Aristo Teles
Aristo Teles
Aristo Teles
(Siglo IV a.C.)
La teoría hilemórfica:
Aristóteles afirma que toda sustancia primera está compuesta de materia.
La forma: es la esencia (eidos) de una cosa concreta.
La materia: es aquello de lo que todo este hecho. Aristóteles le llama también
“materia primera”, para distinguirla de la “materia segunda”, que ya tiene una
forma determinada, como por ejemplo, la madera, el cristal, el barro, etc.
La forma hace que la cosa pertenezca a una clase/especie determinada, y la materia
es lo que la individualiza, la hace ser esta cosa particular concreta.
Todas las cosas que existen se componen de materia, o elemento indeterminado, y
forma, o elemento determinante.
Ser-en-potencia y ser-en-acto:
La teoría hilemórfica se opone al dualismo ontológico defendido por Platón. Y los
conceptos de ser-en-potencia y ser-en-acto le sirven a Aristóteles para explicar el
movimiento del ser de las cosas, el devenir de lo real.
Ser-en-acto: es la forma de ser de algo en un momento dado, lo que algo es
ahora (por ejemplo, grano de trigo u ojos).
Ser-en-potencia: es lo que algo puede llegar a ser, la capacidad para ser-en-
acto otra cosa distinta de la que ahora es (por ejemplo, espiga o ver).
El punto de partida: es siempre la posibilidad (potencia) que los seres tienen de
llegar a ser otra cosa distinta de la que son en cada momento.
El punto de llegada: es la forma que la cosa llega a ser/tener, es decir, aquello que
se ha realizado actualmente.
La física aristotélica es teleológica: afirma que todo cambio en la naturaleza tiene
como finalidad la relación/actualización completa de las formas que en potencia
existen en el interior de los seres. Nada en la naturaleza se produce sin un fin (télos).
(Aristóteles, en ocasiones, identifica la forma con el ser-en-acto y la materia con el
ser-en-potencia. De este modo, la materia es pura posibilidad, mientras que la forma
es lo que la hace ser algo determinado, una sustancia concreta; pero ni materia ni
forma pueden existir separadas. La única excepción es el “Ser Supremo” o Dios, al
que denomina Acto Puro sin mezcla alguna de potencia o forma sin materia.
Como TEOLOGÍA o ciencia del ente supremo, Aristóteles formula el concepto de
Primer Motor:
El Primer Motor:
Si todo movimiento tiene su punto de partida en el ser-en-potencia, entonces hay
que admitir que un ser (acto, pues si hubiera estado en potencia no habría tenido
capacidad de actuar) fue la causa que impulsó por primera vez el paso de la
potencia al acto.
LA LÓGICA
Es una ciencia instrumental, porque hay de servir como instrumento (órganon la
llamarán los filósofos medievales) para todas las demás.
La Lógica aristotélica se ocupa:
de estudiar el silogismo (razonamiento deductivo en el que admitidas ciertas
afirmaciones que llamamos premisas, se siguen necesariamente otras como
conclusión):
de la definición (que consiste en la determinación racional de lo que una cosa es, o
sea, de cuál es su esencia o eidos);
y de la demostración (razonamiento que permite concluir cual es la causa de que
algo exista y sea esencialmente lo que es).
Las Categorías:
Además de lo mencionado, la Lógica aristotélica se ocupa de estudiar aquellos
conceptos muy generales o categorías que empleamos para referirnos al “ser” de
algo, a lo que algo es categoréo, es un verbo que significa “decir algo de alguien o
“predicar algo de él”.
La sustancia: es el sujeto (“un hombre” o “un pez”) de la proposición en la que
afirmamos de él.
La Cantidad: lo mucho o lo poco (“de dos metros” o “de un kilo”);
La Cualidad: cierto carácter que lo califica (“blanco o “sabroso”);
La Relación: su relación con otro ser (“hermano de” o “criado en”);
El Lugar: dónde está (“en la plaza” o “en el mostrador de la pescadería”);
El Tiempo: Si es, fue o será;
La Posición: (“sentado” o “colgado”);
El Estado: que tiene o lleva (“en camiseta” o “con anzuelo”);
La Acción: que hace (“habla” o “coletea”);
Y la Pasión; que acción recibe/padece (“burlado” o “limpiado”).
Las categorías tienen para Aristóteles un valor lógico y ontológico a la vez:
Lógicamente son modos de pensar/decir el ser de algo en una proposición “S-es-
P”.
Ontológicamente son los modos más generales que tiene ser/existir una sustancia.
LA FÍSICA
Aristóteles distinguió dos clases de seres naturales (seres que existen por Physis)
y artificiales (seres que existen por téjne). Son seres naturales los que tienen en sí
mismo el principio del movimiento y del reposo, como los animales y las plantas,
mientras que son seres artificiales los que son fruto del arte o de la técnica.
Pues bien, la Física, para Aristóteles constituye una ciencia (no una opinión como
afirmaba Platón) que se ocupa de los seres naturales sometidos al
movimiento/cambio.
Alma sensitiva
(Sensibilidad, deseos y
Facultad locomotora)
Alma racional
(Entendimiento o
Inteligencia)
El alma es la realidad esencial de los seres vivos, o dicho de otro modo, la forma
que da vida a la materia, permitiendo a todos los seres así formados nutrirse, crecer
y reproducirse, a algunos además sentir, y al hombre, además y sobre todo,
entender.
LA ETICA
La Ética de Aristóteles es eudemonista, pues persigue la felicidad, eudaimonia;
procede de “buen” y “demonio o potencia divina que gobierna al hombre”
La felicidad:
Igual que los seres naturales se mueven siempre por algún fin.
Ahora bien, si tenemos en cuenta que los fines que persiguen nuestros actos se
subordinan unos a otros, es decir, que algunos se buscan porque traen como
consecuencia otros que son los que verdaderamente buscamos, entonces hemos
de admitir que ha de haber un fin último o bien más excelente que es buscado por
sí mismo y nunca como medio para llegar a otro. Ese fin último de nuestras acciones
es la felicidad.
Según Aristóteles, para determinar en qué consiste la felicidad propiamente
humana, es necesario saber primero cual es la esencia del hombre, pues solo
aquellas acciones encaminadas al perfeccionamiento de esta pueden proporcionar
al hombre una verdadera y permanente, no transitoria, felicidad. Y lo que hace al
hombre ser hombre, es su entendimiento, inteligencia o alma racional, de ahí que
sea la actividad racional, es decir, el ejercicio de su entendimiento encaminado o
conocer/contemplar la verdad, lo que le ha de procurar una autentica y humana
felicidad. La feliz vida del sabio está hecha de serenidad ya que no se afana por un
fin externo cuyo alcance es siempre problemático, sino que su fin se encuentra en
la misma actividad de su inteligencia. La vida teorética es, por tanto, una vida
superior a la humana: el hombre solo la vive en cuanto posee en si algo de divino:
la inteligencia.
Las virtudes:
Son el camino a seguir para alcanzar la felicidad. Vivir conforme a la virtud significa
que la actividad de la razón o entendimiento dirige habitualmente (pues “una
golondrina no hace verano”) nuestra conducta. Para Aristóteles, hay dos tipos de
virtudes; éticas y dianoéticas.
Virtudes éticas:
Consiste en la actividad racional en cuanto se dirige a dominar a las partes no
racionales del alma (la vegetativa y la sensitiva) tal dominio se alcana cuando se
posee, dice Aristóteles. “el hábito de elegir el justo medio adecuado a uno”, justo
medio que se halla siempre entre dos extremos igualmente viciosos, bien por
exceso o bien por defecto. Así, por ejemplo, la virtud de la valentía se halla entre la
temeridad y la cobardía, la virtud de la generosidad, entre la prodigalidad y la
tacañería, etc.
Virtudes dianoéticas:
Consisten en la más teórico de la inteligencia, es decir en cuanto se dirige a
conseguir Epistéme (Ciencia), Shopía (Sabiduría) y Phrónesis (Prudencia). Esta
última (la Prudencia) constituye el núcleo de la ética de Aristóteles: se alcanza
cuando el entendimiento es capaz de manera habitual de decidir, de acuerdo con la
recta razón, que acción es el justo medio adecuado a uno para su bien vivir
(=felicidad). Por esto, la Prudencia es la virtud dianoética/intelectual de donde
manan, en última instancia, todas las virtudes éticas, como la valentía, la
generosidad, la templanza, la amistad, etc.
LA TEORIA POLÍTICA
El hombre no puede alcanzar la virtud y, por tanto, la Felicidad, al margen de la
pólis. De ahí que la Ética se subordine a la Política, pues, aunque ambas tratan
sobre cuál es el bien del hombre, sin embargo, dice Aristóteles, “el bien es
ciertamente deseable cuando interesa a un solo individuo, pero se reviste de un
carácter más bello y más divino cuando interesa a un pueblo y a un Estado entero”.
La Prudencia es aquella virtud intelectual que nos permite saber cuál es nuestro
bien individual, es decir, que acción es el justo medio (mesótes) adecuado a
nosotros; pero, si la aplicamos a discernir cual es el bien de la pólis (o comunidad
civil, se dice en el texto), entonces podemos llamarla Política.
Vamos a exponer la teoría política de Aristóteles distinguiendo en ella cinco
aspectos.
El fundamento de la sociabilidad humana.
El origen de la ciudad.
El fin(telos) de la vida sociedad.
Las formas de gobierno.
Los grupos humanos en la ciudad.
El origen de la ciudad:
La ciudad existe por naturaleza no es algo artificial producido por un acuerdo o
convención.
El origen de la vida social es que el individuo no se basta así mismo: no sólo porque
no puede por sí mismo proveer a sus necesidades, sino también porque por sí
mismo, es decir, fuera de la ley que conlleva vivir en comunidad y de la educación,
no puede alcanzar la virtud y, por tanto, llevar una vida humana.
Esta natural disposición humana a formar comunidades ha ido pasado por tres
etapas:
1. La familia o casa, oikos; es la comunidad primera constituida por la unión de
hombre y mujer y esclavos, así como los hijos de todos ellos.
2. Más tarde, la incorporación de varias casas, originariamente del mismo linaje
o familia, dio lugar a la formación de aldea o pueblo, demos, constituida en
vista de las necesidades no cotidianas.
3. Y por último, varias aldeas fueron agrupándose de modo natural para
constituir una Ciudad. Es decir, que la Ciudad no solo es capaz de satisfacer
las necesidades materiales de la vida, sino también crear el ámbito moral en
el que el hombre puede llegar a vivir bien.
El fin (télos) de la vida en sociedad:
El fin que la naturaleza sociable del hombre persigue alcanzar en la pólis es el vivir
bien o felicidad.
Formas de gobierno:
Un gobierno sólo se justifica/es legítimo si sirve al bien común o bien vivir de los
ciudadanos; lo que hace inaceptable una forma de gobierno es que las leyes
aprobadas no se dirijan al bien vivir o bien común sino al bien privado o particular.
La clasificación de las formas de gobierno, según Aristóteles, es la siguiente:
FORMAS DE GOBIERNO
ACEPTABLES (procuran el bien INACEPTABLES (sólo buscan el bien
común o bien vivir de los ciudadanos) particular, perjudicando al todo social)
Aristóteles se inclina por una forma de gobierno que sea un justo medio adecuado
a cada ciudad particular y conseguido al combinar las tres formas aceptables
considera que así la Ciudad está menos sujeta a turbulencias políticas, es decir,
consigue una mayor estabilidad.
Los grupos humanos en la ciudad:
El bien vivir o felicidad solo es accesible para los ciudadanos libre, no para los
esclavos ni para las mujeres, pues a estos la naturaleza (“que no hace nada en
vano”, dice Aristóteles) los ha creado como utensilios vivientes para la felicidad del
hombre libre. Las mujeres y los esclavos son pos naturaleza (=esencialmente)
incapaces de prever las cosas con su mente y, por tanto, han nacido para obedecer.
(Aristóteles afirma que ha hombres que siendo de hecho esclavos no lo son por
naturaleza, sino por accidente, como haber caído prisioneros en la guerra; pero en
el caso de las mujeres no hay vuelta de hoja: su naturaleza es tal que no pueden
llevar una vida teorética ni, por lo tanto, alcanzar la felicidad (eudaimonía)
auténticamente humana.