Neuronutrición
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Neuronutrición
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“La medicina y los alimentos tienen las mismas raíces.”
Antiguo proverbio chino.
“Tus alimentos serán tus remedios y tus remedios serán tus alimentos.”
Hipócrates, el padre de la Médica occidental.
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La medicina ortodoxa occidental considera que el cuerpo humano esta constituido por varios
órganos, sangre, linfa, huesos, etc., todos son reducibles a células; las cuales pueden reducirse a
moléculas; y finalmente a átomos. La Medicina Oriental por otro lado considera que el cuerpo
humano no solo es un conglomerado de células que a su vez se reducen a moléculas y a átomos -
sino que la medicina de oriente considera el cuerpo humano como un sistema de energía.
La amplia clasificación de alimentos de acuerdo al Tantra Yoga es triple - los alimentos se dividen
en tres categorías de acuerdo al tipo de energía y vibración que contienen y de acuerdo al efecto
que tienen en el cuerpo humano y la mente.
Son de la siguiente manera:
a). Alimentos que son dañinos tanto para el cuerpo como la mente –
b). Alimentos que son dañinos para el cuerpo pero que pueden ser beneficiosos o neutros para la
mente –
c). Alimentos que son dañinos para la mente pero que pueden ser beneficiosos o neutros para el
cuerpo.
Aunque hay nutrientes para el cerebro que derivan de la carne animal o huevos, la versión de los
alimentos del cerebro promovida por el Tantra Yoga son predominantemente alimentos
“Sutiles/satvicos” y hay unos pocos clasificados como “mutantes, rajásicos”.
Estos alimentos sutiles incluyen todo tipo de frutas y vegetales frescos, granos, cultivos de raíces,
legumbres y otros alimentos de origen vegetal. Los productos lácteos están normalmente incluidos
dentro de los “Alimentos Sutiles” con la excepción de ciertos tipos de queso y leche excesivamente
fermentada que elevan su grado alcohólico.
Ciertos alimentos de origen vegetal como las cebollas, ajos y hongos son de naturaleza
“estática/tamásica”. Ya existen pruebas científicas que los ajos pueden matar las neuronas y causar
daños cerebrales.
Pueden ser buenos, si se considera la salud física, pero son nefastos para la mente en el sentido
de que causan problemas para aquellos que se esfuerzan en concentrarse y en meditar para el
desarrollo físico-mental-espiritual.
Lo mismo se aplica a los huevos, pescados y la carne animal (en las que se incluyen carne de
vacas, cabras, ovejas, cerdo, todos los mamíferos, pollos, pájaros, insectos, gusanos, reptiles, etc.)