ADIVINANZAS
ADIVINANZAS
ADIVINANZAS
Respuesta: La Aguja
Respuesta: En Africa
Respuesta: La Navaja
Respuesta: El Yo-Yo.
6. Es cómo una paloma blanca y negra,
pero vuela sin alas y habla sin lengua
Respuesta: LA CARTA
Respuesta: LA CALLE
8. Tiene ojos y no ve, tiene pico y no pica, tiene alas y no vuela, tiene patas
y no camina, ¿qué es?
10. Al doblar por una esquina me encontré con un señor y en vez de decirle
algo le dije don ¿Qué puede ser?
Respuesta: El Algodón
TRABALENGUAS
La bruja piruja prepara un brebaje
Con cera de abeja, dos dientes de ajo,
Cuarenta lentejas
Y un pelo de oveja.
Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha para
protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Caperucita vivía en una casita cerca del bosque. Un día, la mamá de Caperucita le
dijo:
– Hija mía, tu abuelita está enferma. He preparado una cestita con tortas y un tarrito de
saltando de alegría.
Cuando Caperucita se disponía a salir de casa, su mamá, con gesto un poco serio, le
– Ten mucho cuidado, cariño. No te entretengas con nada y no hables con extraños.
Sabes que en el bosque vive el lobo y es muy peligroso. Si ves que aparece, sigue tu
– Así lo haré, mamá – afirmó de nuevo Caperucita diciendo adiós con su manita
mientras se alejaba.
Cuando llegó al bosque, la pequeña comenzó a distraerse contemplando los pajaritos
La niña, dando un respingo, se giró y vio que quien le hablaba era un enorme lobo.
– Voy a casa de mi abuelita, al otro lado del bosque. Está enferma y le llevo una
– ¡Oh, eso es estupendo! – dijo el astuto lobo – Yo también vivo por allí. Te echo una
carrera a ver quién llega antes. Cada uno iremos por un camino diferente ¿te parece
bien?La inocente niña pensó que era una idea divertida y asintió con la cabeza. No
sabía que el lobo había elegido el camino más corto para llegar primero a su destino.
– Soy yo, abuelita, tu querida nieta Caperucita. Ábreme la puerta – dijo el lobo
El malvado lobo entró en la casa y sin pensárselo dos veces, saltó sobre la cama y se
entre las sábanas esperando a que llegara la niña. Al rato, se oyeron unos golpes.
merendar.
– Son para verte mejor, preciosa mía – contestó el lobo, suavizando la voz.
– ¡Es para comerte mejor! – gritó el lobo dando un enorme salto y comiéndose a la
niña de un bocado.
Con la barriga llena después de tanta comida, al lobo le entró sueño. Salió de la casa,
llamó la atención de un cazador que pasaba por allí. El hombre se acercó y vio que el
animal tenía la panza muy hinchada, demasiado para ser un lobo. Sospechando que
pasaba algo extraño, cogió un cuchillo y le rajó la tripa ¡Se llevó una gran sorpresa
Después de liberarlas, el cazador cosió la barriga del lobo y esperaron un rato a que el
animal se despertara. Cuando por fin abrió los ojos, vio como los tres le rodeaban y
susto había pasado y la niña había aprendido una importante lección: nunca más
Había una vez tres hermanos cerditos que vivían en el bosque. Como el malvado lobo siempre los
estaba persiguiendo para comérselos dijo un día el mayor:
- Tenemos que hacer una casa para protegernos de lobo. Así podremos escondernos dentro de
ella cada vez que el lobo aparezca por aquí.
A los otros dos les pareció muy buena idea, pero no se ponían de acuerdo respecto a qué material
utilizar. Al final, y para no discutir, decidieron que cada uno la hiciera de lo que quisiese.
El más pequeño optó por utilizar paja, para no tardar mucho y poder irse a jugar después.
El mediano prefirió construirla de madera, que era más resistente que la paja y tampoco le llevaría
mucho tiempo hacerla. Pero el mayor pensó que aunque tardara más que sus hermanos, lo mejor
era hacer una casa resistente y fuerte con ladrillos.
- Además así podré hacer una chimenea con la que calentarme en invierno, pensó el cerdito.
Cuando los tres acabaron sus casas se metieron cada uno en la suya y entonces apareció por ahí el
malvado lobo. Se dirigió a la de paja y llamó a la puerta:
Y el lobo empezó a soplar y a estornudar, la débil casa acabó viniéndose abajo. Pero el cerdito
echó a correr y se refugió en la casa de su hermano mediano, que estaba hecha de madera.
El lobo empezó a soplar y a estornudar y aunque esta vez tuvo que hacer más esfuerzos para
derribar la casa, al final la madera acabó cediendo y los cerditos salieron corriendo en dirección
hacia la casa de su hermano mayor.
El lobo estaba cada vez más hambriento así que sopló y sopló con todas sus fuerzas, pero esta vez
no tenía nada que hacer porque la casa no se movía ni siquiera un poco. Dentro los cerditos
celebraban la resistencia de la casa de su hermano y cantaban alegres por haberse librado del
lobo:
Los tres cerditos- ¿Quien teme al lobo feroz? ¡No, no, no!
Fuera el lobo continuaba soplando en vano, cada vez más enfadado. Hasta que decidió parar para
descansar y entonces reparó en que la casa tenía una chimenea.
- ¡Ja! ¡Pensaban que de mí iban a librarse! ¡Subiré por la chimenea y me los comeré a los tres!
Pero los cerditos le oyeron, y para darle su merecido llenaron la chimenea de leña y pusieron al
fuego un gran caldero con agua.
Así cuando el lobo cayó por la chimenea el agua estaba hirviendo y se pegó tal quemazo que salió
gritando de la casa y no volvió a comer cerditos en una larga temporada.
REFRANES
La memoria es como el mal amigo; cuando más falta te hace, te falla.
Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque, ten
paciencia.
Nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer.