La Modernidad Liquida - BAUMAN
La Modernidad Liquida - BAUMAN
La Modernidad Liquida - BAUMAN
Con clara profundidad se va internando en los secretos rincones del ser humano y construye así
una serie de redes o bucles para representar el mapa de la compleja condición humana:
Bucle individuo-sociedad
Bucle individuo-especie
Bucle inteligencia-afecto
Bucle acción-contexto
Bucle fines-medios
Bucle riesgo-precaución
Bucle egocentrismo-autojustificación-autodecepción
Bucle cerebro-espíritu-cultura
Bucle razón-afecto-impulso
Bucle individuo-sociedad-especie
Bucle individuo-sociedad-noósfera
3. Enseñar la condición humana. El ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural,
social e histórico (estructuras y ámbitos de acción, en Habermas). Aprehender eso que significa
ser humano, su identidad compleja y su identidad común.
4. Enseñar la identidad terrenal. El destino planetario del género humano. Los humanos
vivimos un destino común.
5. Afrontar las incertidumbres. Las mismas que han aparecido en las ciencias físicas,
biológicas e históricas. Abandonar los conceptos deterministas de la historia humana, asumir lo
inesperado y poder afrontarlo.
7. La ética del género humano. La educación debe conducir a una antropoética, que contemple
el carácter trino del ser humano, a la vez individuo-sociedad-especie y construya democracia y
ciudadanía terrestre, al tiempo que asuma la humanidad como comunidad planetaria y tome
conciencia de nuestra Tierra-Patria.
El desarrollo de la obra sigue del modo que te presentamos:
Al error de percepción se agrega el error intelectual del conocimiento en forma de palabra, idea
o teoría, sujeto al riesgo de la interpretación en la subjetividad del cognoscente y su visión del
mundo (Habermas otra vez).
Nuestros sistemas de ideas (visiones del mundo y racionalidades, en Habermas, (H) modelos
mentales, en Senge (S)) protegen los errores e ilusiones.
Es la racionalidad la que corrige. La verdadera racionalidad, abierta por naturaleza, dialoga con
la realidad y es el fruto del debate argumentado de las ideas (acción comunicativa.H.). La
verdadera racionalidad no es solamente teórica ni crítica, sino también autocrítica.
Los conceptos maestros de la inteligibilidad (pretensiones de validez. H.) son el orden en los
deterministas, la materia en los materialistas, el espíritu en los espiritualistas y la estructura en
los estructuralistas. Todos excluyen o subordinan los conceptos que les son antinómicos, como
orden-desorden, espíritu-materia, materia-espíritu, acontecimiento-estructura. Como son
excluyentes, separan lo humano de lo natural y lo natural de lo humano, sin poder concebir la
unidualidad natural-cultural, cerebral-síquica, de la realidad humana. El paradigma cartesiano
separa al sujeto del objeto, disociando la investigación reflexiva de la ciencia y la investigación
objetiva.
El imprinting y la normalización:
La noología:posesión:
Desde el comienzo de la humanidad nació la noósfera: esfera de las cosas del espíritu, por ello
vivimos en medio de una selva de mitos que enriquecen las culturas. Los mitos han tomado forma
a partir de fantasmas formados por nuestros sueños e imaginaciones. Las ideas han tomado
forma a partir de los símbolos y los pensamientos de nuestras inteligencias.
Las sociedades domestican a los individuos por los mitos y las ideas (colonización del mundo de
la vida. H.). Sería necesario tomar conciencia de nuestras enajenaciones para poder dialogar
con nuestras ideas, controlarlas tanto como ellas nos controlan y aplicarles pruebas de verdad y
de error (pretensiones de validez susceptibles de crítica. H.).
Es difícil distinguir entre idea e idealismo, entre racionalidad y razón, lo mismo para reconocer el
mito oculto bajo el rótulo de ciencia o razón, pues tanto el mito como la ideología destruyen y
devoran los hechos (crisis paradigmática en la estructura de las revoluciones científicas, decía
Thomas Kuhn).
Muy a la par de Habermas, Morin destaca que debemos llevar una lucha crucial contra las ideas,
pero no podemos hacerlo más que con la ayuda de las ideas y sólo debemos reconocer como
dignas de fe aquellas ideas que aceptan que lo real resiste a la idea.
Las ideas que argumento aquí, dice Morin, no son sólo las que yo poseo, sobre todo son las que
me poseen. El problema clave es instaurar la convivencia con nuestras ideas, así como con
nuestros mitos y detectar el mentirse a sí mismo. Necesitamos civilizar nuestras teorías y
hacerlas aptas para auto-reformarse.
De la pertinencia en el conocimiento:
El conocimiento del mundo se vuelve una necesidad intelectual y vital al mismo tiempo. Es el
problema universal para todo ciudadano del nuevo milenio: ¿Cómo lograr el acceso a la
información sobre el mundo y cómo articularla y organizarla? ¿Cómo percibir y concebir el
contexto, lo global, la relación todo-partes, lo multidimensional, lo complejo?
El contexto:
Claude Bastien dice que la evolución cognitiva no se dirige hacia la elaboración de conocimientos
cada vez más abstractos, sino por el contrario hacia su contextualización, condición esencial de
la eficacia del funcionamiento cognitivo.
El principio de Pascal para inspirar la educación del futuro: si todas las cosas son causadas y
causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y todas entretejidas por un lazo
natural e imperceptible que liga las más alejadas y las más diferentes, no es posible conocer las
partes sin conocer el todo y tampoco conocer el todo sin conocer las partes.
Lo multidimensional:
El ser humano es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo, racional. La sociedad contiene
dimensiones históricas, políticas, económicas, sociológicas, religiosas…
Lo complejo:
El conocimiento debe movilizar lo que el cognoscente sabe del mundo y activar su inteligencia.
En la misión de promover la inteligencia general de los individuos, la educación del futuro debe
utilizar los conocimientos existentes, superar las antinomias (paradojas o contradicciones)
provocadas por el progreso en los conocimientos especializados, así como identificar la falsa
racionalidad (racionalidades instrumentales con arreglo a intereses, diría Habermas).
La antinomia:
Las disciplinas del saber se han encerrado en sí mismas y se han separado en las ciencias
biológicas, ciencias humanas, exactas, estéticas, etc. El debilitamiento de la percepción de lo
global conduce al debilitamiento de la responsabilidad particular y al debilitamiento de la
solidaridad, pues se pierden los vínculos ciudadanos.
Al mismo tiempo, la división de las disciplinas imposibilita coger lo que está tejido en conjunto,
es decir, según el sentido original del término: lo complejo.
Reducción y disyunción:
La falsa racionalidad:
El siglo XX ha vivido bajo el reino de una pseudo-racionalidad que ha pretendido ser la única,
pero que ha atrofiado la comprensión, la reflexión y la visión de largo plazo y su insuficiencia para
tratar los problemas la ha convertido en uno de los más graves problemas de la humanidad.
Se trata de comprender un pensamiento que separa y reduce junto con uno que distingue y
religa. No se trata de abandonar el conocimiento de las partes por el de las totalidades ni el
análisis por la síntesis: es necesario conjugarlos.
La educación del futuro deberá estar universalmente centrada en la condición humana. Conocer
lo humano es situarlo en el universo y a la vez separarlo de él.
La condición cósmica:
Hemos abandonado recientemente la idea de un Universo ordenado, perfecto, eterno, por un
Universo que nace en la irradiación, en el devenir disperso, donde actúan de manera
complementaria, concurrente y antagónica: orden, desorden y organización.
Nuestra tierra es un trompo minúsculo que gira alrededor de un astro errante en la periferia de
una pequeña galaxia en el suburbio de un gigantesco cosmos en expansión.
La condición física:
La vida surgió en los destellos de los resplandecientes torbellinos solares, nosotros somos
apenas una pajilla de la diáspora cósmica.
La condición terrestre:
La condición humana:
La hominización debe ser tema de la educación, pues muestra cómo animalidad y humanidad
constituyen juntas nuestra condición humana, desde el homo habilis, erectus, neanderthal,
sapiens, en los que se sigue un proceso de bipedización, manualización, erección del cuerpo,
cerebralización, complejización social y surgimiento del lenguaje y la cultura. El homínido se
humaniza mediante un doble principio biofísico y psico-socio-cultural. En Habermas el énfasis
está en el surgimiento del lenguaje simbólico y en la interacción intersubjetiva, la socialización y
la individuación, que se dan al mismo tiempo.
El humano es un ser plenamente biológico y plenamente cultural: homo sapiens es también homo
demens.
El bucle cerebro-espíritu-cultura:
El hombre se completa por y en la cultura. No hay cultura sin cerebro ni espíritu sin cultura. La
mente humana es una emergencia que nace y se afirma en la relación cerebro-cultura.
El bucle razón-afecto-impulso:
Tienen una relación inestable, permutante, rotativa. La racionalidad no dispone de todo el poder,
puede ser dominada, esclavizada y sumergida por la afectividad o el impulso.
El bucle individuo-sociedad-especie:
Las interacciones entre los individuos producen la sociedad y en ésta emerge la cultura. Construir
una ética de la plenitud del sujeto y su libre expresión, constituyen acuerdos fundamentales en
Morin y en Habermas, son también el medio y el fin para Senge y Freire. Todo desarrollo
verdaderamente humano significa desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las
participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia a la especie humana.
Unitas multiplex: la unidad y la diversidad humana:
Se dice justamente La Cultura; se dice justamente las culturas, pues la cultura no existe sino a
través de las culturas. El ser humano es él mismo a la vez uno y múltiple, constituye en sí un
cosmos de pulsiones físicas e instintivas y de sueños y fantasmas, extravíos de lucidez y locas
tormentas.
Sapiens-demens:
Se debe abandonar las visiones solamente racionales, técnicas o utilitarias, pues el ser humano
se nutre de antagónicos:
Homo complexus:
Diké, la ley sabia, es hija de Ubris, la desmesura. El tejido humano es al tiempo racional,
neurótico, infantil… La locura es un problema central del hombre, pues sondea lo indecible y está
en la frontera del genio, más allá de lo real, de lo lógico, de lo social y lo cultural, en los terrenos
de la incertidumbre.
La mundialización es uno de los problemas de nuestro tiempo y la educación debe trabajar con
un pensamiento policéntrico para la identidad y la conciencia terrenal.
La era planetaria:
El mundo se vuelve cada vez más un todo. Morin señala aspectos de la mundialización que
nosotros llamamos globalización. El desarrollo está en un punto insostenible. Es necesaria una
noción más rica y compleja del desarrollo, que sea no sólo material, sino también intelectual,
afectivo, moral.
El legado del siglo XX: La herencia de muerte: La evolución humana es un crecimiento del poder
de la muerte.
Muerte de la modernidad:
Se puede avanzar en la noción Tierra-Patria. Por esto es necesario aprender a estar ahí, en el
planeta: aprender a vivir, a compartir, a comunicarse y a comulgar. (Se parecen a los principios
de aprender a ser, hacer, saber, convivir y discernir, que nosotros empezamos a compartir).
Habermas lo explica así: en el mundo de la vida se requiere de una acción comunicativa que nos
conduzca al entendimiento, a la coordinación de la acción, a la interacción, a la socialización y a
la individuación.
Se impone salvar la unidad humana y salvar la diversidad humana, civilizar y solidarizar la Tierra,
aprender una ética de la comprensión planetaria. Casi son los mismos términos de Habermas,
cuando pide construir una nueva moral, construir intersubjetividad y consenso por medio del
diálogo. Por su parte, Senge centra la quinta disciplina en el diálogo y en organizaciones que
aprenden de sí mismas.
Una gran conquista de la inteligencia sería poder deshacerse de la ilusión de predecir el destino
humano.
La incertidumbre histórica:
¿Quién hubiera imaginado que un asesinato provocaría una guerra mundial, o que un partido
obrero crearía una potencia totalitaria, o que una alianza para liquidar al fascismo se tornaría en
la guerra fría, o que la caída del muro de Berlín derrumbaría el imperio soviético, o que un fanático
del extremo oriente destruiría las dos torres gemelas de Nueva York? El devenir es ahora
cuestionado y lo será para siempre. El futuro se llama incertidumbre.
La historia creativa y destructiva:
La educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento, pues
intervienen los principios de incertidumbres cerebro-mentales, lógicas, racionales y psicológicas.
Habermas también ataca estas diversas categorías de análisis, denominándolas racionalidades
y pretensiones de validez, haciéndolas susceptibles de crítica. Las racionalidades son con
arreglo a medios, fines, normas, principios, valores y al entendimiento.
Las pretensiones de validez son la verdad, la conformidad con las normas, la legitimidad y la
autenticidad.
La incertidumbre de lo real:
Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad. Nuestra realidad no es otra que
nuestra idea de la realidad. Comprender la incertidumbre de lo real es saber que hay un posible
aún invisible en lo real.
Toda acción escapa a la voluntad de su autor cuando entra en el juego de las inter-retro-acciones
del medio donde interviene. Es nuevamente, pura acción comunicativa en el mundo de la vida,
para Habermas.
La apuesta y la estrategia:
6. Enseñar la comprensión:
La comprensión del sentido de las palabras de otro, de sus ideas y de su visión del mundo
siempre está amenazada por todos los lados:
Hay polisemia de una noción que, enunciada en un sentido, se entiende en otro, como la palabra
cultura.
Existe la ignorancia de los ritos y costumbres del otro, la incomprensión de los valores, de los
imperativos éticos, de las otras visiones del mundo y de una estructura mental a otra.
El egocentrismo:
Etnocentrismo y sociocentrismo:
El espíritu reductor:
La ética de la comprensión:
La interiorización de la tolerancia:
Existen cuatro grados de tolerancia: el primero es respetar el derecho a proferir un propósito que
nos parece innoble; el segundo es el principio democrático de respetar la expresión de unas
ideas antagónicas a las nuestras; el tercero es constatar que lo contrario de una idea profunda
es otra idea profunda, en la que hay una verdad que debemos respetar, y el cuarto es la
conciencia de las enajenaciones humanas por los mitos, las ideologías o los dioses.
Los hemisferios planetarios deben dialogar y comprenderse. Morin dice que la comprensión entre
culturas, pueblos y naciones pasa por la generalización de las sociedades democráticas abiertas.
Pero allí está el problema epistemológico de la comprensión que es a la vez medio y fin de la
comunicación humana y cuyo desarrollo necesita una reforma planetaria de las mentalidades, la
cual debe ser la labor de la educación del futuro. En este caso coinciden con los modelos
mentales de Senge y con las visiones del mundo de Habermas, que son la mágica, mítica,
metafísica, religiosa, filosófica, científica y estética.
Toda concepción del género humano significa desarrollo conjunto de las autonomías
individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia a la especie
humana.
Una ética propiamente humana, es decir una antropo-ética que incluya el bucle individuo-
sociedad-especie, y que supone la decisión consciente de:
Los ciudadanos producen la democracia que produce los ciudadanos. Es preciso superar los
regímenes que colonizan el mundo de la vida de los individuos y evitar que ello ocurra en todos
los planos de la acción.
Democracia y complejidad:
La democracia exige a la vez consenso, diversidad y conflicto, al igual que la expresión del bucle
de ideales libertad-igualdad-fraternidad.
La dialógica democrática:
El futuro de la democracia:
En los escenarios educativos, la clase debe ser el lugar de aprendizaje del debate argumentado,
(Habermas) de las reglas necesarias para la discusión, (Senge) de la toma de conciencia de las
necesidades y de los procesos de comprensión del pensamiento de los demás. (Freire)
Kant decía que la finitud geográfica de nuestra tierra impone a sus habitantes un principio de
hospitalidad universal, y el destino común tterrestre nos impone de manera vital la solidaridad.
El individuo y la especie conforman la humanidad, que se ha vuelto un destino común y tiene que
ser un imperativo ético.
Los retos que vienen son salvar a la humanidad en tanto se realiza, mediante una política del
hombre, una política de civilización, una reforma del pensamiento en la Tierra-Patria; el desarrollo
de la relación individuo-sociedad en el sentido democrático, y el desarrollo de la relación
individuo-especie en el sentido de la realización de la humanidad.