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CARGOS
México, 2009
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 2
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
INDICE
PRÓLOGO.
Desde que Sol Tax escribiera su texto “The Municipios of the Midwestern Highlands of
era el objeto de estudio preferido de la antropología social en la primera parte del siglo
XX, los sistemas de cargos eran un tema obligatorio para un antropólogo especializado
década de los 1970. Mi propio encuentro con los sistemas de cargos ocurrió en el curso
trabajado los sistemas de cargos en Oaxaca junto con Carlo Antonio Castro y hacía una
de Chalco-Amecameca con lo que para mi eran las primeras formas empíricas de los
llamar mi atención, precisamente entre los zoques de Tuxtla Gutiérrez, por los años de
1970 y 1971. Me he mantenido leyendo acerca de los sistemas de cargos siendo testigo
cargos o mayordomías, sino los análisis antropológicos mismos. En ese tenor, uno de
relacionada con sus estudios en el Estado de México, no solo como editor junto a
comunidades indígenas del Estado de México (México: mc editores, 2009) sino como
autor de un texto incluido en ese volumen (“El sistema de cargos, la etnografía y las
lo que se sabe sobre estos sistemas y cumple con creces con el propósito de iniciar al
criterio cronológico que se rompe con el ensayo que cierra el libro, por razones que,
de Francois Chevalier publicado en 1944, y que ofrece una mirada histórica, necesaria a
mi juicio, para un tema como el que ocupa al presente volumen. De allí en adelante, se
suceden textos de antropólogos que se han destacado por sus aportes al conocimiento de
las mayordomías. Por ejemplo, se incluye el ensayo de Pedro Carrasco que continúa el
tratamiento histórico del problema y que desde su publicación por vez primera provocó
una larga discusión, que aún continúa, acerca de los orígenes de los sistemas de cargos.
textos del propio Korsbaek, que aportan continuidad a la discusión. La antología cierra
con un texto clásico de Eric Wolf, el finado antropólogo norteamericano que contribuyó
de otras latitudes en general. En el caso de este artículo, Wolf comenta los resultados de
un ensayo anterior acerca de lo que él llamó la “comunidad corporada cerrada” que hizo
época en los ámbitos antropológicos. Es un acierto cerrar con este texto de Wolf pues,
sin duda, sus trabajos acerca del mundo campesino en general y mesoamericano en
particular, son una suerte de “telón de fondo” para entender los sistemas de cargos. Es
un espléndido final para una espléndida selección de trabajos sobre un tema que sigue
preocupando a los antropólogos y que en la vida empírica representa uno de los rasgos
Con esta antología en la mano, quien esté interesado en los sistemas de cargos o
mayordomías dispone de una guía que lo enterará del problema y le será útil para
las Cofradías en los pueblos de indios tzotziles y tzeltales de Chiapas. Siglos XVI al
otra evidencia de que los sistemas de cargos están en la primera línea del interés
especializados.
Han transcurrido setenta y tres años desde que Sol Tax publicara su texto, que fungió
como una semilla para los estudiosos de los sistemas de cargos o mayordomías. En esa
ocasión, fueron las sociedades indígenas de las Los Altos de Guatemala las
los sistemas de cargos, su función, su actualidad y sus orígenes. Las Leyes de Reforma
entraron al debate en relación con estos sistemas, ligados al carácter corporativo de las
organizaciones y más allá de que si sus orígenes están en el pasado prehispánico o son
resultado de las adaptaciones indígenas al régimen colonial, el caso es que forman parte
instancias que permiten la continuidad de una notable variedad de culturas. Son mundos
decir que no preocupen las raíces históricas de estos sistemas de cargos, sino que su
actualidad hace aún más importantes las pesquisas de su pasado, con la mirada del
nuestros países, de su difícil inserción en los marcos de los Estados Nacionales y de una
larga batalla por preservar sus identidades sin que ello sea óbice para las nacionalidades.
Por estas razones, es también importante el trabajo de Leif Korsbaek en preparar una
Leif Korsbaek
1
Las denominaciones aquí citadas son, respectivamente, de Waldemar R. Smith, 1981; Harry
Tscopik, 1947; Pedro Carrasco, 1979; Frank Cancian, 1967; y Fernando Cámara Barbachano,
1952. Las referencias se encuentran en la bibliografía al final de la antología.
2
En Sol Tax, 1937. Romero y Castaños (1997) llamaron la atención al hecho de que el
antropólogo mexicano Noriega ya había descrito y analizado esta institución unos años antes,
de una manera que se puede clasificar como el típico sistema de cargos (Noriega, 1922); sin
embargo, el trabajo de Noriega fue totalmente olvidado y no dejó huellas en la tradición
antropológica de estudio del sistema de cargos, así que el artículo de Sol Tax de 1937 sigue
siendo el inicio de esta tradición.
3
Según Frank Cancian, 1967:293.
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4
Según Frank Cancian, 1967, Fernando Cámara Barbachano, 1952, entre otros.
5
Manning Nash, 1958.
6
Korsbaek, ed.: 182. Algunos antropólogos piensan que los dos conceptos, “el típico sistema
de cargos” y “el paradigma del sistema de cargos” son construcciones mías; es demasiado
honor, la única cosa que hice fue estudiar la existente literatura etnográfica y antropológica y
resumir el consenso ampliamente compartido en aquel momento entre los antropólogos en
México y Guatemala (en Mesoamérica, si así se prefiere) acerca de la forma y la función del
sistema de cargos.
7
Este típico sistema de cargos ha sido presentado en varias ocasiones: Leif Korsbaek, 1987,
1989, 1991. La presente definición es de Korsbaek, comp., 1996: 82.
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8
El concepto de "levelling mechanism" ("mecanismo nivelador") fue desarrollado en dos
significativos trabajos del mismo año: Eric Wolf: "The Peasants", Prentice Hall, 1966, y Manning
Nash: "Primitive and Peasant Economic Systems", Chandler, San Francisco, 1966.
9
El paradigma de cargos se encuentra en Korsbaek, comp., 1996: 271-292.
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10
Cancian, 1967, 1989 (org. de 1965).
11
Según Cancian, la evidencia en Zinacantán claramente indica que "existe algún grado de
estratificación económica, a pesar de su operación" (Cancian, 1989: 137-138), y "se encuentra
una considerable evidencia de una diferenciación económica dentro de las comunidades en
cuestión" (Cancian, 1967: 291).
12
Castaingts, 1979; Smith, 1981; Chance y Taylor, 1985; y Greenberg, 1987.
13
Greenberg, 1987: 20-21.
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14
Harris, 1964: 29-30.
15
Wagley, 1941, 1949.
16
Castaingts, 1977; Smith, 1981; Greenberg, 1987.
17
Hayden & Garget, 1994.
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18
Vogt, 1973.
19
Huerta, 1997.
20
Un ejemplo de este interés por lo preconquista es La Farge & Byers, 1931.
21
Nos confirma el sentimiento anticomunista un vistazo a la lista de presidentes de la American
Anthropological Association: en 1950 Ralph L. Beals fue presidente, en 1959 Sol Tax, en 1966
John P. Gillin y en 1970 George M. Foster, lo que al mismo tiempo confirma la relación entre la
AAA y la importancia del estudio del sistema de cargos. R. N. Adams publica en otro momento,
en 1960, un libro más allá de la antropología, con una interpretación también anticomunista del
cambio social en América Latina, con artículos del mismo Adams, John L. Gillin y Charles
Wagley, emtre otros (Adams, ed., 1965).
22
Adams, ed., 1957, con introducción y conclusión de Adams himself y artículos de Robert
Ewald (San Antonio Sacatepéquez, 1932-1953), Kalman H. Silvert & Arden R. King (Cobán,
1944-1953), John P. Gillin (San Carlos Xilkotepec), Melvin Tumin (también San Carlos
Xilotepec), Ruben Reina (Chinautla), Morris Siegel (San Miguel Acatán, 1938-1953), Raymond
L. Scheele (Santo Domingo Xenacoj, 1944-1951) y Raymond G. Amir (Magdalena Milpas Altas,
1880-1952). De las fechas de término de los estudios se desprende el interés en el intermezzo
comunista en Guatemala, con Arévalo y Árbenz, de 1944 a 1954, y los estudios de Silvert &
King y Scheele empiezan exactamente en 1944.
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23
Paul, 1976.
24
Gillin (1951) trata “la cultura de seguridad” en San Carlos, pseudónimo del pueblo San Luis
Jilotepec, donde trabajó también Melvin Tumin (1952), quien estudió la estratificación y la
movilidad social. La monografía de Mendelson (1965) de Santiago Atitlán es una hermosura.
25
Cancian, 1989.
26
Wasserstrom, 1977.
27
Siverts, 1964, 1965B, 1969B.
28
Vogt, 1973.
29
Diener, 1978.
30
Para utilizar este concepto de Thomas Kuhn.
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31
En otro contexto he expresado mi opinión acerca de la escasez de los trabajos etnográficos
en el Estado de México, en relación con las actividades en la ahora Facultad de Antropología
de la Universidad Autónoma del Estado de México en Toluca (Korsbaek, Carlos Alberto,
Tomatiux).
32
El acervo etnográfico mencionado se debe, entre otras cosas, a la publicación de una serie
de memorias de una hilera de eventos dedicados exactamente a la etnografía y la antropología
del sistema de cargos, principalmente en el Estado de México: del Primer Coloquio del Sistema
de Cargos que se celebró en Toluca en 1997, se acaba de publicar las memorias (Korsbaek &
Cámara, 2008), del Segundo Coloquio Internacional del Sistema de Cargos, que se celebró en
la ENAH en agosto de 1999, se publicó un dossier con seis textos en el número 19 de la revista
Cuicuilco (Korsbaek & Topete, eds., 2002), más un texto a destiempo (Carreón, …) y un
volumen con ….. textos (Sandoval, Topete & Korsbaek, editores, 2002); del siguiente evento en
2002 se publicó un volumen, con…. Textos, de los cuales .. del Estado de México (Topete,
Korsbaek & Sepúlveda, eds., 2005). Finalmente del evento en 2005 se están preparando las
memorias, con… textos, de los cuales una buena parte son del Estado de México.
33
June Nash, Frank Cancian.
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protestantes, una incursión que es diferente del caso en Chiapas y otras partes
del Sureste, puede ser otra razón.
Los muy fuertes gastos que en el Sureste llegan a arruinar a las familias
no se dan en el Estado de México, donde más bien encontramos gastos
compartidos entre un elevado número de seguidores y asistentes del carguero
La articulación religioso-político que es uno de los rasgos conspicuos en
el Sureste, donde por lo regular se trata de una articulación global de dos
jerarquías, una religiosa y otra política, está también ausente en las
comunidades indígenas en el Estado de México, donde la articulación
normalmente se asegura a través de un sólo cargo estratégico. El cargo a
través del cual se articulan las dos jerarquías es frecuentemente el de fiscal,
como lo vimos en San Francisco Mihualtepec y en San Francisco Oxtotilpan,
pero hemos visto otros casos también: los tlatoleros en San Juan Atzingo34 y el
comisariado ejidal en San Antonio de las Huertas35.
Así también en las comunidades de San Felipe del Progreso, donde
"aunque ambos tipos de cargos están dirigidos al ámbito comunal, los cívicos
están inscritos más bien en la vida cotidiana de la comunidad y enfocados a
arreglar asuntos y conflictos internos, mientras los cargos religiosos están más
relacionados con la cosmovisión y apuntan hacia la comunicación con el ámbito
y los seres sagrados. Por consiguiente, también las actividades y
responsabilidades de los cargueros religiosos y cívicos difieren, al igual que los
espacios y tiempos donde se desempeñan. En el típico sistema de cargos,
estos espacios y tiempos suelen confundirse, pero entre los mazahuas están
confinados a ámbitos separados"36.
Podemos hacer referencia a un estudio de la comunidad de San Pablo
Chimalpa en el Municipio de Cuajimalpa que, aunque se encuentra en el
Distrito Federal, es de origen otomí y comparte muchos rasgos con las
comunidades del Estado de México. En el sistema de cargos en San Pablo
Chimalpa la separación de las dos jerarquías es tan tajante que se pueden
34
Alvarez & Monterrosas.
35
Korsbaek & al., 1998.
36
Brinkop, 1997: 11.
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37
Romero, 19.., 1997.
38
Korsbaek & González, 1999B: 55, haciendo referencia a la situación en el municipio de
Chapa de Mota.
39
Korsbaek & al., 1998: 270
40
Korsbaek & González, 1999A: 288, 290.
41
CEDIPIEM, jefes supremos.
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42
Korsbaek & González, en prensa.
43
Reyes.
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44
González, 1997: 9-10.
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Véase al respecto, por ejemplo, Korsbaek, 1997.
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Con los dos textos de Henning Siverts, "On Politics and Leadership in
Highland Chiapas" de 1964 y "The Cacique of Kancuk: A Study of Leadership in
Highland Chiapas" de 1965 se inicia una serie de textos dedicados al aspecto
político de esta institución. Los dos textos realmente constituyen un solo
desarrollo de un tema único, el proceso político en el marco del sistema de
cargos en una comunidad indígena. En el primero de los dos textos, Henning
Siverts declara, después de una breve presentación del sistema de cargos en
su calidad de “los gobiernos semi-autónomos de un gran número de pueblos
indígenas en Chiapas y, en otras partes de Mesoamérica”, y alabando el
artículo de Pedro Carrasco de 1961, los objetivos de su trabajo y establece el
marco de la discusión: “haciendo uso de estas herramientas intentaré describir
algunos de los rasgos que caracterizan al gobierno y al liderazgo en el área
tzeltal”, declara. Las herramientas provienen principalmente del antropólogo
británico M. G. Smith (nacido en Jamaica, con trabajo de campo principalmente
en Zazzau en el norte de Nigeria), cuyo núcleo “en su descripción y análisis de
la estructura y el proceso políticos” es la distinción entre “autoridad” y “poder”.
Según Henning Siverts “parece que esta es una distinción obvia y la
encontramos con frecuencia en la teoría nativa”, y podemos suponer que los
indígenas son más listos que los antropólogos, pues “que yo sepa, raras veces
ha sido utilizada en el análisis del material etnográfico” (la distinción entró
solamente tardíamente en la antropología política, y es realmente una
distinción originalmente introducida por el sociólogo Max Weber).
Haciendo uso de las herramientas desarrolladas por M. G. Smith,
Henning Siverts busca tres cosas en el sistema de cargos: “gobierno”,
“liderazgo” y “política”: citando a M. G. Smith, “el gobierno es el manejo, la
dirección y el control de los asuntos públicos de un determinado grupo o unidad
social” (Op. cit.: 15), por medio de actividades políticas y administrativas, y
“mediante la acción política se toman las decisiones acerca de la manera en
que se tienen que regular y llevar a cabo los asuntos públicos, y acerca de los
modos, las funciones y las metas del gobierno. Los actos que se efectúan para
conducir este asunto público y coordinar las varias actividades del gobierno son
de carácter administrativo”. La política es el espacio del poder, y “el poder en lo
abstracto es la capacidad de actuar de manera efectiva sobre personas o
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los últimos mil años”. Partiendo de ests hechos desea Vogt “resolver un
problema que tiene que ver con una diferencia básica entre los sistemas
religiosos de dos municipios tzotziles colindantes – Zinacantán y Chamula -
que están separados tan sólo por una montaña”, y “descubrir las dinámicas que
llevan a dos comunidades muy similares que han surgido históricamente dentro
de los últimos mil años de la misma protocultura a tomar caminos radicalmente
diferentes en sus conceptos básicos de las deidades”, y sigue “en pocas
palabras, mi problema es el siguiente. Los zinacantecos ponen énfasis en la
existencia de un conjunto diferenciado de dioses ancestrales, mientras que los
chamulas, al otro lado de la montaña hacia el norte, enfatizan el papel del dios
del sol como la principal deidad en su sistema supernatural”, comparando los
dos sistemas culturales, como diría Clifford Geertz, observa Vogt que “las
principales deidades indígenas que todavía hoy tienen vigencia en el sistema
de creencias en Zinacantán son los totilnfe?iletik (que tienen que ver con las
palabras tot y me?, que significan “padre” y “madre”) que son dioses
ancestrales; ynhvnl bnlan7zl (el “Señor de la Tierra” o “Dueño de la Tierra”); y
unshntmen, la versión zinacanteca de los cuatro dioses de las esquinas que
están presentes en la mayor parte de la región maya. Otras deidades son
parcialmente indígenas, pero demuestran algún grado de influencia católica: el
Sol, que se llama hfotik KaJi'rrl (Padre Sol), hch'tll totik (Padre Divino), o hch'zil
ynk'al (Sol Divino), que tiene asociaciones con rioslz ("Dios"); y la Luna que se
llama lzch'zd me? (Madre divina), que tiene asociaciones con la Virgen María,
así como con las varias estatuas y representaciones pictóricas de otras santas
católicas femeninas. Las deidades de mayor importancia en Zinacantán,
juzgando por la frecuencia con la que la gente piensa en ellas, rezan a ellas o
les dedican rituales, son los dioses ancestrales (tofiln?e?iletik), que son
conceptualizados como zinacantecos ancianos que viven dentro de las
montañas sagradas alrededor del Centro de Zinacantán, así como en los
pequeños montes arriba de los ojos de agua y las concentraciones de casas en
las aldeas; se cree que ellos entraron a las montañas para vivir allá en algún
momento en el pasado mítico”.
Los investigadores en Chamula “han llegado a la conclusión de que el
Dios Sol es el principal ente supernatural en el sistema cosmológico y que los
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
dioses ancestrales reciben poco énfasis. Gossen señala (1970: 17) que el Sol
(htotik o "Nuestro Padre"; y también Jesucristo) hace una circunvalación
completa de la isla-tierra cada día. Su ruta circular marca no solamente los
límites espaciales del universo, sino también los ciclos fundamentales del orden
temporal, el día y los años. El sol es al mismo tiempo el dador del orden
cósmico y el que lo mantiene, por lo que es la principal deidad. Parece que el
sol comparte el panteón solamente con la luna y los santos, mientras que las
deidades ancestrales carecen de importancia. Esta diferencia entre las
deidades es reflejada en la naturaleza de los templos en los dos municipios. En
Chamula encontramos oratorios con cruces en los ojos de agua en sus aldeas
(para facilitar la comunicación con el Señor de la Tierra), oratorios al lado de la
carretera para ceremonias de curación y rituales de cargos, oratorios en las
principales montañas, como Tsontevits, para ceremonias de curación y
procuración de lluvia, y los tres oratorios con cruces en el centro ceremonial
que representan los tres barrios. Pero el sistema ritual carece de la multitud de
oratorios que en Zinacantán facilita la comunicación con sus dioses
ancestrales, desde las deidades ancestrales en los linajes y los grupos de ojo
de agua en las aldeas a los diversos ancestros que viven en las montañas
alrededor del centro ceremonial. En pocas palabras, el sistema de lugares
sagrados refleja de una manera muy concreta el sistema diferenciado de
dioses ancestrales en Zinacantán, a diferencia del foco altamente integrado en
la iglesia en San Juan (en el centro de Chamula), donde San Juan ocupa el
lugar central arriba del altar y está muy directamente relacionado con la
adoración del Dios Sol de suprema importancia”.
“Pero hay otras diferencias entre los sistemas religiosos. Mientras que
Zinacantán, con sus solamente 11,400 habitantes (según el Censo de 1970)
posee dos iglesias y la pequeña capilla de Esquipulas en el centro ceremonial,
más cuatro iglesias en las aldeas alejadas del centro ceremonial, Nabenchauk,
?Ats’am, ?Apas y Nachih, Chamula posee solamente una iglesia, con su
colección única de santos, en el centro ceremonial, que da servicio a 40,000
chamulas. Es también significativo que existe en Zinacantán una red elaborada
de intercambio ritual de imágenes de santos, tanto al interior del municipio y
con otros dos municipios. Al interior del municipio este sistema de santos
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
cargos en cuanto vehículo del proceso político, y finalmente señala que el texto
es un resumen de su tesis doctoral dedicado al mismo tema: la política en una
comunidad maya, o sea San Bartolomé.
interpretación del ritual mesoamericano”. Sin embargo, “cada día sale con
mayor claridad que esta interpretación común de la vida y las prácticas rituales
en la comunidad indígena en Mesoamérica no toma en cuenta suficientemente
la manera en qué la expansión del orden mundial capitalista durante los
recientes siglos “penetraba enteramente y de manera efectiva aún los sectores
más aislados del mundo subdesarrollado”. Los pueblos indígenas no son
supervivencias antiguas, son plenamente modernos y siempre lo han sido,
aunque su modernidad es de una forma “involucionada”, producto de siglos de
“desarrollo del subdesarrollo”. Para entender la vida y el ritual de los indígenas
mesoamericanos no tenemos que dirigirnos hacia la ley de los santos, sino
hacia las leyes del desarrollo capitalista”. En su lugar “proponemos que los
aspectos más distintivos del ritual indígena en el oriente de Guatemala no
sirven para aislar y proteger la comunidad indígena, sino que funciona más
bien para “sacar el capital o el excedente económico de los satélites
(indígenas) y canalizarlo a las metrópolis”. Además, los sistemas rituales
indígenas no son en su forma ni paganos ni feudales, son principalmente
mecanismos impuestos al pueblo indígena que se derivan de la tradición
comercial europea. Finalmente, sostenemos que las comunidades indígenas
tradicionales no se oponen necesariamente a programas de cambio orientados
hacia la colectividad y que son frecuentemente aquellos que son más
dedicados a los valores tradicionales y al ritual que son los agentes más
efectivos de este tipo de cambio”. Es relevante recordar que el texto de Paul
Diener es de los años antes de la máxima escalada de la violencia en 1982 de
manera que, con la ventaja de la sabiduría retrospectiva, puede parecer
exageradamente optimista en sus conclusiones: “de nuevo operan unidades
activas de guerrillas en Guatemala oriental. Su éxito depende de muchos
factores. Los oficiales del gobierno esperan que las técnicas de la revolución
verde funcionen como un freno. Otros depositan su fe en el desarrollo de la
riqueza minera de Guatemala”.
El texto de Andrés Medina Hernández. "Los grupos étnicos y los
sistemas tradicionales de poder en México" de 1981 tiene varias virtudes, pero
la principal es sin lugar a dudas arremeter violentamente contra la idea de que
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El texto "La república de Santiago Atitlán" de Sergio Ricco Monge & Leif
Korsbaek, de 1992, es uno de mis trabajos que más me gusta, pues muestra la
inseparable unidad de la antropología, la política y el compromiso, entre otras
cosas. La historia del texto es la siguiente: al principio de los noventas fui
responsable de investigación en la pequeña organización CIDECA de
Guatemala, y al principio del 1992 nos llegó una invitación de la comunidad
indígena de Santiago Atitlán, habitada por hablantes de la lengua maya tzutujil.
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Broda, 2001: 24-25, Nota 3, donde se hace referencia a Medina, 1987 y Báez-Jorge, 1998.
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México, 2008
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INDICE
Leif Korsbaek
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Las denominaciones aquí citadas son, respectivamente, de Waldemar R. Smith, 1981; Harry
Tscopik, 1947; Pedro Carrasco, 1979; Frank Cancian, 1967; y Fernando Cámara Barbachano,
1952. Las referencias son a se encuentran en la bibliografía al final de la antología.
48
En Sol Tax, 1937. Romero y Castaños (1997) llamaron la atención al hecho de que el
antropólogo mexicano Noriega ya había descrito y analizado esta institución unos años antes,
de una manera que se puede clasificar como el típico sistema de cargos (Noriega, 1922); sin
embargo, el trabajo de Noriega fue totalmente olvidado y no dejó huellas en la tradición
antropológica de estudio del sistema de cargos, así que el artículo de Sol Tax de 1937 sigue
siendo el inicio de esta tradición.
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Según Frank Cancian, 1967:293.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
50
Según Frank Cancian, 1967, Fernando Cámara Barbachano, 1952, entre otros.
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Manning Nash, 1958.
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Korsbaek, ed.: 182. Algunos antropólogos piensan que los dos conceptos, “el típico sistema
de cargos” y “el paradigma del sistema de cargos” son construcciones mías; es demasiado
honor, la única cosa que hice fue estudiar la existente literatura etnográfica y antropológica y
resumir el consenso ampliamente compartido en aquel momento entre los antropólogos en
México y Guatemala (en Mesoamérica, si así se prefiere) acerca de la forma y la función del
sistema de cargos.
53
Este típico sistema de cargos ha sido presentado en varias ocasiones: Leif Korsbaek, 1987,
1989, 1991. La presente definición es de Korsbaek, comp., 1996: 82.
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El concepto de "levelling mechanism" ("mecanismo nivelador") fue desarrollado en dos
significativos trabajos del mismo año: Eric Wolf: "The Peasants", Prentice Hall, 1966, y Manning
Nash: "Primitive and Peasant Economic Systems", Chandler, San Francisco, 1966.
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El paradigma de cargos se encuentra en Korsbaek, comp., 1996: 271-292.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Todo eso estuvo muy bien hasta alrededor del año 1968, tal vez un poco
antes, cuando empezó una nueva etapa del estudio antropológico del sistema
de cargos (y de muchas otras cosas, dentro y fuera de la antropología).
Ya temprano se sembraron dudas acerca de la realidad del supuesto
proceso de nivelación: en los años 1960 empezó Frank Cancian a criticar la
interpretación niveladora de los antropólogos56, y desde entonces creo que
nadie toma en serio la supuesta función niveladora del sistema de cargos. La
primera crítica a este modelo provino a mediados de los años 1960 de los
trabajos de Frank Cancian que en su lugar propone el modelo de
estratificación. Según Cancian, lo que hace el sistema de cargos no es evitar
las desigualdades económicas, pues son, según él, importantes para la
integración de la comunidad, sino legitimarlas57. Este modelo, que es mucho
más sofisticado y menos romántico que el anterior modelo de nivelación, ha
sido adoptado por un número de antropólogos críticos, como Juan Castaingts,
Waldemar Smith, Chance y Taylor y James Greenberg58. Junto con la
aplicación del modelo de estratificación va una insistencia en una dimensión
histórica (sobre todo en los trabajos de Chance y Taylor y de Juan Castaingts),
y una protesta contra el carácter cerrado de los estudios de comunidad (sobre
todo en el trabajo de Waldemar Smith).
Más recientemente William Greenberg ha criticado el modelo de
nivelación de Eric Wolf: "la definición de Wolf, con respecto a corporativo,
fusiona, como observa Dow (1973c), una definición jurídica (emanada de la
definición de Maine sobre corporativo, en términos de perpetuidad legal), con
una definición socioestructural que emerge de las ideas de Weber, sobre
encierro y orden. Propiamente la corporatividad en un sentido de derecho
natural, y encierro, en un sentido socioestructural, deben ser tomados como
variables independientes. La aparente fusión de estas definiciones, dentro de la
tipología de Wolf, parece ser responsable de algunos malentendidos y una
56
Cancian, 1967, 1989 (org. de 1965).
57
Según Cancian, la evidencia en Zinacantán claramente indica que "existe algún grado de
estratificación económica, a pesar de su operación" (Cancian, 1989: 137-138), y "se encuentra
una considerable evidencia de una diferenciación económica dentro de las comunidades en
cuestión" (Cancian, 1967: 291).
58
Castaingts, 1979; Smith, 1981; Chance y Taylor, 1985; y Greenberg, 1987.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 44
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
59
Greenberg, 1987: 20-21.
60
Harris, 1964: 29-30.
61
Wagley, 1941, 1949.
62
Castaingts, 1977; Smith, 1981; Greenberg, 1987.
63
Hayden & Garget, 1994.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 45
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
64
Vogt, 1973.
65
Huerta, 1997.
66
Un ejemplo de este interés por lo preconquista es La Farge & Byers, 1931.
67
Nos confirma el sentimiento anticomunista un vistazo a la lista de presidentes de la American
Anthropological Association: en 1950 Ralph L. Beals fue presidente, en 1959 Sol Tax, en 1966
John P. Gillin y en 1970 George M. Foster, lo que al mismo tiempo confirma la relación entre la
AAA y la importancia del estudio del sistema de cargos. R. N. Adams publica en otro momento,
en 1960, un libro más allá de la antropología, con una interpretación también anticomunista del
cambio social en América Latina, con artículos del mismo Adams, John L. Gillin y Charles
Wagley, emtre otros (Adams, ed., 1965).
68
Adams, ed., 1957, con introducción y conclusión de Adams himself y artículos de Robert Con formato: Fuente: Cursiva
Ewald (San Antonio Sacatepéquez, 1932-1953), Kalman H. Silvert & Arden R. King (Cobán,
1944-1953), John P. Gillin (San Carlos Xilkotepec), Melvin Tumin (también San Carlos
Xilotepec), Ruben Reina (Chinautla), Morris Siegel (San Miguel Acatán, 1938-1953), Raymond
L. Scheele (Santo Domingo Xenacoj, 1944-1951) y Raymond G. Amir (Magdalena Milpas Altas,
1880-1952). De las fechas de término de los estudios se desprende el interés en el intermezzo
comunista en Guatemala, con Arévalo y Árbenz, de 1944 a 1954, y los estudios de Silvert &
King y Scheele empiezan exactamente en 1944.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 46
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
69
Paul, 1976.
70
Gillin (1951) trata “la cultura de seguridad” en San Carlos, pseudónimo del pueblo San Luis
Jilotepec, donde trabajó también Melvin Tumin (1952), quien estudió la estratificación y la
movilidad social. La monografía de Mendelson (1965) de Santiago Atitlán es una hermosura.
71
Cancian, 1989.
72
Wasserstrom, 1977.
73
Siverts, 1964, 1965B, 1969B.
74
Vogt, 1973.
75
Diener, 1978.
76
Para utilizar este concepto de Thomas Kuhn.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 47
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
77
En otro contexto he expresado mi opinión acerca de la escasez de los trabajos etnográficos
en el Estado de México, en relación con las actividades en la ahora Facultad de Antropología
de la Universidad Autónoma del Estado de México en Toluca (Korsbaek, Carlos Alberto,
Tomatiux).
78
El acervo etnográfico mencionado se debe, entre otras cosas, a la publicación de una serie
de memorias de una hilera de eventos dedicados exactamente a la etnografía y la antropología
del sistema de cargos, principalmente en el Estado de México: del Primer Coloquio del Sistema
de Cargos que se celebró en Toluca en 1997, se acaba de publicar las memorias (Korsbaek &
Cámara, 2008), del Segundo Coloquio Internacional del Sistema de Cargos, que se celebró en
la ENAH en agosto de 1999, se publicó un dossier con seis textos en el número 19 de la revista
Cuicuilco (Korsbaek & Topete, eds., 2002), más un texto a destiempo (Carreón, …) y un
volumen con ….. textos (Sandoval, Topete & Korsbaek, editores, 2002); del siguiente evento en
2002 se publicó un volumen, con …con…. Textos, de los cuales .. del Estado de México
(Topete, Korsbaek & Sepúlveda, eds., 2005). Finalmente del evento en 2005 se están
preparando las memorias, con …con… textos, de los cuales una buena parte son del Estado
de México.
79
June Nash, Frank Cancian.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 48
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
protestantes, una incursión que es diferente del caso en Chiapas y otras partes
del Sureste, puede ser otra razón.
Los muy fuertes gastos que en el Sureste llegan a arruinar a las familias
no se encuentran dan en el Estado de México, donde más bien encontramos
gastos compartidos entre un elevado número de seguidores y asistentes del
carguero
La articulación religioso-político que es uno de los rasgos conspicuos en
el Sureste, donde por lo regular se trata de una articulación global de dos
jerarquías, una religiosa y otra política, está también ausente en las
comunidades indígenas en el Estado de México, donde la articulación
normalmente se asegura a través de un sólo cargo estratégico. El cargo a
través del cual se articulan las dos jerarquías es frecuentemente el cargo de
fiscal, como lo vimos en San Francisco Mihualtepec y en San Francisco
Oxtotilpan, pero hemos visto otros casos también: los tlatoleros en San Juan
Atzingo80 y el comisariado ejidal en San Antonio de las Huertas81.
Así también en las comunidades de San Felipe del Progreso, donde
"aunque ambos tipos de cargos están dirigidos al ámbito comunal, los cívicos
están inscritos más bien en la vida cotidiana de la comunidad y enfocados a
arreglar asuntos y conflictos internos, mientras los cargos religiosos están más
relacionados con la cosmovisión y apuntan hacia la comunicación con el ámbito
y los seres sagrados. Por consiguiente, también las actividades y
responsabilidades de los cargueros religiosos y cívicos difieren, al igual que los
espacios y tiempos donde se desempeñan. En el típico sistema de cargos,
estos espacios y tiempos suelen confundirse, pero entre los mazahuas están
confinados a ámbitos separados"82.
Podemos hacer referencia a un estudio de la comunidad de San Pablo
Chimalpa en el Municipio de Cuajimalpa que, aunque se encuentra en el
Distrito Federal, es de origen otomí y comparte muchos rasgos con las
comunidades del Estado de México. En el sistema de cargos en San Pablo
Chimalpa la separación de las dos jerarquías es tan tajante que se pueden
80
Alvarez & Monterrosas.
81
Korsbaek & al., 1998.
82
Brinkop, 1997: 11.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 49
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
83
Romero, 19.., 1997.
84
Korsbaek & González, 1999B: 55, haciendo referencia a la situación en el municipio de
Chapa de Mota.
85
Korsbaek & al., 1998: 270
86
Korsbaek & González, 1999A: 288, 290.
87
CEDIPIEM, jefes supremos.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 50
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
88
Korsbaek & González, en prensa.
89
Reyes.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 51
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
90
González, 1997: 9-10.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 52
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Junto con el texto de Manning Nash, los dos escritos textos de Henning
Siverts dirigen la atención hacia la actuación del individuo, en cuanto actor
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 54
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
91
Broda, 2001: 24-25, Nota 3, donde se hace referencia a Medina, 1987 y Báez-Jorge, 1998.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 58
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Texto No. 23
François Chevalier
92
François Chevalier: “Les municipalités indiennes en Nouvelle Espagne”, Anuario de Historia
del Derecho Español, Vol. XV, 1944: 352-386. Traducción de Leif Korsbaek, revisión de la
traducción de Marcela Barrios Luna y Cristina Rybertt.
93
Ots (José María): “Apuntes para la historia del municipio hispanoamericano del periodo
colonial, en Anuario de Historia del Derecho Español, tomo I,, 1924, p. 23-126, y del mismo
autor, “El régimen municipal hispanoamericano del periodo colonial”, en Tierra Firme, t. II, 1936;
y Ávila Vives (Joaquín): “Los cabildos coloniales” (tesis doctoral), en la Revista de Ciencias
Jurídicas y Sociales, Madrid; t. XIII a XVII, 1930-1934.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 59
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
elementos del tema que nos interesa partiendo de dos fuentes que son La
Recopilación de Leyes de Indias de 1680 y la Política Indiana de Solórzano
Pereira. De esta manera el estudio de d’Avellá, que es el más completo, trata
en cinco páginas las municipalidades indígenas de toda América durante más
de tres siglos.
Nosotros nos limitamos al espacio de la Nueva España - en términos
generales, México – y en el tiempo al primer siglo de la vida colonial – esta
limitación, de 1520 a 1620 no es tan arbitraria como podría parecer a primera
vista, pues incluye, después del nacimiento del virreinato, su vuelo más
grande, al mismo tiempo que la gran empresa de las reducciones indígenas del
inicio del siglo XVII y finalmente la época que corresponde a nuestras
principales fuentes documentales: las relaciones geográficas de 1580 y sobre
todo de 1609, pues las cédulas reales de 1618 vienen a formalizar una
realidad94.
Estamos plenamente concientes de que nuestro trabajo presenta
numerosas faltas y el lector notará frecuentemente la imprecisión, pero hemos
intentado quedarnos muy cerca de los textos que, lamentablemente, no
siempre nos permite encontrar todo lo que uno desearía.
La totalidad puede ser completada y, en cierto grado, precisada, cuando
nuestras investigaciones se extiendan por un lado a los archivos mexicanos y
por otro lado a los documentos del siglo XVII y del XVIII.
En una primera parte veremos cuáles fueron los personajes que
constituyeron compusieron los municipios indígenas y participaron en la
administración de los pueblos. En seguida estudiaremos más específicamente
el papel y la importancia de cada uno de ellos, y después conjuntamente. Comentado [A6]: Hasta aquí todo está OK, incl. notas a pie
94
Las relaciones geográficas de 1579-1581 y de 1611 son la fuente esencial para este trabajo.
Hacemos referencia a las conocidas obras de Jiménez de Espada, y sobre todo a un libro que
está preparando D. José de la Peña acerca de Ovando, el autor de una vasta obra legislativa y
estadística inacabada, de la cual las Relaciones constituyen una parte importante. La mayor
parte de las Relaciones de la Nueva España han sido publicadas en: Paso y Troncoso
(Francisco del): “Papeles de la Nueva España, segunda parte, geografía y estadística, Madrid,
19051906; 6 vol. (t. I, 3, 4, 5, 6, 7); y en “Colección de documentos inéditos relativos al
descubrimiento …descubrimiento… en América y Oceanía, Madrid, 1864, 42 vol., t. 9. En lo
referente a las leyes de 1618, ellas se encuentran en la “Recopilación de leyes de Indias” de
1680.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 60
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
95
Robert Ricard: La conquete spirituelle du Mexique – Essay sur l’apostolat et les methodes
missionaires des ordres mendiants en Nouvelle Espagne de 1523-24 a 1572. Paris, Travaux et
memoires de l’Institut d’Ethnologie: t. XX, p. 169-170. Una nueva edición está en prensa en
México.
El documento sobre la fundación de Acámbaro está transcrito in extenso en una obra del siglo
XVIII, la Crónica de la Provincia … de Michoacán, de Fr. Pablo Beaumont O. F. M. (Libro II
Cap. I). De él existen varias ediciones; la más reciente de las cuales es de México, 1932,
Publicaciones del Archivo General de la Nación, t. 17 a 19 (t. 18, p. 298 &s.).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 61
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
96
Esta lista de autoridades municipales ha sido elaborada con la ayuda de dos listas que
proporciona el documento. La segunda que es la de signatarios, es la más clara y la más
completa de ese documento redactado por un indígena.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
conversos para que no volvieran al ambiente de sus familias que todavía eran
“paganos”. Don Vasco de Quiroga ordenó minuciosamente su funcionamiento y
antes de su muerte redactó un conjunto de reglas para que duraran también
después de su muerte. En efecto, las comunidades hospitales seguían
funcionando de una manera similar hasta el siglo XVIII.
Un sacerdote español dirigía la organización de cada comunidad con el
título de rector, con nombramiento para tres años del capítulo de la catedral. En
lo religioso recibió la asistencia de uno o dos capellanes.
Como subalterno hubo un principal indígena (a veces dos) que los textos
llaman para esta ocasión gobernador, como veremos, igual que en el caso de
San Francisco Acámbaro y en general en la Nueva España. Su elección se
hizo a dos niveles: los hombres de la comunidad, divididos en cuatro grupos,
designaron a cuatro candidatos entre los cuales los jefes de familia eligieron al
principal por voto secreto. El que fue elegido ejercería el cargo de tres a seis
años. Comentado [A10]: La p. 356 está OK, incluyendo las notas a pie
97
Vea acerca de todo eso, La Utopía de Tomás Moro en Nueva España, introducción y texto
abreviado de las ordenanzas, por Silvio Zavala. México, Bibl. Histórica mexicana de obras
inéditas, t. 4, 1937, p. 9, 11 & p. 26, nota 49. El texto integral se encuentra en apéndice en J. J.
Moreno, Fragmentos de la vida … de D. Vasco de Quiroga. México, 1766; p. 202 & s. – obra
bastante rara que se puede sustituir por: Don Vasco de Quiroga. Documentos. Compilación de
Rafael Aguayo Spencer. México, 1940, en especial p. 256 -, etc.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 63
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
98
Códice Mendieta en la Nueva Colección de Documentos para la Historia de México. Publ.
García Icazbalceta; t. 5; México, 1892, p. 87-88.
Acerca de Mendieta, así como acerca de otros misioneros a cuyas obras haremos referencia
más adelante, hay que consultar a R. Ricard: La conquete spirituelle du Mexique, obra citada,
donde se encuentran todos los detalles deseables.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 64
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
99
Véase sobre todo:
Grijalva (Juan de): Crónica de la Orden de N. P. S. Agustín en las Provincias de la Nueva
España, México, 1624; II, cap. 6. – Fray Alonso de la Rea: Crónica de la Orden de N. S. P. S.
Francisco … de Mechoacán … México, 1643, foja 42.
100
Véase Lesley Byrd Simpson: Studies in the Administration of the Indians in New Spain,
Berkeley, (California), 1934 (Coll. Iberoamericana No. 7); p. 97 (No. 5 de las instrucciones) y p.
101 (No. 18).
101
Véase Paso y Troncoso: Papeles de Nueva España, op. Cit., t. 4, pp. 311, 317 .. (véase
adelante).
102
Idem id., t. IV, pp. 213, 219, 227 (Oaxaca); t. III, p. 114 (México), etc. (véase adelante).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 65
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
103
Valadés: Rhetorica Cristiana … Perouse, 1579. – Los planos se encuentran en Paso y
Troncoso: Papeles de la Nueva España, etc…
104
Vasco de Puga: Cedulario, México, 1563, 2 vol. Reeditado por García Icazbalceta, México,
1878-92, 2 vol.
La Gobernación temporal de las Indias es la lista más larga conocida de cédulas reales hasta
1570. Desafortunadamente no se trata de otra cosa que resúmenes - bien elaborados, por
cierto - pero con referencias a cedularios inéditos de los Archivos de Indias, donde se
encuentran los textos completos (que han sido estudiados detalladamente por el Profesor D.
Juan Manzano) La Gobernación ha sido publicada en la Colección de Documentos inéditos
relativos al descubrimiento … de Ultramar, 2ª. Serie. Madrid, 1885-1932; 25 vol. La parte que
nos interesa está en el t. 22. – Véase: D. José de la Peña: La Copulata de Leyes de Indias y las
Ordenanzas ovandinas, en la Revista de Indias, t. 2, 1941, pp. 137-143.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 66
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
105
Gobernación temporal de las Indias, título X, pp. 322-23 del t. 22 de la Col. De Doc. Citada.
106
Idem id. De estas tres cédulas extremadamente interesantes, no nos queda más que los
resúmenes de la Copulata. El texto integral debería encontrarse en los Archivos de Indias,
Nueva España, 1088, pero lamentablemente estaba en un volumen perdido, tal como lo hemos
podido constatar D. Juan Manzano y su servidor.
107
Idem id., p. 323.
108
Idem id., p. 321.
109
Solórzano Pereyra, Política Indiana, libro II, cap. 27, ley 12..
110
De las relaciones de 1609, las más interesantes son: Diócesis de Oaxaca: Miahuatlán,
Ocelotepeque, Coatlán, Amatlán; en Paso y Troncoso: Papeles de Nueva España, t. IV. Una
serie de comunidades que dependen de Pánuco, etc. … ; en la Col. De Doc. Inéditos … en
América y Oceanía, t. IX, pp. 141-165 y pp. 123-130.
Las relaciones de 1579-80 nos interesan sobre todo por las listas de signatarios, que son las
personas que han sido consultadas en relación con su redacción: a menudo son las
autoridades locales, que conocemos por este medio. En particular encontramos listas más o
menos completas en: Paso y Troncoso, Papeles de Nueva España, t. III. Diócesis de México, p.
151; t. IV, diócesis de Oaxaca, pp. 109, 153, 181, 213, 225, 227 …;t. V, Diócesis de Tlaxcala, p.
46; t. VI, Diócesis de México, pp. 131, 154, 193, 210, 226, 237, 251, 292; t. II, .p 2.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 67
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
111
Recopilación, Libro VI, Título 3, Leyes 15-16.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 68
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
112
Idem id., ley 7.
113
Colección de Documentos Inéditos ... en América y Oceanía, T. 9, . 163.
114
Lesley Byrd Simpson: Studies in the Administration of the Indians of New Spain, op. cit., p.
101.
115
Col. Doc. Inéditos …Inéditos… en América y Oceanía, t. 9, p. 220.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 69
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
116
Paso y Troncoso: Papeles de la Nueva España, t. VI, p. 308.
117
El título de gobernador … pertenece al cacicazgo (1615, Perou ciertamente). En Memorias
de los Virreyes que han gobernado el Perú. Lima, 1859, t. I, p. 19 (información de D. A. Muro).
118
Solórzano Pereyra: Política indiana, libro II, cap. 27, § 15.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 70
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
119
Instrucciones que los Virreyes de Nueva España dejaron a sus sucesores, México, 1867; p.
234. Existe otra edición de estos textos. México, 1873; 2 vol.
120
Véase por ejemplo Paso y Troncoso, t. VI, p. 251; Ocopetlayuca (Diócesis de México, 1580).
Se dice del gobernador indígena don Gregorio de Texada que su”gobernación le perteneçe de
padres e agüelos”.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 71
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
por las medidas tomadas por el gobierno como por aquellos nuevos personajes
indígenas con títulos españoles que los corregidores sin lugar a dudas
controlaban mucho mejor125.
Las órdenes religiosas, por su lado, tenían muy buenas razones para ver
con cierta desconfianza a los caciques que, juntos con los chamanes, tenían
mayor razón que los otros para quedarse afiliados al paganismo,
especialmente por la poligamia que era la costumbre entre ellos126.
Hacia 1580, como nos dicen un poco cándidamente, eran muy
respetados, pero eran considerados como gente menor como en nuestra
nación el cavallero o hidalgo; pero no señor absoluto como marqués o
conde127.
Cualesquiera que hayan sido las razones exactas, la decadencia de los
caciques es una cosa segura, lo vemos a partir del inicio del siglo XVII y sin
duda mucho antes.
Después de haberles limitado y controlado el poder, o aún
simultáneamente, el gobierno central se encargó de defenderlos,
aparentemente sin demasiado éxito. Como nos señala nuestro amigo, Juan
Manzano, es probable que esta evolución haya tenido su origen en la influencia
de la cual se granjeó Bartolomé de las Casas. Este apasionado defensor de los
indígenas sostenía la legitimidad del poder de los caciques y otros jefes
indígenas en contra de los conquistadores usurpadores. Sabemos que estas
ideas tuvieron gran importancia en la significativa etapa legislativa de 1542-43,
y seguían prevaleciendo en ciertos dominios de la legislación – hasta que más
tarde llegó a dominar una nueva tendencia con la teoría de la tiranía de los
caciques128.
A partir de 1547 se señala específicamente que solamente la Audiencia
o una autoridad (sien) delegada le puede quitar a un cacique sus derechos. Comentado [W19]: ¿qué es estoooo?
125
Por ejemplo, en 1551 se queja un cacique de que un “juez indio” le había quitado su parte
de la renta que tradicionalmente recibía (Archivo General de Indias, México, 1089, t. I, foja
366).
126
Véase R. Ricard: La conquete spirituelle du Mexique, op. Cit., pp. 134-136 & 315-321.
127
Paso y Troncoso: op. cit., t. IV, p. 158.
128
Hacemos referencia al importante trabajo que pronto publicará el Profesor Juan Manzano
sobre estas cuestiones, con el título de El problema de la incorporación de las Indias a la
Corona de Castilla.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 73
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Esta orden será repetida más formalmente en dos ocasiones hacia el fin del
siglo129. Aunque la justicia no puede arrestar a un cacique, a menos que se
trate de un caso grave, y en tal caso la Audiencia debe adjudicarse
inmediatamente el caso (1549) 130.
Finalmente, una larga serie de cédulas reales, en 1551-56-57-58-59-61-
68 … ordenan en términos muy diversos dejarles a los caciques sus
jurisdicciones, derechos y preeminencias, y restituirles los que les habían sido
arrebatados, excluyendo todo el tiempo el derecho relevante de la jurisdicción
criminal, precisa una cédula de 1558 destinada a Guatemala131. Se intenta
dejarlos confirmar la posesión de sus tierras y dejarles …dejarles…. limitados
(1551). En el transcurso de la última tercera parte del siglo XVI los caciques y
los gobernadores reciben muy a menudo por su casa o por su cultura la
prestación de un repartimiento de indígenas, en realidad bastante modesto y
que con frecuencia causa protestas. Una caçica disfruta todavía servicios
análogos y hasta una renta muy modesta en dinero (1579-80)132.
Estaban legalmente exentos de pagar tributo, así como también sus
hijos mayores133. Pero la realidad era en ocasiones diferente y se nos dice de
varias comunidades en la diócesis de México que gobernador, alcaldes y
principales tributan como los maceguales134.
Las relaciones geográficas de 1580-81, en las cuales se citan
constantemente los gobernadores, apenas nos dan detalles acerca de su
papel. Notemos que a su nombre le antecede un título de Don, lo que no
siempre es el caso de los alcaldes, y menos todavía en el caso de otros
funcionarios municipales. Pero las relaciones de 1609 son más explícitas y
muestran que a pesar de las medidas legales en muchos casos estos
129
Gobernación temporal, pp. 328-9del tomo XXII de la Colección citada. Recopilación, VI, 7
(leyes de 1593 y 1596).
130
Gobernación temporal, pp. 328-9 de idem y Disposiciones complementarias de las leyes de
Indias. Madrid, 1930, 3 vol., t. I, p. 95, No. 68.
131
Recopilación, VI, 7, leyes 1, 2, 7 y Gobernación temporal, pp. 325 y pp. 328-29 del tomo
XXII de la Colección citada..
132
Archivo General de Indias, Méjico, 1089; foja 366, cédula real del 14 de julio de 1551; id. 18
de julio. Luego Silvio Zavala y María Castelo, Fuentes para la historia del trabajo en Nueva
España, recoplidas por --, México, 1939-41, 5 vol., t. I, pp. 5, 61; t. II, pp. 201 …, 211, 218, 220,
239, 272, 314, 315 … etc.; cacica, t. II, pp. 204, 378.
133
Archivo General de Indias, Méjico, 1089, foja 366.
134
Paso y Troncoso: op. cit., t. III, p. 151.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 74
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
135
Col. Doc. Inéditos …Inéditos… en América y Oceanía, t. IX, pp. 317-18, & idem, p. 120;
1924.
136
Idem, t. IX, p. 156, y Paso y Troncoso, t. IV, p. 305.
137
Paso Troncoso: op. Cit. T. IV, pp. 317-318.
138
Col. Doc. Inéditos … en América y Oceanía, t. IX, p. 157 & p. 141.
139
Paso Troncoso: t. IV, p. 311.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 75
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
140
Idem, t. IV, p. 156 & pp. 296-97.
Col. Doc. Inéditos …Inéditos… en América y Oceanía, t. IX, p. 220.
141
142
Política indiana, libro II, cap. 27, § 5, dos datos desafortunadamente poco precisos; véase
ambién Recopilación, VI, 3, ley 16 (1618).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 76
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
143
Archivo General de Indias, Méjico, 1090; t. I, foja 264.
144
Recopilación, libro VI, 7, ley 11 (1609); ver también VI, 3, ley 18 (1618).
145
Fuentes para la historia del trabajo en Nueva España …España…, op. Cit., t. III, p 198 y p.
12. Véase también t. II, p. 346; t. IV, p. 7; t. V, pp. 17, 22, 98, 187, 232, … etc.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
146
Col. Doc. Inéditos …Inéditos… en América y Oceanía, t. IX, pp. 152, 157, 163 ….
147
Lesley Byrd Simpson: Studies in the Administration of the Indians in New Spain, op. cit., p.
101, etc.
148
Instrucciones que los virreyes de la Nueva España dejaron a sus sucesores, op. cit., p. 235.
149
Paso y Troncoso, op. cit., t. IV, pp. 225, 227 …; t. VI, pp. 226, 237, 251, 292 …, etc., etc.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
ladinos que sabían leer, escribir y hablar español. Al principio estaban exentos
del pago de tributo150.
Sabemos con exactitud, cómo eran nombrados estos personajes en
1609 en el caso de dos comunidades de la diócesis de Oaxaca. En Miahuatlán
las elecciones de alcaldes y regidores se hacen de esta manera: por el mes de
diciembre se juntan en su cabildo los oficiales de aquel año y elijen otros para
el que biene: esta elección llevan los indios escrita en su lengua y firmada de
sus nombres y del escribano y la presentan al corregidor, el cual no haviendo
entre los eletos persona que notablemente sea viciosa declara por auto, al pié
de la dicha elección, qe la a por presentada, y que la remite a la Gobernación
de Nueva España para que el virrey della les dé mandamiento de aprobación
para que sirvan los dichos oficios, porque sin él no los pueden servir151. En
Amatlán, la elección se hacía de la misma manera152.
Este estado del asunto corresponde además a la legislación que fue
sistematizada por una cédula de Felipe III (1618): Los alcaldes y regidores
indígenas han de elegir por año nuevo otros, como se practica en pueblos de
españoles e indios, en presencia de los curas153.
Allá el corregidor, como en la investidura de los gobernadores, guarda
estricto control, y en casos excepcionales puede llegar al extremo de que el
corregidor mismo designe a los alcaldes154.
En lo referente a las funciones de estos alcaldes indígenas, en primer
lugar consistieron, como nos señala Antonio de Mendoza (1550), en vigilar la
implementación de las leyes que conciernen a los indios. A partir de 1553, ellos
podían aún, en caso de necesidad, hacer arrestar y encarcelar a los negros y
los mestizos hasta que llegara el corregidor o su teniente155. Por eso, poseían
ciertos poderes judiciales que deben de haber estado, al principio, en
competencia con los de los caciques, pour reduits que soient les uns les
150
Recopilación, IV, 5, ley 20 (1618).
151
Paso y Troncoso, t. IV, p. 294.
152
Idem id., p. 317..
153
Recopilación, VI, 3, ley 15.
154
A. Ameca en 1579: “dos alcaldes ordinarios indios, electos por el alcalde mayor”. Relación
geográfica publicada en el Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, 2ª.
Época, t. II, 1870; p. 470.
155
Recopilación, libro VI 3, ley 17.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
autres. De todos modos, Matienzo en su Gobierno del Perú, escrito antes de Comentado [W20]: ¿falta traducción??? Por reducidos que sean
unos y otros.
1573, les otorga a los alcaldes indígenas poderes judiciales civiles y criminales
sobre los indígenas, excluyendo sin embargo penas de muerte y mutilaciones.
Sin embargo, para no privar a los caciques de sus poderes, establece un
sistema mixto porque al cacique no se lo quite el señorío y jurisdicción que
tiene como señor natural, que los alcaldes comuniquen con él todas las causas
criminales que ellos pueden conocer y las civiles de cualidad y todas las demás
cosas tocantes al gobierno las haga el cacique …cacique… y el castigo a los
indios que se hiciera quede reservado al cacique156.
Este compromiso debía ser poco viable y, en consecuencia, los alcaldes
lo revocaron, por lo menos en la Nueva España.
Hemos visto que los caciques, tanto de hecho como de derecho, al
principio del siglo XVII habían perdido todo poder en este dominio, y durante la
misma época los alcaldes y regidores eran comúnmente calificados como
ministros de justicia157, y en 1618 una cédula real definió su autoridad,
ciertamente bien modesta, pero con algunas posibilidades de asumir cierta
importancia donde no hubo un regidor residente: tendrán jurisdicción los
alcaldes de indios solamente para inquirir, prender y traer a los delincuentes a
la cárcel del pueblo de españoles de aquel distrito; pero podrán castigar con un
día de prisión, seis u ocho azotes al indio que faltara a la Misa el día de fiesta,
o se embriagare o hiciere otra falta semejante, y si fuere embriaguez de
muchos, se ha de castigar con mas rigor; y dexando a los caciques lo que fuere
repartimiento de las mitas de sus indios, estara el Gobierno de los pueblos a
cargo de los dichos alcaldes y regidores en cuanto a lo universal158.
Los regidores venían inmediatamente después de los alcaldes
ordinarios. Parece que menos frecuentemente que en el caso de los alcaldes,
se trataba de personajes que llevaban el título de Don. Ya hemos visto que
fueron elegidos de la misma manera que los alcaldes, y sus tareas
aparentemente no se distinguían muy nítidamente de las de aquellos, con los
cuales por lo regular son mencionados en todo asunto que le interese al
156
Juan Matienzo: Gobierno del Perú, pub. Buenos Aires, 1910, cap. 14, p. 33; se trata
principalmente del Perú, pero el texto es interesante y tiene relevancia mucho más allá.
157
Por ejemplo, Paso y Troncoso: op. cit., t. IV, p. 317 (1609; Amatlán). Un caso muy común.
158
Recopilación, libro VI, 3, ley 16.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
159
Véase a Avellá Vives: Los cabildos coloniales, op. cit., en la Revista de Ciencias Jurídicas y
Sociales, t. XIV; 1931; p. 479-80.
160
Instrucciones que los virreyes de Nueva España dejaron a sus sucesores, op. cit., p. 235.
161
Lesley Byrd Simpson: Studies …, op. cit., p. 101, etc.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 81
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
162
Recopilación, VI, 3, ley 7.
163
Paso y Troncoso: t. IV, p. 298 (Miahuatlán), y Col. Doc. inéditos …inéditos… en América y
Oceanía, t. IX, p. 125 & p. 158.
164
Paso Troncoso: t. IV, pp. 213, 227 y p.235 (Diócesis de Oaxaca). Idem, t. VI, p. 308. Véase
también Relación de Ameca (1579) en Boletín Soc. Mex. Geogr.. Estad., citada, 2ª. Época, t. II;
1870; p. 470, y sobre todo Zavala & Castelo, Fuentes para la historia del trabajo …trabajo… op.
cit., menciones frecuentes. Ver en particular t. III, p. 198; t. V., p. 98.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
165
Paso Troncoso: t. IV, p. 296. Idem, p. 305 (Ocelotepeque). Citamos a los otros dos pasajes,
debido a su precisión extraordinaria: Idem, p. 311 (Coatlán, Oax., 1609): “Los indios de este
pueblo y sus estancias están divididos en 27 parcialidades, que las rigen los g olaves, que son
como capitanes que llevan a los indios a los oficios personales a que están obligados, y pagan
los tributos”. Idem, p. 317 (Amatlán, Oax., 1609). “Nueve barrios o parcialidades hay en este
pueblo y sus sujetos, y tiene cada uno a diez, a quince, y algunos a veinte y cinco indios
tributarios; manda cada parcialidad un golave, que es como cuadrillero, el cual cobra los
tributos y acude a lo que an menester sus feligreses”. Encontramos todavía a otros personajes
con títulos indígenas, supervivencias precortesianas como las anteriores. En el periodo que nos
interesa tienen la tarea de cobrar el tributo, como en Col. Doc. inéditos …inéditos… en América
y Oceanía, t. IX, p. 124. Lamentablemente, en esta edición que es bastante mediocre, la lectura
de las palabras es siempre dudosa.
166
Mota y Escobar: Descripción de la Nueva Galicia (1602-05), ed. Ramírez Cabañas; 8 (p. 36).
Se trata de mayordomos; por ejemplo, en Alonso de la Rea: Crónica de la Orden de N. P. S.
San Francisco, op. cit. Foja 42.
167
Col. Doc. Inéditos … en América y Oceanía, t. IX, pp. 123-124.
168
Paso y Troncoso: t. IV, p. 311.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 83
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
169
Idem, t. IV, p. 294.
170
Col. Doc. Inéditos … en América y Oceanía, t. IX, pp. 141 & 164.
171
Se dice de una comunidad en la diócesis de México que no tiene una caja de comunidad
que sería útil una caja de comunidad como en otros pueblos. Descripción del Arzobispado de
México, ed. García Pimentel; México, 1897; pp. 158-9.
172
Col. Doc. Inéditos … en América y Oceanía, t. IX, p. 123.
173
Archivo General de Indias, Méjico, 1090; t. I, foja 264 (1571), y Zavala y Castelo, Fuentes
para la historia del trabajo …, op. cit., t. II, pp. 323-326 (Quechulac, 1580). Véase también p.
378, etc.
174
Paso y Troncoso: t. IV, p. 294.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 84
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
175
Viñas y Mey (Carmelo): El estatuto del obrero indígena en la colonización española; Madrid,
1929, cap. II, pp. 95-140.
176
Paso y Troncoso: t. IV, p. 293, Idem, p. 306: a Ocelotepeque, entre 800 tributarios, 4 leen y
escriben en lengua zapoteca y mexicana.
177
Col. Doc. Inéditos … en América y Oceanía, t. IX, p. 124.
178
Recopilación, VI, 3, ley 28 (1562).
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
de justicia y con todo eso, los indios se endurecen y llegan a hacer cosas bien
feas contra los españoles “muchas cosas recias contra los españoles”179.
En realidad se trata de las palabras de un partisano y no hay que
hacerse demasiadas ilusiones acerca del poder real que podían poseer estos
indígenas con títulos pomposos. En su totalidad, en efecto, de acuerdo con
innumerables testimonios, algunos aún muy favorables, el carácter dócil y
hasta maleable del indígena, y su carácter más bien temeroso no lo llevaban a
tomar la iniciativa. En las reducciones de los frailes, donde la situación estaba
particularmente a su favor, los frailes estaban en control de prácticamente
todo180. Como nos dice Grijalva, agustino, los frailes son jueces que
amigablemente componen las injurias y castigan como padres sus yerros
aunque no toquen el fuero eclesiástico. Eso asombra y aún escandaliza,
agrega, a aquellos que llegan de España, pero es necesario debido al carácter
de los indígenas que toda la vida tienen necesidad de tutores181.
En los pueblos importantes hubo un corregidor o un alcalde mayor
español, y hay que notar que, contra la opinión general que tiene su origen en
la obra de Solórzano Pereyra182, encontramos más a menudo en la Nueva
España al corregidor que al alcalde mayor: basta hojear las relaciones
geográficas para convencerse. Los dos títulos se pueden encontrar uno al lado
del otro sin que aparezcan diferencias en sus tareas183. Este funcionario
español controlaba la elección de los miembros de los cabildos municipales
indígenas y a veces intervenía en la atribución del cacicazgo, como ya lo
hemos visto.
En asuntos de jurisdicción criminal, estaban primero todos los casos
indígenas que podían llevar a la pena capital o la mutilación. Su importancia
judicial solamente creció con la decadencia de los caciques, que no compensa
179
Documento del siglo XVI que proviene de los Archivos de Indias, publicado por el P. Mariano
Cuevas: Historia de la Iglesia en Méjico; Morelia, 1922; t. II, p. 251.
180
R. Ricard: La conquista espiritual de México, op. cit., p. 168.
181
Juan de Grijalva: Crónica de N. P S. Agustín …Agustín…, 1624, libro II, cap. 5.
182
Solórzano Pereyra sostiene que el funcionario llamado corregidor en el Perú se llama
alcalde mayor en la Nueva España (Política Indiana, libro V, cap. 2, § 1); por ejemplo, Avellá,
quien discute a los corregidores (t. XIV, pp. 120-128 en la revista citada), siguiendo a Altamira,
repite esta pequeña imprecisión.
183
Así, por ejemplo, en 1581 hubo en Nochiztlán un corregidor, y en Yanguitlán, a dos leguas
de distancia, un alcalde mayor. Paso y Troncoso: op. cit., t. IV, p. 207.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
François Chevalier
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 87
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Texto No. 4
Manning Nash
184
Este texto fue originalmente publicado en Man, No. 219, 1961: 186-191. La presente
traducción ha sido hecha desde Manning Nash: “The Social Context of Economic Choice in a
Small Society”, en George Dalton, ed.: “Tribal and Peasant Economies. Readings in Economic
Anthropology”, Garden City, New Cork, The Natural History Press (American Museum
Sourcebooks), 1967: 524-538, por Alejandro Riqueño Hernández, Patricia Barrios Rodríguez,
Cesario Ezequiel Ventura Rendón, Aldo A. Ramírez Barrera, Dellanira Millán Casas, Neyra
Jazmín Gallardo Donjuán, Areli Matías Arcos, Antonia Nava Flores, Xochitl Reyes Santos,
Francisco Javier Orozco López, Taniokó Solano García, Luis Alberto García Cuevas, Mario
Joaquín Díaz, todos de la Unidad Académica de Antropología de la UAG en Tixtla, Guerrero,
bajo la coordinación de Leif Korsbaek. La versión final de la traducción ha sido revisada por
Marcela Barrios Luna y Sergio Ricco Monge.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
bolsas)los) los costos son por debajo de 3 dólares que cada hogar tiene a su
disposición.
producción de la alfarería por el tiempo de una mujer, así que el niño pequeño
constituye un gran obstáculo para la producción en esos dos hogares.
FIGURA 2. LA PRODUCCIÓN ALFARERA EN TRES UNIDADES Comentado [W25]: Leif, los dos cuadros están chuecos, habrá
que volver a pegarlos.
Esto nos refiere a una analogía que a veces utilizan los antropólogos,
cuando comparan un hogar con una empresa (Tax, 1952). Es posible pensar
en un hogar como una unidad que intenta maximizar , dados sus recursos y Comentado [W26]: Maximizar ¿QUÉ?
llevan con los vecinos, que son ricos sin ser generosos, que se oponen a
cumplir con las obligaciones comunitarias, que se destacan de alguna manera
que se opone al carácter corporativo de la comunidad o que trastorna su
tendencia a homogeneidad económica. Los habitantes de Amatenango no
formulan los principios de brujería de esta manera, pero sí se comportan como
si sus actos fueran dirigidos por estas premisas. No es fácil coexistir con la
brujería como un medio que sancione la conducta, y hay por lo menos un
asesinato cada dos meses relacionado con acusaciones de brujería. Pero la
tensión entre expansión económica y coerción social aparentemente no es tan
fuerte que nos deje la impresión de que el sistema se encuentre en peligro, ni
de manera inmediata ni más remotamente, de desmoronarse bajo su propio
peso.
La economía de Amatenango, como las demás partes de su estructura
social, explaya poca dinámica, y el cambio y la innovación no son productos
secundarios de la actividad económica, como es el caso en las sociedades
industrializadas y desarrolladas. La tecnología sencilla, el analfabetismo, la
escasez de capital y la falta de crédito, todos esos factores contribuyen a
explicar eso. Pero las bases sociales y culturales del desinterés de
Amatenango por encontrar medios que faciliten el cambio económico
dependedependen de los hechos gemelos de la organización doméstica de la
producción y el sistema socio-religioso de brujería que prohibe la acumulación
y se opone al uso de oportunidades económicas. Nadie se puede permitir
tomar el riesgo de amplias diferencias económicas y, aún si alguien aceptara el
riesgo, la membresía de la comunidad exigiría que las ganancias fueran
invertidas en relaciones sociales y no en relaciones estrictamente económicas.
Amatenango representa la paradoja de una comunidad cuya economía de
mercado lleva su atención hacia el cálculo económico de costos y beneficios
relativos, pero un sistema de estructura social y valores que canaliza la
decisión económica hacia estabilidad económica y continuidad social.
Comunidades como Amatenango se desarrollan deen la cara ade una presión
económica grande de parte de la sociedad superordinada, o vía la extensión de
relaciones económicas con personas y sistemas sociales dominados por reglas
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 103
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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Relations.
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Arensberg & H. W. Pearson, Eds.: “Trade and Market in the Early Empires”,
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American Anthropologist, Vol.39, 1937: 423-444 (publicado en español en Leif
Korsbaek, comp.: "Introducción al sistema de cargos", Facultad de Antropología
de la UAEM, Toluca, 1996: 87-112).
Tax, Sol (1953). "Penny Capitalism: A Guatemalan Indian Economy",
Smithsonian Institution, Institute for Social Anthropology, Publ.16, Washington
D.C.
Wolf, Eric R. (1955). "Tipos de campesinado latinoamericano: Una discusión
preliminar", en Eric Wolf: "Una tipología del campesinado latinoamericano",
Buenos Aires, Nueva Visión, 1977: 15-64.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 105
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Pedro Carrasco
186
Originalmente publicado bajo el título de “The Civil-Religious Hierarchy in Mesoamerican
Communities: Pre-Spanish Background and Colonial Development” en American
Anthropologist, Vol. 63, 1961: 483-497. Traducido al español por Antonio Desmonts.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 106
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
cada distrito, bien un puesto único qe rota año tras año entre los distintos
distritos.
Generalmente el individuo alterna los cargos civiles y los religiosos y,
después de ocupar un puesto, tiene un periodo de descanso durante el cual no
participa en la organización civil ni ceremonial de la ciudad hasta que vuelve a
llegarle el momento de ocupar un cargo superior. Como ciudadano de la
comunidad tiene la obligación de prestar el servicio y las presiones sociales en
este sentido siempre son fuertes, y al mismo tiempo el individuo es impelido a
solicitar cargos con objeto de elevar su estatus social. En la organización
ceremonial el desempeño del cargo también puede ser el resultado de un voto
religioso, por el cual el individuo intenta conseguir ayuda sobrenatural mediante
su participación en, o su patronazgo de, una ceremonia pública.
La participación en los rangos inferiores de la escala únicamente implica
la realización de tareas serviles, como barrer, llevar mensajes o vigilar la
ciudad. Los cargos superiores suponen mayores responsabilidades en las
organizaciones políticas y ceremoniales, y por lo general exigen mayores
gastos en forma de patronazgo de los festivales e invitaciones a banquetes
relacionados con la transmisión del cargo. Estas celebraciones son en realidad
fiestas honoríficas en las que el consumo de la riqueza de los individuos tiene
como consecuencia el engrandecimiento de su estatus social, y cierto número
de intercambios recíprocos de bienes y servicios se ordenan alrededor de la
organización de los festivales. De este modo, el funcionamiento de la escala
también implica que todos comparten por turno la financiación de la
administración y las ceremonias de la ciudad (Carrasco, 1957: 19-20).
En esta pauta general se encuentra cierto número de diferencias. Un tipo
de diferencia se relaciona con la medida en que realmente cada individuo
comparte los escalones más altos de la escala. Como ha señalado Tax (1937:
443), existen diferencias entre las pequeñas ciudades, en la que todos los
hombres alcanzan los escalones superiores de la escala, y las grandes
ciudades, en las que sólo una pequeña proporción de ellos alcanzan los
puestos superiores. En el primer caso, como hemos señalado, la escala es un
sistema para participar por rotación en la organización política y ceremonial.
Las diferencias individuales de estatus relacionadas con el lugar que el
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
individuo ocua en la escala tiende a coincidir con la edad y, a largo plazo, todos
los individuos pasan por los mismos escalones. En algunos ejemplos
recientemente dados a conocer ocurridos entre los chinantecos y los mixe
existe, junto a la escala, un sistema de grados de edad, cada uno de los cuales
constituye un grupo bien definido con distintas funcionas en la vida política y
ceremonial. Para cubrir determinados cargos se escogen funcionarios entre los
hombres de la edad apropiada, y el término del mandato en un determinado
puesto va seguido de la entrada en un grado superior. Los miembros de los
distintos grados se sientan juntos en distintos bancos del ayuntamiento y en las
funciones ceremoniales (Weitlaner & Castro, 1954: 160 ss; Weitlaner &
Hoogshagen, 1960).
En el segundo caso, es decir, en el caso de las ciudades grandes,
existen comparativamente pocos puestos en los escalones más altos de la
escala en relación con la gran población y sólo los más ricos alcanzan los
rangos últimos, de tal forma que existe un cierto grado de diferenciación de
clases.
Otro tipo de diferencia dentro de la pauta general se refiere al asecto
económico del desempeño del cargo. Hay tres formas de cubrir las
necesidades d ela administración y las ceremonias. La primera, mediante la
utilización de la propiedad comunal; la segunda, haciendo colectas entre todos
los habitantes de la aldea – en estos dos casos los funcionarios actúan como
administradores y recaudadores; y la tercera, mediante la aportación personal
del funcionario, que se convierte entonces en patrocinador del cargo que
desempeña (Carrasco, 1952: 28-29, 34). Este tercer procedimiento es el más
importante en los tiempos modernos y lo he considerado el principal para
definir el sistema de escala en términos generales.
En cualquier caso, el grupo de mayor prestigio, y en las comunidades
más conservadoras el más alto cuerpo gubernativo de la ciudad, consta de los
hombres que han pasado por los cargos y patronazgos que exige la escala.
Estos suelen ser llamados los principales, los pasados (exfuncionarios) o bien,
puesto que tal grado se alcanza en la edad madura, los ancianos. Se considera
que los ancianos han prestado su servicio a la ciudad y están exentos de los
trabajos comunales.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 108
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
187
Las relaciones entre el telpochcalli y el calmecac, y entre las divisiones de clase y de distrito,
precisan de un estudio detallado. Está claro que había mayor número de telpochcalli, hablando
en términos generales uno por distrito, anque no se dispone de ninguna lista de ellos. Los
nombres de los calmecac aparecen en Sahagún (1938: I 220-227); algunos todavía tienen los
nombres de los distritos aztecas originales, pero no está claro cuál erala relación con los
distritos de la época de la conquista. Según Durán (1951: II 108-109), era imposible pasar de
telpochcalli a calmecac.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 110
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
188
El problema más difícil del estudio de la antigua forma de gobierno mexicana es la
adecuada caracterización de este grupo. Las relaciones de parentesco, las reglas de sucesión,
el tiempo del mandato, las funciones políticas de cada título y las posibles conexiones con los
distritos o las ciudades dependientes están por estudiar. Los datos de Tetzcoco son algo
mejores sobre algunas de estas cuestiones (Ixtlilxochitl, 1952: II 167 ss.; Zurita, 1941: 10-14;
Pomar, 1941: 29-30). Las distintas relaciones sobre la consecución del rango de tecuhtli
también son relevantes en este punto. La mayor parte de ellas se refieren a Tlaxcala,
Huexotzinco y Cholula, peor los rasgos generales también sirven para el Valle de México.
Parecen ser requisitos básicos un periodo de servicio en el templo y un gran reparto de bienes
antes de tomar posesión del título (cf. Durán, 1951: II 110, 125, posteriormente mencioanado).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 112
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
indios durante el periodo colonial nos proporciona algunos datos sobre la forma
en que se llevó a cabo este proceso.
Antes que nada, en la época colonial encontramos una continuación
directa de los niveles inferiores de la organización indígena, que los españoles
mantuvieron para recoger los tributos y organizar las obras públicas (Durán,
1951: I 323, II 166, 223; Torquemada, 1943: II, 545; Gibson, 1952: 118-120)
Incluso hoy encontramos cargos menores con el título de tequitlato o topil, que
son claramente la perpetuación de sus antiguos homónimos. En la nueva
organización religiosa los misioneros centraron sus esfuerzos en los jóvenes a
quienes reunían para darles instrucción y usarlos en tareas serviles en la
iglesia, de la misma forma que hacía el sacerdote indígena (Durán, 1951: II
113).
En los niveles medio y alto de la jerarquía, la introducción del sistema
español de administración municipal tuvo como consecuencia lo que llamaré el
gobierno dual, es decir, que el antiguo grupo dominante continuó en el poder al
mismo tiempo que los funcionarios del recién introducido sistema eran a su
debido tiempo elegidos, y ambos grupos de funcionarios unidos constituyeron
el cuerpo administrativo de la ciudad. Estoy pensando aquí en una situación
similar a la que existe actualmente en los altos de Chiapas, donde los
funcionarios municipales, cuy existencia exige la actual ley del Estado
gobiernan junto con y subordinados a un cuerpo más complejo de funcionarios
que constituye el gobierno tradicional, que a su vez es claramente una mezcla
de elementos precolombinos y elementos coloniales (Agirre Beltrán, 1953: 122-
140; Pozas, 1959: 133-153). Los archivos administrativos, que suponen el
grueso de las fuentes históricas, proporcionarán por supuesto mejores datos
sobre la organización burocráticoburocrática legal que sobre los cargos o títulos
tradicionales y consuetudinarios. Puesto que los nuevos cargos eran electivos,
nada impedía la continuidad de los antiguos métodos de alcanzar cargos.
Cierto número de diferencias locales en el sistema de elegir funcionarios se ha
dicho que provienen de la costumbre española, y debe atribuirse a la práctica
india. En muchas ciudades, la antigua exigencia del estatus de noble para los
altos cargos continuó rigiendo durante el periodo colonial; y aunque los nuevos
cargos eran de duración anual y tenían prohibido la reelección durante los dos
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 120
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
importancia tuvieron los esfuerzos de los plebeyos por eliminar las restricciones
que tenían impuestas y conseguir desbancar a la nobleza del control de la
ciudad. Este proceso se inició ene. Siglo XVI, pero la desaparición final de la
nobleza indígena, sin embargo, no tuvo lugar hasta el siglo XIX, cuando la
independencia abolió los privilegios legales de los caciques indios (Chávez
Orozco, 1943: 14-15; Gibson, 1960).
Un segundo cambio fue la decadencia de la propiedad comunal que se
utilizaba para financiar las funciones públicas. En los primeros tiempos, el
excedente de los tributos y las tierras o el ganado público de las ciudades y de
las hermandades religiosas proporcionaban una cantidad importante de riqueza
que se consumía en la organización ceremonial. La pérdida de estas
propiedades públicas aumentó la importancia del patronazgo individual de las
funciones públicas. Así es como el término mayordomo, originalmente
administrador gerente de una propiedad comunal, se ha convertido en la
denominación general del individuo qe patrocina con su propia riqueza una
ceremonia religiosa.
Estos dos rasgos, igualdad de oportunidades ara todos de alcanzar altos
cargos y el hecho de que el titular del cargo corra con los gastos del cargo, son
los que hemos definido como los elementos clave del moderno sistema de
escala.
En el sistema colonial español, las comunidades indias, las repúblicas
indias, como se las llamaba, fundamentalmente eran similares a las reservas
de las demás zonas coloniales: la tierra era una propiedad común para uso
exclusivo de la comunidad, y la comunidad era colectivamente responsable de
pago de los tributos y e abastecimiento de de mano de obra. Estos fueron los
rasgos clae de desarrollo de la aldea (o municipio) en cuanto unidad social y
cultural básica, que Tax ha comparado con las tribus (1937: 433-444), y
también explican el desarrollo del sistema de escala según las líneas descritas
que implican compartir entre los habitantes de la aldea los gastos ceremoniales
y administrativos. Esto forma parte del reparto igualitario entre todos los
miembros de las cargas impuestas a la comunidad por el Estado. El sistema de
escala también tiene un valor de supervivencia en el sentido de que mantiene a
la comunidad unida al controlar la diferenciación interna, económica y social,
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 122
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
españoles, con poca o ninguna estratificación social, ésta debe haber sido la
transformación fundamental. En los centros políticos estratificados, por el
contrario, la estructura social total dentro de la cual operaba el sistema de
escala fue radicalmente transformada al convertirse las sociedades indias en
parte de la sociedad colonial o nacional y ser reducidas al nivel de organización
campesina. Junto a esto, un cambio fundamental tuvo lugar en la función del
sistema de escala en relación con la estructura social total. La escala pasó de
ser un mecanismo para la selección de personal, o para la revalidación de los
derechos heredados a un alto cargo dentro de una sociedad estratificada e
independiente, a ser un mecanismo para compartir las responsabilidades entre
los miembros de un segmento no estratificado, de una comunidad campesina
incluida en una sociedad más amplia.
Todos estos cambios formaron parte de lo que habitualmente se define
como un caso de aculturación. No obstante, no puede estudiarse bien en
términos de rasgos culturales que se traspasan de una parte a otra entre dos
culturas en contacto, relegando a telón de fondo a estructura social que pone
en contacto a los pueblos. Más fructífero que el habitual concepto de
aculturación como contacto intercultural es el concepto de sociedad plural,
formada cuando las antiguas sociedades independientes, con sus distintas
tradiciones culturales, fueron incluidas en un sistema social más amplio. El
análisis de la situación de contacto como una estructura social más amplia se
convierte entonces en la principal tarea del estudio sobre la aculturación. Los
cambios de la estructura social interna y de la cultura de una sociedad
anteriormente independiente estarán entonces determinados por el lugar que
les toca ocupar en la nueva sociedad más amplia. La importancia de la
estructura social en la aculturación fue pronto resaltada (en 1940) por
Radcliffe=Brown (1952: 201=202) pero como recientemente ha señalado Spicer
(1958: 433), muchas veces se ha olvidado (cf. También Smith, 1957). En
nuestro caso, la trasformación de la jerarquía políticoceremonial está en
función directa de la ruralización de los indios mesoamericanos: el hecho de
que unas sociedades antes estratificadas se convirtieron en comunidades
campesinas no estratificadas dentro de un sistema más amplio.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 124
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 125
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Introducción
1 Según Colby y Van den Berghe, el elaborado sistema de cargos es
uno de los rasgos culturales que distinguen al grupo étnico de los indígenas de
la sociedad ladina, en los Altos de Chiapas (1961). Este sistema de cargos, que
en realidad constituye los gobiernos semi-autónomos de un gran número de
pueblos indígenas en Chiapas y, en otras partes de Mesoamérica, ha sido
detalladamente descrito por muchos autores (Pozas, 1959; Villa Rojas, 1942-
44; Cámara, 1946, 1952; Güiteras Holmes, 1946; Aguire Beltrán, 1953; Nash,
1958; Carrasco, 1961; Vogt, 1961).
Puede ser que la descripción más comprensiva de las características
formales y los cambios estructurales de las llamadas “jerarquías civil-religiosas”
fue presentada recientemente por Carrasco en American Anthropologist (1961).
Hasta ahora, la actividad política y los patrones de liderazgo, apenas han
sido tocados, por lo menos no han sido estudiados de manera seria. En el
presente texto trataré a esos problemas de manera exploratoria y preliminar.
He tomado prestadas algunas ideas que tienen que ver con “gobierno” y deseo
intentar aplicarlas a un material etnográfico de los Altos de Chiapas con el fin
de: (1) examinar la posibilidad de aplicar una teoría general a un conjunto de
datos etnográficos; y, (2) ofrecer nuevos datos etnográficos de los tzeltales que
pueden ser de interés para los estudiantes de la cultura maya.
2 Cuando hablo de liderazgo en el presente texto tengo en mente a los
líderes políticos, las fuentes de su poder y, el dominio sobre el cual pueden
exigir “obediencia”. Un líder político es aquella persona que poseea el
necesario poder para tomar decisiones en nombre de un grupo o de una
189
Henning Siverts: “On Politics and Leadership in Highland Chiapas”, Evon Z. Vogt & Alberto
Ruz L., eds.: “Desarrollo cultural de los mayas”, México, UNAM, 1964: 339-360. La traducción
al español fue hecha por Leif Korsbaek, quien quisiera aprovechar la oportunidad para
agradecerle a Laura Rincón Santiago su ayuda en la traducción, a Juan Jesús Arias su ayuda
para localizar el texto original de Henning Siverts hace muchos años y, más recientemente a
Sergio Ricco Monge y a Marcela Barrios Luna su revisión de la traducción.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 127
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
I
1 La población indígena de los Altos de Chiapas se divide entre las
unidades lingüísticas tzeltal, tzotzil y tojolabal. Cada una de esta unidades
abarca un número de grupos políticos semiautónomos, que por lo regular, se
llaman pueblos.
Cada pueblo tiene una organización interna compleja y un gobierno,
desde el punto de vista de los miembros del pueblo constituye su propio
gobierno y, es reconocido dentro de un marco regional administrativo como una
municipalidad dependiente de las autoridades estatales y federales.
En la medida en que sean reconocidas, estas dos interpretaciones
pueden llevar a un conflicto y, de allí a soluciones de compromiso con el fin de
mantener el orden social dentro del pueblo, entre éeste y el mundo exterior. El
mundo exterior es, también, un mundo extraño, ya que representa
principalmente el mundo y los modos de los ladinos. Aún cuando los ladinos
viven permanentemente como un enclave dentro de los límites de un pueblo
indígena, su cultura es en muchos aspectos diferente de la que caracteriza a
los indígenas que los rodean. Esta diferencia cultural dificulta la comunicación
entre los indígenas y los ladinos, una dificultad que no es primariamente una
cuestión de la lengua (pues muchos ladinos hablan la lengua indígena y unos
pocos indígenas hablan español), sino una concepción errónea mutua de las
normas y los prejuicios culturales del otro grupo.
Los ladinos y los indígenas son étnicamente distintos en cuanto a su
cultura, pero son también competidores y contrincantes en lo referente a ciertos
valores, como,; por ejemplo, la tierra. Además son socios mutuamente
dependientes en un sistema económico donde los indígenas en lo general
actúan como productores de mercancías agrícolas y consumidores de
productos industriales, mientras que los ladinos se desempañan como
intermediarios y hasta cierto grado como productores de mercancías
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 129
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
190
Eso es un curioso caso de una ley federal constitucional que está siendo opuesta por el
gobierno estatal.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 130
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
191
En realidad, el secretario no puede tomar ninguna decisión drástica de este tipo, pues
tendría que pasar por el visto bueno del presidente municipal.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 132
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
II
1 Para enfrentar esta situación, los oficiales del gobierno indígena
tradicional intentan descubrir o inventar modos y medios a través de los cuales
pueden mejorar la comunicación y maximizar el control administrativo (o
político) sobre los oficiales ladinos. Antes de seguir la discusión de este
192
Para un periodo de un año se les permite a cuatro familias ladinas establecerse en el centro
ceremonial, a condición de que no vivanse pongan a vivir en casas permanentes, ni solicitan
tierra ni solares.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 133
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
III
1 Regresemos ahora al argumento central.
Podemos suponer que la comunicación inadecuada haya existido desde
el tiempo de la conquistao, por lo menos. Eso puede haber sido un factor
principal en la conservación del modo de vida que llamamos “indígena” – y,
como se sugirió antes, podemos ver la dominación ladina a la luz de este
factor.
Es difícil decir cuándo los líderes indígenas por vez primera vieron eso
como un problema; en si mismo es significativo el hecho de que sí lo vieron así.
Como he mostrado en otro contexto (1960), la imposición del ayuntamiento
constitucional, que constituiría el gobierno externamente reconocido de
Oxchujk’ en su calidad de municipio libre197 fue una innovación de grandes
consecuencias para el pueblo. Supongo que los casos de los demás pueblos
han sido similares, incluyendo a K’ankujk’ que se convirtió “solamente” en
agencia municipal. Así que, hablando en términos generales, pienso que este
reconocimiento formal de los pueblos indígenas y su incorporación paulatina en
193
Esta alternación se ve hoy más claramente en las administraciones en Chanal y K’ankujk’
hoy. Para fines de comparación se puede mencionar que no existe tal alternación entre las dos
clases de cargos en Zinacantán (Vogt, 1961).
194
Llamado Ayuntamiento Regional por Aguirre Beltrán (1953: 126 & seq.).
195
Llamado Gobierno de los Principales por Aguirre Beltrán (Op. cit.: 122 & seq.).
196
Existe otra categoría de Principales que actúan al nivel local que, aparte de actuar al mismo
tiempo como autoridades y líderes en su propio entorno, se encuentran en una posición que se
puede considerar como de mediación entre el gobierno tribal y los parajes (Montagu & Siverts,
1962).
197
Declarado en 1936.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 135
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
que los principales eligieron para la presidencia fueron gente que carecía de
experiencia y de una carrera en la administración tradicional. Sin embargo, el
presidente municipal era la única persona autorizada para firmar documentos
en nombre de toda la comunidad, por lo que su esfera de influencia podría
extenderse considerablemente si negara a subordinarse a los principales y si
tuviera los recursos personales necesarios para llevar a cabo su proyecto de
insubordinación.
2 Eso se convirtió en un dilema serio para los principales y nunca
lograron y en principio nunca fue resuelto, aunque lograron encontrar
candidatos que cubrieron el perfil y se sometieron a la voluntad de “los
ancianos sabios”. Pero pronto los jóvenes y ambiciosos descubrieron que el
oficio de presidente municipal era tanto una posición clave como la del
secretario. La posición se volvió deseable, y todavía más cuando se descubrió
que una persona que hubiera ocupado la presidencia recibiría automáticamente
un status similar al de los principales. Hoy los informantes me aseguran que un
presidente pasado debería ser tratado como un principal, pero un estudio más
detenido reveló que el pasado presidente no era el mismo tipo de principal
como los “ancianos”. Eso es apoyado también por el hecho de que al pasado
presidente no le fue, solamente gracias a su posición, ofrecido un asiento en el
consejo tribal tradicional, es decir que por lo regular no le fue otorgado el
derecho a participar en el proceso de toma de decisiones que es caracterizado
por la búsqueda de compromiso y consenso, como he mostrado en otro
contexto (1960).
En consecuencia, surgió una nueva categoría de principales, es decir
jóvenes expertos en la administración del municipio que conformaban una élite
en su propio derecho. Esta élite fue encabezada por aquellos que habían
logrado ser reelegidos varias veces, como se señala de K’ankujk’ y Oxchujk’.
Sin embargo, ellos no se constituyeron como un grupo corporativo y no se
opusieron frontalmente al consejo tribal. La elite, que posteriormente abarcaría
también a los promotores culturales formados por el Instituto Nacional
Indigenista, aparecieronapareció en la escena como un agregado de
candidatos que compitieron entre ellos por elección o reelección a la
presidencia. Fue la ocupación del oficio en sí que se consideraba importante y
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 137
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
198
Se dice, sin embargo, que un anciano, músico de “profesión”, tiene mucha influencia en
asuntos tribales, no sé exactamente qué quieren decir los informantes en este caso particular, y
desconozco sus fuentes de poder. Me parece mucho más probable que el actual líder en
Tenejapa es el presidente municipal, su combinación de estatus parciales sugieren que éel es
el “hombre fuerte”.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 139
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
buen hombre para el pueblo, un hombre que los ha protegido contra los
ladinos”, por lo que podría esperar apoyo popular. Además, algunos de los
líderes poderosos han llegado a hacer uso de fuerza coercitiva y la amenaza
de asesinato a los que se atrevieron a oponerse a ellos. De esta manera un
hombre conde recursos personales puede construirse una posición de poder.
El caso de Miguel Ordóñez en K’ankujk’ ejemplifica este proceso.
Miguel Ordóñez se ha forjado sistemáticamente una carrera desde que
tenía 17 años (véase Guiteras-Holmes, 1946: 70 & seq.). Miguel, quien tiene
ahora 60 años, fue uno de los primeros indígenas en K’ankujk’ que aprendió a
leer y escribir. Cuando era joven fue elegido escribano en el cabildo (palacio
municipal) y ofrecía sus servicios a los oficiales y a los principales en su
interacción con el secretario que era también en aquel momento agente
municipal199. Al mismo tiempo empezó a ascender en la jerarquía tradicional,
ocupando oficios rituales y patrocinando cargos. Lo más notable era, sin
embargo, que logró organizar un grupo personal de amigos seguidores. De
repente surgió como el líder en medio de un grupo de sicarios que se dedicaron
a limpiar el camino de cualquier competencia en la contienda por el liderazgo.
En aquel momento Marcos Santis Lul era considerado como el cacique del
barrio Ahk’ol. El Ffue obligado a abandonar el pueblo y nunca regresar. El
cacique del otro barrio fue muerto a machetazos. Ambos contendientes habían
logrado su posición mal definida de cacique por medios muy similares a los que
utilizó Miguel, por lo que fueron considerados como los más peligrosos. Otra
movimientovida de parte de Miguel fue nombrar a un “hombre peligroso” para
desempeñara un oficio en la administración que sería “suya”. Un hombre que
“había sentenciado a Miguel a muerte”, como se expresó (Guiteras-Holmes,
1946: 71) fue nombrado presidente municipal “para mantenerlo cerca de
Miguel, de manera que lo podría vigilar”. Miguel pasó el cargo religioso más
elevado y posteriormente sería presidente municipal varias veces. Cuando fue
decidido en 1958 que debería nombrarse a un indígena como agente, y que el
oficio de secretario y agente se deberían separar, Miguel fue nombrado como
el primer agente, como la cosa más natural. Pero ya antes se había hecho
199
Presidente Regional sin reconocimiento legal.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 140
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
conocido como el cacique del pueblo, lo que significaba que él y solo él tenía la
última palabra en cualquier asunto de importancia. Aún cuando no ocupaba
ningún oficio, las autoridades mexicanas lo consultaban en cualquier cuestión
que tenía que ver con el pueblo, y él tenía derecho de entrar a las oficinas del
presidente municipal, del secretario y de otros oficiales. Hasta hoy éel es quien
nombra a todos los oficiales mayores, incluyendo a los que ocupan los cargos
religiosos.
Ya que se está volviendo viejo y no puede seguir ocupando su posición
eternamente, ya se están presentando pretendientes que quieren llegar al
mismo estatus. Parece ser la decisión de Miguel, sin embargo, quién va a
heredar su posición…. si es que desea que alguien le suceda. Por el momento
él mismo no ocupa oficio alguno, solamente tiene el título de cacique o ahwal
(jefe), o sencillamente mamtik Miguel. Se pueden mencionar a dos
pretendientes. Uno es el actual agente, Juan Ruíz, que Miguel trata como un
pariente menor. El agente es promotor del Instituto Nacional Indigenista, pero Comentado [W28]: Ya cambió de bombre; ahora es Comisión de
Desarrollo Indígena
carece de experiencia ceremonial. El otro, Esteban Santis P’in, es mayor y ha
ocupado los oficios de presidente, agente, y varios cargos ceremoniales.
Esteban está “libre” por el momento, pero algunos informantes dicen que, ya
que Miguel está envejeciendo y se tiene que retirar, Esteban tienen que
heredar su posición. El se ha hecho sentir en varias de las decisiones que han
sido tomadas durante el último año acerca del nuevo edificio de la escuela y
otras obras públicas. Algunos llegan hasta a decir que Esteban es el nuevo
cacique – probablemente ya se han acostumbrado a la presencia de algo así
como un “jefe supremo”.
En Oxchujk’ y Tenejapa encontramos líderes similares y pretendientes al
estatus de liderazgo basado en carreras muy parecidas. Juan Nich, por
ejemplo, del paraje de Yochib en Oxchujk’, se estableció como líder a través
del oficio como presidente municipal en el pueblo y en su paraje, y al mismo
tiempo a través de su carrera ceremonial. Más tarde, los pretendientes en
Oxchujk’ serían típicamente promotores del Instituto Nacional Indigenista con Comentado [W29]: Idem anterior
una educación más completa. Cuando Juan finalmente tuvo que abandonar el
pueblo se volvió un líder local prominente en su propio paraje, que es el más
grande en la tribu (Villa Rojas, 1942-1944: 79, 95). Es interesante que Juan
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 141
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Conclusión
Las sociedades, en su calidad de estructuras sociales o conjuntos de
estructuras parciales, cambian constantemente, como la vida sigue su curso.
La gente se organiza de acuerdo cona ciertas reglas, pero no solamente eso; el
esfuerzo por organizarse es al mismo tiempo un esfuerzo por cambiar las
reglas. Eso es particularmente cierto cuando tratamos la actividad política y el
arte de gobernar. La actividad política implica oposición y conflicto al mismo
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 142
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 144
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Una nota exploratoria acerca del principio de senioridad (el principio Comentado [W33]: ¿qué es esooooooo??
bankilal its’inal) en el pensamiento político maya.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 146
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Introducción
En una discusión anterior acerca de la política y el liderazgo en los Altos
de Chiapas se sostuvo que es probable que surja un cierto tipo de líder
indígena cuando se presentan problemas de comunicación en las interacciones
entre los representantes hispanohablantes de la administración mexicana y las
autoridades tribales hablantes de una lengua indígena (Siverts, 1964). Este tipo
de liderazgo se basa en fuentes no tradicionales de autoridad e involucra, entre
otras cosas, la adquisición de la dominación de la lengua española, alfabetismo
y conocimientos generales de la cultura ladina (es decir, no indígena).
Los indígenas que poseen estos conocimientos son por lo regular
hombres jóvenes que han tenido oportunidad de estudiar en escuelas estatales
o federales que han sido establecidas recientemente. Estos hombres
constituyen una elite alfabetizada, y su ascenso a prominencia y poder se
puede deber a una demanda estable (y posiblemente incrementando) del
servicio de intérpretes e intermediarios confiables. Considerando el alto
porcentaje de monolingüismo (60-80%) en la región y el ambiente de
competencia entre ladinos e indígenas, no es impensable que se otorgue una
gran importancia al bilingüismo y a conocimientos administrativos (know-how).
El presente ensayo presenta la historia de vida de uno de estos
“intermediarios” indígenas quien inició su carrera política exactamente como
200
Henning Siverts: “The Cacique of K’an’kujk’. A Study of Leadership and Social Change in
Highland Chiapas, Mexico”, Estudios de Cultura Maya, Vol. 5, 1965: 339-360. Traducción al
español de Leif Korsbaek y Laura Rincón Santiago; quisiéramos aprovechar la oportunidad
para agradecer a Milagros Silva Bullón, Sergio Ricco Monge y Marcela Barrios Luna por haber
revisado la traducción.
201
Una versión abreviada y algo diferente del presente texto fue presentada en el Annual
Spring Meetings of Southwestern Anthropological Association, el 12 de abril de 1963, en la
Universidad de California, Riverside. En la elaboración del presente manuscrito me han servido
mucho las largas discusiones con mis colegas en la Universidad de Bergen, estoy
particularmente en deuda con Jan Setter Blom y mi esposa Kari Siverts, y agradezco mucho a
George D. Spindler sus atentos comentarios a un anterior borrador de este artículo.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 147
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
intérprete, y que logró construir una posición de poder personal hasta tal grado
que se convirtió en el principal jefe (cacique) de la tribu de K’ankujk’, de habla
tzeltal202. Para lograr esta notable hazaña nuestro hombre a veces se
desempeñaba como innovador; y en el transcurso del proceso se volvió
instrumental en el cambio pasajero o permanente de ciertos rasgos en la
organización política de K’ankujk’.
El objetivo principal de este texto es explicar, en términos de
restricciones sociales, decisiones y estrategias cómo se logró este éxito. En el
transcurso del análisis espero echarle proyectar luz sobre el problema general
del cambio social y al mismo tiempo hacer una contribución a la escasa
bibliografía acerca de los habitantes de K’ankujk’ (véase la bibliografía).
Mi texto se divide en tres partes. En la primera presentaré una somera
etnografía de K’ankujk’, con énfasis particular en aquellos aspectos del marco
organizacional que, se puede decir, constituyen el ambiente en el cual nuestro
líder político se mueve. Ya que tratamos un problema de proceso y cambio es
evidente que tenemos que dedicarle algo de atención al tiempo etnográfico. En
términos generales se supone que el ambiente represente rasgos de la
sociedad de K’ankujk’ hace unos 60-70 años, o sea, en lo referente a los
rasgos particulares que supuestamente hayan cambiado como consecuencia
de las actividades de nuestro hombre, regresaremos el tiempo a un momento
tan temprano como su tierna infancia. La descripción se formulará en el tiempo
presente. La segunda parte presenta las actividades de Miguel Ordóñez, en
orden cronológico, exponiendo su estrategia en relación con las restricciones
que representa el ambiente. En resumen y a título de conclusión, sugiero la
posibilidad de que el caso de K’ankujk’ puede ser visto a la luz del concepto de
“empresariado social” (“social entrepreneurship”) que fue introducido en la
discusión antropológica por Belshaw (1955) y más recientemente fue explorado
con gran fuerza por Barth y sus asociados
202
En la mayor parte de los casos se transcriben fonéticamente los nombres y términos en
tzeltal (Slocum, 1948). Nombres de lugares y personas han sido transcritos de acuerdo al
alfabeto que ha sido desarrollado para el uso en las escuelas indígenas (véase Slocum, 1953).
Sin embargo, algunos nombres de pueblos y otros términos locales se presentan en su forma
ordinaria en español, por ejemplo cancuquero (indígena de K’ankujk’), cacique y ladino. Los
términos locales se presentan en cursivas a través de todo el texto.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 148
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
I El ambiente
Introducción
Los cancuqueros, alrededor de 4000 personas, son habitantes de un
típico pueblo maya de los Altos de Chiapas y comparten muchas tradiciones
culturales con sus vecinos cercanos, los habitantes de Tenejapa y Oxchujk203.
Pero mientras que ellos estánson comunicados con la ciudad de San Cristóbal
de las Casas por medio de carreteras aceptables pasables durante la estación
de sequía y con tráfico regular de camiones, a K’ankujk’ es posible llegar
solamente a pie o a lomo de mula por senderos accidentados y escabrosos.
La cabecera de K’ankujk’ se encuentra a alrededor de 70 kilómetros al
noroeste de San Cristóbal de las Casas, el centro geopolítico de los Altos de
Chiapas. La cabecera, que es el centro ceremonial y gubernamental de los
cancuqueros, contiene una plaza con la iglesia a su lado oriental y el cabildo al
lado occidental. El pueblo que se extiende a sus alrededores incluye contiene
chozas con techo de paja con paredes de postes verticales amarrados entre
ellos; una aparte de las chozas son de adobe.
Similar a una fortaleza medieval en su montículo, el centro ceremonial se
avista a horas de distancia, orgullosa en su posición sobre una extensión en
forma de terraza de la cordillera oriental que en este punto se extiende dentro
adentro del Valle de Chacté. Desde el pueblo uno tiene una perfecta vista del
territorio entero de la tribu, incluyendo el valle principal con sus largas Comentado [W34]: ¿estás seguro que es una TRIBU???
Subsistencia
La subsistencia se basa en el cultivo de maíz y frijol. Los campos son
trabajados por medio de la técnica de tumba y rozsa. Además de los cultivos de
base se cultiva calabaza, fruta y verduras. Aunque se ofrecen pequeñas
cantidades de maíz, y frutas son ofrecidas a la venta en el mercado local que
203
El trabajo de campo entre los cancuqueros, llevado a cabo con interrupciones desde
noviembre de 1961 hasta abril de 1962 fue apoyado por una beca del Consejo Noruego de
Investigación. Aparte de mi propio material he utilizado el informe de campo de Calixto Guiteras
Colmes de 1946, que es al mismo tiempo preciso y sensible, y que se basa en trabajo de
campo en 1945 (véase la bibliografía). De su manuscrito he incluido una serie de notas a pie de
la letra, que son citas literales y que son altamente relevantes al argumento que se presenta
aquí.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 149
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Patrón de asentamiento
Por lo menos unos 700 indígenas viven permanentemente en la
cabecera204. Una buena parte de ellos poseen una segunda casa cerca de sus
terrenos de cultivo, es decir en uno de los muchos parajes que se encuentran
dispersos a través de todo el territorio tribal. La mayor parte de la población
vive en estas pequeñas sub-comunidades, donde la vida se desenvuelve
desenrolla en gran medida sin dejarse influenciar por eventos y actividades que
suceden en la cabecera y en el gran mundo fuera del municipio.
La gente llega a la cabecera en grandes grupos ocasionalmente para el
mercado cada domingo y para las fiestas y ceremonias tribales.
Este patrón es algo diferente del de Oxchujk’ donde solamente unos
pocos indígenas, aparte de las autoridades tribales, mantienen
permanentemente un hogar en el centro ceremonial; y aún esos indígenas
regresan, durante su periodo de oficio, con cierta frecuencia a sus respectivos
parajes para cuidar a su familia y atender a las milpas de maíz (Siverts,
1960)205.
204
Esta cifra es solamente una estimación. La señora Guiteras Colmes levantó un censo en el
centro del pueblo en 1945, contando 174 casas de las cuales 133, con 508 personas, estaban
habitadas en el momento del censo (1946: 8). En 1962 el secretario ladino indicó la población
entera, incluyendo a todas las aldeas, como de 3,800 personas.
205
Según la tipología que propone Sol Tax (1937), K’ankujk’ sería denominado “intermedio”
(“Tipo III”).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 150
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
206
Las variaciones en el patrón de asentamientos y su relación con factores ecológicos,
demográficos y políticos son discutidas en Siverts, 1965ª.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 151
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
207
Para este grupo Calixtao Guiteras Colmes ha optado por la denominación linaje; ens mi
opinión que es mejor evitar usar este término para no confundirlo con los sistemas de linaje
segmentario que existen en África.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 152
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
208
Existen divisiones espaciales nombradas 7alun (abajo) y 7ahk’bal (arriba), pero la
membresía en estas mitades raras veces corresponde a la distribución territorial de los
individuos en la actualidad.
209
Para una descripción detallada de similares jerarquías de cargos, véase Nash, 1958,
Siverts, 1960 & 1965ª. En una futura publicación describiré los diversos cargos que se
encuentran en K’ankujk’ y las diversas maneras de reclutamiento.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 153
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
210
Del relato de Pineda (1888) sabemos que tanto K’ankujk’ como Oxchujk’, y más tarde
Chamula, podían movilizar grandes ejércitos dirigidos por generales indígenas que surgieron
durante periodos de disturbio generalizado y rebelión como líderes militares transitorios. Estos
generales fueron líderes informales, jefes fuertes, cuyo breve derecho al poder se basaba en
ciertas características en su personalidad y capacidades consideradas altamente importantes
para resolver la tarea a la mano. De cualquier manera que eso pueda ser en los detalles de la
etnografía, podemos suponer con seguridad que algún tipo de cacicazgo fuera un fenómeno
bien conocido en la vida tribal.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 155
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
211
Miguel le contó a la Señora Guiteras Holmes que hizo 22 viajes a Tuxtla Gutiérrez, lo que en
aquellos días significaba un viaje de cinco días a pie en cada dirección y una estancia de tres
días en la capital del Estado (1946: 72).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 160
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
212
Los pocos homicidios que en efecto sucedieron aparentemente no interrumpieron la rutina
de la vida cotidiana más que los asesinatos que en otros tiempos se habían llevado a cabo,
relacionados con las acusaciones de brujería o por otros motivos. Tampoco estaban
inmiscuidas las autoridades, aunque es cierto que Erasto Urbina, en aquel entonces el
presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, una vez intervino, sin consecuencias
serias (Guiteras Colmes, 1946: 68); véase también el caso de Manuel Castellano, más
adelante.
213
Miguel mismo insistió que su victoria se debía al hecho de que éel y sus hombres estaban
mejor armados: Miguel dice que sus hombres vencieron a los de Oshom porque tenían mejores
armas” (Guiteras Colmes, 1946: 73).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 162
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
214
“Miguel nunca va solo a ninguna parte. Nunca lleva atada a la cintura la red con la botella
para el trago: es un Regidor o inclusive el Presidente mismo quien camina junto a él llevando
su botella. Miguel explica que no la puede llevar su “Miti-hueso” (Smith and Wesson revóòlver).
Una vez que Miguel me acompaña a un entierro, pocos momentos después vienen 7 hombres,
autoridades del cabildo que según él le vienen a buscar y a cuidar” (Guiteras Colmes, 1946:
73).
215
“Luego me cuenta (Esteban Santis P’in) cómo Miguel nunca trabaja, que puede quedarse en
el pueblo todo el tiempo que quiere porque tiene muchos hombres que limpian su milpa,
primero dice que son 40 hombres, y luego que son 60, y cuando insisto en el número me dice
entonces varias veces que son 20. Que Miguel no les spaga nada, sólo les da comida. Los
recluta de todas partes, Estos hombres nunca son llamados a prestar otros servicios en la
Agencia, como por ejemplo: servir de Mayores cargando agua y buscando leña, llevando
mensajes a otras partes, yendo como cargadores, o a San Cristóbal cuando desde allá se pide
una comisión para cualquier cosa, y me puso por ejemplo los hombres que hace unos días
trajeron de esa ciudad tubos de hierro que debían llevar a Ocosingo para la canalización del
agua” (Giteras Colmes, 1946: 70-71).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 163
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
de sus rivales, Miguel hizo una carrera conspicuamente típica que incluía a
todaos las mayordomías más prestigiosas. No hay duda de que aprovechaba
su influencia creciente con el fin de obtener algunos de estos cargos. De
acuerdo cona mis propios apuntes, que están actualizadas hasta 1962,
solamente el principal primero de la mitad ?alan, que en aquel entonces ya era
un hombre muy viejo, podía igualar la carrera de cargos de varias categorías –
tanto ”civiles” como “religiosos” – que Miguel ocupó.
En lo referente al aspecto de solvencia económica, parece que Miguel,
aparte de haber logrado convertir conocimientos especializados en cargos,
también había cosechado ganancias en la forma de comida, licor y otros
valores que luego se podrían reinvertir en cargos ceremoniales216. Después de
que su séquito hubiera sido establecido, la ganancia se extendía a ser también
en la forma de labor. Guiteras Colmes (1946) nos cuenta que se consideraba
ser mejor trabajar para Miguel que servir en el cabildo y atender al agente
ladino y a las autoridades indígenas217.
Después de resolver estos dilemas, Miguel tuvo que enfrentarse a un
problema constante de mantenimiento, es decir tuvo que colocarse a sí mismo
en una posición de negociación, pero para asegurar la continuidad del puesto
se vio obligado a cumplir su parte del “contrato” con sus gentes de apoyo y de
preferencia ofrecerles nuevas oportunidades.
Ya en 1945 Miguel era considerado un “hombre fuerte” en K’ankujk’. En
los años treinta, ya había ocupado varios cargos ceremoniales importantes y en
1942 fue nombrado presidente por primera vez. Es significativo que cuando el
cargo de suplente de agente fue introducido alrededor de 1945, Miguel sería el
primero en ocuparlo. Más tarde, en 1958, cuando el cargo de agente fue
separado del de secretario, y se decidió que se debería considerar a un
indígena como candidato, Miguel sería nombrado.
Pero fue en su capacidad de hombre de influencia, “el jefe de los
kankujkeros”, que las autoridades de fuera lo buscaban. Tanto los oficiales
ladinos en Ocosingo como los de San Cristóbal de las Casas y de Tuxtla
216
“Todos regalan trago a Miguel, muchas veces se les ve llegar a su casa portando el
obsequio” (Guiteras Colmes, 1946: 71).
217
“Tuve la impresión de que trabajar para Ordóñez no era cosa onerosa sino muy al contrario.
Esteban habla como si se tratara de una situación de privilegio” (Guiteras Colmes, 1946: 71).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 164
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Gutiérrez sabían muy bien que si querían negociar con los kankujkeros, más
les valía tratar directamente con Miguel. Guiteras Colmes (1946) nos da
algunos ejemplosas ilustraciones acerca de cómo representantes que llegaron
a K’ankujk’ en diferentes misiones preguntaron siempre primero preguntaron
por Miguel y luego, con su permiso, empezaron a negociar con las demás
autoridades indígenas y con el agente (más tarde, secretario).
Aún antes de haber llegado a la cúspide de su carrera y ser reconocido
como el jefe supremo, había utilizado su creciente influencia para ayudar a
amigos y apoyos leales a ocupar posiciones de poder y privilegios. Después,
cuando su posición personal había sido asegurada, es decir después de
alcanzar la categoría de principal, Miguel estaba en una posición que le
permitía repartir posiciones de poder. Sin embargo, ya en 1945, cuando
obviamente controlaba hasta tal grado la información que los informantes
solamente a titubeo le proporcionaban a Guiteras Colmes ciertos datos acerca
de Miguel y sus actividades, su poder personal debe haber sido formidable. Ella
nos cuenta que sus informantes estaban constantemente asegurándose que no
estuvieran cerca Miguel o alguno de sus amigos. No sabemos si utilizaba
sistemáticamente a espías, pero un ejemplo de 1945 nos muestra que
madruigó a un rival llamado Peres Ch’ihk’, que no había evitado hacer público
que el “había condenado a Miguel a muerte”. Miguel se le adelantó,
nombrándolo Presidente – como se decía, “con el fin de vigilarlo”. Guiteras
Colmes nos ofrece una declaración general al mismo efecto:
“el profesor me cuenta también que cuando Miguel tenga
un enemigo o sabe de una persona que desea mantener
bajo su control, lo nombrará para la presidencia, etc., con
el fin de tenerlo cerca de sí” (ibid.: 58).
Este último punto muestra que Miguel no solamente se encontraba en
una posición que le permitía colocar a sus seguidores en posiciones de poder,
sino también le permitía colocar a gente que podrían revelarse como un peligro
a la seguridad.
En 1962 Miguel no ocupaba ningún cargo tradicional, pero todavía era
reconocido como el “jefe” (en tzeltal: ?ahwal, o sea cacique, jefe), y la gente
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 165
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
218
Véase también Belshaw, 1955 y Geertz, 1963.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 168
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Apoyo
Beneficios
Oficio de materiales
Escribano
Cargo
Conocimiento ceremonial
especializado
Autoridad
Una representación diagramática de los círculos o espirales de conversión por medio de los
cuales Miguel Ordóñez ha logrado desarrollarse una posición de poder personal.
Esencialmente hay tres círculos de este tipo:
1) La conversión de conocimiento especializado en apoyo generalizado, que
posteriormente será convertido en “cargo de escribano”,
2) El apoyo generalizado puede ser convertido también, de manera directa, en autoridad
generalizado (poder), aquí: liderazgo de grupo,
3) Del apoyo generalizado deriva ganancia material que se puede convertir en patrocinio
ritual y autoridad, aquí: cargo tradicional y status de principal.
Bibliografía
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Northern Norway” (Acta Universitatis Bergensis, Series Humaniorum Litterarum
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Publicación especial del Seminario de Cultura Maya, Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 170
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Texto No. 8
Evon Z. Vogt
219
Evon Z. Vogt: “Gods and Politics in Zinacantan and Chamula” en Ethnology, Vol. 12, No. 2
(abril 1973), p. 99-113. Traducción de Leif Korsbak.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 171
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
se tuvo que aplazar el uso de este método mientras dedicamos nuestra energía
a recoger datos que a la postre resultaron más que superficiales de las culturas
de los altos de Chiapas, y que resultaron mucho más complejas de lo que
habíamos pensado. Se me ocurrió que sería posible utilizar exitosamente el
método de la comparación controlada en el Suroeste (de los Estados Unidos),
porque la observación en el campo y el análisis histórico se habían llevado a
cabo durante más de un siglo. Al contrario, los altos de Chiapas eran tierras
vírgenes en las cuales el trabajo de campo etnográfico solo empezó de manera
sistemática en los años 1930, cuando Ruth Bunzel trabajaba en Chamula y
Alfonso Villa Rojas inició su trabajo en Oxchuk. Sol Tax se embarcó en un
breve trabajo de campo, junto con un grupo de estudiantes, en la región en
1942-43 y algunos de sus estudiantes, notablemente Ricardo Pozas, Calixta
Guiteras Holmes y Fernando Cámara Barbachano
Guiteras Holmes, y Fernando Cámara Barbachano volvieron al trabajo
de campo en varias comunidades indígenas durante aquella década, pero no
fue sino hasta que empezó a funcionar el Proyecto Harvard, Chicago, Stanford
(y algunas otras universidades) en 1957, que procedimos a acumular datos de
un tipo que permitiese la comparación sistemática de algún significado. Ahora
estamos a punto de tener suficientes datos etnográficos sólidos, que han sido
publicados en una serie de monografías, como para permitirnos iniciar
comparaciones controladas productivas.
En este texto plantearé e intentaré resolver un problema que tiene que
ver con una diferencia básica entre los sistemas religiosos de dos municipios
tzotziles colindantes – Zinacantán y Chamula - que están separados tan sólo
por una montaña. Estoy conciente de las aseveraciones de Geertz (1966: 1)
acerca de este tipo de enunciados sobre la religión, cuando escribe que “si el
estudio antropológico de la religión se encuentra de hecho en un estado de
estancamiento general, dudo de que sea vuelto a la vida por la producción de
más variaciones sobre temas teóricos clásicos. Un caso más, esmeradamente
comprobado, de postulados tan trillados como que la adoración de los
ancestros apoya la autoridad jurídica de los ancianos, que los ritos de iniciación
sean ... para establecer la identidad sexual y el estatus de adulto, que las
agrupaciones rituales reflejen oposiciones políticas, o que los mitos
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 172
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
ellos entraron a las montañas para vivir allá en algún momento en el pasado
mítico.
Después de ocho años de trabajo de campo, nuestros investigadores en
Chamula, incluyendo en particular el trabajo reciente de Gossen, quien ha
pasado un total de quince meses dedicados al estudio de la cosmología en
Chamula, han llegado a la conclusión de que el Dios Sol es el principal ente
supernatural en el sistema cosmológico y que los dioses ancestrales reciben
poco énfasis. Gossen señala (1970: 17) que el Sol (htotik o "Nuestro Padre"; y
también Jesucristo) hace una circunvalación completa de la isla-tierra cada día.
Su ruta circular marca no solamente los límites espaciales del universo, sino
también los ciclos fundamentales del orden temporal, el día y los años.
El sol es al mismo tiempo el dador del orden cósmico y el que lo
mantiene, por lo que es la principal deidad. Parece que el sol comparte el
panteón solamente con la luna y los santos, mientras que las deidades
ancestrales carecen de importancia.
Esta diferencia entre las deidades es reflejada en la naturaleza de los
templos en los dos municipios. En Chamula encontramos oratorios con cruces
en los ojos de agua en sus aldeas (para facilitar la comunicación con el Señor
de la Tierra), oratorios al lado de la carretera para ceremonias de curación y
rituales de cargos, oratorios en las principales montañas, como Tsontevits, para
ceremonias de curación y procuración de lluvia, y los tres oratorios con cruces
en el centro ceremonial que representan los tres barrios. Pero el sistema ritual
carece de la multitud de oratorios que en Zinacantán facilita la comunicación
con sus dioses ancestrales, desde las deidades ancestrales en los linajes y los
grupos de ojo de agua en las aldeas a los diversos ancestros que viven en las
montañas alrededor del centro ceremonial. En pocas palabras, el sistema de
lugares sagrados refleja de una manera muy concreta el sistema diferenciado
de dioses ancestrales en Zinacantán, a diferencia del foco altamente integrado
en la iglesia en San Juan (en el centro de Chamula), donde San Juan ocupa el
lugar central arriba del altar y está muy directamente relacionado con la
adoración del Dios Sol de suprema importancia.
Pero hay otras diferencias entre los sistemas religiosos. Mientras que
Zinacantán, con sus solamente 11,400 habitantes (según el Censo de 1970)
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 174
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
después de haberse incubado durante varios años. Pedro Diaz Cuzcat, el fiscal
de Chamula, y una mujer, Agustina Gómez Checheb, hicieron una figurilla de
arcilla, la adornaron con listones y la colocaron en una de las aldeas de
Chamula. El cura católico de Chamula logró remover al ídolo, pero Cuzcat y
Agustina hicieron varias otras figurillas alegando que Agustina las había dado a
luz, siendo así “la madre de Dios”. Cuzcat fue arrestado y puesto a disposición
de las autoridades, pero pronto fue liberado debido a la libertad de religión
garantizada en la Constitución. A su retorno triunfante a Chamula, Cuzcat
anunció que los chamulas ya no tenían necesidad de imágenes representando
a dioses de otra raza. Sugirió que los indígenas buscaran a alguien entre ellos
mismos que pudieran crucificar para tener un Señor propio, de los suyos, para
adorar. La propuesta fue aceptada y ejecutado el Viernes Santo en 1868, y
Cuzcat fue de nuevo arrestado y encarcelado, pero otro líder, Ignacio
Fernández Galindo, ocupó su lugar. Finalmente, en 1869, el cura católico logró,
otra vez, sustraer a los ídolos y Fernández Galindo se dirigió, a la cabeza de
más de mil indígenas a la cabecera, donde mataron al cura y siguieron hacia
San Cristóbal de las Casas para exigir la liberación de Cuzcat. Los
enfrentamientos armados duraron hasta octubre de 1870 cuando los últimos
rebeldes fueron sometidos (Vogt, 1969C: 21-22).
Durante el régimen de Porfirio Díaz (1875-1910), se establecieron en
Chiapas con mayor firmeza las injusticias que habían sido las causas de la
Rebelión de Cuzcat. El problema más inmediato fue la escasez de tierras aptas
para agricultura, lo que no les dejó a los indígenas otras alternativas que
someterse a una esclavitud de deuda en las grandes haciendas. A pesar de su
relevancia para este problema clave, la Revolución Mexicana (1910-1917) no
involucró a los chamulas y a los zinacantecos de una manera para ellos
comprensible (Binderman, 1960). Fueron reclutados primero por una banda,
luego por la otra, y luego fueron usados sin su consentimiento como sirvientes
y surtidores de alimentos. La victoria de las fuerzas de Obregón cambió poco la
vida de los chamulas y de los zinacantecos (Gossen, 1970: 63). La distribución
de las tierras bajo las provisiones de la Constitución de 1917 no inició hasta el
tiempo de Lázaro Cárdenas en los años 1930.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 178
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
1965). Estos cargos son ocupados por periodos de un año: los ocupantes de
los cargos se establecen con sus familias en el centro ceremonial para vivir allá
durante su término de oficio, después de lo cual regresan a sus aldeas para
cultivar maíz durante los periodos de descanso entre los cargos.
La estructura social de Zinacantán se basa en familias extensas
patrilocales que viven en solares, linajes localizados y grupos de noria que
abarcan a dos o más patrilinajes localizados. Mientras que los cargueros llevan
a cabo ceremonias en el centro, la vida ritual en las aldeas está en manos de
los chamanes que ejecutan ceremonias de curación, ceremonias semestrales
para los grupos de noria y linajes, inauguración de casas, ceremonias de
agricultura y de lluvia, y ceremonias de renovación del año (Vogt, 1969C,
1970).
Los 40,000 habitantes de Chamula viven en un gran número de aldeas,
algunas de las cuales se encuentran más allá de la frontera que separa los 364
kilómetros cuadrados del municipio de Chamula, justamente al norte y al este
del municipio de San Cristóbal de las Casas. El centro ceremonial, con una
muy modesta población permanente de unas 80 personas, se encuentra en
una elevación de alrededor de 7,600 pies. Los demás habitantes viven en
aldeas dispersas, alrededor de unas 76 (según el censo oficial), o unas 109
(según un censo menos oficial, Gossen, 1970: 83). Como en el caso de
Zinacantán, la subsistencia se basa en un cultivo de roza y tumba de maíz, frijol
y calabaza, pero se complementa significativamente con trabajo asalariado en
las fincas de café en el sur de Chiapas y en varias otras empresas, propiedad
de ladinos, y trabajo asalariado para los zinacantecos y toda una gama de
pequeñas industrias: muebles, alfarería, instrumentos de música, licor, etc. que
los chamulas han sido obligados a desarrollar debido a la relativa escasez de
tierras cultivables.
En el centro de Chamula se encuentra la iglesia católica, el cabildo, un
número de pequeñas tiendas y un mercado al aire libre que funciona los
domingos y los días de fiestas importantes. Las tres capillas de cruces que
representan los tres barrios se encuentran en tres lomas alrededor del centro.
El sistema de cargos religiosos contiene unos 61 puestos distribuidos entre los
barrios. Además tenemos 63 oficiales cívicos en un Ayuntamiento Regional, en
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 181
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
el cual los puestos son también distribuidos entre los tres barrios y que tiene,
además de sus tradicionales obligaciones cívicas, funciones rituales. Los
integrantes del Ayuntamiento Regional se distinguen de los del Ayuntamiento
Constitucional que está prescrito por el gobierno de México y que será descrito
más adelante. Con la excepción del Ayuntamiento Constitucional, los cargos
son por lo regular ocupados por un periodo de un año, durante el cual el
carguero se establece en el centro ceremonial para servir, por lo que la
población del centro ceremonial se incrementa hasta unas 500 personas.
La estructura social de Chamula se parece mucho a la de Zinacantán,
con familias extensas patrilocales, linajes localizados y grupos de ojo de agua
que son unidades importantes en las aldeas. Gossen (1970: 80-81) ha
descubierto una agrupación de aldeas en “grupos de panteón” que consiste en
las aldeas que comparten un mismo cementerio. Después de la comunidad, el
barrio es la unidad más amplia, y los tres barrios, San Juan, San Pedro y San
Sebastián se encuentran jerarquizados así, según importancia ritual y
población. Los barrios no siempre reflejan la distribución real pues, no obstante
que “convergen en el centro como rebanadas de diversas dimensiones de un
pastel redondo” y la mayoría de las aldeas pertenecen a uno y solamente uno
de los barrios, algunas de las aldeas están asociadas con los tres barrios. La
pertenencia de barrio se transmite patrilinealmente, así que los casos de
afiliación plural se puede explicar por lo regular por migración interna en
Chamula (Gossen, 1970: 79-80). Los shamanes también ejecutan la mayoría
de sus actos en las aldeas, aunque aparentemente no son formalmente
organizados como es el caso en Zinacantán (Vogt, 1969C).
En la sección dedicada a la historia y a las estructuras económica y
social en la actualidad, noté un número de variaciones históricas y estructurales
entre los dos municipios, pero hay otra variación que se destaca por tener
posiblemente una relación determinante con las varias concepciones de las
deidades y de la organización de los sistemas religiosos – la estructura política
difusa en contraste con la estructura política altamente centralizada de
Chamula.
El control político formal ha regresado a las manos de los indígenas en
un grado significativo durante los últimos cuarenta años. Todos los oficiales
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 182
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
civiles son indígenas, con la única excepción del secretario ladino (así se
llaman los no indígenas en Chiapas) que mantiene su posición supuestamente
porque los indígenas no saben leer y escribir ni llevar un registro con propiedad
en los cabildos. Pero, de hecho, los secretarios ladinos constituyen un lazo con
el sistema político estatal y nacional, y llaman a las tropas del gobierno si
ocurren mayores disturbios políticos. Aparte de momentos de crisis, los
indígenas manejan la mayor parte de sus asuntos políticos cotidianos. La
estructura política de Zinacantán es compleja y diferenciada. Algo de la
complejidad se capta haciendo referencia a la Figura 1 que intenta mostrar en
forma de diagrama las principales líneas de autoridad política en Zinacantán
(Vogt, 1969C: 288).
Jueces
Regidores
Mayores
Caciques de aldeas
Jefes de patrilinaje
Grupos domésticos
Hombres
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 183
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Mujeres
Niños
tiempo está comunicado por carretera con la capital estatal Tuxtla Gutiérrez,
Chamula ha continuado siendo mucho más aislado.
Dentro del municipio de Zinacantán, el cambio de la Antigua carretera de
arriería que atravesaba el centro de Zinacantán y llevaba viajeros allá en su
camino hacia San Cristóbal de las Casas, a la Carretera Panamericana que
esquivó el centro pero colocó a la mayoría de las aldeas en la carretera, o a
una distancia de menos de una hora a pie, esta moderna arteria de transporte
ha sido fundamental en la formación de tendencias políticas centrifugales y en
la consecuente fundación de capillas católicas en la periferia y el intercambio
de santos entre aldeas como Nabenchauk, ?Apas, and Nachih. Para citar de un
estudio reciente de intercambios de santos en Zinacantán (Wasserstrom 1970:
265):
“colocada en las orillas de la carretera, Nachih podría intentar adquirir
un mayor grado de autonomía del centro de Zinacantán, que a partir
de la construcción de la nueva carretera se encuentra en una posición
mucho menos importante que antes, cuando la carretera pasaba
directamente por el centro. Por razones similares, podemos especular
acerca de la solidaridad política y religiosa de Chamula”.
Hasta hace poco tiempo, ninguna carretera aislaba alguna de las aldeas
de Chamula de su centro, y aún ahora, estas llegan al centro ceremonial a
partir de la periferia más que directamente de San Cristóbal de las Casas. Dos
hechos de Chamula son relevantes para nuestra discusión. Primero, Chamula
posee una estructura político-religiosa extremadamente estrecha que reconoce
tres subregiones y las integra en la jerarquía central mediante la
representación, y el mercado semanal en el centro es todavía muy activo, como
es el caso en municipios indígenas más aislados.
Como consecuencia de una centralización política muy efectiva, creo
que no han surgido capillas independientes y, por eso, tampoco intercambios
de santos dentro del territorio de Chamula. De hecho, la reciente expulsión del
párroco católico se puede percibir como un golpe por parte de las autoridades
centrales que en una sola movida eliminó a todos los competidores por el poder
espiritual.
La solución de los problemas más específicos, de cómo los zinacantecos
ponen mayor énfasis en la adoración local de los ancestros, que es el caso en
Chamula, es una cuestión más difícil. Pienso que el presente ensayo, que hace
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 190
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 192
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Texto No. 9
Michael Salovesh221
Summary
In this research work the author’s main effort is to
connect theory and empirical data in order to
analyze a non formal political system present in the
Tzotzil community in San Bartolomé in Chiapas,
Mexico. Therefore he defines the term “politics” and
studies groups which conform the political system,
mainly its roles and the influence which its members
have in the making of decisions. Among these are
the residentiary and kin groups, the territorial, the
working, the ceremonial and the groups at a
community level like the Agrarian Section and
Common Goods. Salovesh devotes special
attention to family groups as they constitute the
basic unity in the participation in political decisions,
and analyzes the political interaction within and
among all the groups. This way he suggests a radial
model where the groups for the local feast
(belonging to ceremonial groups), appear as
organizing center of the political system.
INTRODUCCIÓN
Existe amplia literatura, que aumenta rápidamente, relativa al campo de
la antropología política. A pesar de todo lo que ha sido publicado en este
campo, creo que la mayor falla en el estudio antropológico de la política es que
tenemos muy pocaos investigaciones estudios en laos que se analice
intensamente un solo sistema político, en términos políticos, y dentro del marco
220
Originalmente publicado en la revista “América Indígena”, Vol. XXXV, No. 1, enero-marzo de
1975. Traducción de Demetrio Sodi. Agradecemos el permiso de “América Indígena” para
publicar el texto.
221
Michael Salovesh es investigador del Departamento de Antropología de la Universidad del
Norte de Illinois. El autor sintetiza en este artículo las ideas principales expuestas en los
capítulos de su libro sobre la política en una comunidad maya.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 193
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
222
Abundan las polémicos acerca de cómo deben ser estudiados tales sistemas (por ej.
Easton, 1959). Colecciones de artículos cortos y descriptivos de lo que parece tener algo que
ver con el análisis político, se están publicando con frecuencia cada vez mayor (por ej. Banton,
1965; Cohen & Middleton, 1967; Swartz, 1968). Los estudios que sostienen posiciones
faccionales dentro de las tradiciones de “evolución política”, parecen ir por un camino firme (por
ej., Fried, 1967; Krader, 1968). Sorprendentemente, sin embargo, hay muy pocos estudios que
emprendan concientemente el análisis antropológico de un sistema político como objetivo
primario.
223
Tanto San Bartolomé como la comunidad más grande de Venustiano Carranza están
altamente estratificadas (ver Salovesh, 1965). Los hombres de todos los grupos indígenas
significantes (o, en algunos casos, tipos de grupos) fueron algún tiempo mis informantes
durante mis sesiones de campo; las mujeres indígenas tendían a hacerse mis informantes
solamente si participaban de niveles altos de prestigio, poder o riqueza en la comunidad. Los
informantes no indígenas vinieron, principal pero no exclusivamente, de grupos de alto status.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 194
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
logré profunda intimidad con algunos informantes, menos con otros; y para las
varias preguntas nacidas en este trabajo, fui razonablemente (pero no
invariablemente) exitoso al obtener confirmaciones convincentes en los
sentidos de lo expresado por mis informantes en palabras y acciones.
clases de grupos en que se toman las decisiones políticas, las razones por las
que aquellos que no tienen el poder de decidir sufren las decisiones tomadas
por otros, y las formas en las cuales los grupos políticos pueden afectar las
decisiones de sus líderes.
Siguiendo la discusión general de la naturaleza de la política, es
necesario preguntar cómo el marco teórico básico puede aplicarse al estudio
de casos concretos. El primer paso es fijar los límites de lo que se considerará
sistema político bajo examen. Tal elección no es totalmente libre: le incumbe al
que analiza demostrar que los individuos cuya conducta está examinando
constituyen, de hecho, un grupo; que este grupo sirve como campo para una
variedad de procesos políticos; y que el grupo es, comparativamente, el
apropiadoa, es decir, que el estudio de la política dentro de ese grupo en
particular puede iluminar ya sea una cierta clase de grupos similares, o una
cierta clase de procesos políticos similares. A continuación es necesario
identificar todos los subgrupos incluidos dentro del grupo mayor, visto como el
centro del sistema político bajo examen. Una vez que han sido identificados y
descritos los grupos que comprenden las unidades del sistema político, el
análisis puede dirigirse a una consideración de las actividades de la toma de
decisiones en sí mismas.
divisiones territoriales dentro del barrio, y cuatro de los cinco barrios contienen
cada uno más de un vecindario (el barrio más pequeño contiene sólo un
vecindario).
Grupos de trabajo: Los grupos de trabajo femeninos – de los cuales el
caso típico es el grupo de pila – no son grupos políticos. Constituyen, sin
embargo, campos importantes para la formulación y diseminación de la opinión
pública, y por tanto tienen efectos directos sobre la política de otros grupos. Los
grupos de trabajo masculinos, y aquí llamados grupos de milpa, son grupos
políticos por derecho propio, y funcionan frecuentemente como subdivisiones
principales dentro de los grupos territoriales y a nivel de comunidad.
Grupos ceremoniales: Los grupos para la erección de la cruz están a
cargo del ritual y del mantenimiento de varios géneros asociados con grandes
cruces que están erigidas en las entradas del pueblo, en las esquinas de las
calles, y en los extremos de las calles y veredas principales. Los grupos para la
fiesta del barrio tienen como función manifiesta la celebración de cuatro fiestas
anuales principales, cada una de las cuales está vagamente relacionada con
uno o más grupos territoriales del barrio. Los grupos para la fiesta del agua
celebran rituales asociados con el principio de la estación lluviosa, en mayo, y
con su término, en septiembre. Los grupos para la fiesta de toda la comunidad
están implicados en la celebración de cinco fiestas anuales principales:
Carnaval, Semana Santa, San Miguel, Todos Santos y la Virgen de Guadalupe.
Los líderes de la oración y los músicos rituales forman grupos corporados
separados; estos grupos participan en casi todas las ceremonias públicas.
Grupos a nivel de la comunidad: La Sección Agraria es la rama local del partido
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 199
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Los grupos de sitio se dividen también en tres subclases para este análisis: los
sitios simples, que contienen un solo grupo familiar; los sitios verticales, que
incluyen grupos familiares separados de padres y uno o más de sus hijos o
nietos; y sitios horizontales, que consisten en grupos familiares de dos o más
hermanos u otros parientes no lineales en una sola casa o sitio habitacional
delimitado. Encuentro improductivo analíticamente fijar una tipología de las
variedades de las familias extensas. La política de cada una de estas siete
variedades de grupos se analiza aquí.
separados uno del otro, y que los procesos de la política son inherentemente
jerárquicos. Estas suposiciones han probado ser un artificio estructural útil
hasta aquí, pero resultan un impedimento para el análisis de la política en
grupos más grandes. Propongo, en lugar de eso, usar un modelo radial de
política en el análisis de estos grupos. En un modelo radial, ciertos grupos o
instituciones se ven como el centro que proporciona coherencia a las
actividades de todos los otros grupos; pueden servir también como agencias
que permiten las interacciones entre diferentes clases de grupos periféricos
que no están directamente conectados entre sí. En un modelo así, no es
necesario suponer que los grupos o instituciones centrales están
superordenador a otros grupos; las relaciones exactas están abiertas a la Comentado [W42]: ¿ ¿?
investigación.
Considero los grupos para la fiesta de barrio como el centro organizativo
de las políticas en grupos extrafamiliares en San Bartolomé. El liderazgo en
otros grupos es legitimizado a través del servicio en los grupos de fiesta de
barrio, y la cooperación intergrupal se facilita y organiza por medio de las
acciones de los grupos para la fiesta del barrio.
Los grupos para la fiesta de barrio pueden ser convenientemente vistos
como el centro organizativo del sistema político de San Bartolomé, pero donde
se toman las decisiones más importantes, son en los grupos territoriales de
barrio y los de Bienes Comunales. Los grupos de milpa son los subsidiarios
principales de ambos tipos de grupo. Finalmente, los barrios se unen en
muchas ocasiones en dos facciones semipermanentes dentro de la
organización de Bienes Comunales (estas facciones son probablemente los
reflejos actuales de una división antigua de “mitad” dentro de la comunidad).
Los grupos para la fiesta del barrio sirven como el cemento que mantiene
unidas todas estas clases dispares de grupos.
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 204
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
LAS LÁGRIMAS DE SAN ANTONIO: RITUAL Y REVOLUCIÓN EN Comentado [A44]: Tenemos un problema con los comentarios:
siguen surgiendo cada vez que se abre el archivo.
GUATEMALA ORIENTAL224
Paul Diener225
Introducción
El presente artículo revisa el debate que se desarrolló en la literatura
antropológica norteamericana acerca de la naturaleza del ritual indígena en
Mesoamérica, evaluando el problema a la luz del trabajo de campo del autor
entre campesinos indígenas mayas de habla chorti en el oriente de Guatemala.
Una revisión de este tipo puede servir un número de objetivos. En primer lugar,
el ritual es un aspecto fundamental de la vida social de los campesinos
indígenas en toda América Latina; para entender la sociedad indígena es
necesario entender el ritual. En segundo lugar, los enfoques utilizados por los
antropólogos en su estudio del ritual revelan muchos de los prejuicios de esta
disciplina. Finalmente, al contrario de lo sostenido en la sabiduría ortodoxa, el
ritual no es necesariamente una fuerza conservadora que se opone a la
modernización y al cambio; en efecto, bajo las actuales condiciones las
creencias rituales en el oriente de Guatemala contienen la semilla de una
revolución política.
El trabajo de campo sobre el cual se basa el presente texto se llevó a
cabo durante el verano de 1971 y un periodo de 21 meses durante 1972 y
1973. Durante aquel periodo residí en la población de Olapa, en el
departamento de Chiquimula, en los altos del oriente de Guatemala, e hice algo
de investigación también en los municipios y las poblaciones de Esquipulas y
Jocotán. La atención de la investigación se dirigía hacia los procesos agrarios y
224
Tomado de Latin American Perspectivas, No. 18, Verano 1978, Vol. V, No. 3: 92-116. La
traducción es de Leif Korsbaek, se le agradece el apoyo brindado por Roberto Melville del
CIESAS y a Cristina Rybertt de la ENAH su revisión de la traducción.
225
Paul Diener obtuvo su doctorado en Stanford en 1978 y goza ahora de una beca
posdoctoral del Social Science Research Council, estudiando el papel del ganado en el
desarrollo y el subdesarrollo de comunidades agrarias en el Tercer Mundo.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 205
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Cada día se evidencia con mayor claridad que esta interpretación común
de la vida y las prácticas rituales en la comunidad indígena en Mesoamérica no
toma en cuenta suficientemente la manera en que la expansión del orden
mundial capitalista durante los recientes siglos “penetraba enteramente y de
manera efectiva aún los sectores más aislados del mundo subdesarrollado”
(Frank, 1969: 5). Los pueblos indígenas no son supervivencias antiguas, son
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 206
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
excedente que posee la familia. Finalmente, terminan las plegarias, las almas
“comen el espíritu de los alimentos” en el altar, y parten.
A esta altura se vuelve más liviano el ambiente. El “cuerpo” de la comida
que queda se reparte entre los huéspedes, y se come en el lugar o se lleva a la
casa para ser consumida posteriormente. Se empieza a bailar con
acompañamiento de una guitarra, los hombres con hombres, las mujeres con
mujeres y se consumen grandes cantidades de alcohol. El ritual continúa hasta
el desayuno del siguiente día, luego de lo cual se retiran los huéspedes.
Otro sistema ritual de gran importancia entre los mayas chorti es el culto
a los santos. Hay tres clases de santos importantes: santos del hogar, santos
de la iglesia y santos viajeros. Mientras que el culto a las almas gira en torno a
la creencia de que los muertos pueden causar gran daño a menos que se les
ofrezca “comida” ritual, el culto a los santos se basa en la creencia de que los
santos “posean” o “manejan” todos los fenómenos naturales del mundo.
Aunque Dios Padre creó al mundo, su dirección se encuentra en las manos de
los santos que tienen que ser honrados con regalos.
Sin embargo, no son los santos en cuanto personajes históricos que
cargan con esta responsabilidad; la dirección del mundo natural está invertida
en las imágenes físicas de los santos, lo que es el caso en toda el área chorti.
Estas imágenes constituyen, junto con las representaciones de la cruz, Santa
María y Jesucristo mismo, la teoría de los supernaturales que supuestamente
son los dueños de todas las cosas físicas en el mundo.
Cada hogar indígena tradicional cuenta con un solo altar doméstico,
donde el hombre de estatus más alto, que también es responsable de dirigir los
asuntos económicos del hogar, lleva a cabo el ritual. En un típico altar se
encuentra un número de cruces de madera, una o varias figurillas de madera, y
una o más imágenes sagradas. Las figurillas y las imágenes sagradas son
compradas a los ladinos en los pueblos, aunque a veces se les atribuye un
origen supernatural de las más antiguas. Estos santos son los guardianes del
hogar, y no se sacan de allá. No obstante que hogares diferentes pueden tener
imágenes de los mismos santos católicos, se piensa que son distintos,
supernaturales.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 211
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
226
La petición, la fiesta, la celebración y la novena son rituales específicos chorti de carácter
local. Los rituales difieren en el patronazgo, la ocasión, la duración, los convidados (si hay
algunos), etc.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 212
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
veces los santos locales se cansan de escuchar todo el tiempo las mismas
solicitudes. En 1972, el santo más poderoso de todo Guatemala, el Cristo
Negro de Esquipulas, recibió a más de un millón de devotos227.
Los santos de la iglesia son también adorados en momentos particulares
del año. El más importante de los días rituales es el día del nombre del santo
patrono del pueblo, y en aquella ocasión casi todos los indígenas le ofrecen
regalos. Pero los informantes describieron más de cien días como apropiados
para la adoración de las imágenes en la iglesia.
Finalmente, los indígenas tradicionales adoran también a los santos
viajeros que forman la base de las hermandades religiosas, o el sistema de
cofradías. Estas imágenes de madera, de una altura de alrededor de un pie,
son cargadas por las montañas del oriente de Guatemala al lomo de aquellos
que se dedican a las hermandades de servicio religioso. En la región chorti los
sistemas de cofradías son organizados a través de las fronteras municipales, y
las áreas rurales locales son visitadas por santos que vienen desde lejos en lo
que un informante describió como “un gran movimiento de imágenes”228.
Las cofradías son complejas y su estructura varía algo de un pueblo a
otro en el oriente de Guatemala. A título de ejemplo describiré la cofradía que
se dedica al servicio a la imagen del Patroncito Santiago de Esquipulas, que
visitó a Tuticopote Arriba mientras me encontraba allá.
Este santo viajero tiene su base en una casa de cofradía en las orillas de
Esquipulas, veinticinco millas al sur de Tuticopote Arriba. Allí residen un
número de oficiales, dedicando un año de servicio que implica una
responsabilidad directa por planear y patrocinar los rituales que se celebran
para el santo el año en cuestión. El más grande de éstos se lleva a cabo el día
del nombre del santo e implica un gasto de cientos de dólares
227
Los monjes benedictinos de los Estados Unidos que manejan la Basílica de Esquipulas,
donde se encuentra el Cristo Negro, cuentan los devotos que suben por las escaleras para
llegar a la imagen. Las cifras aquí presentadas se basan en sus cálculos.
228
Según este informante, los siguientes santos viajeros habían visitado su aldea rural durante
su vida: La Divina Pastora de Olota, el Patroncito Santiago de Esquipulas, San Felipe de
Esquipulas, Santa Cruz de Esquipulas, Nuestro Amo Santísimo de Carboneras, Santa Rosalía
de Santa Rosalía, San Miguel de Chiquimula, Santa Elena de Santa Elena, Patrón Santiago de
Jocotán, Santa Lucía de Santa Lucía, San Francisco de Quetzaltepeque, San Juan de San
Juan Ermita, Niño San Antonio de Los Encuentros (visita solamente áreas rurales, no entra a
los barrios indígenas en los pueblos), La Virgen de la Concepción de Camotán, Dulce Nombre
de Jesús de Camotán, San Pedro de Camotán y San Jacinto de San Jacinto.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 213
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
229
Mayordomo de caja, mayordomo de demanda y encargado son tres posiciones
jerárquicamente ordenadas en la Cofradía del Patrón Santiago en Esquipulas. El mayordomo
de caja es el principal oficial; se dice que su nombre se deriva de su rol como “mayordomo del
baúl” haciendo referencia al baúl que contiene la vestimenta y la parafernalia ritual del santo,
etc. Sin embargo, aunque los informantes ahora lo niegan, es más probable que su nombre
proviene de la caja de dinero que viaja con el santo; es decir que es el “mayordomo de la caja
de la comunidad”. Viene a la mente la caja de la comunidad de tiempos anteriores, durante la
colonia. Los mayordomos de demanda son “mayordomos (de los santos) sobre demanda”,
solamente, cuidan a los santos cuando los reciben para viajar en su municipio. Los encargados
son aquellos que tienen el encargo de cuidar al santo, son los encargados del santo, bajo la
autoridad del mayordomo.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 214
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
estancia de dos meses del santo en este municipio era normal, y muchos otros
santos también pasan de visita por las áreas rurales de este pueblo.
Las almas y los santos verdaderamente dominan la vida entre los
campesinos tradicionales en el área chorti maya. Cada aniversario de un
difunto requiere un ritual costoso, y durante el mes de noviembre toda el área
rural está cubierta de siquines. Cada día hay que honrar al santo y eventos
extraordinarios en el hogar requieren rituales extraordinarios. Los santos de la
iglesia son dueños de aquellas cosas y procesos que son importantes a los
individuos, y hay que darles regalos para asegurar su cooperación. Finalmente,
docenas de santos viajeros atraviesan la región todo el año, llevando fuerzas
especiales y ayuda sobrenatural, pero exigiendo también limosnas especiales.
Es imposible calcular con precisión el monto de “desperdicio ritual” que resulta
de estas prácticas rituales pero, sobre la base de casi 200 estudios económicos
muy detallados de gastos de hogar hechos a través de dos años, sugiero que
los indígenas tradicionales gastan hasta el 25% de sus ingresos de esta
manera. Tal vez expresamos mejor la paradoja de estos gastos, de una
manera que nos es típico a los antropólogos, por medio de un ejemplo
representativo.
El miércoles de cenizas de 1973 llegué a un hogar a unas cuatro millas
al sur del pueblo de Esquipulas. Encontré la familia, que había esperado
entrevistar, profundamente afligida; su hijo menor estaba muriéndose. Este
niño, de alrededor de ocho años, padecía una avanzada desnutrición de
proteína y calorías uno de los muchos casos de este tipo que encontraba en
esta región.
La familia me contó del esfuerzo que se había hecho para conseguir
más alimentos, y su pena y amor por el niño eran evidentes. Sin embargo, no
obstante que entendían claramente la importancia de las proteínas animales,
durante los tres días anteriores el niño había ingerido solamente un huevo. La
razón que dieron por no haberle proporcionado más proteínas era la falta de
dinero, y sin embargo en el altar ardían varias velas como regalos a los santos.
Cuando empecé a indagar acerca de estos gastos rituales, el jefe de
familia contestó: “¿qué se puede hacer? Si no rezamos, todos nos enfermamos
y nos morimos, no habrá cosecha, perderemos nuestras tierras. Solamente los
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 215
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
santos nos pueden ayudar. Rezar a los santos es una gran carga, pero
tenemos que rezar”. El niño murió en miércoles de cenizas.
Estos gastos rituales relativamente onerosos y despilfarradores
sufragados por gente que son tan pobres, nos presentan a los estudiosos de
las sociedades indígenas de Mesoamérica un problema, tanto en lo referente a
una teoría general y como un primer paso hacia un cambio social con sentido.
Ya que el despilfarro ritual tan claramente constituye un problema, se han
hecho muchos intentos por explicarlo; vamos a revisar estas explicaciones.
230
Disponemos de demostraciones psicológicas, matemáticas y de teoría de juegos que
documentan el hecho de que patrones de motivación individualista y comunitaria son
lógicamente distintos y a menudo mutuamente excluyentes. Una de las discusiones más
interesantes de este tema se ha venido desarrollando alrededor de los estudios psicológicos
del problema del “dilema del prisionero” (véase Rapaport, 1968, 1974). En cierto sentido, mi
argumento es que el “Nuevo Hombre” que algunos observadores ven como necesario para una
modernización bajo el amparo del socialismo, y el modelo de personalidad y valores sociales
de la comunidad indígena, especialmente como es codificado en sistemas rituales
tradicionales, pueden tener similitudes importantes que contribuyen al potencial revolucionario
de este. “La Ley de los Santos” es, en la última instancia, un sistema localizado de incentivos
morales.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 219
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
consigo. En todas partes, el ritual es descrito como una carga que pesa sobre
la comunidad indígena, y eso es cierto en los sistemas debilitados, como en el
caso en el oriente de Guatemala, así como en los sistemas tradicionales.
Segundo, es evidente que la tipología de DeWalt indica el grado al cual se ha
logrado un control externo sobre los cargos religiosos y políticos de la
comunidad; lo que refleja la tipología de DeWalt es la capacidad del gobierno
estatal y la iglesia nacional de penetrar la comunidad indígena. Pero la
penetración no leva necesariamente a desarrollo o modernización; puede
también llevar a un aumento en la explotación, degradación del ambiente,
empobrecimiento exacerbado y una aceleración del desarrollo del
subdesarrollo. Y eso es exactamente lo que describen los indígenas en la
región de los mayas chorti. Finalmente, al concentrar la atención en el ritual en
la comunidad indígena, en vez de considerar la región ladino-indígena como la
unidad apropiada de análisis, en lo fundamental DeWalt ha concebido mal la
estructura social básica de las áreas indígenas tradicionales en Mesoamérica.
Este problema será discutido más detalladamente adelante.
La interpretación de DeWalt es también geográficamente cándida. Si
fuera cierto que los sistemas rituales “tradicionales” se desmoronaran como
resultado de la difusión a partir de las regiones más modernas de
Mesoamérica, entonces podríamos esperar que los pueblos más lejanos serían
los más tradicionales. Eso no es lo que encontramos. En 1970, por ejemplo,
hice un viaje a pie con compradores de puercos ladinos de la ciudad de San
Cristóbal las Casas en Chiapas a la región tzeltal maya en sus alrededores. Al
salir de la ciudad, entramos en regiones indígenas tradicionales, donde el ritual
era fuertemente organizado y de mucha importancia, y los gastos rituales eran
grandes. Llegando a una distancia de unas sesenta millas de la ciudad,
después de cuatro días de caminata, encontramos a indígenas muy modernos
que habían abandonado el ritual por ser innecesario y muy costoso. Muy lejos
de erosionar el ritual, la proximidad de los centros ladinos estimula su
desarrollo. Lo mismo vale para el oriente de Guatemala, donde asentamientos
indígenas muy lejanos son ritualmente menos elaborados. Así que podemos
concluir que el ritual es una función de la interacción ladino-indígena, y se
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 220
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
y promueven una imagen del “salvaje innoble” para impedirla. Ambos operan
con visiones metropolitanas de los pueblos satelitales.
Aunque las respuestas desarrollistas y funcional-relativistas al problema
intelectual que ponen las áreas satelitales, son identificables a través del
proceso histórico de los sistemas imperiales desde tiempos clásicos; el
pensamiento desarrollista dominaba en particular en el mundo occidental,
cuando el capitalismo pasaba por su expansión más vigorosa. Cuando el
capitalismo transformaba al mundo, los intelectuales vieron la transformación
como inevitable y positiva; cuando el proceso de transformación no solamente
se desaceleró, sino encontraba obstáculos insuperables aún revoluciones
socialistas, el respeto por las tradiciones existentes fue el leitmotiv de los
intelectuales (Gough, 1968, 1969; Hartung, 1954).
La dominación reciente del punto de vista funcional-relativista en la
antropología mesoamericana en los Estados Unidos ha llevado consigo un
énfasis en los estudios de comunidad (“community studies”). A partir del texto
extremadamente influyente de Sol Tax, en el cual describió la comunidad como
la unidad fundamental en el occidente de Guatemala, el marco de la
investigación antropológica en México y América Central ha sido el estudio de
comunidad (“community study”). Se ha llegado a pensar en los municipios
indígenas tradicionales como “comunidades cerradas corporativas” (Wolf, 1955,
1957). Con sus propios patrones lingüísticos, estructuras económicas,
vestimenta, organización social, sistemas religiosas, etc., las comunidades
indígenas son percibidas como “manteniendo una barrera contra la entrada de
mercancías e ideas producidas fuera de la comunidad” (Wolf, 1957: 6).
La consideración de las comunidades como si fueran unidades
autónomas durante largos años ocultaba la naturaleza de las estructuras socio-
económicas en las cuales las comunidades indígenas están integradas
(Stavenhagen, 1969; Collier, 1975). En un caso de este sesgo, que
frecuentemente es citado, describe Sol Tax (1953) una comunidad
guatemalteca en la cual la tercera parte de la población es no indígena, y sin
embargo describe solamente el aspecto indígena de la comunidad, haciéndole
caso omiso al segmento ladino. Cuando se ve obligado a discutir las
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 223
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
gran medida vacío (Stavenhagen, 1975: 68). Una orientación teórica de este
tipo realmente no es capaz de tratar las relaciones entre el ritual y la revolución,
entre la tradición y la transformación, entre los satélites y sus grupos oprimidos
y las metrópolis con sus elites que son responsables de la opresión. Para llegar
a comprender eso necesitamos un punto de vista histórico y dialéctico:
El meollo de la dialéctica del conflicto y de la oposición es la
interpenetración de los polos opuestos – la unidad de los
opuestos – dentro de la totalidad que lo hace dos y sin
embargo uno, dualista y al mismo tiempo holista … la dialéctica
ve las clases sociales, como otros opuestos, como existiendo
en una relación mutua de cohesión y al mismo tiempo conflicto,
y no en una sumación mecánica, como la ve la teoría
funcionalista de la estratificación. El meollo es, entonces, la
interpenetración de integración y desintegración, de estructura
y cambio, y dinámicamente de la negación de la negación
(Frank, 1969: 104).
obstante que no fue posible forzar a nadie a atestiguar acerca del evento a
pesar de amenazas y tundas, seis “sospechosos” indígenas fueron arrestados
y recluidos en la cárcel del pueblo durante varias semanas. Al final, seis de
estos indígenas fueron enviados a la prisión en Chiquimula por seis meses. Me
contó un informante ladino que no importaba si estos indígenas tuvieran
conocimiento del crimen; era más bien importante que se le mostrara a la aldea
entera las consecuencias de matar al ganado, no importa qué tan grande fuera
la provocación o qué tan pequeño el valor económico del animal.
Un líder religioso en la aldea de El Tablón empezó a aconsejar a los
indígenas que gastaran sus recursos solamente en darles de comer a los
hambrientos y comprarles tierras a los ladinos. Se oponía a la compra de velas,
copal y otros artículos por ser ello un “despilfarro”. Construyó una pequeña
capilla al lado de su casa y, bajo la influencia de los cuáqueros de Chiquimula,
se declaró evangelista no violento.
Este hombre, Ricardo Guevara, y cinco de sus simpatizantes más
cercanos fueron sacados de sus hogares a las once de la noche al principio del
mes de abril de 1972. La mayor parte de los veinte hombres que los agarraron
eran de la comunidad. Cuando hablé con informantes acerca del secuestro
poco tiempo después del evento, incluyendo a un ladino de Olota que admitió
haber participado en él, me dijeron que había sido ordenado por un jefe político
poderoso en Esquipulas a solicitud de ladinos de la ciudad. Dijeron que
Guevara era guerrillero. Él y sus cinco asociados fueron llevados a la cercana
Sierra de las Minas, donde fueron encontrados unos días después, con un tiro
en la cabeza. No obstante que era del conocimiento público quiénes había
perpetrado el secuestro, no se tomó ninguna acción oficial.
Las amenazas de los ladinos contra los indígenas tienen un carácter
arbitrario y caprichoso; no están directamente relacionadas en todos los casos
con objetivos económicos. En Tuticopote Arriba, por ejemplo, el ganado ha
causado mucho daño a las milpas de maíz, lo que ha producido muy limitados
ingresos a los ladinos. En realidad, llevar a su ganado a Tuticopote Arriba les
puede causar más gastos que ganancias a los ladinos (varias vacas cayeron
en barrancas durante mi estancia, y tuvieron que ser sacrificadas). Sin
embargo, como han señalado los partidarios de la teoría de los juegos, la
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 232
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 243
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
231
El texto fue presentado originalmente como ponencia en el XIV Congreso Latinoamericano
de Sociología en San Juan, Puerto Rico, en octubre de 1981 y fue publicado en la revista
Nueva Antropología, Vol. V, No. 20, México, 1983: 5-29.
232
Antropólogo, Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 245
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
I
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 246
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
233
La caracterización inicial de las comunidades es hecha por Sol Tax en su artículo "The
municipios of the Midwestern Highlands of Guatemala" (American Anthropologist, Vol. 39:423-
444); luego, la teorización en los términos weberianos de corporaciones la hace Eric Wolf en su
clásico ensayo "Closed Corporate Peasant Communities in Mesoamerica and Central Java"
(Southwestern Journal of Anthropology, 13:1-18, 1957), conceptualización que Manning Nash,
a su vez, emplea para describir las comunidades alteñas de Guatemala en "Political Relations
in Guatemala" (Social and Economic Studies, vol. 7:65-75, 1958).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 247
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
234
La aplicación del concepto de comunidad cerrada la hace Eva Verbitski en el caso de las
comunidades del altiplano chiapaneco en "Análisis comparativos de cinco comunidades de los
Altos de Chiapas" (En Los mayas del sur y sus relaciones con los nahuas meridionales, pp.
289-301. México, 1961).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 248
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
235
El empleo de toda la batería conceptual funcionalista y la definición de la discusión teórica,
se advierte en los ensayos pioneros de Calixta Guiteras, "Clanes y sistemas de parentesco de
Cancuc" (Acta Americana, 1948) y "Cambio de un sistema Omaha a un sistema bilateral entre
los tzotziles de Chiapas" (Etnología y Folklore, No. 1, pp. 41-63, Academia de Ciencias de
Cuba, 1966). Otra fuente de enorme riqueza factual es la obra de Alfonso Villa Rojas, de la
que destaca su influyente artículo "Kinship and Nagualism in a Tzeltal community" (American
Anthropologist, 49:578.587, 1947), así como sus notas de campo. Apoyándose en esta
información, Henning Siverts, antropólogo noruego, publica su Oxchuc. Una tribu maya de
México (México, Instituto Indigenista Interamericano, 1969). La culminación de esta corriente
teórica es la obra de Evon Z. V ogt (en español aparecen Los Zinacantecos, publicada por el
Instituto Nacional Indigenista en 1966, y Los Zinacantecos: un grupo maya en el siglo XX,
México, SepSetentas, 1973).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 250
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
236
Uno de los mejores trabajos sobre las implicaciones políticas y culturales del nagualismo es
el de Ester Hermitte (El concepto de nahual entre los mayas de Pinola, en Ensayos de
Antropología, México, Instituto Nacional Indigenista, 1970; y Poder sobrenatural y control
sociaI en un pueblo maya contemporáneo, México, Instituto Indigenista Interamericano, 1970).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 251
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
237
Evon Z. Vogt, obras citadas antes.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 252
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
238
Véase el artículo de Victoria R. Bricker, ''The structure oí classification and ranking in three
highland Mayan communitles", (Estudios de cultura maya, IX: 161-193, México, UNAM, 1973).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 253
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
II
Si la comunidad constituye la unidad social básica donde se agrupan y
organizan los indígenas, sólo por la participación en las instituciones político-
religiosas se convalida la condición de miembro de una comunidad concreta. El
sistema de poder representado por el Ayuntamiento y el de control social
constituido por la estructura sacerdotal, establecen los límites de su acción; son
esos límites precisamente los que definen a la comunidad misma. Debe
subrayarse que no existe necesariamente una correspondencia entre una
comunidad y un territorio; así, en el pueblo de Chamula por ejemplo, sus
miembros han desbordado hace tiempo los límites municipales ocupando
tierras contiguas de otros municipios e incluso formando "comunidades hijas"
un tanto alejadas del núcleo original. Pero en todos estos casos se ha seguido
reconociendo la pertenencia al mismo pueblo de Chamula, y se ha reproducido
también la afiliación a los distintos barrios que lo componen. Por otro lado,
existen comunidades - como la de Cancuc- con la jerarquía política oficial de
agencias municipales, pero internamente con el carácter de Ayuntamiento
regional que presentan particularidades estructurales y culturales similares a
las del resto de las comunidades indígenas de la región.
Como lo indicara Aguirre Beltrán desde 1953, y Alejandro D. MarroquÍn
tres años después, la relación entre las comunidades se establece desde la
ciudad que ejerce el control político y económico por el que se define la región.
Ciudad colonial (tanto en términos históricos como estructurales) y mestiza por
excelencia, San Cristóbal de Las Casas mantiene un intenso intercambio de
bienes con los pueblos indios de la región que, a su vez, la proveen de
alimentos y de materias primas; ella también les vende los servicios, las
artesanías y la parafernalia que necesitan para la celebración de los grandes
ceremoniales comunales y los múltiples rituales familiares y locales. Esa
estrecha interdependencia que se ha creado entre la ciudad y la constelación
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 258
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
piedras "que hablan a una pequeña pastora de Chamula y le piden les sea
rendido culto".
Llevadas a su casa por la niña, se construyó un altar y las personas que
en ella vivían se organizaron como si se tratase de una mayordomía. El culto
se extendió rápidamente y las piedras se convirtieron en una especie de
oráculo que respondía a las preguntas de una creciente multitud ansiosa.
Pronto se construyó un templo y en tomo a él surgió un activo mercado que
atraía cada vez más personas y con ellas más mercaderías y más
compradores.
Los mercados tradicionales de las cabeceras de los pueblos, a los que
los ladinos llevaban sus mercancías, y la propia ciudad ladina, resintieron la
disminución de sus ventas e iniciaron un movimiento que luchando contra aquel
culto indio restableciera su hegemonía amenazada. El enfrentamiento y la
derrota de los rebeldes, aludidos antes, significaron como queda dicho, el fin de
una etapa de estos acontecimientos240.
Importante también es el hecho de que la rebelión haya tenido una
expresión legal, tras la que puede adivinarse una serie de reivindicaciones
étnicas, un tanto encubiertas, puesto que amparados en la recién decretada
Ley de Libertad de Cultos (que forma parte de la estrategia liberal para reducir
el poder del clero católico) reclaman el derecho a tener sus propios santos, su
propio culto y que, en una tumultuosa ceremonia de Semana Santa, llegan
incluso a crucificar a un joven indio para tener así su propio Salvador.
La mayordomía que se organizó en torno al culto de las piedras,
convertidas en bulto sagrado – elemento clave en las religiones
mesoamericanas - pronto creció e incorporó a representantes de numerosos
pueblos circundantes. No hemos podido disponer, desafortunadamente, de
más información sobre sus aspectos particulares por el carácter étnico de
240
La literatura interpretativa sobre la Guerra de castas en Chiapas es muy amplia, sin
embargo los dos autores aludidos, miembros de la sociedad ladina de San Cristóbal Las
Casas, son Cristóbal Molina (War of the Castes: lndian uprisings in Chiapas, 1867-1870, Middle
American Research Institute, Pub. 5, No. 8, 1934) Y Vicente Pineda (Historia de las
sublevaciones indígenas habidas en el estado de Chiapas, Tipografía del Gobierno, 1888).
"Recientemente, Victoria R. Bricker ha trabajado con nuevos documentos, tras de una
cuidadosa búsqueda en diferentes .archivos, véase su The lndian Christ, the lndian king-
(Austin, The University of Texas Press, 1981).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 261
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
241
La base de los datos relativos a los mayos procede del excelente trabajo de J. Carlos
Zazueta M. (Estructura de poder y mecanismos de control interno en una federación de
comunidades indígenas del norte de Sinaloa, ENAH, 1980).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 263
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
III
Desde principios de la década de los años setenta, bajo el aliento
demagógico de la llamada "apertura democrática", pretendió el gobierno
impulsar la creación de un organismo político que incorporara a la totalidad de
la población indígena del país. La intención de algunos funcionarios del
régimen parecía dirigirse a disponer de una base social y de un instrumento de
presión para el manejo de ese sector. Simultáneamente se traslucía U!
inquietud en muchas regiones indígenas debida a la necesidad de obtener
tierras y programas para SI pobladores que resolvieran de hecho la situación
en que se encontraba. El problema que se les planteaba los asesores del
proyecto de creación del organismo aludido era lograr la representatividad
efectiva de 11 pueblos indígenas, sobre todo en términos políticamente viables.
La respuesta se encontró en Ia estructura actual del Consejo Nacional
de Pueblos Indígenas. A su cabeza figura una Comisión Permanente que
desempeña una actividad representativa cotidiana ante las instituciones
gubernamentales de todos los niveles, cuenta con un Parlamento Indígena que
tiene asignadas funciones legislativas y deliberativas no del todo claras (que
posible y paradójicamente no lo sean por el carácter despótico y vertical de la
estructura de poder) y como organismos de base están los llamados Consejos
Supremos, 56 en la actualidad que representan a sus correspondientes grupos
étnicos. Es aquí donde entra en juego la imaginación de los asesores, porque
estos Consejos se han basado en una definición ambigua de lo que constituye
un grupo étnico; el criterio adoptado parece haber sido la identidad lingüística
entendida en términos muy tradicionales, como suponer que todos los que
dicen hablar zapoteco, por ejemplo, constituyen una comunidad de habla,
hecho rotundamente desmentido por los estudios de dialectología realizados
con prolijo rigor técnico por los misioneros del Instituto Lingüístico de Verano,
arquitecto de la política del lenguaje seguida hasta muy recientemente por el
Instituto Nacional Indigenista. El caso de la región tzeltal-tzotzil mencionado
puede ayudar a aclarar lo que intento señalar242.
242
La investigación lingüística realizada por Norman A. McQuown sobre la dialectología del
tzeltal y el tzotzil es una de las más extensas y detalladas de las realizadas en México, véan-
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 264
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
IV
Los comentarios que se presentan a continuación tienen el carácter de
reflexión provisional porque el problema teórico y político de los grupos étnicos
en México exige un análisis cuidadoso con base en la abundante información
existente y, sobre todo, en un manejo pulcro e imaginativo de las categorías
que ofrece el materialismo histórico. El hecho que esencialmente ha
desbordado de su cauce teórico al discurso antropológico en México ha sido el
burdo indigenismo que ha permeado su nacionalismo desde la emergencia del
llamado "Estado revolucionario". A partir de tal ideología se diseñó una política
cultural y, como parte de ella, una política indigenista. En este espacio político
se configura la antropología como una carrera técnica auspiciada por el
gobierno, y en la práctica profesional se vincula a la construcción del
nacionalismo sustentado en diversas manifestaciones, particularmente en la
museografía y la historia antigua.
El aspecto culturalista de la antropología, que caracteriza al periodo de
"desarrollo estabilizador" (1940-1968), ha venido a acentuar las especificidades
étnicas de la población indígena, para lo cual ha sido fundamental el concepto
de "cultura". Así, se ha diferenciado una totalidad - la de la cultura indígena -
que se ha mantenido un tanto impermeable dentro de otra totalidad mayor - la
cultura nacional - implicando en cada una la existencia de cierta
homogeneidad, pero atribuyéndose sobre todo a la cultura indígena una
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 267
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
TEXTO NO. 12
John K. Chance245
William B. Taylor246
244
Originalmente publicado en American Ethnologist, Vol. XII, No. 1, Febrero de 1985. La
versión en español proviene de “Antropología Suplemento”, Boletín oficial del Instituto Nacional
de Antropología e Historia, Nueva Época, No. 14 Mayo-Junio de 1987. Traducción de Marina
López.
245
Universidad de Denver, Colorado, USA.
246
Universidad de Virginia, USA.
247
La investigación de Taylor se ha centrado en Jalisco, la región central de México y el Val le
de Oaxaca. Su material procede del Archivo de la Catedral de Guadalajara (CAAG) el Archivo
de la Audiencia de la Nueva Galicia (AJANG), de la Biblioteca del Estado de Jalisco (BEJ) en
Guadalajara, el Archivo Municipal de Acatlán de Juárez en el Archivo Histórico de Jalisco
(AMAJ), el Archivo General de la Nación (AGN) en la Ciudad de México y el Archivo General de
Indias (AGI) en Sevilla. El trabajo de Chance sobre la Sierra Zapoteca se basa en
documentación procedente del AGN y del AGI, y especialmente del Archivo del Juzgado de
Villa Alta, Oaxaca (AJVA) Las citas de todas las fuentes inéditas de achivo se incluyen en el
texto del estudio y en las notas. Los documentos publicados que se han citado en el texto se
encuentran enlistados en el apartado de bibliografía.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 272
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Modelos etnográficos
Existen cuatro "generaciones" de estudios sobre la jerarquía
cívicorreligiosa mesoamericana. Su estructura general se estableció por
primera vez en las etnografías realizadas en los años treinta y cuarenta de este
siglo, entre los mayas de las-tierras" altas principalmente (Tax, 1937; Wagley,
1949; Bunzel, 1952). Después, en los años cincuenta y principios de los
sesenta, la jerarquía fue sistematizada y analizada como una institución cabal,
como la esencia de la comunidad corporativa cerrada de los estudios de Eric
WoIf (WoIf, 1959; Cámara, 1952; Nash, 1958). En opinión de Nash (1958: 69) y
de Wolf (I959: 216-218), el sistema de cargos es un mecanismo de defensa y
protección de la comunidad ante la intrusión y explotación del exterior. En el
aspecto económico, tiene un efecto igualador sobre la riqueza privada y
constituye el canal más aceptable para las distintas formas de desempeño
personal; desde el punto de vista político, propicia una "democracia de los
pobres" en la cual no se permite a ningún individuo o grupo monopolizar el
poder. De esta manera se desalienta la aparición de distinciones de clase y se
conserva el status qua. Como reza la metáfora de WoIf (1959:216), el sistema
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 274
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
¿Antecedentes prehispánicos?
La especulación acerca del posible origen o de los antecedentes
prehispánicos de la jerarquía cívicorreligiosa data de la segunda generación de
estudios a principios de los sesenta. Como Friedlander (1981: 134) señalaba
hace poco, estas cuestiones han recibido poca atención últimamente, aunque
los problemas siguen sin resolverse. No pretendemos darles solución aquí, tan
sólo sugerir lo que falta por hacerse.
Las indagaciones de los antecedentes prehispánicos del sistema de
cargos han seguido dos caminos. En su artículo de 1961 Pedro Carrasco reúne
evidencias de las crónicas coloniales del área náhuatl del México central,
particularmente de Tenochtitlán. Tomando de los registros etnográficos los
elementos esenciales de la jerarquía o “sistema escalonado”, Carrasco se
remonta a las épocas prehispánica y colonial para encontrar las pistas del
trasfondo prehispánico y del desarrollo colonial del sistema. Empero, Carrasco
subraya que el sistema de cargos es definitivamente de origen colonial y no
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 279
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
248
En su artículo de 1975, Carrasco no postula la existencia de un sistema escalonado o de
cargos durante os inicios de la era colonial; supuestamente, se desarrolló más tarde. En la
conclusión del presente estudio sugerimos la hipótesis de que un sistema civil de cargos existía
en muchas comunidades a fines del siglo XVI.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 280
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
249
Recientemente John D. Early (1983) intentó hacer, con la región maya de la montaña, lo que
Carrasco había hecho con la región central de México (1961). Opinamos que el tratam iento que
Early da a los antecedentes prehispánicos presenta los mismos problemas del estudio de
Carrasco. Pensamos que la información de Early (limitada a siete crónicas publicadas) no basta
para sostener su conclusión de que “los materiales etnohistóricos demuestran que la jerarquía
tiene hondas raíces en el pasado precolombino y que no se trata de una creación de fines de la
Colonia o nacional” (Early, 1983: 200).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 282
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
indagar qué es lo que existía en las comunidades antes de esa época. Más
adelante en este estudio propondremos – como opción más viable – que el
sistema de cargos en Mesoamérica en la época de la Colonia era un sistema
civil.
También se le critica a la hipótesis de Vogt que carece de bases teóricas
lo suficientemente amplias para justificar que el caso del Zinacantán moderno
se use para comprender, por ejemplo, al antiguo Tikal. La integración territorial
de aldeas y centros ceremoniales sería, sin duda, un elemento de tal teoría,
pero queda sin resolver la cuestión de la función del sistema de cargos como
mecanismo de redistribución en la comunidad, de expropiación y de defensa
contra los explotadores extraños. ¿Se pueden aplicar estas instancias a los
mayas del Periodo Clásico? Price (1974) responde a esta pregunta al avalar
explícitamente el modelo de expropiación de Harris (1964). Sin embargo, como
ya hemos visto, la información etnográfica sólo ofrece apoyo limitado a este
modelo (Greenberg, 1981). Más adelante propondremos que el modelo de
expropiación se aplica mejor a situaciones coloniales, perdiendo en gran
medida su cualidad explicativa al aplicarse a otras condiciones.
No obstante lo anterior, coincidimos con Price al considerar que una
teoría general sobre el sistema de cargos – sea este prehispánico, colonial o
contemporáneo – debe basarse en estudios comparativos. En lo que a la época
anterior a la Conquista se refiere, creemos que una comparación intercultural y
una base teórica resultarán más provechosas que la búsqueda empírica
exhaustiva de “antecedentes” en archivos y zonas arqueológicas. En nuestra
opinión, el conjunto de material necesario para llevar a cabo tal obra no será
fácil de obtener. Como dice Price (1974: 462), lo que hace falta es:
Una descripción comparativa más amplia de las instituciones
que operan en diversas sociedades campesina y que hacen las
veces del sistema de cargos mesoamericano.
Cofradías coloniales
Un rasgo característico de los sistemas de fiestas modernos en los
pueblos mesoamericanos consiste en que los servicios prestados para las
celebraciones rituales se consideran cargos, “una gran carga económica”
(Diener, 1978: 103). Los estudiosos divergen en cuanto al propósito que
cumple el patronazgo individual de las fiestas religiosas, apoyando su función
como defensa contra la explotación colonial, o bien como parte de esa misma
explotación, o como ambas; pero la existencia del patronazgo individual se
entiende y se acepta casi unánimemente como un producto del inicio de la
época colonial con probables raíces prehispánicas (Carrasco, 1961: 491-492;
Greenberg, 1981: 16).
La idea común de la historia del sistema de fiestas como una estructura
política y ceremonial autóctona de extracción colonial temprana es, en gran
medida, producto de lo que los etnohistoriadores llamana upstreaming, método
que da por hecho que las características modernas de las sociedades
tradicionales representan estructuras que han permanecido sin cambio durante
largo tiempo. En el caso que nos ocupa, dado que las cofradías o
hermandades católicas seculares, fueron introducidas por sacerdotes
españoles después de la conquista militar, se piensa que el sistema de cargos
– sin duda relacionado con las hermandades religiosas en el siglo XX –
también se originó entonces. La tesis doctoral de Francis Brook de 1976 – el
único análisis extenso sobre las cofradías en la Colonia hecho por un
hoistroiador – sitúa dichas hermandades en el corazón mismo de la identidad
colectiva de las comunidades campesinas. Esta conclusión hace eco a la
interpretación mesiánica de las cofradías coloniales, sin dar evidencia sólida
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 285
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
251
Se puede encontrar más evidencia de que las cofradías estaban formalmente constituidas
después de 1580, en las Relaciones Geográficas de finales de la década de 1570, en donde se
reportaron muy pocas cofradías y otras donaciones religiosas en los pueblos indígenas (PNE
IV, VI). En las secciones 36-37, los reportes varios no especifican hospitales, cofradías o
donaciones; o bien, ignoran estos asuntos totalmente. Hubo excepciones como Zacoalco con
su hospital en 1550 (Ricard, 1933: 156-157), Amatitlán en la jurisdicción de Sayula, Jalisco, con
“una enorme cantidad de pesos” y ovejas (CAAG Cofradías 1594) y los hospitales de pueblo
fundados por Vasco de Quiroga en la década de 1530.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 286
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
aparición de estas cofradías nos hacen dudar que los sistemas de cargos
actuales son una continuación ininterrumpida del patronazgo individual del culto
indígena en tiempos anteriores a la Conquista. Igualmente hace falta
demostrar, en el caso de estas regiones, la idea de que las cofradías antes de
la Independencia de México en la década de 1820 operaban como el sistema
de cargos y eran parte de una escala de prestigio qe enfatizaba el patronazgo
individual de las fiestas por parte de los ricos.
Durante la Colonia, los cargos religiosos se concentraban en las
cofradías, que se fundaron con el fin de organizar el apoyo local del culto y
sufragar los gastos que éste generaba. Dichos gastos incluían comida,
provisiones y demás erogaciones del rito con que se celebraban los días
festivos y que, para la década de 1570, ya estaban bien establecidas (Papeles
de la Nueva España (PNE), 1905: VI: 31; IV: 64): vino y hostias para la misa y
los honorarios del sacerdote por sus servicios. Había cuando menos cuatro
maneras – a veces en combinación – de hacer frente a estos gastos en la
época colonial: 1) mediante contribuciones personales de los miembros
principales de la cofradía (el mayordomo y el prioste); 2) mediante
contribuciones personales de todos los miembros de la cofradía; 3) mediante
contribuciones de todas las familias de la comunidad, especialmente aquellas
en las que todos eran miembros de la cofradía, como al parecer sucedía en las
cofradías de hospital establecidas por los franciscanos; y 4) la renta u otro
producto de la propiedad comunal perteneciente a las cofradías Los registros
del patronazgo en las regiones central y occidental de México durante la
Colonia indican que en la mayoría de los pueblos los gastos se sufragaban con
el dinero derivado de la propiedad comunal. Los réditos de dotaciones de tierra,
terrenos, casas, y particularmente de ganado eran en muchos casos más que
suficientes para cubrir los gastos del rito. El patronazgo individual era
excepcional y se recurría a él como a un pobre sustituto para la manutención
de las capillas vecinales en los casos en que la propiedad comunal no existía,
era insuficiente o desaprobada por los funcionarios españoles.
En Jalisco, las principales cofradías se hallaban contiguas a los
hospitales comunitarios fundados en las parroquias franciscanas a fines del
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 287
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
siglo XVI y principios del XVII252. Los hospitales eran construidos junto a los
monasterios franciscanos, probablemente ya funcionaban hacia 1570 en las
principales cabeceras parroquiales administradas por los primeros
franciscanos, como son Tlajomulco, Cocula, Atoyac, Ajicic, Zacoalco, Sayula y
Tonalá (Códice Franciscano, 1941: 151-160). Muchos otros florecieron bajo la
supervisión franciscana en ladeas subordinadas más pequeñas durante los
críticos años iniciales del siglo XVII, cuando la población indígena de la región
se redujo al 10% del total existente antes de la Conquista253. Por ejemplo, el
cura franciscano de Jocotepec (una parroquia con cabecera anterior en Ajijic
sobre el Lago de Chapala) reportó al examinar los registros oficiales de las
cofradías que mantenían hospitales indígenas en los pueblos de su parroquia
en 1794, que de seis, cinco habían sido fundadas entre 1609 7 1648; Ajijic,
1622; San Antonio Tlayacapan, 1623; San Juan Cosalá, 1622; Jocotepec,
1609; Zapotitlán, antes de 1649; y Soyotlán, 1672.
En sus escritos sobre Jalisco en los años 1640, el padre Antonio Tello
registró la existencia de hospitales en casi todos los pueblos que se hallaban
bajo el cuidado de los franciscanos (Tello, 1942-45, libro III). Estos hospitales
consistían generalmente en uno o dos cuartos para albergar a los enfermos e
indigentes, unidos casi invariablemente a una capilla con su altar y su imagen
de la Virgen María de la Inmaculada Concepción. Con frecuencia los cuartos
estaban construidos alrededor de un agradable patio y jardín. Los gastos del
hospital, su capilla y las fiestas eran cubiertos por la cofradía que para ese
efecto había sido creada en el siglo XVII, y que también estaba dedicada a la
Virgen María. La propiedad de esas cofradías consistía básicamente en
ganado, dinero y tierras. Al principio, por lo general, cada familia donaba una
vaca, un caballo o unas cuantas ovejas, y los miembros activos de la cofradía
contribuían con cuatro reales al año y dejando en sus testamentos propiedades
para a hermandad. En el siglo XVII, cando la población era reducida y la tierra
252
Se puede encontrar una mayor información y documentación sobre las cofradías en Jalisco
durante el periodo colonial en la obra de Taylor (1983). Las referencias de archivo para la
información específica sobre las cofradías coloniales en Jalisco que aparecen en nuestro
ensayo son tomados de Taylor (1983) exceptuando los casos en que las citas se hallan
insertas en el texto.
253
Los indios de Jalisco en cuestión eran conocidos como caxcanes, tecos y cocas.Véase el
mapa frente a la página 26 de López Portillo y Weber (1976).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 288
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
exp. 52). Muy pocas de estas cofradías eran autosuficientes como las de
Jalisco; y la función y el origen de estas cofradías oaxaqueñas estaban
vinculados más estrechamente a la religión. Además de explicar las
declaraciones de poca o nula propiedad en muchas cofradías de pueblos de
Oaxacaque se registran en el reporte del obispo en 1790 (AGN Cofradías y
Archicofradías 18, exp. II). Generalmente en Oaxaca, los párrocos
administraban la propiedad y llevaban los registros, por lo que había menos
oportunidad de confusión sobre si la propiedad de la cofradía pertenecía más al
pueblo que a la iglesia.
Las obligaciones y gastos de las cofradías de Oaxaca se limitaban
estrictamente al pago de los costos de la celebración de la misa y mantener el
abasto de cera para las velas, aceite para las lámparas y vino para la iglesia de
la parroquia. El modesto capital de la mayordomía de las cofradías del Valle de
Oaxaca en 1790, se reducía aproximadamente a cien libras de cera y de 150 a
200 pesos en efectivo El dinero se apartaba para la Semana Santa, para las
fiestas del santo patrono de la hermandad, y para pagar misas ocasionales; no
era capital productivo que se prestara con intereses, o se invirtiera en animales
o propiedades. Muchas otras hermandades carecían totalmente de fondos, y
dependían para su manutención de las limosnas que recababan antes de los
días festivos. Unas pocas cofradías del Valle de Oaxaca, como las de Santa
Ana Zegache, recibían la cosecha de los pequeños maizales trabajados en
comunidad; y, en algunos casos, las hermandades se sostenían con rebaños.
De origen más reciente, modestamente sustentados, sin edificios propios y
destinados a mantener a la iglesia de la parroquia y al sacerdote del pueblo,
estas cofradías de Oaxaca ofrecen un contraste a las hermandades de la
región central de Jalisco y su combinación de hospital y capilla. Si bien en
Oaxaca las cofradías eran pobres y no operaban tanto como institución del
pueblo, las cajas de comunidad, en cambio, sí eran impresionantes, pues
contaban con tierras de cultivo trabajadas por todas las familias y con cofres
comunitarios que contenían cientos, y a veces hasta 1000 pesos en efectivo
reunidos con el producto de la renta de edificios y con las contribuciones
anuales de los tributarios.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
254
Gibson, 1964: 131. El patronazgo de todos los miembros de la cofradía y de limosnas era un
patrón común en las hermandades españolas a finales ….. Sacramento y la Inmaculada
Concepción de abril de 1776 a diciembre de 1777.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 294
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
255
AJVA Civil 1793-1840, exp. 43. El mayordomo de cuatro fiestas anuales de San Cristóbal
Lachirioag, Oaxaca, obviamente había servido por más de un año.
256
Basado en diez casos de CAAG Cofradías y AGI Audiencia de Guadalajara 352.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 296
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
no patrocinaran las fiestas, por lo general no se les pagaba por su labor (CAAG
Cofradías 25 de noviembre de 1822, carta de José Ma. Gil): llevaban registros,
aprobaban contratos de renta, y en general estaban a cargo de la propiedad;
en ocasiones, aprovechaban su puesto para quedarse con unas cuantas vacas
o borregos o con un pedazo de tierra de la cofradía (CAAG Cofradías queja de
Francisco Blas contra sus predecesores; CAAG Cofradías 1779, Alonso
Francisco, indio mayordomo de San Sebastianito, acusado de robar ganado de
la cofradía).
Pero esto es típico de las estructuras comunitarias en las cuales la
propiedad de la cofradía era considerada por los indígenas como propiedad
comunal, la cual también se utilizaba – aunque no exclusivamente – para
mantener el culto. Los fondos de la cofradía podían ser guardados en la
administración del pueblo (CAAG Cofradías 12 de febrero de 1792, cura de
Tabasco). Con frecuencia la cofradía tenía animales pero carecía d etierras, así
que los llevaban a pastar a los ejidos de la comunidad (CAAG Cofradía 1769,
los indios de Tizapan “dijeron que el dinero obtenido de la venta del ganado se
só paa defender las tierras del pueblo que eran usadas por las cofradías”). La
idea de que la propiedad de la cofradía era propiedad comunal en su sentido
más amplio, dio pie a muchas disputas entre curas y feligreses indígenas que
comparecían ante el obispo. A finales del siglo XVII, o tal vez antes, habitantes
indígenas de los pueblos de la región central de Jalisco se referían a las tierras
y a los animales de las cofradías como “nuestra propiedad” y los usaban ara
dar de comer a su gente en tiempos de escasez, o bien vendían animales para
pagar los litigios por las tierras y el deslinde, los tributos indígenas y las deudas
personales, así como para pagar la celebración del culto257. Los sacerdotes
seglares no tardaban en quejarse ante el obispo por esta forma de emplear a
257
Estos usos varios del ingreso de las cofradías están documentados en CAAG Cofradías (por
ejemplo, 11 de noviembre de 1690, investigación del obispo en la cual un mayordomo de
Tizapán admitió haber vendido 37 toros para pagar un viaje de los funcionarios del pueblo a
Pátzcuaro para conseguir las copias de los títulos de propiedad de las tierras para un litigio; 3
de marzo de 1765, carta del cura Pablo Miguel de Quitano de Santa Fe, referente al pago que
hicieron los indígenas, con fondos de la cofradía, de tributos y la compra de licor y el consumo
de la carne de la cofradía en viernes; fardo de registros de la cofradía de Tlajomulco, 25 de
marzo de 1834, el cura de Caxititlán se quejaba de que los mayordomos habían tomado la
propiedad de la cofradía como proia) y AGI Audiencia de Guadalajara 352, el cura de Chapala,
Francisco Pintado, en contra de la venta de animales de la cofradía para pagar el tributo de los
indios.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 297
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
258
CAAG Cofradías, 22 de febrero de 1792 José Antonio González de Hermosillo, cura de
Tabasco, dijo que e mayordomo de la cofradía local estaba distribuyendo ganado entre los
habitantes del pueblo, con el permidso del alcalde indígena; 1683, Juan Tapia, cura de Ameca,
reportó en una carta al obispo que los indios habían tomado posesión de 400 bueyes que
pertenecían a la cofradía.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 298
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
del pueblo, sino la presión ejercida por los sacerdotes seglares para mejorar el
mantenimiento del culto y las políticas administrativas que prohibían la
contribución comunitaria.
261
Evidencia preliminar de la región central de Jalisco indica que el grupo de principales en
algunas comunidades era definido básicamente por el servicio prestado en cargos civiles de
elección. En 1788 la Audiencia de Nueva Galicia señaló que los cargos de principales estaban
destinados a los hombres que habían desempeñado cargos civiles (Moscoso MS (un resumen,
en cuatro volúmenes, de las leyes y veredictos de la Nueva Galicia a finales del siglo XVIII,
localizado en a División de Manuscritos de la Biblioteca del Estado de Jalisco, Guadalajara), vol
I, Fol.. 292 ff.).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 302
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
262
Aparentemente, no era raro que quienes cumplían cargos en la región occidental de México
a finales del periodo colonial incurrieran en gastos rituales. Sepúlveda y H. (1974: 59) señala
que los puestos civiles en el área del Lago de Pátzcuaro, en Michoacán, exigían gastos de
importancia a quienes los desempeñaban. Otro registro de Jalisco en 1817 explícitamente
asienta que los cargos civiles no eran, eneralmente, para quienes tenían granjas para subsistir:
el alcalde indígena de Amatitlán, Quirino de Híjar, necesitó, de acuerdo a los reportes, que se
le ayudara con sus deberes a causa de su pobreza (AJANG Criminal, fardo numerado 1818,
legajo 4, exp. 63).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 304
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
263
Véase Nader (1964) para mayores detalles sobre los cargos civiles en dos pueblos
modernos de El Rincón.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 305
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
264
La división de las tierras comunales está documentada en AMAJ Libro de Títulos de Tierras,
1827-34, en Acatlán de Juárez y Tizapanito, BEJ Moscoso legajos , vol. I, Cuquío, 1791; y Col.
de Acuerdos 1849-80, vol. I: 19, 55, 66, 67, 103-114, 205 para varias comunidades de Jalisco
entre 1824 y 1849.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 309
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Rus & Wasserstrom no registran que a fines del siglo XVIII y principio del XIX,
cuando las cofradías eran demasiado pobres para sostener las fiestas con sus
propios fondos, los pueblos tzeltales y tzotziles recurrieron a patronazgo común
de los cofrades en lugar del patronazgo individual. Por otra parte, si es correcta
su reconstrucción de las tendencias de fines del siglo XIX, la comercialización
de la agricultura en esta región parece ser un factor decisivo en el cambio hacia
el sistema de cargos moderno.
Sin embargo, la información sobre Oaxaca y Jalisco sugiere que el
momento de cambio fue anterior – a fines del siglo XVIII en Oaxaca y de forma
más gradual en Jalisco, entre 1770 y 1850, generalmente al reemplazar las
donaciones para las cofradías y la contribución universal con el patronazgo
individual. Los cambios económicos y demográficos a fines del siglo XVIII y
principios del XIX también fueron importantes: el aumento de la población, la
movilidad horizontal, los mercados de las capitales de provincia en crecimiento
que estimularon la producción comercial de granos y la competencia por las
pocas tierras irrigadas. Empero, la razón inmediata para encontrar a toda costa
una nueva forma de sustentación de las fiestas fue la pugna surgida en la
década de 1770 entre la iglesia, el estado y los residentes de la localidad por
controlar los bienes de las cofradías, así como el fomento de la propiedad
privada a expensas de la propiedad corporativa que surgió tanto en la sociedad
en general como en la política gubernamental entre 1812 y 1860 Ya sea que
los párrocos hayan apresurado la adopción del patronazgo individual en una
época de rápidos cambios económicos y agricultura comercial, o que haya
surgido más lentamente con los precedentes conocidos de patronazgo
individual en otros pueblos, y respondiendo a condiciones que tienen que ver
menos con los curas y la situación nacional a mediados del siglo XIX, el
sistema de cargos y la promoción individual a través del servicio en los cargos
pueden estar estrechamente relacionados con el historial de reformas políticas
y el nuevo gobierno de México entre 1750 y 1850.
Exposición y conclusiones
El análisis anterior cuestiona el popular modelo de un antiquísimo
sistema de cargos mesoamericano, nacido en el siglo XVI y cuya estructura y
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 310
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
265
No alegamos que todas las celebraciones religiosas estuvieran incorporadas dentro del
sistema de cargos por medio del patronazgo individual, ni deseamos implicar que el patronazgo
individual se convirtió en el único método para financiar las fiestas. Una cantidad de variaciones
son, por supuesto, posibles. Por ejemplo, Phil C. Weigand (en comunicación personal) señala
que los huicholes de Jalisco han celebrado dos tipos de fiestas católicas desde principios del
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 311
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
siglo XIX cuando menos. Un tipo es patrocinado por individuos y, en gran medida, forma parte
del sistema de cargos de la comunidad. El otro tipo es patrocinado por la comunidad y no es
parte del sistema de cargos. Con toda seguridad pueden encontrarse más ejemplos
especialmente de patronazgo individual de actividades religiosas en barrios. Queda por verse si
estas actividades de barrio estaban relacionadas con el sistema de cargos. Quizá sea útil
distinguir también entre cofradías comunitarias y cofradías privadas, como lo hace Early (1983:
193). Las cofradías privadas están fundadas y administradas por familias individuales y no se
relacionaban con las jerarquías cívico-religiosas comunitarias. En este estudio no hemos
analizado las cofradías privadas.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 312
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
266
Esto es particularmente cierto en las comunidades contemporáneas en las cuales los
nombres de los antiguos cargos civiles se aplican ahora a los cargos religiosos. En estos
casos, generalmente se ha atrofiado el lado civil de la jerarquía debido a las nuevas estructuras
impueats por gobiernos nacionales (Carrasco, 1952: 30; Cancian, 1967: 284).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 315
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
como un proceso que como una categoría, encontramos que han ocurrido
cambios importantes en su función, y que éstos van unidos a cambios
estructurales de la misma envergadura. Las variaciones en el tiempo son tan
significativas como las variaciones en el espacio; ambos tipos de variaciones
nos parecen ahora ás importantes que hace apenas unos años.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 316
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 319
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
A pesar de todos los desacuerdos que hayan tenido los filósofos y los
políticos en el México del siglo XIX, compartían una misma visión lúgubre de
las minorías étnicas del país: pueblos indígenas oprimidos en virtud de su
aislamiento cultural, debían ser obligados a denegar su herencia comunal y
hacerse partícipes del mundo moderno. Como sus antecesores de la edad de
oro, muchos investigadores de hoy siguen pensando que las comunidades
indígenas no se han hecho parte de la sociedad nacional por haber guardado
aquellas costumbres y tradiciones que habían surgido durante la Colonia, en el
sentido de que se quedaron encapsuladas dentro del orden social feudal.
Algunos especialistas llegan al extremo de alegar que estas mismas
costumbres se convirtieron en los principales agentes de la discriminación
étnica en muchas áreas periféricas (Pozas, 1971; Aguirre Beltrán, 1967;
Stavenhagen, 1969; Collier, 1975; Friedlander, 1973). De acuerdo con esta
teoría, los pueblos indígenas han aceptado, más o menos de manera pasiva,
una serie de prácticas e instituciones que los misioneros y administradores
españoles les habían diseñado. Y entre estas instituciones, los antropólogos,
consistentemente, han dirigido su atención hacia las jerarquías de cargos, es
decir hacia aquellos oficios cívicos y religiosos que
__________________________________________________________
Las jerarquías cívico-religiosas (los sistemas de cargos) han sido frecuentemente el objeto de
estudio de la investigación antropológica en Mesoamérica, en efecto, se ha dicho que juegan
un papel importante en la estructuración y la organización de las comunidades indígenas.
Utilizando evidencias etnohistóricas de los Altos de Chiapas nosotros alegamos que estas
jerarquías emergieron durante la última parte del siglo XIX y el inicio del XX, en respeuesta a
cambios en la economía regional que les impusieron nuevas demandas a los lab oriegos
267
Publicado en American Ethnologist, Vol. 7, No. 3, agosto 1980: 466-478. Traducción de Leif
Korsbaek, quien le agradece a Cristina Rybbertt su corrección de estilo de la traducción.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 321
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Actividad Ganancia
La conversión de 500,000 libras de algodón crudo en 27,500 pesos
100,000 libras de hilo (en el centro de la región tzotzil
y tzeltal)
Producción forzada de 100,000 libras de cochinilla 16,000 pesos
(región zoque)
268
Fuente: AGGG 1937:476-478. Nota: La presente información proviene de testimonio dado
por el asistente personal del alcalde, el teniente, quien declaró que a los productores indígenas
se les pagaba en todos los casos por transportar sus productos a la Ciudad Real o a Chiapas.
Ya que se sabe que este tipo de trabajo por lo regular no fue remunerado, podemos estimar,
sin embargo, que las ganancias del alcalde se acercaban a los 100,000 pesos.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 323
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
carne de res, cera, hierro, acero, tela, metates, lana, sombreros. En algunos
pueblos los alcaldes distribuyen una cantidad mayor de lo que los indígenas
pueden pagar, y en esos casos son obligados a comprar en términos de
desventaja para poder cumplir sus obligaciones. De esta manera, los indígenas
tienen que comprarle al alcalde el cacao a 18 o 20 pesos la carga, si no
cosechan suficiente, no obstante que el alcalde paga solamente diez pesos
(Orozco y Jiménez, 1911). En la cuestión acerca de los tributos e impuestos a
la iglesia, el obispo Polanco es mucho más circunspecto en su crítica; sus
objeciones al sistema de repartimiento tienen en gran medida su origen en el
hecho de que las comunidades indígenas eran cada día menos capaces de
pagar por los servicios eclesiásticos y visitas episcopales. No obstante que la
Iglesia recibía su parte del tributo real que se cobraba en estos pueblos, sus
ministros intentaron muy pronto asegurarse algunos ingresos complementarios.
Para este fin, habían organizado una serie de cofradías, “hermandadaes”,
encargadas del patrocinio de varias fiestas y celebraciones por las cuales
cobraran un gasto extra. Estas cofradía disponían, por su parte, de un capital
que los hermanos por lo general tenían que pedir prestado a un interés del
cinco por ciento anual. De esta manera no se agotaba n el capital ni los
cofrades. Al casarse un joven adquirió una relación de por vida con una de
estas sociedades, y en su momento sería nombrado mayordomo con la tarea
de manejar los asuntos de la cofradía bajo la estricta vigilancia de los prelados
del pueblo (AGGG 1680-1911). Teóricamente, los cofrades indígenas eligieron
anualmente dos (a veces cuatro) nuevos mayordomos. En la práctica, sin
embargo, estos hombres fueron nombrados por su párroco, quien también
presidía en las reuniones de la cofradía y llevaba los libros. En 1793
Zinacantán poseía cinco de estas cofradías, cada una encabezada por cuatro
mayordomos y dotada de un capital de unos 200 pesos Entre ellas le pagaron a
su párroco 185 pesos cada año por la celebración de 58 misas en su nombre
(véase tabla 2; APSC 1793).
Entre 1788 y 1855, por ejemplo, el promedio general de hombres a mujeres fue
relativamente estable en la población municipal. Al mismo tiempo, sin embargo,
la proporción entre adultos se redujo de 0.81 a 0.61 (véase figura 1). Segundo,
aún los hombres que evitaron una muerte prematura en las tierras bajas
pasaron muy poco de su tiempo en el pueblo. Como resultado de eso, el
sistema de cofradía, que dependía de la participación activa de un gran número
de hermanos, empezó a desmoronarse; después de 1870, colapsó por
completo269. A fin de cuentas, ¿quién podía asumir la carga que implicaba la
participación en la cofradía? Aún los mayordomos locales, aparentemente,
encontraron el servicio oneroso o excesivamente exigente: a medio siglo,
solamente doce de estos oficiales (dos de cada cofradía y dos mayordomo-
reyes), o sea, la mitad del grupo original de 22, seguían ocupando sus cargos.
Además, a partir de 1824 las comunidades indíenas no habían pagado diezmos
regulares o tributo: en lugar de tales medidas, las autoridades eclesiásticas
exigieron que los alcaldes y regidores indígenas, los ”oficiales civiles”,
contribuyeran con una suma fija cada mes a sus pastores. No sorprende que
los emolumentos eclesiásticos siguieran cayendo a lo largo del siglo y no
aumentaron sino hasta 1881 (véase figura 2). Enfrentándose a este dilema, los
vicarios locales adoptaron una estrategia que mostró ser al mismo tiempo
adecuada y efectiva. Como los fondos de las cofradías disminuyeron y al final
desaparecieron, dejaron de celebrar muchas de las fiestas que desde tiempos
inmemoriales le habían dado forma y sustancia al ritual público en Zinacantán.
En su lugar introdujeron una serie de nuevas observancias, fiestas dedicadas a
santos poco conocidos, que se volvieron la principal responsabilidad de cada
pareja de mayordomos. Y para asegurar que estas nuevas funciones fueran
fielmente cumplidas, los jueces del pueblo (alcaldes y regidores) se encargaron
de ocupar estos cargos por nombramiento directo270.
269
La información de la siguiente sección proviene de las Cuentas parroquiales de Zinacantan
en la APSC. Es significativo que después de la independencia (1821) el tribute de los indígenas
fue abolido y la carga de mantener a los curas locales fue asumida por los alcaldes, regidores,
mayordomo reyes, mesoneros y mayordomo salinero del pueblo.
270
APSC (1830-1914). Véase en particular las cartas de Bruno Domínguez cura de
Zinacantepec, a Don Miguel Correa y J. Bonifaz, fechadas el 4 de junio, 1867, y el 26 de
febrero, 1868. En esta última comunicación especifica algunas de las dificultades que
experimentó en la organización de un sistema de este tipo.
“A few moments ago, after Mass, the ayuntamiento and schoolteacher of this town arrived at my
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 328
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
MALE ~~~~~FEMALE
70+
65-69
60-64
55- 59
50- 54
45-49
40-44
35-39
30-34
25- 29
20- 24
15- 19
10- 14
5-9
1- 4
than 1
7.0 6.0 5:o 4.0 3:0 2:0 io 0.0 O i: .O 20' 3:0 4:0 5.:o 6:.0 7:10
PERCENT of POPULATION
Fig. 1. The population of Zinacantan by age and sex, 1855 (N = 2032). Source: APSC 1855.
1865 1870 1875 1880 1905
YEAR
(I)
house to inform me for the second time that the State Congress had decreed, among other
things,
the complete dissolution of the mayordomos who serve this holy church, together with the
abolition
of the position of alferez, and because without these it is not possible to prese rve organized
religion
or support the priest with decorum ... I felt it prudent to bring all of this to your attention . .. so
that as soon as possible you might remove me from here in order that this community might
under-
stand how sorely they will feel the absence of their priest”.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 329
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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una jerarquía de oficios escalonados a través de los cuales era posible medir
los logros económicos.
Paradójicamente, tal vez, fue el hecho mismo de que los zinacantecos
no continuaban trabajando como trabajadores eventuales en las plantaciones
que les permitió elaborar su jerarquía en su forma actual. En 1916 el gobierno
revolucionario en Chiapas, ansioso de quitarles a los terratenientes revoltosos
de su base económica, obligaron a los peones indígenas a regresar a sus
comunidades de origen. Al mismo tiempo introdujo una ley laboral que obligaba
a los finqueros locales a pagar a sus empleados al contado y otorgarles
servicios como atención médica y vacaciones pagadas. En esta situación, los
rancheros en el Grijalva empezaron a alquilar tierras cada vez más amplias a
medieros indígenas, hombres que se desplazaron de los pueblos de los altos
por toda la estación de cultivo para limpiar, sembrar, desyerbar y cosechar sus
parcelas. Por supuesto, estos rancheros no tenían obligación legal alguna para
con sus inquilinos, ya que sus milpas podían ser fácilmente convertidas en
pastizales después de un año o dos (Wasserstrom, 1977). Por eso, los
ganaderos de las tierras bajas de nuevo se dirigieron a Zinacantán, solamente
unas horas de caminata alejado de los ranchos más productivos. Este arreglo
se mostró tan exitoso que en 1936 (cuando las autoridades estatales
empezaron a implementar la ley de reforma agraria), virtualmente cada
terrateniente en el centro de Chiapas había adoptado medias similares. Los
zinacantecos eran rápidos para abandonar el trabajo migratorio en el
Soconusco para dedicarse a la aparcería más cerca de su hogar, y
frecuentemente ganaron cuatro o cinco veces más de lo que ganaron los
indígenas en otros municipios, frecuentemente trabajando como jornaleros
empleados por los zinacantecos. En la última instancia fue este ingreso lo que
les permitió a los zinacantecos forjar una jerarquía de cargos religiosos en
competencia que Frank Cancian (1965) observó una década más tarde (véase
también Wasserstrom, 1978b)271.
271
A partir de 1916, un nuevo grupo de oficiales cívicos paulatinamente asumieron las
funciones políticas que los jueces indígenas habían desempeñado. En la actualidad, los
alcaldes y los regidores tienen solamente obligaciones ceemoniales en Zinacantán.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 331
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
272
Unos años antes, el Estado había promovido leyes de vagancia y de impuesto individual,
que les dieron a los jefes políticos amplia libertad para intervenir en asuntos indígenas (véase
GECh, 1880, 1892). Finalmente, el primero de Julio de 1880, la venta de bebidas embriagantes
en las comunidades indígenas (prohibida durante la mayor parte del siglo XIX) fue permitida
ocho años más tarde fue puesto bajo el control de oficiales administrativos.
273
Dos habitantes de Chamula, Mateo Méndez Aguilar (entrevista 21 de abril de 1976) y
Pascual Lòpez Calixto (entrevista 15 de septiembre de 1975), nos dieron información acerca de
este sistema, que se encuentra descrito también en Traven (1950).
274
Méndez Aguilar (entrevista, 21 de abril, 1976); también Salvador López Castellanos
(entrevista, 5 de octubre, 1975).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 332
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
275
López Castellanos (entrevista 5 de octubre de 1975). López Castellanos, quien durante los
últimos 30 años ha actuado como cacique en Chamula, describió este periodo sobre la base de
relaciones que le habían contado su padre y su tío, quienes también habían ocupado puestos
importantes en la comunidad antes de 1920.
276
El Partido de Chamula fue abolido por decreto revolucionario en 1914. Las comunidades
que lo habían conformado fueron declarados municipios libres bao la Ley de Municipios Libres
del mismo año. Simultaneamente oponentes conservadores de los líderes indígenas, que
habían intentado unirse a la revolución, fueron impuestos en Chamula como oficiales
municipales.
277
Guadalupe Toledo López, mayordomo de la finca cafetalera "Maravillas," (entrevista el 27 de
febrero, 1976); Manuel Castellanos Cancino, anterior director estatal de asuntos indígenas
(entrevista 6 de septiembre de 1975); Anastasio Trujillo, enganchador (entrevista, 5 de mayo de
1975).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 333
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
278
López Castellanos (entrevista, 29 de octubre de 1975). Este sistema ha sido descrito
también por Ricardo Pozas (1959).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 334
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
279
El 3 de Julio 1937, la venta de alcohol en comunidades indígenas había sido de nuevo
prohibida por las autoridades estatales. Esta medida fue utilizada después de 1940 para
prevenir que no indígenas se dedicaran a esta actividad y fue selectivamente ignorada para
permitir a los indígenas hacerlo. Véase GECh 1937; y también Castellos Cancino (entrevistas
del 8 de agosto 1975 y del 17 de enero de 1976); Lopez Castellanos (entrevista el 29 de
octubre de 1975).
280
López Castellanos (entrevista el 29 de octubre de 1975); Castellanos Cancino (entrevista el
8 de noviembre de 1975).
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 335
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
281
282
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 336
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
CONCLUSIONES.
A esta altura, se podría especular que después de 1942 los escribanos
municipales de Chamula fueron dirigidos por oficiales cardenistas a ofrecer
voluntariamente sus servicios como cargueros religiosos. Podría ser que estos
cargueros hubieran llegado a apreciar la importancia del ritual público en la vida
política indígena. A fin de cuentas, se podría por lo menos sugerir que ocurriera
un patrón de eventos similar en todas partes de los Altos del centro de
Chiapas. Considere, por ejemplo, la cuestión de las listas de espera que
emergieron tanto en Zinacantán como en Chamula, por razones que tienen
poco que ver con presiones demográficas. Estas listas también llegaron a ser
un rasgo prominente en la vida religiosa en Huistan, donde las autoridades
ladinas en respuesta a conflictos por tierras y condiciones laborales
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 337
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
283
Castellanos Cancino (entrevista, 16 de noviembre de 1975); John Burstein (comunicación
personal, 1976).
284
Jacinto Arias (Communication personal, 1976). El padre de Arias fue el líder político en
Chenalhó durante esos años.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 338
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Notas:
Reconocimiento. This article is dedicated to the memory of Mark Grady, whose untimely death
deprived us of a warm friend and a respected colleague: reposat in pace.
Research for this article was supported in large measure by the Centro de Investigaciones
Ecológicas del Sureste, San Cristóbal, Chiapas, and the Grace and Henry Doherty Foundation
of Princeton, New Jersey, to which our thanks are gratefully extended. Invaluable assistance
throughout the project was provided by Lydia Prieto and Juana Carmona, who patiently
transcribed and prepared many of the documents cited.
1 Information for the following section is taken from the Cuentas parroquiales de Zinacantan in
the APSC. It is significant that, after independence (1821), native tribute was abolished and the
burden of supporting local priests was assumed by the town's alcaldes, regidores, mayordomo
reyes, mesoneros, and mayordomo salinero.
2 APSC (1830-1914). See especially the letters from Bruno Dominguez, cura of Zinacantan, to
Don
Miguel Correa and J. Bonifaz dated June 4, 1867, and February 26,1868. In this last
communication he
details some of the difficulties which he experienced in organizing such a system.
A few moments ago, after Mass, the ayuntamiento and schoolteacher of this town arrived at my
house to inform me for the second time that the State Congress had decreed, among other
things,
the complete dissolution of the mayordomos who serve this holy church, together with the
abolition
of the position of alferez, and because without these it is not possible to preserve organized
religion
or support the priest with decorum ... I felt it prudent to bring all of this to your attention . .. so
that as soon as possible you might remove me from here in order that this community m ight
under-
stand how sorely they will feel the absence of their priest....
7
8
9 Mendez Aguilar (interview of April 21, 1976). In 1942, Ricardo Pozas noted that, until a few
years
before, only such traditional elders might serve important political office (see Pozas 1959).
10
11
12 Lopez Castellanos (interview of October 29, 1975); Manuel Castellanos Cancino (interview
of
November 8, 1975). It is interesting to note that L6pez Castellanos was one of these scribes,
and
Castellanos Cancino was among the officials who chose him.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 340
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
13
14 L6pez Castellanos (interviews of October 29 and October 30, 1975); see also Pozas (1969).
15
16 The information upon which this section is based was drawn from interviews with Salvador
Gómez Osob and Salvador Lopez Castellanos, two of the original scribes, and Manuel
Castellanos Cancino. A more detailed exposition of these events may be found in Rus and
Wasserstrom (in press).
17
18 For details about Cancuc, see Siverts 1965; for Mitontic, see Vicente Lopez Mendez
(interview of
September 29, 1975); for Tenejapa, see Pablo Ramirez Suarez (personal communication, Con formato: Español (España)
1976).
19
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 341
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Referencias citadas:
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1967 Regiones de Refugio. Mexico City: Instituto Indigenista Interamericano.
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1965 Economics and Prestige in a Maya Community. Stanford: Stanford
University Press.
Chiapas, Archivo General del Estado (AGE)
1955 Boletin 4. pp. 113-155. Tuxtla Gutierrez, Chiapas.
1956 Boletin 6. pp. 27-28. Tuxtla Gutierrez, Chiapas.
Chiapas, Archivo Histórico del Estado (AHE)
1819 Sobre Reducir a Poblado a los Oriundos de Zinacantan que Viven
Dispersos en los Montes,
1819. Tuxtla Gutierrez, Chiapas.
Chiapas, Archivo Parroquial de San Crist6bal (APSC)
1793 Informe de la Parroquia de Zinacantan, Alo de 1793. San Crist6bal,
Chiapas.
1830-1914 Correspondencia Parroquial. San Crist6bal, Chiapas.
1832 Padr6n de Zinacantan, Ano de 1832. San Crist6bal, Chiapas.
1855 Padrón de Zinacantan, 1855. San Crist6bal, Chiapas.
Chiapas, Gobierno del Estado de Chiapas (GECh)
1880 De la Vagancia. June 1, 1880. Tuxtla Gutierrez, Chiapas.
1892 La Contrubuci6n Personal. September 14, 1892. Tuxtla Gutierrez,
Chiapas.
1896 Ley Organica del Partido de Chamula. March 24, 1896. Tuxtla Gutierrez,
Chiapas.
1937 Prohibe la Venta y Fabricaci6n de Bebidas Alcoh6licas en Todos los
Pueblos Indigenas.
June 3, 1937. Tuxtla Gutierrez, Chiapas.
Collier, George
1975 Fields of the Tzotzil. Austin: University of Texas Press.
DeWalt, Billie R.
1975 Changes in the Cargo Systems of Mesoamerica. Anthropological
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Friedlander, Judith
1975 Being Indian in Hueyapan. New York: St. Martin's Press.
Guatemala, Archivo General del Gobierno de (AGGG)
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1937 Boletin 2(4). pp. 476-478. Guatemala.
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1911 Documentos Ineditos Relativos a la Iglesia de Chiapas. San Crist6bal:
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1852 Descripci6n Geografica del Departamento de Chiapas y Soconusco.
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 342
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Pozas, Ricardo
1959 Chamula: Un Pueblo Indio de los Altos de Chiapas. Mexico City: Instituto
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digenista.
1971 Los Indios en las Clases Sociales de Mexico. Mexico: Siglo XXI
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1969 Las Clases Sociales en las Sociedades Agrarias. Mexico City: Siglo XXI.
Traven, B.
1950 La Rebeli6n de los Colgados. Mexico City: Cia. General de Ediciones.
Wasserstrom, Robert
1976 El Desarrollo de la Economia Regional en Chiapas, 1530-1975.
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1977 Land and Labour in Central Chiapas: A Regional Analysis. Development
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1978a Population Growth and Economic Development in Chiapas, 1524-1975.
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1978b The Exchange of Saints in Zinacantan: The Socioeconomic Bases of
Religious Change in Southern Mexico. Ethnology 17:197-210.
Wolf, Eric
1955 Types of Latin American Peasantry. American Anthropologist 57:452-471.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 343
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Leif Korsbaek**
Introducción***
Chiapas es quizá la región del mundo más estudiada por los antropólogos,285
sobre todo la región de los Altos de Chiapas. Desde 1940, coincidiendo con la
"industrialización de la antropología",286 se ha desarrollado uUn gran número
de investigaciones antropológicas, sea independientes o dentro del marco de
los grandes proyectos universitarios, la mayor parte de ellos de los Estados
Unidos.287
El best-seller de la antropología mesoamericana es, sin luigar a dudas,
el sistema de cargos, conocido bajo un sinnúmero de seudónimos: la jerarquía
político-religiosa, el sistema de fiestas, el sistema de escalafón de varas, y
otros. Desde su descubrimiento antropológico en 1937,288 este sistema ha sido
objeto de descripciones y análisis antropológicos en la región, y ha sido objeto
de descripciones y análisis antropológicos en la región, y ha sido reconocido en
todos lados.289 El sistema de cargos no se encuentra solamente en Chiapas, ni
siquiera está limitado a Mesoamérica: hay descripciones de sistemas similares
Ponencia presentada en la reunión "Cuarenta años de investigación antropológica en
Chiapas", celebrada en San Cristóbal de las Casas, Chiapas en julio de 1982.
**
Doctor/Antropólogo Social, Universidad de Copenhague.
***
La presente ponencia sintetiza mi tesis de maestría (Leif Korsbaek s.f.a.), y debido a la
limitación de espacio de estilo es un tanto telegráfico y la documentación es mínima. Para
mayor documentación, argumentación y exactitud en la bibliografía véase la citada tesis.
285
Véase las bibliografías Evon Z. Vogt 1977 Y Dolores Aramoni Calderón 1978. Mäs expresivo
es el chiste antropológico que "la típica familia indìgena en los Altos de Chiapas se coMpone de
dos adultos, 5-6 niños y un antropólogo norteamericano".
286
Leif Korsbaek 1981.
287
Véase Henri Favre 1973, introducción.
288
Sol Tax 1937.
289
Es la institución central de la comunidad indígena para F. Cámara 1852; R:N: Adams 1957,
considera a la institución garante del aislamiento de esta comunidad y F. Cancian 1967, la
reconoce como típica de la comunidad indígena. Manning Nash (1958) dice que el sistema de
cargos cumple en las comunidades indígenas la función correspondiente a los sistemas de
parentesco en las tribus africanas y al sistema de clases sociales en la sociedad ladina; el
sistema de cargos es para Michael Kkearney (1972)el esqueleto base de la vida religiosa y
cotidiana en las comunidades indígenas. Sería posible extenderrr esta lista ad nauseam.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 344
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
290
Harry Tschopik 1947.
291
C:J: Erasmus 1967.
292
Existen descripciones detalladas de las siguientes comunidades de los Altos de Chiapas:
Zinacantán, Chamula, San Andrés Larráinzar, San Pedro Chenalhó; Tenejapa, Oxchuc y
Amatenango (véase la bibliografía de Eric Prokosh 1973); y en la misma área cultural pero
geográficamente en las orillas de los Altos están las de Bachajón (Alain Breton 1973) y de
Venustiano Carranza (M. Salovesh 1975).
293
Véase las declaraciones relevantes en INI, 1978.
294
Según el censo de 1970 hay en Chiapas 95,383 indígenas tzoltziles y 99,4112 indígenas
tzelzales, en los Altos; para Evon Z. Vogt (1969) esta población es rotundamente "150,000
indígenas conservadores".
295
Véase Gonzalo Aguirre Beltrán Y otros 1976.
296
Dos han sido ¿?????
297
Alfonso Caso 1948; en A. Caso 1980.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 345
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
El sistema de cargos.
El sistema de cargos ha sido ampliamente estudiado y la cantidad de
material acumulado es impresionante. Juzgado por las palabras de uno de los
patriarcas de este estudio, la acumulación de datos y de interpretaciones se
han realizado en los últimos años: "Cuando yo empecé esta tarea hace 20
años, apenas existían estudios antropológicos de los mayas contemporáneos",
dice Sol Tax.306
Los científicos sociales se han especializado a tal grado que la
comunicaciön entre los diferentes especialistas es mínima, sobre todo entre
aentropólogos e historiadores.307
298
Véase Leif Korsbaek 1981.
299
Sol Tax 1937.
300
Se encuentra una bibliografía razonablemente completa en Leif Korsbaek, s.f.c.
301
Véase bibliografía en Leif Korsbaek.
302
Sobre todo Manning Nash 1958; pero también M. Nash 1961, 1966 y 1967.
303
Se destaca aquí Christian Deverre 1974, 1980; R.Wasserstrom 1976A, 1976B, 1976C, John
Collier 1976; y Gonzalo aguirre Beltrán 1955A, 1967.
304
La situación es parecida a la de E:R: Leach 1954.
305
Alfonso Caso 1939, En Alfonso Caso 1980.
306
Sol Tax 1964.
307
P. Carrasco 1961.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 346
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
308
Sol Tax 1964.
309
P. Carrasco 1961.
310
Véanse Hugo Nutini 1968; c. Gibson 1952, 1955.
311
Véase R. Wasserstrom 1976A.
312
E.E. Evans-Pritchard 1961.
313
A:L: Kroeber 1935.
314
C. Lévi-Strauss 1975 -es solamente una de las expresiones, otras son "folk", "primitive",
"protecnica", "preindustrializada y "bárbara". Abundan las expresiones más o menos científicas
para indicar una manera de vivir distinta a la nuestra.
315
Este rasgo se destaca en prácticamente todas las obras donde se describe y analiza el
sistema de cargos, sobre todo en F. Cámara 1952; R:N: Adams 1957; F.Cancian 1967; Billy
Dewalt 1974. Y en toda la producción de Evon Z. Vogt, notablemente 1961, 1964.
316
M:D: Coe 1965; W:R: Holland 1964; Bárbara Price 1972. de manera menos especulativa en
P: Carrasco 1961; en Alberto Ruz Lhullier 1980 se encuentra una colecciön chistosa de
opiniones de los arqueólogos.
317
Hugo Nutini y Betty Bell 1980; R. Wasserstrom 1967AA; M. Zabala Cubillos 1966 y Eric
Prokosh 1973.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 347
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
La historia de los estudios del sistema de cargos es interesante y Comentado [W46]: Checar formato, es decir, hay desfase en los
tabuladores
significativa para el desarrollo de las ciencias sociales en México. Este
estudio hará referencia a cuatro períodos distintos.318
El primero corresponde a las obras de los primeros historiadores,
cuando formaba parte de una ciencia altamente aplicada, dirigida hacia
la organización de Pueblos indígenas como parte de la política
demográfica de la Corona de España: la erección de las dos Repúblicas,
la de los españoles y la de los indios.319
El segundo período tiene el carácter de un olvido freudiano de "la
patria del c riollo", el indio; 320 lo podemos caracterizar con las palabras
del ministro de Porfirio Díaz: "¿Qué haremos con el indio?, Dejadlo".321
Un artículo de Enrique Florescano contiene un excelente material del
olvido sistemático del indio en un amplio lapso de la historiografía de
México y de Nueva España. 322
Este intermezzo freudiano dio pie al cuarto período: el
"descubrimiento" del exótico sistema de cargos, es decir de sus
elementos, por los que podemos llamar los precursores en la
antropología de Chiapas, respetando así los cuarenta años de
antropología en Chiapas: F: Starr, Franzs Blom, Oliver LaFarge y otros,
en la primera mitad de ese siglo. 323
Finalmente en los años cuarenta, empezó la "industrialización de
la antropología" y la consolidaciön del estudio del sistema de cargos. El
primer trabajo donde se le conoce como tal es el artículo de Sol Tax de
1937, ya mencionado.324 Este artículo habría de propiciar descripciones,
interpretaciones y explicaciones en tres etapas complemetarias. Una de
las obras empíricas que gradualmente llevó hacia la formulación del
318
Véase Leif Korsbaek, s.f.a.
319
Eric Wolf 1959; c.Gibson 1967 - y muchas otras -.
320
Expresión de Guatemala (Severo Martínez Peláez 1971), pero válida en Chiapas también.
321
A. Villa Rojas 1971.
322
Enrique Florescano 1977.
323
En primer lugar F: Starr 1902 y F. Blom y O. Lafarge 1926.
324
En este artículo no se mencionó el carácter nivelador del sistema de cargos - este rasgo no
fue reconocido hasta los años cincuenta: Eric Wolf 1955, 1957, 1959; Manning Nash 1958 y Sol
Tax no utilizó la expresión "sistema de cargos", pero con excepción de estos dos detalles se
estableció la imagen actual del sistema en el artículo de Sol Tax de 1937.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 348
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
325
Véase Leif Korsbaek, s.f.a., para más detalle y documentaciön.
326
Ibid.
327
Ibid.
328
Las excepciones en la literatura son contadas, véase Leif Korskaek, s.f.a.
329
Sol Tax 1937; Eric Prokosh 1973.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 349
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
330
Leif Korsbaek, s.f.a.
331
Melvin Tumin 1952.
332
Véase P. Diener 1978, y la expresión "numen", heredada de H. Otto, en Jacinto Arias 1975.
También la producción prácticamente total de Evon Z. Vogt.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 350
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
333
Véase R.:N.: Adams 1956; F: Cámara 1952; F. Cancian 1967; Willy Dewalt 1974; en primer
plano. Pero la tendencia es general.
334
Como lo llama R. Wasserstrom 1976C.
335
Gonzalo Aguirre Beltrán 1940.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 351
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
336 Durante varios años fue responsable de la línea teórica del INI y de su
implementación.
Sus trabajos tienen relevancia para la problemática chiapaneca, donde
se sustenta una gran parte de su experiencia y tiñe su visión de la problemática
en general. 337
Antes de retomar la posición teórica de Aguirre Beltrán es menester
hacer referencia a la discusión de este modelo en 1982, definido en 1967 y sin
duda pensado e implementado con anterioridad -políticamente-.
Podemos considerarlo como un ejercicio académico, pues el cambio de
director general del INI y la celebración del II Congreso Nacional de Pueblos
Indígenas en febrero de 1977 han significado también un cambio de Política.
338Como tal, representa una contribución al estudio histórico de las instituciones
de México y al estudio teórico de sus doctrinas.
O bien puede afirmarse que el problema no es del indígena, sino del
desarrollo de México, donde el indígena por el hecho de existir se encuentra en
una posición desventajosa. El indígena no formuló el problema, nada más
cometió el crimen de nacer y la atrocidad de conservar su idioma, viviendo en
su comunidad y respetando sus propios valores (como nosotros). Visto así,î el
problema del indígena, no está aislado, y no se puede escoger una solución u
otra sin considerar la estructura total en la cual se inscribe al iIndígena y su
problema. El problema del indio representa sólo un aspecto de una crisis
mucho más amplia, y las diferentes líneas y soluciones dadas de sexenio en
sexenio con modalidades de una misma línea (o falta de ella). El nuevo
indigenismo en el modelo de Aguirre Beltrán. 339
El problema es, según Aguirre Beltrán, que "en el mismo territorio del
mismo país convivían, una al lado de la otra, dos sociedades fundadas en
principios y prácticaas económicas distintas:
336
Gonzalo Aguirre Beltrán, ha escrito teoríóricas sobre el indigenismo (1955B, 1967, y otras
muchas más), poléèmicas (1975, 1976 son títulos típicos), históriicos (1953); otras son las
personas que han dirigido, pero la mayor parte de su obra se refiere al indigenismo y a sus
problemas teóricos y prácticos.
337
Véase Gonzalo Aguirre Beltrán y otros 1976.
338
Véase INI 1977; y Ruth Arboleyda y Luis Vázquez 1979.
339
Véase A. Warman y otros 1971; Guillermo Bonfil 1979.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 352
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
340
El modelo de Gonzalo Aguirre Beltrán es una variación del famoso modelo de "economía
dual" del economista holandés J:H: Boeke (1942,1953). El modelo se ha vuelto sumamente
popular en México, en primer lugar debido a la formulaciön de Pablo González Casanova
(1965).
341
El modelo de Gonzalo Aguirre Beltrán es una variación del famoso modelo de "economía
dual" del economista holandés J:H: Boeke (1942,1953). El modelo se ha vuelto sumamente
popular en México, en primer lugar debido a la formulaciön de Pablo González Casanova
(1965).
342
Bondad que no salta a la vista en la crisis económica de hoy.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 353
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
343
En la obra de Gonzalo Aguirre Beltrán se considera a la reforma agraria como un fait
accompli. Del menos famoso "amparo" no se dice nada (Véase R. Stavenhagen y otros, 976) y
del hecho que los 44 predios más grandes de Chiapas ocupan 25% de la tierra del estado no
se hace menciön (véase R. Wasserstrom y Fernández 1977), y tampoco del predio más grande
de Chiapas, que hoy es mayor a 121,000 hectáreas (véase C. Deverre 1980).
344
Gonzalo Aguirre Beltrán cae claramente dentro de la categoría "culturalista".
345
Leif Korsbaek 1982.
346
Henning Siverts 1964.
347
Henning Siverts 1960, 1969A, 1969B.
348
Sobre todo M. Salovesh, 1975.
349
Estudios de las "escuelas" de la Universidad de Chicago y de Manchester.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 354
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
350
Véase Leif Korsbaek, s.f.a.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 355
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
351
Véase Gonzalo Aguirre Beltrán y otros 1976; y U. Köhler 1975.
352
En Leif Korsbaek, s.f.a. Se encuentra una bibliografía exhaustiva de la literatura sobre San
Juan Chamula.
353
J. Collier 1976; R. Wasserstrom 1977.
354
R. Wasserstrom 1977.
355
Martha Turokk 1980.
356
Martha Turokk 1980.
357
R. Wassersstrom 1976A.
358
R. Pozas 1952; Henri Favre 1965.
359
Sol Tax 1937.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 356
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
360
Eric Wolf 1955, 1957, 1959.
361
Jan Rus 1975.
362
La documentación se presenta en Leif Korsbaek, s.f.a.; Leif Korsbaek 1981.
363
Véase R. Pozas 1952; R. Wasserstrom 1976B.
364
Andre Aubry 1980; U. Köhler 1975.
365
Véase Henri Favre 1973.
366
Véase R. Pozas.
367
No hay cifras exactas sobre la presencia de mercancías, pero un indicador es que el
municipio en su condición actual produce sólo el 11% de los granos que se consumen, R.
Wasserstrom 1977.
368
R. Wasserstrom 1976D, 1977, 1980.
369
Gonzalo Aguirre Beltrán 1967; Manning Nash 1967.
370
Los turistas pagan a la entrada a Chamula 10 pesos a las autoridades; no sé cuantos
turistas entran durante un año, pero son muchos.
371
R. Pozas1952, 1977.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 357
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
372
R. Wasserstrom 1977, 1980.
373
Véase Evon Z. Vogt 1973.
374
R. Pozas 1977; H. Favre 1963A, 1963B; Gary Gossen 1974; Evon Z. Vogt 1973.
375
R. Wasserstrom 1980.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 358
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
376
Jan Rus 1975.
377
Gary Gossen 1977; R. Pozas 1978.
378
Gary Gossen 1974.
379
Véase Evon Z. Vogt 1973; Jan Rus 1975.
380
Juan Jaime Manguen y otros 1978.
381
Véase Evon Z. Vogt 1973; para una descripción de este evento.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 359
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
382
Otra expresión de Guatemala (de Rubén Reina 1966) pero con la misma validez en
Chiapas.
383
Leif Korsbaek, s.f.a.; Pablo Iribarren 1980.
384
Juan Jaime Manguen y otros 1978.
385
Henning Siverts 1969 A.
386
Véase Jan Rus y R. Wasserstrom 1981.
387
Véase R. Wasserstrom 1976b; Juan Jaime Manguen y otros 1978.
388
Juan Jaime Manguen y otros 1978.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 360
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
389
Véase f. Cancian 1967; Billy Dewalt 1974. Ejemplos de un sistema de cargos marginado se
encuentran en M. Salovesh 1975 y E. Heermitte 1970.
390
Expresión de Gonzalo Aguiire Beltrán en otra obra 1955B.
391
Véase F. Cancian 1967; Billy Dewalt 1974. Ejemplos de un sistema de cargos marginado se
encuentran en M. Saloveshh 1975 y E. Hermitte 1970.
392
R. Pozas 1977.
393
Ibid.
394
Ibid.
395
Evon Z. vogt 1973; Gary Gossen 1974.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 361
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Conclusión.
Para explicar este fenómeno es posible sugerir cuatro conclusiones
interrelacionadas sólidamente.
Para la primera el material empírico no confirma las predicciones de
Aguirre, y por lo tanto invalida su modelo de integración. En lugar de
desaparecer el sistema persiste; sin disolverse, ahora es más monolítico.
Chamula ha cambiado, pero la modernizaciön no ha tomado la direcciön
esperada por Aguirre; se ha vuelto un pueblo más cerrado y tradicional. Como
se ha mostrado en otro artículo, Chamula es un perfecto ejemplo de "closed
corporate peasant community", en los términos de Eric Wolf, 396 pero los datos
indican que Chamula no es un "closed" ni un "corporate", o "peasant"; apenas
si "community" 397no obstante cumplir todos los requisitos del modelo.
Para la segunda conclusión, las observaciones de Ricardo Pozas en los
años cuarenta en Chamula, consideradas como los primeros pasos de un
proceso de cambio en el sentido y la dirección del desarrollo de la comunidad,
no fueron en la direcciön supuesta (la putrefacción del espíritu tribal y la
desintegración de las instituciones que los sostenían), sino en otra, no menos
importante y en esencia diferente.
La tercera conclusión; ¿Cuál fue el proceso cuyos primeros pasos
observó Ricardo Pozas años después del cardenismo? La formación de clases
sociales dentro de la comunidad indígena; a la zaga de las reeformas y del
ajuste parcial del sexenio de Cárdenas. Con la seguridad y los recursos
entregados a la comunidad, y con el acceso a un excedente antes canalizado
hacia fuera se desarrolló una nueva burguesía dentro de la comunidad misma.
La cual se apoyaba en los privilegios económicos - y políticos - antes
reservados para los pocos ladinos de la comunidad y los de fuera. Esta
burguesía se encontraba en una situación muy delicada: tenía en contra la
burguesía ladina, ya consolidada y con mejores contactos en los centros del
poder nacional. La nueva burguesía indígena en Chamula (como en los demás
pueblos indígenas de los Altos de Chiapas) tenía que defender sus intereses y
396
Leif Korsbaek 1982.
397
En varias ocasiones he recomendado un cambio del concepto "cultura"c al de "ideología":
Leif Korsbaek 1979, s.f.c., s.f.d., s.f.e.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 362
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
privilegios contra esa burguesía ladina, y para este fin movilizó todos los
medios a su alcance. Como se ha constatado, el sistema de cargos es
efectivamente el centro del poder en la comunidad; hacia fuera define a la
comunidad como un grupo monolítico, distinguiéndola de la sociedad ladina. La
solucióön de la nueva burguesía indígena fue utilizar este sistema como apoyo
para la defensa de sus privilegios contra los competidores inmediatos, la
burguesía ladina. Como se ve en los hechos, 398 eso no se logró sin crisis y
contratiempos, pero los nuevos dueños del poder salieron victoriosos de la
lcucha, en alianza con los antiguos dueños del poder en la comunidad; que
hasta hoy detentan.
En fin, la esencia del desarrollo en Chamula, en los cuarenta años aquí
considerados, es el surgimiento de clases sociales en el seno de la comunidad
indígena. esoEso es absurdo y trágico en el contexto de la antropología y del
indigenismo.
Absurdo porque la antropología no está preparada para registrar la
existencia de clases sociales en su objeto de estudio, el ambiente indígena; y
tampoco para estudiar la formación de estas clases: dejando completamente
fuera de su alcance el proceso histórico de su transformación.
Y trágico porque este proceso ha tomado lugar guiado, respaldado y
fomentado por una antropología aplicada - es decir el indigenismo - que postula
la inexistencia de clases sociales en su objeto de estudio, el ambiente indígena,
y carece por completo de conceptos teóricos para captar este proceso.
Estas observaciones no son aisladas; Henri Fravre, R. Wasserstrom y
Jan Rus las han anticipado en Chamula,399 Waldemar Smith en Guatemala
occidental 400 Paul Diener en Guatemala oriental 401, y Michael Howard en
Belice.402 En Tlaxcala un observador tan ortodoxo como Hugo Nutini también lo
ha constatado.403
La cuarta conclusión es la más importante. A la pregunta: ¿Por qué
escapó un proceso - donde la comunidad indígena se transforma sin
398
Véase Jan Rus 1975; Evon Z.Vogt 1973.
399
H. Favre 1973; R. Wasserstrom 1976A; Jan Rus 1975.
400
Waldemar Smith 1978.
401
Waldemar Smith 1978.
402
Waldemar Smith 1978.
403
Paul Diener 1978.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 363
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
404
Evon Z. Vogt 1971.
405
P. Carrasco 1961.
406
R. Adams 1961.
407
Carlos Marx 1971.
408
John Beatie 1964.
409
Jacinto Arias 1975.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 364
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
410
Véase R. Stavenhagen 1969; para una discusión de clases sociales y estratificación.
411
Leif Korsbaek 1981.
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LEIF KORSBAEK, EDITOR: 372
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
ZABALA, C.M.
1966 “Instituciones políticas y religiosas de Zinacantán”, Los
Zinacantecos, E:Z: Vogt (ed.), INI.
Leif Korsbaek.
412
Existe ya un apreciable acervo de trabajos comparativos que presentan el sistema de
cargos en términos generales; las más importantes de estas introducciones generales están al
punto de ser publicadas en una antología Introducción al sistema de cargos. Feernando
Cámara, Religious and Political Organization de 1952; Manning Nash, Political Relations en
Guatemala de 195888; Eric Wolf, The Social Organization of the Indian Communities in
Mesoamerica de 1959; Political and Religious Organization de Frank Cancian de 1967; a estas
se puede agregar 'Cambio en los sistemas de cargos en Mesoamérica' en América Indígena,
Vol. XXXIV, Num.2, 1974, pp.531-550.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 373
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
413
La lista de descripciones de los sistemas de cargos en Chiapas es casi interminable; se
citan las más importantes en El funcionalismo en la etnografía tezeltzal-tzoltzil, UNACH, Tuxtla
Gutiérrez, 1978, Jan Rus & R. Wasserstrom: 'Civil Religious Hierarchies in Central Chiapas: A
Critical Perspective', American Ethnologist, Vol. 7, Num. 3, 1980, pp. 466-478, y Andrés
Medina, 'Los sistemas de cargos en los Altos de Chiapas y la antropología culturalista' Anales
de Antropología, UNAM, VOL. XXI, 1984, PP. 79-101.
414
Jacinto Arias, El mundo numinoso de los mayas, SEP-70NÚM. 70, México, 1970. Con formato: Fuente: Cursiva
415
Melvin Tumin, Caste in a peasant Society: A Case Study in the Dynamics of Caste,
Con formato: Fuente: Cursiva
Princeton, 1952.
416
Bety Starr, Ceremonial Structure in the Present-day Maya Area, University of Chicago, Con formato: Fuente: Cursiva
Master's research paper, Microfilm Collection of Manuscripts on Middle American Cultural
Anthropology, Núm. 131, México, 1949.
417
La antropología política es el patito feo de las especialidades antropológicas y todos
parecen estar de acuerdo en que es la especialidad más precariamente desarrollada y el
benjamín del conjunto, nacida con la publicación African Political Systems (de Meyer Fortes & Con formato: Fuente: Cursiva
Evans-Pritchard) en 1940; sin embargo, causó algún malestar en círculos antropológicos
cuando uUn politólogo, David Easton, declaró en 1959 que la antropología política realmente
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 374
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
El Sistema de Cargos.
El sistema de cargos fue descrito como una institución en su propio derecho
por primera vez, en un artículo de suma importancia, en 1937.420 Desde
420
Sol Tax, "The Municipios of the Midwestern Highlands of Guatemala", American
Anthropologist, Vol. 39, 1937; pp. 423-444. El artículo de Sol Tax constituye el el capítulo 4 de
la Introducción al sistema de cargos.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 376
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
421
Esta descripción es de mi tesis de maestría The Cargo System in San Juan Chamula: a Con formato: Fuente: Cursiva
Scientific Paradigm and an Indian Reality. Se encuentra también conformando el capítulo 2 de
la Introducción al sistema de cargos. Con formato: Fuente: Cursiva
422
El consenso explicativo del sistema de cargos es discutido como 'el paradigma del sistema
de cargos' en el capítulo 10 de la Introducción al sistema de cargos. Con formato: Fuente: Cursiva
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 377
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
423
Eric Wolf, Pueblos y culturas de Mesoamérica, Ed. ERA, 1967, p. 104.
424
Ibidem, p. 195.
425
Ibidem, p. 192.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 378
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
En esta evaluación del sistema de cargos coincide perfectamente Gonzalo Con formato: Justificado
426
Frank Cancian, Economía y prestigio en una comunidad maya, Instituto Nacional
Indigenista, Monografía de Antropología Núm. 50, 1976, p. 20.
427
Evon Z. Vogt, "Réplica estructural y réplica conceptual en la cultura zinacanteca", en E. Z.
Vogt, comp., Los zinacantecos, INI, Núm. 7, 1966, p.129. Con formato: Fuente: Cursiva
428
Gonzalo Aguirre Beltrán, Regiones de refugio, SEP-INI, N{um. 17, 1973, p. 198.
429 Con formato: Fuente: Cursiva
Ya que la identidad étnica es casi siempre una identidad de comunidad (debido a más de
400 años de gobierno que concientemente ha intentado fragmentar la presencia indígena) es
evidente que el sistema de cargos; en su calidad de institución que define los linderos de la
comunidad, será uno de los elementos estratégicos para la definición y mantenimiento de la
identidad étnica. Yo he criticado algunas de las posiciones de la antropología, en lo que se
refiere al análisis de la identidad étnica, en una ponencia, 'La cara negativa de la antropología
mexicana', presentada en el primer Encuentro Nacional de Estudiantes de Antropología, UAM
Iztapalapa, enero de 1988.
430
Gonzalo Aguirre Beltrán, op. cit., p. 199.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 379
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Los ordenamientos, las solicitudes y exigencias que las autoridades foráneas Con formato: Justificado
les imponen llegan a ellos a través del cuerpo de intermediarios. Este cuerpo
actúa a la manera de un tapón o amortiguador que defiende a los indios del
contacto con el poder y las estructuras supralocales.432
Pero es válido también para el lado religioso del sistema de cargos. En Con formato: Justificado
Entre la visión del mundo de la comunidad indígena – que sincretiza conceptos Con formato: Justificado
La comunidad se relaciona con los supernaturales a través del gobierno Con formato: Justificado
431
Ibidem, p. 209.
432
Ibidem.
433
Ibidem, p. 212.
434
Ibidem, p. 211.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 380
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Y cuarto, el sistema de cargos define el estado normal, justo y deseable Con formato: Justificado
Cuando la nación está en condiciones de hacer aun lado la jerarquía Con formato: Justificado
intermediaria y entrar en tratos directos con los integrantes del grupo étnico,
ésta deja de constituir una comunidad indígena, sociológicamente considerada,
y se integra verdaderamente en la sociedad y en la política nacionales.435
Hasta este punto todo en el estudio antropológico del sistema de cargos Con formato: Justificado
es armonía y consenso; en efecto, la abrumadora ¿qué?de la región están Comentado [W48]: Aquí falta algo
435
Ibidem, p. 210.
436
La disidencia se mostró primero en la antropología económica, con la tesis doctoral de
Frank Cancian, posteriormente publicada como Economía y prestigio en una comunidad maya, Con formato: Fuente: Cursiva
luego se extendió a cubrir los fundamentos teóricos y metodológicos de la antropología, como
se desprende del libro. De eso que llaman antropología mexicana, son artículos de Mercedes Con formato: Fuente: Cursiva
Olivera, Arturo Warman, Margarita Nolasco, Enrique Valencia y Guillermo Bonfil. (ENAH, 1970),
y se puede mencionar también la crítica a la antropología que hace el etnólogo francés Henri
Favre en la introducción a su Cambio y continuidad entre los mayas de México, publicado Con formato: Fuente: Cursiva
originalmente en francés en 1971.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 381
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Todos los antropólogos están de acuerdo en que esta institución es tanto Con formato: Justificado
437
Henri Favre, Cambio y continuidad entre los mayas de México, S. XXI, México, 1973, pp. Con formato: Fuente: Cursiva
263-264.
438
Calixta Guiteras Holmes, Los peligros del alma: visión del mundo tzoltzil, FCE, México, Con formato: Fuente: Cursiva
1965, p.71.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 382
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Evon Z. Vogt asume también esta posición en su trabajo, que en mi Con formato: Justificado
La distinción entre los dos asuntos que los edificios simbolizan, es bastante real Con formato: Justificado
439
Evon Z. Vogt, Gods and Politics in Zinacantán and Chamula, Ethnology, Vol. XII, 1973, pp. Con formato: Fuente: Cursiva
99-114. Con formato: Fuente: Cursiva
440
Ricardo Pozas, Chamula, INI, Clásicos de la antropología mexicana, Núm. 1, México, 1987.
441
Gary Gossen, Chamulas en el mundo del sol, Instituto Nacional Indigenista, México, 1982. Con formato: Fuente: Cursiva
442
Frank Cancian, Economía y prestigio en una comunidad maya, op. cit., p. 39. Con formato: Fuente: Cursiva
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 383
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
En consecuencia, “podrá decir que un cargo jamás es absolutamente Con formato: Justificado
De acuerdo con el principio de separación entre la iglesia y el Estado en Con formato: Justificado
Ulrich Köhler comparte también esta posición en su trabajo de San pablo Con formato: Justificado
443
Henning Siverts, Oxchuk, Instituto Indigenista Intramericano, México; 1969, pp. 151-152. Con formato: Fuente: Cursiva
444
Manning Nash, Political Relations in Guatemala, op. cit., p. 67.
445 Con formato: Fuente: Cursiva
W. R. Holland, Medicina Maya en los Altos de Chiapas, INI, Monografía antropológica Núm.
2, 1963, p. 58. Con formato: Fuente: Cursiva
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 384
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
446
Ulrich Köhler, Cambio cultural dirigido en los Altos de Chiapas, SEP-INI, Núm. 42, 1975, p. Con formato: Fuente: Cursiva
52.
447
Gonzalo Aguirre Beltrán, op. cit., p. 191.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 385
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
448
De mi parte se desprende esta oOpinión - en algunos casos con un poco de arrogancia
adolescente- por ejemplo, en 'Chiapas, tierra de conquista: la triste e increíble historia de la
antropología en Chiapas" en Historia y Economía, Núm. 27, Mérida, 1981, pp.24-40, y 'El
desarrollo del sistema de cargos de San Juan Chamula: el modelo teórico de Gonzalo Ag uirre
Beltrán y los datos empíricos', en Anales de Antropología, UNAM, Vol. XXIV, 1987 pp. 215-242.
Más a caso viene tal vez un artículo mío no publicado donde critico el concepto de Closed
Corporate Peasant Community con base en los datos de San Juan Chamula; Chamula es un
perfecto ejemplo de una 'comunidad campesina corporativa cerrada corporativa'' según los
criterios de Eric Wolf, sólo tiene cuatro problemas: no es cerrada, no es campesina, su carácter
de comunidad es problemático y lo corporativo no sirve para explicar la dinámica de San Juan
Chamula, más bien requiere explicación.
449
Es el caso en el trabajo y amencionado de Bety Starr, y también en monografías tempranas
de Ruth Bunzel: 'Chichicastenango' de 1952 (originalmente publicado en alemán en 1937); La
Farge & Byers, 'The Year Bearer's People' de 1931; Maud Oakes, 'The Two Crosses of Todos
Santos: Survivals of Mayan Religious Ritual' de 1951; La Farge , 'Santa Eulalia: The Religion of
a Cuchumatan Indian Town' de 1847; Frans Blom & la Farge, 'Tribes and Temples' de 1925;
Charles Wagley 'The Social and Religious Life of a Guatemalan Village' de 1949.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 386
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Es probable que las tres zonas contiguas del Petén, los Cuchumatanes y los Con formato: Justificado
450
Notablemente el trabajo de Manuel Zabala Cubillos.
451
Henri Favre, op. cit., p. 19-21.
452
Evon Z. Vogt & Alberto Ruz L., comps.: Desarrollo Cultural de los Mayas, op. cit. Con formato: Fuente: Cursiva
453
Evon Z. Vogt, 'Algunos aspectos de patrones de poblamiento y organización ceremonial de
Zinacantán', en los Zinacantecos, SEP-INI, Núm. 7, 1966, p.80.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 387
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Esta creencia en la relativa inmovilidad de la cultura maya y de las Con formato: Justificado
La persistencia, en los Altos de Chiapas, de comunidades indígenas que Con formato: Justificado
454
Robert M. Adams (en la terminología de Carlos Navarrete: 'Adams, el bueno'), 'Changing
Patterns of Territorial Organization in the Central Highlands of Chiapas: a Critical Perpecctive',
American Ethnologist, 1981, pp. 466-478.
455
Acerca del concepto de secularización en general, véase M. Hill: 'La secularización:
diversidad de significados' en Sociología de la Religión, (Madrid, 1976), cap. 1, pp. 285-314. En Con formato: Fuente: Cursiva
lo referente al sistema de cargos en particular, Judith Friedlander, The Secularization of the
Con formato: Fuente: Cursiva
Cargo System, Latin American Research Review, Vol. 16, 1981, p.p. 132-143.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 388
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Como un primer paso hacia la tarea de discutir la relación entre lo Con formato: Justificado
458
Eric Wolf formuló su importante concepto Closed Corporate Peasant Community en su
'Types of Latin American Peasantries', American Anthropologist, 1955, 'Closed Corporate
Peasant Communities in Mesoamerica and Central Java', Southwestern Journal of
Anthropology, 1957, y en su introducción al estudio del campesinado Peasants de 1966; Evon
Z. Vogt usa la expression 'indios tradicionales' en casi todos sus trabajos; por ejemplo, en su
magna obra Zinacantan, Harvard, the Bellknap Press, 1969; Sol Tax introduce el concepto de Con formato: Fuente: Cursiva
Vacant nucleus town en su artículo de 1937 anteriormente citado.
459
En los contados intentos de un resumen regional de las comunidades no se encuentra
ningún esfuerzo por distinguir entre las diferentes comunidades, invariablemente se clasifican
juntas subrayando las diferencias; se puede mencionar a Gonzalo Aguirre Beltrán, Regiones de Con formato: Fuente: Cursiva
Refugio; Eric Prokosch, Gobiernos indios tradicionales en los Altos de Chiapas, Estudios de
Con formato: Fuente: Cursiva
Cultura Maya, IX, 1973, pp. 151-160. Henri Favre, Cambio y continuidad entre los mayas de
México, op. cit.; Robert Wasserstrom, White Fathers, red Souls: Indian-Ladino Relations in Con formato: Fuente: Cursiva
Central Chiapas 1528-1975, dis. doct., Harvard, 1976, Jan Rus & Robert Wasserstrom, 'Civil- Con formato: Fuente: Cursiva
Religious Hierachies in Central Chiapas: Acritical Perspective', American Ethnologist, 1981, pp. Con formato: Fuente: Cursiva
466-478.
460
Evon Z. Vogt invoca en su 'Gods and Politics in Zinacantan and Chamula' Ethnology, Vol.
XII, 1973, pp. 99-114, el método de comparación controlada de Fred Eggan, presentado en su
'Social Anthropology and the Metod of Controled Comparison', American Anthropologist, Vol.
56, 1954, pp. 743-764...
461
Un comentario lúcido se encuentra en el artículo Evans-Pritchard, 'Anthropology and
History', en su Essays in Social Anthropology, Londres, 1961, pp. 46-65.
462
Eric Prokosch, 'Gobiernos indios tradicionales en los Altos de Chiapas', Estudios de Cultura
Maya, Vol. IX, 1973 pp. 151-160; Manuel Zabala Cubillos, 'Instituciones políticas y religiosas de
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 390
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Es relevante también mencionar la obra de Gonzalo Aguirre Beltrán, Con formato: Justificado, Sangría: Primera línea: 1.24 cm
Zinacantán', Estudios de Cultura Maya, Vol. I, 1961; pp. 147-159; Robert Wasserstrom, Red
Fathers, White Souls: Indian-Ladino Relations in Highland Chiapas, 1528-1973, Dis. Doctoral,
Harvard University, 1977.
463
La única historia de Chiapas , de Manuel Trens, de 1957, es una historia tan institucional
que más bien se puede llamar 'historia prescriptiva' que 'historia descriptiva' , y no le otorga
para nada un lugar a la población indígena; el único intento de escribir una historia de Chiapas
donde los indígenas ocupen un lugar significativo es la introducción a Cambio y continuidad Con formato: Fuente: Cursiva
entre los mayas en México de Hhenri Favre...La doctora Angélica Inde, directora del archivo de
la Catedral de San Cristóbal de las Casas tiene en preparación una historia de Chiapas.
464
Véase en particular Desarrollo cultural de los mayas recopilado por Evon Z. Vogt & Alberto Con formato: Fuente: Cursiva
Ruz Lhullier, UNAM, México, 1964.
465
Publicado en 1952, en inglés, en Sol Tax, comp., Heritage of Conquest, es el capítulo Núm 5 Con formato: Fuente: Cursiva
en la Introducción al sistema de cargos. Con formato: Fuente: Cursiva
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 391
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Las alturas varían aproximadamente de 2,300 a 400 metros sobre el nivel del Con formato: Justificado
En lo referente a las actividades productivas, nos dice Ulrich Köhler que Con formato: Justificado
466
Publicación Núm. 24 del Middle American Research Institute de la Tulane University en New
Orleáns; véase mi crítica de este simposio en la introducción a la antología del sistema de
cargos.
467
Ulrich Köhler, 'Estructura y funcionamiento de la administración comunal en San Pablo
Chalchihuitán', América Indígena. Vol. XLII, Núm. 1, 1982, pp. 118-119.
468
Ibidem, p. 119.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 392
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
469
Ibidem.
470
La tradición dominante en el análisis anropológico en Chiapas es implícitamente
evolucionista, por lo regular se manifiesta más bien como dualista, como en el caso de Robert
Redfield y Gonzalo Aguirre Beltrán; véase al respecto Robert Wasserstrom, 'La perspectiva
chiapaneca' en Historia y Sociedad, Núm. 9, 1976, pp. 58-73.
471
La población de San Juan Chamula es más grande que la mayoría de las comunidades
indígenas; Robert Laughlin ha indicado números en diferentes ocasiones, que van desde
50,000 hasta 100,000 y si se incluyen las comunidades de emigrantes de Chamula en la Selva
Lacandona y otras partes, hasta 150,000.
472
George Collier, Planos de interacción del mundo tzoltzil, SEP-INI, Núm. 48, 1976.
473
R. Wassersstrom, Minifundismo y trabajo asalaridado: estudio de caso II, informe
preliminar, Centro de Investigaciones Ecológicas del Sureste, San Cristóbal de las Casas,
1976.
474
R. Wasserstrom, Los mecanismos de proletarización del indígena, INAREMAC, San
Cristóbal de las Casas, Documento Núm. 08, 1976.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 393
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Con base en las características socio-económicas y en comparación con Con formato: Justificado, Sangría: Primera línea: 1.25 cm
475
El grado de modernización se desprende con nitidez del artículo de Evon Z. Vogt de 1973,
pero también, en lo político, de Jan Rus: La situación política en Chamula: Desarrollo y cambios
actuales1935-1975, INAREMAC, San Cristóbal de las ccCasas, Documento, Núm. 03, 1975.
476
Véase la monografía de Frank Cancian, Zinacantán, ya citada. Con formato: Fuente: Cursiva
477
Véase Frank Cancian, Change and Uncertainty in a Peasant Economy: The Maya Corn
Con formato: Fuente: Cursiva
Farmers in Zinacantan, Stanford, 1972, y R. Wasserstrom, dis. doct.
478
Véase R. Wasserstrom, "La evolución de la economía regional en Chiapas, 1528-197",
América Indígena, Vol. XXXXVI, 1976, pp. 479-498.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 394
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Habiendo colocado a las tres comunidades según su grado de desarrollo Con formato: Justificado
479
Gonzalo Aguirre Beltrán, op. cit., p. 252.
480
Ibidem, pp. 252-253.
481
Ricardo Pozas, op. cit.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 395
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Cuando dirigimos nuestra atención a las tres comunidades para estudiar Con formato: Justificado
sus sistemas de cargos, podemos primero afirmar que cada una de las tres
tiene el suyo, a diferencia de las comunidades habitadas por los indígenas
zoques y tojolobales, por ejemplo.483
En segundo lugar, podemos afirmar que los tres satisfacen los requisitos
para ser admitidos entre los "típicos sistemas de cargos", reservando para una
discusión posterior el detalle de la articulación de las dos jerarquías. Contamos
con numerosas descripciones del sistema de cargos en San Juan Chamula que
no nos deja ninguna duda acerca de lo típico de éste.484 También parade
Zinacantán disponemos de un gran número de descripciones de su sistema de
cargos, igualmente afirmativas al respecto.485 De San Pablo Chalchihuitán no
existen tantas como de las otras dos comunidades, sin embargo, podemos
afirmar que también este sistema de cargos se coloca entre los típicos.486
482
Ibidem.
483
Los tojolobales son, con bastante seguridad, el único grupo de los mayas; que de manera
general, carece de sistema de carghos, (véase Mario Humberto Ruz, comp., Los verdaderos Con formato: Fuente: Cursiva
hombres I-IV, UNAM) al igual que los zoques, que lingüísticamente son primos hermanos de
los mayas y carecen también de sistema de cargos (véase Norman D. Thomas, Envidia, Con formato: Fuente: Cursiva
brujería y estructura social, SEP-70).
484
Ricardo Pozas, op. cit., entre otras obras.
485
Frank Cancian, op. cit.; Evon Z. Vogt, en su artículo de 1973, y Gary Gossen en la
monografía ya citada.
486
Los trabajos de Ulrich Köhler, en especial la obra ya citada.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 396
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Describiendo la jerarquía de cargos de San Pablo y la manera de ascender Con formato: Justificado
Como todos los sistemas de cargos, el de San Pablo tiene sus Con formato: Justificado
En Zinacantán el sistema no es la típica jerarquía civil religiosa del área Con formato: Justificado
maya. Tal como lo ha descrito Manning Nash en relación con las comunidades
guatemaltecas, la jerarquía civil-religiosa supone la alternancia entre los
puestos civiles y los religiosos a medida que el individuo asciende la escala que
conduce al puesto más elevado de la comunidad. En realidad la diferencia
entre puesto civil y religioso es sólo una distinción conceptual creada por los
anropólogos (según Manning Nash): 'Los indios tienden a considerarlos como
un solo sistema'. Sin embargo, los zinacantecos hacen una nítida diferenciación
entre los puestos civiles analizados anteriormente y los cargos religiosos, de
modo que el antropólogo no puede dejar de seguir su criterio.488
487
Ulrich Köhler, op. cit., 1982, PP. 119-120.
488
Frank Cancian, op. cit., 1976, pp. 20.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 398
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Dirigiéndonos finalmente a San Juan Chamula, podemos con mucha Con formato: Justificado
489
Ricardo Pozas, op. cit.
490
Como lo menciona Evon Z. Vogt, en su artículo 1973, y Gary Gossen en la monografía ya
citada.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 399
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Como el primera paso hacia la formulación de una hipótesis alternativa Con formato: Justificado
491
En las palabras de Peter Hubbel, un biólogo de Arizona que trabajó largos años en Chiapas,
los zinacantecos son los judíos de los tzoltziles mientras que los chamulas son los irlandeses.
La opinión de que los chamulas son los más tercamente indígenas y tradicionales en la región
es generalmente aceptada en Chiapas, tanto en el gobierno como en la población ladina, no
obstante la injusta generalización y el contenido ligeramente racista en esta opinión.
492
El hecho de que los antropólogos mexicanos generalmente no hayan prestado mucha
atención al sistema de cargos como institución - con pocas y notables excepciones como
Fernando Cámara, Gonzalo Aguirre Beltrán, Pedro Carrasco y Andrés Medina- se podría
interpretar de esta manera: Daniele Dehouve propuso en el Congreso de la Asociación de
Estudios Latinoamericanos celebrado en la ciudad de México en el verano de 1982 que el
sistema de cargos como lo presentan los antropólogos realmente no existe.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 400
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
493
Véase Johanna Broda, "La expansión imperial mexica Y los sacrificios del templo mayor", en
Jesús Monjarraz-Ruiz, Rosa Brambilias y Emma Pérez Rocha, comps., Mesoamérica y el Con formato: Fuente: Cursiva
centro de México, Biblioteca Histórica del INAH, México, 1985, pp. 433-475.
494
Calixta Guiteras Holmes, Los peligros del alma: visión del mundo tzoltzil, Fondo de Cultura Con formato: Fuente: Cursiva
Económica, México, 1974.
495
Rodolfo Stavenhagen, Las clases sociales en las sociedades agrarias, Siglo XXI, México, Con formato: Fuente: Cursiva
1969; y Gonzalo Aguirre Beltrán, op. cit.
496
Manning Nash, op. cit., p. 68.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 401
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
497
Pedro Carrasco, op. cit.
498
Eric Wolf, op. cit.
499
Arturo Warman, De eso que llaman antropología mexicana, México, ENAH, 1971. Con formato: Fuente: Cursiva
500
Notablemente en la obra del proyecto Harvard de Chiapas, la bibliografía del proyecto de
alrededor de 1980 abarca más de 400 títulos.
501
En mi artículo, en Anales de Antropología, 1987, ya citado.
502
Como ya ha mencionado Ricardo Pozas, una de las tareas más importantes en la
antropología mesoamericana es el análisis de la relación entre "las clases en sí" y "las clases
para sí", problema que se presenta inevitablemente en el estudio de las diferentes vías de
formación de clases.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 402
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
desarrollo asombroso de San Juan Chamula, donde una sola clase ha logrado
acaparar el poder en la comunidad, sin amenaza seria de otras facciones y
donde se combina la modernización con la tradicionalidad.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 404
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
506
M. Weber, Economía y sociedad, México, FCE, 1992, p. 43.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 406
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
507
Henri J. M. Claessen, Antropología política. Estudio de las comunidades políticas, México,
UNAM, 1979, p. 7.
508
K. B. Clark, El patetismo del poder, México, FCE, 1976, p. 81.
509
Ibid., p. 80.
510
Ibid., p. 74.
511
Vid. F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal, México, Editores Mexicanos Unidos, 1975, pp.
48-49. Nietzsche, el nihilista por excelencia estaba cierto en que la necesidad de poder y su
búsqueda se encuentra enraizada en la naturaleza humana; el alemán consideraba que la vida
misma era una perpetua lucha por acumular fuerza, energía.; cfr., del mismo autor, La voluntad
de poderío, Madrid, EDAF, 1981, p. 379 y ss.
512
R. Rocker, Nacionalismo y cultura, México, Alebrije-Reconstruir, s/f, pp. 15 y ss.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 407
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
513
Vid. R. N. Adams, La red de la expansión humana, México, Ediciones de la Casa Chata,
1978, passim. Del mismo autor, Energía y estructura, México, FCE, 1978, passim.
514
Si para Weber poder implicaba probabilidad de imponer la propia voluntad, esto requeriría
mínimamente de otras dos probabilidades, la de encontrar obediencia a un mandato, fuera de
determinado contenido entre personas dadas (dominación) y/o por parte de un colectivo que,
merced a actitudes arraigadas se acata simple, pronta y automáticamente. El poder, pues, no
opera por sí mismo en el vacío, ni carece de contenidos. Cfr. M. Weber, op. cit., p. 43. Con formato: Español (México)
515
D. Wrong, “Power: Its Forms, Bases and Uses”, en B. Barnes, La naturaleza del poder,
Barcelona, Pomares-Corredor, 1990, p. 25.
516
E. Bodenheimer, Teoría del derecho, México, FCE, 1994, p. 17.
517
R. Cohen, “El sistema político”, en J. R. Llobera, op. cit., p. 34.
518
B. Barnes, op. cit., p. 37.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 408
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
524
R. Caillois, El hombre y lo sagrado, México, FCE, 1996, p. 100.
525
Vid. A, Giddens, New Rules of Sociological Meted: A Positive Critique of Interpretative
Sociologies, London: Hutchinson/New York, Basic Books, 1976; Central Problems in Social
Theory: Action, Structure and Contradiction in Social Analysis, London Macmillan/Berkeley:
University of California Press, 1979.
526
I. J. Cohen, Teoría de la estructuración, México, UAM, 1996, p. 171.
527
Vid., B. Malinowsky, Crimen y costumbre en la sociedad salvaje, Barcelona, Ariel, 1971,
passim.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 411
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
una capacidad y, claro, humana; luego, mientras que algunos consideran que
radica entre los individuos antes que en las sociedades, grupos sociales e
instituciones, otros proponen, como Poulantzas, que el poder está asociado a
las relaciones de clases o de grupos con cierto antagonismo;528 en cualquier
caso se trata de una capacidad humana generalizada. En tercer lugar, el poder
existe allí donde los individuos están inmersos en relaciones sociales
asimétricas específicas con otros individuos, lo que enfatiza que es de carácter
relacional, como propusieron llamarle I. J. Cohen y el mismo Poulantzas.529 Por
último, casi todos enfatizan que el poder de los individuos se manifiesta en sus
efectos sobre otros individuos estableciendo una noción de que todo poder es
“poder sobre” que genera resistencia, noción que si bien nos auxilia para
entender cómo es que las comunidades pueden producir gobiernos locales y
sistemas normativos comunitarios, no nos sirve sino parcialmente para explicar
cómo fragmentos de sus proyectos comunitarios son realizables toda vez que
requieren mucho de la voluntad y de los valores. Por ello voy a introducir una
noción (asociada a las nociones de poder coercitivo y de poder consensual) de
“poder para...” según la cual la antedicha capacidad no puede ser concebida
sólo en un sentido coercitivo (y por ende, negativo) sino también como
propiciadora de formas de cooperación, es decir, que posibilita tanto la
generosidad, las ayudas mutuas y los procesos de concentración-redistribución
indispensables para lograr objetivos colectivos.
(Debo aclarar que, como antropólogo interesado en los gobiernos
locales530 en general, como de los llamados sistemas de cargos531 en
528
Vid. N. Poulantzas, Estado, poder y socialismo, México, Siglo XXI, 1980 pp. 176 y ss.
529
Loc. cit.
530
El concepto “gobiernos locales” tiene dos acepciones básicas: la primera nos remite a los
ayuntamientos o a cualquier forma que revista la autoridad conforme con la reglamentación
estatal del artículo 115° constitucional tanto en un municipio como en cualquiera de sus
demarcaciones; sin embargo, la acepción que uso aquí es más compleja por cuanto incorpora
a todo el entramado de autoridades (agrarias, político-ceremoniales, municipales, judiciales,
etc.) articuladas históricamente en el interior de la demarcación para crear y desarrollar
proyectos comunitarios.
531
El sistema de cargos, también llamado sistema político-ceremonial es un subsistema del
sistema socieoeconómico integrado por cargos u oficios dispuestos en una jerarquía ordenada
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 412
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
533
L. Recasens Siches, “Fenomenología de Relaciones Interhumanas. Ensayo sobre el
mando”, en Revista Mexicana de Sociología, México, Vol. IV, No. 2, IIS-UNAM, 1942, p. 50.
534
Vid. p. ej. E. García Maynes, Introducción al estudio del derecho, México, Porrúa, 1971, p.
102.
535
R. N. Adams, La red..., p. 27.
536
Ibid., p. 96.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 414
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
537
“cargueros” es el término con que se designa en la etnorregión purépecha a los
participantes en lo que los antropólogos llamamos sistemas de cargos o la organización
político-ceremonial.
538
L. Mair, El gobierno primitivo, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1970, passim.
{539 Vid. M. Harris, Nuestra especie, Madrid, Alianza Editorial, 1994, passim.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 415
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
540
E. R. Leach, Sistemas políticos en la Alta Birmania. Estudios sobre la estructura social
kachin, Barcelona, Anagrama, 1977, pp. 217 y ss.; y, entre otras obras, M. Gluckman, Custom
and Conflict in Africa, Oxford, Blackwell, 1956, M. Gluckman, Política, ley y ritual en la sociedad
tribal, Barcelona, Akal, 1978.
541
M. Gluckman, Politics, Law and Ritual in Tribal society, Oxford, Blackwell, 1965, pp. 265 y ss.
542
M. Bovero, “Lugares clásicos y perspectivas contemporáneas sobre política y poder”, en N.
Bobbio y M. Bovero, Los fundamentos del poder, México, Grijalbo, 1985, pp. 55.
543
N. Bobbio, “El poder y el derecho”, en N. Bobbio y M. Bovero, op. cit., p. 30.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 416
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
544
En antropología, una de las etnocategorías, a propósito de normas, legitimidad y legalidad
intracomunitarias, es “El costumbre”. Su contenido, en términos de politología y jurisprudencia
sigue siendo una incógnita y, a título personal, es uno de los temas de estudio a que
actualmente atiendo como parte de mi tesis de posgrado.
545
J. M. Swartz, V. M. Turner y A. Tuden (eds.), Political Anthropology, Chicago, Aldine, 1966,
p. 10.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 417
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
de todo aquello que lo hace posible; por supuesto, es también más cómoda la
suposición sostenida por los contractualistas roussonianos –y los
concensualistas de tradición lockiana-,546 de que la legitimidad no puede
fundarse sino en el común acuerdo de los asociados, que escudriñar en sus
fundamentos. Quizá sea conveniente deshacerse de un poco de comodidad.
El problema de la legitimidad no pierde actualidad y, por fortuna,
tampoco las soluciones propuestas han logrado consenso. La antropología, en
ese sentido es un permanente diletante, interpelador; su nivel etnográfico
siempre nos proporciona similitudes pero no es parco con las diferencias. En
efecto, los filósofos, sociólogos y politólogos de los siglos XIX y XX, cuando
refirieron a la legitimidad, como en el caso de la autoridad, sólo habían tomado
como punto de partida la civilización occidental, las sociedades desarrolladas o
“complejas”, con normas escritas, con derecho positivo y una sociedad civil –
allí donde podía hablarse de ella- más o menos madura. Por ello, no es extraña
la precisión de G. Mosca:
546
Vid. N. Bobbio, Estado, gobierno y sociedad. Por una teoría general de la política, México,
FCE, 1997, pp. 121 y ss.
547
G. Mosca citado por N. Bobbio en N. Bobbio, Estado, gobierno..., p. 120.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 418
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
548
N. Bobbio, Estado, gobierno..., p. 127.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 419
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
549
La aclaraciòn es pertinente porque los estudios etnográficos sobre sistemas de cargos y
mayordomías han evidenciado que el mecanismo de acceso a los oficios se realiza mediante
tres formas básicas: la autopropuesta (voluntad no coercionada), la invitación por terceros (que
implica cierto grado de coerción) y la presión de terceros (voluntad coercionada).
550
N. Bobbio, en N. Bobbio y M. Bovero, Los fundamentos..., p. 35.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 421
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
551
G. M. Foster, Tzintzuntzan, México, FCE, 1987, p. 198.
552
R. Redfield, “¿Cómo funciona la sociedad”, en H. L. Shapiro, Hombre, cultura y sociedad,
México, FCE, 1980, p. 463.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 422
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
discusión porque casi todos los antropólogos tienen una opinión semejante;
así, se le vincula con “una posición dentro de una pauta determinada”, como
planteó R. Linton.553 Sin embargo, este mismo autor advirtió sobre la
ambigüedad del término y asentó que, si bien esta noción no es absolutamente
falsa, debería considerarse que, como cada individuo tiene muchos estatuses,
ya que cada uno participa en un número indeterminado de patrones, el status
de cualquier individuo “significa la suma total de los status que ocupa”.554
El término status, desde su aparición en la jerga antropológica, ha
estado vinculado con el de autoridad, como lo asentó A. Kardiner,555 y refiere a
cierta posición social, a decir de S. F. Nadel.556 Sin embargo, todos ellos
articulan al concepto con derechos y obligaciones de un individuo en relación
con los demás y, coincidimos con Nadel, conforme con una escala de valores
reconocidos por el grupo social o lo que en otros términos, serían las
prescripciones de los movimientos que el individuo realiza a lo largo de su vida
y en particular, de su carrera dentro de un sistema; más específicamente, en
aquellos que se realizan para acceder al sistema de cargos. El concepto de
posición social nos lleva a su homólogo “rango”, un término menos formalizado
pero cuyos contenidos esenciales no difieren, a decir de Nadel,
sustancialmente. Pero rango implica una jerarquía, y esta acepción no
podemos soslayarla toda vez que es uno de los elementos característicos del
sistema de cargos; no es extraño, pues, que al referirse a esa institución la
dupla Chance-Taylor la llamase jerarquía cívico-religiosa,557 o que B. R. De
Walt haya colocado esa categoría en el centro del sistema,558 por citar sólo dos
casos. Ahora bien, ¿Por qué destacar el carácter jerárquico del sistema de
553
R. Linton, El estudio del hombre, México, FCE, 1985, p. 122.
554
Loc. cit.
555
A. Kardiner, El individuo y su sociedad, México, FCE, 1975, pp. 231 y ss.
556
S. F. Nadel, Fundamentos de antropología social, México, FCE, 1978, p. 188.
557
J. Chance y W. B. Taylor “Cofradías y cargos: una perspectiva histórica de la jerarquía
cívico-religiosa mesoamericana”, en Antropología (Boletín Oficial del INAH), No. 14,
Suplemento. México, 1987.
558 B. R. De Walt, “Cambios en los sistemas de cargos de Mesoamérica”, en América
indígena, Vol. XXXIV, No. 2, México, III, 1974, versión en español del original “Changes in the
Cargo Systems of Mesoamérica”, en Anthropological Quarterly, No. 40, 1975.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 423
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
559
W. R. Smith, El sistema de fiestas y el cambio económico, México, FCE, 1981, p. 15.
560
S. F. Nadel, op. cit., p. 189.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 424
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
561
G. M. Foster, op. cit., pp. 124-141, 203-206.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 425
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
cargo, la variable según la cual puede compararse él mismo con los otros que
también han ocupado cargos”;562 pero como Cancian sostiene que el acceso a
los cargos depende de la disponibilidad de recursos económicos y que sólo las
personas muy solventes pueden acceder a los cargos más altos de la jerarquía,
el ejercicio de un cargo y el rango social o la cantidad de prestigio adquirido por
el cumplimiento del oficio devienen legitimadores de las diferencias
socioeconómicas.
Podríamos aventurar que el prestigio es, para algunos investigadores, la
categoría central en los estudios de sociedades con escasa diferenciación
socioeconómica interna; de allí la polémica en que se encuentra envuelto. ¿Es
el prestigio un mecanismo mediante el cual se posibilita la homogenización o
mediante el cual se legitiman diferencias? Pero, más allá de ello, ¿no es el
prestigio un epifenómeno de ese otro epifenómeno que es el sistema de
cargos?; si esto es así, qué tan importante es resolver esas preguntas si
podemos al mismo tiempo preguntarnos ¿Qué papel juegan los proyectos
comunitarios en el sistema de cargos? ¿No ocurre también que, como plantea
H. Pearson, el prestigio puede implicar la acumulación de riqueza simbólica,
pero que también funciona como movilizador de recursos materiales que se
ponen a disposición de la comunidad?563 ¿No ocurre también que los estados
de deuda con las deidades aparecen como una constante en las etnografías?
¿No tenemos evidencia que el agradecimiento y la satisfacción personal
también están en el sedimento de las decisiones de los sujetos para acceder a
los cargos? ¿La palabra empeñada y el honor por el cumplimiento carecen de
valor alguno? Por otro lado, En estos y otros casos “atípicos” no podemos
aducir que sean las citadas necesidades las que garantizan el acatamiento a la
norma, interrogante planteada más arriba. En este y el resto de los casos,
podemos adelantar, el acatamiento tiene que ver con un proceso de
identificación del sujeto con ella; de lo contrario, la omisión o la resistencia a
ultranza serían algunas de las respuestas de algunos individuos, como ocurre.
562
F. Cancian, Economía y prestigio en una comunidad maya, México, INI, 1976, p. 115.
563
H. Pearson, Trade an Market in the Early Empires, New York, The Free Press, 1957, p. 338.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 426
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
por ende, dice el autor siguiendo a Husserl, una primera advertencia es que en
el trabajo de indagación es imprescindible describir, no de explicar ni analizar.
564
R. Firth, Tipos humanos, Buenos Aires, Editorial Universitaria, 1966, pp. 108 y ss.
565
M. Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, Barcelona, Altaya, 2000, pp. 9-10.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 427
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
566
W. Dilthey, Teoría de la concepción del mundo, México, FCE, 1954, p. 112.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 428
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
BIBLIOGRAFÌA
1976.
PEARSON, Henry, Trade an Market in the Early Empires, New York, The Free
Press, 1957. Con formato: Español (México)
2, IIS-
567
Originalmente publicado en la revista Ojarasca, México, No. 8, 1992: 49-55. Sergio Ricco
Monge es etnólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y es profesor de la
Universidad Pedagógica Nacional en México D. F., Leif Korsbaek es antropólogo social de la
Universidad de Copenhague en Dinamarca y es profesor de la Escuela Nacional de
Antropología e Historia.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 435
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Identidad y fiesta
A primera vista lo señalado se presenta como un absurdo, ya que lo
pletórico del colorido nos diría lo contrario, como a los ojos del turista común
podría parecer. Podemos pensar que al igual que en la explotación de los
recursos, lo referente a la producción artesanal se encuentra en franco peligro
de ser exterminado, tanto en el orden de la calidad estética como en la propia
referencia comunitaria de la identidad. Desde luego no todo es pesimismo, hay
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 441
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Cofradías, iglesias
Las tradiciones se notan en las cofradías dedicadas a los santos más
importantes de la comunidad. En estas cofradías se deposita una buena parte
de la energía de los atitecos y los gastos en ellas son más que considerables.
La población indígena tiene once cofradías, y los ladinos tienen dos. Sin
embargo, es inseguro el destino de las dos cofradías de los ladinos.
De las cofradías, la de Santiago es la más fuerte e importante, ya que
Santiago Apóstol es el jefe del santoral atiteco, y a su mando mantiene a una
serie de santos menores: San Jacobo, Sacrament, El niño Jesús, San Felipe.
Todos estos santos están presentes una parte del año en la cofradía y otra en
la iglesia católica, expresión de la tregua entre el catolicismo popular y el oficial.
Más que ninguna otra cofradía, la de Santiago es resguardo de la tradición y la
sabiduría del pueblo, sabiduría manifiesta en el conocimiento de una serie de
ritos y rezos que aseguran la convivencia con las deidades y propician las
condiciones necesarias para cosechar y vivir en paz. Pero la cofradía no es
solamente un lugar donde se reza y se llevan a cabo rituales, tiene también su
lado práctico y económico: durante el año de servicio el alcalde - jefe y principal
responsable de las siete personas que integran la cofradía - gasta un mínimo
de 18 mil quetzales en trago, incienso, velas, fuegos artificiales y comida para
las ocasiones rituales, suma considerable en un país donde el sueldo mínimo
es de alrededor de 250 quetzales al mes y en un pueblo donde la gran mayoría
sólo sueña con un sueldo mínimo. Tal vez la cofradía más llamativa sea la de la
Santa Cruz, que tiene a su cargo a Maximón, defensor de la cultura indígena y
símbolo de la resistencia cultural. Maximón es una figura de un poco más de
metro y medio, lleva unos enormes zapatos, está adornado con una multitud de
pañuelos multicolores y viste también un sombrero de palma. Maximón es
conocido por su gran consumo de kusha – trago hecho de caña de azúcar- y
cigarros, que en las ceremonias se le ofrendan. Se rumora en el pueblo que
Maximón tiene una esposa que se llama María Castellanos, que es firmemente
contraria al alcohol y al cigarro, así como a todos los vicios. Alrededor de
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 444
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Maximón se han reunido los atitecos para defender sus derechos como
indígenas. Y como símbolo de la resistencia contra la cultura ladina, Maximón
se convirtió en el blanco del cura Serrano en los años antes de 1950,
intentando completar la extirpación de idolatrías iniciada en el siglo XVI por los
frailes y curas. La lucha ha sido dura, los ataques contra Maximón han sido sin
cuartel, pero en 1952 el Padre Serrano tuvo que rendirse; Maximón había
ganado. Cuenta la tradición oral que el padre Serrano, al salir definitivamente
del pueblo, logró robar la máscara de Maximón, queriendo de esta manera
acabar con él. Pero una nueva máscara fue hecha - según la misma tradición
oral - por el pintor Juan Sisay, devolviendo así a Maximón su poder.
Hay algo de misterio alrededor de las cofradías. Allí se guardan los ritos
bajo todo un ambiente de penumbra. Sin embargo, en las ocasiones de las
grandes fiestas del pueblo salen las cofradías con sus santos en grandiosos
desfiles por las calles de Santiago Atitlán. Los habitantes muestran una gran
reverencia a los santos que encabezan el desfile. En estas ocasiones los
atitecos reiteran promesas hacia sus santos pProtectores de mantener su
lealtad a las tradiciones y conservar la identidad étnica del pueblo, resistiendo
así a la invasión de una cultura ajena y “agringarla” a través de las iglesias
evangélicas y por la presión modernizadora que proviene del exterior.
Este catolicismo popular convive con la iglesia católica oficial. Los dos se
complementan y a veces se confrontan sobre asuntos específicos. Depende
mucho del sacerdote parroquial la manera en la cual coexisten los dos
catolicismos. El anterior sacerdote, el Padre Rothers, era un defensor de los
derechos de los indígenas. Fue una tragedia cuando tres hombres
enmascarados y nunca identificados lo sacaron de su hogar una noche en
1981 y lo mataron. El actual sacerdote, el Padre Thomas, es más cauteloso y
lleva a cabo un trabajo de labor social donde se da una muy alta prioridad a la
educación que proporciona la Iglesia cCatólica, así como a uno de los dos
proyectos artesanales de viudas que existen en la comunidad. La posición de la
Iglesia cCatólica es un tanto particular, ya que Santiago Atitlán es una
parroquia en la cual no hay presencia de ninguna de las órdenes monásticas, ni
de los jesuitas que frecuentemente tienen una importante presencia en las
comunidades indígenas. La parroquia mantiene vínculos muy estrechos con la
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 445
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Pueblo de pintores
Un rasgo muy especial que le da a Santiago Atitlán no solamente su
identidad étnica, sino también una muy particular identidad estética y cultural es
una tradición plástica viva. Hay por lo menos unos diez pintores de un nivel
notable que se dedican a pintar la vida tradicional en Santiago en un estilo sui
generis. Miguel Chávez, probablemente el más conocido de los pintores, vende
en su tienda-estudio en el centro de Santiago sus cuadros a los turistas. Hace
pocos meses Miguel Chávez regresó de San Diego, California, donde dio a
conocer la mayor parte de su producción del último año. Su pintura cubre
prácticamente todos los rincones de la vida tradicional: retrata a los curanderos,
las cofradías y la danza, pero también el trabajo cotidiano como la pizca de
café y la pesquería. No obstante que Miguel vende sus cuadros en Estados
Unidos, mantiene una firme relación con la tradición del pueblo. Una de sus
ambiciones es ser alcalde de la cofradía de la Santa Cruz en este año y asumir
las responsabilidades de cuidar a Maximón. El fundador de la tradición plástica
en Santiago fue Juan Sisay, uno de los pilares de la tradición en Santiago
Atitlán, y también uno de los firmes eslabones entre la vida moderna y la
tradición. Existe el rumor de que él elaboró la figura de Maximón que ahora se
encuentra en la cofradía de la Santa Cruz. Nunca se podrá confirmar ya que
Juan Sisay fue asesinado por el ejército en 1989.
El poder es sumamente disperso, pero una parte importante del poder
político se localiza en las cofradías. Las cofradías tienen un papel fundamental:
definir lo normal y legítimo, se cristaliza en la tradición. Este aspecto del poder
se ve con claridad en el desfIle de los santos: hasta los miembros de las
iglesias evangélicas - que en sus declaraciones desprecian a este catolicismo
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 446
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
tradicional - muestran su respeto por los santos y por las cofradías. Muchos
jóvenes de familias evangélicas nos dijeron: "en Maximón no creo, pero sí le
tengo miedo". A este tremendo poder político - el poder de definir y sancionar lo
que es "normal" - se agrega el papel que juega el principal de principales en la
comunidad; guardar la escritura de las tierras comunales y regular el acceso a
la tierra.
Opresión y protesta
No todo el poder reside en las cofradías. Dentro de la estructura política
de la Guatemala moderna, Santiago Atitlán es un municipio del Departamento
de Sololá, y como tal tiene su lugar en la estructura nacional. Lo que ha venido
caracterizando a la política guatemalteca desde 1954 es el alto nivel de
violencia, nivel que en pocos lugares del mundo ha sido tan alto y sostenido
durante tantos años. Después de diez años de gobierno democrático – de 1944
a 1954, bajo las presidencias de Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz - se
instaló mediante golpe de Estado un régimen militar. De 1954 a 1988 so-
lamente un presidente guatemalteco ha sido civil, Julio César Méndez
Montenegro, el cual garantizó a la casta militar que sus privilegios no serían
amenazados. Su periodo presidencial tiene récord nacional tanto en violencia
como en corrupción. De los demás presidentes, dice el chiste cruel que todos
eran generales, con una sola excepción: aquel presidente de estos años que
fue coronel.
La violencia, nunca ausente en Santiago Atitlán, entró de lIeno con la
primera masacre en 1979, cuando 17 atitecos fueron asesinados. Desde
entonces la violencia lIegó a formar parte de la vida cotidiana. Una exposición
permanente en las oficinas de la alcaldía muestra las fotografías de los ase-
sinados y secuestrados durante los años de 1979 a 1990, en total 1745
personas.
Nos narra uno de los habitantes acerca de los años de violencia en
Santiago Atitlán: "Es de pensar que los mismos gringos metieron el ejército
aquí. Desde que vendieron los indios las tierras, comenzaron a bombardear. El
gobierno sigue gobernando como gente española, siempre presionando y
discriminando. Exterminar a la gente indígena, para que gobierne la gente
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 447
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
no hay soldados. Uno de los cafetiicultores nos contó que la cosecha fue
pagada este año a un precio de 65 quetzales el quintal (56 kilos), mientras que
el año pasado se pagaba solamente entre 30 y 35 quetzales. Algunos
acaparadores son de la comunidad, mientras que otros son de la capital, de
San Lucas o de San Pedro. Lo que vemos es la diferencia en la ley de la oferta
y la demanda cuando los campesinos pueden viajar a otras comunidades para
vender su café a un precio diferente.
La situación actual de Santiago Atitlán es similar a la de una pequeña
república independiente. Como nos dijo el alcalde: "el gobierno ni siquiera ha
gastado un timbre de 40 centavos de quetzal en contestar a nuestro mensaje al
presidente de Guatemala; no recibimos ninguna ayuda económica en absoluto
y desde hace algunos años no hay ningún juez de paz aquí en la comunidad.
Realmente no tenemos ninguna comunicación con el gobierno de la república y
a ustedes les agradecemos mucho si nos pueden ayudar a entregar el mensaje
al gobierno..."
Esta pequeña "república" cuenta con su propio aparato de justicia. La
ronda sale en cada uno de los cinco cantones y en las des aldeas del pueblo Comentado [W50]: Dos? Diez?
cada día y cada noche: en el día se turnan dos hombres por cantón y en la
noche patrullan trece hombres por cantón.
Las autoridades de Santiago Atitlán son cuidadosas de no cometer
tropiíezos y dar pretextos para el regreso de los soldados. La mañana del 25 de
julio fueron aprehendidos dos maleantes en el cantón de Tzanjuyú, perpetrando
un asalto a mano armada contra una de las camionetas que había llegado a la
feria con sus mercancías; las armas que tenían los dos maleantes eran del
ejército y se sospecha que se puede tratar de una provocación.
Cuando preguntamos a Manuel Sisay, presidente del comité de
seguridad, acerca de los nombres de los dos maleantes nos contestó que el no
tenía sus nombres, ya que habían sido entregados a la policía en cuyo poder
obraban. Otra persona nos contó que él temía que el ejército estaba fabricando
el rumor de que los dos maleantes pertenecían a la guerrilla; así tendrían
argumentos para el regreso del ejército.
El 2 de agosto fue el último día de la fiesta; en realidad, la fiesta ya se
había acabado, pero todo el mundo percibe el 2 como el fin de la celebración
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 449
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
568
Traducción de Leif Korsbaek de "The Vicissitudes of the Closed Corporate Peasant
Community", American Ethnologist, Vol.13, 1986: 325-329 de Eric R. Wolf. Se le agradece a la
Maestra Marcela Barrios Luna la revision de la traducción.
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 453
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
La historia de los años 1950 giraba todavía en gran medida alrededor de los
aztecas y los incas, y se interesaba demasiado poco por los demás ethnikons
de los Andes y de Mesoamérica. Era todavía una historia que dependía de
fuentes españolas – escritas desde arriba hacia abajo, para así decirlo – y no lo
suficiente de relaciones que reflejaban el punto de vista de los conquistados o
escritas en lenguas nativas. Eso llevó a una negligencia de las entidades
territoriales y estructuras de parentesco intermedias entre la unidad doméstica
y la comunidad, así como una falta de atención a las redes que conectaban a
los habitantes en las comunidades, redes diferentes del mercado – una
deficiencia que es particularmente visible en la comprensión de los materiales
de los Andes (Bolton & Mayer, 1977; Nutini, Carrasco & Taggart, 1976).
Detrás de estos defectos, sin embargo, se encuentra un problema más
serio, el hecho y la naturaleza de los conflictos internos en las comunidades
corporativas. En las páginas de los textos de 1955 y 1957 se notaba la
existencia de divisiones y conflictos de clase dentro de las comunidades y se
hablaba mucho de las luchas internas entre indígenas nobles y comunes, pero
se confundió – lo que causó mucho daño a las condiciones de posteriores
investigaciones – la distinción crucial entre nivelación y redistribución. En su
estudio de Zinacantán, Frank Canciaón (1965) mostró cómo el sistema de
cargos realmente redistribuyó los excedentes, pero no logró nivelar las
diferencias de clase. La redistribución puede encargarse de entre el 10% y el
30% del presupuesto alimenticio anual (Dow, 1977: 219; Greenberg, 1981: 148-
153), pero puede reforzar la desigualdad, exactamente de la misma manera
que la reciprocidad puede llevar a ganancia de una parte a expensas de la otra,
en casos donde el intercambio se lleva a cabo entre personas con diferentes
necesidades y desiguales evaluaciones de los bienes y servicios
intercambiados (Orlove, 1976). En su momento Canciaón subrayó las
consecuencias de la redistribución en su reforzamiento de la solidaridad social
entre los miembros de la comunidad, pero desde entonces se ha hecho
evidente, como lo expresa James Dow (1977: 222-225), no solamente que la
redistribución convierte la riqueza en prestigio, sino también que el prestigio se
puede convertir en autoridad, y que esta autoridad se puede ejercer por una
élite con el fin de comprometer la gente y los recursos que se encuentran bajo
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
su influencia en sus relaciones con el mundo más amplio. Eso significa que los
textos discutidos todavía no plantearon el punto crucial, que ha sido expresado
recientemente por Stern, que “los orígenes históricos, las funciones y la
flexibilidad de las comunidades cerradas corporativas debe tanto a las luchas
internas entre los nativos (“luchas entre nativos relacionadas con nuevas
fuerzas de clase que han sido puestas en movimiento por la dominación
colonial”) como a la supervivencia de la tradición, los deseos de los
explotadores, o las defensas de indígenas empobrecidos contra gente no
indígena de fuera” (1983: 24).
Finalmente, se ha venido acumulando una gran cantidad de material
nuevo acerca de sistemas de acción simbólica en este tipo de comunidades. La
frontera entre los “indígenas” y los no indígenas nunca ha sido estática, más
bien ha sido una arena contestada por gente a ambos lados de la reserva
laboral y la colonia interna. Encontramos una verdad concreta en la formulación
de Marvin Harris del sistema de cargos como un mecanismo de dominación y
explotación, como una especie de bomba que extrae el excedente para
colocarlo en las manos de usureros y comerciantes del mundo externo (1964:
27-35). Hay también una verdad concreta en la idea ofrecida por otros
investigadores, que las creencias y prácticas religiosas pueden ser modos de
resistencia contra conquistadores y explotadores. Lo que todavía no hemos
hecho sistemáticamente es ver la multipilicidad de acciones simbólicas como
ideología, como expresiones de intereses y aspiraciones diferentes encarnadas
en formas culturales. Me parece que el estudio de Pedro Carrasco de la
dialéctica ideológica entre agraristas conservadores en su Tarascan Folk
Religión (1952) es un esfuerzo pionero que nos abre este campo de
investigación, y pienso que existe un eslabón estratégico entre interés y moral,
que tenemos que entender mucho mejor de lo que hacemos ahora.
Recientemente, los antropólogos se han sentido tentados, cada vez
más, a divorciar la conducta social de las formas simbólicas culturalmente
codificadas, más que investigar la continua interpenetración dialéctica entre
estos dos dominios. Se presta atención o a la toma de decisiones individual o a
una estructura aparentemente eterna de la mente, pero en ninguno de los dos
casos no se ha puesto mucho énfasis en la comprensión de los determinantes
LEIF KORSBAEK, EDITOR: 457
INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
Nota: Este texto fue leído en una sesión a la cual había sido invitado en
la Sociedad de Antropología Latinoamericana en la 82ª. Reunión Anual de la
Asociación Antropológica Norteamericana en Chicago, el 19 de noviembre de
1983. La sesión intitulada “Direcciones en el estudio antropológico de América
Latina: una reevaluación” fue organizada por Jack R. Rollwagen (SUNY –
Brockport). Le agradezco al Dr. Rollwagen la invitación.
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INTRODUCCIÓN CRÍTICA AL SISTEMA DE CARGOS
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Agradecimientos. Chance agradece a la Nacional Science Foundation su patrocinio, a través
de la donación BNS76=81260, para la realización de su investigación en Oaxaca La
investigación de Taylor en Jalisco fue posible gracias a la beca de John Simon Guggenheim
Memorial Foundation y del Social Science Research Council. Asimismo, deseamos agradecer a
Pedro Carrasco y a los lectores anónimos de esta publicación por sus comentarios sobre el
esbozo inicial de este ensayo. Por supuesto, únicamente nosotros somos responsables por los
errores que persistan. Una versión preliminar abreviada del presente estudio se leyó en la
reunión anual de la American Anthropological Association, que se efectuó en Chicago, Illinois,
del 16 al 2 de noviembre de 1983.