Tu Conducta Dice Si Obedeces A Dios
Tu Conducta Dice Si Obedeces A Dios
Tu Conducta Dice Si Obedeces A Dios
Hoy día no hay lideres que resistan a los demonios brujos, y permiten que se les
metan
en las iglesias, y dejan entrar el paganismo. Estos líderes actúan como si Dios no
existiera. Tienen un comportamiento que muestra que para ellos Dios no existe,
porque si
lo creyeran su conducta sería muy diferente.
Si Dios te está guiando y tiene un plan para tu vida, tú no puedes cambiarlo, por
eso necesitas un tutor, que es tu pastor. Si Dios te llama, ven como eres no trates
de
cambiar, ven tal como eres, no trates de disimular y poner lo que no tienes. Todo lo
oculto
con el tiempo sale a luz. Preséntate tal como eres, no le pongas más adornos a tu
orgullo, no lo vistas porque así Dios no te puede ayudar y no puede aceptarte. De esta
forma, te quedas fuera de su visión, es decir, del trato que tenía para ti. Él es el que te
debe desmantelar y arreglar, tú solo no puedes arreglarte. Él es el que te da una
nueva
vestimenta. Es como si el Señor fuese un pintor, Él decide lo que quiere en su cuadro,
pero no trates de querer cambiarle a Él, preséntate en humildad tal como eres.
Naamán el sirio, llevaba muy buenos ropajes y Eliseo no lo recibió porque estaba en
un sistema de mucha santidad, y sabía que
Naamán por dentro estaba podrido. Así que simplemente mandó a su criado para que
le dijese que fuese al Jordán y se sumergiese
7 veces (2 Reyes 5). Por tanto, no se trata de cómo vengas sino de la obediencia
que muestras o tienes a la palabra de
Dios.
Dios no puede aceptarte si no vienes en obediencia, si vas diciendo que lo del otro
es mejor, que si aquello es mejor... no
puedes cambiar el plan que Dios tiene para ti. Nadie nace santo, justo, con disciplina,
no… todo esto aparece con la instrucción. El
que no ha sido instruido no puede instruir a los demás. ¿Valen más los sacrificios que
la obediencia? No, pues al Padre le agradó la
obediencia. Y Jesús fue obediente en todo no aferrándose a su deidad. Nosotros
estamos aquí para obedecer, y la obediencia no es
grata pero es necesaria.
Sin saberlo muchos de nosotros reflejamos a Jesús. Unos un 10% otros un 60%, cada
uno en su grado. Esto debe ser visto para
que nuestra vida hable a los inconversos. Dios quiere que te acerques tal como eres,
no a tu manera, sino no tendrás parte en el
cuadro que el quiere hacer.
Dios te ha dado muchas cosas, pero no has sabido recostar tu cabeza sobre su
pecho. Dios no quiere personas charlatanas
sino presentarnos en sacrificio vivo agradable a Él. Pídele a Dios que haga memoria
de tus ofrendas y acepte tus holocaustos. Los
justos son los que tienen una relación de intimidad con Dios, caminan con Él.
Debes hacerle lugar a la Palabra de Dios, has de ordenar tu casa para que puedas
cobijar su palabra. No puedes vivir como si Él no
existiera. Dios nos perdona pero tenemos las raíces del viejo hombre. Perdona todo lo
que hiciste, pero a partir de la conversión
vienen los sacrificios, y has de renunciar y abstenerte. Entonces serás limpio por la
palabra. Echará fuera de ti toda la carga de
opresión y todas las maldades, pero si tienes una relación real. Se trata de ser
consciente, y así la palabra te lava. Pero vivir como si
Él no tuviese oídos y ojos es muy peligroso, y cuando reaccionas mal se ve tu viejo
hombre.
El cristiano no debe cortar las raíces sino que ha de arrancarlas. Porque si las
corta vuelven a crecer, pero si las arranca de
raíz entonces ya no crecerá. Así que no puedes ser un dejado, y abandonarte por
dentro. Jesús lo decía: “… sepulcros
blanqueados”. La palabra de Cristo mora en abundancia en el corazón cuando
arrancamos las malas hierbas. Así que no puedes
vivir confiado en tus propias fuerzas humanas, nuestro sistema natural no puede
combatir el pecado. El sistema Adánico no puede,
es necesario a través del nuevo hombre poder librarte de las secuelas. Sólo el Señor
a través del Espíritu Santo puede ayudarte y
arrancar las raíces de pecado.
Valorar es sufrir con los que sufren, hacerte parte de ello, y discernir lo que trae el
pastor con la palabra. Un cristiano sin corazón no
funciona, no existe. Usted sabrá lo que está haciendo con su vida.
Dios dice: si tú no sacas tus muebles falsos y carcomidos es que eres un cristiano de
reciclaje, de pantalla, y no eres real. Esto es
como comparar la buena madera maciza con la que es viruta y se contrachapa para
imitar a la buena. Pues hoy los cristianos son
puro reciclaje y la palabra les resbala.
Si quieres ser íntegro, deberás poder cantar: “… que los dichos de mi boca y la
meditación de mi corazón sean gratos delante de ti,
oh Señor !”. Solo si tienes fe puedes agradar a Dios, y serás grato. Si agradas a Dios
se verá en tu rostro, y te dirán: ¿de donde
sacas esto? No es lo mismo que Dios te consiga las cosas a querer conseguirlas tú
orando.
«Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán
llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares
rebosarán de mosto.»
Dios no es grande porque tu digas que lo es. Dios es grande cuando tú lo haces
grande en tu vida. Nosotros dependemos de su
préstamo, necesitamos de Él. No puedes aparentar lo que no eres. Así que si te
presentas a Dios hazlo tal como eres para que el
pueda hacer su obra contigo.
Sin humildad no pueden salir las raíces. Debemos hacer actos de humillación,
pues el orgullo no se deja vencer. Tu debes hacer
lo posible para echarlo fuera. Ve más un cristiano de rodillas que un sabio intelectual
de puntillas. Las puertas están abiertas para
los humildes de corazón, es espiritual.
Cuando saborees la humildad espiritual sabrás que el humillarte es lo mejor, pues así
es como más te mira, te ama y te bendice
Dios. La humildad espiritual te hace libre, rompe las barreras y arranca las raíces.
No todos los cristianos tienen el fruto del gozo, y es muy necesario para no entrar
en un desgaste y decaimiento. Si oyes,
guardas, te humillas y reflexionas vendrá una relación con Él.