Curso Practico de Diseno Web - Manual Completo
Curso Practico de Diseno Web - Manual Completo
Curso Practico de Diseno Web - Manual Completo
de diseño web
Este es un manual de básico a avanzado sobre el diseño en general y el diseño web
en particular. Está realizado de modo que cubra aspectos básicos y elementales que
muchas veces se pasa por alto cuando se comienza el estudio del diseño, ofreciendo
un enfoque académico y técnico.
El foco es explicar el diseño orientado a la web y a la vez resulta una interesante
introducción al diseño en general, ya que se hablan de muchos aspectos básicos
relacionados con el diseño clásico, como gestión del color, formas básicas en el
diseño, equilibrio entre los componentes, etc.
Está dividido en dos partes, en la primera se tratan asuntos más generales, teóricos y
atómicos. En la segunda parte del manual de diseño web se tratan temas más
avanzados y cómo componer diversos componentes del diseño, como la interfaz
gráfica y otros elementos gráficos. También se ofrece una detallada descripción de
formatos gráficos.
Introducción al Curso
de Diseño Gráfico
para la Web
Comenzamos el curso de diseño gráfico con una introducción que te ubicará en el
conocimiento de diseño en general. Igual piensas que el diseño gráfico es algo
relativo a la era de Internet o de los ordenadores, pero realmente ha acompañado
al hombre desde el origen de su existencia.
El ser humano ha tenido siempre la necesidad de comunicarse con sus semejantes, hasta tal punto que podemos afirmar
que si el hombre es el ser más avanzado de la naturaleza, es debido en gran parte a la facilidad que ha tenido para hacer
partícipe a los demás de sus ideas de una forma u otra.
Las primeras formas comunicativas fueron mediante elementos visuales. Antes de que desarrollaran capacidades de
expresión mediante el lenguaje hablado, los hombres utilizaron su cuerpo para comunicar a los demás estados de ánimo,
deseos e inquietudes a través de ademanes, expresiones y signos, que con el tiempo adquirieron la condición de
"lenguaje", al convertirse en modelos de comunicación.
Aunque posteriormente el lenguaje hablado pasara a ser el medio de intercambio de información más directo, el
lenguaje visual siguió teniendo un importante peso en las relaciones comunicativas, sobre todo a partir del uso de
diversos materiales y soportes como medios del plasmar mensajes visuales, como lo demuestran multitud de dibujos en
piedra y pinturas rupestres que han llegado a nuestros días, en las cuales se representan elementos naturales, actividades
cotidianas y diferentes signos artificiales con significado propio.
Estos lenguajes escritos estaban basados, bien en la representación de elementos tomados de la naturaleza, a los que se
les asignaba una interpretación particular, bien en un conjunto artificial de símbolos inventados: los alfabetos. Cada uno
de estos signos aislado tenía a veces un significado incierto, pero unido a otros, permitían representar gráficamente el
lenguaje hablado por cada pueblo o cultura.
Como soporte físico se utilizó inicialmente la piedra, pero pronto se buscaron otros tipos de materiales que permitieran
una mayor facilidad de uso y una mayor portabilidad, como los papiros o los pergaminos.
Incunable medieval
Posteriormente, Johann Gutenberg inventó la imprenta, artefacto capaz de reproducir en grandes cantidades y de forma
cómoda un original, lo que hizo posible que los documentos impresos y el mensaje que contenían fueran accesibles a un
gran número de personas.
Otro gran impulsor del desarrollo del diseño gráfico fue la Revolución Industrial. Surgieron las fábricas y la economía
de mercado, un gran número de personas se desplazó a las ciudades a trabajar, aumentaron las tiendas y los comercios y
empezó la competitividad entre empresas por hacerse con una parte del mercado. Con ello apareció y se desarrolló una
nueva técnica comercial, la publicidad, encargada de hacer llegar a los consumidores mensajes específicos que les
convencieran de que un producto dado era mejor que otros análogos.
Cartel publicitario
El desarrollo de la publicidad trajo consigo un desarrollo paralelo del diseño gráfico y de los soportes de comunicación.
Había que convencer al público de las ventajas de un producto o marca, y para ello nada mejor que mensajes concisos,
cargados de componentes psicológicos, con diseños cada vez más elaborados, que se hacían llegar al mayor número
posible de personas. El cómo se transmitía la información llegó incluso a superar en importancia a la misma
información transmitida.
No se trataba ya de presentar mensajes visuales bellos, sino efectivos, que vendieran, y para ello no se dudo en realizar
grandes inversiones, haciendo posible un gran avance en las técnicas de diseño y la aparición de profesionales
En el siglo XX, hicieron su aparición los ordenadores, máquinas en un principio destinadas a un grupo reducido de
técnicos y especialistas, pero que poco a poco fueron ganando popularidad y que con la aparición del ordenador
personal se extendieron a todos los ambientes y grupos sociales.
El ordenador es útil porque permite el uso de programas informáticos capaces de realizar multitud de tareas. Pero estos
programas tienen una estructura interna muy compleja, que la mayoría de las veces va más allá de los conocimientos
que poseen los usuarios de los mismos.
Esto dio lugar a la introducción de unos elementos intermedios, denominados "Interfaces de Usuario", cuya misión era
aislar al usuario de las consideraciones técnicas y procesos internos de los programas, permitiéndoles realizar tareas con
ellos por medio de un "lenguaje" intermedio, más fácil de entender por el usuario.
En sus principios, estos programas se manejaban de forma textual, mediante comandos crípticos, que entendían tan solo
expertos en la materia. Pero con el acceso a la informática de todo tipo de personas se hizo necesaria una simplificación
en el manejo de las aplicaciones, surgiendo el concepto de "Interface Gráfica de Usuario" en toda su extensión, como un
medio capaz de hacer entendibles y usables estas aplicaciones a través de elementos visuales comunes, que presentados
en la pantalla del ordenador permitieran al usuario medio realizar las tareas propias de cada programa concreto.
Hacía falta pues profesionales del diseño que se encargaran de concebir las interfaces, pero los diseñadores gráficos
clásicos no estaban acostumbrados a construir obras con capacidades de interacción y navegabilidad, por lo que
hubieron de reciclarse, aprendiendo conceptos y funcionalidades nuevas.
Con la entrada en escena de Internet y las páginas web se hizo aún más patente el desfase de los diseñadores gráficos
con el nuevo medio. Hacía falta ahora diseñar y construir interfases de usuario muy especiales, condicionadas a
pequeños tamaños de fichero y a un medio concreto de presentación, los navegadores web, que imponían serias
limitaciones al diseño, que necesitaban sistemas de navegación entre páginas simples y entendibles.
Interfase web
Si a esto sumamos la necesidad de los creadores de interfaces web de conocer a fondo diferentes lenguajes de marcas y
de programación (HTML, JavaScript, DHTML), es evidente que era necesaria la aparición de un nuevo profesional, el
diseñador web, híbrido entre el diseñador gráfico clásico y el programador de aplicaciones para Internet.
Podemos definir el diseño gráfico como el proceso de programar, proyectar, coordinar, seleccionar y organizar una serie
de elementos para producir objetos visuales destinados a comunicar mensajes específicos a grupos determinados.
La función principal del diseño gráfico será entonces transmitir una información determinada por medio de
composiciones gráficas, que se hacen llegar al público destinatario a través de diferentes soportes, como folletos,
carteles, trípticos, etc.
El diseño gráfico busca transmitir las ideas esenciales del mensaje de forma clara y directa, usando para ello diferentes
elementos gráficos que den forma al mensaje y lo hagan fácilmente entendible por los destinatarios del mismo.
El diseño gráfico no significa crear un dibujo, una imagen, una ilustración, una fotografía. Es algo más que la suma de
El resultado final de un diseño gráfico se denomina grafismo, y es una unidad por sí misma, aunque esté compuesto por
multitud de elementos diferentes. Podemos establecer una analogía entre un grafismo y un plato de cocina. Ambos están
compuestos por diferentes elementos individuales que, unidos correctamente y con sabiduría, componen una obra final
única y definida que va más allá de la suma de las partes que la forman.
Toda obra de comunicación visual nace de la necesidad de transmitir un mensaje específico. Un diseñador gráfico no es
un creador de formas, sino un creador de comunicaciones, un profesional que mediante un método específico (diseño)
construye mensajes (comunicación) con medios visuales (grafismos). No es el creador del mensaje, sino su intérprete.
El principal componente de toda composición gráfica es pues el mensaje a interpretar, la información que se desea hacer
llegar al destinatario a través del grafismo. Esta información se debe representar por medio de diferentes elementos
gráficos, que pueden ser muchos y variados, aunque los más comunes son:
• Elementos gráficos simples: puntos y líneas de todo tipo (libres, rectas, quebradas curvas, etc.)
• Elementos geométricos, con contorno o sin él: polígonos, círculos, elipses, óvalos, etc.
• Tipos: letras de diferentes formas y estructura, utilizadas para presentar mensajes textuales.
• Gráficos varios: logotipos, iconos, etc.
Un diseño limpio
Estos elementos básicos se combinan unos con otros en un grafismo, y de esta combinación surge un resultado final en
el que tienen mucha importancia una serie de conceptos propios del diseño gráfico, entre los que destacan:
Los diferentes elementos de un grafismo son percibidos por el destinatario de acuerdo con la influencia que ejercen
cada uno estos conceptos a nivel individual, grupal y total. Pero la unión de todos ellos, la obra gráfica, es una entidad
comunicativa individual y completa, cargada de complejos elementos humanos asociados con el lenguaje, la
El diseño gráfico de una página web es tan solo una parte del diseño de la misma, ya que, además, hay que considerar
un conjunto más o menos extenso de condicionantes que van a limitar la libre creatividad del diseñador.
En primer lugar, las páginas web se deben descargar de un servidor web remoto por medio de Internet, por lo que el
ancho de banda de las conexiones de los usuarios va a ser un factor clave en la velocidad de visualización. La mayoría
de los usuarios se conectan todavía a Internet con un módem, con velocidades teóricas de 56 Kbps, aunque en realizada
no superar los 10-15 Kbps en el mejor de los casos.
Los elementos gráficos, ya tengan formato de mapa de bits o vectorial, suelen traducirse en ficheros de bastante peso,
dependiendo del tamaño de la imagen y del formato en que se guarde. Esto origina que las páginas que contienen en su
diseño muchas imágenes, o pocas pero de gran tamaño, tarden mucho tiempo en ser descargadas desde el servidor web
y presentadas en la ventana del ordenador del usuario, que no suele ser muy paciente.
Estudios realizados demuestran que el tiempo máximo de aguante de una persona que espera la descarga de una página
suele ser de unos 10 segundos, pasados los cuales prefiere abandonar nuestro sitio web y buscar otro más rápido. Por lo
tanto, el número de elementos gráficos que podemos introducir en una página web queda bastante limitado, teniendo
que buscar alternativas mediante el uso imaginativo de fuentes y colores.
Otro aspecto a tener en cuenta es que las páginas web son visualizadas en unas aplicaciones específicas, los
navegadores web, que imponen grandes limitaciones al diseño de las mismas. La ventana de un navegador es
eminentemente rectangular, con unas medidas concretas (dadas por la resolución empleada por el usuario en su
monitor) y con unas capacidades de interpretación de colores que varían mucho según el ordenador usado, el sistema
operativo, el monitor y la tarjeta gráfica.
Estos factores imponen fuertes limitaciones al diseñador web, que debe buscar siempre que sus páginas puedan ser
visualizadas correctamente por el mayor número de usuarios.
Para intentar solventar estas diferencias, el diseñador web debe trabajar a la vez con varios navegadores, diseñando sus
páginas de tal forma que la interpretación de ellas sea similar en todos, lo que impone nuevas limitaciones al diseño.
Por otra parte, una página web no es un diseño gráfico estático, sino que contiene diferentes elementos que tienen la
capacidad de interaccionar con el usuario, como menús de navegación, enlaces, formularios, etc. Además, una página
aislada no existe, sino que forma parte de un conjunto de páginas inter-relacionadas entre sí (el sitio web), que deben
presentarse al usuario con el mismo estilo, aunque su funcionalidad sea muy diferente.
A esto hay que sumar que las páginas diseñadas deben luego construirse en un lenguaje específico, el HTML, que por sí
mismo es muy limitado, lo que hace que el diseñador web tenga que estar siempre pensando si la interfase que está
diseñando gráficamente va a poder ser luego construida.
Por último, una página web suele ocultar, en la mayoría de los casos, una serie de procesos complejos que se ejecutan
sin que el usuario sea consciente de ellos (ejecución de códigos de lenguajes de programación tanto en cliente como en
servidor, acceso a bases de datos en servidores remotos, etc.), procesos que añaden tiempo a la presentación de las
páginas y que muchas veces suelen afectar de forma importante al diseño de estas, ya que el diseñador no sabe de
antemano qué contenidos concretos van a tener.
Resumiendo: el diseño web va más allá del diseño gráfico, al influir en él multitud de factores que limitan las
posibilidades del diseño, pero también otros que añaden interactividad y funcionalidades a una página web que no tiene
un cartel, folleto o revista.
Los principales componentes de un ordenador encargados de la interpretación y presentación de colores son la tarjeta
gráfica y el monitor.
La tarjeta gráfica o de vídeo es el componente hardware encargado de procesar los datos gráficos que envía el
procesador, interpretarlos y codificarlos en voltajes adecuados que son enviados luego al monitor para su presentación
en pantalla.
Tarjeta gráfica
Los monitores son los dispositivos encargados de presentar al usuario las interfaces de las aplicaciones que se ejecutan
en el ordenador. Todos sabemos cómo es un monitor por fuera, ya que estamos acostumbrados a los monitores de los
televisores, algo tan común en nuestras casas. Interiormente, los monitores varían unos de otros en función de su
calidad, de la forma de manejar de voltajes y de la tecnología gráfica empleada.
Monitor CRT
Los monitores más comunes son los CRT o de rayos catódicos, formados por un tubo en cuyo interior se ha hecho el
vacío, en uno de cuyos extremos se sitúan tres cañones de electrones, uno por cada color primario, y en el otro una
pantalla de cristal, cuya parte externa es la que ve el usuario.
Una característica importante es el paso de punto (dot pitch), distancia diagonal entre dos puntos vecinos del mismo
color, que determina el mínimo tamaño de un detalle que es capaz de resolver una pantalla. Cuanto menor sea esta
distancia, mayor será la nitidez. Se mide en puntos por pulgada (ppp).
La resolución máxima distinguible en una pantalla de 800x600 es de 72 ppp y en una de 1024x768 es de 93 ppp. Estos
son valores teóricos y en la práctica son algo mayores.
Según la resolución empleada, los píxeles (unidad mínima de información) son representados en pantalla por una o más
tríadas, con lo que la adaptación a las diferentes resoluciones es muy buena.
La representación de una imagen en pantalla se realiza mediante barridos de los rayos de electrones, que recorren toda
la pantalla de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. La velocidad con la que se realiza esta operación se denomina
frecuencia de refresco vertical o refresco de pantalla, se mide en Hz (hertzios) y debe estar por encima de 60 Hz,
preferiblemente 70 u 80. A partir de esta cifra, la imagen en la pantalla es sumamente estable, sin parpadeos apreciables,
con lo que la vista sufre mucho menos.
La frecuencia de refresco vertical de nuestro monitor podemos averiguarla accediendo a la pantalla de configuración del
monitor, a la que se accede en sistemas Windows mediante las selecciones:
Inicio > Panel de control > Pantalla > Configuración > Opciones avanzadas > Monitor
También podemos en esta pantalla cambiar la frecuencia de refresco, pero antes de hacerlo es aconsejable consultar el
manual del monitor, ya que una frecuencia incorrecta puede resultar bastante perjudicial.
Monitor LCD
Otro tipo de monitores son los LCD o de cristal líquido, que se diferencian de los anteriores en que en ellos las tríadas
están formadas por cristal líquido en vez de fósforo pigmentado, y en que los haces de electrones son guiados por
polarización magnética. Además, en los monitores LCD trabajan con una trama de píxeles concreta, siendo fijo el
tamaño de cada uno, por lo que al cambiar a una resolución inferior pueden quedar franjas de píxeles desactivadas.
Sea cual sea el tipo de tarjeta gráfica y monitor usado, es fundamental tener instalados y actualizados los drivers propios
de estos componentes.
Un driver es un conjunto de librerías de software específicas encargadas de configurar y controlar los dispositivos de
hardware. Cada componente necesita para funcionar bien los drivers adecuados, que generalmente vienen junto a éste
en un disquete o en un CD.
Con el avance de las funcionalidades de los sistemas operativos y de los demás componentes de software y hardware de
los equipos informáticos, se hace necesaria una actualización constante de los drivers de los monitores y tarjetas de
video.
Estas versiones actualizadas suelen ofrecerlas los distintos fabricantes en sus sitios web, por lo que es muy importante
visitar estos cada cierto tiempo para bajar las versiones actualizadas de los drivers e instalarlos en nuestro equipo, con
objeto de no perder capacidades y de evitar incompatibilidades con los nuevos sistemas operativos.
Si tenemos instalada una tarjeta gráfica en nuestro ordenador, generalmente los drivers de esta (controlador) son los
responsables de manejar de forma adecuada el monitor. Para acceder a la propiedades del controlador, basta seguir la
ruta:
Desde esta ventana podemos ver el tipo de controlador instalado y si está funcionando bien o tiene algún
problema. También actualizarlo, para lo que es necesario tener previamente los nuevos drivers, ya que tendremos que
indicar su localización en nuestros discos duros.
Una consideración importante: hay que estar seguro que el driver que vamos a instalar se corresponde con el de nuestra
tarjeta gráfica o monitor, ya que un driver inadecuado puede originar un mal funcionamiento de los componentes
gráficos.
Las aplicaciones encargadas de presentar las páginas web son los navegadores (browsers), entre los que cabe destacar
por su importancia y difusión Internet Explorer, Netscape Navigator y Opera.
La interfaz de un navegador, en su modo estándar, presenta al usuario una o más barras superiores (de menús, de
dirección, etc.), una barra inferior (la barra de estado) y un espacio principal, la ventana, en el que son presentadas las
páginas web.
La forma de esta ventana es siempre rectangular, pero su tamaño varía, dependiendo del monitor y de la tarjeta gráfica.
Podemos hablar de dos tamaños de pantalla diferentes:
• Tamaño absoluto: es el tamaño "real" de la ventana del monitor, medido generalmente en pulgadas. Depende
del monitor.
• Resolución o tamaño relativo : viene determinada por el número de pixels que se muestran en la ventana del
monitor, siendo el píxel la unidad mínima de información que se puede presentar en pantalla, de forma
generalmente rectangular. Depende de la tarjeta gráfica.
El tamaño absoluto se suele expresar en pulgadas de diagonal (1 pulgada = 25,4 mm). El más común en la actualidad es
de 17 en ordenadores de sobremesa, aunque todavía quedan bastantes equipos antiguos con monitores de 15 y
existen en el mercado bastantes de 21. El tamaño absoluto de los monitores de los equipos portátiles suele ser de 14-
15.
En cuanto a la resolución, los valores más comunes son de 800x600 y de 1024 x768 pixels, aunque quedan todavía
usuarios que trabajan por debajo, a 640x480, y por encima, a resoluciones de 1152x864 y 1280x960 pixels.
El tamaño absoluto y la resolución deben estar en concordancia para una visualización correcta, siendo valores
aceptables los siguientes:
Las posibles resoluciones de trabajo de un equipo dependen sobre todo de la calidad del monitor y de la tarjeta gráfica
del ordenador, y se configuran, en sistemas operativos Windows, bien haciendo click con el botón derecho del ratón
La importancia de la resolución de pantalla sobre la forma de ser visualizadas las páginas web en la ventana del
navegador es muy importante. A mayor resolución se dispone de más puntos de información para presentar los
elementos en pantalla, pero estos puntos son más pequeños, con lo que los elementos de la interfaz (textos, imágenes,
objetos de formulario, etc.) se ven más pequeños.
Si diseñamos una página para una resolución dada, ocupando toda la ventana del navegador, aquellos usuarios que la
visualicen a resoluciones menores no tendrán espacio en pantalla para contener toda la página, por lo que se verán
obligados a usar las barras de desplazamiento del navegador. Por el contrario, aquellos usuarios que la visualicen a
resoluciones mayores tendrán demasiado espacio en pantalla para tan poca página, por lo que les quedará bastante
espacio vacío, sin contenidos.
Para solucionar estas diferencias, lo normal es que se diseñen las páginas web para una resolución base, generalmente la
más usada en la actualidad (800x600), y se construyan internamente mediante tablas o capas de tamaños relativos, con
anchuras definidas en %, con lo que se consigue que al ser visualizadas en monitores de más resolución se "abran",
ocupando todo el espacio de pantalla disponible.
Las pegas que tiene este sistema son que no da soporte a los usuarios de con menores resoluciones y que, en el caso de
resoluciones mayores, el diseño de la página puede verse seriamente afectado al modificar sus elementos las
dimensiones originales.
Otra posibilidad es maquetar toda la página dentro de un contenedor padre (una tabla o capa) y asignar a éste una
alineación centrada, con lo que la página quedará en el centro de la pantalla si se usa una resolución mayor que la de
diseño.
Pintores y diseñadores gráficos utilizan esta capacidad humana de apreciar colores para crear obras que profundicen en
el alma y que inspiren sentimientos en los seres que las contemplan. Pero ¿qué podemos hacer cuando debemos
expresarnos con un número limitado de colores?.
Los ordenadores trabajan con tres colores básicos, a partir de los cuales construyen todos los demás, mediante un
proceso de mezcla por unidades de pantalla, denominadas pixels. Estos colores son el rojo, el azul y el verde, y el
sistema sí definido se conoce como sistema RGB (Red, Green, Blue).
Cada píxel tiene reservada una posición en la memoria del ordenador para almacenar la información sobre el color que
debe presentar. Los bits de profundidad de color marcan cuántos bits de información disponemos para almacenar el
número del color asociado según la paleta usada. Con esta información, la tarjeta gráfica del ordenador genera unas
señales de voltaje adecuadas para representar el correspondiente color en el monitor.
A más bits por píxel, mayor número de variaciones de un color primario podemos tener. Para 256 colores se precisan 8
bits (sistema básico), para obtener miles de colores necesitamos 16 bits (color de alta densidad) y para obtener millones
de colores hacen falta 24 bits (color verdadero). Existe también otra profundidad de color, 32 bits, pero con ella no se
consiguen más colores, sino que los que usemos se muestren más rápido, ya que para el procesador es más fácil trabajar
con registros que sean potencia de 2 (recordemos que trabaja con números binarios).
Cuanto mayor es el número de colores, mayor será la cantidad de memoria necesaria para almacenarlos y mayores los
recursos necesarios para procesarlos. Por este motivo, los ordenadores antiguos disponen de paletas de pocos colores,
normalmente 256, al no tener capacidad para manejar más sin una pérdida notable de prestaciones.
Para representar un color en el sistema RGB se utilizan dos formas de codificación diferentes, la decimal y la
hexadecimal, correspondiéndose los diferentes valores con el porcentaje de cada color básico que tiene un color
determinado.
De los 256 colores básicos, el propio sistema operativo de queda con 40 para su gestión interna, con lo que disponemos
de 216 colores. De ellos, 18 se corresponden con la gamas de los colores primarios, correspondientes a 6 tonos de rojo,
6 de azul y 6 de verde:
Y el resto, los colores secundarios, son combinaciones de estas gamas de colores primarios:
Colores secundarios
Si usamos una profundidad de color de 24 bits, correspondiente a millones de colores, disponemos de una amplia gama
para trabajar, pero siempre teniendo en cuenta que sólo serán compatibles los colores que tengan su equivalente en el
sistema de 256 colores, es decir, aquellos en los que cada color primario viene definido por una pareja de valores
iguales, debiendo estos ser 00,33,66,99,CC o FF.
Cuando usamos una profundidad de color de 16 bits disponemos de miles de colores, pero el problema es que debido a
la división de esta gama de colores, los valores obtenidos no se corresponden con los equivalentes en 256 colores ni en
millones de colores. Por ejemplo, #663399 es el mismo color a 256 y a millones, pero no es igual que el obtenido con
miles de colores.
Como el código de un color dado puede ser difícil de recordar, se ha adoptado una lista de colores a los que se le ha
puesto un nombre representativo en el idioma inglés (red, yellow, olive, etc.), de tal forma que los modernos
navegadores interpretan el mismo y lo traducen internamente por su valor hexadecimal equivalente.
Las composiciones gráficas pueden aparecer de manera diferente en los distintos monitores, debido principalmente a la
diferencia en los parámetros que definen la calidad y las características luminosas y cromáticas de cada uno de ellos.
Esto puede originar, por ejemplo, que al realizar un composición seamos nosotros mismos los engañados, al no
corresponder los colores que vemos en pantalla a los reales que estamos codificando en el grafismo. O que el aspecto
visual de una página web diseñada en un monitor mal configurado no se corresponda con al que luego verán los
usuarios, con la consiguiente pérdida de control y de calidad que ello supone.
Para evitar estos errores se hace preciso utilizar unos valores estándar de los parámetros de configuración, que hagan
posible que el aspecto de una obra gráfica sea el mismo en cualquier ordenador configurado según los mismos valores.
Estos valores suelen corresponderse con los que trae un monitor al salir de fábrica, y la recuperación de los mismos
recibe el nombre de calibración.
La calibración es el proceso de ajuste de la configuración de la conversión de color del monitor a un nivel estándar, de
manera que la imagen se presenta de igual manera en diferentes monitores.
El método más simple de calibración pasa por el uso de imágenes cartas de ajuste, similares a las que aparecían en el
televisiór antes de empezar la emisión. Son imágenes formadas por diferentes líneas de colores, unas finas y otras más
gruesas, que se pueden tomar como referencia para realizar un ajuste totalmente manual, usando para ello los controles
que posee el monitor. Es un método poco fiable, ya que los ajustes son totalmente subjetivos.
Calibrador de monitor
Pero sin duda la mejor forma de calibrar un monitor es utilizar hardware específico para ello. El funcionamiento varía
según el dispositivo usado Unos se conectan directamente al monitor para recogida de datos binarios, permitiendo un
ajuste individual directo de cada uno de los cañones. Otros se basan en situar frente a la pantalla del monitor diferentes
medidores (calorímetros, colorímetros, etc.) para recoger datos, suministrando una lectura de los valores actuales y
proporcionando los valores idóneos de configuración.
Sea cual sea el método elegido, para una correcta configuración del monitor deberemos ajustar una serie de parámetros,
entre los que se incluyen los siguientes:
Brillo
También llamado luminosidad, define la relación no lineal entre la tensión de entrada y la luminancia de salida, es
intrínseco de la física del entorno de los cañones de electrones y no depende de la iluminación ambiente.
Los monitores tradicionales (CRT) generan aproximadamente de 80 a 100 cd/m ² (candela por metro cuadrado). En el
caso de monitores LCD, no se admiten valores inferiores a 150 cd/m ².
En cuanto al tipo de ordenador, en un PC el brillo no se corrige internamente, por lo que si una imagen se ve bien en el
PC donde se crea, se verá igualmente bien en todos. En los Mac, por el contrario, existe una corrección adaptada al de
las primeras impresoras láser para Mac, por lo que una imagen creada en un Mac se ve algo más oscura en un PC.
El brillo típico de un monitor de PC es de 2,35 (+/- 0,1). La de un sistema Mac es de 1,8. Para Internet se pueden crear
las imágenes ajustando la gamma a un valor intermedio ponderado entre PC y Mac.
Si el valor del brillo en un monitor es bajo, los colores luminosos se oscurecerán, pareciendo grises. Por el contrario, si
el brillo es elevado, serán los colores oscuros los que pierdan profundidad, virándose a grises.
Contraste
El contraste es la relación existente entre la intensidad luminosa del punto más claro y el más oscuro de una imagen.
Cuanto mayor sea el valor de contraste, mejor será la legibilidad.
Si tenemos una fotografía con lo un punto blanco y otro negro y estos mismos en un monitor, generalmente el contraste
en un monitor (170:1) es superior al que se da en una fotografía (100:1), pero si el ambiente está muy iluminado, el
punto negro deja de ser negro y la relación de contraste puede bajar bastante (hasta 50:1). Esta situación se agrava
cuando hay reflejos en la pantalla que, además, producen fatiga al usuario.
Para una correcta calibración de contraste hay que buscar valores de 100:1, es decir, que el punto blanco tenga 100
veces más luminosidad que el punto negro (valor cercano a 2,2).
Color
El color en un monitor es producido por la suma de diferentes intensidades de los colores básicos (rojo, verde y azul),
mediante un proceso denominado adición de colores.
La calibración del color consiste en el proceso de ajustar el color de un dispositivo a un estándar establecido para
conseguir que los colores de una composición gráfica se aprecien igual en todos los monitores calibrados.
Se deberán ajustar los diferentes parámetros que definen las cualidades de los colores, como tono, saturación, gamma,
balance de colores primarios, etc.
Resumiendo: Es muy importante que a la hora de diseñar nuestras páginas web y sus elementos gráficos tengamos
nuestro monitor bien configurado, ya que en caso contrario los resultados que obtengamos no serán reales,
produciéndose diferencias apreciables entre lo que ven los usuarios en sus ordenadores y el trabajo que hemos
desarrollado, con la consiguiente pérdida de control y de calidad que ello conlleva.
Parte 3:
Fundamentos del
diseño gráfico
Sin entrar todavía en el medio de la web, ahora vamos a tratar aspectos
fundamentales sobre el diseño gráfico en general. Son conocimientos esenciales
sobre los elementos del diseño y cómo combinarlos de manera correcta y
armoniosa, para destacar sobre todo el aspecto estético visual.
Estamos acostumbrados a comunicarnos con nuestros semejantes mediante el lenguaje hablado, verbal, formado por
De igual modo, el lenguaje visual a través de grafismos puede descomponerse en entidades básicas, cada una de las
cuales tiene por sí misma un significado propio, pero que unidas de diferentes formas pueden constituir elementos
comunicativos distintos.
Estas entidades gráficas constituyen la sustancia básica de lo que vemos. Por lo tanto, son muy importantes y todo
diseñador debe conocerlas y manejarlas perfectamente.
Las formas básicas del diseño gráfico son pocas: el punto, la línea y el contorno. Pero son la materia prima de toda la
información visual que aporta una composición.
Cada una de ellas posee un conjunto de características propias que las modifican y condicionan, entre las que destacan:
Forma: definida por disposición geométrica. La forma de una zona o contorno va a permitirnos reconocerlas como
representaciones de objetos reales o imaginarios.
Dirección: proyección plana o espacial de una forma, continuación imaginaria de la misma aún después de su
finalización física. Puede ser horizontal, vertical o inclinada en diferentes grados.
Color: tal vez las más importante y evidente, puede imprimir un fuerte carácter y dinamismo a los elementos a los que
se aplica. Toda forma o zona tendrá en general dos colores diferentes, el de su contorno y el de su parte interna,
pudiendo aplicarse tanto colores puros como degradados de colores.
Escala: tamaño relativo de una zona respecto a las demás y al total de la obra. Los diferentes tamaños de las diferentes
zonas modifican y definen las propiedades de cada una de ellas.
Dimensión: capacidad tridimensional de un elemento o zona. La dimensión sólo existe en el espacio real
tridimensional, pero se puede simular en una composición gráfica plana mediante técnicas de perspectiva, sombreado o
superposición. También, mediante el uso de fotografías, que introducen espacios tridimensionales en la composición.
En las páginas web podemos introducir animaciones gráficas que aportan sensaciones de movimiento mucho mayores,
como animaciones Flash, gifs animados, capas dinámicas, elementos de vídeo, etc.
3.1.1.- El punto
El punto es la unidad mínima de información visual, y está caracterizado por su forma (generalmente circular, pero
también puede ser rectangular, como ocurre en los monitores, triangular o una mancha sin forma definida), por su
tamaño, por su color y por la ubicación que tenga dentro de la composición gráfica.
Cuando se agrupan varios puntos pueden definir formas, contornos, tonos o colores (pensemos en la pintura
impresionista).
3.1.2.- La línea
La línea es el elemento básico de todo grafismo y uno de los más usados, teniendo tanta importancia en un grafismo
como la letra en un texto. Representa la forma de expresión más sencilla y pura, pero también la más dinámica y
variada.
Está formada por la unión de varios puntos en sucesión, pudiéndose asimilar a la trayectoria seguida por un punto en
movimiento, por lo que tiene mucha energía y dinamismo. Su presencia crea tensión y afecta al resto de elementos
cercanos a ella.
En una composición define direccionamiento, que estará más acentuado cuantas más líneas paralelas haya. Esta
cualidad se puede usar para dirigir la atención en una dirección concreta, haciendo que el espectador observe el lugar
adecuado.
Una línea divide o circunda un área, se encuentra en el borde de una forma. Expresa separación de planos, permitiendo
al diseñador usarla como elemento delimitador de niveles y áreas en la composición.
La línea es considerada como tal mientras la relación ancho/largo no sobrepase una proporción determinada. Una línea
más ancha que la mitad de su largo pierde la expresión dinámica del trazo y adquiere la estática de una superficie
cuandrangular.
La unión sucesiva de líneas conforma un trazo. Los trazos dan volumen a los objetos que dibujamos y permiten
representar simbólicamente objetos en la composición, eliminando de ellos toda información superflua y dejando sólo
lo esencial.
La línea pueden tener los bordes lisos o dentados, con extremos rectos, redondeados o en punta. Su cuerpo puede ser
sólido o texturado, y su dirección puede ser curva o recta. Y cada una de estas características matizará la forma en que
es interpretada una línea por el espectador.
Podemos considerar diferentes tipos de líneas, cada uno de los cuales tiene sus propias cualidades:
Línea recta
Define el camino más corto entre dos puntos. Es poco frecuente en la naturaleza, donde predominan las líneas curvas (el
universo en su totalidad es curvo), pero muy abundante en el entorno humano, que necesita de ellas para dar estabilidad
a sus creaciones.
Las líneas rectas horizontales son muy usadas en las páginas web, tanto que el lenguaje HTML proporciona una etiqueta
específica para introducirlas, HR. Se utilizan sobre todo como elemento delimitador de bloques de contenido en páginas
de poco contenido gráfico, siendo conveniente no presentarlas con efecto tridimensional, sino como una simple línea
plana (atributo noshade).
La línea recta vertical sugiere elevación, movimiento ascendente, actividad. También expresa equilibrio, pero inestable,
como si estuviera a punto de caer. Esto se puede corregir haciendo trabajar las líneas verticales con otras horizontales de
apoyo, que les darán la estabilidad de que carecen.
En una páginas web, las líneas rectas verticales pueden ser usadas para separar columnas textuales o bloques de
contenidos, bien como líneas frontales, con un color que destaque lo suficiente sobre el fondo, bien como líneas de
fondo, del mismo color que éste, separando zonas de un color diferente.
La línea recta inclinada, por el contrario, expresa tensión, inestabilidad, desequilibrio. Parecen que están a punto de
caerse. Dentro de las líneas inclinadas, la que forma 45º con la horizontal es la más estable y reconocible.
Línea curva
Es la línea más libre y la más dinámica de todas, pudiendo sugerir desde un movimiento perfectamente definido hasta
un movimiento caótico, sin reglas.
Las curvas más comúnmente usadas en diseño gráfico digital son las curvas Bézier. Este tipo de curvas fue desarrollado
por Pierre Bézier por encargo de la empresa Renault, que buscaba una familia de curvas representables
matemáticamente (son curvas de tercer grado) que permitieran representar las curvaturas suaves que deseaban dar a sus
automóviles.
Una curva Bézier queda totalmente definida por cuatro puntos característicos, los puntos inicial y final de la curva y dos
puntos de control (manejadores) que definen su forma. Para modificar su forma, basta cambiar de posición uno de sus
puntos de control.
Son curvas de manejo poco complejo y muy elegantes, con un desarrollo muy suave, capaces de adaptarse a casi
cualquier forma imaginable, por lo que son muy usadas para diseñar logotipos e iconos y para copiar cualquier figura.
También son enormemente versátiles, pudiendo adoptar desde curvaturas muy suaves (casi líneas rectas) a curvaturas
muy fuerte (curvas complejas), pasando por todos los valores intermedios. Pueden, incluso, cambiar de cóncavas a
convexas alrededor de un punto.
En el diseño web, el uso de líneas curvas aisladas está muy limitado. Es más común encontrarlas como partes
integrantes de formas más complejas, siendo útiles, por ejemplo, para suavizar la dureza de una forma rectangular en
uno o más de sus lados (como los botones).
Una solución a este problema visual es incluir las líneas curvas como imágenes en formato web (GIF, JPG, PNG, etc.) y
aplicarles el proceso de rastrillado o antialias, disponible en casi todas las aplicaciones gráficas, por medio del cual se
crean uno o más píxeles entre los bordes de la línea y el fondo, de un color intermedio entre ellos.
Trazo
Un trazo es el elemento lineal formado por la unión sucesiva de diferentes líneas. Es tal vez la forma gráfica más
humana, la que mejor representa nuestra forma natural de dibujar.
Un trazo heredará las propiedades de las líneas que lo crean, existiendo trazos rectos, curvos o mixtos.
3.1.3.- El contorno
Podemos definir el contorno como el objeto gráfico creado cuando el trazo de una línea se une en un mismo punto. Es
decir, cuando una línea continua empieza y acaba en un mismo punto.
Todo contorno delimita dos zonas, una acotada (el contorno y su interior) y otra infinita (el fondo), creándose un sub-
mundo gráfico particular en cada forma definida por cada contorno.
Las cualidades gráficas de un contorno estarán definidas por las líneas que lo crean y las propiedades de éstas.
Los principales contornos son el cuadrado, la circunferencia y el triángulo, a los que podemos añadir los contornos
mixtos y los orgánicos.
3.1.4.- El cuadrado
El cuadrado es la figura geométrica formada por cuatro líneas rectas de igual longitud, denominadas lados, que forman
ángulos perfectamente rectos en los puntos de unión entre ellas (esquinas a 90º).
El cuadrado es una figura muy estable y de carácter permanente, asociada a conceptos como estabilidad, permanencia,
honestidad, rectitud, limpieza, esmero y equilibrio.
La figura derivada del cuadrado por modificación de sus lados es el rectángulo, de propiedades análogas al cuadrado,
aunque sugiere menos perfección y estabilidad.
Los rectángulos horizontales aportan solidez, estabilidad, dan la sensación de ser difíciles de volcar. Cuando son de gran
tamaño permiten que la mirada el espectador se pasee de un lado a otro, en sentido horizontal.
Los rectángulos verticales, por el contrario, da sensación de menos solidez, es menos estable, parece que puede volcarse
en cualquier momento. En ellos, la mirada del espectador no puede de un lado a otro, pero puede moverse
verticalmente, dando sensación de elevación, y es apto para representar aquellos objetos que en la realidad tienen una
forma ascendente.
Los cuadrados y rectángulos verán modificadas sus cualidades visuales según su forma, tamaño, color del contorno y
área interna, ubicación, escala, etc.
La proyección tridimensional del cuadrado es el hexaedro o cubo, cuerpo geométrico muy asociado a las obras propias
del ser humano, como los edificios.
Los rectángulos son las formas más naturales para un ordenador, ya que el monitor y las ventanas de los sistemas
operativos gráficos son todas rectángulos horizontales. Una página web posee una forma claramente rectangular,
definida por la ventana del navegador. Además, los elementos web (tablas, capas, animaciones Flash, applets de Java,
etc.) son de forma rectangular.
Sin embargo, es conveniente seguir una serie de pautas a la hora de usar rectángulos, con vistas a evitar la monotonía y
el aspecto artificial de una página demasiado cuadriculada:
• Cada rectángulo debe estar alineado con los demás objetos de la página que le rodean.
• El tamaño del rectángulo debe ser mayor que el contenido del mismo, lo suficiente como para que éste se
presente libre, con espaciados convenientes por los cuatro lados.
• No usar en las tablas bordes por defecto, es decir, grises y con efectos de relieve. Si se usan para separar
lógicamente registros, es mejor asignarles un borde fino (sobre 1 píxel) de un color que contraste
suficientemente con el borde, pero que no resulte llamativo en exceso. De todas formas, es preferible utilizar
otros métodos para obtener la separación, como filas de dos colores alternativos (pijamas).
• Si de desea situar en la página varios rectángulos de funcionalidad análoga (caso de elementos de un menú de
navegación, por ejemplo), es preferible posicionarlos en series horizontales, ya que se percibirán más como
una línea que como un conjunto rectangular.
La dureza visual de los rectángulos se puede suavizar añadiéndoles otros elementos que los modifiquen en parte. Un
ejemplo de esto son las tablas o botones con esquinas redondeadas, que rompen la monotonía de la forma rectangular.
3.1.5.- La circunferencia
La circunferencia es un contorno contínuamente curvado, cuyos puntos están todos a la misma distancia de un punto
central, llamado centro del círculo. La distancia constante de cualquier punto de la circunferencia se denomina radio.
La circunferencia representa el área que contiene en su interior, denominada círculo, la forma más enigmática de todas,
considerada perfecta por nuestros antepasados. Su direccionalidad es la curva, asociada al movimiento, al
encuadramiento, a la repetición y al calor.
La forma circular produce un movimiento de rotación evidente, posee un gran valor simbólico, especialmente su centro,
y tiene connotaciones psicológicas como protección, inestabilidad, totalidad, movimiento contínuo o infinitud. Es típico
representar también los espacios cerrados, herméticos, con circunferencias o círculos.
Contornos derivados de la circunferencia son el óvalo y el ovoide, con cualidades parecidas a las de ésta, pero que
expresan aún más inestabilidad y dinamismo, aunque el movimiento perfecto sea una cualidad propia de la
circunferencia.
La circunferencia y el círculo son tal vez los elementos geométricos más perfectos y estables, aunque cargados de una
gran carga dinámica.
Las formas circulares son muy difíciles de representar en una página web, ya que todos los elementos que nos facilita el
lenguaje HTML son rectangulares, aunque aparenten no serlo. Además, las formas curvas se visualizan muy mal en los
monitores, debido a la interpretación gráfica mediante pixels, que origina efectos de escalado indeseables.
Otro inconveniente de usar círculos en el diseño web deriva precisamente de ser la forma que contiene más área en el
menor perímetro, ya que la mayoría de las veces al diseñador le interesa precisamente lo contrario, reducir al mínimo el
área y maximizar al máximo el perímetro.
Tal vez la única forma de incluir una forma circular completa en una página sea incluyéndola en una imagen. Pero
cualquier imagen es de por sí rectangular como objeto HTML, lo que nos obligará a desperdiciar todo el espacio
comprendido entre el contorno circular y los bordes de la imagen, apareciendo espacios sin contenido no deseables en la
mayoría de los casos.
Este efecto negativo se puede paliar incluyendo dentro de la imagen la forma circular y los demás objetos que le rodean
en la composición y que se encuentran dentro de los límites del rectángulo que define la imagen, pero entonces esos
elementos serán estáticos, fijos, sin posibilidad de ser modificados si no es cambiando todo el contenido de la imagen.
Una mejor solución es incluir la imagen que contiene el contorno circular (o curvo en general) como fondo de la página
o de un elemento contenedor de la misma (tabla, celda de tabla, párrafo, capa, etc.), lo que nos permitirá presentar otros
objetos HTML ocupando espacios vacíos alrededor de la forma circular.
Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que el predominio de la referencia horizontal-vertical da una sensación de
equilibrio, mientras que el dominio de la dirección diagonal aporta inestabilidad.
Los contornos mixtos son muy usados en las páginas web, a las que aportan variedad en el diseño y definición de
espacios de información, rompiendo la monotonía visual de las formas rectangulares puras.
El único inconveniente es que las líneas curvas se deben implementar mediante imágenes, generalmente en formato
También es posible incluirlas como ficheros SWF (Macromedia Flash), que aportan gran definición a las zonas curvas,
sin producirse efectos de escalado, al ser tratadas como gráficos vectoriales. El inconveniente es entonces la
actualización de los contenidos textuales, ya que hace falta para ello acceder al fichero FLA fuente del gráfico
Son los contornos más abundantes en la naturaleza, y sugieren fluidez, desarrollo, humanidad, inspirando sensaciones
favorables en el espectador.
Los contornos orgánicos son utilizados abundantemente en pintura y dibujo artístico, ya que son la base para representar
Sin embargo, son muy difíciles de incluir en una página web, tanto por aspectos técnicos (deben incrustarse como
imágenes) como por su aspecto visual, que puede chocar con la naturaleza propia de una página, composición ordenada
en la que predominan las formas rectangulares. No obstante, bien usados pueden dar un toque natural o humano a la
página.
Una posible solución, si deseamos introducir en una página contornos orgánicos, es adaptarlos lo más posible a un
contorno mixto, transformando las curvas libres en curvas Bézier, porciones de circunferencias o líneas rectas. Otra
solución es introducir fotografías o ilustraciones que los contengan.
Podemos definir el diseño de una composición gráfica como la adecuación de distintos elementos gráficos previamente
seleccionados dentro de un espacio visual, combinándolos de tal forma que todos ellos puedan aportar un significado a
la misma, consiguiendo el conjunto transmitir un mensaje claro al espectador.
El diseño gráfico ha de tener en cuenta los aspectos psicológicos de la percepción humana y las significaciones
culturales que pueden tener ciertos elementos, eligiendo éstos de forma que cada uno de ellos tenga un porqué en la
composición y buscando un equilibrio lógico entre las sensaciones visuales y la información ofrecida.
Lo más importante de toda composición es el mensaje que subyace bajo ella. Es trabajo del diseñador buscar la máxima
eficacia comunicativa, transmitiendo ese mensaje por medio de una composición que impacte visualmente al espectador
y le haga receptivo.
No existe un método mágico que consiga una composición exitosa, pero sí que existen una reglas básicas de diseño que
facilitan la transmisión de un mensaje por medio de una composición gráfica de forma efectiva.
Estas reglas son aplicables igualmente al diseño de páginas web, aunque sujetas a las limitaciones que impone este
formato y modificadas para adaptarlas a la interactividad y a las posibilidades multimedia del mismo.
3.2.1.- Proporciones
Las proporciones son una de las claves a tener en cuenta para conseguir un diseño equilibrado. A la hora de
comenzar una composición, lo primero que debemos saber es el tamaño que va a tener ésta.
Si el soporte final de nuestro grafismo va a ser el papel, podremos diseñar para una gran variedad de tamaños, desde los
más pequeños (tarjetas de visita, pequeños folletos) hasta los más grandes (posters, carteles para vayas publicitarias),
aunque casi siempre diseñaremos en alguno de los formatos DIN.
En el caso de una página web, los tamaños posibles son muy pocos, generalmente dos (800x600 y 1024x768 píxeles),
pero es de suma importancia decidir para cuál de ellos se va a trabajar, ya que, aunque es posible diseñar una página
para que sea compatible con ambas resoluciones, tan solo en una de ellas se visualizará tal y como la diseñemos.
Ahora debemos definir qué partes del área de diseño deben estar ocupadas por elementos y qué partes van a quedar
vacíos, sin contenido alguno. Si dejamos muchos espacios vacíos la composición puede resultar descordinada, ya que
será difícil establecer relaciones globales entre los elementos o entre los grupos de ellos. Pero si el número de
componentes es elevado, podemos obtener una obra sobrecargada, difícil de entender, en la que no se distingue con
claridad qué es cada cosa y cuál es el mensaje que quiere transmitir.
Empezaremos a situar entonces los elementos en escena, como si fueran actores de nuestra particular obra de teatro,
combinándolos de diferentes formas hasta que obtengamos un resultado satisfactorio. En este punto es muy importante
tener en cuenta que cada elemento visual tiene una función determinada dentro de la composición.
La información visual que aporta un elemento puede cambiar según lo hagan las propiedades del mismo, como su
tamaño, forma o color, pero sobre todo su proporción, el peso visual que tenga en el total de la composición.
Indudablemente, la forma más directa de marcar proporciones es mediante el tamaño relativo de los elementos. Los
También podemos delimitar proporciones en un grafismo mediante el color, con el que podemos definir distintas áreas
tonales útiles para distribuir de forma adecuada toda la información gráfica. En este sentido, los colores puros y
saturados tienen un mayor peso visual que los secundarios neutros, y estos mayor que los terciarios poco saturados.
Otra técnica para definir proporciones es el uso de agrupaciones de elementos y la correcta distribución de estas en el
escenario, lo que nos va a permitir estructurar de una forma u otra la composición.
Este sistema suele dar buenos resultados, siempre que no abusemos de él creando un excesivo número de bloques
significativos, ya que entonces se restarían importancia unos a otros y se perdería la proporcionalidad buscada.
Sean cuales sean lo elementos usados en una composición deberemos siempre buscar unas proporciones adecuadas
entre ellos, con objeto de que cada uno cumpla su papel comunicativo de forma adecuada.
3.2.2.- La escala
Se entiende por escala la relación entre las proporciones de los elementos visuales de una composición. Para conseguir
el equilibrio en un diseño hay que fijarse en varios puntos que vamos a describir.
Todos los elementos tienen la capacidad de modificarse y definirse unos a otros según las relaciones que se definan
entre las propiedades análogas de ellos. Por lo tanto, el concepto de escala no se refiere sólo a la relación entre tamaños
de dos o más elementos, sino también a la relación entre colores, formas, etc.
Un elemento es grande o pequeño según el tamaño de los elementos que le acompañan en el escenario. El color de una
forma es brillante o apagado según el color del fondo sobre el que se encuentra.
La proporción relativa entre elementos debe ser equilibrada, lo que implica el uso de una escala correcta en la
composición. Las escalas son utilizadas de esta forma en planos y mapas, para conseguir representar los objetos reales
lo más correctamente posible, con las proporciones adecuadas entre ellos.
En una composición gráfica la escala usada es igualmente importante, tanto para distribuir el espacio de diseño de
forma acertada como para dar equilibrio de proporciones a los elementos, usándose a veces diferentes métodos de
distribución de eficacia probada, como la regla Aurea o el método de Corbusier.
La regla Aurea, inventada por Vitruvio, se utiliza para obtener escenarios de trabajo de proporciones equilibradas, y se
basa en contemplar un espacio rectangular dividido en terceras partes, tanto horizontal como verticalmente,
consiguiendo con ello seccionar los espacios en partes iguales.
Por su parte, el método de proporciones creado por el arquitecto francés Le Corbusier utiliza como unidad modular de
escala el tamaño del hombre, estableciendo con ella las alturas correctas de los objetos que usamos y de los elementos
En el caso del diseño web, el tamaño del área de trabajo es fijo, pero si que deberemos establecer una escala de trabajo
adecuada para dimensionar los elementos de nuestra página.
Así, el logotipo debe tener un tamaño relativo adecuado a la página, los sistemas de navegación (menús) deben ser lo
suficientemente grandes como para ser vistos y manejados con facilidad, pero no tanto que resten importancia al
contenido informativo de la página, etc.
Un error muy común es ente sentido es el de los iconos, que deben ser suficientemente grandes como para que no
pierden sus rasgos diferenciadores ni su zona activa si actúan como enlaces, pero nunca tanto que destaquen en exceso,
sobre todo si van acompañados de un texto explicativo.
Contraste de tonos
Se obtiene contraste entre elementos que poseen tonos (claridad-oscuridad) opuestos. En este caso, el mayor peso lo
tendrá el elemento más oscuro, destacando el más claro sobre él con más intensidad cuanto mayor sea la diferencia
tonal.
Conforme se disminuye la tonalidad del elemento más oscuro el contraste va perdiendo intensidad, siendo necesario
redimensionarlo si queremos mantener el mismo contraste.
Contraste de colores
Dos elementos con colores complementarios se refuerzan entre sí, al igual que un color cálido y otro frío.
El contraste creado entre dos colores será mayor cuanto más alejados estén en el círculo cromático. Los colores
opuestos contrastan mucho, mientras que los análogos apenas lo hacen, perdiendo importancia visual ambos.
Este tipo de contraste es especialmente indicado para los contenidos textuales, en los que debe primar la facilidad de
lectura. Lo ideal será el texto negro sobre fondo blanco, ya que es el que más contraste crea (contraste de tono). Pero en
ciertos elementos, en los que este juego de colores no sea posible, habrá que buscar siempre un texto cálido sobre un
fondo frío o viceversa.
Contraste de contornos
Los contornos irregulares destacan de forma importante sobre los regulares o reconocibles.
Este tipo de contrastes es adecuado para dirigir la atención del usuario a ciertos elementos de una composición o página
web, como botones importantes, banners publicitarios, etc. No obstante, hay que ser comedidos en su uso, sobre todo si
se combinan con otros tipos de contraste, ya que pueden ser un foco de atracción visual demasiado potente. Además,
crean mucha tensión en el espacio que les rodea.
Contraste de escala
Es el producido por el uso de elementos a diferentes escalas de las normales o de proporciones irreales, consiguiéndose
el contraste por negación de la percepción aprendida.
El ser humano, tanto pos su carácter racional como por herencia cultural, tiende a organizar los elementos que percibe
en torno a conjuntos significativos organizados. Esta inclinación a agrupar elementos relacionados en un factor que
influye de forma notoria en la percepción que tenemos de nuestro entorno, de lo que vemos alrededor nuestro.
Las composiciones gráficas no escapan a esta tendencia, por lo que una correcta agrupación de sus elementos les otorga
un carácter lógico, racional, que aumenta su valor comunicativo.
• Proximidad: Tendemos a agrupar aquellos objetos que están próximos, cercanos entre sí.
• Semejanza: Tendemos a agrupar los elementos iguales o parecidos.
• Continuidad: Nuestra mente tiende a agrupar aquellos elementos que tienen una continuidad significativa.
• Simetría: Tendemos a agrupar los elementos para que aparezcan ordenados formando figuras conocidas.
Las agrupaciones también son muy útiles en casos de formularios o fichas de muchos campos, siendo muy conveniente
dividir estos en grupos de información análoga, separando luego cada grupo de los demás mediante franjas horizontales
o verticales en blanco.
3.3.1.- El reticulado
Una composición gráfica debe ser equilibrada no sólo en contenidos, sino también visualmente, hasta tal punto que
podemos decir que el orden en la disposición espacial de los elementos de la misma es uno de los factores más
importantes para su éxito.
El espectador que contempla una obre gráfica (folleto, cartel tríptico o página web) busca subconscientemente en ella
un orden y una estabilidad que le permitan pasear la vista por la misma de forma organizada y limpia.
El sistema plano de referencia habitual en los seres humanos es el formado por un eje horizontal y otro vertical, es decir,
por dos rectas que se cortan en un ángulo de 90º. En este sistema, el eje horizontal aporta equilibrio y estabilidad,
mientras que el vertical facilita la elevación de la vista, marcando prioridades o niveles en la composición.
Puesto que las composiciones gráficas (y dentro de ellas, las páginas web) se representan en soportes planos, es fácil
deducir que este sistema de referencia es también el más adecuado para la distribución de sus elementos. Si a esto
sumamos el carácter eminentemente rectangular de la mayoría de los soportes, obtenemos por extensión el sistema de
organización idóneo para nuestras composiciones: el reticulado.
Un reticulado o rejilla es un sistema de referencia formado por diferentes líneas horizontales y verticales que marcan la
ubicación de elementos y zonas en una composición gráfica, líneas que no tienen porqué tener una representación real
(no tienen porqué formar parte del grafismo), pero sí mental. Son las guías imaginarias sobre las que vamos a ir
colocando los elementos, la espina dorsal de un composición gráfica.
Una composición gráfica no es un sistema estándar, único, sino que los mismos elementos se pueden organizar según
diferentes esquemas lógicos. Pero siempre deberán estar dispuestos según una retícula que les aporte equilibrio y
estabilidad visual. Es tarea del diseñador buscar el conjunto ubicación-reticulado que mejor se adapte a su obra.
La ubicación de elementos en una composición según un reticulado determinado no precisa la introducción de los
elementos finales de la misma. Es decir, se puede perfectamente diseñar la organización de un grafismo tan sólo con
rectángulos de colores. Más aún, con rectángulos de un solo color. Lo que importa no es el aspecto visual final, sino la
organización lógica y regular de los elementos.
En el caso concreto de una página web, el diseñador puede perfectamente distribuir en pantalla una serie de rectángulos
que representen las zonas que va a tener la página. Si la distribución sigue un reticulado acorde y las zonas están
ubicadas con lógica, la página que resulte de ello tiene un 50% de posibilidades de resultar correcta.
Reticulado de Terra
Si definimos una separación entre el cabecero de un formulario y el inicio de los elementos del mismo de 15 píxeles,
todos los formularios, fichas, textos, etc, que tengan un cabecero, deben mantener el mismo espacio separador. Si
definimos unos márgenes vacíos entre la página que diseñamos y los bordes de la ventana del navegador de 30 píxeles,
todas las páginas del sitio deben mantener constantes esos márgenes.
Una ventaja adicional de diseñar un reticulado correcto será la comodidad a la hora de maquetar después la página con
tablas, ya que estructura natural de éstas es reticular.
En este punto aparece el concepto de alineación, como la colocación de elementos gráficos y textuales según una línea
dada, que generalmente será horizontal o vertical. Generalmente habrá varias líneas guías de alineación en una
composición.
Si la alineación es importante a la hora de situar elementos gráficos, lo es aún más si se trata de contenidos textuales.
Efectivamente, los textos perfectamente alineados son más fáciles de leer, no cansan la vista y producen un efecto de
equilibrio que invita a la lectura. Por el contrario, un texto sin alineación resulta confuso, difícil de leer, desmotivando
al espectador.
Todo lo hablado se acentúa si el soporte es una página web, ya que la forma del monitor y de la ventana del navegador
impulsa el uso de contornos rectangulares, que únicamente se consiguen con alineaciones prefectas.
Además, muchas veces debemos diseñar las páginas con un importante número de elementos, por lo que si la
disposición de los mismos no es perfectamente regular resulta muy difícil crear una composición aceptable.
La alineaciones horizontales son imprescindibles para conseguir un diseño en niveles estables, ya que las líneas
horizontales aportan equilibrio. Como podemos tener bloques lógicos de diferente altura, estas alineaciones se definirán
desde los bordes superiores de los bloques.
En cuanto a las verticales, la alineación más común es la izquierda, ya que es la normal en los libros y demás soportes
textuales, estando nuestra vista educada para tratar con ella.
En cuanto a las alineaciones a la derecha, son poco frecuentes, ya que crean tensiones visuales en la mayoría de los
casos. Se pueden usar en aquellos bloques cuyo contenido deba adaptarse a un reticulado que defina una línea vertical a
la derecha del mismo, como ocurre en muchos menús de navegación situados a la izquierda de la página.
También son útiles en las columnas de las tablas que contengan datos que deban seguir una ordenación lógica a
derechas, como es el caso de datos de moneda.
Existe otro tipo de alineación para textos, el justificado, en el que todas las líneas de texto tienen el mismo ancho, por lo
Por último, decir que si bien las alineaciones son imprescindibles, pueden originar monotonía visual si se siguen a
rajatabla, al producir páginas demasiado cuadriculadas y artificiosas. Por ello, es bueno introducir algunos elementos
que, sin romper el reticulado y las alineaciones básicas, introduzcan un poco de variedad visual, de frescura en el
diseño. Buscar el equilibrio entre alineaciones y elementos que las rompan es una de las tareas principales del diseñador
de páginas web.
Si partimos de esta base, debemos aceptar que la búsqueda de una simetría estructural, gráfica y textual debe ser una de
las metas primeras de todo diseñador web, ya que confiere a las composiciones una organización natural a la que el
espectador está acostumbrado.
Por definición, una forma o imagen es simétrica cuando un eje central la puede dividir en dos parte iguales y opuestas
entre sí. Este concepto, aplicado a una composición gráfica puede aplicarse tanto a los propios elementos individuales
de la misma como a su totalidad. En este caso, obtener una simetría exacta puede resultar difícil (incluso
inconveniente), pero sí que podemos buscar una simetría de bloques y espaciados en nuestra rejilla.
El diseño simétrico sugiere estabilidad, equilibrio, resultando estético, ordenado, atractivo y agradable de contemplar.
Por el contrario, el asimétrico muestra irregularidad, desigualdad en las formas y desequilibrio.
Hay que tener en cuenta que la simetría usada no debe de ser del todo exacta, ya que la simetría perfecta no es natural,
es demasiado "perfecta", valga la redundancia, haciendo aparecer las composiciones artificiales y premeditadas.
Pequeñas variaciones en la distribución simétrica dan ese toque de ruptura que hace su contemplación más amena y
natural.
En el caso de una página web, la concepción simétrica de la misma comienza con el reticulado elegido, ya que va a ser
el que defina la distribución básica de elementos en ella. Hay que tender entonces a diseñar un reticulado lo más
simétrico posible.
Si bien en la disposición de bloques en el reticulado podemos ser algo permisivos, en los contenidos de nuestras páginas
la simetría debe ser una norma casi inflexible, sobre todo en la construcción de ciertos elementos. Es misión
fundamental de todo diseñador ser capaz de construir contenidos simétricos sin que parezcan rígidos, artificiales.
Ejemplos claro de esta regla son la creación de formularios y de fichas. Se construyen generalmente apoyándose en una
tabla maquetadora, por lo que deberemos buscar la simetría en esta tabla, aunque luego, debido a las diferentes
longitudes y naturaleza de los campos, el resultado final "parezca" no serlo.
En lo que respecta a los textos, si nuestra página es eminentemente textual, y en textos de una sola línea, como ésta que
tenéis delante, el contenido será simétrico por propia construcción. Pero si deseamos distribuir el contenido en varias
columnas, deberemos prestar especial atención a que éstas sean equilibradas, evitando el remarcado fuerte de porciones
de texto o de una o más columnas mediante colores de fondo, textos en negrita, etc.
Otro aspecto fundamental es mantener simetrías en el tratamiento de los aires en nuestra página. Entendemos por "aire"
el espacio libre que queda entre elementos y entre éstos y los límites de la página. Es lo que en cualquier documento
llamamos "márgenes", pero extendido a todos los elementos y contenidos.
Si nuestra página tiene un espacio libre entre su margen izquierdo y el primer contenido por ese lado, el mismo aire
debe quedar entre el margen derecho y el contenido por ese lado. Igualmente, los espacios libres entre los elementos
internos de la página deben ser simétricos e iguales, buscando con ello el equilibrio en la composición.
Este concepto es aplicable a todos y cada uno de los elementos de nuestras páginas. Así, si tenemos una lista de
contenidos, podemos crear unos espacios entre cada 5-7 elementos, que evitarán la sensación de opresión producida
cuando las listas tienen muchos elementos. Entonces, este espacio separador deberemos repetirlo constantemente a lo
largo de la lista.
De la misma forma, cuando trabajamos con formularios en muy importante diseñarlos de tal forma que el aire que
quede entre los diferentes elementos que lo formen sea simétrico, creando un total claro y armonioso.
Para ello es imprescindible mantener en nuestra obra gráfica una correcta organización espacial de contenidos gráficos
y textuales, así como unas cantidades adecuadas de cada uno de ellos.
Los componentes gráficos aportan a la composición sensaciones visuales por medio de formas, colores y contrastes,
mientras que los textos suministran información, mensajes, aunque esto no quiere decir que estas funcionalidades sean
excluyentes, ya que los gráficos pueden aportar información y los textos formas y colores (de hecho, la Tipografía es
una herramienta de diseño excelente).
Las composiciones formadas por muchos elementos gráficos y poco o ningún contenido textual pueden crear rechazo en
aquellos espectadores que buscan el contenido sustancial en la obra, la información práctica que ofrece. Este contenido
textual es especialmente importante en las páginas web, ya que los usuarios acuden a un sitio buscando siempre algún
tipo de información, abandonándolo rápidamente si no encuentra algún estímulo informativo que le motive.
En el lado contrario, las composiciones en las que se introduce un contenido eminentemente textual, con poco o ningún
contenido gráfico, suelen ser rechazadas por el espectador, que encuentra tremendamente aburrida y tediosa una obra
que aparece a la vista como una mancha de color indiferenciado, que exige además un elevado nivel de concentración y
mucho tiempo para resultar útil. Necesitamos pues introducir sensaciones visuales gráficas que motiven al espectador a
investigar el contenido textual.
Además, debido a las limitaciones propias de los equipos informáticos, del lenguaje HTML, de los navegadores web y
de las conexiones a Internet, el equilibrio entre contenidos debe contemplar también que el resultado final se pueda
visualizar correctamente.
De nada sirve una página con gráficos estupendos y animaciones espectaculares si el usuario debe esperar un minuto
para poder verlas. Es más, nunca esperará ese minuto.
Es por tanto preferible organizar las páginas web de forma equilibrada, ofreciendo en cada una de ellas las dosis
adecuadas de elementos visuales e informativos. Como norma general, siempre debe haber más componentes textuales
que gráficos en una página.
Es mejor siempre tener dos páginas ligeras y equilibradas a una recargada de elementos incapaces de retener la atención
del usuario en lo verdaderamente importante: el mensaje que deseamos transmitirle.
En toda composición gráfica se debe crear una jerarquía visual adecuada, con objeto de que los elementos más
importantes de la misma se muestren debidamente acentuados.
Mediante un adecuado diseño se puede establecer un camino visual que conduzca el ojo del espectador y le vaya
mostrando la información contenida en la composición de forma organizada, lógica y fiable, que dirija su percepción
por la ruta más idónea.
La persona que contempla una obra gráfica aprecia en primer lugar un conjunto completo de formas y colores, con los
elementos situados en primer plano contrastando con el fondo de la composición. Sólo tras esta primera observación
global, y si su curiosidad ha sido despertada, el espectador comenzará a analizar las partes individuales del todo,
comenzando por lo elementos gráficos puros, y continuando luego con los elementos textuales, más difíciles de
interpretar, ya que hay que leerlos palabra a palabra.
En los países occidentales leemos los documentos de izquierda a derecha y desde la parte superior a la inferior, forma
de proceder se ha extendido a todas aquellas actividades en las que necesitamos visualizar algo (cuando observamos a
una persona, generalmente empezamos por la parte izquierda de su cabeza).
Esto se puede aprovechar para organizar el contenido de una composición lógicamente, situando en ella los elementos
Esta forma de proceder es común no sólo en folletos, documentos o carteles publicitarios creados con un diseño clásico,
sino también en las páginas web, que siguen esta estructura jerárquica en el 95% de los sitios, que, además, son los que
mejor aceptación tienen por el público.
Otro sistema de establecer una jerarquía en los contenidos es el uso de colores. Podemos enfatizar ciertas zonas de la
composición usando en ellas colores primarios muy saturados, que atraen de forma irresistible la atención de los
espectadores, teniendo siempre cuidado de que los textos en ellas contenidos contrasten de forma clara con el fondo,
para que pueden ser leídos con comodidad. En este caso, hay que tener cuidado con no abusar de estos colores "fuertes",
destinándolos solamente a pequeñas zonas especiales, ya que recargan en exceso la vista, sobre todo el amarillo.
Para las zonas de segundo orden podemos usar colores menos saturados, secundarios o terciarios, siendo una buena
opción aquellos presentes en la naturaleza, ya que son más naturales y mejor aceptados por los espectadores. Por último,
las zonas menos importantes podemos no colorearlas o hacerlo muy sutilmente, para que no atraigan en exceso la
mirada.
También podemos recurrir a la hora de establecer rangos de importancia visual a los contrastes. Si situamos cercanas o
superpuestas dos zonas de colores complementarios o que contrasten mucho, la importancia de ambas en la
composición se refuerza, sobre todo si las zonas de contraste no son muchas.
Por el contrario, si las zonas son de colores análogos, pertenecientes a una misma gama, la importancia de ambos se
disminuye, aunque sean colores vivos, ya que se distinguirá una zona de atracción, pero sus elementos aparecerán
difuminados, poco relevantes.
En cuanto a los elementos textuales, a los que también son aplicables los métodos de color y contraste, podemos
establecer una jerarquía en ellos mediante los tamaños relativos de los mismos. Los títulos de página, los cabeceros o
los titulares de una noticia o apartado pueden ser destacados aumentando su tamaño según su importancia en la
composición o página web. Este método es siempre aconsejable, ya que organiza de forma lógica el contenido textual y
rompe la monotonía intrínseca de los textos.
Esto no quiere decir que no puedan emplearse. Son a veces muy útiles para romper la monotonía de una composición
introduciendo en ella elementos que proporcionen frescor visual, pero deben ser usados siempre con moderación.
Los tamaños excesivamente grandes en los textos son también un factor a tener en cuenta. Una cabecera de página o de
sección deben destacar lo suficiente sobre el resto del contenido textual, pero nunca deben ser desproporcionadas ni
atraer en exceso la atención del usuario. En cuanto a la abundancia de ellos, hay que tener siempre en cuenta que un par
de cabeceras de mayor tamaño establecen unos niveles de importancia convenientes, pero multitud de textos de gran
tamaño añaden confusión a una composición, ya que el usuario pierde las referencias sobre qué es importante en la
misma.
Resumiendo: Es muy importante establecer una organización jerárquica de los contenidos de nuestra composición,
pudiéndose usar para ello diferentes técnicas de diseño, pero teniendo en cuenta que el mal uso o el abuso de ellas
puede convertir la composición en algo que no despierta en interés del usuario o en un "pantalón de payaso", donde
todo es chillón y nada destaca de forma clara.
Recuerda que en el Curso práctico de diseño web tenemos una sección entera dedicada a hablar acerca del equilibrio en
el diseño, que te agregará más información a lo comentado en este artículo.
El color
El color es uno de los elementos esenciales que caracterizan un diseño gráfico.
Comprenderlo y usarlo con criterio es uno de los pilares fundamentales de todo
buen diseño. En esta parte del manual explicamos mucha teoría del color y sus
usos de manera correcta, el significado y los sentimientos que transmiten, etc.
Desde un aspecto más práctico se explica cómo los ordenadores gestionan los
colores y la manera adecuada de usarlos en una web, de modo general y en
particular en cada una de las distintas partes de una web habitual.
Estamos rodeados de colores. Estos forman parte de la vida misma, y el ser humano es uno de los seres privilegiados de
la Naturaleza por poder disfrutar de ellos.
Cuando vamos por la calle, cuando estamos trabajando o disfrutando de nuestro tiempo libre o cuando estamos
navegando por Internet recibimos constantemente impresiones de color por medio de nuestra vista, y estas impresiones
tienen la facultad de excitarnos, de tranquilizarnos, de ponernos de buen humor o de inspirarnos pena. Es el mundo de
color.
Está demostrado que los nueve primeros segundos en los que una persona contempla nuestra página son cruciales, y de
ellos depende que esta continúe con agrado navegando por nuestro sitio, lo haga con indiferencia o nos abandone. Y de
lo que ve en estos segundos lo que tal vez mas llame y capte su atención sea la distribución y la gama de colores de
nuestra página.
Esta importancia del color se extiende a todas las artes, si bien un pintor, por ejemplo, dispone de mucho más tiempo
que nosotros para expresarse con el color. También cuenta éste con un abanico de colores casi infinito, mientras que
nosotros, los diseñadores web, disponemos tan solo de unos cuantos colores para expresar lo que deseamos (y ya
veremos más adelante qué pocos colores tenemos en realidad a nuestro alcance).
La luz del Sol está formada en realidad por un amplio espectro de radiaciones electromagnéticas de diferentes
longitudes de onda, formando un espectro continuo de radiaciones, que comprende desde longitudes de onda muy
pequeñas, de menos de 1 picómetro (rayos cósmicos), hasta longitudes de onda muy grandes, de más de 1 kilómetro.
Cada longitud de onda define un color diferente (colores de emisión). La suma de todos los colores (longitudes de onda)
da como resultado la luz blanca, siendo el color negro u oscuridad la ausencia de colores.
Si una vez descompuesta la luz solar en sus longitudes de onda constituyentes volvemos a juntarlas con otro prisma,
volveremos a obtener la luz blanca.
Object 1
En el fondo del ojo existen millones de células especializadas en detectar las longitudes de onda procedentes de nuestro
entorno. Estas maravillosas células, principalmente los conos y los bastoncillos, recogen las diferentes partes del
espectro de luz solar y las transforman en impulsos eléctricos, que son enviados luego al cerebro a través de los nervios
Los conos se concentran en una región cerca del centro de la retina llamada fóvea. Su distribución sigue un ángulo de
alrededor de 2° contados desde la fóvea. La cantidad de conos es de 6 millones y algunos de ellos tienen una
terminación nerviosa que va al cerebro.
Los conos son los responsables de la visión del color y se cree que hay tres tipos de conos, sensibles a los colores rojo,
verde y azul, respectivamente. Dada su forma de conexión a las terminaciones nerviosas que se dirigen al cerebro, son
los responsables de la definición espacial. También son poco sensibles a la intensidad de la luz y proporcionan visión
fotópica (visión a altos niveles).
Los bastones se concentran en zonas alejadas de la fóvea y son los responsables de la visión escotópica (visión a bajos
niveles). Los bastones comparten las terminaciones nerviosas que se dirigen al cerebro, siendo por tanto su aportación a
la definición espacial poco importante. La cantidad de bastones se sitúa alrededor de 100 millones y no son sensibles al
color. Los bastones son mucho más sensibles que los conos a la intensidad luminosa, por lo que aportan a la visión del
color aspectos como el brillo y el tono, y son los responsables de la visión nocturna.
Existen grupos de conos especializados en detectar y procesar un color determinado, siendo diferente el total de ellos
dedicados a un color y a otro. Por ejemplo, existen más células especializadas en trabajar con las longitudes de onda
correspondientes al rojo que a ningún otro color, por lo que cuando el entorno en que nos encontramos nos envía
Cuando el sistema de conos y bastoncillos de una persona no es el correcto se pueden producir una serie de
irregularidades en la apreciación del color, al igual que cuando las partes del cerebro encargadas de procesar estos datos
están dañadas. Esta es la explicación de fenómenos como la Daltonismo. Una persona daltónica no aprecia las gamas de
colores en su justa medida, confundiendo los rojos con los verdes.
Debido a que el proceso de identificación de colores depende del cerebro y del sistema ocular de cada persona en
concreto, podemos medir con toda exactitud la longitud de onda de un color determinado, pero el concepto del color
producido por ella es totalmente subjetivo, dependiendo de la persona en sí. Dos personas diferentes pueden interpretar
un color dado de forma diferente, y puede haber tantas interpretaciones de un color como personas hay.
En realidad el mecanismo de mezcla y producción de colores producido por la reflexión de la luz sobre un cuerpo es
diferente al de la obtención de colores por mezcla directa de rayos de luz, como ocurre con el del monitor de un
ordenador, pero a grandes rasgos y a nivel práctico son suficientes los conceptos estudiados hasta ahora.
Los colores obtenidos directamente naturalmente por descomposición de la luz solar o artificialmente mediante focos
emisores de luz de una longitud de onda determinada se denominan colores aditivos.
No es necesaria la unión de todas las longitudes del espectro visible para obtener el blanco, ya que si mezclamos solo
rojo, verde y azul obtendremos el mismo resultado. Es por esto por lo que estos colores son denominados colores
primarios, porque la suma de los tres produce el blanco. Además, todos los colores del espectro pueden ser obtenidos a
partir de ellos.
Todos los colores que se visualizan en el monitor están en función de las cantidades de rojo, verde y azul utilizadas. Por
ello, para representar un color en el sistema RGB se le asigna un valor entre 0 y 255 (notación decimal) o entre 00 y FF
(notación hexadecimal) para cada uno de los componentes rojo, verde y azul que lo forman. Los valores más altos de
RGB corresponden a una cantidad mayor de luz blanca. Por consiguiente, cuanto más altos son los valores RGB, más
claros son los colores.
De esta forma, un color cualquiera vendrá representado en el sistema RGB mediante la sintaxis decimal (R,G,B) o
mediante la sintaxis hexadecimal #RRGGBB. El color rojo puro, por ejemplo, se especificará como (255,0,0) en
notación RGB decimal y #FF0000 en notación RGB hexadecimal, mientras que el color rosa claro dado en notación
decimal por (252,165,253) se corresponde con el color hexadecimal #FCA5FD.
Esta forma aditiva de percibir el color no es única. Cuando la luz solar choca contra la superficie de un objeto, éste
absorbe diferentes longitudes de onda de su espectro total, mientras que refleja otras. Estas longitudes de onda
reflejadas son precisamente las causantes de los colores de los objetos, colores que por ser producidos por filtrado de
longitudes de onda se denominan colores sustractivos.
Este fenómeno es el que se produce en pintura, donde el color final de una zona va a depender de las longitudes de onda
Un coche es de color azul porque absorbe todas las longitudes de onda que forman la luz solar, excepto la
correspondiente al color azul, que refleja, mientras que un objeto es blanco porque refleja todo el espectro de ondas que
forman la luz, es decir, refleja todos los colores, y el resultado de la mezcla de todos ellos da como resultado el blanco.
Por su parte, un objeto es negro porque absorbe todas las longitudes de onda del espectro: el negro es la ausencia de luz
y de color.
En esta concepción sustractiva, los colores primarios son otros, concretamente el cian, el magenta y el amarillo. A partir
de estos tres colores podemos obtener casi todos los demás, salvo el blanco y el negro.
Efectivamente, la mezcla de pigmentos cian, magenta y amarillo no produce el color blanco, sino un color gris sucio,
neutro. En cuanto al negro, tampoco es posible obtenerlo a partir de los primarios, siendo necesario incluirlo en el
conjunto de colores básicos sustractivos, obteniéndose el modelo CMYK (Cyan, Magenta, Yellow, Black).
El sistema CMYK, define los colores de forma similar a como funciona una impresora de inyección de tinta o una
imprenta comercial de cuatricromía. El color resulta de la superposición o de colocar juntas gotas de tinta
semitransparente, de los colores cian (un azul brillante), magenta (un color rosa intenso), amarillo y negro, y su
notación se corresponde con el valor en tanto por ciento de cada uno de estos colores.
De esta forma, un color cualquiera vendrá expresado en el sistema CMYK mediante la expresión (C,M,Y,K), en la que
figuran los tantos por ciento que el color posee de los componentes básicos del sistema. Por ejemplo, (0,0,0,0) es blanco
puro (el blanco del papel), mientras que (100,0,100,0) corresponde al color verde.
Los sistemas RGB, CMYK se encuentran relacionados, ya que los colores primarios de uno son los secundarios del otro
(los colores secundarios son los obtenidos por mezcla directa de los primarios).
Otro modelos de definición del color es el modelo HSV, que define los colores en función de los valores de tres
importantes atributos de estos, matiz, saturación y brillo.
El matiz (Hue) hace referencia al color como tal, por ejemplo el matiz de la sangre es rojo. La saturación o intensidad
indica la concentración de color en el objeto. La saturación de rojo de una fresa es mayor que la del rojo de unos labios.
Por su parte, el brillo (Value) denota la cantidad de claridad que tiene el color (tonalidad más o menos oscura). Cuando
hablamos de brillo hacemos referencia al proceso mediante el cual se añade o se quita blanco a un color. Más adelante
estudiaremos con detalle estos conceptos.
Por último, existen diferentes sistemas comerciales de definición de colores, siendo el más conocido de ellos el sistema
Pantone.
En el siguiente artículo te ampliaremos esta información haciendo un estudio sobre los tipos de color, tonalidades, fríos,
calientes, claros, oscuros etc.
Estamos dentro de la sección dedicada a la teoría del color, en el manual de diseño web. En el anterior artículo
comenzamos a clasificar colores atendiendo al modelo y ahora vamos a hablar de los tipos de color.
El sistema de definición de colores aditivos RGB, usado en diseño gráfico digital y en diseño web, parte de tres colores
primarios, rojo, verde y azul, a partir de los cuales es posible obtener todos los demás de espectro.
Si continuamos mezclando colores vecinos iremos obteniendo nuevos colores, consiguiendo una representación de éstos
muy importante en diseño, denominada círculo cromático, representativa de la descomposición en colores de la luz
solar, que nos va a ayudar a clasificar éstos y a obtener sus combinaciones idóneas.
Partiendo del círculo cromático podemos establecer diferentes clasificaciones de los colores, entre las que destacan:
Los colores cálidos dan sensación de actividad, de alegría, de dinamismo, de confianza y amistad. Estos colores son el
amarillo, el rojo, el naranja y la púrpura en menor medida.
Los colores fríos dan sensación de tranquilidad, de seriedad, de distanciamiento. Colores de este tipo son el azul, el
verde, el azul verdoso, el violeta, cian, aqua, y a veces el celeste. Un color azul acuoso es perfecto para representar
superficies metálicas. Verdes oscuros saturados expresan profundidad.
Los colores claros inspiran limpieza, juventud, jovialidad, como ocurre con amarillos, verdes y naranjas, mientras que
los oscuros inspiran seriedad, madurez, calma, como es el caso de los tonos rojos, azules y negros.
Gama de grises
Son colores neutros, formados por igual cantidad de rojo, verde y azul.
Los colores grises tienen todos una expresión RGB hexadecimal del tipo #QQQQQQ, es decir, los seis caracteres
iguales.
Los grises son colores idóneos para expresar seriedad, ambigüedad, elegancia, aunque son por naturaleza colores algo
tristes.
En general, las tonalidades de la parte alta del espectro (rojos, anaranjados, amarillos) suelen ser percibidas como más
enérgicas y extravertidas, mientras que las de las partes bajas (verdes, azules, púrpuras) suelen parecer más tranquilas e
introvertidas. Los verdes y los azules se perciben calmados, relajados y tranquilizantes. A la vez, los rojos, naranjas, y
amarillos son percibidos como colores cálidos, mientras que los azules, verdes y violetas son considerados colores fríos.
Las diferentes tonalidades también producen diferentes impresiones de distancia: un objeto azul o verde parece más
lejano que un rojo, naranja o marrón.
Nota: Hay que tener en cuenta siempre que la percepción de un color depende en gran medida del área ocupada por el mismo, siendo
muy difícil apreciar el efecto de un color determinado si este se localiza en una zona pequeña, sobre todo si está rodeado de otros
colores.
En relación a la teoría del color, en la siguiente entrega de este manual explicaremos un punto muy interesante, como
son las propiedades de los colores.
Seguimos abordando la teoría del color en el Curso Práctico de Diseño Web, entrando en esta ocasión en asuntos
importantes que nos pueden ayudar a usar los colores y saber combinar los unos con los otros.
En este artículo vamos a ver dos grandes bloques de información. En la primera parte vamos a analizar distintas
propiedades del color, una información esencial que toda persona que trabaja en la web y el diseño en general debe de
conocer perfectamente.
En la segunda sección vamos a entrar en otro asunto de vital importancia como es el contraste entre colores, analizando
diversas situaciones al combinar distintos tipos de color.
Matiz (Hue)
Es el estado puro del color, sin el blanco o negro agregados, y es un atributo asociado con la longitud de onda
dominante en la mezcla de las ondas luminosas. El Matiz se define como un atributo de color que nos permite distinguir
el rojo del azul, y se refiere al recorrido que hace un tono hacia uno u otro lado del circulo cromático, por lo que el
verde amarillento y el verde azulado serán matices diferentes del verde.
Los 3 colores primarios representan los 3 matices primarios, y mezclando estos podemos obtener los demás matices o
colores. Dos colores son complementarios cuando están uno frente a otro en el círculo de matices (círculo cromático).
Saturación o Intensidad
También puede ser definida por la cantidad de gris que contiene un color: mientras más gris o más neutro es, menos
brillante o menos "saturado" es. Igualmente, cualquier cambio hecho a un color puro automáticamente baja su
saturación.
Por ejemplo, decimos "un rojo muy saturado" cuando nos referimos a un rojo puro y rico. Pero cuando nos referimos a
los tonos de un color que tiene algún valor de gris, los llamamos menos saturados. La saturación del color se dice que es
más baja cuando se le añade su opuesto (llamado complementario) en el círculo cromático.
Para desaturar un color sin que varíe su valor, hay que mezclarlo con un gris de blanco y negro de su mismo valor. Un
color intenso como el azul perderá su saturación a medida que se le añada blanco y se convierta en celeste.
Otra forma de desaturar un color, es mezclarlo con su complementario, ya que produce su neutralización. Basándonos
en estos conceptos podemos definir un color neutro como aquel en el cual no se percibe con claridad su saturación. La
intensidad de un color está determinada por su carácter de claro o apagado.
Es un término que se usa para describir que tan claro u oscuro parece un color, y se refiere a la cantidad de luz
percibida. El brillo se puede definir como la cantidad de "oscuridad" que tiene un color, es decir, representa lo claro u
oscuro que es un color respecto de su color patrón.
Es una propiedad importante, ya que va a crear sensaciones espaciales por medio del color. Así, porciones de un mismo
color con un fuertes diferencias de valor (contraste de valor) definen porciones diferentes en el espacio, mientras que un
cambio gradual en el valor de un color (gradación) da va a dar sensación de contorno, de continuidad de un objeto en el
espacio.
El valor es el mayor grado de claridad u oscuridad de un color. Un azul, por ejemplo, mezclado con blanco, da como
resultado un azul más claro, es decir, de un valor más alto. También denominado tono, es distinto al color, ya que se
obtiene del agregado de blanco o negro a un color base.
A medida que a un color se le agrega mas negro, se intensifica dicha oscuridad y se obtiene un valor más bajo. A medida
que a un color se le agrega más blanco se intensifica la claridad del mismo por lo que se obtienen valores más altos. Dos
colores diferentes(como el rojo y el azul) pueden llegar a tener el mismo tono, si consideramos el concepto como el
mismo grado de claridad u oscuridad con relación a la misma cantidad de blanco o negro que contengan, según cada
caso.
La descripción clásica de los valores corresponde a claro (cuando contiene cantidades de blanco), medio (cuando
contiene cantidades de gris) y oscuro (cuando contiene cantidades de negro). Cuanto más brillante es el color, mayor es
la impresión de que el objeto está más cerca de lo que en realidad está.
Estas propiedades del color han dado lugar a un sistema especial de representación de estos, tal como hemos visto en el
apartado anterior, sistema HSV. Para expresar un color en este sistema se parte de los colores puros, y se expresan sus
variaciones en estas tres propiedades mediante un tanto por ciento.
Grupos de colores
Con estos conceptos en mente y tomando como base la rueda de colores podemos definir los siguientes grupos de
colores, que nos crearán buenas combinaciones en una página web:
Colores acromáticos : aquellos situados en la zona central del círculo cromático, próximos al centro de este, que han
perdido tanta saturación que no se aprecia en ellos el matiz original.
Colores cromáticos grises : situados cerca del centro del círculo cromático, pero fuera de la zona de colores
acromáticos, en ellos se distingue el matiz original, aunque muy poco saturado.
Colores complementarios : colores que se encuentran simétricos respecto al centro de la rueda. El Matiz varía en 180 º
entre uno y otro.
Colores complementarios cercanos : tomando como base un color en la rueda y después otros dos que equidisten del
Tríadas complementarias : tres colores equidistantes tanto del centro de la rueda, como entre sí, es decir, formando 120º
uno del otro.
Gamas múltiples : escala de colores entre dos siguiendo una graduación uniforme. Cuando los colores extremos están
muy próximos en el círculo cromático, la gama originada es conocida también con el nombre de colores análogos.
Todos estos grupos de colores forman paletas armónicas, aptas para ser usadas en composiciones gráficas.
El contraste es un fenómeno con el que se pueden diferenciar colores atendiendo a la luminosidad, al color de fondo
El efecto de contraste es recíproco, ya que afecta a los dos colores que intervienen. Todos los colores de una
composición sufren la influencia de los colores con los que entran en contacto.
Contraste de luminosidad
También denominado contraste claro-oscuro, se produce al confrontar un color claro o saturado con blanco y un color
oscuro o saturado de negro.
Es uno de los más efectivos, siendo muy recomendable para contenidos textuales, que deben destacar con claridad sobre
el fondo.
Contraste de valor
Cuando se presentan dos valores diferentes en contraste simultáneo, el más claro parecerá más alto y el más oscuro, mas
bajo.
Por ejemplo, al colocar dos rectángulos granates, uno sobre fondo verdoso y el otro sobre fondo naranja, veremos más
claro el situado sobre fondo verdoso.
Contraste de saturación
Se origina de la modulación de un tono puro, saturándolo con blanco, negro o gris. El contraste puede darse entre
Los colores puros pierden luminosidad cuando se les añade negro, y varían su saturación mediante la adicción del
blanco, modificando los atributos de calidez y frialdad. El verde es el color que menos cambia mezclado tanto con
blanco como con negro.
Como ejemplo, si situamos sobre un mismo fondo tres rectángulos con diferentes saturaciones de amarillo, contrastará
más el más puro.
Contraste de temperatura
La calidez o frialdad de un color es relativa, ya que el color es modificado por los colores que lo rodean. Así un amarillo
puede ser cálido con respecto a un azul y frío con respecto a un rojo. Y también un mismo amarillo puede ser más
cálido si está rodeado de colores fríos y menos cálido si lo rodean con rojo, naranja, etc.
Contraste de complementarios
Dos colores complementarios son los que ofrecen juntos mejores posibilidades de contraste, aunque resultan muy
violentos visualmente combinar dos colores complementarios intensos.
Contraste simultáneo
Es el fenómeno según el cual nuestro ojo, para un color dado, exige simultáneamente el color complementario, y si no
le es dado lo produce él mismo.
El color complementario engendrado en el ojo del espectador es posible verlo, pero no existe en la realidad. Es debido a
un proceso fisiológico de corrección en el órgano de la vista.
Otros contrastes
Un color puro y brillante aplicado en una gran extensión de la página suele resultar irritante y cansino (especialmente, el
amarillo), mientras que ese mismo color, usado en pequeñas proporciones y sobre un fondo apagado puede crear
sensación de dinamismo.
Dos colores claros brillantes puestos uno al lado de otro impactan en nuestra vista, produciendo un efecto de rechazo,
Un mismo color puede cambiar mucho su aspecto visual dependiendo del color en el que se encuentre embutido. Este
efecto del cambio de apariencia de un color dependiendo de la luz incidente sobre él, del material de que esta formado o
del diferente color que le sirva de fondo recibe el nombre de Metamerismo.
En este ejemplo vemos dos cuadrados, uno de color de fondo azul, y otro negro, ambos con un cuadrado amarillo
dentro. Los dos cuadrados interiores son del mismo amarillo, pero parecen diferentes: en fondo azul se enmascara la
pureza del amarillo, mientras que en fondo negro el amarillo muestra toda su pureza y frescura.
A continuación pasaremos a uno de los puntos que más gustan a los estudiantes de los colores y es la realización de un
estudio de algunos de los colores más usados, explicando significados, sensaciones, usos adecuados, etc.
Es bien sabido por los psicólogos la influencia emocional que desencadenan los colores en el espíritu humano. Las
respuestas emocionales varían enormemente dependiendo del color y de la intensidad de éste, así como de las diferentes
combinaciones de colores que se pueden dar.
Las sensaciones que producen los colores dependen de factores culturales y ambientales, y muchas veces de los propios
prejuicios del usuario. Además hay que sumar a esto que no todas las personas ven los colores de la misma forma, ya
que hay personas que sólo pueden ver bien la gama azul / naranja, otras la roja / verde y otras degeneran a la gama
blanco / negro. Incluso se perciben los colores de forma diferente con el ojo derecho que con el izquierdo.
Vamos a estudiar a continuación las propiedades psicológicas de los principales colores y sus combinaciones más
acertadas.
Rojo
El rojo es el único color brillante de verdad y puro en su composición. es exultante y agresivo. Es el símbolo de la
pasión ardiente y desbordada, de la sexualidad y el erotismo. Es un color cálido, asociado con el sol y el calor, de tal
manera que es posible sentirse más acalorado en un ambiente pintado de rojo, aunque objetivamente la temperatura no
haya variado. Su nombre procede del latín "russus".
El rojo es el color de la sangre, de la pasión, de la fuerza bruta y del fuego. Se utiliza en las fiestas del Espíritu Santo,
iluminando la llama del amor divino, y en las fiestas de los Mártires, en la Pasión, y el Pentecostés.
Color fundamental, ligado al principio de la vida, sugiere vitalidad, entusiasmo, pasión, agitación, fuerza, sexo, calor,
fuego, sangre, amor, audacia, valor, coraje, cólera, crueldad, intensidad y virilidad, estando asociado con sentimientos
También sugiere alarma, peligro, violencia, ira y enfado. Muchos animales y plantas usan el rojo para indicar su
peligrosidad, y el hombre lo utiliza en todo tipo de indicaciones de prohibición y peligro.
El rojo es un color controvertido, pudiendo ser atractivo y seductor como unos labios de mujer pintados o desencadenar
asco o mareo, como cuando se contempla un charco de sangre.
En una composición puede ser usado para llamar la atención, para incitar una acción o para marcar los elementos más
importantes de una composición o página web, pero cuando es usado en gran cantidad cansa la vista en exceso.
Un problema asociado al uso del color rojo es la mala gradación que ofrece, ya que al modificar sus propiedades vamos
Una posible solución a este problema es desplazarnos en el círculo cromático hacia los violetas o hacia los naranjas, es
decir, usar el rojo como centro de la gama y completar ésta con sus colores análogos.
Otra buena forma es combinar el rojo grises y con los colores de su tríada. En cuanto a su complementario, el verde,
aunque contrasta muy bien con él, juntos no crean un efecto visual adecuado.
Verde
El verde es el color más tranquilo y sedante de todos. Es el color de la calma indiferente: no transmite alegría, tristeza o
pasión. Su nombre deriva del latín "viridis" (que tiene savia).
Está asociado a conceptos como Naturaleza, salud, dinero, frescura, crecimiento, abundancia, fertilidad, plantas,
bosques, vegetación, primavera, frescor, esmeralda, honor, cortesía, civismo y vigor. El verde que tiende al amarillo
cobra fuerza activa y soleada; si en él predomina el azul resulta más sobrio y sofisticado.
Se dice que es el color mas descansado para el ojo humano y que tiene poder de curación ( ¿será por eso que las batas
Es un color contradictorio. A muchas personas les influye un carácter desagradable, mientras que a otras les sugiere más
pasión que el rojo.
En las composiciones gráficas y páginas web da buen juego. Sus degradados son buenos y sus variaciones tonales
también, formando gamas apropiadas para diseño.
Su complementario es el rojo y, aunque contrastan muy bien, no suelen hacer buena combinación. Con sus análogos y
su tríada es posible obtener paletas aceptables para una página web.
El color azul es el símbolo de la profundidad. Inmaterial y frío, suscita una predisposición favorable. La sensación de
placidez que provoca el azul es distinta de la calma o reposo terrestres, propios del verde.
Es un color reservado y entra dentro de los colores fríos. Expresa armonía, amistad, fidelidad, serenidad, sosiego,
verdad, dignidad, confianza, masculinidad, sensualidad y comodidad. Su nombre es de origen incierto, pero parece que
procede del sánscrito "rajavarta" (rizo del rey).
Este color se asocia con el cielo, el mar y el aire. El azul claro puede sugerir optimismo. Cuanto más se clarifica más
pierde atracción y se vuelve indiferente y vacío. Cuanto más se oscurece más atrae hacia el infinito. Posee también la
virtud de crear la ilusión óptica de retroceder.
Es el color del cielo sin nubes, sin amenazas, donde vuelan las aves con libertad, del agua cristalina, fuente de vida para
Está asociado a conceptos como seriedad, compromiso, lealtad, justicia y fidelidad, pero también puede expresar
melancolía, tristeza, pasividad y depresión.
Si es muy pálido puede inspirar frescura e incluso frío. Si es intermedio, da sensación de elegancia, de frescura. Si es
oscuro da sensación de espiritualidad, de seriedad, de responsabilidad.
El azul es un color que da mucho juego en las composiciones gráficas en general y en las páginas web en concreto. Es
utilizado ampliamente como color corporativo, por la seriedad y confianza que inspira, y admite buenas gradaciones,
pudiendo ser el color dominante en una página.
También ofrece una buena gama de análogos y hace buenos juegos con los colores de su tríada.
Es un color que influye sobre el apetito, disminuyendo éste, seguramente porque no hay ningún alimento azul en la
naturaleza, por lo que no es aconsejable su uso para una página sobre recetas de cocina o productos alimenticios.
Amarillo
El color amarillo es el símbolo de la deidad en muchas culturas, y es el color más luminoso, más cálido, ardiente y
expansivo.
Es un color optimista, moderno, y denota alegría, entusiasmo, pasión, fuerza, sexo, calor, primavera, inocencia,
infancia, juventud. También se usa para expresar peligro y precaución. Su nombre procede del latín "amàrus" (amargo).
Es el color del sol, de la luz y del oro, y como tal es violento, intenso y agudo.
Se ha asociado siempre el amarillo a la intelectualidad y al pensamiento claro y hay psicólogos que dicen que este color
ayuda a memorizar datos a las personas.
Con el amarillo se obtienen mejores degradados que con el rojo, pero conforme se le va quitando saturación se va
haciendo poco perceptible sobre fondos claros.
Sin embargo, es un color que combina bien con sus cercanos (verdes y anaranjados), pudiendo obtenerse con ellos
buenas paletas para una composición.
Como regla general, su uso en una página web debe quedar limitado a elementos puntuales (formando parte de un
logotipo o icono, en textos cortos sobre fondo oscuro, etc), procurando siempre que ocupe una zona limitada.
Naranja
El color naranja tiene un carácter acogedor, cálido, estimulante y una cualidad dinámica muy positiva y energética.
Posee una fuerza activa, radiante y expansiva. Su nombre deriva del árabe "narandj".
Representa la alegría, la juventud, el calor, el verano. Es el color de la carne y el color amistoso del fuego del hogar. Es
vibrante como la luz del sol, exótico como las frutas tropicales, jugoso como la naranja, sugiere informalidad en el trato
y amistad. Pero también puede expresar inestabilidad, disimulo e hipocresía.
Es un color que destaca mucho sobre el entorno que le rodea, por lo que se puede usar para dar un mayor peso visual a
ciertos elementos de una composición, aunque hay que ser comedido en su uso, ya que si es brillante llena mucho la
vista del espectador.
Por el contrario, con los colores de su tríada crea combinaciones que pueden resultar demasiado coloridas, por lo que,
de usarse, se deberán utilizar con sumo cuidado, dejándolos para elementos de pequeñas dimensiones.
Rosa
El color rosa, una especie de púrpura pálido, sugiere calma y tranquilidad. Asociado al sexo femenino en nuestra
cultura, puede llegar a interpretarse como debilidad en ciertos entornos. Su nombre viene del latín "rosa", y su paleta de
variaciones es la misma que la del púrpura, al ser ambos colores similares en su naturaleza.
Púrpura
El púrpura se define color un rojo subido que tira a violado. Es de naturaleza similar al rosa, y ambos colores tienen
asociada la misma paleta de variaciones.
Violeta
El violeta es un color morado claro, parecido al de la flor del mismo nombre, obtenido mezclando rojo y azul. Su
nombre deriva del latín "viola".
Es el color de la templanza, de la lucidez y de la reflexión. Es místico, melancólico y puede representar también la
introversión. Es la enseña de la penitencia, y se emplea por el Adviento, en Cuaresma, en las Vigilias y Cuatro Tiempos,
Septuagésima y Rogaciones.
Cuando el violeta deriva el lila o morado, se aplana y pierde su potencial de concentración positiva. Cuando tiende al
púrpura proyecta una sensación de majestad.
Representa la fantasía, el juego, la impulsividad y los estados de sueño, aunque también puede sugerir pesadillas o
locura.
Marrón
El color marrón como tal es una mezcla en la que predominan el rojo y el verde, pudiendo obtenerse por desaturación
del naranja o por mezcla de este color con el negro, por lo que en diferentes tratados sobre el color aparecen asociados
ambos colores, siendo su paleta de variaciones la misma.
En las páginas web da buenos resultados, ya que es un color suave, agradable a la vista, cómodo, que genera una gama
extensa de colores aprovechables.
El color negro viene definido por la ausencia de luz y color, siendo su código hexadecimal representativo #000000,
aunque casi todos lo colores al quitarles brillo, tono o saturación van acercándose al negro. Las superficies de color
negro son aquellas que absorben todas las longitudes de onda de la luz solar, por lo que no reflejan ninguna radiación
visible. Su nombre procede del latín "níger".
Es un color casi imprescindible en toda composición, pudiendo usarse como color del contorno de ciertos elemento, en
elementos separadores de espacios o como color de fondos, en cuyo caso en los contenidos de la página deberán
predominar los colores claros para que se puedan visualizar correctamente.
Es también el color más usado para los textos, debido al alto contraste que ofrece sobre fondos blancos o claros.
El negro no posee degradados propios, al ser un color puro (o un no-color), y en cuanto modificamos su saturación
obtenemos grises, colores neutros, formado por cantidades iguales de rojo, verde y azul. En pintura se obtiene
normalmente mezclando el blanco y el negro.
El gris es un color neutro y pasivo, que aporta poco a ninguna información visual. Es el color del cielo cubierto, del
Es un color que puede resultar monótono si se usa en demasía en una composición, y está muy asociado a las
aplicaciones informáticas, tal vez porque la mayoría de las interfaces gráficas son de color gris o lo contienen.
Los grises medio-claros (alrededor del #CCCCCC) tienen poca atracción visual, siendo idóneos para fondos o
elementos de relleno que no aporten información al espectador.
Si vamos aumentando progresivamente la luminosidad del gris llega un momento en que obtenemos el color blanco, de
código #FFFFFF, la luz pura, la unión del 100% de los tres colores primarios aditivos, rojo, verde y azul.
El blanco representa la pureza, la inocencia, la limpieza, la ligereza, la juventud, la suavidad, la paz, la felicidad, la
pureza, la inocencia, el triunfo, la gloria y la inmortalidad.. Es el color de la nieve, de las nubes limpias, de la leche
fresca. Se emplea en las fiestas del Señor, de la Virgen, de los santos y en las ceremonias nupciales.
Es un color latente, capaz de potenciar los otros colores vecinos, creando una impresión luminosa de vacío positivo y de
infinito. El blanco es el fondo universal de la comunicación gráfica.
En imprenta no se suele manejar color, sino que se aprovecha para representarlo el color blanco del soporte sobre el que
se imprime. En la web, el color blanco se produce en el monitor enfocando en los puntos de pantalla los tres cañones de
color a la máxima intensidad.
Es un color fundamental en diseño, ya que, además de usarse como color para los elementos gráficos y textuales,
también define normalmente los espacios vacíos de la composición o página web.
No suele ser conveniente para los textos, salvo que estén situados sobre un fondo muy oscuro sobre el que contrasten
bien. No olvidemos que los contenidos textuales deben aparecer siempre perfectamente legibles en una página.
NOTA: El significado del color puede cambiar en los diferentes países, culturas y religiones.
Por ejemplo, en China el rojo se asocia con las bodas y representa buena suerte y en la India este color está unido a la
caballerosidad. Tradicionalmente se relaciona con los celos, la envidia, la adolescencia, la risa y el placer, e incluso en
algunos casos se le denomina como el color de la mala suerte.
Por este motivo, a la hora de usar los colores como fuente de impulsos psicológicos deberemos estudiar con
detenimiento el público objetivo al que irá destinada la composición gráfica o página web.
Pintores y diseñadores gráficos utilizan esta capacidad humana de apreciar colores para crear obras que profundicen en
el alma y que inspiren sentimientos en los seres que las contemplan. Pero ¿qué podemos hacer cuando debemos
expresarnos con un número limitado de colores?.
Hace tan sólo unos pocos años la mayoría de los ordenadores de los que disponía el público en general eran, con la
visión que tenemos hoy en día, unos trastos grandes, lentos y con pocas prestaciones, no sólo a nivel de memorias y
procesadores, si no también a nivel de prestaciones gráficas. Y los periféricos eran asimismo muy limitados. Todo ello
originaba que a nivel gráfico estos equipos trabajaran tan sólo con 256 colores.
Actualmente los equipos informáticos aumentan día a día sus prestaciones, y lo normal ahora es trabajar con millones
de colores y con monitores de altas prestaciones. La mayoría de la gente dispone ya de avanzadas tarjetas gráficas, con
memorias de hasta 64 megas, que desarrollan un trabajo de millones de texels (el téxel, elemento de textura, es a los
gráficos 3D lo que el píxel es a los gráficos bidimensionales).
La respuesta a ésta pregunta es desalentadora, ya que nosotros dependemos a la hora de mostrar nuestras páginas de
unos programas específicos, los navegadores o browsers, que son los encargados de presentar en pantalla el contenido
de las páginas que le llegan desde el servidor mediante el protocolo HTTP.
El sistema operativo identifica tres colores básicos, a partir de los cuales construye todos los demás mediante un
proceso de mezcla por unidades de pantalla (pixels). Estos colores, como ya hemos visto, son el rojo, el azul y el verde,
y el sistema por ellos definido se conoce como RGB. Los bits de profundidad de color marcan cuántos bits de
información disponemos para definir los colores derivados de éstos colores primarios.
A más bits, mayor número de variaciones de un color primario podemos tener. Para 256 colores se precisan 8 bits, para
obtener miles de colores necesitamos 16 bits (color de alta densidad) y para obtener millones de colores hacen falta 24
bits (color verdadero). Existe también otra profundidad de color, 32 bits, pero con ella no se consiguen más colores, si
no que los que usemos se muestren más rápido.
En sus inicios, la mayoría de los usuarios disponían de monitores capaces de interpretar tan solo 256 colores (8 bits). Si
tenemos en cuenta que el propio sistema operativo de queda con 40 para su gestión interna, el resultado es que
quedaban 216 colores para presentar gráficos en pantalla, colores que por otro lado no estaban definidos de forma
estándar.
En 1994 la empresa Netscape estableció una subdivisión del círculo cromático en 216 colores equidistantes entre sí,
obteniendo un conjunto de colores que denominaron Netscape Color Cube.
Esta división del círculo se corresponde con 6 tonos de rojo, 6 de azul y 6 de verde, a partir de los cuales se obtienen,
por mezcla entre ellos, los 216 colores posibles, por lo que todos ellos tendrán un código hexadecimal en el que cada
color primario viene definido por una pareja de valores iguales, debiendo estos ser 00,33,66,99,CC o FF.
Con el paso del tiempo los ordenadores fueros aumentando sus prestaciones gráficas, siendo común en la actualidad
profundidades de color de 16, 24 y 32 bits.
Con el paso del tiempo se ha adoptado una lista de colores a los que se le ha puesto un nombre representativo en inglés,
de tal forma que los modernos navegadores interpretan el mismo y lo traducen internamente por su valor hexadecimal
equivalente.
Queda patente entonces la necesidad de trabajar con una gama de colores compatible con todas las profundidades. Pero
¿cuántos son estos colores?.
Aquí viene la decepción del diseñador web, ya que este número es en realidad muy bajo. Tradicionalmente se ha
considerado como paleta de colores segura la que hemos antes mencionado, formada por los 216 colores del tipo
#aabbcc, donde a, b y c deben ser 0,3,6,9,C o F, que recibe el nombre de WebSafe.
Esta paleta no es en realidad segura, debido al problema con la profundidad de miles de colores. Si ha esto añadimos la
variable adicional de que cada sistema operativo y cada navegador interpreta los colores a su antojo, el resultado final es
que sólo disponemos de una pequeña paleta, formada por 22 colores. Esta paleta se conoce con el nombre de
ReallySafe.
Como comprenderéis, trabajar tan sólo con los 22 colores de la paleta ReallySafe no nos va a permitir construir un sitio
web muy atractivo, ya que la limitación impuesta resulta excesiva.
Como alternativa podemos trabajar dirigiéndonos al mayor número de usuarios posibles, y para ello podemos diseñar
nuestras páginas usando bien la paleta de 216 colores, con lo que tendremos cubierto el rango de usuarios con sistemas
de color de 8 bits y de 24 bits.
Esta paleta WebSafe según el sistema operativo usado.
En este punto, el sentido común, la experiencia y el testeo de la página en diferentes sistemas y navegadores son las
mejores armas para conseguir el diseño buscado.
Un problema adicional relacionado con los colores se produce cuando deseamos insertar en nuestra página una imagen
dentro de la celda de una tabla, de una capa, etc., especialmente si se trata de una imagen en formato GIF, ya que este
tipo de gráficos tienen limitados su gama de colores a 256.
El hecho es que frecuentemente nos encontraremos que el color de fondo de la imagen no nos va a coincidir con el color
de fondo de la celda o capa, aunque el código hexadecimal empleado en ambos sea el mismo.
El problema se acentuará más aún si el usuario dispone de un sistema de 256 colores, ya que entonces el sistema no será
capaz de interpretar correctamente ni el color del fondo del GIF ni el color de fondo de la tabla o contenedor, con lo que
el contraste entre imagen y celda o capa se acentúa.
Ninguna de estas soluciones es óptima, pero son las únicas de que disponemos.
Si optamos por usar una imagen de fondo transparente, deberemos pensar que si ésta va a funcionar como un enlace y
hemos configurado un estilo para el estado hover de estos elementos, al color de fondo de la imagen cambiará cuando el
puntero del ratón se sitúe sobre ella.
Si estamos diseñando para millones de colores podemos guardar la imagen en formato PNG, que teóricamente soporta
millones de colores y transparencias, aunque hay ocasiones en que la interpretación del color de fondo de la imagen no
es correcta en este formato.
Por lo tanto la mejor solución al problema de las imágenes es utilizar siempre para los fondos colores de la paleta
WebSafe, ya que de esta forma tendremos garantizada la compatibilidad entre fondos a 256 colores y a millones de
colores.
El tratamiento del color es uno de los aspetos más importantes del diseño web. En este artículo del Curso de diseño web
vamos a ofrecer las claves de la elección de los colores, atendiendo a cada uno de los bloques habituales que forman
una web y la función que desempeñan.
Cada elemento de una página web y cada agrupación de ellos debe desempeñar un papel perfectamente definido, que
además debe corresponderse con su peso visual dentro del total de la página. Una de las herramientas más potentes con
las que cuenta el diseñador web para cumplir este objetivo es el uso adecuado de los colores.
En los casos de páginas más complejas, y desde el punto de vista de lo que observa el usuario, podemos dividir estas en
cuerpo o sección principal, dintel, menú y pie de página.
Sin duda alguna la parte más importante de las mencionadas es el cuerpo de la página , ya que en él va a figurar la
información que queremos transmitir al visitante. Por esto, los colores dominantes en ella deben permitir una lectura de
contenidos clara y amena, así como una perfecta visualización de sus elementos gráficos. Para ello, deberemos usar un
color para el texto que contraste adecuadamente sobre el del fondo de la página.
- Con fondos fríos y textos cálidos, o al revés, siempre que no sean análogos.
El tema del contraste entre fondo y texto es difícil de manejar en las páginas web, debido fundamentalmente a la poca
resolución que tenemos en la pantalla del monitor, que suele ser de unos 5.200 puntos por pulgada cuadrada, casi 300
veces menos de la resolución que tiene una página de revista tradicional.
Por esto, el típico conjunto fondo blanco-texto negro sigue siendo en las páginas web el mas idóneo para conseguir un
contraste óptimo. Los fondos negros o muy oscuros pueden dar un buen contraste con casi cualquier color de texto que
sea luminoso, mientras que los fondos coloreados pueden llegar a trabajar bien si son apagados y de baja saturación,
como es el caso de tonos pasteles, grises o tierra.
Por otro lado, no es recomendable usar imágenes de fondo en las páginas web, salvo que esta sea de un color y tono
muy apagados y con poco contenido gráfico por unidad de pantalla, ya que despistan mucho al usuario y enmascaran
excesivamente el texto y los demás elementos de la página. Sólo se deben usar cuando se realiza un buen estudio del
mismo por un profesional del diseño web, ya que además de lo antes expuesto ralentizan mucho la carga de la página.
El dintel se localiza por costumbre en la parte superior de la página, y en él suele (y casi debe) figurar el logotipo de
nuestra página, asociación o empresa. Es importante la presencia de un logotipo, ya que crea un signo de continuidad y
de identidad en nuestras páginas, mostrando a los visitante rápidamente dónde se encuentran. El color de este debe ser
tal que destaque claramente sobre el fondo.
En los idiomas occidentales se leen las páginas de arriba abajo y de izquierda a derecha, motivo por el cual el logotipo
se sitúa casi siempre en la esquina superior izquierda. Si el color de nuestro logo es parecido al que vamos a dar al
fondo de la página podemos crear un entorno alrededor del mismo que permita su correcta visión, lo que se suele
conseguir situando una banda en la zona superior de la página, con un color de fondo diferente al del cuerpo de la
También es normal situar en esta zona, a la derecha del logo, un mensaje claro y directo sobre la identidad y contenido
de la página.
El menú de navegación es tal vez el elemento más interactivo de una página, facilitando al visitante una rápida
navegación por todo el contenido del sitio web. Sus enlaces deben aunar el ser fácilmente visibles con el no ser
demasiado impactantes, ya que no deben quitarle importancia ni al cabecero ni al texto del cuerpo.
Podemos crear para esta zona una banda vertical de un color diferente al del cuerpo, que puede ser igual al del cabecero
o no. Sus enlaces pueden fundirse un poco con el fondo, dando así una sensación de continuidad. Muchos diseñadores
se basan el los menús de imágenes para conseguir esto, pues les permiten tener un mayor control sobre el resultado
final. En contrapartida, tardarán más en cargar.
Una buena solución es el uso de textos o imágenes que inicialmente no destacan demasiado sobre el fondo, pero que al
situar el cursor sobre ellas se iluminan o cambian de color, produciéndose un efecto positivo con ello.
Por último, el pie de página es el elemento menos importante de la página, de tal forma que muchos autores ni siquiera
lo consideran. Caso de usarse, no conviene que su color cambie respecto al del fondo del cuerpo, y si lo hace debe ser
muy ligeramente, ya que si no podemos distraer la atención del usuario y crear un cuerpo de página encajonado.
En el pie de página se suelen colocar enlaces de tipo terciario, enlaces de correo o accesos a servicios secundarios que
proporcione nuestro sitio web.
A la hora construir una página lo primero que tenemos que tener claro es la gama de colores que vamos a emplear en
sus distintas partes, y para ello debemos comenzar siempre con seleccionar un color o colores base, que será el que de
un espíritu propio a nuestro sitio.
Es importante la elección de esta gama, que, por regla general, será conveniente mantener en todas las páginas del sitio,
logrando con ello establecer una identidad propia y una continuidad entre todas las páginas que lo forman.
De ser necesaria la introducción de otros colores (uno o dos), tendremos que elegir estos de forma que sean equilibrados
con los del logotipo y trabajen juntos en buena armonía.
Es conveniente que nos basemos en una de las gamas de colores estudiadas en el capítulo anterior (monocromáticas,
análogos, tríadas, etc.), sobre todo si no tenemos gran experiencia en el diseño con colores, y que apliquemos los
conceptos ya estudiados (jerarquía visual, escala, contrastes, etc.).
- Los colores primarios, puros, brillantes, son demasiado comunes, por lo que dan muy poca información al ojo. Por
esto no conviene basarse nunca en ellos para construir nuestras páginas.
- El color de los enlaces conviene que sea el azul estándar del navegador o al menos permanecer subrayados y con un
color bien diferenciado de los del resto de elementos textuales de la página.
- Páginas destinadas a un público general deben estar basadas en combinaciones blanco-negro- color logotipo, en
colores más bien neutros, que puedan gustar a la mayoría, como colores secundarios o terciarios en tonos pastel, o en
una bien estudiada gama de grises. Es fundamental en estas páginas dar a las páginas la identidad corporativa de la
empresa u organización que representan.
- Páginas destinadas a un público adulto deben estar diseñadas con colores serios, elegantes, fríos, sin altos contrastes de
tono, en colores neutros, incluso tirando a grises. Siempre podemos recurrir en este caso a el típico estándar de fondo
blanco y letras negras o gris oscuro.
- Páginas divulgativas, como manuales y artículos, deben presentar el texto de forma que destaque adecuadamente sobre
el fondo, sin usar colores chillones que cansen la vista, ya que el objetivo fundamental de estas páginas es ser leídas.
Consejo: fondo claro y letras oscuras, que destaquen muy bien.
- Páginas destinadas a ser impresas por el usuario final no deben emplear colores oscuros como fondo, ya que obligaría
a dar colores claros a los textos para que se pudieran visualizar. Si se hace así y el usuario no tiene activada la opción de
imprimir los colores de fondo, no verá nada en la página impresa, y si la tiene activada, gastará mucha tinta, obteniendo
de todas formas un mal resultado. Consejo: fondos blancos o muy claros, con textos oscuros, o versión especial para
impresión con estos colores.
Nota en julio de 2015: El Manual del Curso Práctico de Diseño Web ya tiene unos años y aunque prácticamente la totalidad de su
contenido es válido en el momento actual, en el caso de esta parte de este artículo sobre herramientas no es así. Es obvio que con el paso
de los años surgen nuevas y mejores herramientas, a la vez que otras antiguas dejan de estar disponibles.
Como sugerencia os dejamos aquí un par de enlaces a herramientas que hemos tratado en otros artículos más recientes para que las
• Color en la web (artículo de 2012 que trata el mismo tema desde otra perspectiva más actual)
• Como crear las mejores paletas de color (artículo dedicado a varias herramientas online)
• Adobe Color
Existen en el mercado multitud de aplicaciones gráficas, tanto para trabajar con gráficos vectoriales y
Pero hay también otras que, a pesar de su poco precio y tamaño (algunas son gratuitas y ocupan muy pocos Kb),
son muy útiles para el trabajo diario con colores en un ordenador, e imprescindibles para un diseñador web.
Entre ellas destacan por sus funcionalidades EyeDropper y 1 st QuickRes, de las cuales vamos a hablar un poco.
EyeDropper
EyeDropper es básicamente un capturador de colores pantalla, capaz de obtener el código de un punto dado en
diferentes modelos de color. Además, permite también capturar una zona de pantalla, copiándola en el
portapapeles, con lo que queda disponible para su uso en otras aplicaciones gráficas.
Es de fácil descarga e instalación, y tras la misma aparecerá un pequeño icono del programa en la barra de
tareas, junto al reloj del sistema.
Para lanzar la aplicación basta hacer doble click sobre este icono, con lo que aparecerá una ventana propia junto al
puntero del ratón, que acompaña a éste en su movimiento por la pantalla. Esta ventana, se cierra haciendo de nuevo
doble click sobre el icono.
En dicha ventana aparecerá aumentada la zona situada alrededor del puntero, así como una cruz que indica el punto
exacto sobre el que se encuentra, mostrando el color del mismo. En la parte derecha aparecen los códigos del color,
tanto en formato RGB hexadecimal y decimal como en formato CMYK, y las coordenadas del punto respecto la esquina
superior izquierda de la pantalla activa del monitor.
Si pulsamos con el botón derecho del ratón sobre el icono de EyeDropper aparecerá un menú emergente con la opción
Properties, que nos llevará a una ventana de configuración con una serie de pestañas, entre las que destacan las
siguientes:
En esta ventana podemos fijar en qué modelo de color deseamos que aparezcan los códigos, si deben aparecer las
coordenadas del punto y si la aplicación debe inicializarse cuando arranquemos el sistema operativo (aconsejable).
La opción más aconsejable para el diseñador web es definir la captura en el modelo RGB hexadecimal, usando para ello
las combinaciones estándar del sistema, que en el caso de Windows son las teclas CTRL+C para copiar el código en el
portapapeles y CTRL+V para pegarlo en otras aplicación.
Como tecla de activación es conveniente escoger alguna que no se use normalmente, como una de las teclas superiores
F. En cuanto al método de finalización, lo normal es establecer el evento up del botón izquierdo del ratón, habitual en
los programas de captura.
Si definimos como tecla de captura F2, por ejemplo, para iniciar la capturar pulsaremos dicha tecla, luego el botón
izquierdo del ratón y, sin soltarlo, definimos un rectángulo en pantalla, que será la zona capturada. Para finalizar,
soltamos el botón del ratón, quedando la imagen capturada en el portapapeles, lista para ser pegada en cualquier otra
aplicación, gráfica o no (podemos pegarla en cualquier aplicación de Office, como Word o Power Point).
Como veis, EyeDropper es un programa muy útil, imprescindible para el diseñador, que con un poco de práctica facilita
espectacularmente el trabajo con colores.
1 st QuickRes
En su trabajo diario, el diseñador web debe verificar cómo se visualizan las páginas que está creando a diferentes
resoluciones y profundidades de color. Los sistemas operativos ofrecen un panel de configuración propio para estas
tareas, pero acceder constantemente al mismo nos hace perder mucho tiempo.
Propiedad de la empresa GreenParrots, 1 st QuickRes es una pequeña aplicación que nos ayuda a manejar las
propiedades de nuestro monitor de forma rápida y cómoda. Podéis descargarla desde la dirección
http://www.greenparrots.com
Una vez instalada, la aplicación se lanza desde un icono situado en la barra de tareas, junto al reloj del sistema,
pulsando sobre el mismo con el botón derecho del ratón.
Otra de las opciones presentes en la ventana de la aplicación es Options, que nos va a permitir definir atajos de teclado
para lanzar la ventana o para cambiar rápidamente la resolución de pantalla. Conviene que elijamos para ello algunas de
las teclas que no se utilizan normalmente, como las del grupo F presentes en la parte superior del teclado.
La tipografía
Pasamos a analizar el siguiente pilar fundamental del diseño gráfico en general y el
diseño web en particular. Se trata de la tipografía, fuentes o tipos de letra.
Explicamos cuáles son las características y conceptos que se deben tener en cuenta
en el trabajo con tipografías y cómo usar tipografías en un sitio web. Además
explicamos los conocimientos generales que se deben aplicar para mejorar la
legibilidad de los textos en una página.
La misión principal de una composición gráfica es transmitir un mensaje determinado a los espectadores que la
visualizan. Para ello, el diseñador dispone de dos herramientas principales: las imágenes y los contenidos textuales.
Las imágenes o contenidos gráficos aportan sin duda un aspecto visual muy importante a toda composición, siendo
capaces de transmitir por sí solos un mensaje de forma adecuada. Ahora bien, el mejor medio de transmisión de ideas a
un gran número de personas es por excelencia la palabra escrita, lo que hace que los contenidos textuales en una
composición sean tanto más importantes cuanto más información se desea transmitir.
La esencia del buen diseño gráfico consiste pues en comunicar ideas por medio de la palabra escrita, combinada a
menudo con dibujos o con fotografías.
Además de su componente significativo, cada letra de una palabra es por sí misma un elemento gráfico, que aporta
riqueza a la composición final. Por este motivo, el aspecto visual de cada una de las letras que forman los textos de una
composición gráfica o una página web es muy importante, interviniendo en el mismo conceptos similares a los que
caracterizan cualquier otro componente gráfico: forma, tamaño, color, escala, etc.
De este planteamiento se deriva que el diseñador gráfico debe emplear las letras en una composición tanto para
comunicar ideas como para configurar el aspecto visual de la misma, siendo necesario para ello conocer a fondo los
diferentes tipos existentes y sus propiedades, conocimientos que se agrupan en la ciencia o arte de la Tipografía.
Se denomina Tipografía al estudio, diseño y clasificación de los tipos (letras) y las fuentes (familias de letras con
características comunes), así como al diseño de caracteres unificados por propiedades visuales uniformes, mientras que
las técnicas destinadas al tratamiento tipográfico y a medir los diferentes textos son conocidas con el nombre de
Tipometría.
Tradicionalmente el estudio de las letras, sus familias y sus tipos ha sido desarrollado por los impresores y, más
modernamente, por diseñadores gráficos que realizan trabajos para ser luego impresos. Pero con la aparición de los
ordenadores y de Internet ha sido necesario un replanteamiento de la Tipografía clásica, puesto que las fuentes que
trabajan bien en imprenta no se adaptan correctamente al trabajo en un monitor de ordenador.
El primer pictograma (dibujo representando un objeto o una idea sin que la pronunciación de tal objeto o idea sea tenida
en cuenta) del que tenemos constancia se remonta al año 3.500 a.C., y es una tablilla en pieza caliza hallada en la ciudad
de Kish (Babilonia).
La evolución posterior de este sistema silábico dio lugar a la escritura cuneiforme (2.800 a.C.), que utiliza lo que
podemos considerar como el primer alfabeto, cuyas letras se imprimían sobre arcilla usando una cuña.
Sobre el año 1.500 a.C. se desarrollaron en Egipto tres alfabetos (jeroglífico, hierático y demótico). De ellos el
jeroglífico (mixto ideográfico y consonántico), basado en 24 símbolos consonantes, era el más antiguo.
Los fenicios adoptaron este alfabeto egipcio 1.000 años antes de Cristo, usando para escribir pieles y tablillas enceradas,
y también lo transmitieron por el mundo civilizado, de tal forma que poco después fue adoptado también por los
hebreos y los arameos, sufriendo con el tiempo una evolución propia en cada un de estas culturas.
El alfabeto fenicio fue también adoptado por etruscos y griegos, y de ellos lo fue por los romanos, que en el siglo I ya
manejaban un alfabeto idéntico al actual, a falta de la J, la W y la V.
El Imperio Romano fue decisivo en el desarrollo del alfabeto occidental, por crear un alfabeto formal realmente
avanzado, y por dar la adecuada difusión a este alfabeto por toda Europa conquistada, ya que muchas lenguas que no
tenían sistema propio de escritura adoptaron el alfabeto romano o latino.
Partiendo del modelo fenicio-nabateo se desarrolló también, alrededor del siglo IV d. C, el alfabeto árabe, formado por
28 consonantes y en el que, al igual que el resto de alfabetos semíticos, se escribe sin vocales, de derecha a izquierda.
En occidente el alfabeto romano fue evolucionando y, en el siglo X, en el monasterio de St. Gall, en Suiza, se desarrolló
un nuevo tipo de letra comprimida y angulosa, la letra gótica, más rápida de escribir y que aprovechaba mejor el papel,
factores importantes en un momento que la demanda de escritos se había incrementado notablemente, escritos que se
realizaban a mano, primeramente en pergaminos y luego, a partir del año 1.100, en papel.
La letra gótica se difundió por toda Europa, surgiendo diferentes variantes (Textura, Littera Moderna, Littera Antiqua,
Minúscula de Niccoli,, etc.).
En 1.450 se produjo uno de los hechos más importantes para el desarrollo de la Tipografía y de la cultura humana:
Johann Gutenberg (1398 1468) inventa a la vez los caracteres móviles y la prensa, creando la imprenta. El primer
texto occidental impreso, la "Biblia de 42 líneas" de Mazarino, sale en 1.456, al parecer de la imprenta de Gutenberg.
Desde entonces, multitud de tipógrafos aportaron su granito de arena a la creación de nuevas fuentes, entre los que
destacan Alberto Durero, Giambattista Bodoni, Fournier, Didot, Caslon, Baskerville, Bodoni y, ya en el siglo XX, Max
Meidinger (creador de la fuente Helvetica en 1.957), Cooperplate y Novarese.
Cada tipo era conocido por el nombre que le daba su creador (generalmente el suyo propio), siendo su tamaño total
(denominado cuerpo) y el de sus partes totalmente arbitrarios. Consecuencia directa de esta libertad de creación fue que
Una de las primeras unidades tipográficas fue la pica , nombre dado en la Inglaterra del siglo XV a unos libros
destinados a regular el ritual de las fiestas movibles eclesiásticas. Aparentemente se compusieron en un cuerpo de letra
que se acabó llamando como ellos. Equivale a 1/6 de pulgada o 12 puntos (4'233 mm.).
Martín Domingo Fertel y Claude Garamond buscaron ya establecer pautas en la fundición de tipos, pero fue Pierre
Simon Fournier el Joven, uno de los mejores punzonistas y fundidores del siglo XVIII, quien publicó en 1737 su
Manuel Typographique, en el que definió un sistema de proporciones para la fundición sistemática de los caracteres,
que llamó duodecimal. Para ello tomó el tipo de letra más pequeño que comúnmente se usaba, llamado nomparela, y lo
dividió en seis partes, a cada una de las cuales dio el nombre de punto; y a base de éste empezó a fabricar, desde 1742,
todo el material tipográfico que fundía. A la medida 12 puntos (el doble de la nomparela, equivalente a 4,512 mm) la
llamó cícero , ya que era similar al cuerpo empleado en la edición de la obra Cicerón, de Oratore, que realizó el
impresor Schöffer a finales del siglo 15.
En 1760 Francois Ambroise Didot propone mejoras al sistema de Fournier, adoptando como base el pie de rey, medida
de longitud usada en aquella época, que dividió en 12 partes, obteniendo una nueva definición de cícero, compuesto
ahora por 12 puntos (aproximadamente 0,377 mm). A partir de ese momento se comenzaron a utilizar tipos en tamaños
constantes, llamados por el número de puntos que media el cuerpo de los mismos.
Considerando Didot que un punto de pie de rey era excesivamente delgado para formar una apreciable graduación de
caracteres, adoptó como unidad básica el grueso de dos puntos. Así, dos puntos de pie de rey equivalen a un punto
tipográfico, cuatro puntos de pie de rey equivalen a dos puntos tipográficos, etc.
La altura del tipo la fijó en 63 puntos fuertes (llamados así porque la altura exacta oscila entre 63 puntos y 63 y medio,
equivalentes a 23,688 mm).
6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14, 16, 18, 20, 24, 28, 32, 36, 40, 48, 60, 72, 84, 96
Con la aparición de los ordenadores y su aplicación al trabajo editorial y al diseño gráfico se hizo necesaria la
introducción de nuevos sistemas de definición de fuentes para pantalla que permitieran su correcta impresión posterior y
de nuevas unidades de medida que se acercaran más a la naturaleza propia de los monitores.
Entre los sistemas surgidos destaca uno de la compañía Adobe, llamado Postscript, que permite a los ordenadores
comunicarse con los periféricos de impresión. Este sistema fue lanzado inicialmente lanzado en 1985 dentro del
programa de edición Page Maker, opera almacenando los números en forma de pila y está basado en el formato de texto
ASCII, el normal para caracteres. Como unidad básica de medida utiliza el punto de pulgada (una pulgada tiene 72
puntos, equivalente a 2,54 centímetros).
Por otra parte, los monitores de ordenador utilizan como unidad de medida el píxel , definido como la menor unidad de
información visual que se puede presentar en pantalla, a partir de la cual se construye las imágenes.
Resumiendo, actualmente se usan dos sistemas de medidas tipográficas para trabajo en imprenta clásica:
• El europeo, basado en el punto de Didot (0,376 mm) y el cícero, formado por 12 puntos de Didot (4, 512 mm.).
• El anglosajón, que tiene como unidades el punto de Pica (0,351 mm.) y la Pica, formada por 12 puntos de Pica
(4,217 mm.).
La conversión de unas unidades a otras es incómoda, y lo normal es que nadie las realice en los talleres. Normalmente,
los cíceros y las picas vienen en unas regletas, llamadas tipómetros, que en ocasiones pueden simultanear ambos
sistemas, el anglosajón y el europeo.
• Adobe Postscript, cuya unidad es el punto de pulgada (unos 0,352 mm). Una pulgada tiene 72 puntos (2,54
centímetros).
• Píxeles, unidades dependientes de la resolución de pantalla usada.
Existen muchas propuestas por lograr unificar las medidas tipográficas a escala mundial, entre las que destacan las
basadas en el sistema métrico decimal, como la propuesta por la ISO (International Organization for Standarization),
pero hasta la fecha sin ninguna de ellas ha cuajado.
Por otra parte, el propio avance de los medios digitales está estableciendo por si solo una estandarización basada en el
sistema Postcript de Adobe, altamente difundido y aceptado en la actualidad, así como la utilización de los píxeles como
unidad de medida, no sólo en el diseño gráfico digital y el diseño web, sino también en sistemas fotográficos digitales y
en televisiones de alta gama.
En este artículo vamos a hacer un estudio en profundidad a la tipografía, estudiando principalmente las familias
tipográficas y sus características. Pero para poder abordar este asunto tenemos que comenzar observando cuáles son las
partes de una letra, de modo que conozcamos varios conceptos relacionados con el mundo de las tipografías.
Este artículo del Curso práctico de diseño web está dividido en grandes bloques que te ayudarán a acompañar el
contenido. Primero hablaremos de las partes de una fuente, para aclarar esos conceptos básicos, luego sobre las familias
tipográficas y por último nos centraremos en las principales familias que encontramos en todo sistema informático las
fuentes con "serifa" y sin "serifa".
Es un tema apasionante que seguro que te interesará, puesto que hoy un alto porcentaje de las decisiones a nivel de
diseño se centran en la elección correcta de las tipografías. Es una realidad que habrás observado en todas las grandes
empresas que tienen un espectacular diseño web, donde se trabaja de manera muy detallista con las tipografías.
Para poder definir con claridad y precisión una letra se distinguen en ella diferentes partes, cuyos nombres son a veces
similares a los de la anatomía humana, entre las que podemos destacar las siguientes:
• Altura de las mayúsculas: altura de las letras de caja alta de una fuente, tomada desde la línea de base hasta la
Estas son las partes fundamentales de una letra. Si bien no es imprescindible su conocimiento para el uso común de
letras y fuentes en diseño gráfico y web, sí que es importante distinguirlas en el caso de tener que crear una familias
tipográficas especiales para un trabajo determinado, ya que van a definir las características comunes que deben reunir
las letras de la misma para mantener un estilo propio.
Las familias tipográficas también son conocidas con el nombre de familias de fuentes (del francés antiguo fondre,
correspondiente en español a derretir o verter, refiriéndose al tipo hecho de metal fundido). Una fuente puede ser metal,
película fotográfica, o medio electrónico.
Existen multitud de familias tipográficas. Algunas de ellas tienen más de quinientos años, otras surgieron en la gran
explosión creativa de los siglos XIX y XX, otras son el resultado de la aplicación de los ordenadores a la imprenta y al
diseño gráfico digital y otras han sido creadas explícitamente para su presentación en la pantalla de los monitores,
impulsadas en gran parte por la web.
Unas y otras conviven y son usadas sin establecer diferencias de tiempo, por lo que es necesario establecer una
clasificación que nos permita agrupar aquellas fuentes que tienen características similares.
Son muchos los intentos por lograr agrupar las formas tipográficas en conjuntos que reúnan ciertas condiciones de
igualdad. Generalmente están basados en la fecha de creación, en sus orígenes dentro de las vertientes artísticas por las
que fueron influenciadas o en criterios morfológicos.
• Humanas
• Garaldas
• Reales
• Didonas
• Mecanos
• Lineales
• Incisas
• Scriptas
• Manuales
• Renacentistas
• Barrocas
• Neoclásicas
• Románticas
• Realistas
• Modernistas geométricas
• Modernistas líricas
• Posmodernistas
La ATYPI (Asociación Tipográfica Internacional, http://www.atypi.org/), con objeto de establecer una clasificación
general de las familias tipográficas, realizó en 1964 una adaptación de la clasificación de Maximilien Vox, conocida
comoVOX-ATypI.
Esta clasificación está relacionada también con la evolución de las familias tipográficas a lo largo de la historia, aunque
modifica ciertos elementos de la clasificación de VOX..
Otra clasificación de fuentes de la ATypI, evolución de la anterior, es la basada en la agrupación de fuentes por
características comunes, normalizada con el nombre DIN 16518.
Romanas
Formado por fuentes que muestran influencias de la escritura manual, en concreto de la caligrafía humanista del s. XV,
y también de la tradición lapidaria romana, donde los pies de las letras se tallaban para evitar que la piedra saltase en los
ángulos.
Las fuentes Romanas son regulares, tienen una gran armonía de proporciones, presentan un fuerte contraste entre
elementos rectos y curvos y sus remates les proporcionan un alto grado de legibilidad.
• Antiguas: también llamadas Garaldas (por Garamond), aparecen a fines del siglo XVI en Francia, a partir de
los grabados de Grifo para Aldo Manuzio. Se caracterizan por la desigualdad de espesor en el asta dentro de
una misma letra, por la modulación de la misma y por la forma triangular y cóncava del remate, con discretas
puntas cuadradas. Su contraste es sutil, su modulación pronunciada, cercana a la caligrafía, y su trazo presenta
un mediano contraste entre finos y gruesos. Entre ellas destacan las fuentes Garamond, Caslon, Century
Oldstyle, Goudy, Times New Roman y Palatino.
• De Transición: se manifiestan en el siglo XVIII y muestran la transición entre los tipos romanos antiguos y los
modernos, con marcada tendencia a modular más las astas y a contrastarlas con los remates, que dejan la forma
triangular para adoptar la cóncava o la horizontal, presentando una gran variación entre trazos. Esta evolución
se verificó, principalmente, a finales del siglo XVII y hasta mediados del XVIII, por obra de Grandjean,
Fournier y Baskerville. Ejemplos de este grupo son las fuentes Baskerville y Caledonia.
• Modernas: aparecen a mediados del siglo XVIII, creadas por Didot, reflejando las mejoras de la imprenta. Su
característica principal es el acentuado y abrupto contraste de trazos y remates rectos, lo que origina fuentes
elegantes a la vez que frías. Sus caracteres son rígidos y armoniosos, con remates finos y rectos, siempre del
mismo grueso, con el asta muy contrastada y con una marcada y rígida modulación vertical. Resultan
imponentes a cuerpos grandes, pero acusan cierta falta de legibilidad al romperse los ojos del carácter, al
componerse a cuerpos pequeños y en bloques de texto corrido. Ejemplos destacables podrían ser Firmin Didot,
Bodoni, Fenice y Modern Nº 20.
• Mecanos: son un grupo aislado que no guarda ninguna semejanza constructiva con el resto de los tipos
romanos con remate, tan solo el hecho de poseer asiento sus caracteres. No tienen modulación ni contraste.
Entre sus fuentes podemos destacar Lubalin y Stymie.
• Incisas: otro grupo aislado dentro de las romanas, al igual que las mecanos, son letras en la tradición romana
más antigua, ligeramente contrastadas y de rasgo adelgazado ahusado. No se puede hablar de remates, pero sus
pies abocinados sugieren, tal como ocurre con las serif, una línea imaginaria de lectura. Su ojo grande y sus
ascendentes y descendentes finos, hacen de él un tipo que, aunque es extremadamente difícil de digitalizar, es
muy legible a cualquier cuerpo. A pequeña escala, puede confundir y parecer de palo seco al perderse la gracia
de su rasgo. Como ejemplos podemos citar las fuentes Alinea y Baltra.
Palo Seco
También denominadas Góticas, Egipcias, Sans Serif o Grotescas, de dividen en dos grupos principales:
• Lineales sin modulación: formadas por tipos de un grosor de trazo uniforme, sin contraste ni modulación,
siendo su esencia geométrica. Admiten familias larguísimas, con numerosas variantes, aunque su legibilidad
suele ser mala en texto corrido. Ejemplos de este tipo serían Futura, Avant Garde, Eras, Helvética, Kabel y
Univers.
• Grotescas: caracterizadas porque el grosor del trazo y el contraste son poco perceptibles y por ser muy legibles
en texto corrido. La principal fuente de este tipo es Gill Sans.
Rotuladas
Las fuentes rotuladas advierten más o menos claramente el instrumento y la mano que los creó, y la tradición caligráfica
o cursiva en la que se inspiró el creador.
• Caligráficas: aglutina familias generadas con las influencias más diversas (rústica romana, minúscula
carolingia, letra inglesa, caracteres unciales y semiunciales), basadas todas ellas en la mano que las creó. Con
el tiempo la escritura caligráfica se hizo cada vez más decorativa. En la actualidad se utiliza en invitaciones a
ceremonias o determinados acontecimientos. Como ejemplos de este tipo podemos citar las fuentes American
Uncial, Commercial Script, Cancelleresca Seript, Bible Seript Flourishes, Zapf Chancery, Young Baroque.
• Góticas: de estructura densa, composición apretada y verticalidad acentuada, manchan extraordinariamente la
página. Además, no existe conexión entre letras, lo que acentúa más su ilegibilidad. Ejemplos de este tipo son
Fraktur, Old English, Koch Fraktur, Wedding Text, Forte Grotisch.
• Cursivas: suelen reproducir escrituras de mano informales, más o menos libres. Estuvieron muy de moda en los
años 50 y 60, y actualmente se detecta cierto resurgimiento. Ejemplos: Brush, Kauffman, Balloon, Mistral,
Murray Hill, Chalk Line y Freestyle Script.
Estas fuentes no fueron concebidas como tipos de texto, sino para un uso esporádico y aislado.
• Fantasía: similares en cierto modo a las letras capitulares iluminadas medievales, resultan por lo general poco
legibles, por lo que no se adecuan en la composición de texto y su utilización se circunscribe a titulares cortos.
Ejemplos de este tipo son las fuentes Bombere, Block-Up, Buster, Croissant, Neon y Shatter.
• Época: pretenden sugerir una época, una moda o una cultura, procediendo de movimientos como la Bauhaus o
el Art Decó. Anteponen la función a lo formal, con trazos sencillos y equilibrados, casi siempre uniformes.
Muy utilizados en la realización de rótulos de señalización de edificios y anuncios exteriores de tiendas.
Ejemplos de este grupo son Futura, Kabel, Caslon Antique, Broadway, Peignot, Cabarga Cursiva, Data 70,
LCD, Gallia.
Dentro de cada familia, las variables tipográficas permiten obtener diferentes soluciones de color y ritmo. Las variables
constituyen alfabetos alternativos dentro de la misma familia, manteniendo un criterio de diseño que las "emparenta"
entre sí.
Algunas familias poseen muchas variaciones, otras sólo unas pocas o ninguna, y cada variación tiene un uso y una
tradición, que debemos reconocer y respetar.
Otra particularidad común de las fuentes serif, derivada del hecho de que las tipografías romanas se basaban en círculos
perfectos y formas lineales equilibradas, es que las letras redondas como la o, c, p, b, etc, tienen que ser un poco más
grandes porque opticamente parecen más pequeñas cuando se agrupan en una palabra junto a otras formas de letras.
El grosor de las líneas de las fuentes serif modernas también tiene su origen en la historia. Las primeras se realizaron a
mano implementando un cálamo, permitiendo la punta plana de la pluma distintos grosores de trazado. Esta
característica se ha conservado por la belleza y estilo natural que aporta a las letras.
Las fuentes serif incluyen todas las romanas. Son muy apropiadas para la lectura seguida de largos textos, ya que los
trazos finos y los remates ayudan al ojo a fijar y seguir una línea en un conjunto de texto, facilitando la lectura rápida y
evitando la monotonía.
Como ejemplos de fuentes serif podemos citar Book Antiqua, Bookman Old Style, Courier, Courier New, Century
Schoolbook, Garamond, Georgia, MS Serif, New York, Times, Times New Roman y Palatino.
Las fuentes sans serif o etruscas hacen su aparición en Inglaterra durante los años 1820 a 1830. No tienen remates en
sus extremos (sin serif), entre sus trazos gruesos y delgados no existe apenas contraste, sus vértices son rectos y sus
trazos uniformes, opticamente ajustados en sus empalmes. Representan la forma natural de una letra que ha sido
realizada por alguien que escribe con otra herramienta que no sea un lápiz o un pincel.
Asociados desde su inicio a la tipografía comercial, su legibilidad y durabilidad los hacían perfectos para impresiones
de etiquetas, embalajes, envolturas y demás propósitos comerciales. Aunque este uso motivó que fueran despreciados
por aquellos que se preocupaban por los tipos bellos y la impresión de calidad.
Poco a poco las fuentes sans serif fueron ganando terreno a las serif. Una de las razones de su triunfo fue que los
modernos métodos mecánicos de fabricación de los tipos estaban especialmente bien adaptados para este particular
estilo de letra. Otro, que la ausencia de remates y sus trazos finos las hacían muy apropiadas para letras grandes usadas
Las fuentes sans serif incluyen todas las Palo Seco, resultando especialmente indicadas para su visualización en la
pantalla de un ordenador, resultando muy legibles a pequeños tamaños y bellas y limpias a tamaños grandes. Sin
embargo, no están aconsejadas para textos largos, ya que resultan monótonas y difíciles de seguir.
Entre las fuentes sans serif se encuentran Arial, Arial Narrow, Arial Rounded MT Bold, Century Gothic, Chicago,
Helvetica, Geneva, Impact, Monaco, MS Sans Serif, Tahoma, Trebuchet MS y Verdana.
En este artículo del Curso de Diseño Web seguimos abordando los conceptos y conocimientos generales que todo
diseñador debe poseer sobre fuentes tipográficas. En esta ocasión vamos a tratar dos asuntos relacionados y de gran
valor para no hacerse líos al usar fuentes.
Por un lado vamos a hablar sobre las características de las fuentes tipográficas tratadas en dos medios muy diferentes,
como es la impresión en papel y la visualización en una pantalla. A continuación en este mismo artículo vamos a
abordar cómo se realiza la administración de fuentes en un ordenador, aclarando algunos procedimientos del trabajo
habitual con fuentes en nuestro sistema.
También se han superado los problemas de falta de calidad de periféricos de salida mediante la tecnología láser y la
programación PostScript. Esta última, especialmente, ha supuesto un gran impulso para el campo tipográfico, al
permitir contornos de letras perfectamente definidos, basados en funciones matemáticas.
Otro importante avance en la tipografía digital vino de la mano de la compañía Apple, que lanzó el sistema de fuentes
TrueType, basado también en la definición matemática de las letras, lo que permite un perfecto escalado de las mismas,
sin efectos de dientes de sierra, de forma similar a lo que ocurre en los gráficos vectoriales.
Por lo que respecta a las fuentes disponibles en un ordenador, los sistemas operativos instalan por defecto un número
variable de ellas. Posteriores instalaciones de aplicaciones de ofimática, autoedición y diseño instalan otras fuentes
nuevas, de tal forma que resulta difícil saber en un momento dado qué fuentes están disponibles en un cierto ordenador.
Las principales familias tipográficas incluidas en los sistemas operativos Windows son Abadi MT Condensed Light,
Arial, Arial Black, Book Antiqua, Calisto MT, Century Gothic, Comic Sans MS, Copperplate Gothic Bold, Courier
New, Impact, Lucida Console, Lucida Handwriting Italic, Lucida Sans, Marlett, News Gothic MT. OCR A Extended,
Symbol, Tahoma, Times New Roman, Verdana, Webdings, Westminster y Wingdings. A estas hay que añadir las
instaladas por otras apicaciones de Microsoft, como Andale Mono, Georgia y Trebuchet MS.
Por su parte, entre las tipografías incluidas en el sistema operativo MacOS se encuentran Charcoal, Chicago, Courier,
Geneva, Helvetica, Monaco, New York, Palatino, Symbol y Times.
Además, existen infinidad de fuentes disponibles en todo tipo de soportes (disquete, CD, DVD, páginas web, etc.), así
como aquellas no estándares creadas por autores puntuales, todas ellas fácilmente instalables en cualquier máquina.
Una excepción a esta regla es el caso de que los textos sean guardados como fichero gráfico (formatos TIFF, GIF, JPG,
PNG, SVG, SWF, etc.), ya que en este caso la impresora o monitor interpretarán el texto de forma adecuada, aunque
generalmente con peor calidad.
Este factor ha hecho necesaria la creación de fuentes específicas para ser visualiadas en el monitor de un ordenador,
diseñadas para ser fácilmente legibles en condiciones de baja resolución. Se trata de fuentes como Verdana, Tahoma
(sans serif) y Georgia (serif).
Mientras que las fuentes de impresión se tornan indefinidas e ilegibles al ser sometidas a antialiasing para suavizar el
escalonado de los trazos, en las tipografías concebidas para su visualización en pantalla cada trazo y cada punto encaja
exactamente en la trama de pixeles que compone la misma.
Su diseño evita, en lo posible, las curvas, tendiendo a las líneas verticales u horizontales, lo que hace que aparezcan
nítidas y definidas en cuerpos pequeños.
Pixelización y antialiasing
Las fuentes diseñadas para pantalla presentan la desventaja de que, al estar diseñadas para un tamaño determinado, no
Una solución posible sería redimensionarlas exactamente con un múltiplo de su tamaño natural, ya que coincidiría
nuevamente con la rejilla de píxeles de la pantalla, pero entonces se ven pixeladas, con efectos de dientes de sierra.
Esta efecto indeseado se puede eviar mediante la técnica del antialiasing, consistente en un difuminado de los bordes de
los caracteres, creando unos píxeles intermedios entre el color del carácter y el del fondo, para que el cambio entre
ambos no sea tan brusco, con lo que se consigue que se los márgenes se vean suaves y no en forma de dientes de sierra.
El antialiasing, también conocido como antialias, es un mecanismo muy utilizado en el tratamiento de imágenes de
mapas de bits, disponiendo casi todos los programas gráficos de filtros específicos para su aplicación.
Por lo que respecta a los textos, los sistemas operativos suelen ofrecer opciones de configuración del antialiasing para
Como la aplicación de este método de visualización de textos es configurable por el usuario, nunca podremos estar
seguros de su activación, por lo que no sabemos de antemano cómo se verán las fuentes en el monitor de cada usuario.
Como alternativa, podemos convertir los textos en imágenes, siempre que sean de corta extensión (titulares cortos,
cabeceros, etc.), ya que entonces sí que podremos aplicarles el antialiasing y estar seguros de su visualización final.
Hinting
Otra técnica aplicable a las fuentes destinadas a pantalla es el denominado proceso de hinting, indispensable para
cualquier fuente que intente funcionar en cuerpos pequeños y en dispositivos de baja resolución.
Es un método para definir exactamente qué pixeles se encienden para crear el mejor dibujo posible de un caracter de
tamaño pequeño a baja resolución. Como el mapa de bits que dibuja cada signo en la pantalla se genera a partir de un
dibujo de línea o outline, a menudo es necesario modificar este contorno para que la combinación deseada de pixeles
se encienda. Un hint es una instrucción matemática que se agrega a una fuente tipográfica con el fin de modificar el
dibujo de los caracteres en determinados cuerpos.
Generalmente, cada una de estas fuentes es almacenada como fichero individual en una carpeta destinada a almacenar
todas las fuentes del sistema. Por ejemplo, Windows lo hace en una carpeta denominada Fonts, que cuelga directamente
de la carpeta principal de instalación del sistema, Windows.
Windows puede manejar diferentes tipos de fuentes. Unas son de resolución fija, entre ellas las fuentes de pantalla y las
de impresora. Este tipo de fuentes, en especial las primeras, no las utilizaremos casi nunca en las aplicaciones. Son las
que emplean los programas para sus propios menús y resto de interfaz gráfica.
Si deseamos ver cómo se presentan dichas fuentes, basta hacer doble click sobre su fichero, con lo que se abrirá el
visualizador de fuentes de Windows, mostrándonos la frase "El veloz murciélago hindú comía feliz
cardillo...12340567890" a diferentes tamaños de letra. La elección de esta frase se debe a que en ella se encuentran la
mayoría de los caracteres del alfabeto, con lo que podemos hacernos una buena idea del aspecto de la fuente.
Truetype (TT) y Postscript Tipo 1 (PS1) son fuentes de contorno multiplataforma y en ambas sus formas están definidas
por medio de líneas y curvas. Su representación es independiente de la resolución del dispositivo de salida y por lo tanto
pueden ser escaladas a cualquier tamaño sin ninguna perdida de calidad.
Aparte de las fuentes instaladas directamente por el sistema operativo y por applicaciones posteriores, existen en el
mercado multitud de fuentes adicionales, unas gratuitas y otras de pago, que podemos utilizar en nustras aplicaciones
gráficas y de edición. Para haceros una idea, basta acudir a Google e introducir en la caja de búsqueda las palabras
"download fonts", búsqueda que nos producirá aproximadamente 1.400.000 resultados.
Una vez descargada una fuente en nuestra máquina, para que puedan ser utilizadas es necesario cargarlas en memoria,
existiendo tres formas básicas para ello:
Para realizar este proceso, podemos en primer lugar acceder con el explorador de Windows a la carpeta que contenga
los ficheros de las fuentes (no es necesario que sea la carpeta Fonts del sistema en este caso), haciendo doble click sobre
el fichero de fuente que queremos cargar en memoria, con lo que aparecerá la ventana del visualizador con la fuente
cargada.
Si ahora minimizamos la ventana, podremos utilizar la fuente en cuestión en casi cualquier aplicación mientras no
cerremos la ventana de vista previa de la fuente (esto la mantiene cargada en memoria) o hasta que apaguemos el
sistema. Una alternativa conveniente es usar la pequeña utilidad gratuita FontLoader, que se puede descargar de Moon
Software (http://www.moonsoftware.com/fxplorer.asp). Su funcionamiento es muy simple, bastando hacer clic con el
Si deseamos que una fuente y que esté a disposición de los programas de forma permanente necesitaremos instalar
dicha fuente en el sistema. Para ello, basta ir a Inicio > Panel de Control > Fuentes y en el menú Archivo seleccionar la
opción Instalar nueva fuente, eligiendo el fichero de la fuente a instalar en el pequeño navegador que aparece.
Soluciones alternativas son arrastrar el fichero de la fuente dentro de la carpeta Windows\Fonts o utilizar una programa
de gestión de fuentes, como FontLoader.
La desinstalación es semejante, bastando elegir la opción correspondiente a desinstalar. Cuidado con esta operación, si
el programa pide confirmación para eliminar el archivo de fuente del disco; asegurémonos de tener otra copia
disponible en otra carpeta o en un disquette o cd-rom. De otra manera, la perdemos irreversiblemente.
Como norma general, nunca deberíamos instalar más allá de un centenar o unos pocos centenares de fuentes en el
ordenador, ya que se cargan en memoria al arrancar el sistema operativo, ralentizando el sistema y la ejecución de
programas.
Si necesitamos trabajar con numerosas fuentes, lo mejor es crearnos una carpeta exclusivamente destinada a
almacenarlas, en la que crearemos diferentes subcarpetas que nos ayuden a clasificar las fuentes de acuerdo a algún
sistema válido para nuestros propositos (Type1 y TrueType, serif y sans serif, modernas, ornamentales, de comics, de
ofimática, etc.).
Cuando necesitemos utilizar alguna de ellas, la cargamos en memoria. Si estamos trabajando con Ilustrator, instalamos
las fuentes necesarias, abrimos la aplicación y trabajamos con ellas. Una vez finalizado el trabajo, cerramos Ilustrator y
desinstalamos las fuentes.
Finalmente, podemos incrustar la fuente dentro de un documento. Con esta última opción, en realidad, no dispondremos
de la fuente para nuestro propio trabajo, ya que lo que se incrusta es una representación de la fuente para verla en
Antes de finalizar el tema, conviene mcionar un programa indispensable para trabajar con Type 1. Nos estamos
refiriendo a Adobe Type Manager, cuya versión Light (gratuita) podemos descargar desde la dirección
http://www.adobe.com/products/atmlight/. Los programas que permiten organizar este tipo de fuentes, tales como
Fontlister, Typograf, Font navigator, etc, no pueden hacerlo por sí solos, Adobe Type Manager se ha de instalar primero.
En una composición gráfica o página web cualquiera, los contenidos textuales son los principales responsables de la
transmisión del mensaje al espectador final. Es por ello que estamos profundizando bastante acerca de las tipografías
dentro del Manual de diseño web. En esta ocasión hablaremos del uso correcto de las tipografías, pero no solo de los
tipos de letra que podamos elegir, sino también de las características de nuestros bloques de textos. En la segunda parte
abordaremos este mismo asunto, pero bajo el prisma del diseño web.
En este entorno, la tipografía la materia que intermedia entre el receptor y la información. Los caracteres matizan las
palabras y le aportan o refuerzan el sentido. La mala selección de esas formas pueden interferir negativamente en la
comunicación. Junto con el color, la tipografía puede alterar por completo el significado que asociamos a un diseño. El
texto puede decir una cosa; las letras, otra muy diferente.
Para conseguir una tipografía adecuada a la obra es necesario considerar diferentes aspectos de la misma, entre los que
destacan los siguientes:
Todo diseñador debe tener la habilidad de analizar, explorar y reconocer las características conceptuales, formales,
históricas y técnicas de los diferentes tipos de letras. Cada familia tipográfica tiene sus propias características y su
propia personalidad, que permiten expresar diferentes notas visuales, unas más fuertes y otras más sutiles, unas más
refinadas y otras más toscas, unas más geométricas y otras más orgánicas, por lo que la selección de las familias
tipográficas a usar en una composición debe hacerse con un amplio sentido de la responsabilidad.
Para lograr una composición tipográfica adecuada, es necesaria una correcta selección de las familias tipográficas a
utilizar, teniendo en cuenta su legibilidad, sus proporciones, el contraste entre los trazos gruesos y delgados, la
existencia del remate o su falta, su inclinación y su forma.
La elección del tipo más adecuado depende en gran medida del tipo de mensaje al que va enfocada la composición. En
algunos casos necesitaremos un tipo de letra refinada, elegante o delicada, mientras que en otros necesitaremos letras
sobrias, macizas y sin ningún tipo de remilgos.
El factor más determinante sobre la elección de una fuente debe ser su legibilidad, propiedad derivada del diseño mismo
de los tipos de letra, especialmente importante para textos largos. Para bloques de texto más cortos tenemos mayor
libertad de elección, y para los títulos podemos emplear la fuente que queramos, en función del espíritu del documento
y la sensación que nos interese crear.
Deberemos escoger fuentes cuyos caracteres sean abiertos y bien proporcionados, con regularidad en los tipos y con
remates clásicos. Los caracteres que contienen afectaciones estilísticas o irregularidades son menos legibles, por lo que
son menos recomendables utilizarlos en bloques de textos y más adecuados para textos cortos o titulares.
Para la pantalla, algunas fuentes sans como Verdana o Tahoma ofrecen óptima legibilidad. Las fuentes ornamentales o
caligráficas no deben emplearse más allá de unas pocas líneas, puesto que serían causa inmediata de fatiga visual.
Un concepto relacionado con la legibilidad, pero independiente del mismo, es el de la comprensión de un contenido
textual, las capacidad del mismo de ser o no interpretado. Por ejemplo, un texto compuesto todo en mayúsculas, puede
ser legible pero tener muy baja comprensión (en el idioma inglés se utilizan los términos legibility y readability).
Hay una diferencia importante entre legibilidad y comprensión. Mientras que la legibilidad se refiere a la facilidad con
Una vez elegida la tipografía con la que trabajaremos para hacer legible el trabajo, tendremos que tener en cuenta otros
aspectos como el cuerpo con el que trabajaremos, la longitud de la línea o el interlineado. Cuando conseguimos que
éstos tres elementos armonicen (tipografía y su tamaño, longitud e interlineado) se producirá una mayor facilidad de
lectura, será más natural nuestro recorrido visual sobre el texto. Cuando variamos uno de estos aspectos en la tipografía,
deberemos ajustar los otros para que la armonía se siga produciendo.
Otro factor a tener en cuenta es la asociación temporal o geográfica de una fuente dada. Hay fuentes asociadas a épocas
concretas, otras a lugares determinados, por lo que la elección de una fuente acorde con el mensaje a trasnmitir es
esencial para conseguir el ambiente comunicativo adecuado. Las etiquetas y carteles de cervezas, por ejemplo, suelen
utilizar tipos de letras de inspiración gótica, al estar este producto asociado a las abadías de monjes que lo producían es
esa época.
Una buena estrategia de trabajo es preparar una paleta de fuentes con una letra serif para el texto, una letra sans para los
títulos y subtítulos, con tamaños mayores, otra para los pies de foto, resúmenes, citas y notas,de menor tamaño, y tal
vez, una letra especial para el título principal. Es una fórmula que es simple y efectiva, que evita la mezcla de diferentes
fuentes de palo seco juntas o diferentes letras serif juntas, combinaciones que raramente funcionan.
La fuente elegida para el texto puede incluir, naturalmente, la variante cursiva y en negrilla. Ambas deben emplearse
sólo para enfatizar partes del documento, no en fragmentos extensos.
Conviene evitar lo que ya está muy visto. Una fuente que todo el mundo usa hace que nuestros documentos sean
indistinguibles, un producto clónico de los demás. Fuentes como Arial (Helvetica), Courier y Times New Roman son
tan frecuentes que convierten un documento en algo anodino, sin impacto visual. Como alternativa hay fuentes que,
siendo básicamente del mismo tipo, sacarán del anonimato y aburrimiento a los textos que preparemos.
Generalmente, cada familia tipográfica dispone de una serie de variantes de sus letras, que pueden ser utilizadas para
proporcionar variedad al texto y para particularizar en el mismo ciertas palabras.
• Grosor del trazo: La pesadez o ligereza de los trazos que componen los tipos efectan a su legibilidad. Según
el grosor del trazo, una letra puede clasificarse en "extrafina", "fina", "redonda", "negra" y "supernegra". En los
tipos demasiado pesados los ojales se llenan y desaparecen, mientras que la tipografía demasiado fina puede no
distinguirse fácilmente del fondo. Por lo tanto el diseñador tendrá que utilizar para textos extensos un grosor
adecuado o normal de tipografía y hacer uso de distintos grosores en momentos puntuales. Por ejemplo, utilizar
un grosor contrastado sirve para destacar un párrafo dentro del texto.
• Proporción entre ejes vertical y horizontal: según sus valores relativos obtenemos las variantes redonda
(cuando son iguales), estrecha (cuando el horizontal es menor que el vertical), y expandida (cuando el
horizontal es mayor). Las tipografías estrechas son efectivas cuando hay abundancia de texto y debe ahorrarse
espacio. Pero se disminuye la legibilidad cuando las letras son demasiado estrechas (condensadas) o demasiado
anchas (expandidas). La condensación es adecuada cuando debemos utilizar columnas estrechas.
• Inclinación del eje vertical:nos proporciona la variante itálica o cursiva de una fuente. sirve para resaltar una
parte del texto, más que para formar bloques de texto, y debe usarse con prudencia, porque una gran cantidad
de caracteres inclinados en el texto dificulta la lectura.
• Tamaño de la caja : aumentando el tamaño respecto a la caja baja obtenemos las mayúsculas. Todo el texto
escrito en letras mayúsculas no sólo consume más espacio, sino que también hace más lenta la lectura. La
minúscula o caja baja llena el texto de señales creadas por la abundancia de las formas de la letras, trazos
ascendentes y descendentes y formas irregulares, sin embargo el mismo texto en mayúscula pierde estas
señales, tan útiles para facilitar la lectura.
Como norma general, las letras redondas y minúsculas suelen ser dentro de una familia las más legibles, más que las
cursivas, negritas, mayúsculas y estrechas.
Las negritas (bold) llaman poderosamente la atención dentro de un texto e incluso distraen seriamente, por lo que nunca
Las mayúsculas son mucho más difíciles de leer que las minúsculas, por ello no son recomendadas para textos largos
sino para palabras sueltas. Su capacidad de resaltar dentro de un texto le hacen un recurso muy valioso para captar
atención sobre un elemento de información.
Una opción interesante para publicidad la constituyen las combinaciones de mayúsculas y minúsculas en una misma
palabra. Esta combinación presenta una muy difícil lectura lo que requiere mayor procesamiento y por tanto puede
producir un mayor recuerdo, si bien esto última hipótesis no ha sido comprobada empíricamente.
Las itálicas o cursivas son muy poco legibles y son poco recomendables, solo deben ser utilizadas con fuentes de
tamaño suficientemente grande.
El tamaño de la letra debe elegirse teniendo en cuenta la naturaleza de la composición y la distancia a la que se va a leer.
Para pequeños formatos como informes, libros, folletos, manuales o páginas web, conviene utilizar fuentes entre 8 y 12
puntos para cuerpos de texto. El cuerpo promedio de 11 puntos funciona a la perfección con impresoras de 300 dpi.
Elementos textuales menos importantes en la composición, como notas de pie, pueden ir a tamaños de 7-8 puntos,
siempre y cuando resulten legibles en la fuente elegida.
En lo que respecta a grandes formatos, para un cartel que será observado a 10 metros, la altura de la letra debe ser, al
menos, de 2,5 cm, mientras que para una valla publicitaria que deba leerse a 60 metros, la altura de la letra deberá ser, al
menos, de 15 cm.
La legibilidad de un texto va a depender del correcto espaciado entre letras y palabras que lo forman. Los principales
aspectos a considerar serán el tipo de letra utilizado (familia tipográfica), el cuerpo (tamaño de letra) con el que
trabajemos y el grosor de la letra. Una combinación adecuada de estos tres elementos (set) nos proporciona una textura
homogénea del texto, lo lo que aumentará su legibilidad.
Dos importantes conceptos que debemos estudiar y utilizar para modificar el espaciado entre letras son el track y el
kern.
El track o tracking ajusta el espacio entre caracteres, abriéndolo cuando se trata de cuerpos pequeños y cerrándolo
cuando se trata de cuerpos grandes, con lo que se consigue alterar la densidad visual del texto. El track actúa
globalmente sobre todo el texto y depende del tamaño de los caracteres. Como regla general, cuanto más grande sea el
El kern o kerning se utiliza para ajustar el espacio entre entre las letras de una misma palabra o en algunos pares de
caracteres determinados que llaman la atención por estar demasiado juntos o separados, normalmente en cuerpos
grandes. El kern es estrictamente proporcional, ya que el espacio eme (la unidad en la que se basa) tiene el mismo
tamaño en puntos que el cuerpo de los caracteres, es decir que el espacio eme para un texto de 12 puntos mide 12
puntos.
Tanto el track como el kern se miden en unidades relativas al tamaño en puntos de los caracteres.
Cada carácter de una fuente concreta está rodeado por una cierta cantidad de espacio lateral, establecida por su
diseñador. La anchura de un carácter comprende no sólo el carácter en sí, sino también este espacio lateral. El kern y el
track modifican también la anchura de los caracteres, al modificar su espacio lateral. Un conjunto adecuado de estos
valores proporciona un color homogéneo de texto, consiguiendo que las letras fluyan de forma natural y rítmica en las
palabras, y las palabras en las líneas.
Las palabras parecen de un tono más luminoso si las letras están más separadas. Del mismo modo, si se incrementa el
espaciado que hay entre palabras y líneas, el tipo parece adquirir un valor más brillante.
El espacio que pone la barra espaciadora entre una palabra y otra forma parte del diseño de la fuente, como un carácter
más. Las líneas demasiado sueltas producen discontinuidad en la lectura, mientras que las demasiado apretadas hacen
que sea complicado distinguir las mínimas unidades significativas (las palabras).
Como norma general, la separación entre letras y palabras debe realizarse de forma coherente, para que sea fácil de leer,
teniendo en cuenta especialmente las mayúsculas y sobre todo en rotulación. No es la misma separación la que deben
tener las letras D y O que la M, la I o la N en una palabra como DOMINO.
Ancho de línea
Otro factor decisivo en la facilidad de lectura de un texto y en su poder comunicativo es el ancho de línea.
Es conocido por todos que a una menor longitud de línea, mayor velocidad de lectura, razón por la cual los periódicos
tienen columnas muy estrechas. Sin embargo, líneas demasiado cortas dificultan la lectura por el ritmo visual al que
obliga con el cambio constante de línea.
Una mayor longitud de línea requiere de un salto de mayor longitud de un punto de fijación ocular (el extremo derecho
final de una línea) al siguiente (el inicio izquierdo de la siguiente). A mayor longitud del salto, más inexactitud en la
siguiente fijación y por tanto mayor dificultad de lectura.
Como regla, podemos tomar para una línea más de 40 caracteres y menos de 70.
En líneas muy cortas, es importante la correcta distribución de las unidades de significado, procurando siempre que
cada línea ofrezca al lector una entidad significativa propia, lo que hace el texto mucho más fácil de leer y más
comprensible.
Interlineado
El interlineado (leading), espacio vertical entre las líneas de texto, es un factor importante para que el lector pueda
seguir correctamente la lectura sin equivocarse de línea o cansar la vista, además de ser uno de los responsables de la
sensación de color que toma un bloque de texto.
Como regla general, conviene darle al interlineado uno o dos puntos más que el valor del cuerpo de la fuente, o sea, que
si tenemos un texto en cuerpo 10, un interlineado de 12 da un blanco apropiado en la interlinea. Si se utilizan valores de
interlineado menores al cuerpo de texto las líneas pueden comerse unas a otras o volverse difícil leer.
A mayor espacio entre líneas, mayor facilidad de lectura. Se recomienda un interlineado óptimo de un ancho de línea de
1,5.
El texto puede alinearse de cinco formas distintas: alineado a la izquierda, alineado a la derecha, justificado, centrado o
asimétrico.
En cuanto a legibilidad los estudios en papel impreso no han encontrado diferencias entre el texto justificado o el
alineado a la izquierda, aunque si han demostrado que los "malos" lectores (lo que puede incluir a algunos tipos de
discapacitados) leen mejor texto alineado a la izquierda que el justificado.
Por el contrario, la alineación a la derecha va en contra del lector, porque es dificil encontrar la nueva línea. Este
método puede ser adecuado para un texto que no sea muy extenso, pero no para grandes bloques.
El texto justificado (alineado a derecha e izquierda) puede ser muy legible si el diseñador asegura que el espacio entre
letras y palabras sea uniforme y los molestos huecos entre palabras, denominados "ríos", no interrumpan el curso del
texto. En caso contrario, los textos resultan menos legibles y provoca que algunas palabras con mayor espacio entre
caracteres sean involuntariamente enfatizadas. Resulta adecuado en columnas estrechas o bloques de texto de poca
extensión, ya que resulta monótono y cansa al lector.
Las alineaciones centradas dan al texto una apariencia muy formal y son adeucadas cuando se usan mínimamente. Pero
debe evitarse configurar textos demasiado largos con este modelo.
Las alineaciones asimétricas se usan cuando el diseñador desea romper el texto en unidades de pensamiento lógicas, o
para dar a la página un aspecto más expresivo. Obviamente la configuración de grandes cantidades de texto de esta
manera acaba por cansar al lector.
El color, aplicado discretamente a algunas partes del texto, puede mejorar mucho su legibilidad, darle un mayor peso
visual e incluso crear la impresión de mayor variedad de fuentes. Un ligero toque de color en los subtítulos, o
remarcando una cita, es un recurso muy útil y elegante, pero hacer un collage de colores en una página de texto que
pretende ser serio o informativo pone en evidencia un mal gusto y un escaso sentido común.
Cuando tenemos que buscar un color para asociar a un tipo, lo primero que deberemos de examinar son los objetivos del
trabajo que tenemos que realizar y el público al que va dirigido. No es lo mismo un cartel destinado a anunciar el último
disco de un grupo musical que un folleto sobre planes de pensiones de un banco. Ambos temas son totalmente
diferentes y están destinados a públicos con preferencias y necesidades distintas.
Uno de los factores más importante de los textos, que influye sobremanera en la legibilidad de los mismos, es el
contraste entre estos y el fondo sobre el que se situan. Un contraste adecuado hace que los textos se lean bien y que su
lectura no canse al lector, condición muy importante en obras de contenido textual importante. Si el tipo se disminuye
en tamaño, debe incrementarse la fuerza de contraste de color.
En el momento en que se añade color al tipo o al fondo, se altera la legibilidad del texto. En consecuencia, la tarea del
diseñador es combinar las propiedades del tipo y el color para multiplicar su potencial comunicativo. Estos dos
elementos pueden dar vida a un texto que, de otro modo, fracasaría en su vertiente comunicativa.
Para alcanzar la óptima legibilidad cuando se diseña con tipos y color se han de sopesar cuidadosamente las tres
propiedades del color (tono, valor e intensidad) y determinar el contraste apropiado entre las letras y su fondo. Podemos
usar contrastes de tono (cálidos y fríos), contrates de valor (luminosos y oscuros) o contrastes de saturación (vivos y
apagados).
Los colores azul y naranja, complementarios totalmente saturados, ofrecen un contraste tonal pleno, pero cuando lo
aplicamos a tipo y fondo los bordes de las letras tienden a oscilar y complica la lectura del texto. Esto ocurre porque
ambos colores poseen un brillo que rivaliza entre sí y que reclaman atención propia. La solución es suavizar o acentuar
uno de los tonos haciendo que su valor pase a ser claro u oscuro.
Un texto de color amarillo sobre fondo blanco perdería importancia, ya que, no resaltaría al ser los dos colores claros,
sin embargo, si el color de fondo es negro, el amarillo cobraría fuerza. Según algunos estudios, la letra más legible es la
negra sobre fondo amarillo.
Por otra parte, si dos colores análogos están demasiado cerca en el círculo cromático y no aportan suficiente contrate de
tono o valor, deberían reajustarse para agudizar dicho contraste. Un buen principio es coger colores que no estén
directamente enfrentados ni estén demasiado próximos en el círculo cromático. Deben buscarse colores compatibles,
pero tambiÈn colores que difieran en valor e intensidad.
Tendremos que tener también en cuenta las cualidades y características de cada tipo, ya que un tipo muy fino o estrecho,
o una letra de trazo puede parecer muy débiles o ilegibles si los tonos son muy similares o si los valores están
demasiado próximos. Por lo tanto, debe de existir el contraste suficiente para proteger la fidelidad de las letras.
Si el contraste de colores no basta por sí solo para destacar el tipo sobre el fondo, pueden añadirse perfiles y sombras.
Otra solución, cuando el contraste de color es escaso o cuando debe imprimirse en color un gran fragmento textual, es
configurar correctamente los espaciados, pues favorecen la legibilidad.
Empleando tramas podemos enriquecer la variedad cromática de un texto sin tener que añadir colores adicionales. Las
tramas resultan especialmente útiles en trabajos de impresión con uno o dos colores.
Otras recomendaciones
Además de todas los conceptos anteriores, existen otras reglas básicas de composición que siempre dan buenos
resultados:
• Los comienzos de párrafo deben ser fácilmente reconocibles, pudiendo usar para este fin los indentados, los
estilos o la separación de párrafos con un retorno (uno, nunca dos).
• Hay que evitar en lo posible el texto subrayado, en especial títulos y subtítulos, ya que las líneas los separan
del texto al que pertenecen. En caso de necesitar destacar estos elementos, es mejor utilizar itálicas en lugar de
subrayados.
• Es una buena idea dejar un espacio mayor por encima de los títulos y subtítulos que por debajo, así como evitar
ponerlos todos en mayúsculas.
• Las viñetas (bullets) y sangrías (indent) son recursos útiles para estructurar la información, separar conceptos,
subordinar unos a otros, crear dependencias, etc.
• Los espacios en blanco hacen los documentos más fáciles de leer y le dan un espacio más limpio.
Las familias tipográficas disponibles en cada sistema operativo son diferentes. Aunque las versiones actuales de Internet
Explorer instalan un conjunto de fuentes similar en Windows y Mac Os, hay que tener en cuenta que existen otros
navegadores y otros sistemas operativos, por lo que es importante asegurarnos de que los contenidos textuales tendrán
el mismo aspecto (oel más parecido posible) sea cual sea la pareja SO-navegador de cada usuario.
Puesto que un 97% de los usuarios de Internet utilizan PC+Windows o Mac+Mac Os, parece lógico diseñar nuestras
páginas web buscando la mayor compatibilidad tipográfica entre ambos sistemas.
Las fuentes instaladas por defecto en Windows y Mac OS (fuentes seguras) son:
Estas fuentes por defecto se van ampliando según las aplicaciones instaladas posteriormente. Las aplicaciones de
ofimática suelen instalar fuentes propias, así como los navegadores web, especialmente Internet Explorer.
Por otra parte, Microsoft, Apple y las distintas empresas involucradas en Linux ofrecen a sus usuarios paquetes gratuitos
de fuentes, por lo que el número de ellas presentes en una máquina puede aumentar considerablemente. Un ejemplo de
estos paquetes es Windows Font Pack, que facilita fuentes tanto para entornos PC y Mac.
Buscando siempre la máxima compatibilidad entre plataformas, en el diseño de páginas web deberemos usar tan solo
fuentes seguras, prescindiendo de las adicionales que hayan podido instalar en los ordenadores aplicaciones
complementarias o los propios usuarios.
Como las fuentes instaladas por defecto son diferentes en el caso de un PC con Windows y un Mac, puede darse el caso
de que una página web no se visualice de forma correcta si utilizamos fuentes incompatibles.
Ejemplo:
<style type="text/css">
.titular{font-size:16px;font-family:Arial, Helvetica,sans-serif;}
</style>
...
<p class="titular">Esto es un titular</p>
Generalmente los usuarios de Mac disponen de las fuentes incluidas en Windows Font Pack, ya que éste se instala
automáticamente desde que Mac Os viene por defecto con Internet Explorer, pero nunca estaremos seguros de qué
versión tiene el usuario final, así que la regla de declarar fuentes alternativas mediante CSS deberemos aplicarla
siempre.
Un Mac trabaja por defecto a una resolución de 72 ppp (pixels por pulgada), por lo que en él existe una equivalencia
exacta entre punto y píxel, cosa que no ocurre en un PC con Windows, cuya resolución de trabajo por defecto es de 96
ppp.
Mac: 12 pt ---------- 12 px
PC: 12 pt ----------- 16 px
Como consecuencia, el tamaño de una fuente definida en puntos es diferente en ambos sistemas, por lo que los usuarios
de Mac verán las fuentes más pequeñas que los de PC.
Como se puede apreciar en la imagen, los tamaños inferiores a 9 píxeles (7 puntos) no se visualizan correctamente, ya
que las letras se hacen demasiado pequeñas a esos tamaños. Por el contrario, a tamaños superiores a 16 píxeles (12
puntos), las letras comienzan a escalarse, produciéndose un efecto de dientes de sierra en sus contornos, sobre todo en
las zonas inclinadas y curvas de las mismas.
Por estos motivos, el tamaño de los contenidos textuales para la web debe oscilar entre 9 y 15 píxeles (7 y 11 puntos),
ya que con estos valores los caracteres resultan legibles y sin escalado.
Si necesitamos incluir textos de mayor o menos tamaño en una página, la alternativa pasa por hacerlo como fichero
gráfico, en formato GIF o PNG, teniendo en cuenta entonces la imposibilidad de modificar dichos textos en el aire",
Una consideración adicional referente a los tamaños de las fuentes, válida tanto para puntos como para píxeles, es que
conforme se aumenta la resolución de pantalla disminuye el tamaño relativo de las fuentes, es decir, su tamaño de
visualización final.
Esto obliga a tener especial cuidado al usar textos de pequeño tamaño a resolución 800x600, ya que para los usuarios
que visualicen la página web a 1024x768 pueden resultar ilegibles.
Caso de ser necesario incluir textos en estas condiciones, una buena solución es crear dos ficheros de estilos CSS, uno
para cada resolución, asignando un fichero u otro a la página mediante JavaScript según la resolución empleada por
cada usuario.
La especificación de tamaños de fuente en píxeles ofrece la ventaja de permitirnos controlar en todo momento la
visualización final de los contenidos textuales, ya que nos asegura la máxima compatibilidad entre sistemas operativos y
la inmutabilidad del tamaño de los textos frente a posibles configuraciones personalizadas de los navegadores web (Ver
> Tamaño de la fuente > Grande, por ejemplo).
Sin embargo, con su uso pueden producirse problemas de accesibilidad, ya que impide la personalización por parte de
los usuarios con problemas de visión de mayores tamaños para las fuentes.
Como norma general, y si las especificaciones del proyecto no nos marcan condiciones específicas sobre accesibilidad,
usaremos siempre como unidad de medida en trabajos web el píxel.
Referencia: Sobre asignar tamaños al texto con CSS os recomendamos la lectura del artículo Prácticas aconsejables al definir los
A la hora de seleccionar las fuentes que vamos a usar en una página, deberemos tener en cuenta que existe algunas
especialmente diseñadas para su visualización en la pantalla de un monitor, por lo que suelen resultar las más
apropiadas para la web.
Estas fuentes suelen ser sans serif, destacando entre ellas Verdana, Arial y Helvetica, pudiendo especificarse también el
tipo genérico sans-serif, con lo que el navegador usará la fuente sans serif que por defecto tenga instalada la máquina
del usuario.
En caso de facilitar a los usuarios de la web documentos o páginas para impresión, es conveniente sustituir las fuentes
anteriores por alguna tipo serif (con remates en sus extremos), ya que son más legibles en documentos impresos y
menos monótonas.
Entre ellas podemos destacar Times New Roman, Courier y Courier New, pudiendo especificarse también el tipo
genérico serif, con lo que el navegador usará la fuente serif que por defecto tenga instalada la máquina del usuario.
Ejemplo:
Conclusiones
A la hora de trabajar con textos en nuestras páginas web deberemos siempre especificar el tamaño de las fuentes y las
familias mediante estilos CSS.
Los tamaños se especificarán normalmente en píxeles, considerando valores válidos aquellos comprendidos entre 9 y 16
píxeles.
Si debemos usar el tamaño 8 píxeles en resolución 800x600, se deberá comprobar su correcta visualización en
resolución 1024x768, implementando un fichero de estilos para cada resolución caso de ser necesario. En ningún caso
se usarán tamaños inferiores a 8 píxeles.
Si debemos usar tamaños superiores a 16 píxeles, es conveniente sustituir el texto afectado por una imagen en la que
figure el mismo, evitándose con ello el escalado.
Las fuentes a usar serán aquellas que tengan un equivalente en PC y Mac, declarando ambas en estilos CSS.
Se elegirán preferentemente las fuentes Verdana, Helvetica y Arial para la presentación de textos en pantalla, añadiendo
además la fuente genérica sans-serif, en aras de la correcta visualización en todos los casos.
Si ofrecemos páginas alternativas para la impresión, se usarán en ellas preferentemente las fuentes Times New Roman y
Times, añadiendo la fuente genérica serif.
En numerosos artículos de desarrolloweb explicamos estas técnicas y sus variantes así que, para no repetirnos, te
recomendamos leer el artículo de font-face.
A la hora de manejar textos en las páginas web son válidas todas las condideraciones vistas para el diseño gráfico
general, pero adaptadas a un medio que impone fuertes limitaciones.
En primer lugar, leer de la pantalla de una computadora es cansado para los ojos y un 25% más lento que la lectura en
papel. Como consecuencia, los usuarios tienden a minimizar el número de palabras que leen, por lo que la comprensión
y retención se reduce aproximadamente a un 50%.
Además, la web es un medio interactivo, y los usuarios tienden a navegar más que a leer, por lo que hay que tener
especial cuidado en ofrecerles contenidos de calidad, perfectamente estructurados e interesantes, que consigan atraer su
atención y mantenerla durante la lectura.
La inclusión de gráficos de calidad, buen nivel de escritura y vínculos a otras páginas o websites que den idea de dónde
provienen las fuentes o cuáles son las relaciones con otros medios, son elementos que aportan credibilida a los
En cuanto al medio en sí, existen notables diferencias entre una página web y cualquier otro formato de presentación.
La orientación de las páginas horizontal, generalmente no se ve al mismo tiempo la totalidad del material, se tiene
mucho menor control de la tipografía que en el material impreso y la resolución es menor, por lo que los detalles finos
no están bien definidos.
Por lo que respecta a la tipografía, cada sistema operativo dispone de un conjunto de fuentes básico para presentar en
pantalla los contenidos textuales, siendo diferente el grupo de fuentes que por defecto instala Windows del que instala
Mac OS o Linux.
Además, las fuentes disponibles para construir páginas web son tan solo un pequeño subconjunto del conjunto de ellas
que posee cada sistema operativo.
La cantidad de texto conveniente en una página web depende ante todo de qué tipo de página sea, ya que no es lo
mismo, ni en concepción ni en desarrollo, un sitio web dedicado al comercio electrónico que uno dedicado a la
divulgación científica, ni este que uno dedicado a la presentación de obras pictóricas.
Lo que sí hay es una serie de normas generales que a grandes rasgos pueden definir el comportamiento del texto en
cualquier página web.
Así por ejemplo, si nuestra página contiene mucho texto es conveniente agrupar éste en columnas, ya que está
comprobado que una gran cantidad de texto seguido en formato de líneas anchas cansa mucho la vista del usuario y le
impulsa abandonar pronto el documento. Como regla general, podemos establecer como longitud correcta de las líneas
de una página la que comprende 12-15 palabras.
Si estamos en la página principal de un sitio, que es la que en cierta forma da la bienvenida a un visitante y le informa a
grandes rasgos de qué es el sitio web en el que se encuentra, el texto debe ser poco y muy explícito, para que pueda
sacar con prontitud una idea clara de dónde esta y qué es lo que puede encontrar en el sitio.
Si nuestra página pretende comunicar al visitante una serie de conocimientos, como por ejemplo esta página que lees
ahora, el texto es entonces el elemento fundamental de la misma, y te veras en la necesidad de elaborar páginas con gran
cantidad del mismo. Procura entonces no hacer páginas que ocupen en altura más de una página y media (dos a lo
sumo), para no obligar al usuario a utilizar continuamente la barra lateral de scroll, cosa que cansa mucho y hace que se
pierda interés por el contenido.
Si el tema de tu página es principalmente gráfico, como puede ser el caso de un sitio dedicado al arte o a la fotografía, el
texto debe ser poco, sólo el necesario para expresar una serie de ideas claras y concisas, ya que el verdadero
protagonista de tu página deben ser las fotografías y elementos gráficos.
Como podéis ver, hay tantas normas como sitios se puedan hacer, siendo la experiencia y el método prueba-corrección
las verdaderas técnicas maestras para lograr una serie de páginas atractivas y funcionales.
Como ya hemos dicho antes, y al igual que ocurre en otros soportes divulgativos, la maquetación y el diseño tipográfico
es aplicable en casi todos sus niveles al diseño de una página web, por lo que es necesario que para establecer un
documento claro y atractivo dividamos el texto de nuestras páginas en una serie de apartados, que vendrán iniciados por
una cabecera que defina el contenido de cada bloque, sobre todo si el contenido de nuestras páginas es eminentemente
textual.
Como podemos tener bastantes apartados y cabeceras, es necesario ir remarcando la importancia relativa de cada una de
Dentro de cada bloque, y ya definidas las cabeceras, deberemos ir situando bloques de texto que desarrollen la idea
general introducida por la cabecera. El sangrado de este texto puede ser diferente dependiendo de la cantidad de texto
en el apartado. Así, si tenemos poco texto podemos distribuirlo como si de un pequeño libro o folleto se tratase,
sangrando cada párrafo y justificando el texto del mismo.
Con un poco de lectura general y con la contemplación de páginas en Internet podemos ir poco a poco aprendiendo cual
es la forma idónea de colocar nuestros textos en cada caso. Recomiendo sobremanera el estudio de unos buenos
manuales de maquetación, diseño gráfico y tipografía.
Otro tema de vital importancia es el color que vamos a dar a nuestros textos. Es conocido el efecto psicológico de los
colores y cómo afectan y transmiten uno u otro sentimiento, además de crear el conjunto disposición-color un estado
receptivo en el usuario que le puede impulsar a continuar navegando en nuestra página o por el contrario abandonarla
rápidamente.
Como norma general debemos procurar que el color de nuestros textos sea tal que destaque claramente del fondo de la
página, sobre todo en el caso en que usemos una imagen de fondo, ya que el texto es la vía principal de transmisión de
ideas, y por lo tanto debe ser la parte de nuestra página que más clara resulte al visitante. O no colocamos imagen de
fondo o lo hacemos de tal forma que el texto, por su disposición y color destaque claramente sobre el fondo.
Un color de texto único para toda la página puede resultar monótono, sobre todo si el tema principal de esta es artístico
o colorista, por lo que a veces es conveniente usar diferentes colores para diferentes partes del texto. En estos casos
deberemos usar una gama de colores compatibles, que puede parar por el uso de colores análogos (de la misma gama o
familia)o por el uso de colores complementarios, que consiguen un efecto visual equilibrado, potenciándose
mutuamente, y especialmente indicados cuando queremos destacar un texto sobre un fondo de color. Es conveniente
para ello el estudio de uno cualquiera de los gráficos de gamas de colores que podemos encontrar en cualquier obra
Si nuestra página esta orientada a un público juvenil, como puede ser una página sobre el mundo de los video juegos, el
texto puede estar definido por una gama de colores agresivos, como son el rojo con amarillos, o con una gama de
colores que le de aspecto sugestivo, como letras blancas, rojas o doradas sobre un fondo negro. Pero si nuestra página
esta concebida para un público serio y/o general, como puede ser una página sobre economía o política, deberemos
emplear una gama de colores neutros, como grises, azule grisáceos o tonos pastel, apta para todo tipo de públicos.
Por último, si nuestra página es corporativa, como puede ser el caso de una página de empresa o de un banco, los
colores deben ser los marcados por la propia empresa, ya que cada empresa tiene uno o mas logotipos y un conjunto de
colores corporativos propios, que son los que dan identidad propia a esa empresa entre todas las demás, siendo
fundamental transmitir en la página esa individualidad que le es propia.
Otro tema a tener en cuenta a la hora de diseñar nuestros textos es qué tipo de fuentes vamos a usar en nuestra página.
Al igual que ocurre en el caso de los colores, es posible y casi conveniente el mezclar varios tipos de fuentes, buscando
sobre todo romper la monotonía que crea una sola fuente.
Si deseamos mezclar fuentes deberemos, como regla general, no usar más de dos o trés tipos diferentes. Por ejemplo,
podemos usar dos fuentes que sean parecidas, una de ellas Sans Serif para las cabeceras, y otra Serif para los bloques de
texto. Recordemos que las fuentes Serif pintan una especie de terminaciones de adorno en los extremos de las letras,
mientras que las Sans Serif no, pintando todas las letras planas. Fuentes Serif son por ejemplo la Times New Roman y la
Georgia, y fuentes Sans Serif son la Verdana y la Arial.
Si la página va dedicada a un público corporativo o adulto podemos usar fuentes serias o clásicas, como Times New
Roman o Arial. Si esta orientada a público general podemos usar Verdana, Helvetica o Tahoma. Y si nuestro público va
a ser joven podemos usar fuentes mas dinámicas, como Comic Sans MS, Impact o Lucida Console.
Ejemplos:
Deberemos tener siempre especial cuidado con la sintaxis y la ortografía en nuestros textos, ya que un buen trabajo de
diseño puede verse arruinado si lo que transmitimos esta mal expresado y/o mal escrito.
Al fin y al cabo nuestro público va a sacar de nosotros, y lo que es más importante, de la empresa o entidad que
representan las páginas web, la impresión que le demos a través las mismas, y un texto lleno de errores ortográficos
denota un mal trabajo, por lo que es fácil que el usuario final abandone rápidamente el sitio web entero, con las
consecuencias que pueda traer eso.
Consejos generales
Vamos a resumir escuetamente una serie de consejos para el buen uso de textos en una página web:
• No abusar de la mayúsculas: estas letras poseen un fundamento sintáctico y gramatical propio, pero además
son un elemento idóneo para remarcar ciertas partes de información de la página. Su uso excesivo mata este
factor, convirtiendo un texto interesante en una serie monótona de caracteres que no dicen nada, y que por lo
tanto no captan la atención del visitante. Usa las mayúsculas al principio de cada frase, los nombres propios,
los títulos y subtítulos de la página.
• No usar textos de pequeño tamaño en tipos serif: debido a que este tipo de letras están pensadas para ser
impresas, no para ser contempladas en pantalla, y si son de pequeño tamaño se deforman y se hacen ilegibles.
Esto pasa también con los tipos son Sans Serif de pequeño tamaño.
• No abusar de las letras en cursiva: ya que el texto en itálica es difícil de leer en pantalla, debido a la
inclinación del mismo, que provoca un escalonado en los bordes de las letras que las deforma, sobre todo en
tamaños pequeños de fuente.
• No abusar de los textos en negrita: ya que la misión de este es reforzar la importancia de una parte de la
información que damos en la página, y se debe usar sólo para este fin. Además ocurre algo parecido al caso de
las cursivas, ya que para pintar en pantalla una letra en negrita lo que hace el ordenador es añadir pixels
adicionales en los bordes de la letra. Si esta es de pequeño tamaño, se produce un desagradable efecto de
emborronado, y si es de gran tamaño se produce el efecto de escalonamiento, no siendo convenientes ninguno
de ellos.
• No usar, y menos aún abusar, de los efectos de parpadeo o deslizamiento: como pueden ser textos en
marquesina, en efecto Blink o en desplazamientos mediante scripting, ya que son irritantes y marean y
confunden al usuario.
• No usar demasiados tipos de fuentes ni demasiados colores diferentes , ya que rompen la armonía que debe
haber en el contenido de todo documento, aparte de que corremos el riesgo de que el usuario no tenga alguna
de las fuentes usadas instaladas en su ordenador, lo que hará que éste las sustituya por la fuente estándar,
rompiendo con ello todo nuestro esquema de estiolo. Conviene usar siempre las fuentes estándar.
• Cuidar la accesibilidad de la información: ya que si usamos letras de pequeño tamaño, efectos compatibles
sólo con algunos ordenadores o colores que necesiten pretaciones especiales, estamos eliminando de la lista de
nuestros visitantes a aquellas personas que no pueden acceder a este tipo de contenidos.
• Usar enlaces visualmente independientes: es decir, que los enlaces de la página se distingan cláramente del
resto del texto. Piensa que no todos tus visitantes están tan acostumbrados como tú a navegar por Internet, por
lo que debes marcar las diferentes partes de tu página de forma clara.
• Presentar el texto de una forma lógica: no olvidemos que al fin y al cabo una página web es un documento
como otro cualquiera, por lo que debe tener una lógica de desarrollo y de presentación si queremos que cumpla
su misión principal, que es facilitar información clara al visitante.
• Usar siempre caracteres compatibles con el estándar: que tradicionalmente ha sido el el conjunto de
caracteres ASCII, y que incluye la letras, los números, los signos de puntuación y algunos caracteres especiales
como los tabuladores. Con objeto de dar apoyo a otros idiomas, posteriormente se tomó como modelo el juego
de caracteres ISO 8859-1, también llamado a veces ISO Latin-1, que no está orientado a ningún idioma en
particular, por lo que para especificar uno de los subgrupos de este correspondiente a un idiomas determinado,
es necesario especificarlo en la cabecera de la página mediante la etiqueta CHARSET. Y últimamente, a partir
de las especificaciones del HTML 4.0, se ha tomado como estándar el juego de caracteres UNICODE.
Parte 6:
Con este artículo comenzamos una nueva etapa en el Curso Práctico de Diseño Web, en la que vamos a abordar el
mundo de las imágenes o gráficos digitales, que nos sirven para ofrecer información visual a los visitantes de un sitio
web.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que vamos a ver cómo podemos tratar de manera correcta el uso
de imágenes en un diseño en general, estudiando además los tipos de gráficos que podemos usar en una producción, ya
sea para la web o para el diseño de impresión: gráficos de mapa de bits, así como gráficos vectoriales, etc. También
explicaremos más adelante cómo optimizar las imágenes para la web, algo muy importante en el medio en el que nos
movemos.
Comenzaremos no obstante con una introducción general para hablar de los gráficos y su función en el marco del
diseño.
En este trabajo en equipo, los contenidos gráficos no sólo aportan aspectos visuales y estéticos, sino que su presencia,
sus formas y colores, afectan profundamente a la información ofrecida por los elementos textuales, reforzando su
impacto final sobre el espectador.
Atrás quedaron los tiempos en que las composiciones gráficas eran un compendio de elementos individuales separados,
que el impresor tenía que montar con todo su arte para crear una entidad única. Los modernos equipos informáticos y
las aplicaciones de autoedición, diseño gráfico, diseño industrial y diseño web han hecho posible reducir todos los
elementos participantes en una composición cualquiera a sucesiones de dígitos binarios fácilmente encajables entre sí.
A la hora de trabajar con elementos gráficos, el primer paso será recopilar los que necesitemos para nuestra
composición, pudiendo usar diferentes fuentes y técnicas para ello: escaneado de documentos, ilustraciones o
fotografías en papel, creación directa mediante programas de diseño gráfico, dibujo digital mediante tabletas
digitalizadoras, obtención de fotografías con cámaras digitales, utilización de gráficos y fotografías ya existentes,
gratuitas o no, etc.
Conforme vayamos obteniendo las versiones finales de nuestras imágenes necesitaremos nombrarlas y almacenarlas
mediante algún sistema que haga posible una gestión efectiva de las mismas y de sus originales, de tal forma que
podamos tenerlas localizadas y disponibles en cualquier momento.
Por último, deberemos montar en la composición todos los elementos gráficos y textuales, utilizando generalmente para
ello algún programa de autoedición, diseño gráfico o diseño web.
Aunque todo esto de momento te parezca confuso iremos trabajando poco a poco para que te puedas familiarizar con
todos los conocimientos y herramientas necesarias para trabajar en diseño gráfico. De momento te invitamos a leer el
artículo sobre los gráficos en mapa de bits, que te dará una primera base de conocimiento sobre el tipo de imagen más
usado en el mundo de la web en la actualidad.
Nota: A lo largo de este manual de diseño se ofrecen informaciones más teóricas, pero recuerda que en DesarrolloWeb.com tenemos
manuales para aprender a manejar programas, lenguajes y todos aquellos otros elementos necesarios para hacer un perfecto diseño web.
Existen dos tipos principales de imágenes digitales: los mapas de bits, en los que la imagen se crea mediante una rejilla
Las imágenes de mapa de bits (bitmaps o imágenes raster) están formadas por una rejilla de celdas, a cada una de las
cuales, denominada píxel (Picture Element, Elemento de Imagen), se le asigna un valor de color y luminancia propios,
de tal forma que su agrupación crea la ilusión de una imagen de tono continuo.
Un píxel es pues una unidad de información, pero no una unidad de medida, ya que no se corresponde con un tamaño
concreto. Un píxel puede ser muy pequeño (0.1 milímetros) o muy grande (1 metro).
Una imagen de mapa de bits es creada mediante una rejilla de píxeles única. Cuando se modifica su tamaño, se
modifican grupos de píxeles, no los objetos o figuras que contiene, por lo que estos suelen deformarse o perder alguno
de los píxeles que los definen. Por lo tanto, una imagen de mapa de bits está diseñada para un tamaño determinado,
perdiendo calidad si se modifican sus dimensiones, dependiendo esta pérdida de la resolución a la que se ha definido la
imagen.
Los gráficos de mapa de bits se obtienen normalmente a partir de capturas de originales en papel utilizando escáneres,
mediante cámaras digitales o directamente en programas gráficos. También existen multitud de sitios en Internet que
ofrecen imágenes de este tipo de forma gratuita o por una cantidad variable de dinero.
Tal vez el concepto más ligado a la propia naturaleza de la imagen digital sea el de resolución del archivo digital,
definida como el número de píxeles distintos que tiene una imagen por unidad de longitud, es decir, la densidad de éstos
en la imagen. Sus unidades de medida son los píxeles por pulgada (ppp o ppi, pixels per inch, en inglés) o los píxeles
por centímetro (más raramente). Cuanto mayor sea esta resolución, más contenedores de información (píxeles) tiene el
Esta resolución está muy ligada al concepto de resolución de pantalla en un monitor, referida al número de píxeles por
pulgada existentes en la pantalla del monitor en el que se visualiza la imagen. Una configuración del monitor en alta
resolución exhibirá más píxeles por pulgada, por lo que éstos serán más pequeños, permitiendo una mejor visualización
de la imagen en pantalla. En ningún caso podremos visualizar una imagen a mayor resolución que la de pantalla, que
suele ser de 72 ppp en un sistema Mac y de 96 ppp en un PC.
Una vez definida la resolución de pantalla, el tamaño de los píxeles dependerá del tamaño físico de la pantalla, medido
en pulgadas. Las resoluciones de pantalla más comunes en la actualidad son 800x600 y 1024x768 píxeles, oscilando los
tamaños de pantalla entre 15 y 21 pulgadas.
En el trabajo de digitalización de imágenes con escáner se maneja el concepto de resolución de muestreo, que define el
número de muestras que se toman por pulgada. Su unidad de medida son las muestras por pulgada (spi, samples per
inch). Cuanto más muestras por pulgada tenga una imagen escaneada, más cercana estará la imagen digital a la imagen
original. Este forma de medir la resolución se utiliza poco, habiéndose adoptado como medida de calidad de un imagen
escaneada los píxeles por pulgada que tiene la imagen digital resultante del proceso.
Por último, en el entorno de la imprenta se suele utilizar el concepto de resolución de trama o semitono, definida
como la capacidad máxima de imprimir una trama con diferentes tonos de gris (hasta un máximo de 256). También
conocida con el nombre de lineatura (linescreen) o frecuencia de línea, su unidad de medida son las líneas por
pulgada (lpi). La resolución de trama está relacionada con la capacidad de reproducir las imágenes simulando sus tonos
continuos por medio de líneas de puntos de semitono, y se obtiene fácilmente dividiendo la resolución máxima de
impresión de la máquina en cuestión por el número de tonos que se quieren obtener.
Una forma común de clasificar las imágenes según su resolución es aquella que las divide en imágenes de alta
A mayor resolución, más píxeles hay en una imagen, más grande es su mapa de bits, mayor información contiene y
mayor capacidad de distinguir los detalles espaciales finos, por lo que tendrá más definición, permitiendo un mayor
detalle, unas transiciones de color más sutiles y una mayor calidad de reproducción.
Las imágenes de mapas de bits dependen de la resolución a la que han sido creadas, por lo que al modificar su tamaño
pierden calidad visual. Si lo disminuimos, los trazos finos perderán definición, desapareciendo partes de los mismos,
mientras que si lo aumentamos, la imagen se pixelizará, al tener que cubrirse de forma aproximada píxeles que
inicialmente no existían, produciéndose el conocido efecto de dientes de sierra.
La resolución de una imagen está relacionada con su tamaño, de tal forma que cuando le asignemos una resolución
estaremos asignando un tamaño a los píxeles que la forman, con lo que sabremos qué tamaño tiene la imagen. Por
ejemplo, si una imagen tiene 100 píxeles por pulgada, querrá decir que cada 2,54 cm. habrá 100 píxeles, con lo que cada
píxel equivaldrá a 2,54 mm. Si dijéramos que esa imagen tiene una resolución de 1 píxel por pulgada, lo que sabríamos
es que ahora cada píxel tendrá un tamaño de 2,54 cm.
Otra consecuencia de la relación resolución-tamaño es que para mantener la calidad de reproducción, al variar el
tamaño de una imagen tamaño, tendremos que variar también su resolución. En líneas generales, si queremos que
mantenga el mismo nivel de calidad hay que mantener la cantidad de información que posee la imagen (número de bits
que ocupa) cuando modificamos sus dimensiones.
Elección de la resolución
Las imágenes de alta resolución reproducen generalmente más detalle y transiciones más sutiles del color que imágenes
de baja resolución. Sin embargo, el aumento de la resolución de una imagen baja resolución separa solamente la
información original en un mayor número de píeles, pero raramente mejora la calidad de la imagen.
Los diferentes medios utilizan diferentes resoluciones, siendo las más comunes las siguientes:
Además, la lineatura no es algo que podamos elegir al azar. Aunque las cámaras digitales o las filmadoras sean capaces
de llegar a resoluciones muy altas, el limite de trabajo lo va a marcar el medio en el que vayamos a imprimir, el método
que vayamos a usar para ello y el dinero que estemos dispuestos a pagar por ello.
Si la imagen está destinada a ser impresa en una impresora de inyección de tinta, habrá que digitalizar la imagen a una
resolución de 300 ppp para que la definición final sea correcta, ya que ésta es la resolución máxima que suelen dar estos
dispositivos.
Resumiendo: Hay que trabajar siempre en unos niveles de resolución adecuados al medio en el que se va a usar la
imagen. Resoluciones mayores necesitarán unos recursos excesivos que no son aprovechables.
En el extremo contrario, resoluciones menores que las del medio suelen producir una mala visualización o impresión,
presentando las imágenes el conocido efecto de pixelización o dientes de sierra.
El principal inconveniente de obrar así es que estas unidades expresan valores de medida absolutos, mientras que los
dispositivos de salida suelen trabajar en dimensiones relativas (píxeles o puntos de impresión). Por ejemplo, los
monitores trabajan en píxeles, adaptando las dimensiones de los objetos que presenta a la resolución de pantalla usada,
por lo que una imagen se visualizará más pequeña cuanto mayor sea la resolución.
Además, si se utilizan centímetros o pulgadas será necesario también conocer también la resolución de la imagen,
medida en píxeles por unidad de longitud, para saber la información gráfica que contiene.
El espacio relativo de pantalla ocupado por una imagen de dimensiones 150x100 píxeles será el mismo sea cual sea la
resolución, con la única diferencia de que cuanto menor sea ésta, más grande será su tamaño absoluto en pulgadas o
centímetros, al ser de mayor tamaño los píxeles.
No olvidemos que la resolución útil de una imagen nunca es mayor que la del medio en el que se visualiza. Una imagen
escaneada a 200 ppp se visualizará en un monitor de PC con la configuración por defecto a 96 ppp, desperdiciándose el
resto de información sobre los valores de los píxeles de la imagen, mientras que una imagen escaneada a 50 ppp se
visualizará igualmente a 96 ppp en la pantalla del monitor, aunque en este caso su calidad será escasa, al no contener los
píxeles suficiente información gráfica.
Resumiendo, sea cual sea el tamaño de los píxeles o puntos de una imagen, una vez presentados en un medio dado su
tamaño se adaptará al de los píxeles éste, por lo que esta unidad de medida resulta la más conveniente en todos los
casos.
Una consideración importante: las dimensiones de una imagen en pantalla no suelen coincidir con las dimensiones de la
imagen impresa, ya que, mientras en la resolución de pantalla permanece constante, la resolución propia de la imagen
varía al cambiar el tamaño de ésta, y viceversa, según las siguientes reglas:
Por lo tanto, si queremos aumentar las dimensiones de una imagen en un programa como Photoshop sin perder calidad,
lo mejor es trabajar con la imagen en una alta resolución (sobre dos veces la resolución final deseada). Entonces,
disminuiremos la resolución o aumentaremos la anchura y la altura (ambas acciones producirán resultados similares).
Una vez que las dimensiones de la imagen sean las deseadas podremos disminuir la resolución al valor deseado.
Por otra parte, el tamaño de visualización de una imagen en pantalla es a menudo diferente de su tamaño impreso. Los
píxeles de la imagen se traducen directamente a píxeles del monitor, por lo que cuando la resolución de la imagen es
más alta que la resolución del monitor aparece la imagen en pantalla más grande que sus dimensiones especificadas
para la impresión.
Por ejemplo, una imagen de 1 x 1 pulgadas a una resolución de 144 ppp ocupará en una pantalla de resolución 72 ppp
un área de 2 x 2 pulgadas, ya que como el monitor puede exhibir solamente 72 píxeles por pulgada, necesita 2 pulgadas
para mostrar los 144 píxeles de la imagen.
En este artículo del Curso de Diseño Web vamos a abordar el color en una imagen de tipo mapa de bits, viendo las
Podemos considerar el modo de color como el contenedor en que colocamos la información sobre cada píxel de una
imagen. Así, podemos guardar una cantidad pequeña de datos de color en un contenedor muy grande, pero no podremos
almacenar una gran cantidad de datos de color en un contenedor muy pequeño.
Correspondiente a una profundidad de color de 1 bit, ofrece una imagen monocromática formada exclusivamente por
los colores blanco y negro puros, sin tonos intermedios entre ellos.
Para convertir una imagen a modo monocromático hay que pasarla antes a modo escala de grises.
Este modo maneja un solo canal (el negro) para trabajar con imágenes monocromáticas de 256 tonos de gris, entre el
blanco y el negro.
El tono de gris de cada píxel se puede obtener bien asignándole un valor de brillo que va de 0 (negro) a 255 (blanco),
bien como porcentajes de tinta negra (0% es igual a blanco y 100% es igual a negro). Las imágenes producidas con
escáneres en blanco y negro o en escala de grises se visualizan normalmente en el modo escala de grises.
El modo Escala de Grises admite cualquier formato de grabación, y salvo las funciones de aplicación de color, todas las
Si se convierte una imagen modo de color a un modo Escala de Grises y después se guarda y se cierra, sus valores de
luminosidad permanecerán intactos, pero la información de color no podrá recuperarse.
Denominado así porque tiene un solo canal de color (indexado) de 8 bits, por lo que sólo se puede obtener con él un
máximo de 256 colores.
En este modo, la gama de colores de la imagen se adecua a una paleta con un número restringido de ellos, por lo que
puede resultar útil para trabajar con algunos formatos que sólo admiten la paleta de colores del sistema.
También resulta útil reducir una imágenes a color 8 bits para su utilización en aplicaciones multimedia, ya que con ello
se consiguen ficheros de menos peso.
Su principal inconveniente es que la mayoría de las imágenes del mundo real se componen de más de 256 colores.
Además, aunque admite efectos artísticos de color, muchas de las herramientas de los principales programas gráficos no
están operativas con una paleta de colores tan limitada.
Trabaja con tres canales, ofreciendo una imagen tricromática compuesta por los colores primarios de la luz, Rojo(R),
Verde(G) y Azul(B), construida con 8 bits/pixel por canal (24 bits en total). Con ello se consiguen imágenes a todo
color, con 16,7 millones de colores distintos disponibles, más de los que el ojo humano es capaz de diferenciar.
Es un modelo de color aditivo (la suma de todos los colores primarios produce el blanco), siendo el estándar de imagen
de todo color que se utilice con monitores de video y pantallas de ordenador.
Las imágenes de color RGB se obtienen asignando un valor de intensidad a cada píxel, desde 0 (negro puro) a 255
(blanco puro) para cada uno de los componentes RGB.
Es el modo más versátil, porque es el único que admite todas las opciones y los filtros que proporcionan las aplicaciones
Trabaja con cuatro canales de 8 bits (32 bits de profundidad de color), ofreciendo una imagen cuatricromática
compuesta de los 4 colores primarios para impresión: Cyan (C), Magenta (M), Amarillo(Y) y Negro (K).
Es un modelo de color sustractivo, en el que la suma de todos los colores primarios produce teóricamente el negro, que
proporciona imágenes a todo color y admite cualquier formato de grabación, siendo el más conveniente cuando se envía
la imagen a una impresora de color especial o cuando se desea separar los colores para la filmación o imprenta
(fotolitos).
Su principal inconveniente es que sólo es operativo en sistemas de impresión industrial y en las publicaciones de alta
calidad, ya que, exceptuando los escáneres de tambor que se emplean en fotomecánica, el resto de los digitalizadores
comerciales trabajan en modo RGB.
El proceso de convertir una imagen RGB al formato CMYK crea un separación de color. En general, es mejor convertir
una imagen al modo CMYK después de haberla modificado. Modificar imágenes en modo RGB es más eficiente
porque los archivos CMYK son un tercio más grandes que los archivos RGB.
Consiste en tres canales, cada uno de los cuales contiene hasta 256 tonalidades diferentes: un canal L de Luminosidad y
dos canales cromáticos, A (que oscila entre verde y rojo) y B (que oscila entre azul y amarillo). El componente de
luminosidad L va de 0 (negro) a 100 (blanco). Los componentes A (eje rojo-verde) y B (eje azul-amarillo) van de +120
a -120.
El modelo de color Lab se basa en el modelo propuesto en 1931 por la CIE (Commission Internationale d'Eclairage)
como estándar internacional para medir el color. En 1976, este modelo se perfeccionó y se denominó CIE Lab.
Este modo permite cambiar la luminosidad de una imagen sin alterar los valores de tono y saturación del color, siendo
adecuado para transferir imágenes de unos sistemas a otros, pues los valores cromáticos se mantienen independientes
del dispositivo de salida de la imagen.
Se usa sobre todo para trabajar en imágenes Photo CD o para modificar la luminancia y los valores del color de una
imagen independientemente. También se puede usar el modo Lab para conservar la fidelidad del color al trasladar
archivos entre sistemas y para imprimir en impresoras de PostScript de Nivel 2.
Sólo las impresoras PostScript de nivel 2 puede reproducir esta imágenes. Para impresiones normales, se recomienda
pasar las imágenes a RGB o a CMYK.
Modo Duotono
Modo de color que trabaja con imágenes en escala de grises, a las que se le pueden añadir tintas planas (3 para cada
imagen, más el negro), con el fin de colorear distintas gamas de grises.
Sólo posee un canal de color (Duotono, Tritono o Cuatritono, dependiendo del número de tintas).
El problema que presenta este modo es que en los duotonos, tritonos y cuadritonos sólo hay un canal, por lo que no es
posible tratar cada tinta de forma distinta según las zonas de la imagen. Es decir, no podemos hacer una zona en la que
solo haya, por ejemplo, un parche cuadrado de tinta roja, mientras que en el resto sólo hay una imagen de semitono en
blanco y negro.
Modo Multicanal
Posee múltiples canales de 256 niveles de grises, descomponiendo la imagen en tantos canales alfa como canales de
color tuviera el original (una imagen RGB quedará descompuesta en 3 canales y una CMYK en 4 canales).
En este modo, cada tinta es un canal que a la hora de imprimir se superpondrá en el orden que determinemos sobre los
otros. Por ello, es posible tratar cada zona de forma particularizada.
Se utiliza en determinadas situaciones de impresión en escala de grises. También, para ensamblar canales individuales
de diversas imágenes antes de convertir la nueva imagen a un modo de color, pues los canales de color de tinta plana se
conservan si se convierte una imagen a modo multicanal.
Al convertir una imagen en color a multicanal, la nueva información de escala de grises se basa en los valores de color
de los píxeles de cada canal. Si la imagen estaba en modo CMYK, el modo multicanal crea canales de tinta plana cian,
magenta, amarilla y negra. Si estaba en modo RGB, se crean canales de tinta plana cian, magenta y amarilla.
Relacionados con el número de colores posibles, sus características y su almacenamiento encontramos los siguientes
conceptos:
Profundidad de color
La profundidad de color de una imagen se refiere al número de colores diferentes que puede contener cada uno de los
puntos o píxeles que la forman, y depende de la cantidad de información (número de bits) que puede almacenar un
píxel.
Una imagen a escala de grises está compuesta por píxeles representados por múltiples bits de información, que
típicamente varían entre 2 bits (4 tonos) a 8 bits (256 tonos) o más.
Una imagen a color está típicamente representada por una profundidad de bits entre 8 y 32 bits. En una imagen de 24
bits, los bits por lo general están divididos en tres grupos (8 para el rojo, 8 para el verde y 8 para el azul). Para
representar otros colores se utilizan combinaciones de esos bits, consiguiéndose en total 16,7 millones de valores de
color.
La cantidad de colores utilizados en la imagen influye mucho en el tamaño del archivo que la contiene. cuantos más
colores se utilicen, más grande será el tamaño del fichero gráfico necesario.
Rango dinámico
Es el rango de diferencia tonal entre la parte más clara y la más oscura de una imagen.
Cuanto más alto sea el rango dinámico, más matices se podrán representar, a pesar de que el rango dinámico no se
correlaciona en forma automática con la cantidad de tonos reproducidos.
En este ejemplo, la imagen de la derecha posee un rango dinámico más amplio, pero una cantidad limitada de tonos
representados (observa la falta de detalle en las sombras). La imagen izquierda, por el contrario, posee un rango
dinámico más estrecho, pero una mayor cantidad de tonos representados.
El rango dinámico también describe la capacidad de un sistema digital de reproducir información tonal. Esta capacidad
es más importante en los documentos de tono continuo, como las fotografías, donde puede ser el aspecto más
importante de la calidad de imagen.
Paletas de color
A la hora de trabajar con imágenes en formato digital se debe tener en cuenta la configuración de los sistemas utilizados
para visualizarlas, ya que esto condicionará el proceso de edición de las mismas.
La mayoría de los ordenadores personales limitan el número de colores que se pueden mostrar simultáneamente a 256.
Los colores disponibles, en lugar de ser un conjunto fijo, pueden ser seleccionados de una paleta de 16 millones de
colores (el modelo RGB). Es decir, la gama total de colores cubre todas esas combinaciones, pero en cada momento
sólo es posible mostrar 256 diferentes.
Para solucionar esta deficiencia, manteniendo un número máximo de 256 colores (8 bits por canal), se introdujeron las
paletas de color, en las que se utilizan los colores que sean más apropiados para la imagen (desde 4 a 256). La paleta
puede ser exacta (escoge los mismos colores que aparecen en la imagen), adaptable (escoge los colores que encuentra),
web (escoge los colores más próximos dentro de la paleta WebSafe), etc.
Una vez definida la paleta, la información relativa a cada uno de los puntos que forman la imagen no contendrá el valor
absoluto del color de ese punto, sino que hará referencia a uno de los colores de la paleta. Será la tarjeta gráfica del
ordenador la que utilizará la información de la paleta de color para saber en qué proporciones se debe mezclar los tres
colores básicos que permiten cada uno de los colores.
El resultado es una gama de colores casi real con un número de colores pequeño, con lo que el fichero gráfico resultante
ocupará menos espacio. Por este motivo, y por la existencia de formatos gráficos que sólo permiten trabajar con 256
colores, las paletas de color se mantienen vigentes, a pesar de la mejora de prestaciones de las tarjetas de vídeo, capaces
de trabajar en la actualidad con millones de colores sin pérdida de rendimiento del sistema.
En este artículo vamos a abordar un par de aspectos fundamentales que debemos de tener en cuenta cuando trabajamos
con archivos gráficos en general y con mapas de bits en particular. Se trata de tener controlado el peso de los archivos,
de modo que puedan ocupar menos espacio y por tanto ser transferidos con mayor rapidez.
Es un asunto de vital importancia en la web y en DesarrolloWeb.com hemos abordado esta temática en diversas
ocasiones. En este manual de diseño web la encontrarás desde un enfoque más teórico, pero de fundamental
conocimiento para todos aquellos que se dedican al diseño web.
Comenzaremos hablando del peso de los archivos y luego veremos de qué maneras se pueden optimizar.
Por ejemplo, una letra negra sobre fondo blanco (1 bit de profundidad de color), formada por líneas rectas horizontales
y verticales, sólo necesitará estos dos colores para visualizarse de forma correcta, aunque aumentemos su tamaño
(resolución).
Si trabajamos con una profundidad de color de 8 bits tendremos 256 colores posibles para cada píxel (caso de iconos o
ilustraciones en formato GIF, por ejemplo) y si aumentamos la profundidad a 24 bits tendremos millones de colores
para cada píxel de la imagen (caso de fotografías en formato JPG o PNG, por ejemplo).
También podemos definir diferentes resoluciones para una imagen. Cuanto mayor sea la resolución, más píxeles
formarán la imagen, más datos de información necesitará y, por lo tanto, mayor será el tamaño del fichero resultante.
Por lo tanto, cuantos más colores tenga una imagen y cuanto mayor sea su resolución, mayor peso tendrá el fichero
necesario para almacenarla.
En la fórmula anterior, ancho y alto están dados en pulgadas, resolución en píxeles por pulgada y profundidad del color
en bites.
Para una imagen de 3 x 2 pulgadas a una resolución de 72 ppp y con una profundidad de color de 8 bits, por ejemplo,
tendremos:
Si las dimensiones de la imagen está en centímetros, basta dividir estos por 2,54. Así, una imagen de 1 x 1 pulgadas a
una resolución de 300 ppp y con una profundidad de color de 24 bits (color real) tendrá un peso de: contiene un total de
90.000 píxeles.
Peso fichero = [[(1 x 300) / 2,54 x (1 x 300) / 2,54] x 24] / 8 = 41850 bytes = 419 Kb
Si trabajamos directamente con píxeles (captura con cámara digital, por ejemplo), bastará multiplicar las dimensiones
de la imagen entre sí y por la profundidad de color en bits para determinar la cantidad de bits presentes en un archivo de
imagen., y dividiendo el resultado entre 8, tendremos el peso del fichero en bytes.
Con objeto de minimizar el peso de los ficheros gráficos se han desarrollado diferentes técnicas de optimización
basadas en dos principios diferentes:
El principio del dithering se basa en la reducción del número de colores usado en una imagen, al considerar que en la
mayoría de los casos se utiliza demasiada información gráfica en un fichero, información que se puede eliminar sin
pérdidas notables en la calidad final de la imagen.
Si una determinada imagen utiliza sólo 40 colores, para reducir el tamaño de su archivo bastaría con definir los 40
colores utilizando una paleta de color, guardando luego los puntos de la imagen con una profundidad de 8 bits.
Por otra parte, una imagen que utilice 256 colores puede tener una calidad aceptable en relación a la misma imagen con
16,8 millones de colores, siendo, su tamaño tres veces más pequeño. Para obtener un color no presente en la paleta de
256 colores de la imagen siempre es posible mezclar los que sí están, consiguiendo en la mayoría de los casos una
buena aproximación al necesitado.
Para obtener una determinada tonalidad de color se utilizan varios puntos que tienen un color muy próximo al que se
desea conseguir. Cuando se observar la imagen desde una cierta distancia, el color de los puntos adyacentes se mezcla,
dando lugar a la ilusión de nuevas tonalidades de color.
Este sistema de optimización por reducción de colores es utilizado por ejemplo en el formato GIF.
La compresión es una técnica que permite reducir el tamaño de un fichero mediante procesos matemáticos, facilitando
así la transferencia de los mismos por red o su almacenamiento en cualquier otro soporte.
Todas las técnicas de compresión reducen la cadena de código binario de una imagen sin comprimir a una forma
abreviada matemática basada en complejos algoritmos, apoyándose en la teoría de que en una imagen existe
información repetida que en realidad sólo se debe guardar una vez.
Los algoritmos matemáticos que el ordenador emplea para generar la compresión son muy variados y los hay realmente
complejos. Algunos valen para todo tipo de imágenes y otros son eficaces solamente con un tipo de ellas.
Existen dos tipos básicos de algoritmos de compresión, los que actúan sin pérdidas y los que comprimen con pérdidas.
Los sistemas sin pérdida abrevian el código binario sin desechar información, por lo que los datos de salida de la
Los sistemas con pérdida utilizan diferentes formas de compensar o desechar la información menos importante de una
imagen basándose en la percepción visual humana, consiguiendo a veces resultados casi idénticos al original con un
peso mucho menor. La calidad de la imagen no sólo depende del factor de compresión, sino también del algoritmo
empleado. Los factores de compresión son altos, de 40:1 a 100:1
Se suelen utilizar con imágenes tonales, particularmente con imágenes de tono continuo, en las que la simple
abreviatura de información que proporcionan los sistemas sin pérdida no tienen como resultado un ahorro de archivo
apreciable.
Existe una variación de los sistemas de compresión, los sistemas emergentes, que ofrecen la capacidad de proporcionar
imágenes de resolución múltiple desde un solo archivo, con la consiguiente flexibilidad en la entrega y presentación de
las imágenes a los usuarios finales.
Es tal vez el esquema de compresión sin pérdidas más sencillo, y también uno de los más ineficaces. Está basado en
sustituir la información gráfica de píxeles que se repiten por el valor del color de uno de ellos y la posición de cada uno
de los puntos que lo utilizan.
Esta técnica es eficiente cuando dentro del fichero gráfico que se va a comprimir se repite un byte sucesivamente un
número grande de veces. En estos casos, todos los bytes iguales se sustituyen por dos, el primero de los cuales indica el
numero de veces que se repite el segundo.
Existen diferentes formas de implementar RLE, todas ellas patentadas. Una de ellas, la más ineficiente, es utilizar un
carácter, llamado comúnmente DLE, que sirva para indicar que se ha producido una repetición de un carácter. Otra es
utilizando un carácter "centinela", con un bit que indica si la siguiente información es acerca de una repetición o son
datos sin repetición.
Este método permite obtener un alto nivel de compresión en imágenes que contengan muchas áreas del mismo color, sin
que se produzcan pérdidas de calidad. El problema surge cuando los colores de la imagen son muy dispares, caso en el
RLE es el algoritmo utilizado en los formato gráficos BMP y PCX, aunque cada uno usa un método distinto de
implementación.
LZW (Lempel-Ziv-Welch)
Sistema de compresión sin pérdidas, actualmente propiedad de la empresa Unisys, desarrollado por los matemáticos
Abraham Lempel y Jakob Ziv en los años 1977 y 1978, y refinado por Terry Welch en1984.
Este algoritmo surgió con objeto de que todas las personas de la empresa Compuserve pudieran intercambiar de forma
rápida imágenes en formato gráfico GIF, independientemente de la plataforma usada.
LZW es un compresor tipo diccionario, que utiliza para la compresión una tabla de cadenas, reemplazando las cadenas
de caracteres iguales del fichero por códigos numéricos únicos que las representan, con lo que es capaz de comprimirlas
aunque no se encuentre en sucesión. En el fichero comprimido no aparece explícitamente la tabla de cadenas, sólo la
tabla de caracteres individuales y el conjunto de todos los códigos generados. De esta forma se consiguen niveles de
compresión máxima de 2:1
Este sistema es recomendable para comprimir ficheros que contengan muchos datos repetidos, como imágenes
sencillas, monocromáticas o que contengan áreas de color de gran tamaño, siendo utilizado en los formatos TIFF, GIF y
JPG-LS, así como en archivos de lenguaje PostScript.
Sistema de compresión sin pérdidas muy robusto para imágenes bi-nivel (en blanco y negro), que opera tanto en modo
secuencial como en modo progresivo.
Cuando se decodifica una imagen codificada progresivamente, inicialmente se dispone de una imagen de baja
resolución con respecto a la original, imagen que va aumentando su resolución conforme más datos son decodificados.
Este sistema es el usado en el formato gráfico TIFF, no siendo soportado por ningún navegador web actual.
Sistema de compresión con pérdidas muy perfeccionado, basado en estudios de la percepción visual humana, que
permite codificar imágenes en color (24 bits) y en escala de grises (8 bits) mediante la eliminación de datos redundantes
que no son importantes y el suavizado de los bordes y áreas que tienen un color similar.
Con ello se producen pérdidas que degradan levemente la calidad de la imagen, pero a cambio proporciona altos índices
de compresión, ajustables a la calidad final de la imagen que se desea codificar.
En realidad, JPEG, estándar internacional 10918, describe una familia de técnicas de compresión basadas en complejas
operaciones matemáticas, como conversión del formato de color, transformación separada del coseno (DCT),
cuantizaciones y codificación entrópica, definiendo tres sistemas diferentes de codificación:
• Un sistema de codificación básico, con pérdidas, que se basa en la Transformada Discreta del Coseno y es
apropiado para la mayoría de las aplicaciones de compresión. la precisión de los datos de entrada y de salida
está limitada a 8 bits.
• Un sistema de codificación extendida, para aplicaciones de mayor compresión, mayor precisión, o de
reconstrucción progresiva. se usa principalmente para proporcionar decodificación parcial rápida de una
imagen comprimida, para que la apariencia general de esta pueda determinarse antes de que se decodifique
JPEG es un algoritmo de codificación simétrico (decodificar lleva tanto tiempo como codificar), que ofrece niveles de
compresión de 20:1 o mayores, permitiendo realizar ciertas transformaciones geométricas (por ejemplo, rotación de
imagen) directamente en la matriz transformada, sin regenerar la imagen original.
Es el método de compresión más utilizado actualmente para la compresión de imágenes con pérdida, siendo usado en
los formatos gráfico JPG, TIFF, FlashPix, en ficheros PDF y en archivos de lenguaje PostScript. Además, es la base del
estándar multimedia para imágenes en movimiento, MPEG.
En cuanto a los navegadores web, es soportado desde Internet Explorer 2 y Firefox en todas sus versiones. Por supuesto
también en navegadores más modernos como Chrome.
Nota: El asunto de la optimización es de vital importancia para la correcta construcción de una web. Es por ello que lo hemos tocado
en diversos artículos y vídeos. Como nos imaginamos que querrás profundizar en este tema, te indicamos algunas referencias
importantes:
Los gráficos vectoriales, también conocidos como gráficos orientados a objetos, son el segundo gran grupo de imágenes
digitales. Son más simples que los gráficos de mapas de bits, ya que en ellos las imágenes se almacenan y representan
por medio de trazos geométricos controlados por cálculos y fórmulas matemáticas, tomando algunos puntos de la
imagen como referencia para construir el resto.
Por ejemplo, una línea se define en un gráfico de mapa de bits mediante las propiedades de cada uno de los píxeles que
la forman, mientras que en un gráfico vectorial se hace por la posición de sus puntos inicial y final y por una función
que describe el camino entre ellos. Análogamente, un círculo se define vectorialmente por la posición de su punto
central (coordenadas x,y) y por su radio (r).
Cada vector en un gráfico vectorial tiene una línea de contorno, con un color y un grosor determinados, y está relleno de
un color a elegir. Las características de contorno (o filete) y relleno se pueden cambiar en cualquier momento.
Las imágenes vectoriales se almacenan como una lista que describe cada uno de sus vectores componentes, su posición
y sus propiedades.
En cuanto a la resolución, los gráficos vectoriales son independientes de la resolución, ya que no dependen de una
retícula de píxeles dada. Por lo tanto, tienen la máxima resolución que permite el formato en que se almacena.
Curvas de Bézier
Los principales elementos constituyentes de un vector son las denominadas curvas de Bézier, desarrolladas por Pierre
Bézier por encargo de la empresa Renault, que buscaba una familia de curvas representables matemáticamente (son
curvas de tercer grado) que permitieran representar las curvaturas suaves que deseaban dar a sus automóviles.
Son curvas de manejo poco complejo y muy elegantes, con un desarrollo muy suave, capaces de adaptarse a casi
cualquier forma imaginable, por lo que son muy usadas para diseñar logotipos e iconos y para copiar cualquier figura.
También son enormemente versátiles, pudiendo adoptar desde curvaturas muy suaves (casi líneas rectas) a curvaturas
muy fuerte (curvas complejas), pasando por todos los valores intermedios. Pueden, incluso, cambiar de cóncavas a
convexas alrededor de un punto.
Las principales ventajas que ofrecen los gráficos vectoriales, derivadas de su naturaleza matemática, son:
• Almacenan las imágenes en archivos muy compactos, ya que sólo se requiere la información (fórmulas
matemáticas) necesaria para generar cada uno de los vectores. dado que no se ha de almacenar información
para definir cada punto de la pantalla, sino una serie de fórmulas matemáticas.
• Permiten modificar el tamaño de las imágenes y de sus objetos componentes sin que se produzca pérdida de
información, pues se actualizan de forma matemática todas las nuevas relaciones y posiciones de los elementos
geométricos que las componen. Con ello, los cambios de tamaño de las imágenes vectoriales no afectan a la
calidad de las mismas, apareciendo siempre con la misma nitidez.
• Son muy útiles a la hora de imprimir imágenes, ya que no es necesario pasar a la impresora la información de
cada punto. Basta con ir pasándole la información de los vectores que forman la imagen.
• Cada objeto viene definido por sus propias fórmulas matemáticas y se maneja independientemente del resto,
pudiendo escalarse, distorsionarse y cambiarse de forma o de posición sin afectar para nada los otros elementos
del dibujo.
• Es posible un control independiente del color, tanto del contorno como del relleno, admitiendo la aplicación de
texturas, degradados, transparencias, etc.
• Se puede controlar con gran precisión la forma, orientación y ordenación de los elementos.
• Cualquier efecto que se aplique a los objetos puede rectificarse en cualquier momento, ya que el dibujo es
siempre editable. Esto no ocurre en las imágenes de mapas de bits, en las que una vez pintado un elemento ya
no es posible modificarlo.
• Es fácil reutilizar un dibujo o una parte del mismo en otros proyectos. Basta copiarlo y pegarlo en un nuevo
fichero o en uno ya existente.
• Los objetos del gráfico pueden fusionarse fácilmente entre sí, creando una serie de formas intermedias. Por
Hasta la aparición de Macromedia Flash y los ficheros SWF la inclusión directa de gráficos vectoriales en la web no era
posible. Su introducción en las páginas web supuso un considerable avance, ya que permiten incluir gráficos de tamaño
modificable sin pérdida de calidad, muy útiles en logotipos, planos, diagramas, etc. Como ejemplo, si pulsáis sobre la
imagen siguiente con el botón derecho del ratón y seleccionáis "Aumentar" (Zoom In) o "Reducir" (Zoom Out), ésta
cambiará de tamaño conservando sus características visuales.
Object 2
El principal inconveniente de las imágenes vectoriales es que tiene un aspecto más frío que los gráficos de mapa de bits,
con su contorno demasiado perfecto, que los hace a veces poco naturales, aunque siempre es posible crear
premeditadamente contornos un poco irregulares, para que se parezca algo más al dibujo natural.
Otros inconvenientes de este tipo de gráficos son su falta de eficacia para representar imágenes de tipo fotográfico, la
dificultad que presenta para tratar algunas efectos (sombras, luces, etc...) y que cuando son muy grandes o muy
complejas pueden volverse extremadamente difíciles de manejar por los programas gráficos y por los medios de
impresión.
Como hemos visto, los gráficos de mapas de bits y los gráficos vectoriales poseen sus propias ventajas e
inconvenientes. Por ejemplo, mientras los mapas de bits son especialmente útiles para presentar imágenes de tonos
Parece lógico pensar que un tipo de gráficos digitales que permitiera trabajar tanto con mapas de bits como con vectores
sería una buena solución para compaginar lo mejor de ambos formatos. Este es el origen de los metaficheros
(metafiles), sistemas de grabación de datos que pueden admitir contenidos de distintos tipos.
Un metafichero permite guardar contenidos de varios tipos en un mismo fichero, como fotografías, textos, vectores, e
incluso sonido y vídeo, aunque estos últimos elementos caen fuera del propósito de este curso. Los formatos gráficos
que permiten trabajar con metaficheros se denominan metaformatos.
Para componer una imagen en un metaformato se utilizan elementos bitmaps para representar los elementos
fotográficos y las figuras irregulares y elementos vectoriales para definir las líneas, los textos y los dibujos.
Son pues una categoría híbrida en las que se combinan las ventajas de los mapas de bits y de los gráficos vectorial. Esto
les permite almacenar imágenes muy complejas y avanzadas en ficheros de poco peso.
Un problema que puede surgir con los metaformatos es que pueden usar elementos componentes gráficos (y de audio y
vídeo) propietarios no estándares, que precisen para su manejo aplicaciones o plugins particulares, con la pérdida de
compatibilidad que ello supone.
Los metaformatos gráficos más habituales son GEM (Ventura Publisher), WMF (Windows Meta-File) y WPG (Word-
Perfect Grafics Format).