Libro de Formación Afectiva
Libro de Formación Afectiva
Libro de Formación Afectiva
Formación Humana y
Ciudadana
Implica conocer
Quién es la Persona
Humana
Desarrollo integral
(físico, afectivo y espiritual)
que se manifiesta
Actos positivos
para
con el fin de
Vivir en armonía
UNIDAD 1
OBJETIVO
MAPA CONCEPTUAL
Formación Humana
y ciudadana
entendiendo
Quién es la
Persona humana
Inteligencia Voluntad
descubre quiere
El Bien
así
que es un modo de
Reconocer los
derechos humanos
INTRODUCCIÓN
Con esto surge la duda del por qué hay quienes obran mal. Lo que
ocurre es que el hombre, al ser imperfecto, puede confundir entre los
bienes que se le presentan. Puede elegir un bien inmediato, sin que
necesariamente sea lo que le hará mejor a él o a los demás. En cada acto
que realizamos, hay algo que percibimos como bueno para nosotros,
aunque objetivamente no lo sea. Y si la persona no está acostumbrada a
desarrollar y formar su inteligencia, le será fácil cometer este error.
1
Ramón Lucas, El hombre espíritu encarnado, p.170.
compartido por todo el género humano, genera comprensión del
otro y lo motiva a ayudarlo. Cuando esta ayuda se omite, genera
un sentimiento de culpa que fue causado por el conocimiento
de que no se ha obrado correctamente.
c) El mandamiento que viene del rostro del otro. El filósofo Lévinas
explica esto diciendo que el otro no me deja indiferente.
Explicando esto con un ejemplo, si vemos a un méndigo en la
calle podemos darle limosna o no lo miramos, y ambas ocurren
porque generan en nosotros una petición de ayuda o
responsabilidad sobre el otro. Reconociendo estas situaciones
u otras injusticias es que captamos lo que es el bien.
3
Miguel Ángel Cano, Ciencia y valores, p. 343.
Si nos acostumbráramos a realizarnos estas preguntas
constantemente, el rumbo de nuestra vida sería distinto, al igual que
habría cambios positivos en nuestro alrededor porque veríamos no sólo
por nuestro bien, sino también el de nuestros semejantes, que aunque
evidentemente es imposible que nos conozcamos entre todos, lo que uno
hace tiene un impacto en efecto cadena o de rebote en todos los demás.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Realiza una reflexión sobre un evento que fue importante para ti,
sea grato o no, cómo lo afrontaste, qué aprendiste del hecho y qué
cambió en ti a raíz del mismo.
AUTOEVALUACIÓN
Respuestas:
6. ¿Qué es la madurez?
La madurez es una cualidad de la persona humana que refleja cierto grado
de desarrollo emocional y/o intelectual. Ésta no tiene límite porque
siempre se puede seguir aprendiendo de uno mismo y
autoperfeccionándose.
UNIDAD 2
GRUPO SOCIAL
OBJETIVO
TEMARIO
2.1 ESTRUCTURA SOCIAL 2.2 MANIFESTACIONES CULTURALES 2.3 IDEOLOGÍA 2.4 PODER
2.5 GRUPOS VULNERABLES 2.6 DERECHOS HUMANOS
MAPA CONCEPTUAL
Estructura
Manifestacio
nes
culturales
Ideologías
Interacción
e influencia
mutua
Poder
Grupo social
Grupos
vulnerables
Derechos
humanos
INTRODUCCIÓN
En esta Unidad se estudiará qué es un grupo social y los elementos que
lo conforman. Estos elementos abarcan las distintas áreas que conforman
al ser humano, y al final, forman una unidad. Cuando una falta, todo falta.
Se comprenderá cómo su interrelación marca la pauta del orden social y
de la estructura de la sociedad.
2.1 ESTRUCTURA SOCIAL
“Es la que coordina las actividades individuales, para funcionar como
equipo, ya que se refiere a los patrones respectivamente estables y
duraderos que organizan las relaciones sociales y proporcionan el soporte
fundamental de lo que llamamos ‘sociedad’.”4
La estructura es lo que le da la forma, la manera en que los engranes
sociales están acomodados para lograr un funcionamiento en general.
Dentro de esta estructura, como en todo sistema, si hay una falla o atraso
en alguno de sus componentes, todo el sistema se ve afectado.
Lo mismo pasa en la sociedad. Cuando en alguno de sus elementos,
ya sea el Estado, el gobierno, la política, el área judicial, etc. hay alguna
falla, ésta se ve reflejada en todo lo demás, es por eso que siempre nos
estamos echando la culpa unos a otros. Y en realidad es que en cada
ámbito existen fallas, pues somos humanos y nos equivocamos, pero la
raíz del problema es el ser humano y el egoísmo que muchas veces lo
mueve a actuar sin importar las consecuencias.
Hemos estado estudiando que el hombre necesita formar su
inteligencia y voluntad, y el ámbito adecuado para hacerlo es dentro de la
familia, no en la escuela. La familia es la estructura básica de la sociedad,
en ella es donde nace la persona, donde aprende tanto a comunicarse,
así como las normas de la convivencia.
Es en ella donde se forma la estructura de la personalidad, la cual dará
como resultado la manera en que la persona se desenvuelva en sociedad.
Por lo tanto, donde más atención deberíamos poner todos, es en la familia,
en su bienestar, en la educación y formación de la misma, para que así
realmente se extienda de una manera más sólida la integridad de las
personas, y esto se vea reflejado en la sociedad.
Por otro lado, en toda estructura existen dimensiones. Las que se
consideran en Sociología como dimensiones básicas de la sociedad,
a saber: la tecnología, la economía, la política, las instituciones, y
las creencias. Todas las anteriores las distinguimos por las
4
La estructura social. La convivencia en sociedad. http://www.scribd.com/doc/39817525/FILOSOFIA-IV, México
relaciones que nos unen con los demás seres humanos. Algunas de ellas
serán estudiadas más adelante.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Análisis de la película “The Power of One” y relacionar con el tema
de transmisión y vivencia de valores. (Conocida también como “La
Fuerza de Uno”. Participan Morgan Freeman, Stephen Dorff).
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Realiza una investigación sobre dos prácticas o ritos que expresen
la cultura de nuestro país, así como la historia y fundamentos de
los mismos.
2.3 IDEOLOGÍA
Este punto va muy ligado con el anterior. Las manifestaciones culturales
y la ideología expresan la manera de pensar de un pueblo. Con base en
la ideología, es decir, el significado que le dan al ser humano, y a los
conceptos en general, son el punto de partida de las manifestaciones de
su cultura, y éstas a su vez, van reforzando la ideología.
Existen ideologías en el ámbito social, político y religioso, volvemos a
lo mismo, éstas van interrelacionadas y dan forma a la estructura de cada
sociedad. Y van cambiando a través de tiempo, de acuerdo con las
necesidades del momento. Ninguna es completamente correcta ni
absoluta, sino que cada una, desde su punto de vista, tiene algo de
verdad.
La ideología tiende transformar o conservar un sistema
determinado, que va enfocada a lograr una sociedad ideal. Es así
que ésta es compartida por un grupo que sigue el mismo plan trazado con
un mismo fin. Como aclara Ira J.
Cohen en el libro Teoría de la estructuración, uno de los efectos de las
ideologías es la reestructuración social.
Muchas veces ocurre que las ideologías existen antes de que nazca un
ser humano, es decir, al momento en que nace es educado bajo ciertos
lineamientos, y en cierto sentido, no puede elegir otra manera de ser. Esto
cambia hasta que crece y desarrolla la capacidad de reflexión, conoce
otros puntos de vista y puede elaborar un juicio sobre ellos y elegir por él
mismo lo que desea creer, lo que más le convence. Como se ha
mencionado, la verdad es absoluta, y como tal, es muy difícil de abarcar
por el ser humano, es así que cada punto de vista tiene una parte de
razón. Por eso, no podemos estar cerrados a una idea en concreto, porque
nos estaríamos limitando. Cada ideología es respetable siempre y cuando
esté fundamentada en el desarrollo integral de la persona.
2.4 PODER
El poder es una característica intrínseca de lo social, por lo que en todo
grupo existe y éste puede ser de diversas maneras. Pero empecemos por
definirlo. El poder es la capacidad que tiene un grupo o persona sobre
otros y que le permite decidir o influir en ellos y en sus actos.
Esto puede quedar más claro con el siguiente ejemplo: un niño quiere
salir a jugar al jardín, el cual está junto a un bosque. La madre, temerosa
de que éste se pierda o corra peligros, le permite jugar únicamente
alrededor de la silla donde ella estará cuidándolo. Evidentemente, el niño
no podrá divertirse como quisiera por no poder alejarse de la silla, y la
madre tampoco estará del todo confiada ni divertida. En cambio, si la
madre hubiera puesto una barda alrededor de su jardín, que lo separara
del bosque con algo firme y evidente, el niño podría jugar en un espacio
que ya ha está asegurado y podrá llegar más lejos que el otro, que al no
tener barda no podía moverse. Y también la madre se encontrará más
tranquila de saber que su pequeño está en un lugar que ella conoce es
seguro y que, aunque le dedicó tiempo, lo construyó con amor para el bien
de su hijo.
Esto nos ejemplifica que la autoridad busca el bien del otro al indicarle un
camino cierto y seguro por el cual le permite caminar hacia su desarrollo
personal y pleno.
• Mujeres.
• Niños y niñas.
• Pueblos indígenas.
• Personas con enfermedad mental.
• Personas con VIH/sida.
• Trabajadoras (es) migrantes.
• Minorías sexuales.5
Así, tenemos que estas personas cuentan con los mismos derechos
que los demás, pero en la práctica no son respetados o no poseen los
suficientes canales para llevarlos a cabo. Por ejemplo, todos sabemos que
tenemos derecho a tener un trabajo digno y bien remunerado, pero
lastimosamente esto es un ideal que a la fecha no ha sido posible que
todos compartamos. Existen muchas personas de la tercera edad,
mujeres e indígenas que no tienen trabajo, y no sólo ellos, sino que
personas que no entran en la clasificación de grupos vulnerables tampoco
lo poseen. No se ha logrado que todos tengamos igualdad de
oportunidades. Pero poco a poco, los ciudadanos hemos ido buscando
soluciones a esto, algunas mejores que otras, pero la mayoría no se queda
quieto, sino que queremos ayudar a que estas minorías puedan salir
adelante y ser reconocidas.
En México, en la última década hemos sido acercados al tema de las
personas discapacitadas, y poco a poco hemos ido aprendiendo a
aceptarlas, incluirlos y respetarlas. Esto gracias a personas que vieron su
necesidad y no las dejaron solas. A pesar de muchas críticas que se tienen
sobre la manera en que se nos han presentado a estas personas y
la forma en que se les apoya, muchos de ellas han podido cambiar
sus condiciones y calidad de vida, y como seres humanos es lo más
importante, tanto para ellos como para nosotros.
5
Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, http://www.cedhj.org.mx/derechos_humanos/vulnerables.html,
México
Como dijo el escritor Terencio: “Soy humano y nada de lo humano me es
ajeno”, es decir, todo avance o retroceso en una persona tiene
consecuencias en los demás.
6
Félix Vicente Lonigro, Formación Cívica y ética, p.177.
Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a
la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta
indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una
sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en
la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados
por el Estado.7
7
Comisión Nacional de Derechos Humanos, http://www.cndh.org.mx/losdh/losdh.htm, México
establecidas para cada acto ilícito, lo cual ha sido evaluado con
objetividad.
8
Ibid.
entendiendo esto permita ser maltratado o trate mal a los demás, porque
sabe el gran valor que se tiene. Por ejemplo, una persona que tenga una
medalla de oro, por más que esté empolvada, pisada, que alguien la
aviente, ésta sigue valiendo mucho aunque a simple vista se vea mal. Y
quien sabe reconocerlo no la tratará así ni dejará a los demás seguir
haciéndole daño.
Ahora bien, hemos hablado del respeto de los derechos de otro, pero
falta lo más importante, el respeto a los propios derechos. Muchas veces
no nos damos cuenta o permitimos que alguien nos trate mal, a veces
confundiéndolo con amor. Pero el amor no maltrata, sino que busca el
bienestar del ser amado. Así, los golpes por amor no existen. Las llamadas
de atención por personas que tienen autoridad sobre nosotros sí son
válidas; o también de nuestros iguales que al defender la verdad nos
hacen un llamado de atención. Pero otro tipo de conductas violentas como
golpes, palabras ofensivas, gestos groseros o despectivos, no debemos
tolerarlos, no los merecemos de nadie. Es nuestra obligación darnos a
respetar, darnos el lugar que nos corresponde y éste siempre, para todos,
es un lugar digno y con trato amable. Así que ésta es otra de nuestras
grandes tareas, más importante que la anterior, darnos cuenta cómo nos
tratan los demás y no permitir por ningún motivo ser maltratados.
Sólo así podremos tratar a los demás como queremos que nos traten.
Respetar los derechos humanos, tanto los propios como los de los
demás es simplemente ser justos.
AUTOEVALUACIÓN
Respuestas:
COMPORTAMIENTO SOCIAL
OBJETIVO
TEMARIO
MAPA CONCEPTUAL
Comportamiento
social
Algunas de sus
manifestaciones son
Ciencia y
tecnología Ética
Desarrollo profesional
sustentable
Involucrado con
Mejora a través
Relación
Sociedad-
Naturaleza Educación
ambiental
INTRODUCCIÓN
También tenemos el gran avance que se tiene año con año en los
videojuegos. Lo que antes es una gran novedad, ahora ya no nos
impresiona y cada vez esperamos más. Éstos son un pasatiempo que nos
entretiene, pero ocurre frecuentemente que el jugador no sabe detenerse
y pasa horas frente al televisor, nuevamente evitando la convivencia con
los demás. Algunos padres de familia no se han dado cuenta de que estos
juegos, en lugar de educar a sus hijos, los están aislando, se les priva de
otras actividades mucho más fructíferas para su desarrollo, como el
deporte. En cambio, aprenden conductas violentas y el deseo
incontrolable de querer ganar a toda costa.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
9
Alcocer Barrera, Filiberto, Desarrollo Sustentable,
http://www.senado.gob.mx/iilsen/content/publicaciones/revista2/3.pdf, México.
Esto significa que el principal objetivo era, y sigue siendo, conservar
los recursos naturales mediante el bienestar del ser humano,
considerando la salud, educación y vivienda; el bienestar ecológico; y
políticas públicas que trataran la equidad, la distribución de la riqueza y el
desarrollo económico y político. Podemos darnos cuenta que desde
entonces se tomaba en cuenta la interacción de todos estos elementos y
el impacto mutuo que generan. Además, se busca que la producción de
los bienes sea de manera cíclica y no lineal, es decir, crear la conciencia
de reciclaje y cada vez utilizar menos los productos que no son
biodegradables.
Cada vez más personas, tanto físicas como morales, se han dado a la
tarea de concientizar sobre este asunto y buscar soluciones viables al
mismo. Es necesario darnos cuenta que el ser humano necesita de un
entorno agradable y en condiciones habitables para que éste pueda
desenvolverse y desarrollarse íntegramente. Recordemos que somos una
unidad de alma y cuerpo, por lo que éste último precisa de buenas
condiciones para preservarse.
Es importante que tanto los niños como los adultos hagan conciencia,
conozcan cómo separar la basura, cómo realizar una composta y sus
usos, cómo ahorrar agua y energía. Estas cosas se aprenden con el
ejemplo y así se van transmitiendo. Podemos empezar por fijarnos más
qué hacemos con nuestra basura.
3.3.1 Vocación
A un lado de la ética existe la vocación, que podemos definir como el
conjunto de habilidades e intereses que nos motivan mayormente y que
nos impulsan a seguir un camino en donde creemos que podremos
desarrollarnos profesionalmente y lograr la plenitud.
Actualmente, con tanta presión social de triunfo y, a la par de la falta de
oportunidades, es difícil que una persona logre desarrollarse en el campo
que había elegido. Esto puede ser duro pero no debe detenernos, ya que
como seres humanos somos capaces de desarrollar otras
habilidades y aprender nuevos aspectos desconocidos
anteriormente para nosotros. El ser humano es capaz de ser feliz a
pesar de las circunstancias, cuando se percata de que la felicidad
10
Lourdes Münch, Ética y valores, p.27.
realmente radica dentro de sí y de la actitud que tiene en la vida. Ésta es
en realidad la vocación primordial de todo ser humano: ser feliz.
Para terminar este apartado, a veces nos cuesta más trabajo descubrir
cuál es nuestra vocación laboral por el escaso autoconocimiento que
podemos tener, pero en una próxima unidad se hondará al respecto y se
facilitarán posibles medios para superarlo.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
AUTOEVALUACIÓN
1. Menciona dos usos y dos abusos de la tecnología.
2. ¿Qué es el desarrollo sustentable?
3. ¿En qué año comenzó a utilizarse este término?
4. Explica brevemente cómo es la relación del hombre con la naturaleza.
5. Define deontología.
Respuestas:
5. Define deontología.
La Deontología es la disciplina que se ocupa de determinar y regular
el conjunto de responsabilidades éticas que corresponden a cada
profesión de acuerdo a su ejercicio y relación con lo social.
UNIDAD 4
EL HOMBRE Y LA MUJER EN LA SOCIEDAD ACTUAL
OBJETIVO
TEMARIO
Hombre y
Mujer
Influenciados por
Estereotipos
culturales
Manifestados en
Relaciones
familiares
Pueden involucrar
Educación
Violencia
sexual y
intrafamiliar
procreativa
Consecuencias sociales
INTRODUCCIÓN
Entonces, podemos ver que los roles se dan por varios factores, tanto
sociales, como biológicos. Pero tampoco son definitivos ni determinantes.
Un hombre también puede permanecer en su casa haciendo labores
domésticas, y una mujer también puede salir a trabajar, ambos son
igualmente capaces, aunque a cada uno se le facilite más una cosa que
otra. En las últimas décadas, ha habido más madres solteras y ellas deben
salir a trabajar, lo cual responde a una necesidad real de las familias,
demostrando así que un estereotipo social no siempre va de acuerdo con
la realidad y la capacidad del ser humano.
Sociedad
Escuela
Familia
Persona
11
Carlos Cardona, Ética del quehacer educativo, p. 37
definido ya que hay cambios significativos que marcan el tiempo de cada
una. En ellas hay problemas específicos que ocurren en todas las familias,
pero varía la forma de resolverlos (libertad humana), lo que influye en el
paso a la siguiente etapa.
En todas las etapas del ciclo vital es necesario que haya comunicación
con los miembros de la familia sobre las inquietudes y sentimientos de
cada uno, ya que al ser una familia, tendrán que convivir por mucho tiempo
juntos y el conocerse favorecerá su relación.
4.2.1 Conyugal
La relación conyugal de un hombre y una mujer comienza con una
atracción hacia la otra persona, se reconocen, en el otro, aspectos
agradables que pueden complementarnos. Después de un tiempo de
cortejo, ocurre el enamoramiento en donde ambos consideran que el otro
es la persona ideal para pasar la vida juntos. Pero con el paso del tiempo,
éstos van conociéndose cada vez más, comienzan a sacar su verdadero
yo por la confianza que ya existe, y empieza el desencanto. Ya no se habla
se enamoramiento, pero sí de amor.
El amor perdura a pesar de que ya se ve al otro tal cual es, con virtudes
y defectos. Se empieza a formar una relación más sólida en donde ya no
existen dos ‘yo’ sino que comienza un ‘nosotros’, por lo que el otro
empieza a ser parte de nuestra identidad. Esto no significa que se pierda
la identidad individual o la libertad, pero sí es real que la relación de dos
tiene una identidad propia. De ahí que ninguna pareja es igual y nunca
podrá repetirse, porque cada uno aporta cosas personales a la nueva
identidad.
Es muy sencillo decir que se acepta a una persona por sus cualidades.
Cualquiera es capaz de convivir con algo positivo porque nos motiva o por
lo menos, no nos ocasiona malestar. Pero lo que pocos se detienen a
pensar es en los defectos que cada uno es capaz de tolerar, porque en
una relación de pareja, para que ésta perdure en el tiempo, es necesario
aprender a convivir con esta parte.
Entonces, imagina esto mismo pero con dos personas, los intereses y
las opciones se multiplican, por lo que puede resultar más complejo llegar
a una solución en la que ambos ganen, que sería lo ideal. Por eso, una
manera de favorecer este resultado, que no significa evitar el conflicto, es
la vivencia de los valores, así cuando ambas personas buscan
realmente lo mejor para ambos y teniendo como base la verdad y la
sinceridad, esto ayuda al beneficio de los dos. En cambio, cuando
una persona únicamente piensa en sí misma y se deja llevar por su
beneficio inmediato sin importarle realmente la otra persona, es
cuando se generan las injusticias sociales que ocasionan más crisis
en la sociedad.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
4.2.2 Paternal
La enseñanza y la transmisión de los valores culturales, éticos, sociales,
espirituales y religiosos, son una función de la familia, pues éstos son
esenciales para el desarrollo y bienestar de sus miembros y de la
sociedad.
4.2.3 Fraterna
Un hermano juega el papel de ayudar al crecimiento de la personalidad
de su igual, favorece a que la persona aprenda a convivir con otros como
él, en su mismo nivel y a defender sus cosas, defender su opinión,
aprenden a compartir, se vuelven más tolerantes, características que les
ayudarán a integrarse de una mejor manera a la sociedad. Los hijos
únicos, en ocasiones cuando los padres no han sabido manejar esta
situación, pueden volverse más caprichosos, menos tolerantes.
También hay que reconocer que los hijos no siempre estarán con sus
padres, por lo que llegará un momento en que la sociedad sea la que los
obligue a hacerse cargo de sí mismos o quedarán rezagados.
4.2.4 Violencia Intrafamiliar
Como menciona Trejo en su libro Prevención de la violencia intrafamiliar,
la violencia doméstica existe en familias de cualquier raza, cultura,
religión, estado económico y nivel educativo. Anteriormente, ésta no era
aceptada o se consideraba como un hecho que debía mantenerse en la
privacidad del hogar.
Según Echeburúa, hay estudios que reflejan que los maltratadores tienen
más prevalencia de tener una personalidad antisocial o depresión mayor
que los que no maltratan. Y otros estudios dicen que los maltratadores
son más ansiosos, indiferentes, impulsivos, depresivos, dominantes,
hostiles, posesivos y celosos que la media de la población.
12
Cfr. http://www.dif.gob.mx/cenddif/default.asp?id=67&mnu=67
quien la recibe, porque ninguno es capaz de poner un alto al no
comprender el valor real de un ser humano.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Realiza una investigación sobre los tipos de violencia intrafamiliar,
cómo puede reconocerse y medios de prevención de la misma.
Es muy común ver que si un niño está enojado se le dice que está mal.
Esto no debería de ser ya que el enojo es un sentimiento humano y su
razón de ser es manifestar inconformidad con algo que a uno no le parece,
lo cual es muy válido. Lo que hay que formar es el modo y el lugar en que
se expresa este sentimiento.
54% 54%
40% 42%
37%
89 %
93%
13
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
AUTOEVALUACIÓN
Respuestas:
Anexo 1
UNIDAD 5
PROYECTO DE VIDA
OBJETIVO
TEMARIO
5.1 AUTOCONOCIMIENTO
5.1.3 Intereses 5.1.4 Aptitudes, habilidades y áreas de oportunidad
5.2 RELACIONES INTERPERSONALES
5.2.3 Asertividad 5.2.4 Resolución de conflictos
5.3 SENTIDO DE VIDA
MAPA CONCEPTUAL
Manifiestan mi sentido de vida:
Yo
INTRODUCCIÓN
5.1.1 Intereses
Cada persona, de acuerdo con su historia personal, se siente atraída a
ciertas cosas en específico y también siente rechazo por otras. Esto es
una manera de demostrar la individualidad e irrepetibilidad.
Desde que asistimos a la escuela primaria, vamos conociendo
materias y ciencias que nos eran desconocidas, y es mediante la breve
introducción que nos hacen a ellas, que descubrimos a qué nos sentimos
más atraídos. Es de este modo en que podemos aprovechar la escuela
en nuestro beneficio, para forjar el autoconocimiento.
El éxito de una persona consiste en que realmente quiera
aprender sobre aquello que le interesa, y no que se quede
únicamente con la información que le hacen llegar. El interés debe
13
María Paz Bermúdez, Déficit de autoestima, p.24.
mostrarse, debe reflejarse en la pasión hacia una actividad. Únicamente
quienes lo hacen, son quienes realmente conocen de algo y quienes
permiten el avance de nuestra sociedad por conducto de nuevos
descubrimientos.
Existen dos tipos de aptitudes, las que se nos dan de manera natural y
las que desarrollamos con la práctica. Como se vio en el apartado anterior,
el interés hacia algo no siempre coincide con que tengamos la aptitud para
hacerlo eficazmente desde el principio, por lo que el ser humano, con sus
facultades superiores, es capaz de desarrollar nuevas habilidades con el
paso del tiempo y con paciencia.
Así podemos ver que lo que hemos visto a lo largo de este curso
nos beneficia de manera personal. La vivencia de los valores, el
interés por forjar nuestra voluntad y desarrollar la inteligencia, nos
llevan al punto de poder satisfacer inquietudes que nos surgen a lo
largo de la vida y que nos permitirán un mayor conocimiento de nosotros
mismo, y mayor plenitud en nuestra vida.
14
Flores Galaz, Mirta Margarita, Díaz-Loving, Rolando, Asertividad: una alternativa para el óptimo manejo de las relaciones
interpersonales, p.25.
Algunas pautas que te permitirán saber si eres asertivo son: puedo
decir que no sin sentirme mal o culpable. Trato de buscar la causa de mis
enojos. Busco solución a mis problemas. Puedo expresar mi enojo de una
manera encauzada. Reconozco mis sentimientos. Exijo ser tratado con
respeto. Respeto los derechos de los demás, sin dejar de ser firme. Soy
leal a mis creencias. Cuando tengo dudas, investigo de la manera
adecuada.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
Este desarrollo implica considerar eventos pasados para que cada uno
nos vayamos dando cuenta de la manera en que reaccionamos. Esto nos
llevará a un autoconocimiento, y nos permitirá controlar nuestras
emociones antes de que éstas nos invadan. Nuevamente resurge la
necesidad de saber cómo somos.
Poco a poco, nuestras opciones irán surgiendo de manera más natural,
y cuando sea necesario aplicarlas, ya tendremos en mente los caminos
viables y será más asertiva nuestra respuesta, ya sea en conflictos con
los demás o en circunstancias imprevistas.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
En ciertas etapas de la vida, pasamos por ciertas crisis que nos obligan
a preguntarnos qué queremos. Por ejemplo, al terminar el bachillerato,
todos nos preguntamos si queríamos seguir estudiando o ya no. Los que
elegimos que sí queríamos, tuvimos que preguntarnos también qué
queríamos estudiar, en dónde, y en qué modalidad. Todos estos
momentos de crisis, que en ese momento nos causan ansiedad, son una
muy buena oportunidad para conocernos, cuestionarnos, encaminarnos
hacia lo que queremos y alejarnos de lo que no nos gusta tanto. Es por
eso que las crisis son tan valiosas, porque nos dan la oportunidad de
cambiar y de crecer.
Respuestas
1. ¿Para qué nos sirve el autoconocimiento?
Para elaborar un plan de vida que nos lleve al perfeccionamiento de cada
uno.
2. ¿Qué es la autoestima?
Es el aprecio que cada uno se tiene a sí mismo y que le da el empuje
para superar o no, las circunstancias que la vida le presenta.
3. ¿Qué es la asertividad?
Según Jakubowski y Lange la asertividad es la capacidad de hacer
valer los derechos, expresando lo que uno cree, siente y quiere en
forma directa, honesta y de manera apropiada, respetando los
derechos de la otra persona. La asertividad involucra la declaración
de los derechos personales, expresando pensamientos, sentimientos
y creencias, que a su vez no viola los derechos de la otra persona
Alva López, María del Carmen, Y después del aborto ¿qué?, México,
Trillas, 2007.
Fuentes electrónicas
15
Diccionario de la Real Academia Española. www.rae.es. Vigésimo segunda edición.
16
http://www.scribd.com/doc/37742287/ETICA-
Conceptos 18 http://definicion.de/etica-profesional/
17
Diccionario de la Real Academia Española. www.rae.es. Vigésimo segunda edición.
Íntegro - Dicho de una persona: Recta, proba, intachable.
Inteligencia – Facultad que capta la esencia de las cosas y que tiene una
inclinación natural por buscar la Verdad.
Prudencia - Sensatez, buen juicio que tiene por finalidad de evitar un mal
o conseguir un bien.
18
Ibid.
19
Ibid.
PERSONALIDAD Y CARÁCTER
¿Te molesta demasiado lo que otros piensan de ti? ¿Críticas a menudo tus
características personales o las de los demás? ¿Sufres, también, falta de confianza
personal, de debida concentración, retraimiento, o timidez?
¿Tienes conflictos con los que te rodean?
Lo que piensas de ti mismo, y la actitud que asumes, es la imagen que reflejas frente
a los demás. Esto tiene que ver directamente con la capacidad de hacerte de amigos,
con tus problemas o el ambiente en que te mueves. Incluso tiene que ver con tu vida
espiritual, tu actitud frente a Dios y tu tranquilidad y paz interior.
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo", dijo Jesucristo (Mateo 22:39). ¿Te amas
a ti mismo? La visión negativa que tengas de ti puede repercutir en la relación con
tus amistades y dificultarte en descubrir el verdadero propósito de tu vida. Pueden
derivar en rechazo, derrota, inseguridad y diversos complejos.
Sí, querido joven, Dios quiere que irradiemos su carácter, porque la verdadera belleza
no se encuentra en la apariencia física sino en el cultivo de las cualidades
espirituales.
1. Introducción
Es muy frecuente juzgar el mundo de los afectos con una gran carga de
prejuicios, a pesar del ambiente social aparentemente liberador en que vivimos,
especialmente en un mundo de varones, como son nuestras comunidades, en el que
perdura un sentido de la masculinidad mal entendido, a veces con contenidos
20
Actas del Capitulo Provincial de Caleruega, Julio 2006, nº 141
machistas. Algunos llegan a interpretar la afectividad como una debilidad, incluso
como una especie de proyección de gestos homófilos, siendo muy intolerantes con
las expresiones físicas y corporales de los afectos.
Por otra parte, aún hay muchos hermanos/as que seguramente tienen una
visión teórica de lo que es el celibato o el voto de castidad, pero encuentran
dificultades para integrarlo en su vida.Todavía la idea el voto de castidad y el celibato
supone para ellos una renuncia y una negación de la afectividad y la sexualidad.
Creo, que a estas personas les falta por descubrir el “objeto afectivo” concreto en
quien centrarse: comprometerse con algo o alguien de una forma real. Conocen muy
bien la dimensión teológica de la Vida Consagrada, pero les falta proyectarse y vivir
gozosamente su psicoafectividad como personas sexuadas en el amor a los demás,
lo que debe concretarse en unas relaciones humanas gratificantes dentro del
contexto comunitario y social que nos toca vivir.
Para entender lo que es la afectividad hay que partir de la necesidad tendencial que
el ser humano tiene de establecer una relación. Tal relación no es únicamente
intelectual, sino que es, sobre todo, un intercambio de sentimientos conscientes, pero
también inconscientes, con los demás, llegando así a una vinculación con “el otro”,
entendido como objeto afectivo de esa relación.
fr. Timothy Radclife, con su estilo directo y sugerente, comenzaba una de sus
conferencias ante un grupo numerosos de jóvenes, expresando lo que estamos
diciendo en ese intento de definir lo que es afectividad: “ No estoy seguro del
significado exacto de la palabra “afectividad” en español. En inglés “affectivity” implica
no solo la capacidad de amar, sino también nuestra forma de amar como seres
sexuados, dotados de emociones, cuerpo y pasiones. En el cristianismo hablamos
mucho sobre el amor, pero tenemos que amar como las personas que somos,
sexuadas, llenos de deseos, de fuertes emociones y de la necesidad de tocar y estar
cerca del otro”21.
21
Conferencia pronunciada en las XXXIV JORNADAS PASTORALES DE FORMACIÓN PASTORAL, JUVENIL Y
VOCACIONAL organizadas por CONFER Madrid 2004
pero para comprender esta realidad humana será necesario partir del carácter
psicodinámico de la afectividad.
5. Psicogénesis de la afectividad
La evolución de la afectividad comienza con las primeras relaciones
que el niño establece con la madre y a través ella con el entorno familiar y social
como base para la integración afectiva.
El profesor Roff Carballo, en la primera mitad del siglo pasado, expuso esta teoría a
lo largo de su obra, señalando como entre la madre y el hijo se forma lo que él llama
la “urdimbre afectiva”, una relación que posteriormente se extiende también al
entorno familiar. Lo más importante es señalar que este vínculo no es consecutivo a
la formación del ser humano, sino constitutivo, es decir, no es que primero se forme
el ser humano y luego se relacione con su entorno; lo importante es que primero
necesita relacionarse para constituirse como persona o como ser humano maduro22.
(3)
Por eso, las primeras percepciones ambientales, sobre todo las de afecto-desafecto,
por parte de las figuras parentales, las frustraciones de deseos y las tensiones
afectivas entre las personas que rodean al niño, le afectarán y se fijarán de una
manera absolutamente básica al producirse en su psiquismo virgen de experiencias
vitales23.
22
Cf. Urdimbre afectiva y enfermedad. Barcelona. Labor,1961
23
Todo esto tiene una importancia decisiva en nuestra sociedad actual, dada la inconsistencia del esquema familiar
tradicional y la irrupción de otros modelos parentales de familia, bien sea a través de posteriores matrimonios de alguno de
los cónyuges o de las adopciones por parejas atípicas. Es cierto que las imágenes parentales pueden cambiar, y, por tanto,
sus primeras percepciones corren el riesgo de estar marcadas por la frustración afectiva o por la inseguridad y sean motivo de
inestabilidad emocional, pero no se puede decir a priori que los nuevos contextos familiares, al distanciarse cada vez más del
modelo tradicional, no sean aptos para proporcionar al niño una estabilidad psicológica y un clima afectivo, necesario para la
evolución sana de su personalidad.
años hasta llegar al momento culminante de este desarrollo. Será, cuando superada
la adolescencia con la afirmación del Yo, cuando podemos hablar de una relativa
madurez de la persona, capaz de establecer relaciones serias y vinculantes con los
demás.
Eric Fromm describe muy bien este proceso, en ese pequeño libro muy
conocido por todos, titulado El Arte de Amar. El niño, dice, vive feliz en la seguridad
que le proporciona la unión con la madre, pero pronto empieza a experimentar un
sentimiento de soledad, lo que él llama la “separatidad”; su problema a partir de
entonces será superar esa separación que para él es la raíz de la angustia : “El
hombre - de todas las edades y culturas – se enfrenta a la solución de un problema
que es siempre el mismo: el problema de cómo superar la separatidad, cómo lograr
la unión, como transcender la propia vida individual y encontrar compensación“24.
24
Erich Fromm, El Arte de Amar. Buenos Aires, Paidós, 1979, p.20.
El ambiente de libertad y de respeto por parte de las figuras parentales hacia el hijo
es la segunda condición para lograr la seguridad personal futura. Todos tenemos la
experiencia de relaciones de dependencia establecidas en la infancia en las que
madre e hijo forman un todo único e indivisible, una especie de simbiosis difícil de
romper por el joven o la joven que intenta buscar una autonomía en su realización
de alteridad. Estas vinculaciones de dependencia llegan a veces a prolongarse
sutilmente durante años impidiendo el crecimiento madurativo del hijo, aunque lo peor
está por venir cuando esta dependencia se transfiere hacia otras figuras de autoridad
o de prestigio sin que la persona lo perciba. Los resultados del proceso son muy
conocidos: la anulación de la personalidad, la inseguridad, y sobre todo la fijación en
esta etapa infantil que incapacita para establecer otras relaciones vinculantes a lo
largo de la vida, como puede ser una vinculación adulta de pareja.
El amor maduro presupone contemplar al otro como es, viéndole como una
persona a quien se quiere y acepta, no por lo que tiene sino con lo que tiene, tal cual
es, con sus cualidades y defectos. Desde este respeto a la personalidad libre y
peculiar del otro es como se construye esa relación madura que llamamos amor. Para
esto habrá que huir de proyecciones que nos hacen buscar, de forma narcisista,
nuestro propio yo en el otro, estableciendo relaciones basadas en la necesidad o el
poder, al buscar que el otro se adapte a nosotros.
El que ama de una forma madura, en esta carrera hacia el Tú, siempre difícil, ha
llegado a desprenderse de posturas egocéntricas, logrando estableces unas
relaciones de alteridad basadas en la donación de sí mismo, por eso podemos decir,
siguiendo una vez más a Eric Frommm, que el amor es: “una aptitud de dar y recibir
afecto, pero también cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento”.
25
“Encontramos también en el interior de nuestras comunidades dominicanas, formalmente constituidas por un motivo
religioso, como es la unión con Dios o en Dios, se da, con relativa frecuencia, una violencia más bien de tipo psicológico.
Esto se evidencia principalmente en la negación de la palabra simplemente por antipatías, por malentendidos no
aclarados o por formas diferentes de pensar y ver las cosas. Igualmente por las palabras duras, por la ironía que hieren la
sensibilidad y afectan a la dignidad de los hermanos (Mt 5,22). También por la imposición de una opinión personal que
puede crear situaciones de bloqueo en la comunicación intracomunitaria” (nº 266).
e) La proyección en actividades sociales con un matiz excesivamente
dominante, expresión de control o poder sobre personas o grupos, siempre bajo la
justificación racionalizada de “actividades pastorales” o del bien común26.
Para terminar, planteo algunas actitudes internas para vivir la afectividad en la vida
religiosa, actitudes que integren lo afectivo en nuestra condición consagrada.
Entiendo que las más determinantes son:
26
“Otros elementos que violentan la vida comunitaria son la lucha por espacios de poder y el racismo o el nacionalismo
más o menos velados. También se da violencia y falta de respeto a la comunidad cuando sistemáticamente se hace lo
contrario de lo que se ha acordado en ella” (Capítulo General de Providence, nº 266,5).
27
“Frente a las adicciones y las dependencias tales como el alcohol, las drogas, televisión e Internet, como evasiones que
crean un circulo vicioso, hemos de abrirnos a la amistad, a la comunicación, con acompañamiento fraternal, ofreciendo a los
hermanos involucrados ayuda humana, emocional profesional, a fin de que, librándose de estas esclavitudes, recuperen la
libertad para entregarse plenamente a su vocación primera” (Id. nº 264, 4).
dándoles la importancia lógica, natural y real que tienen. Comprendiendo que somos
seres afectivos y sexuados, por naturaleza y que, por tanto, no podemos negar sino
integrar estas realidades en la totalidad de nuestro ser y conducta. Esta tarea es más
importante entre nosotros, por ser religiosos, ya que hasta no hace muchos años
nuestra formación ha estado más dirigida a dar importancia al cultivo de la vida
intelectual y espiritual, pero no tanto a la necesidad de cultivar e integrar la vida
afectiva y sexual, como valores de la persona. En general, se ponía sólo el acento
en inculcar los valores ascéticos y la necesidad de controlar estas tendencias que
fácilmente eran entendían como
“seguimiento de Cristo”, que hace suya la causa de los hombres desde un amor
célibe, que entendemos no como una realidad ascética sino de amor, que centra
todoel dinamismo y energía de la persona en la causa de los más necesitados,
creando una autentica familia humana. Así descubrimos que el amor desinteresado
por el Reino es capaz de dar madurez y plenitud a nuestra vida, “… llegando al
estado del hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo” (Ef 4,13).
10. Bibliografía
AIZPURUA, F: Amar hoy desde el Reino. Frontera Hegian, nº 3
4.- ¿Qué puede estar fallando para que en los ambientes cristianos no se
valore el celibato ni se vea como una opción valida, a la vez que madura y gozosa,
de encauzar las naturales tendencias del ser humano como expresión de amor a
través del seguimiento de Cristo en la Vida Consagrada?
MADUREZ AFECTIVA
_ La vida afectiva:
+ Las relaciones buenas o malas con los demás despiertan en nosotros distintos
sentimientos. Así nacen distintos estados afectivos o de ánimo: de
complacencia o satisfacción vs. displacencia o aversión; ansias, deseo o
atracción vs. huida o rechazo; alegría o gozo vs. dolor, tristeza, pena
(ejemplos prácticos).
+ El hombre nuevo es el hombre armónico e integral (los 3 “pisos”), que tiene una
vida afectiva ordenada, plena, porque es capaz de amar. Afectividad y
capacidad de amar van de la mano.
Realizar una dinámica grupal: puede hacerse con fotos de rostros o personas, o
con rostros caricaturizados que expresen distintos afectos. Se trata de constatar
distintas formas de inmadurez en el campo afectivo:
_ Desarrollo afectivo:
(libertad y amor)
_ Recapitulación final:
104
+ Por eso, madurez afectiva tiene quien es capaz de amar: es inmaduro
quien gira permanentemente en torno a sí mismo; maduro quien es
capaz de abrirse al tú.
Nota: Este módulo puede ampliarse con uno o dos encuentros más: uno sobre
la amistad y otro sobre la familia, vistos desde la perspectiva de nuestra relación
y afectividad.
Bibliografía:
105
De Vos, F., Los jóvenes.
LA MADUREZ AFECTIVA
El maduro afectivo es el que decodifica adecuadamente sus dinamismos y necesidades
fundamentales
Por: Humberto Del Castillo Drago
1. Aproximándonos al tema
¿Qué significa ser maduros afectivos? ¿Cómo podemos avanzar en nuestra propia
madurez afectiva? Son dos de las muchas preguntas que nos hacemos cuándo
escuchamos la palabra afectividad o cuándo se nos dice que vamos a desarrollar el
amplio tema de la madurez afectiva.
“Es el modo en que somos impactados internamente por las circunstancias que se
producen a nuestro alrededor. Es en la intimidad de la persona donde esto resuena, en la
sacralidad de cada uno. La afectividad es un universo emotivo formado por un sistema
complejo de sentimientos, emociones, pasiones, motivaciones, ilusiones y deseos. Cada
uno tiene una geografía particular, pero su contenido se entrecruza, se combina,
mezclándose, formando uniones lógicas y caprichosas que requieren ser estudiadas con
rigor para adentrarnos en la selva espesa de la semántica afectiva”.
En primer lugar lo físico; todas las manifestaciones afectivas tienen una resonancia
somática, física, fisiológica aunque la diversidad en cantidad y calidad es muy variada.
La máxima intensidad se da en las emociones y la mínima en los estados de ánimo y los
sentimientos.
La Madurez afectiva implica que la persona despliegue sus dones y capacidades, amando
a Dios, a sí mismo y a los demás.
Este tema hoy en día es muy importante; vemos mucha gente deprimida, triste, sin un
sentido en su vida. Hoy en día se ven muchas distorsiones afectivas o desordenes
emocionales o incluso desviaciones sexuales que como sabemos pueden tener su raíz en
lo afectivo.
Por otro lado es el que vive la libertad y la autenticidad, es decir, el que no es esclavo de
nada ni de nadie. A veces somos esclavos de nuestras emociones o sentimientos o del
que dirán, de la opinión de otros. Vivimos muy pendientes de la valoración de otros. No
es raro que haya quienes son esclavos del juego, sexo, alcohol o drogas. Estas adicciones
se generan muchas veces en medio de carencias y vacíos afectivos.
Vivimos también muchas veces esclavos del capricho, mimo o engreimiento, haciendo
lo que nos provoca, solamente lo que nos gusta y nos olvidamos que es importante regirse
por valores o principios.
107
La madurez afectiva me conduce a vivir con un amor centrado en el Señor, viviendo mi
sexualidad y genitalidad según el Plan de Dios de acuerdo a la vocación a la que he sido
convocado.
Uno lo ve en la práctica profesional como psicólogo. Cuando uno atiende a una persona,
rápidamente se da cuenta si viene o no de una familia disfuncional.
Los sentimientos básicos de cada persona tienen mucho que ver con lo que ha percibido
en los sentimientos de sus padres. Ahora bien: ¿los padres educan sentimentalmente? Sí,
aunque no con nuevas estrategias o nuevas habilidades, sino con el modo en el que
expresan y acogen los sentimientos propios y ajenos.
108
Una persona no necesariamente “nace” inseguro. La inseguridad se “aprende” en
el ambiente social de la persona. La seguridad es una consecuencia del nivel de recta
valoración de sí mismo o recto amor a uno mismo. Esta se construye desde la infancia a
partir de las comparaciones con los demás y de las reacciones de los demás hacia uno
mismo.
Cuando encuentra una relación que le ofrece un sentido de valía personal, el inseguro
tiende a desarrollar una relación de dependencia excesiva. A menudo, el inseguro se
siente atraído por personas tan inseguras como él o ella misma.
Para poder alcanzar una estabilidad afectiva es esencial que exista una permanencia en
los lazos afectivos.
El ser humano necesita crecer en un hogar donde existan un padre y una madre que lo
amen y que se amen entre sí. La estabilidad en el matrimonio es esencial para el
bienestar del hijo y de la pareja.
4. Conclusión:
Somos creados para amar sin límites, sin embargo por diversas causas muchas veces
vivimos en medio de la inmadurez y desequilibrio afectivo y emocional.
Las primeras dos funciones son calificadas de racionales, en cuanto trabajan con
estimaciones, y son la función intelectiva o de pensamiento, y la unción de sentir o
afectiva. La primera, no torna en cuenta lo que se piensa, sino la función misma del
pensar, por la cual se reciben y se asimilan los contenidos -por las relaciones
intelectivas y las consecuencias lógicas- intentando comprender el mundo como
verdadero o falso, y adaptarse a èl desde un punto de vista del conocimiento. La
función afectiva, por su parte, capta el mundo valorándolo en términos de
«agradable» o «desagradable», lo cual produce «aceptación» o «rechazo», en
términos de placero displacer. Conforme a su teoría de la predominancia de
una función en la totalidad psíquica, estas dos actitudes fundamentales (como
también las dos siguientes) o bien se excluyen recíprocamente como modos de
conducta, o bien prevalece una de ellas.
Y esto nos ubica -al menos someramente - en el lugar que ocupa la afectividad
en la relación de la personalidad con el mundo. Sin embargo, todavía es demasiado
general, casi un esquema, que completaremos con la visión de Phillipe Lersch.
110
llamadas metafísicas por Schopenhauer.
Sin embargo la vivencia no termina en esta concienciación del mundo, sino que revierte
otra vez al centro vital del que surgió. Este diálogo de mundo circundante y de
necesidades fue siempre vivenciado como valor o no valor, es decir, fue revestido de un
carácter de significación, y adquirió para el vivenciar un carácter de valencia. Podemos
decir más corrientemente que nuestro sujeto se ha sentido afectado. En esta
afectividad debemos ver el tercer miembro de aquel proceso que. Lersh denomina el
vivenciar.
1. A diferencia del niño que vive en una especie de mundo encantado, el adulto,
hombreo mujer, vive de la realidad objetiva. De esto modo, no vivimos a base de
prejuicios, sino de juicios sobre la verdad objetiva de las cosas,
111
5. Tener una cierta capacidad de ir desprendiéndose progresivamente de nuestro
egocentrismo (y, por supuesto de nuestro egoísmo), en una capacidad creciente de amor
altruista y olvido de sí, en la benevolencia y la beneficencia para con nuestro prójimo.
Este sociocentrismo consiste para Freud en saber amar y trabajar con otros y para otros.
6. Un sexto criterio, muy importante en el caso actual de los candidatos al
sacerdocio, según estudios, es aprender a m an ej a r n u est r a a gr esi vi da d,
ex pr e s á nd ol a e n fo rm a a de c u a d a y r e sp et u os a d el d e re c ho de l os
dem á s , en l a fi rm e z a d e nuestras opiniones y opciones, impidiendo así que se
deforme en hostilidad. No hay que confundir -a nuestro parecer- la agresividad
(impulso sano para afrontar los problemas de la vida o para mantenerse firmes
en nuestras opciones) con la hostilidad, la cual es distorsionar destructivamente este
impulso. Jesús es claramente agresivo y nunca hostil.
7. E. Erikson dice (junto a otros que lo afirman de diversas maneras) que el
rasgo de madurez más propio y necesario a nuestros tiempos cambiantes y
conflictivos, lo constituye la adquisición de la capacidad de flexibilidad y
adaptabilidad.
Es decir, buscar superar nuestros moldes rígidos de juicio o comportamiento.
8. otro criterio de madurez afectiva muy importante para los sujetos a los que
se refiere nuestro trabajo consiste en una buena adaptación heterosexual,
encontrando en el sexo opuesto y en la amistad pura y sincera con él, el complemento
que se necesita para el propio desarrollo. La teoría de Jung sobre los arquetipos del
«animus» y el «anima» puede ayudar mucho en la comprensión de esta afirmación.
Esto implica, además, una aceptación profunda y satisfactoria del propio género y
rol sexual, en cuanto hombre o mujer.
9. Habría finalmente criterios menores en su importancia y propios de algunas
corrientes de psicología, como el aprender a utilizar mecanismos de defensa que
sean saludables y no rigidizanles o el aprender a disfrutar del trabajo encomendado.
112
características personales como también elementos que son universales, La
intimidad afectiva se comunica poco; es lo que la persona considera como más
propio, más auténtico, lo que más protege. Sin embargo, es a través de la
comunicación de este mundo personal que se generan las experiencias más
significativas, donde las personas se vinculan afectivamente y las fuerzas de lo
afectivo pueden superar a cualquier otra fuerza motivacional.
Los electos, vistos de esta forma, constituyen una necesidad básica del
individuo, y podemos decir que de la insatisfacción o frustración de estas
necesidades nace toda la gama de afectos negativos: dolor, tristeza, celos,
vergüenza, miedo, rabia, sentimientos de inutilidad, y la incapacidad de darse
cuenta de los aspectos humanos, bellos y valiosos de la vida.
113
primer elemento impulsor de la vida afectiva. De este modo, los procesos
y las estructuras motivacionales componen el sistema motivacion al de
una persona que proporciona una base estable para la personalidad, en la
que van a desarrollarse ciertos motivos más específicos. Se consideran
parte del sistema motivacional, las pulsiones o tendencias (primarias o
secundarias) los intereses, sistemas de valores o creencias, aspiraciones y
actitudes. De este modo, la motivación activa, dirige y organiza el
comportamiento humano.
Los afectos son un conjunto de vivencias que van más allá del sentirse movido
hacia, o estimulado por algo; integran dimensiones de interioridad y exterioridad de
una vivencia. Su dimensión temporal o duración, y su grado de persistencia, nos
permiten diferenciar entre una reacción y estado afectivo.
2.1. Reacción afectiva: Expresa una forma de sentirse estimulado que procede desde la
exterioridad, y manifiestan la forma de sentirse estimulado frente a un objeto (una
persona, situación, imágenes, recuerdos, etc.). Son manifestaciones móviles y
cambiantes, y, en general, tienen un comienzo y un termino claros, siguiendo un curso,
y teniendo una duración que se puede precisar.
2.2. Estados afectivos: Dan cuenta de un humor preponderante que viene de lo más
profundo de la vida anímica; no necesitan necesariamente de un objeto; son persistentes
y estable y su comienzo, lo mismo que su término, no son claros ni bruscos.
3. Emociones
Son de una intensidad aguda. Cuando éstas se vivencian, el sujeto es remecido por una
fuerza que compromete toda la persona. Frecuentemente alteran los procesos racionales,
según su intensidad; por eso son intensas, súbitas y pasajeras. Generalmente
desencadenadas por un estímulo externo, se acompañan casi siempre de un correlato
114
fisiológico más o menos notorio a simple vista, viviéndose como una perturbación o
alteración de la vida psíquica.
4. Sentimientos.
Estos son de intensidad más moderada que la emoción, aunque su vivencia es más
profunda y con mayor penetración en lo personal; tienen carácter más permanente en
el tiempo; su origen generalmente está en la interioridad de la persona y, también a
diferencia de la emoción con su correlato fisiológico, se dan más bien con un carácter de
organización en torno a otras vivencias. Frecuentemente estos estados de humor más
permanente son los que predisponen a las personas a reaccionar emocionalmente en
diversas formas.
LA PERSONA REALIZADA
Este retrato robot de una persona madura, realizada, descrita por Abrahum
Maslow, puede servirte de referencia a la hora de perfeccionar tu personalidad:
Se acepta a sí misma y acepta a los otros tal como son y no como desearía
que fueran. No es hipócrita.
115
Goza de gran autonomía y se manifiesta capaz de mantener la serenidad
ante los contratiempos y dificultades que se presentan.
Tiene una enorme capacidad para apreciar, una y otra vez, las cosas buenas
de la vida: la vida misma, la amistad, la naturaleza, el trabajo, la diversión y
el descanso,
Se identifica mucho con sus prójimos, pero no se les unen de modo imitativo.
Proyectan un genuino deseo de ayudar a la raza humana. Respeta
enormemente las ideas de los otros.
116
Suele nadar contracorriente. No es conformista y sabe estar siempre abierta
a( nuevas experiencias. (A. Maslow, 1979).
A los individuos, como a los pueblos, los mueven las ideas. Son ellas la fuente
de acción eficaz y de energía fecunda y operante. Las ideas acertadas te
harán un iluminado que irá por la vida plena de la ancianidad con los ojos
bien abiertos y una dirección concreta.
Todavía tienes tiempo para crecer, para madurar, para encontrar tu sitio en el
mundo coronando tu vida y dejando una huella positiva, luminosa, para los que
te sigan.
117
No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el
pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
Se podrían añadir otros rasgos a este perfil de la persona que se acepta y estima
a sí misma. El lector interesado puede encontrarlos en los libros de Branden,
Dyer y Llanos.
118
Se trata de actitudes, o posturas habituales, que indican un nivel más bien bajo
de AE. Actitudes que convendría examinar, y, a ser posible, modificar, teniendo
en cuenta la AE se aprende, que fluctúa, y que la podemos mejorar.
119
Retrato de una persona, plenamente realizada
Wayne W. Dyer, autor muy conocido por su libro Tus zonas erróneas, ha
dibujado magistralmente el perfil de una persona realizada y libre, que puede
servir de base a tu serena reflexión. Antes de entonar el himno de la libertad,
tenemos que pasar por el camino de la reflexión personal que llegará a hacernos
libres de zonas erróneas, es decir, Dyer elabora con gran acierto, el siguiente
retrato de una persona libre, plenamente realizada:
1. Son personas que disfrutan de la vida. Saben ver el lado bueno de las cosas,
gustan de las mil maravillas de la creación. Sienten entusiasmo por la vida y
gozan de ella.
2. Viven libres de¡ sentimiento de culpa. Aun los mismos errores son valiosas
lecciones para lograr un futuro mejor. Desechan toda ansiedad como elemento
negativo y frustrante de una existencia hermosa. Afrontan la realidad presente,
aceptándola como la mejor para sus vidas.
120
S. Son seres responsablemente independientes. Escuchan a los demás, pero
siguen su propio camino. Son capaces de ir contra la corriente.
8. Poseen el don de sonreír y de hacer sonreír. No hay nada más ridículo que
una persona que se toma la vida como una aventura trágica y pesimista. Por el
contrario, la sonrisa abierta y alegre es la manifestación más bonita de la
felicidad.
9. Se aceptan a sí mismos tal como son y sin quejas. Se ven sus cualidades y
defectos, los asumen racionalmente y actúan en consecuencia. Toman
conciencia de que el ser humano es el milagro más grande del mundo.
10. Aprecian enormemente el mundo natural. Les gustan los animales, les
encanta la naturaleza, suben apreciar la belleza de un paisaje. Buscan
permanentemente el aire libre.
11. No discuten inútilmente. Saben que es una pérdida de tiempo. Ante una
persona soberbia, prefieren callar-, ante el ignorante, buscan comprender; ante
121
el hombre honesto procuran dialogar. Nunca imponen sus criterios,
simplemente los exponen.
12. Son persona.,; honestas. No les satisface fingir ni mentir. Se presentan tal
como son, sin máscaras. Su manera de actuar es fruto siempre de un perfecto
conocimiento propio. Van por la vida con el corazón abierto a la verdad.
15. Son curiosos. Intentan conocerlo todo, indagan las causas de las cosas,
miden los efectos de sus acciones. La curiosidad es un elemento preciso de una
inteligencia despierta. Leen con atención los periódicos, viven al día, su
religiosidad es profunda. Nunca se dan por satisfechos en cuanto a sus
conocimientos. Buscan ansiosamente la verdad.
16. No tienen miedo al fracaso. Lo aceptan como algo normal en la vida del
hombre. Controlan sus emociones y saben mantener una notable entereza ante
las dificultades que se presentan. Miden su vida por los deberes cumplidos.
122
17. Evitan actuar a la defensiva. Creen en el hombre, en su bondad, en sus
inmensas posibilidades, Miran a los demás como sus amigos, son acogedores,
capaces de dar fácil conversación. A su lado uno se siente muy a gusto.
18. Ven a los demás como seres humanos plenamente normales, que cumplen
funciones distintas. Se aman a sí mismos.
Madurez afectiva
Una madurez total es un ideal que solo raramente se alcanza. Pero nuestra
tarea no es el logro de esa madurez, sino luchar por ella, la madurez afectiva es
el secreto de la madurez personal. Ahí está el origen, el punto neurálgico. Hoy
en psicología esto es incuestionable. Una personalidad madura es
fundamentalmente. Una afectividad madura. De ella nace el tono de las
relaciones con uno mismo, con los demás, con el mundo; nace el equilibrio o el
desequilibrio.
123
Universidad, fue comisionada para realizar un estudio panorámico de la
literatura relativa a la salud mental.
124
El profesor de la Universidad de Harvard, Gordon W. Aliport, es uno de los que
han realizado una investigación más completa sobre los rasgos de la
personalidad madura. Teniendo en cuenta las aportaciones de los otros
psicólogos y la suya, sintetiza en seis los rasgos de madurez:
Ante este panorama, toda persona -se supone con cierto grado de madurez
psicológica como para tener un conocimiento suficiente de sí misma- puede y
debe en, la medida de sus posibilidades ser testigo y ordenador de su propio
transcurrir. La persona debe participar comprometidamente en la dinámica de
la vida y en su propia realización. La persona no puede ni debe ser una
consecuencia pasiva de la influencia de su ambiente y de sus propias
características biológicas o psíquicas.
125
LA SABIDURIA DEL AGUILA
El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para
llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las
cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus
alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. ¡Volar se hace ya tan difícil!
Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso
de renovación que durara 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una
montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad
de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared
hasta conseguir arrancarlo. Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que
desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.
Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.
2
... Muchas veces tenemos que apartarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de
renovación para continuar un vuelo de victoria. Debemos desprendernos de costumbres,
tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
Solamente líbres de (peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una
renovación siempre trae.
3. Si quieres curar al pobre, déjate también curar por él, y así la caridad es compartida,
un viaje de ¡da y vuelta. "Los pobres son médicos de nuestras llagas, y las manos que
nos extienden son remedios que nos dan" (Fray Luis de Granada).
4. Que tus manos tengan ojos y oídos para que puedan ver y oír: que puedan ver y oír
todo, lo que sufren, lo que esperan y lo que verdaderamente necesitan las personas a
quienes sirven. No vayas a hacer un servicio que no sirve para nada. Quizá el mejor
servicio sea el de la presencia y, el de la cercanía. Y mejor que dar cosas, es dar
capacidades y oportunidades.
5. Tender tus manos al caído y levantar del polvo al marginado, que no se contente con
las migajas de tu mesa, sino que pueda sentarse con dignidad a la mesa de la
3
creación; pero, lavándole antes los pies y las manos; siempre así, de abajo hacia
arriba, la mano fuerte y amiga.
6. Da la mano al pobre para acompañarle en su camino liberador, hasta que deje de ser
pobre y dependiente, hasta que sea persona participativa y creativa. Es un camino
largo, y que pasa siempre por la cruz. Porque "sin nuestro sufrimiento, nuestra tarea
no diferiría de la asistencia social" (Madre Teresa de Calcuta).
7. No retrasen las manos tu ayuda, porque hace mucho que te esperan, porque la hora
de la acción ha sonado ya" (S.S. Pablo VI, PP.SO). De prisa, "como quien corre a
apagar un incendio" (San Vicente de Paul). "Las obras de caridad son las únicas que
w admiten demora. Nada se interponga entre tu propósito y su realización" (San
Gregorio Nacianceno).
9. Ofrece tus manos doloridas y acepta que puedan ser traspasadas, como las de
nuestro Señor Jesucristo (cf. 2 Cor 8,9). ¡Qué pronto se hace pobre el que arna!.
10. Tus manos siempre unidas, no trabajen por su cuenta. El valor de la colaboración y la
coordinación es el Sacramento de la comunidad y la Comunión. Trabajando juntos,
con las manos bien unidas, sus dedos bien coordinados, es como podemos abrimos
a los sueños y la esperanza, ya que en 4'esperanza fuimos salvados" (Rm 8,24). Lo
nuestro es siempre una sementera, pero con sernillas de pascua.
AUTOCONOCIMIENTO
4
¿Por qué es tan importante conocerse? Cada uno de nosotros somos un ser
único, original, irrepetible. Con una historia, una realidad, unas características
propias, con unos valores, unas limitaciones y unas necesidades también
personales.
5
lugar, necesitamos estar también nosotros en el proceso continuo de
descubrirnos y aceptarnos.
1. El pensamiento causal
2. El pensamiento alternativo
3. El pensamiento consecuencial
4. El pensamiento de perspectivas
5. El pensamiento de medios – fines.
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El pensamiento causal: es la capacidad de determinar el origen o causa del
problema. Es la habilidad para decir " lo que aquí pasa es...." Y dar un
diagnóstico correcto de la situación. Los que no tienen este pensamiento lo
atribuyen todo a la mala suerte o bien se quedan sin palabras delante de un
problema interpersonal.
El pensamiento alternativo: es la habilidad cognitiva; capacidad de imaginar
el mayor número de soluciones a un problema determinado. Con un gran
marco de creatividad.
El pensamiento consecuencial: es la capacidad de ver las consecuencias
de nuestras actitudes, comportamientos.
El pensamiento de perspectiva: es (la habilidad cognitiva) = capacidad de
situarnos en la "piel" del otro. Es el pensamiento que hace posible la empatía
o sintonía afectiva con los demás. Es el pensamiento que hace posible el
amor, lo cual nos hace más humanos.
El pensamiento de medios-fines: es la capacidad de ponernos objetivos y
de organizar los medios de que se dispone para conseguirlos.
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Observando y analizando por qué hago o dejo de hacer tal
cosa.
Observando y analizando a las otras personas.
Preguntándome e informándome.
Observando los espejos que me reflejan.
Descubriendo si los espejos reflejan imágenes correctas o
tienen deformaciones.
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Conocerse a sí mismo
Hace ya más de veinticinco siglos, Tales de Mileto afirmaba que la cosa más difícil del mundo es
conocerse a uno mismo. Y en el templo de Delfos podía leerse aquella famosa inscripción socrática
gnosei seauton: conócete a ti mismo-, que recuerda una idea parecida.
Conocerse bien a uno mismo representa un primer e importante paso para lograr ser artífice de la
propia se ha planteado como un gran vida, y quizá por eso reto para el hombre a lo largo de los
siglos.
La observación de uno mismo permite separarse un poco de nuestra subjetividad, para así vernos con
un poco de distancia, como hace el pintor de vez en cuando para observar cómo va quedando su obra.
Observarse a sí mismo es como asomar la cabeza un poco por encima de lo que nos está ocurriendo,
y así tener una mejor conciencia de cómo somos y qué nos pasa. Por ejemplo, es diferente estar
fuertemente enfadado, sin más, a estarlo pero dándose uno cuenta de que lo está, es decir, teniendo
una conciencia autorreflexiva que nos dice: "Ojo con lo que haces, que estás muy enfadado".
Comprender bien lo que nos pasa tiene un poderoso efecto sobre los sentimientos perturbadores que
puedan invadirnos, y nos brinda la oportunidad de poner esfuerzo por sobreponernos y así no quedar
abandonados a su merced.
-Pero hay muchas personas que son conscientes de pasar por un estado emocional negativo, y sin
embargo no logran salir de él.
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Las hay, sin duda. Son personas que suelen sentirse desbordadas por sus propios sentimientos, y se
dan cuenta de que están pesimistas, malhumoradas, susceptibles o abatidas, pero se consideran
incapaces de salir de ese estado. Son conscientes de su situación, pero de un modo vago, y
precisamente su falta de perspectiva sobre esos sentimientos es lo que les hace sentirse abrumadas y
perdidas. Piensan que no pueden gobernar su vida emocional y por eso no hacen casi nada eficaz por
salir del agujero en que se encuentran.
Hay otras personas que son algo más conscientes de lo que les sucede, pero su problema es que
tienden a aceptar pasivamente esos sentimientos. Son proclives a estados de ánimo negativos, y se
limitan a aceptarlos resignadamente, con una actitud rendida, de dejarse llevar por ellos, y no se
esfuerzan por cambiarlos a pesar de lo molesto que les resulta sobrellevarlos.
-¿Y piensas entonces que en realidad no son tan conscientes de lo que les sucede?
Exacto. Las personas que perciben con verdadera claridad sus sentimientos suelen alcanzar una vida
emocional más desarrollada. Son personas más autónomas, más seguras, más positivas; y cuando
caen en un estado de ánimo negativo no le dan vueltas obsesivamente, ni lo aceptan de modo pasivo,
sino que saben cómo afrontarlo y gracias a eso no tardan en salir de él. Su ecuanimidad en el
conocimiento propio les ayuda mucho a abordar con acierto los problemas y gobernar con eficacia su
vida afectiva.
El conocimiento propio constituye un punto clave para la formación y educación del carácter y de los
sentimientos de cualquier persona. Además, ese saber lo que realmente nos pasa y por qué nos pasa
está muy relacionado con nuestra capacidad de comprender bien a los demás. En este sentido, es muy
útil desarrollar la capacidad de observación del comportamiento propio y ajeno: la literatura o el cine,
por ejemplo, pueden enseñar mucho también a conocerse a uno mismo y a los demás cuando los
autores son buenos conocedores del espíritu humano y saben reflejar bien lo que sucede en el interior
de las personas.
-Pero fomentar tanto interés por el conocimiento propio, ¿no lleva al individualismo o la
introversión?
Y eso ayuda, entre otras cosas, a combatir la inestabilidad de ánimo que se produce cuando una
persona se deja arrastrar por su imaginación: unas veces divagando en ensoñaciones y fantasías, otras
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tendiendo a sobrevalorar las propias posibilidades, y otras quedándose a merced del pesimismo o la
indecisión, subestimando sus capacidades cuando las circunstancias son adversas.
La conciencia emocional es muy intensa en unas personas, mientras que en otras es mucho más
moderada. Hay personas, por ejemplo, que ante una situación de peligro reaccionan con asombrosa
serenidad. Otras, en cambio, pueden quedarse muy afectadas durante varios días simplemente porque
se les ha extraviado un bolígrafo o porque su equipo favorito ha perdido un partido en la liga de
fútbol.
No tiene por qué serlo. El exceso de sensibilidad emocional puede llevarnos a auténticas tormentas
afectivas (positivas o negativas, de exaltación o de abatimiento), y eso tiene muchos riesgos. Pero
tampoco puede ponerse como ideal la frialdad y el desapego.
Echarnos la culpa
Para facilitar el propio conocimiento, resulta útil analizar los múltiples elementos que interaccionan
en nuestra vida, pues es lógico que, a lo largo de los años, algunas de esas facetas puedan pasar por
mo mentos de conflicto más o menos importantes. Son situaciones dolorosas que pueden tener su
origen en cuestiones profesionales (dificultades para obtener o mantener determinado nivel
profesional, problemas de entendimiento con los jefes o compañeros, fracasos debidos a los propios
fallos o a la superioridad de los competidores, situaciones de paro o insatisfacción laboral, etc.); o
dificultades de salud, que limitan de modo transitorio o permanente la propia capacidad, y que
pueden ir acompañados de un serio sufrimiento físico o psíquico; problemas afectivos que plantea la
convivencia ordinaria (diferencias de criterio entre los cónyuges, o entre padres e hijos, etc.); o toda
la problemática específica que puede plantear la vida escolar, abrirse camino en la vida profesional, el
declive de la salud ola llegada de la ancianidad; etc.
Y de la misma forma que, por ejemplo, una falta concreta de salud, por muy localizada que esté en un
punto determinado del cuerpo, acaba produciendo de ordinario una sensación generalizada de
malestar en toda la persona, también un problema grave en cualquiera de las otras facetas de la vida -
por ejemplo, en la vida profesional, o en la familia- puede producir un efecto que trascienda esa
faceta y provoque otros problemas en cadena: trastornos de carácter, retraimiento o agresividad en la
relación con los demás, o incluso -cuando los problemas son importantes- propensión a determinadas
enfermedades.
Esto hace que, si falta la necesaria madurez y conocimiento propio, algunos problemas de una faceta
de la vida se acaben achacando a otra que en realidad no tiene la culpa, o al menos tiene muy poca.
Así, una persona puede culpar a su cónyuge o a sus hijos o a sus padres de la frustración que siente,
cuando en realidad ese sentimiento se debe sobre todo a una causa de tipo profesional, o a una simple
inmadurez afectiva; o puede considerar que su situación profesional es el motivo por el que se siente
insatisfecho, cuando en el fondo se debe a que no acepta la natural pérdida de capacidad o de salud
que quienes cambian constantemente de ideales y olvidan sobreviene con motivo de la edad o de los
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ciclos naturales de ánimo que la vida imprime; o puede achacar a determinados defectos de las
personas con que convive lo que en realidad se debe a un encarecimiento del propio carácter; etc.
Las personas tendemos -al menos la mayoría- a proyectar fuera de nosotros la solución de los
problemas que experimentamos. Solemos echar a otros la culpa de casi todo lo malo que nos sucede.
Parte importante del conocimiento propio es advertir la presencia de ese sutil engaño. Es cierto que
las circunstancias ajenas siempre pueden ayudarnos a resolver y superar nuestros problemas, pero no
debemos dimitir -ni total ni parcialmente- del amplísimo margen de responsabilidad que tenemos
sobre la mayoría de las cosas que nos suceden en la vida.
Tampoco debe olvidarse que la pereza -con todo el lastre interior que puede llegar a tener nuestra
vida-, trata de llevarnos hacia la ley del mínimo esfuerzo. Por eso, cuando sentimos desgana para
afrontar una tarea que nos resulta costosa, es preciso identificar claramente su origen y reconocerlo
como lo que es: cansancio razonable que exige descanso, o pereza que hemos de superar; pero no
interpretar equivocadamente la desgana como carencia de aptitudes, ni las dificultades ordinarias
como acumulación de infortunios o de malévolas confabulaciones contra nosotros, pues sería una
triste forma de autoengaño.
Es preciso entonces buscar posibles modos razonables de resolver esos problemas, al menos hasta
donde nos sea posible. Habrá ocasiones, efectivamente, en que sólo podremos disminuir sus
consecuencias negativas y aprender a sobrellevarlos: por ejemplo, en el caso de enfermedades
crónicas, fuertes reveses económicos o profesionales cuya solución queda fuera de nuestro alcance,
problemas serios de relación con personas que tenemos necesidad de tratar, etc.
-¿Y cómo distinguir lo que debe sobrellevarse de lo que debemos intentar cambiar?
Un profundo y certero conocimiento de uno mismo, contrastado por la observación atenta del propio
comportamiento externo y de las reacciones interiores, enriquecido por el consejo de quienes nos
conocen y aprecian, nos permitirá identificar el verdadero origen de las perturbaciones que
inevitablemente experimentamos siempre a lo largo de nuestra vida.
Así avanzaremos a buen paso hacia la madurez emocional, tan lejana de esas altivas afirmaciones de
algunos ("yo sigo pensando exactamente lo mismo que he pensado siempre", como si la mejor prueba
de lucidez fuera no cambiar jamás en nada de forma de pensar), e igualmente lejos de esa variabilidad
de sus convicciones como si fueran una ligera gripe que ya pasaron, o como si el transcurso de los
años no les reportara ninguna enseñanza estable.
El propio conocimiento es un proceso abierto, que no termina nunca, pues la vida es como una
sinfonía siempre incompleta, que se está haciendo continuamente, que siempre es superable y exige
por tanto una atención constante.
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Cuando falta, no se puede ser sincero con uno mismo, por mucho que se quiera. Querer ver qué es lo
que nos sucede -y quererlo de verdad- es el punto decisivo. Si eso falla, podemos vivir como
envueltos por una niebla con la que quizá nuestra propia imaginación enmascara las realidades que
nos molestan.
Porque encontrar escapatorias cuando no se quiere mirar dentro de uno mismo es la cosa más fácil
del mundo. Siempre existen causas exteriores a las que culpar, y por eso hace falta cierta valentía
para aceptar que la culpa, o la responsabilidad, es quizá nuestra, o al menos una buena parte de ella.
Esa valentía personal es imprescindible para avanzar con acierto en el camino de la verdad, aunque a
veces se trate de un recorrido que puede hacerse muy cuesta arriba.
Hay sentimientos que fluyen de forma casi inconsciente, pero que no por eso dejan de ser
importantes. Por ejemplo, una persona que ha tenido un encuentro desagradable puede luego
permanecer irritable durante horas, sintiéndose molesto por el menor motivo y respondiendo de mala
manera a la menor insinuación. Esa persona puede ser muy poco consciente de su susceptibilidad, e
incluso sorprenderse y molestarse de nuevo- si alguien se lo hace notar, aunque a los demás resulta
bien patente que se debe a esos sentimientos que bullen en su interior como consecuencia de aquel
encuentro desagradable anterior.
Hay sentimientos que no siempre llegan a cruzar el umbral de la conciencia. Por eso reconocerlos nos
permite desplazar la frontera y ampliar el campo de los sentimientos plenamente conscientes, y eso
siempre supone un poderoso medio para mejorar.
Una vez que tomamos conciencia de cuáles son los verdaderos sentimientos que pugnan por salir a la
superficie de nuestra conciencia, podemos evaluarlos con mayor acierto, decidir dejar a un lado unos
y alentar otros, y así actuar sobre nuestra visión de las cosas y nuestro estado de ánimo. En esto se
manifiesta, entre otras cosas, que somos seres inteligentes.
Es como una intensa luz que ilumina sus vidas y les permite desenvolverse con acierto a la hora de
tomar decisiones, tanto las más sencillas de la vida diaria como las verdaderamente importantes.
Eludir la realidad
Hay muchas formas de eludir la realidad, y casi siempre se producen de modo semiinconsciente para
su protagonista.
Algunas personas, por ejemplo, se hacen a sí mismas razonamientos del estilo de "déjame disfrutar de
eso, que luego ya veré lo que hago" (donde eso puede ser cualquier muestra de egoísmo, pereza o
escape de la realidad). No parecen advertir hasta qué punto ese error va ganando terreno en sus vidas
y oscureciendo el escaso alivio que eso les produce.
Hay otros que se engañan con razonamientos como los del niño mimado que prefiere quedarse
encerrado en su habitación, aburrido y solo, rumiando agravios y las razones de su enfado, aun
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sabiendo que lo mejor sería superar su orgullo y salir. Prefieren permanecer tristes en su desgracia,
con tal de no enfrentarse a su propia obstinación.
Otros son como aquel que persigue ansiosamente el placer, y va viendo cómo este se hace cada día
más pequeño, y sabe que por ese camino no obtendrá un grado de satisfacción alto, pero prefiere
seguir tras ese pobre halago insaciable, porque le asusta verse privado de él.
"Nuestro corazón -ha escrito Susanna Tamano-es como la tierra, que tiene una parte de luz y otra en
sombras. Descender para conocerlo bien es muy difícil, muy doloroso, pues siempre es arduo aceptar
que una parte de nosotros está en la sombra. Además, contra ese doloroso descubrimiento se oponen
en nuestro interior muchas defensas: el orgullo, la presunción de ser amos inapelables de nuestra
vida, la convicción de que basta con la razón para arreglarlo todo. El orgullo es quizá el obstáculo
más grande: por eso es preciso valentía y humildad para examinarse con hondura".
Muchos desequilibrios emocionales tienen su origen en que esas personas no saben manifestar sus
propios sentimientos, y eso les ha llevado a educarlos de manera deficiente. Cuando hablan de sí
mismas, difícilmente logran decir algo distinto de si se sienten bien, mal o muy mal. Le resulta difícil
hablar de esas cuestiones, y manejan un vocabulario emocional sumamente reducido. No es que no
sientan, es que no logran discernir bien lo que bulle en su interior, ni saben cómo traducirlo en
palabras. Ignoran el motivo de fondo di sus problemas. Perciben sus sentimientos como w
desconcertante manojo de tensiones que les hace sentirse bien o mal, pero no logran explicar qué tipo
di bien o de mal es el que sienten.
Esa confusión emocional nos hace vislumbrar poco la grandeza del poder del lenguaje, y comprende
que cuando logramos expresar en palabras, lo que sen timos, damos un gran paso hacia el gobierno
de nuestros sentimientos.
Este texto está extraído del libro Educar los sentimientos de Alfonso Aguiló (Ediciones Palabra, 29
ed., Madrid febrero 2001)
14
1. El ser de la amistad
humanidad
ideológicas
exaltada una necesidad de contacto y encuentro físico y espiritual con otra persona del
15
1.2. La amistad es: una comunicación amorosa entre dos personas para su mutuo bien,
propio de sí mismo (lo que soy y de lo que dispongo libremente para entregarlo en la
b) la confidencia se da entre este hombre y este otro hombre, entre sus respectivas
peculiaridades.
no en el corporal o físico. Para ello él tiene que ser él y yo ser yo. (Cada persona se
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d) Se halla siempre abierta a la dimensión social: mejorar la naturaleza humana
quiere decir también mejorar al hombre y su entorno. No es, por lo mismo, un disfrute
intimista.
2.2. Ayudarse mutuamente a crecer: hacer de espejo donde cada uno se mira y descubre
sus riquezas ocultas, actitudes dormidas, horizontes más altos y amplios. Ayudar no es
dar consejos, sino respetar, mostrar confianza en la capacidad del otro, sugerir
criterios y actitudes.
2.3. Mantenerse en una fidelidad que brota de la aceptación y que ayuda a superar las
crisis inevitables.
2.4. Dejar espacio para la libertad, amistad abierta, y ampliar el círculo de los amigos
17
3. Las fijaciones afectivas. Se habla de fijación afectiva (amistad particular) cuando
celos...). No hay que confundirla con la «amistad obsesiva», que es un fenómeno habitual
en los adolescentes.
necesidad vital para el crecimiento en personas que tienen una profunda carencia
afectiva y, por lo mismo, una gran inseguridad. No pueden vivir sin apoyos.
culpable.
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a) No condenar, pero tampoco dejarse subyugar misericordiosamente. Se trata de
«deficientes» afectivos que dejarán de serlo en la medida en que alguien los ame y les
ayude a amar, mediante ese amor que es aceptación incondicional, pero no fijación
dependiente.
comprender.
c) Firmeza para ser uno mismo, no dejarse atrapar por sus caprichos, necesidades.
La amistad es un bien precioso y necesario para crecer. Por eso es necesario tener
lucidez para saber a qué nivel se está viviendo. Reconocer los errores. Ser auténtico
La ventana de Johari
Para estar vivos y sentirnos felices, todos debemos satisfacer una serie de necesidades. Quienes se han
dedicado a reflexionar sobre este tema, dicen que los seres humanos tenemos necesidades de dos tipos:
socio-económicas y psico-sociales.
19
De todas nuestras necesidades, hay algunas que son básicas. Con esto se quiere decir que no se puede
postergar su satisfacción, ya que la vida misma, física, psicológica y espiritual, se deteriora gravemente
si no las satisfacemos.
Cada uno de nosotros es una persona original. Hemos sido hechos a imagen y semejanza de Dios. Esto
lo descubrimos y lo vivimos en relación con los demás. Es el encuentro con los otros, lo que nos
permite descubrirnos interesantes y descubrir a los otros como una presencia necesaria en nuestras
vidas.
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Para expresar esto, dos psicólogos elaboran un esquema que nos ayuda a comprenderlo. Lo conocemos
como la “Ventana de Johari”. Este esquema nos ayuda a comprender lo que pasa. No quiere decir que
nuestra personalidad esté dividida así.
LIBRE CIEGA
SECRETA OSCURA
La zona libre: compuesta por aquellos rasgos de nuestra manera de ser, de sentir, de pensar y de
actuar, de los cuales somos conscientes y que las personas con que nos relacionamos también
21
conocen. Es el aspecto de nuestra personalidad que mostramos espontáneamente porque nos
sentimos cómodos.
La zona secreta: compuesta por aquellos rasgos de nuestra personalidad, experiencias de vida,
sueños y fantasías, que perteneces a nuestra intimidad personal, por lo tanto, son sólo conocidos por
nosotros. Son parte de nuestra identidad profunda que involucra aspectos negativos y positivos, los
cuales vivimos con mayor reserva.
La zona ciega: compuesta por aquellos rasgos de nuestra personalidad que escapan a nuestra
conciencia, pero que sin embargo, los demás si notan en nosotros. Podemos acceder a ellos a través
de la retroalimentación que nos proporcionan los demás.
La zona oscura: compuesta por aquellos rasgos de nuestra personalidad que no conocemos de
nosotros mismos y que tampoco los demás perciben, pero que sin embargo, existen. Es lo que otros
llaman el inconsciente, que no está compuesto sólo por aspectos negativos, involucran también
energías de crecimientos.
Este esquema, nos muestra el camino para nuestro crecimiento personal, para labrar un mayor
conocimiento de nosotros mismos y, por tanto, para ser más dueños de nuestros actos. Este camino, se
traduce en aumentar nuestra zona libre. Lo podemos hacer a través de dos caminos complementarios:
Disminuir nuestra zona secreta, es decir, compartir con otros nuestra intimidad personal.
Disminuir nuestra zona ciega, es decir, estar abiertos a que los demás nos digan cómo nos ven.
Estos dos caminos son complementarios, puesto que al abrirnos a los demás, ellos adquieren la
confianza necesaria para decirnos cómo nos ven, y a la vez, la acogida de los otros, facilita nuestra
apertura.
22
Si avanzamos en compartir con otros nuestra zona secreta, ellos nos ayudarán a disminuir nuestra zona
ciega. Por este camino, se aumenta la zona libre y, de paso, se disminuye la zona oscura, a la cual no
tenemos acceso voluntario.
LIBRE CIEGA
SECRETA OSCURA
Este proceso de hacernos cada vez más dueños de nosotros mismos, no termina nunca, puesto que
nuestras posibilidades de crecimiento son infinitas. Sin embargo, podemos ir creciendo, día a día y
sintiéndonos más contentos con nosotros mismos y, a la vez, más capaces de relacionarnos mejor con
los demás.
VENTANA DE JOHARI
Luft e Ingham diseñaron un esquema, llamado Ventana de Johari, que ayuda a comprender los
diversos grados de conocimiento de un proceso psíquico. Los cuatro rectángulos de abajo representan
las cuatro áreas del yo:
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Conocido por Desconocido
el yo por el yo
Área Área
Conocido libre cieg
por a
los demás
Área
Desconocido
oscura
Área
por los secreta
demás
-Es sensible a colaborar (C): las tres áreas la hacen una persona siempre disponible.
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Pero si en el área D hay una necesidad conflictiva de dependencia afectiva, el cuadro
psicodinámico cambia: la verdadera fuente de tanta disponibilidad no es sólo el valor de la caridad,
sino también la necesidad de ser amada y reconocida. Esa persona da, pero con el fin subconsciente de
recibir. Se dedica con buena fe al servicio de los demás sin darse cuenta de estar en el estadio infantil
de la búsqueda de sí misma. Y, así, tras el entusiasmo inicial o, cuando la donación requiere un precio
a pagar o cuando no haya reconocimiento a su entrega, su perseverancia queda a prueba, se desanima
y abandona.
Como se ve por el ejemplo, el inconsciente es una realidad que logra esconderse en forma sutil,
dando también a comportamientos contrarios a la lógica directamente querida. Sin embargo, no hace
del hombre una marioneta manipulada pasivamente por fuerzas desconocidas
En las acciones humanas siempre hay motivaciones conscientes, y también una cantidad enorme
de otras motivaciones menos conscientes. Pero no podemos caer en la visión iluminista, de un hombre
guiado sólo por la razón ni en la visión psicoanalítica, de un hombre guiado sólo por el inconsciente.
Para visualizar esta relación consciente-inconsciente podemos usar la metáfora que el filósofo
Lonergan aplica al problema de la libertad y la responsabilidad: Si se presentase el campo de la libertad
del hombre como un área circular, entonces se podría distinguir una región central luminosa en la
que él es efectivamente libre, en seguida una penumbra circundante en la que su conciencia, inquieta,
continúa sugiriéndole que podría hacer las cosas mejor, si se decidiera y, por último, una sombra
externa de la que apenas se da cuenta.
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Se puede considerar la región central luminosa como la voluntad
consciente y deliberada, la sombra externa como el inconsciente, y la
penumbra intermedia como el lugar del intercambio consciente-inconsciente.
Acción Consciente:
Es aquella acción voluntaria en la que el sujeto agente es consciente del contenido y también
del acto de su proceder; sabe lo que está haciendo (Ej: sé que voy conduciendo un auto por un calle;
sé que me estoy comunicando con mis amigos).
Acción deliberada:
Es aquella acción consciente en la que el sujeto también tiene conocimiento del motivo de la
acción de su proceder; sabe lo que está haciendo y el por qué lo está haciendo; lo que cualifica la
acción deliberada es el estar-dirigida-hacia-algo (Ej: se que voy conduciendo un auto por la calle por
que así me gano el pan de mi familia; se que me estoy comunicando con mis amigos porque así
26
construimos nuestro proyecto de comunidad cristiana). Toda acción deliberada es consciente, pero no toda
acción consciente es deliberada: Ver (acción consciente) es diferente del Mirar (acción deliberada).
Nos referimos especialmente a aquella acción en la que al sujeto le falta conocimiento del
motivo de su actuar (Ej: soy agresivo, sé que me estoy comportando así, pero no sé que lo que me
impulsa a hacerlo es mi exhibicionismo frustrado; guío el auto, me comunico con mis amigos, quiero
realizar mi proyecto (consciente-deliberado), pero también para compensar el sentido de mi
inferioridad, gratificar mi exhibicionismo o descargar mi agresividad (elementos inconscientes).
¿Qué es la Autoestima?
La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración que uno o uno tiene por sí mismo y es un aspecto
muy importante en todo ser humano. La autoestima nos marca como personas y nos ayuda a definir nuestra
personalidad. La autoestima que se tiene influirá en casi todo lo que uno hace, como por ejemplo; influirá en la
toma de decisiones, podrá modificar acciones, aspiraciones, gustos y muchas otras cuestiones que forman el
ser, la felicidad y la vida de una persona.
Explicado de otra forma, la autoestima es básicamente la valoración que nosotros hacemos de nosotros
mismos; como nos vemos, como nos sentimos, como sentimos que estamos y encajamos en el mundo. Nuestro
nivel de autoestima puede determinar nuestras actitudes, el cómo nos sentimos y encontramos frente a los
demás, el trato hacia mujeres y hombres y también cómo encaramos nuestros proyectos, sueños, ideales,
problemas y frustraciones. De nuestro nivel de autoestima dependerá a qué aspiramos en la vida, lo qué
pretendemos lograr y ser y lo que podremos conseguir.
Es importante señalar que, aunque nosotros somos los responsables de definir nuestra autoestima, conseguir
tener una autoestima alta no es sencillo. La autoestima conlleva diversos procesos internos a través de los
cuales se debe llegar a la aceptación de todo lo que forma parte de una persona, es decir: su imagen física,
capacidades, defectos, valorar las virtudes, etc.
Si una persona consigue quererse y ser feliz como es, con sus defectos y virtudes, conseguirá tener una alta
autoestima, un buen concepto de si mismo y una valoración positiva. Estos aspectos pueden tener un papel
27
fundamental para que esa persona triunfe en lo que se proponga y sobre todo, sea más feliz. Una autoestima
alta también influirá en el concepto que las demás personas tendrán sobre esa persona.
De la misma forma, una baja autoestima seguramente se traducirá en fracasos, frustraciones y en no alcanzar
las metas deseadas. La autoestima funciona como un termómetro que indica lo que somos capaces de lograr.
Una percepción negativa de nosotros mismos nos limitará a la hora de lograr lo que nos propongamos y también
influirá en cómo nos ven las demás personas. Si una persona no tiene confianza en sí mismo, difícilmente lo
tendrán otras personas. De esta manera, es posible caer en una especie de círculo vicioso, ya que el hecho
de que las demás personas no nos valoren, servirá para reforzar y acentuar aún más la valoración negativa
que tenemos de nosotros mismos.
Por todos estos motivos, el amor y la valoración que uno tiene de sí mismo, son muy importantes para la
formación de una persona, su desarrollo y su vida en sociedad.
Autoestima Alta
Se considera que una persona tiene una alta autoestima cuando tiene una valoración positiva de si mismo. Sin
embargo, esto no quiere decir que una persona con alta autoestima sea una persona perfecta, o que todo le
salga bien. La autoestima depende de la valoración que uno tiene y hace de si mismo. Por ejemplo, una persona
podría hacer muchas cosas bien y pensar que debería hacer mucho más de lo que hace o hacerlas todavía
mejor, mientras que otra persona podría aceptarse mas fácilmente como es aun cuando algunas cosas no le
salgan tan bien o no le resulten tan fáciles. Para tener una alta autoestima no hay que ser perfecto, sino saber
aceptarse como uno es, con imperfecciones y todo. Pero tampoco hay que caer en el conformismo y no luchar
por aquellas cosas que se quieren solo por aceptarse como uno o una es. Uno siempre puede mejorar,
aprender y capacitarse, lo que no quiere decir que si a veces no se logra lo que se pretende sea motivo para
deprimirse o para auto castigarse.
Tener una autoestima elevada es la capacidad de sentirse bien con uno mismo. Cuando una persona tiene una
autoestima elevada, tiene una mayor probabilidad de alcanzar la felicidad, a la vez de conseguir lo que se
propone.
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Tienen confianza en sí mismos y saben lo que son capaces de lograr.
Se sienten más capaces de enfrentarse a retos aun cuando saben que corren el riesgo de no
lograrlos.
Suelen ser apreciados y respetados por los demás.
Saben plantear sus puntos de vista, sus gustos, mostrar su opinión y decir cuando están de acuerdo
y cuando están no lo están
Son personas seguras que se muestran fuertes ante los demás por lo que difícilmente no serán
tomados en cuenta.
Pueden aceptar sus errores sin sentirse unos fracasados.
Les resulta más fácil entender y perdonar a los demás.
Son más independientes y más capaces de mantenerse e ingeniárselas por si solos.
Tienen menos dificultades para expresarse o dar a conocer sus sentimientos.
Baja Autoestima
Cuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima, esto se traduce en una gran
cantidad de problemas en diversos ámbitos de su vida. Una persona con baja autoestima suele sentirse más
infeliz y mucho más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer.
Las personas con baja autoestima tienen una mayor tendencia a la depresión y a sufrir ante las
adversidades.
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Las personas con baja autoestima sienten una gran necesidad de ser aceptados por los demás ya
que no se aceptan a sí mismas. Por este mismo motivo, suelen sentirse muy presionados cuando
están con otras personas.
Las personas con baja autoestima, tienen miedo de arriesgarse por miedo a fracasar.
Tienen menos probabilidad de lograr lo que se proponen porque siempre están pensando de
antemano que no lo lograrán.
Las personas con baja autoestima suelen dejarse atropellar por los demás o ser maltratados por
miedo a resistirse y quedarse solos.
Les cuesta expresar sus sentimientos.
Suelen creer que siempre los demás están por encima de una o uno, son superiores, valen más y
por lo tanto sus problemas también son más importantes.
Tienen mayor dificultad para enfadarse con las demás personas por miedo a que la otra persona
“no acepte el enfado”.
Pueden ser muy autoexigentes y nunca valorar sus propios logros.
No tienen confianza en sí mismos ni creen que puedan lograr lo que se proponen.
Suelen excusarse y justificarse por todo. Siempre tienen miedo de estar molestando o quitándole
tiempo a los demás.
Cuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima, esto se traduce en una
gran cantidad de problemas en diversos ámbitos de su vida. Una persona con baja autoestima suele
sentirse más infeliz y mucho más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer.
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Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada, herida; echa
la culpa de sus fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos pertinaces contra sus
críticos.
Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
Deseo innecesario de complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y
a perder la benevolencia o buena opinión del peticionario.
Perfeccionismo, auto exigencia esclavizadora de hacer “perfectamente” todo lo que intenta,
que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son
objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta
indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
Hostilidad flotante, irritibilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas
de poca monta, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le
decepciona, nada le satisface.
Tendencias depresivas, un negativismo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y,
sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
Características de la autoestima positiva
1. Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aun cuando
encuentre fuerte oposición colectiva, y se siente lo suficientemente segura como para modificar
esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
2. Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirse
culpable cuando a otros le parece mal lo que haya hecho.
3. No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el pasado, ni por
lo que pueda ocurrir en el futuro.
4. Tiene confianza en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar
por los fracasos y dificultades que experimente.
5. Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque
reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
6. Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para
aquellos con quienes se asocia.
7. No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece
apropiado y conveniente.
8. Reconoce y acepta en sí misma una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas
como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece
que vale la pena.
9. Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, holgazanear, caminar, estar
con amigos, etc.
10. Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente
aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a medrar o divertirse
a costa de los demás.
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Autoestima en la Adolescencia
La adolescencia es una etapa muy compleja en la vida de una persona en la que la autoestima juega un papel
muy importante.
Durante esta etapa de la vida, las relaciones con las demás personas son totalmente esenciales. Durante la
adolescencia, también es muy importante la necesidad que tiene el joven chico o chica de sentirse aceptado y
parte de un grupo y empieza a hacerse muy fuerte su necesidad de agradar y resultar atractiva o atractivo a
las personas del sexo opuesto. En todas estas cuestiones, la autoestima juega un papel muy importante ya
que la valoración que uno tiene de si mismo será muy importante para determinar la valoración que tendrán
los demás hacia nosotros mismos.
Al mismo tiempo, poseer una autoestima elevada durante la adolescencia podría determinar gran cantidad de
aspectos con respecto al futuro. Una persona con una alta autoestima, seguramente aspirará a más, tendrá
una mayor confianza y se planteará diferentes metas y proyectos para su vida adulta.
Sin embargo, y a pesar de lo importante que es la autoestima durante la adolescencia, es bastante habitual
que muchas chicas y chicos no tengan una autoestima muy alta, debido a que también es un periodo muy
crítico en el que las relaciones con las demás personas pueden producir un efecto muy significativo sobre la
autoestima. Dicho de otra forma, si un adolescente no se siente aceptado por su grupo de amigas o amigos o
no se siente atractivo para el sexo opuesto, tiene muchas probabilidades de no saber afrontar la adolescencia
y desarrollar una baja autoestima. A menudo, problemas simples y típicos de la adolescencia podrían afectar
mucho a algunas personas debido a que ven truncada su necesidad de sentirse aceptados y valorados por los
demás. Es habitual ver adolescentes que tienen problemas de autoestima debido a problemas de acné, al
exceso de peso o porque una determinada persona no los tiene en consideración o cuenta con ellos.
Otro factor que hace que la autoestima juegue un papel muy importante durante la adolescencia es que la
adolescencia es una etapa en el que la persona necesita construir gran parte de su identidad. Por un lado,
necesita sentirse parte y ser aceptado pero también necesita diferenciarse y construir una identidad propia y
distinta a la de los demás. Sin embargo, una persona con baja autoestima seguramente no querrá mostrarse
como es por miedo a ser rechazada. Por ello, es posible que pueda construir su identidad no en base a lo que
es, sino en base a lo que los demás esperan que sea, para así poder ser aceptado.
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A pesar de que la autoestima está compuesta por múltiples factores y de que existen muchas técnicas
específicas para mejorarla, vamos a explicar una serie de consejos que siempre deberíamos tener en mente
si queremos tener una autoestima alta y saludable. Son los siguientes:
LA AUTOESTIMA
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La autoestima es la aceptación básica de nosotros mismos. Se construye en la historia de cada uno, en
las relaciones con los demás, en las experiencias que vamos teniendo desde niños... Los problemas
familiares, problemas en la escuela, las cuestiones difíciles que hemos tenido que enfrentar en nuestras
vidas pueden provocar en nosotros un sentimiento de baja autoestima, de no servir para nada, ... De
la misma forma, las experiencias positivas y las experiencias de éxito suelen contribuir a que nos
valoremos a nosotros mismos, nos consideremos capaces, tengamos una alta autoestima.
Pero también podemos, conscientemente, potenciar nuestra autoestima. Conocernos y reconocer que,
por encima de nuestros defectos y limitaciones, somos personas valiosas, creadas y queridas por Dios,
y con posibilidad permanente de crecer y desarrollarnos. La autoestima es muchas veces la que hace
que vivamos con sentimientos de felicidad o infelicidad. Una autoestima equilibrada es necesaria para
atrevernos a crecer y a asumir nuevos desafíos, y también para relacionarnos positivamente con los
demás, porque “sólo el que se acepta a sí mismo puede aceptar a los otros”.
Existen pistas, “técnicas” que nos pueden ayudar a crecer en autoestima. Algunas de ellas son las
siguientes:
Pensar positivamente acerca de uno mismo. Pensar al menos tanto en nuestros puntos fuertes como
en nuestros puntos flacos, en nuestros logros como en nuestros fracasos.
Acoger con alegría el aprecio y el afecto que recibimos de los demás. Permitir que los demás “se
extiendan” cuando nos alaban sinceramente, en vez de atenuar los propios méritos, como solemos
hacer.
Recordar en la noche cada día un par de ocasiones en las que nos hayamos sentido afirmados, y
saborearlas de nuevo.
Recrear con la imaginación y la memoria episodios de nuestra vida en los que nos hemos sentido
profundamente amados, y reconocer en ellos el amor de Dios.
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Estar más dispuestos a perdonarnos y comprendernos que a culpabilizarnos y castigarnos.
Hacer favores cuando nos parece apropiado y lo deseamos, y no para complacer a los demás.
Querer a los demás, y mostrárselo. Los demás también necesitan quererse más a sí mismos, y
ayudarles a ser felices nos hace ser nosotros también felices.
Para nosotros, como cristianos, existe además una razón profunda y definitiva para querernos y
aceptarnos a nosotros mismos. Mucha gente pone su valía personal en el hecho de ser más capaces que
los otros; otros, en tener mucho; otros, en saber mucho; en tener mucho prestigio, ... Nosotros, sin
embargo, sabemos que somos valiosos porque somos hijos de Dios. Porque Dios nos quiere y nos ha
querido desde siempre, y nos llama a construir con Él su Reino.
Desde ese amor inmenso y personal que Dios nos tiene, ninguna persona es insignificante. Todos
estamos hechos a imagen y semejanza suya y todos somos llamados y buscados por Él. Esa llamada
que Dios me hace me personaliza radicalmente, me da mi identidad más profunda: hijo / hija de Dios
y hermano / a de todos los hombres y mujeres.
LOS SENTIMIENTOS
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La personalidad se expresa en las conductas, visibles a los otros, y en los sentimientos, visibles sólo a uno
mismo.
Si a partir de lo que hacemos nos conocen los demás, nosotros nos conocemos mejor a partir de lo que
sentimos.
Los sentimientos son la razón más fuerte de las conductas. El hombre es un ser racional, pero sobre todo es
un ser emocional. Somos repetidores de conductas, pero más aún de sentimientos.
El sentimiento es una reacción o respuesta interna, espontánea (brota espontáneamente del fondo emocional)
y típica del individuo (revela su personalidad) a una situación dada.
Si quieres saber quién eres, mira lo que sientes. Los sentimientos no mienten, las palabras pueden mentir.
Es muy importante escuchar los sentimientos. Normalmente pasamos de los sentimientos a la acción sin
detenernos en aquellos, sin tomar conciencia de ellos, ni tratar de evaluarlos. De ahí que, en muchas ocasiones,
en vez de dominar nosotros a los sentimientos, seamos dominados por ellos.
La primera persona, repitiendo su reacción, crea en sí misma un hábito emocional fortísimo; empeora cada
vez más.
La segunda, reconoce y acepta el sentimiento, lo evalúa a la luz de los principios humanos y cristianos, y llega
a obrar correctamente.
Son fuerzas al servicio de la persona. Bien utilizadas, la harán cada día más libre. Su función es impulsar a la
acción humana densa, eficaz, gozosa...
Lo que efectivamente hace que el hombre se embarque en la tarea de su propia vocación, con ilusión y
generosidad, es una emotividad sana, positiva y gozosa.
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NUESTRAS SOMBRAS
HUMILDAD
Etim.: del latín humilitas, abajarse; de humus (tierra)
Humildad: La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo tiene la nada y el
pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre
humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de
Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al
prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios
que no le pertenecen.
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que
se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.
El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un
hombre es más humilde crece una visión más correcta de la realidad.
Jesús es la humildad encarnada. Perfecto en todas las virtudes, nos enseña en cada momento en cada
palabra. Siendo Dios, vivió 30 de sus 33 años en vida oculta, ordinaria, tenido por uno de tantos. Lo
extraordinario fue la perfección en que vivió lo ordinario. También sus 3 años de vida pública son
perfecta humildad. En todo hacía, como siempre la voluntad de su Padre. Nunca busco llamar la
atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre. Al final murió en la Cruz. Nos dijo: "Aprended de
mi que soy manso y humilde de corazón".
Jesús repara el daño de Adán que es rebeldía ante Dios y de todo el orgullo posterior. Otros modos de
llamar a este veneno: amor propio, egoísmo y soberbia.
Nadie tuvo jamás dignidad comparable a la de Él, nadie sirvió con tanta solicitud a los hombres: yo
estoy en medio de vosotros como quien sirve. Sigue siendo ésa su actitud hacia cada uno de nosotros.
Dispuesto a servirnos, a ayudarnos, a levantarnos de las caídas. ¿Servimos nosotros a los demás, en la
familia, en el trabajo, en esos favores anónimos que quizá jamás van a ser agradecidos?
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Ejemplo os he dado -dice el Señor después de lavarles los pies a sus discípulos - para que como yo he
hecho con vosotros, así hagáis vosotros -Cf. Jn 13, 15. Nos deja una suprema lección para que
entendamos que si no somos humildes, si no estamos dispuestos a servir, no podemos seguir al
Maestro.
El Señor nos invita a seguirle y a imitarle, y nos deja una regla sencilla, pero exacta, para vivir la
caridad con humildad y espíritu de servicio: Todo lo que queráis que hagan los hombres con
vosotros, hacedlo también vosotros con ellos -Cf Mt 7, 12. La experiencia de lo que me agrada o me
molesta, de lo que me ayuda o me hace daño, es una buena norma de aquello que debo hacer o evitar
en el trato con los demás.
La soberbia lo inficiona todo. Donde hay un soberbio, todo acaba maltratado: la familia, los amigos,
el lugar donde trabaja... Exigirá un trato especial porque se cree distinto, habrá que evitar con cuidado
herir su susceptibilidad... Su actitud dogmática en las conversaciones, sus intervenciones irónicas -no
le importa dejar en mal lugar a los demás por quedar él bien-, la tendencia a poner punto final a las
conversaciones que surgieron con naturalidad, etcétera, son manifestaciones de algo más profundo: un
gran egoísmo que se apodera de la persona cuando ha puesto el horizonte de la vida en sí misma.
"El primero entre vosotros sea vuestro servidor" -Mt 23, 11. Para eso hemos de dejar nuestro egoísmo
a un lado y descubrir esas manifestaciones de la caridad que hacen felices a los demás. Si no
lucháramos por olvidarnos cada vez más de nosotros mismos, pasaríamos una y otra vez al lado de
quienes nos rodean y no nos daríamos cuenta de que necesitan una palabra de aliento, valorar lo que
hacen, animarles a ser mejores y servirles.
El egoísmo ciega y nos cierra el horizonte de los demás; la humildad abre constantemente camino a la
caridad en detalles prácticos y concretos de servicio. Este espíritu alegre, de apertura a los demás, y
de disponibilidad es capaz de transformar cualquier ambiente. La caridad cala, como el agua en la
grieta de la piedra, y acaba por romper la resistencia más dura. “Amor saca amor” -SANTA TERESA,
Vida, 22, 14. San Juan de la Cruz aconsejaba: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor” -SAN
JUAN DE LA CRUZ, Carta a la M. M.0 de la Encarnación, en Vida, BAC, Madrid 1950, p. 1322 .
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Los grados de la humildad:
1 conocerse, 2 aceptarse, 3 olvido de si, 4 darse.
Es difícil conocerse. La soberbia, que siempre está presente dentro del hombre, ensombrece la
conciencia, embellece los defectos propios, busca justificaciones a los fallos y a los pecados. No es
infrecuente que, ante un hecho, claramente malo, el orgullo se niegue a aceptar que aquella acción haya
sido real, y se llega a pensar: "no puedo haberlo hecho", o bien "no es malo lo que hice", o incluso "la
culpa es de los demás".
Para superar: examen de conciencia honesto. Para ello: primero pedir luz al Espíritu Santo, y después
mirar ordenadamente los hechos vividos, los hábitos o costumbres que se han enraizado más en la
propia vida - pereza o laboriosidad, sensualidad o sobriedad, envidia...
2 Aceptarse. Una vez se ha conseguido un conocimiento propio más o menos profundo viene el
segundo escalón de la humildad: aceptar la propia realidad. Resulta difícil porque la soberbia se
rebela cuando la realidad es fea o defectuosa.
Aceptarse no es lo mismo que resignarse. Si se acepta con humildad un defecto, error, limitación, o
pecado, se sabe contra qué luchar y se hace posible la victoria. Ya no se camina a ciegas sino que se
conoce al enemigo. Pero si no se acepta la realidad, ocurre como en el caso del enfermo que no quiere
reconocer su enfermedad: no podrá curarse. Pero si se sabe que hay cura, se puede cooperar con los
médicos para mejorar. Hay defectos que podemos superar y hay límites naturales que debemos saber
aceptar.
Dentro de los hábitos o costumbres, a los buenos se les llama virtudes por la fuerza que dan a los
buenos deseos; a los malos los llamamos vicios, e inclinan al mal con más o menos fuerza según la
profundidad de sus raíces en el actuar humano. Es útil buscar el defecto dominante para poder evitar
las peores inclinaciones con más eficacia. También conviene conocer las cualidades mejores que se
poseen, no para envanecerse, sino para dar gracias a Dios, ser optimista y desarrollar las buenas
tendencias y virtudes.
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Los errores son más fáciles de superar porque suelen ser involuntarios. Una vez descubiertos se pone
el remedio y las cosas vuelven al cauce de la verdad. Si el defecto es una limitación, no es pecado,
como no lo es ser poco inteligente o poco dotado para el arte. Pero sin humildad no se aceptan las
propias limitaciones. El que no acepta las propias limitaciones se expone a hacer el ridículo, por
ejemplo, hablando de lo que no sabe o alardeando de lo que no tiene.
Vive según tu conciencia o acabarás pensando como vives. Es decir, si tu vida no es fiel a tu propia
conciencia, acabarás cegando tu conciencia con teorías justificadoras.
3 Olvido de sí. El orgullo y la soberbia llevan a que el pensamiento y la imaginación giren en torno al
propio yo. Muy pocos llegan a este nivel. La mayoría de la gente vive pensando en si mismo,
"dándole vuelta" a sus problemas. El pensar demasiado en uno mismo es compatible con saberse poca
cosa, ya que el problema consiste en que se encuentra un cierto gusto incluso en la lamentación de los
propios problemas. Parece imposible pero se puede dar un goce en estar tristes, pero no es por la
tristeza misma sino por pensar en sí mismo, en llamar la atención.
El olvido de sí no es lo mismo que indiferencia ante los problemas. Se trata más bien de superar el
pensar demasiado en uno mismo. En la medida en que se consigue el olvido de sí, se consigue
también la paz y alegría. Es lógico que sea así, pues la mayoría de las preocupaciones provienen de
conceder demasiada importancia a los problemas, tanto cuando son reales como cuando son
imaginarios. El que consigue el olvido de sí está en el polo opuesto del egoísta, que continuamente
esta pendiente de lo que le gusta o le disgusta. Se puede decir que ha conseguido un grado aceptable
de humildad. El olvido de sí conduce a un santo abandono que consiste en una despreocupación
responsable. Las cosas que ocurren -tristes o alegres- ya no preocupan, solo ocupan.
4 -Darse. Este es el grado más alto de la humildad, porque más que superar cosas malas se trata de
vivir la caridad, es decir, vivir de amor. Si se han ido subiendo los escalones anteriores, ha mejorado
el conocimiento propio, la aceptación de la realidad y la superación del yo como eje de todos los
pensamientos e imaginaciones. Si se mata el egoísmo se puede vivir el amor, porque o el amor mata
al egoísmo o el egoísmo mata al amor.
En este nivel la humildad y la caridad llevan una a la otra. Una persona humilde al librarse de las
alucinaciones de la soberbia ya es capaz de querer a los demás por sí mismos, y no sólo por el
provecho que pueda extraer del trato con ellos.
Cuando la humildad llega al nivel de darse se experimenta más alegría que cuando se busca el
placer egoístamente. La única vez que se citan palabras de Nuestro Señor del Evangelio en los Hechos
de los Apóstoles dice que se es mas feliz en dar que en recibir. La persona generosa experimenta una
felicidad interior desconocida para el egoísta y el orgulloso.
La caridad es amor que recibimos de Dios y damos a Dios. Dios se convierte en el interlocutor de
un diálogo diáfano y limpio que sería imposible para el orgulloso ya que no sabe querer y además no
sabe dejarse querer. Al crecer la humildad la mirada es más clara y se advierte más en toda su riqueza
la Bondad y la Belleza divinas.
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Dios se deleita en los humildes y derrama en ellos sus gracias y dones con abundancia bien recibida.
El humilde se convierte en la buena tierra que da fruto al recibir la semilla divina.
-Que me conozca; que te conozca. Así jamás perderé de vista mi nada”. Solo así podré seguirte
como Tú quieres y como yo quiero: con una fe grande, con un amor hondo, sin condición alguna.
Se cuenta en la vida de San Antonio Abad que Dios le hizo ver el mundo sembrado de los lazos que el
demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres. El santo, después de esta visión, quedó lleno
de espanto, y preguntó: “Señor, ¿Quién podrá escapar de tantos lazos?”. Y oyó una voz que le
contestaba: “Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria, mientras
los soberbios van cayendo en todas las trampas que el demonio les tiende"
Nos ayudará a desearla de verdad el tener siempre presente que el pecado capital opuesto, la
soberbia, es lo más contrario a la vocación que hemos recibido del Señor, lo que más daño hace a
la vida familiar, a la amistad, lo que más se opone a la verdadera felicidad... Es el principal apoyo con
que cuenta el demonio en nuestra alma para intentar destruir la obra que el Espíritu Santo trata
incesantemente de edificar.
Con todo, la virtud de la humildad no consiste sólo en rechazar los movimientos de la soberbia, del
egoísmo y del orgullo. De hecho, ni Jesús ni su Santísima Madre experimentaron movimiento alguno
de soberbia y, sin embargo, tuvieron la virtud de la humildad en grado sumo. La palabra humildad
tiene su origen en la latina humus, tierra; humilde, en su etimología, significa inclinado hacia la
tierra; la virtud de la humildad consiste en inclinarse delante de Dios y de todo lo que hay de
Dios en las criaturas (6). En la práctica, nos lleva a reconocer nuestra inferioridad, nuestra pequeñez
e indigencia ante Dios. Los santos sienten una alegría muy grande en anonadarse delante de Dios y en
reconocer que sólo Él es grande, y que en comparación con la suya, todas las grandezas humanas
están vacías y no son sino mentira.
¿Cómo he de llegar a la humildad? Por la gracia de Dios. Solamente la gracia de Dios puede darnos
la visión clara de nuestra propia condición y la conciencia de su grandeza que origina la humildad.
Por eso hemos de desearla y pedirla incesantemente, convencidos de que con esta virtud amaremos a
Dios y seremos capaces de grandes empresas a pesar de nuestras flaquezas...
Quien lucha por ser humilde no busca ni elogios ni alabanzas porque su vida esta en Dios; y si
llegan procura enderezarlos a la gloria de Dios, Autor de todo bien. La humildad se manifiesta en el
desprecio sino en el olvido de sí mismo, reconociendo con alegría que no tenemos nada que no
hayamos recibido, y nos lleva a sentirnos hijos pequeños de Dios que encuentran toda la firmeza en la
mano fuerte de su Padre.
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Aprendemos a ser humildes meditando la Pasión de Nuestro Señor, considerando su grandeza
ante tanta humillación, el dejarse hacer “como cordero llevado al matadero”.
Meditando la Vida de la Virgen María y uniéndonos a ella en oración. La mujer mas humilde y por
eso también la escogida de Dios, la mas grande. La Esclava del Señor, la que no tuvo otro deseo que el
de hacer la voluntad de Dios.
También acudimos a San José, que empleó su vida en servir a Jesús y a María, llevando a cabo la
tarea que Dios le había encomendado.
LA HUMILDAD
Se acercaba mi cumpleaños y quería ese año pedir un deseo especial al apagar las velas de mi pastel.
Caminando por el parque me senté al lado de un mendigo que estaba sentado en uno de los bancos, el más
retirado, viendo dos palomas revolotear cerca del estanque y me pareció curioso ver a un hombre de aspecto
abandonado, mirar las avecillas con una sonrisa en la cara que parecía eterna.
Un hombre al que no le faltaba nada, tenía mi trabajo que me producía mucho dinero, claro ¿como no iba a
producírmelo trabajando tanto?, tenía mis hijos a los cuales gracias a mi esfuerzo tampoco les faltaba nada y
tenían los juguetes que quisiesen tener.
En fin gracias a mis interminables horas de trabajo no les faltaba nada a mi familia.
Me acerqué entonces al hombre y le pregunte, ¿Caballero que pediría usted como deseo en su cumpleaños?
Pensando yo que el hombre me contestaría que dinero y así de paso yo darle unos billetes que tenía y hacer la
obra de caridad del año.
No sabe usted mi asombro cuando el hombre me contesta lo siguiente con la misma sonrisa en su rostro que no
se le había borrado y nunca se le borró:
-Amigo, si pidiese algo más de lo que tengo sería muy egoísta, yo ya he tenido de todo lo que necesita un
hombre en la vida y más. Vivía con mis padres y mi hermano antes de perderlos una tarde de junio, hace
mucho, conocí el amor de mi padre y mi madre que se desvivían por darme todo el amor que le será posible
dentro de nuestras limitaciones económicas. Al perderlos, sufrí muchísimo pero entendí que hay otros que
nunca conocieron ese amor, yo sí y me sentí mejor.
Cuando joven conocí una niña de la cual me enamoré perdidamente, un día la besé y estalló en mí el amor
hacia aquella joven tan bella que cuando luego se marchó, mi corazón sufría tanto... Recuerdo ese momento y
pienso que hay personas que nunca han conocido el amor y me siento mejor.
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Un día en este parque un niño correteando cayó al piso y comenzó a llorar, yo fui, lo ayude a levantarse, le
sequé las lágrimas con mis manos y jugué con él por unos instantes más y aunque no era mi hijo me sentí
padre, y me sentí feliz porque pensé que muchos no han conocido ese sentimiento.
Cuando siento frío y hambre en el invierno, recuerdo la comida de mi madre y el calor de nuestra pequeña
casita y me siento mejor porque hay otros que nunca lo han sentido y tal vez no lo sentirán nunca. Cuando
consigo dos piezas de pan comparto una con otro mendigo del camino y siento el placer que da compartir con
quien lo necesita, y recuerdo que hay unos que jamás sentirán esto.
Mi querido amigo, que más puedo pedir a Dios o a la vida cuando lo he tenido todo, y lo más importante es que
estoy consciente de ello.
Puedo ver la vida en su más simple expresión, como esas dos palomitas jugando, ¿qué necesitan ellas? lo
mismo que yo, nada... Estamos agradecidos al Cielo de esto, y sé que usted pronto lo estará también.
Miré hacia el suelo un segundo como perdido en la grandeza de las palabras de aquel sabio que me había
abierto los ojos en su sencillez, cuando miré a mi lado ya no estaba, sólo las palomitas y un arrepentimiento
enorme de la forma en que había vivido sin haber conocido la vida. Jamás pensé que aquel mendigo, era tal vez
un ángel enviado por el Señor, me daría el regalo más precioso que se le puede dar a un ser humano...
La Humildad.
La Carreta Vacía
Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me
preguntó:
Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una
carreta.
Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido.
Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo
la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose
prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"
43
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden
que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel
que está lleno de sí mismo.
Pro 15:33 El temor de Yavé es la escuela de la sabiduría; antes de la gloria es necesaria la humildad.
Pro 18:12 La arrogancia del hombre viene antes que su ruina, la humildad precede a la gloria.
Col 3:12 Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la
compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia.
1Pe 5:5 También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Traten de
rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia
a los humildes.
Zep 2:3 Buscad a Yahveh, vosotros todos, humildes de la tierra, que cumplís sus normas; buscad la
justicia, buscad la humildad; quizá encontréis cobijo el Día de la cólera de Yahveh.
Eph 4:2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor,
BL 95 (HUMILDE)
Num 12:3 Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde. No había nadie más humilde que él en la
faz de la tierra.
Psa 9:18 Porque no será olvidado el pobre para siempre ni será en vano la esperanza del humilde.
Pro 16:19 Más vale permanecer humilde con los de abajo que repartirse los despojos con los orgullosos.
Pro 29:23 Tu orgullo hará que te humillen, el que es humilde alcanzará los honores.
Zec 9:9 Salta, llena de gozo, oh hija de Sión, lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén.
Pues tu rey viene hacia ti; él es santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo
pequeño de una burra.
44
Mat 11:29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas
encontrarán descanso.
Luk 1:48 porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz.
Rom 12:16 Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se
tengan por sabios.
Humildad
159,525, 559, 724, 732, 2540, 2559, 2612, 2628, 2631, 2706, 2713, 2779, 2854.
2540
La envidia representa una de las formas de la tristeza y, por tanto, un rechazo de la caridad; el bautizado
debe luchar contra ella mediante la benevolencia. La envidia procede con frecuencia del orgullo; el
bautizado ha de esforzarse por vivir en la humildad:
¿Querríais ver a Dios glorificado por vosotros? Pues bien, alegraos del progreso de vuestro hermano y
con ello Dios será glorificado por vosotros. Dios será alabado -se dirá- porque su siervo ha sabido
vencer la envidia poniendo su alegría en los méritos de otros (S. Juan Crisóstomo, hom. in Rom. 7,3).
2559
"La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes"(San Juan
Damasceno, f. o. 3, 24). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo
y de nuestra propia voluntad, o desde "lo más profundo" (Sal 130, 14) de un corazón humilde y
contrito? El que se humilla es ensalzado (cf Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración.
"Nosotros no sabemos pedir como conviene"(Rom 8, 26). La humildad es una disposición necesaria
para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios (cf San Agustín,
serm 56, 6, 9).
2631
La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición (cf el publicano: "ten
compasión de mí que soy pecador": Lc 18, 13). Es el comienzo de una oración justa y pura. La
humildad confiada nos devuelve a la luz de la comunión con el Padre y su Hijo Jesucristo, y de los
unos con los otros (cf 1 Jn 1, 7-2, 2): entonces "cuanto pidamos lo recibimos de El" (1 Jn 3, 22). Tanto
la celebración de la eucaristía como la oración personal comienzan con la petición de perdón.
2706
Meditar lo que se lee conduce a apropiárselo confrontándolo consigo mismo. Aquí, se abre otro libro:
el de la vida. Se pasa de los pensamientos a la realidad. Según sean la humildad y la fe, se descubren
45
los movimientos que agitan el corazón y se les puede discernir. Se trata de hacer la verdad para llegar
a la Luz: "Señor, ¿qué quieres que haga?".
2713
Así, la contemplación es la expresión más sencilla del misterio de la oración. Es un don, una gracia;
no puede ser acogida más que en la humildad y en la pobreza. La oración contemplativa es una relación
de alianza establecida por Dios en el fondo de nuestro ser (cf Jr 31, 33). Es comunión: en ella, la
Santísima Trinidad conforma al hombre, imagen de Dios, "a su semejanza".
2779
Antes de hacer nuestra esta primera exclamación de la Oración del Señor, conviene purificar
humildemente nuestro corazón de ciertas imágenes falsas de "este mundo". La humildad nos hace
reconocer que "nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar", es
decir "a los pequeños" (Mt 11, 25-27). La purificación del corazón concierne a imágenes paternales o
maternales, correspondientes a nuestra historia personal y cultural, y que impregnan nuestra relación
con Dios. Dios nuestro Padre transciende las categorías del mundo creado. Transferir a él, o contra él,
nuestras ideas en este campo sería fabricar ídolos para adorar o demoler. Orar al Padre es entrar en su
misterio, tal como El es, y tal como el Hijo nos lo ha revelado:
La expresión Dios Padre no había sido revelada jamás a nadie. Cuando Moisés preguntó a Dios quién
era El, oyó otro nombre. A nosotros este nombre nos ha sido revelado en el Hijo, porque este nombre
implica el nuevo nombre del Padre (Tertuliano, or. 3).
Ansias de libertad
46
asociación, derecho para manifestarse y protestar pacíficamente, alto a las represiones y
opresiones, etc.
Los jóvenes también piden y gritan libertad: se rebelan contra el autoritarismo de algunos
padres de familia, maestros o autoridades civiles; cuestionan determinadas leyes, normas y
prohibiciones; no permiten que nadie se meta en sus cosas y asuntos personales; participan
grupalmente en manifestaciones, protestas, etc.
A pesar de esos deseos y gritos de libertad, existen, sin embargo, una serie de servidumbres
y dependencias a las que está sometido el hombre de nuestra sociedad actual. He aquí
algunas de ellas.
El culto idolátrico al dinero como valor máximo de la vida: en una cultura del “tener” el
hombre se arrodilla ante el dinero y se convierte en su esclavo.
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Por otra parte, los jóvenes que gritan libertad muchas veces son esclavos de los medios de
comunicación, del placer, del sexo, de la droga, del alcohol, de la moda, del respeto humano,
de sus vicios, etc.
La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o
aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es
la característica de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más
libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está
ordenada a Dios, Bien supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también
la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la
libertad, que conduce a la esclavitud del pecado.
El hombre, por lo tanto, no esta dirigido por nada ni por nadie. Ni por un destino fatal contra
el cual es imposible luchar, ni por la fuerza oculta de los astros ni por los designios de Dios.
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Es cierto que los acontecimientos, la sociedad, el trabajo y las costumbres condicionan el
ejercicio de la libertad. Pero también es cierto que a pesar de eso, en última instancia, el
hombre permanece libre. Para bien o para mal, el hombre será siempre el arquitecto de su
propio destino.
Muchas personas tienen un concepto equivocado de la libertad. Para ellas, libertad es:
Ser libre, en primer lugar, es tener la capacidad interior de obrar, pero sabiendo en cada
momento “como” hemos de obrar y “por que” obramos así y no de otra manera. En segundo
lugar, ser libre es pensar y actuar sin presiones internas ni externas.
Sabe lo que piensa, tiene convicciones sólidas; sabe lo que quiere, permanece fiel a sí
mismo… no se pierde en la masa. No se deja llevar por las corrientes d opinión pública… es
“alguien” que tiene el dominio de sí y que sigue siendo lo que es, fiel a sus convicciones, a
su ideal, a su plan de vida.
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La libertad, en definitiva, es la capacidad de autodefinirse y autodeterminarse.
Libertad “de”: es la libertad para pensar, decidir y actuar sin presiones físicas, sociales
o morales. Se trata de liberarse de lo que ata, de lo que impide al hombre autor
realizarse.
La libertad se conquista:
La persona no es libre; más bien, se va haciendo libre. En este sentido, la libertad es una
conquista, un deber, una tarea por realizar, una posibilidad que cada uno tendrá que hacer
realidad.
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VERDAD Y LIBERTAD
Para ellos, lo que otros llaman verdad es sólo una opinión más. Lo único que vale es la
libertad: pensar, hablar, obrar y creer, de acuerdo a lo que cada uno considere lo mejor.
“Muchos autores, en su crítica demoledora de toda certeza e ignorando las distinciones
necesarias contestan incluso las certezas de la fe” (FR 91). “Hay algunos sistemas filosóficos
que, engañando al hombre, lo han convencido de que puede decidir autónomamente sobre
su propio destino y su futuro, confiando sólo en sí mismo y en sus propias fuerzas. Pero la
grandeza del hombre jamás consistirá en eso. Sólo la opción por la verdad será determinante
para su realización personal. Solamente en este horizonte de la verdad comprenderá la
realización plena de su libertad y de su llamado al amor y al conocimiento de Dios como
realización suprema de sí mismo” (FR 107).
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Algunos han llegado a exaltar la libertad hasta el punto de considerarla como norma absoluta
y fuente de los valores. De este modo, sólo la conciencia personal tendría el derecho de
decidir sobre lo que es bueno y malo. “Lo que es bueno para mí es bueno para todos”. Pero
cada uno tiene la obligación de buscar la verdad objetiva, que es válida, no sólo para mí,
sino para todos los hombres. Porque hay principios fundamentales, que son universales e
inmutables. Así como hay actos intrínsecamente malos, malos de por sí,
independientemente de las circunstancias. Una obra mala no se hace buena por hacerlo
por un fin bueno, por ejemplo, robar para dárselo a los pobres. “Algunos dicen: hagamos el
mal para que venga el bien. Éstos bien merecen la propia condena” (VS 78). “Sólo las
acciones que están conformes al bien, al verdadero bien del hombre, conducen a la vida”
(VS 72). El fin no justifica los medios.
S. Agustín decía: “En cuanto a los actos que son por sí mismos pecados, como el robo, la
fornicación, la blasfemia y otros actos semejantes ¿quién osará afirmar que, cumpliéndolos
por motivos buenos, ya no serían pecados o, conclusión más absurda, que serían pecados
justificados?”. Hay principios fundamentales que están inscritos en la conciencia y que todos
deben respetar, pues el bien está de acuerdo a la verdad objetiva de lo que es realmente
bueno para la realización personal del hombre.
Por eso, es tan importante que nuestra libertad se base en la verdad, ya que como dice
Jesús: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8,32). “Estas palabras encierran
una exigencia fundamental y, al mismo tiempo, una advertencia: la exigencia de una relación
honesta con respecto a la verdad, como condición para una auténtica libertad... Después de
dos mil años, Cristo aparece como Aquel que trae al hombre la libertad, basada en la verdad,
Aquel que libera de lo que limita, disminuye y casi destruye esta libertad en sus mismas
raíces en el alma del hombre, en su corazón y en su conciencia” (RH 12). “La verdad no es
creada por cada uno o por grupos humanos especiales, la verdad existe, la verdad universal,
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a la que todos deben someterse, y esta verdad en último término es Dios, que es quien da
sentido a la vida del ser humano. Por eso, se comete pecado cuando el hombre, sabiéndolo
y queriéndolo, elige, por el motivo que sea, algo gravemente desordenado. En efecto, en
esta elección está ya incluido un desprecio del mandato divino, un rechazo del amor de Dios
hacia la humanidad y hacia toda la creación... y el hombre se aleja de Dios y pierde el amor”
(VS 70).
Por eso, ha puesto en nuestros corazones la ley natural que Él mismo ha escrito en nuestra
naturaleza y que a través de nuestra conciencia, nos dice lo que nos conviene para nuestra
realización personal. Y esto es lo mismo para todos los seres humanos. Podemos decir que
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la ley natural es la voz de Dios, que llega a nosotros a través del entendimiento o de la
conciencia. Esta ley natural es la base y fundamento de la Moral y de los derechos humanos
fundamentales para todos los hombres, aunque la conciencia o conocimiento de esta ley
natural pueda ser mal interpretada en algunos, por efecto de sus pecados, cultura o
educación.
“La conciencia es el sagrario del hombre en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en
lo más íntimo de sí mismo... En lo profundo de su conciencia, el hombre descubre una ley
que él no se da a sí mismo, pero que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es
necesario, en los oídos de su corazón, llamándolo siempre a amar y a hacer el bien y a evitar
el mal: haz esto, evita aquello. En obedecer esta ley escrita por Dios en su corazón está su
dignidad humana y según ella será juzgado” (GS 16). “La dignidad humana exige que el
hombre actúe según su conciencia” (GS 17).
Hay, pues, que buscar con ahínco la verdad y el bien en nuestra vida. Dios nos habla a
través de nuestra conciencia. Sus mandamientos no son órdenes caprichosas, sino señales
para que no equivoquemos el camino. ¿Qué diríamos de aquel hombre que se dijera a sí
mismo al ir por la carretera: yo no obedezco las señales de tráfico? ¿Quién ha puesto estas
señales aquí? ¿Por qué voy a tener que obedecer a un desconocido? ¿Por qué no puedo ir
a la izquierda, cuando la señal indica ir por la derecha? Si así piensa y actúa y va a la
izquierda, probablemente caerá en el barranco y se matará. Eso les pasa a los hombres que
no quieren escuchar la voz de su Padre de Dios a través de su conciencia y quieren seguir
sus propias ideas. Hombres que todo lo discuten y creen que sus ideas son las mejores. Son
los soberbios, que no aceptan imposiciones de nadie y se creen más sabios que el mismo
Dios. Por eso, seamos razonables y responsables para ser libres de verdad. Solamente la
verdad, que Dios nos enseña, nos dará la verdadera libertad, para llegar a ser hombres
auténticos, plenamente humanos, llenos de luz y de amor.
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PROVIDENCIA Y LIBERTAD
Dios nos ama y guía nuestros pasos con amor de padre. El problema es que nosotros, con
frecuencia, no nos queremos dejar guiar por Él y queremos ser libres a nuestra manera. Y,
entonces, surgen las dificultades, pues nos fabricamos nuestra propia felicidad, lejos de
Dios. La libertad humana, mal usada, es el gran obstáculo para que toda la creación pueda
ir con seguridad y suavidad hacia Dios. Ya decía Georges Bernanos: El gran escándalo de
la creación no es el sufrimiento, sino la libertad. El hombre puede decir: que se haga la
voluntad de Dios o que no se haga. La libertad puede dar origen al infierno o al paraíso en
nosotros.
Ahora bien, también ocurre que nosotros somos llevados frecuentemente por caminos que
no hemos buscado y que no queríamos. Dios, a veces, permite que nos sucedan cosas
totalmente incomprensibles o muy dolorosas. ¿Podemos pensar que es Dios el que las
quiere para nosotros? Digamos que muchas cosas nos suceden sin que Dios las quiera,
pero las permite para nuestro bien (Rom 8,28). Dios no quiere que alguien muera en la
guerra, porque no ha querido la guerra. Dios no quiere que un delincuente mate, pero Dios
lo ha permitido. Dios no quiere que alguien tenga un accidente por imprudencia, pero Dios
ha respetado la libertad de quien ha manejado a alta velocidad y se ha estrellado y ha matado
consigo a sus compañeros de viaje... Y así podríamos seguir hablando de muchas otras
cosas dolorosas que nos pueden suceder.
Nosotros queremos tener salud, trabajo, dinero y todas las comodidades necesarias para
vivir bien. Y Dios, a veces, sin culpa de nadie, rompe nuestros esquemas y permite
enfermedades o cataclismos naturales o accidentes de los que nadie es culpable.
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¿Echaremos la culpa a Dios? ¿No podemos ver en esos casos también la mano amorosa
de Dios, aunque nos duela? Si muere un ser querido o quedamos enfermos o inutilizados de
por vida... ¿Tendrá Dios la culpa? ¿Será un Dios cruel que no tiene compasión de nosotros?
He ahí un problema que muchos se plantean y que, cuando su fe no es fuerte, puede
llevarlos al suicidio o a la desesperación o al rechazo de Dios; pero, cuando se aceptan
humildemente los planes de Dios, entonces, podemos ver que, a pesar de todos los
infortunios y desgracias, Dios lleva la barca de nuestra vida hacia Él y hacia nuestra felicidad
Tener un proyecto de vida. Ser libre es ser capaz de seguir un proyecto de vida. Quien
vive de ideales y de metas será plenamente libre.
Ir contra corriente. Ser libre es no dejarse arrastrar por el ambiente, por la publicidad o por
el que dirán.
Decir no a las manipulaciones. Ser libre es resistir a todos los intentos de manipulación de
personas, grupos y sistemas.
Tener coraje. Ser libre es tener fuerza de voluntad para seguir el camino que conduce a la
autorrealización.
Ser responsable. Ser libre es ser responsable. No hay verdadera libertad sin sentido de
responsabilidad y de fidelidad a los deberes propios.
Nos comprometemos:
56
¿En qué ambientes actuamos con menos libertad, familia, escuela, trabajo, trabajo juvenil,
amistades? ¿Qué podemos hacer para sentirnos y actuar con más libertad?
ORACIÓN
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Y no nos dejan vivir en paz.
Pegajosa y atractiva.
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Somos realmente libres
Muchas personas tienen un concepto equivocado de la libertad. Para ellas, libertad es:
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Ser libre, en primer lugar, es tener la capacidad interior de obrar, pero sabiendo en cada
momento “como” hemos de obrar y “por qué” obramos así y no de otra manera. En segundo
lugar, ser libre es pensar y actuar sin presiones internas ni externas.
Sabe lo que piensa, tiene convicciones sólidas; sabe lo que quiere, permanece fiel a sí
mismo… no se pierde en la masa. No se deja llevar por las corrientes de opinión pública…
es “alguien” que tiene el dominio de sí y que sigue siendo lo que es, fiel a sus convicciones,
a su ideal, a su plan de vida.
La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o aquello,
de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es la característica
de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo
también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, Bien
supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la posibilidad de elegir entre
el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la libertad, que conduce a la esclavitud
del pecado.
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Que exige la libertad
Tener un proyecto de vida. Ser libre es ser capaz de seguir un proyecto de vida. Quien
vive de ideales y de metas será plenamente libre.
Ir contra corriente. Ser libre es no dejarse arrastrar por el ambiente, por la publicidad o por
el que dirán.
Decir no a las manipulaciones. Ser libre es resistir a todos los intentos de manipulación de
personas, grupos y sistemas.
Tener coraje. Ser libre es tener fuerza de voluntad para seguir el camino que conduce a la
autorrealización.
Ser responsable. Ser libre es ser responsable. No hay verdadera libertad sin sentido de
responsabilidad y de fidelidad a los deberes propios.
ORACIÓN
62
Muchas redes tendidas,
Pegajosa y atractiva.
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Señor, tenemos ganas de ser libres.
Nos comprometemos:
2. ¿En qué ambientes actuamos con menos libertad, familia, escuela, trabajo, trabajo
juvenil, amistades? ¿Qué podemos hacer para sentirnos y actuar con más libertad?
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EL PERDÓN
Esta fue una de tantas preguntas que los apóstoles le hicieron a Jesús. A ellos les interesaba
conocer sobre: Como orar, sobre quien se sentaría a su derecha en el reino, pero también
les interesaba saber sobre una de las cosas más difíciles de lograr para el ser humano, difícil
incluso para los cristianos.
A esta pregunta Jesús respondió: “Hasta 70 veces 7”. Que en otras palabras significa
"siempre". No cabe duda que es difícil perdonar una vez, no se diga dos veces, pero
Jesucristo nos deja en su enseñanza que no una, ni dos, ni siquiera siete veces debemos
perdonar, debemos hacerlo siempre.
Y no 70 veces siete en toda nuestra vida a todas las personas sino 70 veces 7 a cada
persona. (Quien quiera seguirme, que tome su cruz y que me siga).
No podemos evitar los conflictos, nunca se ha podido, hay guerra entre los países, conflictos
en las ciudades y dificultades en las familias. Dios sabe entonces que tendremos
desavenencias con los que nos rodean y que por nuestra debilidad y pequeñez nos será
difícil perdonarnos por eso es que nos brinda en su Palabra la oportunidad de ir avanzando
en el camino del perdón.
Vamos a seguir algunos pasos que nos ayudarán a ir conociendo lo que realmente es
perdonar, además de ir creciendo como cristianos para prepararnos para perdonar así, como
Jesús respondió a sus discípulos, a perdonar siempre.
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Los pasos del perdón
El primer paso y que ayuda al inicio de la solución del problema y que evita que se haga más
grande es: Identificar con quien es el problema.
En este texto bíblico, el Señor nos quiere enseñar que si tenemos alguna dificultad, esta
tiene que ver con una persona y no con los que lo rodean, que si tenemos un problema con
nuestro hermano mayor (por ejemplo) no tenemos que estar haciéndoles la vida de cuadritos
también a nuestros padres y al resto de nuestros hermanos. Y más aún si nuestro problema
(siguiendo el ejemplo) es en nuestra casa, entonces no tienen que sufrir las consecuencias
de nuestro mal humos también en nuestro trabajo o escuela.
- No podemos evitar los conflictos, nunca se ha podido, pero debemos delimitarlo, definir con
quien es nuestro problema y no llevarlo más allá.
- Hasta aquí, aún no hemos perdonado a nadie, el texto bíblico no nos dice que perdonemos
a nuestro enemigo, sino que no se dañe a nadie más y con esto llevamos ya un gran avance.
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2do. paso: Hacer una ofensa igual.
Una vez que todos los inocentes quedan fuera del problema, es momento de enfocarnos en
quien nos hizo daño. Hemos recibido una ofensa, que es el motivo de nuestro rencor, pues
La Biblia nos concede el derecho de hacer un daño igual.
Levítico 24;17-22 ...El que cause alguna lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará:
fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él ha
causado al otro...
Este texto nos habla de justicia, justicia muy primitiva si queremos verlo así, pero
actualmente ni siquiera esto sabemos hacer. Cuando alguien nos hace un daño, ni siquiera
esta ley conocida como del Talión, sabemos ejercer correctamente. Siempre superamos el
daño, si alguien no nos dirige el saludo una mañana, nosotros le dejamos de hablar para
siempre; si alguien nos falla una vez, entonces nosotros le fallamos diez.
En este segundo paso la Biblia nos concede el derecho de desquitarnos, con una ofensa
igual, hasta aquí no se habla aún de perdonar; hasta aquí se nos indica que no debemos ir
más allá de la ofensa recibida.
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Para estas alturas seguramente más de un lector se encontrará inquieto por lo expresado en
el punto anterior, pero recordemos que estos son pasos hacia el perdón, y que para algunos
caminar lentamente es la única manera de llegar a la meta, que finalmente será: preparar
nuestro corazón para perdonar.
Sabemos que La Biblia es palabra de Dios, y que todo lo que está en ella no tiene error, por
tanto lo leído en el punto anterior es totalmente válido, pero, también sabemos que los
católicos no somos cristianos de un solo versículo, que la Verdad de la Palabra de Dios se
encuentra en toda la Biblia, por tanto sigamos descubriendo la verdad sobre el Perdón.
Hasta aquí hemos aprendido que en primer lugar, para evitar que el problema se haga más
grande debemos dejar fuera del conflicto a todos los inocentes. En segundo lugar, sabemos
que podemos hacer un daño igual al que recibimos pero no mayor.
En este tercer paso Dios nos invita a trascender, a crecer como verdaderos cristianos;
puedes vengarte, pero Yo te apreciaré y bendeciré más si no lo haces.
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En pocas palabras se resumiría hasta aquí: Siente el consuelo (humano) de que puedes
desquitarte, pero si realmente te dices seguidor de Cristo, entonces no lo hagas.
- Pero la Ley del Antiguo Testamento, no contenía la perfección de las enseñanzas de Jesús.
Tal como veíamos en las películas antiguas cuando el protagonista era un sacerdote
pensamos que la invitación de Jesús a ofrecer nuestras dos mejillas para que sean
golpeados se refiere meramente al aspecto físico.
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Esta enseñanza va mucho más allá e incluso nos invita a un esfuerzo todavía mayor, por
tanto más santificante.
Mateo 5;38-42 Ustedes saben que se dijo: "Ojo por ojo y diente por diente." En cambio, yo
les digo: No resistan a los malvados. Preséntale la mejilla izquierda al que te abofetea la
derecha...
Pensamos que dejar que nos golpeen ambas mejillas resulta difícil, ya no sólo de aceptar
sino también de permitir, pero este paso tiene mayor trascendencia, se trata sí, de poner
nuestra cara, pero poner nuestra otra mejilla, significa responder con lo contrario al daño o
agresión que recibimos.
- Tú eres ofensa, yo pongo la otra cara. Tú eres negro, yo soy blanco. Tu vienes a mí lleno
de ira, mi respuesta es la calma. Tu vienes a mí con gritos, estos se estrellarán con mi
serenidad. Tu me haces el mal, yo te responderé con un bien.
Esto realmente es para cristianos, para lograr esto necesitamos realmente hacernos
violencia en nuestro corazón, no desquitarse es una cosa, pero devolver el mal recibido con
un bien, esto si requiere de una voluntad férrea.
Llegar a este punto del perdón interior hace que la posibilidad de poner nuestra otra mejilla
físicamente para que sea golpeada, resulte un juego de niños.
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5to. paso: Restituir a la persona en su lugar.
Este punto es el máximo del perdón, que las relaciones vuelvan a ser como antes de la
ofensa, siempre y cuando sea posible. (Ejemplo: físicamente no podrá darse si la parte
ofensora a fallecido)
A la pregunta inicial: ¿Cuántas veces debemos perdonar? Jesús responde con hechos.
Aún así, Jesús perdona a Pedro y le confirma las promesas que le había hecho.
Juan 21;15-17 Pedro ¿Me amas...? "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Entonces Jesús le
dijo: "Apacienta mis ovejas".
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- No te saco de los doce pero te pongo al último, ya no será es primero.
- Recuerdas que serías la piedra sobre la que edificaría mi Iglesia, pues ya no será así.
Jesús confirmó tres veces el cariño de Pedro y lo restituyó en su lugar y le confirmo las
promesas, Jesús se olvidó de todo y lo perdonó.
Cierto hombre caído en desgracia se encontraba sentado a la orilla de aquel camino pidiendo
limosna a quien pasaba por ahí. Pasó entonces un hombre rico y el pobre le solicito una
ayuda, pero el rico en vez de eso sólo respondió con burlas y azotando a su caballo dejó
lleno de polvo a aquel hombre. Este se levantó tomó una roca de buen tamaño y se alistó
para arrojarla sobre el hombre que se había mofado de él, pero, al levantarse se dio cuenta
que este ya se encontraba demasiado lejos y que no lograría descargar su furia.
Pero no logró serenarse y decidió guardar en su gastado morral aquella piedra en espera de
la oportunidad para desquitarse.
Y pasaron varios años y cierto día aquel pobre hombre pudo ver como la policía llevaba casi
a rastras a un hombre, y pudo observar que era aquel que tiempo atrás le había causado
tan enorme disgustó. Aquel hombre rico ahora había caído en desgracia y lo llevaban para
ponerlo preso.
Nuestro hombre presuroso buscó en su raído morral aquella roca que había cargado ahí
precisamente para esa ocasión, la encontró sin dificultad debido a su gran tamaño y
empuñándola con fuerza la levantó para arrojarla sobre quien lo había ofendido.
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Levantó su mano, esperó el momento en que aquella comitiva estuviera cerca de él, pero
aquel tumulto pasó y este hombre no arrojó su piedra. Cuando todos pasaron, nuestro
hombre bajo su brazo y dejando caer aquella pesada piedra dijo: "No, para que".
Aquel hombre había cargado su rencor por años, para darse cuenta finalmente que todo
aquel tiempo había sufrido cargando un peso inútil.
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