Santa Teresa de Jesus Jornet, Virgen y Fundadora
Santa Teresa de Jesus Jornet, Virgen y Fundadora
Santa Teresa de Jesus Jornet, Virgen y Fundadora
LIMA – PERÚ
1
SANTA TERESA DE JESÚS JORNET E IBARS
Y LOS ANCIANOS DESAMPARADOS
Nihil Obstat
Padre Ricardo Rebolleda
Vicario Provincial del Perú
Agustino Recoleto
Imprimatur
Mons. José Carmelo Martínez
Obispo de Cajamarca (Perú)
LIMA – PERÚ
2
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
Ambiente social.
PRIMERA PARTE: SU VIDA Y OBRAS
Sus primeros años.
Religiosa.
Bombardeos en Valencia (1873).
Santa Mónica.
Casa Asilo de Cabra.
Siguen las Obras.
Cambio de Nombre.
Fundación de la Casa de Logroño (1882).
El cólera en Valencia (l885).
Casas en América.
Nuevas fundaciones.
SEGUNDA PARTE: SU ESPÍRITU Y CARISMAS
Así era ella.
Fines de la Congregación.
Aprobación de la Congregación.
Dones sobrenaturales a) Éxtasis.
b) Discernimiento de espíritu.
c) Curaciones.
Fortaleza.
Eucaristía. María y José. Los ángeles.
TERCERA PARTE: MÁS ALLÁ DE SU MUERTE
Su muerte.
Sanaciones después de su muerte.
Milagros para su beatificación.
Desborde del río Turia.
Beatificación y canonización.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
3
INTRODUCCIÓN
La vida de santa Teresa de Jesús Jornet es una vida hermosa. Una vida de
entrega y sacrificio, un ejemplo para todos, porque todos debemos vivir en una
dimensión de eternidad y dar sentido a la vida amando, sirviendo y haciendo el
bien a los demás. La Madre Teresa Jornet encontró la misión de su vida en el
cuidado y atención corporal y espiritual a los ancianos desamparados. Era tanto
su amor a ellos que no se contentaba con que las otras hermanitas hicieran el
trabajo. En la medida de sus fuerzas y de su salud, siempre delicada, era ella la
primera que hacía las cosas, cuidando a los ancianos y demostrándoles de mil
maneras su cariño y cercanía.
Es cierto que tuvo muchos dolores y limitaciones corporales por sus males
del aparato digestivo, pero todo lo ofrecía al Señor como víctima de amor por la
salvación de sus ancianos. El Señor la bendijo y le envió muchas vocaciones. La
Congregación creció tanto que, al morir ella, con sólo 54 años, ya había 103
Casas en España y América; y eran más de dos mil religiosas.
Que su vida nos estimule a amar cada día más a Jesús, presente en la
Eucaristía, y a María nuestra Madre, siguiendo su ejemplo. Y, a la vez, a amar y
cuidar con cariño a los más pobres y necesitados de la sociedad.
4
AMBIENTE SOCIAL
5
PRIMERA PARTE
SU VIDA Y OBRAS
SUS PRIMEROS AÑOS
De tierna edad se la llevó con ella a Lérida su tía Rosa Ibars Palau y con
ella estuvo algún tiempo. Su tío, el padre Francisco de Jesús, María y José (1811-
1872), carmelita descalzo, exclaustrado por las leyes del gobierno, era muy
conocido como el padre Palau y Quer, fundador de las terciarias carmelitas
descalzas, dedicadas a la educación y beneficencia. Hoy se las conoce como
carmelitas descalzas misioneras. Sus padres enviaron a Teresa a estudiar a un
colegio de Fraga en la provincia de Huesca, bajo la dirección de la maestra doña
Petra de la Cruz.
1
Positio pp. 130-131.
6
muy piadosa y se confesaba cada semana, yendo para ello a Igualada, a 16
kilómetros de Argensola, haciendo el recorrido a pie.
RELIGIOSA
Ese mismo año 1872 tuvo que acompañar a su madre a los baños
sulfurosos de Estadilla (provincia de Huesca), donde la conocieron como la
sobrina del padre Palau. El padre Pedro Llacera Vilas, gran amigo del chantre de
la catedral de Huesca, don Saturnino López Novoa, que estaba preparando la
fundación de una Congregación española dedicada a la asistencia corporal y
espiritual de los pobres, y que debía llamarse Hermanitas de los pobres, la invitó
a entrar en la nueva Congregación.
Teresa tuvo que pasar a Huesca para saludar al fundador y aclarar las
cosas, porque tenía ajuar, pero no tenía para la dote. El fundador la aceptó sin
dote. Así que regresó a su casa con su madre y preparó lo necesario, esperando la
llamada. En ese tiempo de espera, captó a su hermana María y a Mercedes
Calzada, una buena amiga de Aytona. Las tres llegaron a Barbastro en la víspera
de la fiesta de la Virgen del Pilar de ese año 1872. El fundador la nombró
Superiora de las aspirantes.
7
Vivían en Barbastro en una Casa pagada por el fundador las doce primeras
jóvenes, de la cuales una no perseveró, siendo este grupo semejante al grupo del
colegio apostólico o de los doce apóstoles. Allí en Barbastro, en la capilla del
Seminario conciliar, el 27 de enero de 1873, recibieron el hábito con toda
solemnidad. El altar estaba hermoso, lleno de flores y luces. Terminada la misa,
los seminaristas improvisaron una simpática fiesta en la que uno de ellos leyó
unos lindos versos sobre la caridad.
8
BOMBARDEOS EN VALENCIA (1873)
9
SANTA MÓNICA
Dado que la casa de la Almoyna era muy pequeña para albergar muchos
ancianos y para las necesidades de las postulantes y nuevas integrantes de la
Congregación, buscaron un lugar para construir un edificio grande y bien
estructurado como futura Casa Central de la Congregación.
El padre Francisco García entregó todos sus ahorros y las hermanitas, para
ahorrar dinero, ayudaban arrastrando piedras, removían cemento, transportaban
ladrillos, etc. Las 32 novicias con su sonrisa y entusiasmo alegraban el trabajo.
10
CASA ASILO DE CABRA (1875)
11
Alcántara, que les había cedido la casa de sus abuelos, porque quedó en sus
últimos años muy postrado y las hermanitas tuvieron que atenderlo y
manifestarle así su agradecimiento.
En junio de 1876 las obras del nuevo pabellón del noviciado estaban
terminadas a pesar de las preocupaciones que había sufrido la Madre para
conseguir los fondos, pero san José, aunque a veces tardaba, nunca falló. El 14 de
este mismo mes de junio, llegó de Roma el decretum laudis (decreto de
alabanza), primer paso para la aprobación del Instituto.
12
CAMBIO DE NOMBRE
13
FUNDACIÓN DE LA CASA DE LOGROÑO (1882)
2
Diario, tomo I, Valencia, 1993, p. 631.
14
prudencia aconsejaba no dejarle entrar, pero la caridad ante la insistencia del
anciano pudieron más y se le permitió entrar. Con él entró silencioso el cólera y
comenzó a contagiar a los acogidos y de ellos pasó a las hermanitas.
Fue en esos días, cuando la Madre ofreció al Señor, para que tuviera
piedad de sus hijas y ancianos, en nombre de toda la Congregación, celebrar una
novena de preparación a la fiesta de la Virgen del Carmen y hacer tres días al año
de riguroso silencio y de ayuno a pan y agua. Dios escuchó sus súplicas. En los
primeros días de agosto, la Casa de Valencia comenzaba a revivir después del
paso del huracán de la peste. De las 97 hermanitas, habían muerto 24, pero todas
estaban extenuadas por el cansancio y la convalecencia y debían guardar cama.
Felizmente, en pocos días, se recuperaron y comenzó un nuevo florecer de
vocaciones. Dios bendijo abundantemente a la Congregación que había dado a la
Iglesia y al mundo 24 mártires de la caridad.
15
CASAS EN AMÉRICA
16
hermanitas; realizar dos años de noviciado antes de profesar; y someterse en todo
a las Constituciones, Reglamentos y costumbres de las hermanitas de los
ancianos.
Las hermanitas españolas las instruyeron acerca del ideal y misión de las
hermanitas de los ancianos. Les dieron a leer las Constituciones y Reglamentos,
y poco a poco las fueron iniciando en la vida y costumbres propias. Lo que más
les costaba al principio a las cubanas era la observancia y la convivencia diaria
con las españolas.
NUEVAS FUNDACIONES
3
Diario de santa Teresa de Jesús Jornet, tomo II, Valencia, 1993, p. 37.
4
Ib. p. 23.
17
como delegado del nuevo arzobispo cardenal Sancha. La Madre fue reelegida
como Superiora general; y su hermana María como Vice-Superiora general. La
Madre quería a toda costa renunciar para dedicarse el último año al bien de su
alma, pero su hermana le suplicó de rodillas que, por amor de Dios, no lo hiciese;
y aceptó 5.
SEGUNDA PARTE
SU ESPÍRITU Y CARISMAS
ASÍ ERA ELLA
5
Positio pp. 24-25.
6
Positio p. 16.
7
Positio p. 60.
8
Positio pp. 83-84.
18
Muchas veces tuvo que dormir sin colchón por darlo a los pobres que no
tenían. Una vez le cosieron su hábito con hilo de seda y ella, para darnos una
lección de pobreza, lo hizo descoser y recoser con hilo ordinario 9.
Tenía un carácter serio y grave, pero al mismo tiempo era muy afable y
sencilla. Tenía mucho amor a la pobreza y no quería que comprásemos nada que
no fuese indispensable... Cuando nosotras las profesas estábamos en recreación,
nos contaba cosas edificantes que le habían sucedido en las fundaciones. Nos
decía que una vez en una fundación había mucha pobreza y ella hacía todo lo
posible por contentar a los ancianos. Había una anciana que fumaba y no tenía
tabaco y la Madre misma fue a comprárselo para quitarle el disgusto de no
fumar 10.
9
Positio p. 192.
10
Positio p. 37.
11
Positio p. 36.
12
Positio p. 126.
13
Positio p. 231.
14
Positio p. 71.
19
Frecuentemente nos decía: “Hermanitas, tengamos mucha caridad con
los ancianos. Sepan que son la parte escogida que Dios nos da y Él recibe lo que
a ellos se hace como si lo hiciéramos al mismo Dios. Él lo recompensará'” 15.
Solía repetir: “No digan nunca a los ancianos, por incorregibles que
sean, que si no están contentos tienen la puerta abierta y se pueden marchar.
Por el contrario, trátenlos con paciencia y caridad, pues si no estuviesen los
pobres ancianos, tampoco existirían las hermanitas” 16.
15
Positio p. 53.
16
Positio p. 112.
17
Positio p. 63.
18
Positio p. 40.
19
Positio p. 8.
20
Positio p. 51.
21
Positio p. 126.
20
humilde religiosa cuando hace las cosas a la perfección, que la Superiora
general, si no es santa” 22.
Otro día, antes de tomar el hábito, hablando de los ancianos, hice una
mueca de repugnancia; y la Madre me dijo que fuese al oratorio a rezar al Señor
a ver si Él me quería santa y religiosa. Yo regresé y le dije que sí. Entonces me
dijo que para ello era necesario amar mucho a los ancianos y tratarlos
dignamente 25.
22
Positio p. 239.
23
Positio p. 20.
24
Positio p. 7.
25
Positio 226.
21
FINES DE LA CONGREGACIÓN
La Madre tenía muy clara la idea de cuidar los cuerpos de los ancianitos
para salvar sus almas. Salvar sus almas para toda la eternidad era el fin específico
y fundamental de todos sus afanes. Porque ¿de qué hubiera servido darles todos
los cuidados humanamente deseables, si al final no les servía para la salvación
eterna? Por eso, su lema era: Cuidar los cuerpos, para salvar las almas. Esta era
la meta final de todos sus desvelos. De ahí que una de sus más grandes alegrías
era que los ancianos volvieran a Dios después de estar alejados. Y con este fin,
ella misma se daba disciplinas, oraba intensamente y ofrecía sus sufrimientos al
Señor. Ella no se cansaba de enseñarles el catecismo y las buenas costumbres a
los ancianos.
Un día la Madre vio a una ancianita que se negaba a comer. Parece que
estaba deprimida. La Madre se sentó junto a ella y, como se hace con los niños,
comenzó a comer con ella una cucharada y a darle otra a la anciana; una a ella y
otra a la anciana, siempre con la misma cuchara; hasta que la anciana se decidió a
comer por sí misma. Le gustaba tener a disposición algunos cigarros, caramelos,
cintas, pañuelos, etc., para regalarlos como pequeños obsequios para alegrar la
vida de los ancianos.
22
Sor María Dolores de la Asunción refiere: Cuando estaba en la Casa de
Liria como portera, un día vino un anciano para que lo recibiéramos... Yo me
negué a recibirlo, porque estábamos muy escasas en todo. La Madre desde la
galería se dio cuenta de lo que sucedía y rápidamente me llamó y me reprendió,
ordenándome admitirlo, porque decía que no debíamos abandonar a ningún
pobre, ya que debíamos poner nuestra esperanza en la providencia de Dios. Lo
admití inmediatamente y a los pocos momentos vino una ayuda providencial de
un saco de patatas 26.
26
Positio p. 82.
27
Positio pp. 15-16.
23
APROBACIÓN DE LA CONGREGACIÓN
Por eso, en el año 1876, a instancias del entonces Emo. Sr. arzobispo de
Valencia, dicho Instituto, aunque constaba solamente de dos Casas, obtuvo de Su
Santidad el Papa Pío IX, de santa memoria, el Decreto laudatorio. Recibido el
cual, se propagó tan rápidamente por todas partes, que en la actualidad, apenas
transcurridos diez años, cuenta cincuenta y cuatro Casas, fundadas en
veintiocho diócesis de España y de sus dominios de las islas de América.
Todo esto, con Letras comendaticias de los Prelados de los lugares en que
se hallan las Casas de tan piadosa Congregación, lo expuso la Superiora
general a nuestro santísimo señor León XIII, suplicándole humildemente se
dignase aprobar con benignidad apostólica el piadoso Instituto y sus
Constituciones, de las que remitió un ejemplar juntamente con las Preces.
24
expuesto y teniendo en cuenta principalmente las referidas Letras comendaticias
de los Ordinarios, se dignó aprobar y confirmar, como por el presente Decreto
se aprueba y confirma, el mencionado Instituto con el título de Hermanitas de
los Ancianos Desamparados, como Congregación de votos simples, bajo el
régimen de una Superiora general, salva la jurisdicción de los Ordinarios, según
lo prescrito por los sagrados cánones y Constituciones apostólicas, difiriendo
para tiempo más oportuno la aprobación de las Constituciones, respecto de las
cuales mandó que se comunicasen algunas observaciones nuevas.
DONES SOBRENATURALES
a) ÉXTASIS
Sor Josefa de San Luis declaró: Una vez la vi en éxtasis o al menos así me
lo pareció 29.
Sor Josefina de San Luis refiere: Yo tenía unos 14 años. Un día entré en
su habitación como de costumbre, para rezar con ella el rosario. La vi en
oración en actitud estática. Tenía los ojos muy abiertos, las manos juntas y
estaba inmóvil. Yo, como de costumbre, besé su crucifijo y esperaba la orden
para comenzar a rezar. Pero, al ver que no decía nada ni se movía, le tiré de la
cadena del crucifijo. La miré a los ojos, le moví el velo y no decía nada ni se
movía. Me dio miedo y salí. Poco después ella, vuelta en sí, sintió el ruido que yo
hacía y preguntó quién estaba allí. Me hizo arrodillar a su lado y me dijo
insistentemente que no dijese nada a nadie 30.
28
Diario, tomo II, Valencia, 1993, pp. 189-190.
29
Positio p. 99.
30
Positio pp. 219-220.
25
b) DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITU
Sor Antonia de San Estanislao declaró que la Madre tenía el don del
discernimiento de espíritu y todas las hermanas estaban convencidas de que
conocía su interior. Por ello les daba un poco de temor lo que les decía a cada
una 31.
Afirma sor María de la Virgen de Guadalupe: Había una joven que venía
muchas veces a la Casa de Valencia, deseando ser religiosa. Un día se lo dije a
la Madre. Paseó con ella a lo largo de los corredores, le hizo algunas preguntas
y le dijo que Dios no la quería para hermanita de los ancianos. La joven ya no
volvió más y se quedó tranquila.
31
Positio p. 169.
32
Positio p. 237.
33
Positio p. 88.
34
Ibídem.
35
Positio p. 24.
26
La Madre tenía mucho celo por los sacerdotes. Consolata Cortina declaró:
Un joven que era mi amigo entró en los capuchinos y, al poco tiempo, se retiró.
Después de esto fue varias veces a hablar con la Madre y volvió a entrar en los
capuchinos, siendo un buen religioso. Se trata del padre Pastor, que decía:
“Debo mi vocación a la Madre Teresa, que siempre reza mucho por mí” 36.
c) CURACIONES
FORTALEZA
Muchas veces se encontraba sin dinero para pagar a los obreros de las
construcciones, que llevó a cabo en diferentes Casas, pero siempre, confiando en
Dios, consiguió superarlas. Dios nunca le falló.
36
Positio p. 8.
37
Positio pp. 23-24.
27
Sor Josefina de San Luis refiere el caso siguiente: La novicia Ramona
Duet tenía un padre que no quería que su hija fuese religiosa. La Madre sabía
que ella tenía vocación. Un día se presentó el padre con dos guardias civiles
para sacarla de convento. La Madre, con toda tranquilidad, les dijo que pasaran
a la iglesia, ya que estaban rezando. Al padre le dijo: “Usted, acérquese a ella y
llévesela”. Sucedió que el papá, teniendo delante a su hija, no la reconoció. La
fe de nuestra Madre había triunfado y el padre de sor Ramona se declaró
vencido y la dejó estar 38.
Su confianza en Dios, como una niña con su papá, era más grande que
todos sus problemas y sufrimientos. Dios la probaba con dificultades para hacerla
más fuerte en la fe y ella tenía confianza en Él, como si viviera permanentemente
en los brazos de su padre celestial. La fe la hacía grande a los ojos de los
hombres. Su estampa física era atractiva: Alta, de facciones enérgicas, pero a la
vez de dulce trato. Su bondad se respiraba por todo su ser, aunque a veces tenía
el rostro serio e infundía respeto. Era una mezcla de seriedad y dulzura, de cariño
y cercanía con respeto y seriedad.
Era una mujer andariega como santa Teresa de Jesús. Hizo numerosos
viajes para hacer nuevas fundaciones y sufría con los traqueteos de los carros o
las incomodidades o la mala alimentación, pero todo lo ofrecía con amor a Jesús
por la salvación de sus hijas y de sus ancianos.
38
Positio p. 214.
39
Positio pp. 207-208.
28
EUCARISTÍA
¡Cuántas horas se pasaba ante Jesús, sobre todo cuando estaba enferma y
no podía trabajar! Cuando fundaba una nueva Casa, ponía sumo interés en que
tuvieran cuanto antes el Santísimo Sacramento.
29
dominical. A la salida de la iglesia, encontró al carretero muy nervioso y nuestra
Madre procuró calmarlo, dándole algo de lo que llevaban para la comida 44.
Sor Canuta de San Luis declara: En sus últimos días, yo la llevaba del
brazo a la tribuna para visitar a Jesús sacramentado. Un día me dijo: “Ya no lo
visitaré más, ésta es la última vez”. Y así fue 45.
MARÍA Y JOSÉ
Sor Pilar del Sagrado Corazón anota: Estando ante la imagen de san José,
que guardaba en su cuarto, me dijo: “Mire, hermana, no tengo nada, pero pido
a san José las cosas que necesito, se las pongo delante de su imagen, y lo
obtengo todo, y todo para los pobres 47.
44
Positio pp. 23-24.
45
Positio p, 61,
46
Positio p. 49.
47
Positio p. 110.
48
Positio p.7.
30
que llegó al Asilo y lo vio entregar a la Madre una cantidad de dinero y después
desapareció sin saber por dónde. Todos pensaron que era san José 49.
49
Ibídem.
50
Positio p. 6.
51
Positio p. 54.
52
Positio p. 35.
31
LOS ÁNGELES
TERCERA PARTE
MÁS ALLÁ DE SU MUERTE
SU MUERTE
53
Positio p. 214.
32
vino a verla el doctor Eduardo Band. Al irse, preguntó qué le había prescrito el
médico y, cuando le respondimos que no había recetado nada, nos dijo que no
regresara al día siguiente, porque no quería perder el tiempo en conversaciones
inútiles 54.
Antes de morir quiso que se enviara a sus hijas el siguiente mensaje como
testamento, dirigido a todas las hermanitas por la Vice-Superiora general:
Cumpliendo órdenes de nuestra muy reverenda Madre Superiora general,
escribo a usted para hacerle saber, lo mismo que a las demás Hermanitas de esa
Casa, que en la madrugada del 12 del corriente julio, con gran consuelo de su
alma, recibió en ésta de Liria el santo Viático, de manos del padre Francisco; y
aprovechando tan solemne ocasión, las bendice a todas y les pide oraciones; y
que por amor de nuestro Señor Jesucristo la perdonen de las flaquezas y
miserias de que pudiera haberles dado mal ejemplo o tomarle cuenta el Señor.
Quiere además que en su nombre, les recomiende muy eficazmente, la
observancia de las Constituciones y votos, y el esmero en atender y cuidar con
toda solicitud y caridad a los pobrecitos ancianos, que han de ser los que con
sus bendiciones, nos introduzcan en el cielo. Previene también que a toda costa
conserven las Hermanitas la unión fraterna, siendo muy consideradas unas con
otras, y que desechando respetos humanos y vanas contemplaciones, se decidan
a servir al Señor de todas veras perseverando en su vocación, y cortando,
aunque sea menester hacerse mucha violencia, toda pasión o defecto que
pudiera entibiarlas en el servicio de Dios nuestro Señor. De su orden lo digo a
usted, abrigando la confianza de que grabarán muy profundamente en su
corazón estos consejos y harán por cumplirlos. Dios guarde a usted muchos
años. Casa-Asilo de Liria, 14 de julio de 1897. Sor Gregoria de los
Desamparados, Vice-Superiora General 55.
54
Positio p. 17.
55
Pelayo Toranzo Joaquín, Hermanitas de los Ancianos Desamparados, Bodas de oro, Memoria,
Santander, 1923, pp. 68-69.
33
En el último día llamó varias veces al padre Ezequiel y preguntaba con
frecuencia qué hora era. Una vez, entre otras, le respondimos que eran las 11
p.m. Entonces exclamó: He comulgado todos los días, pero mañana no podré
hacerlo. Volvió a preguntar qué hora era y pidió llamar al padre Ezequiel, porque
quería volver a confesarse. Tardamos en llamarlo, porque no queríamos
perturbarlo y, cuando llegó, la confesó y se dispuso a darle la comunión, pero no
pudo recibirla.
56
Positio p. 18.
57
Positio pp. 17-19,
34
SANACIONES DESPUÉS DE SU MUERTE
Sor Canuta de San Luis certifica: El año 1905 sor Dolores del Valle tenía
una grave enfermedad a los riñones. Era tanto el trabajo que nos daba que le
dijimos que le pidiera a la Madre que la curase, porque hacían falta cuatro
hermanitas para cuidarla. Los médicos por su parte la habían desahuciado y le
daban pocos días de vida. Esta religiosa, en unión con la Comunidad, comenzó
un triduo de oraciones a nuestra Madre. Tuvieron que operarla, a ver si podían
hacer algo por ella en la ciudad de México. Cuando la abrieron, encontraron
que tenía dos riñones fuertes y sanos; y exclamaron que eso era un milagro y la
cerraron sin ninguna intervención. Esta hermanita vivió muchos años más sin
ningún dolor y murió de muerte natural 59.
Sor Mercedes del Niño Jesús anota: El año 1925, el 1 de mayo, me había
subido a una escalera de mano bastante alta para arreglar el nicho de la Virgen
de los Desamparados del altar mayor de nuestra capilla del Asilo de Santiago de
58
Positio p. 74.
59
Positio p. 67.
60
Positio pp. 52-53.
35
Compostela, de pronto la escalera se resbaló y yo caí sobre el sagrario, después
de haber roto con mi espalda un pedazo de la cornisa y haber sacado un pedazo
de madera del sagrario con un brazo. Mi brazo izquierdo quedó totalmente
inutilizado y no podía moverlo por los muchos dolores. Yo era la organista y
debía tocar el armonium en la tarde en la celebración en honor de la Virgen de
los Desamparados. Me encomendé a la Madre para que me curara
inmediatamente y poder tocar y comenzamos un triduo. El hecho fue que el
primer día pude tocar poco con el brazo izquierdo inclinado sobre el armonium.
El segundo día comencé a tocar de la misma manera, cuando en un momento
alejé el brazo de armonium y me puse a tocar con agilidad sin tener dolores,
como si sintiera una fuerza sobrenatural. Desde ese momento mi brazo estuvo
totalmente sano y este hecho lo he considerado siempre como un verdadero
milagro de nuestra Madre, tanto por el hecho de no matarme en la caída como el
de no quedar inutilizado del brazo 61.
Sor María Dolores de San José afirma: El año 1937, durante la guerra
civil española, el médico de nuestra Casa de Logroño, el doctor Mariano Sáez
Andayo, que también era médico del hospital de tuberculosos, estaba él también
tuberculoso. Nosotras comenzamos una novena a nuestra Madre para pedirle la
salud para el doctor y, a la vez, le dimos una imagen de la misma para que se
encomendase a ella. Y se sanó totalmente, considerando esa gracia como un
milagro de nuestra Madre 64.
61
Positio p. 114.
62
Positio p. 123.
63
Positio p. 124.
64
Positio p. 79.
36
Sor Teresa Navarrete refiere: El 7 de febrero de 1945, al levantarme de la
cama a las seis de la mañana, tuve un ataque de apoplejía en la parte izquierda
del cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, y caí al suelo, porque no podía mover
el brazo, la mano ni los dedos. Acudieron en mi auxilio las hermanas y
consiguieron meterme en la cama. Llamaron al médico, quien afirmó que podía
repetirse el ataque. Me encomendé a la Madre y le pedí con fervor que me
librase de aquel mal y que pudiera servirme por mí misma. Efectivamente, la
Madre escuchó mis súplicas y seis días después del ataque estaba completamente
curada. Desde entonces no he vuelto a tener ninguna molestia. Atribuyo mi
rápida y maravillosa curación a la intercesión de nuestra Madre 65.
65
Positio p. 45.
66
Pietromarchi Eugenia, Santa Teresa Jornet e Ibars, cuarta edición, Valencia, 2009, pp. 347-348.
37
DESBORDE DEL RÍO TURIA
38
misma ventanilla, logró pasar la hermana y ponerse a salvo. La odisea había
terminado.
Por fin, las aguas comenzaron a descender. Pero dejaban tras de sí los
destrozos, el fango, los daños incalculables. De la numerosa familia de la Casa-
Madre, todos, sin embargo, se habían salvado. Era patente que la Madre Teresa,
en el cielo, no olvidaba, que en el día del traslado de sus restos mortales de Liria
a Valencia, ella había sido nombrada ángel y guardiana de aquella su Casa 67.
67
Pietromarchi Eugenia, o.c., pp. 348-351.
39
BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN
Sí, ella fue un rayo de sol divino en el mundo, una luz en la oscuridad del
sufrimiento humano, un camino inédito y una flor hermosa en el jardín de la
Iglesia de Dios.
40
CONCLUSIÓN
Que Dios te bendiga, hermano lector, por medio de María. No olvides que
tienes un ángel que siempre te acompaña y que Jesús siempre te espera en la
Eucaristía. Que seas santo es mi mejor deseo para ti.
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BIBLIOGRAFÍA
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