Unidad III. El Discurso. Pautas para El Análisis Crítico Del Discurso
Unidad III. El Discurso. Pautas para El Análisis Crítico Del Discurso
Unidad III. El Discurso. Pautas para El Análisis Crítico Del Discurso
El lenguaje (de las palabras, de los gestos, de los símbolos más diversos...) estructura el pensamiento, permite
la comunicación, otorga significado a lo que ocurre... y también absorbe cuanto ocurre, mutando
continuamente. Las personas hemos nacido y nos comportamos en este entorno complejo y simbólico. Al unir
el lenguaje (en su sentido amplio, que incluye toda gestión de símbolos más allá de las palabras) con la vida
en sociedad, obtenemos los discursos. Éstos constituyen unidades con significado completo. Un discurso es
más que una colección de frases. Incluye, como veremos, ideología, cultura, contexto complejo. Los discursos
son compendios que transmiten significados y proponen comportamientos sobre asuntos que pueden ser muy
específicos o muy generales. Cada vez escuchamos más expresiones como “el discurso de los medios” “el
discurso de la derecha” “el discurso del mercado”, etc.
Y no es que estos agentes tomen un micrófono ante las cámaras y lean un texto escrito. Un discurso puede ser
desde eso, un texto breve escrito, hasta una amplia colección de películas, libros y leyes, por ejemplo. Es como
si alguien que piensa de un modo definido creara muchas películas, muchos libros y muchas leyes desde su
visión particular del mundo, su propia ideología, su forma de entender las cosas, sus objetivos, su versión de
lo bueno y lo malo, etc. No es una persona concreta quien se encuentra tras esos discursos, sino muchos agentes
que comparten esos mismos elementos y que trabajan, muchas veces, sin ser conscientes del discurso que
elaboran, mantienen y propagan.
2. ¿Cuáles son las fundamentaciones y descripciones del Análisis Crítico del Discurso?
Para analizar un discurso es necesario, obviamente, identificarlo primero. Esta tarea es dinámica. Si hablamos
del discurso de una unidad muy concreta (como una sesión de clase o una comparecencia de un político ante
los medios), la tarea parece más fácil. Pero hay que considerar que esa unidad se genera desde un todo más
amplio e identificarlo es una tarea no inmediata. Analizando varias unidades concretas, el discurso en sentido
amplio va aflorando con nitidez, tomando forma y mostrándose cada vez con mayor claridad en toda su
complejidad. Como el discurso genera realidad, analizarlo implica descubrir no sólo sus elementos
característicos, sino su funcionamiento, es decir, cómo consigue construir realidad y esa en concreto. Por tanto,
analizar el discurso implica: 1.
En el llamado análisis crítico del discurso, hay más que los puntos anteriores, puesto que el analista se plantea
seriamente qué se puede hacer para enfrentarse al discurso como herramienta de poder, cómo intervenir.
El objetivo del análisis crítico del discurso es asumir una posición con el fin de descubrir, desmitificar y, al
mismo tiempo, “desafiar” una posición o dominación mediante un análisis crítico del discurso opuesto. Así,
en lugar de centrarse en la disciplina y sus teorías o paradigmas lo hace en la relevancia de una situación
problemática o crucial. El trabajo de un analista crítico está orientado por un “problema” más que por un marco
teórico; su análisis, su descripción de un fenómeno como la formulación de una teoría juegan un rol en la
medida que permita una mejor comprensión crítica de la “desigualdad social” basada en, por ejemplo, origen,
género, clase, religión, lengua, u otro criterio que pueda definir las diferencias humanas. Su fin último no es
puramente científico, sino también político y social, es decir, con tendencia al “cambio”.
3. Explique los componente propios de la búsqueda de identificar los componentes que rodean al discurso,
que hacen comprensible su contenido, su cometido y su efecto indicados a continuación:
Ideología
1. La ideología es un concepto complejo que define la esencia de un grupo
consolidado.
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2. La ideología tiene competencias sobre tres objetos: el grupo como tal,
sus miembros y el entorno físico y humano (las otras personas, los otros
grupos, la civilización, la naturaleza).
3. El grupo como tal posee una misión, un papel que desempeñar y que
justifica su existencia.
4. Los miembros del grupo cuentan con un perfil concreto, medido en
buena parte en términos de valores y actitudes. La ideología establece
las condiciones para aceptar miembros y las condiciones de exclusión.
El nosotros y el ellos.
5. “Lo demás” es percibido de una forma determinada. La ideología incluye
una forma concreta de concebir el mundo.
6. El sistema de valores de la ideología establece las prioridades y las
normas de comportamiento, constituye la guía para realizar juicios
morales y justifica el establecimiento de la misión o papel trascendente
del grupo.
7. Las actitudes derivadas de la ideología, por tanto, definen las
predisposiciones conductuales de los miembros del grupo ante éste,
ante ellos y ante los demás y lo demás.
8. La ideología que define al grupo establece aspectos relacionados con la
identidad de esa comunidad, de tal forma que sus miembros se
reconocen como tales y sienten simpatía y adscripción, al mismo tiempo
que se sienten, como grupo, diferentes al resto. En la formación de esta
identidad son fundamentales los elementos mencionados: el sistema de
valores, las actitudes y la misión grupal.
9. En la medida en que la ideología define la identidad del grupo, sus
valores y sus actitudes (es decir, sus cogniciones, afectos y
predisposiciones conductuales), constituye una excelente herramienta
para ejercer el poder mediante la persuasión de ciclo largo.
10. Los líderes de los grupos, como personificaciones de la ideología,
cuentan por tanto con un elevado poder persuasivo.
Discurso y poder
Hasta el momento han ido aflorando varios conceptos importantes en torno a
los discursos. Como hemos señalado en el punto anterior, el análisis crítico se
plantea descubrir y hacer públicas las relaciones de poder que alimentan los
discursos dominantes y suministrar armas a la población (especialmente a los
grupos más vulnerables) para conocer estos procesos y elaborar estrategias
para defenderse y actuar.
Desde ese punto de vista, es importante partir de algunos conceptos clave, sin
los que no es posible adentrarse en la realización de ningún análisis crítico.
Tales conceptos son los que siguen.
Poder
En palabras de Álvarez y Svejenova (2003:13) el poder “es el potencial de
movilizar la energía de las personas de forma que su comportamiento se
encamine a realizar aquello que queremos”.
1. La relación entre las personas puede establecerse con objetivos muy
diversos. Uno de ellos es la motivación de poder.
2. El poder es una posición de privilegio que permite definir el
comportamiento de los demás. Es potencial. Que alguien tenga poder no
significa necesariamente que lo utilice. Y aunque se puede definir el
poder en muchos términos, finalmente, el objeto terminal, lo que focaliza
la atención y da a la definición de poder sus propiedades es el control
sobre la conducta.
3. Aunque poder y uso del poder no son la misma cosa, la práctica muestra
que el poder es utilizado cuando se cuenta con esa posición de
privilegio. Incluso, algunos autores llegan a afirmar que sería poco ético
lo contrario; es más, que lo ético es precisamente utilizar el poder,
cuando se tiene, en provecho propio (Álvarez y Svejenova, 2003).
4. El control sobre la conducta puede realizarse de muchos modos, de tal
forma que las relaciones de poder han sufrido mutaciones a lo largo de
la historia.
5. La primera versión en el ejercicio del poder es el control directo sobre la
conducta, impidiendo u obligando a que se realicen determinadas
acciones, mediante una intervención física o presión psicológica.
6. Hoy sigue ejerciéndose un poder físico y directo, pero el más
característico es el psicológico e indirecto. Los valores actuales
establecen que es negativo obligar a las personas a ejecutar lo que no
quieren o impedirles realizar lo que desean. Así que el poder se ejerce
habitualmente sobre los deseos y cogniciones de tal forma que la
actuación sobre ellos permite que las personas se comporten como
disponen los agentes del poder y que lo hagan voluntariamente.
Persuasión
Valores
1. Un valor es una guía estándar y duradera para la conducta. Los valores
representan la importancia que poseen unos objetos, unos hechos o
unas formas de comportarse (Garcés, 1988).
2. Los valores se forman a través del aprendizaje, especialmente durante
el proceso de socialización. Las personas construyen su sistema de
valores en su experiencia social.
3. Los valores establecen las prioridades en los comportamientos porque
se utilizan como criterio en las decisiones. Cuanta más importancia
tenga un valor, más influencia ejercerá sobre la conducta de la persona
o del grupo.
4. Lo bueno y lo malo, lo mejor y lo peor, lo positivo y lo negativo... son
atributos que se definen mediante juicios de valor (Díaz, 2001). Las
personas y los grupos tienden a comportarse según lo que consideran
positivo, mejor o bueno (para sí mismas o para la comunidad).
5. El sistema de valores es complejo, por lo que es fácil que surjan
conflictos. Unos valores instan a realizar unas conductas y otros valores
apuntan en direcciones distintas ocasionalmente incompatibles con las
primeras. Los conflictos se resuelven gracias a que el sistema de valores
se organiza como una jerarquía, donde unos son prioritarios frente a
otros.
4. Explique los componentes propios para generar un modelo completo sobre el Discurso, que considere la
relación entre todos los elementos analizados, su génesis, su expresión y sus consecuencias.
El ACD aborda problemas sociales
Según Maingueneau, al estudiar la evolución del análisis del discurso (AD), se observa que es en la
década de los años 50, cuando se produjeron las acciones decisivas para la constitución del AD, como
consecuencia de los aportes en paralelo de la lingüística de la distribución, norteamericana, -que estudia
los enunciados que superan los límites de la oración, denominados discursos-, impulsada por Zellig S.
Harris y los trabajos realizados por Román Jackobson y Emile Benveniste sobre la enunciación. 6
Sin embargo, Silva afirma que el interés por el AD emergió en la década de los años 60, con estudios
como los de Kenneth Pike, fundador de la Tagmémica -lingüística desarrollada por Pike consistente en
conglomerar las herramientas de diferentes lenguas para lograr una teoría de análisis lo más completa
posible- y quien estudió múltiples lenguas con el propósito de desarrollar una teoría lingüística del
discurso, y de Michael Halliday y su esposa en Gran Bretaña, que representaban la línea de la lingüística
funcional.
Funciones
El AD permite conocer conceptualmente al emisor, y como método, permite aislar y clasificar las
nociones por medio de las cuales se expone determinado conocimiento, y ello puede generar una red
semántica que permita la identificación de los intereses e intenciones de los productores.
Para una mejor comprensión de la función del AD es necesario remitirse a Van Dijk, quien plantea que
su objetivo principal “es producir descripciones explícitas y sistemáticas, tanto textuales como
contextuales, de las unidades del uso del lenguaje al que se denomina discurso. Las dimensiones textuales
se refieren a las estructuras del discurso en los diferentes niveles de descripción, mientras que las
contextuales relacionan a estas con las propiedades del contexto
Hasta ese momento, el enfoque estructuralista o semiótico no consideraba el uso real de la lengua o “la
dimensión social del discurso”. Para ello, los aportes provenientes de la psicolingüística y de la psicología
cognitiva fueron relevantes, al considerar el estudio de lo que ocurre en el “procesamiento” de la
información verbal en los textos orales y escritos.