Libro de Formación Afectiva

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MAPA CONCEPTUAL

Formación Humana y
Ciudadana

Implica conocer
Quién es la Persona
Humana

por medio del

Desarrollo integral
(físico, afectivo y espiritual)

que se manifiesta

Actos positivos

para

Uno mismo Los demás

con el fin de

Vivir en armonía
UNIDAD 1

LA FORMACIÓN HUMANA Y CIUDADANA

OBJETIVO

El estudiante comprenderá la importancia de la comprensión de la persona y su


inclinación natural al bien para comprender el impacto de sus actos en lo
demás.

MAPA CONCEPTUAL
Formación Humana
y ciudadana

entendiendo
Quién es la
Persona humana

Única que posee

Inteligencia Voluntad

descubre quiere

El Bien

así

Libremente actúa los valores

que es un modo de

Reconocer los
derechos humanos

INTRODUCCIÓN

En esta Unidad se hablará sobre la persona humana. Es importante


entender que ésta es una unidad indisoluble de dos dimensiones, que son
el espíritu y la materia. También se tocará a fondo el tema de sus
facultades; es muy importante la comprensión de las mismas para que
darse nos demos cuenta de la necesidad de interesarnos en su desarrollo,
porque éstas son las que nos permiten ser realmente dueños de nuestras
vidas, abriéndonos los ojos al cuidad que debemos tener no sólo de uno
mismo, sino también de los demás. Únicamente con esta comprensión de
quién es la persona, seremos capaces de reconocer su dignidad y
respetar sus derechos para así vivir en una convivencia armónica.

1.1 QUIÉN ES LA PERSONA HUMANA


La definición más difundida del concepto de persona fue dada por Boecio
y la explica como naturae rationalis individua substantia, es decir,
sustancia individual de naturaleza racional.
Con esta definición, compuesta por conceptos de origen
aristotélico, concebimos a la persona como un ser que es un todo
completo, que no puede dividirse en partes sin perecer y que, además, es
en sí mismo, sin pertenecerle a otro. La persona, como individuo, es
diferente a todos los demás miembros de su especie aunque todos
participen de la misma naturaleza.
Este concepto de persona aplica para definir a la persona
humana, a la persona angélica y a la persona de Dios. Estas tres son
consideradas como tal en base a que poseen una naturaleza racional, así
como individualidad en cada ser. En este escrito el enfoque se centrará
únicamente en las características de la persona humana.

1.1.1 Dimensiones de la persona


Se ha aclarado anteriormente que la persona es indivisible, pero en ella
pueden distinguirse dos dimensiones: la espiritual y la material, pero
ambas conforman una unidad para que la persona sea persona. Es decir,
siguiendo la creencia de que en la muerte el espíritu abandona el cuerpo,
un cadáver ya no es persona, precisamente por el hecho de que su
dimensión espiritual no está presente y ese cuerpo ha dejado de ser
racional y libre, porque ahora está muerto. En este sentido, el error de
Descartes fue ver al hombre como dos sustancias completas, el alma
como res cogitans y el cuerpo como res extensa, cuando en realidad
ambas son un todo sustancial e indivisible.
La persona humana es una unidad de alma espiritual y cuerpo
material. El espíritu se manifiesta a través del cuerpo, en los movimientos
inmateriales de la inteligencia y la voluntad, facultades que se explican a
continuación.

1.1.2 Facultades de la persona


La persona posee dos facultades mencionadas previamente, la
inteligencia y la voluntad, que como se verá, son las que nos diferencian
de los animales, y por tanto, nos hacen superiores a ellos.

La Inteligencia se ocupa de buscar la verdad, al mismo tiempo que


la voluntad se inclina al bien que la inteligencia le presenta.
La Inteligencia nos hace capaces de reconocer el bien y el mal.
Un delincuente o asesino saben que sus actos no siguen una norma
moral, y que no estaría bien si todos salieran a las calles a robar o a matar,
y el género humano ya no existiría, y por esa razón lo hacen de manera
oculta.
Además, si la voluntad por ser la que nos hace querer, es la que
nos mueve, ésta debe estar formada para que los deseos que surgen en
el día a día puedan ser controlados, porque, por ejemplo, caer en el
consumismo puede ocasionar que la autonomía moral de la persona se
desvanezca.
Es por medio de la inteligencia que la persona sabe que existe
una realidad moral y que le es exigida, pero es libre de cumplirla o no. Por
eso, se puede concluir que es indispensable formar la conciencia y la
inteligencia, para que sepamos pensar antes de actuar, analizar lo que
realmente nos hará mejores, desear actuar de ese modo y llevarlo a cabo.
1.1.3 Libertad y capacidad para reconocer el bien
Por sus facultades superiores, la persona es un ser libre. Esto se
manifiesta en la capacidad de dominar sus instintos y hacer juicios para
elegir. Contrario a los animales, el ser humano hace partícipes a su
inteligencia y voluntad hasta en sus necesidades biológicas.

Se puede definir a la libertad como una característica de la


voluntad. La libertad, en su sentido moral, es definida como “no la
posibilidad de escoger entre el bien y el mal, sino sobre todo la
imposibilidad de escoger el mal”.1

Con esto surge la duda del por qué hay quienes obran mal. Lo que
ocurre es que el hombre, al ser imperfecto, puede confundir entre los
bienes que se le presentan. Puede elegir un bien inmediato, sin que
necesariamente sea lo que le hará mejor a él o a los demás. En cada acto
que realizamos, hay algo que percibimos como bueno para nosotros,
aunque objetivamente no lo sea. Y si la persona no está acostumbrada a
desarrollar y formar su inteligencia, le será fácil cometer este error.

Así, como todos tenemos la capacidad para reconocer el bien,


también llamada conciencia, debemos hacerle caso. Como menciona
Espíndola en su libro Ética ciudadana, la capacidad de reconocer el bien
se puede explicar de varias maneras. A continuación se presentan
algunas de ellas:

a) El enfoque universalista racional de Kant. Éste dice que por la


racionalidad del hombre nos es posible reconocer el bien, así
todo ladrón sabe que robar no es correcto, sino todos lo harían.
Por esto, se infiere que existen normas universales, a fin de
proteger el bien.
b) El bien como compasión. Shopenahauer es uno de los filósofos
que afirman que el motor de la moral es la compasión. El dolor,

1
Ramón Lucas, El hombre espíritu encarnado, p.170.
compartido por todo el género humano, genera comprensión del
otro y lo motiva a ayudarlo. Cuando esta ayuda se omite, genera
un sentimiento de culpa que fue causado por el conocimiento
de que no se ha obrado correctamente.
c) El mandamiento que viene del rostro del otro. El filósofo Lévinas
explica esto diciendo que el otro no me deja indiferente.
Explicando esto con un ejemplo, si vemos a un méndigo en la
calle podemos darle limosna o no lo miramos, y ambas ocurren
porque generan en nosotros una petición de ayuda o
responsabilidad sobre el otro. Reconociendo estas situaciones
u otras injusticias es que captamos lo que es el bien.

1.2 LOS VALORES Y ANTIVALORES


Los valores, estudiados por la Axiología, son principios que orientan el
actuar de una persona y existen desde que el hombre existe y los
descubre con su inteligencia; no los crea, pero sí es agente de actuarlos.
Cuando se viven de manera habitual, van determinando el modo de ser
de cada uno, de la misma manera en que lo hacen los vicios, tal como lo
afirma López de Llergo.

La persona humana posee en su vida, varias áreas que la conforman:


espiritual, física, afectiva, económica, entre otras. Es por eso que con los
distintos valores se va abarcando la totalidad de su ser. “Al ser los valores
una respuesta a las necesidades humanas, estos se refieren al ser del
hombre; a la estructura de donde surgen estas necesidades […]”2

Cada persona, de acuerdo a sus expectativas y deseos basados


en su experiencia de vida, crea una escala de valores. Pero existe una
jerarquía basada en el común de todo ser humano, que es la naturaleza
del hombre. Esto no significa que haya aspectos humanos menos
importantes que otros porque el hombre es una unidad, pero sí hay
aspectos que nos perfeccionan o que trascienden más que otros, por
ejemplo, los valores morales van por encima que los económicos.

El desarrollo moral humano debería ocurrir de forma paralela al


crecimiento fisiológico y desarrollo psicológico […] No obstante, el
desarrollo moral no ocurre de una manera automática –como es el caso
del crecimiento fisiológico– sino que consiste en cultivar una naturaleza,
potencialidad o capacidad innata hasta su pleno desarrollo o madurez,
para lo cual se necesita recibir una educación adecuada y realizar
esfuerzos propios responsables, conscientes, voluntarios, libres y
creativos.3

Esto significa que poner en acto un valor, requiere de la reflexión


que nos lleve a decidir hacerlo y así llegar al carácter práctico de los
valores. En esta reflexión de la conciencia existen cuatro elementos: la
motivación, el fin, el medio y la consecuencia de lo que se quiere efectuar.
Y una forma eficaz de hacer esta evaluación sobre nuestras conductas a
decidir, es respondiendo preguntas como: ¿Por qué y para qué quiero
hacerlo?, ¿qué resultados busco?, ¿de qué manera lo voy a hacer?,
¿alguien saldrá afectado directa e injustamente por mi decisión?, ¿estaré
tranquilo después de hacerlo?
Así, todo acto que se realiza aun sabiendo que no es lo mejor por
las consecuencias que tendrá en uno mismo o en los demás, es un
antivalor. La repetición de este tipo de acciones son lo que conocemos
como vicios. Generan en nosotros un bien inmediato pero a largo plazo no
nos hacen ningún beneficio, sino que nos traen conflictos interpersonales,
de salud o problemas laborales. A veces es difícil darse cuenta de los
propios vicios, pero si reconoces alguna de estas características en un
hábito tuyo, debes poner atención y pensar si realmente te llevará a un
futuro mejor.

3
Miguel Ángel Cano, Ciencia y valores, p. 343.
Si nos acostumbráramos a realizarnos estas preguntas
constantemente, el rumbo de nuestra vida sería distinto, al igual que
habría cambios positivos en nuestro alrededor porque veríamos no sólo
por nuestro bien, sino también el de nuestros semejantes, que aunque
evidentemente es imposible que nos conozcamos entre todos, lo que uno
hace tiene un impacto en efecto cadena o de rebote en todos los demás.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Ensayo de autoreflexión sobre un valor que cada uno viva, cómo


se obtuvo, cuándo lo aplica, qué te hace sentir el llevarlo a cabo.
Y, en contraparte, un valor que te gustaría tener, por qué y cómo
puedes conseguirlo.

1.3 IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN HUMANA Y CIUDADANA


La importancia de la formación humana, individual, radica en que somos
seres sociales y que nuestros actos afectan directa o indirectamente a
todos los seres humanos, y por lo tanto, debemos ser cuidadosos e
inteligentes al tomar decisiones. Asimismo, la formación ciudadana
permite conocer argumentos sobre la posibilidad de una convivencia
democrática, la responsabilidad social, la búsqueda del propio bien y la
solidaridad.

1.3.1 La persona como ser social


La persona por naturaleza es un ser social, interdependiente, y esto lo
sabemos porque nace dentro de una familia, donde debe relacionarse con
sus integrantes para poder satisfacer sus necesidades básicas. Si no lo
hiciera, moriría.
Aprendemos a comunicarnos a través del lenguaje por la interacción
que tenemos, así tenemos a quién imitar y aprendemos conductas que
nos permitirán satisfacer nuestros deseos.
Siempre necesitamos del otro. Ninguna persona es capaz de ser
absolutamente autosuficiente, siempre necesitará de alguien que tenga
conocimientos en materias que él no tenga, por lo que buscará su ayuda.
La influencia de los demás es tal, que hasta las ideas que cada uno tiene
son influenciadas en cierto sentido, por conocimientos que obtuvo por
alguien más.
Es también el instinto de conservación y de perpetuar la especie, lo
que nos empuja a estar en comunidad.
Por otro lado, las personas ermitañas son muy escasas y se ha visto
que después de un determinado tiempo en asilamiento, vuelven a su
comunidad por un tiempo. También se sabe que es considerado como
tortura el aislamiento de un ser humano, y quienes son sometidos a esto
pierden la razón porque no tienen con quién interactuar. La interacción es
la que permite que la persona siga aprendiendo, pueda comunicarse,
compartir, hacer algo por los demás.
Seguramente a muchos de nosotros nos ha pasado que en ocasiones
no queremos estar solos y con la simple presencia de alguien más
estamos tranquilos. Esto es porque el otro es quien nos reconoce como
personas, como seres valiosos dignos de ser amados. Esto no significa
que sean los demás quienes nos otorguen derechos o la misma dignidad,
pero al reconocérnoslo nos permiten recordar nuestra esencia de
personas.
Es por esto que no sólo necesitamos convivir para sobrevivir, sino que
también para vivir como humanos creando condiciones de vida dignas en
las que podamos desarrollarnos en todas las dimensiones de la persona
humana.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Realiza un ensayo sobre cómo influye en ti el ámbito universitario.


1.3.2 Responsabilidad y madurez
Cada uno, al ir creciendo y desarrollando sus facultades superiores, como
ya vimos anteriormente, va reconociendo más claramente lo que es
correcto y lo que no. En el camino pueden cometerse errores, pues no
somos perfectos, sino seres perfectibles. Y en esta capacidad de
autoperfección continua existe lo que conocemos como responsabilidad.
Ésta nos permite hacernos cargo de nosotros mismos, de nuestros actos
y sus consecuencias, sean positivas o negativas. Como es evidente, lo
que generalmente nos cuesta más es aceptar esto último, pero la madurez
nos empuja a hacerle frente. Son precisamente la responsabilidad y la
madurez lo que distinguen a un niño de un adulto.

El adulto tiene mayor capacidad de juzgar los hechos porque tiene


más experiencia y fundamentos que un niño. Es capaz de pensar en las
consecuencias que generará su conducta y no debería necesitar de la
aprobación de los demás para hacer las cosas, como lo necesita un niño
pequeño con su madre.

La madurez es una cualidad de la persona que refleja cierto grado de


desarrollo emocional e intelectual. Ésta se logra a través del tiempo, y hay
distintos grados de acuerdo con la edad que se tiene. Nunca se es
suficientemente maduro ya que siempre se puede seguir aprendiendo y
mejorando, pero únicamente se madura cuando la persona se detiene a
analizar su conducta, lo que ésta ha generado, buscando el lado positivo
del asunto y buscando la manera de reparar el daño, si es que hubo, y
buscando alternativas de acción para la próxima ocasión.

Hay quienes maduran en ciertos aspectos, como lo emocional o lo


intelectual, y en otros no. Algunos lo hacen a más temprana edad que
otros. Esto se debe, no a las circunstancias de vida, sino a cómo se vive
la vida misma.

También influye que todos, al ser distintos, tenemos tiempos internos


diferentes, por lo que dos hermanos pueden aprender y superar de distinta
manera una misma situación, pero depende de uno mismo y de nuestra
actitud el querer sacar algo útil para nuestro bien. Piensa cómo sería la
sociedad si todos se detuvieran un momento a pensar qué podrían
mejorar de sí.

Necesitamos ser más coherentes entre lo que decimos y lo que


actuamos, a través de una autorreflexión y autoevaluación, sin la
necesidad de caer en el escrúpulo pero sí con miras a lo justo y a la
verdad. Es importante aprender a regular nuestra propia conducta si
queremos ver un cambio social. Sabemos que hay muchas incoherencias
a nuestro alrededor, pero no podemos caer en ese camino. El cambio que
la sociedad necesita, empieza en uno mismo.

Como menciona Carlos Cullen en su libro Autonomía moral,


participación democrática y cuidado del otro, existe una demanda social
en términos de formación de una personalidad moral autónoma, es decir,
que esté equipado con principios y conocimientos suficientes que le
permitan hacerse cargo de su vida, de sus propias opciones, con la
capacidad de defenderlas y siempre encaminado hacia la verdad y con
respeto hacia opiniones distintas, para que exista una justa convivencia,
que es lo que precisamente buscamos lograr.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Realiza una reflexión sobre un evento que fue importante para ti,
sea grato o no, cómo lo afrontaste, qué aprendiste del hecho y qué
cambió en ti a raíz del mismo.
AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué hace diferente al ser humano de otras especies?


2. ¿Cuáles son las dimensiones de la persona?
3. ¿Cómo se puede formar la inteligencia?
4. Menciona tres características de los valores.
5. ¿Cuándo comienza el desarrollo moral?
6. ¿Qué es la madurez?
7. ¿Qué significa formar una personalidad moral autónoma?

Respuestas:

1. ¿Qué hace diferente al ser humano de otras especies?


Lo que nos hace diferentes a otras especies es que el hombre es persona,
lo cual significa que es una unidad de espíritu y cuerpo. Como ser
espiritual es un sujeto con Inteligencia y Voluntad, facultades que le
permiten, entre otras cosas, orientar y dominar sus impulsos biológicos,
renunciar a sí mismo y ver por los demás, buscar la autoperfección y tener
la capacidad de reconocer lo finito y lo infinito.

2. ¿Cuáles son las dimensiones de la persona?


La persona tiene dos dimensiones: la material y la espiritual pero que
conforman una unidad.

3. ¿Cómo se puede formar la inteligencia?


La Inteligencia es una facultad de la persona que se inclina a la verdad,
por lo que se forma a través de una apertura sincera a la misma, es decir,
reflexionando, discutiendo y argumentando con objetividad distintas
posturas. Este ejercicio se debe fomentar desde la infancia para que cada
uno se acostumbre a hacer juicios sobre lo que le presentan, en lugar de
creerse todo sin cuestionar, ya que así nunca se conocerá la verdad.
4. Menciona tres características de los valores.
Los valores al ser fundamentados en la ley natural son atemporales,
objetivos, y guardan una interrelación entre sí.

5. ¿Cuándo comienza el desarrollo moral?


Comienza desde que el ser humano nace a través de la enseñanza de
límites, reglas y responsabilidades adecuadas a la etapa de vida porque
así se va formando la Inteligencia y la Voluntad. Asimismo, este desarrollo
nunca termina.

6. ¿Qué es la madurez?
La madurez es una cualidad de la persona humana que refleja cierto grado
de desarrollo emocional y/o intelectual. Ésta no tiene límite porque
siempre se puede seguir aprendiendo de uno mismo y
autoperfeccionándose.

7. ¿Qué significa formar una personalidad moral autónoma?


Significa que la persona es capaz de hacer sus propias elecciones
siguiendo el camino de la verdad, teniendo las herramientas necesarias
para defenderlas sin agredir al otro, y haciendo frente a las consecuencias
de las mismas.

UNIDAD 2
GRUPO SOCIAL

OBJETIVO

El estudiante conocerá los diversos aspectos que conforman a un grupo


social, y descubrirá la interrelación de los mismos, así comprenderá la
importancia del desarrollo de cada uno de ellos con base en la dignidad del
ser humano.

TEMARIO

2.1 ESTRUCTURA SOCIAL 2.2 MANIFESTACIONES CULTURALES 2.3 IDEOLOGÍA 2.4 PODER
2.5 GRUPOS VULNERABLES 2.6 DERECHOS HUMANOS

MAPA CONCEPTUAL
Estructura

Manifestacio
nes
culturales

Ideologías
Interacción
e influencia
mutua
Poder
Grupo social
Grupos
vulnerables

Derechos
humanos

INTRODUCCIÓN
En esta Unidad se estudiará qué es un grupo social y los elementos que
lo conforman. Estos elementos abarcan las distintas áreas que conforman
al ser humano, y al final, forman una unidad. Cuando una falta, todo falta.
Se comprenderá cómo su interrelación marca la pauta del orden social y
de la estructura de la sociedad.
2.1 ESTRUCTURA SOCIAL
“Es la que coordina las actividades individuales, para funcionar como
equipo, ya que se refiere a los patrones respectivamente estables y
duraderos que organizan las relaciones sociales y proporcionan el soporte
fundamental de lo que llamamos ‘sociedad’.”4
La estructura es lo que le da la forma, la manera en que los engranes
sociales están acomodados para lograr un funcionamiento en general.
Dentro de esta estructura, como en todo sistema, si hay una falla o atraso
en alguno de sus componentes, todo el sistema se ve afectado.
Lo mismo pasa en la sociedad. Cuando en alguno de sus elementos,
ya sea el Estado, el gobierno, la política, el área judicial, etc. hay alguna
falla, ésta se ve reflejada en todo lo demás, es por eso que siempre nos
estamos echando la culpa unos a otros. Y en realidad es que en cada
ámbito existen fallas, pues somos humanos y nos equivocamos, pero la
raíz del problema es el ser humano y el egoísmo que muchas veces lo
mueve a actuar sin importar las consecuencias.
Hemos estado estudiando que el hombre necesita formar su
inteligencia y voluntad, y el ámbito adecuado para hacerlo es dentro de la
familia, no en la escuela. La familia es la estructura básica de la sociedad,
en ella es donde nace la persona, donde aprende tanto a comunicarse,
así como las normas de la convivencia.
Es en ella donde se forma la estructura de la personalidad, la cual dará
como resultado la manera en que la persona se desenvuelva en sociedad.
Por lo tanto, donde más atención deberíamos poner todos, es en la familia,
en su bienestar, en la educación y formación de la misma, para que así
realmente se extienda de una manera más sólida la integridad de las
personas, y esto se vea reflejado en la sociedad.
Por otro lado, en toda estructura existen dimensiones. Las que se
consideran en Sociología como dimensiones básicas de la sociedad,
a saber: la tecnología, la economía, la política, las instituciones, y
las creencias. Todas las anteriores las distinguimos por las

4
La estructura social. La convivencia en sociedad. http://www.scribd.com/doc/39817525/FILOSOFIA-IV, México
relaciones que nos unen con los demás seres humanos. Algunas de ellas
serán estudiadas más adelante.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Análisis de la película “The Power of One” y relacionar con el tema
de transmisión y vivencia de valores. (Conocida también como “La
Fuerza de Uno”. Participan Morgan Freeman, Stephen Dorff).

2.2 MANIFESTACIONES CULTURALES


Las manifestaciones culturales son aquellas costumbres que cada grupo
social tiene y que lo identifica de acuerdo con la zona geográfica e
histórica en que se dé lugar. Es decir, forman parte de la identidad de cada
persona que vive de acuerdo a ellas. Abarcan diversas áreas como el arte,
costumbre de vestimenta, de alimentación, ritos ceremoniales o religiosos,
idioma y economía.
Cada persona aprende a relacionarse con los demás de acuerdo con
estas manifestaciones que son aprendidas desde la infancia,
conformando parte de su personalidad. Es así que cuando una persona
viaja a otros lugares puede no sentirse identificada o no comprender
ciertos hábitos, cada uno de los cuales tiene un origen simbólico e
histórico.
Un ejemplo de estas manifestaciones es que en ciertas tribus africanas
las personas utilizan otro tipo de vestimenta muy distinta al que estamos
acostumbrados a ver en la Ciudad de México. Si un mexicano saliera a las
calles en taparrabos o desnudo, sería mal visto y hasta podría ser
sancionado, porque eso no va de acuerdo con la cultura y las leyes
mexicanas donde los parámetros son distintos. En cambio, en África esto
es muy común y no significa que alguna de las dos culturas esté
equivocada. Simplemente que allá por el tipo de clima, de historia, de
labores y ritos que tienen, esta vestimenta es adecuada para ellos y no
causa escándalo como podría ocurrir aquí. Por lo tanto, las diversas
manifestaciones que cada grupo social posee, tiene por objetivo mantener
unidos a sus miembros y al mismo tiempo darles un lugar dentro del
mismo. La única razón para juzgar las diferentes actividades sociales es
que éstas vayan en contra de la dignidad humana o que atenten en contra
de alguno de los derechos humanos. Es ahí cuando se debe intervenir y
formar la conciencia de ese determinado grupo.
Por ejemplo, la costumbre africana de aflación o mutilación del clítoris
en las niñas, atenta contra la dignidad humana de las víctimas, ya que se
está cometiendo una mutilación a los cuerpos, que lejos de beneficiarlas,
les causa mucho dolor, tanto físico como emocional. Atrofia una parte
importante de sus vidas, limitándolas de cierta manera.
Este tipo de características hacen ver que ciertas prácticas no son
buenas y representan un llamado de conciencia sobre las mismas.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Realiza una investigación sobre dos prácticas o ritos que expresen
la cultura de nuestro país, así como la historia y fundamentos de
los mismos.

2.3 IDEOLOGÍA
Este punto va muy ligado con el anterior. Las manifestaciones culturales
y la ideología expresan la manera de pensar de un pueblo. Con base en
la ideología, es decir, el significado que le dan al ser humano, y a los
conceptos en general, son el punto de partida de las manifestaciones de
su cultura, y éstas a su vez, van reforzando la ideología.
Existen ideologías en el ámbito social, político y religioso, volvemos a
lo mismo, éstas van interrelacionadas y dan forma a la estructura de cada
sociedad. Y van cambiando a través de tiempo, de acuerdo con las
necesidades del momento. Ninguna es completamente correcta ni
absoluta, sino que cada una, desde su punto de vista, tiene algo de
verdad.
La ideología tiende transformar o conservar un sistema
determinado, que va enfocada a lograr una sociedad ideal. Es así
que ésta es compartida por un grupo que sigue el mismo plan trazado con
un mismo fin. Como aclara Ira J.
Cohen en el libro Teoría de la estructuración, uno de los efectos de las
ideologías es la reestructuración social.
Muchas veces ocurre que las ideologías existen antes de que nazca un
ser humano, es decir, al momento en que nace es educado bajo ciertos
lineamientos, y en cierto sentido, no puede elegir otra manera de ser. Esto
cambia hasta que crece y desarrolla la capacidad de reflexión, conoce
otros puntos de vista y puede elaborar un juicio sobre ellos y elegir por él
mismo lo que desea creer, lo que más le convence. Como se ha
mencionado, la verdad es absoluta, y como tal, es muy difícil de abarcar
por el ser humano, es así que cada punto de vista tiene una parte de
razón. Por eso, no podemos estar cerrados a una idea en concreto, porque
nos estaríamos limitando. Cada ideología es respetable siempre y cuando
esté fundamentada en el desarrollo integral de la persona.

2.4 PODER
El poder es una característica intrínseca de lo social, por lo que en todo
grupo existe y éste puede ser de diversas maneras. Pero empecemos por
definirlo. El poder es la capacidad que tiene un grupo o persona sobre
otros y que le permite decidir o influir en ellos y en sus actos.

Lo encontramos desde la estructura básica que es la familia, hasta en


las macroestruturas de los gobiernos y sus países.

Así, el poder puede obtenerse de manera formal cuando alguien lo cede


a un ser en específico. También pasa de manera informal, cuando alguien
influye en otros sin que éstos le hayan dado ese papel, pero desde que
aceptan sus ideas le están dando poder.

Dependiendo de la relación que se tiene con quien ejerce el poder, y


cómo éste lo utiliza, se pude encontrar la autoridad o el autoritarismo. La
primera consiste en que la persona que ejerce el poder sí respeta y
considera a los seguidores; todo lo contrario ocurre con el autoritarismo,
éste amenaza, manipula, intimida y viola los derechos humanos.

El ser humano por su naturaleza de mejorar y avanzar, tiende a querer


el poder para lograr realizar, con la ayuda de los demás, ciertos intereses.
Es por eso que de manera constantemente, estamos en lucha de poderes
con quienes nos rodean. Por ejemplo, en una relación de pareja, ambos
quieren decidir y tener la razón; en el ámbito laboral puede haber rivalidad
entre los compañeros por quién es el mejor o quién será ascendido de
puesto. En la vida cotidiana se hallan numerosos ejemplos de esta lucha
constante, y ésta es buena cuando se sabe llevar con equilibrio, porque
nos impulsa a intentar hacer las cosas lo mejor posible.

Cuando el poder es mal llevado, sin justicia de por medio, se cae en lo


mencionado anteriormente: el autoritarismo. Éste no motiva a las
personas a dar lo mejor de sí porque se sabe que no se valorará su
esfuerzo, que no será tomado en cuenta. Y aunque no debemos actuar
por agradar a los demás, sino por interés personal, aún así es importante
para el ser humano el reconocimiento del otro.

Se pueden ver muchos casos de personas que han sido sometidas y


que se dejan morir, dejan de luchar. Y otros que sacan fuerza interior para
que a pesar de ese sufrimiento de no ser considerados, buscan un sentido
de vida que los motive a seguir. Algunos luchan hasta que después de
mucho esfuerzo logran salir de esa relación destructiva, o consiguen
derrocar al autoritario. Esto lo podemos ver en lo que ocurrió hace pocas
décadas en los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial.

En cambio, el poder y la autoridad bien ejercidos, utilizan como bases


el respeto, la escucha, la confianza, permitiendo el diálogo y es, además,
flexible. Repartir órdenes es autoritarismo, poner límites en exceso es
represión, y no ponerlos es permisivismo. Estos últimos conceptos caen
en el extremo y ninguno ayuda al educando a ser mejor. A veces se
utilizan porque pareciera que es más fácil, pero en realidad no es así.
Cuando una persona está cierta de lo que quiere, sabe cuál es su función
y confía en su propia capacidad, puede ejercer la verdadera autoridad, y
ésta, cuando marca ciertas pautas como límites y reglas coherentes y
conocidas por los demás, le da la seguridad de poder intentar nuevas
cosas y crecer. Lo demás, al no tener claridad porque se permite todo o
nada, no ofrece seguridad a la persona sobre hasta dónde puede llegar.

Esto puede quedar más claro con el siguiente ejemplo: un niño quiere
salir a jugar al jardín, el cual está junto a un bosque. La madre, temerosa
de que éste se pierda o corra peligros, le permite jugar únicamente
alrededor de la silla donde ella estará cuidándolo. Evidentemente, el niño
no podrá divertirse como quisiera por no poder alejarse de la silla, y la
madre tampoco estará del todo confiada ni divertida. En cambio, si la
madre hubiera puesto una barda alrededor de su jardín, que lo separara
del bosque con algo firme y evidente, el niño podría jugar en un espacio
que ya ha está asegurado y podrá llegar más lejos que el otro, que al no
tener barda no podía moverse. Y también la madre se encontrará más
tranquila de saber que su pequeño está en un lugar que ella conoce es
seguro y que, aunque le dedicó tiempo, lo construyó con amor para el bien
de su hijo.

Esto nos ejemplifica que la autoridad busca el bien del otro al indicarle un
camino cierto y seguro por el cual le permite caminar hacia su desarrollo
personal y pleno.

2.5 GRUPOS VULNERABLES


La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco propone la
siguiente definición para éstos:

Son aquellos que por sus condiciones sociales, económicas,


culturales o psicológicas, pueden sufrir vejaciones contra sus
derechos humanos. Entre ellos tenemos a:

• Personas de la tercera edad.


• Personas detenidas.
• Personas con discapacidad.

• Mujeres.
• Niños y niñas.
• Pueblos indígenas.
• Personas con enfermedad mental.
• Personas con VIH/sida.
• Trabajadoras (es) migrantes.
• Minorías sexuales.5

Así, tenemos que estas personas cuentan con los mismos derechos
que los demás, pero en la práctica no son respetados o no poseen los
suficientes canales para llevarlos a cabo. Por ejemplo, todos sabemos que
tenemos derecho a tener un trabajo digno y bien remunerado, pero
lastimosamente esto es un ideal que a la fecha no ha sido posible que
todos compartamos. Existen muchas personas de la tercera edad,
mujeres e indígenas que no tienen trabajo, y no sólo ellos, sino que
personas que no entran en la clasificación de grupos vulnerables tampoco
lo poseen. No se ha logrado que todos tengamos igualdad de
oportunidades. Pero poco a poco, los ciudadanos hemos ido buscando
soluciones a esto, algunas mejores que otras, pero la mayoría no se queda
quieto, sino que queremos ayudar a que estas minorías puedan salir
adelante y ser reconocidas.
En México, en la última década hemos sido acercados al tema de las
personas discapacitadas, y poco a poco hemos ido aprendiendo a
aceptarlas, incluirlos y respetarlas. Esto gracias a personas que vieron su
necesidad y no las dejaron solas. A pesar de muchas críticas que se tienen
sobre la manera en que se nos han presentado a estas personas y
la forma en que se les apoya, muchos de ellas han podido cambiar
sus condiciones y calidad de vida, y como seres humanos es lo más
importante, tanto para ellos como para nosotros.

5
Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, http://www.cedhj.org.mx/derechos_humanos/vulnerables.html,
México
Como dijo el escritor Terencio: “Soy humano y nada de lo humano me es
ajeno”, es decir, todo avance o retroceso en una persona tiene
consecuencias en los demás.

También existe quien ha defendido a los grupos indígenas de nuestro


país. Como se ha visto, los ritos, el lenguaje y otras manifestaciones
culturales son las que unen y dan sentido de identidad y pertenencia a los
integrantes. Por lo que quienes se empeñan en imponerles otro tipo de
conductas o querer “actualizarlos” no han comprendido el valor de la
cultura. Hemos dicho ya que para cada uno existen distintos intereses de
acuerdo con la manera en que se aprendió a afrontar la vida y las formas
de satisfacer las necesidades que nos surgen, todas válidas y respetables
sí, y sólo sí, van de acuerdo con la dignidad del ser humano.

2.6 DERECHOS HUMANOS


Como mencionamos en la unidad anterior, los derechos nos corresponden
a todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo o nacionalidad.
Se sabe que en muchos países existen casos de injusticias por la
negación de la existencia de los derechos de ciertas personas, y esto ha
generado grandes conflictos internacionales porque se sabe como una
injusticia. Cuando algo llama la atención y mueve a los demás, es porque
existe una situación o hecho que nos dice que eso no es correcto.
El objetivo de estos derechos es respetar la dignidad humana de todo
ser humano.
“Son todos los derechos subjetivos que corresponden al ser humano
como tal, involucrando entre ellos a los personalísimos, a los civiles,
políticos, sociales, de incidencia colectiva, y también a todos aquellos
principios y criterios que la conciencia humana adopta como
parámetros para dilucidar qué es lo justo y qué, lo injusto.”6
La Comisión Nacional de Derechos Humanos los define de la
siguiente manera:

6
Félix Vicente Lonigro, Formación Cívica y ética, p.177.
Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a
la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta
indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una
sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en
la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados
por el Estado.7

En la antigüedad, el reconocimiento de los mismos era independiente


de cada Estado o nación, pero a través de los siglos los derechos
humanos han sido de interés común, por lo que se ha internacionalizado
su definición y la búsqueda de su respeto. Por ejemplo, fue hasta 1791
cuando se efectuó en Francia la primera Declaración de los Derechos del
Hombre, pero no fue hasta 1948 cuando se internalizó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos por la Organización de las Naciones
Unidas. La ONU, al agrupar varios Estados, pudo hacer este documento
obligatorio para ellos. Desde entonces, se han ido creando más
organismos de carácter internacional que también refuerzan la tutela y
protección de los derechos humanos. Algunas de éstos son la Comisión
Interamericana de los Derechos Humanos y la Corte Interamericana de
los Derechos Humanos.
Ahora bien, así como todos tenemos los mismos derechos debemos
aprender a respetar los de los demás. Cuando el abuso de nuestra libertad
nos lleva a violar los derechos ajenos, es obligación de la sociedad hacer
justicia ante esto, y la manera lícita de hacerlo es mediante el poder que
hemos dado a las autoridades para que se encarguen del asunto. Hacer
justicia por propia mano generalmente lleva a más injusticias, porque se
ha actuado de manera impulsiva y subjetiva. Es por eso que dentro
de la legislación y la jurisprudencia existen ya las condenas

7
Comisión Nacional de Derechos Humanos, http://www.cndh.org.mx/losdh/losdh.htm, México
establecidas para cada acto ilícito, lo cual ha sido evaluado con
objetividad.

La tarea de proteger los Derechos Humanos representa para el Estado


la exigencia de proveer y mantener las condiciones necesarias para
que, dentro de una situación de justicia, paz y libertad, las personas
puedan gozar realmente de todos sus derechos. El bienestar común
supone que el poder público debe hacer todo lo necesario para que, de
manera paulatina, sean superadas la desigualdad, la pobreza y la
discriminación.8

Como menciona Carlos Díaz en el libro Pedagogía de la ética social,


todo lo que ofende la dignidad del hombre perjudica a toda la civilización.
Se necesita una condición de vida más justa y más humana; todos
esperamos ser tratados así, pero sabemos que esto no siempre ocurre.
Hay animales que viven en mejores condiciones que varios grupos de
hombres. En ocasiones somos nosotros mismos quienes denigramos a
los demás, a veces ni nos damos cuenta. Una manera de evitarlo o de
darnos cuenta, es preguntarnos si nos gustaría que nos trataran de la
manera en que nosotros lo hacemos con cada uno de nuestros
semejantes. Es una frase muy conocida por todos, pero es cierta. Es un
pequeño paso para que cada uno analice su actitud con los demás, esto
genera grandes cambios porque empieza por modificarnos a nosotros y
también a los demás, que se sienten valorados y respetados por alguien.
Nunca sabremos las circunstancias de vida de los demás, no sabemos
cómo sean en realidad sus familias, pero nosotros podemos tratarlos bien,
como merecen y poco a poco habrá una reacción en cadena que
regresará a nosotros con un buen trato, el cual también merecemos.
Quien no se comporta humanamente necesita ser reeducado
y rehabilitado en sus relaciones interpersonales, pero partiendo de
la explicación de qué es una persona. Es muy difícil que alguien que

8
Ibid.
entendiendo esto permita ser maltratado o trate mal a los demás, porque
sabe el gran valor que se tiene. Por ejemplo, una persona que tenga una
medalla de oro, por más que esté empolvada, pisada, que alguien la
aviente, ésta sigue valiendo mucho aunque a simple vista se vea mal. Y
quien sabe reconocerlo no la tratará así ni dejará a los demás seguir
haciéndole daño.
Ahora bien, hemos hablado del respeto de los derechos de otro, pero
falta lo más importante, el respeto a los propios derechos. Muchas veces
no nos damos cuenta o permitimos que alguien nos trate mal, a veces
confundiéndolo con amor. Pero el amor no maltrata, sino que busca el
bienestar del ser amado. Así, los golpes por amor no existen. Las llamadas
de atención por personas que tienen autoridad sobre nosotros sí son
válidas; o también de nuestros iguales que al defender la verdad nos
hacen un llamado de atención. Pero otro tipo de conductas violentas como
golpes, palabras ofensivas, gestos groseros o despectivos, no debemos
tolerarlos, no los merecemos de nadie. Es nuestra obligación darnos a
respetar, darnos el lugar que nos corresponde y éste siempre, para todos,
es un lugar digno y con trato amable. Así que ésta es otra de nuestras
grandes tareas, más importante que la anterior, darnos cuenta cómo nos
tratan los demás y no permitir por ningún motivo ser maltratados.
Sólo así podremos tratar a los demás como queremos que nos traten.
Respetar los derechos humanos, tanto los propios como los de los
demás es simplemente ser justos.
AUTOEVALUACIÓN

1. Define estructura social.


2. Da un ejemplo de manifestación cultural de México.
3. ¿Cómo se ejerce la autoridad?
4. Menciona tres grupos vulnerables. 5. ¿Qué son los derechos humanos?
6. ¿Cuál es la base de los derechos humanos?
7. Explica la relación de los derechos y las obligaciones.

Respuestas:

1. Define estructura social


Es la que coordina las actividades individuales, para funcionar como
equipo, ya que se refiere a los patrones respectivamente estables y
duraderos que organiza las relaciones sociales y proporcionan el soporte
fundamental de lo que llamamos “sociedad”.

2. Da un ejemplo de manifestación cultural de México Día de muertos,


fiesta de la Virgen de Guadalupe.

3. ¿Cómo se ejerce la autoridad?


Idealmente debe ejercerse con respeto, flexibilidad y considerando a
quien se está sirviendo, así se evita caer en el autoritarismo y se permite
la diversidad de creencias.

4. Menciona tres grupos vulnerables.


Indígenas, mujeres y discapacitados.

5. ¿Qué son los derechos humanos?


Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes
a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta
indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en
una sociedad jurídicamente organizada.

6. ¿Cuál es la base de los derechos humanos?


La dignidad del ser humano.

7. Explica la relación de los derechos y las obligaciones.


Todo derecho genera obligaciones y viceversa, es una relación bilateral
para que exista un equilibrio entre ambos.
UNIDAD 3

COMPORTAMIENTO SOCIAL

OBJETIVO

El estudiante analizará algunas maneras en que las personas nos interrelacionamos,


y el impacto que generan en nuestra sociedad.

TEMARIO

3.4 CIENCIA Y TECNOLOGÍA


3.4.1 Uso y abuso
3.2 DESARROLLO SUSTENTABLE

3.2.1 Relación sociedad-naturaleza 3.2.2 Educación ambiental


3.3 ÉTICA PROFESIONAL
3.3.1 Vocación 3.3.2 Código deontológico

MAPA CONCEPTUAL
Comportamiento
social

Algunas de sus
manifestaciones son

Ciencia y
tecnología Ética
Desarrollo profesional
sustentable

Involucrado con

Mejora a través
Relación
Sociedad-
Naturaleza Educación
ambiental

INTRODUCCIÓN

Durante esta Unidad se abarcarán temas de diversa índole, pero en todos


se reflejan varios modos en que la sociedad se comporta. Así, se
estudiarán temas sobre la era digital que vivimos hoy día, los problemas
ambientales que nos aquejan, y los distintos códigos o normas éticas que
cada profesión exige.
Al finalizar la Unidad se podrá comprender que cada uno de estos
ámbitos, entre muchos otros, forman un engranaje que va marcando el
comportamiento de la sociedad en que nos estamos desenvolviendo. A
partir de esto se podrá considerar que la educación formal e integral es
indispensable para el funcionamiento positivo del grupo en general.

3.1 CIENCIA Y TECNOLOGÍA


La ciencia y la tecnología son dos áreas de gran importancia para el
desarrollo de la humanidad, pero éstas solamente son reconocidas por
el ser humano, quien las descubre y poco a poco encuentra maneras
diversas de aplicarlas.
Se ha visto que la persona es un fin en sí misma y que nunca debe ser
tratada como un objeto, sino al contrario, todo debe girar en torno al
beneficio y desarrollo integral del ser humano. Así, la ciencia y la
tecnología deben estar a nuestro servicio para facilitarnos el movimiento
en la vida. Lastimosamente, muchas ocasiones esto nos falla y ponemos
a la ciencia o a la tecnología por encima del hombre. Nos valoramos de
acuerdo a las cosas que tenemos, olvidándonos de que éstas son sólo
pasajeras y que nosotros somos los únicos seres que trascienden.
A continuación veremos algunos detalles de esto y el impacto que tiene
en nuestras vidas.

3.1.1 Uso y abuso


Uno de los usos, y abusos, más frecuentes hoy en día es el de las redes
sociales de internet. Éstas han tenido un gran apogeo en los últimos años
y se han vuelto indispensables para algunas personas. El uso de las
mismas, cuando se hace de una manera equilibrada, permite mantener
en contacto inmediato a las personas a pesar de las distancias. Su uso se
vuelve un problema cuando el usuario no sabe ponerse límites y está
conectado a todas horas a este medio. En el ámbito laboral, esto provoca
que las empresas pierdan mucho dinero cuando sus empleados, en lugar
de cumplir con su trabajo, están conectados en el internet.

Otro de los inconvenientes de estas redes es que el ser humano


necesita de la convivencia cara a cara con sus semejantes. La capacidad
de interrelación puede verse atrofiada cuando las personas se
acostumbran a contactarse a través de un monitor, limitando
sustancialmente la calidad de las relaciones.

Las relaciones familiares también pueden verse afectadas porque los


miembros de la misma pueden estar gran parte del tiempo en internet o
mandando mensajes por celular. Una manera de prevenir o solucionar
este abuso puede ser mediante ciertas normas. Por ejemplo, tener a la
entrada de la casa un canasto donde cada uno, cuando llegue, deje su
teléfono celular. No necesitamos tenerlo todo el tiempo en la bolsa, como
si nuestra vida dependiera de él. Si alguien necesita comunicarse con
nosotros o es necesario hacer una llamada, habrá que recurrir al
teléfono fijo de la casa, que cada vez es menos utilizado, a pesar de
que es más económico.

Asimismo, una consecuencia negativa del mal uso de las redes


sociales es que nuestra integridad puede verse en peligro, pues la
información que publicamos sobre nuestras vidas puede ser mal
utilizada por otros usuarios. Sabemos que ya existen casos de personas
que han sido secuestradas por el exceso de información que publican. El
problema no es que compartamos cosas, pero desgraciadamente vivimos
en una época de inseguridad tal, que es necesario tener ciertas medidas
de prevención para protegernos.

Por otro lado, nos hemos acostumbrado tanto a tener en internet


mucha información sobre casi cualquier tema, que ya cada hay menos
acercamiento a los libros y otro tipo de fuentes tan valiosas. El problema
del internet es que muchas veces la información es confusa, no está
fundamentada o respaldada por un autor serio; en realidad no sabemos
quién lo ha publicado ni con qué intención, por lo que muchas veces no
son fuentes recomendables. La juventud ha ido perdiendo la capacidad de
investigación, porque se encuentran trabajos completos y se confían de
ellos. Lo mismo expresa José Antonio Pérez en su libro Internautas y
náufragos, tenemos mucha información difícilmente barajable, pero la falta
de formación para seleccionarla es pavorosa.

Otra desventaja que ha surgido por el abuso de las tecnologías, es el


cambio del lenguaje. Nos topamos ahora con que los jóvenes han ido
distorsionando los caracteres de las palabras, agregando símbolos y
abreviaturas con tal de resumir los mensajes, ocasionando así que la
correcta ortografía cada vez sea menos conocida y utilizada. Es una
lástima, ya que el castellano, en nuestro caso, es una de las lenguas más
bellas que existen.

También tenemos el gran avance que se tiene año con año en los
videojuegos. Lo que antes es una gran novedad, ahora ya no nos
impresiona y cada vez esperamos más. Éstos son un pasatiempo que nos
entretiene, pero ocurre frecuentemente que el jugador no sabe detenerse
y pasa horas frente al televisor, nuevamente evitando la convivencia con
los demás. Algunos padres de familia no se han dado cuenta de que estos
juegos, en lugar de educar a sus hijos, los están aislando, se les priva de
otras actividades mucho más fructíferas para su desarrollo, como el
deporte. En cambio, aprenden conductas violentas y el deseo
incontrolable de querer ganar a toda costa.

La lista de la tecnología es interminable. Ésta avanza a pasos


agigantados mensualmente y la sociedad nos empuja a ponernos al
corriente. La tecnología nos ha facilitado en gran medida la vida, pero
necesitamos aprender a controlar su uso para que ésta no nos controle a
nosotros.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Realiza un ensayo sobre los medios tecnológicos que utilizas, cómo


te benefician y propón una manera de no abusar de ellos en la vida
diaria.

3.2 DESARROLLO SUSTENTABLE


Este concepto fue introducido en la década de 1980 como respuesta a los
retos ambientales, políticos y sociales que el género humano empezaba
a reconocer.

Fue hasta 1987, cuando la Comisión Mundial de las Naciones Unidas


para el Medio Ambiente y el Desarrollo aprobó por unanimidad el
Informe Brundtland2, mejor conocido como Nuestro Futuro Común, en
donde el desarrollo sustentable se definió como “aquél que satisface las
necesidades esenciales de la generación presente sin comprometer la
capacidad de satisfacer las necesidades esenciales de las
generaciones futuras”.9

9
Alcocer Barrera, Filiberto, Desarrollo Sustentable,
http://www.senado.gob.mx/iilsen/content/publicaciones/revista2/3.pdf, México.
Esto significa que el principal objetivo era, y sigue siendo, conservar
los recursos naturales mediante el bienestar del ser humano,
considerando la salud, educación y vivienda; el bienestar ecológico; y
políticas públicas que trataran la equidad, la distribución de la riqueza y el
desarrollo económico y político. Podemos darnos cuenta que desde
entonces se tomaba en cuenta la interacción de todos estos elementos y
el impacto mutuo que generan. Además, se busca que la producción de
los bienes sea de manera cíclica y no lineal, es decir, crear la conciencia
de reciclaje y cada vez utilizar menos los productos que no son
biodegradables.

Cada vez más personas, tanto físicas como morales, se han dado a la
tarea de concientizar sobre este asunto y buscar soluciones viables al
mismo. Es necesario darnos cuenta que el ser humano necesita de un
entorno agradable y en condiciones habitables para que éste pueda
desenvolverse y desarrollarse íntegramente. Recordemos que somos una
unidad de alma y cuerpo, por lo que éste último precisa de buenas
condiciones para preservarse.

3.2.1 Relación sociedad-naturaleza


Como se vio en el apartado anterior, el ser humano se desenvuelve en el
ambiente. Es una relación interminable y que se afecta mutuamente.
Como es evidente, sólo tenemos un planeta y tenemos la obligación de
cuidarlo para vivir dignamente.

Todos sabemos esto, no es novedad para nadie, pero a veces


pareciera que no nos damos cuenta del significado de esto porque
seguimos maltratando el ambiente de diversas maneras. Pensamos
que no nos va a afectar o que no nos tocará a nosotros vivir las
consecuencias, pero aunque esto suceda, tenemos que evitar más
daños y hacernos responsables de nuestra raza humana en general,
no importa que sean las generaciones futuras, siguen siendo seres
humanos y merecen también vivir en condiciones dignas.
Sucede también que pensamos que alguien más se ocupará del
problema o de la solución, y seguramente existirá alguna, pero por qué no
nos hacemos cargo de lo que tenemos a la mano y ponemos nuestro
granito de arena. La unión de muchos es lo que hace el cambio real.

3.2.2 Educación ambiental


Un canal importante de prevención es la educación, y en este caso sobre
el medio.
Con este tipo de educación no se hace referencia a la manera formal
que se imparte en un salón de clases, sino en la práctica diaria que
deberíamos seguir.

El problema ha avanzado tanto que se han tenido que tomar medidas


políticas al respecto. Por ejemplo, sabemos ahora que en México dejarán
de venderse ciertos focos y el gobierno subsidiará otros para que toda la
población pueda colaborar en el ahorro de energía.

Es importante que tanto los niños como los adultos hagan conciencia,
conozcan cómo separar la basura, cómo realizar una composta y sus
usos, cómo ahorrar agua y energía. Estas cosas se aprenden con el
ejemplo y así se van transmitiendo. Podemos empezar por fijarnos más
qué hacemos con nuestra basura.

El tema ambiental es vasto y en esta materia no nos atañe como tal. Lo


que se pretende lograr es fomentar el interés, responsabilidad social y
colaboración personal a partir de comprender que el ser humano es capaz
de poner un alto a un gran problema cuando todos nos subimos en un
mismo barco y remamos en la misma dirección, que es el bienestar
de cada persona humana.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Investiga cinco maneras en que puedes colaborar para detener el


deterioro ambiental y elige tres para llevarlas a cabo en tu entorno.
Al terminar, elabora un ensayo sobre cómo reaccionaron quienes
viven contigo y los resultados generales que percibiste.

3.3 ÉTICA PROFESIONAL


“La Ética es una rama de la filosofía que estudia el sentido de los actos
humanos y su relación con el bien. La palabra ética proviene del griego
ethos, que significa carácter, costumbre. En este sentido, la ética es
considerada como una teoría del carácter y de las costumbres.”10

La ética se pregunta cómo debe obrar el ser humano, y en nuestro caso


de estudio, cómo debe actuar de acuerdo a la profesión que desempeña.
Ésta nos marca una exigencia en el ámbito laboral, que se verá reflejada
de igual manera en el entorno.
A continuación se ahondará más en el tema.

3.3.1 Vocación
A un lado de la ética existe la vocación, que podemos definir como el
conjunto de habilidades e intereses que nos motivan mayormente y que
nos impulsan a seguir un camino en donde creemos que podremos
desarrollarnos profesionalmente y lograr la plenitud.
Actualmente, con tanta presión social de triunfo y, a la par de la falta de
oportunidades, es difícil que una persona logre desarrollarse en el campo
que había elegido. Esto puede ser duro pero no debe detenernos, ya que
como seres humanos somos capaces de desarrollar otras
habilidades y aprender nuevos aspectos desconocidos
anteriormente para nosotros. El ser humano es capaz de ser feliz a
pesar de las circunstancias, cuando se percata de que la felicidad

10
Lourdes Münch, Ética y valores, p.27.
realmente radica dentro de sí y de la actitud que tiene en la vida. Ésta es
en realidad la vocación primordial de todo ser humano: ser feliz.

Para terminar este apartado, a veces nos cuesta más trabajo descubrir
cuál es nuestra vocación laboral por el escaso autoconocimiento que
podemos tener, pero en una próxima unidad se hondará al respecto y se
facilitarán posibles medios para superarlo.

3.3.2 Código deontológico


La Deontología es la disciplina que se ocupa de determinar y regular el
conjunto de responsabilidades éticas que corresponden a cada profesión
de acuerdo a su ejercicio y relación con lo social.
Además, cada profesión y cada oficio también exigen de quien lo
realiza, ciertas aptitudes para poder llevarla a cabo con el mayor éxito
posible. En algunos casos se necesitan mayores habilidades manuales, o
mayor fuerza física, y en otras, más capacidad intelectual.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Realiza un trabajo sobre el comportamiento ético que idealmente


corresponde a tu profesión y especifica si estás dispuesto a
cumplirlo o no.

AUTOEVALUACIÓN
1. Menciona dos usos y dos abusos de la tecnología.
2. ¿Qué es el desarrollo sustentable?
3. ¿En qué año comenzó a utilizarse este término?
4. Explica brevemente cómo es la relación del hombre con la naturaleza.
5. Define deontología.

Respuestas:

1. Menciona dos usos y dos abusos de la tecnología.


Usos: agilizan la comunicación y permiten el contacto con grandes grupos
de personas.

Abusos: aíslan al ser humano y reducen su capacidad de intimidad en las


relaciones.

2. ¿Qué es el desarrollo sustentable?


El desarrollo que satisface las necesidades esenciales de la generación
presente sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades
esenciales de las generaciones futuras

3. ¿En qué año comenzó a utilizarse este término?


En la década de 1980 por las Naciones Unidas.

4. Explica brevemente cómo es la relación del hombre con la naturaleza.


Es una relación íntima en la que el ser humano se beneficia o perjudica
a sí mismo de manera directamente proporcional al cuidado que le dé
al medio ambiente.

5. Define deontología.
La Deontología es la disciplina que se ocupa de determinar y regular
el conjunto de responsabilidades éticas que corresponden a cada
profesión de acuerdo a su ejercicio y relación con lo social.
UNIDAD 4
EL HOMBRE Y LA MUJER EN LA SOCIEDAD ACTUAL

OBJETIVO

El estudiante analizará la concepción actual que se tiene tanto de la mujer como


del hombre, y el impacto que esto genera en la sociedad y en el movimiento de
la
misma.

TEMARIO

4.1 ESTEREOTIPOS SOCIALES Y CULTURALES 4.2 RELACIONES FAMILIARES


4.2.1 Conyugal
4.2.2 Paternal
4.2.3 Fraterna
4.2.4 Violencia intrafamiliar
4.3 EDUCACIÓN SEXUAL Y PROCREATIVA
4.3.1 Aborto y sus consecuencias
MAPA CONCEPTUAL

Hombre y
Mujer
Influenciados por

Estereotipos
culturales

Manifestados en

Relaciones
familiares
Pueden involucrar

Educación
Violencia
sexual y
intrafamiliar
procreativa

Consecuencias sociales
INTRODUCCIÓN

En esta Unidad se hablará principalmente de la familia porque ésta es


considerada como la base de la sociedad, por lo que es en ella en donde
pueden prevenirse o surgir gran cantidad de situaciones que
posteriormente impactarán en la sociedad en general.

Es por eso que se ha considerado importante abarcar el tema de la


misma, profundizando en las relaciones que se gestan en ella,
principalmente en la concepción actual que tenemos tanto del hombre,
como de la mujer, y otros temas que tienen su raíz en este núcleo.
4.1 ESTEREOTIPOS SOCIALES Y CULTURALES
La persona, como se ha visto, es un ser complejo que posee distintos
aspectos en sí mismo, pero que todos forman parte de una misma
realidad, por lo que no se contradicen, sino que se complementan. Es
decir, cada uno de estos aspectos son parte de la persona, quien puede
realizarse en cada uno de ellos.

La persona es, ante todo, persona, y su finalidad es trascender. Hay


muchos caminos para lograrlo, aunque esto se puede conseguir mediante
varios a la vez. Cuando la persona es mujer se complementa con un
hombre, únicamente así es que puede ser madre, y el hombre únicamente
con una mujer es que puede ser padre. Actualmente han inventado formas
para lograr la paternidad y la maternidad por conducto de procesos
mecánicos, por ende, no biológicos ni por medio de procesos naturales.
Pero en ellos también es indispensable que participen el óvulo de una
mujer y el espermatozoide de un varón, por lo que se corrobora que
únicamente puede haber maternidad y paternidad con la unión de
personas de distinto sexo.

El término de rol cultural se refiere al papel que juega una persona en


la sociedad, y en su familia principalmente. Muchos han dicho que el rol
es algo que la sociedad ha impuesto, pero no es así. Un rol hace
referencia a la decisión que cada uno ha tomado para desempeñarse en
la sociedad, tomando en cuenta también sus características intrínsecas
como persona. Por ejemplo, la madre ha tomado el rol de permanecer en
su casa mientras el padre trabaja. Esto no es ni lo correcto ni lo incorrecto,
no tiene calificación. Tampoco es por una sociedad machista, sino que se
dio así por las necesidades de la sociedad y por las características
del hombre y de la mujer. El hombre por ser naturalmente más fuerte
es quien sale a trabajar, o antes era quien debía ir a las guerras. La
mujer, por su naturaleza, es más tierna y más dada a los demás, por
lo que fue creada para darse, y puede hacerlo con más facilidad en
su familia, por eso permanece en su hogar cuidando a sus hijos, ya
que por ser pequeños necesitan de alguien que los guíe y les eduque para
que desarrollen una personalidad sana.

Todo ser humano necesita un modelo a seguir, lo que nos hace


distintos a los animales por eso no debemos nunca compararnos con
ellos. Un animal desde que nace sabe lo que tiene que hacer, y aprende
en poco tiempo cómo debe vivir. En cambio, el ser humano necesita de
muchos años para aprender distintas cosas, ya que somos seres con más
facultades y más aspectos que debemos desarrollar y educar, es por eso
que lo ideal es que un niño sea cuidado y protegido por su madre y su
padre.

Entonces, podemos ver que los roles se dan por varios factores, tanto
sociales, como biológicos. Pero tampoco son definitivos ni determinantes.
Un hombre también puede permanecer en su casa haciendo labores
domésticas, y una mujer también puede salir a trabajar, ambos son
igualmente capaces, aunque a cada uno se le facilite más una cosa que
otra. En las últimas décadas, ha habido más madres solteras y ellas deben
salir a trabajar, lo cual responde a una necesidad real de las familias,
demostrando así que un estereotipo social no siempre va de acuerdo con
la realidad y la capacidad del ser humano.

Así, podemos darnos cuenta que no existe una manera perfecta de


ser persona, pero sí existe un ideal que nos permite desenvolvernos con
más facilidad, pero cuando este no se cumple por diversas circunstancias,
no debería limitarnos en nuestro desarrollo.

Por ejemplo, un estereotipo de lo que para la sociedad es belleza es


que la mujer sea delgada. Y es tanta la presión que ha existido en
las últimas décadas, que cada vez hay más casos de trastornos de
alimentación, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo.

No podemos dejar que éste u otro estereotipo nos limite en


nuestro desarrollo personal o que hasta nos exija ir en contra de
nuestra propia vida por querer ser aceptados.
Cada persona, al ser única e irrepetible, debe ser capaz de elegir
cómo quiere ser, sin sentirse presionado por la sociedad. Ésta nos dice
que si no somos personas reconocidas y de cara bonita, no seremos
exitosos. Esto nos hace ver cómo hemos mal valuado al ser humano,
reduciéndolo a cosas medibles. Pero en realidad, la trascendencia de
cada uno va en distinto camino, de acuerdo con las capacidades y
habilidades de cada uno, por lo que para algunos sí podrá ser el éxito
social lo que los lleve a trascender y ser felices, pero para otras personas
su felicidad se encontrará en la entrega a los demás. Es importante que
cada uno conozca qué es lo que quiere y lo conquiste a pesar de que no
sea algo sobreestimado por los demás.

4.2 RELACIONES FAMILIARES


Como se aclaró en unidades anteriores, la moral y la cultura marcan la
pauta sobre cómo debemos actuar según las costumbres aceptadas y
practicadas por el contexto geográfico e histórico en donde nos
desenvolvemos. Éstas son transmitidas por la familia, tanto de manera
teórica, por el ejemplo, es por eso tan importante que ambas coincidan,
para que puedan ser asimiladas correctamente y sea más fácil llevarlas a
cabo. En cambio, si hay contradicción entre lo que se dice y lo que se
hace, o entre lo que la conciencia dicta, se crea confusión en la persona.

Antropológicamente, la familia es una comunión de personas que tiene


por misión indelegable, tejer las relaciones primordiales de la persona:
filiación, paternidad, maternidad, conyugalidad y fraternidad. En ella se
forja la persona como ser relacional.

Es una realidad social necesaria en cualquier civilización, ya que


es en ella donde la persona aprende a amar, a relacionarse con los
demás y así desarrolla sus capacidades humanas para después
ponerlas al servicio de la sociedad.
La familia no es lo único, pero sí es lo primero. No determina, puesto
que somos libres, pero sí deja una huella en nosotros, por eso es esencial
que los padres realmente se involucren con sus hijos y les den la mayor
claridad posible, porque de esas experiencias es que obtendrán
herramientas para enfrentarse a la vida y para desenvolverse en la
sociedad.

Sociedad

Escuela

Familia

Persona

Para resaltar esta función esencial e indiscutible de la familia, se puede


consignar lo siguiente:

Por su condición de persona, el hombre -todos, pero cada uno- tiene


derecho a ser educado. Y la familia es el lugar primordial de esa
educación humana. Los padres -y en su caso, derivadamente, los
hermanos- son los primeros educadores. Este derecho-deber que
les incumbe es primario, original, intangible, indelegable e
insustituible. La familia es anterior al Estado, que la presupone: la
persona se incorpora a la sociedad política desde la familia y por la
familia. Y lo mismo vale respecto de cualquier otra organización
asociativa.11

Lo anterior es lo ideal, y sí se lleva a cabo, pero no de la mejor manera


porque no se saca lo mejor de cada miembro de la familia, o porque a los
padres se les olvida que éste es su deber. Viendo a la sociedad es que
podemos ver cómo están las familias de nuestro país, y también del resto
del mundo. Claramente hay una desintegración familiar que ocasiona que
el niño o el joven pierdan la referencia que les daba identidad, y también
provoca que no logren captar las cosas en su totalidad, es decir,
únicamente ven partes de las cosas. Además, existe una falta de límites
para los niños, y en general hacia los demás también. No están
acostumbrados a voltear y ver más allá de su satisfacción inmediata, y
esto los va volviendo incapaces de pensar en las consecuencias que sus
actos tienen sobre los demás. A la larga estas personas se insertarán más
activamente en la sociedad y tomarán decisiones rara vez pensando
realmente en el bienestar de todos.
Cosa que puede ejemplificarse con los gobernantes, quienes pocos de
ellos piensan en la verdadera justicia, por lo que con soluciones
inmediatas o para unos cuantos, generan más inconformidad y mayores
problemas a largo plazo, creando una situación cada vez más compleja
de ser resuelta satisfactoriamente para todos.
Como propone Lauro Estrada en su libro El ciclo vital de la familia, toda
familia atraviesa un ciclo vital, en donde se va pasando por etapas, y de
acuerdo a cómo se vivan, se irá definiendo la familia. Las etapas de las
que está conformado el ciclo vital familiar tienen una identificación y
reorientación en áreas como la identidad, y la sexualidad, en las que las
relaciones interpersonales con cada miembro de la familia van
modificándose.
Este ciclo lleva al crecimiento y al desarrollo de la persona y de la
familia. Las etapas de este ciclo son jerárquicas, es decir, tienen un orden

11
Carlos Cardona, Ética del quehacer educativo, p. 37
definido ya que hay cambios significativos que marcan el tiempo de cada
una. En ellas hay problemas específicos que ocurren en todas las familias,
pero varía la forma de resolverlos (libertad humana), lo que influye en el
paso a la siguiente etapa.
En todas las etapas del ciclo vital es necesario que haya comunicación
con los miembros de la familia sobre las inquietudes y sentimientos de
cada uno, ya que al ser una familia, tendrán que convivir por mucho tiempo
juntos y el conocerse favorecerá su relación.

Además, la persona se educa en relacionarse con los demás,


aprendiendo de las relaciones interpersonales que tiene en su familia. Si
éstas son negativas, la persona no madurará en su intimidad, que es la
capacidad e interés de relacionarnos con los demás física, psicológica y
espiritualmente.

A continuación, se verán un poco más a fondo las características


particulares de cada tipo de relación familiar.

4.2.1 Conyugal
La relación conyugal de un hombre y una mujer comienza con una
atracción hacia la otra persona, se reconocen, en el otro, aspectos
agradables que pueden complementarnos. Después de un tiempo de
cortejo, ocurre el enamoramiento en donde ambos consideran que el otro
es la persona ideal para pasar la vida juntos. Pero con el paso del tiempo,
éstos van conociéndose cada vez más, comienzan a sacar su verdadero
yo por la confianza que ya existe, y empieza el desencanto. Ya no se habla
se enamoramiento, pero sí de amor.

El amor perdura a pesar de que ya se ve al otro tal cual es, con virtudes
y defectos. Se empieza a formar una relación más sólida en donde ya no
existen dos ‘yo’ sino que comienza un ‘nosotros’, por lo que el otro
empieza a ser parte de nuestra identidad. Esto no significa que se pierda
la identidad individual o la libertad, pero sí es real que la relación de dos
tiene una identidad propia. De ahí que ninguna pareja es igual y nunca
podrá repetirse, porque cada uno aporta cosas personales a la nueva
identidad.

Es muy sencillo decir que se acepta a una persona por sus cualidades.
Cualquiera es capaz de convivir con algo positivo porque nos motiva o por
lo menos, no nos ocasiona malestar. Pero lo que pocos se detienen a
pensar es en los defectos que cada uno es capaz de tolerar, porque en
una relación de pareja, para que ésta perdure en el tiempo, es necesario
aprender a convivir con esta parte.

Cuando la relación termina cuesta mucho trabajo y duele precisamente


porque se ha perdido algo propio, nuevamente nuestra identidad se ve
afectada y debemos reconstruirla con el proceso del duelo.

En la actualidad se habla mucho de que las familias están en crisis, o


que el matrimonio está en crisis. Y es verdad, hay muchos problemas,
pero no son actuales, siempre los ha habido y son a causa de nuestra
naturaleza humana, la cual nos hace interrelacionarnos con otros y esta
convivencia genera frecuentemente conflictos por diversidad de intereses.
Por lo tanto, este problema o estas crisis siempre van a seguir existiendo,
pero pueden buscarse otras maneras de enfrentarlas. Es decir, una sola
persona, cuando tiene dos alternativas y no sabe cuál elegir o cuál es la
que más le convenga, puede entrar en una crisis, aunque no siempre.

Entonces, imagina esto mismo pero con dos personas, los intereses y
las opciones se multiplican, por lo que puede resultar más complejo llegar
a una solución en la que ambos ganen, que sería lo ideal. Por eso, una
manera de favorecer este resultado, que no significa evitar el conflicto, es
la vivencia de los valores, así cuando ambas personas buscan
realmente lo mejor para ambos y teniendo como base la verdad y la
sinceridad, esto ayuda al beneficio de los dos. En cambio, cuando
una persona únicamente piensa en sí misma y se deja llevar por su
beneficio inmediato sin importarle realmente la otra persona, es
cuando se generan las injusticias sociales que ocasionan más crisis
en la sociedad.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Reflexiona y elabora una lista de defectos que crees eres capaz de


soportar en tu pareja, la tengas actualmente o no, y qué otros no
podrías tolerar y justifícalo.

4.2.2 Paternal
La enseñanza y la transmisión de los valores culturales, éticos, sociales,
espirituales y religiosos, son una función de la familia, pues éstos son
esenciales para el desarrollo y bienestar de sus miembros y de la
sociedad.

Para un hijo es importante tener la figura del padre y de la madre,


ambas involucradas en su crecimiento, porque con esto es que logrará
identificarse con su sexualidad, aprenderá cómo relacionarse, etc. Esto es
lo ideal y no siempre es posible.

En ese sentido, la titular del Sistema Nacional DIF (SNDIF), María


Cecilia Landerreche Gómez Morín, dice que en este núcleo social es
donde se funda la identidad, por lo que “si sus lazos son débiles, aumenta
la vulnerabilidad y, por lo tanto, la necesidad estratégica a posteriori para
restaurarlos.” Pero, añade, “si hay solidaridad en el seno familiar,
tendremos la clave para prevenir futuros riesgos”.

De tal modo, los padres deben educar a sus hijos íntegramente de


acuerdo con sus recursos, pero deben reconocer que no son capaces de
abarcar toda la educación que requieren, y por esta razón aceptan la
ayuda de las escuelas y del gobierno. Además, los padres tienen que
reconocer la dignidad de los hijos y viceversa, para que haya respeto entre
ellos y vivan como una comunidad de amor. Pero como el amor es
exigente, tienen el deber de buscar lo mejor de ellos y también de
ofrecerles lo mejor de sí mismos para que puedan vivir una vida
plena a pesar de las dificultades.
Una manera muy clara y práctica para educar a los hijos es mediante los
límites y las reglas. Éstos ayudan a mantener el orden dentro de la familia,
procurar la armonía y, al mismo tiempo, macar un camino por el cual todos
se sientan seguros de caminar, porque saben hacia dónde van.

Tanto el padre como la madre deben ir en el mismo camino para


lograr un buen resultado. En los últimos años ha aumentado la
participación del hombre en la relación con los hijos, y ya no es
únicamente el ser que provee, sino que cada vez tiene un papel más
activo.

4.2.3 Fraterna
Un hermano juega el papel de ayudar al crecimiento de la personalidad
de su igual, favorece a que la persona aprenda a convivir con otros como
él, en su mismo nivel y a defender sus cosas, defender su opinión,
aprenden a compartir, se vuelven más tolerantes, características que les
ayudarán a integrarse de una mejor manera a la sociedad. Los hijos
únicos, en ocasiones cuando los padres no han sabido manejar esta
situación, pueden volverse más caprichosos, menos tolerantes.

Aunque evidentemente esto no siempre pasa. No hay una familia mejor


o peor y todas las condiciones tienen sus ventajas y desventajas, es cosa
de que los padres de familia acepten la realidad, que por diversas razones
les haya tocado, y sacarle el mejor provecho, siempre viendo en el
bienestar de sus hijos a corto, pero también a largo plazo. Hay que
recordar que la infancia y la educación recibida en los primeros años,
determinarán en gran medida la personalidad que tendrán los hijos
durante toda la vida.

También hay que reconocer que los hijos no siempre estarán con sus
padres, por lo que llegará un momento en que la sociedad sea la que los
obligue a hacerse cargo de sí mismos o quedarán rezagados.
4.2.4 Violencia Intrafamiliar
Como menciona Trejo en su libro Prevención de la violencia intrafamiliar,
la violencia doméstica existe en familias de cualquier raza, cultura,
religión, estado económico y nivel educativo. Anteriormente, ésta no era
aceptada o se consideraba como un hecho que debía mantenerse en la
privacidad del hogar.

Según Echeburúa, hay estudios que reflejan que los maltratadores tienen
más prevalencia de tener una personalidad antisocial o depresión mayor
que los que no maltratan. Y otros estudios dicen que los maltratadores
son más ansiosos, indiferentes, impulsivos, depresivos, dominantes,
hostiles, posesivos y celosos que la media de la población.

Por lo tanto, las consecuencias psicológicas de las víctimas de


maltrato son la depresión y el trastorno de estrés postraumático.

Echeburúa dice que también existe la teoría de la indefensión


aprendida de Seligman, la cual explica los aspectos psicológicos que
ocasionan que la mujer maltratada mantenga la relación violenta. La teoría
dice que la agresión mezclada con periodos de ternura, provoca la pérdida
de confianza en la víctima para predecir las consecuencias de su
conducta, y la mantiene con respuestas permanentes de sobresalto.

Pero siguiendo con lo que habla Trejo, la violencia en casa no es


provocada únicamente por la personalidad del agresor y de la víctima, sino
que se encuentra íntimamente en relación con el concepto social que se
tiene de la mujer como un ser inferior. Esto, aunado a otros factores, crean
un círculo vicioso en donde se aprende a construir relaciones mediante la
violencia, por lo que cuando no se crea conciencia de esta problemática
ni se educa para prevenirla, será difícil de terminar, más no imposible.

Por otro lado, la Encuesta sobre la Dinámica de las Familias


(ENDIFAM) realizada en el año 2005, concluyó que “siete son los motivos
que constituyen la primera causa de conflicto entre las familias mexicanas
que declararon haber tenido al menos un pleito en el mes anterior al
levantamiento de la encuesta. En el ámbito nacional, y en orden de
importancia, las causas de conflicto más frecuentes son las siguientes: 1)
asuntos económicos; 2) problemas relacionados con la concesión de
permisos y la autoridad; 3) dificultades de convivencia o comunicación; 4)
problemas relativos a la conducta o a la educación de los hijos, con la
misma importancia que los atribuidos a las diferencias de carácter o de
opinión; 5) cuidado y orden del hogar; 6) adicciones, y 7) celos, infidelidad
y violencia. Estas causas dan cuenta de 88.7% de los motivos
verbalizados por los entrevistados como la primera causa de conflicto o
pleito”,12 (véase Anexo 1).

En estos resultados se ve cómo existe multiplicidad de razones por


las que se genera violencia intrafamiliar, a causa de opiniones e intereses
encontrados. De aquí la necesidad tan importante de aprender a escuchar
y a negociar, no a imponer. El ser humano es capaz de llegar a acuerdos
cuando se lo propone, ahorrándose muchos conflictos y tragos amargos.
Debemos tratar de hacer el hábito de negociar, empezando por pequeñas
cosas. A la larga, será una manera de prevenir actos violentos.

Sabemos que también existen casos de violencia hacia los


hombres, ya que la agresión dentro de una familia puede ser dirigida a
cualquiera de sus miembros, no sólo a la mujer.

La violencia se ejerce no sólo de manera física, sino que existen


varios tipos, como la violencia económica, sexual y emocional. Algunas de
éstas son pasivas y otras más activas, algunas más fáciles de reconocer
que otras, pero todas causan daños tanto en quien la ejerce como en

12
Cfr. http://www.dif.gob.mx/cenddif/default.asp?id=67&mnu=67
quien la recibe, porque ninguno es capaz de poner un alto al no
comprender el valor real de un ser humano.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Realiza una investigación sobre los tipos de violencia intrafamiliar,
cómo puede reconocerse y medios de prevención de la misma.

4.3 EDUCACIÓN SEXUAL Y PROCREATIVA


La educación sexual no es repartir información sobre el embarazo y el
acto sexual como tal, sino que ésta abarca mucho más. Esto es porque la
persona es un ser sexuado, por lo que la sexualidad comprende todo su
ser, no únicamente lo genital.

La educación sexual realmente empieza desde que nacemos. Lo


anterior puede causar asombro, pero muchos lo han hecho aún sin darse
cuenta. Pensemos, la educación y el trato que se le da a un hijo varón es
diferente del que se le da a la hija, lo cual manifiesta que por naturaleza
sabemos que somos distintos y que el modo de ser hombre y el modo de
ser mujer necesitan guías diferentes; aunque en el fondo compartimos las
mismas facultades humanas, estudiadas en la primera Unidad.

No deberíamos esperar a que los niños crezcan y empiecen a


manifestar cambios físicos para educarlos en la sexualidad, porque como
se ha mencionado, desde siempre han sido seres sexuados. Es
indispensable haberles proporcionado las herramientas desde antes
para que al llegar a esta etapa de desarrollo, les sea más fácil vivirlo,
pues contarán con la Inteligencia y la voluntad ejercitadas, siendo
capaces de distinguir lo que será un bien para trascender y lo que
será únicamente un bien momentáneo.
La expresión de la sexualidad en el aspecto afectivo también es
importante. Se debe enseñar desde la infancia a reconocer los
sentimientos y una manera adecuada de expresarlos. Así, el ejemplo que
se dé al niño debe ser coherente con lo que se le dice.

Es muy común ver que si un niño está enojado se le dice que está mal.
Esto no debería de ser ya que el enojo es un sentimiento humano y su
razón de ser es manifestar inconformidad con algo que a uno no le parece,
lo cual es muy válido. Lo que hay que formar es el modo y el lugar en que
se expresa este sentimiento.

Por otro lado, la paternidad responsable implica el conocimiento de los


periodos fértiles e infértiles de la mujer para abstenerse periódicamente,
para distanciar o evitar embarazos cuando la pareja no se encuentra en
el momento adecuado para dar vida a otro ser humano, ya que implica
estabilidad económica, tiempo, comunicación y madurez por parte de los
cónyuges, pero se está abierto a la vida.

Los métodos anticonceptivos que no son naturales no reconocen esto,


sino que ven a los hijos como un problema que hay que evitar. En estas
parejas no se vive el amor verdadero porque no se acepta la capacidad
reproductiva de cada uno, sino que se rechaza.

A continuación se hablará de una de las consecuencias más


importantes que se viven en nuestra sociedad actual por falta de una
educación sexual centrada en la persona y no en la genitalidad.

4.3.1 Aborto y sus consecuencias


El aborto es definido como la interrupción del embarazo en cualquier
momento del embarazo, desde la fecundación hasta la expulsión del
producto de la concepción fuera del vientre materno.
Puede ser voluntario si interviene la libertad de la persona, por
lo tanto es calificable moralmente, o involuntario si se da de manera
espontánea, sin la intervención de la inteligencia y voluntad, por lo que no
tiene connotación ética o moral.
Aquí podemos ver cómo se juega con la terminología. La palabra
interrupción significa que algo que ha sido detenido puede posteriormente
continuarse, como si únicamente se tratara de una pausa. Pero en
realidad, a un embarazo no se le puede poner pausa, sino que se lleva a
término o termina con él antes de tiempo.

También se habla del aborto terapéutico. El aborto terapéutico se


refiere al embarazo en que corre peligro la vida de la madre o del hijo, y
para evitar su muerte se practica el aborto, pero es un término equívoco
porque lo terapéutico busca la salud y está a favor de la vida y además es
contradictorio porque aquí se está causando la muerte de un bebé que
aseguran va a morir pronto, pero no se espera a ese momento.

Más allá de lo que es el aborto y de si es legal o no, estudiaremos por


qué se da y las consecuencias que tiene.

En el libro de Maricarmen Alva titulado Y después del aborto, ¿qué?,


se ha enlistado que las mujeres que asistieron a provocarse un aborto lo
que en realidad buscaban era deshacerse de un problema, más no
deshacerse de su hijo. Esto es lo que genera confusión en ellas porque
saben que el embarazo es lo que les está causando nuevos problemas
que son incapaces de enfrentar. Pero en el fondo, habría que ver qué es
lo que orilla a estas personas, padres y madres, a actuar de esta manera.

Detrás de muchos de estos casos se han encontrado aspectos como


infidelidad en la pareja, baja autoestima, violencia intrafamiliar y/o
violencia en el noviazgo. Como podemos ver, muchas de estos
elementos podrían prevenirse si nos esforzáramos por generar una
cultura de educación integral de la persona, proporcionándole
herramientas desde la infancia para que crezca con una
personalidad fuerte, con la capacidad de reflexionar sobre sus actos
y decidir libremente. Así, se evitarían muchas relaciones
autodestructivas, porque existiría un mayor compromiso con uno
mismo y con la propia felicidad. Se buscarían caminos donde la persona
fuera realmente valorada, y no se aceptarían las ocasiones de
menosprecio por parte de otros. Como hemos mencionado, esto es lo
ideal y deberíamos luchar por conseguirlo, ya que todos tenemos derecho
a esto.

Existen muchas consecuencias físicas y emocionales a partir de un


aborto. Las físicas solamente son vividas por la mujer, pero las
emocionales pueden ser experimentadas también por los hombres que
han estado involucrados.

A continuación se mencionarán algunas de éstas.

Dentro de las físicas están las hemorragias, perforaciones uterinas,


infecciones, inflamación del endometrio, mareos, debilidad, entre otras
complicaciones inmediatas. Como complicaciones tardías pueden
presentarse esterilidad, embarazos extrauterinos, apertura permanente
del cuello uterino, etc.

Dentro de las consecuencias emocionales pueden verse casos de


depresión por la pérdida de un ser querido o por el abandono de la pareja,
sensibilidad a temas relacionados con el embarazo o con bebés,
pesadillas, falta de apetito, insomnio, irritabilidad. Esto habla de un
deterioro en la calidad de vida de quien lo padece.

Según el Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia


(IRMA), algunas de las disfunciones presentadas como secuelas del
aborto son las siguientes:
Porcentaje de pacientes que presentan efectos negativos
después del aborto
86%
78% 78%

54% 54%
40% 42%
37%

89 %
93%

13

Como toda pérdida, debe vivirse un duelo, pero en este caso se


dificulta ya que no hay evidencia externa de la existencia del bebé, no hay
un ritual formal de despedida, no tiene un apoyo cercano fuerte de familia
y amigos, y se considera que no tiene permiso de afligirse socialmente
porque pocos saben del hecho o porque se considera que fue su
decisión.

Lo que se busca lograr con este apartado es dar a conocer que


existe algo llamado síndrome posaborto, que no es conocido por
muchos pero que sí
13
http://irma.org.mx/despues/articulos.html
afecta a gran parte de la población que pasa por esta situación, misma
que presenta los síntomas mencionados anteriormente. Y cuando éstos
son atendidos, se puede recuperar la esperanza y el perdón a uno mismo
y a los demás.

Por lo tanto, es importante darnos cuenta, mediante esta problemática,


cómo es que la formación que tenemos en nuestra familia impacta en
todas las áreas de nuestras vidas, incluyendo la social. Como ya se dijo,
ésta y muchas otras situaciones similares podrían evitarse si realmente
hubiera una educación integral enfocada al bienestar de la persona y al
desarrollo de sus facultades.
Se necesita educar para prevenir.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Realiza una investigación profunda sobre el síndrome posaborto y


la manera en que, según tu opinión, éste afecta o no en la sociedad.

AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Cuál es la finalidad de la persona?


2. ¿Cuál es la diferencia entre el amor y el enamoramiento?
3. ¿Qué diferencia hay entre las palabras aborto e interrupción del
embarazo?
4. ¿Qué es aborto terapéutico? ¿el término existe?
5. Menciona cinco consecuencias físicas o emocionales de un aborto

Respuestas:

1. ¿Cuál es la finalidad de la persona?

El fin de la persona humana es la trascendencia.

2. ¿Cuál es la diferencia entre el amor y el enamoramiento?

En el enamoramiento se ve al otro como un ideal, sobrevaluándolo. En


cambio, en el amor ya se conoce al otro tal cual es y se le acepta con sus
defectos, no se busca cambiarlo a nuestra conveniencia.

3. ¿Qué diferencia hay entre las palabras aborto e interrupción del


embarazo?

El aborto es la muerte de un ser humano que no ha nacido y puede ser


voluntario o involuntario. La interrupción de un embarazo no existe, ya que
lo que se interrumpe puede continuar después porque sólo es una pausa,
pero un embarazo no puede pausarse, sólo terminarse.

4. ¿Qué es aborto terapéutico? ¿el término existe?

El aborto terapéutico se refiere al embarazo en que corre peligro la vida


de la madre o del hijo y para evitar su muerte se practica el aborto, pero
es un término equívoco porque lo terapéutico busca la salud y está
a favor de la vida y además es contradictorio porque aquí están
causando la muerte de un bebé que aseguran va a morir pronto pero
no se esperan a ese momento.

5. Menciona cinco consecuencias físicas o emocionales de un


aborto.
Hemorragias, perforaciones uterinas, infecciones, inflamación del
endometrio, esterilidad, embarazos extrauterinos, depresión, insomnio,
cambios en el apetito y en el peso.

Anexo 1
UNIDAD 5

PROYECTO DE VIDA

OBJETIVO

El estudiante reflexionará sobre la importancia del conocimiento de uno mismo


para mejorar la calidad de sus relaciones con los semejantes.

TEMARIO
5.1 AUTOCONOCIMIENTO
5.1.3 Intereses 5.1.4 Aptitudes, habilidades y áreas de oportunidad
5.2 RELACIONES INTERPERSONALES
5.2.3 Asertividad 5.2.4 Resolución de conflictos
5.3 SENTIDO DE VIDA

MAPA CONCEPTUAL
Manifiestan mi sentido de vida:

Habilidades Áreas de oportunidad

Asertividad Resolución de conflictos


Autoconocimiento

Conmigo Con los demás

Yo
INTRODUCCIÓN

Durante esta Unidad se pretende tocar temas que permitan la reflexión


personal y el autoconocimiento, porque esto facilita y enriquece la
interrelación con los otros.
A partir de esta breve guía, cada uno podrá evaluar en qué aspectos
podría mejorar para así trazar un plan de vida a corto, mediano y largo
plazo, con objetivos claros y enfocados al desarrollo personal.
5.1 AUTOCONOCIMIENTO
El autoconocimiento, como el término lo indica, es el conocimiento de uno
mismo. Éste es un proceso que nunca termina porque el ser humano
siempre se encuentra en constante cambio, por lo que su manera de ser,
de reaccionar y de ver la vida, pueden cambiar de una etapa a otra. Pero
estos cambios no serán radicales, a menos que exista una patología en la
persona.
La importancia del conocimiento propio radica en que, mediante el
mismo, la persona será capaz de elaborar un plan de vida realista de
acuerdo con las habilidades que reconoce en sí mismo, y los aspectos
que no le gustan.
Un punto importante sobre este tema son los sentimientos. Aunque
parezca ridículo, no todos son capaces de reconocer sus propios
sentimientos porque de pequeños no nos enseñan a hacerlo. Esto se debe
a que existe un pensamiento compartido de que hay sentimientos malos
como la tristeza y el enojo. En la Unidad anterior ya se mencionó que los
sentimientos no son calificables como buenos o malos, porque forman
parte de la emotividad del ser humano y que nos distingue de los animales
la capacidad que poseemos para encauzarlos y compartirlos. Eso es lo
que deberíamos enseñar a los niños, que los sentimientos son válidos y
respetables, que deben expresarse para que no se nos queden las cosas
dentro y nos hagan daño, pero hay que reconocer cuándo y dónde es el
momento para llevarlo a cabo. Esto es posible por medio del desarrollo de
la asertividad que se estudiará más adelante.
Por otro lado, la autoestima es directamente proporcional al grado de
conocimiento propio que se tiene, es decir, a mayor autoconocimiento, la
autoestima será mejor porque estará basada en hechos reales. En
cambio, cuando la persona no se conoce, su autoestima se verá
influenciada por ideas erróneas.

La autoestima, a nivel general, tiene como principales funciones la de


protegernos de situaciones del medio que nos exponen a autoevaluaciones
continuamente y la de aportarnos un poder de motivación que influye sobre
nuestra conducta de manera positiva. La “vacuna” llamada autoestima
permite que el sufrimiento psicológico que puede causarnos la crítica, el
rechazo, los fracasos, las pérdidas o cualquier acontecimiento negativo y
estresante, sea menor.13

Ésta está muy ligada al término del autoconcepto que se refiere a la


representación mental que cada uno tiene de sí mismo, por lo que se ve
influenciada en gran medida en la estima propia.
Por lo tanto, en la medida en la que sea más parecida la imagen que
posee de sí misma la persona, a la imagen ideal que debería ser, indica
menos probabilidades de tener algún problema de autoestima.
El modelo del ideal que se posee se conforma desde la infancia por
conducto de la observación del modelo de perfección que se vive a su
alrededor. Por lo tanto, quienes presentan déficit de autoestima son
personas muy perfeccionistas, muy críticas consigo mismas, presentan
mucho miedo a equivocarse, son muy sensibles a la crítica, haciendo muy
necesaria para ellos la aprobación de los demás.
A continuación se verán algunos temas que abarcan el autoconocimiento.

5.1.1 Intereses
Cada persona, de acuerdo con su historia personal, se siente atraída a
ciertas cosas en específico y también siente rechazo por otras. Esto es
una manera de demostrar la individualidad e irrepetibilidad.
Desde que asistimos a la escuela primaria, vamos conociendo
materias y ciencias que nos eran desconocidas, y es mediante la breve
introducción que nos hacen a ellas, que descubrimos a qué nos sentimos
más atraídos. Es de este modo en que podemos aprovechar la escuela
en nuestro beneficio, para forjar el autoconocimiento.
El éxito de una persona consiste en que realmente quiera
aprender sobre aquello que le interesa, y no que se quede
únicamente con la información que le hacen llegar. El interés debe

13
María Paz Bermúdez, Déficit de autoestima, p.24.
mostrarse, debe reflejarse en la pasión hacia una actividad. Únicamente
quienes lo hacen, son quienes realmente conocen de algo y quienes
permiten el avance de nuestra sociedad por conducto de nuevos
descubrimientos.

5.1.2 Aptitudes, habilidades y áreas de oportunidad


Para algunas personas es más sencillo realizar con éxito actividades
manuales o deportivas, para otras lo artístico, para otros el cálculo y el
razonamiento, otros tienen más aptitudes sociales o verbales, y algunos
son más creativos. Así, cada quien es más apto para ciertas cosas, y este
autodescubrimiento le permite ir decidiendo el rumbo de su vida, ya sea
para elegir cómo pasar su tiempo libre o para su futuro profesional.

Existen dos tipos de aptitudes, las que se nos dan de manera natural y
las que desarrollamos con la práctica. Como se vio en el apartado anterior,
el interés hacia algo no siempre coincide con que tengamos la aptitud para
hacerlo eficazmente desde el principio, por lo que el ser humano, con sus
facultades superiores, es capaz de desarrollar nuevas habilidades con el
paso del tiempo y con paciencia.

Lo mismo ocurre con nuestras áreas de oportunidad. Muchos los


llaman defectos, pero es un término que, de antemano, nos indica que
algo está mal y nos predispone ante ello con una actitud derrotista. Por
eso se ha preferido utilizar, en este documento, otro término que de
entrada nos ofrece la ‘oportunidad’ de cambiarlo o mejorarlo. Ninguna
persona es perfecta y el trabajo personal nunca termina, siempre habrá
algo que podamos pulir un poco más, para nuestro bien y el de quienes
nos rodean.

Así podemos ver que lo que hemos visto a lo largo de este curso
nos beneficia de manera personal. La vivencia de los valores, el
interés por forjar nuestra voluntad y desarrollar la inteligencia, nos
llevan al punto de poder satisfacer inquietudes que nos surgen a lo
largo de la vida y que nos permitirán un mayor conocimiento de nosotros
mismo, y mayor plenitud en nuestra vida.

5.2 RELACIONES INTERPERSONALES


Como se ha estado estudiando a lo largo de este curso, el ser humano es
un ser social que necesita estar en contacto con otros para satisfacer sus
necesidades biológicas, emocionales y espirituales.
Estas relaciones pueden ser favorables y que permitan un desarrollo,
o en su defecto, autodestructivas. Algunas características de una relación
interpersonal exitosa implican la asertividad de las personas involucradas,
así como el autoconocimiento de cada una.
En una relación, la persona se entrega al otro en distintos niveles y
áreas, de acuerdo al tipo de relación que haya de por medio. Por ejemplo,
es diferente la manera en que interactuamos con la familia, que con un
amigo, que con los compañeros de clase o con un novio. Cada una de
estas relaciones se desarrollan en distintos planos, por lo que cada una
tiene sus propios límites y reglas. Así, la manera de expresar el afecto, la
profundidad de los temas que se tocan, el grado de confianza es diferente.
Por lo que la exigencia de fidelidad y de entrega en una relación es
directamente proporcional al grado de intimidad que se tenga con el otro.
Aún así, se puede aprender algo de cada persona sin importar quién
sea o su edad. También nosotros podemos dejar algo positivo o negativo
en cada persona que nos rodea. Nuestros actos, como hemos dicho, nos
llevan a trascender, y esto implica lo que dejamos de nosotros en los
demás. Razón que debería hacernos estar al pendiente de nuestras
actitudes y comentarios para que en vez de ser perjudiciales para otros, y
para nosotros mismos, sean de beneficio.
A continuación se verán algunas características que pueden
facilitarnos nuestras relaciones interpersonales.
5.2.1 Asertividad
En el libro titulado Asertividad: una alternativa para el óptimo manejo de
las relaciones interpersonales, se cita a Lazarus quien define la
asertividad como la habilidad para decir ‘no’; la habilidad para pedir
favores y hacer demandas, la habilidad para expresar sentimientos
positivos y negativos; y la habilidad para iniciar, continuar y terminar
conversaciones.
En el mismo libro se cita a Jakubowski y Lange con la siguiente
definición:

La asertividad es la capacidad de hacer valer los derechos, expresando lo


que uno cree, siente y quiere en forma directa, honesta y de manera
apropiada, respetando los derechos de la otra persona. La asertividad
involucra la declaración de los derechos personales, expresando
pensamientos, sentimientos y creencias, que a su vez no viola los derechos
de la otra persona.14

Ser asertivo es expresarte y actuar para tu bienestar y el de los demás.


Permite sentirte bien contigo mismo y facilita la convivencia con todas las
personas.

También es importante entender lo que la otra persona dice, eso nos


ayuda a mejorar los resultados del diálogo. Implica evitar las malas
interpretaciones o malos entendidos que uno mismo se crea por no
preguntarle al otro. Esto es algo muy simple pero un error muy común.
Pocas personas se atreven a preguntar si lo que entendieron es lo que el
otro quiso decirnos. Muchas veces es en esta mala interpretación donde
se generan los conflictos, ya que cada uno tiene una versión distinta
y ninguno lo sabe. Por lo tanto, la asertividad es la base de una
comunicación con calidad.

14
Flores Galaz, Mirta Margarita, Díaz-Loving, Rolando, Asertividad: una alternativa para el óptimo manejo de las relaciones
interpersonales, p.25.
Algunas pautas que te permitirán saber si eres asertivo son: puedo
decir que no sin sentirme mal o culpable. Trato de buscar la causa de mis
enojos. Busco solución a mis problemas. Puedo expresar mi enojo de una
manera encauzada. Reconozco mis sentimientos. Exijo ser tratado con
respeto. Respeto los derechos de los demás, sin dejar de ser firme. Soy
leal a mis creencias. Cuando tengo dudas, investigo de la manera
adecuada.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Elabora un ensayo sobre las pautas enlistadas anteriormente y


reflexiona en cada una de ellas, escribiendo cuáles son las que
más te fallan y cómo podrías mejorarlo.

5.2.2 Resolución de conflictos


Este apartado va muy ligado al anterior. Cuando alguien es asertivo, tiene
mayor capacidad de resolver conflictos. Esto es porque puede prevenirlos
o se siente seguro al saber cómo averiguar la causa del dilema. Poderse
comunicar con claridad realmente aumenta la calidad de nuestras
relaciones, porque es viable conocer la verdad sobre la que ésta se ha
construido.
Los conflictos surgen por oposición de intereses entre las personas. Lo
importante aquí es llegar a un equilibrio en donde ambas partes se sientan
cómodas. Evidentemente, en la práctica, esto es complicado
lograrlo. Es por eso que necesitamos mucha conciencia de justicia
y de defensa de la verdad. Cuando nos proponemos que ambas nos
guíen, será más fácil llevarlo a cabo. Como seres humanos es fácil
que cedamos ante el egoísmo, pero hemos visto que la sociedad
que nos rodea está estancada porque pocos son los que luchan
pensando en un bienestar común y no sólo en el propio. La juventud debe
tomar las riendas y empezar un nuevo camino en donde se vea por todos,
así cada uno también se verá beneficiado; es un efecto dominó, en donde
a la larga, todos ganan o todos pierden.
Por otro lado, la manera en que se resuelven los conflictos es una
muestra de la inteligencia de la persona. Alguien que es capaz de buscar
alternativas, significa que posee más creatividad que otros. Pero ésta es
una capacidad que si uno no la tiene, puede desarrollarla ejercitándola.

Este desarrollo implica considerar eventos pasados para que cada uno
nos vayamos dando cuenta de la manera en que reaccionamos. Esto nos
llevará a un autoconocimiento, y nos permitirá controlar nuestras
emociones antes de que éstas nos invadan. Nuevamente resurge la
necesidad de saber cómo somos.
Poco a poco, nuestras opciones irán surgiendo de manera más natural,
y cuando sea necesario aplicarlas, ya tendremos en mente los caminos
viables y será más asertiva nuestra respuesta, ya sea en conflictos con
los demás o en circunstancias imprevistas.

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Tómate un tiempo para pensar en alguna situación improvista que


hayas vivido y en la que el resultado no haya sido favorable. A
continuación piensa otras alternativas posibles para salir de esa
misma circunstancia, y qué resultados pudieron haberse obtenido.
Reflexiona el porqué no actuaste de una manera más adecuada.
Piensa si el miedo te invadió, o fue un acto impulsivo. Escribe tus
reflexiones.

5.3 SENTIDO DE VIDA


El sentido de vida se puede conocer mediante la conducta de la
persona, es decir, cada uno va creando su propia historia con base
en las decisiones que toma durante su vida. Cada acto que realizamos
nos va autodeterminando, nos va dirigiendo hacia algún lado. Un acto que
se repite constantemente puede volverse un hábito o un vicio,
dependiendo si nos beneficia objetivamente o no. Por ejemplo, una
persona que roba una vez no se vuelve un ladrón, pero si lo sigue
haciendo, sí se convierte en uno.
Es importante que cada uno reflexionemos sobre los actos que
predominan en nosotros, porque éstos manifiestan hacia dónde estamos
yendo.

En ciertas etapas de la vida, pasamos por ciertas crisis que nos obligan
a preguntarnos qué queremos. Por ejemplo, al terminar el bachillerato,
todos nos preguntamos si queríamos seguir estudiando o ya no. Los que
elegimos que sí queríamos, tuvimos que preguntarnos también qué
queríamos estudiar, en dónde, y en qué modalidad. Todos estos
momentos de crisis, que en ese momento nos causan ansiedad, son una
muy buena oportunidad para conocernos, cuestionarnos, encaminarnos
hacia lo que queremos y alejarnos de lo que no nos gusta tanto. Es por
eso que las crisis son tan valiosas, porque nos dan la oportunidad de
cambiar y de crecer.

El sentido de nuestra vida se debería demostrarse en cada uno de


nuestros actos para que nos sea más fácil conseguirlo y lograr ser felices.
AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Para qué nos sirve el autoconocimiento?


2. ¿Qué es la autoestima?
3. ¿Qué es la asertividad?
4. ¿Para qué nos sirve ser asertivos?
5. ¿Qué nos autodetermina?

Respuestas
1. ¿Para qué nos sirve el autoconocimiento?
Para elaborar un plan de vida que nos lleve al perfeccionamiento de cada
uno.
2. ¿Qué es la autoestima?
Es el aprecio que cada uno se tiene a sí mismo y que le da el empuje
para superar o no, las circunstancias que la vida le presenta.

3. ¿Qué es la asertividad?
Según Jakubowski y Lange la asertividad es la capacidad de hacer
valer los derechos, expresando lo que uno cree, siente y quiere en
forma directa, honesta y de manera apropiada, respetando los
derechos de la otra persona. La asertividad involucra la declaración
de los derechos personales, expresando pensamientos, sentimientos
y creencias, que a su vez no viola los derechos de la otra persona

4. ¿Para qué nos sirve ser asertivos?


Nos permite conocernos a nosotros mismos, evitar o resolver
conflictos de una manera más justa, nos da la oportunidad de hacer
valer nuestros derechos ante los demás.

5. ¿Qué nos autodetermina?


La repetición de nuestros actos nos determina.
BIBLIOGRAFÍA

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segunda edición.

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http://irma.org.mx/despues/articulos.html

La estructura social. La convivencia en sociedad.


http://www.scribd.com/doc/39817525/FILOSOFIA-IV, México
GLOSARIO

Amor. Inclinación a buscar el bien objetivo del otro.

Aprendizaje. Procesos que se llevan a cabo intelectualmente para


interiorizar nuevos conocimientos

Autoridad. La legitimidad o la facultad que posee quien ejerce el mando a


favor de otros.

Ciudadano. Habitante de las ciudades antiguas o de Estados modernos


como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el
gobierno del país.15

Ciudadanía.- Comportamiento propio de un buen ciudadano.

Deontología. Disciplina de la ética normativa que presenta una serie de


principios y reglas de cumplimiento obligatorio referente a cada
profesión.16

Dignidad – Es la característica propia y distintiva de la persona humana,


haciéndola diferente de todos los demás seres vivos.

Ética. Estudio del actuar humano para promover los comportamientos


deseables.18

Humildad. Conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y actuar


de a cuerdo a tal.17

Integridad. Cualidad que se refiere a lo que no carece de ninguna de sus


partes.

15
Diccionario de la Real Academia Española. www.rae.es. Vigésimo segunda edición.
16
http://www.scribd.com/doc/37742287/ETICA-
Conceptos 18 http://definicion.de/etica-profesional/
17
Diccionario de la Real Academia Española. www.rae.es. Vigésimo segunda edición.
Íntegro - Dicho de una persona: Recta, proba, intachable.

Inteligencia – Facultad que capta la esencia de las cosas y que tiene una
inclinación natural por buscar la Verdad.

Justicia – Capacidad para dar a cada uno lo que le corresponde.

Libertad – Atributo de la voluntad del ser humano que le permite hacer o


no lo que la inteligencia le muestra como bueno.

Madurez - Coherencia interna que permite pensar, decir y realizar lo


mismo sin contradicciones eventuales y con convicción.

Persona – Sustancia individual de naturaleza racional.

Prudencia - Sensatez, buen juicio que tiene por finalidad de evitar un mal
o conseguir un bien.

Respeto – Reconocimiento que uno hace de las cualidades de una


persona, no busca ofender ni herir.

Responsabilidad - Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho


para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado
libremente.18

Sociedad - Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen


unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir,
mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida.19

Verdad – Adecuación del entendimiento con la realidad.

Voluntad – Facultad que consiste en la inclinación natural al Bien.

18
Ibid.
19
Ibid.
PERSONALIDAD Y CARÁCTER

¿Cómo vencer nuestros complejos?

¿Te molesta demasiado lo que otros piensan de ti? ¿Críticas a menudo tus
características personales o las de los demás? ¿Sufres, también, falta de confianza
personal, de debida concentración, retraimiento, o timidez?
¿Tienes conflictos con los que te rodean?

Seguramente también tú deseas triunfar en la vida, desarrollando una personalidad


sólida y enriquecida. Sería bueno que forjes tu propia escala de valores. Tal vez
tengas problemas para hacerte de amigos, problemas con tus padres o con el
ambiente en que te mueves. ¿Quién es el culpable?

La causa no está en ellos, sino probablemente en "ti mismo".

Lo que piensas de ti mismo, y la actitud que asumes, es la imagen que reflejas frente
a los demás. Esto tiene que ver directamente con la capacidad de hacerte de amigos,
con tus problemas o el ambiente en que te mueves. Incluso tiene que ver con tu vida
espiritual, tu actitud frente a Dios y tu tranquilidad y paz interior.

Cada persona debe decidir si va a llevarse de las actitudes, formas de vestir y


proceder de los padrones sociales y culturales que otros tienen, de la forma de pensar
de sus amistades, de sus metas y objetivos, o si se llevará de lo que Dios piensa y
desea.

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo", dijo Jesucristo (Mateo 22:39). ¿Te amas
a ti mismo? La visión negativa que tengas de ti puede repercutir en la relación con
tus amistades y dificultarte en descubrir el verdadero propósito de tu vida. Pueden
derivar en rechazo, derrota, inseguridad y diversos complejos.

El complejo de superioridad, es uno de ellos. La persona posee una tentativa


exagerada de aceptación o bien puede llegar a la sofisticación en la forma de escoger
sus amistades. Mayormente no somos conscientes de nuestros complejos.
Buscamos razones, nos preguntamos por qué otros no nos aceptan como
sinceramente lo deseamos. Los culpamos de diversas cosas y nos tornamos críticos
y cínicos. En cierto grado, el complejo de superioridad es el tener una opinión
demasiado elevada de uno mismo. La persona desprecia la actitud de los demás
para con él, escogiendo aquellas amistades sobre las cuales el puede sobresalir. Las
Sagradas Escrituras nos dicen: "...que no tenga más alto concepto de sí que el
que debe tener, sino que piense de sí con cordura..." Romanos 12:3.

El complejo de inferioridad, es otro problema. Cuando hay timidez excesiva, falta


de autoconfianza o retraimiento, cuando alguien nos rechaza por nuestra timidez, se
confirma en la mente la idea que somos inferiores. Cuando nos comparamos siempre
con los demás y damos más valor a lo que otros opinan de nosotros, vamos
desarrollando un sentimiento de inferioridad. Con el tiempo puede llegar a dañar
nuestra personalidad, sintiéndonos inferiores y a preocuparnos demasiado en
nuestras deficiencias. Como resultado evitamos el roce con otras personas a fin de
no atraer la atención hacia nuestros defectos.

Sí, querido joven, Dios quiere que irradiemos su carácter, porque la verdadera belleza
no se encuentra en la apariencia física sino en el cultivo de las cualidades
espirituales.

Si comprendes que has estado alejado de una personalidad ideal y te sientes


perturbado en tus relaciones, con complejos, pídele perdón a Dios por no haber
estado conforme como Él te hizo. Agradécele sinceramente por haberte hecho como
eres y deja que Él interceda en tu vida. ¡Una nueva esperanza inundará tu corazón y
obtendrás grandes victorias! Los resultados serán brillantes. Encontrarás nuevas
amistades, se solucionarán todos tus problemas y sabrás desenvolverte en cualquier
ambiente en el cual vivas. Millones de jóvenes, han encontrado en las Sagradas
Escrituras una valiosa ayuda, la brújula que necesitaban para hallar el rumbo certero
de su existencia.

Madurez personal y afectividad

Fr. Jesús Mª Gallego Díez


Madrid

1. Introducción

Al tener que escribir unas páginas acerca de la madurez afectiva me doy


cuenta de que se trata de algo muy amplio. Un tratamiento adecuado de este asunto
requeriría aclarar previamente muchos conceptos psicológicos, lo que desbordaría
los márgenes que debe tener este trabajo. Lo que quiero ofrecer es sencillamente
una reflexión práctica que pueda ser útil para vivir la afectividad desde nuestra
vocación de religiosos, sin pretender hacer un artículo científico o académico. De
hecho, existen muchas publicaciones sobre este tema que siempre es de actualidad.
Como es natural no me cabe más remedio que plantear la reflexión desde la
experiencia que me han proporcionado los largos años que he dedicado al trabajo
clínico con religiosos/as. Ello me ha dado también la oportunidad de conocer la
valoración que la Iglesia Oficial ha dado desde el Concilio Vaticano II a la psicología
de la afectividad y de la sexualidad, no sólo a la hora de orientar la formación de los
jóvenes religiosos, sino también, sobre todo, al destacar el testimonio profético del
amor en la vida consagrada y en consecuencia la exigencia de una madurez afectiva
en los miembros de las comunidades religiosas.

Finalmente, la motivación última de este trabajo es la ordenación del último


Capítulo Provincial, que al tratar sobre la Formación Permanente nos estimula a
seguir reflexionando sobre el crecimiento personal para propiciar unas relaciones
humanas y fraternas sanas tan relacionadas con la calidad de vida comunitaria 20.

2. Algunas de nuestras dificultades para hablar


de la afectividad
Es difícil hablar y dialogar sobre este tema, porque todavía existen muchas
defensas en nuestros ambientes eclesiásticos, se teoriza, se aportan datos, pero
muchos

siguen percibiendo la temática afectivo–sexual como un tabú o al menos como


un elemento generador de ansiedad en algunos casos referido a la culpa, y, en otros,
por desconocimiento o por tener lenguajes diferentes a la hora de enfocar estos
conceptos.

Es muy frecuente juzgar el mundo de los afectos con una gran carga de
prejuicios, a pesar del ambiente social aparentemente liberador en que vivimos,
especialmente en un mundo de varones, como son nuestras comunidades, en el que
perdura un sentido de la masculinidad mal entendido, a veces con contenidos

20
Actas del Capitulo Provincial de Caleruega, Julio 2006, nº 141
machistas. Algunos llegan a interpretar la afectividad como una debilidad, incluso
como una especie de proyección de gestos homófilos, siendo muy intolerantes con
las expresiones físicas y corporales de los afectos.

Todavía en algunos ambientes se vivencian los sentimientos y la afectividad con un


sentido de exclusión o al menos de cierta contradicción con la vocación religiosa y el
celibato, es un idea que aunque no se expresa abiertamente, está latente, crea
prejuicios y nos indica la falta de entendimiento de lo que es y representa el hecho
afectivo en la vida religiosa.

Por otra parte, aún hay muchos hermanos/as que seguramente tienen una
visión teórica de lo que es el celibato o el voto de castidad, pero encuentran
dificultades para integrarlo en su vida.Todavía la idea el voto de castidad y el celibato
supone para ellos una renuncia y una negación de la afectividad y la sexualidad.
Creo, que a estas personas les falta por descubrir el “objeto afectivo” concreto en
quien centrarse: comprometerse con algo o alguien de una forma real. Conocen muy
bien la dimensión teológica de la Vida Consagrada, pero les falta proyectarse y vivir
gozosamente su psicoafectividad como personas sexuadas en el amor a los demás,
lo que debe concretarse en unas relaciones humanas gratificantes dentro del
contexto comunitario y social que nos toca vivir.

3. Hacia una definición de la afectividad


3.1. Complejidad del lenguaje acerca de la
afectividad
Cuando hablamos de afectividad empleamos, a veces, indistintamente varios
términos que para expresar una misma realidad que, aunque están relacionados entre
sí, no expresan exactamente lo mismo; por eso conviene aclararlos.
a) La sensibilidad: es un término que en ocasiones se emplea para expresar la
capacidad de experimentar sensaciones, de responder a estímulos sensoriales,
anímicos o estéticos; es, por ejemplo, la tendencia a dejarse llevar de sentimientos,
del tipo que sean, como es el caso de la compasión o la ternura.

b) La empatía: es otra palabra muy empleada. Es quizá la más cercana a la


afectividad, ya que viene a expresar la identificación mental y afectiva de una persona
con el estado de ánimo o los sentimientos de otra. Es la capacidad de sentir con el
otro y desde los registros emocionales del otro.

c) La emotividad: es una alteración intensa y pasajera del ánimo que va


acompañada de una conmoción somática, (el llanto o el temblor, por ejemplo). Es la
conmoción somática propia de las tensiones emocionales. En las emociones siempre
está implicado el sistema neuro-vegetativo y endocrino. Esta base somática sería la
característica que le distingue del mundo de los afectos.

d) La sociabilidad: no es más que la capacidad de comunicarse con los demás,


pero esta comunicación social no siempre se produce desde los sentimientos, puede
estar desconectada de toda sensibilidad, y no tener nada que ver con la afectividad.

e) La pasión o el deseo: es la expresión de las necesidades tendenciales,


positivas o negativas del sujeto. En la práctica muchos lo confunden con el amor, con
los afectos, pero en esos estados anímicos el Yo, la persona, puede seguir estando
centrada en sí misma, en el deseo sexual por ejemplo, sin trascender al otro, por eso
no podemos decir que estas tendencias sean una expresión afectiva.

3.2. ¿Cómo entender la afectividad?

Para entender lo que es la afectividad hay que partir de la necesidad tendencial que
el ser humano tiene de establecer una relación. Tal relación no es únicamente
intelectual, sino que es, sobre todo, un intercambio de sentimientos conscientes, pero
también inconscientes, con los demás, llegando así a una vinculación con “el otro”,
entendido como objeto afectivo de esa relación.

Es importante subrayar esta vinculación porque si no existe no podemos


hablar de relación afectiva; será una relación de otro tipo, sintonizaremos en algún
sentido con el otro, pero estaremos distantes afectivamente hablando. En este caso,
el otro puede proporcionarnos compañía, oportunidad de compartir intereses
comunes, diversión, intercambio de opiniones, etc., pero no será una relación propia
de la persona que, desde su madurez, busca el afecto recíproco, activo y fuerte,
siempre marcado por un sentimiento de entrega y cariño, intentando el bien del otro.

Como veremos luego, esta vinculación arranca de la insuficiencia del ser


humano que busca una complementariedad en la relación con la persona amada,
tendiendo a la reciprocidad de los afectos y a la unión que le completa, y da seguridad
y energía para vivir. Por eso, cuando la persona se ve privada de estos vínculos
afectivos aparece lo más opuesto al amor, como es la inseguridad, la soledad o la
angustia vital, porque la persona se siente incompleta.

Finalmente, para completar el concepto de afectividad es necesario tener en


cuenta que los afectos no se viven en abstracto sino desde la identidad de género,
masculino o femenino, por eso no podemos separar la afectividad de la sexualidad.
El amor siempre se vive desde nuestra realidad existencial que lleva consigo un
deseo de contacto, de estrechamiento, de caricia. La afectividad y la sexualidad son
dos cosas que en el proceso madurativo de la persona no sólo van unidas sino que
se completan, integrándose la una con la otra, potenciando nuestra capacidad de
amar, que es entrega y relación como personas sexuadas.

fr. Timothy Radclife, con su estilo directo y sugerente, comenzaba una de sus
conferencias ante un grupo numerosos de jóvenes, expresando lo que estamos
diciendo en ese intento de definir lo que es afectividad: “ No estoy seguro del
significado exacto de la palabra “afectividad” en español. En inglés “affectivity” implica
no solo la capacidad de amar, sino también nuestra forma de amar como seres
sexuados, dotados de emociones, cuerpo y pasiones. En el cristianismo hablamos
mucho sobre el amor, pero tenemos que amar como las personas que somos,
sexuadas, llenos de deseos, de fuertes emociones y de la necesidad de tocar y estar
cerca del otro”21.

4. Integración madura de los afectos


Al hablar de integración no vamos a tratar detalladamente las diferentes
etapas de la evolución psicoafectivo y sexual porque no es el objeto de este trabajo,

21
Conferencia pronunciada en las XXXIV JORNADAS PASTORALES DE FORMACIÓN PASTORAL, JUVENIL Y
VOCACIONAL organizadas por CONFER Madrid 2004
pero para comprender esta realidad humana será necesario partir del carácter
psicodinámico de la afectividad.

La afectividad, lo mismo que la sexualidad, no es una realidad que irrumpa


en nuestra vida en un momento determinado. Es un dinamismo psicológico que
evoluciona de distinta manera en cada persona, sometida siempre a un conjunto de
circunstancias y vivencias, conscientes e inconscientes, que dependerán del
ambiente familiar, cultural y educacional del sujeto y que, al incidir en su vida, van a
configurar el mundo de sus afectos y tendencias, sin que podamos marcar una
cronología.

La madurez personal es una realidad que difícilmente se logra, al menos


de una manera plena. En concreto, refiriéndonos a los afectos, siempre habrá rasgos
o aspectos inmaduros, aparentemente superados, más o menos controlados, pero no
plenamente integrados, eso sí, siguen latentes, relegados al mundo del inconsciente,
donde conservan su fuerza actuante. Por eso, ante una situación conflictiva pueden
manifestarse en la conducta con toda su crudeza, denotando en este desajuste un
fallo en la madurez personal, lo cual no quiere decir que invalide el conjunto de la
personalidad calificándola de inmadura.

Esto es importante, porque para muchas personas el término inmaduro tiene


un sentido peyorativo, que crea ciertas defensas y prejuicios si no se entiende bien.
Personalmente, cuando lo empleo lo hago con cuidado y procuro dar una explicación,
ya que, de entrada, parece ofensivo, algo así como si dijéramos que esa persona es
irresponsable o poco sensata; aunque esta es la acepción coloquial, no quiere decirse
con ello nada más que la persona tiene todavía algo más que hacer en su desarrollo
humano y espiritual. Es, por tanto, un término abierto al crecimiento y perfección de
nuestras posibilidades. En cierto sentido es un signo de esperanza, es como si
dijéramos: hay mucho por hacer pero todavía se puede hacer, porque el crecer es un
trabajo permanente que no se acaba nunca, requiere una actitud de introspección y
cuidado para darse cuenta de las propias limitaciones y posibilidades y, como todo
cuidado, tiene un componente amoroso, es la autoestima y aceptación personal,
para, desde ahí, seguir cultivándose en las distintas áreas de la personalidad..

5. Psicogénesis de la afectividad
La evolución de la afectividad comienza con las primeras relaciones
que el niño establece con la madre y a través ella con el entorno familiar y social
como base para la integración afectiva.

Se ha definido al hombre como un ser en relación, hay quien lo ha llamado un


ser para el encuentro. Pero este encuentro, con “el otro”, para ser positivo tiene que
producirse desde su adultez, cuando sintiéndose libre y responsable de “sí mismo”
entabla una relación de diálogo vinculante, de igual a igual. Hasta llegar a esa mayoría
de edad el ser humano tiene que sortear una serie de peripecias en el proceso
evolutivo que no siempre acaban con el establecimiento de una relación objetal
madura.

Todo esto sucede porque a diferencia con otras especies menos


evolucionadas, el ser humano es un ser inacabado, y por tanto dependiente y
necesitado. Se podría decir que nace prematuramente: va a necesitar por lo menos
los dos años primeros de su vida para que sus sistemas inmunológicos, enzimáticos
y neurológicos estén relativamente maduros. El niño, al nacer, no distingue su
esquema corporal del cuerpo de la madre, vive en una especie de fusión- confusión
con la madre, de modo que el bebé no sabe donde termina él y donde comienza la
madre. Se ha dicho que en esta simbiosis tan perfecta se experimenta el paradigma
de la felicidad, de ahí que en la vivencia de esa felicidad esté la base del vínculo
materno-filial. En un primer momento es un vínculo corporal, a través del tacto, para
pasar después a la vinculación cognoscitiva y llegar más tarde a la vinculación
afectiva, el apego o dependencia.

El profesor Roff Carballo, en la primera mitad del siglo pasado, expuso esta teoría a
lo largo de su obra, señalando como entre la madre y el hijo se forma lo que él llama
la “urdimbre afectiva”, una relación que posteriormente se extiende también al
entorno familiar. Lo más importante es señalar que este vínculo no es consecutivo a
la formación del ser humano, sino constitutivo, es decir, no es que primero se forme
el ser humano y luego se relacione con su entorno; lo importante es que primero
necesita relacionarse para constituirse como persona o como ser humano maduro22.
(3)

El establecimiento de este contacto materno-filial tiene una influencia


decisiva en el posterior desarrollo afectivo y sexual del niño porque, si es positivo, va
a contar con una base para un futuro desarrollo maduro de su persona, pero si hay
una privación o carencia sus futuras relaciones personales, como se ha demostrado,
van a estar marcadas por la inseguridad, la desconfianza, la distancia
comunicacional, la inafectividad o, al menos, por sentimientos de desapego en
relación a la convicción personal de que no pueden existir contactos humanos
gratificantes y que, además, estos tengan una consistencia.

Por eso, las primeras percepciones ambientales, sobre todo las de afecto-desafecto,
por parte de las figuras parentales, las frustraciones de deseos y las tensiones
afectivas entre las personas que rodean al niño, le afectarán y se fijarán de una
manera absolutamente básica al producirse en su psiquismo virgen de experiencias
vitales23.

En estos primeros años comienza el niño a tener conciencia de “Sí mismo”,


de su individuación, empezará a afirmarse frente a los demás, a oponerse frente al
“no-Yo”, a reconocer sus sentimientos y deseos, pero tendrán que pasar muchos

22
Cf. Urdimbre afectiva y enfermedad. Barcelona. Labor,1961

23
Todo esto tiene una importancia decisiva en nuestra sociedad actual, dada la inconsistencia del esquema familiar
tradicional y la irrupción de otros modelos parentales de familia, bien sea a través de posteriores matrimonios de alguno de
los cónyuges o de las adopciones por parejas atípicas. Es cierto que las imágenes parentales pueden cambiar, y, por tanto,
sus primeras percepciones corren el riesgo de estar marcadas por la frustración afectiva o por la inseguridad y sean motivo de
inestabilidad emocional, pero no se puede decir a priori que los nuevos contextos familiares, al distanciarse cada vez más del
modelo tradicional, no sean aptos para proporcionar al niño una estabilidad psicológica y un clima afectivo, necesario para la
evolución sana de su personalidad.
años hasta llegar al momento culminante de este desarrollo. Será, cuando superada
la adolescencia con la afirmación del Yo, cuando podemos hablar de una relativa
madurez de la persona, capaz de establecer relaciones serias y vinculantes con los
demás.

Eric Fromm describe muy bien este proceso, en ese pequeño libro muy
conocido por todos, titulado El Arte de Amar. El niño, dice, vive feliz en la seguridad
que le proporciona la unión con la madre, pero pronto empieza a experimentar un
sentimiento de soledad, lo que él llama la “separatidad”; su problema a partir de
entonces será superar esa separación que para él es la raíz de la angustia : “El
hombre - de todas las edades y culturas – se enfrenta a la solución de un problema
que es siempre el mismo: el problema de cómo superar la separatidad, cómo lograr
la unión, como transcender la propia vida individual y encontrar compensación“24.

La sensación de angustia o desvalimiento que el ser humano experimenta


desde sus primeros años será un punto de arranque positivo que lanza al niño a
establecer una relación objetal con el otro, una relación que tendrá logros diferentes
según el grado de su individuación en relación con la figura materna.

Por tanto será importante, en primer lugar, favorecer un vínculo maduro en


la infancia ya que el niño que ha tenido una buena vinculación, a través de la
experiencia amorosa con las figuras parentales, empezará a tener una seguridad
básica, por la gratificación amorosa recibida, para establecer a su vez relaciones
vinculantes y estables con los demás. Por el contrario todos conocemos a personas
que no han vivido estos sentimientos placenteros, sino que han experimentado
violencia física, abandono, utilización y desvalorización de su persona, lo cual
predispone al sujeto a huir de toda relación que tenga visos afectivos ante el temor
a que se reproduzcan las frustraciones anteriores.

24
Erich Fromm, El Arte de Amar. Buenos Aires, Paidós, 1979, p.20.
El ambiente de libertad y de respeto por parte de las figuras parentales hacia el hijo
es la segunda condición para lograr la seguridad personal futura. Todos tenemos la
experiencia de relaciones de dependencia establecidas en la infancia en las que
madre e hijo forman un todo único e indivisible, una especie de simbiosis difícil de
romper por el joven o la joven que intenta buscar una autonomía en su realización
de alteridad. Estas vinculaciones de dependencia llegan a veces a prolongarse
sutilmente durante años impidiendo el crecimiento madurativo del hijo, aunque lo peor
está por venir cuando esta dependencia se transfiere hacia otras figuras de autoridad
o de prestigio sin que la persona lo perciba. Los resultados del proceso son muy
conocidos: la anulación de la personalidad, la inseguridad, y sobre todo la fijación en
esta etapa infantil que incapacita para establecer otras relaciones vinculantes a lo
largo de la vida, como puede ser una vinculación adulta de pareja.

Finalmente, al dejar la seguridad materna, habrá un tiempo en el que el niño


buscará otros vínculos a través de las relaciones de alteridad, primero será a través
del grupo (la pandilla, el ambiente escolar, el juego) amparándose en ellos,
estableciendo una relación desigual, protectora o subordinada, de dependencia, en
definitiva. Es una forma de reafirmarse a través de estas nuevas relaciones objetales,
hará diversas elecciones, para terminar en el encuentro libre con un Tú semejante
a él, que después se personaliza en un Tú diferente, del otro sexo, y más tarde
singularizado, normalmente en la relación de pareja con quien se establecerá una
relación de amistad, no de dependencia, posesión o dominio

6. Hacia el amor maduro


La clave estará en abrirse al otro sin perder la propia identidad, lo cual supone
trascender la barrera de la soledad personal pero sin anularse.

El amor maduro presupone contemplar al otro como es, viéndole como una
persona a quien se quiere y acepta, no por lo que tiene sino con lo que tiene, tal cual
es, con sus cualidades y defectos. Desde este respeto a la personalidad libre y
peculiar del otro es como se construye esa relación madura que llamamos amor. Para
esto habrá que huir de proyecciones que nos hacen buscar, de forma narcisista,
nuestro propio yo en el otro, estableciendo relaciones basadas en la necesidad o el
poder, al buscar que el otro se adapte a nosotros.

En definitiva, el amor se basa en el reconocimiento de las dos libertades, por eso


cuando amamos a alguien debemos permitirle que siga fiel a su propia identidad; no
es amor cuando lo que se persigue es poseer, absorbe o cambiar.

El que ama de una forma madura, en esta carrera hacia el Tú, siempre difícil, ha
llegado a desprenderse de posturas egocéntricas, logrando estableces unas
relaciones de alteridad basadas en la donación de sí mismo, por eso podemos decir,
siguiendo una vez más a Eric Frommm, que el amor es: “una aptitud de dar y recibir
afecto, pero también cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento”.

7. Psicopatología de la afectividad en la vida


religiosa
Al hablar de psicopatología en la vida religiosa me refiero a las dificultades
que la persona consagrada encuentra a la hora de vivir y expresar sus afectos y
tendencias de una forma madura. No quiero decir con esto que el religioso tenga
más dificultad que el laico en este sentido, simplemente las dificultades y la forma de
enfrentarse a ellas son diferentes ya que elige un modo de amar peculiar, más difícil
de encajar en los esquemas psicológicos habituales, por eso necesita un proceso
más laborioso para integrar este cambio de objeto afectivo canalizando sus
tendencias hacia unos valores de tipo espiritual. El laico, normalmente, tiene más
fácil este proceso, pues su relación afectiva es más concreta e íntima y se suele
realizar a través de la relación de pareja.

Existe todavía la idea de que el célibe tiene que renunciar a la sexualidad


cuando lo que necesita es discernir sus posibilidades de cambio de objeto y de deseo,
y no sólo esto, sino comprender su cambio de postura existencial y vivencial frente al
mismo objeto de afecto y deseo sexual que tienen los demás, en concreto hacia la
relación con el otro sexo y la creación de una pareja. Todo esto empieza a
establecerse y a definirse, en los primeros años de la formación religiosa, pero
continúa después, ya que los tiempos de maduración, como hemos dicho, no son
iguales en todas las personas y en definitiva es un proceso de integración psicosexual
que no termina nunca.

La dificultad es tener que hacer un discernimiento, que al estar sometido a lo


largo de la vida a múltiples influjos personales, ambientales y educacionales, debe
partir de una percepción clara y sincera de sí mismo, valorando lo que son los propios
sentimientos, necesidades, deficiencias, deseos, carencias, límites, etc…,y, desde
esta comprensión de la propia realidad afectiva, tener muy claro que estamos
definiendo otro modo de focalizar los afectos y los sentimientos, condición necesaria
para poder vivir una relación adulta con otras personas, hombres y mujeres, sin
proyecciones compensatorias, ni narcisismos infantiles. Todo esto es difícil porque
supone además un planteamiento desde fe, que es una gracia, que nos llevará
después al compromiso personal en el seguimiento de Cristo desde la vocación
celibataria que, como les pasaba a los primeros discípulos, no es una opción para
todos y, por eso, no todos pueden entender. (Mat. 19,1 -12)

8. La Represión como mecanismo básico de la


Patología Psicoafectiva
Si queremos analizar las conductas inmaduras o francamente patológicas en
este área de la personalidad, hemos de buscar la raíz de estas manifestaciones en
el mecanismo psicológico de la “Represión “, advirtiendo que bajo el punto de vista
científico esta palabra no tiene el mismo significado que se le suele dar en el lenguaje
coloquial, donde hablamos de represión cuando queremos señalar una actitud fuerte
de control o freno de los impulsos, actitud que, por otra parte, puede ser muchas
veces un signo de madurez.
La represión patológica, siempre es un mecanismo que surge
automáticamente con la función de evitar la angustia que aparecería si se dejara
pensar, sentir o vivir ciertas pulsiones. Su función es evitar la angustia ante algo que
se teme, se desconoce y puede plantear conflictos o inadaptaciones. Así se llega
incluso a la negación y ocultación de la temática afectiva o sexual, no elaborándola
en absoluto ni enfrentándose a ella con una intención integradora.

A través de este mecanismo parece que se resuelve el problema, pero lo que


hacemos es desplazarlo a otro nivel, no accesible a la conciencia, de modo que la
persona continúa viviéndolo y, aunque aparentemente olvidado, permanece después
con toda su fuerza actuante.

El resultado de esta represión es la tensión y ansiedad que se genera sin que


sepamos reconocer la causa, aunque nos desconciertan los efectos, pues la energía
pulsional acumulada tiende a emerger, ya que necesita la descarga liberadora. Esta
liberación puede aparecer abiertamente en forma de angustia, pero la mayoría de las
veces se articula a través de los llamados “mecanismos defensivos” que adquieren
diversas formas, como un intento de solucionar de una manera digna el problema.

Es importante señalar que estas formas de expresión no son algo momentáneo,


se van estructurando y van conformando el carácter de la persona a .lo largo de su
trayectoria humana. Por tanto, los síntomas no son un bloqueo ocasional de los
afectos, sino la expresión de una deficiente integración afectiva que demuestra la
incapacidad para la interrelación personal. El grado o la patología dependerá de la
intensidad de la represión y de la cronificación de la misma. Los mecanismos de
expresión pueden ser múltiples. Señalaremos los más habituales en la vida religiosa.

8.1. Mecanismos de tipo intelectual


Es un conjunto de reflejos que tienen por objeto evitar la angustia que se produciría
si la persona se implicara, dejando emerger al terreno de su conciencia una vivencia
afectiva o sexual.
a) La Racionalización: es la imposición de criterios intelectuales, cognoscitivos,
mentales e ideacionales para encontrar argumentos que justifiquen lo que sea. En
este caso teorizando los sentimientos y llegando a un análisis interpretativo que
justifica la represión y no deja paso a las vivencias afectivas naturales, que se eluden.
Es más bien un “presenciar” que un vivir los sentimientos.
b) La Negación: a través de racionalizaciones, la persona se justifica y adopta
una postura en la que para ella no existe la afectividad ni la sexualidad. Es una forma
radical de eludir el problema.
c) La Sublimación: es el ocultamiento de la represión, imponiéndose unos
contenidos transcendentales, idealistas y utópicos que falsean la vida de relación al
eludir toda realidad afectiva y sexual concreta y normal.
d) La Universalización de los afectos: suele ir unida a la sublimación,
es propia de personas incapaces de concretar el afecto en algo o en
alguien, no porque sean insensibles o indiferentes, sino porque ante su
conciencia y ante los demás necesitan dejar bien claro que aman, pero
de una forma abstracta y universalizada, espiritualizada, evitando
siempre el contacto humano, el compromiso, muchas veces por temores
morales.

e) El Pseudomisticismo: la persona se defiende de los impulsos afectivos y de la


relación refugiándose en la vida de piedad, racionalizando o justificando su despego
afectivo en función de la vida espiritual.

8.2. La inversión a lo contrario


Otro modo de producirse la represión es la inversión a lo contrario, que ocurre
cuando ante el temor a dejarse llevar por los sentimientos y tendencias se opta
inconscientemente por lo contrario, con establecimiento de posturas como:

a) La indiferencia: es una especie de insensibilidad, de frialdad afectiva. Una


coraza que indica que los sentimientos no están integrados o están compensados de
otra manera.
b) El rechazo: toma diferentes formas de expresión pero siempre indica un
alejamiento de la cercanía afectiva. Por ejemplo, la hostilidad, el no querer recibir
muestras de afecto, incluso la ansiedad ante la verbalización afectiva, es propio de
personas que rechazan el afecto y que tampoco lo quieren expresar. Son personas
aparentemente frías, inafectivas
c) La timidez exagerada, la huida de la cercanía afectiva, la indiferencia, la
frialdad, la insensibilidad...
d) Los trastornos de ansiedad y las diversas somatizaciones, son
expresiones muy frecuentes de una angustia latente, que está oculta, sin que la
persona se enfrente a las causas que la producen y que emergen como signo de
alarma a tener en cuenta.

8.3. Conversión de la afectividad y del impulso


sexual en otras tendencias indirectas
La pulsión afectivo-sexual, la energía libidinal, al no poder encontrar un cauce
adecuado se trasforma en expresiones aparentemente más correctas para la propia
conciencia y el juicio social, con lo cual evitamos la angustia. En general, se expresa
a través del impulso agresivo y el sexual, casi siempre de una forma indirecta. Las
principales manifestaciones son las siguientes:

a) Agresividad latente: que se expresa a través de muestras de un carácter


seco, mal humor constante y un estado general de insatisfacción y malestar.

b) Agresividad manifiesta: proyectada directamente, como ocurre en la


violencia. Explosiones puntuales de genio. Reacciones bruscas. De una forma más
sutil, a través de la crítica constante o de la exigencia, frecuentemente defendiéndose
a través de la ironía, las palabras duras, la antipatía. Otras veces será el rechazo
personal. El Capitulo General de Providence hace unas reflexiones muy interesantes
de todo esto al hablar de las condiciones de la vida fraterna25.

c) Compulsividad productiva o ritual: es una forma muy habitual de liberar la


tensión afectiva. Predomina sobre todo en los varones y más entre los religiosos. Es
propio de la persona que polariza su energía en torno a una serie de actos que no
responden a las exigencias de la realidad, aunque sirven para agotar la energía
libidinal y evadirse. Así encontramos entre nosotros un activismo exagerado, una
especie de adicción al trabajo o a la mera actividad

d) El afán de destacar: hace al sujeto volcarse substitutivamente en actividades


sociales, culturales o académicas sin ninguna utilidad posterior, simplemente por el
afán narcisista de destacar.

25
“Encontramos también en el interior de nuestras comunidades dominicanas, formalmente constituidas por un motivo
religioso, como es la unión con Dios o en Dios, se da, con relativa frecuencia, una violencia más bien de tipo psicológico.
Esto se evidencia principalmente en la negación de la palabra simplemente por antipatías, por malentendidos no
aclarados o por formas diferentes de pensar y ver las cosas. Igualmente por las palabras duras, por la ironía que hieren la
sensibilidad y afectan a la dignidad de los hermanos (Mt 5,22). También por la imposición de una opinión personal que
puede crear situaciones de bloqueo en la comunicación intracomunitaria” (nº 266).
e) La proyección en actividades sociales con un matiz excesivamente
dominante, expresión de control o poder sobre personas o grupos, siempre bajo la
justificación racionalizada de “actividades pastorales” o del bien común26.

f) La agresividad hacia las normas: rechazo y crítica sistemática hacia las


instituciones.

g) Agresividad introyectada: todo tipo de somatizaciones, estados angustiosos


o depresivos que tienen un correlato fisiológico más o menos manifiesto. Son
expresiones de conflictos más o menos conscientes que no llegan a encontrar un
cauce expresivo adecuado.

h) Conformismo masoquista o adaptabilidad excesiva al estado de cosas que


se le ofrecen, no pensando, no analizando, sometiéndose y, por tanto, no siendo él
mismo.

i) La evasión a través de las adicciones: son desafíos, características de la


sociedad en que vivimos que tenemos que afrontar y enfrentar como religiosos27.

9. A modo de propuesta conclusiva: actitudes


internas para vivir la afectividad en la vida religiosa.

Para terminar, planteo algunas actitudes internas para vivir la afectividad en la vida
religiosa, actitudes que integren lo afectivo en nuestra condición consagrada.
Entiendo que las más determinantes son:

9.1. Normalizar nuestras vivencias afectivas y sexuales,

26
“Otros elementos que violentan la vida comunitaria son la lucha por espacios de poder y el racismo o el nacionalismo
más o menos velados. También se da violencia y falta de respeto a la comunidad cuando sistemáticamente se hace lo
contrario de lo que se ha acordado en ella” (Capítulo General de Providence, nº 266,5).

27
“Frente a las adicciones y las dependencias tales como el alcohol, las drogas, televisión e Internet, como evasiones que
crean un circulo vicioso, hemos de abrirnos a la amistad, a la comunicación, con acompañamiento fraternal, ofreciendo a los
hermanos involucrados ayuda humana, emocional profesional, a fin de que, librándose de estas esclavitudes, recuperen la
libertad para entregarse plenamente a su vocación primera” (Id. nº 264, 4).
dándoles la importancia lógica, natural y real que tienen. Comprendiendo que somos
seres afectivos y sexuados, por naturaleza y que, por tanto, no podemos negar sino
integrar estas realidades en la totalidad de nuestro ser y conducta. Esta tarea es más
importante entre nosotros, por ser religiosos, ya que hasta no hace muchos años
nuestra formación ha estado más dirigida a dar importancia al cultivo de la vida
intelectual y espiritual, pero no tanto a la necesidad de cultivar e integrar la vida
afectiva y sexual, como valores de la persona. En general, se ponía sólo el acento
en inculcar los valores ascéticos y la necesidad de controlar estas tendencias que
fácilmente eran entendían como

“negación” de las mismas.

9.2. Experimentar la vida afectiva y el contacto humano en los distintos


ambientes en que nos movemos. Sobre todo en el ambiente comunitario, pastoral y
en el trato con familiares y amigos. Expresando sentimientos que acortan las
distancias y las dificultades de comprensión. Olvidando los modos clericales,
impositivos o paternalistas que impiden el contacto humano, el cariño y el amor en
concreto que facilita la misión y que nos llevan al gozo positivo de estas relaciones.
Todo esto no quiere decir que en las relaciones interpersonales se olviden los
compromisos adquiridos y la fidelidad a la vocación elegida.

9.3. Centrarse en la única relación objetal que da sentido a las demás


relaciones: Cristo, a quien descubrimos como una realidad vivida en la fe,
experimentando en la oración su cercanía que da sentido a nuestra existencia.
Partiendo de esta realidad vivida se puede abordar la integración afectivo-sexual y
vivir otras realidades bajo el control de una conciencia personal lúcida y seria que
sabe lo que le afecta, que conoce sus limites y posibilidades, y los contempla desde
su experiencia espiritual. Sólo así podemos llegar a una fluidez afectiva y tendencial
controlada.
9.4. Entender y profundizar la llamada
personal al

“seguimiento de Cristo”, que hace suya la causa de los hombres desde un amor
célibe, que entendemos no como una realidad ascética sino de amor, que centra
todoel dinamismo y energía de la persona en la causa de los más necesitados,
creando una autentica familia humana. Así descubrimos que el amor desinteresado
por el Reino es capaz de dar madurez y plenitud a nuestra vida, “… llegando al
estado del hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo” (Ef 4,13).

10. Bibliografía
AIZPURUA, F: Amar hoy desde el Reino. Frontera Hegian, nº 3

ÁLVAREZ LACRUZ, A: El amor: de Platón a hoy. Palabra, 2006

ARRIETA, Lola: Convivir con la afectividad. Frontera Hegian, nº 4

CENCINI, A : Por amor con amor en el amor. Atenas, 1996

DOMINGUEZ C: Los registros del deseo. Desclée.,2001

ERICH FROMM : El arte de amar. Paidós,1959

11. Cuestiones para el diálogo comunitario

1.- ¿Crees que en nuestras relaciones comunitarias damos importancia al


cultivo de los sentimientos? ¿Valoramos la comunicación afectiva? ¿Cómo
podríamos mejorar estos aspectos de nuestra vida común?

2.- Desde la experiencia personal de cada uno, sería interesante poner en


común cómo hemos ido integrando este mundo de sentimientos a lo largo de nuestra
vida y con qué dificultades nos hemos encontrado. ¿Cómo hemos pasado de utilizar
la actitud represiva como forma de control de los sentimientos a otro control que pasa
por integrar los afectos viviéndolos con libertad y paz interior?
3.- ¿Cómo enfrentarse a esas zonas oscuras de la personalidad, a
experiencias y traumas del pasado, que pueden seguir bloqueando la expresión de
las emociones, sentimientos y afectos en nuestra vida?

4.- ¿Qué puede estar fallando para que en los ambientes cristianos no se
valore el celibato ni se vea como una opción valida, a la vez que madura y gozosa,
de encauzar las naturales tendencias del ser humano como expresión de amor a
través del seguimiento de Cristo en la Vida Consagrada?

MADUREZ AFECTIVA

Objetivo: Descubrir, valorar y aprender a educar nuestra afectividad hacia un amor


pleno y maduro.

Primer encuentro: Película

Lo importante es que el grupo pueda conversar de sus experiencias afectivas con


confianza y sinceridad, para lo cual se proponen las dinámicas del segundo y cuarto
encuentro. Para facilitar este intercambio, el grupo, después de la oración de inicio y
de una introducción, ve y comenta alguna película sobre el tema, como p. ej.: “Adiós
a la niñez”, “Laguna dorada”, “Un largo camino a casa”, “Gente como uno”.

Segundo encuentro: La vida afectiva – tipos de inmadurez

_ La vida afectiva:

+ Las relaciones buenas o malas con los demás despiertan en nosotros distintos
sentimientos. Así nacen distintos estados afectivos o de ánimo: de
complacencia o satisfacción vs. displacencia o aversión; ansias, deseo o
atracción vs. huida o rechazo; alegría o gozo vs. dolor, tristeza, pena
(ejemplos prácticos).

+ En definitiva, anhelamos la felicidad como plenitud de vida, experiencia afectiva


que madura plenamente sólo en el amor.

+ El hombre nuevo es el hombre armónico e integral (los 3 “pisos”), que tiene una
vida afectiva ordenada, plena, porque es capaz de amar. Afectividad y
capacidad de amar van de la mano.

+ La afectividad se ubica entre las tendencias instintivas (amor sensitivo o


instintivo) y las volitivas (amor de voluntad o personal) – entre los dos “pisos”
– en su orientación hacia los demás.

_ Tipología de la inmadurez afectiva:

Realizar una dinámica grupal: puede hacerse con fotos de rostros o personas, o
con rostros caricaturizados que expresen distintos afectos. Se trata de constatar
distintas formas de inmadurez en el campo afectivo:

+ el “veleta”, caprichoso, “lo que siento”, “no tengo ganas”

+ el “víctima”, autocompasivo, quejumbroso, “nadie me quiere”, “siempre a mí”,


“depre”

+ el “mariposa”, inestable, eufórico – depresivo

+ el posesivo, absorbente (Susanita, de Mafalda)

+ el sentimental, soñador, que se hace la película (Felipe, de Mafalda)

+ el “erizo”, huraño, inaccesible

+ el susceptible, agresivo, que se siente herido e hiere

+ el “baboso”, sensual, pegote

+ el “rambo”, insensible, duro


Tercer encuentro: Compensaciones – desarrollo afectivo

_ Compensaciones: el desequilibrio o inmadurez afectivos trae comúnmente


diversas compensaciones como consecuencia. Ejemplos:

+ evasión o escapismo: en el deporte, estudio, comida, música, TV, droga,


sexo, etc.;

+ narcisismo: fijación en sí mismo, masturbación;

+ encierro en sí mismo: “construir su torre”, incomunicación.

_ Desarrollo afectivo:

La afectividad tiene etapas de desarrollo que no pueden saltearse, de lo


contrario se producen anomalías afectivas:

Infancia Adolescencia Madurez

Dependencia Independencia Interdependencia

Familia Amigos Pareja / propia familia

recibir dar y recibir amor generoso y


responsable

(libertad y amor)

Cuarto encuentro: Madurez afectiva

_ Recapitulación final:

+ La afectividad tiene que ver con los vínculos personales.

104
+ Por eso, madurez afectiva tiene quien es capaz de amar: es inmaduro
quien gira permanentemente en torno a sí mismo; maduro quien es
capaz de abrirse al tú.

+ No dejarse engañar por un sicologismo egocéntrico: exagerado introspec-


cionismo, “tenés que realizarte sin fijarte en los demás”, “no te
sobreexijas”.

+ Porque la afectividad madura con el amor, implica renuncia y sacrificio (ese


es el sentido de muchas desilusiones amorosas y bajones).

+ El hombre nuevo tiene una afectividad madura, porque ama plenamente:

– con amor sensitivo o instintivo

- con amor espiritual o personal

- con amor sobrenatural

(Cfr. Santificación de la vida diaria, 3a. parte: Amor primitivo, natural y


sobrenatural).

Nota: Este módulo puede ampliarse con uno o dos encuentros más: uno sobre
la amistad y otro sobre la familia, vistos desde la perspectiva de nuestra relación
y afectividad.

Bibliografía:

Fernández, R., Cuadernos de Formación IV, Tema 3.

Kentenich, J., Desafíos de nuestro tiempo I, 21-23.

Kentenich, J., Bajo la protección de María II, 35-36.

Durán, C., Cuentos para compartir.

Fernández, J., Tu personalidad – madurez o masificación.

105
De Vos, F., Los jóvenes.

LA MADUREZ AFECTIVA
El maduro afectivo es el que decodifica adecuadamente sus dinamismos y necesidades
fundamentales
Por: Humberto Del Castillo Drago

1. Aproximándonos al tema

¿Qué significa ser maduros afectivos? ¿Cómo podemos avanzar en nuestra propia
madurez afectiva? Son dos de las muchas preguntas que nos hacemos cuándo
escuchamos la palabra afectividad o cuándo se nos dice que vamos a desarrollar el
amplio tema de la madurez afectiva.

Lo primero que tenemos que hacer es definir o acercarnos al concepto de afectividad.


¿Qué es la afectividad?
El psiquiatra español en su libro los lenguajes del deseo dice lo siguiente:

“Es el modo en que somos impactados internamente por las circunstancias que se
producen a nuestro alrededor. Es en la intimidad de la persona donde esto resuena, en la
sacralidad de cada uno. La afectividad es un universo emotivo formado por un sistema
complejo de sentimientos, emociones, pasiones, motivaciones, ilusiones y deseos. Cada
uno tiene una geografía particular, pero su contenido se entrecruza, se combina,
mezclándose, formando uniones lógicas y caprichosas que requieren ser estudiadas con
rigor para adentrarnos en la selva espesa de la semántica afectiva”.

Rojas, afirma que la afectividad está constituida por cinco vertientes.

En primer lugar lo físico; todas las manifestaciones afectivas tienen una resonancia
somática, física, fisiológica aunque la diversidad en cantidad y calidad es muy variada.
La máxima intensidad se da en las emociones y la mínima en los estados de ánimo y los
sentimientos.

La segunda vertiente es la psicológica se refiere a las vivencias y experiencias interiores


que dejan huella en nuestras existencias y en nuestras historias personales.

Nuestra afectividad se manifiesta en nuestro exterior a través de nuestras conductas y


comportamientos; es la tercera vertiente.

La cuarta vertiente es la cognitiva, puesto que normalmente tras las emociones o


sentimientos existen pensamientos, cogniciones, ideas y conceptos.

Rojas, afirma que la quinta vertiente es la asertiva refiriéndose a las habilidades


sociales, es decir, a la capacidad de relacionarnos con los otros. El ser humano vuelca
sus afectos, emociones y sentimientos a los demás. También es posible que bloquee o no
exprese adecuadamente dichos afectos y emociones.

Desde la mirada integral del ser humano no podemos olvidarnos de la dimensión


espiritual que tiene también la afectividad.
106
La persona humana posee una dimensión espiritual. No es solo cuerpo y alma. El hombre
es capaz de buscar y relacionarse con el ser supremo y con los valores trascendentales.
El ser humano posee la capacidad de amar y ser amado. En lo más profundo de su ser
tiene la capacidad de entregarse y servir a los demás, de amarse a sí mismo y de
relacionarse con la naturaleza.

2. ¿Qué es la madurez afectiva?

Con lo dicho anteriormente vemos entonces que la afectividad no es solamente algo


psicológico sino que implica a todo ser humano como ser integral que posee tres
dimensiones; la corporal, la psicológica y la espiritual. El ser humano es unidad
inseparable bio-psico-espiritual. Cuando hablamos de madurez afectiva estamos
hablando de la armonía y maestría personal que existen en las 6 vertientes o dimensiones
anteriormente mencionadas: física, psicológica, conductual, cognitivo, asertivo y
espiritual. En este contexto estamos hablando de la armonía entre la inteligencia (mente),
afectividad (corazón) y voluntad (acción).

La Madurez afectiva implica que la persona despliegue sus dones y capacidades, amando
a Dios, a sí mismo y a los demás.

Este tema hoy en día es muy importante; vemos mucha gente deprimida, triste, sin un
sentido en su vida. Hoy en día se ven muchas distorsiones afectivas o desordenes
emocionales o incluso desviaciones sexuales que como sabemos pueden tener su raíz en
lo afectivo.

El maduro afectivo es el que se conoce a sí mismo; el que puede responder la pregunta


sobre la propia identidad en el día a día.

Por otro lado es el que vive la libertad y la autenticidad, es decir, el que no es esclavo de
nada ni de nadie. A veces somos esclavos de nuestras emociones o sentimientos o del
que dirán, de la opinión de otros. Vivimos muy pendientes de la valoración de otros. No
es raro que haya quienes son esclavos del juego, sexo, alcohol o drogas. Estas adicciones
se generan muchas veces en medio de carencias y vacíos afectivos.

El maduro afectivo es el que decodifica adecuadamente sus dinamismos y necesidades


fundamentales, ama a Dios teniendo una vida espiritual intensa y cotidiana, vive en
presencia de Dios, piensa como el Señor, se acepta, valora y ama a sí mismo, ama a los
demás comunicándose con ellos, teniendo amigos, es el que se realiza en el apostolado
de la vida cotidiana. Importante comprender el apostolado como “Sobreabundancia de
amor”.

La madurez afectiva me lleva a vivir y desplegar adecuadamente mis emociones y mis


sentimientos: “Yo no soy solo mis emociones y sentimientos”.

Hoy en día vivimos muchas veces esclavos de lo sentimental o emocional, olvidándonos


que la mente o razón es la llamada a regir nuestros sentimientos y emociones.

Vivimos también muchas veces esclavos del capricho, mimo o engreimiento, haciendo
lo que nos provoca, solamente lo que nos gusta y nos olvidamos que es importante regirse
por valores o principios.

107
La madurez afectiva me conduce a vivir con un amor centrado en el Señor, viviendo mi
sexualidad y genitalidad según el Plan de Dios de acuerdo a la vocación a la que he sido
convocado.

El sexo no es un instinto ciego, ni algo incontrolable, es una tendencia que yo puedo


manejar, controlar, encausar y encaminar. No somos animales que no pueden controlar
sus instintos ciegos. La sexualidad y la genitalidad son posibles ordenarlas y adecuarlas
al Plan de Dios. Es un tema de madurez, de armonía, de señorío de sí mismo, de control,
de fuerza de voluntad, en última instancia de amor a Dios y a uno mismo.

3. Factores determinantes para una madurez afectiva:

Es preciso reconocer que, aunque distintos factores biológicos y psicológicos juegan un


papel importante, la familia es el factor más determinante en el desarrollo del mundo
afectivo de la persona. Podemos afirmar que las carencias afectivas, por exceso o por
defecto, afectan a la conducta humana.

Uno lo ve en la práctica profesional como psicólogo. Cuando uno atiende a una persona,
rápidamente se da cuenta si viene o no de una familia disfuncional.

Los padres educan (o maleducan) en la afectividad a través de las interacciones entre sí


mismos y a través de las interacciones con sus hijos.

Los sentimientos básicos de cada persona tienen mucho que ver con lo que ha percibido
en los sentimientos de sus padres. Ahora bien: ¿los padres educan sentimentalmente? Sí,
aunque no con nuevas estrategias o nuevas habilidades, sino con el modo en el que
expresan y acogen los sentimientos propios y ajenos.

El mundo afectivo está inmerso en cada persona desde el momento de su nacimiento. Se


establece progresivamente a partir de un “clima afectivo “aportado por los padres
inicialmente en el seno de la familia y complementado o ampliado por las relaciones
educativas, sociales, laborales, del medio cultural en que se desarrolla la actividad
personal.

La estabilidad o madurez afectiva requiere de una armonía entre el sentimiento y la


razón.

Cuando existe un predominio de lo racional, en detrimento de la parte afectiva, el


resultado puede ser una personalidad fría, calculadora, incapaz de darle cabida a los lazos
afectivos. Por el contrario, cuando predomina la parte afectiva y no interviene la razón,
se desarrolla una personalidad extremadamente sensible que dificulta al individuo ver
los acontecimientos de su vida de una manera objetiva.

Para alcanzar la madurez afectiva es necesario tener autoconocimiento, auto aceptación


y autocontrol. Si uno no se conoce a sí mismo, no se está en disposición de conocer a
los demás. Si no se aceptan las propias limitaciones y cualidades, tampoco se puede
aceptar la de los otros, y si no se tiene la capacidad de autodominio, no se pueden
desarrollar relaciones afectivas sanas.

108
Una persona no necesariamente “nace” inseguro. La inseguridad se “aprende” en
el ambiente social de la persona. La seguridad es una consecuencia del nivel de recta
valoración de sí mismo o recto amor a uno mismo. Esta se construye desde la infancia a
partir de las comparaciones con los demás y de las reacciones de los demás hacia uno
mismo.

Quienes tienen un mayor impacto en el desarrollo de seguridad en el niño son las


personas afectivamente más cercanas; los padres, hermanos, los familiares, profesores y
los compañeros de escuela. Éstos pueden “potenciar o disminuir el sentimiento de
seguridad”. Por ejemplo, un niño que experimenta la ruptura conyugal de sus padres
tendrá mayores posibilidades de crecer con falta de seguridad.

La persona que tiene problemas de apego o vínculo es comúnmente insegura.

Cuando encuentra una relación que le ofrece un sentido de valía personal, el inseguro
tiende a desarrollar una relación de dependencia excesiva. A menudo, el inseguro se
siente atraído por personas tan inseguras como él o ella misma.

El resultado es una relación frágil, inestable, y por lo general, de corta duración.

Para poder alcanzar una estabilidad afectiva es esencial que exista una permanencia en
los lazos afectivos.

El ser humano necesita crecer en un hogar donde existan un padre y una madre que lo
amen y que se amen entre sí. La estabilidad en el matrimonio es esencial para el
bienestar del hijo y de la pareja.

4. Conclusión:

El amor es el motor de la existencia humana y es el primer “sentimiento” que conoce el


niño después de nacer.

Somos creados para amar sin límites, sin embargo por diversas causas muchas veces
vivimos en medio de la inmadurez y desequilibrio afectivo y emocional.

Se trata de volver sobre nosotros mismos, de conocernos, entendernos, de descubrirnos


y aceptarnos. En la medida que me conozca y acepte me voy a valorar y en la medida
que me valore me voy amar, de esa manera me iré disponiendo para amar adecuadamente
a los que me rodean.

Se trata entonces de madurar integralmente como personas humanas, como cristianos y


en nuestra vocación particular.
La madurez humana y cristiana es integral y parte de nuestra opción radical por el Señor
Jesús, surge de nuestro amor al Único maestro.

¿QUÉ ES LA AFECTIVIDAD HUMANA?

No debemos comprender la afectividad sin verla en el conjunto de la


personalidad. En efecto, ella es una de las funciones psíquicas que, en el conjunto
interactúa con las otras. Nos remitimos aquí al esquema de las funciones psíquicas tal
109
como C. G. Jung las describió en sus estudios sobre los tipos psicológicos, uno de sus
grandes aportes a la psicología moderna.
Comprende este concepto en una especie de integración en sí, una unificación de las
partes, una síntesis creadora, que expresa algo espiritual-activo. En los cuatro puntos
cardinales se hallan inscritas las grandes funciones existentes congénitamente en
cada individuo: el pensar, el intuir, el sentir, y el percibir. Por función psíquica,
entiende Jung, «Cierta actividad psíquica que permanece, teóricamente invariable bajo
distintas circunstancias».

Las primeras dos funciones son calificadas de racionales, en cuanto trabajan con
estimaciones, y son la función intelectiva o de pensamiento, y la unción de sentir o
afectiva. La primera, no torna en cuenta lo que se piensa, sino la función misma del
pensar, por la cual se reciben y se asimilan los contenidos -por las relaciones
intelectivas y las consecuencias lógicas- intentando comprender el mundo como
verdadero o falso, y adaptarse a èl desde un punto de vista del conocimiento. La
función afectiva, por su parte, capta el mundo valorándolo en términos de
«agradable» o «desagradable», lo cual produce «aceptación» o «rechazo», en
términos de placero displacer. Conforme a su teoría de la predominancia de
una función en la totalidad psíquica, estas dos actitudes fundamentales (como
también las dos siguientes) o bien se excluyen recíprocamente como modos de
conducta, o bien prevalece una de ellas.

Las otras dos funciones, son calificadas de irracionales en el sentido que,


eludiendo la razón, no trabajan directamente con juicios, sino con meras
percepciones, sin valorarlas o concederles un sentido. La percepción es la
«función de lo real». y nos hace captar la realidad en su objetividad misma, facilidad
por el trabajo de nuestros sentidos. La intuición por su parte, también percibe
igualmente pero mediante la facultad de, percepción interna que hace descubrir en
los objetos su significado y su sentido o transcendencia. También ambas son
recíprocamente excluyentes o de predominio de una sobre la otra. De la combinación
de estas cuatro funciones en torno a las dos grandes actitudes de “introvertido» y
«extrovertido», elaboró Jun.g, sus famosos «tipos psicológicos».

Y esto nos ubica -al menos someramente - en el lugar que ocupa la afectividad
en la relación de la personalidad con el mundo. Sin embargo, todavía es demasiado
general, casi un esquema, que completaremos con la visión de Phillipe Lersch.

Siguiendo a Von Uexkull, Lersch distingue el mundo que rodea a un individuo


en contorno y mundo circundante. El primero se refiere al conjunto de cosas y procesos
que conforman el espacio vital del individuo. En cambio el mundo circundante, es más
reducido y es lo que del primero surge como el vivenciar del ser vivo. El mundo
circundante de un organismo animado es aquél que le pertenece y se halla abierto a
su acción, y sólo éste es propiamente suyo y para él «único». Este mundo, a su vez,
está condicionado por las necesidades con las que el ser vivo está ligado al ambiente
para conseguir el desarrollo de sus propias posibilidades. Estas necesidades realzan
ciertos sectores del contorno poniendo en estado de alerta a la percepción. En este
diálogo, el enlace son los impulsos. A cada necesidad corresponde un impulso, y
cada uno de éstos contiene el tema de una necesidad. Ella se refiere vastamente desde
una necesidad de conservación, como la de comer o reproducirse, hasta las necesidades

110
llamadas metafísicas por Schopenhauer.

Sin embargo la vivencia no termina en esta concienciación del mundo, sino que revierte
otra vez al centro vital del que surgió. Este diálogo de mundo circundante y de
necesidades fue siempre vivenciado como valor o no valor, es decir, fue revestido de un
carácter de significación, y adquirió para el vivenciar un carácter de valencia. Podemos
decir más corrientemente que nuestro sujeto se ha sentido afectado. En esta
afectividad debemos ver el tercer miembro de aquel proceso que. Lersh denomina el
vivenciar.

ALGUNOS CRITERIOS DE MADUREZ AFECTIVA

Frecuentemente hablamos en el lenguaje corriente de, madurez afectiva, y


calificamos a las personas muchas veces con ligereza- de «maduras» o «inmaduras».
Sin embargo, la inmadurez, es un concepto complejo, que difícilmente admite
definiciones. Es un proceso y un ideal al cual siempre debemos tender, según nuestras
edades y circunstancias de la vida. Concepto que abarca la integralidad de la vida en sus
aspectos genéticos, psíquicos, intelectuales, afectivos, sociales, de relación humana,
cultura, etc. ¿Cuáles serían estos criterios para evaluar y avanzar en este proceso
comunes a prácticamente todas las posturas psicológicas.

1. A diferencia del niño que vive en una especie de mundo encantado, el adulto,
hombreo mujer, vive de la realidad objetiva. De esto modo, no vivimos a base de
prejuicios, sino de juicios sobre la verdad objetiva de las cosas,

2.Un criterio de madurez consiste también en la capacidad creciente de vivir


valores de larga duración, posponiendo la satisfacción de nuestras necesidades
inmediatas, y consiguiendo, de este modo, una alta tolerancia a la frustaciòn. Tener
visiones amplias y metas de largo plazo, muy motivadoras, ayuda mucho en este sentido.
3. 1r resolviendo en la vida, con flexibilidad, la tensión permanente entre
autonomía y dependencia. Esto implica por una parte, una capacidad de independencia,
de actuar por si mismo, de fundarse sobre criterios personales propios, tener una
identidad clara, saber tomar responsabilidades, etc., pero, al mismo tiempo, saber que tal
cosa no se puede obtener sin conseguir una apertura y razonable dependencia de los demás:
saber escuchar, recibir de los otros, dejarse ayudar, pedir concejos etc.
4. Solidez ética. La persona madura no confunde el fin con los medios y tiende con
firmeza a la consecución de los fines considerados justos. No se siente insegura sobre lo
que es básicamente malo o bueno, justo o injusto. De este modo puede actuar
consistentemente de acuerdo a sus principios y escala de valores. Esto le permite
comprometerse vitalmente con sentido de identidad, satisfacción y trascendencia.

111
5. Tener una cierta capacidad de ir desprendiéndose progresivamente de nuestro
egocentrismo (y, por supuesto de nuestro egoísmo), en una capacidad creciente de amor
altruista y olvido de sí, en la benevolencia y la beneficencia para con nuestro prójimo.
Este sociocentrismo consiste para Freud en saber amar y trabajar con otros y para otros.
6. Un sexto criterio, muy importante en el caso actual de los candidatos al
sacerdocio, según estudios, es aprender a m an ej a r n u est r a a gr esi vi da d,
ex pr e s á nd ol a e n fo rm a a de c u a d a y r e sp et u os a d el d e re c ho de l os
dem á s , en l a fi rm e z a d e nuestras opiniones y opciones, impidiendo así que se
deforme en hostilidad. No hay que confundir -a nuestro parecer- la agresividad
(impulso sano para afrontar los problemas de la vida o para mantenerse firmes
en nuestras opciones) con la hostilidad, la cual es distorsionar destructivamente este
impulso. Jesús es claramente agresivo y nunca hostil.
7. E. Erikson dice (junto a otros que lo afirman de diversas maneras) que el
rasgo de madurez más propio y necesario a nuestros tiempos cambiantes y
conflictivos, lo constituye la adquisición de la capacidad de flexibilidad y
adaptabilidad.
Es decir, buscar superar nuestros moldes rígidos de juicio o comportamiento.

8. otro criterio de madurez afectiva muy importante para los sujetos a los que
se refiere nuestro trabajo consiste en una buena adaptación heterosexual,
encontrando en el sexo opuesto y en la amistad pura y sincera con él, el complemento
que se necesita para el propio desarrollo. La teoría de Jung sobre los arquetipos del
«animus» y el «anima» puede ayudar mucho en la comprensión de esta afirmación.
Esto implica, además, una aceptación profunda y satisfactoria del propio género y
rol sexual, en cuanto hombre o mujer.
9. Habría finalmente criterios menores en su importancia y propios de algunas
corrientes de psicología, como el aprender a utilizar mecanismos de defensa que
sean saludables y no rigidizanles o el aprender a disfrutar del trabajo encomendado.

Con el hecho de “sentirse afectado” va unido el último miembro del vivenciar,


cerrando el circuito que Lersch llama « el circuito funcional de la vivencia»: se
trata de la conducta activa. El ser vivo se proyecta por una segunda vez sobr e
el mundo, esta vez para alcanzarla solución activa, tanto de la tensión interna
que le dio origen a sus pulsiones, cuanto la satisfacción de sus necesidades a
través de la acción. De este modo, tendencia, percepción afección y conducta
activa son procesos activos que se realizan entre los polos del ser animado y del
mundo. Aquí nos interesara particularmente -y siempre en la forma sintética y
fácil al no técnico exigida por el trabajo- el segundo y tercer miembro: las
vivencias pulsionales y las emocionales, que constituyen el vivenciar afectivo
o vida afectiva. Para ello pasaremos a continuación a una tercera figura
explicativa.

Las formas en que la persona se siente afectada por la experiencia,


externa o interna, constituyen lo que superficialmente hablando- es más propio
del ser humano. Es decir, reaccionar afectivamente, sentir, emocionarse.

Las formas de sentir y expresar el mundo afectivo tienen tanto

112
características personales como también elementos que son universales, La
intimidad afectiva se comunica poco; es lo que la persona considera como más
propio, más auténtico, lo que más protege. Sin embargo, es a través de la
comunicación de este mundo personal que se generan las experiencias más
significativas, donde las personas se vinculan afectivamente y las fuerzas de lo
afectivo pueden superar a cualquier otra fuerza motivacional.

Es importante considerar que los afectos implican un proceso dinámico,


que de una u otra forma impregna la vida humana, evoluciona, vuelve a estados
anteriores, y también madura. Esto significa que en buena medida se pueden
modular, de manera que sus efectos sean positivos en la evolución de la
personalidad. El dar y recibir amor afectivo, sentirse querido, aceptado y estimado,
son elementos claves de la salud psicológica y de la alegría de vivir.

Los electos, vistos de esta forma, constituyen una necesidad básica del
individuo, y podemos decir que de la insatisfacción o frustración de estas
necesidades nace toda la gama de afectos negativos: dolor, tristeza, celos,
vergüenza, miedo, rabia, sentimientos de inutilidad, y la incapacidad de darse
cuenta de los aspectos humanos, bellos y valiosos de la vida.

El desarrollo afectivo deberá evolucionar en la dirección del ajuste a la


realidad con la objetivación de los procesos afectivos, lo cual no significa
sobrecontrol o represión, sino emociones y sentimientos auténticamente
sentidos y adecuadamente expresados.

Analizaremos a continuación, los elementos más importantes del esquema


propuesto de Lersch.
1. MOTIVACIÓN.

El término deriva del latín «moverse” « mover”. En este concepto, se


incluyen todos los factores, elementos o fenómenos, que producen o
llevan a la acción. La motivación se deduce de la observación del
comportamiento, cuando se trata de responder a la pregunta de por qué las
personas se comportan de modo diferentes frente a una misma situación; por
qué, cambia la persona su comportamiento frente a un mismo objeto;
porque, en fin, aumenta o disminuye la fuerza de su respuesta.
Así, tanto la motivación como las emociones, nos dan una clave para
comprender por qué un individuo responde a ciertos estímulos de su
ambiente y a otros no; por qué gusta de ciertos objetos de su experiencia y a
otros no; por qué gusta de ciertos objetos de su experiencia y otros le
disgustan, y cómo interpreta el mundo según sus tendencias
motivacionales, pudiendo decir, de esta manera, que la motivación será un

113
primer elemento impulsor de la vida afectiva. De este modo, los procesos
y las estructuras motivacionales componen el sistema motivacion al de
una persona que proporciona una base estable para la personalidad, en la
que van a desarrollarse ciertos motivos más específicos. Se consideran
parte del sistema motivacional, las pulsiones o tendencias (primarias o
secundarias) los intereses, sistemas de valores o creencias, aspiraciones y
actitudes. De este modo, la motivación activa, dirige y organiza el
comportamiento humano.

2. Reacciones y estados afectivos.

Los afectos son un conjunto de vivencias que van más allá del sentirse movido
hacia, o estimulado por algo; integran dimensiones de interioridad y exterioridad de
una vivencia. Su dimensión temporal o duración, y su grado de persistencia, nos
permiten diferenciar entre una reacción y estado afectivo.

2.1. Reacción afectiva: Expresa una forma de sentirse estimulado que procede desde la
exterioridad, y manifiestan la forma de sentirse estimulado frente a un objeto (una
persona, situación, imágenes, recuerdos, etc.). Son manifestaciones móviles y
cambiantes, y, en general, tienen un comienzo y un termino claros, siguiendo un curso,
y teniendo una duración que se puede precisar.

2.2. Estados afectivos: Dan cuenta de un humor preponderante que viene de lo más
profundo de la vida anímica; no necesitan necesariamente de un objeto; son persistentes
y estable y su comienzo, lo mismo que su término, no son claros ni bruscos.

Según su intensidad, permanencia, origen y afecto sobre el organismo y la conducta, las


reacciones afectivas se pueden clasificaren emociones y sentimientos.

3. Emociones

Son de una intensidad aguda. Cuando éstas se vivencian, el sujeto es remecido por una
fuerza que compromete toda la persona. Frecuentemente alteran los procesos racionales,
según su intensidad; por eso son intensas, súbitas y pasajeras. Generalmente
desencadenadas por un estímulo externo, se acompañan casi siempre de un correlato

114
fisiológico más o menos notorio a simple vista, viviéndose como una perturbación o
alteración de la vida psíquica.

4. Sentimientos.

Estos son de intensidad más moderada que la emoción, aunque su vivencia es más
profunda y con mayor penetración en lo personal; tienen carácter más permanente en
el tiempo; su origen generalmente está en la interioridad de la persona y, también a
diferencia de la emoción con su correlato fisiológico, se dan más bien con un carácter de
organización en torno a otras vivencias. Frecuentemente estos estados de humor más
permanente son los que predisponen a las personas a reaccionar emocionalmente en
diversas formas.

LA PERSONA REALIZADA

Este retrato robot de una persona madura, realizada, descrita por Abrahum
Maslow, puede servirte de referencia a la hora de perfeccionar tu personalidad:

 La persona realizada es realista, tiene una percepción eficiente de las cosas.


Sabe juzgar a los otros rectamente y sin prejuicios.

 Se acepta a sí misma y acepta a los otros tal como son y no como desearía
que fueran. No es hipócrita.

 Posee un alto grado de espontaneidad: es sencilla en su conducta, actúa con


naturalidad y es poco convencional.

 Se concentra en los problemas y no en el «yo». Considera que tiene una


misión en la vida y lucha denodadamente para realizarla.

 Se inclina a apartarse, y le encanta estar sola. No se siente dependiente de


otros. Sabe divertirse con muy pocas cosas y en soledad.

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 Goza de gran autonomía y se manifiesta capaz de mantener la serenidad
ante los contratiempos y dificultades que se presentan.

 Tiene una enorme capacidad para apreciar, una y otra vez, las cosas buenas
de la vida: la vida misma, la amistad, la naturaleza, el trabajo, la diversión y
el descanso,

 Le gustan las experiencias místicas profundas. A veces, parece que no está


en este mundo.

 Se identifica mucho con sus prójimos, pero no se les unen de modo imitativo.
Proyectan un genuino deseo de ayudar a la raza humana. Respeta
enormemente las ideas de los otros.

 Mantiene relaciones hondas con muy pocas personas. Posee amigos


especiales o un pequeño círculo de amigos. Los niños la convencen
fácilmente.

 Sus valores están orientados hacia lo democrático. Suele relacionarse con


ricos y pobres y aprende de todos ellos. No le importan las relaciones de
clase, raza, posición social, situación económica o creencia religiosa. A todos
los acepta por igual.

 Manifiesta un sentido de humor filosófico, no hostil ni agresivo. No se ríe


jamás ante la crueldad ni ante la miseria humana.

 Posee un profundo sentido de la ética y una actuación responsablemente


moral. Sabe distinguir perfectamente entre Fines y medios. Se centra
primordialmente en los Cines y en los propósitos.

 Experimenta una inmensa capacidad para crear. Es esta una de las


características más acusadas de la persona autorrealizada. Aun sin poseer,
en general, un talento especial, se apañan para ver la vida de una forma
nueva. Tiene la capacidad creadora de¡ niño y encuentra en todo momento
un modo novedoso y original de hacer las cosas.

116
 Suele nadar contracorriente. No es conformista y sabe estar siempre abierta
a( nuevas experiencias. (A. Maslow, 1979).

 A los individuos, como a los pueblos, los mueven las ideas. Son ellas la fuente
de acción eficaz y de energía fecunda y operante. Las ideas acertadas te
harán un iluminado que irá por la vida plena de la ancianidad con los ojos
bien abiertos y una dirección concreta.

Todavía tienes tiempo para crecer, para madurar, para encontrar tu sitio en el
mundo coronando tu vida y dejando una huella positiva, luminosa, para los que
te sigan.

He ahí tu meta, tu camino, tu desafío personal, una pareja gloriosa y ejemplar.


Una vida de madurez personal, conyugal y familiar.

RASGOS POSITIVOS DE LA AUTOESTIMA

Hamachck conocido psicopedagogo, ha estudiado los rasgos característicos de


la persona que se acepta y se estima a sí misma. Rasgos que se pueden
resumir de la siguiente manera. La persona que se autoestima.

 Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesta a defenderlos,


aun cuando encuentre fuerte oposición colectiva, y se siente lo
suficientemente segura como para modificar esos valores y principios, si
nuevas experiencias indican que estaban equivocada.

 Es capaz de obrar según ella crea más acertado, confiando en su propio


juicio, y sin sentirse culpable cuando a otros les parece mal lo que haya
hecho.

117
 No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el
pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.

 Tiene confianza en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin


dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.

 Se considera, y realmente se siente igual, aunque reconoce diferencias en


talentos específicos, prestigio profesional o posición económica
 Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo
menos para aquellos con quienes se asocia.

 Reconoce y acepta en sí misma una variedad de sentimientos e inclinaciones,


tanto positivas como negativas, Y está dispuesta a revelarlas a otra persona
si le aparece que vale la pena.

 Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, holgazanear,


caminar, estar con amigos, etc.
 Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de
convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene
derecho a medrar o divertirse a costa de los demás.

Se podrían añadir otros rasgos a este perfil de la persona que se acepta y estima
a sí misma. El lector interesado puede encontrarlos en los libros de Branden,
Dyer y Llanos.

RASGOS NEGATIVOS DE LA AUTOESTIMA

En cuanto a indicios negativos, mencionaré brevemente que: a) tanto la


conducta agresiva como la sumisa, y b) las «distorsiones cognitivas» descritas
por Beck en sus estudios sobre la depresión (1983) son indicios bastante claros
de baja AE = autoestima. Describiré más detalladamente «actitudes
neurotizantes», indicativas de AE deficiente, reseñadas por Amadeo.

118
Se trata de actitudes, o posturas habituales, que indican un nivel más bien bajo
de AE. Actitudes que convendría examinar, y, a ser posible, modificar, teniendo
en cuenta la AE se aprende, que fluctúa, y que la podemos mejorar.

 Autocrítica rigorista y desmesurada que nos deja en un estado semi -


permanente de insatisfacción con nosotros mismos.

 Hipersensibilidad a la crítica, por causa de la cual nos sentimos


exageradamente atacados, heridos, echamos la culpa de nuestros
fracasos a los demás o a la situación, y cultivamos resentimientos
pertinaces contra los que nos critican.

 Indecisión crónica debida no tanto a la falta de información como a miedo


exagerado al peligro de equivocarse, a un «horror al error».

 Deseo excesivo de complacer. Es el problema de¡ «complaciente


compulsivo» que no se atreve a decir no por miedo a desagradar, a perder
la benevolencia y buena opinión de¡ otro.

 Perfeccionismo, una autoexigencia esclavizante de hacer


«perfectamente» bien lo que uno intenta, que conduce a un
desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección
exigida.

 Culpabilidad neurótica por la que uno se acusa y se condena por


conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud
de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente sin llegar nunca
a perdonarse.

 Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar,


aun por cosas de poca monta, propia del supercrítico a quien todo le
sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.

 Tendencias depresivas caracterizadas por un negativismo generalizado


(todo se ve negro: el mundo. la vida. el futuro y sobre todo uno mismo) y
una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.

119
Retrato de una persona, plenamente realizada

Wayne W. Dyer, autor muy conocido por su libro Tus zonas erróneas, ha
dibujado magistralmente el perfil de una persona realizada y libre, que puede
servir de base a tu serena reflexión. Antes de entonar el himno de la libertad,
tenemos que pasar por el camino de la reflexión personal que llegará a hacernos
libres de zonas erróneas, es decir, Dyer elabora con gran acierto, el siguiente
retrato de una persona libre, plenamente realizada:

1. Son personas que disfrutan de la vida. Saben ver el lado bueno de las cosas,
gustan de las mil maravillas de la creación. Sienten entusiasmo por la vida y
gozan de ella.

2. Viven libres de¡ sentimiento de culpa. Aun los mismos errores son valiosas
lecciones para lograr un futuro mejor. Desechan toda ansiedad como elemento
negativo y frustrante de una existencia hermosa. Afrontan la realidad presente,
aceptándola como la mejor para sus vidas.

3. Se ocupan de todo y no se preocupan de nada, Cada momento tiene su propia


inquietud. Saben que la preocupación paraliza a la persona, mientras que la
actividad responsable la hace crecer.

4. Viven el presente. El pasado ya no les pertenece y el futuro no está todavía


en sus manos. No vale la pena vivir con lastimeras lamentaciones por lo que ya
pasó. El pasado debe servir solamente como lección provechosa para edificar
un presente optimista y positivo.

120
S. Son seres responsablemente independientes. Escuchan a los demás, pero
siguen su propio camino. Son capaces de ir contra la corriente.

6. No necesitan ni buscan la aprobación de los demás. Obran responsablemente


y, aunque no guste a los demás lo que ellos hacen, se sienten igualmente
satisfechos.

7. Son capaces de tomar sus propias decisiones. Al ser plenamente dueños de


sí mismos, huyen de toda manifestación, sintiéndose capaces de seguir el
camino que creen conveniente. Cuidan de elegir, en cada momento, lo que más
les conviene.

8. Poseen el don de sonreír y de hacer sonreír. No hay nada más ridículo que
una persona que se toma la vida como una aventura trágica y pesimista. Por el
contrario, la sonrisa abierta y alegre es la manifestación más bonita de la
felicidad.

9. Se aceptan a sí mismos tal como son y sin quejas. Se ven sus cualidades y
defectos, los asumen racionalmente y actúan en consecuencia. Toman
conciencia de que el ser humano es el milagro más grande del mundo.

10. Aprecian enormemente el mundo natural. Les gustan los animales, les
encanta la naturaleza, suben apreciar la belleza de un paisaje. Buscan
permanentemente el aire libre.

11. No discuten inútilmente. Saben que es una pérdida de tiempo. Ante una
persona soberbia, prefieren callar-, ante el ignorante, buscan comprender; ante

121
el hombre honesto procuran dialogar. Nunca imponen sus criterios,
simplemente los exponen.

12. Son persona.,; honestas. No les satisface fingir ni mentir. Se presentan tal
como son, sin máscaras. Su manera de actuar es fruto siempre de un perfecto
conocimiento propio. Van por la vida con el corazón abierto a la verdad.

13. No culpan a los demás de sus errores. Aceptan responsablemente sus


equivocaciones así como las consecuencias que se derivan de sus actos. El
fracaso es la puerta necesaria del éxito, En general, no pierden el tiempo
inútilmente hablando de los demás.

14. Practican la autodisciplina. Realizan las cosas no porque están mandadas,


ni porque sean exigencias del exterior, sino por propia convicción. Se adaptan
a un horario flexible, mantienen unos criterios, cumplen sus promesas.

15. Son curiosos. Intentan conocerlo todo, indagan las causas de las cosas,
miden los efectos de sus acciones. La curiosidad es un elemento preciso de una
inteligencia despierta. Leen con atención los periódicos, viven al día, su
religiosidad es profunda. Nunca se dan por satisfechos en cuanto a sus
conocimientos. Buscan ansiosamente la verdad.

16. No tienen miedo al fracaso. Lo aceptan como algo normal en la vida del
hombre. Controlan sus emociones y saben mantener una notable entereza ante
las dificultades que se presentan. Miden su vida por los deberes cumplidos.

122
17. Evitan actuar a la defensiva. Creen en el hombre, en su bondad, en sus
inmensas posibilidades, Miran a los demás como sus amigos, son acogedores,
capaces de dar fácil conversación. A su lado uno se siente muy a gusto.

18. Ven a los demás como seres humanos plenamente normales, que cumplen
funciones distintas. Se aman a sí mismos.

- Una exigencia sin amor me repugna.

- Un amor sin exigencia me entristece.

- Una exigencia con amor me enaltece

Madurez afectiva

Una madurez total es un ideal que solo raramente se alcanza. Pero nuestra
tarea no es el logro de esa madurez, sino luchar por ella, la madurez afectiva es
el secreto de la madurez personal. Ahí está el origen, el punto neurálgico. Hoy
en psicología esto es incuestionable. Una personalidad madura es
fundamentalmente. Una afectividad madura. De ella nace el tono de las
relaciones con uno mismo, con los demás, con el mundo; nace el equilibrio o el
desequilibrio.

Marie Jahoda.. profesora- de Psicología Social de la Universidad de NuevaYork-


y directora del Centro de Investigaciones de Relaciones Humanas en la misma

123
Universidad, fue comisionada para realizar un estudio panorámico de la
literatura relativa a la salud mental.

Fruto de una larga investigación y reflexión obtuvo seis componentes, factores


o elementos que caracterizan la madurez psicológica. Son los siguientes:

1. Actitudes hacia sí mismo: Aceptación realista, confianza, seguridad,


capacidad de introspección, sentido de identidad, apertura a la intimidad con el
otro sexo.

2. Movimiento constante de crecimiento, desarrollo y actualización de las


propias potencialidades.

3. Integración: Engranaje mutuo e interrelación de todos los procesos vitales.


Percepción de la realidad externa como estímulo más que como amenaza.

4. Autonomía, autodeterminación, independencia, hábito de regular la propia


conducta «desde dentro».

5. Objetividad en la percepción de la realidad. Ausencia de mecanismos de


distorsión. La objetividad se refiere especialmente a la percepción de la vida
interior de los demás.

6. Control del ambiente: Facilidad para adaptarse, es decir, para modificarse y


modificar a los demás, según las circunstancias lo requieran. La persona sana
puede amar sin dominar; puede jugar, descubrir y disfrutar del sexo, sin
inhibiciones artificiales.

124
El profesor de la Universidad de Harvard, Gordon W. Aliport, es uno de los que
han realizado una investigación más completa sobre los rasgos de la
personalidad madura. Teniendo en cuenta las aportaciones de los otros
psicólogos y la suya, sintetiza en seis los rasgos de madurez:

 Amplia extensión del sentido de sí mismo.

 Capacidad para establecer relaciones emocionales con otras personas en


la esfera íntima y no íntima.
 Seguridad emocional y aceptación de sí mismo.

 Percibir, pensar y actuar con penetración y de acuerdo con la realidad


exterior.

 Ser capaz de verse objetivamente a sí mismo y poseer sentido del humor.

 Vivir en armonía, con una Filosofía unificadora de la vida,

Ante este panorama, toda persona -se supone con cierto grado de madurez
psicológica como para tener un conocimiento suficiente de sí misma- puede y
debe en, la medida de sus posibilidades ser testigo y ordenador de su propio
transcurrir. La persona debe participar comprometidamente en la dinámica de
la vida y en su propia realización. La persona no puede ni debe ser una
consecuencia pasiva de la influencia de su ambiente y de sus propias
características biológicas o psíquicas.

125
LA SABIDURIA DEL AGUILA

El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para
llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.

A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las
cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus
alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. ¡Volar se hace ya tan difícil!

Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso
de renovación que durara 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una
montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad
de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared
hasta conseguir arrancarlo. Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que
desprenderá una a una sus uñas.

Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.

Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.

2
... Muchas veces tenemos que apartarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de
renovación para continuar un vuelo de victoria. Debemos desprendernos de costumbres,
tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.

Solamente líbres de (peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una
renovación siempre trae.

DECÁLOGO DE LAS MANOS SOLIDARIAS

1. Cuando nuestras manos se acerquen al pobre, al que sufre y espera, cuando lo


toquen, háganlo con respeto, porque no tocan una cosa, sino un lugar sagrado, un
sacramento doliente, dotado de eminente dignidad.

2. Las manos deben manifestar humildad y agradecimiento, porque no se sienten dignas


de prestar ese servicio. Y deben pedir perdón por no haberío hecho antes y porque no
saben hacerlo bien. Naturalmente, nunca pedirán nada a cambio, ninguna ventaja
material, ni afectiva, ni siquiera espiritual. Sería una profanación de¡ amor, cuya única
recompensa es poder amar.

3. Si quieres curar al pobre, déjate también curar por él, y así la caridad es compartida,
un viaje de ¡da y vuelta. "Los pobres son médicos de nuestras llagas, y las manos que
nos extienden son remedios que nos dan" (Fray Luis de Granada).

4. Que tus manos tengan ojos y oídos para que puedan ver y oír: que puedan ver y oír
todo, lo que sufren, lo que esperan y lo que verdaderamente necesitan las personas a
quienes sirven. No vayas a hacer un servicio que no sirve para nada. Quizá el mejor
servicio sea el de la presencia y, el de la cercanía. Y mejor que dar cosas, es dar
capacidades y oportunidades.

5. Tender tus manos al caído y levantar del polvo al marginado, que no se contente con
las migajas de tu mesa, sino que pueda sentarse con dignidad a la mesa de la

3
creación; pero, lavándole antes los pies y las manos; siempre así, de abajo hacia
arriba, la mano fuerte y amiga.

6. Da la mano al pobre para acompañarle en su camino liberador, hasta que deje de ser
pobre y dependiente, hasta que sea persona participativa y creativa. Es un camino
largo, y que pasa siempre por la cruz. Porque "sin nuestro sufrimiento, nuestra tarea
no diferiría de la asistencia social" (Madre Teresa de Calcuta).

7. No retrasen las manos tu ayuda, porque hace mucho que te esperan, porque la hora
de la acción ha sonado ya" (S.S. Pablo VI, PP.SO). De prisa, "como quien corre a
apagar un incendio" (San Vicente de Paul). "Las obras de caridad son las únicas que
w admiten demora. Nada se interponga entre tu propósito y su realización" (San
Gregorio Nacianceno).

8. Que tus manos se conviertan en oración y profecía. Oración, porque el sufrimiento es


excesivo, nos supera. El voluntario cristiano escucha los gemidos sin palabras de
quienes han sido silenciados y suma su clamor al lamento apagado de quienes sufren
(Reflexiones identidad Cáritas 3,2). Pero también hay profecía. Hemos de "denunciar
de manera profética toda forma de pobreza y opresión" (Sínodo Extraordinario de
Obispos). Cada denuncia nos tiene que comprometer y nos tiene que doler.

9. Ofrece tus manos doloridas y acepta que puedan ser traspasadas, como las de
nuestro Señor Jesucristo (cf. 2 Cor 8,9). ¡Qué pronto se hace pobre el que arna!.

10. Tus manos siempre unidas, no trabajen por su cuenta. El valor de la colaboración y la
coordinación es el Sacramento de la comunidad y la Comunión. Trabajando juntos,
con las manos bien unidas, sus dedos bien coordinados, es como podemos abrimos
a los sueños y la esperanza, ya que en 4'esperanza fuimos salvados" (Rm 8,24). Lo
nuestro es siempre una sementera, pero con sernillas de pascua.

AUTOCONOCIMIENTO

La importancia de conocerse a uno mismo

4
¿Por qué es tan importante conocerse? Cada uno de nosotros somos un ser
único, original, irrepetible. Con una historia, una realidad, unas características
propias, con unos valores, unas limitaciones y unas necesidades también
personales.

En nosotros hay un rico tesoro que muchas veces no nos atrevemos a


explorar. Averiguar quién soy es una tarea que requiere interés y decisión,
porque muchas veces vivimos en la superficie de nuestra propia vida, dejando
que los demás, las cosas, la vida, nos diga quiénes somos: soy el hijo de,
hago esto, estudio aquello, trabajo en ... Y todas esas cosas no son lo más
importante de nosotros, aunque también sean pistas para encontrar nuestra
identidad.

La cuestión es que el que no se conoce, el que sólo sabe de sí mismo lo que


hay en la superficie, no es “dueño” de su vida. Es una u otra persona, hace
una cosa u otra, toma unas decisiones u otras dependiendo de lo que pasa a
su alrededor, porque no tiene un motor propio que le guíe. Y sólo el que es
dueño o dueña de su vida puede orientarla hacia donde desea y puede
entregarla. “Nadie puede dar lo que no tiene”.

A lo largo de nuestra vida, vamos descubriendo y construyendo nuestra


identidad. La juventud es un momento privilegiado para descubrirnos a
nosotros mismos y poder decidir así qué queremos hacer con nuestra vida.

Como animadores, estamos encargados de ayudar a los jóvenes a encontrar


su identidad, a tomar su propia vida entre sus manos. Para eso, en primer

5
lugar, necesitamos estar también nosotros en el proceso continuo de
descubrirnos y aceptarnos.

Conocimiento de uno mismo,

Es un proceso cognitivo = (acción y efecto de conocer) que ha de ser constante


durante toda la vida.

Tener una imagen adecuada, correcta del propio yo ,mediante :

o Ser consciente de uno mismo.


o Descubrir, identificar, reconocer la forma de pensar, sentir y actuar
propia.
o Analizar y conocer nuestras experiencias personales , nuestro
pasado, para que nos sirvan para nuestro futuro
o La auto-observación de como son en cada uno de nosotros los
cinco pensamientos o habilidades cognitivas señaladas por
Spivack y Shure, necesarios para relacionarnos bien, son:

1. El pensamiento causal
2. El pensamiento alternativo
3. El pensamiento consecuencial
4. El pensamiento de perspectivas
5. El pensamiento de medios – fines.

6
El pensamiento causal: es la capacidad de determinar el origen o causa del
problema. Es la habilidad para decir " lo que aquí pasa es...." Y dar un
diagnóstico correcto de la situación. Los que no tienen este pensamiento lo
atribuyen todo a la mala suerte o bien se quedan sin palabras delante de un
problema interpersonal.
El pensamiento alternativo: es la habilidad cognitiva; capacidad de imaginar
el mayor número de soluciones a un problema determinado. Con un gran
marco de creatividad.
El pensamiento consecuencial: es la capacidad de ver las consecuencias
de nuestras actitudes, comportamientos.
El pensamiento de perspectiva: es (la habilidad cognitiva) = capacidad de
situarnos en la "piel" del otro. Es el pensamiento que hace posible la empatía
o sintonía afectiva con los demás. Es el pensamiento que hace posible el
amor, lo cual nos hace más humanos.
El pensamiento de medios-fines: es la capacidad de ponernos objetivos y
de organizar los medios de que se dispone para conseguirlos.

Dicen que en cada persona, existen tres tipos de personas

1. Las que creemos que somos: autoconocimiento.


2. Las que otros creen que somos.
3. La que somos realmente = autoconocimiento

El autoconocimiento es necesario para tener o mejorar nuestras relaciones


interpersonales, con los amigos, en el trabajo, con la familia,…..

Como me puedo conocer? :

7
 Observando y analizando por qué hago o dejo de hacer tal
cosa.
 Observando y analizando a las otras personas.
 Preguntándome e informándome.
 Observando los espejos que me reflejan.
 Descubriendo si los espejos reflejan imágenes correctas o
tienen deformaciones.

Posibles preguntas. Para encontrar respuestas / para


conocernos
Necesito ser siempre el centro de atención? por que?
Normalmente intento a la mínima ocasión decir que conozco a tal
o cual persona "importante"?, por qué?
Quiero tener siempre la razón? por que?
Siempre quiero impresionar a las otras personas?, por qué?
Delante de un problema veo solo lo negativo de la situación o
intento centrar-me en las posibles soluciones?, por qué?
Cuando hago algo mal, doy siempre la culpa a los otros? O asumo
mi responsabilidad? por qué?
Me cuesta relacionar-me con otras personas? soy "asocial"?, por
qué?
Me culpabilizo de todo? por qué?……..
Me autoengaño? por qué?
soy de los que siempre veo la botella medio vacía o medio llena?,
por qué?
………………………
Para poder afrontar cualquier problema primero hemos de
conocer, su origen y las posibles vías de solución. Sólo así
podremos cambiar solos o con la ayuda necesaria aquello que
sea necesario para vivir mejor. En definitiva para ser más felices.

8
Conocerse a sí mismo

Hace ya más de veinticinco siglos, Tales de Mileto afirmaba que la cosa más difícil del mundo es
conocerse a uno mismo. Y en el templo de Delfos podía leerse aquella famosa inscripción socrática
gnosei seauton: conócete a ti mismo-, que recuerda una idea parecida.

Conocerse bien a uno mismo representa un primer e importante paso para lograr ser artífice de la
propia se ha planteado como un gran vida, y quizá por eso reto para el hombre a lo largo de los
siglos.

La observación de uno mismo permite separarse un poco de nuestra subjetividad, para así vernos con
un poco de distancia, como hace el pintor de vez en cuando para observar cómo va quedando su obra.

Observarse a sí mismo es como asomar la cabeza un poco por encima de lo que nos está ocurriendo,
y así tener una mejor conciencia de cómo somos y qué nos pasa. Por ejemplo, es diferente estar
fuertemente enfadado, sin más, a estarlo pero dándose uno cuenta de que lo está, es decir, teniendo
una conciencia autorreflexiva que nos dice: "Ojo con lo que haces, que estás muy enfadado".

Sobreponerse a uno mismo

Comprender bien lo que nos pasa tiene un poderoso efecto sobre los sentimientos perturbadores que
puedan invadirnos, y nos brinda la oportunidad de poner esfuerzo por sobreponernos y así no quedar
abandonados a su merced.

-Pero hay muchas personas que son conscientes de pasar por un estado emocional negativo, y sin
embargo no logran salir de él.

9
Las hay, sin duda. Son personas que suelen sentirse desbordadas por sus propios sentimientos, y se
dan cuenta de que están pesimistas, malhumoradas, susceptibles o abatidas, pero se consideran
incapaces de salir de ese estado. Son conscientes de su situación, pero de un modo vago, y
precisamente su falta de perspectiva sobre esos sentimientos es lo que les hace sentirse abrumadas y
perdidas. Piensan que no pueden gobernar su vida emocional y por eso no hacen casi nada eficaz por
salir del agujero en que se encuentran.

Hay otras personas que son algo más conscientes de lo que les sucede, pero su problema es que
tienden a aceptar pasivamente esos sentimientos. Son proclives a estados de ánimo negativos, y se
limitan a aceptarlos resignadamente, con una actitud rendida, de dejarse llevar por ellos, y no se
esfuerzan por cambiarlos a pesar de lo molesto que les resulta sobrellevarlos.

-¿Y piensas entonces que en realidad no son tan conscientes de lo que les sucede?

Exacto. Las personas que perciben con verdadera claridad sus sentimientos suelen alcanzar una vida
emocional más desarrollada. Son personas más autónomas, más seguras, más positivas; y cuando
caen en un estado de ánimo negativo no le dan vueltas obsesivamente, ni lo aceptan de modo pasivo,
sino que saben cómo afrontarlo y gracias a eso no tardan en salir de él. Su ecuanimidad en el
conocimiento propio les ayuda mucho a abordar con acierto los problemas y gobernar con eficacia su
vida afectiva.

Combatir la inestabilidad de ánimo

El conocimiento propio constituye un punto clave para la formación y educación del carácter y de los
sentimientos de cualquier persona. Además, ese saber lo que realmente nos pasa y por qué nos pasa
está muy relacionado con nuestra capacidad de comprender bien a los demás. En este sentido, es muy
útil desarrollar la capacidad de observación del comportamiento propio y ajeno: la literatura o el cine,
por ejemplo, pueden enseñar mucho también a conocerse a uno mismo y a los demás cuando los
autores son buenos conocedores del espíritu humano y saben reflejar bien lo que sucede en el interior
de las personas.

-Pero fomentar tanto interés por el conocimiento propio, ¿no lleva al individualismo o la
introversión?

Como es natural, no estamos hablando de desarrollar un afán de malsana introspección psicológica,


sino de procurar conocerse para no vivir con uno mismo como con un desconocido.

Y eso ayuda, entre otras cosas, a combatir la inestabilidad de ánimo que se produce cuando una
persona se deja arrastrar por su imaginación: unas veces divagando en ensoñaciones y fantasías, otras

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tendiendo a sobrevalorar las propias posibilidades, y otras quedándose a merced del pesimismo o la
indecisión, subestimando sus capacidades cuando las circunstancias son adversas.

La conciencia emocional es muy intensa en unas personas, mientras que en otras es mucho más
moderada. Hay personas, por ejemplo, que ante una situación de peligro reaccionan con asombrosa
serenidad. Otras, en cambio, pueden quedarse muy afectadas durante varios días simplemente porque
se les ha extraviado un bolígrafo o porque su equipo favorito ha perdido un partido en la liga de
fútbol.

-Lo dices como si experimentar sentimientos intensos fuera algo negativo.

No tiene por qué serlo. El exceso de sensibilidad emocional puede llevarnos a auténticas tormentas
afectivas (positivas o negativas, de exaltación o de abatimiento), y eso tiene muchos riesgos. Pero
tampoco puede ponerse como ideal la frialdad y el desapego.

Echarnos la culpa

Para facilitar el propio conocimiento, resulta útil analizar los múltiples elementos que interaccionan
en nuestra vida, pues es lógico que, a lo largo de los años, algunas de esas facetas puedan pasar por
mo mentos de conflicto más o menos importantes. Son situaciones dolorosas que pueden tener su
origen en cuestiones profesionales (dificultades para obtener o mantener determinado nivel
profesional, problemas de entendimiento con los jefes o compañeros, fracasos debidos a los propios
fallos o a la superioridad de los competidores, situaciones de paro o insatisfacción laboral, etc.); o
dificultades de salud, que limitan de modo transitorio o permanente la propia capacidad, y que
pueden ir acompañados de un serio sufrimiento físico o psíquico; problemas afectivos que plantea la
convivencia ordinaria (diferencias de criterio entre los cónyuges, o entre padres e hijos, etc.); o toda
la problemática específica que puede plantear la vida escolar, abrirse camino en la vida profesional, el
declive de la salud ola llegada de la ancianidad; etc.

Y de la misma forma que, por ejemplo, una falta concreta de salud, por muy localizada que esté en un
punto determinado del cuerpo, acaba produciendo de ordinario una sensación generalizada de
malestar en toda la persona, también un problema grave en cualquiera de las otras facetas de la vida -
por ejemplo, en la vida profesional, o en la familia- puede producir un efecto que trascienda esa
faceta y provoque otros problemas en cadena: trastornos de carácter, retraimiento o agresividad en la
relación con los demás, o incluso -cuando los problemas son importantes- propensión a determinadas
enfermedades.

Esto hace que, si falta la necesaria madurez y conocimiento propio, algunos problemas de una faceta
de la vida se acaben achacando a otra que en realidad no tiene la culpa, o al menos tiene muy poca.
Así, una persona puede culpar a su cónyuge o a sus hijos o a sus padres de la frustración que siente,
cuando en realidad ese sentimiento se debe sobre todo a una causa de tipo profesional, o a una simple
inmadurez afectiva; o puede considerar que su situación profesional es el motivo por el que se siente
insatisfecho, cuando en el fondo se debe a que no acepta la natural pérdida de capacidad o de salud
que quienes cambian constantemente de ideales y olvidan sobreviene con motivo de la edad o de los

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ciclos naturales de ánimo que la vida imprime; o puede achacar a determinados defectos de las
personas con que convive lo que en realidad se debe a un encarecimiento del propio carácter; etc.

Las personas tendemos -al menos la mayoría- a proyectar fuera de nosotros la solución de los
problemas que experimentamos. Solemos echar a otros la culpa de casi todo lo malo que nos sucede.
Parte importante del conocimiento propio es advertir la presencia de ese sutil engaño. Es cierto que
las circunstancias ajenas siempre pueden ayudarnos a resolver y superar nuestros problemas, pero no
debemos dimitir -ni total ni parcialmente- del amplísimo margen de responsabilidad que tenemos
sobre la mayoría de las cosas que nos suceden en la vida.

Tampoco debe olvidarse que la pereza -con todo el lastre interior que puede llegar a tener nuestra
vida-, trata de llevarnos hacia la ley del mínimo esfuerzo. Por eso, cuando sentimos desgana para
afrontar una tarea que nos resulta costosa, es preciso identificar claramente su origen y reconocerlo
como lo que es: cansancio razonable que exige descanso, o pereza que hemos de superar; pero no
interpretar equivocadamente la desgana como carencia de aptitudes, ni las dificultades ordinarias
como acumulación de infortunios o de malévolas confabulaciones contra nosotros, pues sería una
triste forma de autoengaño.

-Pero a veces se presentan problemas que no tiene fácil solución.

Es preciso entonces buscar posibles modos razonables de resolver esos problemas, al menos hasta
donde nos sea posible. Habrá ocasiones, efectivamente, en que sólo podremos disminuir sus
consecuencias negativas y aprender a sobrellevarlos: por ejemplo, en el caso de enfermedades
crónicas, fuertes reveses económicos o profesionales cuya solución queda fuera de nuestro alcance,
problemas serios de relación con personas que tenemos necesidad de tratar, etc.

-¿Y cómo distinguir lo que debe sobrellevarse de lo que debemos intentar cambiar?

Un profundo y certero conocimiento de uno mismo, contrastado por la observación atenta del propio
comportamiento externo y de las reacciones interiores, enriquecido por el consejo de quienes nos
conocen y aprecian, nos permitirá identificar el verdadero origen de las perturbaciones que
inevitablemente experimentamos siempre a lo largo de nuestra vida.

Así avanzaremos a buen paso hacia la madurez emocional, tan lejana de esas altivas afirmaciones de
algunos ("yo sigo pensando exactamente lo mismo que he pensado siempre", como si la mejor prueba
de lucidez fuera no cambiar jamás en nada de forma de pensar), e igualmente lejos de esa variabilidad
de sus convicciones como si fueran una ligera gripe que ya pasaron, o como si el transcurso de los
años no les reportara ninguna enseñanza estable.

Discernir los propios sentimientos

El propio conocimiento es un proceso abierto, que no termina nunca, pues la vida es como una
sinfonía siempre incompleta, que se está haciendo continuamente, que siempre es superable y exige
por tanto una atención constante.

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Cuando falta, no se puede ser sincero con uno mismo, por mucho que se quiera. Querer ver qué es lo
que nos sucede -y quererlo de verdad- es el punto decisivo. Si eso falla, podemos vivir como
envueltos por una niebla con la que quizá nuestra propia imaginación enmascara las realidades que
nos molestan.

Porque encontrar escapatorias cuando no se quiere mirar dentro de uno mismo es la cosa más fácil
del mundo. Siempre existen causas exteriores a las que culpar, y por eso hace falta cierta valentía
para aceptar que la culpa, o la responsabilidad, es quizá nuestra, o al menos una buena parte de ella.
Esa valentía personal es imprescindible para avanzar con acierto en el camino de la verdad, aunque a
veces se trate de un recorrido que puede hacerse muy cuesta arriba.

Hay sentimientos que fluyen de forma casi inconsciente, pero que no por eso dejan de ser
importantes. Por ejemplo, una persona que ha tenido un encuentro desagradable puede luego
permanecer irritable durante horas, sintiéndose molesto por el menor motivo y respondiendo de mala
manera a la menor insinuación. Esa persona puede ser muy poco consciente de su susceptibilidad, e
incluso sorprenderse y molestarse de nuevo- si alguien se lo hace notar, aunque a los demás resulta
bien patente que se debe a esos sentimientos que bullen en su interior como consecuencia de aquel
encuentro desagradable anterior.

Hay sentimientos que no siempre llegan a cruzar el umbral de la conciencia. Por eso reconocerlos nos
permite desplazar la frontera y ampliar el campo de los sentimientos plenamente conscientes, y eso
siempre supone un poderoso medio para mejorar.

Una vez que tomamos conciencia de cuáles son los verdaderos sentimientos que pugnan por salir a la
superficie de nuestra conciencia, podemos evaluarlos con mayor acierto, decidir dejar a un lado unos
y alentar otros, y así actuar sobre nuestra visión de las cosas y nuestro estado de ánimo. En esto se
manifiesta, entre otras cosas, que somos seres inteligentes.

Es como una intensa luz que ilumina sus vidas y les permite desenvolverse con acierto a la hora de
tomar decisiones, tanto las más sencillas de la vida diaria como las verdaderamente importantes.

Eludir la realidad

-¿Y en qué sentido hablabas antes de no querer ver?

Hay muchas formas de eludir la realidad, y casi siempre se producen de modo semiinconsciente para
su protagonista.

Algunas personas, por ejemplo, se hacen a sí mismas razonamientos del estilo de "déjame disfrutar de
eso, que luego ya veré lo que hago" (donde eso puede ser cualquier muestra de egoísmo, pereza o
escape de la realidad). No parecen advertir hasta qué punto ese error va ganando terreno en sus vidas
y oscureciendo el escaso alivio que eso les produce.

Hay otros que se engañan con razonamientos como los del niño mimado que prefiere quedarse
encerrado en su habitación, aburrido y solo, rumiando agravios y las razones de su enfado, aun

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sabiendo que lo mejor sería superar su orgullo y salir. Prefieren permanecer tristes en su desgracia,
con tal de no enfrentarse a su propia obstinación.

Otros son como aquel que persigue ansiosamente el placer, y va viendo cómo este se hace cada día
más pequeño, y sabe que por ese camino no obtendrá un grado de satisfacción alto, pero prefiere
seguir tras ese pobre halago insaciable, porque le asusta verse privado de él.

"Nuestro corazón -ha escrito Susanna Tamano-es como la tierra, que tiene una parte de luz y otra en
sombras. Descender para conocerlo bien es muy difícil, muy doloroso, pues siempre es arduo aceptar
que una parte de nosotros está en la sombra. Además, contra ese doloroso descubrimiento se oponen
en nuestro interior muchas defensas: el orgullo, la presunción de ser amos inapelables de nuestra
vida, la convicción de que basta con la razón para arreglarlo todo. El orgullo es quizá el obstáculo
más grande: por eso es preciso valentía y humildad para examinarse con hondura".

Muchos desequilibrios emocionales tienen su origen en que esas personas no saben manifestar sus
propios sentimientos, y eso les ha llevado a educarlos de manera deficiente. Cuando hablan de sí
mismas, difícilmente logran decir algo distinto de si se sienten bien, mal o muy mal. Le resulta difícil
hablar de esas cuestiones, y manejan un vocabulario emocional sumamente reducido. No es que no
sientan, es que no logran discernir bien lo que bulle en su interior, ni saben cómo traducirlo en
palabras. Ignoran el motivo de fondo di sus problemas. Perciben sus sentimientos como w
desconcertante manojo de tensiones que les hace sentirse bien o mal, pero no logran explicar qué tipo
di bien o de mal es el que sienten.

Esa confusión emocional nos hace vislumbrar poco la grandeza del poder del lenguaje, y comprende
que cuando logramos expresar en palabras, lo que sen timos, damos un gran paso hacia el gobierno
de nuestros sentimientos.

Este texto está extraído del libro Educar los sentimientos de Alfonso Aguiló (Ediciones Palabra, 29
ed., Madrid febrero 2001)

ACERCA DE LA AMISTAD Y LAS AMISTADES

«Quien encuentra un amigo tiene un tesoro»

«A vosotros os llamo amigos...»

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1. El ser de la amistad

1.1. La amistad no es:

a) la simpatía social o comunión con los miembros de la misma especie, la

humanidad

b) la tertulia o grupo para comentar la actualidad según simpatías o sintonías

ideológicas

c) el enamoramiento, en el que un ser sexuado vive de una manera absorbente y

exaltada una necesidad de contacto y encuentro físico y espiritual con otra persona del

otro sexo (o del mismo). Amor: pasión; de afecto; de empatía.

d) la camaradería o asociación cooperativa con personas para el logro de un bien

objetivo común. (Club).

e) la projimidad por la que alguien ama y actúa desinteresadamente y por

compasión o misericordia en favor de un necesitado (cf. samaritano).

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1.2. La amistad es: una comunicación amorosa entre dos personas para su mutuo bien,

en la cual, y a través de sus modos singulares de ser hombres, se perfecciona y realiza

la naturaleza humana (Laín Entralgo).

a) Lo que caracteriza la amistad es la confidencia, unida y superando la

benevolencia (simpatía) y la beneficencia (dar algo).

La confidencia significa comunicar al otro la propia intimidad, aquello que es

propio de sí mismo (lo que soy y de lo que dispongo libremente para entregarlo en la

comunicación; no simplemente lo que hago o lo que tengo).

b) la confidencia se da entre este hombre y este otro hombre, entre sus respectivas

peculiaridades.

c) Para su mutuo bien, el perfeccionamiento de su modo de ser hombre, con la

conciencia y la percepción de que en ello encuentra cada uno su propio

perfeccionamiento. Lo que se busca es el perfeccionamiento en el ámbito y nivel espiritual

no en el corporal o físico. Para ello él tiene que ser él y yo ser yo. (Cada persona se

mantiene original y libre).

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d) Se halla siempre abierta a la dimensión social: mejorar la naturaleza humana

quiere decir también mejorar al hombre y su entorno. No es, por lo mismo, un disfrute

intimista.

2. Cómo vivir la amistad

2.1. Por el encuentro y el conocimiento mutuo: amplio, profundo, en su propio ambiente,

en lo positivo y en lo menos satisfactorio.

2.2. Ayudarse mutuamente a crecer: hacer de espejo donde cada uno se mira y descubre

sus riquezas ocultas, actitudes dormidas, horizontes más altos y amplios. Ayudar no es

dar consejos, sino respetar, mostrar confianza en la capacidad del otro, sugerir

posibilidades y caminos, respetar sus decisiones, expresar el desacuerdo en opiniones,

criterios y actitudes.

2.3. Mantenerse en una fidelidad que brota de la aceptación y que ayuda a superar las

crisis inevitables.

2.4. Dejar espacio para la libertad, amistad abierta, y ampliar el círculo de los amigos

(La amistad no es un «noviazgo» camuflado).

2.5. Expresarla con generosidad e imaginación: no se trata de comprar con regalos al

amigo, pero sí de darle a saber lo que se le quiere.

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3. Las fijaciones afectivas. Se habla de fijación afectiva (amistad particular) cuando

existe un exagerado apego o aproximación a otra persona, viviendo casi en total

dependencia. Su peculiaridad es lo exagerado. lo excesivo (afectos, manifestaciones,

celos...). No hay que confundirla con la «amistad obsesiva», que es un fenómeno habitual

en los adolescentes.

Características. Se suelen señalar las siguientes:

- son fijaciones involuntarias, instintivas, inconscientes. Responden a una

necesidad vital para el crecimiento en personas que tienen una profunda carencia

afectiva y, por lo mismo, una gran inseguridad. No pueden vivir sin apoyos.

- son vividas angustiosamente. la persona se sabe rara, y se siente humillada y

culpable.

- luchan por el afecto aun cuando sean rechazados (lapas-sanguijuelas). Si no

logran respuesta, reaccionan o con mecanismos de defensa, o con agresividad, o se

refugian en su soledad desesperante.

- pueden desembocar en tendencias homosexuales si se trata de personas del

mismo sexo, pero no son necesariamente.

Algunas indicaciones prácticas:

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a) No condenar, pero tampoco dejarse subyugar misericordiosamente. Se trata de

«deficientes» afectivos que dejarán de serlo en la medida en que alguien los ame y les

ayude a amar, mediante ese amor que es aceptación incondicional, pero no fijación

dependiente.

b) La ayuda puede venir por esa aceptación incondicional: acoger, escuchar,

comprender.

c) Firmeza para ser uno mismo, no dejarse atrapar por sus caprichos, necesidades.

d) Paciencia para acompañar un proceso que suele resultar largo, penoso.

La amistad es un bien precioso y necesario para crecer. Por eso es necesario tener

lucidez para saber a qué nivel se está viviendo. Reconocer los errores. Ser auténtico

expresando lo que realmente se siente

La ventana de Johari

Para estar vivos y sentirnos felices, todos debemos satisfacer una serie de necesidades. Quienes se han
dedicado a reflexionar sobre este tema, dicen que los seres humanos tenemos necesidades de dos tipos:
socio-económicas y psico-sociales.

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De todas nuestras necesidades, hay algunas que son básicas. Con esto se quiere decir que no se puede
postergar su satisfacción, ya que la vida misma, física, psicológica y espiritual, se deteriora gravemente
si no las satisfacemos.

Nuestras necesidades socioeconómicas básicas son: Alimentación, vestuario, vivienda, salud,


educación y trabajo.

Nuestras necesidades psicosociales son:

 Relación: sentirnos amados y amar, crecer en relación con otros.


 Identidad: tener una imagen positiva de sí mismo. Responder a la pregunta ¿Quién soy yo? basado
en las capacidades personales.
 Pertenencia o arraigo: sentirnos seguros y estables, enraizados en un lugar. Reconocer y valorar la
experiencia cultural propia, tener apertura y responsabilidad frente a nuestro medio.
 Crear: tener o elegir ocupación o profesión. Desarrollar potencialidades intelectuales, intereses y
capacidades. Sentir que se está aportando al bien común con una actividad creadora.
 Desarrollar la razón: desplegar nuestra capacidad de acceder a la verdad, al conocimiento de lo que
ocurre en nosotros, en la naturaleza y en la sociedad.
 Creer: elaborar una identidad de creyente. Descubrir y renovar nuestra relación amistosa y filial con
Dios. Vivir la fe como motivación permanente de una verdadera pasión por la vida.

Cada uno de nosotros es una persona original. Hemos sido hechos a imagen y semejanza de Dios. Esto
lo descubrimos y lo vivimos en relación con los demás. Es el encuentro con los otros, lo que nos
permite descubrirnos interesantes y descubrir a los otros como una presencia necesaria en nuestras
vidas.

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Para expresar esto, dos psicólogos elaboran un esquema que nos ayuda a comprenderlo. Lo conocemos
como la “Ventana de Johari”. Este esquema nos ayuda a comprender lo que pasa. No quiere decir que
nuestra personalidad esté dividida así.

LIBRE CIEGA

SECRETA OSCURA

Vemos aquí cuatro zonas:

 La zona libre: compuesta por aquellos rasgos de nuestra manera de ser, de sentir, de pensar y de
actuar, de los cuales somos conscientes y que las personas con que nos relacionamos también

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conocen. Es el aspecto de nuestra personalidad que mostramos espontáneamente porque nos
sentimos cómodos.

 La zona secreta: compuesta por aquellos rasgos de nuestra personalidad, experiencias de vida,
sueños y fantasías, que perteneces a nuestra intimidad personal, por lo tanto, son sólo conocidos por
nosotros. Son parte de nuestra identidad profunda que involucra aspectos negativos y positivos, los
cuales vivimos con mayor reserva.

 La zona ciega: compuesta por aquellos rasgos de nuestra personalidad que escapan a nuestra
conciencia, pero que sin embargo, los demás si notan en nosotros. Podemos acceder a ellos a través
de la retroalimentación que nos proporcionan los demás.

 La zona oscura: compuesta por aquellos rasgos de nuestra personalidad que no conocemos de
nosotros mismos y que tampoco los demás perciben, pero que sin embargo, existen. Es lo que otros
llaman el inconsciente, que no está compuesto sólo por aspectos negativos, involucran también
energías de crecimientos.

Este esquema, nos muestra el camino para nuestro crecimiento personal, para labrar un mayor
conocimiento de nosotros mismos y, por tanto, para ser más dueños de nuestros actos. Este camino, se
traduce en aumentar nuestra zona libre. Lo podemos hacer a través de dos caminos complementarios:

 Disminuir nuestra zona secreta, es decir, compartir con otros nuestra intimidad personal.

 Disminuir nuestra zona ciega, es decir, estar abiertos a que los demás nos digan cómo nos ven.

Estos dos caminos son complementarios, puesto que al abrirnos a los demás, ellos adquieren la
confianza necesaria para decirnos cómo nos ven, y a la vez, la acogida de los otros, facilita nuestra
apertura.

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Si avanzamos en compartir con otros nuestra zona secreta, ellos nos ayudarán a disminuir nuestra zona
ciega. Por este camino, se aumenta la zona libre y, de paso, se disminuye la zona oscura, a la cual no
tenemos acceso voluntario.

LIBRE CIEGA

SECRETA OSCURA

Este proceso de hacernos cada vez más dueños de nosotros mismos, no termina nunca, puesto que
nuestras posibilidades de crecimiento son infinitas. Sin embargo, podemos ir creciendo, día a día y
sintiéndonos más contentos con nosotros mismos y, a la vez, más capaces de relacionarnos mejor con
los demás.

VENTANA DE JOHARI

Luft e Ingham diseñaron un esquema, llamado Ventana de Johari, que ayuda a comprender los
diversos grados de conocimiento de un proceso psíquico. Los cuatro rectángulos de abajo representan
las cuatro áreas del yo:

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Conocido por Desconocido
el yo por el yo

Área Área
Conocido libre cieg

por a

los demás

Área
Desconocido
oscura
Área
por los secreta

demás

Ponemos un ejemplo que sirva también para comprender la mentalidad de la Psicodinámica.

-Una persona que ayuda a los demás (A),

-Es vista como caritativa (B),

-Es sensible a colaborar (C): las tres áreas la hacen una persona siempre disponible.

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Pero si en el área D hay una necesidad conflictiva de dependencia afectiva, el cuadro
psicodinámico cambia: la verdadera fuente de tanta disponibilidad no es sólo el valor de la caridad,
sino también la necesidad de ser amada y reconocida. Esa persona da, pero con el fin subconsciente de
recibir. Se dedica con buena fe al servicio de los demás sin darse cuenta de estar en el estadio infantil
de la búsqueda de sí misma. Y, así, tras el entusiasmo inicial o, cuando la donación requiere un precio
a pagar o cuando no haya reconocimiento a su entrega, su perseverancia queda a prueba, se desanima
y abandona.

Como se ve por el ejemplo, el inconsciente es una realidad que logra esconderse en forma sutil,
dando también a comportamientos contrarios a la lógica directamente querida. Sin embargo, no hace
del hombre una marioneta manipulada pasivamente por fuerzas desconocidas

Acción Consciente, acción Deliberada y acción Inconsciente.

En las acciones humanas siempre hay motivaciones conscientes, y también una cantidad enorme
de otras motivaciones menos conscientes. Pero no podemos caer en la visión iluminista, de un hombre
guiado sólo por la razón ni en la visión psicoanalítica, de un hombre guiado sólo por el inconsciente.
Para visualizar esta relación consciente-inconsciente podemos usar la metáfora que el filósofo
Lonergan aplica al problema de la libertad y la responsabilidad: Si se presentase el campo de la libertad
del hombre como un área circular, entonces se podría distinguir una región central luminosa en la
que él es efectivamente libre, en seguida una penumbra circundante en la que su conciencia, inquieta,
continúa sugiriéndole que podría hacer las cosas mejor, si se decidiera y, por último, una sombra
externa de la que apenas se da cuenta.

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Se puede considerar la región central luminosa como la voluntad
consciente y deliberada, la sombra externa como el inconsciente, y la
penumbra intermedia como el lugar del intercambio consciente-inconsciente.

Así, un acto consciente nacer de motivos en parte inconscientes. La


Teología Moral lo reconoce cuando distingue entre pecado y pecador,
elementos inconscientes pueden hacer que el sujeto no sea subjetivamente
responsable o culpable. También la Filosofía ha acogida esta distinción consciente-inconsciente al
distinguir entre libertad esencial (ontológica) y libertad efectiva. La Teología Espiritual en esta misma
línea distingue entre santidad subjetiva y santidad objetiva; la primera consiste en la repuesta que la
persona está dando, la segunda en la respuesta que podría dar a Dios si fuese capaz de usar todas las
capacidades que Dios le ha dado.

Acción Consciente:

Es aquella acción voluntaria en la que el sujeto agente es consciente del contenido y también
del acto de su proceder; sabe lo que está haciendo (Ej: sé que voy conduciendo un auto por un calle;
sé que me estoy comunicando con mis amigos).

Acción deliberada:

Es aquella acción consciente en la que el sujeto también tiene conocimiento del motivo de la
acción de su proceder; sabe lo que está haciendo y el por qué lo está haciendo; lo que cualifica la
acción deliberada es el estar-dirigida-hacia-algo (Ej: se que voy conduciendo un auto por la calle por
que así me gano el pan de mi familia; se que me estoy comunicando con mis amigos porque así

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construimos nuestro proyecto de comunidad cristiana). Toda acción deliberada es consciente, pero no toda
acción consciente es deliberada: Ver (acción consciente) es diferente del Mirar (acción deliberada).

Acción Inconsciente o con elementos inconscientes:

Nos referimos especialmente a aquella acción en la que al sujeto le falta conocimiento del
motivo de su actuar (Ej: soy agresivo, sé que me estoy comportando así, pero no sé que lo que me
impulsa a hacerlo es mi exhibicionismo frustrado; guío el auto, me comunico con mis amigos, quiero
realizar mi proyecto (consciente-deliberado), pero también para compensar el sentido de mi
inferioridad, gratificar mi exhibicionismo o descargar mi agresividad (elementos inconscientes).

¿Qué es la Autoestima?
La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración que uno o uno tiene por sí mismo y es un aspecto
muy importante en todo ser humano. La autoestima nos marca como personas y nos ayuda a definir nuestra
personalidad. La autoestima que se tiene influirá en casi todo lo que uno hace, como por ejemplo; influirá en la
toma de decisiones, podrá modificar acciones, aspiraciones, gustos y muchas otras cuestiones que forman el
ser, la felicidad y la vida de una persona.

Explicado de otra forma, la autoestima es básicamente la valoración que nosotros hacemos de nosotros
mismos; como nos vemos, como nos sentimos, como sentimos que estamos y encajamos en el mundo. Nuestro
nivel de autoestima puede determinar nuestras actitudes, el cómo nos sentimos y encontramos frente a los
demás, el trato hacia mujeres y hombres y también cómo encaramos nuestros proyectos, sueños, ideales,
problemas y frustraciones. De nuestro nivel de autoestima dependerá a qué aspiramos en la vida, lo qué
pretendemos lograr y ser y lo que podremos conseguir.

Es importante señalar que, aunque nosotros somos los responsables de definir nuestra autoestima, conseguir
tener una autoestima alta no es sencillo. La autoestima conlleva diversos procesos internos a través de los
cuales se debe llegar a la aceptación de todo lo que forma parte de una persona, es decir: su imagen física,
capacidades, defectos, valorar las virtudes, etc.

Si una persona consigue quererse y ser feliz como es, con sus defectos y virtudes, conseguirá tener una alta
autoestima, un buen concepto de si mismo y una valoración positiva. Estos aspectos pueden tener un papel

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fundamental para que esa persona triunfe en lo que se proponga y sobre todo, sea más feliz. Una autoestima
alta también influirá en el concepto que las demás personas tendrán sobre esa persona.

De la misma forma, una baja autoestima seguramente se traducirá en fracasos, frustraciones y en no alcanzar
las metas deseadas. La autoestima funciona como un termómetro que indica lo que somos capaces de lograr.
Una percepción negativa de nosotros mismos nos limitará a la hora de lograr lo que nos propongamos y también
influirá en cómo nos ven las demás personas. Si una persona no tiene confianza en sí mismo, difícilmente lo
tendrán otras personas. De esta manera, es posible caer en una especie de círculo vicioso, ya que el hecho
de que las demás personas no nos valoren, servirá para reforzar y acentuar aún más la valoración negativa
que tenemos de nosotros mismos.

Por todos estos motivos, el amor y la valoración que uno tiene de sí mismo, son muy importantes para la
formación de una persona, su desarrollo y su vida en sociedad.

Autoestima Alta
Se considera que una persona tiene una alta autoestima cuando tiene una valoración positiva de si mismo. Sin
embargo, esto no quiere decir que una persona con alta autoestima sea una persona perfecta, o que todo le
salga bien. La autoestima depende de la valoración que uno tiene y hace de si mismo. Por ejemplo, una persona
podría hacer muchas cosas bien y pensar que debería hacer mucho más de lo que hace o hacerlas todavía
mejor, mientras que otra persona podría aceptarse mas fácilmente como es aun cuando algunas cosas no le
salgan tan bien o no le resulten tan fáciles. Para tener una alta autoestima no hay que ser perfecto, sino saber
aceptarse como uno es, con imperfecciones y todo. Pero tampoco hay que caer en el conformismo y no luchar
por aquellas cosas que se quieren solo por aceptarse como uno o una es. Uno siempre puede mejorar,
aprender y capacitarse, lo que no quiere decir que si a veces no se logra lo que se pretende sea motivo para
deprimirse o para auto castigarse.

Tener una autoestima elevada es la capacidad de sentirse bien con uno mismo. Cuando una persona tiene una
autoestima elevada, tiene una mayor probabilidad de alcanzar la felicidad, a la vez de conseguir lo que se
propone.

Las personas con alta autoestima, por lo general:

 Son más felices.


 Se relacionan mejor con las demás personas pero también aprecian y saben estar solas.
 Suelen lograr lo que se proponen y las metas que se plantean.

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 Tienen confianza en sí mismos y saben lo que son capaces de lograr.
 Se sienten más capaces de enfrentarse a retos aun cuando saben que corren el riesgo de no
lograrlos.
 Suelen ser apreciados y respetados por los demás.
 Saben plantear sus puntos de vista, sus gustos, mostrar su opinión y decir cuando están de acuerdo
y cuando están no lo están
 Son personas seguras que se muestran fuertes ante los demás por lo que difícilmente no serán
tomados en cuenta.
 Pueden aceptar sus errores sin sentirse unos fracasados.
 Les resulta más fácil entender y perdonar a los demás.
 Son más independientes y más capaces de mantenerse e ingeniárselas por si solos.
 Tienen menos dificultades para expresarse o dar a conocer sus sentimientos.

Baja Autoestima
Cuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima, esto se traduce en una gran
cantidad de problemas en diversos ámbitos de su vida. Una persona con baja autoestima suele sentirse más
infeliz y mucho más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer.

Las características de una persona con autoestima baja son diversas:

Las personas con baja autoestima tienen una mayor tendencia a la depresión y a sufrir ante las
adversidades.

 Las personas con baja autoestima no se sienten seguras de sí mismas.


 Tienen miedo de expresar sus gustos u opiniones. Prefieren quedarse callados antes que opinar
ya que consideran que “no tienen derecho” o que los demás consideraran que no lo tienen.
 Las personas con baja autoestima son mucho más vulnerables y suelen tomarse a mal cualquier
crítica o queja hacia su persona, debido a que siempre tienen miedo sobre si serán o no aceptados
por los demás.
 Las personas con baja autoestima tienen mayor dificultad para relacionarse con los demás.
Siempre suelen estar pensando cómo se interpretará aquello que dicen o hacen y si caerán bien o mal
a los demás.

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 Las personas con baja autoestima sienten una gran necesidad de ser aceptados por los demás ya
que no se aceptan a sí mismas. Por este mismo motivo, suelen sentirse muy presionados cuando
están con otras personas.
 Las personas con baja autoestima, tienen miedo de arriesgarse por miedo a fracasar.
 Tienen menos probabilidad de lograr lo que se proponen porque siempre están pensando de
antemano que no lo lograrán.
 Las personas con baja autoestima suelen dejarse atropellar por los demás o ser maltratados por
miedo a resistirse y quedarse solos.
 Les cuesta expresar sus sentimientos.
 Suelen creer que siempre los demás están por encima de una o uno, son superiores, valen más y
por lo tanto sus problemas también son más importantes.
 Tienen mayor dificultad para enfadarse con las demás personas por miedo a que la otra persona
“no acepte el enfado”.
 Pueden ser muy autoexigentes y nunca valorar sus propios logros.
 No tienen confianza en sí mismos ni creen que puedan lograr lo que se proponen.
 Suelen excusarse y justificarse por todo. Siempre tienen miedo de estar molestando o quitándole
tiempo a los demás.
 Cuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima, esto se traduce en una
gran cantidad de problemas en diversos ámbitos de su vida. Una persona con baja autoestima suele
sentirse más infeliz y mucho más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer.

 La identidad hay que renegociarla en varios momentos de la vida principalmente en la


Adolescencia.
 Cuanto más POSITIVA sea nuestra autoestima:
 - más preparados estamos para afrontar las adversidades.
- más posibilidades tendremos de ser creativos en nuestro trabajo
- más oportunidades encontraremos de entablar relaciones enriquecedoras.
- más inclinados a tratar a los demás con respeto.
- más contentos estaremos por el mero hecho de vivir.

 Actitudes o posturas habituales que indican Autoestima Deficiente


 La persona que se desestima suele manifestar alguno de los síntomas siguientes:
 Autocrítica rigorista y desmesurada que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo
misma.

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 Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada, herida; echa
la culpa de sus fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos pertinaces contra sus
críticos.
 Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
 Deseo innecesario de complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y
a perder la benevolencia o buena opinión del peticionario.
 Perfeccionismo, auto exigencia esclavizadora de hacer “perfectamente” todo lo que intenta,
que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
 Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son
objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta
indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
 Hostilidad flotante, irritibilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas
de poca monta, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le
decepciona, nada le satisface.
 Tendencias depresivas, un negativismo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y,
sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
 Características de la autoestima positiva
 1. Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aun cuando
encuentre fuerte oposición colectiva, y se siente lo suficientemente segura como para modificar
esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
 2. Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirse
culpable cuando a otros le parece mal lo que haya hecho.
 3. No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el pasado, ni por
lo que pueda ocurrir en el futuro.
 4. Tiene confianza en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar
por los fracasos y dificultades que experimente.
 5. Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque
reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
 6. Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para
aquellos con quienes se asocia.
 7. No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece
apropiado y conveniente.
 8. Reconoce y acepta en sí misma una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas
como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece
que vale la pena.
 9. Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, holgazanear, caminar, estar
con amigos, etc.
 10. Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente
aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a medrar o divertirse
a costa de los demás.

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Autoestima en la Adolescencia
La adolescencia es una etapa muy compleja en la vida de una persona en la que la autoestima juega un papel
muy importante.

Durante esta etapa de la vida, las relaciones con las demás personas son totalmente esenciales. Durante la
adolescencia, también es muy importante la necesidad que tiene el joven chico o chica de sentirse aceptado y
parte de un grupo y empieza a hacerse muy fuerte su necesidad de agradar y resultar atractiva o atractivo a
las personas del sexo opuesto. En todas estas cuestiones, la autoestima juega un papel muy importante ya
que la valoración que uno tiene de si mismo será muy importante para determinar la valoración que tendrán
los demás hacia nosotros mismos.

Al mismo tiempo, poseer una autoestima elevada durante la adolescencia podría determinar gran cantidad de
aspectos con respecto al futuro. Una persona con una alta autoestima, seguramente aspirará a más, tendrá
una mayor confianza y se planteará diferentes metas y proyectos para su vida adulta.

Sin embargo, y a pesar de lo importante que es la autoestima durante la adolescencia, es bastante habitual
que muchas chicas y chicos no tengan una autoestima muy alta, debido a que también es un periodo muy
crítico en el que las relaciones con las demás personas pueden producir un efecto muy significativo sobre la
autoestima. Dicho de otra forma, si un adolescente no se siente aceptado por su grupo de amigas o amigos o
no se siente atractivo para el sexo opuesto, tiene muchas probabilidades de no saber afrontar la adolescencia
y desarrollar una baja autoestima. A menudo, problemas simples y típicos de la adolescencia podrían afectar
mucho a algunas personas debido a que ven truncada su necesidad de sentirse aceptados y valorados por los
demás. Es habitual ver adolescentes que tienen problemas de autoestima debido a problemas de acné, al
exceso de peso o porque una determinada persona no los tiene en consideración o cuenta con ellos.

Otro factor que hace que la autoestima juegue un papel muy importante durante la adolescencia es que la
adolescencia es una etapa en el que la persona necesita construir gran parte de su identidad. Por un lado,
necesita sentirse parte y ser aceptado pero también necesita diferenciarse y construir una identidad propia y
distinta a la de los demás. Sin embargo, una persona con baja autoestima seguramente no querrá mostrarse
como es por miedo a ser rechazada. Por ello, es posible que pueda construir su identidad no en base a lo que
es, sino en base a lo que los demás esperan que sea, para así poder ser aceptado.

Conceptos para mejorar la autoestima

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A pesar de que la autoestima está compuesta por múltiples factores y de que existen muchas técnicas
específicas para mejorarla, vamos a explicar una serie de consejos que siempre deberíamos tener en mente
si queremos tener una autoestima alta y saludable. Son los siguientes:

 Intenta convertir los pensamientos negativos en positivos: Si consigues detectar esos


pensamientos negativos, detenerlos y buscar la parte positiva de la situación, habrás evitado un daño
a tu autoestima.
 Se concreto y no generalices: Todos podemos cometer errores en un momento dado. Debemos
evitar generalizar esos errores y convertirlos en descripciones negativas de nuestra persona.
 Céntrate en las partes positivas de tu personalidad: Busca tus cualidades y siéntete orgulloso de
ellas. Reflexiona sobre tus logros del pasado y extrae de esas experiencias las cualidades positivas
que causaron esos éxitos.
 No te compares con los demás: Todos tenemos cualidades y limitaciones. No debemos sentir que
somos inferiores a alguien porque esa persona destaque en algún aspecto. Seguramente nosotros
destaquemos en otros muchos.
 Confía en ti mismo: Debes conocer tus capacidades y opiniones y confiar en ellas. Toma tus
decisiones basándote en ti mismo más que en la opinión de los demás.
 Acéptate a ti mismo: Se consciente de que eres una persona valiosa por ser quien eres y acepta
todas tus características, tanto positivas como negativas.
 Esfuérzate por mejorar: Intenta superar esos aspectos con los que no estés a gusto. Establece unas
metas, ponlas en práctica y esfuérzate para lograr esos cambios.

LA AUTOESTIMA

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La autoestima es la aceptación básica de nosotros mismos. Se construye en la historia de cada uno, en
las relaciones con los demás, en las experiencias que vamos teniendo desde niños... Los problemas
familiares, problemas en la escuela, las cuestiones difíciles que hemos tenido que enfrentar en nuestras
vidas pueden provocar en nosotros un sentimiento de baja autoestima, de no servir para nada, ... De
la misma forma, las experiencias positivas y las experiencias de éxito suelen contribuir a que nos
valoremos a nosotros mismos, nos consideremos capaces, tengamos una alta autoestima.

Pero también podemos, conscientemente, potenciar nuestra autoestima. Conocernos y reconocer que,
por encima de nuestros defectos y limitaciones, somos personas valiosas, creadas y queridas por Dios,
y con posibilidad permanente de crecer y desarrollarnos. La autoestima es muchas veces la que hace
que vivamos con sentimientos de felicidad o infelicidad. Una autoestima equilibrada es necesaria para
atrevernos a crecer y a asumir nuevos desafíos, y también para relacionarnos positivamente con los
demás, porque “sólo el que se acepta a sí mismo puede aceptar a los otros”.

Existen pistas, “técnicas” que nos pueden ayudar a crecer en autoestima. Algunas de ellas son las
siguientes:

 Pensar positivamente acerca de uno mismo. Pensar al menos tanto en nuestros puntos fuertes como
en nuestros puntos flacos, en nuestros logros como en nuestros fracasos.

 Acoger con alegría el aprecio y el afecto que recibimos de los demás. Permitir que los demás “se
extiendan” cuando nos alaban sinceramente, en vez de atenuar los propios méritos, como solemos
hacer.

 Recordar en la noche cada día un par de ocasiones en las que nos hayamos sentido afirmados, y
saborearlas de nuevo.

 Recrear con la imaginación y la memoria episodios de nuestra vida en los que nos hemos sentido
profundamente amados, y reconocer en ellos el amor de Dios.

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 Estar más dispuestos a perdonarnos y comprendernos que a culpabilizarnos y castigarnos.

 Acostumbrarnos a expresar clara y abiertamente nuestras opiniones y nuestros sentimientos, a


defender nuestros derechos sin lesionar los derechos de los demás... y sin esperar a estar ya tan
enojados que sólo podamos responder agresivamente.

 Hacer favores cuando nos parece apropiado y lo deseamos, y no para complacer a los demás.

 Atrevernos a potenciar nuestros talentos y descubrir nuestros recursos latentes.

 Querer a los demás, y mostrárselo. Los demás también necesitan quererse más a sí mismos, y
ayudarles a ser felices nos hace ser nosotros también felices.

Para nosotros, como cristianos, existe además una razón profunda y definitiva para querernos y
aceptarnos a nosotros mismos. Mucha gente pone su valía personal en el hecho de ser más capaces que
los otros; otros, en tener mucho; otros, en saber mucho; en tener mucho prestigio, ... Nosotros, sin
embargo, sabemos que somos valiosos porque somos hijos de Dios. Porque Dios nos quiere y nos ha
querido desde siempre, y nos llama a construir con Él su Reino.

Desde ese amor inmenso y personal que Dios nos tiene, ninguna persona es insignificante. Todos
estamos hechos a imagen y semejanza suya y todos somos llamados y buscados por Él. Esa llamada
que Dios me hace me personaliza radicalmente, me da mi identidad más profunda: hijo / hija de Dios
y hermano / a de todos los hombres y mujeres.

LOS SENTIMIENTOS

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La personalidad se expresa en las conductas, visibles a los otros, y en los sentimientos, visibles sólo a uno
mismo.

Si a partir de lo que hacemos nos conocen los demás, nosotros nos conocemos mejor a partir de lo que
sentimos.

Los sentimientos son la razón más fuerte de las conductas. El hombre es un ser racional, pero sobre todo es
un ser emocional. Somos repetidores de conductas, pero más aún de sentimientos.

El sentimiento es una reacción o respuesta interna, espontánea (brota espontáneamente del fondo emocional)
y típica del individuo (revela su personalidad) a una situación dada.

Si quieres saber quién eres, mira lo que sientes. Los sentimientos no mienten, las palabras pueden mentir.

Es muy importante escuchar los sentimientos. Normalmente pasamos de los sentimientos a la acción sin
detenernos en aquellos, sin tomar conciencia de ellos, ni tratar de evaluarlos. De ahí que, en muchas ocasiones,
en vez de dominar nosotros a los sentimientos, seamos dominados por ellos.

Hay dos tipos de personas:

- la que responde a: situación---sentimiento---acción automática, y

- la que responde a: situación---sentimiento---conciencia---evaluación---acción reflexiva.

La primera persona, repitiendo su reacción, crea en sí misma un hábito emocional fortísimo; empeora cada
vez más.

La segunda, reconoce y acepta el sentimiento, lo evalúa a la luz de los principios humanos y cristianos, y llega
a obrar correctamente.

Moralmente, los sentimientos no son ni buenos ni malos; son pre-conscientes.

Son fuerzas al servicio de la persona. Bien utilizadas, la harán cada día más libre. Su función es impulsar a la
acción humana densa, eficaz, gozosa...

Lo que efectivamente hace que el hombre se embarque en la tarea de su propia vocación, con ilusión y
generosidad, es una emotividad sana, positiva y gozosa.

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NUESTRAS SOMBRAS

HUMILDAD
Etim.: del latín humilitas, abajarse; de humus (tierra)

Humildad: La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo tiene la nada y el
pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre
humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de
Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al
prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios
que no le pertenecen.

La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que
se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.

"La humildad es la verdad" -Santa Teresa de Ávila.

El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un
hombre es más humilde crece una visión más correcta de la realidad.

"El grado más perfecto de humildad es complacerse en los menosprecios y


humillaciones. Vale más delante de Dios un menosprecio sufrido pacientemente por
su amor, que mil ayunos y mil disciplinas." -San Francisco de Sales, 1567

LA HUMILDAD PERFECTA ES JESÚS.

Jesús es la humildad encarnada. Perfecto en todas las virtudes, nos enseña en cada momento en cada
palabra. Siendo Dios, vivió 30 de sus 33 años en vida oculta, ordinaria, tenido por uno de tantos. Lo
extraordinario fue la perfección en que vivió lo ordinario. También sus 3 años de vida pública son
perfecta humildad. En todo hacía, como siempre la voluntad de su Padre. Nunca busco llamar la
atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre. Al final murió en la Cruz. Nos dijo: "Aprended de
mi que soy manso y humilde de corazón".

Jesús repara el daño de Adán que es rebeldía ante Dios y de todo el orgullo posterior. Otros modos de
llamar a este veneno: amor propio, egoísmo y soberbia.

Nadie tuvo jamás dignidad comparable a la de Él, nadie sirvió con tanta solicitud a los hombres: yo
estoy en medio de vosotros como quien sirve. Sigue siendo ésa su actitud hacia cada uno de nosotros.
Dispuesto a servirnos, a ayudarnos, a levantarnos de las caídas. ¿Servimos nosotros a los demás, en la
familia, en el trabajo, en esos favores anónimos que quizá jamás van a ser agradecidos?

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Ejemplo os he dado -dice el Señor después de lavarles los pies a sus discípulos - para que como yo he
hecho con vosotros, así hagáis vosotros -Cf. Jn 13, 15. Nos deja una suprema lección para que
entendamos que si no somos humildes, si no estamos dispuestos a servir, no podemos seguir al
Maestro.

El Señor nos invita a seguirle y a imitarle, y nos deja una regla sencilla, pero exacta, para vivir la
caridad con humildad y espíritu de servicio: Todo lo que queráis que hagan los hombres con
vosotros, hacedlo también vosotros con ellos -Cf Mt 7, 12. La experiencia de lo que me agrada o me
molesta, de lo que me ayuda o me hace daño, es una buena norma de aquello que debo hacer o evitar
en el trato con los demás.

Lo que todos debemos cambiar: la soberbia

Por el orgullo buscamos la superioridad ante los demás.


La soberbia consiste en el desordenado amor de la propia excelencia. -Santo Tomás.
La soberbia es la afirmación aberrante del propio yo.
El hombre humilde, cuando localiza algo malo en su vida puede corregirlo, aunque le duela. El
soberbio al no aceptar, o no ver, ese defecto no puede corregirlo, y se queda con él. El soberbio no se
conoce o se conoce mal.

La soberbia lo inficiona todo. Donde hay un soberbio, todo acaba maltratado: la familia, los amigos,
el lugar donde trabaja... Exigirá un trato especial porque se cree distinto, habrá que evitar con cuidado
herir su susceptibilidad... Su actitud dogmática en las conversaciones, sus intervenciones irónicas -no
le importa dejar en mal lugar a los demás por quedar él bien-, la tendencia a poner punto final a las
conversaciones que surgieron con naturalidad, etcétera, son manifestaciones de algo más profundo: un
gran egoísmo que se apodera de la persona cuando ha puesto el horizonte de la vida en sí misma.

"El primero entre vosotros sea vuestro servidor" -Mt 23, 11. Para eso hemos de dejar nuestro egoísmo
a un lado y descubrir esas manifestaciones de la caridad que hacen felices a los demás. Si no
lucháramos por olvidarnos cada vez más de nosotros mismos, pasaríamos una y otra vez al lado de
quienes nos rodean y no nos daríamos cuenta de que necesitan una palabra de aliento, valorar lo que
hacen, animarles a ser mejores y servirles.

El egoísmo ciega y nos cierra el horizonte de los demás; la humildad abre constantemente camino a la
caridad en detalles prácticos y concretos de servicio. Este espíritu alegre, de apertura a los demás, y
de disponibilidad es capaz de transformar cualquier ambiente. La caridad cala, como el agua en la
grieta de la piedra, y acaba por romper la resistencia más dura. “Amor saca amor” -SANTA TERESA,
Vida, 22, 14. San Juan de la Cruz aconsejaba: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor” -SAN
JUAN DE LA CRUZ, Carta a la M. M.0 de la Encarnación, en Vida, BAC, Madrid 1950, p. 1322 .

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Los grados de la humildad:
1 conocerse, 2 aceptarse, 3 olvido de si, 4 darse.

1 Conocerse. Primer paso: conocer la verdad de uno mismo.


Ya los griegos antiguos ponían como una gran meta el aforismo: "Conócete a ti mismo". La Biblia
dice a este respecto que es necesaria la humildad para ser sabios: Donde hay humildad hay sabiduría.
Sin humildad no hay conocimiento de sí mismo y, por tanto, falta la sabiduría.

Es difícil conocerse. La soberbia, que siempre está presente dentro del hombre, ensombrece la
conciencia, embellece los defectos propios, busca justificaciones a los fallos y a los pecados. No es
infrecuente que, ante un hecho, claramente malo, el orgullo se niegue a aceptar que aquella acción haya
sido real, y se llega a pensar: "no puedo haberlo hecho", o bien "no es malo lo que hice", o incluso "la
culpa es de los demás".

Para superar: examen de conciencia honesto. Para ello: primero pedir luz al Espíritu Santo, y después
mirar ordenadamente los hechos vividos, los hábitos o costumbres que se han enraizado más en la
propia vida - pereza o laboriosidad, sensualidad o sobriedad, envidia...

2 Aceptarse. Una vez se ha conseguido un conocimiento propio más o menos profundo viene el
segundo escalón de la humildad: aceptar la propia realidad. Resulta difícil porque la soberbia se
rebela cuando la realidad es fea o defectuosa.

Aceptarse no es lo mismo que resignarse. Si se acepta con humildad un defecto, error, limitación, o
pecado, se sabe contra qué luchar y se hace posible la victoria. Ya no se camina a ciegas sino que se
conoce al enemigo. Pero si no se acepta la realidad, ocurre como en el caso del enfermo que no quiere
reconocer su enfermedad: no podrá curarse. Pero si se sabe que hay cura, se puede cooperar con los
médicos para mejorar. Hay defectos que podemos superar y hay límites naturales que debemos saber
aceptar.

Dentro de los hábitos o costumbres, a los buenos se les llama virtudes por la fuerza que dan a los
buenos deseos; a los malos los llamamos vicios, e inclinan al mal con más o menos fuerza según la
profundidad de sus raíces en el actuar humano. Es útil buscar el defecto dominante para poder evitar
las peores inclinaciones con más eficacia. También conviene conocer las cualidades mejores que se
poseen, no para envanecerse, sino para dar gracias a Dios, ser optimista y desarrollar las buenas
tendencias y virtudes.

Es distinto un pecado, de un error o una limitación, y conviene distinguirlos. Un pecado es un acto


libre contra la ley de Dios. Si es habitual se convierte en vicio, requiriendo su desarraigo, un
tratamiento fuerte y constante. Para borrar un pecado basta con el arrepiento y el propósito de
enmienda unidos a la absolución sacramental si es un pecado mortal y con acto de contrición si es
venial. El vicio en cambio necesita mucha constancia en aplicar el remedio pues tiende a reproducir
nuevos pecados.

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Los errores son más fáciles de superar porque suelen ser involuntarios. Una vez descubiertos se pone
el remedio y las cosas vuelven al cauce de la verdad. Si el defecto es una limitación, no es pecado,
como no lo es ser poco inteligente o poco dotado para el arte. Pero sin humildad no se aceptan las
propias limitaciones. El que no acepta las propias limitaciones se expone a hacer el ridículo, por
ejemplo, hablando de lo que no sabe o alardeando de lo que no tiene.

Vive según tu conciencia o acabarás pensando como vives. Es decir, si tu vida no es fiel a tu propia
conciencia, acabarás cegando tu conciencia con teorías justificadoras.

3 Olvido de sí. El orgullo y la soberbia llevan a que el pensamiento y la imaginación giren en torno al
propio yo. Muy pocos llegan a este nivel. La mayoría de la gente vive pensando en si mismo,
"dándole vuelta" a sus problemas. El pensar demasiado en uno mismo es compatible con saberse poca
cosa, ya que el problema consiste en que se encuentra un cierto gusto incluso en la lamentación de los
propios problemas. Parece imposible pero se puede dar un goce en estar tristes, pero no es por la
tristeza misma sino por pensar en sí mismo, en llamar la atención.

El olvido de sí no es lo mismo que indiferencia ante los problemas. Se trata más bien de superar el
pensar demasiado en uno mismo. En la medida en que se consigue el olvido de sí, se consigue
también la paz y alegría. Es lógico que sea así, pues la mayoría de las preocupaciones provienen de
conceder demasiada importancia a los problemas, tanto cuando son reales como cuando son
imaginarios. El que consigue el olvido de sí está en el polo opuesto del egoísta, que continuamente
esta pendiente de lo que le gusta o le disgusta. Se puede decir que ha conseguido un grado aceptable
de humildad. El olvido de sí conduce a un santo abandono que consiste en una despreocupación
responsable. Las cosas que ocurren -tristes o alegres- ya no preocupan, solo ocupan.

4 -Darse. Este es el grado más alto de la humildad, porque más que superar cosas malas se trata de
vivir la caridad, es decir, vivir de amor. Si se han ido subiendo los escalones anteriores, ha mejorado
el conocimiento propio, la aceptación de la realidad y la superación del yo como eje de todos los
pensamientos e imaginaciones. Si se mata el egoísmo se puede vivir el amor, porque o el amor mata
al egoísmo o el egoísmo mata al amor.

En este nivel la humildad y la caridad llevan una a la otra. Una persona humilde al librarse de las
alucinaciones de la soberbia ya es capaz de querer a los demás por sí mismos, y no sólo por el
provecho que pueda extraer del trato con ellos.

Cuando la humildad llega al nivel de darse se experimenta más alegría que cuando se busca el
placer egoístamente. La única vez que se citan palabras de Nuestro Señor del Evangelio en los Hechos
de los Apóstoles dice que se es mas feliz en dar que en recibir. La persona generosa experimenta una
felicidad interior desconocida para el egoísta y el orgulloso.

La caridad es amor que recibimos de Dios y damos a Dios. Dios se convierte en el interlocutor de
un diálogo diáfano y limpio que sería imposible para el orgulloso ya que no sabe querer y además no
sabe dejarse querer. Al crecer la humildad la mirada es más clara y se advierte más en toda su riqueza
la Bondad y la Belleza divinas.

40
Dios se deleita en los humildes y derrama en ellos sus gracias y dones con abundancia bien recibida.
El humilde se convierte en la buena tierra que da fruto al recibir la semilla divina.

La falta de humildad se muestra en la susceptibilidad, quiere ser el centro de la atención en las


conversaciones, le molesta en extremo que a otra la aprecien más que a ella, se siente desplazada si no
la atienden. La falta de humildad hace hablar mucho por el gusto de oirse y que los demás le
oigan, siempre tiene algo que decir, que corregir, Todo esto es creerse el centro del universo. La
imaginación anda a mil por hora, evitan que su alma crezca.

-Que me conozca; que te conozca. Así jamás perderé de vista mi nada”. Solo así podré seguirte
como Tú quieres y como yo quiero: con una fe grande, con un amor hondo, sin condición alguna.

Se cuenta en la vida de San Antonio Abad que Dios le hizo ver el mundo sembrado de los lazos que el
demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres. El santo, después de esta visión, quedó lleno
de espanto, y preguntó: “Señor, ¿Quién podrá escapar de tantos lazos?”. Y oyó una voz que le
contestaba: “Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria, mientras
los soberbios van cayendo en todas las trampas que el demonio les tiende"

Nos ayudará a desearla de verdad el tener siempre presente que el pecado capital opuesto, la
soberbia, es lo más contrario a la vocación que hemos recibido del Señor, lo que más daño hace a
la vida familiar, a la amistad, lo que más se opone a la verdadera felicidad... Es el principal apoyo con
que cuenta el demonio en nuestra alma para intentar destruir la obra que el Espíritu Santo trata
incesantemente de edificar.

Con todo, la virtud de la humildad no consiste sólo en rechazar los movimientos de la soberbia, del
egoísmo y del orgullo. De hecho, ni Jesús ni su Santísima Madre experimentaron movimiento alguno
de soberbia y, sin embargo, tuvieron la virtud de la humildad en grado sumo. La palabra humildad
tiene su origen en la latina humus, tierra; humilde, en su etimología, significa inclinado hacia la
tierra; la virtud de la humildad consiste en inclinarse delante de Dios y de todo lo que hay de
Dios en las criaturas (6). En la práctica, nos lleva a reconocer nuestra inferioridad, nuestra pequeñez
e indigencia ante Dios. Los santos sienten una alegría muy grande en anonadarse delante de Dios y en
reconocer que sólo Él es grande, y que en comparación con la suya, todas las grandezas humanas
están vacías y no son sino mentira.

¿Cómo he de llegar a la humildad? Por la gracia de Dios. Solamente la gracia de Dios puede darnos
la visión clara de nuestra propia condición y la conciencia de su grandeza que origina la humildad.
Por eso hemos de desearla y pedirla incesantemente, convencidos de que con esta virtud amaremos a
Dios y seremos capaces de grandes empresas a pesar de nuestras flaquezas...

Quien lucha por ser humilde no busca ni elogios ni alabanzas porque su vida esta en Dios; y si
llegan procura enderezarlos a la gloria de Dios, Autor de todo bien. La humildad se manifiesta en el
desprecio sino en el olvido de sí mismo, reconociendo con alegría que no tenemos nada que no
hayamos recibido, y nos lleva a sentirnos hijos pequeños de Dios que encuentran toda la firmeza en la
mano fuerte de su Padre.

41
Aprendemos a ser humildes meditando la Pasión de Nuestro Señor, considerando su grandeza
ante tanta humillación, el dejarse hacer “como cordero llevado al matadero”.

Visitándolo en la Sagrada Eucaristía, donde espera que vayamos a verle y hablarle,

Meditando la Vida de la Virgen María y uniéndonos a ella en oración. La mujer mas humilde y por
eso también la escogida de Dios, la mas grande. La Esclava del Señor, la que no tuvo otro deseo que el
de hacer la voluntad de Dios.

También acudimos a San José, que empleó su vida en servir a Jesús y a María, llevando a cabo la
tarea que Dios le había encomendado.

LA HUMILDAD

Se acercaba mi cumpleaños y quería ese año pedir un deseo especial al apagar las velas de mi pastel.

Caminando por el parque me senté al lado de un mendigo que estaba sentado en uno de los bancos, el más
retirado, viendo dos palomas revolotear cerca del estanque y me pareció curioso ver a un hombre de aspecto
abandonado, mirar las avecillas con una sonrisa en la cara que parecía eterna.

Me acerqué a él con la intención de preguntarle por qué estaba tan feliz.


Quise también sentirme afortunado al conversar con él para sentirme más orgulloso de mis bienes, por que yo
era

Un hombre al que no le faltaba nada, tenía mi trabajo que me producía mucho dinero, claro ¿como no iba a
producírmelo trabajando tanto?, tenía mis hijos a los cuales gracias a mi esfuerzo tampoco les faltaba nada y
tenían los juguetes que quisiesen tener.
En fin gracias a mis interminables horas de trabajo no les faltaba nada a mi familia.

Me acerqué entonces al hombre y le pregunte, ¿Caballero que pediría usted como deseo en su cumpleaños?
Pensando yo que el hombre me contestaría que dinero y así de paso yo darle unos billetes que tenía y hacer la
obra de caridad del año.

No sabe usted mi asombro cuando el hombre me contesta lo siguiente con la misma sonrisa en su rostro que no
se le había borrado y nunca se le borró:

-Amigo, si pidiese algo más de lo que tengo sería muy egoísta, yo ya he tenido de todo lo que necesita un
hombre en la vida y más. Vivía con mis padres y mi hermano antes de perderlos una tarde de junio, hace
mucho, conocí el amor de mi padre y mi madre que se desvivían por darme todo el amor que le será posible
dentro de nuestras limitaciones económicas. Al perderlos, sufrí muchísimo pero entendí que hay otros que
nunca conocieron ese amor, yo sí y me sentí mejor.

Cuando joven conocí una niña de la cual me enamoré perdidamente, un día la besé y estalló en mí el amor
hacia aquella joven tan bella que cuando luego se marchó, mi corazón sufría tanto... Recuerdo ese momento y
pienso que hay personas que nunca han conocido el amor y me siento mejor.

42
Un día en este parque un niño correteando cayó al piso y comenzó a llorar, yo fui, lo ayude a levantarse, le
sequé las lágrimas con mis manos y jugué con él por unos instantes más y aunque no era mi hijo me sentí
padre, y me sentí feliz porque pensé que muchos no han conocido ese sentimiento.

Cuando siento frío y hambre en el invierno, recuerdo la comida de mi madre y el calor de nuestra pequeña
casita y me siento mejor porque hay otros que nunca lo han sentido y tal vez no lo sentirán nunca. Cuando
consigo dos piezas de pan comparto una con otro mendigo del camino y siento el placer que da compartir con
quien lo necesita, y recuerdo que hay unos que jamás sentirán esto.

Mi querido amigo, que más puedo pedir a Dios o a la vida cuando lo he tenido todo, y lo más importante es que
estoy consciente de ello.
Puedo ver la vida en su más simple expresión, como esas dos palomitas jugando, ¿qué necesitan ellas? lo
mismo que yo, nada... Estamos agradecidos al Cielo de esto, y sé que usted pronto lo estará también.

Miré hacia el suelo un segundo como perdido en la grandeza de las palabras de aquel sabio que me había
abierto los ojos en su sencillez, cuando miré a mi lado ya no estaba, sólo las palomitas y un arrepentimiento
enorme de la forma en que había vivido sin haber conocido la vida. Jamás pensé que aquel mendigo, era tal vez
un ángel enviado por el Señor, me daría el regalo más precioso que se le puede dar a un ser humano...
La Humildad.

La Carreta Vacía

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me
preguntó:
Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una
carreta.
Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido.
Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo
la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose
prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"

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La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden
que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel
que está lleno de sí mismo.

(HUMILDAD) En las Sagradas Escrituras

Pro 15:33 El temor de Yavé es la escuela de la sabiduría; antes de la gloria es necesaria la humildad.

Pro 18:12 La arrogancia del hombre viene antes que su ruina, la humildad precede a la gloria.

Pro 22:4 La recompensa de la humildad es el temor de Yavé, la riqueza, el honor y la vida.

Col 3:12 Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la
compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia.

1Pe 5:5 También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Traten de
rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia
a los humildes.

Zep 2:3 Buscad a Yahveh, vosotros todos, humildes de la tierra, que cumplís sus normas; buscad la
justicia, buscad la humildad; quizá encontréis cobijo el Día de la cólera de Yahveh.

Eph 4:2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor,

BL 95 (HUMILDE)

Num 12:3 Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde. No había nadie más humilde que él en la
faz de la tierra.

Psa 9:18 Porque no será olvidado el pobre para siempre ni será en vano la esperanza del humilde.

Pro 16:19 Más vale permanecer humilde con los de abajo que repartirse los despojos con los orgullosos.

Pro 29:23 Tu orgullo hará que te humillen, el que es humilde alcanzará los honores.

Zec 9:9 Salta, llena de gozo, oh hija de Sión, lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén.
Pues tu rey viene hacia ti; él es santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo
pequeño de una burra.

44
Mat 11:29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas
encontrarán descanso.

Luk 1:48 porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz.

Rom 12:16 Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se
tengan por sabios.

Humildad
159,525, 559, 724, 732, 2540, 2559, 2612, 2628, 2631, 2706, 2713, 2779, 2854.

2540
La envidia representa una de las formas de la tristeza y, por tanto, un rechazo de la caridad; el bautizado
debe luchar contra ella mediante la benevolencia. La envidia procede con frecuencia del orgullo; el
bautizado ha de esforzarse por vivir en la humildad:

¿Querríais ver a Dios glorificado por vosotros? Pues bien, alegraos del progreso de vuestro hermano y
con ello Dios será glorificado por vosotros. Dios será alabado -se dirá- porque su siervo ha sabido
vencer la envidia poniendo su alegría en los méritos de otros (S. Juan Crisóstomo, hom. in Rom. 7,3).

2559
"La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes"(San Juan
Damasceno, f. o. 3, 24). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo
y de nuestra propia voluntad, o desde "lo más profundo" (Sal 130, 14) de un corazón humilde y
contrito? El que se humilla es ensalzado (cf Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración.
"Nosotros no sabemos pedir como conviene"(Rom 8, 26). La humildad es una disposición necesaria
para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios (cf San Agustín,
serm 56, 6, 9).

2631
La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición (cf el publicano: "ten
compasión de mí que soy pecador": Lc 18, 13). Es el comienzo de una oración justa y pura. La
humildad confiada nos devuelve a la luz de la comunión con el Padre y su Hijo Jesucristo, y de los
unos con los otros (cf 1 Jn 1, 7-2, 2): entonces "cuanto pidamos lo recibimos de El" (1 Jn 3, 22). Tanto
la celebración de la eucaristía como la oración personal comienzan con la petición de perdón.

2706
Meditar lo que se lee conduce a apropiárselo confrontándolo consigo mismo. Aquí, se abre otro libro:
el de la vida. Se pasa de los pensamientos a la realidad. Según sean la humildad y la fe, se descubren

45
los movimientos que agitan el corazón y se les puede discernir. Se trata de hacer la verdad para llegar
a la Luz: "Señor, ¿qué quieres que haga?".

2713
Así, la contemplación es la expresión más sencilla del misterio de la oración. Es un don, una gracia;
no puede ser acogida más que en la humildad y en la pobreza. La oración contemplativa es una relación
de alianza establecida por Dios en el fondo de nuestro ser (cf Jr 31, 33). Es comunión: en ella, la
Santísima Trinidad conforma al hombre, imagen de Dios, "a su semejanza".

2779
Antes de hacer nuestra esta primera exclamación de la Oración del Señor, conviene purificar
humildemente nuestro corazón de ciertas imágenes falsas de "este mundo". La humildad nos hace
reconocer que "nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar", es
decir "a los pequeños" (Mt 11, 25-27). La purificación del corazón concierne a imágenes paternales o
maternales, correspondientes a nuestra historia personal y cultural, y que impregnan nuestra relación
con Dios. Dios nuestro Padre transciende las categorías del mundo creado. Transferir a él, o contra él,
nuestras ideas en este campo sería fabricar ídolos para adorar o demoler. Orar al Padre es entrar en su
misterio, tal como El es, y tal como el Hijo nos lo ha revelado:

La expresión Dios Padre no había sido revelada jamás a nadie. Cuando Moisés preguntó a Dios quién
era El, oyó otro nombre. A nosotros este nombre nos ha sido revelado en el Hijo, porque este nombre
implica el nuevo nombre del Padre (Tertuliano, or. 3).

Somos realmente libres

Ansias de libertad

En todos los países se dedican calles o avenidas a la libertad y se elevan estatuas y


monumentos a ella y a las personas que lucharon por la independencia. La historia nos
demuestra, de esta manera, que siempre han existido hombres y mujeres que han luchado
y muerto por defender la libertad.

En nuestros días aparecen diariamente en las noticias hechos y manifestaciones de


personas y grupos que piden libertad de opinión y expresión, libertad de reunión y

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asociación, derecho para manifestarse y protestar pacíficamente, alto a las represiones y
opresiones, etc.

Los jóvenes también piden y gritan libertad: se rebelan contra el autoritarismo de algunos
padres de familia, maestros o autoridades civiles; cuestionan determinadas leyes, normas y
prohibiciones; no permiten que nadie se meta en sus cosas y asuntos personales; participan
grupalmente en manifestaciones, protestas, etc.

Dolorosa realidad: somos esclavos:

A pesar de esos deseos y gritos de libertad, existen, sin embargo, una serie de servidumbres
y dependencias a las que está sometido el hombre de nuestra sociedad actual. He aquí
algunas de ellas.

 La cultura dominante. Es el conjunto de ideas, juicios de valor y actitudes que están


en el ambiente y que la sociedad propaga e impone. La estadística y los intereses
económicos y políticos cuentan más que la razón y la verdad. La sociedad impone las
ideas y pensamientos que hay que repetir.

 El culto idolátrico al dinero como valor máximo de la vida: en una cultura del “tener” el
hombre se arrodilla ante el dinero y se convierte en su esclavo.

 La dependencia publicitaria y consumista: que crea falsa necesidades, impone modas


y marcas e invita constantemente a comprar y consumir.

 Las diversiones y espectáculos alienantes y despersonalizantes.

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Por otra parte, los jóvenes que gritan libertad muchas veces son esclavos de los medios de
comunicación, del placer, del sexo, de la droga, del alcohol, de la moda, del respeto humano,
de sus vicios, etc.

Hacia una libertad responsable

El hombre es un ser libre.

El catecismo de la iglesia católica afirma lo siguiente en el numeral.

363. ¿Qué es la libertad?

 La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o
aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es
la característica de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más
libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está
ordenada a Dios, Bien supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también
la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la
libertad, que conduce a la esclavitud del pecado.

Como seres inteligentes poseemos la capacidad de autodeterminación. En esto nos


diferenciamos de los animales. Ellos actúan de acuerdo a lo que les dicta su instinto;
nosotros, actuamos libremente.

El hombre, por lo tanto, no esta dirigido por nada ni por nadie. Ni por un destino fatal contra
el cual es imposible luchar, ni por la fuerza oculta de los astros ni por los designios de Dios.

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Es cierto que los acontecimientos, la sociedad, el trabajo y las costumbres condicionan el
ejercicio de la libertad. Pero también es cierto que a pesar de eso, en última instancia, el
hombre permanece libre. Para bien o para mal, el hombre será siempre el arquitecto de su
propio destino.

El concepto cristiano de libertad

Muchas personas tienen un concepto equivocado de la libertad. Para ellas, libertad es:

 Hacer lo que nos venga en gana


 Hacer lo que resulta más cómodo
 Hacer lo que está prohibido
 Independizarse de toda ley y norma, etc.

Ser libre, en primer lugar, es tener la capacidad interior de obrar, pero sabiendo en cada
momento “como” hemos de obrar y “por que” obramos así y no de otra manera. En segundo
lugar, ser libre es pensar y actuar sin presiones internas ni externas.

El hombre verdaderamente libre señala J. A. Walgrave.

Sabe lo que piensa, tiene convicciones sólidas; sabe lo que quiere, permanece fiel a sí
mismo… no se pierde en la masa. No se deja llevar por las corrientes d opinión pública… es
“alguien” que tiene el dominio de sí y que sigue siendo lo que es, fiel a sus convicciones, a
su ideal, a su plan de vida.

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La libertad, en definitiva, es la capacidad de autodefinirse y autodeterminarse.

Libertad “de”… y libertad “para”…

La libertad, como capacidad de autodefinición y autodeterminación, tiene una doble


dimensión:

 Libertad “de”: es la libertad para pensar, decidir y actuar sin presiones físicas, sociales
o morales. Se trata de liberarse de lo que ata, de lo que impide al hombre autor
realizarse.

 Libertad “para”: es la capacidad que tiene la persona para desarrollar sus


potencialidades y llegar a realidades más plenas. La libertad, por lo tanto, no es
solamente ausencia de presiones; es también presencia de algo que llene y oriente la
ida.

La libertad se conquista:

La persona no es libre; más bien, se va haciendo libre. En este sentido, la libertad es una
conquista, un deber, una tarea por realizar, una posibilidad que cada uno tendrá que hacer
realidad.

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VERDAD Y LIBERTAD

Muchos de nuestros contemporáneos son hombres superficiales, que no tienen ideas


personales, que orienten con fuerza su vida. Por eso, van por la vida sin rumbo,
desorientados, según el viento de la moda o de la opinión. Para ellos, no hay prohibiciones
ni limitaciones. Y caen en el permisivismo: todo está permitido. Y de aquí surge en ellos el
relativismo, que es hija natural del permisivismo. Todo es relativo, cualquier cosa puede ser
buena o mala, positiva o negativa, depende. Lo único absoluto es que todo es relativo. Y se
llega al escepticismo, a dudar de todo, y viene la tolerancia total y la indiferencia pura, porque
si no podemos tener certezas seguras, entonces hay que vivir intensamente y a todo placer,
a como dé lugar. Es la civilización “Light”, que evita todo esfuerzo y sacrificio. Es el hombre
“deshombrecido”, como diría Quevedo, que se hace menos hombre al alejarse de Dios y
encerrarse en un egoísmo brutal, que se olvida de los demás.

Para ellos, lo que otros llaman verdad es sólo una opinión más. Lo único que vale es la
libertad: pensar, hablar, obrar y creer, de acuerdo a lo que cada uno considere lo mejor.
“Muchos autores, en su crítica demoledora de toda certeza e ignorando las distinciones
necesarias contestan incluso las certezas de la fe” (FR 91). “Hay algunos sistemas filosóficos
que, engañando al hombre, lo han convencido de que puede decidir autónomamente sobre
su propio destino y su futuro, confiando sólo en sí mismo y en sus propias fuerzas. Pero la
grandeza del hombre jamás consistirá en eso. Sólo la opción por la verdad será determinante
para su realización personal. Solamente en este horizonte de la verdad comprenderá la
realización plena de su libertad y de su llamado al amor y al conocimiento de Dios como
realización suprema de sí mismo” (FR 107).

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Algunos han llegado a exaltar la libertad hasta el punto de considerarla como norma absoluta
y fuente de los valores. De este modo, sólo la conciencia personal tendría el derecho de
decidir sobre lo que es bueno y malo. “Lo que es bueno para mí es bueno para todos”. Pero
cada uno tiene la obligación de buscar la verdad objetiva, que es válida, no sólo para mí,
sino para todos los hombres. Porque hay principios fundamentales, que son universales e
inmutables. Así como hay actos intrínsecamente malos, malos de por sí,
independientemente de las circunstancias. Una obra mala no se hace buena por hacerlo
por un fin bueno, por ejemplo, robar para dárselo a los pobres. “Algunos dicen: hagamos el
mal para que venga el bien. Éstos bien merecen la propia condena” (VS 78). “Sólo las
acciones que están conformes al bien, al verdadero bien del hombre, conducen a la vida”
(VS 72). El fin no justifica los medios.

S. Agustín decía: “En cuanto a los actos que son por sí mismos pecados, como el robo, la
fornicación, la blasfemia y otros actos semejantes ¿quién osará afirmar que, cumpliéndolos
por motivos buenos, ya no serían pecados o, conclusión más absurda, que serían pecados
justificados?”. Hay principios fundamentales que están inscritos en la conciencia y que todos
deben respetar, pues el bien está de acuerdo a la verdad objetiva de lo que es realmente
bueno para la realización personal del hombre.

Por eso, es tan importante que nuestra libertad se base en la verdad, ya que como dice
Jesús: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8,32). “Estas palabras encierran
una exigencia fundamental y, al mismo tiempo, una advertencia: la exigencia de una relación
honesta con respecto a la verdad, como condición para una auténtica libertad... Después de
dos mil años, Cristo aparece como Aquel que trae al hombre la libertad, basada en la verdad,
Aquel que libera de lo que limita, disminuye y casi destruye esta libertad en sus mismas
raíces en el alma del hombre, en su corazón y en su conciencia” (RH 12). “La verdad no es
creada por cada uno o por grupos humanos especiales, la verdad existe, la verdad universal,

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a la que todos deben someterse, y esta verdad en último término es Dios, que es quien da
sentido a la vida del ser humano. Por eso, se comete pecado cuando el hombre, sabiéndolo
y queriéndolo, elige, por el motivo que sea, algo gravemente desordenado. En efecto, en
esta elección está ya incluido un desprecio del mandato divino, un rechazo del amor de Dios
hacia la humanidad y hacia toda la creación... y el hombre se aleja de Dios y pierde el amor”
(VS 70).

Lamentablemente, muchos hombres actuales desconfían de encontrar la verdad, porque


ésta ha sido, con frecuencia, presentada con dogmatismo, intolerancia o fanatismo. Por eso,
no creen en una verdad absoluta, sino en una verdad relativa, la que emana de las urnas y
se convierte en ley por el poder de los votos. Pero esta verdad, periódicamente cambiante
en cada consulta electoral, no puede satisfacer el corazón humano que busca razones firmes
y seguras en que anclar la propia existencia. La verdad debe ser eterna y para todos. La
verdad no puede ser fruto del consenso de la mayoría, pues, de este modo, podrían
justificarse los más graves errores y crímenes contra la humanidad como el aborto. Tampoco
podemos aceptar, con algunas filosofías del escepticismo o del nihilismo, que no se puede
llegar a conocer nunca la verdad, que somos demasiado pequeños para llegar a estar
seguros de lo que es la verdad definitiva. Esto llevaría también a decir que no se pueden
asumir compromisos totales y definitivos, como si el hombre fuera un ser provisional, “vivir
al día”; porque lo que hoy dicen que es bueno o verdadero, mañana pueden decir que es
malo y falso. NO, hay que decirles a estos seguidores de la nada y del absurdo que Dios es
VERDAD, que es LUZ, que es AMOR y Él, con su sabiduría infinita, nos ha creado y nos
enseña la verdad definitiva para que no nos equivoquemos y podamos vivir para la eternidad.

Por eso, ha puesto en nuestros corazones la ley natural que Él mismo ha escrito en nuestra
naturaleza y que a través de nuestra conciencia, nos dice lo que nos conviene para nuestra
realización personal. Y esto es lo mismo para todos los seres humanos. Podemos decir que

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la ley natural es la voz de Dios, que llega a nosotros a través del entendimiento o de la
conciencia. Esta ley natural es la base y fundamento de la Moral y de los derechos humanos
fundamentales para todos los hombres, aunque la conciencia o conocimiento de esta ley
natural pueda ser mal interpretada en algunos, por efecto de sus pecados, cultura o
educación.

“La conciencia es el sagrario del hombre en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en
lo más íntimo de sí mismo... En lo profundo de su conciencia, el hombre descubre una ley
que él no se da a sí mismo, pero que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es
necesario, en los oídos de su corazón, llamándolo siempre a amar y a hacer el bien y a evitar
el mal: haz esto, evita aquello. En obedecer esta ley escrita por Dios en su corazón está su
dignidad humana y según ella será juzgado” (GS 16). “La dignidad humana exige que el
hombre actúe según su conciencia” (GS 17).

Hay, pues, que buscar con ahínco la verdad y el bien en nuestra vida. Dios nos habla a
través de nuestra conciencia. Sus mandamientos no son órdenes caprichosas, sino señales
para que no equivoquemos el camino. ¿Qué diríamos de aquel hombre que se dijera a sí
mismo al ir por la carretera: yo no obedezco las señales de tráfico? ¿Quién ha puesto estas
señales aquí? ¿Por qué voy a tener que obedecer a un desconocido? ¿Por qué no puedo ir
a la izquierda, cuando la señal indica ir por la derecha? Si así piensa y actúa y va a la
izquierda, probablemente caerá en el barranco y se matará. Eso les pasa a los hombres que
no quieren escuchar la voz de su Padre de Dios a través de su conciencia y quieren seguir
sus propias ideas. Hombres que todo lo discuten y creen que sus ideas son las mejores. Son
los soberbios, que no aceptan imposiciones de nadie y se creen más sabios que el mismo
Dios. Por eso, seamos razonables y responsables para ser libres de verdad. Solamente la
verdad, que Dios nos enseña, nos dará la verdadera libertad, para llegar a ser hombres
auténticos, plenamente humanos, llenos de luz y de amor.

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PROVIDENCIA Y LIBERTAD

Dios nos ama y guía nuestros pasos con amor de padre. El problema es que nosotros, con
frecuencia, no nos queremos dejar guiar por Él y queremos ser libres a nuestra manera. Y,
entonces, surgen las dificultades, pues nos fabricamos nuestra propia felicidad, lejos de
Dios. La libertad humana, mal usada, es el gran obstáculo para que toda la creación pueda
ir con seguridad y suavidad hacia Dios. Ya decía Georges Bernanos: El gran escándalo de
la creación no es el sufrimiento, sino la libertad. El hombre puede decir: que se haga la
voluntad de Dios o que no se haga. La libertad puede dar origen al infierno o al paraíso en
nosotros.

Ahora bien, también ocurre que nosotros somos llevados frecuentemente por caminos que
no hemos buscado y que no queríamos. Dios, a veces, permite que nos sucedan cosas
totalmente incomprensibles o muy dolorosas. ¿Podemos pensar que es Dios el que las
quiere para nosotros? Digamos que muchas cosas nos suceden sin que Dios las quiera,
pero las permite para nuestro bien (Rom 8,28). Dios no quiere que alguien muera en la
guerra, porque no ha querido la guerra. Dios no quiere que un delincuente mate, pero Dios
lo ha permitido. Dios no quiere que alguien tenga un accidente por imprudencia, pero Dios
ha respetado la libertad de quien ha manejado a alta velocidad y se ha estrellado y ha matado
consigo a sus compañeros de viaje... Y así podríamos seguir hablando de muchas otras
cosas dolorosas que nos pueden suceder.

Nosotros queremos tener salud, trabajo, dinero y todas las comodidades necesarias para
vivir bien. Y Dios, a veces, sin culpa de nadie, rompe nuestros esquemas y permite
enfermedades o cataclismos naturales o accidentes de los que nadie es culpable.

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¿Echaremos la culpa a Dios? ¿No podemos ver en esos casos también la mano amorosa
de Dios, aunque nos duela? Si muere un ser querido o quedamos enfermos o inutilizados de
por vida... ¿Tendrá Dios la culpa? ¿Será un Dios cruel que no tiene compasión de nosotros?
He ahí un problema que muchos se plantean y que, cuando su fe no es fuerte, puede
llevarlos al suicidio o a la desesperación o al rechazo de Dios; pero, cuando se aceptan
humildemente los planes de Dios, entonces, podemos ver que, a pesar de todos los
infortunios y desgracias, Dios lleva la barca de nuestra vida hacia Él y hacia nuestra felicidad

Que exige la libertad

Tener un proyecto de vida. Ser libre es ser capaz de seguir un proyecto de vida. Quien
vive de ideales y de metas será plenamente libre.

Ir contra corriente. Ser libre es no dejarse arrastrar por el ambiente, por la publicidad o por
el que dirán.

Decir no a las manipulaciones. Ser libre es resistir a todos los intentos de manipulación de
personas, grupos y sistemas.

Tener coraje. Ser libre es tener fuerza de voluntad para seguir el camino que conduce a la
autorrealización.

Ser responsable. Ser libre es ser responsable. No hay verdadera libertad sin sentido de
responsabilidad y de fidelidad a los deberes propios.

Nos comprometemos:

¿A qué nos compromete el tema que hemos reflexionado hoy?

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¿En qué ambientes actuamos con menos libertad, familia, escuela, trabajo, trabajo juvenil,
amistades? ¿Qué podemos hacer para sentirnos y actuar con más libertad?

¿De qué esclavitud tenemos que liberarnos?

¿Qué obstáculos tenemos que superar para ser realmente libres?

ORACIÓN

Señor: hay muchos que intentan esclavizarnos:

Muchas redes tendidas,

Muchos lazos en nuestro camino.

Muchos anuncios, grandes carteles,

Sonrisas postizas, falsas ventajas.

Nos dicen lo que hemos de comprar,

Como hemos de vestir,

Lo que nos ira bien para beber y comer.

Sus voces aturden nuestros oídos:

“¡Sé libre! ¡Vive tu vida!

¡No te prives de nada!”.

Pero ellos quienes nos privan de nuestra libertad

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Y no nos dejan vivir en paz.

Han hecho de la televisión una tela de araña,

Pegajosa y atractiva.

Con frecuencia nos sentimos atrapados,

¿Y nos cuesta tanto despegarnos?

A veces entre nosotros también nos aprisionamos,

Y obramos por miedo a los demás,

En contra de lo que pensamos.

Señor, tenemos ganas de ser libres.

Nos sentimos llamados por ti

Para gozar de la libertad.

Ayúdanos a mantenernos firmes,

A defender nuestra libertad.

Y a ponerla al servicio de los demás.

Porque no hay libertad si no hay amor.

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Somos realmente libres

Muchas personas tienen un concepto equivocado de la libertad. Para ellas, libertad es:

 Hacer lo que nos venga en gana


 Hacer lo que resulta más cómodo
 Hacer lo que está prohibido
 Independizarse de toda ley y norma, etc.

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Ser libre, en primer lugar, es tener la capacidad interior de obrar, pero sabiendo en cada
momento “como” hemos de obrar y “por qué” obramos así y no de otra manera. En segundo
lugar, ser libre es pensar y actuar sin presiones internas ni externas.

El hombre verdaderamente libre señala J. A. Walgrave.

Sabe lo que piensa, tiene convicciones sólidas; sabe lo que quiere, permanece fiel a sí
mismo… no se pierde en la masa. No se deja llevar por las corrientes de opinión pública…
es “alguien” que tiene el dominio de sí y que sigue siendo lo que es, fiel a sus convicciones,
a su ideal, a su plan de vida.

El concepto cristiano de libertad

El catecismo de la iglesia católica afirma lo siguiente en el numeral.

363. ¿Qué es la libertad?

La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o aquello,
de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es la característica
de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo
también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, Bien
supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la posibilidad de elegir entre
el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la libertad, que conduce a la esclavitud
del pecado.

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Que exige la libertad

Tener un proyecto de vida. Ser libre es ser capaz de seguir un proyecto de vida. Quien
vive de ideales y de metas será plenamente libre.

Ir contra corriente. Ser libre es no dejarse arrastrar por el ambiente, por la publicidad o por
el que dirán.

Decir no a las manipulaciones. Ser libre es resistir a todos los intentos de manipulación de
personas, grupos y sistemas.

Tener coraje. Ser libre es tener fuerza de voluntad para seguir el camino que conduce a la
autorrealización.

Ser responsable. Ser libre es ser responsable. No hay verdadera libertad sin sentido de
responsabilidad y de fidelidad a los deberes propios.

ORACIÓN

Señor: hay muchos que intentan esclavizarnos:

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Muchas redes tendidas,

Muchos lazos en nuestro camino.

Muchos anuncios, grandes carteles,

Sonrisas postizas, falsas ventajas.

Nos dicen lo que hemos de comprar,

Como hemos de vestir,

Lo que nos ira bien para beber y comer.

Sus voces aturden nuestros oídos:

“¡Sé libre! ¡Vive tu vida!

¡No te prives de nada!”.

Pero ellos quienes nos privan de nuestra libertad

Y no nos dejan vivir en paz.

Han hecho de la televisión una tela de araña,

Pegajosa y atractiva.

Con frecuencia nos sentimos atrapados,

¡Y nos cuesta tanto despegarnos!

A veces entre nosotros también nos aprisionamos,

Y obramos por miedo a los demás,

En contra de lo que pensamos.

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Señor, tenemos ganas de ser libres.

Nos sentimos llamados por ti

Para gozar de la libertad.

Ayúdanos a mantenernos firmes,

A defender nuestra libertad.

Y a ponerla al servicio de los demás.

Porque no hay libertad si no hay amor.

Nos comprometemos:

1. ¿A qué nos compromete el tema que hemos reflexionado hoy?

2. ¿En qué ambientes actuamos con menos libertad, familia, escuela, trabajo, trabajo
juvenil, amistades? ¿Qué podemos hacer para sentirnos y actuar con más libertad?

3. ¿De qué esclavitud tenemos que liberarnos?

4. ¿Qué obstáculos tenemos que superar para ser realmente libres?

5. lee nuevamente la oración y haz una reflexión consciente y como lo aplicarías a tu


vida

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EL PERDÓN

¿Cuántas veces debo perdonar? ...

Esta fue una de tantas preguntas que los apóstoles le hicieron a Jesús. A ellos les interesaba
conocer sobre: Como orar, sobre quien se sentaría a su derecha en el reino, pero también
les interesaba saber sobre una de las cosas más difíciles de lograr para el ser humano, difícil
incluso para los cristianos.

A esta pregunta Jesús respondió: “Hasta 70 veces 7”. Que en otras palabras significa
"siempre". No cabe duda que es difícil perdonar una vez, no se diga dos veces, pero
Jesucristo nos deja en su enseñanza que no una, ni dos, ni siquiera siete veces debemos
perdonar, debemos hacerlo siempre.

Y no 70 veces siete en toda nuestra vida a todas las personas sino 70 veces 7 a cada
persona. (Quien quiera seguirme, que tome su cruz y que me siga).

No podemos evitar los conflictos, nunca se ha podido, hay guerra entre los países, conflictos
en las ciudades y dificultades en las familias. Dios sabe entonces que tendremos
desavenencias con los que nos rodean y que por nuestra debilidad y pequeñez nos será
difícil perdonarnos por eso es que nos brinda en su Palabra la oportunidad de ir avanzando
en el camino del perdón.

Vamos a seguir algunos pasos que nos ayudarán a ir conociendo lo que realmente es
perdonar, además de ir creciendo como cristianos para prepararnos para perdonar así, como
Jesús respondió a sus discípulos, a perdonar siempre.

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Los pasos del perdón

1er paso: Delimitar la zona del conflicto.

Identificar con quien es el problema.

El primer paso y que ayuda al inicio de la solución del problema y que evita que se haga más
grande es: Identificar con quien es el problema.

Éxodo 23;4-5 "Cuando encuentres perdido el buey o el burro de tu enemigo, se lo llevarás.


Si ves caído con la carga el burro del que te quiere mal, no pases de largo, sino ayúdalo a
levantarse".

En este texto bíblico, el Señor nos quiere enseñar que si tenemos alguna dificultad, esta
tiene que ver con una persona y no con los que lo rodean, que si tenemos un problema con
nuestro hermano mayor (por ejemplo) no tenemos que estar haciéndoles la vida de cuadritos
también a nuestros padres y al resto de nuestros hermanos. Y más aún si nuestro problema
(siguiendo el ejemplo) es en nuestra casa, entonces no tienen que sufrir las consecuencias
de nuestro mal humos también en nuestro trabajo o escuela.

- No podemos evitar los conflictos, nunca se ha podido, pero debemos delimitarlo, definir con
quien es nuestro problema y no llevarlo más allá.

- Hasta aquí, aún no hemos perdonado a nadie, el texto bíblico no nos dice que perdonemos
a nuestro enemigo, sino que no se dañe a nadie más y con esto llevamos ya un gran avance.

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2do. paso: Hacer una ofensa igual.

Una vez que todos los inocentes quedan fuera del problema, es momento de enfocarnos en
quien nos hizo daño. Hemos recibido una ofensa, que es el motivo de nuestro rencor, pues
La Biblia nos concede el derecho de hacer un daño igual.

Levítico 24;17-22 ...El que cause alguna lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará:
fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él ha
causado al otro...

Este texto nos habla de justicia, justicia muy primitiva si queremos verlo así, pero
actualmente ni siquiera esto sabemos hacer. Cuando alguien nos hace un daño, ni siquiera
esta ley conocida como del Talión, sabemos ejercer correctamente. Siempre superamos el
daño, si alguien no nos dirige el saludo una mañana, nosotros le dejamos de hablar para
siempre; si alguien nos falla una vez, entonces nosotros le fallamos diez.

En este segundo paso la Biblia nos concede el derecho de desquitarnos, con una ofensa
igual, hasta aquí no se habla aún de perdonar; hasta aquí se nos indica que no debemos ir
más allá de la ofensa recibida.

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Para estas alturas seguramente más de un lector se encontrará inquieto por lo expresado en
el punto anterior, pero recordemos que estos son pasos hacia el perdón, y que para algunos
caminar lentamente es la única manera de llegar a la meta, que finalmente será: preparar
nuestro corazón para perdonar.

Sabemos que La Biblia es palabra de Dios, y que todo lo que está en ella no tiene error, por
tanto lo leído en el punto anterior es totalmente válido, pero, también sabemos que los
católicos no somos cristianos de un solo versículo, que la Verdad de la Palabra de Dios se
encuentra en toda la Biblia, por tanto sigamos descubriendo la verdad sobre el Perdón.

3er. paso: No desquitarse.

Hasta aquí hemos aprendido que en primer lugar, para evitar que el problema se haga más
grande debemos dejar fuera del conflicto a todos los inocentes. En segundo lugar, sabemos
que podemos hacer un daño igual al que recibimos pero no mayor.

En este tercer paso Dios nos invita a trascender, a crecer como verdaderos cristianos;
puedes vengarte, pero Yo te apreciaré y bendeciré más si no lo haces.

Levítico 19;18 No seas vengativo ni rencoroso...

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En pocas palabras se resumiría hasta aquí: Siente el consuelo (humano) de que puedes
desquitarte, pero si realmente te dices seguidor de Cristo, entonces no lo hagas.

Aún como se observa no se habla de perdón, sólo estamos hablando de no desquitarse,


aunque muchos de nosotros, erróneamente, cuando llegamos a este punto decimos que
estamos perdonando, cuando estamos a mitad del camino. Y es por eso que el problema
persiste por años y que en la primera oportunidad el conflicto se reanuda, porque aún la
ofensa no se ha perdonado, tan sólo se ha hecho un esfuerzo por olvidarla.

Hasta aquí el Antiguo Testamento.

- Si logras llegar hasta aquí serías un perfecto Israelita.

- Pero la Ley del Antiguo Testamento, no contenía la perfección de las enseñanzas de Jesús.

Saltemos a lo perfecto, a lo nuestro. Nosotros ya conocemos a Jesucristo.

4to paso: Poner la otra mejilla.

Tal como veíamos en las películas antiguas cuando el protagonista era un sacerdote
pensamos que la invitación de Jesús a ofrecer nuestras dos mejillas para que sean
golpeados se refiere meramente al aspecto físico.

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Esta enseñanza va mucho más allá e incluso nos invita a un esfuerzo todavía mayor, por
tanto más santificante.

Mateo 5;38-42 Ustedes saben que se dijo: "Ojo por ojo y diente por diente." En cambio, yo
les digo: No resistan a los malvados. Preséntale la mejilla izquierda al que te abofetea la
derecha...

Pensamos que dejar que nos golpeen ambas mejillas resulta difícil, ya no sólo de aceptar
sino también de permitir, pero este paso tiene mayor trascendencia, se trata sí, de poner
nuestra cara, pero poner nuestra otra mejilla, significa responder con lo contrario al daño o
agresión que recibimos.

- Tú eres ofensa, yo pongo la otra cara. Tú eres negro, yo soy blanco. Tu vienes a mí lleno
de ira, mi respuesta es la calma. Tu vienes a mí con gritos, estos se estrellarán con mi
serenidad. Tu me haces el mal, yo te responderé con un bien.

Esto realmente es para cristianos, para lograr esto necesitamos realmente hacernos
violencia en nuestro corazón, no desquitarse es una cosa, pero devolver el mal recibido con
un bien, esto si requiere de una voluntad férrea.

Llegar a este punto del perdón interior hace que la posibilidad de poner nuestra otra mejilla
físicamente para que sea golpeada, resulte un juego de niños.

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5to. paso: Restituir a la persona en su lugar.

Este punto es el máximo del perdón, que las relaciones vuelvan a ser como antes de la
ofensa, siempre y cuando sea posible. (Ejemplo: físicamente no podrá darse si la parte
ofensora a fallecido)

A la pregunta inicial: ¿Cuántas veces debemos perdonar? Jesús responde con hechos.

Jesús ama y confía en Pedro.

Mateo 16;18-19 Tú eres pedro y sobre esta piedra...

Vas a tener las llaves del reino, Serás la piedra de mi iglesia.

Sin embargo Pedro niega a Jesús.

Lucas 22 Pedro niega a Jesús 3 veces.

Aún así, Jesús perdona a Pedro y le confirma las promesas que le había hecho.

Juan 21;15-17 Pedro ¿Me amas...? "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Entonces Jesús le
dijo: "Apacienta mis ovejas".

Esto es realmente perdonar.

Jesús no le dijo a Pedro: Te perdono, pero...

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- No te saco de los doce pero te pongo al último, ya no será es primero.

- Recuerdas que serías la piedra sobre la que edificaría mi Iglesia, pues ya no será así.

- Te acuerdas de las llaves del reino, pues no te las voy a dar.

Jesús confirmó tres veces el cariño de Pedro y lo restituyó en su lugar y le confirmo las
promesas, Jesús se olvidó de todo y lo perdonó.

Concluimos el Tema con una anécdota que nos ilustrará:

Cierto hombre caído en desgracia se encontraba sentado a la orilla de aquel camino pidiendo
limosna a quien pasaba por ahí. Pasó entonces un hombre rico y el pobre le solicito una
ayuda, pero el rico en vez de eso sólo respondió con burlas y azotando a su caballo dejó
lleno de polvo a aquel hombre. Este se levantó tomó una roca de buen tamaño y se alistó
para arrojarla sobre el hombre que se había mofado de él, pero, al levantarse se dio cuenta
que este ya se encontraba demasiado lejos y que no lograría descargar su furia.

Pero no logró serenarse y decidió guardar en su gastado morral aquella piedra en espera de
la oportunidad para desquitarse.

Y pasaron varios años y cierto día aquel pobre hombre pudo ver como la policía llevaba casi
a rastras a un hombre, y pudo observar que era aquel que tiempo atrás le había causado
tan enorme disgustó. Aquel hombre rico ahora había caído en desgracia y lo llevaban para
ponerlo preso.

Nuestro hombre presuroso buscó en su raído morral aquella roca que había cargado ahí
precisamente para esa ocasión, la encontró sin dificultad debido a su gran tamaño y
empuñándola con fuerza la levantó para arrojarla sobre quien lo había ofendido.

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Levantó su mano, esperó el momento en que aquella comitiva estuviera cerca de él, pero
aquel tumulto pasó y este hombre no arrojó su piedra. Cuando todos pasaron, nuestro
hombre bajo su brazo y dejando caer aquella pesada piedra dijo: "No, para que".

Aquel hombre había cargado su rencor por años, para darse cuenta finalmente que todo
aquel tiempo había sufrido cargando un peso inútil.

Basado en el Tema: "Los pasos del Perdón"

Por: Salvador Gómez.

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