Investigacion Sobre Dos Personajes
Investigacion Sobre Dos Personajes
Investigacion Sobre Dos Personajes
GRADO:
SECCION:
UNICA
CATEDRATICA:
TRABAJO:
INTRODUCCION
1. "Venid vosotros, benditos de mi Padre; ...Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos
mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis" (Mt 25, 34.40). ¿Cómo no pensar que estas palabras de
Jesús, con las que se concluirá la historia de la humanidad, puedan aplicarse también al Hermano
Pedro, que con tanta generosidad se dedicó al servicio de los más pobres y abandonados?
Al inscribir hoy en el catálogo de los Santos al Hermano Pedro de San José de Betancurt, lo hago
convencido de la actualidad de su mensaje. El nuevo Santo, con el único equipaje de su fe y su
confianza en Dios, surcó el Atlántico para atender a los pobres e indígenas de América: primero en
Cuba, después en Honduras y, finalmente, en esta bendita tierra de Guatemala, su "tierra prometida".
2. Agradezco cordialmente las amables palabras que me ha dirigido Mons. Rodolfo Quezada,
Arzobispo de Guatemala, presentándome a estas queridas comunidades eclesiales. Saludo a los Señores
Cardenales, a los Obispos guatemaltecos, al Obispo de Tenerife y a los venidos de otras partes del
Continente americano.
SANTA ROSA D
E LIMA
INTRODUCCION
Presentamos aquí una selección de datos de las mejores fuentes sobre la vida y legado espiritual de
Santa Rosa de Lima, cuyo testimonio constituye un ejemplo para la vivir la santidad en la vida
ordinaria. Queremos ofrecerle la mejor información sobre ella. Esperamos que este lugar sea de vuestro
agrado.
El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa
Rosa de Lima le contestó: "Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a
Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a
Jesús".
-Catecismo de la Iglesia Católica, 2449
Aunque la niña fue bautizada con el nombre de Isabel, se la llamaba comúnmente Rosa y ése fue
el único nombre que le impuso en la Confirmación el arzobispo de Lima, Santo Toribio. Rosa
tomó a Santa Catalina de Siena por modelo, a pesar de la oposición y las burlas de sus padres y
amigos. En cierta ocasión, su madre le coronó con una guirnalda de flores para lucirla ante
algunas visitas y Rosa se clavó una de las horquillas de la guirnalda en la cabeza, con la intención
de hacer penitencia por aquella vanidad, de suerte que tuvo después bastante dificultad en
quitársela. Como las gentes alababan frecuentemente su belleza, Rosa solía restregarse la piel con
pimienta para desfigurarse y no ser ocasión de tentaciones para nadie.
Biografía
Rosa de Lima, la primera santa americana canonizada, nació de ascendencia española en la
capital del Perú en 1586. Sus humildes padres son Gaspar de Flores y María de Oliva.
Una dama le hizo un día ciertos cumplimientos acerca de la suavidad de la piel de sus manos y de
la finura de sus dedos; inmediatamente la santa se talló las manos con barro, a consecuencia de
lo cual no pudo vestirse por sí misma en un mes. Estas y otras austeridades aún más
sorprendentes la prepararon a la lucha contra los peligros exteriores y contra sus propios
sentidos. Pero Rosa sabía muy bien que todo ello sería inútil si no desterraba de su corazón todo
amor propio, cuya fuente es el orgullo, pues esa pasión es capaz de esconderse aun en la oración
y el ayuno. Así pues, se dedicó a atacar el amor propio mediante la humildad, la obediencia y la
abnegación de la voluntad propia.
Aunque era capaz de oponerse a sus padres por una causa justa, jamás los desobedeció ni se
apartó de la más escrupulosa obediencia y paciencia en las dificultades y contradicciones.
Al cabo de esos años, ingresó en la tercera orden de Santo Domingo, imitando así a Santa
Catalina de Siena. A partir de entonces, se recluyó prácticamente en una cabaña que había
construido en el huerto. Llevaba sobre la cabeza una cinta de plata, cuyo interior era lleno de
puntas sirviendo así como una corona de espinas. Su amor de Dios era tan ardiente que, cuando
hablaba de El, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendía como un reflejo del sentimiento
que embargaba su alma. Ese fenómeno se manifestaba, sobre todo, cuando la santa se hallaba en
presencia del Santísimo Sacramento o cuando en la comunión unía su corazón a la Fuente del
Amor.
E xtraordinarias pruebas y gracias.
Dios concedió a su sierva gracias extraordinarias, pero también permitió que sufriese durante
quince años la persecución de sus amigos y conocidos, en tanto que su alma se veía sumida en la
más profunda desolación espiritual.
El demonio la molestaba con violentas tentaciones. El único consejo que supieron darle aquellos a
quienes consultó fue que comiese y durmiese más. Más tarde, una comisión de sacerdotes y
médicos examinó a la santa y dictaminó que sus experiencias eran realmente sobrenaturales.
Rosa pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, un empleado del
gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño. Durante la penosa y larga enfermedad que
precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero
auméntame en la misma medida tu amor".
Dios la llamó a Sí el 24 de agosto de 1617, a los treinta y un años de edad. El capítulo, el senado
y otros dignatarios de la ciudad se turnaron para transportar su cuerpo al sepulcro.
Aunque no todos pueden imitar algunas de sus prácticas ascéticas, ciertamente nos reta a todos a
entregarnos con mas pasión al amado, Jesucristo. Es esa pasión de amor la que nos debe mover
a vivir nuestra santidad abrazando nuestra vocación con todo el corazón, ya sea en el mundo, en
el desierto o en el claustro.
«Que todos sepan que la tribulación va seguida de la gracia; que todos se convenzan que sin el
peso de la aflicción no se puede llegar a la cima de la gracia; que todos comprendan que la
medida de los carismas aumenta en proporción con el incremento de las fatigas. Guárdense los
hombres de pecar y de equivocarse: ésta es la única escala del paraíso, y sin la cruz no se
encuentra el camino de subir al cielo».
CONCLUCION
El Hermano Pedro fue hombre de profunda oración, ya en su tierra natal, Tenerife, y después en todas
las etapas de su vida, hasta llegar aquí, donde, especialmente en la ermita del Calvario, buscaba
asiduamente la voluntad de Dios en cada momento.
Por eso es un ejemplo eximio para los cristianos de hoy, a quienes recuerda que, para ser santo, "es
necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oración" (Novo millennio ineunte,
32). Por tanto, renuevo mi exhortación a todas las comunidades cristianas, de Guatemala y de otros
países, a ser auténticas escuelas de oración, donde orar sea parte central de toda actividad. Una intensa
vida de piedad produce siempre frutos abundantes.