Propagacion de Aguacate
Propagacion de Aguacate
Propagacion de Aguacate
aguacate
Noviembre, 2012
“ENSEÑAR LA EXPLOTACIÓN DE
LA TIERRA, NO LA DEL HOMBRE”
SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA,
DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN
1
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO
2
AGRADECIMIENTOS
3
INDICE
Página
PRESENTACIÓN…………………………………………….……………………………. 6
INTRODUCCIÓN…………………………………………….……………………………. 8
ORIGEN DEL AGUACATE…..…………………………….…………………………….. 9
SUELO Y CLIMA…………………………………………….……………………………. 9
PROPAGACIÓN…………………………………………….…………………………….. 9
Construcción del almácigo………………………………….…………………………... 10
Desinfección del almácigo………………………………….……………………………. 11
Obtención de la semilla………………………………….……………………………….. 11
Presiembra………………………………….……………………………………………… 13
Siembra………………………………….…………………………………………………. 13
Trasplante a bolsas de plástico………………………………….………………………. 14
INJERTACIÓN………………………………….…………………………………………. 15
Injerto ingles………………………………….……………………………………………. 18
SELECCIÓN DE LA VARETA………………………………….……………………….. 18
MANEJO DE LA PLANTA………………………………….…………………………….. 19
PLAGAS Y ENFERMEDADES………………………………….……………………….. 20
CLONACIÓN DE PORTAINJERTOS………………………………….……………….. 21
El proceso de producción………………………………….…………………………….. 22
PROPAGACIÓN VEGETATIVA DE PORTAINJERTOS. SU IMPORTANCIA EN
AGUACATE.. …………….……………………………………………….……………….. 25
PROCESO DE ENRAIZAMIENTO: FACTORES INVOLUCRADOS………………… 28
Técnicas que promueven el proceso de enraizamiento………………………………. 30
Etiolación………………………………….…………………….…………………………. 30
Aplicación exógena de auxinas………………………………….………………………. 31
MÉTODOS DE PROPAGACIÓN VEGETATIVA DE PORTAINJERTOS…………… 33
Estacas…………….……………………………………………….………………………. 33
Acodos…………….…………………………………………….………………………….. 34
Micropropagación………….…………………………….…………………………….….. 34
SUSTRATOS………….…………………………….……………………………………... 38
Sustrato ideal………….…………………………….……………………………………... 39
4
Materiales usados como sustratos………….…………………………….…………….. 41
Aserrín………….…………………………….…………………………….………………. 41
Arena………….…………………………….…………………………….………………… 41
Elaboración de sustratos………….…………………………….………………………... 43
Características químicas………….…………………………….………………………… 44
Salinidad………….…………………………….………………………………………….. 45
pH del sustrato………….…………………………….…………………………………… 45
Características físicas………….…………………………….…………………………… 45
Porosidad………….…………………………….…………………………………………. 46
Aireación………….…………………………….…………………………….……………. 46
COMPACTACIÓN Y CRECIMIENTO RADICULAR………….……………………….. 47
CRECIMIENTO DE PORTAINJERTOS………….…………………………………….. 48
CRECIMIENTO DEL INJERTO………….…………………………….………………… 49
OBTENCIÓN DE PLANTA TERMINADA………….…………………………………… 49
BIBLIOGRAFÍA………….…………………………….…………………………….……. 50
5
PRESENTACIÓN
6
elección de un portainjerto es de gran importancia ya que puede resultar en el éxito o
fracaso de una plantación.
7
INTRODUCCIÓN
8
ORIGEN DEL AGUACATE
SUELO Y CLIMA
PROPAGACIÓN
Es importante recordar que hasta hace poco tiempo, la mayoría de los portainjertos y
variedades importantes eran resultado de la búsqueda y evaluación de semillas de
mutaciones. A pesar que en los últimos años nos hemos concentrado en el ámbito del
9
mejoramiento y selección bajo condiciones controladas, la búsqueda de material
varietal y portainjertos excepcionales es muy importante para los agricultores.
Debemos recordar que los árboles de gran productividad parecen ser más el resultado
de las interacciones entre el portainjerto y la variedad. Los árboles clonados a partir de
tal selección es un componente importante del proceso de evaluación.
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Desinfección del almácigo
El uso de una solución de Formol a 2.5% más calhidra (25 kg) y Basudín® granulado
4% (10 kg) en 200 litros de agua; para desinfectar 3 m3 de sustrato podría representar
otra opción para desinfectar el sustrato.
Obtención de la semilla
La semilla debe seleccionarse de aguacate criollo, de buen vigor y sano, la fruta que se
use para este fin debe estar en madurez fisiológica, y provenir del menor número de
árboles progenitores para evitar variación en la plantación. Nunca deben usarse
semillas de fruta tierna, enferma y que haya sido colectada del suelo, puesto que
podrían estar infectadas por patógenos como Phytophthora cinnamomi. En seguida se
le quita la pulpa y se extrae la semilla, se lava a chorro de agua, dejándola orear sobre
un costal en un lugar sombreado y ventilado (Figura 1).
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Figura 1. Lavado de semillas de aguacate.
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factores que dificultan la germinación. Se han evaluado distintos tratamientos de
escarificación que incluyen la remoción de la testa, corte basal, corte apical
(corte de candado), cortes laterales, punciones y la utilización de varios de ellos
en forma conjunta. En la actualidad, en la mayoría de los viveros comerciales
solamente realizan la remoción de la testa.
Presiembra
Siembra
13
Trasplante a bolsas de plástico
Para manejar fácilmente las bolsas, éstas se deben ubicar en bloque de dos a tres filas,
dejando un pasillo de 1 m de ancho entre bloques.
En forma general se utiliza bolsa negra de calibre 300, las dimensiones varían de 26 x
48 cm y de 34 x 62 cm (Ortíz y Vázquez, 2009).
El tamaño dependerá del tiempo que la planta se mantendrá en vivero y en la bolsa
antes de que el arbolito terminado sea establecido en la huerta; sin embargo, es
preferible que la planta permanezca el menor tiempo posible en el vivero. La bolsa se
debe perforar, para eliminar el exceso de humedad; se sugieren 10 perforaciones a
cada bolsa, las cuales deben de estar distribuidas en la base y a 10 cm de la misma.
Se recomienda después del trasplante efectuar un riego con una solución a base de
Derosal® 1 mL·L-1 de agua más Previcur® 1.5 mL·L-1 de agua.
Las bolsas son colocadas en bloques de cuatro hileras, dejando un espaciamiento entre
bloque y bloque del tamaño de una bolsa llena. La hilera sin bolsa favorece la
circulación del aire y facilita las labores culturales. Con este arreglo en una longitud de
10 m y un ancho de 2.3 m, se colocan 56 bolsas. Después del tratamiento presiembra
se establece la semilla en la bolsa con sustrato y se cubre con aproximadamente 2 a 3
cm de sustrato.
14
Cuando las plántulas tienen alrededor de seis meses están listas para injertarse, otro
indicador puede ser el grosor del tallo (1.5 cm).
INJERTACIÓN
Es recomendable injertar la planta criolla patrón a los diez meses de edad, o cuando
éste tenga aproximadamente 1.5 cm de grosor en la base del tallo, durante los meses
de mayo a agosto. La vareta debe tener un grosor semejante a la del tallo del patrón en
el que se injertará.
Existen varios tipos de injerto que se pueden efectuar en aguacate como son:
enchapado lateral (Figura 2), yema (Figura 3), yema en escudete o parche (Figura 4) y
de hendidura (Figura 5).
El tipo más utilizado por los viveristas de la región es el enchapado lateral que se
realiza en la siguiente forma:
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7. Aunque no es indispensable, envuelva el injerto con una bolsa de plástico o de papel
con perforaciones, para mantenerlo húmedo.
8. Se deben eliminar todos los brotes del portainjerto que aparezcan después de
injertarlo.
9. Cuando se observe que el injerto ha tenido éxito, se debe eliminar completamente la
parte superior del portainjerto mediante un corte diagonal por arriba del sitio del injerto,
y mantener las plantas injertadas bajo media sombra para evitar la insolación extrema.
En las condiciones del estado de México se obtienen plantas listas para venta de 12 a
14 meses después de la siembra en semillero con el injerto de enchapado lateral.
16
Figura 4. Injerto de escudete o parche.
17
Injerto ingles
SELECCIÓN DE LA VARETA
Las varetas deben ser obtenidas de árboles adultos mayores de 5 años; sanos, libres
de plagas y enfermedades, poco alternantes y productivos. Se elegirán varetas del
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último crecimiento que presenten yemas bien formadas, hinchadas (a punto de brotar).
Deben de colectarse después de la brotación, con un grosor de 0.5 a 1.5 cm. de un
tamaño de 10 a 12 cm con 4 a 6 yemas (Figura 7). Las tijeras que se utilizan para la
colecta de varetas deben de estar previamente desinfectadas con etanol. A las varetas
seleccionadas se le cortan las hojas dejando solamente el peciolo, el cual debe ser de
aproximadamente 5 mm e inmediatamente son cubiertas o mantenidas en fresco para
evitar su deshidratación y mejorar el prendimiento de estas al ser injertadas.
MANEJO DE LA PLANTA
A fin de facilitar su crecimiento vertical, las plantas deben ser tutoreadas con estacas de
70 cm de largo. En el vivero, las plantas se fertilizan principalmente con nitrógeno,
usando dosis mensuales de 5 a 10 g de urea o de nitrato de amonio por planta. Es
frecuente que se presenten deficiencias de zinc, que se corrigen con la aplicación de 1
19
a 2 g de quelatos por planta. La cantidad de agua y frecuencia de los riegos
dependerán del clima, suelo y vigor de las plantas. Los arbolitos afectados por
enfermedades como tristeza o marchitez deben eliminarse.
Las siguientes sugerencias están de acuerdo a la propuesta del Ing. José Cortéz
González (2010, comunicación personal).
a) Cuando la planta de aguacate injertada tenga alrededor de 40 a 60 días de desarrollo
del injerto, se realiza el despunte del “líder central” (tallo principal).
b). Selección de las “ramas estructurales”. Se dejan preferentemente tres ramas bien
distribuidas (equidistantes) y el resto se podan.
PLAGAS Y ENFERMEDADES
Las principales plagas en la etapa de vivero son los pulgones, ácaros, trips, mosquitas
blancas, gusanos defoliadores, minadores, chicharritas y arañas rojas. El grado de
infestación de plagas en vivero siempre estará en función del manejo fitosanitario. Para
el control de mosquita blanca aplicar hidróxido de calcio en dosis de 1 kg para 100 litros
de agua, con dos aplicaciones por semana; otra alternativa es el aceite parafínico de
petróleo en dosis de 1 litro en 200 litros de agua.
Para araña roja aplicar azufre humectable en dosis de 7 g·L-1 de agua o con azufre
liquido en dosis de 3 mL·L-1 de agua, o aceite parafínico de petróleo 2 litros en 100 litros
de agua. Para el control de trips y chicharritas con Permetrina en dosis de 3 mL·L-1 de
agua.
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Entre las principales enfermedades que se presentan en viveros de aguacate están las
pudriciones de la raíz provocadas por: Fusarium, Pythium, Phytophthora, Verticillium y
Armillaria. Una buena esterilización del suelo garantiza la reducción de estas
enfermedades; en caso de presentarse, lo más recomendable es retirar las plantas que
presenten síntomas y quemarlas.
CLONACIÓN DE PORTAINJERTOS
Sin embargo, la marcada dificultad congénita del aguacate para formar raíces
adventicias complica el proceso y resta eficiencia a las sofisticadas y costosas
tecnologías que se siguen ensayando en diversas partes del mundo para la producción
comercial de portainjertos clonales. La necesidad de superar dichas dificultades obliga
21
a seguir buscando y/o adecuando tecnologías que reduzcan el costo y vuelvan más
eficientes este tipo de propagación.
El proceso de producción
22
2. Cuando el tallo de esta planta tenga un diámetro de 5 mm se injerta con el
portainjerto de interés a propagar.
23
4. Se le realiza un par de incisiones, longitudinales y opuestas en el tallo, y se
aplica ácido indolbutírico sobre las incisiones.
6. Las raíces podrán observarse sobre la pared del vaso en un periodo de 70-80
días después de la aplicación del AIB.
24
7. El acodo con sus raíces adventicias se separa del patrón temporal, se coloca
bajo sombra y nebulización intermitente para que endurezca.
De manera general la propagación vegetativa puede emplearse para obtener una planta
íntegra o sólo una nueva copa (injerto). En ambos casos el genotipo resultante será
idéntico a la planta de donde se obtuvo el material vegetativo para la propagación.
25
Como en muchas especies frutales, en los aguacates también existe la necesidad de
seleccionar portainjertos en función de ciertos atributos que pueden ser características
favorables para hacer frente a factores limitantes de la producción relacionados con el
suelo como su tolerancia a la pudrición radicular, a la salinidad, al exceso calcáreo, a la
falta de aireación, etc., o también para modificar algunas características hortícolas del
cultivar injertado como vigor, precocidad en la entrada de producción, incremento de los
rendimientos y la calidad, etc., incluso para reducir la susceptibilidad de los frutos a
desórdenes fisiológicos o a enfermedades del fruto como la antracnosis (Willingham et
al., 2001).
Sin embargo, por las peculiares características del aguacate como especie anotadas
oportunamente, los portainjertos que con algunas de estas características podrían ser
seleccionados, deben de ser propagados vegetativamente para mantenerlas intactas.
Aún cuando existen reportes que indican que desde las primeras décadas del siglo
pasado ya existía interés por la propagación vegetativa de portainjertos de aguacate, la
necesidad de contar con portainjertos clonales, se volvió mucho más apremiante a
partir del año 1942 cuando se aisló el patógeno Phytophthora cinnamomi Rands como
causante de la pudrición radicular (Zentmyer, 1980; Zentmyer et al., 1998), y la
búsqueda de patrones tolerantes al patógeno se convirtió en una prioridad mundial en
la investigación sobre el cultivo del aguacate (Gallo et al., 1999).
Desde entonces muchos portainjertos con esas características, como los cultivares
Duke 7, Thomas, Barr Duke, Toro Canyon, Dusa y Latas) y Evstro, han sido
seleccionados principalmente en California (EEUU), Israel y Sudáfrica (Menge et al.,
1992; Menge, 2001). La propagación vegetativa de estos y otros con similares
26
aptitudes, resulta indispensable para conservar íntegramente sus beneficiosas
características.
27
disposición genética de sus tejidos para formar raíces adventicias, lo que se ve
reflejado en costos muy elevados en comparación a la propagación por semilla.
28
Reuveni y Raviv (1980) determinaron el contenido de once elementos en hojas de
esquejes de aguacate y sólo encontraron correlación entre el manganeso (Mn) y la
formación de raíces. En hojas de cultivares de difícil enraizamiento se hallaron altos
contenidos de Mn, mientras que en aquellos de fácil enraizamiento el contenido del
microelemento fue mucho menos. Se sabe que el Mn es un activador de la enzima
oxidasa del AIA, que destruye las auxinas naturales en la base del esqueje o estaca,
ocasionando condiciones adversas al enraizamiento.
En especies como el aguacate que son difíciles de enraizar, la edad de la planta madre
de la que se usan o toman los brotes para su propagación clonal, es un factor de mucha
importancia (Hartmann et al., 1997). Desde mucho tiempo atrás se ha reportado que la
capacidad de enraizamiento en el aguacate disminuye al aumentar la edad de la planta
madre, comportamiento que se relacionó con el llamado factor de juvenilidad. Estudios
más recientes corroboran esta relación. Kadman (1976), trabajando con el cultivar
29
Mexicola, logró 100% de enraizamiento de esquejes que provenían de plántulas de 6
meses y sólo 30% cuando éstas ya tenían 12 meses. Esta alta capacidad de
enraizamiento de estacas de plántulas de aguacate también fue reportada por Krezdorn
y Marte (1976) en varios cultivares.
Etiolación
La etiolación es el desarrollo de plantas o partes de las mismas en ausencia de luz, que
resulta en características como: hojas pequeñas no expandidas, brotes elongados y
falta de clorofila, lo que da lugar a un color blanco de los tejidos. En la práctica, los
propagadores de plantas también usan el término de etiolación para referirse a brotes
de plantas madres o nodrizas forzados a crecer bajo una fuerte sombra (Hartmann et
al., 1997).
30
y Borys, 1983; Alves de Oliveira et al., 1999). Por ejemplo, Barrientos-Priego et al.,
1986) trabajando con los cultivares de aguacate Colín V-33 y Fuerte, encontraron que
sin una previa etiolación el enraizado de los brotes fue nulo, a pesar de haberse
realizado tratamientos con auxinas, anillados y usado camas enraizadoras.
Anteriormente, ya Frolich y Platt (1971) introdujeron la técnica de la etiolación en la
metodología del enraizamiento de esquejes de aguacate.
El tiempo requerido en ausencia de luz para que los brotes sean adecuadamente
etiolados, según reportan varios investigadores, es variable. En promedio se ubica entre
3 a 8 semanas (Velho Da Silveira et al., 2004; Aguilera, 2007).
En la mayoría de casos y para fines de propagación, una vez que los brotes están
totalmente etiolados, éstos son puestos en condiciones de luz para desetiolarlos,
manteniendo etiolada sólo la porción donde posteriormente tendrá lugar el
enraizamiento. Esto se logra mediante una técnica conocida como “banding”.
31
reforzar su efecto y mejorar la calidad de las raíces (Ernst, 1999. Diversos trabajos de
investigación en diversas especies confirman esta posibilidad, siendo el AIB y el ácido
naftalenacético (ANA) las auxinas sintéticas más empleadas a diversas
concentraciones y aplicadas en diferentes modalidades. Trabajando con esquejes
etiolados de guayabo, Da Costa Jr. et al. (2003) concluyeron que la aplicación de AIB
en inmersión rápida a 2,000 mg.L-1 en solución (50% de alcohol) aumentó de manera
significativa el número de raíces que produjeron los esquejes tratados.
Parece ser que el efecto de las auxinas en el enraizamiento, está relacionado con la
intensidad de la luz. Así lo demuestra el estudio realizado por Christensen et al. (1980),
quienes en portainjertos de manzano M26, encontraron que las estacas con las
mayores irradiaciones (W/m2) no tuvieron respuesta a los tratamientos de AIB, pero a
medida que se fue disminuyendo la irradiación, la respuesta al tratamiento de auxinas
se incrementó. A menores irradiaciones y mayores concentraciones de auxinas, se
incrementó el número de raíces, el porcentaje de enraizamiento, y se acortó el tiempo
entre el corte y la iniciación radical.
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Respecto a la forma de acción de la auxina sintética, algunos investigadores indican
que no actuaría como auxina sino como protector de la auxina endógena AIA,
dirigiéndola a la formación de ciertos compuestos fenólicos, entre otros, que podrían ser
empleados en el proceso de enraizamiento (Gandulfo, 1983).
Las técnicas que parecen ser fundamentales para lograr la eficiencia en los métodos
comerciales de propagación vegetativa de portainjertos de aguacate son la etiolación y
la aplicación de reguladores de crecimiento, especialmente el AIB (Frolich y Platt, 1971;
Barrientos-Priego et al., 1986; Biasi y Koller, 1993; Muñoz y Rogel, 1998; Ernst, 1999).
Con el empleo de ambas, los métodos que más se trabajan en diferentes partes del
mundo y con resultados bastante aceptables son las estacas y los acodos (Frolich y
Platt, 1971; Barrientos-Priego et al., 1986; Biasi y Koller, 1993; Aguilera, 2007). Wessels
(1996) indica que los métodos comerciales de propagación vegetativa de aguacate son
laboriosos y lentos, por lo que se debería tener en cuenta la propagación clonal in vitro.
Sin embargo, esta metodología se complica por dificultades aún no resueltas en
algunas de sus etapas, por lo que todavía no es una alternativa satisfactoria.
Estacas
En la propagación por estacas, una porción de tallo (de tejido joven o maduro) es
separado de la planta madre e inducido a la formación de raíces y brotes por diversas
manipulaciones que pueden ser químicas, mecánicas y/o ambientales (Hartmann et al.,
1997).
33
Las condiciones fisiológicas y anatómicas de un esqueje, facilitan la pérdida de agua,
motivo por el cual las técnicas de este método de propagación están diseñadas para
que en la atmósfera del ambiente donde va a permanecer en espera de su
enraizamiento, haya baja evapotranspiración por parte del esqueje, lo que usualmente
se logra con un humedecimiento constante de las hojas y los tejidos tiernos del esqueje,
a través del riego intermitente por nebulización o con una atmósfera saturada de
humedad. Asimismo es importante que las células mantengan la adecuada turgencia
para que los procesos de iniciación y desarrollo de raíces sucedan con normalidad.
Además de la humedad, se requieren niveles apropiados de temperatura tanto en el
sustrato donde se encuentra la parte basal del esqueje desarrollando raíces, como en la
parte aérea, donde la temperatura debe ser adecuada para que las hojas no sufran
stress. Las condiciones de luz propicias para la fotosíntesis y la producción de
carbohidratos también son importantes (Hartmann et al., 1997).
De esta manera los brotes se desetiolan y se vuelven verdes, salvo su parte basal que
continúa en condiciones de oscuridad. Después, cuando ya poseen hojas maduras, los
brotes son separados de la planta nodriza y sembrados como esquejes en camas de
enraizamiento especialmente acondicionadas en cajas de madera con una cubierta de
vidrio, donde permanecen hasta formar raíces adventicias.
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La dificultad de los aguacates para formar raíces adventicias, es una característica que
varía de acuerdo a los diferentes genotipos. De manera general los esquejes de
aguacates mexicanos tienen mejor comportamiento que los de la raza Guatemalteca, y
estos mejor que los Antillanos (Reuveni y Raviv, 1980; Velho da Silveira et al., 2004).
Habría, no obstante, que resaltar los resultados obtenidos por Cutting y Van Vuuren
(1988), que probaron el enraizamiento de este tipo de esquejes de ‘Fuerte’ y ‘Duke 7’,
cuyos brotes fueron tratados con ácido giberélico 3 meses antes de ser extraídos. Los
resultados, 150 días después de la siembra y con tratamiento de los esquejes con AIB a
2,000 mg.L-1, arrojaron 68% de enraizamiento.
35
Acodos
El acodo es una forma de propagación clonal en la que las raíces adventicias se
promueven e inician en una rama que aún está unida a la planta madre. La rama
enraizada, o acodo es separado y se convierte en una planta íntegra que cuenta con
sus propias raíces y su propio sistema caulinar. La acumulación de fotosintatos y
hormonas endógenas en el área de enraizamiento son factores de mucha importancia
en el éxito del proceso, que puede además ser promovido por tratamientos externos
como anillado, cortes o heridas, doblado de ramas o aplicaciones de hormonas
sintéticas como el AIB (Hartmann et al., 1997).
Weaver (1980) señala que el acodo se utiliza con frecuencia para propagar especies
que forman raíces con mucha dificultad, siendo éste el caso del aguacate. Por eso es
que gran parte de los trabajos, tanto a nivel de investigación como comercial, en
propagación clonal de portainjertos de aguacate consideran en su metodología el uso
del acodo.
36
En Perú, De los Santos (2001), empleó la técnica de etiolación de brotes en acodo de
aguacate, basado también en la metodología de Frolich y Platt (1971), usando el
estrangulamiento antes del acodado para promover raíces y trabajando con tiempos de
etiolación que fueron desde 4 hasta 8 semanas, y tiempos de enraizamiento desde 100
hasta 160 días después del acodado, obteniéndose los mejores resultados para todas
las evaluaciones con 4 a 6 semanas de etiolación y 140 a 160 días de enraizamiento.
Las técnicas descritas y las variantes de las mismas, tanto en el caso de esquejes
como en acodos, siguen siendo muy laboriosas, toman tiempo considerable, son
costosas y su eficiencia es relativa, motivo por el cual resulta interesante buscar
opciones para acelerarlas y simplificarlas.
Micropropagación
Los intentos de multiplicar esta especie mediante cultivo de tejidos han buscado acortar
el período de propagación y masificar la producción de plantas sobre portainjertos
37
clonales (Solorzano, 1989). Sin embargo, se ha logrado un éxito limitado en los
ensayos, debido a que esta especie se comporta como recalcitrante en el cultivo in vitro
(Dalsaso y Guevara, 1989).
Pliego-Alfaro et al, (2007), señalan que los procedimientos in vitro para el aguacate son
versátiles. Pudiendo regenerarse plantas mediante ramificación axilar y embriogénesis
somática. Sin embargo, las frecuencias de regeneración, particularmente para los
embriones somáticos son muy bajas, por lo que es necesario mejorarlas.
SUSTRATOS
Se define como sustrato a todo material natural o artificial, que permite el anclaje del
sistema radicular. Además también puede aportar elementos nutritivos (Crozon y
Neyroud, 1990).
El sustrato es un factor más del cultivo, como la luz o la temperatura, pero a diferencia
de éstos, el sustrato es un medio biológico, física y químicamente activo, cuya actividad
depende del resto de factores ambientales, además del contenedor, las técnicas de
cultivo y el cultivo (Bures, 1993). Según Kester y Davies (1990), son aptos como
sustrato todos aquellos materiales que por su granulometría y estabilidad estructural,
permiten una aireación elevada. Los sustratos deben aportar los elementos necesarios
para el crecimiento: agua, aire y nutrientes.
Actualmente, estos últimos pueden ser aportados de un modo preciso al cultivo por los
abonos minerales, la disponibilidad de agua y de aire depende de las propiedades
físicas y mecánicas del sustrato (Crozon y Neyroud, 1990).
38
Dentro del sector viverista, uno de los factores que condiciona el éxito de la
propagación de plantas frutales en contenedores, son los materiales utilizados como
sustratos. En el país existe una serie de materiales comúnmente usados en la
elaboración de sustratos en vivero, entre ellos los más utilizados son: arena de rio,
suelo de cultivo, corteza de pino, acícula de pino, agrolita, turba y tierra de hoja. En los
últimos años se ha observado una apreciable disminución de la disponibilidad de ellos,
especialmente de los últimos dos materiales mencionados.
A todo esto se suma un creciente interés de las autoridades por controlar la extracción
de tierra de hoja. Esto debido a que el origen de este material se encuentra en
quebradas y bosques nativos de la zona central, las cuales han sufrido una erosión,
perdiéndose toda la capa vegetal y/u orgánica de estos suelos dejándolos casi inertes.
Todo esto ha llevado a los viveristas a replantearse este aspecto, buscando sustratos
alternativos a los comúnmente usados. La búsqueda se ha orientado básicamente, a
materiales que se encuentren en grandes volúmenes y en forma natural, como también
de producción artificial o como residuos de algún proceso productivo. Otro factor que
debe considerarse es el costo que poseen estos materiales y el transporte desde su
fuente de origen.
Sustrato ideal
En la elección de un sustrato ideal, un primer criterio podría ser el costo económico del
producto pero, sin duda, existen otros factores físico-químicos, más difíciles de evaluar
a priori, que deben tenerse muy en cuenta para el éxito del nuevo sistema de cultivo.
Una primera regla básica sería elegir un sustrato en función a las características del
39
sistema de fertirrigación disponible. Prácticamente, ningún sustrato es malo si se es
capaz de adaptar a sus características de manejo, pero parece más razonable escoger
el sustrato de acuerdo a las posibilidades reales de cada explotación. También es
importante la capacidad del sustrato de actuar con la solución nutritiva, así sustratos
inertes (lana de roca, perlita, etc.), permiten un mejor control de la nutrición pero, a la
vez, exigen instalaciones de riego y fertilización más precisas. En cambio, sustratos
más orgánicos poseen una mayor capacidad de intercambio catiónico modificando la
solución aportada, pero también representan una mayor capacidad tampón ante
posibles errores o cambios imprevistos. No se debe de olvidar los residuos que
suponen algunos medios de cultivo después de su utilización y que van en contra de
esta mentalidad cada vez más ecológica.
40
No debe tener un alto nivel de salinidad.
Debe poder ser pasteurizado con vapor o sustancias químicas sin que sufra
efectos nocivos.
Debe proporcionar una provisión adecuada de nutrientes cuando las plantas
permanecen en él un largo periodo.
Aserrín
El aserrín constituye un subproducto de la producción forestal. Está compuesto en un
alto porcentaje por residuos de madera y muy poco por corteza. Existen diferentes tipos
de aserrín según la especie forestal de donde proviene, por esto la composición y
reacción de productos de madera, como el aserrín o corteza depende de las especies
(Bermudez, 1997 Gerente de administración y personal).
41
Hartmann, Kester y Davies (1990) indican que es posible que al trabajar con este
material se necesite una cantidad adicional de nitrógeno, suficiente para los
requerimientos de descomposición del sustrato y solventar las necesidades del cultivo.
La tasa de descomposición varía de acuerdo al tipo de madera.
Dcey et al. (1978) señalan que debido a este empobrecimiento de nitrato y amonio, los
niveles de nitrógeno requeridos son mayores en una planta desarrollada en un sustrato
con una alta relación C/N, pues hay que agregar una cantidad al medio de propagación
para suplir el proceso de descomposición por parte de los microorganismos del suelo.
Hartmann, Kester y Davies (1990) señalan que por su alta disponibilidad, su bajo costo
y su peso liviano, este material es ampliamente usado en las mezclas de suelo para
plantas que se cultivan en macetas, pero hay que agregar nutrientes complementarios.
42
El pH de aserrín fresco suele oscilar entre 4.5 y 5.5 y aumenta hasta 6.5 -7.0 cuando se
composta. Su capacidad de intercambio catiónico es relativamente alta, 110-130
miliequivalentes por litro, y es más rico en nutrientes como fósforo, potasio, calcio y
magnesio que la turba (Cid Ballarín, 1993).
Arena
Hartmann, Kester y Davies (1990) definen la arena como pequeños trozos de roca, de
0.05 a 2.0 mm de diámetro, formados como resultado de la intemperización de diversas
rocas, dependiendo su composición mineral de aquella de la roca. Se ha determinado
arena fina a aquella que posee un diámetro entre 0.05 y 0.5 mm, y como gruesa a la
que posee hasta un 10-15% de partículas mayores de 2 mm (Cid Ballarín, 1993).
Estos dos últimos autores coinciden en determinar a este material como el de mayor
peso dentro de los utilizados en la realización de mezclas para maceteros, pesando
1290 Kg/m3 (Hartmann, Kester y Davies, 1990) o 1.2 a 1.6 Kg·L-1 (Cid Ballarín, 1993).
Según Jiménez y Caballero (1990) citado por Morales (1996), este material suele
considerarse inactivo desde el punto de vista químico. Su pH es próximo a la
neutralidad y su capacidad de intercambio catiónica nula. Tampoco aporta nutrientes.
No obstante, es necesario determinar pH y contenido en carbonatos para evitar
43
posibles problemas. Igualmente conviene comprobar que no se incluya demasiada
arcilla y debe ser fumigada antes de ser utilizada, ya que puede contener semillas de
malezas y organismos patógenos (Hartmann, Kester y Davies, 1990).
ELABORACIÓN DE SUSTRATOS
44
manejo del agua y la dosificación de fertilizantes en el crecimiento de las plantas en
contenedores. Además, por facilitar el uso de un programa cultural estándar para la
obtención de plantas más uniformes.
Características químicas
Salinidad
La cantidad excesiva de sales en la mezcla de propagación o cultivo o en el agua de
riego (más de 0.75 mmhos/cm) puede reducir el crecimiento de las plantas, quemar el
follaje o hasta matar las plantas. Los programas de fertilización también contribuyen a la
acumulación de sales. La sobrefertilización produce rápidamente síntomas de salinidad,
empezando con el marchitamiento del follaje y de las puntas así como quemaduras de
los márgenes de las hojas. Para impedir la acumulación de sales, periódicamente se
deben lixiviar con agua los contenedores (Hartmann, Kester y Davies, 1990, 1990).
pH del sustrato
La reacción del suelo o pH, es una medida de la concentración de iones hidrógeno en el
mismo. Aunque no influye directamente en el crecimiento de las plantas, tiene varios
efectos indirectos, como sobre la disponibilidad de ciertos nutrientes y la actividad de la
flora microbiana benéfica. Una gama de pH de 5.5 a 7.0 es la mejor para el desarrollo
de la mayoría de las plantas. Para reducir el pH, es posible agregar como fertilizante
sulfato de amonio y para elevarlo usar nitrato de calcio (Hartmann, Kester y Davies,
1990).
Características físicas
Porosidad
El porcentaje de la porosidad ocupado por aire se denomina porosidad de aire, y es uno
de los parámetros más importantes para valorar la calidad de un sustrato (Ansorena,
45
1994). Aun cuando las causas de la reducción del crecimiento radicular de las plantas
desarrolladas en contenedores no están claras, es evidente que la porosidad expresada
por la densidad aparente es un factor importante en el crecimiento y desarrollo de la
raíz (Nicolosi y Fertz, 1980).
En cuanto a la porosidad total ideal que debiera presentar un sustrato, no existe hasta
el momento un gran acuerdo. Ansorena (1994) afirma que la porosidad ideal sería de
un 85%. Jenkins y Jarrell (1989) aseveran que el rango óptimo de valores para la
porosidad total es entre 60 y 70%. No obstante, la literatura coincide en que para
otorgar la condición óptima para el crecimiento vegetal, la porosidad total debe
corresponder a un 50%, y estar repartida igualmente entre agua y aire (Hillel, 1980).
Aireación
Hartmann, Kester y Davies (1990) definen como aireación al intercambio de gases
producidos en el suelo, principalmente dióxido de carbono y oxígeno.
Gavande (1972) señala que los factores que determinan la aireación de un sustrato son
fundamentalmente: densidad aparente, distribución del tamaño de poros, estabilidad de
los agregados y la distribución relativa del tamaño de partículas que componen el
sustrato.
Para un manejo adecuado del riego, resulta esencial conocer las propiedades de
retención de agua y de aireación del sustrato. En la mayoría de los sustratos, que
retienen varios gramos de agua por cada gramo de fase sólida, la cantidad de agua
disponible suele ser suficiente para el cultivo de plantas en contenedor (Ansorena,
1994).
Además, como las raíces necesitan aire para respirar es necesario que una cierta
proporción de los poros se encuentre ocupada por aire, ya que de lo contrario se corre
el riesgo de asfixia radicular (Ansorena, 1994).
46
También un buen intercambio de gases entre el medio de germinación y el embrión es
básico para una germinación rápida y uniforme. El oxígeno es esencial para el proceso
de respiración de las semillas en germinación.
En general, la cantidad de oxígeno requerida es proporcional a la cantidad de actividad
metabólica que se esté desarrollando ya sea a nivel radicular o de germinación
(Hartmann, Kester y Daves, 1990).
El volumen total del sustrato y su reparto entre la fase sólida, el agua y el aire no
permanece constante, sino que varía a lo largo del período de cultivo. El volumen
47
ocupado por el sustrato se va disminuyendo, principalmente a consecuencia de la
compresión que experimenta tras el riego. La cantidad de fase sólida tiende a disminuir,
a consecuencia de la descomposición de la materia orgánica y la pérdida de las
partículas finas por el arrastre con el agua de riego.
Conover y Poole (1981) consideran que al no aplicar presión alguna sobre las mezclas
de sustratos, se desarrolla en mayor cantidad la penetración de raíces en el medio, en
comparación a los sustratos que sufren alguna presión. Estos últimos autores afirman
que la reducción del crecimiento radicular y por ende el de la planta se debe a la falta
de aireación. Calderón (1985) afirma que la muerte de raíces provocada por la falta de
aireación, se debe a la dificultad de éstas para respirar.
CRECIMIENTO DE PORTAINJERTOS
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Pueden ocurrir deficiencias de fierro, por lo que se aplica Quelato de Fierro, incorporado
al suelo disuelto en agua.
El riego se puede realizar con un sistema presurizado con espagueti o bien con
manguera. En general, hay 10% de pérdida de portainjertos por causa de albinismo,
enanismo y arrosetamiento (se supone virosis) y pudriciones.
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