El documento discute cómo las relaciones de pareja pueden influir en el rendimiento académico de los adolescentes. En algunos casos, las parejas se estimulan mutuamente en el estudio, mientras que en otros casos la relación distrae a los jóvenes y los aleja de sus estudios. El impacto depende de factores como los valores inculcados en el hogar, la comunicación con los padres y el grado de madurez del adolescente.
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El documento discute cómo las relaciones de pareja pueden influir en el rendimiento académico de los adolescentes. En algunos casos, las parejas se estimulan mutuamente en el estudio, mientras que en otros casos la relación distrae a los jóvenes y los aleja de sus estudios. El impacto depende de factores como los valores inculcados en el hogar, la comunicación con los padres y el grado de madurez del adolescente.
El documento discute cómo las relaciones de pareja pueden influir en el rendimiento académico de los adolescentes. En algunos casos, las parejas se estimulan mutuamente en el estudio, mientras que en otros casos la relación distrae a los jóvenes y los aleja de sus estudios. El impacto depende de factores como los valores inculcados en el hogar, la comunicación con los padres y el grado de madurez del adolescente.
El documento discute cómo las relaciones de pareja pueden influir en el rendimiento académico de los adolescentes. En algunos casos, las parejas se estimulan mutuamente en el estudio, mientras que en otros casos la relación distrae a los jóvenes y los aleja de sus estudios. El impacto depende de factores como los valores inculcados en el hogar, la comunicación con los padres y el grado de madurez del adolescente.
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INFLUENCIA DE LAS RELACIONES DE PAREJA EN CUANTO AL
RENDIMIENTO ACADEMICO
El noviazgo influye de diferente manera en los adolescentes. En algunos
casos de manera positiva, se estimulan mutuamente en el estudio. Si hay uno de los jóvenes de la pareja que es un poco reticente al estudio, es alentado por el otro a seguir. En otros casos, la influencia, perjudica al o los jóvenes. Colocan por encima de todo esa relación que tienen. Piensan en el presente y no en un futuro. No quieren desperdiciar ningún momento y por ello se distraen en clase, no estudian pensando en el otro, no realizan la tarea, incluso prefieren faltar a clases para tener un encuentro, llegando a mentir a los padres y maestros. Todo esto depende de cada familia, de cómo ese chico fue preparado para ese momento, del diálogo que tiene cada familia, del grado de apertura a este tipo de circunstancia de la vida por la que pasamos todos.
En la adolescencia es donde se tiene más curiosidad y ganas de vivir
nuevas experiencias como el hecho de conocer nuevas personas y socializar con ellas. En esta etapa podemos considerar que el ser humano empieza a ver la vida de otro punto de vista pues sus sentimientos, pensamientos y formas de actuar con las demás personas cambian.
Sin embargo debemos tener en cuenta que no solo cambian la parte
intelectual y moral, pues nuestro cuerpo experimenta grandes cambios, algo conocido vulgarmente como las hormonas que contribuyen a sentir atracción física por otra persona y se presentan varias emociones como la pasión, el cariño y muchos más sentimientos que vivimos nosotros los adolescentes al tener una relación sentimental y de compromiso con alguien más.
La mayoría de los adolescentes no poseen un concepto claro de lo que
significa el noviazgo, ya que de acuerdo a la situación real de la sociedad este se toma como algo ligero, un pasatiempo y un entregarme a vivir lo que siento en el momento. Para algunos es una relación que se da a partir de una atracción (que por supuesto debe existir en todo noviazgo) y revolotear de emociones que exigen ser respondidas, pero que no va más allá de esto y en lo cual se fundamenta para dar los argumentos suficientes y establecer así una relación de “noviazgo”. Cabe resaltar que las relaciones de “noviazgo” en los adolescentes es más una ilusión, y un experimentar las primicias de sentimientos de amor de una forma diferente, que un verdadero amor o lo que realmente significaría tener un noviazgo, debido a que para decir que se ama es cuando realmente se tiene una definición clara de lo que significa amar.
El amor, deseo profundísimo del ser humano, anhelo, motivación, ansia,
emoción capaz de impulsar la conducta, los sentimientos y los pensamientos de los hombres y mujeres, del que creen saber los amantes y al que quieren conocer los filósofos y los poetas, los unos con la razón y los otros con la intuición, constituye un elemento fundamental. Y sin lugar a dudas es un sentimiento, nuevo, innovador y profundo en la etapa de la adolescencia. Una experiencia de disfrute donde puede ocurrir lo siguiente:
Imagine que un alumno es muy bueno en la escuela, se enamora de una
compañera no tan destacada y terminan por iniciar un noviazgo. Bien puede suceder que la muchacha ejerza cierta influencia en el joven y logre convencerlo de que no debe estudiar tanto porque hay que vivir la vida al día, al límite, sin preocupaciones escolares. Otra situación que se puede presentar es el bloqueo inconsciente. Este bloqueo implica que el estudiante disminuye su rendimiento académico pero sin que para ello hayan existido influencias negativas por parte de su pareja. Es decir, disminuye su rendimiento sin que se dé cuenta y sin que nadie le presione para que no estudie. Esto pasa cuando la persona concentra, consciente o inconscientemente, toda su energía en pensar y estar con el ser amado. El nivel de distracción que le causa el asombro y el deslumbramiento de su enamoramiento es tal que su psique no logra concentrarse en el estudio y, por ello, disminuye el rendimiento escolar. Esto pasa por la idealización de la que le hablé al inicio.
También podría ocurrir que, el enamoramiento, se
convierta en un estímulo para lograr más cosas, sobre todo si uno de los involucrados apoya a su pareja para incrementar su rendimiento escolar, o también para estar al nivel del novio o novia inteligente. Hay jóvenes que hacen todo lo posible para alcanzar el nivel de rendimiento escolar de su pareja y sentirse más identificados de esta forma. No obstante, no es lo que generalmente ocurre, aunque sí es posible y sí hay muchos casos de ello.
El tipo de situación que se presente depende de la forma en que se
enamoren los adolescentes, de los valores que les hayan inculcado en casa, de la comunicación que tengan con los padres para poder recibir un consejo o apoyo e, incluso, de la madure del adolescente. Recuerde que la adolescencia es un período de crisis, de ruptura de la imagen infantil para poder asumir una imagen adulta y hacerse cargo de su propia palabra, como dirían en el psicoanálisis. De la adolescencia se puede salir rápido o lento, incluso no salir (hay adultos que conservan comportamientos de adolescentes). Por ello es bueno que se platique con los jóvenes en casa y se les acompañe en este proceso, intentando que tomen conciencia de su futura personalidad y responsabilidad.