Bajtin y Lotman
Bajtin y Lotman
Bajtin y Lotman
NOTAS
1 Bajtín no está lejos, en este punto, del asalto estructuralista al bastión del
concepto idealista de la literatura en su versión subjetivista (estilística),
coincidiendo con los seguidores del método estructural en la afirmación del
carácter construido y no esencial del significado artístico así como en su
negación de un estatuto ontológico privilegiado para la literatura, que pasa así
a ser un discurso más del complejo estructural llamado cultura.
2 Proceso dramatizado en un espacio de entrecruzamientos entre voces,
puntos de vista socioideológicos, lenguajes, que se articula básicamente como
un diálogo entre dos contextos, más o menos alejados en el tiempo y el espacio
(la radical contemporaneidad siempre implicaría diferencias de otro tipo) y
donde tanto el autor como lector existen en cuanto imágenes.
3 Véase por ej. la distinta explicación que dan ambos autores del pluriestilismo
del Eugenio Oneguin de Pushkin (Lotman 1970: 55; Bajtín 1979b: 357).
4 A diferencia de la anterior definición del signo, limitada a la relación
inequívoca entre una expresión y un contenido, impuesta por el carácter
icónico (motivado) que se atribuye a esta relación, esta nueva concepción
introduce como factor determinante en el establecimiento del contenido una
serie de estructuras extratextuales, que Lotman identifica con la tradición
literaria, los códigos estéticos y otros subcódigos del sistema cultural en
cuestión, de modo que el significado artístico de un texto, su semanticidad, no
reside ya tanto en su significado -establecido en términos lingüísticos como la
equivalencia entre expresión y contenido actualizada por el proceso de
recodificación- sino más bien en esa confrontación, incesablemente
cambiante, entre el texto y el contexto. Este es el texto de Lotman citado por
Lachmann y extraído de sus Lectures in Structural Poetics: “Es evidente que
la semanticidad artística real de los elementos del texto puede entenderse tan
sólo en relación con los elementos extratextuales. Una misma suma de
elementos textuales que han sido puestos en contacto con diferentes
estructuras extratextuales crea un efecto artístico diferente.
Sólo la relación de la suma total de todos los elementos artísticos a todos los
niveles en su interacción y su relación con la suma total de los elementos y
relaciones extratextuales puede considerarse una descripción completa de la
estructura de la obra dada” (Lotman 1964: 164, cfr. Lachmann 1987: 19)[mi
trad.].
5 Ello sin perjuicio de que Lotman defina la semiótica de la cultura como una
“disciplina que examina la interacción de sistemas semióticos diversamente
estructurados, la no uniformidad interna del espacio semiótico, la necesidad
del poliglotismo cultural y semiótico” (1981: 16).
6 Ya Voloshinov reconocía el carácter primario de la palabra como material
privilegiado de la comunicación cotidiana (1929: 38), mientras Medvédev
describía la particular condición superestructural del arte como fenómeno
ideológico (1928).
7 Baste recordar la alusión bajtiniana al poder reglamentador de la primera
prosa novelesca en los géneros de la vida cotidiana (conversación, cartas,
diarios) e incluso en el pensamiento práctico y en el estilo de vida, creando
‘personajes literarios’ y acciones ‘literarias’ (1975b: 198).
8 No sirve alegar en descargo de Lotman su conciencia expresa del peligro de
esta separación entre lenguaje artístico y mensaje-texto artístico y el que
aclarase que se servía de ella sólo en un nivel abstracto como necesaria en la
fase previa de la investigación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
* Este trabajo fue presentado en la Reunión Internacional In Memoriam Iuri M. Lotman, celebrada en Granada
en octubre de 1995, y se publicó en En la esfera semiótica lotmaniana. Estudios en honor de Iuri Mijáilovich
Lotman (M. Cáceres, ed.),Valencia, Episteme, 1997, páginas 124-137.