Libro Politainnment. La Polític en Los Medios de Comunicacion
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POLITAINMENT
La política espectáculo en los medios de
comunicación
tirant humanidades
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en cuyo centro entiendo que hay que encuadrar a los que estudian eso del
”politainment“: “Todos ven lo que parece ser, mas pocos saben lo que eres;
y estos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que se
escuda tras de la majestad del Estado”, dice en el capítulo XVIII. Ni siquiera
el Príncipe puede dar la espalda a la mayoría de la opinión, tiene que contar
con ella o respaldarse en ella. Tras el consejo al Príncipe, se oculta la única
advertencia que Maquiavelo no llegó a atisbar. Ojo, si puede el Príncipe
aparentar lo que no es para captar la opinión de la mayoría ¿no sería lo más
virtuoso limitar, dividir y dejar en manos de la mayoría la revocación pe-
riódica de los poderes principescos a fin de que la mayoría que no ve pueda
escuchar las razones de la minoría que sí ve, y si no puede distinguir lo que
es de la apariencia, pueda al menos elegir qué apariencia es la que más se
le aproxima? Sabía Maquiavelo algo que todavía cuesta entender a muchos
intérpretes de los medios de comunicación, que la mayoría de la opinión
regula la política del Príncipe tanto como la audiencia regula la atención a
los programas que se le ofrecen.
Algunos traductores sustituyen el vocablo “mayoría” del texto de El
Príncipe por el de “vulgo”, lo cual hace coincidir el punto de vista de Ma-
quiavelo con el del Arte nuevo de hacer comedias de Lope cuando requiere
de sus reglas que “el vulgo con sus leyes establezca”. Afirma Lope que en el
arte teatral, como ocurre en el político (¿será todo “arte” a fin de cuentas?),
la “opinión de la mayoría” dicta la sentencia del juicio que se requiere para
el éxito que acredite al autor (¿será todo “juicio” en lugar de “política” o de
“arte”, como se postulaba en la línea anterior?). Maquiavelo lo supo, ape-
nas aparecida la imprenta, para anticiparse y señalar un camino a quienes
ahora estudian el efecto multiplicador que producen las copias virtuales,
sean impresas o audiovisuales. Copias sembradoras de información y genera-
doras de una opinión destinada a formarse libremente en una sociedad tan
individualizada como digitalizada. Esta sociedad necesita, justamente por
esa imbricación inevitable, distinguir las hebras que componen la actividad
informadora de las que sirven al príncipe para ganarse la opinión de la ma-
yoría aparentando o simulando que es él quien trata de servirla a ella. No
hay razón para extrañarse de que electores y audiencias vayan imbricadas y
de que sea necesario esforzarse para separar qué es lo propio de cada una.
Desde esta perspectiva, lo que más me llama la atención de los trabajos
reunidos en este libro que coordina Salomé Berrocal es que el infroentrete-
nimiento se describe como un producto híbrido, inducido por el proceso de
adaptación de la convergencia de medios en la sociedad digital. Al leer los
textos, compruebo que las nuevas preguntas que el libro induce son depen-
dientes de las viejas que se hacían ya antes de Maquiavelo y que aparecen
18 Luis Núñez Ladevéze
renovadas sin modificar su sentido. ¿Por qué hay que divertir a la audiencia
para mantener el interés del ciudadano por la política? ¿Por qué, para captar
su atención, hay que recurrir al panem et circenses televisivo o al digital?
¿Cómo se mantienen las diferencias entre los métodos usados para captar la
opinión y los dirigidos a suministrar información solvente? ¿Cómo discernir,
en la circulación que acopla el televisor a la red y la red al televisor, entre
el ruido del rumor digitalizado, la desinformación, la opinión exacerbada,
la congruente con los hechos, y la información veraz? De las respuestas
que estos trabajos ofrecen a estas y otras preguntas análogas, infiero que
muestran que el proceso de separación, selección y distinción entre la in-
formación y la apariencia informativa no responde en la sociedad digital a
impulsos distintos que en su precedente, la cultura de masas.
Las expresiones “industria cultural” y “cultura de masas” fueron acu-
ñadas por Adorno y Horkheimer en Fragmentos filosóficos, en una versión
que fue multicopiada en 1944. Cuando hace más de medio siglo, se dice
pronto, iniciaba mis estudios de comunicación, la crítica cultural de la Es-
cuela de Francfort encarrilaba la tendencia interpretativa dominante en el
mundo académico. Nuestra biblia en aquellos años eran aquellos Fragmentos
filosóficos publicados en 1947 que pasaron a denominarse Dialéctica de la
ilustración en unas traducciones y Dialéctica del iluminismo, en otras. La
edición de Trotta de Dialéctica de la Ilustración señala alguna variación de
expresiones que, en 1944, aparecían como “cultura de masas” y en 1947
como “industria cultural”.
El texto trataba de probar que, si la libertad del mercado en un sistema
basado en la opinión de las mayorías, generaba un sistema de fabricación
en serie de productos culturales, tenía que deberse a la obstrucción del
capitalismo para crear un ambiente de dignidad cultural. La expresión “crí-
tica cultural” se usaba entonces como forma literaria de distanciarse de
la “industria cultural” de producción de bienes culturales: una cosa era el
producto “industrial”, el bien de consumo de una “economía de la cultura”,
y otra el razonamiento crítico, la perspectiva desde la que se enjuiciaba esa
capacidad del capitalismo tardío, así se decía, para producir manufacturas
culturales cuya finalidad era el enajenamiento intelectual de los ya enajena-
dos por la previa supeditación laboral al proceso de fabricación seriada. Con
la reproducción de bienes de consumo cultural y el acceso colectivo radiado
o escrito a los espectáculos populares, “las masas tienen lo que quieren y
reclaman obstinadamente la ideología mediante la cual se las esclaviza…
La industria se adapta a tales pedidos”. (Horkheimer & Adorno, ed. 1998:
165-213).
Prólogo. La opinión de la mayoría sobre la apariencia del Príncipe en la sociedad digital 19
seguridad a los críticos sobre su severo diagnóstico contra los efectos gre-
garios derivados de la producción en serie de bienes culturales. Rompían el
principio de igualdad reservando a unos pocos el papel de emisores y a los
demás el de receptores pasivos del proceso. Los resultados eran lamentables
porque la opresión ocultaba su yugo bajo la apariencia de la libre elección
de políticos y de mercancías culturales.
La paradoja se resolvía al descubrir que, en la sociedad de consumo de
masas promovida por la industria capitalista, no había dificultad técnica
para sustituir la “unidireccionalidad” por la “reciprocidad”. Si no se hacía
era porque la industria monopolizaba arbitrariamente el control de la pro-
ducción y la emisión de los mensajes o contenidos. Uno de los más afamados
críticos francfortianos, Hans Magnus Enzensberger, hoy flamante premio
Príncipe de Asturias, escribía de este modo:
unos medios como la televisión y el cine en su aspecto actual, no están
al servicio de la comunicación, sino que más bien la obstaculizan. No per-
miten ninguna influencia recíproca entre el transmisor y el receptor; desde
el punto de vista técnico, reducen el feedback al nivel mínimo que permite
el sistema. Sin embargo, este estado de cosas no puede ser justificado desde
el punto de vista técnico. Muy al contrario, pues la técnica electrónica no
conoce ninguna distinción de principio entre el transmisor y el receptor.
Cualquier radiorreceptor a transistores también es, por la naturaleza de su
construcción, una emisora en potencia, pues por acoplamiento o reacción
puede actuar sobre otros receptores. Por lo tanto, la transformación de un
mero medio de distribución en un medio de comunicación no ofrece ningún
problema de índole técnica. Esta transformación se evita conscientemen-
te por unas pésimas razones políticas. Así, la diferenciación técnica entre
transmisor y receptor refleja la división social del trabajo entre productores
y consumidores, que ha adquirido una agudización política especial en el
campo de la industria de la conciencia. Porque, en último término, está
basada en la contradicción básica entre las clases dominadoras y las domi-
nadas (esto es, entre el capital o la burocracia y las masas dependientes…
(1972, 34)
Reproducía entonces Enzensberger la objeción expuesta muchos años
antes por Adorno y Horkheimer a la industria cultural cuando todavía no se
había expandido la televisión: “la radio democrática vuelve a todos por igual
escuchas, para remitirlos autoritariamente a los programas por completo
iguales de las diversas estaciones. No se ha desarrollado ningún sistema de
respuesta y las retransmisiones privadas son mantenidas en la clandesti-
nidad… todo resto de espontaneidad del público en el ámbito de la radio
Prólogo. La opinión de la mayoría sobre la apariencia del Príncipe en la sociedad digital 31
1
Este texto responde a la elaboración del marco teórico y al proceso de concreción de
hipótesis del proyecto CSO2013-42166-R: “Auctoritas doméstica, capacitación digital
y comunidad de aprendizaje en familias con menores esolarizados”, correspondiente
al Plan Nacional de I+D+i Retos de la Sociedad subvencionado por el MICINN y fondos
FEDER. Se inscribe como actividad del PROVULDIG, “programa de actividades sobre
vulnerabilidad digital” financiado por la CAM, H2015/HUM-3434
Prólogo. La opinión de la mayoría sobre la apariencia del Príncipe en la sociedad digital 35
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1. POLITAINMENT, LA POLÍTICA ESPECTÁCULO
Y SU TRIUNFO EN LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN
SALOMÉ BERROCAL GONZALO
Profesora Titular de Periodismo. Universidad de Valladolid
1. INTRODUCCIÓN
El final del siglo XX se presenta como un periodo crucial en la historia
de los medios de comunicación. A la prensa masiva de principios de siglo, se
suman el triunfo de la radio y la televisión a mediados del periodo y el naci-
miento de Internet en los años 90. Esta multiplicidad de canales a través de
los cuales el público puede obtener información, opinión y entretenimiento
ha generado a su vez una proliferación de géneros y formatos en los distin-
tos medios de comunicación, condicionados por la importante competencia
mediática, más aún tras la incorporación de Internet y la transformación del
mundo en un gran espacio globalizado.
Esta nueva situación mediática con la que se inicia el siglo XXI presenta
ya numerosas novedades tecnológicas como la realidad virtual o la conexión
permanente a Internet a través de todo tipo de dispositivos, circunstancias
que afectan a los medios de comunicación tradicionales que pierden sus
audiencias en los formatos clásicos (el periódico en papel en el caso de la
prensa o los receptores de radio y televisión), mientras que ganan público
en las nuevas pantallas: smartphones, ordenadores, tablets, entre otros ter-
minales.
El alto nivel de competencia entre los medios de comunicación para
ganar audiencia y poder subsistir ha generado nuevas fórmulas para diri-
girse a los potenciales receptores, y si una de las tendencias es llegar con
una información personalizada o “programación a la carta”, otra de las
grandes preferencias que arranca en el siglo XX es el triunfo de un género
denominado con el término anglosajón infotainment, que se ha traducido
como infoentretenimiento, un vocablo que reúne dos funciones relativas a
los medios de comunicación tradicionalmente distantes e incluso opuestas,
como son la información y el entretenimiento.
El nacimiento del infoentretenimiento se fecha a finales de los años 80,
en el panorama internacional, así Postman (1985) formula la tesis de que
38 Salomé Berrocal Gonzalo
determinar que el 47% de los telespectadores por debajo de los 30 años ob-
tuvieron información relevante de los programas late night en las elecciones
del año 2000.
Otro de los aspectos significativos del panorama actual de los medios de
comunicación, según Oribhabor (2014), es la prevalencia del contenido sen-
sacionalista y la retórica partidista. El panorama nacional es buen ejemplo
de ello, ya que también, desde los años 90, se observa una prensa, radio o
televisión, en nuestro país, cada vez más ideologizada; cabeceras de perió-
dicos, emisoras radiofónicas o canales televisivos en los que resulta parti-
cularmente difícil para el receptor distanciar la opinión de la información.
El tercer elemento que colabora en el éxito del politainment es el públi-
co. La audiencia parece premiar en los últimos años la representación de los
políticos en la televisión espectáculo, convirtiéndose también en cómplice
del triunfo del politainment
A modo de ejemplo, se puede indicar como la programación televisiva en
España, con la celebración de dos convocatorias electorales en un solo año:
Elección Autonómicas y Municipales y Elecciones Generales en 2015, ha re-
vitalizado el fenómeno y casi diariamente se ha visto a los líderes políticos
en la pantalla atendiendo a nuevos retos que les han propuesto desde pro-
gramas como El Homiguero, Qué tiempo tan feliz o El Programa de Ana Rosa,
o respondiendo a preguntas de los periodistas en entrevistas con formato
show como, Viajando con Chester o Salvados, o en programas info-show como
El Intermedio, El Objetivo, Al rojo vivo o Un tiempo nuevo.
Esta tendencia se reproduce en muchos otros países del resto de Europa
dentro de lo que se ha venido denominando también como cultura de la po-
lítica Pop, así como en Estados Unidos donde son usuales las entrevistas en
programas de late night show, triunfan programas que realizan parodia polí-
tica y las soft news predominan en las escaletas de los informativos diarios.
También, en Latinoamérica donde, el infoentretenimiento político ocupa
espacio en las parrillas televisivas con programas como El Mañanero o el
desaparecido El privilegio de mandar en México; Ruben & Co en Puerto Rico;
Contacto Directo en Ecuador; el extinguido Noticiero NP& con los Reencau-
chados en Colombia, entre otros, que denotan la expansión del fenómeno.
Llegados a este punto, resulta conveniente recordar que, aunque la ma-
yoría de los estudios sobre politainment se centran en la televisión, lo cierto
es que el término hace referencia a una tendencia informativa hacia la re-
presentación de la realidad en clave espectacular que puede producirse en
cualquier medio de comunicación y de hecho, su presencia en medios de co-
municación tradicionales como la prensa y la radio, es evidente. Algunas de
46 Salomé Berrocal Gonzalo
Los políticos, con el fin de conseguir éxito en los medios han comenzado
a adaptar sus estilos de presentación al infoentretenimiento con la ayuda de
sus asesores buscando provocar la anécdota en cada una de sus actuaciones
con el fin de incrementar su tiempo de exposición mediática, aunque las
consecuencia de dichos gestos son criticadas por los teóricos de la comuni-
cación al asegurar que esta situación empobrece el debate político porque
simplifica al máximo y trivializa la comunicación política (Thussu, 2007).
En cuanto a las consecuencias en la audiencia, Ortells (2011) indica que
son muchas las voces autorizadas que rechazan la presencia del infoentre-
tenimiento en el tratamiento de las noticias sobre política, como Blumler
(1992), que afirma que con el uso de estas nuevas técnicas más laxas se
contribuye al empobrecimiento, a la simplificación y a la trivialización
de las hard news, acabando con la visión objetiva del votante, o Postman
(1985), que defiende que la televisión ha arruinado la era de la disertación,
en la que el ser humano tenía la capacidad para escuchar, pensar y debatir
durante horas, una época que ha sido sustituida por la era del espectáculo
propiciada por la televisión, o a Ramonet (1998) que también refleja en sus
libros una visión pesimista sobre el sistema audiovisual mercantilizado que
ha derivado en el infoentretenimiento.
Blumler (1999) insiste en las dañinas consecuencias del politainment
al señalar que hay una degradación de la política producida por varios
factores: 1) la importancia de las percepciones de la política y de sus pro-
tagonistas en detrimento de los hechos, 2) la presentación de la política
como un juego y 3) la disminución de espacio en los medios de comuni-
cación para informar de la política con seriedad. Además, añade, existen
signos sobre cómo los medios de comunicación promueven la proliferación
de mensajes negativos sobre los actores políticos y sus decisiones, produ-
ciendo un incremento del cinismo y una debilitación de la comunicación
política. Denton y Kurz (1993) se suman a esta idea y se refieren al au-
mento del amarillismo en la información política indicando tres elemen-
tos que caracterizan este proceso: a) una decadencia generalizada de la
calidad del periodismo, b) una disminución de las noticias importantes,
como la política y la economía, y un aumento de las noticias triviales,
como el cotilleo, los escándalos, los casos sensacionalistas y el mundo del
espectáculo y c) un cambio general de la definición que ofrecen los medios
a la ciudadanía para que puedan juzgar la idoneidad de una persona para
ocupar un cargo político.
En el lado opuesto, Ortells (2011) menciona a los defensores del nuevo
género que mantienen que la llegada de este fenómeno abre una nueva
Politainment, la política espectáculo y su triunfo en los medios de comunicación 49
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2. LOS FORMATOS DEL POLITAINMENT TELEVISIVO
VIRGINIA MARTÍN JIMÉNEZ
Profesora de Periodismo. Universidad de Valladolid
TAMARA VÁZQUEZ BARRIO
Profesora de Periodismo. Universidad San Pablo CEU
ELENA CEBRIÁN GUINOVART
Profesora de Periodismo. Universidad San Pablo CEU
1. INTRODUCCIÓN
El infoentretenimiento político es un género televisivo cuyo origen en
España se remonta a los años noventa; momento en el que la aparición de
los canales privados y la creciente competencia por conseguir el apoyo de
la audiencia conduce a las cadenas televisivas a poner en marcha un nuevo
contenido en el que la información política va a recibir un tratamiento di-
ferente que resultará muy atractivo para los espectadores (Patterson, 2000
y Hamilton, 2004).
La transformación sufrida por la televisión en aquellos años como con-
secuencia de la ruptura de los grandes monopolios estatales y la multipli-
cación de los canales de televisión fue la que Umberto Eco (1986) definió
como “el paso de la paleotelevisión a la neotelevisión”. En la paleotelevisión
existía una separación clara de géneros, edades y públicos. La televisión
tenía una triple función: informar, formar y entretener y cada programa
respondía de forma casi exclusiva a una de estas tres utilidades. Los géne-
ros tenían características concretas perfectamente reconocibles y la parrilla
estaba estructurada para atender a los distintos públicos en las diferentes
franjas horarias. Con la neotelevisión los conceptos de formar, informar
y entretener son ampliamente superados y las funciones se mezclan, del
mismo modo que lo hacen los géneros provocando el fenómeno de la hibri-
dación. Los géneros puros desaparecen de las parrillas que se ven inundadas
de programas que incorporan características propias de géneros diferentes
dando origen a otros nuevos entre los que cabe destacar el magazine, el talk
show, el reality show, el infoshow y el docushow. Como denotan sus nombres,
en la mayoría de los casos se trata de géneros que ya existían en la era pa-
leotelevisiva, pero que para afrontar la competencia incorporan elementos
espectacularizantes (Imbert, 2003) y favorecen la hipervisibilidad. En la era
post-televisiva, la espectacularización aumenta y se persigue la interactivi-
dad, que surge como un valor para el público.
54 Virginia Martín Jiménez, Tamara Vázquez Barrio y Elena Cebrián Guinovart
1
Entendemos por estilemas los rasgos temáticos y estilísticos propios del infoentrete-
nimiento en relación a las preferencias temáticas, a la elección y tratamiento de las
fuentes, a las características técnicas y al estilo narrativo.
56 Virginia Martín Jiménez, Tamara Vázquez Barrio y Elena Cebrián Guinovart
2
Según Rafael Jaén, el último director de Los Guiñoles, “bajo la dirección de Toni
Martínez, el equipo de Los Guiñoles supo aprovechar el momento político para crear
poderosas imágenes nunca vistas en la televisión española. Es cierto que el efímero
espacio Los Muñegotes (TVE: 1990) dirigido por Manuel Gómez Pereira, ya había ju-
gado con la política en la versión de muñecos de látex, pero su propuesta no estaba
ligada directamente al día a día, y no pretendió nunca ser un informativo; si bien, al
estilo de los [británicos] Spitting Image, se centró en contar disparatadas historietas
con los políticos como personajes protagonistas” (Jaén, 2008: 295).
Los formatos del politainment televisivo 57
3
Como recuerda Eduardo Arroyo, “la idea de ofrecer regalos a la gente que abordaba
procede del programa original argentino, pero lo de entregar gafas de sol se convir-
tió en marca de la casa del Caiga Quien Caiga español. Tal vez porque era lo que el
reportero tenía más a mano y resultaba más sencillo de llevar encima, tal vez porque
el plano del famoso en cuestión con las gafas puestas era la foto de prueba consegui-
da o tal vez porque identificaba totalmente al programa, se decidió que la entrega
de las gafas de sol se convertiría en uno de los leitmotiv de cada reportaje, por esas
fechas, noviembre-diciembre de 1996, las gafas aún no eran un claro símbolo del
programa, pero fue a partir de ese reportaje cuando todo cambió. Aprovechando una
visita oficial de los Reyes a San Fernando de Henares (Madrid) (…) se planteó una
acción total: todos los reporteros saldrían a la calle en plan comando con un único
objetivo: abordar al Rey, hacerle un par de preguntas, entregarle la carta de Tonino
a Sus Majestades los Reyes y, de paso, darle las gafas. Todo ello coordinado por el
Gran Wyoming (…). El Rey recogió la carta, pidió que nos portáramos bien, cogió las
gafas y en un gesto más de campechanía soberana se las puso. Este hecho marcó un
antes y un después en la evolución de CQC. (…) Por eso, gracias a ese gesto tan real,
1997 fue el año de la consolidación del programa. El reportero vestido de negro (…)
que estaba presente en cualquier evento, pasó de ser un personaje molesto y mosca
cojonera a ser alguien imprescindible y buscado en cualquier acto que se preciara.
Todo el mundo quería ser premiado con las gafas de sol del programa para estar a la
altura de Su Majestad” (Arroyo, 2008: 183).
Los formatos del politainment televisivo 59
2.3. El Informal
El éxito de Caiga Quien Caiga llevó a las cadenas de televisión a apostar
por más espacios de politainment en los que jugar con la información y los
reportajes en clave de humor y sátira. Así, Telecinco puso en marcha El In-
formal (1998-2002) que mezclaba el infoshow de reportajes con el infoshow
de denuncia (Arroyo, 2008: 175-177). Javier Capitán (Capi) y Florentino
Fernández (Flo) presentaban este programa que se emitía en directo de lu-
nes a viernes en horario prime-time (21.30-22.05 h.) y que fue galardonado
con la Antena de Oro en 1998 y con el Premio Ondas 2001 al mejor programa
de entretenimiento.
Entre los colaboradores destacaron: Inma del Moral que se encargaba de
las entrevistas a famosos y de las informaciones relacionadas con política,
deportes y cultura. En 1999 fue sustituida por Patricia Conde (Requetepa-
tri) que comenzó a ocupar más minutos de plató representando un rol de
despistada y participando en sketches y reportajes callejeros. Félix Álvarez
(Felisuco) realizaba reportajes más desenfadados y en los que entraba en
contacto directo con la gente de la calle y Miki Nadal, que trabajaba como
responsable de doblaje y en sketches en estudio.
El Informal escogía las principales noticias del día y —a través de re-
portajes, entrevistas o sketches— las transmitía con un toque humorístico
y sarcástico, fresco y desenfadado; estilema elemental del infoentreteni-
miento. Entre las secciones de este programa podemos citar: Pffff (Pifias)…
Mentales, Jeta a Jeta con Fernández, Parecidos Razonables, La Sección de
Charlton Heston, Falsas Tomas Falsas, etc. En todas ellas cada uno de sus
responsables imprimía su propia marca dotando a cada sección de una per-
sonalidad muy acuciada. En cuanto a los estilemas técnicos, su uso depen-
día del contenido de cada sección con sketch pero su función era siempre
la de transmitir un mayor ritmo y espectacularizar los efectos humorísticos.
2.4. Buenafuente
Este espacio de late show de infoentretenimiento se puso en marcha en
Antena 3 en enero de 2005 para competir directamente con Javier Sardá y
60 Virginia Martín Jiménez, Tamara Vázquez Barrio y Elena Cebrián Guinovart
4
Según publicó en junio de 2008 el periódico Veinte minutos: “El 4 de marzo de este
año el programa alcanzó su emisión más vista al congregar al 18,3% de la audiencia
y 588.000 espectadores. En concreto, las secciones más exitosas han sido las de
Quequé, La guerra de los medios, y la V.O. Subtitulada, que han registrado un 12,5%
y un 11,6% de cuota, respectivamente, durante esta temporada”.
http: //www.20minutos.es/noticia/386098/0/noche/hache/despedida/ [Última
consulta: 17/01/2016].
62 Virginia Martín Jiménez, Tamara Vázquez Barrio y Elena Cebrián Guinovart
El análisis de la tabla anterior nos permite concluir que todas las cade-
nas generalistas, excepto La 2 que siempre tiene pautas de programación
diferenciadas, emiten programas de infoentretenimiento político. La mayor
parte de estos programas pertenecen a cadenas de A3 media, cinco son emi-
tidos en La Sexta y cuatro en Antena 3. Le sigue Mediaset, que tiene cinco
programas de este tipo en antena, tres de ellos emitidos en Cuatro y dos en
Telecinco y a mucha distancia se sitúa TVE. Es notoria la diferencia entre la
cadena pública, que tiene un único programa y de emisión semanal, y las
Los formatos del politainment televisivo 65
2016 2009
Cuatro • Las mañanas de cuatro
• Viajando con Chester
• Planeta Calleja
Mediaset • Toma partido
Tele 5 • El programa de Ana Rosa • El programa de Ana Rosa
• Qué tiempo tan feliz • La noria
La sexta • Salvados • Buenafuente
• El objetivo • El intermedio
• La sexta noche • Salvados
• Al rojo vivo
• El intermedio
A3Media • Más vale tarde
Antena 3 • Espejo público • Espejo público
• El Hormiguero
• El rincón de pensar
• Dos días y una noche
TVE • En la tuya o en la mía • 59 segundos
• Tengo una pregunta para
usted
o en la mía y Dos días y una noche, pero en estos dos casos, se añade un
elemento: la telerrealidad.
En España la telerrealidad no había llegado aún a la política (Martín
Granados, 2014), pero parece que es cuestión de tiempo que podamos ver
en antena un formato como Mr. et Mme. tout le monde, un programa de
planteamiento similar a 21 días, pero en el que los protagonistas son dipu-
tados y ex ministros convertidos en ciudadanos anónimos que graban sus
experiencias en la calle con una cámara oculta. De momento, los políticos
no se han caracterizado para infiltrarse en la vida de los españoles, pero sí
los hemos podido ver en la intimidad de su casa respondiendo preguntas
sobre su vida privada o compartiendo momentos de ocio con los presenta-
dores de estos espacios.
En la tuya o en la mía es un programa presentado por Bertín Osborne,
en el que en la casa del presentador o del invitado se produce una con-
versación en tono distendido sobre la vida de la persona entrevistada. En
el transcurso de ese diálogo se incluyen fotos que ilustran los momentos
sobre los que se habla y también comentarios de personas cercanas al
invitado, tanto del ámbito personal como profesional. En un momento del
programa abandonan el sofá en el que tiene lugar la conversación para
hacer otro tipo de actividad durante la que continúa la entrevista. Es
habitual que preparen la comida, aprovechándose del éxito de los progra-
mas de cocina, y también que compitan en algún tipo de actividad como
el futbolín, el billar, las cartas o el pin-pon propiciando un juego en el
que el que pierde tiene que responder una pregunta, de tal forma que los
papeles de entrevistador y entrevistado se intercambian aprovechando el
interés que también suscita el propio Bertín Osborne. Los políticos que
han participado en este programa hasta la fecha son Mariano Rajoy y Pe-
dro Sánchez, ambos durante el periodo de campaña electoral previo a las
elecciones del 20 de diciembre de 2015.
Dos días y una noche es un formato, también de entrevistas, presentado
por la periodista Susana Griso que pasa un fin de semana con un personaje
público compartiendo sus actividades de ocio. Igual que en el programa an-
terior, los entrevistados son personajes de todos los ámbitos, la música, el
deporte, la televisión, el toreo… y también la política. La entrevista tiene
lugar en diferentes espacios en los que transcurre el fin de semana, incluida
la vivienda del entrevistado que habla, no solo de su faceta profesional,
sino también de cuestiones que afectan a su parte más íntima. La única po-
lítica que hasta el momento ha protagonizado el programa ha sido Cristina
Cifuentes siendo Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Los formatos del politainment televisivo 69
Las redes sociales están muy presentes en todos los programas que es-
tamos analizando y también en El Objetivo, otro de los espacios que hemos
incluido en la categoría de información política espectacularizada. Es un
programa de entrevistas y actualidad informativa basado en lo que auto-
denominan periodismo de datos, que incluye una entrevista de Ana Pastor,
la presentadora del programa, a un personaje público relevante del ámbito
de la política y secciones en las que se comprueba la veracidad de las in-
formaciones y datos ofrecidos por los líderes de los distintos partidos como
Maldita hemeroteca o Prueba de verificación, entre otras.
Dentro de la categoría de información política espectacularizada se in-
cluyen también Salvados y Más vale tarde. El primero de ellos es un pro-
grama de reportajes y entrevistas sobre temas de actualidad que lleva ocho
años en antena. En la clasificación de 2009 era uno de los tres infoshows
analizados, pero en el transcurso de este tiempo ha cambiado su estructura
y ha rebajado su tono humorístico. La seña de identidad continúa sien-
do el director y conductor del programa, Jordi Évole, que tiene un papel
protagonista en los reportajes a los que imprime un estilo muy personal
caracterizado por la ironía, el descaro y la falsa ingenuidad. Otros rasgos de
infoentretenimiento presentes en el programa son el empleo de la música
para dotar al discurso de ritmo y emotividad y la tendencia a los primeros
planos, planos detalle y efectos de postproducción; así como el gusto por
la dramatización y la emotividad, los contenidos personificados con una
narrativa de planteamiento-nudo-desenlace y el protagonismo que adquiere
el ciudadano en varios de los reportajes (Ortell, 2011).
Más vale tarde es el último programa informativo espectacularizado en
emisión en las cadenas generalistas. En este caso se trata de un magazín,
pero a diferencia de los explicados previamente —Espejo público, El progra-
ma de Ana Rosa y Las mañanas de TVE— los contenidos son exclusivamente
informativos. Incluye entrevistas, análisis y tertulia o debate político con
las mismas características que se han señalado previamente. El título del
programa introduce la almohadilla propia de los hashtags invitando a la
interacción del público con el programa y utiliza técnicas de grabación y
realización basadas en el movimiento y las conexiones en directo, el empleo
de la música para dotar al discurso de ritmo y emotividad y la rapidez en
el montaje.
La última categoría establecida tras el análisis de los programas en an-
tena es la de los infoshows políticos. Son programas cómicos, humorísti-
cos, indiscutiblemente orientados al entretenimiento, pero que atienden
preferentemente a la actualidad parodiando la política. El único infoshow
Los formatos del politainment televisivo 71
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74 Virginia Martín Jiménez, Tamara Vázquez Barrio y Elena Cebrián Guinovart
1. INTRODUCCIÓN
La tertulia ocupa un importante espacio en el actual panorama televisi-
vo español. La irrupción de la Televisión Digital Terrestre (TDT) en España
en 2005 supuso la apertura de nuevos canales que comenzaron a ocupar sus
parrillas con una programación que contaba con escasos recursos económi-
cos donde las tertulias encontraron fácil acomodo por su sencilla producción
y por ser un producto más barato que otro tipo de programas. El resultado
fue la programación diaria o semanal de este tipo de debates especialmente
en pequeños canales como 13 TV, Intereconomía o VeoTV (Abejón, 2013) en
los que, además, se apostó por presentar una línea ideológica definida —en
busca de una cuota concreta de telespectadores— reforzando la figura del
contertulio asiduo. Este fenómeno se ha extendido progresivamente a las
cadenas televisivas de mayor tamaño, como Televisión Española, Telecinco
y la Sexta, principalmente, contribuyendo así a generar un atractivo mayor
por este tipo de tertulias programadas en horas de prime-time con temas de
debate político y de actualidad general, en la que los propios contertulios
se han convertido en personajes ‘familiares’ para el espectador, como figuras
necesarias para el espectáculo
Ante este panorama mediático televisivo se plantean los siguientes in-
terrogantes a modo de presentación de la reflexión que se aborda en este
capítulo: ¿Qué ingredientes logran que este tipo de programas sean exito-
sos? ¿Cuáles son los rasgos del tertuliano asiduo? ¿Por qué los propios po-
líticos se prestan a aparecer como contertulios en este tipo de programas?
¿En qué momento se convierte un debate en una tertulia-espectáculo? Las
respuestas a estas preguntas se concretan en torno al objetivo de analizar
las características de la tertulia política televisiva como formato de infoen-
tretenimiento. El análisis parte con la hipótesis de que la tertulia política
puede calificarse como un formato de infoentretenimiento en las cadenas
televisivas que buscan más el espectáculo que la argumentación a través de
78 Pilar Sánchez-García y María Victoria Campos Zabala
1
Disponible en: http: //dle.rae.es/?id=ZdNifNU&o=h (consultado el 12 de octubre de
2015).
80 Pilar Sánchez-García y María Victoria Campos Zabala
2
Santamaría cita las siguientes referencias bibliográficas: Ángel Benito. “Las tertu-
lias”, artículo publicado en Diario 16, 24-XII-90; y Miguel Ángel Gozalo. “Señorías al
micrófono”, artículo publicado en Diario 16, 16-6-89.
La tertulia política televisiva como formato de infoentretenimiento 81
4. RESULTADOS
Los resultados de la investigación se corresponden con los dos niveles
metodológicos expuestos anteriormente y basados en la investigación hori-
zontal o macro y la investigación vertical o micro que permiten presentar de
una manera más amplia cuál es la oferta actual de los debates informativo-
políticos de la televisión en España y, de una manera más concreta, los
resultados de los dos programas de tertulias políticas analizados, La Sexta
Noche y Al Rojo Vivo que se ajustan más claramente al formato de infoen-
tretenimiento.
92 Pilar Sánchez-García y María Victoria Campos Zabala
5. CONCLUSIONES
La política ocupa un espacio amplio de la agenda temática de los medios
de comunicación, generalmente con un formato informativo predominante
y con un carácter opinativo trasladado a las tertulias. La nueva tendencia
de la última década es la de dirigir este tipo de debate radiofónico y muy
especialmente el televisivo hacia formatos de entretenimiento en los que
prima el espectáculo incluso al tratar cuestiones de política.
La tertulia que, durante décadas, ha sido propia del medio radiofónico,
casi como un género propio e inseparable del medio, heredera de las ter-
tulias de eruditos en los cafés del siglo XIX y principios del XX, se ha tras-
ladado a la televisión desde los inicios de la Democracia española. El plató
de televisión se convirtió entonces en un espacio de debate argumentativo
donde la política y la actualidad eran abordadas por expertos desde dife-
rentes perspectivas. Con el tiempo, este formato televisivo ha ido mutando
al compás de nuevos códigos audiovisuales en los que prima la agilidad
del formato, la inmediatez y simplicidad del mensaje en un envoltorio de
entretenimiento. Con ello queda mermado el debate reflexivo basado en la
argumentación, siguiendo el sino de los tiempos y del consumo mediático a
golpe primero de mando y ahora de click.
El detonante del cambio se encuentra en la llegada de la TDT y en la
necesidad de las nuevas televisiones de llenar sus parrillas con programas
de menor presupuesto basados únicamente en la ‘conversación’ y con fines
de entretenimiento, con el fin de captar a la audiencia fiel a través de pro-
ductos que ofrecen espectáculo. Un espectáculo que encuentra la novedad
en ligarlo a temas de política acentuando la carga ideológica del debate
La tertulia política televisiva como formato de infoentretenimiento 97
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ml (Consultado el 12, 12, de 2015).
La tertulia política televisiva como formato de infoentretenimiento 99
1. INTRODUCCIÓN
La amplitud del concepto de entretenimiento político hace necesario
anclarlo para fines analíticos a determinados escenarios de actuación me-
diática, incluso a aquellos que en principio parecerían reticentes a su in-
flujo pero que demuestran con intensidad creciente una inflexión hacia
estas características. Esto ocurre con los medios informativos “serios” o de
referencia, adheridos al menos en el discurso al canon de preceptos de des-
empeño periodístico liberal y ciertos compromisos editoriales en principio
impermeables a la espectacularización de la política. Antes bien el lento
pero firme proceso de “tabloidización” de la prensa de referencia habla del
poder de la lógica del entretenimiento para colonizar instituciones consi-
derablemente celosas de sus normas y lenguajes; así como de la magnitud
de una serie de factores latentes, de naturaleza cultural o material, que
explican su surgimiento y en particular el ritmo de penetración en ciertos
contextos, repentino en ciertos casos, retardado en otros y prácticamente
nulo en algunos más.
En relación a ello los sistemas políticos que han experimentado una
transición de un régimen autoritario a uno democrático han transitado a
la par por una manifiesta liberalización de sus economías, apegándose en
mayor medida a modelos de libre mercado que sustituyen a la planificación
o dependencia de los agentes económicos respecto al Estado. En estos sis-
temas el ritmo de adopción de un modelo comercial de hacer periodismo se
aceleró de manera importante cuando el régimen autoritario empezó a ceder
el control para después resquebrajarse; y en medio de estas transformacio-
nes se abrió la posibilidad y el ímpetu de quiebre de las fronteras tradicio-
nales, temáticas y estilísticas, de los medios informativos para reportar la
realidad política (Guerrero & Márquez, 2014). En esta transición y sus con-
secuencias se pueden encontrar claves que permitan entender la frecuencia
y matices de manifestación del entretenimiento político en el periodismo
de referencia que se produce en estos sistemas, y puede ser útil como punto
102 Martín Echevarría
1
La denominación de “entretenimiento político” aún enfrenta el problema de definir
un proceso de generación de contenidos por su efecto, como si la acción de éstos
fuera forzosamente el de “entretener” a las audiencias; no obstante resuelve la ne-
cesidad de colocarlo en una línea de investigación de objetos afines, a pesar de lo
arbitrario de su nomenclatura.
104 Martín Echevarría
visual a un soporte escrito), mismos que han refinado por décadas una
manera de construir mensajes capaces de apelar a audiencias masivas. El
concepto de lógica mediática es útil para abstraer las características de di-
cho lenguaje: se trata de una gramática “evocativa, encapsulada, altamente
temática, familiar con las audiencias y fácil de usar” (Altheide, 2004, p.
294) que estructura mensajes fragmentarios, simplificados y efectistas para
comunicarse con las audiencias de modo eficaz, a la manera de la gramática
de la publicidad y el entretenimiento. Dicha gramática no sólo estructura
la presentación del mensaje sino el resto de los procesos de producción y
los supuestos para construir los mensajes; incluye el ritmo, el lenguaje y
el formato de los mismos, “que a su vez prescribe los códigos para definir,
seleccionar, organizar, presentar y reconocer información” (Altheide, 2004,
p. 294).
De lo micro a lo macro, la producción de la noticia política es sometida
a la lógica mediática, con códigos estilísticos y temáticos cercanos a la tele-
visión y por lo tanto con potencial de interpelación masiva; de esta manera
lo político, otrora serio y argumentativo, se desacraliza, populariza y refina
como una mercancía que fundamentalmente quiere llamar la atención de
audiencias no educadas o interesadas en la política, bajo un imperativo
comercial; y ello termina por relajar la división estable entre información
seria y entretenimiento, entremezclándolas o poniendo a la primera en pri-
mer plano.
Ahora bien, la manifestación concreta de este fenómeno en los mensajes
periodísticos es un asunto vinculado al tipo de información política de que
se trata, y he ahí un problema aún poco explorado: el por qué las elecciones
o los procesos parlamentarios reciben en mayor medida este tratamiento
que las situaciones de guerra, terrorismo o crisis económica, es algo aún
carente de explicación. Disponemos no obstante de un considerable acervo
de literatura que proporciona una descripción satisfactoria de la forma que
toma el entretenimiento político en la prensa y que permite a su vez la
investigación empírica. Tal vez la más abundante y sólida es la que identi-
fica encuadres o frames de tipo estratégico o de juego en los mensajes de
los medios, a los que es posible añadir los de conflicto, interés humano y
personalización; aunque estos trabajos no los vinculan con el problema que
estamos estudiando es posible entenderlos como una forma de cobertura
apolítica, popular y atractiva, un producto de la lógica mediática a la que
aludíamos previamente.
Describimos someramente su contenido: bajo el encuadre de conflicto
la elección se caracteriza como un escenario polarizado, en el cual ocurren
106 Martín Echevarría
2
El replanteamiento de los contenidos es una dentro de varias estrategias que han
ejecutado los medios recientemente al enfatizar su mercantilización: colocar al mer-
cado como el criterio de conducción de los periódicos, crear equipos inter departa-
mentales para coordinar el contenido editorial, anuncios y actividades de marketing,
integrarse de manera vertical u horizontal y diversificarse en otros medios mediante
iniciativas de Internet y plataformas compartidas (Picard, 2004).
Comercialismo y entretenimiento político en la prensa de referencia 109
3
Estos fueron generados mediante el análisis de contenido de la cobertura electoral de
cinco rotativos de circulación nacional, Reforma, La Jornada, El Universal, Milenio
y Excélsior. Para cada elección se obtuvo una muestra probabilística integrada por
el método de semana compuesta, a partir de los 3 meses que duraron las campañas,
resultando en 502 notas para la elección presidencial y 174 para la parlamentaria.
El libro de códigos, elaborado a partir de la literatura internacional y de ejercicios
inductivos de ajuste, consideró las categorías amplias de macro encuadre temático,
que reflejan información seria, temática y programática de los partidos y candidatos,
y macro encuadre de contienda, que traduce los esquemas de contenido asociados al
entretenimiento político descritos en la sección anterior: conflictos, estratagemas,
la elección como deporte, aspectos de interés humano y personalización apolítica.
Estos últimos aspectos fueron operacionalizados a su vez en encuadres, cuyas fre-
cuencias y proporciones se reportan en este trabajo.
114 Martín Echevarría
Elección
2012 2015
N % N %
Macro encuadre Política 93 43.9% 75 43.6%
Encuadres Sub encuadres
Temas, políticas, ideas 42 19.8% 3 1.7%
Posiciones 32 15.1% 0 0.0%
Acontecimientos 10 4.7% 3 1.7%
Proceso político 40 18.9% 63 36.6%
Comercialismo y entretenimiento político en la prensa de referencia 115
Elección
2012 2015
N % N %
Eventos significativos 23 10.8% 2 1.2%
Quejas y reclamaciones 8 3.8% 16 9.3%
Organización formal 9 4.2% 45 26.2%
Liderazgo político 11 5.2% 9 5.2%
Ideología, filosofía 8 3.8% 10 5.8%
Evaluaciones retros- 2 0.9% 0 0.0%
pectivas
Liderazgo 1 0.5% 0 0.0%
Debate
1er 2o
Encuadres y subencuadres
Debate Debate Total
N % N % N %
Macro encuadre Política 87 38.0% 11 18.0% 98 33.8%
Encuadre Temas, políticas, ideas 5 2.2% 4 6.6% 9 3.1%
Encuadre Proceso político 80 34.9% 6 9.8% 86 29.7%
Encuadre Liderazgo político 2 0.9% 1 1.6% 3 1.0%
5. CONCLUSIONES
La falta de una medición longitudinal y de indicadores de desempeño
corporativo dificulta observar de manera rigurosa una evolución paralela
entre el grado de comercialismo de la prensa de referencia mexicana y el
crecimiento de los contenidos de entretenimiento político; no obstante dis-
ponemos de puntos de referencia, uno inicial (pre democrático), otro inter-
medio (2001) y otro contemporáneo (2012 y 2015) a partir de los cuales
es posible orientar una conclusión provisional, a manera de hipótesis: que
la liberalización y posterior maduración de un modelo comercial de perio-
dismo, catalizado por cambios internos, presiones de mercado y reacciones
al desafío de la rentabilidad, ha tenido consecuencias en la manera en que
los periódicos reportan la realidad política, llevando a mercantilizar parcial-
mente la cobertura de las elecciones mediante los códigos y recursos del
entretenimiento político.
Ahora bien, una evaluación final de este fenómeno está fuertemente
vinculada con una postura normativa respecto al periodismo de referencia.
¿El equilibrio manifestado entre una cobertura política seria y otra de en-
tretenimiento en la prensa mexicana representa a su vez un sano equilibrio
respecto a la tensión entre su vocación de servicio público y sus imperativos
comerciales? ¿Es admisible siquiera que la prensa de referencia, una insti-
118 Martín Echevarría
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5. ENTREVISTAS BLANDAS, POLÍTICA Y NUEVOS
RETOS
RAQUEL QUEVEDO REDONDO
Investigadora del Área de Periodismo. Universidad de Valladolid
1. INTRODUCCIÓN
La popularización de la comunicación política, o lo que es lo mismo, la
transformación de la disciplina acometida en clave popular, ha derivado en
una eclosión de nuevas apuestas por el politainment que responden a la
atracción que suscita el entretenimiento en la sociedad y, como resultado,
a la lógica comercial de los medios. Por supuesto, partidos y líderes no han
permanecido ajenos a esta realidad, provechosa para convertir las estra-
tegias de captación del voto en un cúmulo de acciones comunicativas tan
someras como influyentes sobre el electorado más permeable, y han optado
por prestar su propia voz al relato en los espacios que generan la hibrida-
ción entre información y divertimento.
Esa narración en primera persona no fluye sin un guión o propuesta te-
mática que la estimule, sino que con frecuencia se articula como respuesta
a las preguntas que plantea un interlocutor experimentado. La consecuen-
cia es la evolución del “género maestro” del que hablaba Gabriel García
Márquez, la entrevista, adaptada a la tendencia a la espectacularización
que acecha con insistencia a la escena gubernativa para redescubrir en sus
protagonistas las virtudes y defectos de cualquier ser humano.
Hacia la observación de la particular técnica de personalización que
propulsa la soft interview se orienta este capítulo, con un primer epígrafe
introductorio dedicado al fenómeno del infoentretenimiento, un segundo
apartado centrado en la importancia de alimentar el interés humano para
inspirar confianza, y un tercero dirigido a desentrañar las particularidades
de las entrevistas blandas.
Finalmente, una cuarta sección adopta cierta perspectiva de género en
el planteamiento de un caso singular: el de la participación de los represen-
tantes gubernamentales y líderes de la oposición en las revistas femeninas
de alta gama. De este modo, se aborda el hecho de que la feminización abra
también camino a otra forma de comunicar la política y se le ofrece el hueco
que por su naturaleza novedosa y pujante le corresponde en este libro.
124 Raquel Quevedo Redondo
2. EL POLITAINMENT ES EL MENSAJE
En la era de lo que Mazzoleni y Sfardini denominan “política pop”
(2009), el espectáculo ha invadido un territorio reservado durante décadas
al ámbito puramente informativo, convirtiendo los detalles sobre la priva-
cidad y personalidad de los gobernantes en objeto de las pretensiones de
conocimiento que imperan en la sección, a menudo veleidosa, alimentada
por las celebridades (Marshall, 1997; West y Orman, 2002; Gulyas, 2004;
Holtz-Bacha, 2004; Turner, 2004; Stanyer, 2012; Street, 2012; Becker, 2013;
Wheller, 2013).
Ya en 1997, el profesor David Marshall reflexionaba en una de sus más
reconocidas obras sobre el peculiar nexo de unión entre el concepto de
celebridad y los rasgos característicos del poder, con el fin de profundizar
en el innato deseo del ser humano por descubrir en los personajes públicos
un reflejo de sus propias inquietudes, rutinas y anhelos. En este contex-
to, la enciclopedia internacional de la Comunicación Política recoge hoy el
término “celebrity politics” (Richardson, 2015) para aludir al recodo de la
investigación en ciencias sociales que atiende a la manera en que rostros
conocidos del panorama internacional, políticos o no, combaten la apatía
del elector con acciones que permiten humanizar a las figuras gubernamen-
tales y contribuir a la propagación de un mensaje digerible y ameno.
El estudio de esta forma de personalización, cuya práctica no está exen-
ta de polémica ante el temor de un quebranto en la valoración y el cono-
cimiento del sistema democrático, radica en un brioso interés por la nueva
cultura política, que desde su vertiente más reformadora pretende conectar
con los valores, preocupaciones y gustos latentes en las calles. Para el cum-
plimiento de tal objetivo se recurre a la palabra, pero también al cuidado
de los gestos, a la indumentaria y a la exhibición de la vida privada como
acicate de la curiosidad que suscita la fama en el grueso de la población.
Trabajos como el acometido por Becker en 2013 prueban que los votan-
tes jóvenes son más receptivos a este modelo de actuación, aunque al mis-
mo tiempo, evidencian que para todos los grupos de edad prima el equilibrio
entre el afán de los poderosos por proyectar una imagen carismática y su
obligación de trasladar una competente. Las dimensiones empíricas predo-
minantes en la percepción del correcto liderazgo, no en vano, erigen en
indispensables la integridad, la responsabilidad, el carisma, la competencia
y la apariencia (Miller, Wattenberg y Malanchuck, 1986), menospreciando
en ocasiones el beneficio que puede reportar al sujeto su atractivo personal
(Brettschneider y Gabriel, 2002), o incluso su facilidad para la empatía
(Nimmo y Savage, 1976; Funk, 1999).
Entrevistas blandas, política y nuevos retos 125
1
Con el “efecto Oprah” se hace alusión a la presentadora del talk show más visto en la
historia de la televisión americana, Oprah Winfrey, considerada por la revista Time
una de líderes de opinión más influyentes del mundo por su efectividad para incre-
mentar la popularidad de ideas, productos y personajes.
126 Raquel Quevedo Redondo
2
El estudio sobre la información más buscada en Internet en relación con los nombres
de Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo
Iglesias (Podemos) fue realizado por Google con los datos recopilados entre el 9 y el
16 de noviembre de 2015 a través de Google Trends y otras herramientas.
Entrevistas blandas, política y nuevos retos 129
esta inquietud no tiene por qué ser sinónimo de un desapego hacia el tradi-
cional modelo de figura política, pero sí de una reinterpretación de la misma
por la cual la ejemplaridad de un presidente depende también de sus gestos
y comportamientos fuera del entorno gubernativo.
Huelga decir que el vigor del escrutinio público es mayor en territorio
estadounidense, donde cada movimiento de Barack Obama y su familia se
examina con lupa. Sin embargo, al igual que ocurrió en su momento con
otros fenómenos derivados de la americanización, la tendencia se ha asenta-
do con firmeza en los países europeos para situar sobre los mandatarios del
viejo continente un foco de luz que traslada un preciso mensaje… Sonrían,
señores parlamentarios, pues importa su apariencia, su situación sentimen-
tal, sus aficiones y hasta su camisa. Recordando a Jhon Ray, “la belleza es
poder, la sonrisa su espada”.
Puede parecer confuso identificar lo complejo con lo elemental, mas al
acudir a lo esencial, todo se reduce a un idéntico objetivo: generar confian-
za. El elector necesita confiar en el político como persona, y para ello se
deja guiar por las sensaciones que éste transmite en busca de un estilo no
sólo capaz de irradiar competencia y honestidad, sino también de provocar
empatía y afabilidad (Rico Camps, 2009: 140-143).
En línea con lo que se explicitaba en el epígrafe anterior, trasciende el
deseo innato del ser humano por descubrir en los rostros públicos un reflejo
de sus propias rutinas y anhelos, o en otras palabras, cierta cotidianidad
que permite humanizar al poderoso para presentarlo —en la medida de lo
posible— como ciudadano.
En este proceso de personalización, Obama concentra hoy el aprobado
internacional, pero fue John Fitzgerald Kennedy quien sentó el precedente
al transformar los aspectos publicables de su vida privada en elementos
adecuados para construir imágenes modélicas. Su marca política, cimenta-
da en torno al rol del hombre comprometido y familiar, se basaba en una
combinación de declaraciones y fotografías en las que aparecía acompañado
por su esposa e hijos, feliz ante el desempeño del cargo en el marco de su
apacible hogar.
130 Raquel Quevedo Redondo
3
La frase se incluye en un reportaje publicado en El Mundo con motivo del 50 aniver-
sario del asesinato de J.F.K. El texto está disponible en la edición digital del diario:
http: //www.elmundo.es/especiales/2013/internacional/jfk/el-politico/6.html [Últi-
ma consulta: 2016-01-20]
Entrevistas blandas, política y nuevos retos 131
mativa, con la presión de saber que aun formulando las preguntas directas
a una persona, lo que trascendería en la mayoría de casos sería la postura
de su institución o partido de pertenencia.
En la era del talk show, esa forma tradicional de conversación se mantie-
ne, pero sobre el vasto escenario de la mediatización comparte ahora prota-
gonismo con un modelo de entrevista de personalidad en clave espectacula-
rizada. El resultado es que con el transcurso del tiempo, y en consonancia
con la postura de Leonor Arfuch (1995:109-110), la evolución del género
ha hallado en el fenómeno de la personificación su principal propulsor pa-
ra operar en dos direcciones elementales: mostrar los atributos, valores y
sentimientos del líder, y humanizar las cuestiones de poder que acercan la
política al ciudadano más apático.
Por supuesto, la articulación de la vida pública y privada del gobernan-
te —entendido como personaje— se fabrica, pero además de depender del
acometimiento de un guión previamente estructurado, exige la correlación
de otros factores. En este sentido, las características básicas de las soft news
son extrapolables al género discursivo, y conforme a la línea reflexiva de
autores como McLachlan y Golding (2000) o Lehman-Wilzing y Seletzky
(2010), no sólo el contenido se revela determinante para la identificación
de componentes soft, sino que el medio de publicación, el estilo y el len-
guaje son también agentes a considerar.
Respecto a la categoría delimitada del contenido, Nir (1984) y Paletz
(2002) resaltan la división entre aquellos vídeos, textos o audios que abor-
dan los temas de la actualidad política, económica y de seguridad nacional
(noticias duras), y aquellos que hacen hincapié en las historias de interés
humano, en el carácter del entrevistado o en el popularmente conocido
como “chisme” para apelar a lo emocional (noticias blandas).
Durante el proceso de aproximación al politainment, la academia tampo-
co obvia la configuración de las audiencias cuando indica que los directivos
de prensa, radio y televisión actúan movidos por la necesidad de atraer a la
mayor cantidad posible de seguidores, en pos de un deseo por adecuar los
nuevos productos al perfil del público objetivo. Y ante la pregunta lógica de
cómo hacerlo sin constreñir demasiado al grupo de espectadores, el espíritu
crítico invita a optar por un examen concienzudo del mercado que permita
averiguar cuáles son los issues comunes en las propuestas que gozan de una
aprobación significativa.
Sin necesidad de recurrir a un trabajo de campo minucioso, la cuota de
pantalla que alcanzan las principales apuestas por el infotainment sirve
para evidenciar la popularidad de un modelo narrativo aceptado y definido,
Entrevistas blandas, política y nuevos retos 133
Voces como las de Ziegler y White (1990), Lumby (1994), Liebler y Smith
(1997), Van Zoonen (1998), Steiner (1998), Byerly y Ross (2006) o Gallego
(2014) se alzan contra una segmentación que entienden establecida en base
a concepciones estereotípicas de género, y sobre este escenario subrayan
lo primitivo de atribuir características masculinas al periodismo político,
mientras los rasgos percibidos como femeninos se circunscriben al llamado
interés humano. Prueba de esto es la amplia mayoría de mujeres que ha
desempeñado a lo largo de las décadas la tarea de informar sobre cultura,
moda y sociedad, a la par que sus compañeros hombres asumían los temas
de economía, política y justicia. Como resultado, hoy perdura una asocia-
ción inconsciente, prácticamente instintiva, entre la dicotomía hard/soft y
las particularidades intrínsecas de cada sexo.
Por fortuna, el intento de justificar la diferenciación al señalar a una
mayor facilidad de las féminas para conectar con las emociones del público
ya no es excusa para la discriminación. Tampoco la “inherente subjetividad”
de la mujer, que según Steiner (1998: 147) explica por qué ésta ha sido
siempre relegada a los espacios enfocados a la audiencia femínea y a la
elaboración de noticias blandas.
Con el auge del infoentretenimiento y la creciente fascinación por la vida
privada de los mandatarios se produce el sutil y esperado canje de roles. De
este modo, las periodistas se incorporan lentamente a la lista de expertos en
crónica política, y aun cuando estudios como los acometidos cada año por el
British Group Women in Journalism indican que la cobertura que ofrecen en
esta sección se presenta masculinizada (Ross y Carter, 2011; Rivero, 2014), lo
cierto es que hay esperanzas de que el cambio sea progresivo.
En el extremo opuesto de la balanza, inclinada todavía por el peso de
los valores arcaicos, los hombres comienzan a incluir en el espacio dedicado
a sus entrevistas preguntas referentes a la personalidad, gustos y aficiones
del personaje, y en menor medida, a su situación sentimental y a la con-
ciliación de la vida laboral y familiar. Dicho con otras palabras, se produce
una cierta feminización de la comunicación en la rama colindante al in-
foentretenimiento, y en el ámbito concreto de la política, el discurso de lo
privado se introduce en una esfera tradicionalmente ligada a lo masculino:
la de lo público.
4
Estas declaraciones forman parte de la entrevista a Iglesias publicada en la edición
española de ‘Vogue’ de diciembre de 2015.
136 Raquel Quevedo Redondo
Más explícito que Iglesias fue el italiano Silvio Berlusconi, que en 2013,
frente a las críticas de los diarios internacionales por su constante proximi-
dad al escándalo, optaba por ofrecer su perfil más familiar en el semanario
‘Chi’ y respondía jocoso a las burlas: “Tutti che mi criticano, il Wall Street
Journal, il Financial Times, ma qui li legge? Sono in inglese! Quante copia
vende Chi e quante il Financial Times?5”.
A su manera, Il Cavaliere incidía con su frase en una de las principales
ventajas que reporta a los mandatarios aparecer en las revistas femeninas
de alta gama o RFAG. Y es que, con independencia del contenido que ofre-
cen estas cabeceras, la crisis económica apenas ha afectado a los beneficios
de un sector que alcanza con fuerza al colectivo de indecisas, siempre tras-
cendental en el resultado de unos comicios.
En cuanto al modelo de cuestionario aceptado por el personaje público,
la extracción de un patrón común resulta compleja, incluso problemática.
Por un lado influye el género, mientras por otro median agentes como la
edad, la ideología política y el conocimiento previo que el periodista tiene
sobre la vida privada de su interlocutor.
Obviamente, el target group también condiciona la naturaleza del pro-
ducto, y aunque se producen variaciones en función de la publicación, es
factible definir un breve decálogo que transmita la esencia de tan particular
fruto del género discursivo. Puntos fundamentales serían:
• La entrevista se publica acompañada de una o varias imágenes, gene-
ralmente exclusivas, que a través de la combinación de luces, colores,
planos y escenarios refuerzan la vinculación de la instantánea con
5
La frase de Berlusconi se recoge en el libro Il gossip al potere. Il politico celebrità
nell´era della politica pop (Mazzoni y Ciaglia, 2014).
Entrevistas blandas, política y nuevos retos 137
¿Por qué negarlo? Es un hecho que buena parte de estas revistas atiende
a las sensibilidades implícitas en la cultura popular, y que en su adaptación
a la contemporaneidad, mientras asuman como propios los parámetros del
feminismo, convendría que el rastreo de la amenaza se limitara a identificar
los planteamientos dogmáticos y sexistas para su erradicación.
En la política y en la vida no conviene apostar por un modelo único de
mujer, igual que no conviene hacerlo por uno único de liderazgo. La llamada
al cambio pasa por una transformación en la concepción de las reglas, en las
maneras y en los usos, que ha abierto ya la puerta al valor de las emociones
y al pensamiento en términos de comunidad. Esto, por supuesto, incumbe
al infotainment… La transformación es real. La feminización, imparable.
Bienvenidos a una nueva forma de comunicar la política.
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6. EL POLITAINMENT EN CAMPAÑA, LAS
ELECCIONES EN PROGRAMAS DE ESPECTÁCULOS
Y REVISTA
NORMA PAREJA SÁNCHEZ
Profesora investigadora de la Academia de Comunicación y Cultura, Universidad
Autónoma de la Ciudad de México (UACM)
1. INTRODUCCIÓN
Desde hace casi treinta años el panorama político en México ha experi-
mentado importantes cambios, fundamentalmente en la estructura del sis-
tema político, además de un alto grado de incertidumbre (Kuschick, 2006).
La búsqueda de la consolidación de la democracia ha implicado nuevos mar-
cos jurídicos, nuevos actores y estrategias políticas. Los medios de comuni-
cación han jugado desde entonces un papel clave en el proceso, centralmen-
te en la visibilización (Thompson, 1998) de los distintos procesos políticos,
de actores y estrategias, así como de generadores de nuevos sucesos.
El nuevo panorama mexicano de mayor competencia política ha posibi-
litado que los distintos actores empleen tácticas tanto tradicionales como
novedosas en el terreno mediático, tales como la hibridación de géneros,
específicamente entre información periodística y entretenimiento, hacien-
do converger a la política con el espectáculo de una manera cada vez más
recurrente. Ese fenómeno asimismo, forma parte de una tendencia mundial
o al menos occidental (Berrocal, 2012) de popularización de la política y su
conversión en espectáculo o politainment (Berrocal et al, 2014b).
El caso mexicano muestra indicios importantes (Lozano, 2001, 2004,
2013; Echeverría 2013, 2014; Pareja, 2012, 2014; y Muñiz, 2015) de que
esta tendencia se consolida con sus propios matices en la complejidad de
un sistema político afianzado por más de medio siglo.
Un elemento potenciador del fenómeno en el caso mexicano podrían
haberlo constituido los cambios estructurales para la reglamentación de la
relación medios-Estado. La Reforma Político-Electoral 2007-2008 reguló el
acceso a los medios de comunicación como un aspecto clave para garantizar
el principio de equidad en las contiendas electorales. La prohibición de
compra-venta de espacios publicitarios definió al Estado como el órgano
regulador, otorgándole la administración de los tiempos fiscales en radio
144 Norma Pareja Sánchez
1
En el primer trimestre de 2016.
148 Norma Pareja Sánchez
2
Al tiempo que se celebraron elecciones locales en el Distrito Federal y los estados de
Baja California Sur, Campeche, Colima, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Gue-
rrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí,
Sonora, Tabasco y Yucatán. Fueron elecciones con un buen nivel de participación,
48% (El País, 8 de junio de 2015)
150 Norma Pareja Sánchez
3
En base al artículo 160, numeral 3 de la Ley General de Instituciones y Procedimien-
tos Electorales del Reglamento de Radio y Televisión en Materia Electoral.
4
INE/ACRT/05/2014
5
INE/ACRT/06/2014
6
INE/CG151/2014
7
De conformidad con el artículo 185 de la Ley General de Instituciones y Procedi-
mientos Electorales.
8
INE/CG151/2014
9
INE/ACRT/10/2014
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista 151
10
Programa de revista y espectáculos de Televisión Azteca que surgió en 1996
11
Miguel Orozco, director de la CIRT señaló que “Los programas de espectáculo o
revista se caracterizan por la presentación habitual de aspectos relacionados con
personas del medio artístico o incluso personajes de la vida pública nacional, pero
siempre enfocados al entretenimiento, por lo que sus contenidos no se encuentran
vinculados con el género de noticias o el ámbito político, argumentó la CIRT. (La
Jornada, 12 de noviembre de 2014, pág. 19).
152 Norma Pareja Sánchez
12
Un catálogo de 63 noticiarios de mayor audiencia para precampañas y un catálogo
para campañas cuya integración se inició con los 63 noticiarios de mayor audiencia.
Se seleccionaron los noticiarios del listado utilizando tres criterios de manera se-
cuencial: Audiencia Nacional, Equidad Territorial y Representatividad Demográfica.
Además se consideró el siguiente orden de prelación: Índice de audiencia y Relevan-
cia Política.
13
Monitoreo de programas de Radio y Televisión que difunden noticias. Proceso electoral
2014-2015. Consulta agosto de 2015. Disponible en: https: //monitoreo2015.ine.
mx/app/descargaInformes?execution=e5s1
14
Acuerdo INE/CG168/2015. Consultado en julio de 2015. Disponible en http: //www.
ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-v2/DS/DS-CG/DS-SesionesCG/CG-
acuerdos/2015/04_Abril/CGex201504-08/CGex201504-8_ap_2.pdf
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista 153
Televisión Radio
Hoy (Con Andrea Legarreta, Televisa) Todo para la Mujer (con Maxine Woodsi-
de).
Venga la Alegría (Con Raquel Bigorra, TV Qué tal, Fernanda (con Fernanda Familiar)
Azteca)
Ventaneando (Con Paty Chapoy, Televisa) Pasillo TV
Martha Debayle en W (Con Martha Deba- Alfredo Palacios (el programa lleva el
yle) nombre del conductor)
Hola México (Con Mónica Garza, TV Az- La Taquilla (Con René Franco)
teca)
Fuente: Elaboración propia con base en: La Jornada (12 de noviembre de 2014) y Montes
(2015)
Fuente: Elaboración propia con base en INE-UNAM (2015). Seis informes del monitoreo de
medios y un reporte acumulado del 10 de enero al 18 de febrero de 2015 de monitoreo en
precampañas. Y ocho informes del monitoreo de medios y el reporte siete acumulado del 5 de
abril al 3 de junio de 2015 de monitoreo en campañas.
* Nota: El cálculo de esta columna corresponde al porcentaje que (b) representa de (a). Es
decir, la equivalencia de todas las piezas de monitoreo en programas de revista y espectáculos
en relación a todas las piezas de monitoreo encontradas por el INE-UNAM que mencionaban a
candidatos en los programas de mayor audiencia en radio y televisión que fueron monitorea-
dos, tanto en campañas como en precampañas.
julio de 2014)15 (Animal Político, 2014); de tal modo que formalmente nin-
gún candidato o partido puede adquirir tiempo para promoverse y distintos
actores políticos parecen buscar espacios distintos a los tradicionales para
verter sus ofertas políticas, tales como los de la ficción televisiva (Pareja,
2012; Orozco, 2011a; 2011b).
Este aspecto en particular implica tres circunstancias importantes:
1. La evidencia encontrada por el INE-UNAM (2015) apunta que en pro-
gramas de alta audiencia del macrogénero entretenimiento existió
información sobre las campañas electorales, sobre todo en el periodo
de precampañas (2%) y en mayor medida en radio.
2. La inclusión de programas de este tipo al monitoreo que la ley man-
data al INE realizar, arrojó certidumbre sobre la vinculación conteni-
dos político-electorales en programas de entretenimiento, no obstan-
te no puede establecerse la modalidad de la relación, dado que no se
integraron variables como el tipo de tratamiento o valoración, que al
menos cuantitativamente se definiera positivo o negativo.
3. La inclusión de programas de este tipo al monitoreo no alcanza a
identificar la presencia de propaganda contratada o adquirida en
estos espacios16, que puede constituir una causal para anular una
elección, en virtud de que se vulneran los principios democráticos de
equidad y transparencia, además de violar el marco jurídico existente
al respecto.
Asimismo, resulta relevante mencionar que a pesar de que se observa un
tratamiento más equilibrado en el tiempo total dedicado a las campañas de
Diputadas y Diputados Federales de los partidos políticos o coaliciones en
radio y televisión partidos políticos en espacios noticiosos, dado que no hay
gran diferencia entre la cobertura de las campañas del PRI y PAN que tradi-
cionalmente habían tenido mayor atención por parte de los medios; aún se
15
La Secretaría de Gobernación dio a conocer en el Diario Oficial de la Federación que
se reforma el inciso b) del tercer párrafo de la Base VI del Artículo 41 de la Cons-
titución Política. Con esta modificación se agrega que adquirir, no sólo comprar, la
cobertura informativa o tiempos de radio es motivo de que se establezca el sistema
de nulidades de las elecciones federales o locales por violaciones graves, dolosas y
determinantes (El Financiero, 7 de julio de 2014).
16
El once de junio de dos mil trece, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la
reforma que entre otras disposiciones, modificó el artículo 6 de la Constitución Polí-
tica de los Estados Unidos Mexicanos a fin de integrar en su párrafo cuarto, Apartado
B, numeral IV, la prohibición de transmisión de publicidad o propaganda presentada
como información periodística o noticiosa.
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista 157
observa una ligera ventaja en las menciones a esos partidos con respecto a
los demás, 11 y 12% respectivamente, según datos del reporte acumulado
del monitoreo en campañas federales (INE-UNAM, 2015).
Diversas investigaciones han documentado el desfase del tratamiento
desequilibrado que la radio y la televisión habían dedicado al PRI histórica-
mente y más recientemente al PAN.
TABLA 3. Resultados Monitoreo de medios INE, Periodo de Precampañas electorales 158
Periodo Total de Radio TV Tiempo total Piezas de Tiempo total Piezas de % del tiempo
piezas de otorgado en monitoreo en de precam- monitoreo total en
monitoreo precampañas programas paña en por medio radio y TV en
en radio y tv de revista y programas programas
espectáculo de revista y de revista y
espectáculo espectáculo *
10-18 de 938 493 445 40 hrs 21 21 min. Radio 21 PAN 10%
enero 47 min. 48 seg. PRI 10%
26 seg. PRD 10%
PT 10%
PVEM 10%
MOV. CIUD.
10%
MORENA 10%
PART. HUM.
10%
Enc. Soc.
10%
19-25 de 838 642 196 35 hrs. 25 24 min. Radio 24 PRD 54%
enero 53 min. 33 seg. Tv 1 Enc. Soc. 9%
19 seg. PAN c. 5%
26 de 295 193 102 11 hrs. 9 10 min. Radio 9 PRD 62%
enero-01 de 14 min. 13 seg. Enc. Soc.
febrero 32 seg. 15%
PRI 14%
Norma Pareja Sánchez
Periodo Total de Radio TV Tiempo total Piezas de Tiempo total Piezas de % del tiempo
piezas de otorgado en monitoreo en de precam- monitoreo total en
monitoreo precampañas programas paña en por medio radio y TV en
en radio y tv de revista y programas programas
espectáculo de revista y de revista y
espectáculo espectáculo *
2 - 8 de 167 135 132 7 hrs. 1 31 seg. Radio PRD 100%
febrero 59 min.
57 seg.
9-15 de 89 45 44 3 hrs. 4 2 min. Radio Enc. Soc.
febrero 40 min. 43 seg. 42%
45 seg. PRD 41%
PAN 17%
16-18 de 703 558 145 24 hrs. 12 53min. Radio 1 Enc. Soc.
febrero 52 min. 28 seg. TV 11 21%
38 seg. PAN 9%
PRI 9%
PRD 9%
PT
PVEM 9%
MOV. CIU. 9%
NVA. ALIAN-
ZA 9%
Morena 9%
PART. HUM.
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista
9%
159
Periodo Total de Radio TV Tiempo total Piezas de Tiempo total Piezas de % del tiempo 160
piezas de otorgado en monitoreo en de precam- monitoreo total en
monitoreo precampañas programas paña en por medio radio y TV en
en radio y tv de revista y programas programas
espectáculo de revista y de revista y
espectáculo espectáculo *
Total 3031 2066 965 124 hrs. 72 1 hrs. Radio 60 PRD 25%
31 min. 53 min. TV 12 Enc. Soc.
23 seg. 16 seg. 16%
PRI 8%
Radio
PRD 36%
Enc. Soc.
16%
PRI 8%
PAN 7%
Norma Pareja Sánchez
Periodo Total de Radio TV Tiempo total Piezas de Tiempo total Piezas de % del tiempo
piezas de otorgado en monitoreo en de precam- monitoreo total en
monitoreo precampañas programas paña en por medio radio y TV en
en radio y tv de revista y programas programas
espectáculo de revista y de revista y
espectáculo espectáculo *
Televisión
Enc. Soc.
17%
PRD 11%
PAN 9%
PRI 9%
PT 9%
PVEM 9%
Mov. Ciu. 9%
NVA. AL. 9%
Morena 9%
PART. HUM.
9%
Fuente: Elaboración propia con base en INE (2015). Seis informes del monitoreo de medios y un reporte acumulado del 10 de enero al 18 de febrero
de 2015.
* Nota: La base para calcular el % de esta columna corresponde al Tiempo total de precampaña en programas de revista y espectáculos.
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista
161
TABLA 4. Resultados Monitoreo de medios INE, Periodo de Campañas electorales 162
Periodo Total de Radio TV Tiempo total Piezas de Tiempo Principal % del tiempo
piezas de otorgado a monitoreo total de Medio total en
monitoreo campañas en en pro- campaña en radio y TV en
radio y tv gramas de programas programas
revista y de revista y de revista y
espectáculo espectáculo espectáculo*
5-12 de abril 14186 12 117 2069 444 hrs 4 6 min. Radio PRI 73%
41 seg. 22 seg. Mov. Ciud.
27%
13-19 de 10883 9719 1164 374 hrs. 31 1 hr. Radio Enc. Soc.
abril 45 min. 6 min. 11%
6 seg. 16 seg. PRD 9.5%
PAN 9%
20-26 de 10735 9411 1324 337 hrs. 4 6 min. Radio PRI 75%
abril 28 min. 20 seg. Enc. Soc.
46 seg. 25%
27 de abril al 7092 6185 907 232 hrs. 5 5 min. Radio PRI 72%
3 de mayo 9 min. 19 seg. Mov. Ciud.
26 seg. 28%
4-10 de 9551 8486 1065 302 hrs. 1 15 seg. Radio PRI 100%
mayo 26 min.
6 seg.
11-17 de 10316 8989 1327 315 hrs. 4 6 min. Radio 3 Mov. Ciud.
mayo 30 min. 17 seg. TV 1 39.5%
17 seg. PVEM 37%
Morena 19%
Norma Pareja Sánchez
Periodo Total de Radio TV Tiempo total Piezas de Tiempo Principal % del tiempo
piezas de otorgado a monitoreo total de Medio total en
monitoreo campañas en en pro- campaña en radio y TV en
radio y tv gramas de programas programas
revista y de revista y de revista y
espectáculo espectáculo espectáculo*
18-24 de 11396 9613 1783 319 hrs. 1 2 min. TV PVEM 100%
mayo 44 min. 17 seg.
18 seg.
25 de 21190 17917 3273 671 hrs. 48 3 hrs. Radio 35 PRI 10%
mayo-3 de 10 min. 15 min. TV 13 PAN 9%
junio 35 seg. 33 seg. PRD 9%
PT 9%
PVEM 9%
Radio
PRI 10%
PAN 9%
PRD 9%
Televisión
PAN 8%
PRI 8%
PRD 8%
PVEM 8%
Total 95349 82437 12912 2997 hrs. 98 4 hrs. Radio 82 PRI 14%
15 min. 48 min. TV 16 Mov. Ciud.
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista
5. CONCLUSIONES
El tema de la relación medios-Estado y medios-audiencia y su estudio
han sido complejos históricamente. Desde el punto de vista teórico se ha
estudiado la conexión medios-audiencias desde distintas perspectivas (Jen-
sen, K. B. y Rosengren K. E 1997; Moragas, 2011; Wolf, 1997; Lozano, 2007),
sin que sea posible establecer con precisión y claridad los términos puntua-
les de dicho vínculo. Desde el punto de vista empírico, se ha encontrado evi-
dencia de que hay una relación estrecha entre el contenido de los medios,
las actitudes y prácticas de la audiencia, sobre todo en temas electorales
(McCombs y Shaw, 1996; Lazarsfeld, 1944; Gerbner, 1997; Jennings y Zill-
man, 1996, Nöelle, 1995; Morley, 1996; Cantú el al, 2013).
El papel que los medios masivos de comunicación han tenido en el ám-
bito político ha sido clave desde sus inicios (Sosa, 2009); a pesar de ser
instituciones bien evaluadas por la ciudadanía (ENCUP, 2012), ésta como
audiencia ha mostrado en momentos importantes de la historia contempo-
ránea, reveladoras expresiones de desconfianza hacia el desempeño de los
medios sobre todo en el ámbito político-electoral17. El sistema mediático
mexicano ha sido dominado por dos grandes grupos y ha sido renuente a la
definición de marcos jurídicos que puedan acotar su alcance.
El estudio de la relación contenidos político-electorales en el macrogé-
nero entretenimiento tiene un enorme potencial de investigación, en virtud
de que dentro de los contenidos políticos pueden observarse mensajes im-
plícitos o explícitos relacionados con actitudes, valores sociales y políticos,
así como prácticas culturales.
De manera implícita en la historia, trama, diálogos de la narrativa ficcio-
nal se pueden involucrar elementos psicológicos como actitudes y valores; y
culturales como sistema de ideas; de manera explícita menciones y enuncia-
ciones claramente alusivas para un candidato o para otro. En ese sentido, se
establecen los siguientes puntos de reflexión:
1. Hubo menciones de candidatos y precandidatos durante las campa-
ñas electorales de 2015
2. Durante las precampañas constituyó el 2% de las piezas encontradas
por el INE
17
Las manifestaciones del conflicto poselectoral de 1988, la irrupción del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional en 1994, el surgimiento del movimiento estudiantil
#Yosoy132 en las campañas políticas de 2012, pueden ser algunos de esos momentos
clave.
166 Norma Pareja Sánchez
18
El once de junio de dos mil trece, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la
reforma que entre otras disposiciones, modificó el artículo 6 de la Constitución Polí-
tica de los Estados Unidos Mexicanos a fin de integrar en su párrafo cuarto, Apartado
B, numeral IV, la prohibición de transmisión de publicidad o propaganda presentada
como información periodística o noticiosa.
El politainment en campaña, las elecciones en programas de espectáculos y revista 167
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Prosumidores mediáticos en la comunicación política: El “politainment” en
168 Norma Pareja Sánchez
1. INTRODUCCIÓN
En el marco de la cultura de convergencia, el fenómeno de la trans-
medialidad se ha desarrollado como una estrategia de comunicación que
hace que una historia sea dividida en partes y vehiculada por diferentes
medios. Esta estrategia propia de la industria del entretenimiento, en el
contexto de la cibercultura, encuentra en la expansión narrativa la forma
de llegar a diversos públicos y espacios: uno de ellos, el de las campañas
políticas.
Este capítulo revisa el concepto de transmedia y algunas nociones que
fortalecen dicho concepto como estrategia de comunicación favorecedora
de los procesos de polientretenimiento. Se aborda el fenómeno transmedia
como un sistema de relaciones intertextuales que, como estrategia de comu-
nicación en contextos políticos, posibilita construir mundos transmediales a
partir de la creación de un personaje.
Para ejemplificar estos aportes, se toma como caso la figura de Barack
Obama y cómo los procesos de comunicación política ligados a la figura del
presidente estadounidense cumplen con la estrategia de un sistema trans-
media. Las campañas en torno a la figura del candidato como personaje de
ficción crean un universo narrativo que permite su expansión a través de
diferentes medios, de manera paradigmática.
Este fenómeno genera, además, una suerte de politainment (Ferré y
Ferrer, 2013), entendido como un híbrido de espectáculo, información y
contenidos políticos, que para el caso de la figura del presidente de los
Estados Unidos le han permitido el reconocimiento como el líder político
más mediático del mundo. Al lograr el compromiso de usuarios en calidad
172 Carme Ferré Pavia y Diego Montoya Bermúdez
1
Al momento de la escritura de este texto, los seguidores en Twitter de la cuenta @
BarackObama ascendían a 66 millones y en Facebook, su página oficial superaba
los 45 millones de “Me gusta”. Sólo para hacer un comparativo, en esta última red
social digital, sus homólogos de España y Colombia alcanzaban 141.000 el primero y
949.000 el segundo, mientras que su antecesor George W. Bush, un poco más de 4,5
millones.
Los sistemas transmedia en procesos políticos como estrategia de ‘politainment’ 173
2
En el original: “Horizontal forms of intertextuality (among primary texts) organized
around genre or character, on the one hand, and vertical intertextuality «between a
primary text, such as a television programs or series, and other texts of a different
type that refer explicitly to it» (such as publicity, station ID’s, journalistic articles,
and criticism), on the other”.
174 Carme Ferré Pavia y Diego Montoya Bermúdez
3
La noción de transmedial world, que por traducción literal sería mundos transme-
diales, la denominaremos universos narrativos, para no generar confusión con el
concepto de mundos posibles de Umberto Eco, y que también tiene que ver con los
sistemas transmediales. Para Eco, las historias que se cuentan en diferentes medios
en el eje diegético son esos mundos posibles, y la relación entre los diferentes mun-
dos posibles se da dentro del universo narrativo. Ver nota 13.
4
Evitamos hacer una traducción de la palabra worldness porque consideramos que no
existe una palabra en castellano precisa para describir esa idea de mundo.
5
En el original: “Transmedial worlds are abstract content systems from which a reper-
toire of fictional stories and characters can be actualized or derived across a variety of
media forms. What characterises a transmedial world is that audience and designers
share a mental image of the «worldness» (a number of distinguishing features of its
universe). The idea of a specific world’s worldness mostly originates from the first
version of the world presented, but can be elaborated and changed over time”.
6
En el original: “A transmedial world is more than a specific story, although its proper-
ties are usually communicated through storytelling”.
176 Carme Ferré Pavia y Diego Montoya Bermúdez
peligro7. Veamos cómo ha sido el proceso para que Obama sea considerado
el personaje político más mediático del mundo.
El 7 de febrero de 2007, el ex senador demócrata de los Estados Unidos
Barack Hussein Obama anunció su candidatura a la presidencia del país.
En ese momento, una serie de iniciativas para conseguir fondos se dieron
inicio en todo el territorio norteamericano, logrando romper varios récords
en la obtención de donaciones a una campaña presidencial. Bajo el eslogan
Yes, we can, una serie de estrategias mediáticas incluidas canciones, afi-
ches, imágenes, memes y discursos, permitieron que Obama se convirtiera
en pocos meses en el candidato que el pueblo estadounidense quería como
presidente, y aunque era obvio que el político reunía los requisitos y había
hecho méritos para lograr el cargo, también era claro que un personaje
se estaba construyendo alrededor de la persona: un afrodescendiente que
encarnaba el carisma, la jovialidad y el carácter que los Estados Unidos
parecían necesitar.
En poco tiempo, el candidato era un personaje que podía ser leído ba-
jo las claves narrativas de la ficción cinematográfica que son básicas para
construir un buen personaje (Field, 2005):
“He visto cuatro cosas, cuatro cualidades esenciales que me parece deben ir
dentro de la construcción de personajes: (1) los personajes tienen una fuerte y
definida necesidad dramática; (2) tienen un punto de vista individual; (3) personi-
fican una actitud, y (4) van por un tipo de cambio o transformación. Esos cuatro
elementos, esas cuatro cualidades, hacen un buen personaje”. (Field, 2005: 63.
Trad. autores8)
7
Famosos en peligro con Bear Grylls. Discovery Channel, 2 de febrero de 2016.
8
En el original: “I saw four things, four essential qualities that seemed to go into the
making of good characters: (1), the characters have a strong and defined dramatic
need; (2), they have an individual point of view; (3), they personofy an attitude; and
(4), they go through some kind of change, o transformation. Those four elements,
those quilities, make up a good character.”
178 Carme Ferré Pavia y Diego Montoya Bermúdez
9
En el original: “I stand here today humbled by the task before us, grateful for the
trust you’ve bestowed, mindful of the sacrifices borne by our ancestors […] Forty-four
Americans have now taken the presidential oath. The words have been spoken during
rising tides of prosperity and the still waters of peace. Yet, every so often, the oath is
taken amidst gathering clouds and raging storms […] Our nation is at war against
a far-reaching network of violence and hatred. Our economy is badly weakened, a
consequence of greed and irresponsibility on the part of some, but also our collective
failure to make hard choices and prepare the nation for a new age”.
10
En el original: “On this day, we gather because we have chosen hope over fear, unity
of purpose over conflict and discord”.
11
En el original: “We will begin to responsibly leave Iraq to its people and forge a hard-
earned peace in Afghanistan. With old friends and former foes, we’ll work tirelessly to
lessen the nuclear threat, and roll back the specter of a warming planet”.
Los sistemas transmedia en procesos políticos como estrategia de ‘politainment’ 179
12
Earth-616 es el nombre que recibe el multiverso ficcional del mundo posible creado
por Marvel Cómics.
13
Asumimos la noción de mundo posible a partir de Umberto Eco, quien lo define como
“un estado de cosas expresado por un conjunto de proposiciones en el que, para cada
proposición, p o ~ p. Como tal, un mundo consiste en un conjunto de individuos
dotados de propiedades. Como algunas de esas propiedades o predicados son accio-
nes, un mundo posible también puede interpretarse como un desarrollo de aconteci-
mientos. Como ese desarrollo de acontecimientos no es efectivo, sino precisamente
posible, el mismo debe depender de las actitudes proposicionales de alguien que lo
afirma, lo cree, lo sueña, lo desea, lo prevé, etc” (Eco, 1993: 181).
180 Carme Ferré Pavia y Diego Montoya Bermúdez
Como vemos, este trabajo creado por Marvel guarda una relación inter-
textual evidente con Barack Obama, la persona de carne y hueso. Como
candidato y luego presidente fue también el producto de una construcción
de imagen orquestada en la campaña, evidenciada en el mismo discurso que
él expuso en la posesión de su cargo como mandatario. Desde este orden
de ideas, pensemos entonces para efectos de la identificación del Sistema
Intertextual Transmedia de Obama, cómo la construcción del personaje po-
lítico manifiesta en el discurso de posesión (obra seminal) fue clave para
generar un producto conectado intertextualmente, como fue la serie de
historietas President Obama de la factoría Marvel.
Por otro lado y como explicamos líneas atrás, tanto la obra seminal como
los textos subsiguientes dentro de un sistema transmedial son potencial-
mente expansores del universo narrativo. Fue así como a raíz del nacimiento
del Presidente Obama en el multiverso Marvel, una serie de productos crea-
dos por fans empezaron a aparecer. Es el caso de la realización de imágenes,
en que los usuarios mostraban su afecto por el personaje, convirtiéndolo
en el héroe que desde el discurso inaugural definíamos como la necesidad
dramática. Estos textos visuales, que si bien no guardan una narrativa como
sí lo hacen las historietas, generan una clara expansión del universo como
paratextos.
Los sistemas transmedia en procesos políticos como estrategia de ‘politainment’ 181
14
En el original: “This version of Superman is strongly based on both real-life President
Barack Obama and famed boxer Muhammad Ali (as confirmed by writer Grant Morri-
son)”. Disponible en http: //goo.gl/0VBTP7
182 Carme Ferré Pavia y Diego Montoya Bermúdez
Fuente: DC Database
15
El tráiler de la supuesta película sobre Obama muestra a Steven Spielberg como
director. Fue publicado en el canal de Youtube de la Casa Blanca en 2013. https: //
goo.gl/3ndcfS
Los sistemas transmedia en procesos políticos como estrategia de ‘politainment’ 183
que los valores positivos del personaje, fomentados por la persona, pueden
revertir en el líder.
El círculo de lo transmedia puede ser virtuoso o perverso pero ante el fá-
cil acceso a tecnologías de comunicación sencillas, la capacidad replicadora
de las narrativas intertextuales está en profunda expansión.
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Los sistemas transmedia en procesos políticos como estrategia de ‘politainment’ 187
1. INTRODUCCIÓN
Los medios de comunicación tienen un poderoso impacto en múltiples
facetas de la vida, como ya constaron en su día Lippmann (1922), McCombs
(1994) o Scheufele (2000), entre otros. Influyen en cómo nos vestimos, lo
que compramos o cómo empleamos el tiempo libre pero también afectan a
los temas que nos hacen pensar y a las imágenes y conceptos a partir de
los cuales interpretamos la realidad y valoramos el mundo. Sus efectos, sin
embargo, resultan difíciles de analizar aisladamente y es necesario recono-
cer que se trata de un proceso “sutil, complejo y en el que participan otras
muchas fuerzas” (Gerbner, Morgan y Signorielli, 1994: 23).
Su influjo es determinante en aquellos asuntos de los que carecemos
de experiencia directa, McCombs (1994) los denomina non obtrusive, y más
limitado en el caso de los temas que experimentamos vivencialmente (ob-
trusive). También varía dependiendo del medio a través del que recibamos
el mensaje. En esa jerarquía, la televisión sigue apareciendo como el medio
hegemónico1: arraigado proveedor de imágenes y mensajes, ecosistema sim-
bólico y fuente de información y socialización (Gerbner, Morgan y Signo-
rielli, 1994).
Precisamente esa intensa influencia de los medios de comunicación en
la ciudadanía es la clave de su exigencia ética. La legitimidad de los medios
radica en su condición de “prestatarios de un servicio público esencial:
proveer de información veraz a los ciudadanos para que puedan decidir
sobre los asuntos públicos” (Rodríguez Borges y Aznar, 2014: 177). Desde
1
En España, el Centro de Investigaciones Sociológicas (Barómetro 2013) revela que la
televisión es el medio preferido para informarse para el 56,8 % de la población frente
al 13,7% que se informa a través de la radio y el 11,9% a través de los periódicos en
internet. Barómetro 2013. Disponible en: http: //www.cis.es/cis/opencm/ES/1_en-
cuestas/estudios/ver.jsp?estudio=13704 (Consultado el: 10 de diciembre de 2015)
190 Marta Redondo y Eva Campos-Domínguez
públicos. Baste señalar que esta participación será imposible si los ciudadanos
no reciben la información oportuna sobre los asuntos públicos que necesitan y
que debe ser prestada por los medios de comunicación2”.
2
Código Europeo de Deontología del Periodismo (1993). Disponible en: http: //www.
fesp.org/index.php/template/item/3619-Regulaci%C3%B3n%20%20del%20Dere-
cho%20a%20la%20informaci%C3%B3n (Consultado el 5 de marzo de 2015).
198 Marta Redondo y Eva Campos-Domínguez
posible” (García Avilés, 2007: 51). Desde este punto de vista, los medios de
comunicación guiados por el espectáculo provocan un “ayuno intelectual
que merma la capacidad crítica de los ciudadanos” (Suárez Villegas, 2010:
224) y presentan un peligro para la libertad de expresión que se concreta
en “la falta de una información completa y crítica de los acontecimientos
de interés público” (Íbid, 2010: 226).
Un periodismo dominado por el infoentretenimiento actuaría de forma
contraria a la deontología de la profesión por dejación de una de sus fun-
ciones primordiales al privilegiar “aquello que interesa a la audiencia por
encima de aquello que la audiencia necesita conocer” (Patterson, 2000: 3).
Pero, además, los marcos de representación que los medios aplican a la
realidad también determinan la interpretación de los hechos. Ya a principios
del siglo XX, Lippmann (1922) había apreciado cómo las personas actúan de
acuerdo a las imágenes que tienen en sus mentes independientemente de
los ajustadas o erróneas que éstas sean. McCombs (2004) añade la constata-
ción de la potencia que tienen los frames mediáticos en el pensamiento ac-
tual: “El modo en que pensamos y hablamos de los temas de interés público
se ve influido por las imágenes que de ellos nos presentan los medios. Los
atributos de los temas que son destacados en las presentaciones de los me-
dios quedan destacados en la mente del público” (2004: 158). Una influen-
cia que incluso afecta a aquellos que no consumen medios de comunicación
puesto que viven rodeados de personas que sí los utilizan y construyen con
ellos sus referencias.
El estudio del infoentretenimiento ha alumbrado que los marcos de
representación que este fenómeno aplica a la realidad, favorecen la sim-
plificación y privilegian los aspectos emotivos, personales, dramáticos o
espectaculares de la realidad-, de modo que limitan el conocimiento de los
ciudadanos, generando en ellos además el espejismo de estar informados.
3
http: //www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/1079593/el-intermedio-sin-techo-ba-
te-su-record-historico-de-audiencia-con-cifuentes-32-millones (Consultado el 15 de
noviembre de 2015).
200 Marta Redondo y Eva Campos-Domínguez
usuario actual le resulta muy difícil valorar qué información tiene mayor
calidad y se comporta de forma crédula ante los medios.
Dada la confusión que pueden generar los programas de infoentreteni-
miento, King y Elliott (2010) incluso llegan a proponer que estos espacios
televisivos incluyan indicaciones al público sobreimpresionadas en pantalla
que señalen que el material informativo contiene exageraciones, escenifi-
caciones, fabricación de imágenes o ediciones parciales con el fin de evitar
una decodificación errónea.
“En una empresa de información, ésta no debe ser tratada como una mercancía,
sino como un derecho fundamental de los ciudadanos. En consecuencia, ni la
calidad de las informaciones o de las opiniones, ni el sentido de éstas, han de ser
explotados con la finalidad de aumentar el número de lectores o la audiencia, y
por consiguiente los ingresos por publicidad”.
4. CONCLUSIONES
Una adecuada participación ciudadana está asentada en un conoci-
miento suficiente de los asuntos públicos, un conocimiento que tradicio-
nalmente han suministrado los medios de comunicación. Precisamente por
esa responsabilidad social que atesora, el periodismo ha acuñado todo un
arsenal ético que se concreta en multitud de documentos e instrumentos
de regulación que irían encaminados a garantizar la calidad del servicio
que presta.
El infoentretenimiento y sus efectos a la luz de la ética periodística 203
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