Derecho A La Intimidad Personal y Familiar
Derecho A La Intimidad Personal y Familiar
Derecho A La Intimidad Personal y Familiar
En consecuencia, debe autorizarse que este nuevo derecho mediante el cual las
personas tengan la facultad de exigir en primer lugar, que los servicios
informáticos públicos o privados, vale decir la información computarizada,
suprima informaciones a juicio de titular del derecho dañen a su persona. Vamos
a poner varios casos en donde en los tratados se alude constantemente a esta
situación, por ejemplo en materia biológica de conformación personal, si alguna
persona tiene un defecto personal desconocido y que solamente él lo conoce,
entonces los más lógico es que se conserve esta información de modo secreto
y no tenga porque ser apropiada esa información y puesta en la computadora,
aún cuando fuese verdad, y si es falso con mayor razón. En consecuencia, este
nuevo derecho que se ha incorporado ya en varias constituciones, partiendo de
la Constitución de Brasil, lo que pretende defender a la persona, no solamente
contra las informaciones falsas sino contra las informaciones secretas, cuyo
único propietario es el individuo, no la sociedad.
Si viviéramos en un mundo en donde el Estado esté por delante de la sociedad,
como el elemento más perfecto y al que tenemos que guardarle dignidad por
encima de la persona, tendríamos que decir que el Estado tendría todo el
derecho a tener la información de cada individuo, debidamente procesada,
nosotros hemos sostenido que debemos ser un país en donde la dignidad de la
persona esté por encima del Estado.
Por lo expuesto creemos que el agraviado muchas veces también es
responsable cuando se le comete un acto de violación a la intimidad.
COMPARACIONES NORMATIVAS
Un punto de partida para abordar la discusión del tema que nos ocupa son los
tratados internacionales de derechos humanos que regulan la materia. Dichas
normas constituyen un común denominador que rige la conducta de los Estados
que han ratificado dichos instrumentos. Por lo tanto, las pautas que los órganos
de supervisión señalan al interpretar dichos tratados son guías muy autorizadas
para orientar la normatividad y práctica interna de los Estados.