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Dada la condicin de extrema vulnerabilidad de la poblacin desplazada, no slo por el hecho mismo del desplazamiento, sino tambin porque en la mayor parte de los casos se trata de personas especialmente protegidas por la Constitucin tales como mujeres cabeza de familia, menores de edad, minoras tnicas y personas de la tercera edad -, la exigencia de presentar directamente o a travs de abogado las acciones de tutela para la proteccin de sus derechos, resulta excesivamente onerosa para estas personas. Es por ello que las asociaciones de desplazados, que se han conformado con el fin de apoyar a la poblacin desplazada en la defensa de sus derechos, pueden actuar como agentes oficiosos de los desplazados. Tales organizaciones estarn legitimadas para presentar acciones de tutela a favor de sus miembros bajo las siguientes condiciones: 1) que se haga a travs de su representante legal, acreditando debidamente su existencia y representacin dentro del proceso de tutela; 2) que se individualice, mediante una lista o un escrito, el nombre de los miembros de la asociacin a favor de quienes se promueve la accin de tutela; y 3) que no se deduzca de los elementos probatorios que obran en el proceso que el agenciado no quiere que la accin se interponga en su nombre. ACCION DE TUTELA TEMERARIA-Alcance ACCION DE TUTELA TEMERARIA-Causales DESPLAZAMIENTO FORZADO-Vulneracin mltiple, masiva y continua de derechos fundamentales DESPLAZADOS INTERNOS-Derecho a recibir en forma urgente un trato preferente En razn de esta multiplicidad de derechos constitucionales afectados por el desplazamiento, y atendiendo a las aludidas circunstancias de especial debilidad, vulnerabilidad e indefensin en la que se encuentran los desplazados, la jurisprudencia constitucional ha resaltado que stos tienen, en trminos generales, un derecho a recibir en forma urgente un trato preferente por parte del Estado. Este derecho al trato preferente constituye, en trminos de la Corte, el punto de apoyo para proteger a quienes se hallan en situacin de indefensin por el desplazamiento forzado interno, y debe caracterizarse, ante todo, por la prontitud en la atencin a las necesidades de estas personas, ya que de otra manera se estara permitiendo que la vulneracin de derechos fundamentales se perpetuara, y en muchas situaciones, se agravara. DERECHOS DE LOS DESPLAZADOS-Ordenes proferidas por la Corte Constitucional para su proteccin
DERECHOS DE LOS DESPLAZADOS-Su vulneracin ha persistido en el tiempo/DERECHOS DE LOS DESPLAZADOS-Autoridades competentes no han adoptado los correctivos para su proteccin El patrn de violacin de los derechos de la poblacin desplazada ha persistido en el tiempo, sin que las autoridades competentes hayan adoptado los correctivos suficientes para superar esas violaciones, y sin que las soluciones puntuales ordenadas por la Corte frente a las violaciones detectadas en las sentencias dictadas hasta el momento, hayan contribuido a impedir la reincidencia de las autoridades demandadas en tutela. Inclusive, se ha llegado a agravar la situacin de afectacin de los derechos de la poblacin desplazada ante la exigencia impuesta por algunos funcionarios de la interposicin de acciones de tutela como requisito previo para que las autoridades encargadas de su atencin cumplan con sus deberes de proteccin. POLITICA PUBLICA DE DESPLAZADA-Resultados ATENCION A POBLACION
POLITICA PUBLICA DE ATENCION A POBLACION DESPLAZADA-Problemtica de la capacidad institucional del Estado para su proteccin ESTADO-Insuficiencia de recursos para la implementacin de polticas de atencin a la poblacin desplazada La escasez de recursos ha sido sealada consistentemente por los documentos aportados al proceso, publicados en distintos momentos y elaborados por entidades tanto de carcter pblico como particular, como la causa central de las fallas en la implementacin de las polticas de atencin a la poblacin desplazada. El gobierno central ha destinado recursos financieros inferiores a las necesidades de la poltica y muchas de las entidades territoriales no han destinado recursos propios para atender los distintos programas. La insuficiencia de recursos ha afectado la mayora de los componentes de la poltica y ha llevado a que las entidades que integran el SNAIPD no puedan adelantar acciones concretas adecuadas para cumplir los objetivos trazados en la poltica. Es por ello que el nivel de ejecucin de las polticas es insuficiente frente a las necesidades de la poblacin desplazada y que los ndices de cobertura de sus distintos componentes son tan bajos. PRINCIPIO DE LEGALIDAD DEL GASTO PUBLICO-Momentos en que opera Sobre el principio de legalidad ha dicho la jurisprudencia que, opera en dos momentos distintos del proceso presupuestal: uno primero, al elaborarse la ley anual, cuando slo deben incorporarse en el proyecto respectivo aquellas erogaciones previamente decretadas por la ley. Posteriormente, en la etapa de ejecucin del presupuesto, el principio de legalidad indica adems que para
que los gastos puedan ser efectivamente realizados, las correspondientes partidas deben haber sido aprobadas por el Congreso al expedir la ley anual de presupuesto DERECHOS FUNDAMENTALES DE DESPLAZADOS-Asignacin de recursos para su proteccin El que las leyes anuales del presupuesto limiten la asignacin de recursos dirigidos a la ayuda de la poblacin desplazada, es un indicativo de la realidad fiscal y macroeconmica en la que se encuentra el pas. Sin embargo, ello no significa que las leyes de presupuesto constituyan una modificacin de los alcances de la Ley 387 de 1997. Desde el punto de vista constitucional, es imperioso destinar el presupuesto necesario para que los derechos fundamentales de los desplazados tengan plena realizacin. La obligacin constitucional del Estado de garantizar una proteccin adecuada a quienes por razn del desplazamiento forzado interno se encuentran en condiciones indignas de vida no puede ser aplazada indefinidamente. La Ley 387 de 1997 reconoci que la atencin de la poblacin desplazada es urgente y prioritaria. La jurisprudencia de esta Corporacin ha reiterado la prelacin que tiene la asignacin de recursos para atender a esta poblacin y solucionar as la crisis social y humanitaria que representa este fenmeno. No obstante, ello no ha sucedido y de esta forma se ha desconocido la Carta Poltica, lo ordenado por el Congreso de la Repblica y lo dispuesto en las polticas de desarrollo adoptadas por el propio Ejecutivo. DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOSCorrectivos que deben cumplirse para una suficiente apropiacin presupuestal/DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOS-Colaboracin armnica entre las ramas del poder pblico para su proteccin Con el fin de corregir esta situacin, es necesario que las distintas entidades nacionales y territoriales encargadas de la atencin de la poblacin desplazada, cumplan a cabalidad con sus deberes constitucionales y legales y adopten, en un plazo razonable, y dentro de las rbitas de sus competencias, los correctivos que aseguren una suficiente apropiacin presupuestal. Al ordenar este tipo de medidas, no est desconociendo la Corte la separacin de poderes que establece nuestra Constitucin, ni desplazando a las dems autoridades en el cumplimiento de sus deberes. Por el contrario, la Corte, teniendo en cuenta los instrumentos legales que desarrollan la poltica de atencin a la poblacin desplazada, as como el diseo de la poltica y los compromisos asumidos por las distintas entidades, est apelando al principio constitucional de colaboracin armnica entre las distintas ramas del poder, para asegurar el cumplimiento de los deberes de proteccin efectiva de los derechos de todos los residentes en el territorio nacional. Esa es la competencia del juez constitucional en un Estado Social de Derecho respecto de derechos que tienen una clara dimensin prestacional.
ESTADO DE jurisprudencial
COSAS
INCONSTITUCIONAL-Evolucin
ESTADO DE COSAS INCONSTITUCIONAL-Factores que lo determinan Dentro de los factores valorados por la Corte para definir si existe un estado de cosas inconstitucional, cabe destacar los siguientes: (i) la vulneracin masiva y generalizada de varios derechos constitucionales que afecta a un nmero significativo de personas; (ii) la prolongada omisin de las autoridades en el cumplimiento de sus obligaciones para garantizar los derechos; (ii) la adopcin de prcticas inconstitucionales, como la incorporacin de la accin de tutela como parte del procedimiento para garantizar el derecho conculcado; (iii) la no expedicin de medidas legislativas, administrativas o presupuestales necesarias para evitar la vulneracin de los derechos. (iv) la existencia de un problema social cuya solucin compromete la intervencin de varias entidades, requiere la adopcin de un conjunto complejo y coordinado de acciones y exige un nivel de recursos que demanda un esfuerzo presupuestal adicional importante; (v) si todas las personas afectadas por el mismo problema acudieran a la accin de tutela para obtener la proteccin de sus derechos, se producira una mayor congestin judicial. ESTADO DE COSAS INCONSTITUCIONAL EN LA POBLACION DESPLAZADA-Elementos/ESTADO DE COSAS INCONSTITUCIONAL EN LA POBLACION DESPLAZADADeclaracin formal Varios elementos confirman la existencia de un estado de cosas inconstitucional respecto de la situacin de la poblacin internamente desplazada. En primer lugar, la gravedad de la situacin de vulneracin de derechos que enfrenta la poblacin desplazada fue expresamente reconocida por el mismo legislador al definir la condicin de desplazado, y resaltar la violacin masiva de mltiples derechos. En segundo lugar, otro elemento que confirma la existencia de un estado de cosas inconstitucional en materia de desplazamiento forzado, es el elevado volumen de acciones de tutela presentadas por los desplazados para obtener las distintas ayudas y el incremento de las mismas. En tercer lugar, los procesos acumulados en la presente accin de tutela, confirma ese estado de cosas inconstitucional y sealan que la vulneracin de los derechos afecta a buena parte de la poblacin desplazada, en mltiples lugares del territorio nacional y que las autoridades han omitido adoptar los correctivos requeridos. En cuarto lugar, la continuacin de la vulneracin de tales derechos no es imputable a una nica entidad. En quinto lugar, la vulneracin de los derechos de los desplazados reposa en factores estructurales enunciados en el apartado 6 de esta providencia dentro de los cuales se destaca la falta de correspondencia entre lo que dicen las normas y los medios para cumplirlas, aspecto que adquiere una especial dimensin cuando se mira la insuficiencia de recursos
dada la evolucin del problema de desplazamiento y se aprecia la magnitud del problema frente a la capacidad institucional para responder oportuna y eficazmente a l. En conclusin, la Corte declarar formalmente la existencia de un estado de cosas inconstitucional relativo a las condiciones de vida de la poblacin internamente desplazada. Por ello, tanto las autoridades nacionales como las territoriales, dentro de la rbita de sus competencias, habrn de adoptar los correctivos que permitan superar tal estado de cosas. AUTORIDADES-Estn obligadas a la correccin de desigualdades sociales Las autoridades estn obligadas -por los medios que estimen conducentes a corregir las visibles desigualdades sociales, a facilitar la inclusin y participacin de sectores dbiles, marginados y vulnerables de la poblacin en la vida econmica y social de la nacin, y a estimular un mejoramiento progresivo de las condiciones materiales de existencia de los sectores ms deprimidos de la sociedad. DEBERES DEL ESTADO-Clases Se derivan dos clases de deberes para el Estado. Por una parte, debe adoptar e implementar las polticas, programas o medidas positivas para lograr una igualdad real de condiciones y oportunidades entre los asociados y al hacerlo, dar cumplimiento a sus obligaciones constitucionales de satisfaccin progresiva de los derechos econmicos, sociales y culturales bsicos de la poblacin -en aplicacin de lo que la jurisprudencia constitucional ha denominado clusula de erradicacin de las injusticias presentes-. Y, por otra, debe abstenerse de adelantar, promover o ejecutar polticas, programas o medidas ostensiblemente regresivos en materia de derechos econmicos, sociales y culturales, que conduzcan clara y directamente a agravar la situacin de injusticia, de exclusin o de marginacin que se pretende corregir, sin que ello impida avanzar gradual y progresivamente hacia el pleno goce de tales derechos. ESTADO-Adopcin de medidas a favor de los grupos marginados La adopcin de medidas en favor de los grupos marginados, no constituye una competencia meramente facultativa del legislador sino que es un mandato de accin, encaminado a transformar las condiciones materiales que engendran o perpetan la exclusin y la injusticia social. Este deber estatal, si bien necesita ser desarrollado por la ley, y est atado a las apropiaciones presupuestales correspondientes, no puede quedar indefinidamente aplazado en la agenda estatal. DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOSRetroceso en su proteccin Por la va de la insuficiente apropiacin presupuestal y de la omisin en la
correccin de las principales falencias de la capacidad institucional, el avance progresivo en la satisfaccin de los derechos de la poblacin desplazada no slo se ha retrasado, sino que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo en algunos aspectos. Dicho retroceso es, prima facie, contrario al mandato constitucional de garantizar el goce efectivo de los derechos de todos los desplazados. Por eso, el primer deber de las autoridades competentes es evitar dicho retroceso prctico en los aspectos del nivel de proteccin de los derechos de todos los desplazados donde ste se ha presentado, as dicho retroceso sea resultado de la evolucin del problema y de factores que escaparon a la voluntad de los funcionarios responsables. DERECHOS SOCIALES PRESTACIONALES-Prohibicin de retrocesos en ampliacin progresiva/DERECHOS SOCIALES PRESTACIONALES-Control estricto frente a medidas de retroceso DERECHOS SOCIALES PRESTACIONALES-Parmetros a tener en cuenta A todos los derechos que tengan una marcada dimensin prestacional se pueden resumir en los siguientes parmetros. Primero, prohibicin de discriminacin (por ejemplo, no se podra invocar la insuficiencia de recursos para excluir de la proteccin estatal a minoras tnicas o partidarios de adversarios polticos); segundo, necesidad de la medida lo cual exige que sean estudiadas cuidadosamente medidas alternativas y que stas sean inviables o insuficientes (por ejemplo, se han explorado y agotado otras fuentes de financiacin); tercero, condicin de avance futuro hacia la plena realizacin de los derechos de tal forma que la disminucin del alcance de la proteccin sea un paso inevitable para que, una vez superadas las dificultades que llevaron a la medida transitoria, se retome el camino de la progresividad para que se logre la mayor satisfaccin del derecho (por ejemplo, sealando parmetros objetivos que, al ser alcanzados, reorientaran la poltica pblica en la senda del desarrollo progresivo del derecho); y cuarto, prohibicin de desconocer unos mnimos de satisfaccin del derecho porque las medidas no pueden ser de tal magnitud que violen el ncleo bsico de proteccin que asegure la supervivencia digna del ser humano ni pueden empezar por las reas prioritarias que tienen el mayor impacto sobre la poblacin. Pasa la Corte a definir tales mnimos. DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOSPonderacin y prioridades en la atencin oportuna Dadas las magnitudes actuales del problema de desplazamiento en Colombia, as como el carcter limitado de los recursos con los que cuenta el Estado para satisfacer este cometido, es forzoso aceptar que al momento de disear e implementar una determinada poltica pblica de proteccin a la poblacin desplazada, las autoridades competentes deben efectuar un ejercicio de ponderacin y establecimiento de reas prioritarias en las cuales se prestar atencin oportuna y eficaz a dichas personas. Por lo tanto, no siempre se podr
satisfacer, en forma concomitante y hasta el mximo nivel posible, la dimensin prestacional de todos los derechos constitucionales de toda la poblacin desplazada, dadas las restricciones materiales y las dimensiones reales de la evolucin del fenmeno del desplazamiento. DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOSNiveles mnimos de proteccin Existen ciertos derechos mnimos de la poblacin desplazada que deben ser satisfechos en cualquier circunstancia por las autoridades a los desplazados, puesto que en ello se juega la subsistencia digna de las personas en esta situacin. DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOSCondiciones para definir el nivel mnimo de proteccin Para definir el nivel mnimo de satisfaccin de los derechos constitucionales de las personas desplazadas, debe hacerse una distincin entre (a) el respeto por el ncleo esencial de los derechos constitucionales fundamentales de los desplazados, y (b) la satisfaccin, por parte de las autoridades, de ciertos deberes prestacionales derivados de los derechos reconocidos a nivel internacional y constitucional en cabeza de los desplazados. En cuanto a lo primero, es claro que las autoridades en ningn caso pueden obrar de forma tal que terminen por desconocer, lesionar o amenazar el ncleo esencial de los derechos fundamentales constitucionales de las personas desplazadas. En esa medida, no pueden los desplazados ser objeto de acciones por parte de las autoridades que atenten, por ejemplo, contra su integridad personal o contra su libertad de expresin. En cuanto a lo segundo, observa la Sala que la mayor parte de los derechos reconocidos por la normatividad internacional y la Carta Poltica a las personas desplazadas imponen a las autoridades, por las circunstancias mismas en que se encuentran los desplazados, claras obligaciones de carcter prestacional, que necesariamente implicarn un gasto pblico. Es all, en la preservacin de las condiciones ms bsicas que permiten sobrevivir con dignidad, donde se debe trazar un lmite claro entre las obligaciones estatales de imperativo y urgente cumplimiento frente a la poblacin desplazada, y aquellas que, si bien tienen que ser satisfechas, no tiene la misma prioridad. DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOSProteccin DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS DESPLAZADOS-Ayuda humanitaria de emergencia CORTE CONSTITUCIONAL-Ordenes complejas y simples en materia de desplazamiento En el caso presente, la Sala dar dos tipos de rdenes. Unas rdenes de
ejecucin compleja, relacionadas con el estado de cosas inconstitucional y dirigidas a garantizar los derechos de toda la poblacin desplazada, independientemente de que hayan o no acudido a la accin de tutela para la proteccin de sus derechos. Tales rdenes tienen como finalidad que las entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada establezcan, en un plazo prudencial, y dentro de la rbita de sus competencias, los correctivos que sean necesarios para superar los problemas de insuficiencia de recursos destinados y de precariedad de la capacidad institucional para implementar la poltica estatal de atencin a la poblacin desplazada. Las rdenes de carcter simple que tambin se dictarn en este proceso estn dirigidas a responder las peticiones concretas de los actores en la presente accin de tutela, y resultan compatibles con la lnea jurisprudencial de la Corte Constitucional para la proteccin de los derechos de la poblacin en situacin de desplazamiento. CORTE CONSTITUCIONAL-Ordenes para superar el estado de cosas inconstitucional en la poblacin desplazada/CONSEJO NACIONAL DE ATENCIN INTEGRAL A LA POBLACIN DESPLAZADASuperacin del estado de cosas inconstitucional En cuanto a las rdenes necesarias para superar la vulneracin masiva y continua de los derechos de la poblacin desplazada originada en factores estructurales, la Corte declarar la existencia de un estado de cosas inconstitucional y lo comunicar a las autoridades con responsabilidades en el tema, para que adopten, dentro de la rbita de sus competencias, y en un tiempo razonable, los correctivos que sean necesarios. Estas rdenes estn dirigidas a que se adopten decisiones que permitan superar tanto la insuficiencia de recursos, como las falencias en la capacidad institucional. Dado que el Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada es el rgano encargado de formular la poltica y de garantizar la asignacin presupuestal para los programas de atencin a la poblacin desplazada, la Sala le comunicar del estado de cosas inconstitucional para que sea esta instancia la que determine la forma como pueda superarse la insuficiencia de recursos y las falencias en la capacidad institucional. el Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada, en un plazo mximo de 6 meses, contados a partir de la comunicacin de la presente sentencia, deber concluir las acciones encaminadas a que todos los desplazados gocen efectivamente del mnimo de proteccin de sus derechos AUTORIDADES-Procedimiento a seguir cuando se reciban peticiones de desplazados Cuando las distintas autoridades reciban una peticin proveniente de un desplazado, en la cual se solicite la proteccin de alguno de sus derechos, la autoridad competente proceder a: 1) incorporarlo en la lista de desplazados peticionarios, 2) informarle al desplazado dentro del trmino de 15 das el tiempo mximo dentro del cual le dar respuesta a la solicitud; 3) informarle dentro del trmino de 15 das si la solicitud cumple con los requisitos para su trmite, y en caso contrario, indicarle claramente cmo puede corregirla para
que pueda acceder a los programas de ayuda; 4) si la solicitud cumple con los requisitos, pero no existe la disponibilidad presupuestal, adelantar los trmites necesarios para obtener los recursos, determinar las prioridades y el orden en que las resolver; 5) si la solicitud cumple con los requisitos y existe disponibilidad presupuestal suficiente, la informar cundo se har efectivo el beneficio y el procedimiento se seguir para lo reciba efectivamente. En todo caso, deber abstenerse de exigir un fallo de tutela para cumplir sus deberes legales y respetar los derechos fundamentales de los desplazados. ACCION DE TUTELA-Ordenes para responder las solicitudes de los accionantes desplazados ACCION DE TUTELA-No puede emplearse para alterar el orden en que se entreguen las ayudas a la poblacin desplazada La accin de tutela no puede ser empleada para alterar el orden en que sern entregadas las ayudas solicitadas ni para desconocer los derechos de otros desplazados que no acudieron a la accin de tutela y que se encuentran, en igualdad de condiciones, a la espera de una respuesta de la entidad.
T-653010
Accin de tutela instaurada por Abel Antonio Jaramillo, Adela Polana Montao, Agripina Mara Nuez y otros contra la Red de Solidaridad Social, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la Repblica, el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico, el Ministerio de Proteccin Social, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Educacin, el INURBE, el INCORA, el SENA, y otros Magistrado Ponente: Dr. MANUEL ESPINOSA JOS CEPEDA
Bogot, D. C., veintids (22) de enero de dos mil cuatro (2004). La Sala Tercera de Revisin de la Corte Constitucional, integrada por los
1 Los detalles particulares de cada expediente acumulado al proceso T-653010 aparecen relacionados en el cuadro Anexo 1 del presente fallo, el cual hace parte integral del mismo.
magistrados Manuel Jos Cepeda Espinosa, Jaime Crdoba Trivio y Rodrigo Escobar Gil, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, ha proferido la siguiente SENTENCIA I. ANTECEDENTES
1. Hechos Bajo el expediente T-653010, fueron acumulados otros 108 expedientes, correspondientes a igual nmero de acciones de tutela interpuestas por 1150 ncleos familiares, todos pertenecientes a la poblacin desplazada, con un promedio de 4 personas por ncleo, y compuestas principalmente por mujeres cabezas de familia, personas de la tercera edad y menores, as como algunos indgenas. La ltima acumulacin se llev a cabo el 10 de noviembre de 2003, mediante Auto de esa misma fecha, con el cual se acumul el expediente T775898 al expediente T-653010. Los nombres de los accionantes en cada expediente acumulado se listan a continuacin: EXPEDIENTE T- 653010, (demandante: Fundacin Ayudmonos FUNDAYUDE a travs de su representante legal Javier Augusto Silva Madero) ACCIONANTES Abel Antonio Jaramillo, Adela Polania Montao, Agripina Mara Nuez, Aida Gutirrez Vsquez, Alberto Cervantes, Alfredo Antonio Lara, lvaro Antonio Aguilar, lvaro Torres Riatiga, Amparo de la Hoz Julio, Ana de Dios Lerez Hernndez, Ana Elsa Maldonado, Ana Julia de Len, Ana Leonor Daz Sierra, Ana Luca Armesto M., Ana Magali Fernndez, Ana Polo Camacho, Ana Rosa Marn, Ana Rosa Mendoza Torres, ngel Miro Balaguera Paredes, Aracelis de Avila Pea, Asdrbal Andrade, Aurora Balaguera, Benjamn de la Cruz Ceballos, Bienvenida Santos, Blanca Jaramillo Jimnez, Carlos Wisman Murgas, Carmen Aroca Jimnez, Carmen Cecilia Ochoa Contreras, Carmen Jimnez, Casilda de la Cruz Pea, Celita Mara Gutirrez, Dagoberto Ramos, Dalcmenes Meja Toncel, Daniel Andrade Rodrguez, Deley Mara Casares, Denis Edith Noriega Blanco, Digenes Simn Retamoso, Edilberto Cabas Orozco, Edilma Guzmn M., Eliana Cecilia Parejo Oliveros, Elvia Becerra Riatiga, Emerson Florez Gmez, Erminia Cervantes Ortega, Etilvia lvarez Daz, Etilvia Rosa
EXPEDIENTE
ACCIONANTES Rodrguez, Ezequiel Florez Bustos, Faridis Ariza Mendoza, Fredy Valdez Gonzlez, Georgina Isabel Moreno Daz, Glenis Miranda Castillo, Humberto Alfaro Zaldua, Ibaldo Enrique Gutirrez, Ilce Norelis Daz Jimnez, Ins Rodrguez Perdomo, Jaime A. Gonzlez Pea, Jaime Rafael Angarita, Jairo Garca Agudelo, Javier A. Silva Madero, Javier Gamarra Senior, Jos ngel Aristizabal, Jos Caas Santiago, Jos Gregorio Estrada, Jos Muoz Monte, Jos Otoniel Idrraga Duque, Jos S. Franco, Juan de Dios Snchez, Ladis Navas Martnez, Laureano de Len Carrascal, Leidy A. Castillo Nieto, Lidia Rosa Jimnez, Lidies Noriega de Cuello, Lilia Ariza Mendoza, Liliana Guerra, Luis Carlos Morales, Luis Felipe Ros Manzano, Luz Marelis Pallares Ceballos, Luz Marina Ayala, Madeline Jimnez Ramos, Magaly Zarate Orozco, Magola Cecilia Prez, Manuela Isabel Castillo, Mara Aide Villegas Prez, Mara Antonia Bustos, Mara Aracely Tobn, Mara de Jess Lpez, Mara Filomena Ruz Ramrez, Mara Ospino, Marana Palacios, Marlene Vsquez Lacio, Marleny Isabel Blanco, Martha Tobn Dique, Martha Vargas Ibez, Miguel ngel Escobar Restrepo, Miriam Buelvas Barreto, Mnica Medelln Arrieta R., Nadia Yanet Gonzlez, Narciso Alberto Reales, Nelcy Elena Aguirre Surez, Nestar Juana Garca, Nilson Aguilar Mateus, Nohemy Satizabal, Nuris Cecilia Alvarado, Oladis Prez Deicofz, Olga Gutirrez, Olga Lpez Martnez, Pastor de Jess Garca Agudelo, Pedro Pallares Soto, Ramiro Hernando Zapata, Ramn Antonio Reyes, Ramn Silva Vide, Ral Antonio Ospino Zuleta, Rubn Daro Romero Blanco, Samuel Segundo Gonzlez, Sandra Milena Garca, Sebastiana Mara Ortega, Shirley Barreto Santos, Soraida Padilla Flrez, Stella Esther Villero Nuez, Tania Cecilia Rojas, Toms Carmona, Trinidad Snchez, Vctor Manuel Moreno M., Vctor Manuel Prez Valero, Walter Cuadros Gil, Wilson Rafael Rabeloc, Yorlenis Gonzlez U., Yudy Prez Rudas, Zoraida Cabrera Garca Cristbal Quevedo Medina, Griselda Medina Devia, Custodia Cruz Prez, Jorge Anbal Lozada Hernndez, Wilson Ariel Bustos, Ricardo Garzn Snchez, Gregorio Vanegas Zapata, Luis Alfonso lvarez Ortiz, Eden Lozada Hernndez, Fabin Molano Daz, Fanny Guzmn Castro, Bellanid
EXPEDIENTE
T- 674158, (demandante: Mario Alberto Estrada Palacio) T- 675028, (demandante: Jairo Melo Ramrez) T- 675074, (demandante: Abdas Snchez Almanza y otros)
ACCIONANTES Acosta Guzmn, Elida Salazar Murcia, Nilson Prez Cspedes, Enrique Motta, Lui Ever Guzmn Castro, Luis Guzmn Snchez, Ciro Guzmn Castro, Eugenio Leyton Correa, Olga Lucia Moreno, Concepcin Valderrama Len, Jos Luis Valderrama, Lady Patricia Bernal Rincn, Elizabeth Carmona Montealegre, Sandra Fernanda Perdomo, Sthela Ros Devia, Jos Isaura Palma Gonzlez, Mara Luisa Cuenca Roa, Glori Yaneth Ortiz, Luz Consuelo Rivas, Jhon Freddy Linares Melo, Luis Ganzaga Garca Mendoza, Mara Denis Buitrago Garca , Edier Pea Garca , Emperatriz Daz de Varn , Uriel Pea Sarcia, Blanca Estella Muoz Restrepo, Luis Felipe Lancheros Zambrano, Nazario Morales Casallas, Gabriel Lozano Paeres, Arqumedes Guarn, Mara Ubaldina Gonzlez, Manuel Salvador Muoz, Ananias Vzquez Prieto, Albeiro Prieto Aguiar, Silvio Renza Valderrama, Jos Arles Prieto Aguilar, Gilma Mara Vsquez Prieto, Margeri Polania Garzn, Aminta Rojas Bustos, Alfredo Parra Arce, Germn Guayacn Vaca, Jos Ramn Hurtatis Perdomo, Jess Albeiro Gutirrez Tamayo, Jos Israel Marroqun Ortiz, Riquelma Gonzlez Barrios, Mara Edita Cabrera Polania, Jaime Rodrguez Agudelo, Abel Barreiro, Celso Garzn Sapuy, Jos Omar Soto, Miller Ales Trujillo, Mara Emilgen Gutirrez, Jaime Bernal, Gloria Marcela Moscoso Caicedo, Gildardo Aley Trujillo, Mara de Carmen Peralta, Diana Shirley Tapia, Mario Jess Ramrez, Ana Elisa Garca de Pea, Gabriel Arnulfo Quevedo Medina, Otoniel Guayara Tovar, Yisela Lozada Castro, Yolanda Hernndez, Nicodemus Molano Guzmn, Luz Esmeralda Motta, Jorge William Acosta Pineda, Jos David Reina, Delio Tarsicio Lpez Fernndez. Mario Alberto Estrada Palacio y sus dos 2 hijas: Yharnea y Gisela Estrada Jairo Melo Ramrez, Lavis Martnez. Abdias Snchez Almanza, Adelio Ramrez, Adriana Patricia Madrid Snchez, Alba Mara Araco, Alba Nellyda Orrego de Jimnez, Alcira Prada Loaiza, Aleyda Valencia Alzate, Alfredo Antonio Lara, lvaro Hernn Salinas Ordez, Ana Cristina Barrera, Ana Rubiela Vargas, Antonio Alcides Becerra Buesaquillo, Aristoniel Martnez Moreno,
EXPEDIENTE
T- 675081, (demandante: Guillermina Ferreira) T- 675083, (demandante: Jorge Osorio Pea como Personero de Neiva a nombre de varios adultos
ACCIONANTES Aristbulo Ortiz Chavarro, Betty Rodrguez Lozano, Blanca Aurora Rueda Graciano, Blanca Nubia Marn Marn, Carlos Alberto Flrez Garca, Carlos Arturo Urbano Garca, Celimo de Jess Nupn Bermdez, Cesar Gonzlez Acevedo, Custodia Aroca ngel, Danover Pelez, Deicer Snchez Ordez, Deisy Manjarres, Deisy Marcela Morales Herrera, Fernando Dagoberto Moreno B, Flor Alba Vidal Astudillo, Gloria Olivia Rueda Graciano, Hilder Baos Acosta, Ivn Daro Rueda Graciano, Jaime de Jess Arredondo Ruiz, Javier de Jess Parierna Holgun, Joaqun Rojas Marn, Jorge Hernn Vallejo Barona, Jos Antonio Moscoso Moreno, Jos Balmore Carvajal Garca, Jos Fernando Aponte Giraldo., Jos Luis Caldern Cruz, Jos Octavio Henao Guarn, Jos Orfilio Lpez, Jos Sorel Rodrguez Galvis, Jos Rubelio Cardona Cardona, Jos Urbano Valencia Roa, Jos Yery Irira Vargas, Juan Bautista Giraldo Garcs, Juan de Jess Marquez Franco, Julia Margarita Quiceno, Julio Cesar Rueda Graciano, Leonardo de Jess Rueda Graciano, Libardo de Jess Echavarra, Liliana Castellanos Salazar, Luis Carlos Vidal Isaza, Luis Javier Galvis Hernndez, Luis Javier Torres Salazar, Luz Adiela Arias Navales, Luz Elena Henao Cardona, Luz Elena Rueda Graciano, Luz Marleny Hernndez, Mara Esneda Moreno Cruz, Mara Fernanda Urueta Quintero, Mara Rufina Andica Andica, Martha Luca Gamboa, Milciades de Jess Salazar lvarez, Nini Johana Castro Ocampo, Omer Rocha Valenzuela, Orlando Buitrago Brito, Pedro Antonio Valderrama Bermeo, Pedro Ignacio Gonzlez Guzmn, Pilar Gazca Gonzlez, Ramn Egidio Snchez Gaviria, Ramn Gonzlez Guzmn, Ral Saavedra, Ricardo Bejarano Cardona, Rosa Cecilia Ruiz Varn, Rubn Daro Gmez Grisales, Sandra Milena Castro Ocampo, Solfari Arias Navales, Vctor Alonso Blandn Toro, Yamile Varela Valencia, Yony de Jess Valencia Roa, Zoilo Vsquez Bermeo, Zonia Rocio Klinger Salamanca, James Arturo Ruiz, Fabio Ospina Naranjo. Guillermina Ferreira. Los Adultos: Ever Perilla Morales, Ana Pinilla de Pez, Prudencio Osuna Sunce, Gerardo Esquivel Garca , Luis Francisco Losada Caldern, Mireya Medina, Carolina Londoo Gmez, Gabriel Quejada
ACCIONANTES Maquillon, Patricia Snchez, Ramona Maceto de Figueroa, Campo Elas Pulido ngel, Leticia Palencia Ossa, Neider Esquivel Garca, Mercedes Rodrguez de Snchez, Henry Vega Ramrez, Samuel Parra Barreto, Mara del Carmen Bentez de Ramrez Los Menores de Edad: Karen Yulieth Polo Guerrero , Paola Andrea Lozada, Angie Carolina Roa Gutirrez, Audri Yusneidi Muoz, Jassam Damin Trujillo, Robinson Cabiedes, Luis Felipe vila, Ingrid Katerine Narvez, Juan Gabriel Cabrera, Daniela Alejandra Ramrez, Chelsin Dayana Rodrguez, Diego Alexander Castrillon, Sara Luz Conde, Anyi Carolina Figueroa, Brandon Wbeimar Rojas, Vivian Yiseth Bobadilla, Amyi Tatiana Meneses, Juan David Ortiz, Paola Andrea Chilito, Leidy Katerine Forero, Cristian Felipe Meja, Brayan Fernando Aya, Jonatan Gonzlez, Yeiner Alexis Corts, Jhoan Javier Murcia, Erika Alexandra Cardozo, Maddy Alexandra Baquero, Mara Saulina Meja, Mara Alejandra Parra, Flor Anyela Quiroz, Carol Briyi Daz, Brayan Alaya, Luis Carlos Garca , Erika Gissela Gonzlez, Jos Guillermo Aviles, Julio Cesar Polanco, Jommy Alejandro Charry, Juan Esteban Prieto, Johan Andrs Pascuas, Diana Patricia Andrade, Juan David Ceballos, Sergio Andrs Trujillo, Danny Julieth Alvarado, Everly Johana Herrera, Junior Arlex Hoyos, Jennifer Adela Leal, Diana Margod Garca, Mara Nancy Hipus, Marlon Gerardo Triana, Cristian Andres Cuenca, Natalia Feria Alba, Maikol Estiven Gonzlez, Mara Paula Yunda, Norma Lery Rojas, Yan Carlos Guzmn, Donoban Mauricio Beltrn, Deicy Johana Fierro, Yurani Vanessa Pea, Marlory Alejandra Prez, Miguel ngel Villabon, Jos Julin Marquines, Ludy Jimena Esquivel, Claudia Liliana Soto, Mara Liliana Perdomo, Erika Ramos, Yuri Katerine Arias, Cesar Luis Cristbal Yano, Cristbal Valencia, Jefferson Mateo Gonzlez, Oclibia Vanegas, Dayana Pea, Dairo Nieto, Yudy Paola Fonseca, Joiner Steven Hoyos, Edgar Reina, Laura Sofia Quesada, Dairo Gutirrez, Francy Rocio Guevara, Andrs Felipe Reyes, Oscar David Claros, Rosendo Martnez, Paula Cristina Estrada, Yuri Yulieth Serrato, Tatiana Marcela Rodrguez, Carlos Andres Cuesta, Jevinson Esquivel, Juan Pablo Aldana, Cristian Favian Ortiz,
EXPEDIENTE
T- 675096, (demandante: Gregorio Hernndez Oyola) T- 675844, (demandante: Gabriel Antonio Prez Ramrez) T- 675955, (demandante: Enoc Campo Polanco y otros)
ACCIONANTES Charles Robert Monroy, Cristian Hernando Herrera, Lina Sofia Rivera, Andres Felipe Roa, Nstor Fabian Crdoba, Yency Bolaoz, Carlos Ariel Rey, Linda Esmeralda Romero, Anderson Cuellar, Miguel ngel Guar, Esequiel Daz, Jeison Ramrez, Victoria Snchez, German Cuellar, Yumier Steek Ospitia, Olbinett Sogamoso, Oscar Mauricio Snchez, Marla Liseth Charry, Antonio Romero, Eidy Carina Silva, Yoldi de Jesus Ojeda, Tania Constanza Uni, Cristbal Snchez Soto, Jessica Camila Cerdoso, Hernn Alexis Parra, Shirley Vanessa Cuellar, Wilfredo Crdoba, Yeimi Edubiges Guzmn, Yorleny Ariza, Laura Victoria Snchez, Jeison Ramrez, Diana Karina Ramrez, Olga Lucia Roa, Bryan Lizardo Hernndez, Mara Alejandra Cuellar, Antonio Romero, Yeison Aroca, Jon Mauricio Gaspar, Faiber Soto, Helber Jaramillo, Daniela Garca, Miguel ngel Villamil, Jurani Ariza, Sergio Andres Delgado, Yeison Fabian Saldaa, Yadira Andrea Murcia, Robinson Navia, Yerli Mara Ortiz, Camilo Antonio Caldern, Alba Milena Castellano, Dayahana Yiceth Paz, Carlos Ral Snchez, Saydi Lorena Waldo, Ronal Alexander Mora, Jorge Luis Pez, John Jenderson Vargas, Jessica Fernanda Arbelez, Kevin Damin Ossa, Tatiana Yaqueline Crdenas, Juan Carlos Figueroa, Jonhatan Rangel, Leonel Ziga, Eduar Mauricio Hernndez, Luis Alberto Otrega, Sebastin Daro Ramrez, Elizabet Ortiz, Nstor Eduardo Atuesta, Francy Lorena Losada, Andrea Alarcn, Carlos Ral Snchez Gregorio Hernndez Oyola. Gabriel Antonio Prez Ramrez. Alejandro Estela Surez, Ana Emilce Avendao Molina, Ana Isolina Palma, Ananais Rodrguez, Aura Mara Bueno, Aura Mara Salcedo, Benito Perdomo, Blanca Ins Beltrn, Carmen Rosa Useche, Claudia Yaneth Jaimes, Daniel Antonio Bernal Huertas, Delio de Jess Loaiza, Doris Milena Triana, Elva Ester Pacheco Lopez, Elvia Mara Castillo Forero, Enoc Campo Polanco , Ernestina Culman, Francia Elena Salazar Rua, Germn Eduardo Bernal, Gilberto de Jess Bohorquez,
EXPEDIENTE
ACCIONANTES Gladys Mara Albao Robles, Guillermo Jos Sandoval, Gustavo Rojas, Hector Hernando Bernal, Hugo Rafael Real, Ivn de Jess Borja Borja, Jazmin Albao Robles, Jhony Mauricio Gonzlez, Jorge Daro Pineda Valencia, Jorge Eliecer Limas, Jos Albano Cardona Cifuentes, Jos Anastacio Velazquez, Jos de Jess Usma, Juan Alberto Causil, Juan Alberto Causil, Ligia Guzmn, Liliana Patricia Gmez Gonzlez, Lucey Rayo Rojas, Lucrecia Pea, Luis Eduardo Jadedt Martnez, Luis Enrique Alarcn Gallo, Luz Amanda Muos Rozo, Marco Tulio Claros Cuellar, Mara Aide Delgado, Mara Aleandrina Pineda Velazquez, Mara Del Rosario Nuez Cuellar, Mara Elba Salazar, Mara Elena Olivares, Mara Elina Meja, Mara Helena Cardona, Marina Olaya, Marta Luca Castro, Miguel Amariz Garzn, Miriam Ardila Rodrguez, Nancy Isabel Martnez, Nelly Barrios Caucil, Ninfa Mara Trejos Montes, Niria Snchez, Nohelia Gonzlez, Olfer Medina, Olinda Lozando de Guzmn, Orfa Lilia Madrigal, Otoniel Espaa Lopez, Pedro Snchez Vanegas, Rigoberto Montero, Roco Madrigual, Romilio Madrigual Delgado, Rosalba Beltrn, Rubiela Salinas, Servio Tulio Gmez, Susana Canacue, Teresa Cardona, Tito Libio Cardona, Tobis Hernndez Altamar, Virgenis Marn, Viviana Anaya Romero, Yamile Mur Rodrguez Alba Luz Ruis Mosquera, Albeiro de Jess Snchez Montoya, Alberto Arana Valencia, Alberto Cabrera Medina, Alexander Castaeda Mosquera, Aleyda Tabarez de Ruiz, Alonso Castageda Benitez, lvaro Murillo Rentera, Amanda Cruz Muoz, Ana Celida Naranjo Zapata, Ana Fransisca Mosquera de Matur, Ariel de Jess Serna Jimnez, Beln Henao Giraldo, Blanca Sonia Paniagua Muoz, Celso Cosio Mosquera, Cristobal Emilio Gonzlez Jimnez, Cruz Helena Moreno Mosquera, Dorilia Cossio, Eduardo Cuenut, Fabio de Jess Moreno Flrez, Fannery Garzn, Fitsoder de Jess Herrera Hincapi, Gabriel de Jess Surez Florez, Gilberto Morales Florez, Gladys Yanini Romero Noriega, Gustavo Moreno Nagle, Hctor Jos Snchez Montoya, Jael Alicia Caaveral Fernandez, Jess Alexis Copete Perea, Jos Alirio Campaa Rentera, Jos Daniel Ramrez Maturana, Jos Edilberto Rua Jimnez, Jos Efredy Gmez, Jos Jess Vinazco Aristizabal, Jos Otilio
EXPEDIENTE
T- 679482, (demandante: Dora Alba Ramrez Aguirre y otros) T- 680268 , (demandante: Jorge E Peralta de Brigard, como representante legal de la Asociacin Humanitaria de Colombia en representacin de Jaime de Jess Echeverri Prez). T- 680627, (demandante: juvenal navarro Arroyo y otros, todos representantes legales de asociaciones de desplazados)
ACCIONANTES Surez Bartolo, Jos Walter Parra Torres, Juan Bautista Naranjo Marn, Juan Del Carmen Mosquera Mosque, Juan Pablo de Jess Campen Pescado, Laurentina Correa Maturana, Luis Horacio Ramrez Caro, Ma Alejandrina Mosquera Cepeda, Ma Aracelly Campen Pescador, Marco Tulio Vlez Castao, Mara Del Carmen Romero Serna, Mara Del Pilar Martnez Saavedra, Mara Dora Guevara Vargas, Mara Gleidy Can Rodrguez, Mara Lorenza Mosquera Pereira, Mara Lucelly Lloreda Mosquera, Mara Matilde Ruiz Gallego, Mara Patricia Lpez Flrez, Martha Cecilia Caviche, Martha Elena Torres Machado, Martha Rubiela Gonzlez de Romero, Matilde Isabel Leal Ojeda, Miriam Rosa Campen Pescador, Myriam Mosquera Rentera, Nelson Montoya Urrego, Nora Crdoba Mosquera, Nubiel Antonio Correa, Olga Omardy Campen Pescador, Pedro Antonio Cardona, Ramiro Gonzlez, Ramn Gustavo Moreno, Roco de los ngeles Rueda, Rosemberg Antonio Montoya Gonzlez, Ruth del Carmen Valencia Cruz, Salome Cuenut Maturana, Ubeibar de Jess Campen Pescador Los Adultos: Dora Alba Ramrez Aguirre, Diana Mara Benitez, Luis Enrique Benitez; y Los Menores Euniris Benitez, Mara Neyibia Benitez, Mara Milvia Benitez. Jaime de Jess Echeverry (Ncleo familiar compuesto por dos adultos y tres menores).
T- 680670, (demandante:
Juvenal Navarro Arroyo, Deyanira Herrera, Eduardo Orozco, Pedro Pacheco, Ismael Maestre, Juan Montes, Jony Merio, Luis Carlos Fernndez representantes legales de las organizaciones de desplazados: Asociacin de Desplazados del Caribe Colombiano, Asociacin por un mejor vivir feliz, Asociacin Nueva Vida, Asociacin Nuevo Horizonte, Asociacin Desplazados Unidos, Asociacin Asodespente, Asociacin Justicia y Paz, Asociacin Renacer, en nombre y representacin de sus asociados (no se anexa lista de miembros) Efran Navarrete, Ana Rosa Valencia, Rosa Caicedo,
EXPEDIENTE Efran Navarrete) T- 680805, (demandante:Diana Mara Bentez Ramrez) T- 681418, (demandante:Javier Rayo Prez y otros) T- 681839, (demandante: Jos Edgar Navarro Solrzano representado por Henry Rivera Acosta como representante legal de la Asociacin de familias desplazadas (ASOFADECOL) T- 682674, (demandante: Elsy Valencia Lozano) T-683849, (demandante: Doris Alba Robles Castellanos) T-683850, (demandante: John Wilson Perdomo Polana) T-684071, (demandante: Ruby Jadith Oyola Ramrez) T-684470, (demandante: Jorge Elicer Betancourt Mrquez) T- 684548, (demandante: Manuel Jos Hoyos Gonzlez) T- 684560, (demandante: Mara Marli Riobo Caleo) T- 684566, (demandante: Edith Silva Trillos) T- 684572, (demandante: Moiss Pomar Lozano) T- 684573, (demandante:Leonidas Montilla Snchez) T- 684574, (demandante: Amparo Suasa Forero) T- 684579, (demandante: Omayra Henao Correa)
ACCIONANTES Mercedes Sinisterra, Lucy Sinisterra, Darlyn Sinisterra, Wilson Mora. Diana Mara Bentez Ramrez, Aldemar Hinestroza (Esposo). Javier Prez Rayo, Antonio Medina Vega, Mara Mary Vargas, Arcelia Palomino. Jos Edgar Navarro Solrzano (1 Adulto y 1 Menor).
Elsy Valencia Lozano. Doris Alba Robles Castellanos, Facundo Corts Trujillo. John Wilson Perdomo Polana, Erika Milagros Barreto Rodrguez. Ruby Jadith Oyola Ramrez. Jorge Elicer Betancourt Mrquez. Manuel Jos Hoyos Gonzlez. Mara Marli Riobo Caleo. Edith Silva Trillos. Moiss Pomar Lozano. Leonidas Montilla Snchez. Amparo Suasa Forero. Omayra Henao Correa.
EXPEDIENTE T- 684744, (demandante: Jos Daniel Santofimio Castro) T- 685774, (demandante: Cerafina Huila) T- 685986, (demandante: Carlos Omar Rodrguez) T- 685987, (demandante: Gladis Ortiz Montejo y otros) T-686154, (demandante: Eustacio Fonseca Barraza, como representante legal de la Asociacin de Desplazados de Fonseca, ADESFONGUA.)
ACCIONANTES Jos Daniel Santofimio Castro. Cerafina Huila. Carlos Omar Rodrguez. Gladis Ortiz Montejo, Maximiliano Ortiz Montejo, Anglica Glvez Henao. Eustacio Fonseca Barraza, Felipe Zrate V, Xiomara L. Ario, Ernesto Epinay, Omar Erazo Lpez, Carmen Sierra, William Ario, Luis E. Duarte, Luz Marina Gonzlez, Rosana Ludo Urbaz, Ubida Mara Urbaz Ario, Yudis Mari Castillo, Simn Corzo Flrez, Betty Garca Daz, Luis M. Garca Daz, Csar Maldonado Avila, Paulina Salina, Yulis Crdoba, Elizabeth Ario, Numnel Amaya, Olido Cujio, Mnica Daza, Tercilia Garca, Cecilio Granados, Antonio Arciniegas, ngel Guerrero, Orlando Orozco, Ismael E. Ferrer, Adriano Fidel Sierra Rambauth, Eduardo Sierra Rambauth, Rafael Sierra Rambauth Pedro Espaol, Julia Duarte, Victorino Romero, Elba Urbay C, Jos Epinay, Graciela Aroca, Federico Montoya, Neiber Erazo, Gloria Navarro, Berna Jaraba, Madeleine Jaraba, Evangelino A., Marta Gmez, Eleidis Rosa. Mara Del Socorro Garca Daz, Luis Emilio Garca Daz, Mara Eudilia Gutirrez Padilla (menor de edad). Carlos Julio Aroca Daz. Jackeline Rentera Angulo. Pantalen Oyola Camacho. Olinda Londoo Pea. Arvey Marn Latorre. Silvestre Bautista Londoo Hernando Aldana, Felix Ospina Carrillo, Irlandez Caldern Perafn, Juan Antonio Rovallo Rodrguez,
T- 686751, (demandante: Mara del Socorro Garca Daz) T- 686775, (demandante: Carlos Julio Aroca Daz) T- 687040, (demandante: Jackeline Rentera Angulo) T- 687244, (demandante: Pantalen Oyola Camacho) T- 687274, (demandante: Olinda Londoo Pea) T-687276, (demandante: Arvey Marn Latorre) T- 687325, (demandante: Silvestre Bautista Londoo) T- 687987, (demandante: Hernando Aldana y otros)
EXPEDIENTE
T- 688508, (demandante: Henry Gan Salazar) T- 688767, (demandante: Henry Rivera Acosta, representante legal de (ASOFADECOL), en nombre de Yamel Alirio Tamayo Giraldo) T- 688769, (demandante: Adolfo Snchez Castrilln) T- 688868, (demandante: Luis Hernando Moncayo) T-689017, (demandante: Cristina Medina Meja y otros)
ACCIONANTES Luz Marina Trivio, Alexander Elas Jimnez Sandoval, Adonai Monje, Pedro Eudoro Prieto Palacios, Nohora Isabel Trivio, Amanda Ramrez Vsquez, Vctor Hugo Mercado, Luis Enrique Rubio Oviedo, Alfredo Gutirrez, Ermened Rubio Gonzlez, Divalba Alape Lozano, Ana Zulay Rayo Garzn, Mara Cecilia Carrillo Barragn, Argot Silenia Bernal Moreno, Alexandra Bolaos Usa, Abraham Ramrez, Carlos Joaqun Moreno Palma, Marly Jorleny Guevara, Rafael Alfonso Botello, Carmen Julia Moreno Palma, Manuel Ortiz Bermdez, Enilda Rosa Martnez, Fernando Edwin Vides, Ricardo Contreras, Roberto Hernndez, Manuel Salvador Arvalo Claro, Alberto Ramrez, Ana Victoria Moreno de Palma, Libia Pinzn, Uriel Bermdez Reyes, Nancy Ramrez, Numael Rayo, Carlos Joaqun Moreno Viuche, Ledys Vides Quiroz, Gloria Amparo Moreno Palma, Jakeline Becerra Rodrguez. Gloria Yaneth Hernndez, Carlos Enrique Montoya B., Gustavo Sanz Ordez, Rubn Daro Villegas, Carlos Antonio Posada, Liced Yuliana Posada, Diana Milena Ortiz Gutirrez, Jhon Jairo Mayor Snchez, Jos Ignacio Mapura Jimnez, Rubiela Catao Hernndez, Ana Mara Suaza, Mara Nancy Villa, Luis Fernando Mapura Vinasco, Luis Alberto Bermdez Tobn, Pablo Emilio Vlez Galln, Adalberto Sanz Ordez, Luis Gonzaga Arias, Carmen Emilia Restrepo, Blanca Libia Salas, Jorge Elicer B. Henry Gan Salazar y su ncleo familiar Yamel Alirio Tamayo Giraldo y su ncleo familiar
Adolfo Snchez Castrilln. Luis Hernando Moncayo Urbano. Cristina Onaida Medina Meja (y ncleo familiar compuesto por 7 personas, 2 adultos y 5 menores de edad), Marlene Morales Lpez (y ncleo familiar compuesto por 5 personas, 2 adultos y 3 menores de
EXPEDIENTE
T- 689104, (demandante: Oliverio Pacheco Galeano) T-689131, (demandante: Jess Antonio lvarez Rivera) T- 689186, (demandante: Ernestina Surez Riascos) T-689206; (demandante: Rubiela Prias Mndez) T-689307, (demandante: Antonio Castro Vlez y otros)
ACCIONANTES edad), Yanet Borja Hernndez (y ncleo familiar compuesto por 3 personas, 1 adulto y 2 menores de edad), Rosa Delia Dietes (y ncleo familiar compuesto por 6 personas, 1 adulto y 5 menores de edad), Jess Mara Holgun (ncleo familiar compuesto por 2 adultos tercera edad), Carlos Felipe Sarmiento Daz (ncleo familiar compuesto por 5 personas, 4 adultos y 1 menor de edad), Benigno Antonio Mancera Berrueco (ncleo familiar compuesto por 5 personas, 2 adultos y 3 menores de edad) Mara Morelia Ciro Ramrez, Elsa Madera Carranza, Yesid Bermdez, Sandra Patricia Vides Guzmn, Luz Amrica Monsalve, Eloina Rodrguez Oviedo, Emilse Fernndez Pereira, Luz Edilia Calvache Osorio, Arturo Mndez Rodrguez, Sandra Garca, Jaidith Martnez, Jos Luis Osorio, Jos Emiro Ramrez. Oliveiro Pacheco Galeano. Jess Antonio lvarez Rivera. Ernestina Surez Riascos. Rubiela Prias Mndez, William Alexander Prias Mndez, Mnica Tatiana Prias Mndez. Antonio Castro Vlez, Raul Muoz Sanabria, Ana Joaquina Narvez, Elsa Montero Silva, Lilia Del Carmen Cuadros, Esther Benavides Meneses, Humberto Fonseca, Arelys Ruiz Ortiz, Hermes Mojica, Laureano Mosquera, Rubn Daro Zuleta, Delfina Pagena, Antonia Vera Ariza, Elia Josefa Vsquez, Belisario Olivares, Ana Felicia Carpio, Francia Nubia Trillos, Nelson Ardila Valencia, Cristina Onaida Medina, Marlene Morales, Yanet Borja, Rosa Delia Dietes, Jess Mara Holgun, Carlos Felipe Sarmiento, Benigno Antonio Macera. Flix Leopoldo Acosta. Elizabeth Moreno Garca. Pomar Lozano Oliveiro, Amparo Rodrguez, Luis ngel Pomar Rodrguez Ricardino Riascos Mantilla
T- 689503, (demandante: Flix Leopoldo Acosta) T- 689697, (demandante: Elizabeth Moreno Garca) T-690250, (demandante: Pomar Lozano Olivero) T- 690254, (demandante: Ricardino Riascos
EXPEDIENTE Mantilla) T- 690437, (demandante: Wilson Romero Gmez) T-692182, (demandante: Jess Eduardo Triana Calle en representacin de Josu Godoy Gonzlez) T- 692183, (demandante: Mara Belarmina Suaza Giraldo) T- 692204, (demandante: Jos Dolores Rentara y otros)
ACCIONANTES Wilson Romero Gmez, Bertha Carreo Lpez,Blanca Nelly Romero, Jonathan Andrs Romero. Josu Godoy Gonzlez.
Mara Belarmina Suaza Giraldo. Jos Dolores Renteria, Aida Luca Mosquera Maturana, Alida Mosquera Mosquera, Alis Mara Machado, Ana Dionisia Mosquera, Ana Dolores Mosquera Mosquera, Ana Dominga Hurtado Crdoba, Ana Francisca Rentera Maturana, Ana Julia Mosquera Murilllo, Antonio de Jess Restrepo Aguilar, Apolonides Ibarguen Ramrez, Argemiro Upegui Galeano, Ariel Pineda Uribe, Ariosto Moreno Lemus, Armanda Machado Mosquera, Aurelio Jos Bermdez Rentera, Aurelio Mosquera Rentera, Beatriz Elena Rivas Machado, Benancio Machado Crdoba, Blanca Nubia Martnez de Blandn, Boris Antonio Mena, Candida Rosa Mosquera, Carlos Alberto Mosquera Serna, Carlos Alberto Rentera Ramrez, Carlos Tulio Mosquera Pereira, Carmelina Andica de Gan, Carmen Bolivia Perea Mosquera, Csar Augusto Mosqura, Csar Augusto Salazar Penagos, Clara Hilda Hinestroza, Concepcin Maturana Mosquera, Cruz Emilia Rentera, Cruz Mara Pino Bonilla, Daisi Rubiela Torres Perea, Damaris Rentera Rentera, Daniel Bedoya Raigoza, David Moreno Arango, Digna Mara Mosquera Buenaos, Doralia Maturana Escarpeta, Doris Mara Maturana Machado, Edilberto Agudelo Pareja, Eduardo Machado Machado, Eida Mosquera Murillo, Eloicer Mena Rentera, Emilsa Mara Hernndez Benavides, Eris Mara Crdoba, Erminda Rentera Mosquera, Ernestina Maturana Castillo, Eugenia Guaramu Aricap, Eulogia Crdoba Mosquera, Eutasio Serna Moreno, Evaristo Murillo Mosquera, Evelio Crdoba Mosquera, Fabio de Jess Moreno Flores, Fernando de Jess Upegui Velasco, Flor Mara Moreno Ayala, Francisca Arnole Mosquera, Francisco Javier Rivas Rentera, Gonzalo Mosquera
EXPEDIENTE
ACCIONANTES Murillo, Harvelis Ximena Mosquera, Hctor Alonso Mosquera Mosquera, Isaac Rentera Moreno, Isabel Mosquera Mena, Isnel Antonio Rentera Maturana, Iver Demetrio Mosquera Murillo, Jairo Barrera Villanueva, Jairo Herando Rentera Maturana, James Rodrguez Henao, Jess Arnoldo Rentera Buenaos, Jess Mara Moreno Ayala, Jhon Wilmar Mosquera Figueroa, Jorge Machado Crdoba, Jos Arismesio Mosquera, Jos Clmaco Mosquera Perea, Jos Delio Escarpeta Palacio, Jos Gerardo Rosero Melo, Jos Gamboa Arroyo, Jos Gilberto Gan Bueno, Jos Indulfo Mosquera Machado, Jos Marino Mosquera, Jos Orlando Osorio Mosquera, Jos Vidal Mosquera Mosquera, Juan Alberto Escarpeta Machado, Juan Bautista Palacios, Juan de Dios Seplveda, Julio Mosquera Snchez, Justiniana Mena Machado, Limbanio Antonio Rentera Ramrez, Lizardo de Jess Seplveda Urn, Lourdes Isabel lvarez Martnez, Luca Castillo Jimnez, Luca Rudecinda Mena Rentera, Luis Alfonso Trujillo Renjifo, Luis Anbal Mosquera, Luis Arturo Gonzlez Garca, Luis Jess Roln Len, Luis Alba Muoz, Luz Caridad Moreno Campaa, Luz Dary Maturana Buenaos, Luz Del Carmen Maturana, Luz Marina Zamora Delgado, Luz Mary Martnez Maturana, Luz Nelly Rentera Mosquera, Mara Ramos Maturana de Posada, Mara Yamile Rentera Campaa, Magnolia Machado Rentera, Manuel Anglico Snchez Mena, Marco Fidel Pava Ramos, Margarita Gonzlez Arias, Margarita Hinestrosa de Mena, Mara Aleida Perea Nagle, Mara Antonia Rentera Maturana, Mara Carolina Renteria Renteria, Mara de la Cruz Mosquera, Mara Escilda Snchez Perea, Mara Felicidad Gmez Mosquera, Mara Griseldina Hinestroza, Mara Irelisa Mosquera Murillo, Mara Luceli Cordoba Perea, Mara Lucinda Machado Mosquera, Mara Lucinet Mosquera, Mara Mercedes Palacio Cosio, Mara Miriam Mosquera Rentera, Mara Nulfa Quiones Mosquera, Mara Soledad Mosquera Machado, Mara Yadilfa Machado Moreno, Martha Elena Torres Machado, Martha Ofelia Palacios Agualimpia, Martinina Rentera Castillo, Mximo Rentera Mena, Medardo Antonio Rentera Rentera, Melba Cossio Mosquera, Nelis Beatriz Andrade Perea, Nelson Montoya Urrego, Nilo Antonio Herrera, Nohemy Lloreda,
EXPEDIENTE
T-692218, (demandante: Jos Eduardo Ayala Ayala) T- 692398, (demandante: Heber Molano Rojas) T-692410, (demandante: Nina Patricia San Miguel) T- 692415, (demandante: Luz Marina Pacheco Sambrano) T- 692867, (demandante: Mara Cristina Rodrguez Vsquez.) T- 692880, (demandante: Hctor William Surez Moreno, personero Municipal de Florencia)
ACCIONANTES Nora Crdoba Mosquera, Norma Luz Lloreda Mosquera, Norma Mosquera Mosquera, Olga Cecilia Cuartas Prez, Olivia Perea Mosquera, Omer Murillo Herrera, Ordez Herrera, Orfelina Mosquera Machado, Paulina Agualimpia Crdoba, Reinaldo Loaiza Gracia, Roberto Odilom Mosquera Rentera, Roco de Los ngeles Rueda, Romn Moreno Ayala, Rosa Elvira Upegui Vinasco, Rosa Enoe Mosquera, Rosa Esnea Mosquera Mosquera, Rosa Esperanza Mosquera Machado, Rosalia Cordoba, Rosa Mara Mena Roa, Rosa Melia Renteria, Ruperto Pencua Rincon, Samuel Renteria Ramrez, Simon Elias Cardona Zambrano, Suriel Ramos Mosquera, Teresa Bedoya Caicedo, Valdramina Parra Machado, Vicenta Mena Renteria, Victor Eduardo Gmez, Victorino Mosquera, Virgilio Padilla Moreno, Wilson Antonio Manco Muoz, Wiston Antonio Renteria Cuesta, Yamilet Machado Moreno, Yenier Yesid Arias Daz, Mara Ligia Quintero Cano, Mara Del Trnsito Machado de Mosquera, Alba Cecilia Mena Rentera, Elvia Amparo Cardona Cardona, Mara Paulina Mosquera Crdoba, Sandra Hincapi Herrera Y Luz Dary Hincapi Herrera. Jos Eduardo Ayala Ayala y su ncleo familiar Heber Molano Rojas y su ncleo familiar Nina Patricia Sanmiguel y su ncleo familiar Luz Marina Pacheco Sambrano. Mara Cristina Rodrguez Vsquez, Libardo Antonio Ramrez, Libardo, Antonio, Javier Antonio, Dora Lilia y Jhon Fredy Ramrez Rodrguez Los Menores: Leidy Marien Polania, Wilmen Polania, Lizeth Daniela Polania, Jeyner Adrian Ossa, Alexander Ossa, Jehison Sossa, Angelica Trujillo, Yarlin Arledy Cuellar, Lucerito Cuellar, Diego Vargas Quino, Gladis Vargas, Davinson Chaguala, Jeison Arley Sotto, Yeferson Pea, Aie Dajana Soto, Jaime Ospina Bolaos, Vicky Alejandra Ospina, Erney Snchez, Didier Arrigui Rojas, Jasneidy Arrigui, Jeferson Gallego, Deyner Chocue, Darlinson Chocue, Yina Milady Herrera
EXPEDIENTE T- 693606, (demandante: Edgar Verjn Chambo) T-695161, (demandante: Henry Rivera Acosta, representante de ASOFADECOL como apoderado de Nancy Quintero Castaeda) T-695242, (demandante: Sosmery Cadavid Tavorda) T-695691, (demandante: Elizabeth Quesada Tovar) T- 695839, (demandante: Jorge Elicer Meza) T- 695872, (demandante: Gerardo Parra) T- 696791, (demandante: Libe Antonio Porras Duque) T- 697477, (demandante: Jess Mara Puerta Betancurt) T- 697866, (demandante: Mara Emrita Lozada) T- 697902, (demandante: Mara Stella Cabrera Daz) T- 697908, (demandante: Eloina Zabala) T- 698625, (demandante: Aldemar Loaiza Montealegre) T- 698940, (demandante: Norman Hernndez Gngora) T- 699715, (demandante: Jairo Jantivas Snchez, Mara Fanny Restrepo de Atehorta y otros) T- 700088, (demandante: Bibiana Lancheros Zambrano) T- 700362, (demandante: Deycy Rubiano de Vanegas. T- 700370, (demandante:
ACCIONANTES Edgar Verjn Chambo y su ncleo familiar Nancy Quintero Castaeda y Elizabeth Quesada Tovar, y sus ncleos familiares
Sosmery y Sergio Alexander Giraldo Cadavid y sus ncleos familiares Elizabeth Quesada Tovar y su ncleo familiar Jorge Elicer Meza y su ncleo familiar Gerardo Parra y su ncleo familiar Libe Antonio Porras Duque y su ncleo familiar Jess Mara Puerta Betancurt y su ncleo familiar. Mara Emrita Lozada y su ncleo familiar Mara Stella Cabrera Daz y su ncleo familiar Eloina Zabala y su ncleo familiar Aldemar Loaiza Montealegre y su ncleo familiar Norman Hernndez Gngora y su ncleo familiar Jairo Jantivas Snchez, Mara Fanny Restrepo y otras 21 familias cuyos nombres no fue posible identificar. Bibiana Lancheros Zambrano y su ncleo familiar Deycy Rubiano de Vanegas y su ncleo familiar Suny Yuliana Mosquera y su ncleo familiar
EXPEDIENTE Suny Yuliana Mosquera) T-700727, (demandante: Mary Ettel Crdoba Burbano) T-700805, (demandante: Ada Mara Muoz de Araujo) T-700902, (demandante: ASOFADECOL Asociacin de Familias Desplazadas de Colombia)
ACCIONANTES Mary Ettel Crdoba y su ncleo familiar Ada Mara Muoz de Araujo y su ncleo familiar Abrahan Ramrez, Adelaida Pinto Pez, Andrea Del Pilar Baquero Hurtatis, Adriana Pulido, Aida Castao Snchez, Alba Luz Marn Perdomo, Alberto Oviedo Gonzlez, Aldemar Ramrez Nio, Aldemir Osorio Ortegn, Alexander Hernndez, Alfredo Quintero Osorio, Alirio Hoyos Daz, Amparo Ducuara Velsquez, Ana Beln Garca, Aniceto Daz, Antonio Jos Duque, Aristobulo Mndez, Armando Leal, Arvey Cerquera Rada, Astrid Garca Conde, Atanael Paredes Aguiar, Audias Cerquera Rada, Beatriz Osorio Ortegn, Beatriz Aguirre, Blanca Cenelia Barrero Palomino, Blanca Elina Torres, Blanca Flor Ramrez Padilla, Blanca Lilia Gonzlez, Bonificia Hernndez, Carlos Eduardo Lozada, Carlos Eduardo Prez, Carlos Eduardo Triana Crdenas, Cecilia Lpez Quintero, Cesar Eduardo Pinzn Vanegas, Clara Ins Alonso, Deicy Lugo Mndez, Diana Marcela Bazurdo Santana, Diana Maribel Osorio Ortegn, Domingo Agudelo Gutirrez, Edgar Ramrez Edgar Luis Ramrez, Edinson Snchez, Eida Castao Castro, Elcy Gaspar Aguirre, Eliseo Ortigoza P., Elma Alonso Osorio Ortegn, Emilsen Osorio Ortegon, Ennesy Lasso Otlvaro, Erminso Castao, Ernesto Ramrez Vargas, Esperanza Bonilla, Eterberto Carvajal Hernndez, Eyoam Ruiz Martnez, Fanny Guarnizo, Florinda Mape de Mape, Frowin Agudelo Bermudes, Geimar Arce Herrera, Gentil Montiel Romero, Gilberto Cerquera Palomino, Gloria Esmeralda Giraldo, Gloria Yuvi Pava Hincapie, Gustavo Ardila, Gustavo Pinto Bahamn, Hermelinda Ortiz Rodrguez, Hermon Leiton Ospina, Idel Rogelio Neiva Unda, Isai Gaspar Aguirre, Israel Rueda, Jaime Acosta, Javier Enrique Toro Guerrero, Javier Enrique Madrigal, Jesualdo Daza, Jess Antonio Carvajal lvarez, Jess Lisandro Zamudio, Jess Mara Oliveros, Jhon Wilmer Garca Pinto, Jorge Alirio Martnez Caballero, Jorge Guzmn Molina, Jos A. Acosta, Jos Adan Gonzlez, Jos Albeiro Marulanda, Jos
EXPEDIENTE
ACCIONANTES Alejandro Colorado Castao, Jos Alfredo Motta, Jos Arberi Hoyos Luna, Jos Narcizo Castaeda, Jos Rubiel Silvestre, Jos Vicente Moreno, Jos William Alvarado, Joseln Hernndez, Josue Godoy Castro, Julio Csar Caicedo, Leonardo Lozano, Leonor Vargas, Lucero Paloche Rodrguez, Lucio Pez Guerrero, Luis Adriano Collazos, Luis Alfredo Daz Marqueza, Luis ngel Caicedo Rayo, Luis Eduardo Pinto Bahamn, Luis Enrique Arias Cardozo, Luis Evelio Guzmn, Luis Gentil Morales Ramrez, Luis Henry Parra Cabrera, Luz Darly Osorio Ortegn, Luz Dary Correa Rodrguez, Luz Dary Chaguala Rodrguez, Luz Dennis Pinto Pez, Luz Erika Arana, Luz Ilida Lasso Otlvaro, Luz Marina Gasca, Luz Marina Pacheco Lozano, Luz Marina Snchez Prez, Luz Marina Vega Daz, Luz Myriam Quevedo Linarez, Manuel Ignacio Criollo, Manuel Jos Romero, Marcela Cubillos Daz, Marcely Garca Manrique, Mara Beiba Snchez, Mara Belarmina Suaza Giraldo, Mara Belquin Angarita, Mara Corona Muoz Tulcn, Mara de Los Angeles Pars, Mara Doly Gonzlez, Mara Edith Justinico, Mara Jess Casas, Mara Lucrecia Marn Rodrguez, Mara Noelia Pez, Mara Olinda Otlvaro de Oyola, Marleny Bedoya, Marleny Solano Vargas, Martha Cecilia Aguirre, Martha Lucero Ariza, Medardo Soto Rivera, Miller Castaeda, Neifer Osorio Ortegn, Nelson Cardozo Acosta, Nelson Rindo Quintero, Neuvery Buitrago Snchez, Nidia Rodrguez Bustos, Nobey Pinto Paez, Nohora Monroy Carrillo, Norma Constanza Daz, Octavio Snchez Burbano, Olga Ramrez, Olga Yaneth Castro, Omar Arias Escobar, Orlando Losada Pinto, Orlando Losada Rada, Pablo Antonio Asprilla, Pedro Antonio Martnez Lpez, Ramiro Antonio Vargas, Ramiro Ladino Gutirrez, Ramiro Ramn Garca, Rosevertt Oviedo, Rosa Delia Castro, Rosa Elena Gasca, Rosalba Rada Oyola, Rubiela Gonzlez Arvalo, Ruth Martnez Arias, Sandra Carolina Gmez, Sandra Patricia Pinto, Sandro Morci, Saul Martnez Morales, Sabina Palomino Caleo, Silvio Lozada C. , Silvio Muoz aez, Solfidia Beltrn, Teresa Ramrez Masmela, Uriel Rojas Perdomo, Victoriano Oyola Tique, Wilson Patio Rivas, Willer Lasso Otlvaro, William Rodrguez Grajales, Yazmin Pinto Paez, Yenith Paola Miranda Quintero, Yolanda Fajardo,
EXPEDIENTE T- 701212, (demandante: Nohora Juvia Burbano Bolaos) T- 701296, (demandante:Rodrigo Olaya Muoz) T- 701300, (demandante: Franklin Antonio Mosquera Snchez) T- 701501, (demandante:Faustino Pieres Rangel, y Medardo Gmez Melgarejo) T- 701730, (demandante: Ruby Jadith Oyola Ramrez) T- 701850, (demandante:Uriel Salas Moreno y Eduviges Palacios) T- 702437, (demandante: Dominga Mosquera Largacha) T- 702574, (demandante: Pedro Mono Lozada) T- 702579, (demandante: Lisandro Rodrguez Pacheco) T- 703064, (demandante: Jos Ignacio Campos) T- 703130, (demandante: Leonel Pascual Snchez Rivera) T- 703423, (demandante: Fray Martn lvarez y otros)
ACCIONANTES Yorledis Contreras Quintero, Yuri Zulay Parra Jimnez, Amalfi Arias. Nohora Juvia Burbano Bolaos y su ncleo familiar Rodrigo Olaya Muoz y su ncleo familiar Franklin Antonio Mosquera Snchez y su ncleo familiar Faustino Pieres Rangel y Medardo Melgarejo y sus ncleos familiares Gmez
Ruby Jadith Oyola Ramrez y su ncleo familiar Uriel Salas Moreno y Eduviges Palacios y su ncleo familiar Dominga Mosquera Largacha y su ncleo familiar Pedro Mono Lozada y su ncleo familiar Lisandro Rodrguez Pacheco y su ncleo familiar Jos Ignacio Campos y su ncleo familiar Leonel Pascual Snchez y su ncleo familiar Fray Martn lvarez, Anbal Rojas, Nelly Otlvaro Mery Labios, Gloria Anayibe Gaitan, Olga Mireya Mesa, Fredy Milton Ramrez, Mara Cecilia Lozano, Luz Mila Pulido Aroca, Elizabeth Pulido, Mara Luisa Lozano, Claudia Patricia Olaya, Nancy Milena Barn, Mainardy Martnez, Magda Nelly Martnez. Everardo Osorio Castro y su ncleo familiar Jos Mara Gutirrez Carrillo y su ncleo familiar
T- 703857, (demandante: Everardo Osorio Castro) T- 703897, (demandante: Jos Mara Gutirrez Carrillo)
EXPEDIENTE T- 704500, (demandante: Ana Nilvia Galndez Araujo, Blanca Dolly Lpez Meza, Carlos Herminsul Daz Ojeda, Holmes Alexander Meza Araujo) T- 704501, (demandantes: Jhon Jairo Ojeda Delgado, Doria Elia Valds de Ojeda, Ubertino Daz, Carlos Antonio Meza) T- 705236, (demandante: Eduardo Rincn Roa) T- 706125, (demandante: Hernando de Jess Guingue) T- 706749, (demandante: Ernesto Perdomo) T-775898 (demandante: Mara Dolores Naranjo)
ACCIONANTES Ana Nilvia Galndez Araujo, Blanca Dolly Lpez Meza, Carlos Herminzul Daz Ojeda, Holmes Alexander Meza Araujo (Acciones Interpuestas Por Separado Y Luego Acumuladas).
John Jairo Ojeda Delgado, Doria Elia Valds de Ojeda, Ubertino Daz, Carlos Antonio Meza (acciones interpuestas por separado y luego acumuladas) Eduardo Rincn Roa y su ncleo familiar Hernando de Jess Guingue y su ncleo familiar Ernesto Perdomo y su ncleo familiar Mara Dolores Naranjo y su ncleo familiar
Dado el volumen de expedientes acumulados en el presente proceso, y el hecho que las acciones de tutela bajo estudio se refieren a problemas comunes relacionados con la atencin que las distintas autoridades dan a los desplazados, a continuacin se presenta brevemente un resumen de los hechos y elementos que originaron estas acciones de tutela. Los detalles de cada caso se encuentran en el Anexo 1 de esta sentencia. Los accionantes se encuentran ubicados actualmente en las siguientes capitales de departamento y municipios: Armenia, Barrancabermeja, Barranquilla, Bogot, Bucaramanga, Buenaventura, Calarc, Cali, Florencia, Girn, Ibagu, Itag, Medelln, Neiva, Obando, Pasto, Pereira, Piedecuesta, Popayn, Riohacha, Taminango y Villavicencio. Salvo algunas excepciones, los tutelantes se encuentran inscritos en el Registro nico de Poblacin Desplazada.2 Se trata de personas vctimas de desplazamiento forzado por hechos ocurridos en promedio hace ms de un ao y medio, la mayora de los cuales recibieron algn tipo de ayuda humanitaria de emergencia durante los tres meses siguientes a su desplazamiento, pero sta no lleg a todos y no siempre fue oportuna y completa. Los demandantes interpusieron accin de tutela contra la Red de Solidaridad Social, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la Repblica, el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico, los Ministerios de Salud y del
2 Algunos de los accionantes interpusieron la accin de tutela para ser inscritos en el Registro nico de Poblacin Desplazada, sus nombres aparecen detallados en la parte resolutiva de esta sentencia.
Trabajo y Seguridad Social (hoy Ministerio de Proteccin Social), el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Educacin, el INURBE, el INCORA, el SENA, as como contra varias administraciones municipales y departamentales, por considerar que dichas autoridades no estaban cumpliendo con su misin de proteccin a la poblacin desplazada y por la falta de respuesta efectiva a sus solicitudes en materia de vivienda y acceso a proyectos productivos, atencin de salud, educacin y ayuda humanitaria. Algunos de los accionantes no han recibido ayuda humanitaria a pesar de encontrarse inscritos en el Registro nico de Poblacin Desplazada.3 En muchos casos, ha transcurrido un perodo largo (entre 6 meses y dos aos) sin recibir ningn tipo de ayuda de parte de la Red de Solidaridad Social o de las otras entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada. La mayora de los accionantes no ha recibido orientacin adecuada para tener acceso a los programas de atencin al desplazado, en particular en materia de vivienda, proyectos productivos, atencin en salud y educacin. Con frecuencia se somete a los desplazados a un peregrinaje institucional, sin que se le de una respuesta efectiva. Un grupo importante de demandantes se postularon y presentaron su solicitud para acceder a los auxilios de vivienda y para obtener el capital semilla o la capacitacin necesaria para iniciar un proyecto productivo, y meses despus de presentar sus solicitudes, no han recibido respuesta de fondo sobre sus peticiones. En muchas ocasiones, la respuesta de las entidades slo se produce despus de que interpusieron la accin de tutela. En otras la respuesta se limita a informarles que no hay apropiacin presupuestal suficiente para atender su solicitud, y que adems, sta se atender segn el orden determinado por la entidad, sin que se les precise cunto tiempo debern esperar. Esa espera se ha prolongado hasta por casi dos aos. La respuesta que dieron las entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada corresponde a un formato uniforme que describe de manera general los componentes de la ayuda para los desplazados, pero que pocas veces resuelve de fondo la peticin del desplazado. Debido a una falta de asesora adecuada, muchos de los peticionarios solicitaron los auxilios para vivienda o para proyectos productivos, sin seguir el procedimiento formal y por esa razn les son negados, debiendo iniciar el procedimiento de nuevo luego de esperar meses la respuesta de las entidades. A las distintas solicitudes presentadas ante las entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada, los demandantes han recibido alguna de las siguientes respuestas como justificacin para no conceder el beneficio al que aspiraban: 1) Que la entidad ante quien se hace la solicitud, no es la competente para
3 Los nombres de los accionantes que a la fecha de la interposicin de la tutela no haban recibido la ayuda humanitaria de emergencia, a pesar de encontrarse inscritos en el Registro nico de Poblacin Desplazada se encuentran detallados en la parte resolutiva de esta sentencia.
conceder la ayuda solicitada, pues slo est a cargo de algn aspecto de coordinacin; 2) Que no existe suficiente disponibilidad presupuestal para atender la solicitud; 3) Que la ayuda humanitaria de emergencia slo se otorga por tres meses, y en casos excepcionales puede prorrogarse hasta por otros 3 meses ms, pero ms all de ese plazo perentorio, es imposible prolongar la ayuda, independientemente de la situacin fctica en que se encuentre el desplazado; 4) Que no se le puede dar la ayuda solicitada porque no se encuentra inscrito en el Registro nico de Poblacin Desplazada; 5) Que la entidad encargada de atender su solicitud se encuentra en liquidacin; 6) Que existe un error en la solicitud o ausencia de postulacin del peticionario para acceder al auxilio de vivienda; 7) Que el programa de auxilios para vivienda se encuentra suspendido por falta de disponibilidad presupuestal; 8) Que las peticiones sern respondidas en estricto orden de presentacin y siempre que haya disponibilidad presupuestal; 9) Que la poltica de auxilios para vivienda fue modificada por el gobierno nacional y transformada en una poltica de crditos para vivienda de inters social, y debe presentar una nueva solicitud ante las entidades encargadas de otorgar los crditos; 10) Que la nica forma de acceder a la ayuda para restablecimiento econmico es presentar un proyecto productivo, a pesar de que la ley prev otras formas de restablecimiento. Por lo anterior, los accionantes interponen accin de tutela con alguna o varias de las siguientes pretensiones: 1. Que sus peticiones sean resueltas de fondo y en un tiempo claro y determinado; 2. Que se materialicen las ayudas para estabilizacin econmica, vivienda, reubicacin, proyectos productivos, acceso a educacin para los hijos; 3. Que las tierras en posesin o propiedad que fueron abandonadas por los desplazados sean protegidas;
4. Que reciban o continen recibiendo la ayuda humanitaria de emergencia; 5. Que sean reconocidos como desplazados y se les otorguen los beneficios que surgen de esa condicin; 6. Que se adopte un programa de seguridad alimentaria; 7. Que se suministren los medicamentos recetados; 8. Que una de las personas inscritas bajo un ncleo familiar sea desvinculada de l y se le permita continuar recibiendo la ayuda humanitaria como un ncleo familiar; 9. Que se hagan las apropiaciones necesarias para solucionar la situacin de la poblacin desplazada y se hagan efectivos los programas para la poblacin desplazada; 10.Que el Ministerio de Hacienda desembolse los dineros necesarios para adelantar los programas de vivienda y proyectos productivos; 11.Que se le permita recibir capacitacin para desarrollar proyectos productivos; 12.Que se advierta al representante legal de la Red de Solidaridad que cuando omite cumplir con sus responsabilidades para con los desplazados incurre en causal de mala conducta; 13.Que se conforme el comit municipal para la atencin integral del desplazado. 14.Que se restablezca la prestacin del servicio de salud que es negado a partir de la Circular 00042 de 2002, en la cual se condicion la prestacin de dicha ayuda a que se trate de problemas inherentes al desplazamiento; 15.Que las entidades territoriales, dentro de su disponibilidad presupuestal, contribuyan a los planes de provisin de vivienda para la poblacin desplazada 2. Las decisiones que se revisan A continuacin se resume de manera general el sentido de las decisiones que se revisan en la presente tutela. La mayora de los jueces de instancia denegaron las tutelas presentadas por los actores, por alguna de las siguientes razones:4 1. En cuanto a la legitimacin para interponer la accin de tutela, los jueces
4 La informacin detallada sobre las sentencias revisadas por la Corte Constitucional en la presente accin de tutela se encuentra en el Anexo 1 de esta sentencia.
de instancia denegaron la tutela (i) porque las asociaciones de accionantes no tienen legitimacin para promover la accin de tutela para la proteccin de los derechos de los desplazados; (ii) porque el demandante no era abogado para poder apoderar a los desplazados en la interposicin de la tutela; (iii) porque la persona que interpuso la tutela no acredit ser el representante legal de la asociacin de desplazados. 2. Por razones de improcedencia, los jueces de instancia denegaron la tutela: (i) porque la tutela no es procedente para obligar la ejecucin del Decreto 951 de 2001, sobre auxilio para vivienda, y lo que corresponde es interponer la accin de cumplimiento; (ii) porque la accin de tutela no fue establecida como mecanismo para alterar el orden de las instituciones estatales, en la distribucin interna de sus competencias y funciones; (iii) porque la peticin debi dirigirse primero a la Red de Solidaridad, para que fuera esta entidad la que lo incluyera en el programa o ayuda solicitado; (iv) porque la vivienda es un derecho de segunda generacin cuya proteccin no procede por va de tutela; (v) porque ya se le reconoci su inscripcin como desplazado y se dieron instrucciones para la inscripcin del ncleo familiar y su postulacin para obtener los beneficios a que tienen derecho; (vi) porque mediante tutela no se puede alterar el orden en que se otorgue el beneficio porque ello vulnerara los derechos de los desplazados que no interponen la tutela y esperan a que llegue su turno el cual debe ser respetado. 3. En cuanto a fallas en la carga probatoria cumplida por el demandante, los jueces de instancia denegaron la tutela: (i) porque no se acredit de manera concreta la vulneracin de los derechos fundamentales por una conducta arbitraria de las autoridades; (ii) no se demostr que la entidad hubiera dejado de cumplir con sus responsabilidades sin justa causa; (iii) porque el accionante no expuso hecho alguno imputable a los demandados; (iv) porque el caso del demandante no se ajusta a la definicin de desplazado; (v) porque el actor no prob la vulneracin de sus derechos fundamentales por parte de las demandadas; (vi) porque no se demostr conexidad suficiente entre el derecho a la vivienda y un derecho fundamental. 4. En relacin con la ausencia de vulneracin a los derechos, los jueces de instancia denegaron la tutela: (i) porque lo que present el demandante ante la entidad demandada fue un formato de proyecto individual y no un derecho de peticin, el cual no cumple con ninguno de los requisitos del artculo 5 del CCA; (ii) porque al no haberse postulado para acceder al auxilio de vivienda, no puede alegar violacin de sus derechos; (iii) porque se le han concedido a los desplazados las ayudas mnimas previstas en la ley; (iv) porque los hechos del desplazamiento ocurrieron hace dos o cuatro aos y no en fechas recientes; (v) porque la Red de Solidaridad Social actu en concordancia con la normatividad vigente acerca de proteccin de desplazados; (vi) porque la Red de Solidaridad Social no puede proteger a personas por fuera de su competencia; (vii)
porque ha transcurrido un tiempo muy breve (menos de un mes) desde su inscripcin como desplazado, para que se considere que las entidades encargadas de otorgar la ayuda humanitaria de emergencia hayan incumplido con su responsabilidad; (viii) porque la tardanza de la Red en responder se justifica por el exceso de trabajo, y porque no poda dar una respuesta de fondo que aprobara el proyecto porque no estaba en su competencia hacerlo; (ix) porque la simple condicin de desplazado no da derecho automtico a un subsidio; (x) porque la negativa del INURBE no cierra las puertas a futuras postulaciones por haber sido calificados los actores como elegibles; (xi) porque el peticionario ya se encuentra inscrito para recibir el subsidio de vivienda y el auxilio para proyecto de sostenibilidad y, slo resta esperar la finalizacin del procedimiento; (xii) porque el demandante no acredit haber adelantado las gestiones necesarias para obtener subsidio de vivienda y apoyo al proyecto productivo. 5. Por la supuesta existencia de temeridad, los jueces de instancia denegaron la tutela: (i) porque la persona desplazada ya recibi la ayuda solicitada como parte de otro ncleo familiar que haba interpuesto accin de tutela para obtenerla; (ii) porque est pendiente de revisin por parte de la Corte Constitucional una accin de tutela presentada por los actores por los mismos hechos y contra los mismos demandados. 6. Por razn de las limitaciones de lo que se puede ordenar mediante la tutela frente a los desplazados, los jueces de instancia denegaron la tutela: (i) porque se debe esperar a que las entidades tengan los recursos suficientes para facilitar el subsidio de vivienda, en concordancia con las postulaciones para dicho beneficio; (ii) porque existen otros desplazados que no han siquiera recibido ayuda humanitaria de primer orden; (iii) porque si bien hay descoordinacin entre las entidades competentes, la Red de Solidaridad Social no puede cumplir funciones asignadas a otras entidades; (iv) porque no es posible que mediante tutela se ordene los funcionarios encargados cumplir con los programas de educacin, vivienda, alimentacin y trabajo, ni para que desembolsen dineros con el fin de que se dote de recursos a la Red de Solidaridad Social; (v) porque las limitaciones presupuestales no se pueden salvar por va de tutela; (vi) porque el juez de tutela no es ordenador del gasto ni coadministrador de la gestin ni de la poltica del Ejecutivo; (vii) porque no se puede por va de tutela alterar el orden legal de asignacin de subsidios sin que medien actos discriminatorios por el INURBE; (viii) porque el juez de tutela no puede ordenar a las autoridades pblicas que lleven a cabo actos para los que no tienen los recursos necesarios. Algunos de los jueces de instancia concedieron la tutela para la proteccin de los derechos de la poblacin desplazada, entre otras razones, por considerar que en un Estado Social de Derecho es necesario que se llegue a una solucin definitiva del problema del desplazamiento y, porque el comportamiento omisivo asumido por la Red de Solidaridad y de otras entidades responsables
de la atencin de la poblacin desplazada, deja al descubierto la vulneracin de las garantas constitucionales de las cuales son titulares los peticionarios. II. PRUEBAS REVISIN. SOLICITADAS POR LA SALA TERCERA
Mediante auto del da 11 de abril de 2003, la Sala Tercera de Revisin requiri a varias entidades y organismos pblicos para que, a partir de la documentacin e informacin actualmente disponible, respondieran un cuestionario relativo a las polticas de atencin de la poblacin desplazada. La respuesta de las entidades pblicas, los organismos internacionales y las organizaciones no gubernamentales al cuestionario formulado por la Corte Constitucional en el auto mencionado se resume en el Anexo 2. En l se encuentra la informacin aportada por la Red de Solidaridad Social, el Departamento Nacional de Planeacin, el Instituto Nacional de Vivienda de Inters Social y Reforma Urbana INURBE, el Ministerio de la Proteccin Social; el Ministerio de Educacin Nacional; el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico, el Defensor del Pueblo, la Oficina el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y la Consultora para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES. En las consideraciones y fundamentos de esta sentencia se valoran los datos y argumentos relevantes para decidir sobre lo pedido por los accionantes. III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
1. Competencia Esta Sala de Revisin de la Corte Constitucional es competente con fundamento en lo dispuesto por los artculos 86, inciso tercero, y 241, numeral noveno de la Constitucin Poltica, en concordancia con los artculos 33, 34, 35 y 36 del Decreto 2591 de 1991. 2. Problemas jurdicos a resolver y resumen del argumento y de la decisin Teniendo en cuenta las pretensiones de los distintos actores en el presente proceso relacionadas con la obtencin efectiva de la ayuda prevista para la poblacin desplazada y a las razones por las cuales no la han recibido, la Sala considera que el caso bajo revisin plantea varios problemas jurdicos constitucionales complejos relacionados con el contenido, alcance y limitaciones de la poltica estatal de atencin de la poblacin desplazada debido, entre otras cosas (i) a la grave situacin de vulnerabilidad que aqueja a la poblacin desplazada; (ii) a los problemas que enfrentan a raz de la forma como estn siendo atendidas sus solicitudes por las entidades demandadas; (iii) al tiempo excesivamente prolongado que ha transcurrido sin que hayan
obtenido las ayudas previstas; (iv) al altsimo volumen de tutelas que presentan los desplazados para obtener la ayuda efectiva a que tienen derecho y al hecho de que varias entidades hayan convertido la presentacin de la accin de tutela como parte del procedimiento ordinario para obtener la ayuda solicitada; (v) a que la situacin que se pretende resolver mediante la presente tutela afecta a toda la poblacin desplazada, cualquiera que sea el sitio en el cual se encuentren actualmente, e independientemente de que hayan acudido a la accin de tutela para obtener la proteccin efectiva de sus derechos, (vi) a que la mayor parte de los problemas planteados se ha presentado de manera reiterada desde que se estableci la poltica para la atencin de la poblacin desplazada; y (vii) a que algunos de los problemas planteados por los desplazados deben ser examinados por primera vez por la Corte. 2.1. Problemas Jurdicos
Por lo tanto, la Sala considera que los problemas jurdicos a resolver en esta oportunidad son los siguientes: 1. Procede la accin de tutela para examinar las acciones y omisiones de las autoridades pblicas respecto de la atencin integral a la poblacin desplazada para determinar si problemas en el diseo, implementacin, evaluacin y seguimiento de la respectiva poltica estatal contribuyen de manera constitucionalmente relevante a la violacin de sus derechos constitucionales fundamentales? 2. Se vulnera el derecho de los desplazados al mnimo vital y a recibir pronta respuesta a sus peticiones - en particular respecto a la ayuda humanitaria, al restablecimiento econmico, a la reubicacin, a la vivienda, a la atencin integral de salud y a la educacin - cuando dicho acceso est supeditado por las propias autoridades (i) a la existencia de recursos que no han sido apropiados por el Estado; (ii) al rediseo del instrumento que determina la forma, alcance y procedimiento para la obtencin de la ayuda,; (iii) a que se defina qu entidad asumir el suministro de la ayuda, dado que quien lo haca se encuentra en proceso de liquidacin? 3. Se vulneran los derechos de peticin, al trabajo, al mnimo vital, a la vivienda digna, a la atencin en salud, al acceso a la educacin de los actores en el presente proceso, cuando las entidades encargadas de otorgar las ayudas previstas en la ley para su atencin, (i) omiten dar respuesta de fondo, concreta y precisa sobre la ayuda solicitada; o (ii) se niegan a otorgar la ayuda solicitada (a) por la falta de apropiacin de recursos suficientes para atender las solicitudes; (b) por falta de cumplimiento de requisitos legales para acceder a dicha ayuda; (c) por existir un lista de solicitudes que deben ser atendidas previamente; (d) por falta de competencia de la entidad ante la cual se presenta la solicitud; (e) por cambio de los requisitos y condiciones definidos por el legislador para acceder a la ayuda solicitada; (f) porque la entidad ante la cual se presenta la solicitud se encuentra actualmente en liquidacin?
Con el fin de resolver estos problemas la Sala primero resumir la lnea jurisprudencial de la Corte en materia de derechos de la poblacin desplazada, con tres objetivos: (i) recordar los principales derechos constitucionales de las personas en situacin de desplazamiento forzado interno (apartado 5.1), sealando los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno que son pertinentes para su interpretacin; (ii) resaltar la gravedad de la situacin de la poblacin desplazada y la persistencia de las violaciones que han llevado a la interposicin de la accin de tutela (apartado 5.2); y (iii) precisar el tipo de rdenes que ha dictado la Corte hasta el momento para proteger los derechos de la poblacin desplazada (apartado 5.3.). En segundo lugar, examinar la respuesta estatal al fenmeno del desplazamiento (apartado 6.1.), los resultados de esa poltica (apartado 6.2) y los problemas ms protuberantes de la poltica pblica existente y de sus distintos componentes (apartados 6.3). En tercer lugar, estudiar la insuficiencia de recursos disponibles y su impacto en la implementacin de la poltica pblica (apartado 6.3.2). En cuarto lugar, constatar si tales acciones y omisiones constituyen un estado de cosas inconstitucional (apartado 7). En quinto lugar, precisar los deberes constitucionales de las autoridades frente a obligaciones de carcter prestacional, inclusive en relacin con derechos como la vida y la seguridad (apartado 8.). En sexto lugar, precisar los niveles mnimos de proteccin que debe ser garantizado a la poblacin desplazada aun despus de una redefinicin de prioridades ante la insuficiencia de recursos o deficiencias en la capacidad institucional (apartado 9) Y, finalmente, ordenar las acciones que debern adoptar las distintas autoridades para garantizar los derechos de la poblacin desplazada (apartado 10.). La Sala circunscribir el anlisis constitucional de la situacin presentada por los desplazados en las acciones de tutela objeto de revisin en el presente proceso a los problemas jurdicos anteriormente sealados, y no a la totalidad de cuestiones que pudieran surgir de los hechos presentados por los actores. Dado el carcter eventual de la revisin constitucional de las sentencias de tutela, la Corte puede, tal como lo ha reiterado en numerosas ocasiones, 5 delimitar el mbito de la controversia que analizar, esto con el fin de cumplir su responsabilidad como corporacin judicial que tiene la misin de definir los alcances de los derechos, en este caso de los desplazados. Adems, dado que varias de las tutelas, acumuladas en el presente proceso, fueron interpuestas por asociaciones de desplazados, la Sala debe resolver previamente lo siguiente: estn legitimadas las asociaciones de desplazados para interponer acciones de tutela a favor de sus asociados, aun cuando stos no les hayan otorgado un poder especfico, y quien los representa no tenga la calidad de apoderado judicial? (apartado 3) Tambin es necesario examinar la supuesta existencia de temeridad en la presentacin de algunas de las acciones de tutela acumuladas en este proceso,
5 Ver entre otras, las sentencias Sentencia C-037 de 1996, MP Vladimiro Naranjo Mesa, T-088 de 1999. M.P. Jos Gregorio Hernndez Galindo y el Auto 031A del 30 de abril de 2002, MP: Eduardo Montealegre Lynett.
en dos circunstancias: 1) cuando la tutela presentada individualmente ya haba sido presentada por una asociacin de desplazados, por los mismos hechos y contra las mismas entidades; y 2) cuando la tutela fue presentada por alguno de los miembros de un ncleo familiar que se separa del mismo para conformar uno propio y solicita, mediante tutela, el acceso a alguna de las ayudas a que tienen derecho los desplazados, a pesar de que el ncleo familiar con el cual se haba registrado originalmente, ya haba obtenido una ayuda similar. (apartado 4) 2.2. Resumen del argumento y de la decisin
La Sala Tercera de Revisin, al resolver sobre las presentes acciones de tutela, concluye que por las condiciones de vulnerabilidad extrema en las cuales se encuentra la poblacin desplazada, as como por la omisin reiterada de brindarle una proteccin oportuna y efectiva por parte de las distintas autoridades encargadas de su atencin, se han violado tanto a los actores en el presente proceso, como a la poblacin desplazada en general, sus derechos a una vida digna, a la integridad personal, a la igualdad, de peticin, al trabajo, a la salud, a la seguridad social, a la educacin, al mnimo vital y a la proteccin especial debida a las personas de la tercera edad, a la mujer cabeza de familia y a los nios (apartados 5 y 6). Esta violacin ha venido ocurriendo de manera masiva, prolongada y reiterada y no es imputable a una nica autoridad, sino que obedece a un problema estructural que afecta a toda la poltica de atencin diseada por el Estado, y a sus distintos componentes, en razn a la insuficiencia de recursos destinados a financiar dicha poltica y a la precaria capacidad institucional para implementarla. (apartado 6.3) Tal situacin constituye un estado de cosas inconstitucional que ser declarado formalmente en esta sentencia (apartado 7 y ordinal primero de la parte resolutiva). A pesar de que en el ao 2003 el nmero de nuevos desplazados disminuy y que respecto de la poblacin desplazada las autoridades han identificado la urgencia de atender adecuadamente su situacin, han diseado una poltica para su proteccin y han desarrollado mltiples instrumentos para su ejecucin, las acciones que efectivamente llevan a cabo las autoridades para garantizar los derechos de la poblacin desplazada (apartado 6.1 y 6.2) y los recursos efectivamente destinados a satisfacer estos derechos (apartado 6.3.2), no resultan acordes con los mandatos de la Ley 387 de 1997 que desarrollaron los derechos constitucionales respecto de los desplazados, ni con los decretos que el propio Ejecutivo ha dictado sobre la materia, ni con las previsiones que el CONPES haba efectuado al estimar los recursos necesarios para atender tales derechos (apartado 6 y Anexo 5). En efecto, si bien el gasto social y de atencin a la poblacin marginada es considerado como gasto prioritario, y existe una poltica estatal de atencin a la poblacin desplazada, articulada en una ley de la Repblica, as como un marco reglamentario detallado, y una cuantificacin del esfuerzo presupuestal que se requiere para cumplir los mandatos constitucionales y legales, las autoridades encargadas de garantizar la suficiencia de estos recursos han
omitido, de manera reiterada, adoptar los correctivos necesarios para asegurar que el nivel de proteccin definido por el Legislador y desarrollado por el Ejecutivo, sea efectivamente alcanzado. Tal vulneracin no es imputable a una sola entidad, sino que todas las autoridades nacionales y territoriales con responsabilidades diversas en la atencin de la poblacin desplazada, por accin u omisin, han permitido que contine y, en algunos casos, se agrave la vulneracin de los derechos fundamentales de los desplazados. La declaratoria formal del estado de cosas inconstitucional (apartado 7) tiene como consecuencia que las autoridades nacionales y territoriales encargadas de atender a la poblacin desplazada deben ajustar sus actuaciones de tal manera que se logre la concordancia entre los compromisos adquiridos para cumplir los mandatos constitucionales y legales y los recursos asignados para asegurar el goce efectivo de los derechos de los desplazados. Esta decisin respeta las prioridades fijadas por el Legislador y por el Ejecutivo y el experticio de las autoridades nacionales y territoriales responsables que definieron el nivel de sus propios compromisos, pero exige que stas adopten a la mayor brevedad posible los correctivos que sean necesarios para que dicho estado de cosas inconstitucional sea remediado (apartado 8). Por lo tanto, la Corte Constitucional ordena al Consejo Nacional Para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia que asegure la coherencia entre las obligaciones fijadas por las autoridades competentes y el volumen de recursos efectivamente destinados a proteger los derechos de los desplazados. En caso de que concluya que los compromisos asumidos en la poltica estatal no podrn ser cumplidos, en aras de los principios de transparencia y eficacia, el Consejo debe redefinir pblicamente tales compromisos, despus de ofrecer oportunidades suficientes de participacin a los representantes de los desplazados, de tal manera que las prioridades sean realmente atendidas y a todos y cada uno de los desplazados se les asegure el goce efectivo de sus derechos mnimos (ordinal 1b) y c) de la parte resolutiva). Ese mnimo de proteccin que debe ser oportuna y eficazmente garantizado (apartado 9) implica (i) que en ningn caso se puede amenazar el ncleo esencial de los derechos fundamentales constitucionales de las personas desplazadas y (ii) la satisfaccin por el Estado del mnimo prestacional de los derechos a la vida, a la dignidad, a la integridad fsica, psicolgica y moral, a la unidad familiar, a la prestacin del servicio de salud que sea urgente y bsico, a la proteccin frente a prcticas discriminatorias basadas en la condicin de desplazamiento, y al derecho a la educacin hasta los quince aos para el caso de los nios en situacin de desplazamiento. En relacin con la provisin de apoyo para la estabilizacin socioeconmica de las personas en condiciones de desplazamiento, el deber mnimo del Estado es el de identificar, en forma precisa y con la plena participacin del interesado, las circunstancias especficas de su situacin individual y familiar, su proveniencia inmediata, y las alternativas de subsistencia digna a las que
puede acceder, con miras a definir sus posibilidades concretas de emprender un proyecto razonable de estabilizacin econmica individual, o de participar en forma productiva en un proyecto colectivo, con miras a generar ingresos que les permitan subsistir autnomamente a l y sus familiares desplazados dependientes. Finalmente, en relacin con el derecho al retorno y al restablecimiento, el mnimo al cual estn obligadas las autoridades consiste en (i) no aplicar medidas de coercin para forzar a las personas a que vuelvan a su lugar de origen o a que se restablezcan en otro sitio, (ii) no impedir que las personas desplazadas retornen a su lugar de residencia habitual o se restablezcan en otro punto; (iii) proveer la informacin necesaria sobre las condiciones de seguridad existentes en el lugar de retorno, as como el compromiso en materia de seguridad y asistencia socioeconmica que el Estado asumir para garantizar un retorno seguro y en condiciones dignas; (iv) abstenerse de promover el retorno o el restablecimiento cuando tal decisin implique exponer a los desplazados a un riesgo para su vida o integridad personal y (v) proveer el apoyo necesario para que el retorno se efecte en condiciones de seguridad y los que regresen puedan generar ingresos para subsistir autnomamente. La Corte fija un plazo de dos meses al Consejo Nacional de Atencin Integral de la Poblacin Desplazada para definir el nivel de recursos que efectivamente se destinarn a cumplir las obligaciones asumidas por el Estado, sin que los derechos mnimos anteriormente mencionados puedan dejar de ser protegidos de manera oportuna y eficaz. En caso de que sea necesario redefinir prioridades y modificar algunos aspectos de la poltica estatal para cumplir esta orden, se conceder al mismo Consejo un plazo de un ao para este efecto, durante el cual en todo caso se habrn de respetar los mnimos sealados. Con el fin de que garanticen los derechos de los tutelantes tambin ordenar que se de respuesta de fondo, completa y oportuna a las peticiones de ayuda que originaron la presente demanda, siguiendo los lineamientos sealados por la jurisprudencia de la Corte (apartado 10). 3. La legitimacin de las asociaciones de desplazados para la interposicin de acciones de tutela para la proteccin de los derechos de sus asociados De conformidad con el artculo 10 del Decreto 2591 de 1991, La accin de tutela podr ser ejercida, en todo momento y lugar, por cualquier persona vulnerada o amenazada en uno de sus derechos fundamentales, quien actuar por s misma o a travs de representante. Los poderes se presumirn autnticos. Tambin se pueden agenciar derechos ajenos cuando el titular de
los mismos no est en condiciones de promover su propia defensa. (resaltado agregado al texto) Aun cuando normalmente la posibilidad de agenciar oficiosamente los derechos de terceros que no estn en condiciones de promover su propia defensa se ha aplicado a situaciones en las que la persona cuyos derechos han sido vulnerados o amenazados es un menor de edad, un enfermo grave, un indigente, o una persona con incapacidad fsica o mental, que no puede ejercer su propia defensa, nada impide que tal posibilidad se aplique a otros casos. Dada la condicin de extrema vulnerabilidad de la poblacin desplazada, no slo por el hecho mismo del desplazamiento, sino tambin porque en la mayor parte de los casos se trata de personas especialmente protegidas por la Constitucin tales como mujeres cabeza de familia, menores de edad, minoras tnicas y personas de la tercera edad -, la exigencia de presentar directamente o a travs de abogado las acciones de tutela para la proteccin de sus derechos, resulta excesivamente onerosa para estas personas. Es por ello que las asociaciones de desplazados, que se han conformado con el fin de apoyar a la poblacin desplazada en la defensa de sus derechos, pueden actuar como agentes oficiosos de los desplazados. No obstante, a fin de evitar que por esta va se desnaturalice la accin de tutela, se promuevan demandas de tutela colectivas sin el consentimiento de sus miembros, o se emplee esta figura para desconocer las normas sobre temeridad, tal posibilidad debe ser ejercida bajo condiciones que a la vez que garanticen el acceso a la justicia a la poblacin desplazada, impida posibles abusos. Por ende, tales organizaciones estarn legitimadas para presentar acciones de tutela a favor de sus miembros bajo las siguientes condiciones: 1) que se haga a travs de su representante legal, acreditando debidamente su existencia y representacin dentro del proceso de tutela; 2) que se individualice, mediante una lista o un escrito, el nombre de los miembros de la asociacin a favor de quienes se promueve la accin de tutela; y 3) que no se deduzca de los elementos probatorios que obran en el proceso que el agenciado no quiere que la accin se interponga en su nombre. En esa medida si se percatan de la amenaza o violacin de derechos fundamentales de una persona, pueden interponer la accin en nombre de sus asociados. Por lo tanto, no podan los jueces de instancia declarar improcedente la accin de tutela presentada por estas asociaciones en nombre de los desplazados, amparndose en una interpretacin excesivamente formal que no se compadece del carcter informal de la accin de tutela y de la situacin de desamparo en que se encuentra miles de colombianos, sin examinar en cada caso concreto el cumplimiento de estos tres requisitos. En los expedientes T-653010, T-680268, T-686154, T-680627, T-681839, T688767, T-695161 y T-700902, frente a las tutelas presentadas por distintas asociaciones de desplazados,6 a nombre de algunos de sus miembros, los
6 Estas tutelas fueron interpuestas por alguna de las siguientes asociaciones de desplazados: Fundacin
jueces de instancia las declararon improcedentes por considerar que tales las asociaciones no estaban legitimadas para interponer acciones de tutela a nombre de sus asociados. No obstante, en los expedientes T-653010, T-680268, T-686154, T-688767 y T-700902, las tutelas fueron presentadas por sus representantes legales, se acredit debidamente la existencia y representacin de la asociacin, se individualizaron los nombres de los miembros a nombre de quienes se presentaba la accin de tutela y nada en el expediente indicaba que se opusieran a ser agenciados por la asociacin. De hecho, tales expedientes incluyen elementos que confirman el consentimiento de los asociados. En algunos casos se anexaron documentos manuscritos mediante los cuales se individualiza a los agenciados a travs de una lista, o de un acta de la reunin de la asociacin, donde se adopta la decisin de interponer la accin de tutela para la proteccin de sus derechos. En otros, se anexan escritos individuales de los asociados a nombre de quienes se interpone la tutela, a travs de un documento que, aunque en su forma coincide con el otorgamiento de una especie de poder judicial a quien no es abogado, su contenido constituye una confirmacin del consentimiento del asociado para ser agenciado. Por lo cual las tutelas no eran improcedentes y sern revocadas por la Sala. En los expedientes T-680627, T-681839, y T-695161, por el contrario, no se cumpli con alguno de los tres requisitos anteriormente sealados, de manera que se transform el objeto y la naturaleza de la accin de tutela como mecanismo de proteccin de derechos constitucionales individuales. En algunos casos no se acredit debidamente la existencia o representacin de la asociacin. En otros, no se individualizaron los nombres de las personas a favor de quienes se interpona la accin de tutela. Por ello, las decisiones de instancia que declararon la improcedencia de la accin de tutela. Sin embargo, en el caso de las acciones de tutela de los expedientes T-681839 y T-695161, interpuestas por Henry Rivera Acosta como representante legal de Asofadecol, aun cuando no se acredit la existencia y representacin de esa asociacin, tal prueba obra en otros de los expedientes acumulados al proceso T-653010, por lo cual, entiende la Sala que se cumplieron los requisitos antes mencionados. Por lo tanto, la Sala confirmar la sentencia del expediente T-680627 que declar la improcedencia de la tutela y revocar las sentencias de los expedientes T-681839 y T-695161, por las razones aqu expuestas. 4. La supuesta existencia de temeridad De conformidad con lo que establecen los artculos 2, 4 -inciso 2-, 83 y 95 numerales 1 y 7 de la Constitucin Poltica, el ejercicio de todo derecho y la utilizacin de los procedimientos constitucionales y legales previstos para su efectividad exige de sus titulares una lealtad mnima hacia el orden jurdico y
Ayudmonos FUNDAYUDE; Asociacin Humanitaria de Colombia; Asociacin de familias desplazadas de Colombia ASOFADECOL, y la Asociacin de Desplazados de Fonseca, Guajira ADESFONGUA, Asociacin de Desplazados del Caribe Colombiano, Asociacin por un mejor vivir feliz, Asociacin Nueva Vida, Asociacin Nuevo Horizonte, Asociacin Desplazados Unidos, Asociacin de Desplazados de la Comunidad Cristiana Pentecostal - Asodespente, Asociacin Justicia y Paz, y Asociacin Renacer.
el cumplimiento de deberes y cargas correlativos. En desarrollo de estos preceptos, el artculo 38 del Decreto - ley 2591 de 1991 al regular la figura de la temeridad, seala perentoriamente que cuando, sin motivo expresamente justificado, la misma accin de tutela sea presentada por la misma persona o su representante ante varios jueces o tribunales, se rechazarn o decidirn desfavorablemente todas las solicitudes.7 Tal como lo ha sealado esta Corporacin, el propsito de esta disposicin es propiciar la credibilidad y seriedad de la justicia y dar aplicacin a los principios de la buena fe, la eficacia y la economa procesal, principios que se veran seriamente afectados por quienes desconocen los criterios de rectitud y honradez que exige un debate jurdico serio. Su consagracin legal pretende, entonces, evitar el abuso desmedido de la accin de tutela, 8 pues su ejercicio irracional conlleva la obtencin de mltiples pronunciamientos en relacin con unos mismos hechos y frente a un mismo caso, generando un perjuicio para toda la sociedad, que ve disminuida la capacidad de trabajo de la administracin de justicia en relacin con los requerimientos de quienes les asiste tambin el derecho de ejercer la accin.9 De conformidad con la reiterada jurisprudencia de esta Corporacin, un actor o su representante legal incurre en conducta temeraria cuando se presentan las siguientes circunstancias: (i) Que se presenten varias acciones de tutela por los mismos hechos y para solicitar la proteccin del mismo derecho;10 en oportunidades diferentes, ya sea ante distintos jueces o ante el mismo juez;11 (ii) Que las tutelas sean presentadas por la misma persona o por su representante;12 y (iii) Que la presentacin reiterada de la accin de tutela se haga sin un motivo razonable, expresamente mencionado para justificar la
7 El artculo 38 del Decreto 2591 de 1991, fue declarado exequible mediante sentencia C-054 de 1993, MP: Alejandro Martnez Caballero. 8 Cfr Conforme se indic en la sentencia T-655/98 M.P. Eduardo Cifuentes Muoz, sobre el artculo 38 del Decreto-Ley 2591/91 y las distintas condiciones que determinan la actuacin temeraria, pueden estudiarse entre otras, las Sentencias T-10 de 1992, MP. Alejandro Martnez Caballero; T-327 de 1993 MP. Antonio Barrera Carbonell, T-007 de 1994 M.P. Alejandro Martnez; T-014 de 1994 M.P. Jos Gregorio Hernndez Galindo; T-053 de 1994 M.P. Fabio Morn Daz; T-574 de 1994 MP. Jos Gregorio Hernndez Galindo; T308 1995 MP. Jos Gregorio Hernndez Galindo; T-091 de 1996 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; T-001 de 1997 M.P. Jos Gregorio Hernndez Galindo; T-080 de 1998 MP. Hernando Herrera Vergara; T-881 de 2001 M.P. Eduardo Montealegre Lynett; T-145 y T-172 de 2002 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra. 9 Corte Constitucional. Sentencia T-091 de 1996 MP. Vladimiro Naranjo Mesa. 10 La Corte Constitucional ha sealado que no existe temeridad cuando la accin de tutela es presentada por la misma persona y para proteger el mismo derecho, pero por hechos diferentes a los inicialmente planteados. As lo hizo en la sentencia T-387 de 1995, MP: Hernando Herrera Vergara, donde luego de que la actora lograra la tutela del derecho de su hija menor de edad a recibir tratamiento y medicamentos de manera permanente de parte del ISS de Medelln, ella y su hija se trasladan a Barranquilla, en donde se les neg el derecho a recibir el medicamento. La actora interpuso una nueva accin de tutela y el juez de instancia la neg por temeraria. La Corte consider que en ese evento se trataba de hechos nuevos y por lo tanto no haba temeridad. 11 Corte Constitucional, Sentencia T-007/94, MP: Alejandro Martnez Caballero. En esa oportunidad la Corte declar que la conducta del actor era temeraria al presentar en tres oportunidades distintas la misma accin de tutela. 12 La conducta temeraria se predica tanto del actor como de su apoderado. Ver T-014 de 1996, MP: Alejandro Martnez Caballero. El actor haba presentado dos acciones de tutela distintas por los mismos hechos y contra el mismo demandado, incluyendo algunos elementos adicionales en una de las tutelas para distraer la atencin del juez. En ese evento, la Corte rechaz las pretensiones del actor.
nueva accin.13 As, la Corte ha sancionado la actuacin temeraria cuando la presentacin de ms de un amparo constitucional por los mismos hechos y con igual pretensin i) envuelve una actuacin torticera14; ii) denote el propsito desleal de obtener la satisfaccin del inters individual a toda costa,15 iii) deje al descubierto un abuso deliberado del derecho de accin,16 o iv) asalte la buena fe de los administradores de justicia.17 No obstante lo anterior, tambin ha sealado la jurisprudencia que la buena fe se presume en todas las actuaciones de los particulares ante las autoridades pblicas, de suerte que resulta imperativo demostrar que se incurri, real y efectivamente en una conducta proscrita por el ordenamiento, porque la reiteracin de solicitudes de amparo no tiene justificacin.18 Recientemente, la Corte examin este tema frente al caso de una mujer desplazada que asesorada por un abogado haba interpuesto varias acciones de tutela por los mismos hechos. Resalt la Corte que la aplicacin del artculo
13 La Corte ha considerado que existe justificacin para la presentacin de una nueva accin de tutela sin que constituya temeridad cuando se invocan nuevos hechos, como cuando la autoridad demandada contina vulnerando los derechos del tutelante, cuando aparecen nuevas circunstancias (T-387/95) o cuando el rechazo de la primera tutela es atribuible a errores en el trmite de la tutela atribuible al juez (T-574/94, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo). 14 T-149 de 1995 MP. Eduardo Cifuentes Muoz. Dos trabajadores sindicalizados a quienes por el hecho de estar sindicalizados se les marginaba de los beneficios contenidos en un pacto colectivo que ofreca mejores condiciones laborales para los trabajadores no sindicalizados y, adems, se les descontaba ms del 50% de su salario para cubrir la cuota de asociacin sindical, interponen dos acciones de tutela en dos momentos diferentes: 1) Para obtener los recibos de pago del salario, por considerar que esta omisin implicaba una vulneracin de sus derechos de peticin, igualdad y trabajo. 2) Para corregir el acto discriminatorio de la reduccin salarial, que presuntamente desconoce el derecho a la igualdad y a la asociacin sindical. Los tribunales de instancia consideraron que como las accin de tutelas se basaban en hechos similares y relacionados entre s, los actores haban fraccionado la accin de tutela para obtener la proteccin constitucional de sus derechos y, por ello, haban incurrido en actuacin temeraria. La Corte consider que en el caso no exista una actuacin de mala fe, pues las acciones de tutela, si bien estaban originadas por hechos comunes, haban sido interpuestas para proteger derechos diferentes. 15 T-308 de 1995 MP. Jos Gregorio Hernndez Galindo. Dos de los tutelantes haban presentado de manera sucesiva varias acciones de tutela, por los mismos hechos y ante distintos jueces, unas directamente y otras por conducto de la Defensora del Pueblo, sin que existiera un motivo razonable y vlido para hacerlo. La Corte consider que para que sta circunstancia fuera admitida, deba hallarse claramente probada la justificacin. 16 T-443 de 1995 MP. Alejandro Martnez Caballero. La Corte condena en costas por actuacin temeraria al personero municipal que haba interpuesto una accin de tutela de manera injustificada a favor de un joven que solicitaba ser devuelto a la jornada diurna, pues el plantel lo haba trasladado a la jornada nocturna para evitar los constantes asedios cometidos por ste contra varias estudiantes del plantel y para permitir que pudiera cumplir con sus deberes de padre en relacin con las dos estudiantes que haban quedado embarazadas por el estudiante. El personero interpone la accin a favor de este estudiante, desprotegiendo a quien ha debido proteger y defendiendo posiciones injustas y contrarias a la Constitucin. 17 T-001 de 1997 MP. Jos Gregorio Hernndez Galindo. La Corte encuentra que hubo actuacin temeraria cuando varios trabajadores de Foncolpuertos interpusieron en varias ocasiones acciones de tutela para obtener la proteccin de sus derechos, por las mismas razones, mostrando un palmario e inconcebible abuso de la accin de tutela. Las cifras analizadas por la Corte mostraron que de los 34 expedientes analizados en esta tutela: 1) 470 personas ejercieron la accin de tutela. De ellas, 391 presentaron demanda una sola vez. 2) Un total de 73 accionantes ejercieron la misma accin en dos oportunidades; 3) 6 de los peticionarios ejercieron la misma accin tres veces; 4) A 366 personas les fue concedido una sola vez el amparo solicitado. 5) A 69 accionantes se les concedi la tutela en dos oportunidades. 6) A 6 peticionarios se les concedi la proteccin judicial tres veces 18 T-300 de 1996 MP. Antonio Barrera Carbonell. Vanse, tambin las sentencias T-082 de 1997 MP. Hernando Herrera Vergara; T-080 de 1998 MP. Hernando Herrera Vergara, T-303 de 1998 MP. Jos Gregorio Hernndez Galindo.
38 del Decreto 2591 de 1991 exige al fallador detenerse en las circunstancias especficas que rodearon las presentacin de dos o ms demandas de tutela, por la misma persona o su representante, en solicitud de igual proteccin a fin de establecer si el accionante incurri efectivamente en una actuacin contraria a derecho. 19 Agreg la Corte que el fallador de instancia no le puede endilgar actuacin temeraria alguna i) sin haberla odo al respecto, y ii) sin haber indagado sobre su situacin y la de su familia, y tampoco respecto de las circunstancias que rodearon la presentacin de las dos acciones - segn la accionada con la asesora de profesionales del derecho, que habitualmente asesoran a la poblacin desplazada, a quienes nombra expresamente -. En los procesos de tutela bajo estudio, dos circunstancias particulares han llevado a los jueces de instancia a examinar la existencia de actuaciones temerarias por parte de los tutelantes o de sus representantes. En primer lugar, frente a la interposicin de acciones de tutela individuales, luego de que la accin de tutela presentada por una asociacin de desplazados fue negada. En segundo lugar, la accin de tutela interpuesta por miembros de un ncleo familiar de desplazados, que se separa de ste para solicitar alguna de las ayudas que recibe la poblacin desplazada, a pesar de que la ayuda ya haba sido otorgada al ncleo familiar originario. En el primer caso, las tutelas presentadas por las asociaciones de desplazados fueron declaradas improcedentes por los jueces de instancia por considerar que dichas acciones slo podan ser interpuestas directamente por los demandantes o a travs de apoderado judicial. Tales decisiones fueron seleccionadas para revisin por esta Corte20 y no haban sido resueltas al momento en que los actores interpusieron una segunda accin de tutela, esta vez de manera personal, para solicitar la proteccin de sus derechos frente a la omisin de las autoridades en dar respuesta a sus solicitudes. En relacin con estas acciones de tutela, los jueces de instancia deciden denegarlas porque estaba pendiente la decisin de la Corte sobre la legitimidad de las asociaciones de desplazados para interponer acciones en nombre de ellos, con lo cual se neg la proteccin de los derechos de los actores. En este evento, no se est ante una actuacin de mala fe, ni los actores interpusieron una segunda accin de tutela por los mismos hechos. Todo lo contrario, los actores de los expedientes T-681418, T-689206 y T-697902, quienes haban presentado inicialmente una accin de tutela a travs de ASDECOL y ASOFADECOL, tuvieron en cuenta lo decidido por los jueces de instancia y cumplieron con lo decidido por stos, para lo cual presentaron las acciones directamente Por lo tanto, no existe en estas circunstancias actuacin temeraria. En el segundo evento, los actores interponen una nueva accin de tutela para solicitar una ayuda determinada (i) utilizando un documento de identidad distinto a aquel con el que fueron registrados ya sea porque fueron
19 T-721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis, ya citada. 20 Los procesos a los que se hace referencia fueron repartidos a la Sala Sptima de Revisin.
registrados con tarjeta de identidad y, luego de alcanzar la mayora de edad, obtienen su cdula de ciudadana, o porque estaban indocumentados y obtienen del Estado la cdula de ciudadana definitiva, o porque emplean una cdula de ciudadana distinta y solicitan una ayuda ya otorgada o una distinta a la obtenida por el ncleo familiar original; (ii) se separan del ncleo familiar con el cual fueron inscritos como desplazados, para conformar uno propio, o para unirse al ncleo familiar al cual pertenecen verdaderamente, e interponen la accin de tutela por los mismo hechos y para solicitar las mismas ayudas. En el primer caso, tres elementos indican una actuacin contraria al principio de buena fe: (i) la utilizacin de un documento de identificacin distinto a aquel con el cual fueron registrados; (ii) no informar a las autoridades que hacan parte de otro ncleo familiar ya registrado; y (iii) no advertir a las autoridades que el ncleo al cual pertenecan haba presentado otra accin de tutela por los mismos hechos. Esto fue lo que ocurri en los expedientes T-679482 y T-680805. Los actores en dichos procesos actuaron de manera torticera con el fin de obtener una ayuda estatal que ya haban recibido. Este comportamiento constituye una actuacin temeraria y as lo declarar la Sala en la parte resolutiva de esta sentencia, y tiene como consecuencia denegar la accin de tutela impetrada. Teniendo en cuenta que en el expediente T-679482, cuando la actora present una cdula distinta a la que aparece en el registro para solicitar la ayuda va tutela, pudo haber incurrido en un posible fraude, la Sala comunicar de este hecho tanto a la Registradura del Estado Civil como a la Red para el examen de esta situacin irregular y su remisin a las autoridades correspondientes. En el segundo caso planteado, cuando los tutelantes interponen la accin de tutela con base en los mismos hechos, para obtener ayudas ya entregadas al ncleo familiar con el cual fueron inscritos o auxilios no solicitados por ese ncleo, es posible distinguir varias situaciones: (i) la de quienes desean separarse del ncleo familiar con el fin de aumentar las posibilidades de ayuda; (ii) la de quienes por las condiciones mismas del desplazamiento interno son separados de su ncleo familiar, se reencuentran posteriormente con l y desean unirse para solicitar las ayudas previstas para la poblacin desplazada; (iii) la de quienes han formado un nuevo ncleo familiar al constituirse como pareja estable con hijos o como madre cabeza de familia, pero separada de su esposo o compaero permanente. En el primer evento, dada la complejidad administrativa que implicara permitir el cambio de inscripcin por la mera voluntad del desplazado o el riesgo de que ello sea solicitado estratgicamente con el fin de aumentar la ayuda recibida, resulta razonable que no sea posible obtener un nuevo registro, mxime si se tiene en cuenta que en todo caso, las ayudas se canalizarn a travs del ncleo familiar con el cual fueron registrados. En el segundo evento, especialmente cuando se trata de menores de edad y de ancianos que se reencuentran con su familia, las autoridades deben tomar medidas para
garantizar que stas personas puedan reunirse con sus allegados y, cuando sea necesario, modificar la informacin del registro para garantizar que estos ncleos familiares reciban la ayuda adecuada y proporcionalmente mayor que se le brinda a la poblacin desplazada. La especial proteccin constitucional de los derechos de los nios, de las mujeres cabeza de familia, o de personas de la tercera edad, as como de la familia y su manifestacin a travs del derecho de la poblacin desplazada a la reunificacin familiar, de conformidad con el Principio Rector 16, justifican esta autorizacin especial. Estas mismas razones justifican que se permita, como lo prev el tercer evento, la modificacin del registro para que mujeres cabeza de familia o parejas nuevas con hijos puedan constituir ncleos familiares de desplazados con registro autnomo y diferente al originario, y de esta manera, obtener la ayuda que les permita existir independientemente como familias. Bajo este ltimo evento descrito, se encuentra la actora del expediente T686751, quien como mujer cabeza de familia, solicita ser separada del ncleo familiar bajo el cual qued registrada, para inscribirse como un ncleo familiar independiente con ella a la cabeza, con su hijo. Por lo cual la Sala tutelar sus derechos y ordenar a la Red modificar el registro de su inscripcin como desplazada, y permitirle como mujer cabeza de familia el acceso a las ayudas previstas para la poblacin desplazada. En todo caso, las circunstancias mencionadas, no necesariamente implican una actuacin temeraria. Ante la ausencia de elementos que indiquen la mala fe de los actores, debe el juez de tutela examinar de manera cuidadosa las circunstancias del caso y antes de declarar la existencia de temeridad, (a) debe escuchar al actor o actora sobre las razones de interposicin de la segunda tutela, y (b) indagar sobre su situacin y la de su ncleo familiar, tal como lo seal esta Corte en la sentencia T-721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis, para determinar la existencia de temeridad. 5. La jurisprudencia constitucional relacionada con la vulneracin de los derechos de la poblacin desplazada. Ordenes dictadas para proteger sus derechos constitucionales y persistencia de los patrones de desconocimiento de tales derechos. 5.1. Derechos fundamentales de la poblacin desplazada reiteradamente protegidos en casos concretos por esta Corte Por la magnitud del problema que se ha acreditado en los mltiples expedientes acumulados en el presente proceso, y por el nmero de personas que han acudido a la accin de tutela para reclamar la proteccin del Estado frente a su situacin, es indispensable que la Corte se detenga a estudiar en detalle cules son los derechos fundamentales de los que son titulares las personas en situacin de desplazamiento, as como el mbito de las obligaciones de las autoridades a este respecto. Es necesario precisar el alcance de las garantas en comento, para as resolver el interrogante sobre la gravedad de su violacin en los casos que se revisan.
Desde 1997, cuando la Corte abord por primera vez la gravsima situacin de los desplazados en Colombia, la Corte ha proferido 17 fallos para proteger alguno o varios de los siguientes derechos: (i) en 3 ocasiones para proteger a la poblacin desplazada contra actos de discriminacin; (ii) en 5 eventos para proteger la vida e integridad personal; (iii) en 6 ocasiones para garantizar el acceso efectivo a los servicios de salud; (iv) en 5 casos para proteger el derecho al mnimo vital garantizando el acceso a los programas de restablecimiento econmico; (v) en 2 eventos para proteger el derecho a la vivienda; (vi) en un caso para proteger la libertad de locomocin; (vii) en 9 ocasiones para garantizar el acceso al derecho a la educacin; (viii) en 3 casos para proteger los derechos de los nios; (ix) en 2 casos para proteger el derecho a escoger su lugar de domicilio; (x) en 2 oportunidades para proteger el derecho al libre desarrollo de la personalidad; (xi) en 3 ocasiones para proteger el derecho al trabajo; (xii) en 3 eventos para garantizar el acceso a la ayuda humanitaria de emergencia; (xiii) en 3 casos para proteger el derecho de peticin relacionado con la solicitud de acceso a alguno de los programas de atencin a la poblacin desplazada; y (xiv) en 7 ocasiones para evitar que la exigencia del registro como desplazado impidiera el acceso a los programas de ayuda. No obstante la importancia de la lnea jurisprudencial en materia de desplazamiento forzado, la presente seccin no tiene como objetivo hacer un recuento exhaustivo de la jurisprudencia de la Corte en la materia, sino, en primer lugar, determinar el alcance de los derechos de la poblacin desplazada que han sido protegidos por esta Corporacin, teniendo en cuenta tanto el marco constitucional y legal, como la interpretacin del alcance de tales derechos que fue compilado documento internacional de los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno de 1998. 21 Este ltimo documento compendia lo dispuesto sobre desplazamiento interno en el derecho internacional de los derechos humanos, en el derecho internacional humanitario y por analoga - en el derecho internacional de los refugiados, y contribuye a la interpretacin de las normas que hacen parte de este sistema de proteccin.22 Una descripcin del contenido y alcance de los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno, se encuentra en el Anexo 3 de esta sentencia. En segundo lugar, esta seccin tiene como finalidad identificar el tipo de problemas que han sido resueltos por la Corte y precisar el tipo de rdenes dictadas hasta el momento para atender esta problemtica. Un recuento detallado de la jurisprudencia de la Corte Constitucional dictada para proteger
21 Naciones Unidas, Doc E/CN.4/1998/53/Add.2, 11 de febrero de 1998. Informe del Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para el tema de los Desplazamientos Internos de Personas, Francis Deng. 22 Diversos organismos e instancias internacionales han recomendado la aplicacin de estos principios por parte de las diversas autoridades de los Estados en los que se presente el problema del desplazamiento interno forzado, tales como la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, la Comisin de Derechos Humanos del Consejo Econmico y Social de la Organizacin de Naciones Unidas, el Secretario General de la Organizacin de Naciones Unidas, la Organizacin de la Unin Africana, la Organizacin para la Seguridad y Cooperacin en Europa, la Organizacin del Commonwealth y diversos gobiernos.
a la poblacin desplazada se encuentra en el Anexo 4 de esta sentencia. 5.2. Gravedad del fenmeno del desplazamiento interno por los derechos constitucionales que resultan vulnerados y la frecuencia con que se presenta tal vulneracin. El problema del desplazamiento forzado interno en Colombia, cuya dinmica actual tuvo su inicio en la dcada de los aos ochenta, afecta a grandes masas poblacionales. La situacin es tan preocupante, que en distintas oportunidades la Corte Constitucional la ha calificado como (a) un problema de humanidad que debe ser afrontado solidariamente por todas las personas, principiando, como es lgico, por los funcionarios del Estado23; (b) un verdadero estado de emergencia social, una tragedia nacional, que afecta los destinos de innumerables colombianos y que marcar el futuro del pas durante las prximas dcadas y un serio peligro para la sociedad poltica colombiana24; y, ms recientemente, (c) un estado de cosas inconstitucional que contrara la racionalidad implcita en el constitucionalismo, al causar una evidente tensin entre la pretensin de organizacin poltica y la prolfica declaracin de valores, principios y derechos contenidas en el Texto Fundamental y la diaria y trgica constatacin de la exclusin de ese acuerdo de millones de colombianos25. Tambin ha resaltado esta Corporacin que, por las circunstancias que rodean el desplazamiento interno, las personas en su mayor parte mujeres cabeza de familia, nios y personas de la tercera edad - que se ven obligadas a abandonar intempestivamente su lugar de residencia y sus actividades econmicas habituales, debiendo migrar a otro lugar dentro de las fronteras del territorio nacional26 para huir de la violencia generada por el conflicto armado interno y por el desconocimiento sistemtico de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario, quedan expuestas a un nivel mucho mayor de vulnerabilidad27, que implica una violacin grave, masiva y
23 Corte Constitucional, Sentencia T-227 de 1997, MP: Alejandro Martnez Caballero, donde la Corte tutel los derechos de un grupo de desplazados de la Hacienda Bellacruz que luego de invadir las instalaciones del INCORA firman un acuerdo con el gobierno para ser reubicados en un predio. Mientras se lograba la ejecucin del acuerdo, se propone el alojamiento temporal de los campesinos en un hotel del municipio de la Mesa, pero a raz de las declaraciones de la gobernadora de Cundinamarca en donde acusaba a los desplazados de estar vinculados a la guerrilla, de generar problemas de orden pblico, y de ordenar a los alcaldes del departamento tomar medidas para evitar problemas de orden pblico, incluida la limitacin a la circulacin de los campesinos desplazados, se frustra el proceso de reubicacin de los campesinos de Bellacruz. 24 Las tres expresiones fueron usadas en la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz. 25 Las tres expresiones fueron usadas en la sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio. 26 T-1346 de 2001 (MP. Rodrigo Escobar Gil). En la sentencia T-268 de 2003 (MP. Marco Gerardo Monroy Cabra) se acogi la definicin de desplazados que consagran los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno. 27 Los motivos y las manifestaciones de esta vulnerabilidad acentuada han sido caracterizados por la Corte desde diversas perspectivas. As, por ejemplo, en la sentencia T-602 de 2003 se precisaron los efectos nocivos de los reasentamientos que provoca el desplazamiento forzado interno dentro de los que se destacan (i) la prdida de la tierra y de la vivienda, (ii) el desempleo, (iii) la prdida del hogar, (iv) la marginacin, (v) el incremento de la enfermedad y de la mortalidad, (vi) la inseguridad alimentaria, (vii) la prdida del acceso a la propiedad entre comuneros, y (viii) la desarticulacin social., as como el empobrecimiento y el deterioro acelerado de las condiciones de vida. Por otra parte, en la sentencia T-721 de 2003 (i) se seal que la vulnerabilidad de los desplazados es reforzada por su proveniencia rural y (ii) se explic el alcance de las repercusiones psicolgicas que surte el desplazamiento y se subray la necesidad de incorporar una
sistemtica de sus derechos fundamentales28 y, por lo mismo, amerita el otorgamiento de una especial atencin por las autoridades: Las personas desplazadas por la violencia se encuentran en un estado de debilidad que los hace merecedores de un tratamiento especial por parte del Estado29. En ese mismo orden de ideas, ha indicado la Corte la necesidad de inclinar la agenda poltica del Estado a la solucin del desplazamiento interno y el deber de darle prioridad sobre muchos otros tpicos de la agenda pblica30, dada la incidencia determinante que, por sus dimensiones y sus consecuencias psicolgicas, polticas y socioeconmicas, ejercer este fenmeno sobre la vida nacional. Entre los derechos constitucionales fundamentales que resultan amenazados o vulnerados por las situaciones de desplazamiento forzoso, la jurisprudencia de esta Corte ha sealado los siguientes: 1. El derecho a la vida en condiciones de dignidad dadas (i) las circunstancias infrahumanas asociadas a su movilizacin y a su permanencia en el lugar provisional de llegada, y (ii) los frecuentes riesgos que amenazan directamente su supervivencia.31 Los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado que
perspectiva de gnero en el tratamiento de este problema, por la especial fuerza con la que afecta a las mujeres. 28 Ver, entre otras, las sentencias T-419 de 2003, SU-1150 de 2000. 29 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz. En esta tutela se acumulan tres demandas. La primera corresponde a un grupo de desplazados por la violencia estaba compuesto por 26 familias que haban ocupado un predio de alto riesgo de propiedad de CORVIDE y que iban a ser desalojados por las autoridades municipales de Medelln, sin que se les hubiera ofrecido atencin humanitaria y sin que existiera un plan de atencin a la poblacin desplazada. El segundo grupo estaba compuesto por una familia de desplazados que solicitaba ayuda a las autoridades de Cali para tener acceso a los beneficios de vivienda que se otorgaban a personas ubicadas en zonas de alto riesgo, pero a quienes se les niega dicho auxilio con el argumento de que no estaba diseado para atender poblacin desplazada que slo podan recibir ayuda de carcter temporal. El tercer grupo, tambin unifamiliar, interpuso la accin de tutela contra la Red de Solidaridad, pues a pesar de haber firmado un acuerdo de reubicacin voluntaria y haberse trasladado al municipio de Guayabal, la Red no haba cumplido con la ayuda acordada para adelantar proyectos productivos y para obtener una solucin de vivienda definitiva. La ayuda pactada para el proyecto productivo fue finalmente entregada al actor por orden del juez de tutela, pero la ayuda para vivienda no se le dio porque estaba sujeta al cumplimiento de ciertos requisitos. 30 Sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio. 31 Por ejemplo en la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes, precitada, donde la Corte dijo: Cuando mujeres, nios y ancianos se ven precisados a dejar sus hogares y recorrer grandes distancias desafiando toda clase de peligros, viendo sufrir y an morir a sus compaeros, como les ha ocurrido a los colonos de la hacienda Bellacruz, la explicable huida no es un problema de orden pblico propiciado por quienes desean seguir viviendo sino un problema de humanidad que debe ser afrontado solidariamente por todas las personas, principiando, como es lgico, por los funcionarios del Estado. No puede una autoridad local calificar a los desplazados como agentes perturbadores por el solo hecho de tratar de salvar la vida. Ver tambin, las sentencias T-1635 de 2000, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo. A raz de la falta de atencin de sus solicitudes, los desplazados, especialmente los menores de edad se encontraban en deficiente estado nutricional, presentaban afecciones tanto fsicas como squicas y las condiciones de salubridad de dicho lugar eran muy precarias; adems su educacin se haba visto afectada. A pesar de haber sido atendidos en diferentes centros hospitalarios, no haba sido posible que se les suministraran las drogas recetadas ni que se les prestara la atencin de salud que requeran. Tampoco haban logrado cupos en las escuelas distritales, ni se les haba dado una solucin definitiva sobre su reubicacin o sobre proyectos que generaran condiciones de sostenibilidad econmica y social. Adicionalmente, solicitaron un lugar temporal para su reubicacin en condiciones de dignidad; T-327 de 2001, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra donde la Corte resuelve la situacin de una persona desplazada por paramilitares en el departamento del Choc, quien se encontraba inscrita en el registro de desplazados que llevaba el personero municipal de Condoto, pero a quien se le niega tres veces su inscripcin en el Sistema nico de Registro de Poblacin desplazada, por no aportar pruebas de su condicin y, por ende, el acceso a toda la ayuda que requeran el desplazado y su familia; T-1346 de 2001, MP: Rodrigo Escobar Gil, en donde la Corte ampara los derechos de una mujer cabeza de familia y de sus hijos, quienes hacan parte del grupo de personas desplazadas que ocupaban un predio de propiedad del
contribuyen a la interpretacin de este derecho en el contexto del desplazamiento forzado interno son los Principios 1, 8, 10 y 13, que se refieren, entre otras cosas, a la proteccin contra el genocidio, las ejecuciones sumarias y prcticas contrarias al derecho internacional humanitario que pongan en riesgo la vida de la poblacin desplazada. 2. Los derechos de los nios, de las mujeres cabeza de familia, los discapacitados y las personas de tercera edad, y de otros grupos especialmente protegidos en razn de las precarias condiciones que deben afrontar las personas que son obligadas a desplazarse32. La interpretacin de estos derechos deber hacerse de conformidad con lo que establecen los Principios 2, 4 y 9 sobre proteccin especial a ciertos grupos de desplazados. 3. El derecho a escoger su lugar de domicilio, en la medida en que para huir del riesgo que pesa sobre su vida e integridad personal, los desplazados se ven forzados a escapar de su sitio habitual de residencia y trabajo33. Los Principios 5, 6, 7, 14 y 15 contribuyen a la interpretacin de este derecho, en particular, a la determinacin de prcticas prohibidas por el derecho internacional que impliquen una coaccin al desplazamiento de las personas, o su confinamiento en lugares de los cuales no puedan salir libremente. 4. Los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la libertad de expresin y de asociacin, dado el ambiente intimidatorio que precede a los desplazamientos34 y las consecuencias que dichas migraciones surten sobre la materializacin de los proyectos de vida de los afectados, que necesariamente debern acoplarse a sus nuevas circunstancias de desposeimiento. En la interpretacin de estos derechos en el contexto del desplazamiento forzado interno son pertinentes los Principios 1 y 8. 5. Por las caractersticas propias del desplazamiento, quienes lo sufren ven sus
municipio de Villavicencio e iban a ser desalojados del mismo, sin ofrecerles una reubicacin alternativa en el corto plazo; y T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte protegi los derechos de un grupo de 65 ncleos familiares que haba huido de sus viviendas en la Comuna 13 de Medelln, a raz de los enfrentamientos entre distintos grupos armados que operaban en dicha zona. La Red de Solidaridad les haba negado la inscripcin en el Sistema nico de Registro de Poblacin Desplazada y el consiguiente otorgamiento de ayudas por tres razones: 1) por considerar que no se concibe el desplazamiento forzado cuando la vctima no ha abandonado su localidad, asimilando el trmino localidad al de municipalidad; 2) porque varios de los ncleos familiares desplazados ya haban recibido ayuda cuando se desplazaron por primera vez; y 3) por no haberse remitido al Ministerio del Interior copia de las declaraciones obtenidas a raz de los hechos violentos ocurridos en la Comuna 13, para que ste decidiera si el hecho constitua desplazamiento. 32 Ver, por ejemplo, las sentencias T-215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio, en donde la Corte tutela los derechos de 14 menores de edad a quienes se les niega el cupo para estudiar en el Colegio Sol de Oriente de la Comuna Centro Oriental de Medelln, por razones de edad, ausencia de cupos disponibles e imposibilidad de asumir los costos generados; T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra, donde la Corte concede el amparo de los derechos a dos mujeres cabeza de familia desplazadas y a sus hijos, a quienes en un caso, no se le haba dado la ayuda humanitaria a la que tenan derecho, y en el otro, la ayuda humanitaria recibida resultaba claramente insuficiente dadas las urgentes necesidades de la familia. 33 Ver, por ejemplo, las sentencias T-227 de 1997, MP: Alejandro Martnez Caballero, donde la Corte adopt medidas para proteger a la poblacin desplazada contra actos discriminatorios y de intolerancia cometidos por las autoridades de Cundinamarca, quienes alegando que se generaba una alteracin grave del orden pblico, intentaban impedir la reubicacin de stas personas en el territorio de ese departamento. 34 Sentencia SU-1150 de 2000, precitada.
derechos econmicos, sociales y culturales fuertemente afectados.35. El alcance mnimo de estos derechos ha sido interpretado de conformidad con los Principios 3, 18, 19, y 23 a 27, que se refieren a condiciones para garantizar un nivel de vida digna, y el acceso a la educacin, la salud, el trabajo, entre otros derechos. 6. En no pocos casos, el desplazamiento implica una dispersin de las familias afectadas, lesionando as el derecho de sus miembros a la unidad familiar36 y a la proteccin integral de la familia37. Los Principios 16 y 17 estn dirigidos, entre otras cosas, a precisar el alcance del derecho a la reunificacin familiar. 7. El derecho a la salud, en conexidad con el derecho a la vida, no slo porque el acceso de las personas desplazadas a los servicios esenciales de salud se ve sustancialmente dificultado por el hecho de su desplazamiento, sino porque las deplorables condiciones de vida que se ven forzados a aceptar tienen un altsimo potencial para minar su estado de salud o agravar sus enfermedades, heridas o afecciones preexistentes.38 Los Principios 1, 2 y 19 precisan el alcance de este derecho en el contexto del desplazamiento forzado interno. 8. El derecho a la integridad personal 39, que resulta amenazado tanto por los riesgos que se ciernen sobre la salud de las personas desplazadas, como por el alto riesgo de ataques al que estn expuestos por su condicin misma de desposeimiento.40 A este derecho se refieren los Principios rectores 5, 6 y 11, 9. El derecho a la seguridad personal41, puesto que el desplazamiento conlleva riesgos especficos, individualizables, concretos, presentes, importantes, serios, claros y discernibles, excepcionales y desproporcionados para varios derechos fundamentales de los afectados. Para la interpretacin del alcance de
35 Ver por ejemplo, la sentencia T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, en donde la Corte protege los derechos de 128 ncleos familiares, compuestos principalmente por mujeres cabeza de familia, menores, ancianos y algunos indgenas, cuyas solicitudes de atencin en salud, estabilizacin econmica y reubicacin, no haban sido atendidas por la Red de Solidaridad, por falta de recursos suficientes. 36 Sentencia SU-1150 de 2000, precitada. 37 Sentencia T-1635 de 2000, precitada. 38 Corte Constitucional, Sentencia T-645 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra, en este fallo, la Corte tutela el derecho a la salud de una mujer cabeza de familia desplazada del Municipio de San Jos de Guaviare y ubicada en Villavicencio, quien padeca de un tumor en el brazo que le causaba mucho dolor y le impeda trabajar. La actora, quien se encontraba inscrita en el Sistema nico de Registro de Poblacin Desplazada, acude a la Red de Solidaridad que la remite a la UAO y posteriormente al Hospital de Villavicencio para valoracin y programacin de ciruga, el cual se neg a atenderla porque el carn que portaba corresponda al Sisbn de San Jos de Guaviare y no al de Villavicencio. 39 Sentencias T-1635 de 2000, T-327 de 2001 y T-1346 de 2001. 40 Ver, por ejemplo, la sentencia T-327 de 2001, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte resuelve la situacin de una persona desplazada por paramilitares en el departamento del Choc, quien se encontraba inscrita en el registro de desplazados que llevaba el personero municipal de Condoto, pero a quien se le niega tres veces su inscripcin en el Sistema nico de Registro de Poblacin desplazada, por no aportar pruebas de su condicin y, por ende, el acceso a toda la ayuda que requeran el desplazado y su familia. 41 Ver por ejemplo, las sentencias T-258 de 2001, MP: Eduardo Montealegre Lynett, donde la Corte protege el derecho a la vida de un docente amenazado por las FARC, que es obligado a desplazarse a Manizales junto con su familia y a solicitar su traslado como docente a otro municipio dentro del mismo departamento. La nica oferta que haba recibido fue para reubicarse en un lugar donde operaba el mismo frente que le haba amenazado inicialmente; T-795 de 2003, MP: Clara Ins Vargas Hernndez. Dado que el servicio de educacin est descentralizado, la Corte deniega la tutela para ordenar el traslado de los docentes, debido a la falta de desarrollo de la Ley 715 de 2001 en lo concerniente al traslado y reubicacin de docentes amenazados, pertenecientes a distintas secretaras de educacin departamentales.
este derecho en el contexto del desplazamiento forzado interno son pertinentes los Principios rectores 8, 10, 12, 13 y 15. 10. La libertad de circulacin por el territorio nacional42 y el derecho a permanecer en el sitio escogido para vivir43, puesto que la definicin misma de desplazamiento forzado presupone el carcter no voluntario de la migracin a otro punto geogrfico para all establecer un nuevo lugar de residencia. Los principios 1, 2, 6, 7 y 14 resultan relevantes para la interpretacin del alcance de estos derechos en relacin con la poblacin desplazada. 11. El derecho al trabajo44 y la libertad de escoger profesin u oficio, especialmente en el caso de los agricultores que se ven forzados a migrar a las ciudades y, en consecuencia, abandonar sus actividades habituales. Para la interpretacin de estos derechos resultan relevantes los principios 1 a 3, 18, 21, 24 y 25, que establecen criterios para garantizar medios para la obtencin de un nivel de vida adecuado y la proteccin de sus propiedades o posesiones. 12. El derecho a una alimentacin mnima45, que resulta insatisfecho en un gran nmero de casos por los altsimos niveles de pobreza extrema a los que llegan numerosas personas desplazadas, que les impiden satisfacer sus necesidades biolgicas ms esenciales y repercuten, por ende, sobre el disfrute cabal de todos sus dems derechos fundamentales, en particular sobre los derechos a la vida, a la integridad personal y a la salud. Ello es especialmente grave cuando el afectado es un menor de edad. Para la interpretacin del alcance de este derecho son pertinentes los Principios 1 a 3, 18 y 24 a 27, relativos al nivel de vida adecuado que se debe garantizar a la poblacin
42 Sentencias T-1635 de 2000, T-327 de 2001, T-1346 de 2001 y T-268 de 2003, precitadas. 43 Sobre el derecho de permanencia en la sentencia T-227 de 1997, precitada, dijo la Corte lo siguiente: Los campesinos tienen derecho a su permanencia en la parcela que posean, por eso el INCORA inici el proceso de adjudicacin de tierras, por ello su primer lugar de refugio fue la casa campesina en el municipio. (...) Era un derecho de esas personas a permanecer en paz en su propio hogar, en su propia tierra, algo que ha sido reconocido por las Naciones Unidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. (....)Slo el legislador puede restringir ese derecho de las personas a permanecer o a circular y la restriccin slo puede tener los objetivos all sealados, es decir, que la ley restrictiva no puede alejarse de los parmetros fijados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos y en la Convencin Americana sobre Derechos Humanos. (...) Esta doble faz, permanecer y circular, y la nica posibilidad restrictiva: Limitacin establecida por la Ley, est tambin recogida en nuestra Constitucin Poltica. (...) Es finalidad del Estado garantizar la efectividad de esos derechos, luego, tratndose de desplazados, a quienes se les afecta su derecho primario a residir en el lugar que deseen dentro de la Repblica, es inhumano a todas luces afectarles tambin la posibilidad de circular para salvar sus vidas propias y las de sus familiares.. 44 Ver por ejemplo, la sentencia T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte examina el caso de una mujer cabeza de familia desplazada, madre de cinco hijos menores de edad y con un nieto, analfabeta, a quien no se le da acceso a los programas de estabilizacin econmica al omitir una respuesta efectiva a su peticin. La Corte analiza la poltica estatal en materia de proyectos productivos para la poblacin desplazada y concluye que la peticin para ser incluida en un proyecto productivo no ha sido respondida por la Red de solidaridad, violando con ello los derechos de peticin y trabajo. Ver tambin las sentencias T-1635 de 2000, T-327 de 2001, T-1346 de 2001, y T-268 de 2003, precitadas. 45 En la sentencia T-098 de 2002,precitada, la Corte seala la necesidad de precisar las rdenes teniendo en cuenta la normatividad y programas existentes. As, en cuanto a la proteccin de menores desplazados, la Corte resalt entre otros derechos los siguientes: i) a mantenerse unido con su grupo familiar; ii) a la atencin gratuita por parte de las instituciones de salud que reciban aportes del Estado, para los menores de un ao (Artculo 50, CP), iii) a recibir un subsidio alimentario en la forma como lo determinen los planes y programas del ICBF y con cargo a ste; iv) a la proteccin en jardines y hogares comunitarios; v) a tener acceso a los programas de alimentacin que provee el ICBF con el apoyo de las asociaciones de padres, de la empresa privada o los Hogares Juveniles campesinos; vi) en materia de atencin de salud, los hijos menores de desplazados tienen derecho a atencin prioritaria, rpida e inmediata de salud.
desplazada y a la asistencia humanitaria. 13. El derecho a la educacin, en particular el de los menores de edad que sufren un desplazamiento forzado y se han visto obligados, por ende, a interrumpir su proceso de formacin.46. En relacin con este derecho, resultan relevantes los Principios13 y 23. 14. El derecho a una vivienda digna47, puesto que las personas en condiciones de desplazamiento tienen que abandonar sus propios hogares o lugares habituales de residencia y someterse a condiciones inapropiadas de alojamiento en los lugares hacia donde se desplazan, cuando pueden conseguirlas y no tienen que vivir a la intemperie. En relacin con este derecho, los Principios 18 y 21 establecen criterios mnimos que deben ser garantizados a la poblacin desplazada a fin de proveerles vivienda y alojamiento bsicos. 15. El derecho a la paz48, cuyo ncleo esencial abarca la garanta personal de no sufrir, en lo posible, los efectos de la guerra, y mucho menos cuando el conflicto desborda los cauces trazados por el derecho internacional humanitario, en particular la prohibicin de dirigir ataques contra la poblacin civil49.Para la interpretacin de este derecho son pertinentes los Principios 6, 7, 11, 13 y 21 que prohben el desconocimiento de las normas de derecho internacional humanitario que protegen a los no combatientes. 16. El derecho a la personalidad jurdica, puesto que por el hecho del desplazamiento la prdida de los documentos de identidad dificulta su registro como desplazados y el acceso a las distintas ayudas, as como la identificacin de los representantes legales, cuando se trata de menores de edad que son separados de sus familias.50 El alcance de este derecho en el contexto del
46 Sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio, precitada. 47 Ver, por ejemplo, la sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentera. La actora, una mujer desplazada de 73 aos de edad, quien solicitaba que dado su edad avanzada, la vinculacin a un proyecto productivo se hiciera a travs de su hija, quien no estaba inscrita como desplazada. La actora tambin solicitaba a la Red que se le otorgaran subsidios de vivienda, pero la Red le contesto que deba dirigirse al INURBE a fin de tramitar el formulario de postulacin e informarse de las diferentes modalidades de vivienda a las que puede aplicar el subsidio. La Corte analiza la poltica de vivienda y de proyectos productivos existente para la poblacin desplazada, y luego de confrontar el diseo de poltica pblica, la Constitucin y los Principios Rectores del Desplazamiento Interno con las acciones concretas adoptadas por las entidades en el caso concreto, concluye que hubo vulneracin de los derechos a la vivienda digna y al mnimo vital de la actora por parte de las entidades demandadas, las cuales se han limitado a entregar informacin a la demandante sin acompaarla en el proceso de restablecimiento, es decir, sin asesorarla para que logre acceder efectivamente a los servicios que prestan las distintas entidades que constituyen el SNAIPD. 48 Ver, por ejemplo, la sentencia T-721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis. En esta tutela, adems de reiterar la lnea jurisprudencial en materia de proteccin de los derechos de la poblacin desplazada, la Corte se refiere a dos temas adicionales: (i) la perspectiva de gnero en la atencin a la poblacin desplazada, en particular el impacto especialmente grave del conflicto armado sobre las mujeres; y (ii) la sensibilidad de las autoridades para evaluar las circunstancias que afectan a la poblacin desplazada, en particular cuando se examine una posible temeridad en la interposicin de la accin de tutela. 49 Sentencia C-328 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz. 50 En la sentencia T-215 de 2002, la Corte rechaza que las autoridades hubieran exigido que el registro de los menores lo hicieran sus padres o representantes legales, pues ese tipo de condiciones dificultan el acceso a los programas de atencin a la poblacin desplazada. Con esa lgica, aquellos menores que en razn del conflicto armado han perdido a sus padres y allegados y que se ven forzados a abandonar el lugar en el que se encuentran radicados para no correr la misma suerte, no podran ser incluidos en el registro nacional de desplazados por no tener quin los represente. Es claro que con tales exigencias, las instituciones concebidas
desplazamiento forzado interno se encuentra expresamente consagrado en el Principio rector 20. 17. El derecho a la igualdad51, dado que (i) a pesar de que la nica circunstancia que diferencia a la poblacin desplazada de los dems habitantes del territorio colombiano es precisamente su situacin de desplazamiento, en virtud de sta condicin se ven expuestos a todas las violaciones de los derechos fundamentales que se acaban de resear, y tambin a discriminacin y (ii) en no pocas oportunidades, el hecho del desplazamiento se produce por la pertenencia de la persona afectada a determinada agrupacin o comunidad a la cual se le atribuye cierta orientacin respecto de los actores en el conflicto armado y por sus opiniones polticas, criterios todos proscritos como factores de diferenciacin por el artculo 13 de la Carta. Lo anterior no excluye, como se ha visto, la adopcin de medidas de accin afirmativa a favor de quienes se encuentren en condiciones de desplazamiento, lo cual de hecho constituye una de las principales obligaciones reconocidas por la jurisprudencia constitucional en cabeza del Estado.52 Los alcances de este derecho han sido definidos por los Principios 1 a 4, 6, 9 y 22, que prohben la discriminacin a la poblacin desplazada, recomiendan la adopcin de medidas afirmativas a favor de grupos especiales dentro de la poblacin desplazada y resaltan la importancia de que a los desplazados se les garantice un trato igualitario. En razn de esta multiplicidad de derechos constitucionales afectados por el desplazamiento, y atendiendo a las aludidas circunstancias de especial debilidad, vulnerabilidad e indefensin en la que se encuentran los desplazados, la jurisprudencia constitucional ha resaltado que stos tienen, en trminos generales, un derecho a recibir en forma urgente un trato preferente por parte del Estado, en aplicacin del mandato consagrado en el artculo 13 Superior: el grupo social de los desplazados, por su condicin de indefensin merece la aplicacin de las medidas a favor de los marginados y los dbiles, de acuerdo con el artculo 13 de la Constitucin Poltica, incisos 2 y 3 que permiten la igualdad como diferenciacin, o sea la diferencia entre distintos.53. Este punto fue reafirmado en la sentencia T-602 de 2003, en la cual se dijo que si bien el legislador y las entidades gubernamentales deben tratar de igual modo a todas las personas, pues as lo estipula el artculo 13 de
para apoyar a los desplazados y para proyectarles un nuevo horizonte, se convierten en un obstculo para el reconocimiento, al menos, de sus ms elementales derechos. 51 Sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, precitada. 52 Ver, pro ejemplo, la sentencia T-602 de 2003, precitada, donde la Corte enfatiz que siempre que no sea posible el retorno al lugar de origen de los desplazados en condiciones de dignidad, voluntariedad y seguridad, la respuesta estatal debe articularse en torno a acciones afirmativas (...) que garanticen (i) el acceso a bienes y servicios bsicos en condiciones de no discriminacin, (ii) la promocin de la igualdad, y (iii) la atencin a minoras tnicas y a grupos tradicionalmente marginados, ya que no puede obviarse que Colombia es un pas pluritnico y multicultural y que buena parte de la poblacin desplazada pertenece a los distintos grupos tnicos, as como tampoco puede olvidarse que dentro de la poblacin afectada un gran porcentaje son mujeres y, bien sabido es que stas padecen todava una fuerte discriminacin en las reas rurales y en las zonas urbanas marginales. Para expresarlo en otros trminos, la atencin a la poblacin desplazada debe basarse en acciones afirmativas y en enfoques diferenciales sensibles al gnero, la generacin, la etnia, la discapacidad y la opcin sexual. Las medidas positivas, entonces, deben estar orientadas a la satisfaccin de las necesidades de los grupos ms vulnerables, tales como los nios, los adultos mayores o las personas discapacitadas. 53 Sentencia T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
la Constitucin, las vctimas del fenmeno del desplazamiento forzado interno s merecen atencin diferencial. Este derecho al trato preferente constituye, en trminos de la Corte, el punto de apoyo para proteger a quienes se hallan en situacin de indefensin por el desplazamiento forzado interno54, y debe caracterizarse, ante todo, por la prontitud en la atencin a las necesidades de estas personas, ya que de otra manera se estara permitiendo que la vulneracin de derechos fundamentales se perpetuara, y en muchas situaciones, se agravara55. Adems de encontrar soporte en el artculo 13 de la Carta, el deber estatal que se seala encuentra su fundamento ltimo, segn la jurisprudencia constitucional, en la inhabilidad del Estado para cumplir con su deber bsico de preservar las condiciones mnimas de orden pblico necesarias para prevenir el desplazamiento forzado de personas y garantizar la seguridad personal de los asociados. Segn se sintetiz en la sentencia T-721 de 2003, esta Corporacin ha considerado que al Estado le compete impedir que el desplazamiento se produzca, porque las autoridades han sido establecidas para respetar y hacer respetar la vida, honra y bienes de los asociados, pero tambin ha dicho que si no fue capaz de impedir que sus asociados fueran expulsados de sus lugares de origen, tiene por lo menos que garantizarle a los cientos de miles de colombianos que han tenido que abandonar sus hogares y afrontar condiciones extremas de existencia la atencin necesaria para reconstruir sus vidas56.Lo anterior comporta que la situacin de cada una de las personas y familias desplazadas por la violencia deba ser un asunto prioritario de las autoridades.57 Ahora bien, el alcance de las medidas que las autoridades estn obligadas a adoptar se determina de acuerdo tres parmetros principales, que fueron precisados en la sentencia T-268 de 2003, as: (i) el principio de favorabilidad en la interpretacin de las normas que protegen a la poblacin desplazada, (ii) los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno, y (iii) el principio de prevalencia del derecho sustancial en el contexto del Estado Social de Derecho. En sntesis, las medidas especiales a favor de los desplazados facilitan que stos se tornen menos vulnerables, agencian la reparacin de las injusticias derivadas del desplazamiento involuntario y se orientan a la realizacin efectiva de ciertos derechos de bienestar mnimo que constituyen la base para la autonoma y el autosostenimiento de los sujetos de desplazamiento.58. 5.3. Las rdenes dictadas para la proteccin de los derechos de las poblacin desplazada La Corte se ha pronunciado en 17 ocasiones sobre los derechos de la poblacin desplazada. Las sentencias han estado dirigidas principalmente a: (i)
54 Sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra. 55 Sentencia T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra. 56 Sentencia SU- 1150 de 2000 MP: Eduardo Cifuentes Muoz. 57 Sentencia T-721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis. 58 Sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentera.
corregir actuaciones negligentes o discriminatorias59 y omisiones de las autoridades encargadas de atender a la poblacin desplazada; 60 (ii) sealar las responsabilidades institucionales en la atencin de la poblacin desplazada; 61 (iii) precisar los derechos constitucionales de la poblacin desplazada; 62 (iv) fijar criterios para la interpretacin de las normas que regulan la ayuda para esta poblacin, de tal manera que se garanticen efectivamente sus derechos;63 (v) rechazar el retardo injustificado o la omisin de las autoridades para atender a quienes se ven afectados por el desplazamiento forzado;64 (vi) urgir el desarrollo de polticas y programas adecuados para la atencin de este fenmeno;65 (vii) precisar los elementos que determinan la condicin de desplazado;66 (viii) sealar los obstculos que impiden una atencin adecuada de la poblacin desplazada y que favorecen o agravan la vulneracin de sus derechos;67 (ix) indicar falencias u omisiones en las polticas y programas diseados para atender a la poblacin desplazada; 68 y (x) otorgar una proteccin efectiva a la poblacin desplazada, en particular cuando se trata de personas especialmente protegidas por la Constitucin como son los nios, la mujeres cabezas de familia, las personas de la tercera edad y las minoras tnicas.69 Con el fin de garantizar una proteccin efectiva de la poblacin desplazada, la Corte ha ordenado (i) a las distintas autoridades que participan en la proteccin de la poblacin desplazada, incluir a los accionantes en los programas y polticas existentes en un plazo breve que va desde las 48 horas a los 3 meses siguientes a la notificacin de la sentencia;70 (ii) al Presidente de la Repblica, coordinar con los distintos ministerios y entidades encargadas de la atencin de la poblacin desplazada, las acciones indispensables para
59 Ver, por ejemplo, la sentencia T-227 de 1997, MP: Alejandro Martnez Caballero, donde la Corte rechaz actuaciones discriminatorias de las autoridades de Cundinamarca contra la poblacin desplazada. 60 Ver, por ejemplo, la sentencia T-1635 de 2000, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo, donde la Corte tutela los derechos de un grupo de desplazados que se toman pacficamente las instalaciones del Comit Internacional de la Cruz Roja ante la omisin de las autoridades para prestarles la asistencia que requeran. 61 Ver, por ejemplo, las sentencias SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz; T-258 de 2001, MP: Eduardo Montealegre Lynett, donde la Corte seala las responsabilidades de las distintas entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada. 62 Ver, por ejemplo, la sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte precis los derechos de los desplazados en el caso de desplazamiento forzado intra urbano. 63 Ver, por ejemplo, la sentencia T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte precisa las normas aplicables en el caso de desplazamiento forzado y algunos de los derechos mnimos de la poblacin desplazada. 64 Ver por ejemplo, la sentencia T-790 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, donde la Corte tutela los derechos de una mujer desplazada a quien se le haba retardado de manera injustificada la atencin de salud que requera. 65 Ver por ejemplo, la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, ya citada. 66 Ver por ejemplo, la sentencia T-227 de 1997, MP: Alejandro Martnez Caballero, donde la Corte seala que los dos elementos esenciales del desplazamiento son la coaccin que obliga al desplazamiento y que el desplazamiento se realice dentro de las fronteras del Estado. 67 Ver por ejemplo, las sentencias T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra, donde la Corte rechaza que se le haya negado, por insuficiencia presupuestal, la ayuda humanitaria solicitada por los actores; y T-645 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra, donde la Corte resalta el peregrinaje innecesario a que es sometida una desplazada que solicita atencin mdica. 68 Ver por ejemplo, la sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentera, donde la Corte resalta algunas de las falencias de los programas de vivienda diseados para la poblacin desplazada. 69 Ver, por ejemplo, la sentencia T-215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio, donde la Corte protegi a varios menores de edad a quienes se les haba negado el cupo para educacin. 70 Ver, entre otras, las sentencias 215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio; SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz; T-327 de 2001 y T-098 de 2002, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
garantizar, en un plazo de mximo de 30 das, la solucin definitiva de los problemas que enfrentaban los accionantes;71 (iii) adelantar en un plazo de 48 horas todas las gestiones necesarias para trasladar al accionante a un lugar donde su vida e integridad no corran peligro;72 (iv) a la Red de Solidaridad Social, incluir al accionante en el Registr nico de Poblacin Desplazada; (v) que se constituya el Comit Municipal de Atencin Integral de la Poblacin Desplazada en un plazo de 10 das, a fin de que ese Comit estableciera en un plazo mximo de 20 das, el programa de reubicacin y estabilizacin de los accionantes;73 (vi) a la Red de Solidaridad Social coordinar con el Instituto de Bienestar Familiar la inclusin de los menores demandantes en los programas existentes en dicha entidad y tramitar de manera preferencial y rpida, ante la entidad que corresponda la solicitud de subsidio familiar de vivienda;74 (vii) a la Red de Solidaridad Social otorgar la ayuda humanitaria de emergencia solicitada;75 (viii) al Director Nacional de la Red de Solidaridad Social que incluya a los accionantes en un proyecto productivo articulado a un programa de seguridad alimentaria;76 (ix) a la Red de Solidaridad Social para que en un plazo de 48 horas realice las gestiones necesarias ante las entidades competentes para que se suministre la atencin integral de salud requerida por la actora;77 (x) a la Red de Solidaridad Social, brindar en un plazo de 48 horas la asesora necesaria a la actora sobre las distintas alternativas de consolidacin econmica;78 (xi) que la Red de Solidaridad Social asista y asesore efectivamente a la actora; 79 (xii) a la Defensora del Pueblo disear y dictar cursos de promocin de derechos humanos y de respeto de los derechos de la poblacin desplazada a las distintas autoridades, con el fin de sensibilizarlas frente a esta problemtica; 80 (xiii) al Gobierno Nacional, para que en un plazo razonable reglamente la Ley 715 de 2001 en lo concerniente al traslado y reubicacin de docentes amenazados;81 (xiv)a la Defensora del Pueblo, velar por la divulgacin y promocin de los derechos de la poblacin desplazada; 82 (xv) al Procurador General de la Nacin, ejercer la vigilancia del cumplimiento de lo ordenado en la sentencia;83 y (xvi) a la Defensora del Pueblo, instruir a la poblacin desplazada sobre sus derechos y deberes constitucionales.84 La anterior descripcin de los derechos vulnerados y de la respuesta del juez de tutela en casos que comprenden varios ncleos familiares, que se han repetido a veces hasta en nueve ocasiones y que por su extrema gravedad ameritaron la intervencin de esta Corte, muestra que el patrn de violacin de
71 Ver, por ejemplo, la sentencia SU-1150 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, y T-1635 de 2000, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo. 72 Corte Constitucional, Sentencia T-258 de 2001, MP: Eduardo Montealegre Lynett. 73 Corte Constitucional, Sentencia T-1346 de 2001, MP: Rodrigo Escobar Gil. 74 Corte Constitucional, Sentencia T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra. 75 Corte Constitucional, Sentencia T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra. 76 Corte Constitucional, Sentencia T-602 de 2003, MP: Jaime Araujo Rentera. 77 Corte Constitucional, Sentencia T-645 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra. 78 Corte Constitucional, Sentencia T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra. 79 Corte Constitucional, Sentencia T-721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis. 80 Corte Constitucional, Sentencia T-227 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero. 81 Corte Constitucional, Sentencia T-795 de 2003, MP: Clara Ins Vargas Hernndez. 82 Corte Constitucional, Sentencia T-1635 de 2000, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo. 83 Corte Constitucional, Sentencia T-1635 de 2000, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo. 84 Corte Constitucional, Sentencia T-721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis.
los derechos de la poblacin desplazada ha persistido en el tiempo, sin que las autoridades competentes hayan adoptado los correctivos suficientes para superar esas violaciones, y sin que las soluciones puntuales ordenadas por la Corte frente a las violaciones detectadas en las sentencias dictadas hasta el momento, hayan contribuido a impedir la reincidencia de las autoridades demandadas en tutela. Inclusive, se ha llegado a agravar la situacin de afectacin de los derechos de la poblacin desplazada ante la exigencia impuesta por algunos funcionarios85 de la interposicin de acciones de tutela como requisito previo para que las autoridades encargadas de su atencin cumplan con sus deberes de proteccin. 6. Identificacin de las acciones u omisiones estatales que configuran una violacin de los derechos constitucionales de los desplazados. Las polticas pblicas de atencin a la poblacin desplazada no han logrado contrarrestar el grave deterioro de las condiciones de vulnerabilidad de los desplazados, no han asegurado el goce efectivo de sus derechos constitucionales ni han favorecido la superacin de las condiciones que ocasionan la violacin de tales derechos. Segn un estudio reciente86, las condiciones bsicas de vida de dichas personas distan mucho de satisfacer los derechos reconocidos nacional e internacionalmente. El 92% de la poblacin desplazada presenta necesidades bsicas insatisfechas (NBI), y el 80% se encuentra en situacin de indigencia.87 Igualmente, el 63.5% de la poblacin desplazada tiene una vivienda inadecuada88, y el 49% no cuenta con servicios idneos89. En cuanto a la situacin alimentaria de la poblacin desplazada, se concluye que la brecha en caloras90 de los hogares desplazados es del 57%, es decir, que slo consumen el 43% de los niveles recomendados por el PMA91. Igualmente se encontr que el 23% de los nios y nias menores de seis aos desplazados estn por debajo del estndar alimenticio mnimo. A su vez, las insuficiencias alimenticias mencionadas se traducen en un estado desnutricin que tiene como consecuencias, entre otras, retraso de la talla para el peso y del
85 As lo reiter en comunicacin dirigida a esta Corte, Henry Rivera Acosta, agente de un grupo de desplazados que llevaba aos esperando respuesta estatal a sus peticiones (ver Expediente T-699715). 86 Naciones Unidad, Programa Mundial de Alimentos PMA, Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria de la Poblacin desplazada por la violencia en Colombia, informe de 2003. Estudio contratado por el PMA, consistente en encuestas y pruebas fisiolgicas (permetro braquial, que mide la reserva grasa y la protena somtica o muscular del individuo) realizadas a 1503 hogares desplazados, seleccionados aleatoriamente en 41 municipios. Los indicadores para dicho estudio fueron realizados por la firma Econometra SA, y tienen un nivel de confianza del 99% y un error absoluto mximo del 3% calculado sobre el total de la muestra. Adicionalmente el estudio se realiz una investigacin cualitativa con 18 grupos focales compuestos por 148 jefes de hogar o cnyuges y 22 entrevistas a lderes comunitarios. (P.1 del estudio). 87 La situacin de la poblacin desplazada se constata significativamente peor que la del quintil ms pobre urbano en Colombia. En este sentido se observa que el 30% del quintil ms pobre presenta necesidades bsicas insatisfechas, mientras que el 39% de este grupo se encuentra en situacin de indigencia. 88 Dicha proporcin para el quintil ms pobre urbano es de 7.1%. La adecuacin de la vivienda y de los servicios a los que tienen acceso la poblacin desplazada, es un criterio utilizado por el PMA, en el que se mide que la vivienda o los servicios cumplan con ciertos requisitos mnimos. 89 6% para el quintil pobre urbano. 90 La brecha alimentaria mide la carencia alimentaria de una persona en comparacin de las cantidades de nutrientes recomendados. 91 Tambin se observan brechas alimenticias en cuanto a cantidad de protenas y micro nutrientes consumidos por los desplazados.
peso para la edad, dficit en atencin escolar, predisposicin a las infecciones respiratorias y a la diarrea, disminucin de la visin, y aumento de la morbilidad infantil. En relacin con el grado de acceso a la educacin de la poblacin escolar desplazada, se observa que el 25% de los nios y nias entre 6 y 9 aos no asiste a un establecimiento escolar, mientras que esta proporcin para las personas entre 10 y 25 aos es de 54%. Por ltimo, en relacin con la salud de las vctimas del desplazamiento forzado, la tasa de mortalidad para la generalidad de la poblacin desplazada es 6 veces superior al promedio nacional.92 Ahora bien, la grave situacin de la poblacin desplazada no es causada por el Estado, sino por el conflicto interno, y en particular, por las acciones de los grupos armados irregulares. Sin embargo, en virtud del artculo 2 de la Carta, el Estado tiene el deber de proteger a la poblacin afectada por este fenmeno, y de esta manera, est obligado a adoptar una respuesta a dicha situacin. Por lo tanto, la Corte al analizar las polticas pblicas de atencin a la poblacin desplazada, determinar si el Estado, a travs de acciones u omisiones en el diseo, la implementacin, el seguimiento o la evaluacin de stas, ha contribuido de una manera constitucionalmente significativa al desconocimiento de los derechos fundamentales de las personas en condicin de desplazamiento. La Sala se fundamentar en (i) varios de los documentos de anlisis y evaluacin de la poltica de atencin a la poblacin desplazada y de sus distintos programas, aportados a este proceso por entidades gubernamentales, organizaciones de derechos humanos y organismos internacionales, y (ii) las respuestas al cuestionario formulado por la Sala Tercera de Revisin, que aparecen resumidas en el anexo 2. Dada la extensin de esos documentos y su referencia a aspectos no relacionados directamente con la supuesta vulneracin de los derechos de la poblacin desplazada que dieron lugar a la presente tutela, la Sala tomar en consideracin slo algunos de los reparos efectuados, basados en las principales observaciones, sin pretender hacer una revisin exhaustiva. Ante todo, la Sala aprecia que en los ltimos aos algunas entidades estatales, dentro de las que se encuentra la Red de Solidaridad Social, han realizado esfuerzos considerables para mitigar los problemas de la poblacin desplazada y han obtenido avances importantes. Como se observar posteriormente en este documento, entre los aos 1998 y 2003 el nmero de personas desplazadas a quienes se proporcion atencin humanitaria de emergencia o se prest algn tipo de ayuda tendiente a su restablecimiento socioeconmico aument considerablemente. Igualmente durante el ao 2003 se observ una
92 Especficamente, para los menores de 12 aos la tasa de mortalidad es de 3.32 por cada mil, mientras que dicha proporcin es de 2.0. para el promedio nacional; la tasa es de 24.28 para los desplazados entre los 12 y los 25 aos, en tanto que asciende a 2.0 para el promedio nacional; y de 53.42 para los mayores de 25 aos, mientras que dicho ndice es de 6.8 para el promedio nacional.
disminucin del nmero de nuevos desplazados en el pas.93 La Sala no profundizar en los elementos a partir de los cuales se han obtenido estos resultados positivos.94 En el anexo 5 de esta sentencia la Corte analiza de manera ms detallada la respuesta estatal al fenmeno del desplazamiento, y las diferentes observaciones formuladas por las entidades y organizaciones, respecto de las polticas pblicas de atencin a la poblacin desplazada. Adems de las intervenciones de cada una de las organizaciones a las cuales esta Sala solicit el aporte de pruebas95, los documentos recibidos por la Corte de los cuales se deducen las conclusiones que se mencionarn a continuacin son: Robert Muggah, Capacidades institucionales en medio del conflicto. Una evaluacin de la respuesta en la reubicacin de la poblacin desplazada en Colombia, Departamento Nacional de Planeacin Bogot, mimeo, enero de 2000; Pastoral Social, Secretariado Nacional, Seccin de Movilidad Humana, Sistemas y Alianzas Estratgicas en el reasentamiento de la poblacin desplazada por la violencia en Colombia, Estudios de las Comunidades de Montes de Mara (Bolvar), Jurad (Choc) y Neiva (Huila), 2001; Jaime Andrs Erazo, Ana Mara Ibez, Stefanie Kirchhoff y Alberto Galn, Diversas causas y costos del desplazamiento: Quin los compensa?, en revista Planeacin y Desarrollo, Vol XXX, No 3, Julio-Septiembre de 1999; Red de Solidaridad Social, Desplazamiento: Implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos. IIo seminario Internacional Balance de las polticas de atencin a la poblacin desplazada 1998-2002, segundo semestre de 2002; ACNUR y Red de Solidaridad Social, Balance de la Poltica de atencin al desplazamiento interno forzado en Colombia 1999-2002, agosto 6 de 2002; Ministerio de Educacin Nacional, Direccin de Apoyo a la Gestin Educativa Territorial, Programa de Atencin a la Poblacin Escolar Desplazada, Poltica para la Atencin a La Poblacin Escolar Desplazada, Noviembre de 2002; International Crisis Group, La Crisis Humanitaria en Colombia, Informe de Amrica Latina, No 4, 9 de Julio de 2003; Defensora del Pueblo, Evaluacin de la Poltica de Atencin a la Poblacin Desplazada, 2003; Observatorio de los Derechos Humanos de las Mujeres en Colombia, Derechos humanos de las mujeres en situacin de desplazamiento, elaborado por Carolina Vergel, bajo la coordinacin de
93 Segn datos de la Red de Solidaridad Social, el nmero de personas desplazadas (expulsados durante el correspondiente perodo de tiempo) pas de 378479 en diciembre de 2002 a 130157 en agosto 31 de 2003 (65%). Dicha tendencia a la baja continu durante los ltimos meses del ao 2003. Ver Fuente: Sistema nico de Registro S.U.R. Fecha de corte: Septiembre 29/2003 Fecha de reporte: Noviembre 7/2003 Acumulado total de hogares y personas incluidos por departamento y municipio como expulsor y receptor. Incluye desplazamientos individuales y masivos. 94 Los resultados positivos se han dado an cuando el diseo y la implementacin de las polticas de atencin a la poblacin desplazada son especialmente difciles. Dicha dificultad se da por dos razones fundamentales: por causa de dos factores principales: (i) No existen antecedentes precisos, en el orden nacional, acerca de una prestacin adecuada de los servicios necesarios para las comunidades en condicin de desplazamiento. Las polticas internacionales de atencin de refugiados y desplazados se caracterizan por la ayuda a un volumen alto de personas, pero durante perodos de tiempo relativamente cortos. Dada la larga duracin, y la intensidad de las hostilidades del conflicto colombiano, el fenmeno del desplazamiento en nuestro pas se da de manera ms lenta (la cantidad de personas afectadas se eleva de manera gradual) pero en un perodo de tiempo mucho ms prolongado. (ii) El nmero excepcionalmente elevado de desplazados lleva a que las entidades responsables de prestar a la ayuda se vean avasalladas en cuanto a su capacidad, tanto institucional como presupuestal. 95 Las pruebas fueron solicitadas mediante Auto del 11 de abril de 2003. El resumen de las respuestas enviadas por las distintas entidades y organizaciones, se encuentra en el Anexo 2 de esta sentencia.
Claudia Meja, Junio de 2003; Ponencia Derechos de las mujeres en situacin de desplazamiento: Ms que una cuenta pendiente, elaborada por Carolina Vergel Tovar, bajo la coordinacin de Claudia Meja, para el Seminario ONG Colombianas: Estrategias de Atencin a la Poblacin en Situacin de Desplazamiento, realizado en Cartagena de Indias, el 17 de Junio de 2003; Informe de evaluacin de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situacin en el Medio Atrato, Junio de 2003; CODHES Boletn nmero 44, 28 de Abril de 2003. Ana Mara Ibez y Carlos Eduardo Vlez, Instrumentos de atencin a la poblacin desplazada, en Colombia: Una distribucin desigual de las responsabilidades municipales, Documento CEDE, Universidad de los Andes, Diciembre de 2003. Naciones Unidad, Programa Mundial de Alimentos PMA, Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria de la Poblacin desplazada por la violencia en Colombia, informe de 2003. Para este anlisis, la Corte har un resumen (i) de la respuesta estatal al fenmeno, (ii) de los resultados de dicha poltica, y (iii) de sus problemas ms protuberantes. El anlisis detallado de cada aspecto se encuentra en el anexo 5 de esta sentencia. 6.1. La respuesta estatal al fenmeno del desplazamiento forzado.
La Corte constata que la poltica pblica sobre desplazamiento forzado existe. Una multiplicidad de leyes, decretos, documentos CONPES; resoluciones, circulares acuerdos y directivas presidenciales plasman una respuesta institucional encaminada a enfrentar la problemtica de la poblacin desplazada y regulan de manera concreta, tanto la atencin a la poblacin desplazada en sus diferentes componentes, como la actuacin exigida a los distintos organismos y servidores pblicos. La Corte har un breve resumen del contenido de dicha poltica de acuerdo a los siguientes elementos: i) La definicin del problema, (ii) los objetivos y metas establecidos, (iii) los medios dispuestos para el cumplimiento de los fines, y (iv) las personas u organismos con los cuales las entidades gubernamentales deben participar en el desarrollo de las polticas. 6.1.1. En cuanto a la definicin del problema, varios documentos estatales contienen una descripcin genrica de ste. El Documento CONPES 2804 de 1995 realiz una descripcin general de las consecuencias socioeconmicas, polticas y psicosociales del fenmeno del desplazamiento forzado en Colombia. As mismo, el Documento CONPES 3057 de 1999 defini, tambin de manera general, la magnitud y las caractersticas del desplazamiento forzado. Adicionalmente, tanto la Ley 387 de 1997 como el Decreto 2569 de 2000 definen la condicin de desplazado96, y establecen el sistema nico de
96 El artculo 1 de la Ley 387 de 1997 establece que es desplazada toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional, abandonando su localidad de residencia o actividades econmicas habituales, porque su vida, su integridad fsica, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasin de cualquiera de las siguientes situaciones: conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drsticamente el orden pblico. En los mismos trminos,
registro, que al manejarse en una base de datos, encaminada a incluir la totalidad de personas a las cuales se presta algn tipo de atencin, refleja la magnitud del problema en trminos cuantitativos. Por ltimo, la Ley 387 de 1997 dispone los principios y los derechos de los desplazados a partir de los cuales debe ser interpretada la normatividad concerniente a los deberes estatales respecto de los desplazados.97 6.1.2. En cuanto a las finalidades de las polticas, la Ley 387 de 1997 y el Decreto 173 de 1998 sealan los objetivos del Plan Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada.98 Por su parte, tanto la Ley 387 de 1997, como el Decreto 2569 de 2000 indican los fines bsicos buscados en cada uno de los componentes de la atencin. Por ltimo, el Decreto 173 mencionado dispone las estrategias para la ejecucin de cada uno de los componentes, dentro de las cuales se encuentran las acciones, programas y proyectos que deben desarrollar las entidades estatales. Tales fines son diferentes en cada una de las tres etapas en que ha sido legalmente definida la poltica del Estado: ayuda humanitaria, estabilizacin socioeconmica y retorno o restablecimiento. 6.1.3. Las normas tambin definen los medios para lograr los fines planteados y sealan, al menos de manera general, los organismos responsables de su cumplimiento y los requisitos, procedimientos y condiciones para la prestacin de dichos servicios. Las funciones de atencin a la poblacin desplazada en sus diferentes niveles y componentes, son atribuidas, por un lado a las entidades que componen el Sistema Nacional de Atencin a la Poblacin Desplazada (SNAIPD), y por otro, a las entidades territoriales. A su vez, desde la expedicin del Decreto 2569 de 2000, la coordinacin del SNAIPD, anteriormente en manos del Ministerio del Interior, pas a ser responsabilidad de la Red de Solidaridad Social.99 Adems la Ley atribuy al Consejo Nacional para la Atencin de la Poblacin Desplazada, entre otras, la funcin de garantizar la asignacin presupuestal de los programas que las entidades responsables del funcionamiento del Sistema Nacional de atencin integral a la poblacin desplazada por la violencia, tienen a su cargo.100 A dicho Consejo concurren los principales ministerios, con responsabilidades directas en la materia. La atencin humanitaria de emergencia debe ser suministrada por la Red de Solidaridad Social, ya sea de manera directa, o a travs de convenios con organizaciones no gubernamentales, entidades particulares y organizaciones internacionales. El acceso a dicho componente est limitado a tres meses prorrogables excepcionalmente por otros tres. Este aspecto que ser analizado en el apartado 9 de esta sentencia. Adicionalmente, el monto de los recursos
ver el artculo 2 del Decreto 2569 de 2000. 97 Artculo 2 de la Ley 387 de 1997. 98 Artculo 10 de la Ley 387 de 1997 y numeral 1 del artculo 1 del Decreto 173 de 1998 precitados. Ver tambin el artculo 4 de la Ley 387 de 1997 que seala los objetivos del Sistema Nacional de Atencin a la Poblacin Desplazada. 99 Artculo 1 del Decreto 2569 precitado. 100 Artculo 6 de la Ley 387 de 1997.
destinados a este componente depende de la disponibilidad presupuestal. Por su parte, la ejecucin de programas de estabilizacin socioeconmica101 depende de la disponibilidad presupuestal102, aun cuando las entidades estatales pueden contar con la ayuda de organismos humanitarios, tanto de carcter nacional como internacional. A su vez, los bienes y servicios incluidos en este componente deben ser suministrados por varias autoridades, ya sea del gobierno nacional o de las entidades territoriales. As, para las soluciones de vivienda para la poblacin desplazada, el Decreto 951 de 2001 establece los requisitos y los procedimientos para acceder a los subsidios de vivienda y dispone las funciones y responsabilidades de las entidades que intervienen en la prestacin de este componente de la atencin (el Inurbe, por ejemplo). Los programas de generacin de proyectos productivos y el acceso a programas de capacitacin laboral se encuentran regulados de manera general en el Decreto 2569 de 2000. Por ltimo, el Decreto 2007 de 2001 regula el programa de acceso y tenencia de la tierra de la poblacin desplazada, cuyo cumplimiento est a cargo, entre otros organismos, de las entidades territoriales, el desaparecido INCORA y las oficinas de registro de instrumentos pblicos. 6.1.4. Por ltimo, en referencia a las personas o los organismos particulares o internacionales con cuya participacin debe ser diseada e implementada la poltica de atencin a la poblacin desplazada, las normas relevantes establecen lo siguiente: Primero, el diseo y la ejecucin de las polticas deben ser realizados contando con la participacin de las comunidades desplazadas.103 Segundo, las entidades estatales pueden concluir convenios con organizaciones no gubernamentales ONG.104 Tercero, las normas establecen que el Estado podr solicitar ayuda a los organismos internacionales.105 Por ltimo, las directivas presidenciales estipulan que el Estado deber buscar un mayor compromiso de la sociedad civil.106 6.2. Los resultados de la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada. A pesar de que la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada, ha sido desarrollada normativamente desde el ao 1997, segn los informes aportados a este proceso, sus resultados no han logrado contrarrestar la situacin de vulneracin de los derechos constitucionales de la mayora de la poblacin desplazada. Tales resultados pueden analizarse de acuerdo a (i) los datos acerca de la cobertura de cada uno de los componentes de la atencin, y (ii) el grado de satisfaccin de la poblacin desplazada.
101 Artculos 25 del Decreto 2569 de 2000. Tambin, ver los artculos 26 a 28 del mismos decreto y el artculo 17 de la Ley 387 de 1997. 102 Artculo 25 del Decreto 2569 de 2000. 103 Pargrafo 3 del numeral 1 del artculo 1 del Decreto 173 de 1998, precitado. 104 Ver por ejemplo las normas de la Ley 387 de 1997 y del Decreto 2569 de 2000, y Directiva Presidencial No 7 de 2001. 105 Por ejemplo, el artculo 23 del Decreto 2569 de 2000 precitado. 106 Ver por ejemplo, las recomendaciones de la Directiva Presidencial No 6 de 2001.
6.2.1. De acuerdo a la Unidad Tcnica Conjunta107, los avances en la formulacin de las polticas no se han traducido en la generacin de resultados concretos. Por ejemplo, si se toman en cuenta las metas establecidas en el Documento CONPES 3057 y en el Plan Estratgico, es posible concluir que no se lograron los resultados esperados. As lo reconocen los estudios de la propia Red de Solidaridad Social, entidad pblica de orden nacional, adscrita al Departamento Administrativo de la Presidencia de la Repblica.108 Segn datos de la Red de Solidaridad Social, el 61 por ciento de la poblacin desplazada no recibi ayuda del gobierno en el perodo comprendido entre enero de 2000 y junio de 2001. Igualmente, slo el 30 % de las personas que se desplazaron individualmente o en grupos pequeos recibieron asistencia gubernamental en los primeros once meses del gobierno actual.109 Los niveles de cobertura de todos los componentes de la poltica son insuficientes. La atencin humanitaria de emergencia, que, como se dijo, es el componente que mejores resultados ha registrado, entre 1998 y 2002 tuvo una cobertura del 43% de hogares desplazados registrados por la Red de Solidaridad Social, del 25% de familias reportadas por CODHES, y ha cumplido con el 36% del nivel establecido como meta en el Plan Estratgico.110 Al analizar nicamente los casos de desplazamiento individual, se observa que los datos son peores. En este caso, la cobertura es del 33% de los desplazados registrados por la Red de Solidaridad Social, y del 15.32% de los reconocidos por CODHES. Los resultados de los proyectos de generacin de ingresos por cuenta propia son an ms bajos. Frente a la poblacin desplazada registrada por la Red de Solidaridad Social la cobertura es del 19.5%. As mismo, frente a las metas del Plan Estratgico, es del 31,6 %.111 Ahora bien, si se tienen en cuenta los resultados concernientes, no a la cobertura, sino al nivel de xito de los programas de estabilizacin socioeconmica a los cuales han tenido acceso algunas personas desplazadas, se constata que, con excepcin de los proyectos de capacitacin laboral, los resultados son valorados por los informes presentados a este proceso como ms que insuficientes. En los proyectos de capacitacin laboral se han obtenido resultados elevados, pero su cobertura ha sido baja, pues la accin estatal se ha enfocado en mayor medida en los proyectos productivos. En el resto de los componentes, los resultados son inferiores. Por ejemplo, la
107 La Unidad Tcnica Conjunta est compuesta por tcnicos representantes de la Red de Solidaridad Social y el ACNUR. Dentro de sus tareas se encuentran asesorar a las entidades que implementan las polticas de atencin a la poblacin desplazada, evaluar los resultados de la poltica, e identificar sus problemas. 108 Ley 368 de 1997. 109 Red de Solidaridad Social, Poblacin y Territorios afectados: Demanda de atencin al Estado Colombiano, en www.red.gov.co, citado por la International Crisis Group, La Crisis Humanitaria en Colombia, Informe de Amrica Latina No 4, 9 de Julio de 2003, p. 19. 110 Entre 1998 y 2002, la Red de Solidaridad Social prest atencin humanitaria de emergencia a 69054 hogares, lo cual representa el 36% de las 194000 familias que pretendi el Plan estratgico. 111 Frente a 100000 hogares propuestos en el plan estratgico la cobertura de estos proyectos fue de 31623 hogares.
Unidad Tcnica Conjunta estima que en el perodo 1998-2002, los programas en materia de vivienda han cumplido solamente el 11.4% de las metas planteadas y se ha satisfecho el 3.7% de la demanda potencial. Se constata que las viviendas construidas no cumplen con las condiciones mnimas de acceso a servicios pblicos domiciliarios, ubicacin, calidad de los materiales y distribucin de los espacios. 6.2.2. De otra parte, existe un alto grado de insatisfaccin con los resultados de las polticas. Primero, los documentos analizados por la Corte son prueba de un amplio y generalizado descontento de los organismos, tanto pblicos como privados, que evalan la respuesta institucional. Segundo, lo mismo puede decirse de las comunidades desplazadas, lo cual se hace evidente con la interposicin de un nmero bastante elevado de acciones de tutela, a travs de las cuales dichas personas intentan acceder a la oferta institucional, la cual es inalcanzable por medio de los programas estatales ordinarios. 6.3. Los problemas ms protuberantes de la poltica de atencin a la poblacin desplazada. Esta Sala encuentra que los bajos resultados de la respuesta estatal, segn los cuales no ha sido posible proteger integralmente los derechos de la poblacin desplazada, se pueden explicar de acuerdo a dos problemas principales. (i) La precariedad de la capacidad institucional para implementar la poltica, y (ii), la asignacin insuficiente de recursos. Dichos problemas se resumen a continuacin. Para un anlisis ms detallado de los problemas de la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada ver la seccin 2 del Anexo 5 esta sentencia. 6.3.1. Los problemas de la capacidad institucional para proteger a la poblacin desplazada. La Corte constata que en todos los niveles de la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada existen problemas graves relacionados con la capacidad institucional del Estado para proteger los derechos de la poblacin desplazada. Dichos problemas han sido sealados por entidades gubernamentales y particulares desde los inicios de la poltica pblica, sin que hayan tenido solucin, a pesar de algunos avances importantes. Se analizar (i) el diseo y el desarrollo reglamentario de la poltica pblica dirigida a responder al desplazamiento forzado; (ii) la implementacin de la poltica, y (iii), el seguimiento y la evaluacin de la gestin realizada en la ejecucin de la poltica. En el Anexo 5 seccin 2, se encuentran las fuentes especficas que en las que se basaron las siguientes conclusiones. 6.3.1.1. En cuanto al diseo y el desarrollo reglamentario de la poltica, se evidencian los siguientes problemas. (i) No existe un plan de accin actualizado acerca del funcionamiento del SNAIPD, que permita una mirada integral de la poltica.
(ii) No se han fijado metas especficas o indicadores que permitan detectar si los fines de las polticas se han cumplido. No existen prioridades e indicadores claros. (iii) La asignacin de funciones y responsabilidades a las distintas entidades es difusa. Esto se evidencia en que (a) aunque a las entidades que componen el SNAIPD y las entidades territoriales se les designan funciones de acuerdo a sus competencias, la normatividad no es precisa acerca de qu debe cumplir cada una de ellas y en muchas ocasiones, las responsabilidades se encuentran duplicadas; (b) la Red de Solidaridad, que se supone tiene funciones de coordinacin, pero no tiene instrumentos adecuados para ejercer una coordinacin de manera efectiva respecto de las dems entidades integrantes del SNAIPD. Estas carencias obstaculizan la coordinacin de acciones entre las diferentes entidades, impiden el seguimiento adecuado de la gestin, dificultan la priorizacin de las necesidades ms urgentes de la poblacin desplazada y estimulan la ausencia de accin de las entidades integrantes del SNAIPD y de los entes territoriales. (iv) Se ha registrado la ausencia o grave insuficiencia de algunos elementos de la poltica considerados fundamentales por los que aportaron informes a este proceso. En este sentido, (a) no se establecen plazos para el cumplimiento de los objetivos propuestos, (b) no se seala el nivel necesario de apropiaciones para el cumplimiento de los fines propuestos, (c) no se prev concretamente el equipo humano necesario para la implementacin de las polticas, y (d), tampoco se disponen los recursos administrativos idneos para la ejecucin de las polticas. (v) Varias de las polticas de atencin a la poblacin desplazada no han contado con un desarrollo suficiente. En particular, esto sucede en los siguientes aspectos, segn los informes presentados: (a) No ha sido regulada la participacin de las poblacin desplazada en el diseo y la ejecucin de las polticas. No se han diseado mecanismos eficientes dirigidos a la intervencin real de la poblacin desplazada. (b) La poblacin desplazada no cuenta con informacin oportuna y completa acerca de sus derechos, la oferta institucional, los procedimientos y requisitos para acceder a ella, y las instituciones responsables de su prestacin. (c) Existe un manejo desagregado y desordenado de la consecucin y manejo de los recursos provenientes de la comunidad internacional. (d) Tampoco se observa un desarrollo integral y concreto de las polticas encaminadas a que la sociedad civil no desplazada adquiera conciencia de la magnitud del fenmeno, y a que el sector empresarial se involucre en programas dirigidos a su solucin. (e) No ha habido un desarrollo integral de programas o proyectos encaminados a la preparacin de funcionarios. Sobre todo a nivel territorial, los funcionarios pblicos no se encuentran adecuadamente informados acerca de sus funciones y responsabilidades, de las caractersticas del fenmeno del desplazamiento, ni de los requerimientos de la poblacin desplazada. Tampoco son entrenados para tratar con personas en condicin de desplazamiento. (f) No han sido
reglamentadas las polticas que faciliten el acceso a la oferta institucional a los grupos desplazados en situacin de mayor debilidad, tales como las mujeres cabeza de familia, los nios, o los grupos tnicos 112 No existen programas especiales que respondan a las especificidades de los problemas que aquejan a dichos grupos. (vi) El diseo de la atencin humanitaria de emergencia, que hace nfasis en el factor temporal, resulta demasiado rgido para atender de manera efectiva a la poblacin desplazada. El lmite temporal de tres meses no responde a la realidad de la continuacin de la vulneracin de sus derechos, de tal forma que la prolongacin en el tiempo de dicha prestacin no depende de las condiciones objetivas de la necesidad de la poblacin, sino del simple paso del tiempo. (vii) No es clara la adjudicacin de funciones con los proyectos productivos urbanos, pues el IFI est en proceso de fusin. Lo mismo ocurre con los programas de adjudicacin de tierras, pues el INCORA se encuentra en liquidacin. La evidencia apunta a que en el momento presente no existen entidades que incluyan dentro de sus funciones los componentes relacionados con la adjudicacin de tierras y los proyectos productivos a nivel urbano. 6.3.1.2. En cuanto a la implementacin de la poltica de atencin a la poblacin desplazada, las organizaciones que enviaron documentacin en el presente proceso sealan, de manera consistente, que la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada contina centrada en la formulacin y que existe una brecha excesivamente amplia entre la expedicin de normas y la redaccin de documentos, por un lado, y los resultados prcticos, por el otro. Los problemas de la implementacin pueden ser agrupados de acuerdo a los siguientes criterios. (i) En cuanto al grado de la implementacin de las polticas de atencin a la poblacin desplazada se observa una insuficiencia de acciones concretas por parte de las entidades a las cuales se han asignado funciones. Varias de las entidades que componen el SNAIPD, no han creado programas especiales para la poblacin desplazada, a pesar de que stos fueron definidos como necesarios. Por su parte, algunas de las entidades territoriales, se abstienen de asignar los recursos financieros o humanos necesarios para cumplir con sus obligaciones, y no han conformado los comits territoriales.113 Lo anterior se evidencia en casi todos los componentes de la atencin: (a) Los mecanismos de prevencin, i.e. el sistema de Alertas Tempranas y el Decreto 2007 en relacin con la congelacin de los procesos de enajenacin de predios rurales en reas de riesgo de desplazamiento, no se han aplicado de manera integral, y no han logrado prevenir el fenmeno. (b) Los sistemas de informacin no incluyen la totalidad de ayudas recibidas por la poblacin registrada, ni los
112 Ver por ejemplo los numerales 1-6 y 1-8 del artculo 1 del Decreto 173 de 1998, precitados. 113 Como se observ, algunos de los documentos estiman que este problema tiene raz en el diseo de la poltica, ya que la estructura de los comits territoriales lleva a que su funcionamiento dependa de la voluntad poltica de los alcaldes y gobernadores, y adems, incentiva la descoordinacin entre las autoridades descentralizadas y el gobierno central.
bienes inmuebles abandonados en razn al desplazamiento. (c)La atencin humanitaria de emergencia se presta en forma demorada y en grados de cobertura muy bajos. (d) En cuanto a la educacin de la poblacin escolar desplazada, a la escasez de cupos en algunos lugares se suma la falta de programas que faciliten apoyo en cuanto a libros, materiales y elementos mnimos exigidos por los distintos planteles, los cual estimula la desercin escolar. (e) Los programas de estabilizacin socioeconmica y adjudicacin de tierras y vivienda se facilitan a un nmero mnimo de desplazados. En los pocos casos en los cuales se otorgan facilidades de crdito, las entidades responsables se abstienen de prestar la asesora y acompaamiento necesarios. (f) En cuanto al componente de retorno, no se han aplicado los programas de reactivacin econmica, ni proporcionado los elementos que permitan que las comunidades que intentan volver a sus lugares de origen puedan sobrevivir de manera autnoma. Tampoco se han implementado los mecanismos que protegen la propiedad o la posesin de las tierras de las personas desplazadas. (ii) En cuanto a la adecuacin y efectiva conducencia de los distintos componentes de la poltica, la Sala observa que en ciertos casos, los medios utilizados para alcanzar los fines de las polticas no son idneos segn los informes presentados: (a) En la estabilizacin socioeconmica de los desplazados, los requisitos y las condiciones para acceder a capital no son consistentes con la realidad econmica de las personas en condicin de desplazamiento. Por ejemplo, para acceder a algunos de los programas ofrecidos, la poblacin desplazada deba probar ser propietaria de vivienda o tierra en la cual desarrollara el proyecto. De la misma manera, los criterios tcnicos de evaluacin de los proyectos productivos presentados como candidatos para ser financiados no se ajustan a las condiciones y habilidades de los desplazados. Adicionalmente, el establecimiento de montos mximos para la financiacin de alternativas productivas excluye la posibilidad de tener en cuenta las particularidades sociodemogrficas y econmicas de cada proyecto. (b) En materia de atencin en salud, el trmite para que las personas desplazadas accedan al servicio, por un lado, y para que las entidades prestadoras del servicio puedan cobrar por stos al FOSYGA, por el otro, han obstruido el acceso de la poblacin desplazada a la salud. (c) Los requisitos y condiciones para acceder a los crditos de vivienda no se ajustan a las carencias econmicas de los hogares desplazados. La exigencia de tiempos de ahorro, referencias personales y comerciales, as como otros requisitos, son en muchos casos, imposibles de cumplir para la poblacin desplazada. Tales exigencias resultan discriminatorias y constituyen barreras de entrada para el acceso a este tipo de ayudas. (d) En cuanto a la educacin, la exigencia a los hogares desplazados de pagar un valor mnimo costeable para que las personas desplazadas en edad escolar puedan acceder a cupos educativos ha sido una barrera, frecuentemente infranqueable, para la inscripcin de los menores. (iii) En cuanto al cumplimiento y la continuidad de la poltica, dado que no existen mecanismos de seguimiento de la gestin de las distintas entidades que hacen parte del SNAIPD, ni plazos de evaluacin del cumplimiento de los objetivos fijados para cada componente de la atencin a la poblacin
desplazada, no es posible evaluar la puntualidad de las entidades responsables en la ejecucin de los programas. No obstante, se observan algunas carencias en la implementacin de las polticas, en lo concerniente al tiempo de su ejecucin. Por ejemplo, los desembolsos de dinero necesarios para iniciar los proyectos productivos son demorados y no son realizados en concordancia con los ciclos productivos de los negocios que lograron acceder a la ayuda crediticia. Adems las ayudas y la prestacin de servicios en las distintas etapas del proceso de atencin a la poblacin desplazada se hace de manera discontinua y demorada. Subraya la Corte que, segn los informes, no existe una concatenacin adecuada entre algunas etapas y componentes de la atencin. Este problema est presente en casi todos los componentes de la poltica. As, la prestacin de la atencin humanitaria de emergencia puede tardar hasta seis meses, mientras que los perodos de espera para acceder a programas de estabilizacin socioeconmica y a soluciones de vivienda son an ms prolongados (dos aos). En este sentido, el perodo de transicin entre la prestacin de atencin humanitaria de emergencia, y la ayuda en materia de estabilizacin socioeconmica es excesivamente demorado, lo cual lleva a que la poblacin desplazada deba sobrellevar unas condiciones de vida muy precarias. (iv) La implementacin de la poltica en algunos de sus componentes ha sido en exceso inflexible, por ejemplo, en el campo de la contratacin, lo que impide una respuesta institucional expedita al problema, que corresponda a la situacin de emergencia de la poblacin desplazada. (v) Por ltimo, ciertas herramientas utilizadas para implementar las polticas han generado efectos negativos en el cumplimiento de los objetivos: (a) En el caso de la atencin en salud, la expedicin de la Circular 042 de 2002, a pesar de estar diseada para evitar la duplicidad de pagos y para reintegrar parte de la poblacin desplazada al sistema de seguridad social en salud, gener en su tiempo una barrera al acceso al servicio de salud. (b) En cuanto a la atencin humanitaria de emergencia se observa que los requisitos de visita domiciliaria impuestos para la prestacin de dicho servicio han contribuido a la demora en su prestacin. (c) En los programas de subsidio para la adquisicin de vivienda, la falta adecuada de informacin sobre las zonas aptas para la construccin de vivienda ha generado reasentamientos en barrios marginales que no cuentan con servicios pblicos domiciliarios bsicos, o en zonas de alto riesgo. (d) Las lneas de crdito agrarias han sido desarrolladas de tal forma que la responsabilidad del pago de la deuda no es asumida por las personas desplazadas, sino por organizaciones que integran a la poblacin desplazada en el proyecto productivo, de lo cual se genera un desincentivo para que estas personas jurdicas participen activamente en la implementacin de dichas soluciones. A su vez, esto ha tornado extremadamente difcil que la poblacin desplazada acceda a programas de generacin de ingresos. 6.3.1.3. En cuanto al seguimiento y la evaluacin de la poltica, se observa los siguiente:
(i) En relacin con los Sistema de Informacin, (a) subsiste el problema del subregistro, en particular cuando se trata de desplazamientos menores, o individuales, en los que no se acude a la Red para solicitar su inscripcin. Esta debilidad impide dimensionar el esfuerzo futuro que ser necesario para disear las polticas de retorno y devolucin de propiedades o reparacin de perjuicios causados a la poblacin desplazada; obstaculiza el control sobre las ayudas entregadas por otras agencias; y dificulta la evaluacin del impacto de la ayuda entregada. (b) El Sistema nico de Registro no comprende la ayuda que no es entregada por la Red de Solidaridad Social, lo cual excluye del registro el seguimiento de la prestacin de los servicios de educacin, salud y de vivienda. (c) Los sistemas de registro no son sensibles a la identificacin de necesidades especficas de los desplazados que pertenecen a grupos bajo un mayor nivel de vulnerabilidad, tales como las mujeres cabeza de familia y los grupos tnicos. (d) Los sistemas de registro no incluyen informacin acerca de las tierras abandonadas por los desplazados. (e) La informacin sobre cada desplazado disponible no est encaminada a identificar sus posibilidades de generacin autnoma de ingresos en la zona de recepcin, lo cual entraba la implementacin de las polticas de estabilizacin socioeconmica. (ii) No existen sistemas de evaluacin de la poltica.114 La poltica no prev un sistema diseado para detectar los errores y obstculos de su diseo e implementacin, y mucho menos, que permita una correccin adecuada y oportuna de dichas fallas. Ni en el mbito nacional, ni en el territorial se dispone de sistemas o indicadores de verificacin, seguimiento y evaluacin de los resultados. 6.3.1.4. En conclusin, la Corte estima que la respuesta del Estado sufre de graves deficiencias en cuanto a su capacidad institucional, que abarcan todos los niveles y componentes de la poltica, y por lo tanto, que impiden, de manera sistemtica, la proteccin integral de los derechos de la poblacin desplazada. No puede el juez de tutela solucionar cada uno de estos problemas, lo cual corresponde tanto al Gobierno Nacional y a las entidades territoriales, como al Congreso de la Repblica, dentro de sus respectivos mbitos de competencia. No obstante, lo anterior no impide que al constatar la situacin de vulneracin de los derechos fundamentales en casos concretos, la Corte adopte correctivos encaminados a asegurar el goce efectivo de los derechos de los desplazados, como lo har en esta sentencia, e identifique remedios para superar estas falencias estructurales que comprometen diversas entidades y rganos del Estado. 6.3.2. Insuficiencia en la apropiacin de recursos para la implementacin de polticas de atencin a la poblacin desplazada. La escasez de recursos ha sido sealada consistentemente por los documentos aportados al proceso, publicados en distintos momentos y elaborados por
114 La existencia de dichas herramientas es por decir lo menos, muy difcil si se tiene en cuenta que no existen objetivos precisos, metas claras, plazos para el cumplimiento de dichas metas ni responsables concretos acerca de su cumplimiento.
entidades tanto de carcter pblico como particular, como la causa central de las fallas en la implementacin de las polticas de atencin a la poblacin desplazada. El gobierno central ha destinado recursos financieros inferiores a las necesidades de la poltica y muchas de las entidades territoriales no han destinado recursos propios para atender los distintos programas, a pesar de que los Documentos CONPES determinaron un volumen de recursos necesarios para garantizar los derechos fundamentales de las vctimas del desplazamiento. La insuficiencia de recursos ha afectado la mayora de los componentes de la poltica y ha llevado a que las entidades que integran el SNAIPD no puedan adelantar acciones concretas adecuadas para cumplir los objetivos trazados en la poltica. Es por ello que el nivel de ejecucin de las polticas es insuficiente frente a las necesidades de la poblacin desplazada y que los ndices de cobertura de sus distintos componentes son tan bajos. Si bien existi un aumento considerable de los recursos destinados a la atencin de la poblacin desplazada entre los aos 1999 y 2002, el nivel absoluto de los montos asignados contina siendo insuficiente, y muy inferior a los niveles necesarios para (a) satisfacer la demanda de las personas desplazadas, (b) proteger los derechos fundamentales de las vctimas de este fenmeno, y (c) desarrollar e implementar efectivamente las polticas previstas en la ley y desarrolladas por el ejecutivo en normas reglamentarias y documentos CONPES. Adicionalmente, esta Sala constata que para el ao 2003 la asignacin de recursos expresa y especficamente orientada a la ejecucin de dichas polticas se redujo. Por ejemplo, en el ao 2002 fueron asignados en el Presupuesto General de la Nacin $103491 millones de pesos a la poblacin desplazada, mientras que para el ao 2003 dicho monto fue de $70783 millones, producindose una disminucin del 32 % de los dineros asignados.115 Sin embargo, la Ley 387 de 1997 prev en varias disposiciones que la poltica de atencin a la poblacin desplazada no solo es prioritaria116 sino que no condiciona el cumplimiento de las prestaciones en ella previstas para proteger los derechos de la poblacin desplazada a la disponibilidad de los recursos. As, el artculo 3 de la Ley establece, sin condiciones, la responsabilidad del Estado colombiano de formular las polticas y adoptar las medidas para la prevencin del desplazamiento forzado; la atencin, proteccin y consolidacin y estabilizacin socioeconmica de los desplazados internos por la violencia.117 Su artculo 4 establece los objetivos del SNAIPD, los cuales incluyen, sin condiciones de orden financiero, atender de manera integral a la poblacin desplazada por la violencia para que, en el marco del retorno
115 La Direccin General del Presupuesto Pblico Nacional envi por solicitud de la Corte un cuadro que contiene los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nacin durante el periodo comprendido entre 1995 y 2003, destinados a atender a la poblacin desplazada. Ver el apartado 1.1 del Anexo 4 de esta sentencia. En particular, ver las salvedades hechas por el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico, segn las cuales, el monto asignado para el ao 2003 es parcial, dado que las entidades que componen el SNAIPD realizan operaciones individuales para atender a la poblacin desplazada de acuerdo a los recursos en sus presupuestos. 116 Al respecto, es importante recordar que la sentencia SU-1150 de 2000 (MP Eduardo Cifuentes Muoz) afirm que el gasto en el cuidado a los desplazados debe ser considerado, inclusive, como ms perentorio que el gasto pblico social, al cual el artculo 350 de la Carta Poltica le asign prioridad sobre los dems. 117 Artculo 3 de la Ley 387 de 1997.
voluntario o el reasentamiento, logre su reincorporacin a la sociedad colombiana. y garantizar un manejo oportuno y eficiente de todos los recursos humanos, tcnicos, administrativos y econmicos que sean indispensables para la prevencin y atencin de las situaciones que se presenten por causa del desplazamiento forzado por la violencia. Por el contrario, en cuanto a las restricciones financieras, el artculo 6 de la Ley 387 de 1997 dispone que el Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia, est encargado, entre otras cosas, no de buscar o promover sino de garantizar la asignacin presupuestal de los programas que las entidades responsables del funcionamiento del Sistema Nacional de atencin integral a la poblacin desplazada por la violencia, tienen a su cargo (Subraya fuera de texto). Dicho Consejo est integrado por un delegado del Presidente de la Repblica, el Consejero Presidencial para los Desplazados (o quien haga sus veces), el Ministro del Interior, el Ministro de Hacienda y Crdito Pblico, el Ministro de Defensa Nacional, el Ministro de Salud, el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministro de Desarrollo Econmico, el Director del Departamento Nacional de Planeacin, el Defensor del Pueblo, el Consejero Presidencial para los Derechos Humanos (o quien haga sus veces), el Consejero Presidencial para la Poltica Social (o quien haga sus veces), el Gerente de la Red de Solidaridad Social (o quien haga sus veces) y el Alto Comisionado para la Paz (o quien haga sus veces). 118 As mismo, el artculo 22 de la Ley 387 de 1997 seala que el Fondo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia tiene por objeto financiar y/o cofinanciar los programas de prevencin del desplazamiento, de atencin humanitaria de emergencia, de retorno, de estabilizacin y consolidacin socioeconmica y la instalacin y operacin de la Red Nacional de Informacin. Por su parte, el artculo 25 dispone que el Gobierno Nacional har los ajustes y traslados presupuestales correspondientes en el Presupuesto General de la Nacin para dejar en cabeza del Fondo las apropiaciones necesarias para el cumplimiento de sus objetivos. No obstante, los artculos 16, 17, 20, 21, 22, 25, 26 y 27 del Decreto 2569 de 2000119, al reglamentar la Ley 387 de 1997, condicionaron el acceso a la ayuda humanitaria de emergencia y a los programas de estabilizacin socioeconmica a la disponibilidad presupuestal. Por ejemplo, el artculo 22 dispone: En atencin a los principios de solidaridad y de proporcionalidad, la Red de Solidaridad Social destinar de los recursos que para tal fin reciba del presupuesto nacional y de manera proporcional al tamao y composicin del grupo familiar, un monto mximo equivalente en bienes y servicios, de acuerdo con la disponibilidad presupuestal. Igualmente el artculo 25 seala: Se
118 El pargrafo del artculo 6 dispone que Pargrafo 1. Los Ministros del Despacho que, de acuerdo con el presente artculo, conforman el Consejo Nacional, pondrn delegar su asistencia en los Viceministros o en los Secretarios Generales de los respectivos Ministerios. En el caso del Ministerio de Defensa Nacional, ste podr de legar en el Comandante General de las Fuerzas Militares. En el caso del Director del Departamento Nacional de Planeacin podr delegar en el Subdirector del mismo Departamento, y en el evento de la Red de Solidaridad, en el Subgerente de la misma. 119 Precitados.
entiende por la estabilizacin socioeconmica de la poblacin desplazada por la violencia, la situacin mediante la cual la poblacin sujeta a la condicin de desplazado, accede a programas que garanticen la satisfaccin de sus necesidades bsicas en vivienda, salud, alimentacin y educacin a travs de sus propios medios o de los programas que para tal efecto desarrollen el Gobierno Nacional, y las autoridades territoriales, en el mbito de sus propias competencias y de acuerdo con la disponibilidad presupuestal (Subrayas fuera de texto). De esta forma, la Ley 387 de 1997 estableci un nivel de proteccin integral para los desplazados y que orden garantizar los recursos necesarios para cumplir con esa atencin integral, pero el Decreto en mencin, condicion los mandatos legales a la disponibilidad de recursos. Estima la Sala que un decreto reglamentario no puede tener el alcance de modificar las leyes ni desconocer las normas constitucionales que ordenan a las autoridades proteger efectivamente los derechos de todos los habitantes del territorio nacional. La condicin establecida en el decreto es la obvia relativa a la disponibilidad efectiva de recursos en cada caso, en armona con el principio de legalidad. Por lo tanto, las normas que orientarn a esta Sala para asegurar la concordancia entre la proteccin integral asumida en la Ley 387 de 1997 y los recursos que debern apropiarse sern principalmente las constitucionales, desarrolladas por el Congreso de la Repblica. Dentro de stas se encuentran las que desarrollan el principio constitucional de legalidad del gasto pblico (artculos 6, 113, 345, 346 y 347, CN). Segn este principio, no se podrn hacer erogaciones con cargo al tesoro que no se encuentren previstas en el presupuesto de gastos y no hayan sido aprobadas por el Congreso, las asambleas departamentales y los consejos municipales, ni incluir partida alguna en la ley de apropiaciones que no corresponda a un crdito judicialmente reconocido, a un gasto decretado conforme a una la ley anterior, a uno propuesto por el gobierno para atender el funcionamiento de las ramas del poder pblico, el servicio de la deuda, o a dar cumplimiento al plan nacional de desarrollo.120 Sobre dicho principio, tambin ha dicho la jurisprudencia que, opera en dos momentos distintos del proceso presupuestal: uno primero, al elaborarse la ley anual, cuando slo deben incorporarse en el proyecto respectivo aquellas erogaciones previamente decretadas por la ley (CP art. 346). Posteriormente, en la etapa de ejecucin del presupuesto, el principio de legalidad indica adems que para que los gastos puedan ser efectivamente realizados, las correspondientes partidas deben haber sido aprobadas por el Congreso al expedir la ley anual de presupuesto (C.P art. 345). Finalmente, para verificar el principio de legalidad del gasto en esta fase de ejecucin, la ley exige la constancia de disponibilidad presupuestal previa a la realizacin del mismo, la cual acredita no solamente la existencia de la partida correspondiente en la ley anual de presupuesto, sino la suficiencia de la misma al momento de hacer la erogacin, es decir, que no se encuentre agotada.121
120 Corte Constitucional, Sentencia C-428 de 2002, MP: Rodrigo Escobar Gil. Ver tambin las sentencias C553/93, MP: Eduardo Cifuentes Muoz; y C-685/96, MP: Alejandro Martnez Caballero. 121 Sentencia C-442 de 2001 M.P Marco Gerardo Monroy Cabra.
En el Presupuesto General de la Nacin, el Gobierno Nacional y el Congreso de la Repblica, han asignado para la atencin de la poblacin desplazada un nivel de recursos que, a pesar de haber aumentado hasta el ao 2002, es bastante inferior al necesario, segn los documentos CONPES mencionados, para cumplir los mandatos de la Ley 387 de 1997. El Documento CONPES 3057 de 1999 recomend que para los aos 2000, 2001 y 2002, en total, fueran apropiados 360 millones de dlares, sin incluir la adjudicacin de tierras y la vivienda. Por su parte, el documento, CONPES 3115 de 2001 recomend aprobar partidas por 145 mil millones de pesos para el ao 2001, y 161 mil millones de pesos para el ao 2002. No obstante, de acuerdo a los datos aportados por la Red de Solidaridad Social y el ACNUR, la asignacin de recursos por parte del gobierno nacional para la atencin del desplazamiento forzado () ascendi (entre enero de 1999 y junio de 2002) a 126.582 millones122, monto bastante inferior a lo requerido por los Documentos analizados. Adicionalmente, la Corte constata que los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nacin para atender a la poblacin desplazada para el ao 2003 disminuyeron en un 32% en comparacin de los dineros asignados para el ao anterior.123 Cabe preguntarse si una decisin plasmada en la Ley Anual del Presupuesto representa una modificacin de la Ley 387 de 1997 en cuanto a que introduce una condicin financiera a todas las normas legales sobre derechos de la poblacin desplazada. El que las leyes anuales del presupuesto limiten la asignacin de recursos dirigidos a la ayuda de la poblacin desplazada, es un indicativo de la realidad fiscal y macroeconmica en la que se encuentra el pas. Sin embargo, ello no significa que las leyes de presupuesto constituyan una modificacin de los alcances de la Ley 387 de 1997. Esto por las siguientes razones. Primero, mientras que la ley anual del presupuesto incluye, de manera general, todas las partidas y apropiaciones que se planean gastar en una vigencia fiscal, la Ley 387 de 1997 establece normas jurdicas especficas acerca de la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada. Por lo tanto, la ley presupuestal carece de la especificidad material necesaria, para poder ser considerada como una modificacin de los mandatos concernientes a la ayuda a las vctimas del desplazamiento y a los derechos jurdicamente reconocidos. En este orden de ideas, una norma de orden legal que reforme lo dispuesto en la Ley 387 de 1997 debe referirse explcita y especficamente a esa materia. Segundo, la jurisprudencia constitucional124 ha dispuesto que la ley anual de presupuesto contiene autorizaciones, y no rdenes, para que sean
122 ACNUR y Red de Solidaridad Social, Balance, p. 5 123 La Direccin General del Presupuesto Pblico Nacional envi por solicitud de la Corte un cuadro que contiene los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nacin durante el periodo comprendido entre 1995 y 2003, destinados a atender a la poblacin desplazada. Ver el apartado 2.1.1 del Anexo 5 de esta sentencia. En particular, ver las salvedades hechas por el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico, segn las cuales, el monto asignado para el ao 2003 es parcial, dado que las entidades que componen el SNAIPD realizan operaciones individuales para atender a la poblacin desplazada de acuerdo a los recursos en sus presupuestos. 124 Ver, entre otras, las sentencias C-360 de 1993, MP Eduardo Cifuentes Muoz, C-695 de 1996, MP: Alejandro Martnez Caballero; C-442 de 2001, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra.
realizados ciertos gastos. Por su parte, la Ley 387 de 1997 contiene una orden dirigida a ciertas autoridades de garantizar la consecucin de los recursos que sean necesarios para cumplir sus mandatos referentes a la atencin de la poblacin desplazada. Por lo tanto, la asignacin de recursos efectuada en el presupuesto general no puede ser tomada como un enunciado que modifique lo ordenado por la Ley de 1997. De otra parte, los recursos destinados por personas particulares por organizaciones no gubernamentales y por la comunidad internacional para atender a la poblacin desplazada no compensan la insuficiente asignacin estatal. Adems, no se han previsto mecanismos para suplir en el largo plazo los faltantes que puedan resultar de que los recursos de dichas fuentes sean menores que los presupuestados o no lleguen a tiempo. Desde el punto de vista constitucional, es imperioso destinar el presupuesto necesario para que los derechos fundamentales de los desplazados tengan plena realizacin. La obligacin constitucional del Estado de garantizar una proteccin adecuada a quienes por razn del desplazamiento forzado interno se encuentran en condiciones indignas de vida no puede ser aplazada indefinidamente. Tal como lo dispone el artculo 350 de la Carta el gasto pblico social, tiene prioridad sobre cualquier otra asignacin. La Ley 387 de 1997 reconoci que la atencin de la poblacin desplazada es urgente y prioritaria. La jurisprudencia de esta Corporacin ha reiterado la prelacin que tiene la asignacin de recursos para atender a esta poblacin y solucionar as la crisis social y humanitaria que representa este fenmeno. Como se anot, el artculo 6 de la Ley 387 de 1997, el Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia, es el encargado de formular la poltica y garantizar la asignacin presupuestal de los programas que las entidades responsables del funcionamiento del Sistema Nacional de atencin integral a la poblacin desplazada por la violencia. Es este rgano, integrado por los distintos funcionarios con responsabilidad en la atencin de la poblacin desplazada, incluido el Ministro de Hacienda y Crdito Pblico quien tiene la responsabilidad de delinear la dimensin del esfuerzo presupuestal que se requiere para garantizar la efectividad de la proteccin diseada por el Legislador a travs de la Ley 387 de 1997. No obstante, ello no ha sucedido y de esta forma se ha desconocido la Carta Poltica, lo ordenado por el Congreso de la Repblica y lo dispuesto en las polticas de desarrollo adoptadas por el propio Ejecutivo. Con el fin de corregir esta situacin, es necesario que las distintas entidades nacionales y territoriales encargadas de la atencin de la poblacin desplazada, cumplan a cabalidad con sus deberes constitucionales y legales y adopten, en un plazo razonable, y dentro de las rbitas de sus competencias, los correctivos que aseguren una suficiente apropiacin presupuestal. Al ordenar este tipo de medidas, no est desconociendo la Corte la separacin de poderes que establece nuestra Constitucin, ni desplazando a las dems
autoridades en el cumplimiento de sus deberes. No se trata en este caso de que a travs de la accin de tutela se est ordenando un gasto no presupuestado o que se est modificando la programacin presupuestal definida por el Legislador. Tampoco est definiendo nuevas prioridades, ni modificando la poltica diseada por el Legislador y desarrollada por el Ejecutivo. Por el contrario, la Corte, teniendo en cuenta los instrumentos legales que desarrollan la poltica de atencin a la poblacin desplazada, as como el diseo de la poltica y los compromisos asumidos por las distintas entidades, est apelando al principio constitucional de colaboracin armnica entre las distintas ramas del poder, para asegurar el cumplimiento de los deberes de proteccin efectiva de los derechos de todos los residentes en el territorio nacional. Esa es la competencia del juez constitucional en un Estado Social de Derecho respecto de derechos que tienen una clara dimensin prestacional, como pasa a verse. La Corte concluye que la respuesta estatal no ha tenido como resultado el goce efectivo de los derechos constitucionales por parte de todos los desplazados. A continuacin se resaltan algunos ejemplos: La atencin humanitaria de emergencia, que busca la satisfaccin de las necesidades bsicas de la poblacin desplazada, tiene una cobertura del 43% de la poblacin registrada. De esta forma, se desconocen los derechos a la vida, al mnimo vital, a la igualdad y a la salud de las personas que no acceden a dicha ayuda, es decir ms de la mitad de la poblacin desplazada registrada. Las medidas destinadas a ejecutar la poltica relativa a la generacin de ingresos por los mismos desplazados tienen una cobertura del 19.5% de la poblacin registrada. A su vez, la imposibilidad de generar ingresos impide que las personas desplazadas puedan satisfacer autnomamente sus necesidades bsicas de alimentacin, vivienda, salud y educacin en el caso de los menores. Esto alarga y agrava la situacin de vulnerabilidad de las personas desplazadas. Por ltimo, que la poblacin desplazada retorne sin condiciones mnimas de seguridad y sin que sea acompaada su estabilizacin socioeconmica en el lugar de retorno, los expone claramente a amenazas en contra de sus derechos a la vida digna, a la integridad personal, al mnimo vital, a la igualdad y al trabajo. De otra parte, a la ayuda en vivienda ordenada en la Ley nicamente accede el 3.7% de la demanda potencial. De la misma manera, no han sido implementadas las polticas de proteccin de la posesin o la propiedad de los bienes abandonados por causa del desplazamiento, o los programas dirigidos a la adjudicacin de tierras. Por ltimo, el Estado no ha desarrollado instrumentos sistemticos de evaluacin de los resultados, que identifiquen los problemas en el diseo e implementacin de la poltica y disponga de mecanismos dirigidos a darles solucin. 7. La constatacin de un estado de cosas inconstitucional en la situacin de la poblacin desplazada Ante la magnitud del problema del desplazamiento y su grave incidencia en la
proteccin de los derechos de los desplazados, incluidos los accionantes en el presente proceso, la Corte se pregunta si procede declarar un estado de cosas inconstitucional. Cuando se constata la vulneracin repetida y constante de derechos fundamentales, que afectan a multitud de personas, y cuya solucin requiere la intervencin de distintas entidades para atender problemas de orden estructural, esta Corporacin ha declarado la existencia de un estado de cosas inconstitucional y ha ordenado remedios que cobijen no slo a quienes acuden a la accin de tutela para lograr la proteccin de sus derechos, sino tambin otras personas colocadas en la misma situacin, pero que no han ejercido la accin de tutela.125 El concepto de estado de cosas inconstitucional ha evolucionado jurisprudencialmente desde 1997 cuando se declar por primera vez. En las sentencias ms recientes sobre este fenmeno, de conformidad con la doctrina de esta Corporacin, se est ante un estado de cosas inconstitucional cuando (1) se presenta una repetida violacin de derechos fundamentales de muchas personas - que pueden entonces recurrir a la accin de tutela para obtener la defensa de sus derechos y colmar as los despachos judiciales - y (2) cuando la causa de esa vulneracin no es imputable nicamente a la autoridad demandada, sino que reposa en factores estructurales.126 Dentro de los factores valorados por la Corte para definir si existe un estado de cosas inconstitucional, cabe destacar los siguientes: (i) la vulneracin masiva y generalizada de varios derechos constitucionales que afecta a un nmero significativo de personas;127 (ii) la prolongada omisin de las autoridades en el cumplimiento de sus obligaciones para garantizar los derechos;128 (ii) la adopcin de prcticas inconstitucionales, como la
125 Ver entre otras, las sentencias T-068 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero; T-153 de 1998, MP: Eduardo Cifuentes Muoz; SU-250 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero; T-590 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero; T-606 de 1998, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo; SU-090 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz; T-847 de 2000, MP: Carlos Gaviria Daz; T-1695 de 2000, MP: Marta Victoria Schica Mndez. 126 SU-090 de 2000, MP: Eduardo Cifuentes Muoz (estado de cosas inconstitucional por la omisin en el pago de pensiones en el Departamento del Choc). 127 Por ejemplo en la sentencia SU-559 de 1997, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, donde la Corte declar un estado de cosas inconstitucional por la omisin de dos municipios de afiliar a los docentes a su cargo al Fondo Nacional de Prestaciones del Magisterio, a pesar de que se hacan los descuentos respectivos de los salarios devengados para el pago de dichos aportes, al encontrar que la vulneracin a muchos maestros de todo el pas. Dijo la Corte: 30. De acuerdo a lo expuesto, la situacin planteada por los actores tiene que examinarse desde una doble perspectiva. De una parte, se trata de un problema general que afecta a un nmero significativo de docentes en el pas y cuyas causas se relacionan con la ejecucin desordenada e irracional de la poltica educativa. De otra parte, la accin de tutela compromete a dos municipios que por falta de recursos no han dado cumplimiento efectivo a sus obligaciones frente a los educadores que han instaurado la accin de tutela. 128 Por ejemplo, en la sentencia T-153 de 1998, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, que declar el estado de cosas inconstitucional por el hacinamiento y las condiciones indignas de reclusin en las distintas crceles colombianas, dijo la Corte: Asimismo, como se vio en el aparte acerca del hacinamiento desde una perspectiva histrica, el fenmeno de la congestin carcelaria ha sido recurrente, e incluso han existido perodos en los que la sobrepoblacin ha alcanzado grados mucho ms extremos que el actual. A pesar de ello no se percibe de parte del Estado el diseo de polticas destinadas a evitar situaciones como la actual. Del anlisis histrico surge la conclusin de que la actitud del Estado ante estas situaciones es siempre reactiva, es decir que solamente ha actuado en este campo cuando se encuentra en presencia de circunstancias explosivas, como la actual. En esas circunstancias ha recurrido tanto a la despenalizacin o la rebaja de penas, como a la
incorporacin de la accin de tutela como parte del procedimiento para garantizar el derecho conculcado;129 (iii) la no expedicin de medidas legislativas, administrativas o presupuestales necesarias para evitar la vulneracin de los derechos.130 (iv) la existencia de un problema social cuya solucin compromete la intervencin de varias entidades, requiere la adopcin de un conjunto complejo y coordinado de acciones y exige un nivel de recursos que demanda un esfuerzo presupuestal adicional importante;131 (v) si todas las personas afectadas por el mismo problema acudieran a la accin de tutela para obtener la proteccin de sus derechos, se producira una mayor congestin judicial.132
construccin apurada de centros de reclusin. 129 Por ejemplo, en la sentencia T-068 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero, en la que se declar un estado de cosas inconstitucional por la mora habitual de Caja Nacional de Previsin en resolver las peticiones presentadas por jubilados. La Corte dijo: 8. As mismo, como se constat en la inspeccin judicial, la accin de tutela es prcticamente un requisito para que se resuelva la solicitud dentro del trmino legal, la cual genera un procedimiento administrativo paralelo que produce un desgaste del aparato judicial y una tergiversacin del objetivo de la accin de tutela, lo cual afecta gravemente el inters general y el inters particular de quienes vienen siendo afectados de manera directa por la ineficiencia de la Caja Nacional de Previsin, pese a que se aprecia una superacin en comparacin con el caos anterior, de todas maneras tratndose de jubilados el esfuerzo estatal debe ser el mximo. 130 Por ejemplo en la sentencia T-1695 de 2000, MP: Marta Victoria Schica Mndez, en donde la Corte declar la continuidad del estado de cosas inconstitucional por la falta de convocatoria al concurso para el nombramiento de notarios, la Corte seala que la falta de una disposicin que permitiera la convocatoria a un concurso general de mritos hacia que el estado de cosas inconstitucional declarado en la sentencia SU-250 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero, continuara. Dijo la Corte: En este orden, cabe concluir, que si bien la convocatoria efectuada por el acuerdo N 9 de 1999 no vulnera frente a los dems aspirantes el derecho a la igualdad de los actores para acceder al cargo de notario en los circuitos para los cuales se abri el concurso, lo cierto es que s restringi la igualdad de oportunidades de los aspirantes al no incluir todas las plazas notariales, en abierto desconocimiento del precepto constitucional, lo que sin duda configura una vulneracin de un derecho fundamental, que persistir en tanto no se realice un concurso de mritos en las condiciones establecidas por la Carta Poltica y reiteradas por la jurisprudencia constitucional. (...) Por lo anterior, y reconocida la continuidad del estado de cosas inconstitucional declarado por la Corte Constitucional desde la sentencia SU-250/98, al no poner en funcionamiento la carrera notarial, que si bien se trat de subsanar por el rgano competente al convocar el concurso de mritos de que trata esta providencia, el mismo no se hizo conforme a la Constitucin, pues deba haber incluido todas las plazas de notario existentes en el pas y garantizar no slo las mismas oportunidades para todos los participantes, sino aplicacin plena de los preceptos constitucionales. As las cosas, el restablecimiento de los derechos fundamentales de los actores y la observancia del ordenamiento superior slo puede producirse cuando la provisin de los cargos de notario se realice mediante la celebracin de un concurso de mritos abierto y pblico que tenga como objeto cumplir el mandato constitucional tantas veces reseado. Para el efecto, no basta entonces, la simple suspensin del proceso de concurso, hecho que ya se produjo, pues el estado de cosas inconstitucional persiste, lo que exige que el Consejo Superior de la Carrera Notarial, en un trmino razonable, convoque a un concurso general y abierto para conformar las listas de elegibles a la totalidad de los cargos de notario pblico en el pas, tal como habr de ordenarse en esta providencia. 131 Por ejemplo, en la sentencia T-068 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero, la Corte dijo: De acuerdo con estadsticas que presenta la misma entidad demandada, durante los aos 1995, 1996 y 1997 se instauraron cerca de 14.086 acciones de tutela en contra de la Caja Nacional de Previsin y, si se realiza un cotejo con la totalidad de expedientes de tutela que se remitieron para eventual revisin a esta Corporacin en esos aos (aproximadamente 94000), se observa como casi un 16% de todas la tutelas del pas se dirigen contra esa entidad. Esto significa que existe un problema estructural de ineficiencia e inoperancia administrativa, lo cual se considera un inconveniente general que afecta a un nmero significativo de personas que buscan obtener prestaciones econmicas a las que consideran tener derecho.Igualmente, en la sentencia T-153 de 1998, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, la Corte dijo lo siguiente: 53. En las sentencias SU-559 de 1997 y T-068 de 1998 esta Corporacin ha hecho uso de la figura del estado de cosas inconstitucional con el fin de buscar remedio a situaciones de vulneracin de los derechos fundamentales que tengan un carcter general - en tanto que afectan a multitud de personas -, y cuyas causas sean de naturaleza estructural - es decir que, por lo regular, no se originan de manera exclusiva en la autoridad demandada y, por lo tanto, su solucin exige la accin mancomunada de distintas entidades. En estas condiciones, la Corte ha considerado que dado que miles de personas se encuentran en igual situacin y que si todas acudieran a la tutela podran congestionar de manera innecesaria la administracin de justicia, lo ms indicado es dictar rdenes a las instituciones oficiales competentes con el fin de que pongan en accin sus facultades para eliminar ese estado de cosas inconstitucional. 132 En la misma sentencia T-068 de 1998, se dijo: 10. Por todo lo anterior, esta Sala de Revisin concluye
Teniendo en cuenta estos elementos, la Corte ha declarado la existencia de varios estados de cosas inconstitucionales. A continuacin se alude a algunas de esas sentencias tanto para ilustrar los alcances de este concepto como para mostrar que dicho estado ha sido declarado ante situaciones de vulneracin repetida de derechos que eran menos graves que la constatada por esta Sala respecto del desplazamiento interno y que abarcaban a un nmero menor de personas. La Corte ha declarado en siete ocasiones la existencia de un estado de cosas inconstitucional. La primera vez, lo hizo ante la omisin de dos municipios en afiliar a los docentes a su cargo al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, a pesar de que se les hacan los descuentos para pensiones y prestaciones sociales previstos en la ley.133 Con posterioridad a esta sentencia, la Corte ha declarado un estado de cosas inconstitucional en seis ocasiones ms: 1) por la situacin de violacin continua de los derechos de sindicados y procesados detenidos en las distintas crceles del pas;134 2) debido a la falta de un sistema de seguridad social en salud para los sindicados y reclusos; 135 3) por la mora habitual en el pago de mesadas pensionales, durante un perodo prolongado de tiempo, en los departamentos del Bolvar136 y 4) de Choc;137 5) por omisiones en la proteccin de la vida de defensores de derechos humanos138 y 6) por la omisin en la convocatoria de un concurso de mritos para el nombramiento de notarios.139 Con base en el anterior recuento, se observa que frente a violaciones masivas
que la situacin presentada en la entidad demandada produce un estado de cosas inconstitucional, lo cual no slo afecta derechos individuales tendientes a viabilizar las pretensiones, a travs de tutela, sino tambin afecta a todo el aparato jurisdiccional que se congestiona y lo afecta en la efectividad del cumplimiento oportuno de sus obligaciones. 133 SU-559 de 1997, MP: Eduardo Cifuentes Muoz. 134 Corte Constitucional, Sentencia T-153 de 1998, MP: Eduardo Cifuentes Muoz. 135 Corte Constitucional, Sentencias T-606 y T-607 de 1998, MP: Jos Gregorio Hernndez Galindo. 136 Corte Constitucional, Sentencia T-525 de 1999, MP: Carlos Gaviria Daz. 137 Corte Constitucional, Sentencia SU-090 de 2000, MP: Alejandro Martnez Caballero. 138 Corte Constitucional, Sentencia T-590 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero. En este caso, el estado de cosas inconstitucional se present por la omisin del Estado de adoptar medidas para garantizar los derechos de los defensores de derechos humanos, frente a las amenazas permanentes contra la vida de estas personas. La Corte, luego de resaltar los atentados y asesinatos cometidos contra miembros de ONGs de derechos humanos y hacer un recuento del contenido de las circulares presidenciales emitidas para lograr el trabajo coordinado de las distintas entidades, seala que pese a las circulares presidenciales, el ataque a los defensores de derechos humanos ha continuado (....) y hay conductas omisivas del Estado en cuanto a su proteccin, mxime cuando se ha puesto en conocimiento de ste el clima de amenazas contra dichos activistas. Esta es una situacin abiertamente inconstitucional, a la cual el juez constitucional no puede ser indiferente. 139 Corte Constitucional, Sentencias SU-250 de 1998, MP: Alejandro Martnez Caballero; T-1695 de 2000, MP: Marta Victoria Schica Mndez. En cuanto a la falta de convocatoria a un concurso de mritos para el nombramiento de notarios, constatado el estado de cosas inconstitucional en 1998, la Corte orden al Superintendente de Notariado y Registro y al Consejo Superior de la Administracin de Justicia, que en el trmino de seis (6) meses, contados a partir de la notificacin de la sentencia convocara los concursos abiertos para Notarios. Posteriormente, en el ao 2000, constatada la continuidad del estado de cosas inconstitucional, la Corte orden al Consejo Superior de la Carrera Notarial, en cabeza de su presidente, el Ministro de Justicia y del Derecho, para que a ms tardar en un trmino mximo de tres (3) meses contados a partir de la notificacin de este fallo, se modifiquen y rehagan las bases del concurso convocado por el Consejo Superior en el Acuerdo 1 de 1998, para la provisin del cargo de notario pblico en propiedad en todo el territorio nacional, que permita poner fin de una vez por todas al mencionado estado de cosas inconstitucional. Para tal efecto, el rgano encargado de administrar la carrera notarial ha de dar estricto cumplimiento no slo a la Ley 588 de 2000 sino a las sentencias de esta Corporacin, en especial a los fallos C-741 de 1998; C-153 de 1999, C-155 de 1999 y C-647 de 2000, que son de obligatorio cumplimiento.
de derechos constitucionales, una vez constatado el estado de cosas inconstitucional, la Corte ha extendido los efectos de la tutela para ordenar remedios que tengan un alcance material y temporal acorde con la magnitud de la violacin y para proteger, en aras del principio de igualdad, los derechos de quienes se encuentran en una situacin similar a la demandada, pero no acudieron a la accin de tutela. As, teniendo en cuenta el deber de las autoridades de proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y dems derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares (Artculo 2, CP), as como el deber que tienen las ramas del poder pblico de colaborar de manera armnica con los restantes rganos del Estado para la realizacin de sus fines (C.P. art., 113), la Corte, ha declarado la existencia de un estado de cosas contrario a la Constitucin, para que las autoridades adopten, dentro de la rbita de sus competencias, los correctivos que permitan superar tal situacin. En consecuencia ha ordenado, entre otras cosas y, segn el caso, que (i) se diseen y pongan en marcha las polticas, planes y programas que garanticen de manera adecuada los derechos fundamentales cuyo goce efectivo depende de la superacin del estado de cosas inconstitucional; (ii) se apropien los recursos necesarios para garantizar la efectividad de tales derechos; (iii) se modifiquen las prcticas, las fallas de organizacin y de procedimiento que resultan violatorias de la Constitucin; (iv) se reforme el marco jurdico cuyas falencias han contribuido al estado de cosas inconstitucional; y (v) se realicen los trmites administrativos, presupuestales y de contratacin que sean indispensables para superar la vulneracin de los derechos. En el caso bajo estudio, si bien la Corte ha resaltado la gravedad de la crisis humanitaria que representa el desplazamiento forzado desde 1997, cuando emiti su primera sentencia sobre el tema, y ha mencionado en algunas de sus providencias que este fenmeno podra constituir un estado de cosas inconstitucional, hasta ahora, tal estado no ha sido formalmente declarado. En consecuencia, no se han dado rdenes dirigidas a superarlo. Desde la expedicin misma de la Ley 387 de 1997, y de su desarrollo normativo, as como desde que la Corte se pronunciara por primera vez sobre la problemtica del desplazamiento forzado interno en las sentencias T-227 de 1997 y SU-1150 de 2000, tanto el Legislador y el Ejecutivo como la Corte Constitucional han sealado la gravedad de esa situacin y la urgencia de adoptar medidas que aseguren una atencin adecuada a la poblacin desplazada y la efectividad de sus derechos. No obstante la complejidad de las acciones que se precisan para rectificar tal situacin y la urgencia de tales medidas, ya han transcurrido varios aos sin que se hayan adoptado los correctivos necesarios para garantizar el goce efectivo de sus derechos a la poblacin desplazada, a pesar de las mltiples sentencias de esta Corte donde se ha encontrado una violacin de los derechos fundamentales de los desplazados.
Varios elementos confirman la existencia de un estado de cosas inconstitucional respecto de la situacin de la poblacin internamente desplazada. En primer lugar, la gravedad de la situacin de vulneracin de derechos que enfrenta la poblacin desplazada fue expresamente reconocida por el mismo legislador al definir la condicin de desplazado, y resaltar la violacin masiva de mltiples derechos.140 En efecto, el inciso primero del artculo 1 de la Ley.387 de 1997 dice: Artculo 1. Del desplazada Es desplazado toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional abandonando su localidad de residencia o actividades econmicas habituales, porque su vida, su integridad fsica, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasin de cualquiera de las siguientes situaciones: Conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drsticamente el orden pblico. (resaltado fuera de texto) En segundo lugar, otro elemento que confirma la existencia de un estado de cosas inconstitucional en materia de desplazamiento forzado, es el elevado volumen de acciones de tutela presentadas por los desplazados para obtener las distintas ayudas y el incremento de las mismas, 141 as como la constatacin que se hace en algunos de los documentos de anlisis de la poltica, de haber incorporado la accin de tutela al procedimiento administrativo como paso previo para la obtencin de las ayudas.142 Adems de lo anterior, si bien ha habido una evolucin en la poltica, tambin se observa que varios de los problemas que han sido abordados por la Corte, son de vieja data y que frente a ellos persiste la omisin de las autoridades para adoptar los correctivos necesarios (ver apartado 6 de esta sentencia). Entre estos se destacan la insuficiencia de recursos destinados efectivamente para la atencin de los distintos componentes de la poltica y los problemas de capacidad institucional que afectan el desarrollo, implementacin y seguimiento de la poltica estatal (ver apartado 6 de la presente sentencia).
140 Ley 387 de 1997, Artculo 1. 141 Este volumen se constata por el nmero de acciones de tutela interpuestas por los desplazados que han sido objeto de revisin por la Corte Constitucional hasta la fecha, por el nmero de expedientes acumulados al presente proceso que son representativos del tipo de problemas que enfrenta la poblacin desplazada en todo el pas, y por el total de acciones de tutela interpuestas por los desplazados contra la Red de Solidaridad desde 1999 hasta la fecha y que segn el sistema de informacin de la Corte Constitucional supera las 1200. 142 Tal es el caso de la asignacin del auxilio de vivienda que hace el Inurbe, pues los recursos entregados corresponden exclusivamente a quienes interpusieron acciones de tutela. Ver Anexo 5 sobre las observaciones a la poltica pblica respectiva.
En tercer lugar, los procesos acumulados en la presente accin de tutela, confirma ese estado de cosas inconstitucional y sealan que la vulneracin de los derechos afecta a buena parte de la poblacin desplazada, en mltiples lugares del territorio nacional y que las autoridades han omitido adoptar los correctivos requeridos (ver apartado antecedentes de la presente sentencia). Tal como se seal en el apartado 6 y en el Anexo 5, las distintas entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada han identificado varias de las omisiones y falencias de la poltica y de los programas desarrollados. Igualmente, las organizaciones de derechos humanos han identificado los problemas de coordinacin, la insuficiente apropiacin de recursos, los obstculos administrativos, los trmites y procedimientos innecesarios, el diseo deficiente de algunos de los instrumentos de la poltica, as como la omisin prolongada de las autoridades para adoptar los correctivos considerados como necesarios. Tal situacin ha agravado la condicin de vulnerabilidad de esta poblacin y de violacin masiva de sus derechos (ver apartado 6 y Anexo 5 de esta sentencia). En cuarto lugar, la continuacin de la vulneracin de tales derechos no es imputable a una nica entidad. En efecto, como se advirti anteriormente varios rganos del Estado, por accin u omisin, han permitido que contine la vulneracin de los derechos fundamentales de los desplazados, especialmente las entidades nacionales y locales encargadas de asegurar la disponibilidad de recursos para asegurar que los distintos componentes de la poltica beneficien en igualdad de condiciones a la poblacin desplazada (ver apartado 6 y Anexo 5 de esta sentencia). En quinto lugar, la vulneracin de los derechos de los desplazados reposa en factores estructurales enunciados en el apartado 6 de esta providencia dentro de los cuales se destaca la falta de correspondencia entre lo que dicen las normas y los medios para cumplirlas, aspecto que adquiere una especial dimensin cuando se mira la insuficiencia de recursos dada la evolucin del problema de desplazamiento y se aprecia la magnitud del problema frente a la capacidad institucional para responder oportuna y eficazmente a l (ver apartado 6.3.2.) En conclusin, la Corte declarar formalmente la existencia de un estado de cosas inconstitucional relativo a las condiciones de vida de la poblacin internamente desplazada, y adoptar los remedios judiciales correspondientes respetando la rbita de competencia y el experticio de las autoridades responsables de implementar las polticas correspondientes y ejecutar las leyes pertinentes. Por ello, tanto las autoridades nacionales como las territoriales, dentro de la rbita de sus competencias, habrn de adoptar los correctivos que permitan superar tal estado de cosas.
8. El Estado Social de Derecho y los deberes constitucionales de las autoridades frente a la dimensin prestacional de los derechos. La exigencia constitucional de concordancia entre los objetivos de la poltica de atencin a la poblacin desplazada y los medios econmicos y administrativos destinados a su logro efectivo y oportuno. Despus de constatar la existencia de un estado de cosas inconstitucional y de adoptar la decisin de declararlo formalmente, debe la Sala determinar cul es el remedio judicial adecuado, habida cuenta de la magnitud de la afectacin de los derechos, del nmero de personas que no pueden gozar de ellos y de lo que razonablemente ha de lograr el Estado para cumplir sus deberes de proteccin. Para este efecto, es preciso delimitar el mbito de competencias del juez de tutela para cumplir su funcin de asegurar el goce efectivo, no terico, de los derechos fundamentales. En este orden de ideas, cabe recordar las implicaciones del principio de Estado Social de Derecho, para identificar el papel del juez constitucional (8.1), para identificar los alcances de la faceta prestacional tanto de los derechos sociales como del derecho a la vida y las libertades bsicas (8.2.) y para definir los deberes especficos de las autoridades cuando el goce efectivo de los derechos fundamentales de un grupo de personas identificable - como lo es la poblacin desplazada- depende de la destinacin de recursos escasos y del desarrollo de esfuerzos institucionales mayores (8.3.). 8.1. Tal como lo ha sealado de manera reiterada esta Corporacin, el hecho de que Colombia sea un Estado Social de Derecho le imprime un sentido, un carcter y unos objetivos especficos a la organizacin estatal en su conjunto, y que resulta en consecuencia- vinculante para las autoridades, quienes debern guiar su actuacin hacia el logro de los cometidos particulares propios de tal sistema: la promocin de condiciones de vida dignas para todas las personas, y la solucin de las desigualdades reales que se presentan en la sociedad, con miras a instaurar un orden justo.143 Los orgenes histricos de este modelo y sus desarrollos, confirman que a menos que las limitaciones y desigualdades reales a las que el hombre est sujeto en su vida cotidiana sean efectivamente contrarrestadas mediante actuaciones positivas y focalizadas por parte de las autoridades, la libertad e igualdad del ser humano no dejarn de ser utopas abstractas. Es por ello que se acepta que, en muchos casos, la libertad y la igualdad requieren para su realizacin de medidas, acciones, prestaciones, servicios, que la persona, por s misma, no puede asegurar. El Estado de derecho evolucion as, de un estado liberal democrtico a uno social, tambin democrtico, animado por el propsito de que los presupuestos materiales de la libertad y la igualdad para todos estn efectivamente asegurados.144 Lo anterior implica que las autoridades estn obligadas -por los medios que
143 Corte Constitucional, Sentencia T-772 de 2003, MP: Manuel Jos Cepeda Espinosa. 144 Sentencia C-1064 de 2001, MM.PP. Manuel Jos Cepeda Espinosa y Jaime Crdoba Trivio.
estimen conducentes a corregir las visibles desigualdades sociales, a facilitar la inclusin y participacin de sectores dbiles, marginados y vulnerables de la poblacin en la vida econmica y social de la nacin, y a estimular un mejoramiento progresivo de las condiciones materiales de existencia de los sectores ms deprimidos de la sociedad. Ello se ve reflejado, entre otras, en el artculo segundo de la Carta: Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad,...garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitucin, facilitar la participacin de todos en las decisiones que los afectan ...asegurar la convivencia pacfica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la Repblica estn instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y dems derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares (subraya la Sala); en el mandato del artculo 13 Superior, segn el cual el Estado promover las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptar medidas en favor de grupos discriminados o marginados, y proteger especialmente a aquellas personas que por su condicin econmica, fsica o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionar los abusos o maltratos que contra ellas se cometan; en lo dispuesto por el artculo 334 superior, segn el cual ...el Estado, de manera especial, intervendr para dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar que todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso efectivo a los bienes y servicios bsicos; y en el mandato del artculo 366 de la Carta, que otorga la mxima prioridad al gasto social en los planes y presupuestos de la Nacin y de las entidades territoriales; y de manera general, en las mltiples disposiciones constitucionales que protegen los derechos fundamentales, los derechos econmicos, sociales y culturales y los derechos colectivos de las personas, como concrecin amplia del principio de la dignidad humana y de la solidaridad (artculo 1, C.P.). De lo anterior se derivan dos clases de deberes para el Estado. Por una parte, debe adoptar e implementar las polticas, programas o medidas positivas para lograr una igualdad real de condiciones y oportunidades entre los asociados y al hacerlo, dar cumplimiento a sus obligaciones constitucionales de satisfaccin progresiva de los derechos econmicos, sociales y culturales bsicos de la poblacin -en aplicacin de lo que la jurisprudencia constitucional ha denominado clusula de erradicacin de las injusticias presentes-145. Y, por otra, debe abstenerse de adelantar, promover o ejecutar polticas, programas o medidas ostensiblemente regresivos en materia de derechos econmicos, sociales y culturales, que conduzcan clara y directamente a agravar la situacin de injusticia, de exclusin o de marginacin que se pretende corregir, sin que ello impida avanzar gradual y progresivamente hacia el pleno goce de tales derechos146
145 Corte Constitucional, Sentencia SU-225 de 1997, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, donde la Corte ordena a las autoridades estatales adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la vacunacin gratuita para prevenir meningitis a nios pertenecientes a sectores histricamente marginados, con base en la clusula de erradicacin de las injusticias presentes. Esta jurisprudencia ha sido reiterada entre otras, en las sentencias T177 de 1999, MP: Carlos Gaviria Daz; T-840 de 1999, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, T-772 de 2003, MP: Manuel Jos Cepeda Espinosa. 146 Ver, en este sentido, la sentencia C-671 de 2002 (M.P. Eduardo Montealegre Lynett).
En este sentido, tambin ha resaltado esta Corporacin que la adopcin de medidas en favor de los grupos marginados, no constituye una competencia meramente facultativa del legislador sino que es un mandato de accin, encaminado a transformar las condiciones materiales que engendran o perpetan la exclusin y la injusticia social. Este deber estatal, si bien necesita ser desarrollado por la ley, y est atado a las apropiaciones presupuestales correspondientes, no puede quedar indefinidamente aplazado en la agenda estatal. As lo seal esta Corte en la sentencia SU-225 de 1997:147 A juicio de la Corte Constitucional un mandato de erradicacin de las injusticias presentes, slo puede actualizarse en el tiempo y requiere de la puesta en obra de una vasta gama de acciones que, sin lugar a dudas, deben ser decididas por el Congreso y ejecutadas por la administracin. (...)Es importante, a este respecto, subrayar que la clusula de erradicacin de las injusticias presentes, apela a la discrecionalidad de los rganos del poder slo en el sentido de que stos con base en los recursos disponibles y los medios que consideren ms adecuados e idneos, o sea dentro de lo que en cada momento histrico resulte posible, pueden encontrar para su tarea un espacio de libre configuracin normativa y administrativa. Sin embargo, en cuanto a la prioridad y a la necesidad de que las medidas efectivamente se lleven a cabo, ningn rgano del poder puede declararse libre, pues, el mandato constitucional en estos aspectos ha limitado la competencia de los rganos constituidos al vincularlos a un funcin que en los trminos de la Carta es perentoria. Ahora bien, en un Estado Social de Derecho los deberes de las autoridades anteriormente mencionados no se circunscriben a los derechos llamados de segunda generacin. Por el contrario, en determinadas circunstancias el goce efectivo del derecho a la vida en condiciones de dignidad y de otras libertades bsicas puede depender de acciones positivas de las autoridades para garantizar la dimensin prestacional de tales derechos y libertades. Tales acciones positivas, cuando estn dirigidas a responder a las necesidades de muchas personas, pueden desarrollarse progresivamente para garantizar la efectividad de la faceta programtica y prestacional de un derecho constitucional, siempre que los mnimos de satisfaccin hayan sido asegurados a todos. 8.2 Tal como lo subray la Corte en la sentencia T-595 de 2002,148 el que un derecho tenga una marcada dimensin programtica no quiere decir que no sea exigible o que eternamente pueda incumplirse: As pues, el hecho de que se requiera tiempo para disear y
147 Corte Constitucional, Sentencia SU-225 de 1997, MP: Eduardo Cifuentes Muoz, ya citada. 148 Corte Constitucional, Sentencia T-595 de 2002, MP: Manuel Jos Cepeda Espinosa.
planificar, as como la necesidad de apropiar y destinar recursos para adecuar las condiciones existentes, evidencia que se trata de una prestacin de carcter programtico, cuyo pleno e integral cumplimiento no puede ser exigido de forma instantnea. Ahora bien, si la exigibilidad de la prestacin protegida por la dimensin positiva del derecho fundamental depende del paso del tiempo, no es aceptable que en el ao 2002, por ejemplo, una entidad del Estado d la misma respuesta que daba en 1992 cuando se le exiga el cumplimiento de un derecho de ste tipo, que es su obligacin hacer cumplir. A medida que pasan los aos, si las autoridades encargadas no han tomado medidas efectivas que aseguren avances en la realizacin de las prestaciones protegidas por los derechos constitucionales, gradualmente van incurriendo en un incumplimiento cuya gravedad aumenta con el paso del tiempo. (...) As entendida la progresividad adquiere su pleno alcance constitucional. Tomar los derechos en serio exige, tambin, tomar la progresividad en serio, como lo han precisado los organismos internacionales competentes. En primer lugar, la progresividad se predica del goce efectivo del derecho y por lo tanto, no justifica excluir grupos de la sociedad de la titularidad del mismo. En la medida en que ciertos grupos sociales, por sus condiciones fsicas, culturales o socioeconmicas, slo pueden gozar plenamente de una prestacin amparada por un derecho si el Estado adopta polticas que comprometen recursos pblicos y exigen medidas de orden administrativo, el carcter progresivo de estas prestaciones impide que el Estado sea completamente indiferente a las necesidades de tales grupos puesto que ello equivaldra a perpetuar su situacin de marginamiento, lo cual es incompatible con los principios fundamentales en que se funda una democracia participativa. En segundo lugar, la progresividad de ciertas prestaciones protegidas por un derecho requiere que el Estado incorpore en sus polticas, programas y planes, recursos y medidas encaminadas a avanzar de manera gradual en el logro de las metas que el propio Estado se haya fijado con el fin de lograr que todos los habitantes puedan gozar efectivamente de sus derechos. En tercer lugar, el Estado puede a travs de sus rganos competentes definir la magnitud de los compromisos que adquiere con sus ciudadanos con miras a lograr dicho objetivo y, tambin, puede determinar el ritmo con el cual avanzar en el cumplimiento de tales compromisos. Sin embargo, estas decisiones pblicamente adoptadas deben ser serias, por lo cual han de estar sustentadas en un proceso decisorio racional que estructure una poltica pblica susceptible de ser implementada, de tal manera que los compromisos democrticamente adquiridos no sean meras promesas carentes de
toda vocacin de ser realizadas. As, cuando tales compromisos han sido plasmados en leyes y representan medidas indispensables para asegurar el goce efectivo de derechos fundamentales, los interesados podrn exigir por va judicial el cumplimiento de las prestaciones correspondientes. El avance progresivo de los derechos, tal como lo ha sealado esta Corporacin, se garantiza mediante procesos de ejecucin compleja de los mandatos superiores, que estn sujetos a una serie de criterios constitucionales que deben ser tenidos en cuenta por la autoridades tanto al disear como al ejecutar la poltica. Cuando el Estado omite sin justificacin constitucionalmente aceptable tomar medidas frente a la marginacin que sufren algunos miembros de la sociedad, y se verifica que la inhibicin viola un derecho constitucional fundamental, la funcin del juez ser no la de remplazar a los rganos del poder pblico incursos en la abstencin, sino la ordenar el cumplimiento de los deberes del Estado. En el caso de la poblacin desplazada para asegurar el goce efectivo de sus derechos fundamentales, la respuesta del Estado ha de comprender acciones positivas lo cual pone de relieve la faceta prestacional que, unida a su dimensin de defensa contra la arbitrariedad, tienen todos los derechos cuya vulneracin llev a la Corte a declarar el estado de cosas inconstitucional. En este sentido, los problemas detectados, tal vez el ms complejo, como ya se anot en el apartado 6.3, es el de la insuficiencia presupuestal para la atencin de la poblacin desplazada con miras a asegurar el goce de sus derechos fundamentales. Las deficiencias en esta materia han ocasionado o agravado varios de los problemas que enfrentan los distintos componentes de la poltica, inclusive las relativas a la capacidad de las instituciones para responder de manera eficaz y oportuna a las necesidades y expectativas de los desplazados, en especial a las peticiones relativas a la garanta de sus derechos constitucionales. Si bien varios de los componentes de dicha poltica tienen una marcada dimensin programtica y corresponden a la faceta prestacional de los derechos fundamentales vulnerados en el caso de la poblacin desplazada, y su realizacin depende de la disponibilidad de recursos, ello no significa que el Estado pueda sin limitacin alguna adoptar medidas que en la prctica implican un retroceso en algunos aspectos de la poltica diseada y legalmente instrumentalizada, a pesar de que sta contine en el papel siendo la misma. En el presente caso, por la va de la insuficiente apropiacin presupuestal y de la omisin en la correccin de las principales falencias de la capacidad institucional mencionadas en la seccin 6 de esta sentencia, el avance progresivo en la satisfaccin de los derechos de la poblacin desplazada no
slo se ha retrasado, sino que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo en algunos aspectos ya mencionados a pesar de los logros en la reduccin del ritmo de crecimiento del fenmeno al cual se aludi en el apartado 6.2.1.2. de esta sentencia (apartado 6.). Ello se traduce en un incumplimiento del nivel de proteccin formalmente definido en extremo se podra decir prometido- por las autoridades legislativas y ejecutivas competentes y contradice el hecho que (i) el gasto social y de atencin a la poblacin marginada es considerado como gasto prioritario; (ii) existe una poltica estatal de atencin integral a la poblacin desplazada; (iii) esa poltica fue debatida y aprobada por el Congreso, el cual le confiri carcter normativo en una ley de la Repblica que data de 1997; (iv) existe un marco reglamentario que ha desarrollado, aunque no en su totalidad, los componentes de la poltica; (v) las autoridades nacionales y territoriales han adquirido compromisos con la poblacin desplazada, que se ven postergados de manera indefinida por la falta de recursos suficientes y otro tipo de fallas en la capacidad institucional de las entidades responsables y; (vi) existen documentos oficiales en los que se ha cuantificado el esfuerzo financiero requerido para la poltica de desplazamiento y tales documentos han sido aprobados por el CONPES. 8.3 Dicho retroceso es, prima facie, contrario al mandato constitucional de garantizar el goce efectivo de los derechos de todos los desplazados. Por eso, el primer deber de las autoridades competentes es evitar dicho retroceso prctico en los aspectos del nivel de proteccin de los derechos de todos los desplazados donde ste se ha presentado, as dicho retroceso sea resultado de la evolucin del problema y de factores que escaparon a la voluntad de los funcionarios responsables. La gravedad, magnitud y complejidad general de un problema, por s solas, no justifican que el grado de proteccin de los derechos no corresponda a los mandatos constitucionales, mxime si stos han sido desarrollados por una ley del Congreso de la Repblica y reglamentados por el propio Ejecutivo. Tampoco es constitucionalmente admisible que el alcance de dicha proteccin disminuya en la prctica, sin que se ponga de presente dicha disminucin y se adopten los correctivos de manera oportuna y adecuada. De otro lado, el juez constitucional no puede desconocer las caractersticas del contexto real dentro del cual se ha constatado la afectacin de los derechos fundamentales, para evitar que las rdenes que imparta para protegerlos sean inocuas o inviables. Sin embargo, el juez constitucional debe asegurarse de que se alcance el mximo de proteccin definida por las normas vigentes y exigir que se remedie la discordancia entre lo jurdicamente debido y lo realmente satisfecho, con miras a lograr que todos los afectados, en este caso la poblacin desplazada, puedan disfrutar realmente de sus derechos constitucionales. 8.3.1. De lo anterior se deduce que el carcter progresivo de ciertos derechos y la dimensin prestacional de un derecho exigen de las autoridades racionalidad en el diseo y articulacin de las polticas pblicas relativas a tales derechos, de tal manera que stas sean transparentes, serias y coherentes, como expresin de los principios establecidos en el artculo 209 de la Carta. La transparencia exige que se hagan pblicas las prestaciones que sern
garantizadas as como los responsables de cumplir lo jurdicamente establecido. La seriedad demanda que cuando una poltica sea articulada en un instrumento jurdico, como una ley o un decreto, se respete la fuerza normativa, no poltica ni retrica, de dicho instrumento y por lo tanto se definan los alcances de los derechos reconocidos y se precise el contenido de las correspondientes obligaciones estatales. La coherencia apunta a que exista concordancia entre, de un lado, lo que promete el Estado y, de otro lado, los recursos econmicos y la capacidad institucional para cumplir lo prometido, mxime si las promesas se han transformado en normas jurdicas. La coherencia exige que si el Estado crea un derecho prestacional especfico por va de una ley, prevea que debe contar con los recursos para garantizar su goce efectivo y con la capacidad institucional para atender la demanda de servicios generada por la creacin de ese derecho especfico. Ahora bien, cuando las autoridades competentes que conocen las caractersticas de un problema social, adoptan instrumentos jurdicos o promueven su expedicin por el Congreso de la Repblica, y tales instrumentos jurdicos no articulan una poltica pblica cualquiera, sino que propenden por el goce efectivo de derechos constitucionales fundamentales, el juez de tutela puede ordenar que se respeten los criterios de racionalidad mnima anteriormente sealados. Ello puede implicar que se asegure la coherencia entre lo jurdicamente ordenado por normas adoptadas por los rganos competentes y los recursos necesarios para cumplir lo ordenado. En algunas circunstancias puede ser imposible lograr, an en el mediano plazo, esa coherencia. De constatarse que ello es as, es necesario ajustar lo prometido a lo realizable, lo cual podra representar la adopcin de una medida que reduzca el alcance de la proteccin previamente establecida. Sin embargo, dicha medida debe cumplir estrictos requisitos, en especial asegurar los mnimos de satisfaccin del derecho limitado y no desconocer las reas prioritarias que tienen mayor impacto sobre la poblacin. 8.3.2. Advierte la Sala que de conformidad con la jurisprudencia de esta Corporacin, el mandato de progresividad implica que una vez alcanzado un determinado nivel de proteccin, la amplia libertad de configuracin del legislador en materia de derechos sociales se ve menguada, al menos en un aspecto: todo retroceso frente al nivel de proteccin alcanzado debe presumirse en principio inconstitucional, y por ello est sometido a un control judicial estricto.149 Para que pueda ser constitucional, las autoridades tienen que demostrar que existen imperiosas razones que hacen necesario ese paso regresivo en el desarrollo de un derecho social prestacional.150 El criterio sobre el control ms estricto de toda aquella medida que constituya un retroceso frente al nivel de proteccin ya alcanzado en materia de derechos sociales ha sido tambin ampliamente aceptado por el derecho internacional.
149 Al respecto, ver entre otras, las sentencias C-251 de 1997.. Fundamento 8., SU-624 de 1999, C-1165 de 2000 y C-1489 de 2000. 150 Corte Constitucional, Sentencia C-671 de 2002, MP: Eduardo Montealegre Lynett.
El goce efectivo de los derechos de fuerte contenido prestacional - como los derechos sociales- depende de que el Estado cree y mantenga las condiciones para dicho goce y adopte polticas encaminadas a su progresiva realizacin. Un Estado dispone de un margen amplio de decisin al respecto. Sin embargo, de las obligaciones adquiridas por la ratificacin del Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (PIDESC), se derivan unos requisitos mnimos plasmados en la Observacin General 1151 adoptada por el Comit que interpreta dicho Pacto Internacional. Estos son: (i) la elaboracin y actualizacin peridica de un diagnstico de la situacin en que son ejercidos y disfrutados tales derechos por la poblacin; (ii) el diseo de polticas pblicas encaminadas a lograr progresivamente la realizacin plena de tales derechos las cuales han de incluir metas especficas para medir los avances en los plazos fijados; (iii) la divulgacin peridica de los resultados alcanzados y de las medidas correctivas o complementarias con el fin de que los interesados y los actores sociales incluidas las organizaciones no gubernamentales- participen en la evolucin de las polticas pblicas pertinentes y se identifiquen las fallas, dificultades o circunstancias que inhiben la plena realizacin de los derechos con miras a su revisin o a la elaboracin de nuevas polticas pblicas ms apropiadas. El segundo requisito mnimo - diseo e implementacin de polticas pblicas conducentes a la progresiva realizacin de tales derechos- comprende varios elementos que cabe resaltar, siguiendo la Observacin General N 3 adoptada por el Comit del PIDESC.152 Primero, el Estado debe adoptar medidas, y, por lo tanto, no es admisible la ausencia de respuesta estatal ante la no realizacin de los derechos. Segundo, tales medidas han de comprender todos los medios apropiados, inclusive en particular la adopcin de medidas legislativas, sin que los medios se puedan agotar en la expedicin de normas. El Estado tiene la responsabilidad de identificar cules son los medios administrativos, financieros, educacionales, sociales etc. apropiados en cada caso y de justificar que stos son en realidad los apropiados en vista de las circunstancias. Tercero, en lo que respecta a sistemas polticos y econmicos el Pacto es neutral. Cuarto, el objetivo de tales medidas es lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos reconocidos, lo cual implica que hay flexibilidad ante las limitaciones del mundo real pero tambin que las medidas deben estar encaminadas a avanzar, no a retroceder, empleando hasta el mximo de los recursos de que disponga. Quinto, las medidas de carcter deliberadamente retroactivo en este aspecto requerirn la consideracin ms cuidadosa y debern justificarse plenamente por referencia a la totalidad de los derechos previstos en el Pacto y en el contexto del aprovechamiento pleno del mximo de los recursos nacionales(apartado 9) e internacionales (apartado 13) de que se disponga y protegiendo a los miembros vulnerables de la sociedad (apartado 12). Sexto, el margen de flexibilidad reconocido al Estado no lo exime de asegurar la satisfaccin de
151 Adoptada durante el tercer periodo de sesiones E/1989/22 (1989). 152 Adoptada durante el 5 periodo de sesiones. E/1991/23 (1990). Interpreta el prrafo 1 del artculo 2 del Pacto.
por lo menos niveles esenciales de cada uno de los derechos, niveles que han de tener carcter prioritario y comprometen todo esfuerzo para utilizar los recursos que estn a su disposicin. As, por ejemplo, en materia del derecho a la Salud, el Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, como intrprete autorizado del Pacto sobre la materia, y cuyos criterios son entonces relevantes para determinar el contenido y alcance de los derechos sociales (CP art. 93), ha sealado las condiciones para la adopcin de medidas que puedan llegar a implicar un retroceso. En particular, en su perodo No 22 de sesiones, el 11 de mayo de 2000, el Comit adopt la Observacin General No 14 relativa al disfrute del ms alto nivel de salud (art 12), y seal que cuando existen limitaciones de recursos que obstaculizan el pleno goce del derecho a la salud, para poder adoptar medidas que reduzcan el alcance de la proteccin existente, el Estado tiene que demostrar que esas medidas son necesarias y que se han aplicado tras el examen exhaustivo de todas las alternativas posibles (Parr 32). El Comit destaca en la Observacin 14 que la progresividad no priva de contenido la obligacin estatal, por lo cual a pesar de la limitacin de los recursos, el gobierno sigue obligado al menos en los siguientes cuatro aspectos: (i) La limitacin de recursos no permite al Estado adoptar medidas que sean discriminatorias en el acceso a los servicios de salud (Parr 30); (ii) en principio las medidas que disminuyen la proteccin en la salud ya alcanzada, se presumen contrarias al Pacto, por lo cual el Estado tiene que demostrar que stas eran necesarias y que se han aplicado tras el examen exhaustivo de todas las alternativas posibles (Parr 32); (iii) el Estado tiene la obligacin concreta y constante de avanzar lo ms expedita y eficazmente posible hacia la plena realizacin de este derecho (Parr 31); y (iv) finalmente, existen unas obligaciones bsicas en salud, que deben ser satisfechas en todo caso, sin importar los recursos de que dispone un Estado, como son el acceso no discriminatorio a los servicios de salud (Parr 43), y unas prioridades, que deben ser respetadas, como la inmunizacin contra las principales enfermedades infecciosas y la adopcin de medidas para combatir las enfermedades epidmicas y endmicas (Parr 44). Estas cuatro condiciones pueden ser aplicadas a todos los derechos que tengan una marcada dimensin prestacional, en razn de las condiciones especficas en que se encuentran sus titulares, y se pueden resumir en los siguientes parmetros. Primero, prohibicin de discriminacin (por ejemplo, no se podra invocar la insuficiencia de recursos para excluir de la proteccin estatal a minoras tnicas o partidarios de adversarios polticos); segundo, necesidad de la medida lo cual exige que sean estudiadas cuidadosamente medidas alternativas y que stas sean inviables o insuficientes (por ejemplo, se han explorado y agotado otras fuentes de financiacin); tercero, condicin de avance futuro hacia la plena realizacin de los derechos de tal forma que la disminucin del alcance de la proteccin sea un paso inevitable para que, una vez superadas las dificultades que llevaron a la medida transitoria, se retome el
camino de la progresividad para que se logre la mayor satisfaccin del derecho (por ejemplo, sealando parmetros objetivos que, al ser alcanzados, reorientaran la poltica pblica en la senda del desarrollo progresivo del derecho); y cuarto, prohibicin de desconocer unos mnimos de satisfaccin del derecho porque las medidas no pueden ser de tal magnitud que violen el ncleo bsico de proteccin que asegure la supervivencia digna del ser humano ni pueden empezar por las reas prioritarias que tienen el mayor impacto sobre la poblacin. Pasa la Corte a definir tales mnimos. 9. Los niveles mnimos de satisfaccin de los derechos constitucionales de las personas en situacin de desplazamiento. En el apartado 5 se han sintetizado algunos de los derechos de los que son titulares las personas en situacin de desplazamiento, de conformidad con las normas constitucionales e internacionales que vinculan a Colombia, as como con los criterios de interpretacin compilados en el documento de los Principios Rectores. Sin embargo, dadas las magnitudes actuales del problema de desplazamiento en Colombia, as como el carcter limitado de los recursos con los que cuenta el Estado para satisfacer este cometido, es forzoso aceptar que al momento de disear e implementar una determinada poltica pblica de proteccin a la poblacin desplazada, las autoridades competentes deben efectuar un ejercicio de ponderacin y establecimiento de reas prioritarias en las cuales se prestar atencin oportuna y eficaz a dichas personas. Por lo tanto, no siempre se podr satisfacer, en forma concomitante y hasta el mximo nivel posible, la dimensin prestacional de todos los derechos constitucionales de toda la poblacin desplazada, dadas las restricciones materiales y las dimensiones reales de la evolucin del fenmeno del desplazamiento. Sin perjuicio de lo anterior, resalta la Corte que existen ciertos derechos mnimos de la poblacin desplazada que deben ser satisfechos en cualquier circunstancia por las autoridades a los desplazados, puesto que en ello se juega la subsistencia digna de las personas en esta situacin. Cules son, entonces, estos derechos mnimos que deben ser siempre satisfechos? Para definir el nivel mnimo de satisfaccin de los derechos constitucionales de las personas desplazadas, debe hacerse una distincin entre (a) el respeto por el ncleo esencial de los derechos constitucionales fundamentales de los desplazados, y (b) la satisfaccin, por parte de las autoridades, de ciertos deberes prestacionales derivados de los derechos reconocidos a nivel internacional y constitucional en cabeza de los desplazados. En cuanto a lo primero, es claro que las autoridades en ningn caso pueden obrar de forma tal que terminen por desconocer, lesionar o amenazar el ncleo esencial de los derechos fundamentales constitucionales de las personas desplazadas en la misma medida en que no pueden actuar de manera tal que afecten el ncleo esencial de los derechos de ninguna persona que se
encuentre en el territorio colombiano -. En esa medida, no pueden los desplazados ser objeto de acciones por parte de las autoridades que atenten, por ejemplo, contra su integridad personal o contra su libertad de expresin. En cuanto a lo segundo, observa la Sala que la mayor parte de los derechos reconocidos por la normatividad internacional y la Carta Poltica a las personas desplazadas imponen a las autoridades, por las circunstancias mismas en que se encuentran los desplazados, claras obligaciones de carcter prestacional, que necesariamente implicarn un gasto pblico lo cual no obsta para clasificar algunos de tales derechos como fundamentales, puesto que segn lo ha precisado la jurisprudencia de esta Corporacin, tanto los derechos fundamentales como los derechos econmicos, sociales y culturales tienen una dimensin prestacional a cargo del Estado como ya se anot -. En criterio de la Corte, los derechos de marcado contenido prestacional que forman parte del mnimo que siempre ha de ser garantizado a todos los desplazados son aquellos que guardan una conexidad estrecha con la preservacin de la vida en circunstancias elementales de dignidad como seres humanos distintos y autnomos (artculos 1, 11, 12, 13, 14, 16 y 17 C.P.). Es all, en la preservacin de las condiciones ms bsicas que permiten sobrevivir con dignidad, donde se debe trazar un lmite claro entre las obligaciones estatales de imperativo y urgente cumplimiento frente a la poblacin desplazada, y aquellas que, si bien tienen que ser satisfechas, no tiene la misma prioridad, lo cual no significa que el Estado no deba agotar, al mximo posible, su capacidad institucional en asegurar el goce pleno de todos los derechos de los desplazados, como ya se dijo. Cuando un conjunto de personas definido y determinable por el propio Estado de tiempo atrs no pueda gozar de sus derechos fundamentales debido a un estado de cosas inconstitucional, las autoridades competentes no pueden admitir que tales personas mueran o continen viviendo en condiciones evidentemente lesivas de su dignidad humana, a tal punto que est en serio peligro su subsistencia fsica estable y carezcan de las oportunidades mnimas de actuar como seres humanos distintos y autnomos. A partir de ese criterio, y con base en las obligaciones internacionales asumidas por Colombia en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario, as como en la compilacin de criterios para la interpretacin y aplicacin de medidas para atender a la poblacin desplazada contenida en los Principios Rectores, la Sala considera que los siguientes derechos mnimos encuadran bajo esta definicin y, por ende, integran el mnimo prestacional que siempre debe ser satisfecho por el Estado: 1. El derecho a la vida, en el sentido que establece el artculo 11 C.P. y el Principio 10. 2. Los derechos a la dignidad y a la integridad fsica, psicolgica y moral (artculos 1 y 12 C.P.), tal y como se particularizan en el Principio 11.
3. El derecho a la familia y a la unidad familiar consagrado en los artculos 42 y 44 CP y precisado para estos casos en el Principio 17, especialmente aunque sin restringirse a ellos, en los casos de familias conformadas por sujetos de especial proteccin constitucional -nios, personas de la tercera edad, disminuidos fsicos, o mujeres cabeza de familia -, quienes tienen derecho a reencontrase con sus familiares. 4. El derecho a una subsistencia mnima como expresin del derecho fundamental al mnimo vital, segn est precisado en el Principio 18, lo cual significa que las autoridades competentes deben proveer a las personas desplazadas, as como asegurar el acceso seguro de las mismas, (a) alimentos esenciales y agua potable, (b) alojamiento y vivienda bsicos, (c) vestidos apropiados, y (d) servicios mdicos y sanitarios esenciales.153 Tambin se dispone que las autoridades debern realizar esfuerzos especiales para garantizar la participacin plena de las mujeres en condicin de desplazamiento en la planeacin y la distribucin de estas prestaciones bsicas. Este derecho debe leerse tambin a la luz de lo dispuesto en los Principios 24 a 27 reseados en el Anexo 3, ya que es a travs de la provisin de asistencia humanitaria que las autoridades satisfacen este deber mnimo en relacin con la subsistencia digna de los desplazados. Esta asistencia humanitaria se refiere tanto a la ayuda humanitaria de emergencia, que se presta al producirse el desplazamiento, como a los componentes de asistencia mnima durante las etapas de restablecimiento econmico y de retorno. En este sentido, y en cuanto a la ayuda humanitaria de emergencia, debe precisar la Corte que la duracin de la obligacin estatal mnima de proveer ayuda humanitaria de emergencia es, en principio, la que seala la ley: tres meses, prorrogables hasta por otros tres meses para ciertos sujetos. Considera la Sala que este plazo fijado por el legislador no es manifiestamente irrazonable, si se tiene en cuenta que (a) fija una regla clara con base en la cual la persona desplazada puede planificar a corto plazo y tomar decisiones autnomas de auto - organizacin que le permitan acceder a posibilidades razonables de subsistencia autnoma sin estar apremiada por las necesidades inmediatas de subsistencia; y (b) otorga al Estado un plazo igualmente razonable para que disee los programas especficos que sean del caso para
153 La ayuda humanitaria de emergencia prevista en el artculo 15 de la Ley 387 de 1997 es similar, o inclusive ms amplia en algunas prestaciones especficas. Dicho artculo dice: De la Atencin Humanitaria de Emergencia. Una vez se produzca el desplazamiento, el Gobierno Nacional iniciar las acciones inmediatas tendientes a garantizar la atencin humanitaria de emergencia con la finalidad de socorrer, asistir y proteger a la poblacin desplazada y atender sus necesidades de alimentacin, aseo personal, manejo de abastecimientos, utensilios de cocina, atencin mdica y psicolgica, transporte de emergencia y alojamiento transitorio en condiciones dignas. En todos los casos de desplazamiento, las autoridades civiles y militares que se encuentren en las zonas receptoras de poblacin desplazada, garantizarn el libre paso de los envos de ayuda humanitaria, el acompaamiento nacional e internacional a la poblacin desplazada y el establecimiento de oficinas temporales o permanentes para la defensa y proteccin de Derechos Humanos y el cumplimiento de las normas del Derecho Internacional Humanitario. Mientras persista la situacin de emergencia se auspiciar la creacin y permanencia de equipos interinstitucionales conformados por entidades estatales y gubernamentales del orden nacional, departamental y municipal, para la proteccin del desplazado y sus bienes patrimoniales El Ministerio Pblico y la Fiscala General de la Nacin emprendern de oficio las investigaciones sobre los hechos punibles que condujeron al desplazamiento. Pargrafo. A la atencin humanitaria de emergencia se tiene derecho por espacio mximo de tres (3) meses, prorrogables excepcionalmente por otros tres (3) ms.
satisfacer sus obligaciones en materia de ayuda para la estabilizacin socioeconmica de los desplazados es decir, le otorga al Estado un trmino justo para programar una respuesta razonable en materia de ayuda para la autosubsistencia del desplazado y su familia -. Ahora bien, dado que el plazo sealado en la ley obedece principalmente a las dos razones indicadas, debe la Corte precisar que existen dos tipos de personas desplazadas que, por sus condiciones particulares, son titulares de un derecho mnimo a recibir ayuda humanitaria de emergencia durante un perodo de tiempo mayor al que fij la ley: se trata de (a) quienes estn en situacin de urgencia extraordinaria, y (b) quienes no estn en condiciones de asumir su autosostenimiento a travs de un proyecto de estabilizacin o restablecimiento socio econmica, como es el caso de los nios que no tengan acudientes y las personas de la tercera edad quienes por razn de su avanzada edad o de sus condiciones de salud no estn en capacidad de generar ingresos; o las mujeres cabeza de familia que deban dedicar todo su tiempo y esfuerzos a cuidar a nios menores o adultos mayores bajo su responsabilidad. En estos dos tipos de situacin, se justifica que el Estado contine proveyendo la ayuda humanitaria requerida para la subsistencia digna de los afectados, hasta el momento en el cual la circunstancia en cuestin se haya superado es decir, hasta que la urgencia extraordinaria haya cesado, o hasta que los sujetos que no estn en posibilidad de cubrir su propio sustento adquieran las condiciones para ello -. Ello deber evaluarse, necesariamente, en cada caso individual. Advierte la Corte que as como el Estado no puede suspender abruptamente la ayuda humanitaria de quienes no estn en capacidad de autosostenerse, tampoco pueden las personas esperar que vivirn indefinidamente de dicha ayuda. 5. El derecho a la salud (artculo 49 C.P.) cuando la prestacin del servicio correspondiente sea urgente e indispensable para preservar la vida y la integridad de la persona ante situaciones de enfermedad o heridas que les amenacen directamente y prevenir las enfermedades contagiosas e infecciosas, de conformidad con el Principio 19. Ahora bien respecto de los nios y nias se aplicar el artculo 44 y en relacin con los menores de un ao, se aplicar el artculo 50 C.P. 6. El derecho a la proteccin (artculo 13 C.P.) frente a prcticas discriminatorias basadas en la condicin de desplazamiento, particularmente cuando dichas prcticas afecten el ejercicio de los derechos que se enuncian en el Principio 22. 7. Para el caso de los nios en situacin de desplazamiento, el derecho a la educacin bsica hasta los quince aos (artculo 67, inciso 3, C.P.). Precisa la Sala que, si bien el Principio 23 establece como deber del Estado proveer la educacin bsica primaria a la poblacin desplazada, el alcance de la obligacin internacional que all se enuncia resulta ampliado por virtud del artculo 67 Superior, en virtud del cual la educacin ser obligatoria entre los cinco y los quince aos de edad, y debe comprender como mnimo un ao de
preescolar y nueve de educacin bsica. Tambin en virtud de lo dispuesto por la Carta Poltica, no es el Estado el nico obligado a garantizar la provisin del servicio educativo en los niveles y a los grupos de edad referidos; tambin esta obligacin cobija a los padres de familia o acudientes quienes no pueden impedir el acceso de sus hijos a la educacin en su lugar de desplazamiento- y a los menores que estn obligados a asistir a los planteles educativos correspondientes -. Por su parte, el Estado est obligado, como mnimo, a garantizar la provisin de un cupo escolar a cada nio desplazado en edad de educacin obligatoria, en un establecimiento educativo pblico?. Es decir, la obligacin mnima del Estado en relacin con la educacin de los nios desplazados es la de garantizar su acceso a la educacin a travs de la provisin de los cupos que sean necesarios en entidades pblicas o privadas de la zona.154 8. En relacin con la provisin de apoyo para el autosostenimiento (artculo 16 C.P.) por va de la estabilizacin socioeconmica de las personas en condiciones de desplazamiento obligacin estatal fijada por la Ley 387 de 1997 y deducible de una lectura conjunta de los Principios Rectores, en especial de los Principios 1, 3, 4, 11 y 18, considera la Corte que el deber mnimo del Estado es el de identificar con la plena participacin del interesado, las circunstancias especficas de su situacin individual y familiar, su proveniencia inmediata, sus necesidades particulares, sus habilidades y conocimientos, y las posibles alternativas de subsistencia digna y autnoma a las que puede acceder en el corto y mediano plazo, con miras a definir sus posibilidades concretas para poner en marcha un proyecto razonable de estabilizacin econmica individual, de participar en forma productiva en un proyecto colectivo, o de vincularse al mercado laboral, as como emplear la informacin que provee la poblacin desplazada para identificar alternativas de generacin de ingresos por parte de los desplazados. Vale la pena precisar que este derecho mnimo de los desplazados no obliga a las autoridades a proveer inmediatamente el soporte material necesario para la iniciacin del proyecto productivo que se formule o para garantizar su acceso al mercado laboral con base en la evaluacin individual a la que haya lugar; si bien tal apoyo se debe necesariamente materializar a travs de los programas y proyectos que las autoridades diseen e implementen para tal fin, el deber mnimo y de inmediato cumplimiento que este derecho impone al Estado es el de acopiar la informacin que le permita prestar la debida atencin y consideracin a las condiciones particulares de cada desplazado o familia de desplazados, identificando con la mayor precisin y diligencia posible sus capacidades personales, para extraer de tal evaluacin unas conclusiones slidas que faciliten la creacin de oportunidades de estabilizacin que
154 Esta fue la orden impartida por la Corte en la sentencia T-215 de 2002 a la Secretara de Educacin Municipal demandada: Disponer el ingreso al sistema educativo de los nios tutelantes, usando los cupos disponibles en los colegios de la zona. Este trato preferente a los nios en condiciones de desplazamiento se justifica no slo por ser la educacin un derecho fundamental del que son titulares, como todos los dems menores de edad que se encuentren en territorio nacional, sino porque dadas sus condiciones de especial vulnerabilidad son sujetos de proteccin constitucional reforzada, lo cual se traduce en materia educativa en que si no se garantiza como mnimo su educacin bsica, ello agravar las repercusiones de su desplazamiento sobre su autonoma personal y el ejercicio de sus derechos.
respondan a las condiciones reales de cada desplazado, y que puedan a su turno, ser incorporadas en los planes de desarrollo nacional o territorial. 9. Finalmente, en relacin con el derecho al retorno y al restablecimiento, las autoridades estn obligadas a (i) no aplicar medidas de coercin para forzar a las personas a que vuelvan a su lugar de origen o a que se restablezcan en otro sitio; (ii) no impedir que las personas desplazadas retornen a su lugar de residencia habitual o se restablezcan en otro punto del territorio, precisndose que cuando existan condiciones de orden pblico que hagan prever un riesgo para la seguridad del desplazado o su familia en su lugar de retorno o restablecimiento, las autoridades deben advertir en forma clara, precisa y oportuna sobre ese riesgo a quienes les informen sobre su propsito de regresar o mudarse de lugar; (iii) proveer la informacin necesaria sobre las condiciones de seguridad existentes en el lugar de retorno, as como el compromiso en materia de seguridad y asistencia socioeconmica que el Estado asumir para garantizar un retorno seguro y en condiciones dignas; (iv) abstenerse de promover el retorno o el restablecimiento cuando tal decisin implique exponer a los desplazados a un riesgo para su vida o integridad personal, en razn de las condiciones de la ruta y del lugar de llegada por lo cual toda decisin estatal de fomentar el regreso individual o colectivo de personas desplazadas a su lugar de origen, o su restablecimiento en otro punto geogrfico, debe estar precedida por un estudio sobre las condiciones de orden pblico del lugar al cual habrn de volver, cuyas conclusiones debern comunicarse a los interesados en forma previa al acto de retornar o restablecerse. 10.Las rdenes Esta Corporacin ha emitido dos tipos de rdenes, dependiendo de la magnitud del problema que genera la vulneracin de los derechos objeto de tutela. Ha proferido rdenes de ejecucin simple, generalmente referidas a rdenes de abstencin o de accin que pueden ser efectuadas por una autoridad sin el concurso de otras. Tambin ha dictado rdenes complejas, que exigen procesos de ejecucin compleja, involucran a varias autoridades y requieren acciones coordinadas.155 En el caso presente, la Sala Tercera de Revisin dar dos tipos de rdenes. Unas rdenes de ejecucin compleja, relacionadas con el estado de cosas inconstitucional y dirigidas a garantizar los derechos de toda la poblacin desplazada, independientemente de que hayan o no acudido a la accin de tutela para la proteccin de sus derechos. Tales rdenes tienen como finalidad
155 En la sentencia T-595 de 2002, MP: Manuel Jos Cepeda Espinosa, la Corte hizo la siguiente distincin doctrinaria: En sntesis, las prestaciones programticas que surgen de un derecho fundamental le imponen un derrotero a la administracin en el diseo de polticas pblicas que gradualmente aseguren el cumplimiento de las mismas. Estas prestaciones son tambin garantas puesto que no son meros enunciados de buenos propsitos y buenas intenciones que la administracin, si as lo desea, puede tratar de alcanzar. Precisamente el avance progresivo en el cumplimiento de estas prestaciones se garantiza mediante procesos de ejecucin compleja de los mandatos constitucionales, a diferencia de las garantas que impiden hacer las cuales son generalmente de ejecucin simple puesto que se realizan en virtud de una orden de abstencin dirigida al Estado que con su accin estaba violando o amenazando un derecho.
que las entidades encargadas de atender a la poblacin desplazada establezcan, en un plazo prudencial, y dentro de la rbita de sus competencias, los correctivos que sean necesarios para superar los problemas de insuficiencia de recursos destinados y de precariedad de la capacidad institucional para implementar la poltica estatal de atencin a la poblacin desplazada. Las rdenes de carcter simple que tambin se dictarn en este proceso estn dirigidas a responder las peticiones concretas de los actores en la presente accin de tutela, y resultan compatibles con la lnea jurisprudencial de la Corte Constitucional para la proteccin de los derechos de la poblacin en situacin de desplazamiento. 10.1. Ordenes para la superacin del estado de cosas inconstitucional. En cuanto a las rdenes necesarias para superar la vulneracin masiva y continua de los derechos de la poblacin desplazada originada en factores estructurales, la Corte declarar la existencia de un estado de cosas inconstitucional y lo comunicar a las autoridades con responsabilidades en el tema, para que adopten, dentro de la rbita de sus competencias, y en un tiempo razonable, los correctivos que sean necesarios. Estas rdenes estn dirigidas a que se adopten decisiones que permitan superar tanto la insuficiencia de recursos, como las falencias en la capacidad institucional. Ello no implica que por va de tutela, el juez est ordenando un gasto no presupuestado o est modificando la programacin presupuestal definida por el Legislador. Tampoco est delineando una poltica, definiendo nuevas prioridades, o modificando la poltica diseada por el Legislador y desarrollada por el Ejecutivo. La Corte, teniendo en cuenta los instrumentos legales que desarrollan la poltica de atencin a la poblacin desplazada, el diseo de esa poltica y los compromisos asumidos por las distintas entidades, est apelando al principio constitucional de colaboracin armnica entre las distintas ramas del poder para asegurar que el deber de proteccin efectiva de los derechos de todos los residentes del territorio nacional, sea cumplido y los compromisos definidos para tal proteccin sean realizados con seriedad, transparencia y eficacia. 10.1.1. Por ello, en primer lugar y dado que el Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada es el rgano encargado de formular la poltica y de garantizar la asignacin presupuestal para los programas de atencin a la poblacin desplazada, y que en dicho rgano participan las principales autoridades nacionales con responsabilidades en la materia, la Sala le comunicar del estado de cosas inconstitucional para que sea esta instancia la que determine la forma como pueda superarse la insuficiencia de recursos y las falencias en la capacidad institucional. En consecuencia, ordenar que a ms tardar el 31 de marzo de 2004 ese rgano defina la dimensin del esfuerzo presupuestal que es necesario para
atender los compromisos definidos en la poltica y establezca la forma como contribuirn a dicho esfuerzo la Nacin, las entidades territoriales y la cooperacin internacional. Ello supone que tal instancia y sus miembros, en cumplimiento del deber de proteccin eficaz de los derechos de la poblacin desplazada, determinen los mecanismos de consecucin de tales recursos, adopten las decisiones que sean necesarias y establezcan alternativas viables para superar los posibles obstculos que se presenten. Con este mismo fin, y dada la importancia que tiene la consecucin de recursos suficientes para la atencin de la poltica como instrumento para superar el estado de cosas inconstitucional, es fundamental que al logro de este objetivo concurran el Ministro de Hacienda y Crdito Pblico y el Director de Planeacin Nacional para que contribuyan a que las metas presupuestales que requiere la poltica de atencin a la poblacin desplazada se alcancen. Por ello, se comunicar especialmente esta sentencia a tales altos los funcionarios mencionados para que dentro de la rbita de sus competencias adopten decisiones conducentes a la superacin del estado de cosas inconstitucional. La obtencin de tales recursos deber realizarse dentro del ao siguiente a la comunicacin de la presente sentencia y, de no ser posible, se aplicar lo dispuesto en esta sentencia. Teniendo en cuenta que uno de los factores que ha generado la insuficiencia de recursos es el bajo compromiso de las entidades territoriales en la destinacin de recursos apropiados para atender a la poblacin desplazada, ya sea porque carecen de recursos suficientes o porque no han colocado como tema prioritario de la agenda poltica la atencin de la poblacin desplazada. Por ello, es preciso que tales entidades adopten decisiones que garanticen un mayor compromiso, como lo ordena el artculo 7 de la Ley 387 de 1997 al sealar que las autoridades territoriales convocarn los Comits de Atencin a la Poblacin Desplazada. Dicha convocatoria es obligatoria en los municipios en donde se presenten situaciones de desplazamiento forzado, segn el pargrafo 3 de dicho artculo. El gobierno nacional, por intermedio del Ministerio del Interior, debe promover su creacin. Las autoridades territoriales competentes determinarn el volumen de recursos que destinarn a la atencin de la poblacin desplazada y definirn los programas y componentes prioritarios de atencin que asumirn. Para lograr una adecuada coordinacin entre las autoridades nacionales y las territoriales, los alcaldes y gobernadores donde existan asentamientos de desplazados es necesario que tales decisiones sean adoptadas en un plazo breve y que se informe al Consejo Nacional de las decisiones adoptadas, a ms tardar el 31 de marzo de 2004, a fin de que tales compromisos puedan ser tenidos en cuenta por ese rgano. Por otra parte, dada la importancia de la cooperacin internacional como mecanismo para complementar los recursos que apropien la Nacin y las entidades territoriales para la atencin de la poblacin desplazada, la Ministra de Relaciones Exteriores, dentro de la rbita de sus competencias, definir la estrategia de promocin de esta poltica para que sta reciba atencin prioritaria de la comunidad internacional.
Si luego de establecer la dimensin del esfuerzo presupuestal requerido y de evaluar los mecanismos de consecucin de tales recursos, el Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia concluye que los compromisos asumidos en la poltica estatal no podrn ser cumplidos tal como han sido definidos por la Ley 387 de 1997 y sus decretos reglamentarios, as como en los documentos CONPES, en aras de los principios de transparencia y eficacia podr redefinir tales compromisos de tal manera que exista concordancia entre las obligaciones jurdicas definidas mediante procesos democrticos por las autoridades competentes, de un lado, y los recursos efectivamente destinados a cumplir tales obligaciones. Dicha redefinicin deber hacerse pblicamente, ofreciendo oportunidades suficientes de participacin a los representantes de las asociaciones de desplazados, y expresando las razones especficas que justifican tal decisin, siempre que se le asegure a todos los desplazados el goce efectivo de sus derechos sealados en apartado 9 de esta sentencia. Esta redefinicin no tiene necesariamente que conducir a una disminucin del alcance de los derechos de los desplazados. No obstante, si ello fuera ineludible, despus de agotar todas las alternativas razonables, tales decisiones debern cumplir con las condiciones establecidas en el apartado 8 de esta sentencia, esto es, no podrn ser discriminatorias, debern ser medidas necesarias, ser temporales y condicionadas a que en un futuro, cuando las condiciones que llevaron a su adopcin desaparezcan, se retome el camino del avance progresivo de los derechos. Y en todo caso, deber asegurarse el goce efectivo de los mnimos de los cuales depende el ejercicio del derecho a la vida en condiciones de dignidad como seres humanos distintos y autnomos. Adicionalmente, en razn a que el otro factor que contribuye al estado de cosas inconstitucional en materia de desplazamiento forzado interno son las falencias en la capacidad institucional para implementar la poltica de atencin a la poblacin desplazada, que ha llevado a que el Estado no responda de manera oportuna y eficaz a la situacin diferente y especial en que se encuentran los desplazados respecto del resto de la poblacin en cada una de las tres etapas en que se ha dividido, se ordenar al Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia que dentro de los 3 meses siguientes a la comunicacin de la presente sentencia, adopte un programa de accin, con un cronograma preciso, encaminado a corregir las falencias en la capacidad institucional, por lo menos, en lo que respecta a las que fueron expuestas en los informes aportados al presente proceso y resumidas en el apartado 6 y el Anexo 5 de esta sentencia. 10.1.2. A lo largo de este proceso se hizo evidente que buena parte de la poblacin desplazada se le desconoce ese mnimo de proteccin que debe ser siempre satisfecho. La tardanza en atender las solicitudes de los desplazados y el tiempo demasiado largo que le toma al Estado proveer la ayuda humanitaria de emergencia, as como la baja cobertura de los distintos programas y la insuficiente informacin y orientacin que reciben los desplazados, resaltan esa vulneracin y la urgencia de adoptar los correctivos necesarios. Por lo
tanto, el Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada, en un plazo mximo de 6 meses, contados a partir de la comunicacin de la presente sentencia, deber concluir las acciones encaminadas a que todos los desplazados gocen efectivamente del mnimo de proteccin de sus derechos a que se hizo referencia en el apartado 9 de esta sentencia. Teniendo en cuenta la incidencia que pueden tener las decisiones que adopte el Consejo Nacional sobre los derechos de la poblacin desplazada, tambin es vital que se permita a quienes puedan verse afectados por una decisin, tomar parte en el proceso para su adopcin. Por lo anterior, en la adopcin de las decisiones relativas a la superacin del estado de cosas inconstitucional, deber ofrecerse a las organizaciones que representan a la poblacin desplazada la oportunidad de participar de manera efectiva. Ello implica, como mnimo, conocer con anticipacin la decisin proyectada, recibir la oportunidad para hacerle observaciones y que las observaciones que presenten a los proyectos de decisiones sean debidamente valoradas, de tal forma que haya una respuesta respecto de cada observacin, pero sin que ello implique que se deban concertar las decisiones. 156 10.1.3. La Corte constat a travs del estudio de los expedientes que varias autoridades y entidades encargadas de la atencin a la poblacin desplazada han incorporado la interposicin de la accin de tutela como requisito previo para acceder a los beneficios definidos en la Ley 387 de 1997. Tal prctica resulta contraria al artculo 2 de la Carta, y da lugar a lo previsto en el artculo 24 del Decreto 2591 de 1991, que establece que el juez de tutela puede prevenir a las autoridades para que no repitan las acciones u omisiones que generaron la violacin de los derechos. Por lo cual, en el caso presente, se prevendr a las distintas autoridades para que no incurran de nuevo en dicha prctica manifiestamente contraria a los deberes de cualquier autoridad administrativa cuya finalidad es servir a la comunidad (artculos 2 y 209 C.P.), por lo cual la Constitucin los considera servidores pblicos (artculos 123 y 124 C.P.) cuya responsabilidad es definida por la ley.
156 El inciso 2 del pargrafo 1 del Artculo 6, Ley 387 de 1997, prev la posibilidad de que Consejo Nacional para la Atencin Integral de la Poblacin Desplazada, invite a representantes de las organizaciones de desplazados a participar en las reuniones de ste rgano, cuando la naturaleza del desplazamiento as lo aconseje. A falta de norma especfica para el caso de la poltica de atencin a la poblacin desplazada, puee acudirse a las normas generales. Un ejemplo de tales disposiciones se encuentra en el Decreto 2130 de 1992, expedido en desarrollo del artculo 20 transitorio de la Constitucin, estipul en su artculo primero que corresponde a los Ministros, Directores de Departamentos Administrativos, Directores, Presidentes o Gerentes de entidades descentralizadas, Superintendentes y Jefes de entidades u organismos administrativos de la rama ejecutiva nacional, ejercer las siguientes funciones: "1. Sealar los proyectos de decisiones de carcter general que por razn de sus implicaciones sea conveniente colocar en conocimiento de los ciudadanos y grupos interesados para escuchar previamente sus opiniones al respecto"; "2. Disponer que se informe pblicamente a los eventuales interesados, por los medios que estime adecuados, sobre el contenido bsico, el propsito y los alcances de los proyectos de decisiones administrativas de carcter general a que hace referencia el numeral anterior. En el respectivo informe deber sealarse el plazo dentro del cual se podrn presentar sus observaciones. En todo caso la autoridad administrativa adoptar autnomamente la decisin que a su juicio sirva mejor el inters general"; "3. Disponer el registro pblico de tales observaciones y de las respuestas que la entidad hubiere dado a las presentadas por quienes representen sectores significativos de la comunidad y por organizaciones no gubernamentales promotoras del inters pblico"; "9. Elaborar un informe anual sobre el cumplimiento de estas funciones el cual deber ser anexado al informe que presenten al Congreso de la Repblica o al Ministro o Director del Departamento Administrativo correspondiente en la oportunidad que ste seale".
As, cuando las distintas autoridades reciban una peticin proveniente de un desplazado, en la cual se solicite la proteccin de alguno de sus derechos, la autoridad competente proceder a: 1) incorporarlo en la lista de desplazados peticionarios, 2) informarle al desplazado dentro del trmino de 15 das el tiempo mximo dentro del cual le dar respuesta a la solicitud; 3) informarle dentro del trmino de 15 das si la solicitud cumple con los requisitos para su trmite, y en caso contrario, indicarle claramente cmo puede corregirla para que pueda acceder a los programas de ayuda; 4) si la solicitud cumple con los requisitos, pero no existe la disponibilidad presupuestal, adelantar los trmites necesarios para obtener los recursos, determinar las prioridades y el orden en que las resolver; 5) si la solicitud cumple con los requisitos y existe disponibilidad presupuestal suficiente, la informar cundo se har efectivo el beneficio y el procedimiento se seguir para lo reciba efectivamente. En todo caso, deber abstenerse de exigir un fallo de tutela para cumplir sus deberes legales y respetar los derechos fundamentales de los desplazados. Este mismo procedimiento deber realizarse en relacin con las peticiones de los actores en el presente proceso de tutela, en particular para las solicitudes de otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de restablecimiento socio econmico. 10.1.4. Otra de las quejas frecuentes contra la poltica de atencin a los desplazados y detectado por la Sala al examinar los expedientes objeto de revisin, consiste en que con frecuencia las autoridades encargadas de atenderlos no se aseguran que estas personas reciban un trato digno y respetuoso de sus derechos, lo cual resulta contrario al deber de proteccin constitucional de los derechos previsto en el artculo 2 de la Carta y a los principios que orientan la poltica de atencin a la poblacin desplazados plasmados en el artculo 2 de la Ley 387 de 1997. En efecto, de los expedientes se deduce que algunos funcionarios administrativos los someten a un eterno peregrinaje institucional y a trmites innecesarios, no les dan informacin oportuna y completa acerca de sus derechos o simplemente ignoran sus solicitudes. A este problema contribuye el hecho que quien adquiere la condicin de desplazado en razn de la violencia no conoce sus derechos derivados de dicha condicin. De tal manera que se ordenar a la Red de Solidaridad Social que instruya a las personas encargadas de atender a los desplazados para que les informen de manera inmediata, clara y precisa cules son los derechos orientados a garantizarles un tratamiento digno por parte de las autoridades y verifique que ello realmente suceda. Estos derechos han sido desarrollados por la ley y conforman una carta de derechos bsicos de toda persona que ha sido vctima de desplazamiento forzado interno. As, a cada desplazado se le informar que: 1. Tiene derecho a ser registrado como desplazado, solo o con su ncleo familiar. 2. Conserva todos sus derechos fundamentales y por el hecho del desplazamiento no ha perdido ninguno de sus derechos constitucionales
sino que por el contrario es sujeto de especial proteccin por el Estado; 3. Tiene derecho a recibir ayuda humanitaria inmediatamente se produzca el desplazamiento y por el trmino de 3 meses, prorrogables por 3 meses ms y que tal ayuda comprende, como mnimo, a) alimentos esenciales y agua potable, (b) alojamiento y vivienda bsicos, (c) vestido adecuado, y (d) servicios mdicos y sanitarios esenciales. 4. Tiene derecho a que se le entregue el documento que lo acredita como inscrito en una entidad promotora de salud, a fin de garantizar su acceso efectivo a los servicios de atencin en salud; 5. Tiene derecho a retornar en condiciones de seguridad a su lugar de origen y sin que se le pueda obligar a regresar o a reubicarse en alguna parte especfica del territorio nacional; 6. Tiene derecho a que se identifiquen, con su plena participacin, las circunstancias especficas de su situacin personal y familiar para definir, mientras no retorne a su lugar de origen, cmo puede trabajar con miras a generar ingresos que le permita vivir digna y autnomamente. 7. Tiene derecho, si es menor de 15 aos, a acceder a un cupo en un establecimiento educativo. 8. Estos derechos deben ser inmediatamente respetados por las autoridades administrativas competentes, sin que stas puedan establecer como condicin para otorgarle dichos beneficios que interponga acciones de tutela, aunque est en libertad para hacerlo; 9. Como vctima de un delito, tiene todos los derechos que la Constitucin y las leyes le reconocen por esa condicin para asegurar que se haga justicia, se revele la verdad de los hechos y obtenga de los autores del delito una reparacin. Si bien esta carta de derechos del desplazado no implica que sus dems derechos puedan ser desconocidos, ni que el desplazado obtenga, por conocer dicha carta, una proteccin automtica de sus derechos bsicos, s garantiza, por lo menos, que se le provea informacin oportuna y completa sobre los deberes de las autoridades y respecto de la especial proteccin que ha de recibir por el hecho del desplazamiento. 10.2. Las rdenes necesarias para responder a las solicitudes de los accionantes en el presente proceso. Tal como se recogi en los antecedentes de esta sentencia, las acciones de tutela se interpusieron ante la falta de respuesta de las instituciones a las solicitudes para el otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de restablecimiento socio econmico, as como para el acceso a los
servicios de salud, educacin o para la prestacin de ayuda humanitaria de emergencia, o para que se les inscribiera como desplazado en el Sistema nico de Registro. A travs de la accin de tutela los actores esperan una respuesta de fondo y oportuna a sus solicitudes que se traduzca en la materializacin de dichas ayudas. Sin embargo, como tambin surge de los expedientes objeto de revisin, en muchos de los casos, los actores no cumplieron con el procedimiento definido para la obtencin de la ayuda solicitada, ya sea porque no se postularon para el auxilio de vivienda, no presentaron un proyecto productivo, o no adelantaron los trmites mnimos para la solicitud de la ayuda. En otros casos, los peticionarios cumplieron con todos los requisitos, recibieron una respuesta afirmativa de la entidad, pero estn esperando que la ayuda solicitada fuera efectivamente entregada. Por lo anterior, dado que incluso entre peticionarios que interpusieron la accin de tutela de manera conjunta existe una situacin distinta, no es posible ordenar de manera general que se entreguen las ayudas solicitadas, sino que es necesario que se examine cada caso separadamente para determinar si ha habido una violacin de sus derechos. En todo caso reitera la Sala que la accin de tutela no puede ser empleada para alterar el orden en que sern entregadas las ayudas solicitadas ni para desconocer los derechos de otros desplazados que no acudieron a la accin de tutela y que se encuentran, en igualdad de condiciones, a la espera de una respuesta de la entidad. 10.2.1. En consecuencia, la Sala ordenar a las autoridades responsables de dar respuesta a las solicitudes de ayuda relativas al acceso a alguno de los programas de estabilizacin econmica trabajos temporales, proyectos productivos, capacitacin, seguridad alimentaria, etc.- y de vivienda, que dentro del mes siguiente a la notificacin de esta sentencia, si no lo han hecho todava, den respuesta de fondo a las solicitudes de los peticionarios, siguiendo los lineamientos descritos anteriormente en el prrafo 10.1.3. Esta orden sigue la lnea jurisprudencial fijada por la Corte en la materia, en casos similares a los que originaron la presente tutela, en especial las sentencias T721 de 2003, MP: lvaro Tafur Galvis y T-602 de 2003, MP; Jaime Araujo Rentera, sobre derecho a la vivienda; T-669 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, sobre proteccin de los derechos de peticin y trabajo y acceso a las diferentes alternativas de consolidacin econmica; T-419 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra, sobre vivienda y estabilizacin econmica. 10.2.2. Acogiendo una orden similar a la dada por la Corte en la sentencia T215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio en cuanto a la forma como deben ser resueltas las solicitudes de inscripcin en el Registro nico de Poblacin Desplazada, en la presente sentencia se ordenar a la Red de Solidaridad, que a travs de las distintas seccionales de las zonas donde se encuentran los actores, adelante la evaluacin de la situacin de los peticionarios en un plazo no mayor a 8 das, contados a partir de la notificacin de esta sentencia, para determinar si cumplen las condiciones objetivas del desplazamiento y, en caso
afirmativo, darles acceso inmediato a las ayudas previstas para su proteccin. 10.2.3. Igualmente, en relacin con las solicitudes de entrega de la ayuda humanitaria de emergencia, la Red de Solidaridad Social, deber adelantar las gestiones necesarias para que en un plazo no mayor de 8 das contados a partir de la notificacin de la presente sentencia, se conceda efectivamente, si an no lo ha hecho, la ayuda humanitaria solicitada a los peticionarios. En lo que tiene que ver con las solicitudes de prrroga de la ayuda humanitaria de emergencia, la Red de Solidaridad Social deber iniciar dentro de los 8 das siguientes a la notificacin de este fallo, la evaluacin, caso por caso, de la situacin de los peticionarios para determinar si existen las condiciones objetivas de urgencia extraordinaria, que indican que tales personas no estn en condiciones de asumir su autosostenimiento a travs de un proyecto de estabilizacin o de restablecimiento socio econmico, y se justifica la continuacin de la ayuda humanitaria, independientemente de que el plazo de 3 meses y su prrroga hasta por otros 3 meses ms haya sido superado. En el evento que las condiciones de urgencia extraordinaria o incapacidad para acceder a los programas de estabilizacin econmica se presenten, la Red de Solidaridad Social deber aplicar de manera preferente la Constitucin, y continuar prestando dicha ayuda mientras tales condiciones subsistan. 10.2.4. En el caso de las solicitudes de acceso efectivo al sistema de seguridad social en salud y la entrega de medicamentos, teniendo en cuenta lo ordenado por esta Corte en su jurisprudencia, en particular en las sentencias T-419 y T645 de 2003, MP: Alfredo Beltrn Sierra, y T-790 de 2003, MP: Jaime Crdoba Trivio, se ordenar a la Red de Solidaridad Social y a las Secretaras de Salud de las entidades territoriales en las cuales se encuentren ubicados los accionantes, para que en el plazo mximo de 15 das contados a partir de la notificacin de la presente sentencia, adelanten de manera coordinada, si an no lo han hecho, todas las acciones necesarias para garantizar el acceso efectivo de los accionantes al sistema de salud, y se les garantice el suministro de los medicamentos que requieran para su tratamiento. 10.2.5. En el caso de las solicitudes de acceso efectivo al sistema educativo de los menores de edad hasta los 15 aos, teniendo en cuenta lo ordenado por esta Corporacin en su jurisprudencia, en particular en las sentencias T-268 de 2003, MP: Marco Gerardo Monroy Cabra, y T-215 de 2002, MP: Jaime Crdoba Trivio, se ordenar a la Red de Solidaridad Social y a las Secretaras de Educacin de las entidades territoriales en las cuales se encuentren ubicados los accionantes, para que en el plazo mximo de un mes, contados a partir de la notificacin de la presente tutela, adelanten todas las acciones necesarias para garantizar el acceso efectivo de los accionantes al sistema de educativo. 10.2.6. En cuanto a la solicitud de proteccin de las tierras, propiedades y posesiones dejadas abandonadas por los desplazados, la Corte ordenar a la Red de Solidaridad Social, como coordinador de la poltica de atencin a la poblacin desplazada y administrador del Sistema nico de Registro de la
Poblacin Desplazada, que incluya como parte de la informacin solicitada al desplazado, la relativa a predios rurales que posea o de los que sea propietario, precisando la titularidad de los derechos constituidos y las caractersticas bsicas del inmueble, a fin de que con base en dicha informacin se proceda a dar aplicacin al procedimiento y a los mecanismos de proteccin de tales bienes previstos en el Decreto 2007 de 2001. 10.2.7. En relacin con las solicitudes de conformacin de comits territoriales para la creacin de programas especiales de estabilizacin econmica, vivienda o seguridad alimentaria, la Corte no dar una orden especfica en este sentido, no slo porque no existe un derecho constitucional fundamental a que se conforme un rgano como ese con dicho propsito. No obstante, las rdenes generales dirigidas a superar el estado de cosas constitucional comprenden dicha solicitud puesto que cada entidad territorial, dentro de lo dispuesto por las normas vigentes, habr de determinar la forma como cumplirn con el deber de proteccin a la poblacin desplazada, lo cual podr incluir la conformacin de tales comits. 10.2.8. En cuanto a la solicitud de declarar que las omisiones del Director de la Red de Solidaridad Social constituyen causal de mala conducta, la Corte tambin se abstendr de dictar una orden en este sentido, pues no existe un derecho genrico a que se sancione por las acciones u omisiones de otros funcionarios a quien la Ley 387 de 1997 asign una responsabilidad principal de coordinacin de la respuesta institucional a un problema de la magnitud y complejidad del desplazamiento forzado. La determinacin de la existencia de una falta disciplinaria corresponde a la Procuradura General de la Nacin, la cual analiza en cada caso concreto si se ha incurrido o no en una causal de mala conducta previamente definida por el legislador. 10.2.9. En cuanto a la solicitud para una de las personas inscritas bajo un ncleo familiar sea desvinculada de l y se le permita continuar recibiendo la ayuda humanitaria como un ncleo familiar, la Sala, teniendo en cuenta la especial proteccin de la mujer cabeza de familia segn lo indicado en el apartado 3 de esta sentencia, conceder la tutela. Aun cuando, de conformidad con lo que establece el Decreto 2591 de 1991 los trminos para el cumplimiento de las rdenes se cuentan a partir de la notificacin del fallo, nada impide que el Director de la Red de Solidaridad y los dems funcionarios responsables de la poltica de atencin a la poblacin desplazada a quienes se les comunique el presente fallo, agilicen el cumplimiento de las rdenes, a fin de garantizar en el menor tiempo posible los derechos a la poblacin desplazada. Para asegurar el cumplimiento de estas rdenes por parte de las distintas autoridades, se comunicar la presente sentencia al Defensor del Pueblo y al Procurador General de la Nacin para que, dentro de la rbita de sus competencias, efecten un seguimiento del cumplimiento del presente fallo y vigilen la actuacin de las autoridades.
IV.
DECISION
En mrito de lo anterior, la Sala Tercera de Revisin de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitucin, RESUELVE PRIMERO.- DECLARAR la existencia de un estado de cosas inconstitucional en la situacin de la poblacin desplazada debido a la falta de concordancia entre la gravedad de la afectacin de los derechos reconocidos constitucionalmente y desarrollados por la ley, de un lado, y el volumen de recursos efectivamente destinado a asegurar el goce efectivo de tales derechos y la capacidad institucional para implementar los correspondientes mandatos constitucionales y legales, de otro lado. SEGUNDO.- COMUNICAR, por medio de la Secretara General, dicho estado de cosas inconstitucional al Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia, para que dentro de la rbita de su competencia y en cumplimiento de sus deberes constitucionales y legales verifique la magnitud de esta discordancia y disee e implemente un plan de accin para superarla dando especial prioridad a la ayuda humanitaria dentro de los plazos que a continuacin se indican: a. A ms tardar el 31 de marzo de 2004, el Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia habr de (i) precisar la situacin actual de la poblacin desplazada inscrita en el Sistema nico de Registro, determinando su nmero, ubicacin, necesidades y derechos segn la etapa de la poltica correspondiente; (ii) fijar la dimensin del esfuerzo presupuestal que es necesario para cumplir con la poltica pblica encaminada a proteger los derechos fundamentales de los desplazados; (iii) definir el porcentaje de participacin en la apropiacin de recursos que corresponde a la Nacin, a las entidades territoriales y a la cooperacin internacional; (iv) indicar el mecanismo de consecucin de tales recursos, y (v) prever un plan de contingencia para el evento en que los recursos provenientes de las entidades territoriales y de la cooperacin internacional no lleguen en la oportunidad y en la cuanta presupuestadas, a fin de que tales faltantes sean compensados con otros medios de financiacin. b. Dentro del ao siguiente a la comunicacin de la presente sentencia, el Director de la Red de Solidaridad Social, los Ministros de Hacienda y Crdito Pblico y del Interior y de Justicia, as como el Director del Departamento Nacional de Planeacin y los dems miembros del Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la
Violencia, realizarn todos los esfuerzos necesarios para asegurar que la meta presupuestal por ellos fijada se logre. Si dentro del lapso de ese ao, o antes, resulta evidente que no es posible asignar el volumen de recursos establecido, debern (i) redefinir las prioridades de esa poltica y (ii) disear las modificaciones que ser necesario introducir a la poltica estatal de atencin a la poblacin desplazada. En todo caso, para la adopcin de estas decisiones, deber asegurarse el goce efectivo de los mnimos de los cuales depende el ejercicio del derecho a la vida en condiciones de dignidad, sealado en la seccin 9 de esta sentencia. c. Ofrecer a las organizaciones que representan a la poblacin desplazada oportunidades para participar de manera efectiva en la adopcin de las decisiones que se tomen con el fin de superar el estado de cosas inconstitucional e informarles mensualmente de los avances alcanzados. TERCERO COMUNICAR, por medio de la Secretara General, el estado de cosas inconstitucional al Ministro del Interior y de la Justicia, para que promueva que los gobernadores y alcaldes a que se refiere el artculo 7 de la Ley 387 de 1997, adopten las decisiones necesarias para asegurar que exista coherencia entre las obligaciones, constitucional y legalmente definidas, de atencin a la poblacin desplazada a cargo de la respectiva entidad territorial y los recursos que debe destinar para proteger efectivamente sus derechos constitucionales. En la adopcin de tales decisiones ofrecern oportunidades suficientes de participacin efectiva a las organizaciones que representen los intereses de la poblacin desplazada. Las decisiones adoptadas sern comunicadas al Consejo Nacional a ms tardar el 31 de marzo de 2004. CUARTO - ORDENAR al Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia que dentro de los 3 meses siguientes a la comunicacin de la presente sentencia, adopte un programa de accin, con un cronograma preciso, encaminado a corregir las falencias en la capacidad institucional, por lo menos, en lo que respecta a las que fueron expuestas en los informes aportados al presente proceso y resumidas en el apartado 6 y el Anexo 5 de esta sentencia. QUINTO.- ORDENAR al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada, que en un plazo mximo de 6 meses, contados a partir de la comunicacin de la presente sentencia, concluya las acciones encaminadas a que todos los desplazados gocen efectivamente del mnimo de proteccin de sus derechos a que se hizo referencia en el apartado 9 de esta sentencia. SEXTO.- COMUNICAR, por Secretara General, la presente sentencia al Ministro de Hacienda y Crdito Pblico, y al Director del Departamento Nacional de Planeacin, para lo de su competencia. SEPTIMO. -COMUNICAR, por Secretara General, la presente sentencia a la Ministra de Relaciones Exteriores, para lo de su competencia.
OCTAVO.- PREVENIR a todas las autoridades nacionales y territoriales responsables de la atencin a la poblacin desplazada en cada uno de sus componentes, que en lo sucesivo se abstengan de incorporar la interposicin de la accin de tutela como requisito para acceder a cualquiera de los beneficios definidos en la ley. Tales servidores pblicos debern atender oportuna y eficazmente las peticiones, en los trminos de la orden dcima de esta sentencia. NOVENO.- Comunicar la presente sentencia al Director de la Red de Solidaridad Social para lo de su competencia y ORDENARLE que instruya a las personas encargadas de atender a los desplazados, para que les informen de manera inmediata, clara y precisa la carta de derechos bsicos de toda persona que ha sido vctima de desplazamiento forzado interno sealada en el apartado 10.1.4. de esta sentencia y establezca mecanismos para verificar que ello realmente suceda. DCIMO.- En relacin con las rdenes puntuales para el otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de restablecimiento socioeconmico, la Red de Solidaridad Social, el Inurbe o quien haga sus veces, FUDUIFI o quien haga sus veces, INCORA o quien haga sus veces, as como las entidades encargadas de estos programas a nivel departamental y municipal, debern contestar de fondo, de manera clara y precisa las peticiones presentadas por los actores en el presente proceso, teniendo en cuenta los siguientes criterios: 1) incorporar la solicitud en la lista de desplazados peticionarios; 2) Informar al peticionario dentro del trmino de 15 das el tiempo mximo dentro del cual le dar respuesta a la solicitud; 3) Informar al peticionario dentro del trmino de 15 das si la solicitud cumple con los requisitos para su trmite, y en caso contrario, indicarle claramente cmo puede corregirla para que pueda acceder a los programas de ayuda; 4) Si la solicitud cumple con los requisitos, pero no existe la disponibilidad presupuestal, adelantar los trmites necesarios para obtener los recursos, determinar las prioridades y el orden en que las resolver; 5) Si la solicitud cumple con los requisitos y existe disponibilidad presupuestal suficiente, la informar cundo se har efectivo el beneficio y el procedimiento se seguir para que lo reciba efectivamente. 6) En todo caso, deber abstenerse de exigir un fallo de tutela para cumplir sus deberes legales y respetar los derechos fundamentales de los desplazados. DCIMO PRIMERO ORDENAR a la Red de Solidaridad, que a travs de las distintas seccionales de las zonas donde se encuentran los actores,
adelante la evaluacin de la situacin de los peticionarios en un plazo no mayor a 8 das, contados a partir de la notificacin de esta sentencia, para determinar si cumplen las condiciones objetivas del desplazamiento y, en caso afirmativo, darles acceso inmediato a las ayudas previstas para su proteccin, en los siguientes procesos: 1. T- 653010. En relacin con los accionantes Ana de Dios Lerez Hernndez, Aurora Balaguera, Deley Mara Casares, Glenis Miranda Castillo, Liliana Guerra, Mara Aracely Tobn, Nstor Juana Garca, Olga Gutirrez, Jos Muoz Monte, Trinidad Snchez y sus ncleos familiares 2. T-619610.- En relacin con el accionante Luis Ganzaga Garca y su ncleo familiar 3. T-675083- En relacin con los accionantes Ever Perilla Morales, Ana Pinilla De Pez, Mireya De Medina, Gabriel Quejada Maquilln, Campo Elas Pulido, Neider Esquivel Garca, Samuel Parra Barreto, Karen Yulieth Polo, Paola Andrea Lozada, Angie Carolina Roa, Ingrid Katherine Narvez, Chelsin Dayana Rodrguez, Cristbal Valencia, Nstor Eduardo Atuesta, Cristian Fabin Ortiz, Charles Robert Monroy, Jessica Camila Cerdoso, Jessica Fernanda Arbelez., y sus respectivos ncleos familiares 4. T-675955 En relacin con los accionantes Nancy Isabel Martnez, Jos Anastasio Velsquez y Hctor Hernando Bernal y sus respectivos ncleos familiares 5. T-675076 En relacin con los accionantes Cruz Helena Moreno Mosquera, Eduardo Cuenut, Fabio de Jess Moreno Flrez, Gabriel de Jess Moreno, Fannery Garzn, Jos Efredy Gmez, Jos Otilio Surez Bartolo, Maria Dora Guevara Vargas, Maria Gleidy Can Rodrguez, Maria Lucelly Lloreda Mosquera, Maria Matilde Ruiz Gallego, Martha Cecilia Caviche, Martha Elena Torrez Machado, Miryan Mosquera Rentera, Nelson Montoya Urrego, Nora Crdoba Mosquera, Roco De Los ngeles Rueda, Ubeibar De Jess Campen Pescador y sus respectivos ncleos familiares 6. T-682674 En relacin con la accionante Elcy Valencia Lozano y su ncleo familiar 7. T-684470 En relacin con el accionante Jorge Elicer Betancourt Mrquez y su ncleo familiar 8. T-685774 En relacin con la accionante Cerafina Huila y su ncleo familiar 9. T-687040 En relacin con la demandante Jackeline Rentera Angulo
10. T-687987 En relacin con los accionantes Alberto Ramrez, Numael Rayo y Ledys Vides Quiroz, Gloria Amparo Moreno Palma y sus respectivos ncleos familiares 11. T-688002 En relacin con los accionantes Gloria Yaneth Hernndez, Carlos Antonio Posada, Liced Yuliana Posada, Jhon Jairo Mayor Snchez, Jos Ignacio Mapura Jimnez, Jorge Elicer B y Mara Nancy Villa, y sus respectivos ncleos familiares 12. T-692204 En relacin con Mara Ligia Quintero Cano, Mara del Trnsito Machado de Mosquera, Alba Cecilia Mena Rentera, Elvia Amparo Cardona Cardona y Mara Paulina Mosquera Crdoba y sus respectivos ncleos familiares 13. T-699715 . En relacin con Maria Fanny Restrepo y su ncleo familiar. 14. T-700727 En relacin con la accionante Mary Ettel Crdoba y su ncleo familiar 15. T-700902 . En relacin con Adriana Pulido, Aida Castao Snchez, Aldemir Osorio Ortegn, Alexander Hernndez, Alfredo Quintero Osorio, Beatriz Osorio Ortegn, Blanca Elina Torres, Carlos Eduardo Lozada, Carlos Eduardo Prez, Clara Ins Alonso, Deicy Lugo Mndez, Diana Maribel Osorio Ortegn, Elma Alonso Osorio Ortegn, Emilsen Osorio Ortegn, Ennesy Lasso Otalvaro, Esperanza Bonilla, Gilberto Cerquera Palomino, Gloria Esmeralda Giraldo, Gustavo Pinto Bahamn, Idel Rogelio Neiva Unda, Israel Rueda, Javier Enrique Toro Guerrero, Jesualdo Daza, Jess Lisandro Zamudio, Jhon Wilmer Garca Pinto, Jos A. Acosta, Jos Adn Gonzlez, Jos Albeiro Marulanda, Jos Alfredo Motta, Jos William Alvarado, Julio Csar Caicedo, Leonardo Lozano, Luis Eduardo Pinto Bahamn, Luz Darly Osorio Ortegn, Luz Dary Chaguala Rodrguez, Luz Dennis Pinto Pez, Luz Marina Pacheco Lozano, Manuel Ignacio Criollo, Maria Belquin Angarita, Mara Noelia Pez, Marleny Solano Vargas, Miller Castaeda, Neifer Osorio Ortegn, Nelson Rindo Quintero, Nobey Pinto Pez, Octavio Snchez Burbano, Orlando Losada Pinto, Orlando Losada Rada, Ramiro Antonio Vargas, Ruth Martnez Arias, Sandra Carolina Gmez, Sandra Patricia Pinto, Sandro Morci, Silvio Muoz aez, Teresa Ramrez Masmela, Victoriano Oyola Tique, Willer Lasso Otalvaro, Yazmn Pinto Pez, Yenith Paola Miranda Quintero, Yorledis Contreras Quintero, Yuri Zulay Parra Jimnez. 16. T-701212 En relacin con la accionante Nohora Juvia Burbano Bolaos y su ncleo familiar 17. T-701296 En relacin con el demandante Rodrigo Olaya Muoz 18. T-701300 En relacin con el accionante Franklin Antonio Mosquera
Snchez y su ncleo familiar. 19. T-702437 En relacin con la accionante Dominga Mosquera Largacha y su ncleo familiar. 20. T-702574- En relacin con Pedro Mono Lozada y su ncleo familiar DCIMO SEGUNDO.- ORDENAR a la Red de Solidaridad Social que respecto de quienes se encuentran inscritos en el Sistema nico de Registro de Desplazados, realice todas las gestiones necesarias para que en un plazo no mayor de 8 das, contados a partir de la notificacin de la presente sentencia, se entregue efectivamente, si an no lo ha hecho, la ayuda humanitaria solicitada, los oriente adecuadamente sobre el acceso a los dems programas de atencin para poblacin desplazada y, en caso de que hayan presentado alguna otra solicitud para recibir acceso a los servicios de salud, medicamentos, educacin para sus hijos menores, acceso a los programas de estabilizacin econmica o vivienda les responda de conformidad con la ordenado en los ordinales dcimo a dcimo cuarto de esta sentencia, en los siguientes procesos: 1. T-619610.- En relacin con los accionantes Concepcin Valderrama Len, Lady Patricia Bernal, Edier Pea Garca, Uriel Pea Sarcia, Maria Edita Cabrera, Miller Ales Trujillo, Gloria Marcela Moscoso Caicedo, Gildardo Aley Trujillo, Maria Jess Ramrez, Ana Elisa Garca De Pea, Gabriel Arnulfo Quevedo, Yolanda Hernndez, Delio Tarcio Lpez Fernndez. T-675076 En relacin con el accionante Rosemberg Antonio Montoya Gonzlez T- 683850 En relacin con el accionante John Wilson Perdomo Polana. T- 684071 En relacin con la accionante Ruby Jadith Oyola Ramrez T-684744 En relacin con el demandante Jorge Elicer Betancourt Mrquez T-685774 En relacin con Cerafina Huila y su ncleo familiar. T-685986 En relacin con el accionante Carlos Omar Rodrguez T-686775 En relacin con Carlos Julio Aroca T-687274 En relacin con Pantalen Oyola Camacho.
2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
10. T-687987 En relacin con los accionantes Hernando Aldana, Juan Antonio Rovallo Rodrguez, Alexander Elas Jimnez Sandoval,
Abraham Ramrez, Enilda Rosa Martnez, Fernando Edwin Vides, Roberto Hernndez, Manuel Salvador Arvalo Claro, Alberto Ramrez, Libia Pinzn, Numael Rayo, Carlos Joaqun Moreno Viuche, Ledys Vides Quiroz, Gloria Amparo Moreno Palma y sus respectivos ncleos familiares. 11. T-687325 - En relacin con el demandante Silvestre Bautista Londoo 12. T-688002 En relacin con los accionantes Carlos Enrique Montoya B., Gustavo Sanz Ordez, Rubn Daro Villegas, Diana Milena Ortiz Gutirrez, Rubiela Catao Hernndez, Ana Mara Suaza, Luis Fernando Mapura Vinasco, Luis Alberto Bermdez Tobn, Pablo Emilio Vlez Galln, Adalberto Sanz Ordez, Luis Gonzaga Arias, Carmen Emilia Restrepo, y Blanca Libia Salas y sus respectivos ncleos familiares. 13. T-688767- En relacin con Yamel Alirio Tamayo Giraldo. 14. T-689104 En relacin con Oliverio Pacheco Galeano 15. T-689307 En relacin con Benigno Macera, Carlos Felipe Sarmiento, Rosa Delia Dietes, Elia Josefa Vsquez y sus respectivos ncleos familiares 16. T-690437 En relacin con Wilson Romero Gmez y su ncleo familiar 17. T-692204 En relacin con los accionantes Ariosto Moreno Lemus, Evaristo Murillo Mosquera, Jos Vidal Mosquera Mosquera, Luis Arturo Gonzlez Garca, Marco Fidel Pava Ramos, Martha Ofelia Palacios Agualimpia, y Nilo Antonio Herrera y sus respectivos ncleos familiares. 18. T-692218 En relacin con Jorge Eduardo Ayala y su ncleo familiar 19. T-692410 - En relacin con Nina Patricia San Miguel y su ncleo familiar. 20. T-693606 En relacin con Edgar Verjn Chambo y su ncleo familiar. 21. T-697477 En relacin con Jess Mara Puerta Betancourt y su ncleo familiar 22. T-697866 En relacin con Mara Emrita Losada y su ncleo familiar 21. T-697908 En relacin con Eloina Zabala y su ncleo familiar 23. T-698940 En relacin con Norman Hernndez Gngora y su ncleo
familiar 24. T-700088 En relacin con Bibiana Lancheros Zambrano y su ncleo familiar 25. T-700362 En relacin con Delcy Rubiano de Vanegas y su ncleo familiar. 26. T-700370 En relacin con Suny Yuliana Mosquera y su ncleo familiar 27. T-700902 En relacin con Alba Luz Marn Perdomo, Amalfi Arias, Alberto Oviedo Gonzlez, Aldemar Ramrez Nio, Alirio Hoyos Daz, Amparo Ducuara Velsquez, Ana Beln Garca, Aniceto Daz, Antonio Jos Duque, Aristbulo Mndez, Armando Leal, Arvey Cerquera Rada, Astrid Garca Conde, Atanael Paredes Aguiar, Audias Cerquera Rada, Beatriz Aguirre, Blanca Cenelia Barrero Palomino, Blanca Flor Ramrez Padilla, Blanca Lilia Gonzlez, Bonificia Hernndez, Carlos Eduardo Triana Crdenas, Cecilia Lpez Quintero, Cesar Eduardo Pinzn Vanegas, Diana Marcela Bazurdo Santana, Domingo Agudelo Gutirrez, Edgar Ramrez, Edgar Luis Ramrez, Edinson Snchez, Eliseo Ortigoza P., Erminso Castao, Ernesto Ramrez Vargas, Eterberto Carvajal Hernndez, Eyoam Ruiz Martnez, Fanny Guarnizo, Florinda Mape de Mape, Frowin Agudelo Bermudes, Geimar Arce Herrera, Gentil Montiel Romero, Hermon Leiton Ospina, Jaime Acosta, Javier Enrique Madrigal, Jess Antonio Carvajal lvarez, Jess mara Oliveros, Jorge Alirio Martnez Caballero, Jorge Guzmn Molina, Jos Alejandro Colorado Castao, Jos Arberi Hoyos Luna, Jos Narcizo Castaeda, Jos Vicente Moreno, Josu Godoy Castro, Leonor Vargas, Lucero Paloche Rodrguez, Lucio Pez Guerrero, Luis Adriano Collazos, Luis Alfredo Daz Marqueza, Luis ngel Caicedo Rayo, Luis Enrique Arias Cardozo, Luis Gentil Morales Ramrez, Luis Henry Parra Cabrera, Luz Dary Correa Rodrguez, Luz Erika Arana, Luz Ilida Lasso Otalvaro, Luz Marina Gasca, Luz Marina Snchez Prez, Manuel Jos Romero, Marcela Cubillos Daz, Marcely Garca Manrique, Maria Beiba Snchez, Mara Belarmina Suaza Giraldo, Maria Corona Muoz Tulcn, Mara de los ngeles Pars, Maria Doly Gonzlez, Mara Edith Justinico, Mara Jess Casas, Mara Lucrecia Marn Rodrguez, Mara Olinda Otalvaro de Oyola, Marleny Bedoya, Martha Cecilia Aguirre, Martha Lucero Ariza, Medardo Soto Rivera, Nidia Rodrguez Bustos, Nohora Monroy Carrillo, Norma Constanza Daz, Olga Ramrez, Olga Yaneth Castro, Omar Arias Escobar, Pablo Antonio Asprilla, Pedro Antonio Martnez Lpez, Ramiro Ladino Gutirrez, Ramiro Ramn Garca, Rosevertt Oviedo, Rosa Delia Castro, Rosa Elena Gasca, Rosalba Rada Oyola, Sal Martnez Morales, Sabina Palomino Caleo, Silvio Lozada C., Uriel Rojas Perdomo, Wilson Patio Rivas, Yolanda Fajardo y sus respectivos ncleos familiares.
28. T-701730 En relacin con Ruby Jadith Oyola Ramrez y su ncleo familiar 29. T-701850 - En relacin con Uriel Salas Moreno y Eduviges Palacios y sus ncleos familiar 30. T-703423 En relacin con los accionantes Fray Martn lvarez, Nelly Otlvaro, Freddy Milton Ramrez, Elizabeth Pulido y Claudia Patricia Olaya y sus respectivos ncleos familiares. 31. T- 705236 En relacin con Eduardo Rincn Roa y su ncleo familiar 32. T-706749 En relacin con Ernesto Perdomo y su ncleo familiar 33. T-775898 En relacin con Mara Dolores Naranjo y su ncleo familiar DCIMO TERCERO.- ORDENAR a la Red de Solidaridad Social y a las Secretaras de Salud de las entidades territoriales en las cuales se encuentren ubicados los accionantes, para que en el plazo mximo de 15 das contados a partir de la notificacin de la presente tutela, adelanten de manera coordinada, si an no lo han hecho, todas las acciones necesarias para garantizar el acceso efectivo de los accionantes al sistema de salud, y se les garantice el suministro de los medicamentos que requieran para su tratamiento. DCIMO CUARTO.- ORDENAR a la Red de Solidaridad Social y a las Secretaras de Educacin de las entidades territoriales en las cuales se encuentren ubicados los accionantes, para que en el plazo mximo de un mes, contado a partir de la notificacin de la presente tutela, adelanten de manera coordinada todas las acciones necesarias para garantizar a los accionantes que as lo hayan solicitado, el acceso efectivo al sistema de educativo. DCIMO QUINTO.- ORDENAR a la Red de Solidaridad Social en relacin con el accionante en proceso T-703130, quien se encuentra inscrito como desplazado que, dentro de los 5 das siguientes a la notificacin de la presente sentencia, si an no lo ha hecho, examine si de conformidad con lo sealado en el apartado 9 de esta sentencia, el accionante se encuentra en las condiciones de extrema urgencia o de incapacidad para asumir su autosostenimiento, los cuales justifican la aplicacin preferente de la Constitucin para la proteccin de sus derechos y, continuar prestando dicha ayuda mientras tales condiciones subsistan. DCIMO SEXTO.- ORDENAR a la Red de Solidaridad Social en relacin con el accionante en el proceso T- 680670, quien se encuentra inscrito como desplazado que, dentro de los 5 das siguientes a la notificacin de la presente sentencia, si an no lo ha hecho, examine si de conformidad con lo sealado en el apartado 9 de esta sentencia, el accionante se encuentra en las condiciones de extrema urgencia o de incapacidad para asumir su
autosostenimiento, los cuales justifican la aplicacin preferente de la Constitucin para la proteccin de sus derechos y, continuar prestando dicha ayuda mientras tales condiciones subsistan. DCIMO SPTIMO.- ORDENAR a la Red de Solidaridad que, dentro de los 5 das siguientes a la notificacin de la presente sentencia, proceda a separar a la accionante en el proceso T-686751, del ncleo familiar bajo el cual qued registrada, y a inscribirla bajo un nuevo ncleo con ella como madre cabeza de familia, y dentro de los 8 das siguientes le entregue la ayuda humanitaria de emergencia a que tiene derecho y la oriente adecuadamente sobre el acceso a los dems programas de atencin para la poblacin desplazada. DCIMO OCTAVO.- COMUNICAR la presente decisin al seor Defensor del Pueblo para que directamente o a travs de su delegado, efecte un seguimiento de la manera como se de cumplimiento a las rdenes contenidas en los numerales anteriores y si lo considera del caso, informe a la opinin sobre los avances y las dificultades encontradas. DCIMO NOVENO.- En relacin con cada uno de los expedientes acumulados al presente proceso revocar o confirmar los fallos de instancia de la siguiente manera: 1. T- 653010, CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta, Sala Civil Familia sentencia del 9 de julio de 2002, pero de conformidad lo establecido en esta sentencia y, en consecuencia, modificar las rdenes dadas por el juez de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo a dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, del 28 de agosto de 2002. T-619610.- CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala de Familia, del 8 de mayo de 2002, pero de conformidad lo establecido en esta sentencia MODIFICAR las rdenes de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo a dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia.. REVOCAR la sentencia de la Corte suprema de justicia, de 28 de octubre de 2002. T- 674158, CONFIRMAR las sentencias del Juzgado 28 Penal del Circuito de Medelln, del 12 de septiembre de 2002 y del Tribunal Superior de Medelln, Sala de Decisin Penal, de octubre 21 de 2002, pero de conformidad lo establecido en esta sentencia y, en consecuencia, MODIFICAR las rdenes dadas por el juez de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. T-675028- REVOCAR la sentencia del Juzgado Primero Penal del
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Circuito de Barranquilla, sentencia de 23 de septiembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 5. T-675074 CONFIRMAR las sentencias del Consejo Seccional de la Judicatura de Quindo, de 5 de septiembre de 2002 y del Consejo Superior de la Judicatura, del 16 de octubre de 2002, pero de conformidad lo establecido en esta sentencia y, en consecuencia, MODIFICAR las rdenes dadas por el juez de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. T-675081- REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala laboral, del 19 de septiembre de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Laboral, del 31 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. T-675083- CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, Sala Primera Civil, Familia, Laboral, del 24 de septiembre de 2002, pero de conformidad lo establecido en esta sentencia. REVOCAR PARCIALMENTE la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Laboral, del 30 de octubre de 2002. En consecuencia, MODIFICAR las rdenes de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo a dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. T-675076 CONFIRMAR PARCIALMENTE las sentencias del Consejo Seccional de la Judicatura de Risaralda, del 23 de julio de 2002, y del Consejo Superior de la Judicatura, 5 de septiembre de 2002, en los trminos de la presente sentencia y, en consecuencia, MODIFICAR las rdenes dadas por el juez de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo primero y dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. T-675096, REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior Sala Laboral Tolima, del 25 de septiembre de 2002, y de la Corte Suprema de Justicia Sala de Casacin Laboral en sentencia de 30 de octubre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia.
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10. T- 675844, REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior Sala Laboral Ibagu, del 20 de septiembre de 2002, y de la Corte Suprema de Justicia Sala de Casacin Laboral, del 31 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia.
11. T-675955 CONFIRMAR PARCIALMENTE la sentencia del Juzgado 5to civil del circuito de Bogot, del 17 de septiembre de 2002, en los trminos de la presente sentencia y , en consecuencia, MODIFICAR las rdenes dadas por el juez de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo a dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia de la Sala Civil de Tribunal Superior de Bogot, del 23 de Octubre de 2002. 12. T-679482 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado 2do de Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad de Pereira, del 29 de octubre de 2002, que neg la tutela por temeridad. COMUNICAR a la Red de Solidaridad Social y a la Registradura del Estado Civil los hechos que llevaron a los jueces a considerar que exista temeridad y posible fraude a la ley. 13. T-680268 REVOCAR las sentencias del Juzgado 38 Civil del Circuito de Bogot, del 1 de octubre de 2002 y del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogot, del 6 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 14. T-680627- CONFIRMAR la sentencia del Juzgado 8 Civil del Circuito Barranquilla, del 2 de agosto de 2002. 15. T- 680670 REVOCAR la sentencia del Juzgado Tercero Penal del Circuito de Buenaventura del 15 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de sus derechos de conformidad con lo que establece el ordinal dcimo sexto de la parte resolutiva de esta sentencia. 16. T-680805 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Primero de Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad de Pereira, Risaralda, de octubre 31 de 2002. 17. T-681418 REVOCAR PARCIALMENTE las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil y de Familia, del 6, 24 y 26 de septiembre de 2002, y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil y Agraria, del 30 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. CONFIRMAR que los actores no incurrieron en temeridad. 18. T-681839 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil Familia, de noviembre 8 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de sus derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia.
19. T-682674 REVOCAR la sentencia del Juzgado Primero Penal del Circuito de Buenaventura, del 28 de octubre de 2002 que neg la tutela porque los actores no se encontraban registrados como desplazados y en su lugar CONCEDER el amparo de sus derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia. 20. T- 683849 REVOCAR la sentencia del Consejo seccional de la judicatura del Tolima, de noviembre 15 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 21. T- 683850 REVOCAR la sentencia del Consejo seccional de la judicatura del Tolima, de noviembre 18 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal duodcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 22. T- 684071 REVOCAR la sentencia del Juzgado Octavo Civil del Circuito de Bogot, en sentencia de noviembre 12 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal duodcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 23. T-684470 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado primero civil del circuito Armenia, en sentencia de noviembre 14 de 2002, que neg el amparo solicitado por considerar que la declaracin rendida por el accionante y los elementos probatorios que obran en el expediente no evidencian la vulneracin de sus derechos. 24. T-684548 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 22 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 25. T-684560 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu Sala Penal, de octubre 8 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 26. T-684566 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 15 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 27. T- 684572 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 11 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal
dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 28. T-684573 - REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 9 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 29. T-684574 - REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 15 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 30. T-684579 - REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 15 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 31. T-684744 REVOCAR la sentencia del Juzgado 37 penal del circuito de Bogot, de 31 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 32. T-685774 REVOCAR las sentencias del Juzgado Tercero Penal del Circuito de Buenaventura, de octubre 9 de 2002, y del Tribunal Superior de Buga, de 21 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de sus derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 33. T-685986 REVOCAR la sentencia del Juzgado Primero Penal del Circuito de Bogot, de 7 de noviembre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 34. T-685987 REVOCAR la sentencia del Juzgado Primero Penal del Circuito de Bogot de noviembre 13 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 35. T-686154 REVOCAR la sentencia del Juzgado 2 Civil del Circuito de Riohacha, de 17 de octubre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia, respecto de los dos actores identificados plenamente en el proceso. 36. T-686751 CONFIRMAR las sentencias del Juzgado Primero Civil del Circuito de Bogot de 4 de octubre de 2002, y del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogot, Sala Civil, de 25 de noviembre de 2002, y en su lugar concer el amparo de los derechos en los trminos del ordinal dcimo sexto de la parte resolutiva de esta sentencia. 37. T-686775 REVOCAR la sentencia del -Juzgado Segundo Civil del Circuito de Chaparral, de noviembre 25 de 2002 y en su lugar CONCEDER en amparo de sus derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 38. T-687040 REVOCAR la sentencia del Juzgado Noveno de Familia de Cali, de noviembre 6 de 2002 y en su lugar CONCEDER en amparo de sus derechos, de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia. 39. T-687244 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil, de septiembre 30 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, del 1 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal duodcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 40. T-687274 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil, de septiembre 25 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de 5 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 41. T-687276 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil-Familia, de septiembre 17 de 2002, y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de 5 de noviembre de 2002, y en su lugar, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 42. T-687325 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil, de septiembre 30 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de 5 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 43. T-687987 REVOCAR la sentencia del Juzgado Cuarto Civil del Circuito de Bogot de 21 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo a dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia.
44. T-688002 REVOCAR la sentencia del Juzgado 3 penal del Circuito de Cartago, del 14 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos, de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo a dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 45. T-688508 REVOCAR la sentencia del Juzgado 47 Penal del Circuito de Bogot, de 13 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 46. T-688767- REVOCAR la sentencia del Tribunal Administrativo del Tolima, Sala Plena, de 15 de noviembre de 2002 y, en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos, de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 47. T-688769 REVOCAR la sentencia del Tribunal Administrativo de Tolima, de 8 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 48. T-688868 CONFIRMAR las sentencias del Juzgado 1 de Ejecucin de Penas de Pasto, de 12 de noviembre de 2002 y del Tribunal Superior de Pasto, Sala Penal, de diciembre 2 de 2002. 49. T-689017 REVOCAR la sentencia de Juzgado Segundo Civil del Circuito de Barrancabermeja, sentencia de 28 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 50. T-689020 REVOCAR la sentencia del Juzgado Segundo Civil del Circuito de Barrancabermeja, de 28 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal duodcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 51. T-689104 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Civil y Familia, de septiembre 23 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de noviembre 15 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 52. T-689131 REVOCAR la sentencia del Juzgado 36 Civil del Circuito, de 28 de noviembre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de
los derechos de conformidad lo establecido en esta sentencia de conformidad con lo establecido los ordinales dcimo a dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 53. T-689186 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal superior de Buga, Sala Constitucional, de 2 de agosto de 2002, por las razones expuestas en esta sentencia y en consecuencia, las rdenes se modifican de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo tercero de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, sentencia 26 de noviembre de 2002 (RE y V, S) 54. T-689206 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior Distrito Judicial de Ibagu, Sala Penal, de octubre 2 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Penal, del 3 de diciembre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 55. T-689307 REVOCAR la sentencia del Juzgado Primero Civil del Circuito de Barrancabermeja, de 28 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo, dcimo tercero y dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 56. T-689503 - REVOCAR la sentencia del Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Barrancabermeja, de diciembre 3 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo, dcimo tercero y dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 57. T-689697 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Sexto Civil del Circuito de Bogot, de 18 de octubre de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia, y en consecuencia, se modifican las rdenes de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogot, Sala Civil, de diciembre 4 de 2002. 58. T-690250 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu-Sala Penal, de octubre 8 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, de diciembre 3 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 59. T-690254 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior de Buga, Sala Constitucional, del 13 de agosto de 2002, pero por las razones expuestas en la presente sentencia, y en consecuencia se
modifican las rdenes de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, de 3 de diciembre de 2002. 60. T-690437 REVOCAR las sentencias del Juzgado 48 Penal del Circuito de Bogot, de 18 de septiembre de 2002 y del Tribunal superior de Bogot, Sala Penal, en sentencia de noviembre 8 de 2002, pero por las razones expuestas en la presente sentencia, y en consecuencia, MODIFICAR las rdenes de conformidad con lo establecido en los ordinales duodcimo y dcimo tercero de la parte resolutiva de esta sentencia. 61. T-692182 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil, de 1 de Octubre de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, de 18 de noviembre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia 62. T-692183 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil, 8 de Oct de 2002. CONFIRMAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, del 19 de diciembre de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinals dcimo, dcimo tercero y dcimo cuarto de de la parte resolutiva de esta sentencia.. 63. T-692204 CONFIRMAR las sentencias del Consejo Seccional de la Judicatura de Risaralda, Sala Jurisdiccional Disciplinaria, de agosto 21 de 2002 y del Consejo Superior de la Judicatura, Sala Jurisdiccional Disciplinaria, de octubre 2 de 2002 pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes de conformidad con lo ordenado en los ordinales dcimo primero y dcimo segundo de la parte resolutiva del presente fallo. 64. T-692218 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Civil, de 9 de octubre de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva del presente fallo. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, de 26 de noviembre de 2002. 65. T-692398 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior, Sala Laboral, de 12 de Noviembre de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo de la parte resolutiva del presente fallo. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral,
de 11 diciembre de 2002. 66. T-692410 CONFIRMAR PARCIALMENTE la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Laboral, del 13 de Nov de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva del presente fallo. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral, de 10 de diciembre de 2002. 67. T-692415 CONFIRMAR parcialmente las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Laboral, de noviembre 20 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral, de diciembre 10 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo de la parte resolutiva del presente fallo. 68. T-692867 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala de Decisin Penal, de octubre 22 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Penal, de diciembre 10 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 69. T-692880 REVOCAR las sentencias del Tribunal superior de Florencia, de noviembre 1 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala penal, de diciembre 10 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 70. T-693606 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de 4 de octubre de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala penal., de 10 de diciembre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia.. 71. T-695161 REVOCAR la sentencia del Tribunal Administrativo del Tolima, de noviembre 12 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de sus derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia 72. T-695242 REVOCAR las sentencias del Juzgado 25 Civil del Circuito de Bogot, de noviembre 22 de 2002 y del Tribunal Superior de Bogot, de diciembre 13 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo cuarto de la parte resolutiva esta sentencia. 73. T-695691 REVOCAR la sentencia del Tribunal administrativo de
Cundinamarca de diciembre 10 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 74. T-695839 - REVOCAR las sentencias del Juzgado Penal del Circuito Especializado de Pasto, de noviembre 14 de 2002 y del Tribunal superior del distrito judicial de Pasto, de diciembre 10 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 75. T-695872 REVOCAR la sentencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Seccin cuarta, Subseccin B, del 10 de diciembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo tercero de la parte resolutiva de esta sentencia. 76. T-696791 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, Sala de Decisin Constitucional, de noviembre 8 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 77. T-697477 REVOCAR la sentencia del Tribunal Administrativo del Quindo, Sala de Decisin, de diciembre 11 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 78. T-697866 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Civil-Familia, de 8 de octubre de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de 25 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutivo de esta sentencia. 79. T-697902 REVOCAR PARCIALMENTE las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Civil-Familia, de octubre 2 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de 25 de noviembre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de esta sentencia. CONFIRMAR que no hubo temeridad. 80. T-697908 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Civil-Familia, de octubre 28 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de 26 de noviembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia.
81. T-698625 REVOCAR la sentencia del Juzgado Quinto Civil del Circuito de Pereira, de 9 de diciembre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 82. T-698940 REVOCAR la sentencia del Juzgado Catorce Penal del Circuito de Cali, de 28 de octubre de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 83. T-699715 REVOCAR la sentencia del Juzgado Veintitrs Penal del Circuito de Medelln, de octubre 3 de 2002, en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en esta sentenciaen el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia respecto de la actora Fanny Restrepo de Atehorta y del ordinal dcimo en relacin con el actor Jairo Jantivas. Respeto de los dems accionantes dado que no fue posible su identificacin, se remitir copia de esta sentencia y de los apartes del expediente que permitiran una identificacin de los actores a los representantes de la Red de Solidaridad Social y de la Defensora del Pueblo del municipio donde se encuentran los accionantes, a fin de que verifiquen las condiciones en las que se encuentra esta comunidad, y si lo encuentran procedente adopten las medidas de proteccin que correspondan, en particular su inscripcin como desplazados. 84. T-700088 REVOCAR las sentencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala de Familia, de octubre 15 de 2002 y de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, de diciembre 6 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 85. T-700362 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Penal, de octubre 9 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 86. T-700370 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Penal, de octubre 22 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 87. T-700727 REVOCAR las sentencias del Juzgado Sexto Laboral del Circuito de Cali, de octubre 18 de 2002 y del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, Sala Laboral, de diciembre 4 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo
establecido en el ordinal dcimo primero de esta sentencia.. 88. T-700805 REVOCAR las sentencias del Juzgado Penal del Circuito Especializado de Pasto, de noviembre 15 de 2002 y del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto, Sala Penal, de diciembre 12 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 89. T-700902 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Administrativo del Tolima, de agosto 20 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia del Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Seccin Quinta, de Sentencia de diciembre 5 de 2002. 90. T-701212 REVOCAR la sentencia del Juzgado Quinto Civil del Circuito de Popayn de diciembre 13 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia. 91. T-701296 REVOCAR la sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo de Risaralda - Sala de Decisin, de diciembre 12 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia. 92. T-701300 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Tercero de Familia de Pereira, de noviembre 19 de 2002 pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior de Pereira, Sala de Familia, de enero 14 de 2003. 93. T-701501 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bucaramanga, Sala Laboral, de diciembre 12 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 94. T-701730 CONFIRMAR las sentencias del Juzgado Octavo Civil del Circuito de Bogot, de noviembre 12 de 2002, y del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogot, Sala Civil, de enero 17 de 2003 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia.
95. T-701850 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Primero Penal del Circuito de Buenaventura, de septiembre 20 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo de la parte resolutiva del presente fallo. REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Buga, Sala de Decisin Constitucional, de diciembre 3 de 2002 96. T-702437 REVOCAR las sentencias del Juzgado Segundo Penal del Circuito de Buenaventura, de octubre 9 de 2002 y del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Buga, Sala de Decisin Penal, de noviembre 25 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de esta sentencia. 97. T-702574 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Civil-Familia, de diciembre 16 de 2002. 98. T-702579 - REVOCAR la sentencia del Juzgado Primero Civil del Circuito de Ibagu, de noviembre 14 de 2002. CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagu, Sala Civil-Familia, de diciembre 16 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo de la parte resolutiva del presente fallo. (V RE) 99. T-703064 REVOCAR la sentencia del Juzgado Veintisis Penal del Circuito de Bogot, de noviembre 29 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en los ordinales dcimo y dcimo tercero de la parte resolutiva de esta sentencia. 100. T-703130 REVOCAR la sentencia del Tribunal Administrativo de Antioquia, Sala Tercera de Decisin, de noviembre 28 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 101. T-703423 REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio, Sala de Familia, de enero17 de 2003 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. 102. T-703857 REVOCAR la sentencia del Juzgado Treinta y Cinco Penal del Circuito de Bogot, enero 16 de 2003 y en su lugar
CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 103. T-703897 REVOCAR la sentencia del Juzgado Veintinueve Penal del Circuito de Bogot, de diciembre 18 de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia. 104. T-704500 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Segundo de Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad de Pasto, de noviembre 15 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo de la parte resolutiva del presente fallo. REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto, Sala de Decisin Penal, de enero 14 de 2003. 105. T-704501 CONFIRMAR la sentencia del Juzgado Primero de Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad de Pasto, de noviembre 15 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes en los trminos del ordinal dcimo de la parte resolutiva del presente fallo. REVOCAR la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto, Sala Penal, de enero 17 de 2003. 106. T- 705236 CONFIRMAR la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Laboral, de diciembre 10 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Laboral, de enero 28 de 2003. 107. T-706125 REVOCAR la sentencia del Juzgado Dieciocho Penal del Circuito de Bogot, de diciembre 3 de 2002, y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en los ordinales dcimo, dcimo tercero y dcimo cuarto de la parte resolutiva de esta sentencia. 108. T-706749 CONFIRMAR parcialmente la sentencia del Tribunal Superior de Ibagu, Sala Laboral, de diciembre 2 de 2002, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican las rdenes de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Laboral, de enero 29 de 2003. 109. T-775898 CONFIRMAR PARCIALMENTE la sentencia del Juzgado 13 Civil Municipal de Cali, de Febrero 28 de 2003, pero por las razones expuestas en esta sentencia y, en consecuencia se modifican
las rdenes de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo segundo de la parte resolutiva de esta sentencia. REVOCAR la sentencia del Juzgado 15 Civil del Circuito de Cali, de abril 25 de 2003. VIGSIMO.- COMUNICAR la presente decisin al Defensor del Pueblo dentro de la rbita de sus competencias, haga un seguimiento del cumplimiento del presente fallo. VIGSIMO PRIMERO.- COMUNICAR la presente decisin al Procurador General de la Nacin, para que, dentro de la rbita de sus competencias, haga un seguimiento del cumplimiento del presente fallo y vigile la actuacin de las autoridades. VIGSIMO SEGUNDO.- INFORMAR al Director de la Red de Solidaridad Social que sin perjuicio que los trminos para dar cumplimiento a las rdenes relativas al expediente T-653010 y sus acumulados se cuenten a partir de la notificacin de la sentencia, podr adelantar todas las acciones que considere necesarias para agilizar el cumplimiento del presente fallo. VIGSIMO TERCERO.- Levantar los trminos suspendidos mediante auto de 11 de abril de 2003. Por Secretara General, lbrense las comunicaciones de que trata el artculo 36 del Decreto 2591 de 1991.
I.
ANTECEDENTES. .ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 1. HECHOS.................................................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 2. LAS DECISIONES QUE SE REVISAN.................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND
II. PRUEBAS SOLICITADAS POR LA SALA TERCERA REVISIN......................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS........................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 1. COMPETENCIA..........................................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 2. PROBLEMAS JURDICOS A RESOLVER Y RESUMEN DEL ARGUMENTO Y DE LA DECISIN ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 2.1. Problemas Jurdicos..................................Error: Reference source not found 2.2. Resumen del argumento y de la decisin...Error: Reference source not found 3. LA LEGITIMACIN DE LAS ASOCIACIONES DE DESPLAZADOS PARA LA INTERPOSICIN DE ACCIONES DE TUTELA PARA LA PROTECCIN DE LOS DERECHOS DE SUS ASOCIADOS...ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 4. LA SUPUESTA EXISTENCIA DE TEMERIDAD......ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 5. LA JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL RELACIONADA CON LA VULNERACIN DE LOS DERECHOS DE LA POBLACIN DESPLAZADA. ORDENES DICTADAS PARA PROTEGER SUS
DERECHOS CONSTITUCIONALES Y PERSISTENCIA DE LOS PATRONES DE DESCONOCIMIENTO DE TALES DERECHOS.............................................ERROR:
REFERENCE SOURCE NOT FOUND 5.1. Derechos fundamentales de la poblacin desplazada reiteradamente protegidos en casos concretos por esta Corte. . .Error: Reference
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5.2. Gravedad del fenmeno del desplazamiento interno por los derechos constitucionales que resultan vulnerados y la frecuencia con que se presenta tal vulneracin.....................................Error: Reference source not found 5.3. Las rdenes dictadas para la proteccin de los derechos de las poblacin desplazada.............................................Error: Reference source not found 6. IDENTIFICACIN DE LAS ACCIONES U OMISIONES ESTATALES QUE CONFIGURAN UNA VIOLACIN DE LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES DE LOS DESPLAZADOS................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 6.1. La respuesta estatal al fenmeno del desplazamiento forzado..Error:
Reference source not found
6.2. Los resultados de la poltica pblica de atencin a la poblacin desplazada..............................................................Error: Reference source not found 6.3. Los problemas ms protuberantes de la poltica de atencin a la poblacin desplazada..............................................Error: Reference source not found 7. LA CONSTATACIN DE UN ESTADO DE COSAS INCONSTITUCIONAL EN LA SITUACIN DE LA POBLACIN DESPLAZADA...............................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 8. EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y LOS DEBERES CONSTITUCIONALES DE LAS AUTORIDADES FRENTE A LA DIMENSIN PRESTACIONAL DE LOS DERECHOS. LA EXIGENCIA
CONSTITUCIONAL DE CONCORDANCIA ENTRE LOS OBJETIVOS DE LA POLTICA DE ATENCIN A LA POBLACIN DESPLAZADA Y LOS MEDIOS ECONMICOS Y ADMINISTRATIVOS DESTINADOS A SU LOGRO EFECTIVO Y OPORTUNO.......................ERROR:
REFERENCE SOURCE NOT FOUND 10. LAS RDENES..........................................ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND 10.1. Ordenes para la superacin del estado de cosas inconstitucional.
Error: Reference source not found
10.2. Las rdenes necesarias para responder a las solicitudes de los accionantes en el presente proceso.........................Error: Reference source not found IV. DECISION............ERROR: REFERENCE SOURCE NOT FOUND INDICE DE ANEXOS ANEXO 1: ANEXO 2: ANEXO 3: Resumen de las sentencias de tutela (T-653010 y acumulados) revisadas en este proceso Resumen de las pruebas aportadas por entidades pblicas y organizaciones. Los deberes del Estado en relacin con la proteccin de los derechos fundamentales de las personas en situacin de desplazamiento, segn los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado Interno (1998). Resumen de las sentencias de la Corte Constitucional sobre los derechos de la poblacin desplazada valoradas en la presente sentencia. La poltica estatal de atencin a la poblacin desplazada: Descripcin y observaciones relevantes para la decisin adoptada en la presente sentencia. A. Descripcin B. Observaciones 115171 172183 184202
ANEXO 4: ANEXO 5:
203226 227305
227243 244305
Auto 019/04
Accin de tutela instaurada por Abel Antonio Jaramillo, Adela Polana Montao, Agripina Mara Nuez y otros contra la Red de Solidaridad Social, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la Repblica, el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico, el Ministerio de Proteccin Social, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Educacin, el INURBE, el INCORA, el SENA, y otros Magistrado Ponente: Dr. MANUEL ESPINOSA JOS CEPEDA
Bogot, D. C., tres (3) de marzo de dos mil cuatro (2004). La Sala Tercera de Revisin de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados Manuel Jos Cepeda Espinosa, Jaime Crdoba Trivio y Rodrigo Escobar Gil, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales CONSIDERANDO 1. Que Lucy Edrey Acevedo Meneses, Jefe de la Oficina Asesora Jurdica de la Red de Solidaridad Social, entidad accionada en la demanda de la referencia, mediante escrito allegado a la Secretara General de esta Corporacin solicit la aclaracin de dos puntos de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004, relacionados con los expedientes T-686154 y T684470. 2. Que examinada la sentencia T-025 de 2004, que puso fin al trmite de revisin de la accin de la referencia, se advierte que entre el punto 7 del numeral dcimo y el punto 23 del ordinal dcimo noveno, existe un error que puede generar confusin. 3. Que tal error se genera por la inclusin de una referencia al expediente T684470 en el punto 7 del ordinal undcimo en el que se ordena a la Red de
Solidaridad Social que adelante una evaluacin de la situacin de los peticionarios en un plazo no mayor a 8 das, (...) para determinar si cumplen las condiciones objetivas del desplazamiento y, en caso afirmativo, darles acceso inmediato a las ayudas previstas para su proteccin, mientras que en el punto 23 del ordinal dcimo noveno la Corte decidi CONFIRMAR la sentencia del Juzgado primero civil del circuito Armenia, en sentencia de noviembre 14 de 2002 que haba negado el amparo solicitado por considerar que los elementos probatorios que obran en el expediente no evidencian la vulneracin de sus derechos. 4. Que examinado el Anexo 1 de la sentencia T-025 de 2004, que contiene el resumen de los expedientes revisados en el proceso de la referencia, se encontr que la declaracin rendida por el accionante para efectos de ser incluido en el registro nico de desplazados se hizo cuatro (4) aos despus de ocurridos los hechos, y no como ordena el Decreto 2569 de 2002, es decir, dentro del ao siguiente al desplazamiento, por lo cual resulta innecesario que la Red de Solidaridad revise de nuevo el caso para determinar si procede su inclusin en el Sistema nico de Registro de Poblacin Desplazada. 5. Que examinada la sentencia T-025 de 2004, se encontr, igualmente, que en relacin con el expediente T-686154 existe un error en la parte resolutiva de la sentencia. Tal error consisti en que en el punto 35 del ordinal dcimo noveno de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004 se dice, en relacin con el expediente T-686154, que la tutela se concede respecto de los dos actores identificados plenamente en el proceso, a pesar de que en el resumen de los hechos fueron identificadas 44 personas como peticionarios representados por Adesfongua.157 Adicionalmente, en la parte motiva de la sentencia se dice que en el mencionado expediente las tutelas fueron presentadas por sus representantes legales, se acredit debidamente la existencia y representacin de la asociacin, se individualizaron los nombres de los miembros a nombre de quienes se presentaba la accin de tutela y nada en el expediente indicaba que se opusieran a ser agenciados por la asociacin. De hecho, tales expedientes incluyen elementos que confirman el consentimiento de los asociados. (...) Por lo cual las tutelas no eran improcedentes y sern revocadas por la Sala. 6. Que los errores indicados, a pesar de no cambiar la decisin finalmente adoptada, deben ser corregidos para que no existan textos que generen confusin en el cuerpo de la sentencia.
157 Segn consta en la pgina 5 de la sentencia y en el Anexo 1 de la misma, fueron identificados como peticionarios representados por Adesfongua las siguientes personas: Eustacio Fonseca Barraza, Felipe Zrate V, Xiomara L. Ario, Ernesto Epinay, Omar Erazo Lpez, Carmen Sierra, William Ario, Luis E. Duarte, Luz Marina Gonzlez, Rosana Ludo Urbaz, Ubida Mara Urbaz Ario, Yudis Mari Castillo, Simn Corzo Flrez, Betty Garca Daz, Luis M. Garca Daz, Csar Maldonado Avila, Paulina Salina, Yulis Crdoba, Elizabeth Ario, Numnel Amaya, Olido Cujio, Mnica Daza, Tercilia Garca, Cecilio Granados, Antonio Arciniegas, ngel Guerrero, Orlando Orozco, Ismael E. Ferrer, Adriano Fidel Sierra Rambauth, Eduardo Sierra Rambauth, Rafael Sierra Rambauth Pedro Espaol, Julia Duarte, Victorino Romero, Elba Urbay C, Jos Epinay, Graciela Aroca, Federico Montoya, Neiber Erazo, Gloria Navarro, Berna Jaraba, Madeleine Jaraba, Evangelino A., Marta Gmez, Eleidis Rosa
7. Que esta Corporacin ha sealado que cuando en la transcripcin del texto de una sentencia se producen errores, es aplicable el artculo 310 del CPC a fin de proceder a la correccin158. En mrito de lo expuesto esta Sala de Revisin RESUELVE Primero. CORREGIR el texto de la pgina 93 de la Sentencia T-025 de 2004, y en consecuencia, suprimir el punto 7 del ordinal dcimo primero de la parte resolutiva de la sentencia que dice: 7. T-684470 En relacin con el accionante Jorge Elicer Betancourt Mrquez y su ncleo familiar
Segundo. CORREGIR el texto de la pgina 103 de la Sentencia T-025 de 2004, y en consecuencia suprimir la expresin dos contenida en la frase final del punto 35 del ordinal dcimo noveno de la parte resolutiva de la sentencia. Por lo tanto, donde dice: 35. T-686154 REVOCAR la sentencia del Juzgado 2 Civil del Circuito de Riohacha, de 17 de octubre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia, respecto de los dos actores identificados plenamente en el proceso. Debe decir 35. T-686154 REVOCAR la sentencia del Juzgado 2 Civil del Circuito de Riohacha, de 17 de octubre de 2002 y en su lugar CONCEDER el amparo de los derechos de conformidad con lo establecido en el ordinal dcimo de la parte resolutiva de esta sentencia, respecto de los actores identificados plenamente en el proceso. Notifquese, cpiese, publquese, comunquese e insrtese en la Gaceta de la Corte Constitucional,
Magistrado
Auto 050/04
Referencia: sentencia T-025 de 2004 Solicitud de prrroga para el cumplimiento de algunas rdenes impartidas en la sentencia T-025 de 2004, proferida por la Sala Tercera de Revisin Peticionario: Luis Alfonso Hoyos Aristizabal Director (E) Red de Solidaridad Social Magistrado Ponente: Dr. MANUEL JOS ESPINOSA CEPEDA
Bogot, D. C., veintisiete (27) de abril de dos mil cuatro (2004). La Sala Tercera de Revisin de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados Manuel Jos Cepeda Espinosa, Jaime Crdoba Trivio y Rodrigo Escobar Gil CONSIDERANDO 1. Que de conformidad con el artculo 27 del Decreto 2591 de 1991, el juez establecer los dems efectos del fallo para el caso concreto y mantendr la competencia hasta que est completamente restablecido el derecho o eliminadas las causas de la amenaza. 2. Que en el proceso de la referencia la Red de Solidaridad Social ha solicitado la modificacin de los plazos fijados para cumplir con algunas de las rdenes dictadas para superar el estado de cosas inconstitucional declarado en la Sentencia T-025 de 2004, contenidas en los ordinales segundo y quinto de la parte resolutiva. 3. Que a la fecha, la Red de Solidaridad Social ha venido entregando informes peridicos que dan cuenta del cumplimiento parcial de la sentencia en dos niveles: (i) para cumplir las rdenes especficas respecto de los accionantes y (ii) para cumplir las rdenes generales respecto de toda la poblacin desplazada y las entidades pblicas responsables. En relacin con los primeros, la Red ha informado sobre las acciones adelantadas para atender las rdenes puntuales relacionadas con las demandas de tutela revisadas por la
Corte en la sentencia T-025 de 2004, a partir de la comunicacin de la sentencia y sin esperar la notificacin personal a los demandantes: (a) ha realizado esfuerzos importantes para identificar la ubicacin actual de los distintos accionantes; (b) ha verificado las necesidades de apoyo y las ayudas que han recibido los accionantes de las tutelas acumuladas para proferir la sentencia T-025 de 2004; (c) ha entregado la ayuda humanitaria de emergencia e iniciado procesos de evaluacin para determinar si existen condiciones de extrema vulnerabilidad que justifiquen, en algunos casos identificados conforme a la sentencia, que se contine entregando esa ayuda; y (d) ha coordinado con las secretaras de educacin y de salud, la atencin de las necesidades de los accionantes. Tambin ha avanzado en el cumplimiento de las rdenes de carcter general, para lo cual (a) ha realizado varias reuniones regionales y convocado una reunin del Consejo del SNAIPD; (b) ha llevado a cabo reuniones con algunas organizaciones no gubernamentales y asociaciones de desplazados; (c) ha efectuado reuniones adicionales, tanto a nivel nacional como regional para hacer seguimiento al proceso de cumplimiento; (d) ha enviado informes peridicos detallados sobre avance en el cumplimiento de la sentencia a la Corte Constitucional, a las entidades del SNAIPD, a la Procuradura General de la Nacin y a la Defensora del Pueblo, y (e) ha publicado en la pgina Web de la Red, la Carta de Derechos de los desplazados, mientras se divulga por un medio mas directo y eficaz a los desplazados. Sin embargo, respecto de algunas rdenes impartidas en la sentencia T-025 de 2004, la Red solicita que se extiendan los plazos all previstos. 4. Que de conformidad con la jurisprudencia de esta Corporacin, el juez de tutela conserva la competencia para dictar rdenes que aseguren que el derecho sea plenamente restablecido o las causas de la amenaza sean eliminadas, lo cual comprende introducir ajustes a la orden original siempre y cuando ello se haga dentro de los siguientes parmetros para que se respete la cosa juzgada: (1) La facultad puede ejercerse cuando debido a las condiciones de hecho es necesario modificar la orden, en sus aspectos accidentales, bien porque (a) la orden original nunca garantiz el goce efectivo del derecho fundamental tutelado, o lo hizo en un comienzo pero luego devino inane; (b) porque implica afectar de forma grave, directa, cierta, manifiesta e inminente el inters pblico o (c) porque es evidente que lo ordenado siempre ser imposible de cumplir. (2) La facultad debe ejercerse de acuerdo a la siguiente finalidad: las medidas deben estar encaminadas a lograr el cumplimiento de la decisin y el sentido original y esencial de la orden impartida en el fallo con el objeto de asegurar el goce efectivo del derecho fundamental tutelado. (3) Al juez le es dado alterar la orden en sus aspectos accidentales, esto es, en cuanto a las condiciones de tiempo, modo y lugar, siempre y cuando ello sea necesario para alcanzar dicha finalidad. (4) La nueva orden que se profiera, debe buscar la menor reduccin posible de la proteccin concedida y compensar dicha reduccin de manera inmediata y
eficaz.159 5. Que de conformidad con lo que establece el artculo 27 del decreto 2591 de 1991 y la jurisprudencia de esta Corporacin, en relacin con las rdenes complejas dictadas para superar el estado de cosas inconstitucional, la Sala Tercera de Revisin, despus de proferida la sentencia T-025 de 2004, conserva la competencia para adoptar determinaciones que permitan ajustar las rdenes complejas originalmente dictadas a la nuevas circunstancias que se puedan presentar, todo con miras a garantizar el goce efectivo del derecho fundamental amparado y sin modificar la decisin ni el sentido original y esencial de la orden impartida que hizo trnsito a cosa juzgada. 6. Que la solicitud de prrroga del plazo se hizo para acreditar el ejercicio presupuestal necesario para dar cumplimiento a la poltica de atencin a la poblacin desplazada y para precisar la situacin actual de la poblacin desplazada inscrita en el Sistema nico de Registro, determinando su nmero, ubicacin, necesidades y derechos segn la etapa de la poltica correspondiente, con el argumento de que el estado actual de la informacin contenida en el Sistema nico de Registro de la Poblacin Desplazada, dadas sus graves falencias, no permite cumplir en el plazo sealado -31 de marzo de 2004-, con lo ordenado por esta Corporacin. 7. Que para verificar la magnitud y las implicaciones de las falencias en los sistemas de informacin de la Red, la Sala decret una inspeccin judicial. 8. Realizada la inspeccin judicial ordenada mediante Auto del 21 de abril de 2004, se encontraron falencias graves en el estado de la informacin requerida para determinar las necesidades socio econmicas de la poblacin desplazada, as como en la capacidad de la Red de Solidaridad Social para contar con dicha informacin en el plazo originalmente fijado por la sentencia T-025 de 2004. Durante la inspeccin judicial se destacaron las siguientes falencias, segn consta en el Acta suscrita tanto por los funcionarios judiciales como por los funcionarios administrativos de la Red de Solidaridad Social que participaron en la misma: La principal falencia [es] la falta de informacin sobre los costos de atencin, no se registran variables financieras de cada tipo de atencin. Esos datos requieren una interfase con otros sistemas de informacin. Por ello, el SUR no sirve para determinar el costo individual de la atencin a una persona desplazada. El sistema financiero reporta datos globales de los distintos programas. El sistema no permite medir si se prolong la ayuda global. Si el SNAIPD funcion o no. Esa informacin no est en el SUR. Otro problema es que las entidades no saben cules programas son para desplazados, cuntas personas atendieron, no saben si atendieron
159 Corte Constitucional, Sentencia T-086 de 2003, MP: Manuel Jos Cepeda Espinosa, donde la Corte examina la competencia del juez que resuelve un incidente de desacato y las condiciones para modificar la orden original para asegurar la proteccin efectiva de los derechos tutelados.
poblacin desplazada. No hay uniformidad en la informacin. (...) En rendimiento, la base de datos tiene problemas por el volumen de informacin. La base de datos no responde a todas las preguntas sobre el desplazamiento, por cambios en el mismo fenmeno (desplazamiento interno intraurbano, por ejemplo), pero si responde en la parte bsica. (...) No sirve para determinar cundo cesa la calidad de desplazado, porque la poltica no lo ha definido, o para reportar ayudas entregadas por otras entidades. Slo sirve para decir quines surtieron el procedimiento de registro, pero no sobre los desplazados en general, por el problema del subregistro. No permite predecir evolucin o crecimiento del fenmeno de desplazamiento. El nico que puede hacer estadsticas y proyecciones sobre el fenmeno es el DANE, pero el SUR no lo puede hacer. (...) Por el crecimiento acelerado del desplazamiento en el 2001 y 2002, las cargas de trabajo desbordaron la capacidad del registro. (...) Existe una dificultad tecnolgica para reportar el volumen estadstico de la poblacin desplazada en las distintas localidades, pues las personas y entidades no la reportan con la calidad y oportunidad requeridas. El objetivo bsico del SEFC [Sistema Estadstico por Fuentes Contrastadas] es tomarle el pulso a la dinmica del desplazamiento, se puede utilizar para clculos estimados de presupuesto, pero para ello tambin se utiliza el SUR. Sin embargo, el SUR no puede ser utilizado para el estudio del fenmeno del desplazamiento, por el problema del subregistro. Esa falencia se corrige con el SEFC. Adicionalmente, segn consta en certificado enviado por el Coordinador Nacional del Registro de la Poblacin Desplazada, conforme a la informacin del Sistema nico de Registro a la fecha [marzo 30 de 2004] se encuentran caracterizados 44249 hogares en condicin de desplazados incluidos en el Registro nico de Poblacin Desplazada, equivalentes al 20.01% de los hogares en condicin de desplazados inscritos en el Registro nico de Poblacin Desplazada. 9. Que constatada la magnitud de las falencias, encuentra la Sala que es preciso examinar su incidencia en relacin con cada una de esas rdenes respecto de las cuales se solicita prrroga del plazo sealado en la sentencia T-025 de 2004. 10. Que en relacin con el cumplimiento de la orden para precisar la situacin actual de la poblacin desplazada inscrita en el Sistema nico de Registro, determinando su nmero, ubicacin, necesidades y derechos segn la
etapa de la poltica correspondiente, la Red de Solidaridad Social solicita que se extienda el plazo original de 31 de marzo de 2004 al 30 de septiembre de 2004, con el fin de adelantar una encuesta de desplazados y culminar los procedimientos diseados por esa entidad para estimar las necesidades insatisfechas de la poblacin desplazada que se encuentra inscrita en el Sistema nico de Registro. En primer lugar, advierte la Corte que en los memoriales enviados a la Sala Tercera de Revisin por la Red de Solidaridad Social antes de que se profiriera la sentencia T-025 de 2004, no se manifest que existieran tales falencias, ni que stas tuvieran la magnitud indicada ni que ello le impidiera a la Red algo tan bsico como es saber las caractersticas de los desplazados y sus necesidades de atencin, de conformidad con las normas constitucionales y legales vigentes. Esa omisin de la Red no impide a la Corte analizar la solicitud de prrroga de algunos de los plazos, siempre con miras a proteger a la poblacin desplazada y asegurar el goce efectivo de sus derechos. Teniendo en cuenta las falencias manifestadas por la Red en el documento enviado a la Corte el 12 de abril de 2004 en cuanto a calidad de la informacin requerida para el proceso de caracterizacin, las cuales fueron constatadas en la inspeccin judicial realizada el 22 de abril del 2004, encuentra la Sala que las fallas verificadas le impiden a la Red, en el plazo inicialmente otorgado, precisar la situacin actual de la poblacin desplazada, inclusive de la inscrita en el Sistema nico de Registro y mucho menos determinar las necesidades y derechos segn la etapa de la poltica correspondiente. Esta gravsima implicacin de las falencias en la informacin incompleta y poco especfica que maneja la Red se debe a que hasta antes del 1 de abril de 2004, el sistema contena informacin bsica para la caracterizacin de la poblacin desplazada referida a (): edad, gnero, origen, sitio de llegada () pero dejaba por fuera informacin relevante para la atencin integral del desplazado, segn consta en el acta de la inspeccin judicial. El sistema que entr a operar el 1 de abril de 2004, advierte la Red, permitir contar con una caracterizacin ms detallada sobre propiedades, deudas, si ejerca liderazgo, condicin tnica, mujer gestante, que se hace con la finalidad de determinar las necesidades socio econmicas del desplazado, para determinar el tipo de ayuda diferencial que requiere esa persona, y en especial para determinar las condiciones especiales de vulnerabilidad (discapacidad, mujer cabeza de familia, tercera edad). Con este nuevo sistema ser posible medir vulnerabilidad, individual, ya no solo familiar, con informacin bsica del hogar inicial con el fin de garantizar reunificacin posterior. En consecuencia, se conceder el plazo de 30 de septiembre de 2004, solicitado por la Red de Solidaridad Social para culminar el proceso caracterizacin de las necesidades de la poblacin desplazada inscrita en el Sistema de Registro nico, mediante la realizacin de una encuesta. 11. Que en relacin con la orden de acreditar el ejercicio presupuestal necesario para dar cumplimiento a la poltica de atencin a la poblacin desplazada, la Red de Solidaridad Social solicita que se extienda el plazo
original de 31 de marzo de 2004 al 31 de julio de 2004. Sin embargo, constata la Corte que no ha sido indispensable en el pasado efectuar una caracterizacin precisa de la poblacin desplazada para estimar la magnitud del esfuerzo presupuestal necesario para responder a la crisis humanitaria y superar el estado de cosas inconstitucional. As se hizo en los documentos CONPES 3057160 de 1999 y 3115161 de 2001, en los que se utilizaron datos bsicos como la edad, el gnero, el origen tnico, el nmero de personas desplazadas registradas, los niveles de proteccin definidos en la Ley 387 de 1997 y una proyeccin sobre el comportamiento futuro del fenmeno del desplazamiento interno forzado. Tal como se constat en el proceso en el apartado 6.3.2 de la sentencia y en el Anexo 5 de la sentencia T-025 de 2004, y lo adujo la propia Red de Solidaridad Social durante la inspeccin judicial al preguntrsele sobre la forma como poda utilizarse la informacin contenida en el Sistema nico de Registro para calcular los costos de la atencin integral a la poblacin desplazada: Los costos globales de cada componente de la ayuda se pueden hacer por topes mximos fijados por la Ley y el Decreto 2569.162 Adems, como se constat en la inspeccin judicial y se anot anteriormente, la informacin disponible en la Red s permite efectuar una descripcin bsica de la poblacin desplazada a partir de los datos sobre edad, gnero, origen, sitio de llegada. Igualmente, encuentra la Sala que como quiera que las decisiones de poltica pblica se toman siempre con ciertos elementos de incertidumbre, no es necesario contar con informacin detallada que d al Ejecutivo certeza absoluta sobre los costos de la atencin a cada uno de los desplazados para fijar la dimensin del esfuerzo presupuestal, sin perjuicio de que dicha estimacin global sea luego ajustada a medida que se obtenga informacin ms precisa o evolucione la realidad del problema del desplazamiento, sea para aumentar dicha estimacin o para disminuirla. Por lo anterior, no se prorrogar el plazo inicialmente otorgado para la definicin del esfuerzo presupuestal global hasta la fecha solicitada por la Red. Sin embargo, dado que el Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia se ha reunido una vez para este
160 CONPES 3057 de 1999 dijo que se requeran US $ 360 millones de dlares para la ejecucin de la poltica y atender 400.000 personas desplazadas durante los aos 2001 a 2002, sin incluir costos para adjudicacin de tierras y vivienda. Este estimativo se hizo teniendo en cuenta una poblacin desplazada de 400.000 personas, que el fenmeno de desplazamiento forzado involucraba 139 municipios (80 municipios expulsores y 40 municipios expulsores-receptores y 19 receptores). Las caractersticas demogrficas de esa poblacin segn el documento CONPES eran 44.1% de las familias tienen mujeres como jefe de hogar, 23.2% de la poblacin son nios menores de 7 aos y 16.7% de la poblacin desplazada perteneca a grupos tnicos. Este documento utiliz como supuesto que la cifra de familias desplazadas disminuira en los aos 2000 a 2002, como resultado del proceso de negociacin con los grupos armados. 161 El CONPES 3115 de 2001 hizo una distribucin presupuestal sectorial para el cumplimiento del CONPES 3057. Precis el costo del Plan de Accin para la Prevencin y Atencin del desplazamiento forzado por programas y proyectos para 2001 y 2002 en un total de $307.726 millones de pesos y distribuy esos recursos por programas y proyectos generales y especficos. 162 Cfr. Acta de la diligencia de inspeccin judicial realizada el 22 de abril de 2004.
efecto, pero a la fecha del presente auto el plazo original se encuentra vencido, a ms tardar el 14 de mayo de 2004, el Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia deber (ii) fijar la dimensin del esfuerzo presupuestal que es necesario para cumplir con la poltica pblica encaminada a proteger los derechos fundamentales de los desplazados; (iii) definir el porcentaje de participacin en la apropiacin de recursos que corresponde a la Nacin, a las entidades territoriales y a la cooperacin internacional; (iv) indicar el mecanismo de consecucin de tales recursos, y (v) prever un plan de contingencia para el evento en que los recursos provenientes de las entidades territoriales y de la cooperacin internacional no lleguen en la oportunidad y en la cuanta presupuestadas, a fin de que tales faltantes sean compensados con otros medios de financiacin.163 12. Que en relacin con el cumplimiento de la orden de [concluir] las acciones encaminadas a que todos los desplazados gocen efectivamente del mnimo de proteccin de sus derechos la Red de Solidaridad Social solicita que el plazo inicial de 6 meses, contado a partir de la comunicacin de la sentencia, se extienda a febrero 9 de 2005, pues condiciona su cumplimiento al proceso de caracterizacin de la poblacin desplazada. Dado que en el Sistema nico de Registro existe informacin sobre el nmero de desplazados inscritos y sobre sus caractersticas bsicas, que la enunciacin de los mnimos de proteccin establecidos en la sentencia T-025 de 2004 comprende en buena medida la ayuda humanitaria de emergencia orientada a permitir la supervivencia de los desplazados, en especial de personas que se encuentren en condiciones de extrema vulnerabilidad tales como nios, ancianos, personas con discapacidad fsica o mental, que ha sido en el pasado posible establecer de manera aproximada la dimensin del esfuerzo para cumplir con estos mnimos y que la ejecucin de las acciones encaminadas a garantizar los derechos mnimos de la poblacin desplazada no depende del conocimiento de sus necesidades de supervivencia digna ni del proceso de caracterizacin detallada que habr de culminar el 30 de septiembre de 2004, considera la Sala que no es necesario prorrogar el plazo inicialmente otorgado. No obstante lo anterior, dada la gravedad de las falencias de informacin en el caso de la poblacin desplazada registrada antes del ao 2001, que hace an ms difcil determinar quin es quin, cmo cada desplazado adulto o responsable de familia podra generar ingresos para sobrevivir autnoma y dignamente y cules son sus necesidades socio econmicas y de estabilizacin, la Corte otorgar a la Red de Solidaridad Social plazo hasta el 30 de octubre de 2004 para concluir las acciones encaminadas a que la poblacin desplazada inscrita en el Registro nico antes del 1 de enero de 2001, goce efectivamente del derecho mencionado en el prrafo 8 de la seccin 9 de la sentencia citada. Respecto de los dems derechos mnimos no se modifica el plazo de seis meses inicialmente sealado.
163 Ordinal segundo de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004, MP: Manuel Jos Cepeda Espinosa
13. Preocupa a la Corte que la solicitud de prrroga del plazo para definir las necesidades precisas de la poblacin desplazada con base en la encuesta de caracterizacin de desplazados que habr de concluir el 30 de septiembre de 2004, estuviere acompaada de frases indicativas de la intencin de reducir el mbito de proteccin de dicha poblacin y de retroceder en los compromisos fijados por la Ley 387 de 1997. Advierte la Corte que la prrroga del plazo otorgado para caracterizar las necesidades de la poblacin desplazada no implica una autorizacin para redefinir prioridades sin el cumplimiento del procedimiento definido en la sentencia T-025 de 2004 y en las condiciones estrictas all sealadas. Tampoco implica una autorizacin para retroceder en los compromisos asumidos en las normas vigentes. Recuerda la Corte que en la sentencia T-025 de 2004 se dijo claramente que el Director de la Red de Solidaridad Social, los Ministros de Hacienda y Crdito Pblico y del Interior y de Justicia, as como el Director del Departamento Nacional de Planeacin y los dems miembros del Consejo Nacional para la Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia, realizarn todos los esfuerzos necesarios para asegurar que la meta presupuestal por ellos fijada se logre.164 Adems, respecto de los deberes del Estado para con los desplazados se subray que Si bien varios de los componentes de dicha poltica tienen una marcada dimensin programtica y corresponden a la faceta prestacional de los derechos fundamentales vulnerados en el caso de la poblacin desplazada, y su realizacin depende de la disponibilidad de recursos, ello no significa que el Estado pueda sin limitacin alguna adoptar medidas que en la prctica implican un retroceso en algunos aspectos de la poltica diseada y legalmente instrumentalizada, a pesar de que sta contine en el papel siendo la misma. En el presente caso, por la va de la insuficiente apropiacin presupuestal y de la omisin en la correccin de las principales falencias de la capacidad institucional mencionadas en la seccin 6 de esta sentencia, el avance progresivo en la satisfaccin de los derechos de la poblacin desplazada no slo se ha retrasado, sino que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo en algunos aspectos ya mencionados a pesar de los logros en la reduccin del ritmo de crecimiento del fenmeno al cual se aludi en el apartado 6.2.1.2. de esta sentencia (apartado 6.). Ello se traduce en un incumplimiento del nivel de proteccin formalmente definido en extremo se podra decir prometido - por las autoridades legislativas y ejecutivas competentes y contradice el hecho que (i) el gasto social y de atencin a la poblacin marginada es considerado como gasto prioritario; (ii) existe una poltica estatal de atencin integral a la poblacin desplazada; (iii)
164 Literal b), Ordinal segundo de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004.
esa poltica fue debatida y aprobada por el Congreso, el cual le confiri carcter normativo en una ley de la Repblica que data de 1997; (iv) existe un marco reglamentario que ha desarrollado, aunque no en su totalidad, los componentes de la poltica; (v) las autoridades nacionales y territoriales han adquirido compromisos con la poblacin desplazada, que se ven postergados de manera indefinida por la falta de recursos suficientes y otro tipo de fallas en la capacidad institucional de las entidades responsables y; (vi) existen documentos oficiales en los que se ha cuantificado el esfuerzo financiero requerido para la poltica de desplazamiento y tales documentos han sido aprobados por el CONPES. 8.3 Dicho retroceso es, prima facie, contrario al mandato constitucional de garantizar el goce efectivo de los derechos de todos los desplazados. Por eso, el primer deber de las autoridades competentes es evitar dicho retroceso prctico en los aspectos del nivel de proteccin de los derechos de todos los desplazados donde ste se ha presentado, as dicho retroceso sea resultado de la evolucin del problema y de factores que escaparon a la voluntad de los funcionarios responsables. La gravedad, magnitud y complejidad general de un problema, por s solas, no justifican que el grado de proteccin de los derechos no corresponda a los mandatos constitucionales, mxime si stos han sido desarrollados por una ley del Congreso de la Repblica y reglamentados por el propio Ejecutivo. Tampoco es constitucionalmente admisible que el alcance de dicha proteccin disminuya en la prctica, sin que se ponga de presente dicha disminucin y se adopten los correctivos de manera oportuna y adecuada. De otro lado, el juez constitucional no puede desconocer las caractersticas del contexto real dentro del cual se ha constatado la afectacin de los derechos fundamentales, para evitar que las rdenes que imparta para protegerlos sean inocuas o inviables. Sin embargo, el juez constitucional debe asegurarse de que se alcance el mximo de proteccin definida por las normas vigentes y exigir que se remedie la discordancia entre lo jurdicamente debido y lo realmente satisfecho, con miras a lograr que todos los afectados, en este caso la poblacin desplazada, puedan disfrutar realmente de sus derechos constitucionales. 14. Que si bien la Red de Solidaridad Social ha convocado a algunas organizaciones no gubernamentales y a representantes de la poblacin desplazada, dado el otorgamiento del plazo adicional para la caracterizacin de las necesidades socio econmicas de la poblacin desplazada, es fundamental que estas organizaciones participen de manera amplia, oportuna y efectiva en el proceso de toma de decisiones relativas a la poltica pblica de atencin integral a la poblacin desplazada. Por lo cual, la Sala urge al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada el cumplimiento inmediato de la orden de ofrecer a las organizaciones que
representan a la poblacin desplazada oportunidades para participar de manera efectiva en la adopcin de las decisiones que se tomen con el fin de superar el estado de cosas inconstitucional e informarles mensualmente de los avances alcanzados, contenida en el literal c) del ordinal segundo de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004, en particular a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, y a la Consultora para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES, organizaciones que participaron en el proceso que culmin con la sentencia T025 de 2004, y cuyo conocimiento e informes peridicos sobre el fenmeno del desplazamiento y sobre la respuesta estatal, puede resultar til para la bsqueda de soluciones que permitan superar la crisis humanitaria y el estado de cosas inconstitucional. Lo anterior sin perjuicio de que invite a otras organizaciones a participar. 15. Que en relacin con el cumplimiento de la orden de adoptar un programa de accin, con un cronograma preciso, encaminado a corregir las falencias en la capacidad institucional, la Red no solicit modificacin del plazo de 3 meses concedido en el ordinal cuarto de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004. Por lo tanto, dicho plazo ser mantenido. 16. Que en relacin con el cumplimiento del Ministerio del Interior y de Justicia de la orden para que promueva que los gobernadores y alcaldes a que se refiere el artculo 7 de la Ley 387 de 1997, adopten las decisiones necesarias para asegurar que exista coherencia entre las obligaciones, constitucional y legalmente definidas, de atencin a la poblacin desplazada a cargo de la respectiva entidad territorial y los recursos que debe destinar para proteger efectivamente sus derechos constitucionales y comunicar, al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada las decisiones adoptadas, ni la Red de Solidaridad Social ni el Ministerio del Interior y de Justicia solicitaron una prrroga del plazo para el cumplimiento de esta orden. Sin embargo, la Sala insiste en la importancia de ese procedimiento para superar el estado de cosas inconstitucional. Por lo cual, insta a la Red de Solidaridad Social a solicitar al Ministerio del Interior y de Justicia el envo de los informes respectivos para que el Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada pueda tenerlos en cuenta en la definicin del esfuerzo presupuestal que se requiere para cumplir con los compromisos de atencin definidos por la Ley 387 de 1997. 17. Que igualmente es fundamental que todas las entidades que hacen parte del Sistema Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada, as como las entidades a las que la Red de Solidaridad Social les solicite los informes y la cooperacin para la superacin de la crisis humanitaria y del estado de cosas inconstitucional, presten su cooperacin de manera oportuna. R E S U E L V E: Primero.- Para el cumplimiento de la orden de precisar la situacin actual
de la poblacin desplazada inscrita en el Sistema nico de Registro, determinando su nmero, ubicacin, necesidades y derechos segn la etapa de la poltica correspondiente, contenida en el ordinal segundo de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004, OTORGAR al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia plazo hasta el 30 de septiembre de 2004 e INFORMAR mensualmente al Procurador General de la Nacin y al Defensor del Pueblo sobre el avance de este proceso, as como a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, y a la Consultora para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES, organizaciones que participaron durante el proceso de tutela que culmin con la sentencia T-025 de 2004, y a las dems que decida convocar para ese efecto de conformidad con lo sealado en la sentencia. Segundo.- Para el cumplimiento de las rdenes de (ii) fijar la dimensin del esfuerzo presupuestal necesario para cumplir con la poltica pblica encaminada a proteger los derechos fundamentales de los desplazados; (iii) definir el porcentaje de participacin en la apropiacin de recursos que corresponde a la Nacin, a las entidades territoriales y a la cooperacin internacional; (iv) indicar el mecanismo de consecucin de tales recursos, y (v) prever un plan de contingencia para el evento en que los recursos provenientes de las entidades territoriales y de la cooperacin internacional no lleguen en la oportunidad y en la cuanta presupuestadas, a fin de que tales faltantes sean compensados con otros medios de financiacin, contenidas en el literal a), ordinal segundo de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004, OTORGAR al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia plazo hasta el 14 de mayo de 2004, fecha en la cual, despus de or a la Defensora del Pueblo, a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, y a la Consultora para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES, as como a las dems organizaciones interesadas que decida convocar de conformidad con lo establecido en la sentencia T-025 de 2004, informar sobre la decisin adoptada. Tercero.- URGIR al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada el cumplimiento inmediato de la orden de ofrecer a las organizaciones que representan a la poblacin desplazada oportunidades para participar de manera efectiva en la adopcin de las decisiones que se tomen con el fin de superar el estado de cosas inconstitucional e informarles mensualmente de los avances alcanzados, contenida en el literal c) del ordinal segundo de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004. Cuarto.- URGIR al Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada por la Violencia el cumplimiento de la orden de adoptar un programa de accin, con un cronograma preciso, encaminado a corregir las falencias en la capacidad institucional, contenida en el ordinal cuarto de la sentencia T-025 de 2004 dentro de los trminos sealados en esa sentencia.
Quinto.- INSTAR a todas las entidades que hacen parte del Sistema Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada y a las dems entidades del orden nacional o territorial que reciban de la Red de Solidaridad Social solicitudes de cooperacin o de informes para el cumplimiento de lo resuelto en la sentencia T-025 de 2004 respecto de toda la poblacin desplazada con miras a superar la crisis humanitaria y el estado de cosas inconstitucional, para que den respuesta oportuna a tales solicitudes. La Red citar esta orden en las solicitudes que enve a las entidades pblicas, cuando lo estime necesario para advertirles de los efectos jurdicos de su incumplimiento. Sexto.- INSTAR al Ministerio del Interior y de Justicia el envo de los informes a los que hace referencia el ordinal tercero de la parte resolutiva de la sentencia T-025 de 2004, para que el Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desplazada pueda tenerlos en cuenta en la definicin del esfuerzo presupuestal que se requiere para cumplir con los compromisos de atencin definidos por la Ley 387 de 1997. Sptimo.- Respecto de las dems decisiones adoptadas en la sentencia T-025 de 2004, reiterar las rdenes impartidas. Octavo.- COMUNICAR la presente decisin al Defensor del Pueblo, para que, dentro de la rbita de sus competencias, haga un seguimiento del cumplimiento de la sentencia T-025 de 2004 y del presente auto. Noveno.- COMUNICAR la presente decisin al Procurador General de la Nacin, para que, dentro de la rbita de sus competencias, haga un seguimiento del cumplimiento de la sentencia T-025 de 2004 y del presente auto. Dcimo.- COMUNICAR el presente auto a todos las integrantes del Consejo Nacional de Atencin Integral a la Poblacin Desaplazada, es decir, el delegado del Presidente de la Repblica, el Consejero Presidencial para los Desplazados, o quien haga sus veces, el Ministro del Interior (hoy Ministro del Interior y de la Justicia) o su delegado; el Ministro de Hacienda y Crdito Pblico, el Ministro de Defensa Nacional, el Ministro de Salud (hoy Ministro de Proteccin Social), el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministro de Desarrollo Econmico, el Director del Departamento Nacional de Planeacin, el Defensor del Pueblo, el Consejero Presidencial para los Derechos Humanos, o quien haga sus veces, el Consejero Presidencial para la Poltica Social, o quien haga sus veces, el Gerente de la Red de Solidaridad Social o quien haga sus veces, y el Alto Comisionado para la Paz, o quien haga sus veces. Por Secretara General, lbrense las comunicaciones de que trata el artculo 36 del Decreto 2591 de 1991. Notifquese, comunquese y cmplase,
Auto 087/04 Referencia: Sentencia T-025 de 2004 Correccin error mecanogrfico en la sentencia T-025 de 2004, proferida por la Sala Tercera de Revisin Magistrado Ponente: MANUEL JOSE CEPEDA ESPINOSA Bogot, D.C. junio diecisiete (17) de dos mil cuatro (2004) La Sala Tercera de Revisin de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados Manuel Jos Cepeda Espinosa, Jaime Crdoba Trivio y Rodrigo Escobar Gil, CONSIDERANDO 1. Que existi un error de carcter mecanogrfico en el cuerpo de la sentencia de la referencia, que si bien no altera el fondo de la sentencia, s amerita su correccin para evitar equvocos. 2. Que tal error consisti en la errada trascripcin del nombre FIDUIFI en la parte resolutiva de la sentencia, a pesar de que en los considerandos de la sentencia siempre se hizo referencia al IFI Instituto de Fomento Industrial. El aparte en cuestin dice lo siguiente: DCIMO.- En relacin con las rdenes puntuales para el otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de restablecimiento socioeconmico, la Red de Solidaridad Social, el Inurbe o quien haga sus veces, FUDUIFI o quien haga sus veces, INCORA o quien haga sus veces, as como las entidades encargadas de estos programas a nivel departamental y municipal, debern contestar de fondo, de manera clara y precisa las peticiones presentadas por los actores en el presente proceso, teniendo en cuenta los siguientes criterios (...) (resaltado fuera del texto) 3. Que en el cuerpo de la sentencia siempre se hizo referencia la Instituto de Fomento Industrial, en los siguientes apartes: a) En el Anexo 2 de la Sentencia, donde se resumen las pruebas allegadas por las distintas entidades al proceso que culmin con la sentencia T-025 de 2004, en relacin con el papel que cumplan el Instituto de Fomento Industrial y el Fondo de Financiamiento Agropecuario, en relacin con la financiacin de las iniciativas productivas presentadas por la poblacin desplazada a travs de la Red de Solidaridad se seal lo siguiente:
De otra parte, en cuanto a los proyectos productivos a los que tiene acceso la poblacin desplazada por la violencia, la Red de Solidaridad Social sostiene que en virtud del Acuerdo 003 de 2003, expedido en cumplimiento del Decreto 2569 de 2000, en adelante la Red de Solidaridad Social no apalancar las iniciativas productivas con capital semilla, pues no es su funcin y las acciones se han encaminado hacia la gestin con el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (FINAGRO), el cual ha abierto una lnea de crdito para beneficiar, entre otras, a la poblacin en condicin de desplazamiento. Dicha lnea posee condiciones ms favorables en cuanto a tasas de inters y garantas, especialmente, que otras lneas crediticias de la misma entidad. La red anexa una copia de la circular reglamentaria VO 07 de 2003, donde se describen las caractersticas de la mencionada lnea de crdito. En relacin con las actividades de transformacin comercio y servicios del sector urbano el Instituto de Fomento Industrial (IFI) es la entidad responsable del financiamiento. La Red de Solidaridad Social consigna que hasta el momento, dicho organismo no ha establecido lneas de crdito para la poblacin desplazada. Tambin anota que el IFI est en proceso de fusin con BANCOLDEX, lo cual ha ocasionado que no se tenga una opcin real para la poblacin que desea desarrollar alternativas de generacin de ingresos urbanas. b) Igualmente, en el Anexo 5: LA POLTICA PUBLICA DE ATENCIN A LA POBLACIN DESPLAZADA. DESCRIPCIN Y OBSERVACIONES RELEVANTES PARA LA DECISIN ADOPTADA POR LA CORTE, que resume las principales falencias detectadas en el desarrollo de la Poltica se indic lo siguiente: (...) la Red de Solidaridad Social anota que, en relacin con las actividades de transformacin del comercio y servicios del sector urbano el Instituto de Fomento Industrial (IFI) era la entidad responsable del financiamiento, y que hasta el momento dicho organismo no haba establecido lneas especiales de crdito para la poblacin desplazada. Por esta razn no se haban otorgando crdito para proyectos urbanos165. Adicionalmente, el IFI fue absorbido por BANCOLDEX, sin que esta ltima entidad asumiera las funciones de creacin e implementacin de proyectos productivos urbanos para la poblacin desplazada. Por estas razones, en el momento actual no existe un proyecto o programa que est siendo implementado, dirigido a ofrecer facilidades para que la poblacin desplazada urbana pueda desarrollar proyectos productivos (resaltado fuera de texto) 4. Que no obstante lo anterior, los errores mecanogrficos, a pesar de no cambiar la decisin finalmente adoptada, deben ser corregidos para mayor claridad.
165 Red de Solidaridad Social, Documento enviado para el presente proceso.
5. Que esta Corporacin ha sealado que cuando en la trascripcin del texto de una sentencia se producen errores, es aplicable el artculo 310 del CPC a fin de proceder a la correccin166, en cualquier tiempo. RESUELVE: CORREGIR el texto de la pgina 106 de la sentencia T-025 de 2004, (numeral dcimo de la parte resolutiva) y en consecuencia donde dice: DECIMO.- En relacin con las rdenes puntuales para el otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de restablecimiento socioeconmico, la Red de Solidaridad Social, el Inurbe o quien haga sus veces, FIDUIFI o quien haga sus veces, INCORA o quien haga sus veces, as como las entidades encargadas de estos programas a nivel departamental y municipal, debern contestar de fondo, de manera clara y precisa las peticiones presentadas por los actores en el presente proceso, teniendo en cuenta los siguientes criterios: (...) (resaltado fuera del texto) Corregirse por: DECIMO.- En relacin con las rdenes puntuales para el otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y de restablecimiento socioeconmico, la Red de Solidaridad Social, el Inurbe o quien haga sus veces, IFI o quien haga sus veces, INCORA o quien haga sus veces, as como las entidades encargadas de estos programas a nivel departamental y municipal, debern contestar de fondo, de manera clara y precisa las peticiones presentadas por los actores en el presente proceso, teniendo en cuenta los siguientes criterios: (...) (resaltado fuera del texto) Notifquese, comunquese y cmplase, MANUEL JOSE CEPEDA ESPINOSA Magistrado JAIME CORDOBA TRIVIO Magistrado RODRIGO ESCOBAR GIL Magistrado
IVAN HUMBERTO ESCRUCERIA MAYOLO Secretario General (e) EL SUSCRITO SECRETARIO GENERAL DE LA CORTE CONSTITUCIONAL HACE CONSTAR: Que el H. Magistrado Rodrigo Escobar Gil, no firma la presente sentencia por encontrarse con permiso debidamente autorizado.
166 Ver auto de correccin de la sentencia T-029 de 2002 M.P. Alejandro Martnez Caballero.
IVAN HUMBERTO ESCRUCERIA MAYOLO Secretario General (e) Se corrige la anotacin anterior, indicando que el H. Magistrado Rodrigo Escobar Gil, no firma el presente auto, por encontrarse con permiso debidamente autorizado. IVAN HUMBERTO ESCRUCERIA MAYOLO Secretario General (e)