CUÑAS
CUÑAS
CUÑAS
1.- DESCRIPCIÓN
Fig. 1
El gato de tesado estira los doce alambres simultáneamente y luego bloquea también de
manera simultánea a los doce alambres introduciendo con un pistón especial el cono
macho, que perfecciona luego su bloqueo al relajarse la tensión del gato y permitir el
retroceso o introducción de la cuña en el momento de la transferencia del esfuerzo
desde el gato al anclaje.
En la actualidad los procesos automatizados de producción de elementos metálicos, con
rigurosos controles de calidad, han popularizado el empleo de anclajes de acero,
fundamentalmente por condiciones de confiabilidad.
Estos anclajes pueden ser unitarios o múltiples. El
unitario bloquea o ancla un alambre, trenza o cordón en
Fig. 2
una unidad única constituida por el portacuñas y las cuñas
o mordazas (Fig. 2). Las mordazas pueden ser de dos o
tres gajos, siendo aconsejables estas últimas ya que
producen un apretamiento uniforme en cada una de ellas
(acción isostática).
Las hay también de dos gajos con ranuras, cuyo efecto es
similar a una mordaza de cuatro gajos (Fig. 3).
Tanto la superficie troncocónica del portacuñas como la parte
exterior de las mordazas deben ser muy lisas para facilitar el
deslizamiento entre ambas y lograr que se produzca el
acuñamiento. Una práctica recomendable es engrasar ambas
superficies antes de colocar las mordazas en su posición.
La parte interior de estas mordazas es dentada y de mucha
Fig. 3 dureza, de modo de garantizar un buen agarre del elemento a
anclar sin que patine.
Por facilidad de manipuleo y para que en el momento del boqueo todas las mordazas
entren de manera pareja es conveniente que estén unidas con un aro de alambre acerado
ubicado en una ranura en su extremo externo.
El anclaje múltiple está constituido por un Fig. 4
portacuñas de acero que contiene tantos agujeros
troncocónicos (anclaje hembra) como elementos
a anclar. Dentro de cada agujero se aloja un
juego de mordazas del mismo tipo que las
empleadas en los anclajes unitarios. El gato de
tesado estira el conjunto de los alambres en
forma simultánea. Luego, al relajar de manera
simultánea todos los elementos, estos son
anclados de manera individual dentro de su
propio agujero troncocónico (Fig. 4).
Por regla general no es necesario un gato con pistón interior para apretar las mordazas
antes de transferir el esfuerzo de tesado. Basta con que durante el proceso de puesta en
tensión todas las mordazas estén bien acomodadas y retenidas en su posición con una
leve presión. Al relajar la presión del gato las mordazas deslizan unos milímetros hacia
el interior y se acomodan para bloquear el elemento. Este retroceso del anclaje es
perfectamente medible en obra y debe ser tenido en cuenta al evaluar las pérdidas de
pretensado.
Por ser los más utilizados, en lo que sigue nos referiremos solamente a los anclajes de
cuñas metálicos cilíndricos. Las observaciones son también válidas para los anclajes de
cuñas planas que anclan pares de alambres o cordones.
La parte hembra del anclaje no es tan exigente en cuanto a la calidad del acero y su
dureza. En general un acero de calidad SAE 1045 es apto para su fabricación. Cuando el
anclaje va a ser utilizado en tesado y destesado (pistas de prefabricación de elementos
pretesados) un tratamiento de temple mejora el desacuñamiento.
Las mordazas, en cambio, requieren de un acero de calidad superior con tratamiento de
endurecimiento. Habitualmente se usa un acero de calidad SAE 8620 con tratamiento de
cementación, cuya profundidad debe alcanzar al menos 0,5 mm. La condición
fundamental que se debe cumplir es que la dureza superficial de las mordazas debe ser
mayor (como mínimo un 20 % superior) que la dureza superficial del elemento a anclar.
Esta es la única forma de garantizar que los dientes de las mordazas impronten sobre la
superficie del alambre o cordón y eviten que éste patine. Esta impronta es una
deformación en frío que no reduce la resistencia del elemento.
Todo problema de patinaje de un elemento dentro de un anclaje debe buscarse
primeramente por el lado de la dureza superficial de las mordazas.
3.- EL ÁNGULO MÁGICO DE 7°
Fig. 8