Hoyos,
Edgar Reina, Laura Sofia Quesada, Dairo Gutiérrez,
Francy Rocio Guevara, Andrés Felipe Reyes, Oscar
David Claros, Rosendo Martínez, Paula Cristina
Estrada, Yuri Yulieth Serrato, Tatiana Marcela
Rodríguez, Carlos Andres Cuesta, Jevinson
Esquivel, Juan Pablo Aldana, Cristian Favian Ortiz,
Charles Robert Monroy, Cristian Hernando Herrera,
Lina Sofia Rivera, Andres Felipe Roa, Néstor Fabian
Córdoba, Yency Bolañoz, Carlos Ariel Rey, Linda
Esmeralda Romero, Anderson Cuellar, Miguel
Ángel Guar, Esequiel Díaz, Jeison Ramírez, Victoria
Sánchez, German Cuellar, Yumier Steek Ospitia,
Olbinett Sogamoso, Oscar Mauricio Sánchez, Marla
Liseth Charry, Antonio Romero, Eidy Carina Silva,
Yoldi de Jesus Ojeda, Tania Constanza Uni,
Cristóbal Sánchez Soto, Jessica Camila Cerdoso,
Hernán Alexis Parra, Shirley Vanessa Cuellar,
Wilfredo Córdoba, Yeimi Edubiges Guzmán,
Yorleny Ariza, Laura Victoria Sánchez, Jeison
Ramírez, Diana Karina Ramírez, Olga Lucia Roa,
Bryan Lizardo Hernández, María Alejandra Cuellar,
Antonio Romero, Yeison Aroca, Jon Mauricio
Gaspar, Faiber Soto, Helber Jaramillo, Daniela
García, Miguel Ángel Villamil, Jurani Ariza, Sergio
Andres Delgado, Yeison Fabian Saldaña, Yadira
Andrea Murcia, Robinson Navia, Yerli María Ortiz,
Camilo Antonio Calderón, Alba Milena Castellano,
Dayahana Yiceth Paz, Carlos Raúl Sánchez, Saydi
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Lorena Waldo, Ronal Alexander Mora, Jorge Luis
Páez, John Jenderson Vargas, Jessica Fernanda
Arbeláez, Kevin Damián Ossa, Tatiana Yaqueline
Cárdenas, Juan Carlos Figueroa, Jonhatan Rangel,
Leonel Zúñiga, Eduar Mauricio Hernández, Luis
Alberto Otrega, Sebastián Darío Ramírez, Elizabet
Ortiz, Néstor Eduardo Atuesta, Francy Lorena
Losada, Andrea Alarcón, Carlos Raúl Sánchez
T- 675096, (demandante: Gregorio Hernández Oyola.
Gregorio Hernández
Oyola)
T- 675844, (demandante: Gabriel Antonio Pérez Ramírez.
Gabriel Antonio Pérez
Ramírez)
T- 675955, (demandante: Alejandro Estela Suárez, Ana Emilce Avendaño
Enoc Campo Polanco y Molina, Ana Isolina Palma, Ananais Rodríguez,
otros) Aura María Bueno, Aura María Salcedo, Benito
Perdomo, Blanca Inés Beltrán, Carmen Rosa
Useche, Claudia Yaneth Jaimes, Daniel Antonio
Bernal Huertas, Delio de Jesús Loaiza, Doris Milena
Triana, Elva Ester Pacheco Lopez, Elvia María
Castillo Forero, Enoc Campo Polanco , Ernestina
Culman, Francia Elena Salazar Rua, Germán
Eduardo Bernal, Gilberto de Jesús Bohorquez,
Gladys María Albao Robles, Guillermo José
Sandoval, Gustavo Rojas, Hector Hernando Bernal,
Hugo Rafael Real, Ivón de Jesús Borja Borja,
Jazmin Albao Robles, Jhony Mauricio González,
Jorge Darío Pineda Valencia, Jorge Eliecer Limas,
José Albano Cardona Cifuentes, José Anastacio
Velazquez, José de Jesús Usma, Juan Alberto
Causil, Juan Alberto Causil, Ligia Guzmán, Liliana
Patricia Gómez González, Lucey Rayo Rojas,
Lucrecia Peña, Luis Eduardo Jadedt Martínez, Luis
Enrique Alarcón Gallo, Luz Amanda Muños Rozo,
Marco Tulio Claros Cuellar, María Aide Delgado,
María Aleandrina Pineda Velazquez, María Del
Rosario Nuñez Cuellar, María Elba Salazar, María
Elena Olivares, María Elina Mejía, María Helena
Cardona, Marina Olaya, Marta Lucía Castro, Miguel
Amariz Garzón, Miriam Ardila Rodríguez, Nancy
Isabel Martínez, Nelly Barrios Caucil, Ninfa María
Trejos Montes, Niria Sánchez, Nohelia González,
Olfer Medina, Olinda Lozando de Guzmán, Orfa
Lilia Madrigal, Otoniel España Lopez, Pedro
Sánchez Vanegas, Rigoberto Montero, Rocío
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Madrigual, Romilio Madrigual Delgado, Rosalba
Beltrán, Rubiela Salinas, Servio Tulio Gómez,
Susana Canacue, Teresa Cardona, Tito Libio
Cardona, Tobiás Hernández Altamar, Virgenis
Marín, Viviana Anaya Romero, Yamile Mur
Rodríguez
T- 675076, (demandante: Alba Luz Ruis Mosquera, Albeiro de Jesús Sánchez
Alba Luz Ruiz Mosquera Montoya, Alberto Arana Valencia, Alberto Cabrera
y otros Medina, Alexander Castañeda Mosquera, Aleyda
Tabarez de Ruiz, Alonso Castagñeda Benitez,
Álvaro Murillo Rentería, Amanda Cruz Muñoz, Ana
Celida Naranjo Zapata, Ana Fransisca Mosquera de
Matur, Ariel de Jesús Serna Jiménez, Belén Henao
Giraldo, Blanca Sonia Paniagua Muñoz, Celso Cosio
Mosquera, Cristobal Emilio González Jiménez, Cruz
Helena Moreno Mosquera, Dorilia Cossio, Eduardo
Cuenut, Fabio de Jesús Moreno Flórez, Fannery
Garzón, Fitsoder de Jesús Herrera Hincapié, Gabriel
de Jesús Suárez Florez, Gilberto Morales Florez,
Gladys Yanini Romero Noriega, Gustavo Moreno
Nagle, Héctor José Sánchez Montoya, Jael Alicia
Cañaveral Fernandez, Jesús Alexis Copete Perea,
José Alirio Campaña Rentería, José Daniel Ramírez
Maturana, José Edilberto Rua Jiménez, José Efredy
Gómez, José Jesús Vinazco Aristizabal, José Otilio
Suárez Bartolo, José Walter Parra Torres, Juan
Bautista Naranjo Marín, Juan Del Carmen Mosquera
Mosque, Juan Pablo de Jesús Campeón Pescado,
Laurentina Correa Maturana, Luis Horacio Ramírez
Caro, Ma Alejandrina Mosquera Cepeda, Ma
Aracelly Campeón Pescador, Marco Tulio Vélez
Castaño, María Del Carmen Romero Serna, María
Del Pilar Martínez Saavedra, María Dora Guevara
Vargas, María Gleidy Cañón Rodríguez, María
Lorenza Mosquera Pereira, María Lucelly Lloreda
Mosquera, María Matilde Ruiz Gallego, María
Patricia López Flórez, Martha Cecilia Caviche,
Martha Elena Torres Machado, Martha Rubiela
González de Romero, Matilde Isabel Leal Ojeda,
Miriam Rosa Campeón Pescador, Myriam Mosquera
Rentería, Nelson Montoya Urrego, Nora Córdoba
Mosquera, Nubiel Antonio Correa, Olga Omardy
Campeón Pescador, Pedro Antonio Cardona, Ramiro
González, Ramón Gustavo Moreno, Rocío de los
Ángeles Rueda, Rosemberg Antonio Montoya
González, Ruth del Carmen Valencia Cruz, Salome
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Cuenut Maturana, Ubeibar de Jesús Campeón
Pescador
T- 679482, (demandante: Los Adultos: Dora Alba Ramírez Aguirre, Diana
Dora Alba Ramírez María Benitez, Luis Enrique Benitez; y Los
Aguirre y otros) Menores Euniris Benitez, María Neyibia Benitez,
María Milvia Benitez.
T- 680268 , (demandante: Jaime de Jesús Echeverry (Núcleo familiar
Jorge E Peralta de Brigard, compuesto por dos adultos y tres menores).
como representante legal
de la Asociación
Humanitaria de Colombia
en representación de Jaime
de Jesús Echeverri Pérez).
T- 680627, (demandante: Juvenal Navarro Arroyo, Deyanira Herrera, Eduardo
juvenal navarro Arroyo y Orozco, Pedro Pacheco, Ismael Maestre, Juan
otros, todos representantes Montes, Jony Meriño, Luis Carlos Fernández
legales de asociaciones de representantes legales de las organizaciones de
desplazados) desplazados: Asociación de Desplazados del Caribe
Colombiano, Asociación por un mejor vivir feliz,
Asociación Nueva Vida, Asociación Nuevo
Horizonte, Asociación Desplazados Unidos,
Asociación Asodespente, Asociación Justicia y Paz,
Asociación Renacer, en nombre y representación de
sus asociados (no se anexa lista de miembros)
T- 680670, (demandante: Efraín Navarrete, Ana Rosa Valencia, Rosa Caicedo,
Efraín Navarrete) Mercedes Sinisterra, Lucy Sinisterra, Darlyn
Sinisterra, Wilson Mora.
T- 680805, Diana María Benítez Ramírez, Aldemar Hinestroza
(demandante:Diana María (Esposo).
Benítez Ramírez)
T- 681418, Javier Pérez Rayo, Antonio Medina Vega, María
(demandante:Javier Rayo Mary Vargas, Arcelia Palomino.
Pérez y otros)
T- 681839, (demandante: José Edgar Navarro Solórzano (1 Adulto y 1
José Edgar Navarro Menor).
Solórzano representado
por Henry Rivera Acosta
como representante legal
de la Asociación de
familias desplazadas
(ASOFADECOL)
T- 682674, (demandante: Elsy Valencia Lozano.
Elsy Valencia Lozano)
T-683849, (demandante: Doris Alba Robles Castellanos, Facundo Cortés
Doris Alba Robles Trujillo.
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Castellanos)
T-683850, (demandante: John Wilson Perdomo Polanía, Erika Milagros
John Wilson Perdomo Barreto Rodríguez.
Polanía)
T-684071, (demandante: Ruby Jadith Oyola Ramírez.
Ruby Jadith Oyola
Ramírez)
T-684470, (demandante: Jorge Eliécer Betancourt Márquez.
Jorge Eliécer Betancourt
Márquez)
T- 684548, (demandante: Manuel José Hoyos González.
Manuel José Hoyos
González)
T- 684560, (demandante: María Marli Riobo Caleño.
María Marli Riobo
Caleño)
T- 684566, (demandante: Edith Silva Trillos.
Edith Silva Trillos)
T- 684572, (demandante: Moisés Pomar Lozano.
Moisés Pomar Lozano)
T- 684573, Leonidas Montilla Sánchez.
(demandante:Leonidas
Montilla Sánchez)
T- 684574, (demandante: Amparo Suasa Forero.
Amparo Suasa Forero)
T- 684579, (demandante: Omayra Henao Correa.
Omayra Henao Correa)
T- 684744, (demandante: José Daniel Santofimio Castro.
José Daniel Santofimio
Castro)
T- 685774, (demandante: Cerafina Huila.
Cerafina Huila)
T- 685986, (demandante: Carlos Omar Rodríguez.
Carlos Omar Rodríguez)
T- 685987, (demandante: Gladis Ortiz Montejo, Maximiliano Ortiz Montejo,
Gladis Ortiz Montejo y Angélica Gálvez Henao.
otros)
T-686154, (demandante: Eustacio Fonseca Barraza, Felipe Zárate V, Xiomara
Eustacio Fonseca Barraza, L. Ariño, Ernesto Epinayú, Omar Erazo López,
como representante legal Carmen Sierra, William Ariño, Luis E. Duarte, Luz
de la Asociación de Marina González, Rosana Ludo Urbaéz, Ubida
Desplazados de Fonseca, María Urbaéz Ariño, Yudis Mari Castillo, Simón
ADESFONGUA.) Corzo Flórez, Betty García Díaz, Luis M. García
Díaz, César Maldonado Avila, Paulina Salina, Yulis
Córdoba, Elizabeth Ariño, Numnel Amaya, Olido
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Cujio, Mónica Daza, Tercilia García, Cecilio
Granados, Antonio Arciniegas, Ángel Guerrero,
Orlando Orozco, Ismael E. Ferrer, Adriano Fidel
Sierra Rambauth, Eduardo Sierra Rambauth, Rafael
Sierra Rambauth Pedro Español, Julia Duarte,
Victorino Romero, Elba Urbay C, José Epinayú,
Graciela Aroca, Federico Montoya, Neiber Erazo,
Gloria Navarro, Berna Jaraba, Madeleine Jaraba,
Evangelino A., Marta Gómez, Eleidis Rosa.
T- 686751, (demandante: María Del Socorro García Díaz, Luis Emilio García
María del Socorro García Díaz, María Eudilia Gutiérrez Padilla (menor de
Díaz) edad).
T- 686775, (demandante: Carlos Julio Aroca Díaz.
Carlos Julio Aroca Díaz)
T- 687040, (demandante: Jackeline Rentería Angulo.
Jackeline Rentería
Angulo)
T- 687244, (demandante: Pantaleón Oyola Camacho.
Pantaleón Oyola
Camacho)
T- 687274, (demandante: Olinda Londoño Peña.
Olinda Londoño Peña)
T-687276, (demandante: Arvey Marín Latorre.
Arvey Marín Latorre)
T- 687325, (demandante: Silvestre Bautista Londoño
Silvestre Bautista
Londoño)
T- 687987, (demandante: Hernando Aldana, Felix Ospina Carrillo, Irlandez
Hernando Aldana y otros) Calderón Perafán, Juan Antonio Rovallo Rodríguez,
Luz Marina Triviño, Alexander Elías Jiménez
Sandoval, Adonai Monje, Pedro Eudoro Prieto
Palacios, Nohora Isabel Triviño, Amanda Ramírez
Vásquez, Víctor Hugo Mercado, Luis Enrique Rubio
Oviedo, Alfredo Gutiérrez, Ermened Rubio
González, Divalba Alape Lozano, Ana Zulay Rayo
Garzón, María Cecilia Carrillo Barragán, Argot
Silenia Bernal Moreno, Alexandra Bolaños Usa,
Abraham Ramírez, Carlos Joaquín Moreno Palma,
Marly Jorleny Guevara, Rafael Alfonso Botello,
Carmen Julia Moreno Palma, Manuel Ortiz
Bermúdez, Enilda Rosa Martínez, Fernando Edwin
Vides, Ricardo Contreras, Roberto Hernández,
Manuel Salvador Arévalo Claro, Alberto Ramírez,
Ana Victoria Moreno de Palma, Libia Pinzón, Uriel
Bermúdez Reyes, Nancy Ramírez, Numael Rayo,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Carlos Joaquín Moreno Viuche, Ledys Vides
Quiroz, Gloria Amparo Moreno Palma, Jakeline
Becerra Rodríguez.
T- 688002, (demandante: Gloria Yaneth Hernández, Carlos Enrique Montoya
Gloria Yaneth Hernández) B., Gustavo Sanz Ordóñez, Rubén Darío Villegas,
Carlos Antonio Posada, Liced Yuliana Posada,
Diana Milena Ortiz Gutiérrez, Jhon Jairo Mayor
Sánchez, José Ignacio Mapura Jiménez, Rubiela
Cataño Hernández, Ana María Suaza, Mara Nancy
Villa, Luis Fernando Mapura Vinasco, Luis Alberto
Bermúdez Tobón, Pablo Emilio Vélez Gallón,
Adalberto Sanz Ordóñez, Luis Gonzaga Arias,
Carmen Emilia Restrepo, Blanca Libia Salas, Jorge
Eliécer B.
T- 688508, (demandante: Henry Gañán Salazar y su núcleo familiar
Henry Gañán Salazar)
T- 688767, (demandante: Yamel Alirio Tamayo Giraldo y su núcleo familiar
Henry Rivera Acosta,
representante legal de
(ASOFADECOL), en
nombre de Yamel Alirio
Tamayo Giraldo)
T- 688769, (demandante: Adolfo Sánchez Castrillón.
Adolfo Sánchez
Castrillón)
T- 688868, (demandante: Luis Hernando Moncayo Urbano.
Luis Hernando Moncayo)
T-689017, (demandante: Cristina Onaida Medina Mejía (y núcleo familiar
Cristina Medina Mejía y compuesto por 7 personas, 2 adultos y 5 menores de
otros) edad), Marlene Morales López (y núcleo familiar
compuesto por 5 personas, 2 adultos y 3 menores de
edad), Yanet Borja Hernández (y núcleo familiar
compuesto por 3 personas, 1 adulto y 2 menores de
edad), Rosa Delia Dietes (y núcleo familiar
compuesto por 6 personas, 1 adulto y 5 menores de
edad), Jesús María Holguín (núcleo familiar
compuesto por 2 adultos tercera edad), Carlos Felipe
Sarmiento Díaz (núcleo familiar compuesto por 5
personas, 4 adultos y 1 menor de edad), Benigno
Antonio Mancera Berrueco (núcleo familiar
compuesto por 5 personas, 2 adultos y 3 menores de
edad)
T- 689020, (demandante: María Morelia Ciro Ramírez, Elsa Madera Carranza,
María Morelia Ciro Yesid Bermúdez, Sandra Patricia Vides Guzmán,
Ramírez y otros ) Luz América Monsalve, Eloina Rodríguez Oviedo,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Emilse Fernández Pereira, Luz Edilia Calvache
Osorio, Arturo Méndez Rodríguez, Sandra García,
Jaidith Martínez, José Luis Osorio, José Emiro
Ramírez.
T- 689104, (demandante: Oliveiro Pacheco Galeano.
Oliverio Pacheco
Galeano)
T-689131, (demandante: Jesús Antonio Álvarez Rivera.
Jesús Antonio Álvarez
Rivera)
T- 689186, (demandante: Ernestina Suárez Riascos.
Ernestina Suárez Riascos)
T-689206; (demandante: Rubiela Prias Méndez, William Alexander Prias
Rubiela Prias Méndez) Méndez, Mónica Tatiana Prias Méndez.
T-689307, (demandante: Antonio Castro Vélez, Raul Muñoz Sanabria, Ana
Antonio Castro Vélez y Joaquina Narváez, Elsa Montero Silva, Lilia Del
otros) Carmen Cuadros, Esther Benavides Meneses,
Humberto Fonseca, Arelys Ruiz Ortiz, Hermes
Mojica, Laureano Mosquera, Rubén Darío Zuleta,
Delfina Pagüena, Antonia Vera Ariza, Elia Josefa
Vásquez, Belisario Olivares, Ana Felicia Carpio,
Francia Nubia Trillos, Nelson Ardila Valencia,
Cristina Onaida Medina, Marlene Morales, Yanet
Borja, Rosa Delia Dietes, Jesús María Holguín,
Carlos Felipe Sarmiento, Benigno Antonio Macera.
T- 689503, (demandante: Félix Leopoldo Acosta.
Félix Leopoldo Acosta)
T- 689697, (demandante: Elizabeth Moreno García.
Elizabeth Moreno García)
T-690250, (demandante: Pomar Lozano Oliveiro, Amparo Rodríguez, Luis
Pomar Lozano Olivero) Ángel Pomar Rodríguez
T- 690254, (demandante: Ricardino Riascos Mantilla
Ricardino Riascos
Mantilla)
T- 690437, (demandante: Wilson Romero Gómez, Bertha Carreño
Wilson Romero Gómez) López,Blanca Nelly Romero, Jonathan Andrés
Romero.
T-692182, (demandante: Josué Godoy González.
Jesús Eduardo Triana
Calle en representación
de Josué Godoy González)
T- 692183, (demandante: María Belarmina Suaza Giraldo.
María Belarmina Suaza
Giraldo)
T- 692204, (demandante: José Dolores Renteria, Aida Lucía Mosquera
EXPEDIENTE ACCIONANTES
José Dolores Rentaría y Maturana, Alida Mosquera Mosquera, Alis María
otros) Machado, Ana Dionisia Mosquera, Ana Dolores
Mosquera Mosquera, Ana Dominga Hurtado
Córdoba, Ana Francisca Rentería Maturana, Ana
Julia Mosquera Murilllo, Antonio de Jesús Restrepo
Aguilar, Apolonides Ibarguen Ramírez, Argemiro
Upegui Galeano, Ariel Pineda Uribe, Ariosto
Moreno Lemus, Armanda Machado Mosquera,
Aurelio José Bermúdez Rentería, Aurelio Mosquera
Rentería, Beatriz Elena Rivas Machado, Benancio
Machado Córdoba, Blanca Nubia Martínez de
Blandón, Boris Antonio Mena, Candida Rosa
Mosquera, Carlos Alberto Mosquera Serna, Carlos
Alberto Rentería Ramírez, Carlos Tulio Mosquera
Pereira, Carmelina Andica de Gañán, Carmen
Bolivia Perea Mosquera, César Augusto Mosqura,
César Augusto Salazar Penagos, Clara Hilda
Hinestroza, Concepción Maturana Mosquera, Cruz
Emilia Rentería, Cruz María Pino Bonilla, Daisi
Rubiela Torres Perea, Damaris Rentería Rentería,
Daniel Bedoya Raigoza, David Moreno Arango,
Digna María Mosquera Buenaños, Doralia Maturana
Escarpeta, Doris María Maturana Machado,
Edilberto Agudelo Pareja, Eduardo Machado
Machado, Eida Mosquera Murillo, Eloicer Mena
Rentería, Emilsa María Hernández Benavides, Eris
María Córdoba, Erminda Rentería Mosquera,
Ernestina Maturana Castillo, Eugenia Guaramu
Aricap, Eulogia Córdoba Mosquera, Eutasio Serna
Moreno, Evaristo Murillo Mosquera, Evelio
Córdoba Mosquera, Fabio de Jesús Moreno Flores,
Fernando de Jesús Upegui Velasco, Flor María
Moreno Ayala, Francisca Arnole Mosquera,
Francisco Javier Rivas Rentería, Gonzalo Mosquera
Murillo, Harvelis Ximena Mosquera, Héctor Alonso
Mosquera Mosquera, Isaac Rentería Moreno, Isabel
Mosquera Mena, Isnel Antonio Rentería Maturana,
Iver Demetrio Mosquera Murillo, Jairo Barrera
Villanueva, Jairo Herando Rentería Maturana, James
Rodríguez Henao, Jesús Arnoldo Rentería
Buenaños, Jesús María Moreno Ayala, Jhon Wilmar
Mosquera Figueroa, Jorge Machado Córdoba, José
Arismesio Mosquera, José Clímaco Mosquera
Perea, José Delio Escarpeta Palacio, José Gerardo
Rosero Melo, José Gamboa Arroyo, José Gilberto
Gañán Bueno, José Indulfo Mosquera Machado,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
José Marino Mosquera, José Orlando Osorio
Mosquera, José Vidal Mosquera Mosquera, Juan
Alberto Escarpeta Machado, Juan Bautista Palacios,
Juan de Dios Sepúlveda, Julio Mosquera Sánchez,
Justiniana Mena Machado, Limbanio Antonio
Rentería Ramírez, Lizardo de Jesús Sepúlveda Urán,
Lourdes Isabel Álvarez Martínez, Lucía Castillo
Jiménez, Lucía Rudecinda Mena Rentería, Luis
Alfonso Trujillo Renjifo, Luis Aníbal Mosquera,
Luis Arturo González García, Luis Jesús Rolón
León, Luis Alba Muñoz, Luz Caridad Moreno
Campaña, Luz Dary Maturana Buenaños, Luz Del
Carmen Maturana, Luz Marina Zamora Delgado,
Luz Mary Martínez Maturana, Luz Nelly Rentería
Mosquera, María Ramos Maturana de Posada, María
Yamile Rentería Campaña, Magnolia Machado
Rentería, Manuel Angélico Sánchez Mena, Marco
Fidel Pava Ramos, Margarita González Arias,
Margarita Hinestrosa de Mena, María Aleida Perea
Nagle, María Antonia Rentería Maturana, María
Carolina Renteria Renteria, María de la Cruz
Mosquera, María Escilda Sánchez Perea, María
Felicidad Gómez Mosquera, María Griseldina
Hinestroza, María Irelisa Mosquera Murillo, María
Luceli Cordoba Perea, María Lucinda Machado
Mosquera, María Lucinet Mosquera, María
Mercedes Palacio Cosio, María Miriam Mosquera
Rentería, María Nulfa Quiñones Mosquera, María
Soledad Mosquera Machado, María Yadilfa
Machado Moreno, Martha Elena Torres Machado,
Martha Ofelia Palacios Agualimpia, Martinina
Rentería Castillo, Máximo Rentería Mena, Medardo
Antonio Rentería Rentería, Melba Cossio Mosquera,
Nelis Beatriz Andrade Perea, Nelson Montoya
Urrego, Nilo Antonio Herrera, Nohemy Lloreda,
Nora Córdoba Mosquera, Norma Luz Lloreda
Mosquera, Norma Mosquera Mosquera, Olga
Cecilia Cuartas Pérez, Olivia Perea Mosquera, Omer
Murillo Herrera, Ordóñez Herrera, Orfelina
Mosquera Machado, Paulina Agualimpia Córdoba,
Reinaldo Loaiza Gracia, Roberto Odilom Mosquera
Rentería, Rocío de Los Ángeles Rueda, Román
Moreno Ayala, Rosa Elvira Upegui Vinasco, Rosa
Enoe Mosquera, Rosa Esnea Mosquera Mosquera,
Rosa Esperanza Mosquera Machado, Rosalia
Cordoba, Rosa María Mena Roa, Rosa Melia
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Renteria, Ruperto Pencua Rincon, Samuel Renteria
Ramírez, Simon Elias Cardona Zambrano, Suriel
Ramos Mosquera, Teresa Bedoya Caicedo,
Valdramina Parra Machado, Vicenta Mena Renteria,
Victor Eduardo Gómez, Victorino Mosquera,
Virgilio Padilla Moreno, Wilson Antonio Manco
Muñoz, Wiston Antonio Renteria Cuesta, Yamilet
Machado Moreno, Yenier Yesid Arias Díaz, María
Ligia Quintero Cano, María Del Tránsito Machado
de Mosquera, Alba Cecilia Mena Rentería, Elvia
Amparo Cardona Cardona, María Paulina Mosquera
Córdoba, Sandra Hincapié Herrera Y Luz Dary
Hincapié Herrera.
T-692218, (demandante: José Eduardo Ayala Ayala y su núcleo familiar
José Eduardo Ayala
Ayala)
T- 692398, (demandante: Heber Molano Rojas y su núcleo familiar
Heber Molano Rojas)
T-692410, (demandante: Nina Patricia Sanmiguel y su núcleo familiar
Nina Patricia San Miguel)
T- 692415, (demandante: Luz Marina Pacheco Sambrano.
Luz Marina Pacheco
Sambrano)
T- 692867, (demandante: María Cristina Rodríguez Vásquez, Libardo Antonio
María Cristina Rodríguez Ramírez, Libardo, Antonio, Javier Antonio, Dora
Vásquez.) Lilia y Jhon Fredy Ramírez Rodríguez
T- 692880, (demandante: Los Menores: Leidy Marien Polania, Wilmen
Héctor William Suárez Polania, Lizeth Daniela Polania, Jeyner Adrian Ossa,
Moreno, personero Alexander Ossa, Jehison Sossa, Angelica Trujillo,
Municipal de Florencia) Yarlin Arledy Cuellar, Lucerito Cuellar, Diego
Vargas Quino, Gladis Vargas, Davinson Chaguala,
Jeison Arley Sotto, Yeferson Peña, Aie Dajana Soto,
Jaime Ospina Bolaños, Vicky Alejandra Ospina,
Erney Sánchez, Didier Arrigui Rojas, Jasneidy
Arrigui, Jeferson Gallego, Deyner Chocue,
Darlinson Chocue, Yina Milady Herrera
T- 693606, (demandante: Edgar Verján Chambo y su núcleo familiar
Edgar Verján Chambo)
T-695161, (demandante: Nancy Quintero Castañeda y Elizabeth Quesada
Henry Rivera Acosta, Tovar, y sus núcleos familiares
representante de
ASOFADECOL como
apoderado de Nancy
Quintero Castañeda)
T-695242, (demandante: Sosmery y Sergio Alexander Giraldo Cadavid y sus
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Sosmery Cadavid núcleos familiares
Tavorda)
T-695691, (demandante: Elizabeth Quesada Tovar y su núcleo familiar
Elizabeth Quesada Tovar)
T- 695839, (demandante: Jorge Eliécer Meza y su núcleo familiar
Jorge Eliécer Meza)
T- 695872, (demandante: Gerardo Parra y su núcleo familiar
Gerardo Parra)
T- 696791, (demandante: Libe Antonio Porras Duque y su núcleo familiar
Libe Antonio Porras
Duque)
T- 697477, (demandante: Jesús María Puerta Betancurt y su núcleo familiar.
Jesús María Puerta
Betancurt)
T- 697866, (demandante: María Emérita Lozada y su núcleo familiar
María Emérita Lozada)
T- 697902, (demandante: María Stella Cabrera Díaz y su núcleo familiar
María Stella Cabrera Díaz)
T- 697908, (demandante: Eloina Zabala y su núcleo familiar
Eloina Zabala)
T- 698625, (demandante: Aldemar Loaiza Montealegre y su núcleo familiar
Aldemar Loaiza
Montealegre)
T- 698940, (demandante: Norman Hernández Góngora y su núcleo familiar
Norman Hernández
Góngora)
T- 699715, (demandante: Jairo Jantivas Sánchez, María Fanny Restrepo y
Jairo Jantivas Sánchez, otras 21 familias cuyos nombres no fue posible
María Fanny Restrepo de identificar.
Atehortúa y otros)
T- 700088, (demandante: Bibiana Lancheros Zambrano y su núcleo familiar
Bibiana Lancheros
Zambrano)
T- 700362, (demandante: Deycy Rubiano de Vanegas y su núcleo familiar
Deycy Rubiano de
Vanegas.
T- 700370, (demandante: Suny Yuliana Mosquera y su núcleo familiar
Suny Yuliana Mosquera)
T-700727, (demandante: Mary Ettel Córdoba y su núcleo familiar
Mary Ettel Córdoba
Burbano)
T-700805, (demandante: Aída María Muñoz de Araujo y su núcleo familiar
Aída María Muñoz de
Araujo)
T-700902, (demandante: Abrahan Ramírez, Adelaida Pinto Páez, Andrea Del
EXPEDIENTE ACCIONANTES
ASOFADECOL - Pilar Baquero Hurtatis, Adriana Pulido, Aida
Asociación de Familias Castaño Sánchez, Alba Luz Marín Perdomo, Alberto
Desplazadas de Colombia) Oviedo González, Aldemar Ramírez Niño, Aldemir
Osorio Ortegón, Alexander Hernández, Alfredo
Quintero Osorio, Alirio Hoyos Díaz, Amparo
Ducuara Velásquez, Ana Belén García, Aniceto
Díaz, Antonio José Duque, Aristobulo Méndez,
Armando Leal, Arvey Cerquera Rada, Astrid García
Conde, Atanael Paredes Aguiar, Audias Cerquera
Rada, Beatriz Osorio Ortegón, Beatriz Aguirre,
Blanca Cenelia Barrero Palomino, Blanca Elina
Torres, Blanca Flor Ramírez Padilla, Blanca Lilia
González, Bonificia Hernández, Carlos Eduardo
Lozada, Carlos Eduardo Pérez, Carlos Eduardo
Triana Cárdenas, Cecilia López Quintero, Cesar
Eduardo Pinzón Vanegas, Clara Inés Alonso, Deicy
Lugo Méndez, Diana Marcela Bazurdo Santana,
Diana Maribel Osorio Ortegón, Domingo Agudelo
Gutiérrez, Edgar Ramírez Edgar Luis Ramírez,
Edinson Sánchez, Eida Castaño Castro, Elcy Gaspar
Aguirre, Eliseo Ortigoza P., Elma Alonso Osorio
Ortegón, Emilsen Osorio Ortegon, Ennesy Lasso
Otálvaro, Erminso Castaño, Ernesto Ramírez
Vargas, Esperanza Bonilla, Eterberto Carvajal
Hernández, Eyoam Ruiz Martínez, Fanny Guarnizo,
Florinda Mape de Mape, Frowin Agudelo Bermudes,
Geimar Arce Herrera, Gentil Montiel Romero,
Gilberto Cerquera Palomino, Gloria Esmeralda
Giraldo, Gloria Yuvi Pava Hincapie, Gustavo
Ardila, Gustavo Pinto Bahamón, Hermelinda Ortiz
Rodríguez, Hermon Leiton Ospina, Idel Rogelio
Neiva Unda, Isai Gaspar Aguirre, Israel Rueda,
Jaime Acosta, Javier Enrique Toro Guerrero, Javier
Enrique Madrigal, Jesualdo Daza, Jesús Antonio
Carvajal Álvarez, Jesús Lisandro Zamudio, Jesús
María Oliveros, Jhon Wilmer García Pinto, Jorge
Alirio Martínez Caballero, Jorge Guzmán Molina,
José A. Acosta, José Adan González, José Albeiro
Marulanda, José Alejandro Colorado Castaño, José
Alfredo Motta, José Arberi Hoyos Luna, José
Narcizo Castañeda, José Rubiel Silvestre, José
Vicente Moreno, José William Alvarado, Joselín
Hernández, Josue Godoy Castro, Julio César
Caicedo, Leonardo Lozano, Leonor Vargas, Lucero
Paloche Rodríguez, Lucio Páez Guerrero, Luis
Adriano Collazos, Luis Alfredo Díaz Marqueza,
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Luis Ángel Caicedo Rayo, Luis Eduardo Pinto
Bahamón, Luis Enrique Arias Cardozo, Luis Evelio
Guzmán, Luis Gentil Morales Ramírez, Luis Henry
Parra Cabrera, Luz Darly Osorio Ortegón, Luz Dary
Correa Rodríguez, Luz Dary Chaguala Rodríguez,
Luz Dennis Pinto Páez, Luz Erika Arana, Luz Ilida
Lasso Otálvaro, Luz Marina Gasca, Luz Marina
Pacheco Lozano, Luz Marina Sánchez Pérez, Luz
Marina Vega Díaz, Luz Myriam Quevedo Linarez,
Manuel Ignacio Criollo, Manuel José Romero,
Marcela Cubillos Díaz, Marcely García Manrique,
María Beiba Sánchez, María Belarmina Suaza
Giraldo, María Belquin Angarita, María Corona
Muñoz Tulcán, María de Los Angeles París, María
Doly González, María Edith Justinico, María Jesús
Casas, María Lucrecia Marín Rodríguez, María
Noelia Páez, María Olinda Otálvaro de Oyola,
Marleny Bedoya, Marleny Solano Vargas, Martha
Cecilia Aguirre, Martha Lucero Ariza, Medardo
Soto Rivera, Miller Castañeda, Neifer Osorio
Ortegón, Nelson Cardozo Acosta, Nelson Rindo
Quintero, Neuvery Buitrago Sánchez, Nidia
Rodríguez Bustos, Nobey Pinto Paez, Nohora
Monroy Carrillo, Norma Constanza Díaz, Octavio
Sánchez Burbano, Olga Ramírez, Olga Yaneth
Castro, Omar Arias Escobar, Orlando Losada Pinto,
Orlando Losada Rada, Pablo Antonio Asprilla,
Pedro Antonio Martínez López, Ramiro Antonio
Vargas, Ramiro Ladino Gutiérrez, Ramiro Ramón
García, Rosevertt Oviedo, Rosa Delia Castro, Rosa
Elena Gasca, Rosalba Rada Oyola, Rubiela
González Arévalo, Ruth Martínez Arias, Sandra
Carolina Gómez, Sandra Patricia Pinto, Sandro
Morci, Saul Martínez Morales, Sabina Palomino
Caleño, Silvio Lozada C. , Silvio Muñoz Ñañez,
Solfidia Beltrán, Teresa Ramírez Masmela, Uriel
Rojas Perdomo, Victoriano Oyola Tique, Wilson
Patiño Rivas, Willer Lasso Otálvaro, William
Rodríguez Grajales, Yazmin Pinto Paez, Yenith
Paola Miranda Quintero, Yolanda Fajardo, Yorledis
Contreras Quintero, Yuri Zulay Parra Jiménez,
Amalfi Arias.
T- 701212, (demandante: Nohora Juvia Burbano Bolaños y su núcleo familiar
Nohora Juvia Burbano
Bolaños)
T- 701296, Rodrigo Olaya Muñoz y su núcleo familiar
EXPEDIENTE ACCIONANTES
(demandante:Rodrigo
Olaya Muñoz)
T- 701300, (demandante: Franklin Antonio Mosquera Sánchez y su núcleo
Franklin Antonio familiar
Mosquera Sánchez)
T- 701501, Faustino Piñeres Rangel y Medardo Gámez
(demandante:Faustino Melgarejo y sus núcleos familiares
Piñeres Rangel, y
Medardo Gámez
Melgarejo)
T- 701730, (demandante: Ruby Jadith Oyola Ramírez y su núcleo familiar
Ruby Jadith Oyola
Ramírez)
T- 701850, Uriel Salas Moreno y Eduviges Palacios y su núcleo
(demandante:Uriel Salas familiar
Moreno y Eduviges
Palacios)
T- 702437, (demandante: Dominga Mosquera Largacha y su núcleo familiar
Dominga Mosquera
Largacha)
T- 702574, (demandante: Pedro Mono Lozada y su núcleo familiar
Pedro Mono Lozada)
T- 702579, (demandante: Lisandro Rodríguez Pacheco y su núcleo familiar
Lisandro Rodríguez
Pacheco)
T- 703064, (demandante: José Ignacio Campos y su núcleo familiar
José Ignacio Campos)
T- 703130, (demandante: Leonel Pascual Sánchez y su núcleo familiar
Leonel Pascual Sánchez
Rivera)
T- 703423, (demandante: Fray Martín Álvarez, Aníbal Rojas, Nelly Otálvaro
Fray Martín Álvarez y Mery Labios, Gloria Anayibe Gaitan, Olga Mireya
otros) Mesa, Fredy Milton Ramírez, María Cecilia Lozano,
Luz Mila Pulido Aroca, Elizabeth Pulido, María
Luisa Lozano, Claudia Patricia Olaya, Nancy Milena
Barón, Mainardy Martínez, Magda Nelly Martínez.
T- 703857, (demandante: Everardo Osorio Castro y su núcleo familiar
Everardo Osorio Castro)
T- 703897, (demandante: José María Gutiérrez Carrillo y su núcleo familiar
José María Gutiérrez
Carrillo)
T- 704500, (demandante: Ana Nilvia Galíndez Araujo, Blanca Dolly López
Ana Nilvia Galíndez Meza, Carlos Herminzul Díaz Ojeda, Holmes
Araujo, Blanca Dolly Alexander Meza Araujo (Acciones Interpuestas Por
López Meza, Carlos Separado Y Luego Acumuladas).
EXPEDIENTE ACCIONANTES
Herminsul Díaz Ojeda,
Holmes Alexander Meza
Araujo)
T- 704501, (demandantes: John Jairo Ojeda Delgado, Doria Elia Valdés de
Jhon Jairo Ojeda Delgado, Ojeda, Ubertino Díaz, Carlos Antonio Meza
Doria Elia Valdés de (acciones interpuestas por separado y luego
Ojeda, Ubertino Díaz, acumuladas)
Carlos Antonio Meza)
T- 705236, (demandante: Eduardo Rincón Roa y su núcleo familiar
Eduardo Rincón Roa)
T- 706125, (demandante: Hernando de Jesús Guingue y su núcleo familiar
Hernando de Jesús
Guingue)
T- 706749, (demandante: Ernesto Perdomo y su núcleo familiar
Ernesto Perdomo)
T-775898 (demandante: María Dolores Naranjo y su núcleo familiar
María Dolores Naranjo)
2
Algunos de los accionantes interpusieron la acción de tutela para ser inscritos en el Registro Único de
Población Desplazada, sus nombres aparecen detallados en la parte resolutiva de esta sentencia.
INCORA, el SENA, así como contra varias administraciones municipales y
departamentales, por considerar que dichas autoridades no estaban
cumpliendo con su misión de protección a la población desplazada y por la
falta de respuesta efectiva a sus solicitudes en materia de vivienda y acceso a
proyectos productivos, atención de salud, educación y ayuda humanitaria.
3
Los nombres de los accionantes que a la fecha de la interposición de la tutela no habían recibido la ayuda
humanitaria de emergencia, a pesar de encontrarse inscritos en el Registro Único de Población Desplazada se
encuentran detallados en la parte resolutiva de esta sentencia.
1) Que la entidad ante quien se hace la solicitud, no es la competente para
conceder la ayuda solicitada, pues sólo está a cargo de algún aspecto de
coordinación;
8. Que una de las personas inscritas bajo un núcleo familiar sea desvinculada
de él y se le permita continuar recibiendo la ayuda humanitaria como un
núcleo familiar;
1. Competencia
Por lo tanto, la Sala considera que los problemas jurídicos a resolver en esta
oportunidad son los siguientes:
5
Ver entre otras, las sentencias Sentencia C-037 de 1996, MP Vladimiro Naranjo Mesa, T-088 de 1999.
M.P. José Gregorio Hernández Galindo y el Auto 031A del 30 de abril de 2002, MP: Eduardo Montealegre
Lynett.
A pesar de que en el año 2003 el número de nuevos desplazados disminuyó y
que respecto de la población desplazada las autoridades han identificado la
urgencia de atender adecuadamente su situación, han diseñado una política
para su protección y han desarrollado múltiples instrumentos para su
ejecución, las acciones que efectivamente llevan a cabo las autoridades para
garantizar los derechos de la población desplazada (apartado 6.1 y 6.2) y los
recursos efectivamente destinados a satisfacer estos derechos (apartado 6.3.2),
no resultan acordes con los mandatos de la Ley 387 de 1997 que desarrollaron
los derechos constitucionales respecto de los desplazados, ni con los decretos
que el propio Ejecutivo ha dictado sobre la materia, ni con las previsiones que
el CONPES había efectuado al estimar los recursos necesarios para atender
tales derechos (apartado 6 y Anexo 5).
Tal vulneración no es imputable a una sola entidad, sino que todas las
autoridades nacionales y territoriales con responsabilidades diversas en la
atención de la población desplazada, por acción u omisión, han permitido que
continúe y, en algunos casos, se agrave la vulneración de los derechos
fundamentales de los desplazados.
Con el fin de que garanticen los derechos de los tutelantes también ordenará
que se de respuesta de fondo, completa y oportuna a las peticiones de ayuda
que originaron la presente demanda, siguiendo los lineamientos señalados por
la jurisprudencia de la Corte (apartado 10).
Es por ello que las asociaciones de desplazados, que se han conformado con
el fin de apoyar a la población desplazada en la defensa de sus derechos,
pueden actuar como agentes oficiosos de los desplazados. No obstante, a fin
de evitar que por esta vía se desnaturalice la acción de tutela, se promuevan
demandas de tutela colectivas sin el consentimiento de sus miembros, o se
emplee esta figura para desconocer las normas sobre temeridad, tal
posibilidad debe ser ejercida bajo condiciones que a la vez que garanticen el
acceso a la justicia a la población desplazada, impida posibles abusos. Por
ende, tales organizaciones estarán legitimadas para presentar acciones de
tutela a favor de sus miembros bajo las siguientes condiciones: 1) que se haga
a través de su representante legal, acreditando debidamente su existencia y
representación dentro del proceso de tutela; 2) que se individualice, mediante
una lista o un escrito, el nombre de los miembros de la asociación a favor de
quienes se promueve la acción de tutela; y 3) que no se deduzca de los
elementos probatorios que obran en el proceso que el agenciado no quiere que
la acción se interponga en su nombre. En esa medida si se percatan de la
amenaza o violación de derechos fundamentales de una persona, pueden
interponer la acción en nombre de sus asociados.
7
El artículo 38 del Decreto 2591 de 1991, fue declarado exequible mediante sentencia C-054 de 1993, MP:
Alejandro Martínez Caballero.
8
Cfr Conforme se indicó en la sentencia T-655/98 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz, sobre el artículo 38 del
Decreto-Ley 2591/91 y las distintas condiciones que determinan la actuación temeraria, pueden estudiarse
entre otras, las Sentencias T-10 de 1992, MP. Alejandro Martínez Caballero; T-327 de 1993 MP. Antonio
Barrera Carbonell, T-007 de 1994 M.P. Alejandro Martínez; T-014 de 1994 M.P. José Gregorio Hernández
Galindo; T-053 de 1994 M.P. Fabio Morón Díaz; T-574 de 1994 MP. José Gregorio Hernández Galindo; T-
308 1995 MP. José Gregorio Hernández Galindo; T-091 de 1996 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; T-001 de
1997 M.P. José Gregorio Hernández Galindo; T-080 de 1998 MP. Hernando Herrera Vergara; T-881 de 2001
M.P. Eduardo Montealegre Lynett; T-145 y T-172 de 2002 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
con unos mismos hechos y frente a un mismo caso, generando un perjuicio
para toda la sociedad, que ve disminuida la capacidad de trabajo de la
administración de justicia en relación con los requerimientos de quienes les
asiste también el derecho de ejercer la acción.”9
9
Corte Constitucional. Sentencia T-091 de 1996 MP. Vladimiro Naranjo Mesa.
10
La Corte Constitucional ha señalado que no existe temeridad cuando la acción de tutela es presentada por la
misma persona y para proteger el mismo derecho, pero por hechos diferentes a los inicialmente planteados.
Así lo hizo en la sentencia T-387 de 1995, MP: Hernando Herrera Vergara, donde luego de que la actora
lograra la tutela del derecho de su hija menor de edad a recibir tratamiento y medicamentos de manera
permanente de parte del ISS de Medellín, ella y su hija se trasladan a Barranquilla, en donde se les negó el
derecho a recibir el medicamento. La actora interpuso una nueva acción de tutela y el juez de instancia la negó
por temeraria. La Corte consideró que en ese evento se trataba de hechos nuevos y por lo tanto no había
temeridad.
11
Corte Constitucional, Sentencia T-007/94, MP: Alejandro Martínez Caballero. En esa oportunidad la Corte
declaró que la conducta del actor era temeraria al presentar en tres oportunidades distintas la misma acción de
tutela.
12
La conducta temeraria se predica tanto del actor como de su apoderado. Ver T-014 de 1996, MP: Alejandro
Martínez Caballero. El actor había presentado dos acciones de tutela distintas por los mismos hechos y contra
el mismo demandado, incluyendo algunos elementos adicionales en una de las tutelas para distraer la atención
del juez. En ese evento, la Corte rechazó las pretensiones del actor.
13
La Corte ha considerado que existe justificación para la presentación de una nueva acción de tutela sin que
constituya temeridad cuando se invocan nuevos hechos, como cuando la autoridad demandada continúa
vulnerando los derechos del tutelante, cuando aparecen nuevas circunstancias (T-387/95) o cuando el rechazo
de la primera tutela es atribuible a errores en el trámite de la tutela atribuible al juez (T-574/94, MP: José
Gregorio Hernández Galindo).
14
T-149 de 1995 MP. Eduardo Cifuentes Muñoz. Dos trabajadores sindicalizados a quienes por el hecho de
estar sindicalizados se les marginaba de los beneficios contenidos en un pacto colectivo que ofrecía mejores
condiciones laborales para los trabajadores no sindicalizados y, además, se les descontaba más del 50% de su
salario para cubrir la cuota de asociación sindical, interponen dos acciones de tutela en dos momentos
diferentes: 1) Para obtener los recibos de pago del salario, por considerar que esta omisión implicaba una
vulneración de sus derechos de petición, igualdad y trabajo. 2) Para corregir el acto discriminatorio de la
reducción salarial, que presuntamente desconoce el derecho a la igualdad y a la asociación sindical. Los
tribunales de instancia consideraron que como las acción de tutelas se basaban en hechos similares y
relacionados entre sí, los actores habían fraccionado la acción de tutela para obtener la protección
constitucional de sus derechos y, por ello, habían incurrido en actuación temeraria. La Corte consideró que en
el caso no existía una actuación de mala fe, pues las acciones de tutela, si bien estaban originadas por hechos
comunes, habían sido interpuestas para proteger derechos diferentes.
15
T-308 de 1995 MP. José Gregorio Hernández Galindo. Dos de los tutelantes habían presentado de manera
sucesiva varias acciones de tutela, por los mismos hechos y ante distintos jueces, unas directamente y otras
por conducto de la Defensoría del Pueblo, sin que existiera un motivo razonable y válido para hacerlo. La
Corte consideró que para que ésta circunstancia fuera admitida, debía hallarse claramente probada la
justificación.
deje al descubierto un abuso deliberado del derecho de acción,16 o iv) asalte
“la buena fe de los administradores de justicia.” 17
16
T-443 de 1995 MP. Alejandro Martínez Caballero. La Corte condena en costas por actuación temeraria al
personero municipal que había interpuesto una acción de tutela de manera injustificada a favor de un joven
que solicitaba ser devuelto a la jornada diurna, pues el plantel lo había trasladado a la jornada nocturna para
evitar los constantes asedios cometidos por éste contra varias estudiantes del plantel y para permitir que
pudiera cumplir con sus deberes de padre en relación con las dos estudiantes que habían quedado
embarazadas por el estudiante. El personero interpone la acción a favor de este estudiante, “desprotegiendo a
quien ha debido proteger y defendiendo posiciones injustas y contrarias a la Constitución”.
17
T-001 de 1997 MP. José Gregorio Hernández Galindo. La Corte encuentra que hubo actuación temeraria
cuando varios trabajadores de Foncolpuertos interpusieron en varias ocasiones acciones de tutela para obtener
la protección de sus derechos, por las mismas razones, mostrando un palmario e inconcebible abuso de la
acción de tutela. Las cifras analizadas por la Corte mostraron que de los 34 expedientes analizados en esta
tutela: 1) 470 personas ejercieron la acción de tutela. De ellas, 391 presentaron demanda una sola vez. 2) Un
total de 73 accionantes ejercieron la misma acción en dos oportunidades; 3) 6 de los peticionarios ejercieron
la misma acción tres veces; 4) A 366 personas les fue concedido una sola vez el amparo solicitado. 5) A 69
accionantes se les concedió la tutela en dos oportunidades. 6) A 6 peticionarios se les concedió la protección
judicial tres veces
18
T-300 de 1996 MP. Antonio Barrera Carbonell. Véanse, también las sentencias T-082 de 1997 MP.
Hernando Herrera Vergara; T-080 de 1998 MP. Hernando Herrera Vergara, T-303 de 1998 MP. José
Gregorio Hernández Galindo.
19
T-721 de 2003, MP: Álvaro Tafur Galvis, ya citada.
ayudas que recibe la población desplazada, a pesar de que la ayuda ya había
sido otorgada al núcleo familiar originario.
En este evento, no se está ante una actuación de mala fe, ni los actores
interpusieron una segunda acción de tutela por los mismos hechos. Todo lo
contrario, los actores de los expedientes T-681418, T-689206 y T-697902,
quienes habían presentado inicialmente una acción de tutela a través de
ASDECOL y ASOFADECOL, tuvieron en cuenta lo decidido por los jueces
de instancia y cumplieron con lo decidido por éstos, para lo cual presentaron
las acciones directamente Por lo tanto, no existe en estas circunstancias
actuación temeraria.
En el segundo evento, los actores interponen una nueva acción de tutela para
solicitar una ayuda determinada (i) utilizando un documento de identidad
distinto a aquel con el que fueron registrados –ya sea porque fueron
registrados con tarjeta de identidad y, luego de alcanzar la mayoría de edad,
obtienen su cédula de ciudadanía, o porque estaban indocumentados y
obtienen del Estado la cédula de ciudadanía definitiva, o porque emplean una
cédula de ciudadanía distinta – y solicitan una ayuda ya otorgada o una
distinta a la obtenida por el núcleo familiar original; (ii) se separan del núcleo
familiar con el cual fueron inscritos como desplazados, para conformar uno
propio, o para unirse al núcleo familiar al cual pertenecen verdaderamente, e
interponen la acción de tutela por los mismo hechos y para solicitar las
mismas ayudas.
20
Los procesos a los que se hace referencia fueron repartidos a la Sala Séptima de Revisión.
Esto fue lo que ocurrió en los expedientes T-679482 y T-680805. Los actores
en dichos procesos actuaron de manera torticera con el fin de obtener una
ayuda estatal que ya habían recibido. Este comportamiento constituye una
actuación temeraria y así lo declarará la Sala en la parte resolutiva de esta
sentencia, y tiene como consecuencia denegar la acción de tutela impetrada.
Teniendo en cuenta que en el expediente T-679482, cuando la actora presentó
una cédula distinta a la que aparece en el registro para solicitar la ayuda vía
tutela, pudo haber incurrido en un posible fraude, la Sala comunicará de este
hecho tanto a la Registraduría del Estado Civil como a la Red para el examen
de esta situación irregular y su remisión a las autoridades correspondientes.
Desde 1997, cuando la Corte abordó por primera vez la gravísima situación
de los desplazados en Colombia, la Corte ha proferido 17 fallos para proteger
alguno o varios de los siguientes derechos: (i) en 3 ocasiones para proteger a
la población desplazada contra actos de discriminación; (ii) en 5 eventos para
proteger la vida e integridad personal; (iii) en 6 ocasiones para garantizar el
acceso efectivo a los servicios de salud; (iv) en 5 casos para proteger el
derecho al mínimo vital garantizando el acceso a los programas de
restablecimiento económico; (v) en 2 eventos para proteger el derecho a la
vivienda; (vi) en un caso para proteger la libertad de locomoción; (vii) en 9
ocasiones para garantizar el acceso al derecho a la educación; (viii) en 3 casos
para proteger los derechos de los niños; (ix) en 2 casos para proteger el
derecho a escoger su lugar de domicilio; (x) en 2 oportunidades para proteger
el derecho al libre desarrollo de la personalidad; (xi) en 3 ocasiones para
proteger el derecho al trabajo; (xii) en 3 eventos para garantizar el acceso a la
ayuda humanitaria de emergencia; (xiii) en 3 casos para proteger el derecho
de petición relacionado con la solicitud de acceso a alguno de los programas
de atención a la población desplazada; y (xiv) en 7 ocasiones para evitar que
la exigencia del registro como desplazado impidiera el acceso a los programas
de ayuda.
También ha resaltado esta Corporación que, por las circunstancias que rodean
el desplazamiento interno, las personas –en su mayor parte mujeres cabeza de
familia, niños y personas de la tercera edad - que se ven obligadas “a
abandonar intempestivamente su lugar de residencia y sus actividades
económicas habituales, debiendo migrar a otro lugar dentro de las fronteras
del territorio nacional”26 para huir de la violencia generada por el conflicto
armado interno y por el desconocimiento sistemático de los derechos
humanos o del derecho internacional humanitario, quedan expuestas a un
nivel mucho mayor de vulnerabilidad 27, que implica una violación grave,
masiva y sistemática de sus derechos fundamentales 28 y, por lo mismo,
amerita el otorgamiento de una especial atención por las autoridades: “Las
personas desplazadas por la violencia se encuentran en un estado de
debilidad que los hace merecedores de un tratamiento especial por parte del
Estado”29. En ese mismo orden de ideas, ha indicado la Corte “la necesidad
ejecución del acuerdo, se propone el alojamiento temporal de los campesinos en un hotel del municipio de la
Mesa, pero a raíz de las declaraciones de la gobernadora de Cundinamarca en donde acusaba a los
desplazados de estar vinculados a la guerrilla, de generar problemas de orden público, y de ordenar a los
alcaldes del departamento tomar medidas para evitar problemas de orden público, incluida la limitación a la
circulación de los campesinos desplazados, se frustra el proceso de reubicación de los campesinos de
Bellacruz.
24
Las tres expresiones fueron usadas en la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz.
25
Las tres expresiones fueron usadas en la sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Córdoba Triviño.
26
T-1346 de 2001 (MP. Rodrigo Escobar Gil). En la sentencia T-268 de 2003 (MP. Marco Gerardo Monroy
Cabra) se acogió la definición de desplazados que consagran los Principios Rectores del Desplazamiento
Forzado Interno.
27
Los motivos y las manifestaciones de esta vulnerabilidad acentuada han sido caracterizados por la Corte
desde diversas perspectivas. Así, por ejemplo, en la sentencia T-602 de 2003 se precisaron los efectos nocivos
de los reasentamientos que provoca el desplazamiento forzado interno dentro de los que se destacan “(i) la
pérdida de la tierra y de la vivienda, (ii) el desempleo, (iii) la pérdida del hogar, (iv) la marginación, (v) el
incremento de la enfermedad y de la mortalidad, (vi) la inseguridad alimentaria, (vii) la pérdida del acceso a
la propiedad entre comuneros, y (viii) la desarticulación social.”, así como el empobrecimiento y el deterioro
acelerado de las condiciones de vida. Por otra parte, en la sentencia T-721 de 2003 (i) se señaló que la
vulnerabilidad de los desplazados es reforzada por su proveniencia rural y (ii) se explicó el alcance de las
repercusiones psicológicas que surte el desplazamiento y se subrayó la necesidad de incorporar una
perspectiva de género en el tratamiento de este problema, por la especial fuerza con la que afecta a las
mujeres.
28
Ver, entre otras, las sentencias T-419 de 2003, SU-1150 de 2000.
29
Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz. En esta tutela se
acumulan tres demandas. La primera corresponde a un grupo de desplazados por la violencia estaba
compuesto por 26 familias que habían ocupado un predio de alto riesgo de propiedad de CORVIDE y que
iban a ser desalojados por las autoridades municipales de Medellín, sin que se les hubiera ofrecido atención
humanitaria y sin que existiera un plan de atención a la población desplazada. El segundo grupo estaba
compuesto por una familia de desplazados que solicitaba ayuda a las autoridades de Cali para tener acceso a
los beneficios de vivienda que se otorgaban a personas ubicadas en zonas de alto riesgo, pero a quienes se les
niega dicho auxilio con el argumento de que no estaba diseñado para atender población desplazada que sólo
de inclinar la agenda política del Estado a la solución del desplazamiento
interno y el deber de darle prioridad sobre muchos otros tópicos de la
agenda pública”30, dada la incidencia determinante que, por sus dimensiones
y sus consecuencias psicológicas, políticas y socioeconómicas, ejercerá este
fenómeno sobre la vida nacional.
podían recibir ayuda de carácter temporal. El tercer grupo, también unifamiliar, interpuso la acción de tutela
contra la Red de Solidaridad, pues a pesar de haber firmado un acuerdo de reubicación voluntaria y haberse
trasladado al municipio de Guayabal, la Red no había cumplido con la ayuda acordada para adelantar
proyectos productivos y para obtener una solución de vivienda definitiva. La ayuda pactada para el proyecto
productivo fue finalmente entregada al actor por orden del juez de tutela, pero la ayuda para vivienda no se le
dio porque estaba sujeta al cumplimiento de ciertos requisitos.
30
Sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Córdoba Triviño.
31
Por ejemplo en la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes, precitada, donde la Corte dijo:
“Cuando mujeres, niños y ancianos se ven precisados a dejar sus hogares y recorrer grandes distancias
desafiando toda clase de peligros, viendo sufrir y aún morir a sus compañeros, como les ha ocurrido a los
colonos de la hacienda Bellacruz, la explicable huida no es un problema de orden público propiciado por
quienes desean seguir viviendo sino un problema de humanidad que debe ser afrontado solidariamente por
todas las personas, principiando, como es lógico, por los funcionarios del Estado. No puede una autoridad
local calificar a los desplazados como agentes perturbadores por el solo hecho de tratar de salvar la vida.”
Ver también, las sentencias T-1635 de 2000, MP: José Gregorio Hernández Galindo. A raíz de la falta de
atención de sus solicitudes, los desplazados, especialmente los menores de edad se encontraban en deficiente
estado nutricional, presentaban afecciones tanto físicas como síquicas y las condiciones de salubridad de dicho
lugar eran muy precarias; además su educación se había visto afectada. A pesar de haber sido atendidos en
diferentes centros hospitalarios, no había sido posible que se les suministraran las drogas recetadas ni que se
les prestara la atención de salud que requerían. Tampoco habían logrado cupos en las escuelas distritales, ni se
les había dado una solución definitiva sobre su reubicación o sobre proyectos que generaran condiciones de
sostenibilidad económica y social. Adicionalmente, solicitaron un lugar temporal para su reubicación en
condiciones de dignidad; T-327 de 2001, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra donde la Corte resuelve la
situación de una persona desplazada por paramilitares en el departamento del Chocó, quien se encontraba
inscrita en el registro de desplazados que llevaba el personero municipal de Condoto, pero a quien se le niega
tres veces su inscripción en el Sistema Único de Registro de Población desplazada, por no aportar pruebas de
su condición y, por ende, el acceso a toda la ayuda que requerían el desplazado y su familia; T-1346 de 2001,
MP: Rodrigo Escobar Gil, en donde la Corte ampara los derechos de una mujer cabeza de familia y de sus
hijos, quienes hacían parte del grupo de personas desplazadas que ocupaban un predio de propiedad del
municipio de Villavicencio e iban a ser desalojados del mismo, sin ofrecerles una reubicación alternativa en el
corto plazo; y T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte protegió los derechos de
un grupo de 65 núcleos familiares que había huido de sus viviendas en la Comuna 13 de Medellín, a raíz de
los enfrentamientos entre distintos grupos armados que operaban en dicha zona. La Red de Solidaridad les
había negado la inscripción en el Sistema Único de Registro de Población Desplazada y el consiguiente
otorgamiento de ayudas por tres razones: 1) por considerar que “no se concibe el desplazamiento forzado
cuando la víctima no ha abandonado su localidad”, asimilando el término localidad al de municipalidad; 2)
porque varios de los núcleos familiares desplazados ya habían recibido ayuda cuando se desplazaron por
primera vez; y 3) por no haberse remitido al Ministerio del Interior copia de las declaraciones obtenidas a raíz
de los hechos violentos ocurridos en la Comuna 13, para que éste decidiera si el hecho constituía
desplazamiento.
sumarias y prácticas contrarias al derecho internacional humanitario que
pongan en riesgo la vida de la población desplazada.
32
Ver, por ejemplo, las sentencias T-215 de 2002, MP: Jaime Córdoba Triviño, en donde la Corte tutela los
derechos de 14 menores de edad a quienes se les niega el cupo para estudiar en el Colegio Sol de Oriente de la
Comuna Centro Oriental de Medellín, por razones de edad, ausencia de cupos disponibles e imposibilidad de
asumir los costos generados; T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrán Sierra, donde la Corte concede el amparo
de los derechos a dos mujeres cabeza de familia desplazadas y a sus hijos, a quienes en un caso, no se le había
dado la ayuda humanitaria a la que tenían derecho, y en el otro, la ayuda humanitaria recibida resultaba
claramente insuficiente dadas las urgentes necesidades de la familia.
33
Ver, por ejemplo, las sentencias T-227 de 1997, MP: Alejandro Martínez Caballero, donde la Corte adoptó
medidas para proteger a la población desplazada contra actos discriminatorios y de intolerancia cometidos por
las autoridades de Cundinamarca, quienes alegando que se generaba una alteración grave del orden público,
intentaban impedir la reubicación de éstas personas en el territorio de ese departamento.
34
Sentencia SU-1150 de 2000, precitada.
35
Ver por ejemplo, la sentencia T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, en donde la Corte
protege los derechos de 128 núcleos familiares, compuestos principalmente por mujeres cabeza de familia,
menores, ancianos y algunos indígenas, cuyas solicitudes de atención en salud, estabilización económica y
reubicación, no habían sido atendidas por la Red de Solidaridad, por falta de recursos suficientes.
6. En no pocos casos, el desplazamiento implica una dispersión de las familias
afectadas, lesionando así el derecho de sus miembros a la unidad familiar 36 y a
la protección integral de la familia37. Los Principios 16 y 17 están dirigidos,
entre otras cosas, a precisar el alcance del derecho a la reunificación familiar.
8. El derecho a la integridad personal 39, que resulta amenazado tanto por los
riesgos que se ciernen sobre la salud de las personas desplazadas, como por el
alto riesgo de ataques al que están expuestos por su condición misma de
desposeimiento.40 A este derecho se refieren los Principios rectores 5, 6 y 11,
un derecho de esas personas a permanecer en paz en su propio hogar, en su propia tierra, algo que ha sido
reconocido por las Naciones Unidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. (....)Sólo el
legislador puede restringir ese derecho de las personas a permanecer o a circular y la restricción sólo puede
tener los objetivos allí señalados, es decir, que la ley restrictiva no puede alejarse de los parámetros fijados en
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. (...) Esta doble faz, permanecer y circular, y la única posibilidad restrictiva: Limitación establecida
por la Ley, está también recogida en nuestra Constitución Política. (...) Es finalidad del Estado garantizar la
efectividad de esos derechos, luego, tratándose de desplazados, a quienes se les afecta su derecho primario a
residir en el lugar que deseen dentro de la República, es inhumano a todas luces afectarles también la
posibilidad de circular para salvar sus vidas propias y las de sus familiares.”.
44
Ver por ejemplo, la sentencia T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte examina
el caso de una mujer cabeza de familia desplazada, madre de cinco hijos menores de edad y con un nieto,
analfabeta, a quien no se le da acceso a los programas de estabilización económica al omitir una respuesta
efectiva a su petición. La Corte analiza la política estatal en materia de proyectos productivos para la
población desplazada y concluye que la petición para ser incluida en un proyecto productivo no ha sido
respondida por la Red de solidaridad, violando con ello los derechos de petición y trabajo. Ver también las
sentencias T-1635 de 2000, T-327 de 2001, T-1346 de 2001, y T-268 de 2003, precitadas.
45
En la sentencia T-098 de 2002,precitada, la Corte señala la necesidad de precisar las órdenes teniendo en
cuenta la normatividad y programas existentes. Así, en cuanto a la protección de menores desplazados, la
Corte resaltó entre otros derechos los siguientes: i) a mantenerse unido con su grupo familiar; ii) a la atención
gratuita por parte de las instituciones de salud que reciban aportes del Estado, para los menores de un año
(Artículo 50, CP), iii) a recibir un subsidio alimentario en la forma como lo determinen los planes y programas
del ICBF y con cargo a éste; iv) a la protección en jardines y hogares comunitarios; v) a tener acceso a los
programas de alimentación que provee el ICBF con el apoyo de las asociaciones de padres, de la empresa
privada o los Hogares Juveniles campesinos; vi) en materia de atención de salud, los hijos menores de
desplazados tienen derecho a atención prioritaria, rápida e inmediata de salud.
interrumpir su proceso de formación.46. En relación con este derecho, resultan
relevantes los Principios13 y 23.
14. El derecho a una vivienda digna 47, puesto que las personas en condiciones
de desplazamiento tienen que abandonar sus propios hogares o lugares
habituales de residencia y someterse a condiciones inapropiadas de
alojamiento en los lugares hacia donde se desplazan, cuando pueden
conseguirlas y no tienen que vivir a la intemperie. En relación con este
derecho, los Principios 18 y 21 establecen criterios mínimos que deben ser
garantizados a la población desplazada a fin de proveerles vivienda y
alojamiento básicos.
46
Sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Córdoba Triviño, precitada.
47
Ver, por ejemplo, la sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentería. La actora, una mujer desplazada
de 73 años de edad, quien solicitaba que dado su edad avanzada, la vinculación a un proyecto productivo se
hiciera a través de su hija, quien no estaba inscrita como desplazada. La actora también solicitaba a la Red que
se le otorgaran subsidios de vivienda, pero la Red le contesto que debía dirigirse al INURBE a fin de tramitar
el formulario de postulación e informarse de las diferentes modalidades de vivienda a las que puede aplicar el
subsidio. La Corte analiza la política de vivienda y de proyectos productivos existente para la población
desplazada, y luego de confrontar el diseño de política pública, la Constitución y los Principios Rectores del
Desplazamiento Interno con las acciones concretas adoptadas por las entidades en el caso concreto, concluye
que hubo “vulneración de los derechos a la vivienda digna y al mínimo vital de la actora por parte de las
entidades demandadas, las cuales se han limitado a entregar información a la demandante sin acompañarla
en el proceso de restablecimiento, es decir, sin asesorarla para que logre acceder efectivamente a los
servicios que prestan las distintas entidades que constituyen el SNAIPD.”
48
Ver, por ejemplo, la sentencia T-721 de 2003, MP: Álvaro Tafur Galvis. En esta tutela, además de reiterar
la línea jurisprudencial en materia de protección de los derechos de la población desplazada, la Corte se
refiere a dos temas adicionales: (i) la perspectiva de género en la atención a la población desplazada, en
particular el impacto especialmente grave del conflicto armado sobre las mujeres; y (ii) la sensibilidad de las
autoridades para evaluar las circunstancias que afectan a la población desplazada, en particular cuando se
examine una posible temeridad en la interposición de la acción de tutela.
49
Sentencia C-328 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz.
50
En la sentencia T-215 de 2002, la Corte rechaza que las autoridades hubieran exigido que el registro de los
menores lo hicieran sus padres o representantes legales, pues ese tipo de condiciones dificultan el acceso a los
programas de atención a la población desplazada. “Con esa lógica, aquellos menores que en razón del
conflicto armado han perdido a sus padres y allegados y que se ven forzados a abandonar el lugar en el que
se encuentran radicados para no correr la misma suerte, no podrían ser incluidos en el registro nacional de
desplazados por no tener quién los represente. Es claro que con tales exigencias, las instituciones
concebidas para apoyar a los desplazados y para proyectarles un nuevo horizonte, se convierten en un
obstáculo para el reconocimiento, al menos, de sus más elementales derechos.”
contexto del desplazamiento forzado interno se encuentra expresamente
consagrado en el Principio rector 20.
51
Sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, precitada.
52
Ver, pro ejemplo, la sentencia T-602 de 2003, precitada, donde la Corte enfatizó que “siempre que no sea
posible el retorno al lugar de origen de los desplazados en condiciones de dignidad, voluntariedad y
seguridad, la respuesta estatal debe articularse en torno a acciones afirmativas (...) que garanticen (i) el acceso
a bienes y servicios básicos en condiciones de no discriminación, (ii) la promoción de la igualdad, y (iii) la
atención a minorías étnicas y a grupos tradicionalmente marginados, ya que no puede obviarse que Colombia
es un país pluriétnico y multicultural y que buena parte de la población desplazada pertenece a los distintos
grupos étnicos, así como tampoco puede olvidarse que dentro de la población afectada un gran porcentaje son
mujeres y, bien sabido es que éstas padecen todavía una fuerte discriminación en las áreas rurales y en las
zonas urbanas marginales. Para expresarlo en otros términos, la atención a la población desplazada debe
basarse en acciones afirmativas y en enfoques diferenciales sensibles al género, la generación, la etnia, la
discapacidad y la opción sexual. Las medidas positivas, entonces, deben estar orientadas a la satisfacción de
las necesidades de los grupos más vulnerables, tales como los niños, los adultos mayores o las personas
discapacitadas.”
53
Sentencia T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
deben tratar de igual modo a todas las personas, pues así lo estipula el
artículo 13 de la Constitución, las víctimas del fenómeno del desplazamiento
forzado interno sí merecen atención diferencial”. Este derecho al trato
preferente constituye, en términos de la Corte, el “punto de apoyo para
proteger a quienes se hallan en situación de indefensión por el
desplazamiento forzado interno” 54, y debe caracterizarse, ante todo, por la
prontitud en la atención a las necesidades de estas personas, ya que “de otra
manera se estaría permitiendo que la vulneración de derechos fundamentales
se perpetuara, y en muchas situaciones, se agravara”55.
Ahora bien, el alcance de las medidas que las autoridades están obligadas a
adoptar se determina de acuerdo tres parámetros principales, que fueron
precisados en la sentencia T-268 de 2003, así: (i) el principio de favorabilidad
en la interpretación de las normas que protegen a la población desplazada, (ii)
los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno, y (iii) el
principio de prevalencia del derecho sustancial en el contexto del Estado
Social de Derecho. En síntesis, “las medidas especiales a favor de los
desplazados facilitan que éstos se tornen menos vulnerables, agencian la
reparación de las injusticias derivadas del desplazamiento involuntario y se
orientan a la realización efectiva de ciertos derechos de bienestar mínimo
que constituyen la base para la autonomía y el autosostenimiento de los
sujetos de desplazamiento.”58.
54
Sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
55
Sentencia T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
56
Sentencia SU- 1150 de 2000 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz.
57
Sentencia T-721 de 2003, MP: Álvaro Tafur Galvis.
58
Sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentería.
La Corte se ha pronunciado en 17 ocasiones sobre los derechos de la
población desplazada. Las sentencias han estado dirigidas principalmente a:
(i) corregir actuaciones negligentes o discriminatorias 59 y omisiones de las
autoridades encargadas de atender a la población desplazada; 60 (ii) señalar las
responsabilidades institucionales en la atención de la población desplazada;61
(iii) precisar los derechos constitucionales de la población desplazada; 62 (iv)
fijar criterios para la interpretación de las normas que regulan la ayuda para
esta población, de tal manera que se garanticen efectivamente sus derechos; 63
(v) rechazar el retardo injustificado o la omisión de las autoridades para
atender a quienes se ven afectados por el desplazamiento forzado; 64 (vi) urgir
el desarrollo de políticas y programas adecuados para la atención de este
fenómeno;65 (vii) precisar los elementos que determinan la condición de
desplazado;66 (viii) señalar los obstáculos que impiden una atención adecuada
de la población desplazada y que favorecen o agravan la vulneración de sus
derechos;67 (ix) indicar falencias u omisiones en las políticas y programas
diseñados para atender a la población desplazada; 68 y (x) otorgar una
protección efectiva a la población desplazada, en particular cuando se trata de
personas especialmente protegidas por la Constitución como son los niños, la
mujeres cabezas de familia, las personas de la tercera edad y las minorías
étnicas.69
59
Ver, por ejemplo, la sentencia T-227 de 1997, MP: Alejandro Martínez Caballero, donde la Corte rechazó
actuaciones discriminatorias de las autoridades de Cundinamarca contra la población desplazada.
60
Ver, por ejemplo, la sentencia T-1635 de 2000, MP: José Gregorio Hernández Galindo, donde la Corte
tutela los derechos de un grupo de desplazados que se toman pacíficamente las instalaciones del Comité
Internacional de la Cruz Roja ante la omisión de las autoridades para prestarles la asistencia que requerían.
61
Ver, por ejemplo, las sentencias SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; T-258 de 2001, MP:
Eduardo Montealegre Lynett, donde la Corte señala las responsabilidades de las distintas entidades encargadas
de atender a la población desplazada.
62
Ver, por ejemplo, la sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte precisó
los derechos de los desplazados en el caso de desplazamiento forzado intra urbano.
63
Ver, por ejemplo, la sentencia T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte precisa
las normas aplicables en el caso de desplazamiento forzado y algunos de los derechos mínimos de la
población desplazada.
64
Ver por ejemplo, la sentencia T-790 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte tutela los
derechos de una mujer desplazada a quien se le había retardado de manera injustificada la atención de salud
que requería.
65
Ver por ejemplo, la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, ya citada.
66
Ver por ejemplo, la sentencia T-227 de 1997, MP: Alejandro Martínez Caballero, donde la Corte señala que
los dos elementos esenciales del desplazamiento son la coacción que obliga al desplazamiento y que el
desplazamiento se realice dentro de las fronteras del Estado.
67
Ver por ejemplo, las sentencias T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrán Sierra, donde la Corte rechaza que se
le haya negado, por insuficiencia presupuestal, la ayuda humanitaria solicitada por los actores; y T-645 de
2003, MP: Alfredo Beltrán Sierra, donde la Corte resalta el peregrinaje innecesario a que es sometida una
desplazada que solicita atención médica.
68
Ver por ejemplo, la sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentería, donde la Corte resalta algunas de
las falencias de los programas de vivienda diseñados para la población desplazada.
69
Ver, por ejemplo, la sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Córdoba Triviño, donde la Corte protegió a varios
menores de edad a quienes se les había negado el cupo para educación.
los 3 meses siguientes a la notificación de la sentencia; 70 (ii) al Presidente de
la República, coordinar con los distintos ministerios y entidades encargadas
de la atención de la población desplazada, las acciones indispensables para
garantizar, en un plazo de máximo de 30 días, la solución definitiva de los
problemas que enfrentaban los accionantes; 71 (iii) adelantar en un plazo de 48
horas todas las gestiones necesarias para trasladar al accionante a un lugar
donde su vida e integridad no corran peligro; 72 (iv) a la Red de Solidaridad
Social, incluir al accionante en el Registró Único de Población Desplazada;
(v) que se constituya el Comité Municipal de Atención Integral de la
Población Desplazada en un plazo de 10 días, a fin de que ese Comité
estableciera en un plazo máximo de 20 días, el programa de reubicación y
estabilización de los accionantes;73 (vi) a la Red de Solidaridad Social
coordinar con el Instituto de Bienestar Familiar la inclusión de los menores
demandantes en los programas existentes en dicha entidad y tramitar de
manera preferencial y rápida, ante la entidad que corresponda la solicitud de
subsidio familiar de vivienda;74 (vii) a la Red de Solidaridad Social otorgar la
ayuda humanitaria de emergencia solicitada; 75 (viii) al Director Nacional de la
Red de Solidaridad Social que incluya a los accionantes en un proyecto
productivo articulado a un programa de seguridad alimentaria; 76 (ix) a la Red
de Solidaridad Social para que en un plazo de 48 horas realice las gestiones
necesarias ante las entidades competentes para que se suministre la atención
integral de salud requerida por la actora; 77 (x) a la Red de Solidaridad Social,
brindar en un plazo de 48 horas la asesoría necesaria a la actora sobre las
distintas alternativas de consolidación económica;78 (xi) que la Red de
Solidaridad Social asista y asesore efectivamente a la actora; 79 (xii) a la
Defensoría del Pueblo diseñar y dictar cursos de promoción de derechos
humanos y de respeto de los derechos de la población desplazada a las
distintas autoridades, con el fin de sensibilizarlas frente a esta problemática;80
(xiii) al Gobierno Nacional, para que en un plazo razonable reglamente la Ley
715 de 2001 en lo concerniente al traslado y reubicación de docentes
amenazados;81 (xiv)a la Defensoría del Pueblo, velar por la divulgación y
promoción de los derechos de la población desplazada; 82 (xv) al Procurador
General de la Nación, ejercer la vigilancia del cumplimiento de lo ordenado
70
Ver, entre otras, las sentencias 215 de 2002, MP: Jaime Córdoba Triviño; SU-1150 de 2000, MP: Eduardo
Cifuentes Muñoz; T-327 de 2001 y T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
71
Ver, por ejemplo, la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, y T-1635 de 2000, MP:
José Gregorio Hernández Galindo.
72
Corte Constitucional, Sentencia T-258 de 2001, MP: Eduardo Montealegre Lynett.
73
Corte Constitucional, Sentencia T-1346 de 2001, MP: Rodrigo Escobar Gil.
74
Corte Constitucional, Sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
75
Corte Constitucional, Sentencia T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrán Sierra.
76
Corte Constitucional, Sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentería.
77
Corte Constitucional, Sentencia T-645 de 2003, MP: Alfredo Beltrán Sierra.
78
Corte Constitucional, Sentencia T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
79
Corte Constitucional, Sentencia T-721 de 2003, MP: Álvaro Tafur Galvis.
80
Corte Constitucional, Sentencia T-227 de 1998, MP: Alejandro Martínez Caballero.
81
Corte Constitucional, Sentencia T-795 de 2003, MP: Clara Inés Vargas Hernández.
82
Corte Constitucional, Sentencia T-1635 de 2000, MP: José Gregorio Hernández Galindo.
en la sentencia;83 y (xvi) a la Defensoría del Pueblo, instruir a la población
desplazada sobre sus derechos y deberes constitucionales.84
83
Corte Constitucional, Sentencia T-1635 de 2000, MP: José Gregorio Hernández Galindo.
84
Corte Constitucional, Sentencia T-721 de 2003, MP: Álvaro Tafur Galvis.
85
Así lo reiteró en comunicación dirigida a esta Corte, Henry Rivera Acosta, agente de un grupo de
desplazados que llevaba años esperando respuesta estatal a sus peticiones (ver Expediente T-699715).
86
Naciones Unidad, Programa Mundial de Alimentos PMA, Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria de
la Población desplazada por la violencia en Colombia, informe de 2003. Estudio contratado por el PMA,
consistente en encuestas y pruebas fisiológicas (perímetro braquial, que mide la reserva grasa y la proteína
somática o muscular del individuo) realizadas a 1503 hogares desplazados, seleccionados aleatoriamente en
41 municipios. Los indicadores para dicho estudio fueron realizados por la firma Econometría SA, y tienen un
nivel de confianza del 99% y un error absoluto máximo del 3% calculado sobre el total de la muestra.
Adicionalmente el estudio se realizó una investigación cualitativa con 18 grupos focales compuestos por 148
jefes de hogar o cónyuges y 22 entrevistas a líderes comunitarios. (P.1 del estudio).
87
La situación de la población desplazada se constata significativamente peor que la del quintil más pobre
urbano en Colombia. En este sentido se observa que el 30% del quintil más pobre presenta necesidades
básicas insatisfechas, mientras que el 39% de este grupo se encuentra en situación de indigencia.
88
Dicha proporción para el quintil más pobre urbano es de 7.1%. La adecuación de la vivienda y de los
servicios a los que tienen acceso la población desplazada, es un criterio utilizado por el PMA, en el que se
mide que la vivienda o los servicios cumplan con ciertos requisitos mínimos.
89
6% para el quintil pobre urbano.
En cuanto a la situación alimentaria de la población desplazada, se concluye
que la “brecha en calorías”90 de los hogares desplazados es del 57%, es decir,
que sólo consumen el 43% de los niveles recomendados por el PMA 91.
Igualmente se encontró que el 23% de los niños y niñas menores de seis años
desplazados están por debajo del estándar alimenticio mínimo. A su vez, las
insuficiencias alimenticias mencionadas se traducen en un estado desnutrición
que tiene como consecuencias, entre otras, retraso de la talla para el peso y del
peso para la edad, déficit en atención escolar, predisposición a las infecciones
respiratorias y a la diarrea, disminución de la visión, y aumento de la
morbilidad infantil.
Ante todo, la Sala aprecia que en los últimos años algunas entidades estatales,
dentro de las que se encuentra la Red de Solidaridad Social, han realizado
esfuerzos considerables para mitigar los problemas de la población
desplazada y han obtenido avances importantes. Como se observará
posteriormente en este documento, entre los años 1998 y 2003 el número de
personas desplazadas a quienes se proporcionó atención humanitaria de
emergencia o se prestó algún tipo de ayuda tendiente a su restablecimiento
socioeconómico aumentó considerablemente. Igualmente durante el año 2003
se observó una disminución del número de nuevos desplazados en el país.93
La Sala no profundizará en los elementos a partir de los cuales se han
obtenido estos resultados positivos. 94 En el anexo 5 de esta sentencia la Corte
analiza de manera más detallada la respuesta estatal al fenómeno del
desplazamiento, y las diferentes observaciones formuladas por las entidades y
organizaciones, respecto de las políticas públicas de atención a la población
desplazada.
6.1.3. Las normas también definen los medios para lograr los fines planteados
y señalan, al menos de manera general, los organismos responsables de su
cumplimiento y los requisitos, procedimientos y condiciones para la
prestación de dichos servicios.
99
Artículo 1º del Decreto 2569 precitado.
100
Artículo 6º de la Ley 387 de 1997.
101
Artículos 25 del Decreto 2569 de 2000. También, ver los artículos 26 a 28 del mismos decreto y el artículo
17 de la Ley 387 de 1997.
102
Artículo 25 del Decreto 2569 de 2000.
desplazadas.103 Segundo, las entidades estatales pueden concluir convenios
con organizaciones no gubernamentales ONG.104 Tercero, las normas
establecen que el Estado podrá solicitar ayuda a los organismos
internacionales.105 Por último, las directivas presidenciales estipulan que el
Estado deberá buscar un mayor compromiso de la sociedad civil.106
6.2.2. De otra parte, existe un alto grado de insatisfacción con los resultados
de las políticas. Primero, los documentos analizados por la Corte son prueba
de un amplio y generalizado descontento de los organismos, tanto públicos
como privados, que evalúan la respuesta institucional. Segundo, lo mismo
puede decirse de las comunidades desplazadas, lo cual se hace evidente con la
interposición de un número bastante elevado de acciones de tutela, a través de
las cuales dichas personas intentan acceder a la oferta institucional, la cual es
inalcanzable por medio de los programas estatales ordinarios.
Esta Sala encuentra que los bajos resultados de la respuesta estatal, según los
cuales no ha sido posible proteger integralmente los derechos de la población
desplazada, se pueden explicar de acuerdo a dos problemas principales. (i) La
precariedad de la capacidad institucional para implementar la política, y (ii),
la asignación insuficiente de recursos. Dichos problemas se resumen a
110
Entre 1998 y 2002, la Red de Solidaridad Social prestó atención humanitaria de emergencia a 69´054
hogares, lo cual representa el 36% de las 194´000 familias que pretendió el Plan estratégico.
111
Frente a 100´000 hogares propuestos en el plan estratégico la cobertura de estos proyectos fue de 31´623
hogares.
continuación. Para un análisis más detallado de los problemas de la política
pública de atención a la población desplazada ver la sección 2 del Anexo 5
esta sentencia.
112
Ver por ejemplo los numerales 1-6 y 1-8 del artículo 1º del Decreto 173 de 1998, precitados.
6.3.1.2. En cuanto a la implementación de la política de atención a la
población desplazada, las organizaciones que enviaron documentación en el
presente proceso señalan, de manera consistente, que la política pública de
atención a la población desplazada continúa centrada en la formulación y que
existe una brecha excesivamente amplia entre la expedición de normas y la
redacción de documentos, por un lado, y los resultados prácticos, por el otro.
Los problemas de la implementación pueden ser agrupados de acuerdo a los
siguientes criterios.
113
Como se observó, algunos de los documentos estiman que este problema tiene raíz en el diseño de la
política, ya que la estructura de los comités territoriales lleva a que su funcionamiento dependa de la voluntad
política de los alcaldes y gobernadores, y además, incentiva la descoordinación entre las autoridades
descentralizadas y el gobierno central.
desplazados, los requisitos y las condiciones para acceder a capital no son
consistentes con la realidad económica de las personas en condición de
desplazamiento. Por ejemplo, para acceder a algunos de los programas
ofrecidos, la población desplazada debía probar ser propietaria de vivienda o
tierra en la cual desarrollaría el proyecto. De la misma manera, los criterios
técnicos de evaluación de los proyectos productivos presentados como
candidatos para ser financiados no se ajustan a las condiciones y habilidades
de los desplazados. Adicionalmente, el establecimiento de montos máximos
para la financiación de alternativas productivas excluye la posibilidad de tener
en cuenta las particularidades sociodemográficas y económicas de cada
proyecto. (b) En materia de atención en salud, el trámite para que las personas
desplazadas accedan al servicio, por un lado, y para que las entidades
prestadoras del servicio puedan cobrar por éstos al FOSYGA, por el otro, han
obstruido el acceso de la población desplazada a la salud. (c) Los requisitos y
condiciones para acceder a los créditos de vivienda no se ajustan a las
carencias económicas de los hogares desplazados. La exigencia de tiempos de
ahorro, referencias personales y comerciales, así como otros requisitos, son en
muchos casos, imposibles de cumplir para la población desplazada. Tales
exigencias resultan discriminatorias y constituyen barreras de entrada para el
acceso a este tipo de ayudas. (d) En cuanto a la educación, la exigencia a los
hogares desplazados de pagar un valor mínimo costeable para que las
personas desplazadas en edad escolar puedan acceder a cupos educativos ha
sido una barrera, frecuentemente infranqueable, para la inscripción de los
menores.
(v) Por último, ciertas herramientas utilizadas para implementar las políticas
han generado efectos negativos en el cumplimiento de los objetivos: (a) En el
caso de la atención en salud, la expedición de la Circular 042 de 2002, a pesar
de estar diseñada para evitar la duplicidad de pagos y para reintegrar parte de
la población desplazada al sistema de seguridad social en salud, generó en su
tiempo una barrera al acceso al servicio de salud. (b) En cuanto a la atención
humanitaria de emergencia se observa que los requisitos de visita domiciliaria
impuestos para la prestación de dicho servicio han contribuido a la demora en
su prestación. (c) En los programas de subsidio para la adquisición de
vivienda, la falta adecuada de información sobre las zonas aptas para la
construcción de vivienda ha generado reasentamientos en barrios marginales
que no cuentan con servicios públicos domiciliarios básicos, o en zonas de
alto riesgo. (d) Las líneas de crédito agrarias han sido desarrolladas de tal
forma que la responsabilidad del pago de la deuda no es asumida por las
personas desplazadas, sino por organizaciones que “integran” a la población
desplazada en el proyecto productivo, de lo cual se genera un desincentivo
para que estas personas jurídicas participen activamente en la implementación
de dichas soluciones. A su vez, esto ha tornado extremadamente difícil que la
población desplazada acceda a programas de generación de ingresos.
(i) En relación con los Sistema de Información, (a) subsiste el problema del
subregistro, en particular cuando se trata de desplazamientos menores, o
individuales, en los que no se acude a la Red para solicitar su inscripción.
Esta debilidad impide dimensionar el esfuerzo futuro que será necesario para
diseñar las políticas de retorno y devolución de propiedades o reparación de
perjuicios causados a la población desplazada; obstaculiza el control sobre las
ayudas entregadas por otras agencias; y dificulta la evaluación del impacto de
la ayuda entregada. (b) El Sistema Único de Registro no comprende la ayuda
que no es entregada por la Red de Solidaridad Social, lo cual excluye del
registro el seguimiento de la prestación de los servicios de educación, salud y
de vivienda. (c) Los sistemas de registro no son sensibles a la identificación
de necesidades específicas de los desplazados que pertenecen a grupos bajo
un mayor nivel de vulnerabilidad, tales como las mujeres cabeza de familia y
los grupos étnicos. (d) Los sistemas de registro no incluyen información
acerca de las tierras abandonadas por los desplazados. (e) La información
sobre cada desplazado disponible no está encaminada a identificar sus
posibilidades de generación autónoma de ingresos en la zona de recepción, lo
cual entraba la implementación de las políticas de estabilización
socioeconómica.
114
La existencia de dichas herramientas es por decir lo menos, muy difícil si se tiene en cuenta que no existen
objetivos precisos, metas claras, plazos para el cumplimiento de dichas metas ni responsables concretos acerca
de su cumplimiento.
Si bien existió un aumento considerable de los recursos destinados a la
atención de la población desplazada entre los años 1999 y 2002, el nivel
absoluto de los montos asignados continúa siendo insuficiente, y muy inferior
a los niveles necesarios para (a) satisfacer la demanda de las personas
desplazadas, (b) proteger los derechos fundamentales de las víctimas de este
fenómeno, y (c) desarrollar e implementar efectivamente las políticas
previstas en la ley y desarrolladas por el ejecutivo en normas reglamentarias y
documentos CONPES. Adicionalmente, esta Sala constata que para el año
2003 la asignación de recursos expresa y específicamente orientada a la
ejecución de dichas políticas se redujo. Por ejemplo, en el año 2002 fueron
asignados en el Presupuesto General de la Nación $103´491 millones de pesos
a la “población desplazada”, mientras que para el año 2003 dicho monto fue
de $70´783 millones, produciéndose una disminución del 32 % de los dineros
asignados.115
Sin embargo, la Ley 387 de 1997 prevé en varias disposiciones que la política
de atención a la población desplazada no solo es prioritaria116 sino que no
condiciona el cumplimiento de las prestaciones en ella previstas para proteger
los derechos de la población desplazada a la disponibilidad de los recursos.
Así, el artículo 3º de la Ley establece, sin condiciones, la responsabilidad del
Estado colombiano de “formular las políticas y adoptar las medidas para la
prevención del desplazamiento forzado; la atención, protección y
consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos
por la violencia.”117 Su artículo 4º establece los objetivos del SNAIPD, los
cuales incluyen, sin condiciones de orden financiero, “atender de manera
integral a la población desplazada por la violencia para que, en el marco del
retorno voluntario o el reasentamiento, logre su reincorporación a la
sociedad colombiana.” y “garantizar un manejo oportuno y eficiente de todos
los recursos humanos, técnicos, administrativos y económicos que sean
indispensables para la prevención y atención de las situaciones que se
presenten por causa del desplazamiento forzado por la violencia.”
115
La Dirección General del Presupuesto Público Nacional envió por solicitud de la Corte un cuadro que
contiene “los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nación durante el periodo comprendido
entre 1995 y 2003, destinados a atender a la población desplazada.” Ver el apartado 1.1 del Anexo 4 de esta
sentencia. En particular, ver las salvedades hechas por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, según las
cuales, el monto asignado para el año 2003 es parcial, dado que las entidades que componen el SNAIPD
realizan operaciones individuales para atender a la población desplazada de acuerdo a los recursos en sus
presupuestos.
116
Al respecto, es importante recordar que la sentencia SU-1150 de 2000 (MP Eduardo Cifuentes Muñoz)
afirmó que “el gasto en el cuidado a los desplazados debe ser considerado, inclusive, como más perentorio
que el gasto público social, al cual el artículo 350 de la Carta Política le asignó prioridad sobre los demás.”
117
Artículo 3º de la Ley 387 de 1997.
tienen a su cargo” (Subraya fuera de texto). Dicho Consejo está integrado por
un delegado del Presidente de la República, el Consejero Presidencial para los
Desplazados (o quien haga sus veces), el Ministro del Interior, el Ministro de
Hacienda y Crédito Público, el Ministro de Defensa Nacional, el Ministro de
Salud, el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministro de
Desarrollo Económico, el Director del Departamento Nacional de Planeación,
el Defensor del Pueblo, el Consejero Presidencial para los Derechos Humanos
(o quien haga sus veces), el Consejero Presidencial para la Política Social (o
quien haga sus veces), el Gerente de la Red de Solidaridad Social (o quien
haga sus veces) y el Alto Comisionado para la Paz (o quien haga sus veces).
118
Así mismo, el artículo 22 de la Ley 387 de 1997 señala que el Fondo Nacional
para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia tiene por
objeto “financiar y/o cofinanciar los programas de prevención del
desplazamiento, de atención humanitaria de emergencia, de retorno, de
estabilización y consolidación socioeconómica y la instalación y operación
de la Red Nacional de Información.” Por su parte, el artículo 25 dispone que
“el Gobierno Nacional hará los ajustes y traslados presupuestales
correspondientes en el Presupuesto General de la Nación para dejar en
cabeza del Fondo las apropiaciones necesarias para el cumplimiento de sus
objetivos”.
No obstante, los artículos 16, 17, 20, 21, 22, 25, 26 y 27 del Decreto 2569 de
2000119, al reglamentar la Ley 387 de 1997, condicionaron el acceso a la
ayuda humanitaria de emergencia y a los programas de estabilización
socioeconómica a la disponibilidad presupuestal. Por ejemplo, el artículo 22
dispone: “En atención a los principios de solidaridad y de proporcionalidad,
la Red de Solidaridad Social destinará de los recursos que para tal fin reciba
del presupuesto nacional y de manera proporcional al tamaño y composición
del grupo familiar, un monto máximo equivalente en bienes y servicios, de
acuerdo con la disponibilidad presupuestal.” Igualmente el artículo 25
señala: “Se entiende por la estabilización socioeconómica de la población
desplazada por la violencia, la situación mediante la cual la población sujeta
a la condición de desplazado, accede a programas que garanticen la
satisfacción de sus necesidades básicas en vivienda, salud, alimentación y
educación a través de sus propios medios o de los programas que para tal
efecto desarrollen el Gobierno Nacional, y las autoridades territoriales, en el
ámbito de sus propias competencias y de acuerdo con la disponibilidad
presupuestal” (Subrayas fuera de texto). De esta forma, la Ley 387 de 1997
estableció un nivel de protección integral para los desplazados y que ordenó
118
El parágrafo del artículo 6º dispone que Parágrafo 1º. Los Ministros del Despacho que, de acuerdo con el
presente artículo, conforman el Consejo Nacional, pondrán delegar su asistencia en los Viceministros o en los
Secretarios Generales de los respectivos Ministerios. En el caso del Ministerio de Defensa Nacional, éste
podrá de legar en el Comandante General de las Fuerzas Militares. En el caso del Director del Departamento
Nacional de Planeación podrá delegar en el Subdirector del mismo Departamento, y en el evento de la Red de
Solidaridad, en el Subgerente de la misma.
119
Precitados.
garantizar los recursos necesarios para cumplir con esa atención integral, pero
el Decreto en mención, condicionó los mandatos legales a la disponibilidad de
recursos. Estima la Sala que un decreto reglamentario no puede tener el
alcance de modificar las leyes ni desconocer las normas constitucionales que
ordenan a las autoridades proteger efectivamente los derechos de todos los
habitantes del territorio nacional. La condición establecida en el decreto es la
obvia relativa a la disponibilidad efectiva de recursos en cada caso, en
armonía con el principio de legalidad. Por lo tanto, las normas que orientarán
a esta Sala para asegurar la concordancia entre la protección integral asumida
en la Ley 387 de 1997 y los recursos que deberán apropiarse serán
principalmente las constitucionales, desarrolladas por el Congreso de la
República.
120
Corte Constitucional, Sentencia C-428 de 2002, MP: Rodrigo Escobar Gil. Ver también las sentencias C-
553/93, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; y C-685/96, MP: Alejandro Martínez Caballero.
121
Sentencia C-442 de 2001 M.P Marco Gerardo Monroy Cabra.
El Documento CONPES 3057 de 1999 recomendó que para los años 2000,
2001 y 2002, en total, fueran apropiados 360 millones de dólares, sin incluir
la adjudicación de tierras y la vivienda. Por su parte, el documento, CONPES
3115 de 2001 recomendó aprobar partidas por 145 mil millones de pesos para
el año 2001, y 161 mil millones de pesos para el año 2002. No obstante, de
acuerdo a los datos aportados por la Red de Solidaridad Social y el ACNUR,
“la asignación de recursos por parte del gobierno nacional para la atención
del desplazamiento forzado (…) ascendió (entre enero de 1999 y junio de
2002) a 126.582 millones”122, monto bastante inferior a lo requerido por los
Documentos analizados. Adicionalmente, la Corte constata que los recursos
asignados en el Presupuesto General de la Nación para atender a la
“población desplazada” para el año 2003 disminuyeron en un 32% en
comparación de los dineros asignados para el año anterior.123
122
ACNUR y Red de Solidaridad Social, Balance, …p. 5
123
La Dirección General del Presupuesto Público Nacional envió por solicitud de la Corte un cuadro que
contiene “los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nación durante el periodo comprendido
entre 1995 y 2003, destinados a atender a la población desplazada.” Ver el apartado 2.1.1 del Anexo 5 de esta
sentencia. En particular, ver las salvedades hechas por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, según las
cuales, el monto asignado para el año 2003 es parcial, dado que las entidades que componen el SNAIPD
realizan operaciones individuales para atender a la población desplazada de acuerdo a los recursos en sus
presupuestos.
124
Ver, entre otras, las sentencias C-360 de 1993, MP Eduardo Cifuentes Muñoz, C-695 de 1996, MP:
Alejandro Martínez Caballero; C-442 de 2001, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
De otra parte, los recursos destinados por personas particulares por
organizaciones no gubernamentales y por la comunidad internacional para
atender a la población desplazada no compensan la insuficiente asignación
estatal. Además, no se han previsto mecanismos para suplir en el largo plazo
los faltantes que puedan resultar de que los recursos de dichas fuentes sean
menores que los presupuestados o no lleguen a tiempo.
Con el fin de corregir esta situación, es necesario que las distintas entidades
nacionales y territoriales encargadas de la atención de la población
desplazada, cumplan a cabalidad con sus deberes constitucionales y legales y
adopten, en un plazo razonable, y dentro de las órbitas de sus competencias,
los correctivos que aseguren una suficiente apropiación presupuestal. Al
ordenar este tipo de medidas, no está desconociendo la Corte la separación de
poderes que establece nuestra Constitución, ni desplazando a las demás
autoridades en el cumplimiento de sus deberes.
Dentro de los factores valorados por la Corte para definir si existe un estado
de cosas inconstitucional, cabe destacar los siguientes: (i) la vulneración
masiva y generalizada de varios derechos constitucionales que afecta a un
número significativo de personas; 127 (ii) la prolongada omisión de las
autoridades en el cumplimiento de sus obligaciones para garantizar los
derechos;128 (ii) la adopción de prácticas inconstitucionales, como la
125
Ver entre otras, las sentencias T-068 de 1998, MP: Alejandro Martínez Caballero; T-153 de 1998, MP:
Eduardo Cifuentes Muñoz; SU-250 de 1998, MP: Alejandro Martínez Caballero; T-590 de 1998, MP:
Alejandro Martínez Caballero; T-606 de 1998, MP: José Gregorio Hernández Galindo; SU-090 de 2000, MP:
Eduardo Cifuentes Muñoz; T-847 de 2000, MP: Carlos Gaviria Díaz; T-1695 de 2000, MP: Marta Victoria
Sáchica Méndez.
126
SU-090 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz (estado de cosas inconstitucional por la omisión en el
pago de pensiones en el Departamento del Chocó).
127
Por ejemplo en la sentencia SU-559 de 1997, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, donde la Corte declaró un
estado de cosas inconstitucional por la omisión de dos municipios de afiliar a los docentes a su cargo al Fondo
Nacional de Prestaciones del Magisterio, a pesar de que se hacían los descuentos respectivos de los salarios
devengados para el pago de dichos aportes, al encontrar que la vulneración a muchos maestros de todo el país.
Dijo la Corte: “30. De acuerdo a lo expuesto, la situación planteada por los actores tiene que examinarse
desde una doble perspectiva. De una parte, se trata de un problema general que afecta a un número
significativo de docentes en el país y cuyas causas se relacionan con la ejecución desordenada e irracional de
la política educativa. De otra parte, la acción de tutela compromete a dos municipios que por falta de recursos
no han dado cumplimiento efectivo a sus obligaciones frente a los educadores que han instaurado la acción de
tutela.”
128
Por ejemplo, en la sentencia T-153 de 1998, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, que declaró el estado de cosas
inconstitucional por el hacinamiento y las condiciones indignas de reclusión en las distintas cárceles
colombianas, dijo la Corte: “Asimismo, como se vio en el aparte acerca del hacinamiento desde una
perspectiva histórica, el fenómeno de la congestión carcelaria ha sido recurrente, e incluso han existido
períodos en los que la sobrepoblación ha alcanzado grados mucho más extremos que el actual. A pesar de ello
no se percibe de parte del Estado el diseño de políticas destinadas a evitar situaciones como la actual. Del
análisis histórico surge la conclusión de que la actitud del Estado ante estas situaciones es siempre reactiva, es
incorporación de la acción de tutela como parte del procedimiento para
garantizar el derecho conculcado;129 (iii) la no expedición de medidas
legislativas, administrativas o presupuestales necesarias para evitar la
vulneración de los derechos.130 (iv) la existencia de un problema social cuya
solución compromete la intervención de varias entidades, requiere la
adopción de un conjunto complejo y coordinado de acciones y exige un nivel
de recursos que demanda un esfuerzo presupuestal adicional importante; 131
(v) si todas las personas afectadas por el mismo problema acudieran a la
decir que solamente ha actuado en este campo cuando se encuentra en presencia de circunstancias explosivas,
como la actual. En esas circunstancias ha recurrido tanto a la despenalización o la rebaja de penas, como a la
construcción apurada de centros de reclusión.”
129
Por ejemplo, en la sentencia T-068 de 1998, MP: Alejandro Martínez Caballero, en la que se declaró un
estado de cosas inconstitucional por la mora habitual de Caja Nacional de Previsión en resolver las peticiones
presentadas por jubilados. La Corte dijo: “8. Así mismo, como se constató en la inspección judicial, la acción
de tutela es prácticamente un requisito para que se resuelva la solicitud dentro del término legal, la cual genera
un procedimiento administrativo paralelo que produce un desgaste del aparato judicial y una tergiversación
del objetivo de la acción de tutela, lo cual afecta gravemente el interés general y el interés particular de
quienes vienen siendo afectados de manera directa por la ineficiencia de la Caja Nacional de Previsión, pese a
que se aprecia una superación en comparación con el caos anterior, de todas maneras tratándose de jubilados
el esfuerzo estatal debe ser el máximo.”
130
Por ejemplo en la sentencia T-1695 de 2000, MP: Marta Victoria Sáchica Méndez, en donde la Corte
declaró la continuidad del estado de cosas inconstitucional por la falta de convocatoria al concurso para el
nombramiento de notarios, la Corte señala que la falta de una disposición que permitiera la convocatoria a un
concurso general de méritos hacia que el estado de cosas inconstitucional declarado en la sentencia SU-250 de
1998, MP: Alejandro Martínez Caballero, continuara. Dijo la Corte: “En este orden, cabe concluir, que si
bien la convocatoria efectuada por el acuerdo Nº 9 de 1999 no vulnera frente a los demás aspirantes el
derecho a la igualdad de los actores para acceder al cargo de notario en los circuitos para los cuales se abrió el
concurso, lo cierto es que sí restringió la igualdad de oportunidades de los aspirantes al no incluir todas las
plazas notariales, en abierto desconocimiento del precepto constitucional, lo que sin duda configura una
vulneración de un derecho fundamental, que persistirá en tanto no se realice un concurso de méritos en las
condiciones establecidas por la Carta Política y reiteradas por la jurisprudencia constitucional. (...) Por lo
anterior, y reconocida la continuidad del estado de cosas inconstitucional declarado por la Corte
Constitucional desde la sentencia SU-250/98, al no poner en funcionamiento la carrera notarial, que si bien se
trató de subsanar por el órgano competente al convocar el concurso de méritos de que trata esta providencia,
el mismo no se hizo conforme a la Constitución, pues debía haber incluido todas las plazas de notario
existentes en el país y garantizar no sólo las mismas oportunidades para todos los participantes, sino
aplicación plena de los preceptos constitucionales. Así las cosas, el restablecimiento de los derechos
fundamentales de los actores y la observancia del ordenamiento superior sólo puede producirse cuando la
provisión de los cargos de notario se realice mediante la celebración de un concurso de méritos abierto y
público que tenga como objeto cumplir el mandato constitucional tantas veces reseñado. Para el efecto, no
basta entonces, la simple suspensión del proceso de concurso, hecho que ya se produjo, pues el estado de
cosas inconstitucional persiste, lo que exige que el Consejo Superior de la Carrera Notarial, en un término
razonable, convoque a un concurso general y abierto para conformar las listas de elegibles a la totalidad de los
cargos de notario público en el país, tal como habrá de ordenarse en esta providencia.”
131
Por ejemplo, en la sentencia T-068 de 1998, MP: Alejandro Martínez Caballero, la Corte dijo: “De acuerdo
con estadísticas que presenta la misma entidad demandada, durante los años 1995, 1996 y 1997 se instauraron
cerca de 14.086 acciones de tutela en contra de la Caja Nacional de Previsión y, si se realiza un cotejo con la
totalidad de expedientes de tutela que se remitieron para eventual revisión a esta Corporación en esos años
(aproximadamente 94000), se observa como casi un 16% de todas la tutelas del país se dirigen contra esa
entidad. Esto significa que existe un problema estructural de ineficiencia e inoperancia administrativa, lo cual
se considera un inconveniente general que afecta a un número significativo de personas que buscan obtener
prestaciones económicas a las que consideran tener derecho.”Igualmente, en la sentencia T-153 de 1998, MP:
Eduardo Cifuentes Muñoz, la Corte dijo lo siguiente: “53. En las sentencias SU-559 de 1997 y T-068 de 1998
esta Corporación ha hecho uso de la figura del estado de cosas inconstitucional con el fin de buscar remedio a
situaciones de vulneración de los derechos fundamentales que tengan un carácter general - en tanto que
afectan a multitud de personas -, y cuyas causas sean de naturaleza estructural - es decir que, por lo regular, no
se originan de manera exclusiva en la autoridad demandada y, por lo tanto, su solución exige la acción
mancomunada de distintas entidades. En estas condiciones, la Corte ha considerado que dado que miles de
personas se encuentran en igual situación y que si todas acudieran a la tutela podrían congestionar de manera
innecesaria la administración de justicia, lo más indicado es dictar órdenes a las instituciones oficiales
competentes con el fin de que pongan en acción sus facultades para eliminar ese estado de cosas
inconstitucional.”
acción de tutela para obtener la protección de sus derechos, se produciría una
mayor congestión judicial.132
nacional, que permita poner fin de una vez por todas al mencionado estado de cosas inconstitucional. Para
tal efecto, el órgano encargado de administrar la carrera notarial ha de dar estricto cumplimiento no sólo a
la Ley 588 de 2000 sino a las sentencias de esta Corporación, en especial a los fallos C-741 de 1998; C-153
de 1999, C-155 de 1999 y C-647 de 2000, que son de obligatorio cumplimiento.”
No obstante la complejidad de las acciones que se precisan para rectificar tal
situación y la urgencia de tales medidas, ya han transcurrido varios años sin
que se hayan adoptado los correctivos necesarios para garantizar el goce
efectivo de sus derechos a la población desplazada, a pesar de las múltiples
sentencias de esta Corte donde se ha encontrado una violación de los derechos
fundamentales de los desplazados.
140
“Ley 387 de 1997, Artículo 1.
141
Este volumen se constata por el número de acciones de tutela interpuestas por los desplazados que han sido
objeto de revisión por la Corte Constitucional hasta la fecha, por el número de expedientes acumulados al
presente proceso que son representativos del tipo de problemas que enfrenta la población desplazada en todo
el país, y por el total de acciones de tutela interpuestas por los desplazados contra la Red de Solidaridad desde
1999 hasta la fecha y que según el sistema de información de la Corte Constitucional supera las 1200.
142
Tal es el caso de la asignación del auxilio de vivienda que hace el Inurbe, pues los recursos entregados
corresponden exclusivamente a quienes interpusieron acciones de tutela. Ver Anexo 5 sobre las observaciones
a la política pública respectiva.
Además de lo anterior, si bien ha habido una evolución en la política, también
se observa que varios de los problemas que han sido abordados por la Corte,
son de vieja data y que frente a ellos persiste la omisión de las autoridades
para adoptar los correctivos necesarios (ver apartado 6 de esta sentencia).
Lo anterior implica que las autoridades están obligadas -por los medios que
estimen conducentes – a corregir las visibles desigualdades sociales, a
facilitar la inclusión y participación de sectores débiles, marginados y
vulnerables de la población en la vida económica y social de la nación, y a
estimular un mejoramiento progresivo de las condiciones materiales de
existencia de los sectores más deprimidos de la sociedad. Ello se ve reflejado,
entre otras, en el artículo segundo de la Carta: “Son fines esenciales del
Estado: servir a la comunidad,...garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución, facilitar la participación
de todos en las decisiones que los afectan ...asegurar la convivencia pacífica
y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están
instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su
vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para
asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los
particulares” (subraya la Sala); en el mandato del artículo 13 Superior, según
el cual el Estado “promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y
efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o
marginados”, y “protegerá especialmente a aquellas personas que por su
condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se
cometan”; en lo dispuesto por el artículo 334 superior, según el cual “...el
Estado, de manera especial, intervendrá para dar pleno empleo a los
recursos humanos y asegurar que todas las personas, en particular las de
menores ingresos, tengan acceso efectivo a los bienes y servicios básicos”; y
en el mandato del artículo 366 de la Carta, que otorga la máxima prioridad al
gasto social en los planes y presupuestos de la Nación y de las entidades
territoriales; y de manera general, en las múltiples disposiciones
constitucionales que protegen los derechos fundamentales, los derechos
económicos, sociales y culturales y los derechos colectivos de las personas,
como concreción amplia del principio de la dignidad humana y de la
solidaridad (artículo 1, C.P.).
De lo anterior se derivan dos clases de deberes para el Estado. Por una parte,
debe adoptar e implementar las políticas, programas o medidas positivas para
lograr una igualdad real de condiciones y oportunidades entre los asociados y
al hacerlo, dar cumplimiento a sus obligaciones constitucionales de
satisfacción progresiva de los derechos económicos, sociales y culturales
básicos de la población -en aplicación de lo que la jurisprudencia
constitucional ha denominado “cláusula de erradicación de las injusticias
144
Sentencia C-1064 de 2001, MM.PP. Manuel José Cepeda Espinosa y Jaime Córdoba Triviño.
presentes”-145. Y, por otra, debe abstenerse de adelantar, promover o ejecutar
políticas, programas o medidas ostensiblemente regresivos en materia de
derechos económicos, sociales y culturales, que conduzcan clara y
directamente a agravar la situación de injusticia, de exclusión o de
marginación que se pretende corregir, sin que ello impida avanzar gradual y
progresivamente hacia el pleno goce de tales derechos146
(...)
En este sentido, los problemas detectados, tal vez el más complejo, como ya
se anotó en el apartado 6.3, es el de la insuficiencia presupuestal para la
atención de la población desplazada con miras a asegurar el goce de sus
derechos fundamentales. Las deficiencias en esta materia han ocasionado o
agravado varios de los problemas que enfrentan los distintos componentes de
la política, inclusive las relativas a la capacidad de las instituciones para
responder de manera eficaz y oportuna a las necesidades y expectativas de los
desplazados, en especial a las peticiones relativas a la garantía de sus
derechos constitucionales.
El criterio sobre el control más estricto de toda aquella medida que constituya
un retroceso frente al nivel de protección ya alcanzado en materia de derechos
sociales ha sido también ampliamente aceptado por el derecho internacional.
Estas cuatro condiciones pueden ser aplicadas a todos los derechos que
tengan una marcada dimensión prestacional, en razón de las condiciones
específicas en que se encuentran sus titulares, y se pueden resumir en los
siguientes parámetros. Primero, prohibición de discriminación (por ejemplo,
no se podría invocar la insuficiencia de recursos para excluir de la protección
estatal a minorías étnicas o partidarios de adversarios políticos); segundo,
necesidad de la medida lo cual exige que sean estudiadas cuidadosamente
medidas alternativas y que éstas sean inviables o insuficientes (por ejemplo,
se han explorado y agotado otras fuentes de financiación); tercero, condición
de avance futuro hacia la plena realización de los derechos de tal forma que la
disminución del alcance de la protección sea un paso inevitable para que, una
vez superadas las dificultades que llevaron a la medida transitoria, se retome
el camino de la progresividad para que se logre la mayor satisfacción del
derecho (por ejemplo, señalando parámetros objetivos que, al ser alcanzados,
reorientarían la política pública en la senda del desarrollo progresivo del
derecho); y cuarto, prohibición de desconocer unos mínimos de satisfacción
del derecho porque las medidas no pueden ser de tal magnitud que violen el
núcleo básico de protección que asegure la supervivencia digna del ser
humano ni pueden empezar por las áreas prioritarias que tienen el mayor
impacto sobre la población. Pasa la Corte a definir tales mínimos.
Ahora bien, dado que el plazo señalado en la ley obedece principalmente a las
dos razones indicadas, debe la Corte precisar que existen dos tipos de
personas desplazadas que, por sus condiciones particulares, son titulares de
un derecho mínimo a recibir ayuda humanitaria de emergencia durante un
período de tiempo mayor al que fijó la ley: se trata de (a) quienes estén en
situación de urgencia extraordinaria, y (b) quienes no estén en condiciones de
asumir su autosostenimiento a través de un proyecto de estabilización o
restablecimiento socio económica, como es el caso de los niños que no
tengan acudientes y las personas de la tercera edad quienes por razón de su
avanzada edad o de sus condiciones de salud no están en capacidad de
generar ingresos; o las mujeres cabeza de familia que deban dedicar todo su
tiempo y esfuerzos a cuidar a niños menores o adultos mayores bajo su
responsabilidad. En estos dos tipos de situación, se justifica que el Estado
continúe proveyendo la ayuda humanitaria requerida para la subsistencia
digna de los afectados, hasta el momento en el cual la circunstancia en
cuestión se haya superado –es decir, hasta que la urgencia extraordinaria haya
cesado, o hasta que los sujetos que no estén en posibilidad de cubrir su propio
sustento adquieran las condiciones para ello -. Ello deberá evaluarse,
humanitaria de emergencia se tiene derecho por espacio máximo de tres (3) meses, prorrogables
excepcionalmente por otros tres (3) más.”
necesariamente, en cada caso individual. Advierte la Corte que así como el
Estado no puede suspender abruptamente la ayuda humanitaria de quienes no
están en capacidad de autosostenerse, tampoco pueden las personas esperar
que vivirán indefinidamente de dicha ayuda.
Vale la pena precisar que este derecho mínimo de los desplazados no obliga a
las autoridades a proveer inmediatamente el soporte material necesario para la
iniciación del proyecto productivo que se formule o para garantizar su acceso
al mercado laboral con base en la evaluación individual a la que haya lugar; si
bien tal apoyo se debe necesariamente materializar a través de los programas
y proyectos que las autoridades diseñen e implementen para tal fin, el deber
mínimo y de inmediato cumplimiento que este derecho impone al Estado es el
de acopiar la información que le permita prestar la debida atención y
consideración a las condiciones particulares de cada desplazado o familia de
desplazados, identificando con la mayor precisión y diligencia posible sus
capacidades personales, para extraer de tal evaluación unas conclusiones
sólidas que faciliten la creación de oportunidades de estabilización que
respondan a las condiciones reales de cada desplazado, y que puedan a su
turno, ser incorporadas en los planes de desarrollo nacional o territorial.
10.Las órdenes
Las órdenes de carácter simple que también se dictarán en este proceso están
dirigidas a responder las peticiones concretas de los actores en la presente
acción de tutela, y resultan compatibles con la línea jurisprudencial de la
Corte Constitucional para la protección de los derechos de la población en
situación de desplazamiento.
10.1.1. Por ello, en primer lugar y dado que el Consejo Nacional de Atención
Integral a la Población Desplazada es el órgano encargado de formular la
política y de garantizar la asignación presupuestal para los programas de
atención a la población desplazada, y que en dicho órgano participan las
principales autoridades nacionales con responsabilidades en la materia, la
Sala le comunicará del estado de cosas inconstitucional para que sea esta
instancia la que determine la forma como pueda superarse la insuficiencia de
recursos y las falencias en la capacidad institucional.
Teniendo en cuenta la incidencia que pueden tener las decisiones que adopte
el Consejo Nacional sobre los derechos de la población desplazada, también
es vital que se permita a quienes puedan verse afectados por una decisión,
tomar parte en el proceso para su adopción.
10.1.3. La Corte constató a través del estudio de los expedientes que varias
autoridades y entidades encargadas de la atención a la población desplazada
han incorporado la interposición de la acción de tutela como requisito previo
para acceder a los beneficios definidos en la Ley 387 de 1997. Tal práctica
resulta contraria al artículo 2 de la Carta, y da lugar a lo previsto en el artículo
24 del Decreto 2591 de 1991, que establece que el juez de tutela puede
prevenir a las autoridades para que no repitan las acciones u omisiones que
generaron la violación de los derechos. Por lo cual, en el caso presente, se
prevendrá a las distintas autoridades para que no incurran de nuevo en dicha
práctica manifiestamente contraria a los deberes de cualquier autoridad
administrativa cuya finalidad es “servir a la comunidad” (artículos 2 y 209
C.P.), por lo cual la Constitución los considera “servidores públicos”
(artículos 123 y 124 C.P.) cuya responsabilidad es definida por la ley.
156
El inciso 2 del parágrafo 1 del Artículo 6, Ley 387 de 1997, prevé la posibilidad de que Consejo Nacional
para la Atención Integral de la Población Desplazada, invite a representantes de las organizaciones de
desplazados a participar en las reuniones de éste órgano, cuando la naturaleza del desplazamiento así lo
aconseje. A falta de norma específica para el caso de la política de atención a la población desplazada, puee
acudirse a las normas generales. Un ejemplo de tales disposiciones se encuentra en el Decreto 2130 de 1992,
expedido en desarrollo del artículo 20 transitorio de la Constitución, estipuló en su artículo primero que
corresponde a los Ministros, Directores de Departamentos Administrativos, Directores, Presidentes o Gerentes
de entidades descentralizadas, Superintendentes y Jefes de entidades u organismos administrativos de la rama
ejecutiva nacional, ejercer las siguientes funciones: "1. Señalar los proyectos de decisiones de carácter general
que por razón de sus implicaciones sea conveniente colocar en conocimiento de los ciudadanos y grupos
interesados para escuchar previamente sus opiniones al respecto"; "2. Disponer que se informe públicamente a
los eventuales interesados, por los medios que estime adecuados, sobre el contenido básico, el propósito y los
alcances de los proyectos de decisiones administrativas de carácter general a que hace referencia el numeral
anterior. En el respectivo informe deberá señalarse el plazo dentro del cual se podrán presentar sus
observaciones. En todo caso la autoridad administrativa adoptará autónomamente la decisión que a su juicio
sirva mejor el interés general"; "3. Disponer el registro público de tales observaciones y de las respuestas que
la entidad hubiere dado a las presentadas por quienes representen sectores significativos de la comunidad y
por organizaciones no gubernamentales promotoras del interés público"; "9. Elaborar un informe anual sobre
el cumplimiento de estas funciones el cual deberá ser anexado al informe que presenten al Congreso de la
República o al Ministro o Director del Departamento Administrativo correspondiente en la oportunidad que
éste señale".
disponibilidad presupuestal suficiente, la informará cuándo se hará efectivo el
beneficio y el procedimiento se seguirá para lo reciba efectivamente. En todo
caso, deberá abstenerse de exigir un fallo de tutela para cumplir sus deberes
legales y respetar los derechos fundamentales de los desplazados. Este mismo
procedimiento deberá realizarse en relación con las peticiones de los actores
en el presente proceso de tutela, en particular para las solicitudes de
otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de
restablecimiento socio económico.
Si bien esta carta de derechos del desplazado no implica que sus demás
derechos puedan ser desconocidos, ni que el desplazado obtenga, por conocer
dicha carta, una protección automática de sus derechos básicos, sí garantiza,
por lo menos, que se le provea información oportuna y completa sobre los
deberes de las autoridades y respecto de la especial protección que ha de
recibir por el hecho del desplazamiento.
En todo caso reitera la Sala que la acción de tutela no puede ser empleada
para alterar el orden en que serán entregadas las ayudas solicitadas ni para
desconocer los derechos de otros desplazados que no acudieron a la acción de
tutela y que se encuentran, en igualdad de condiciones, a la espera de una
respuesta de la entidad.
IV. DECISION
En mérito de lo anterior, la Sala Tercera de Revisión de la Corte
Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato
de la Constitución,
RESUELVE
4. T-675955 –En relación con los accionantes Nancy Isabel Martínez, José
Anastasio Velásquez y Héctor Hernando Bernal y sus respectivos
núcleos familiares
10. T-687987 –En relación con los accionantes Alberto Ramírez, Numael
Rayo y Ledys Vides Quiroz, Gloria Amparo Moreno Palma y sus
respectivos núcleos familiares
11. T-688002 –En relación con los accionantes Gloria Yaneth Hernández,
Carlos Antonio Posada, Liced Yuliana Posada, Jhon Jairo Mayor
Sánchez, José Ignacio Mapura Jiménez, Jorge Eliécer B y Mara Nancy
Villa, y sus respectivos núcleos familiares
12. T-692204 –En relación con María Ligia Quintero Cano, María del
Tránsito Machado de Mosquera, Alba Cecilia Mena Rentería, Elvia
Amparo Cardona Cardona y María Paulina Mosquera Córdoba y sus
respectivos núcleos familiares
15. T-689307 –En relación con Benigno Macera, Carlos Felipe Sarmiento,
Rosa Delia Dietes, Elia Josefa Vásquez y sus respectivos núcleos
familiares
27. T-700902 – En relación con Alba Luz Marín Perdomo, Amalfi Arias,
Alberto Oviedo González, Aldemar Ramírez Niño, Alirio Hoyos Díaz,
Amparo Ducuara Velásquez, Ana Belén García, Aniceto Díaz, Antonio
José Duque, Aristóbulo Méndez, Armando Leal, Arvey Cerquera Rada,
Astrid García Conde, Atanael Paredes Aguiar, Audias Cerquera Rada,
Beatriz Aguirre, Blanca Cenelia Barrero Palomino, Blanca Flor
Ramírez Padilla, Blanca Lilia González, Bonificia Hernández, Carlos
Eduardo Triana Cárdenas, Cecilia López Quintero, Cesar Eduardo
Pinzón Vanegas, Diana Marcela Bazurdo Santana, Domingo Agudelo
Gutiérrez, Edgar Ramírez, Edgar Luis Ramírez, Edinson Sánchez,
Eliseo Ortigoza P., Erminso Castaño, Ernesto Ramírez Vargas,
Eterberto Carvajal Hernández, Eyoam Ruiz Martínez, Fanny Guarnizo,
Florinda Mape de Mape, Frowin Agudelo Bermudes, Geimar Arce
Herrera, Gentil Montiel Romero, Hermon Leiton Ospina, Jaime Acosta,
Javier Enrique Madrigal, Jesús Antonio Carvajal Álvarez, Jesús maría
Oliveros, Jorge Alirio Martínez Caballero, Jorge Guzmán Molina, José
Alejandro Colorado Castaño, José Arberi Hoyos Luna, José Narcizo
Castañeda, José Vicente Moreno, Josué Godoy Castro, Leonor Vargas,
Lucero Paloche Rodríguez, Lucio Páez Guerrero, Luis Adriano
Collazos, Luis Alfredo Díaz Marqueza, Luis Ángel Caicedo Rayo, Luis
Enrique Arias Cardozo, Luis Gentil Morales Ramírez, Luis Henry Parra
Cabrera, Luz Dary Correa Rodríguez, Luz Erika Arana, Luz Ilida Lasso
Otalvaro, Luz Marina Gasca, Luz Marina Sánchez Pérez, Manuel José
Romero, Marcela Cubillos Díaz, Marcely García Manrique, Maria
Beiba Sánchez, María Belarmina Suaza Giraldo, Maria Corona Muñoz
Tulcán, María de los Ángeles París, Maria Doly González, María Edith
Justinico, María Jesús Casas, María Lucrecia Marín Rodríguez, María
Olinda Otalvaro de Oyola, Marleny Bedoya, Martha Cecilia Aguirre,
Martha Lucero Ariza, Medardo Soto Rivera, Nidia Rodríguez Bustos,
Nohora Monroy Carrillo, Norma Constanza Díaz, Olga Ramírez, Olga
Yaneth Castro, Omar Arias Escobar, Pablo Antonio Asprilla, Pedro
Antonio Martínez López, Ramiro Ladino Gutiérrez, Ramiro Ramón
García, Rosevertt Oviedo, Rosa Delia Castro, Rosa Elena Gasca,
Rosalba Rada Oyola, Saúl Martínez Morales, Sabina Palomino Caleño,
Silvio Lozada C., Uriel Rojas Perdomo, Wilson Patiño Rivas, Yolanda
Fajardo y sus respectivos núcleos familiares.
32. T-685774 – REVOCAR las sentencias del Juzgado Tercero Penal del
Circuito de Buenaventura, de octubre 9 de 2002, y del Tribunal
Superior de Buga, de 21 de octubre de 2002, y en su lugar
CONCEDER el amparo de sus derechos de conformidad con lo
establecido en el ordinal décimo segundo de la parte resolutiva de esta
sentencia.
74. T-695839 - REVOCAR las sentencias del Juzgado Penal del Circuito
Especializado de Pasto, de noviembre 14 de 2002 y del Tribunal
superior del distrito judicial de Pasto, de diciembre 10 de 2002 y en su
lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo
establecido en el ordinal décimo de la parte resolutiva de esta
sentencia.
87. T-700727 – REVOCAR las sentencias del Juzgado Sexto Laboral del
Circuito de Cali, de octubre 18 de 2002 y del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Cali, Sala Laboral, de diciembre 4 de 2002, y en su
lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo
establecido en el ordinal décimo primero de esta sentencia..
88. T-700805 – REVOCAR las sentencias del Juzgado Penal del Circuito
Especializado de Pasto, de noviembre 15 de 2002 y del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Pasto, Sala Penal, de diciembre 12 de
2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de
conformidad lo establecido en el ordinal décimo de la parte resolutiva
de esta sentencia.
89. T-700902 – CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Administrativo
del Tolima, de agosto 20 de 2002, pero por las razones expuestas en
esta sentencia y, en consecuencia se modifican las órdenes de
conformidad con lo establecido en los ordinales décimo y décimo
segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la
sentencia del Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Quinta, de Sentencia de diciembre 5 de 2002.
96. T-702437 – REVOCAR las sentencias del Juzgado Segundo Penal del
Circuito de Buenaventura, de octubre 9 de 2002 y del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Buga, Sala de Decisión Penal, de
noviembre 25 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los
derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal décimo
primero de la parte resolutiva de esta sentencia.
INDICE DE ANEXOS
Magistrado Ponente:
Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA
ESPINOSA
CONSIDERANDO
157
Según consta en la página 5 de la sentencia y en el Anexo 1 de la misma, fueron identificados como
peticionarios representados por Adesfongua las siguientes personas: Eustacio Fonseca Barraza, Felipe Zárate
V, Xiomara L. Ariño, Ernesto Epinayú, Omar Erazo López, Carmen Sierra, William Ariño, Luis E. Duarte,
Luz Marina González, Rosana Ludo Urbaéz, Ubida María Urbaéz Ariño, Yudis Mari Castillo, Simón Corzo
Flórez, Betty García Díaz, Luis M. García Díaz, César Maldonado Avila, Paulina Salina, Yulis Córdoba,
Elizabeth Ariño, Numnel Amaya, Olido Cujio, Mónica Daza, Tercilia García, Cecilio Granados, Antonio
Arciniegas, Ángel Guerrero, Orlando Orozco, Ismael E. Ferrer, Adriano Fidel Sierra Rambauth, Eduardo
Sierra Rambauth, Rafael Sierra Rambauth Pedro Español, Julia Duarte, Victorino Romero, Elba Urbay C, José
Epinayú, Graciela Aroca, Federico Montoya, Neiber Erazo, Gloria Navarro, Berna Jaraba, Madeleine Jaraba,
Evangelino A., Marta Gómez, Eleidis Rosa
6. Que los errores indicados, a pesar de no cambiar la decisión finalmente
adoptada, deben ser corregidos para que no existan textos que generen
confusión en el cuerpo de la sentencia.
RESUELVE
Debe decir
158
Ver auto de corrección de la sentencia T-029 de 2001 M.P. Alejandro Martínez Caballero
MANUEL JOSE CEPEDA ESPINOSA
Magistrado
Magistrado Ponente:
Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA
ESPINOSA
CONSIDERANDO
1. Que de conformidad con el artículo 27 del Decreto 2591 de 1991, “el juez
establecerá los demás efectos del fallo para el caso concreto y mantendrá la
competencia hasta que esté completamente restablecido el derecho o
eliminadas las causas de la amenaza.”
159
Corte Constitucional, Sentencia T-086 de 2003, MP: Manuel José Cepeda Espinosa, donde la Corte
examina la competencia del juez que resuelve un incidente de desacato y las condiciones para modificar la
orden original para asegurar la protección efectiva de los derechos tutelados.
problema es que las entidades no saben cuáles programas son para
desplazados, cuántas personas atendieron, no saben si atendieron
población desplazada. No hay uniformidad en la información.”
(...)
“En rendimiento, la base de datos tiene problemas por el volumen
de información. La base de datos no responde a todas las
preguntas sobre el desplazamiento, por cambios en el mismo
fenómeno (desplazamiento interno intraurbano, por ejemplo), pero
si responde en la parte básica.”
(...)
“No sirve para determinar cuándo cesa la calidad de desplazado,
porque la política no lo ha definido, o para reportar ayudas
entregadas por otras entidades. Sólo sirve para decir quiénes
surtieron el procedimiento de registro, pero no sobre los
desplazados en general, por el problema del subregistro. No
permite predecir evolución o crecimiento del fenómeno de
desplazamiento. El único que puede hacer estadísticas y
proyecciones sobre el fenómeno es el DANE, pero el SUR no lo
puede hacer.”
(...)
“Por el crecimiento acelerado del desplazamiento en el 2001 y
2002, las cargas de trabajo desbordaron la capacidad del
registro.”
(...)
“Existe una dificultad tecnológica para reportar el volumen
estadístico de la población desplazada en las distintas localidades,
pues las personas y entidades no la reportan con la calidad y
oportunidad requeridas. El objetivo básico del SEFC [Sistema
Estadístico por Fuentes Contrastadas] es tomarle el pulso a la
dinámica del desplazamiento, se puede utilizar para cálculos
estimados de presupuesto, pero para ello también se utiliza el
SUR. Sin embargo, el SUR no puede ser utilizado para el estudio
del fenómeno del desplazamiento, por el problema del
subregistro. Esa falencia se corrige con el SEFC.”
Igualmente, encuentra la Sala que como quiera que las decisiones de política
pública se toman siempre con ciertos elementos de incertidumbre, no es
necesario contar con información detallada que dé al Ejecutivo “certeza
absoluta” sobre los costos de la atención a cada uno de los desplazados para
fijar la dimensión del esfuerzo presupuestal, sin perjuicio de que dicha
160
CONPES 3057 de 1999 dijo que se requerían US $ 360 millones de dólares para la ejecución de la política
y atender 400.000 personas desplazadas durante los años 2001 a 2002, sin incluir costos para adjudicación de
tierras y vivienda. Este estimativo se hizo teniendo en cuenta una población desplazada de 400.000 personas,
que el fenómeno de desplazamiento forzado involucraba 139 municipios (80 municipios expulsores y 40
municipios expulsores-receptores y 19 receptores). Las características demográficas de esa población según el
documento CONPES eran 44.1% de las familias tienen mujeres como jefe de hogar, 23.2% de la población
son niños menores de 7 años y 16.7% de la población desplazada pertenecía a grupos étnicos. Este documento
utilizó como supuesto que la cifra de familias desplazadas disminuiría en los años 2000 a 2002, como
resultado del proceso de negociación con los grupos armados.
161
El CONPES 3115 de 2001 hizo una distribución presupuestal sectorial para el cumplimiento del CONPES
3057. Precisó el costo del Plan de Acción para la Prevención y Atención del desplazamiento forzado por
programas y proyectos para 2001 y 2002 en un total de $307.726 millones de pesos y distribuyó esos recursos
por programas y proyectos generales y específicos.
162
Cfr. Acta de la diligencia de inspección judicial realizada el 22 de abril de 2004.
estimación global sea luego ajustada a medida que se obtenga información
más precisa o evolucione la realidad del problema del desplazamiento, sea
para aumentar dicha estimación o para disminuirla.
13. Preocupa a la Corte que la solicitud de prórroga del plazo para definir las
necesidades precisas de la población desplazada con base en la encuesta de
caracterización de desplazados que habrá de concluir el 30 de septiembre de
2004, estuviere acompañada de frases indicativas de la intención de reducir el
ámbito de protección de dicha población y de retroceder en los compromisos
fijados por la Ley 387 de 1997.
Advierte la Corte que la prórroga del plazo otorgado para caracterizar las
necesidades de la población desplazada no implica una autorización para
“redefinir prioridades” sin el cumplimiento del procedimiento definido en la
sentencia T-025 de 2004 y en las condiciones estrictas allí señaladas.
Tampoco implica una autorización para retroceder en los compromisos
asumidos en las normas vigentes. Recuerda la Corte que en la sentencia T-025
de 2004 se dijo claramente que “el Director de la Red de Solidaridad Social,
los Ministros de Hacienda y Crédito Público y del Interior y de Justicia, así
como el Director del Departamento Nacional de Planeación y los demás
miembros del Consejo Nacional para la Atención Integral a la Población
Desplazada por la Violencia, realizarán todos los esfuerzos necesarios para
asegurar que la meta presupuestal por ellos fijada se logre.”164 Además,
respecto de los deberes del Estado para con los desplazados se subrayó que
17. Que igualmente es fundamental que todas las entidades que hacen parte
del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, así
como las entidades a las que la Red de Solidaridad Social les solicite los
informes y la cooperación para la superación de la crisis humanitaria y del
estado de cosas inconstitucional, presten su cooperación de manera oportuna.
R E S U E L V E:
Quinto.- INSTAR a todas las entidades que hacen parte del Sistema Nacional
de Atención Integral a la Población Desplazada y a las demás entidades del
orden nacional o territorial que reciban de la Red de Solidaridad Social
solicitudes de cooperación o de informes para el cumplimiento de lo resuelto
en la sentencia T-025 de 2004 respecto de toda la población desplazada con
miras a superar la crisis humanitaria y el estado de cosas inconstitucional,
para que den respuesta oportuna a tales solicitudes. La Red citará esta orden
en las solicitudes que envíe a las entidades públicas, cuando lo estime
necesario para advertirles de los efectos jurídicos de su incumplimiento.
Magistrado Ponente:
MANUEL JOSE CEPEDA ESPINOSA
CONSIDERANDO
165
Red de Solidaridad Social, Documento enviado para el presente proceso.
4. Que no obstante lo anterior, los errores mecanográficos, a pesar de no
cambiar la decisión finalmente adoptada, deben ser corregidos para mayor
claridad.
RESUELVE:
Corregirse por:
166
Ver auto de corrección de la sentencia T-029 de 2002 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
CORTE CONSTITUCIONAL
HACE CONSTAR: