Tesis - Explicitación de Las Teorías Implícitas Del Docente
Tesis - Explicitación de Las Teorías Implícitas Del Docente
Tesis - Explicitación de Las Teorías Implícitas Del Docente
i
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
“LUÍS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
PROGRAMA INTERINSTITUCIONAL DE DOCTORADO EN EDUCACIÓN
CONVENIO UCLA-UNEXPO-UPEL
Línea de Investigación: Didáctica y Formación Docente
____________________ ____________________
Dra. María Gloria Díaz
Dra. Belkis Ballester
C.I.: 7.409.163 C.I.: 4.679.351
___________________ ____________________
Dra. Adriana Lucena Dra. Ana de Garagozzo
C.I.: 7.328.743 C.I.: 4.342.211
____________________
Teresa Hernández
Dra. C.I.: 7.369.906
ii
DEDICATORIA
iii
cabras en el caserío Montenegro. Se dedicaron toda su vida a esta práctica,
la cual heredaron de sus padres y con ella levantaron una familia numerosa.
iv
AGRADECIMIENTO
v
Los doctores, Francisco Zambrano, Nereo Mendoza, Gloria Pérez, Lexy
Mujica, Luis Paradas, María Eugenia Rivera, quienes conocieron de mis
propósitos investigativos durante el proceso y que mediante sus pertinentes
recomendaciones pude orientar por mejor camino el proceso heurístico.
Mi sobrino, Héctor David Noguera, por su excelente desempeño en la
transcripción y corrección del informe final.
La Sra. Rosa Elena Torrealba y Prof. Danelis Romano, por su apoyo en
la transcripción de las entrevistas.
El fundo “Punta Brava”, por albergarme en sus espacios naturales,
durante el análisis de la evidencia y la construcción del informe final.
Mis compañeros de clase, cohorte IX del Programa Interinstitucional de
Doctorado de Educación, por permitirme vivenciar valiosas interacciones
académicas que me permitieron madurar como investigador.
vi
INDICE
pp.
DEDICATORIA………………………………………………………………….. iii
AGRADECIMIENTO……………………………………………………………. v
INDICE…………………………………………………………………………… vii
LISTA DE CUADROS…………………………………………………………... x
LISTA DE GRÁGICOS…………………………………………………………. xi
RESUMEN…………………………………………………………………… xii
PREAMBULO A LA REALIZACIÓN DE LA OBRA DEL ARTESANO…….. 1
PRIMERA LABOR
CONSTRUCCIÓN EPISTÉMICA DEL ÁMBITO DE ESTUDIO: AL
ENCUENTRO CON LA PIEDRA QUE INSPIRA AL ARTESANO…………. 7
Propósitos de la Investigación: Motivaciones del Artesano…………..... 23
Trascendencia social del saber cotidiano y el proceso de explicitación
de las teorías implícitas: Impacto de la Obra del Artesano…………. 23
SEGUNDA LABOR
CONSTRUCCIÓN EPISTÉMICA DEL EJE TEMÁTICO: PENSANDO LA
OBRA A TALLAR……………………………………………………………….. 31
Teorías implícitas: La Belleza Oculta en la Piedra……………………… 31
Saber Cotidiano y Teorías Implícitas……………………………………... 44
Teorías Implícitas y Concienciación...…………...……………………….. 49
TERCERA LABOR
EL PARADIGMA INTERPRETATIVO EN EL ABORDAJE DE LA
EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS: EL CINCEL PARA
TALLAR LA PIEDRA……………………………………………………………. 54
Dimensiones del conocimiento en la investigación: Mirar la Piedra
desde Diferentes Perspectivas………………………………………… 60
CUARTA LABOR
EL TRANSCURRIR METODOLÓGICO DEL ESTUDIO: TALLANDO LA
PIEDRA…………………………………………………………………………... 70
Naturaleza de la Investigación: La Creatividad del Artesano………….. 70
Diseño de la investigación: Como dar Forma a la Obra………………... 73
El Método Fenomenológico para la Construcción de la Realidad
Epistémica: Al Encuentro con la Belleza Oculta en la Piedra………. 75
Técnicas de Investigación Social para la Generación de Información:
Las Maneras de Tallar la Piedra……………………………………….. 82
El Contexto Personal de los Actores Sociales y el Investigador: El
Artesano y los Coartesanos de su Obra………………………………. 83
Contexto Personal del investigador: Las Vivencias del Artesano……... 85
vii
Selección del Escenario para Tallar la Piedra y los Coartesanos de la 90
Obra….
Criterios de Selección de los Actores Sociales: Quiénes Serán los
Coartesanos del Tallado de la Piedra…………………………………. 90
Confianza del Estudio: La Consistencia de la Piedra…………………... 91
Credibilidad y Confirmabilidad del Estudio: La Precisión en el Uso del
Cincel……………………………………………………………………… 92
Análisis. Categorización y Triangulación de la Información……………. 94
QUINTA LABOR
EL TRANSITAR HEMENÉUTICO POR LOS SIGNIFICADOS OCULTOS:
DEVELANDO LA BELLEZA OCULTA EN LA
PIEDRA…………………………………………………………………………... 96
Primera Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas: Proceso
Pragmático……………………………………………………………….. 121
Segunda Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas:
Componente Cognitivo………………………………………………….. 127
Tercera Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas:
Componente Pedagógico………………………………………………. 163
Cuarta Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas:
Componente Social……………………………………………………… 210
Quinta Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas:
Componente Práctico…………………………………………………… 218
Sexta Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas: Componente
Emocional………………………………………………………………… 226
Séptima Categoría. Explicitación de las Teorías Implícitas:
Componente Lingüístico………………………………………………… 229
SEXTA LABOR
LA TEORÍA SUSTANTIVA: LA EXHIBICIÓN DE LA OBRA DEL
ARTESANO……………………………………………………………………… 240
Primer Hallazgo: La arquitectura del proceso de explicitación de las
Teorías Implícitas………………………………………………………... 244
Componente Cognitivo………………………………………………… 246
Componente Pedagógico……………………………………………... 254
Componente Social……………………………………………………. 271
Componente Práctico………………………………………………….. 275
Componente Emocional………………………………………………. 279
Componente Lingüístico………………………………………………. 281
Segundo Hallazgo: Ruta Pedagógica hacia la Concienciación de las
Teorías Implícitas y el Cambio Conceptual…………………………… 288
Momento DDTI: Develamiento y Descripción de las Teorías
Implícitas………………………………………………………………... 295
Momento ATFA: Apropiación de las Teorías Formales
Alternativas……………………………………………………………... 302
viii
Momento CTFI: Contrastación entre Teorías Formales y Teorías
Implícitas……………………………………………………................. 304
Momento ATTF: Aplicación y Transferencia de las Teorías
Formales………………………………………………………………… 306
Momento RTI: Redescripción de las Teorías Implícitas…………… 308
Momento RCC: Reflexión Sobre Cambio Conceptual……………... 310
SEPTIMA LABOR
LA TESIS Y REFLEXIVIDAD DEL INVESTIGADOR: LA OBRA
EPISTÉMICA DEL ARTESANO INTELECTUAL……………………………. 313
La Tesis: Ruta Pedagógica hacia la Concienciación de las Teorías
Implicas........................................................................................................ 313
Reflexividad del Investigador…………………………………………………... 317
REFERENCIAS………………………………………………………………… 327
CURRICULUM VITAE………………………………………………………….. 331
ix
LISTA DE CUADROS
Cuadro. pp.
1 Codificación Abierta y Axial de las Unidades de Análisis………… 103
2 Integración de subcategorías, propiedades y dimensiones
relacionas a la categorías: Explicitación de las Teorías Implícitas:
componente pedagógico. Codificación axial y selectiva…………... 104
3 Categorización de las teorías implícitas develadas en el proceso
de exploración del momento DDTI…………...…………...…………. 302
x
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico pp.
1 Diagrama Espina de pescado. Conceptos Generados en el
Análisis de la Entrevista de la Profa. Danelis……………………….. 115
2 Mapa Semántico. Integración Categoría Central, Categorías y
Subcategorías. Codificación selectiva……………………………….. 116
3 Arquitectura del proceso de explicitación de las teorías implícitas 245
4 Momentos de la ruta pedagógica hacia la explicitación de las
teorías implícitas. ………………………………..…………………….. 292
xi
Universidad Centroccidental Universidad Nacional Experimental Universidad Pedagógica
Lisandro Alvarado Politécnica Antonio José de Sucre Experimental Libertador
RESUMEN
xii
PREAMBULO A LA REALIZACIÓN DE LA OBRA DEL ARTESANO
1
Para Vogliotti y Machiarola (2013), el éxito o el fracaso en la
instrumentación de las innovaciones pedagógicas dependerá, en gran
medida, de la manera como los actores educativos interpretan, redefinen,
filtran, procesan y dan forma a los cambios propuestos. Es por ello que, las
acciones emprendidas en búsqueda del mejoramiento del proceso educativo,
nunca podrá desconocer las mediaciones cognitivas, sociales y culturales
que vehiculizan y posibilitan los cambios esperados, entre estas y el análisis
de las teorías implícitas.
Cualquier intento de cambio educativo debe pasar por la modificación
consciente de las representaciones mentales implícitas que han alojado en
su mente los actores educativos acerca de diferentes dominios relacionados
con el quehacer áulico. Por la revisión crítica del estado de tales
representaciones mentales ocultas, por el estado de congruencia entre el
saber implícito y las teorías y enfoques epistemológicos con los cuales se
desea innovar. Asimismo, la innovación educativa debe pasar por el análisis
del estado erróneo que pueden haber cobrado las mencionadas teorías en su
construcción.
Esta posibilidad de explicitación de las teorías implícitas no solo se
realiza en los procesos de innovación educativa, sino que el docente debe
desarrollar habilidades para que, constantemente y a lo largo de su quehacer
educativo, pueda hacer la concienciación de sus conocimientos implícitos
como una práctica cotidiana. Este proceder le permitiría al docente generar
procesos de autoregulación y revisión interna de sus teorías implícitas. Para
ello es de suma importancia conocer la ruta que debe seguir el docente en
este proceso de concienciación, las características del proceso de
explicitación de las teorías implícitas y cómo es en definitiva el mecanismo
que le permite al actor docente hacerse de sus propios significados
inconscientes hasta ese momento.
Tales ideas sugieren la importancia que tiene la exploración de la
manera cómo el docente, por sí mismo, es capaz de hacer la explicitación de
2
las teorías implícitas con la intención de traducirlas en esquemas o modelos
de pensamiento más coherentes y semánticamente verbalizables.
Por tal motivo tomé la iniciativa de desarrollar una investigación
orientada a la producción de conocimiento emergente acerca del proceso de
explicitación de las teorías implícitas del docente. La motivación primordial
fue generar supuestos teóricos que den razón de la manera como el actor
social docente explicita, por sí mismo, sus representaciones mentales tácitas
asimiladas a lo largo de su desempeño.
En este proceso heurístico acerca del proceso de explicitación de las
teorías implícitas, el lenguaje jugó un papel fundamental, puesto que
mediante éste, el actor social puede avizorar o comunicar sus
representaciones mentales referidas al mencionado proceso. No obstante,
pienso que a través de sus acciones el docente puede dar luces acerca de
sus saberes implícitos, pero para los efectos de esta experiencia
investigativa, me enfoqué en la indagación de la dimensión subjetiva del
pensamiento humano.
Este énfasis en el lenguaje como una forma de manifestación del
pensamiento humano, me llevó a adoptar los supuestos del paradigma
interpretativo de investigación, puesto que estoy convencido de que los
supuestos ontológicos y epistemológicos permitieron un adecuado abordaje
del objeto de estudio, además porque los mismos contribuyeron con
generación de la arquitectura del cuerpo de saberes que facilitaron la
descripción del proceso de explicitación de las teorías implícitas del docente.
Asimismo, la investigación se gestó en torno a la perspectiva de
investigación cualitativa, dada la asunción del paradigma interpretativo y el
método fenomenológico, desde la perspectiva heurística de investigación,
puesto que la procedimental se llevó a cabo asumiendo la entrevista
cualitativa y la estrategia de análisis Teoría Fundamentada, cuyo escenario
fue la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico
de Barquisimeto, “Luis Beltrán Prieto Figueroa”. Este proceso permitió
3
reflexionar recursivamente acerca del pensamiento de los docentes en su
escenario real y mediante la interacción intersubjetiva entre los genuinos
actores sociales del quehacer educativo, valorando las voces, testimonios e
interpretaciones que los mismos hicieron del proceso de explicitación de las
representaciones mentales implícitas.
La generación de teoría sustantiva la llevé a cabo mediante la adopción
de la estrategia de análisis cualitativo Teoría Fundamentada de Strauss y
Corbin (2002). Mediante este procedimiento se realizó la codificación de la
información producida, la categorización y la teorización en torno al proceso
de explicitación de las teorías implícitas.
En el estudio utilicé la metáfora “La Obra del Artesano” para destacar
la construcción del conocimiento con un diseño artesanal y el abordaje e
interpretación del saber cotidiano. En esta metáfora mi persona como
investigador se configura en “El Artesano”. La tutora y los actores sociales se
visualizaron como “Los Coartesanos”. De esta manera, el conocimiento
emergió mediante un proceso de coconstrucción donde participaron todos los
involucrados en “La obra del Artesano”.
También, considero pertinente aclarar al lector que para hacer
referencia al concepto “teoría implícita” usaré como sinónimo las categorías:
teorías legas, conocimiento tácito, teorías ingenuas, representaciones
mentales implícitas, conocimiento implícito, saber implícito. Mientras que
para la expresión “explicitación”, emplearé como sinónimo el concepto:
concienciación.
Además, debido al uso reiterativo de los constructos “conciencia y
consciencia”, considero oportuno aclarar a los lectores que asumiré el
planteamiento de Ugas (2016), a lo largo de la obra. Según este autor:
Conciencia es el conocimiento reflexivo de las cosas, acto
psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo;
mientras que: Consciencia, nos refiere al que siente, piensa,
quiere y obra con conocimiento de lo que hace (p.18)
4
Por otra parte, la investigación que presento está constituida por siete
(7) partes, enunciadas metafóricamente como labores las cuales realicé
siguiendo las dimensiones del conocimiento ontológico, epistemológico,
metodológico, ético y político del paradigma interpretativo. Asimismo, preciso
que en la construcción de esta experiencia se dio la emergencia del
conocimiento teorético, co-construido intersubjetivamente entre todos los
actores educativos involucrados: mi persona como investigador, la tutora
como agente epistémico y metodológico, los actores docentes artesanos de
conocimiento cotidiano y los referentes teóricos (autores) quienes han escrito
acerca del objeto de estudio analizado.
En la Primera Labor, la Construcción Epistémica del Ámbito de Estudio:
Pensando la Obra a Tallar, presento el Contexto del Ámbito de Estudio; los
propósitos de Investigación: Las Motivaciones del Artesano; Trascendencia
Social de la Explicitación de las Teorías implícitas del Docente: El Impacto de
la Obra del Artesano.
La Segunda Labor, Construcción Epistémica del Eje Temático:
pensando la Obra a Tallar, contiene la discusión e interpretación de los
planteamientos de algunos autores que presentan sus puntos de vista acerca
del eje temático, las teorías Implícitas: La belleza Oculta en la Piedra, Saber
cotidiano y teorías Implícitas, Teorías implícitas y explicitación del Saber
Implícito.
La Tercera Labor, El Paradigma Interpretativo en el Abordaje de la
Explicitación de las Teorías Implícitas: El Cincel para Tallar la Piedra, refiere
las Dimensiones del Conocimiento en la Investigación: Mirar la Piedra desde
Diferentes Perspectivas.
La Cuarta Labor, El Transcurrir Metodológico del Estudio: Tallando la
Piedra, integra Naturaleza de la Investigación: La Creatividad del Artesano,
Diseño de la investigación: Como dar Forma a la Obra, El Método
Fenomenológico para la Construcción de la Realidad Epistémico: Al
Encuentro con la Belleza Oculta en la Piedra, Técnicas de Investigación
5
Social para la Generación de Información: Las Maneras de Tallar la Piedra,
El Contexto Personal de los Actores Sociales y el Investigador: El Artesano y
los Coartesanos de su Obra, Contexto Personal del investigador: Las
Vivencias del Artesano, Selección del Escenario para Tallar la Piedra y los
Coartesanos de la Obra, Criterios de Selección de los Actores Sociales:
Quiénes Serán los Coartesanos del Tallado de la Piedra, Confianza del
Estudio: La Consistencia de la Piedra, Credibilidad y Confirmabilidad del
Estudio: La Precisión en el Uso del Cincel.
La Quinta Labor, El transitar Hermenéutico por los Significados
Ocultos: Develando la Belleza Oculta en la Piedra, revela Los Momentos del
Recorrido Hermenéutico a través de las Voces de los actores sociales, y la
Discusión de las Categorías Emergentes: Primera Categoría: Explicitación de
las Teorías Implícitas como Proceso Pragmático; Segunda Categoría:
Componente Cognitivo; Tercera Categoría: Componente Pedagógico; Cuarta
Categoría: Componente Social; Quinta Categoría: Componente Práctico;
Sexta Categoría: Componente Emocional; Séptima Categoría: Componente
Lingüístico.
La Sexta Labor, La Teoría Sustantiva: La Exhibición de la Obra del
Artesano, describe los hallazgos de la investigación, Primer Hallazgo: La
Arquitectura del Proceso Explicitación de las Teorías Implícitas; y el Segundo
Hallazgo: Ruta pedagógica para la Concienciación y el Cambio Conceptual
de las Teorías Implícitas.
La Séptima Labor, La Tesis y Reflexividad del Investigador: La Obra
Epistémica del Artesano Intelectual, da cuenta de la tesis y las reflexiones
generadas por el impacto social y educativo que desembocan las
construcciones teóricas generadas durante la investigación.
6
PRIMERA LABOR
7
formales de educación. Por tanto, puedo dar fe que no ha recibido un
entrenamiento sistemático para desarrollar tareas que exigen el dominio de
conocimientos técnicos.
Como él, en nuestra cotidianidad, podemos encontrar innumerables
personas tan capaces y creativas, a quienes se nos hace difícil creerles que
no han recibido una formación académica para resolver situaciones en las
cuales se amerita competencias específicas, alcanzadas en espacios
formales de aprendizaje. No obstante, a lo largo de la dinámica social, las
experiencias y saberes cotidianos construidos por ellos han permanecido
relegados a un segundo plano, pues son considerados poco válidos y
asistemáticos en su propio desarrollo.
Otro actor cotidiano que a través de su experiencia me ha permitido
evidenciar la construcción del saber tácito fue mi abuelo. Tuve la oportunidad
de interactuar poco tiempo con él, pero lo conocí mediante el testimonio de
mi papá. Según la narrativa de mi padre poseía diversas habilidades
prácticas. El siguiente relato así lo confirma:
Pablo Carmona:
Mi papá arreglaba los relojes de cuerda de aquella época.
Usaba una lupa para ver la piezas porque eran muy
pequeñitas…él hacia las ruedas de las carretas de la hacienda
que jalaban los bueyes y mulas cargados de caña…arreglaba
las bombas de jalar
agua del rio; y cuando las piezas no se conseguían, las hacia
calentando los hierros con candela y a punta de
martillazos…el día que murió estaba arreglando un radio
8
excelente ilustración de la manera como los sujetos, en un contexto
específico, pueden ser capaces de generar saberes cotidianos y presentar
alternativas de soluciones efectivas para hacer frente a las dificultades
concretas de su entorno.
El saber construido en las experiencias cotidianas, como las descritas
en los testimonios anteriores, según los planteamientos teóricos de Benlloch
(1997) refiere que corresponden al tipo de conocimiento práctico, especie de
forma cognitiva inconsciente e implícita, que ejerce gran influencia en el
accionar de los sujetos, y en las respuestas emitidas frente a problemas
específicos. Esto le ocurre a cualquier sujeto, sea cual sea su condición
social, porque las estructuras inconscientes generadas mediante el trabajo
práctico en su contexto cotidiano, le permite resolver situaciones concretas
en diferentes momentos de su vida.
También puedo citar, entre las experiencias cotidianas, ilustradoras de
la construcción del saber práctico, las vivencias de Juan Félix Sánchez, actor
social, cuya genialidad, manifestada en sus acciones cotidianas, ha sido
valorada por los visitantes que acuden a la iglesia de piedras en la localidad
de Mucuchíes, ubicada en la cordillera de los Andes de Venezuela,
específicamente en el pueblo Tisure del Estado Mérida. Él trabajó diversas
áreas, como arquitectura, talla, tejido, narración, diseño y elaboración de
muebles. Además, se desempeñó en los oficios típicos de su zona natal,
tales como: la agricultura, construcción, secretario del prefecto, payaso y
titiritero. Es evidente, en la descripción de vida de este actor social, su
habilidad para realizar prácticas cotidianas espontáneas, con las que se
manifiesta construcción del saber cotidiano.
Son múltiples y valiosas las experiencias que han vivido actores
cotidianos a lo largo y ancho del mundo. Puede ser infinita la lista de
hombres y mujeres que en la historia de la humanidad realizaron prácticas
ingeniosas que les permitieron hacer frente a los desafíos y a las exigencias
cotidianas, no obstante, sus experiencias han quedado en el anonimato.
9
Estas prácticas, que hoy se sintetizan bajo la forma de saber cotidiano, pocas
veces han sido valoradas como saber útil y mucho menos científico. Por
tanto, es evidente en los espacios académicos su escasa divulgación.
Es posible pensar que la escasa divulgación y valoración del saber
práctico se debe a la preponderancia que se le ha dado al conocimiento
científico frente al cotidiano a lo largo de los últimos años. Asimismo, en el
devenir histórico se ha clasificado al ser humano, en cuanto a la rigurosidad
en la construcción del conocimiento, en hombre común (hombre de la calle) y
el científico. A ello se atribuye, el énfasis que se ha dado a las prácticas
científicas modernas en el ámbito académico y la construcción de teorías
formales, por cuanto se ha pensado que es el científico el único ente capaz
de construir conocimiento válido y relevante. Mientras que, el hombre de la
calle se ha asumido como un ente consumidor irreflexivo de teorías formales
producidas por las ciencias en sus prácticas científicas.
En este sentido, he percibido en mi quehacer académico como docente,
así como en la interacción con mis pares en las discusiones epistemológicas
desarrolladas durante el devenir práctico desarrollado en el aula de clase,
que el conocimiento científico ha sido concebido tradicionalmente bajo la
forma de certezas, con un enfoque universal. Mientras que, el saber cotidiano
ha sido marginado bajo una concepción de entidades cognitivas relativas,
inacabadas, efímeras, las cuales solo pueden ser empleadas en contextos
específicos de la cotidianidad para resolver problemas domésticos. De allí se
desprende mi inquietud acerca de la importancia del saber cotidiano como
fuente generadora de conocimiento valioso para la comprensión de las
realidades sociales y posibilidad de reconstrucción de estas manifestaciones
de conocimientos inacabadas, en formas de conocimientos más explicitas,
coherentes y vertebradas, que pueden dar luces en la solución de problemas
sociales y académicos, que hoy nos aquejan.
También, en el interaccionar intersubjetivo con mis pares, hoy puedo
apreciar ciertas posiciones, las cuales me permiten comprender la
10
cotidianidad, al hombre común y a sus teorías implícitas. Es así como el actor
cotidiano es capaz de construir sus propias teorías implícitas durante su
quehacer cotidiano, como representaciones mentales de orden episódico, las
cuales se estructuran en su mente de manera tácita e inconsciente. Pues,
cada actor social (independientemente de su edad, condición social, racial o
étnica) es capaz de construir y organizar de modo inconsciente el
conocimiento tácito en diferentes dominios de experiencias. Esto como
consecuencia de su accionar y vivenciar en el espacio social donde se
comporta como protagonista de diferentes episodios reales y en los que
comparte interacciones con sus pares.
Al respecto Habermas (1998), cuando se refiere al quehacer discursivo
y su relación con las acciones cotidianas, expresa que:
Un sujeto capaz de acción puede que en muchos casos no sea
capaz de explicar las normas por las que orienta su
comportamiento. Pero en la medida en que domina las normas y
puede seguirlas tiene un saber implícito de regla (p.24).
11
mediante el lenguaje y generalmente las materializa a través de sus
acciones.
Según Argyris y Shchön (1978) los individuos construyen sus propios
significados, entendidos como teorías, procedimientos de acción, supuestos
y valores, con el fin de dirigir sus acciones. Los cuales ponen en práctica
mediante conductas, actitudes y creencias. Esto supone que dichos
elementos del comportamiento están orientados por las construcciones
mentales, organizadas en el devenir de su vida, guían su proceder y
permanecen ocultas en el pensamiento de los actores legos. Los
planteamientos de Argyris y Shchön, a pesar del tiempo que ha pasado se
reconocen y tienen pertinencia para la compresión del mencionado fenómeno
en el presente.
En esta misma orientación, Rodrigo, Rodríguez y Marrero (1993),
esgrimen que en el transcurrir de acciones, discursos y vivencias, los sujetos
generan el llamado conocimiento cotidiano o teorías implícitas. Los
conocimientos implícitos que se construyen en estas interacciones son
episódicos. Es decir, el tipo de entidad cognitiva que se genera y se aloja en
la memoria, no como contenido semántico sino como contenido vivencial,
que muy pocas veces son accesibles a la conciencia del actor cotidiano por
la dificultad que supone su verbalización.
En cuanto a la construcción del saber episódico o tácito, se presupone
que es común en la vida cotidiana que las personas hagan uso de las
concepciones que se tienen acerca del mundo. En cada momento que se
interpreta un hecho o suceso, que se infiere sobre el comportamiento de
alguna persona, y se toma la determinación de hacer las cosas de alguna
manera, es una evidencia de que se está asumiendo un cierto modo de
percibir e interpretar la realidad, es decir, se está actuando con la teoría
implícita construida sobre dicha situación. No obstante, este conocimiento
práctico sobre el mundo, no es accesible a la conciencia de las personas. En
12
otros términos, permanece dormido en el pensamiento de los sujetos
(Rodrigo, Rodríguez y Marrero, ob. cit.).
Las prácticas cotidianas pueden manifestarse en variados ámbitos de la
vida diaria, donde pueden construirse teorías implícitas diversas. En el
ámbito educativo, por ejemplo, hoy se conocen diferentes reportes de
experiencias orientadas al develamiento del conocimiento tácito de docentes
y estudiantes. Conocimientos que van desde los dominios más inverosímiles,
hasta aquellos que requieren un pensamiento más complejo. Bien vale la
pena destacar por la significatividad e importancia que pudieran haber tenido
estas experiencias para el campo de la educación, no tanto por la
adecuación de estas teorías a los nuevos tiempos, sino por el grado erróneo
que puedan haber tenido las mismas en su construcción, ya sea estudiantes
en formación o docentes en servicio los protagonistas de tales experiencias.
Para el caso de los estudiantes, Benlloch (ob. ci.t) esgrime: en procesos
investigativos intencionales se ha percibido que los discentes poseen
concepciones alternativas a las teorías o conocimientos que los docentes, en
el marco de los contenidos prescritos por el currículo, se disponen a enseñar.
Tal situación no es contraria a las experiencias de los estudiantes de
profesorado. Se infiere que estos conocimientos inconscientes, los han
asimilado a partir del modelamiento ofrecido en las prácticas pedagógicas de
formación (de manera irreflexiva y que los mismos pocas veces tienen la
oportunidad de explicitar conscientemente).
De acuerdo con Porlán y Rivero (1998), se tiene que quienes estudian
para ser docentes “…aprenden a enseñar interiorizando, mientras son
alumnos, la enseñanza de sus profesores, y no como consecuencia de los
aprendizajes académicos de su formación inicial…” (p.9). Por modelamiento.
De ahí puedo interpretar que en el proceso de interiorización de
conocimientos, el aprendiz a maestro puede construir sus propios
significados sobre aspectos relacionados con la práctica de aula. Según los
referidos autores, se desprende la necesidad de comprender mejor las
13
características del conocimiento de los profesores en formación, atender sus
potencialidades reales de crecimiento, las estrategias formativas más
favorables, de manera que ellos mismos lleven a cabo un proceso
sistemático de trasformación de la enseñanza.
Por su parte, Sacristán y Pérez Gómez (2008), ante las actividades de
formación del profesional de la docencia, se pronuncian diciendo que “…un
docente que siempre fue enseñado a memorizar y que de esa manera fue
evaluado, difícilmente podrá innovar, aunque reconozca el fracaso de los
métodos que con él se utilizaron” (p.7). Tales afirmaciones sugieren la
manera como el estudiante de profesorado probablemente internaliza
irreflexivamente la práctica de la enseñanza a la que ha sido sometido,
porque no ha desarrollado procesos reflexivos que le permitan actuar de
manera crítica frente a la pertinencia de tales prácticas en su vida como
docente.
Asimismo, las actividades de formación de los profesionales de la
docencia “…implican un proceso de socialización profesional que degenera
en una cultura adaptativa de carácter tácito e inconsciente…” (p.18). Esto
supone que, los docentes (en las mencionadas actividades de formación)
asimilaron pautas y rutinas para actuar en el aula que impiden la generación
procesos reflexivos y conscientes en torno a los significados que asumen en
la práctica que se les fue modelada. Por otro lado, los estudiantes de
profesorado, cuando son sometidos a los procesos de formación, al sentirse
saturados de los conocimientos científicos, etiquetados como estériles,
tienden a rechazar los postulados de las teorías formales, para dar mayor
importancia a los significados generados en la práctica real en la que
interactúan (Porlán y Rivero, ob. cit.).
En torno a los procesos de formación de los docentes, Rodrigo,
Rodríguez y Marrero (ob. cit.) destacan que:
…el profesor posee significados adquiridos explícitamente durante
su formación y también otros que son resultado de experiencias
14
continuadas y difusas sobre los más variados aspectos que
podemos distinguir en un currículum: contenidos, destrezas,
orientaciones metodológicas, pautas de evaluación, etc…El
profesor no tiene muchas oportunidades para tratar éstas y otras
dimensiones epistemológicas de los métodos didácticos, ni suelen
ser discutidas en los procesos de formación (p.244).
15
estudiante. Dicha experiencia permite ilustrar que en el recinto universitario,
los docentes han albergado acciones cotidianas para generar sus teorías
implícitas. Además que, es viable desarrollar procesos para develarlas.
Por otra parte, la mencionada experiencia me hizo comprender cómo
los estudiantes de profesorado, sin haber tenido contacto con las teorías
formales de un determinado dominio de conocimiento, en este caso de la
evaluación, exhibían en su accionar pautas de comportamiento, que suponen
la asimilación de preconceptos de los contenidos de los cursos dispuestos
para aprender desde experiencias cotidianas anteriores. Por tal motivo se
considera necesariamente importante que antes de iniciar el estudio formal
de la nueva información, sea necesario revisar el estado de los
conocimientos tácitos de los discentes al iniciar actividades de formación. Ya
sea, para integrar los nuevos conocimientos a la estructura cognitiva ya
existente o para revisar el carácter erróneo del saber cotidiano ingenuo
(construido previamente).
Para los docentes en servicio, Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ibídem)
exponen que “…el conocimiento cotidiano se ha segmentado en dominios
para explorar las diversas teorías implícitas que coexisten en determinados
grupos sociales…” (p.13). Interpreto que, los docentes han construido teorías
en áreas específicas del conocimiento que les permiten dar respuestas a
situaciones concretas e impostergables en su accionar diario. En
consecuencia, la indagación de los conocimientos implícitos de los docentes
puede estar orientada hacia dominios como la enseñanza, creatividad,
aprendizaje (los cuales permanecen ocultos en su pensamiento).
El planteamiento anterior puedo ilustrarlo con la siguiente experiencia
vivencial sobre de la generación de teorías implícitas, por parte del docente
en servicio. Ésta emergió del estudio que desarrollé en el año 2008, cuyo
propósito fue develar las teorías implícitas del dominio “creatividad”
construidas por docentes que administran los cursos de didáctica de la
UPEL-IPB. Esa experiencia me permitió interpretar ciertas teorías cotidianas,
16
asimiladas por los docentes en su quehacer cotidiano en el aula de clases.
Entre las teorías develadas surgió; “teoría de la creatividad como proceso
paradójico”. Tal aseveración tuvo asidero lógico en la siguiente frase típica
enunciada por Profa. Nellys: “-…tu puedes ser creativo hasta en los
momentos más difíciles, que no tienes todos los ingredientes para
hacer un plato particular, pues, tienes que ingeniártelas y sale algo, y
sale muy bien…” (Carmona, 2008).
Este enunciado me llevó a interpretar que un proceso creativo puede
generarse en momentos de tensión y dificultades. En otras palabras, las
situaciones de conflicto llevan a generar nuevas respuestas, originales e
ingeniosas, a las dificultades que vivimos en la vida cotidiana. También,
dicha experiencia me permite comprender que el docente universitario ha
construido teorías inconscientes durante la realización de su quehacer
cotidiano en ciertos dominios de conocimiento.
En tal sentido, considero completamente imperioso la necesidad de
comprender el pensamiento del educador universitario, en cuanto a las
pautas de actuación. Las cuales sugieren la existencia de conocimientos
alternativos e inconscientes que se construyen paralelamente a la asimilación
de la información académica intencional y consciente. Por un lado, con la
intención de revisar la significatividad de estas entidades cognitivas
ingenuas, y por el otro, con el propósito de interpretar el proceso de
explicitación de ese conocimiento dormido en el pensamiento del profesor
universitario, para generar teorizaciones que permitan comprender los
procesos orientados a la formación docente.
En el caso de la UPEL (casa formadora de docentes de Venezuela) ha
fungido como espacio donde se desarrollan prácticas cotidianas generadoras
de teorías implicas. Las experiencias investigativas descritas anteriormente,
así lo revelan. Como docente de este recinto de estudio, he percibido y a la
vez sistematizado experiencias heurísticas en las que reporté la construcción
de teorías implícitas producidas por estudiantes y docentes universitarios.
17
Esto supone, que además de las teorías formales, debatidas cada día en los
ambientes de la universidad, también se generan, en el accionar de estos
actores, saberes propios del quehacer cotidiano. Los cuales son asimilados
de manera irreflexiva y paralelamente al análisis de los conocimientos
formales de aprendizaje y de enseñanza.
El repertorio de teorías legas, construidas por los actores universitarios
en el contexto de la UPEL, de una u otra manera tiende a redundar en el
accionar de los actores educativos, quieran o no, sean conscientes o no, por
cuanto como expresé en líneas anteriores, aunque estas teorías son
inconscientes tienden a intervenir en las acciones de los sujetos que las
sostienen. De ahí, la importancia que tiene el hecho de revisar, comprender
el estado de este tipo de entidad cognitiva, su naturaleza y el carácter
erróneo que pudieran tener. Por cuanto pueden implicar un determinado
estilo de accionar pedagógico y configurar el perfil del futuro docente
egresado universitario. En concreto, tiene significación conocer el carácter
erróneo de las teorías implícitas que, hoy y en el futuro, pueden guiar el
trabajo de formación de los futuros líderes y mediadores docentes y
comunitarios. Así como el análisis de la pertinencia que tienen estas teorías
ingenuas con las teorías formales que se presentan, como enfoques nuevos,
emergentes y alternativos para orientar las prácticas pedagógicas.
Asimismo, es necesario propiciar espacios reflexivos e intersubjetivos
para que docentes en ejercicio y docentes en formación de la UPEL, puedan
echar una mirada a sus propias teorías, las cuales permanecen dormidas en
su estructura de pensamiento. Ello, con la intención de describir un proceso
intencional orientado a describir como el actor educativo puede visualizar y
expresar de manera vertebrada, consciente y por sí mismo, las teorías
implícitas que a lo largo del tiempo han permanecido ocultas en el
subconsciente.
Para Pozo (2006), es difícil que el actor cotidiano pueda explicitar
directamente las teorías implícitas, ya que ello supone un esfuerzo ulterior
18
para la descripción de tales representaciones mentales, por cuanto se trata
de representaciones tácitas, en el sentido de que integran un conjunto de
experiencias corporales con el mundo, las cuales no son inmediatamente
tematizables. O sea, no es fácil traducirlas espontáneamente en contenido
semántico. De ahí que, las investigaciones acerca de este aspecto solo se
han quedado en el develamiento de los significados ocultos (construidos por
los actores educativos) y no en la manera como el sujeto toma consciencia
de dicho conocimiento tácito.
En consecuencia, no solo es importante develar las teorías implícitas
construidas por el docente universitario de la UPEL, sino es necesario
transcender hacia la activación de procesos para la comprensión del modo
como éste toma conciencia de sus conocimientos tácitos. Es decir, considero
vital en procesos de formación reflexivos y críticos, adentrase en la
conducción de procesos de toma de conciencia de las teorías legas, sobre
determinados dominios de conocimientos que se reconocen relevantes para
la formación académica del docente.
La posibilidad de concienciar y enunciar coherente y vertebradamente
las teorías implícitas fue acuñada por Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.)
en el siguiente enunciado: “…el docente tiene pocas oportunidades para
reflexionar acerca de sus teorías implícitas. Esto solo lo puede lograr con la
ayuda de otros…” (p.121). La expresión del autor permite interpretar la
posibilidad de incorporar procesos intersubjetivos, entre pares, en la
comprensión del proceso seguido por los docentes cuando reflexionan y
toman conciencia de sus teorías implícitas, sobre un determinado dominio de
conocimiento.
Asimismo, Martínez (2012) se refiere a la posibilidad que tiene el actor
social para la toma de conciencia de su pensamiento tácito cuando se
pronuncia sobre lo que él llama “pensamiento profundo”:
El verdadero pensar nos lleva a buscar los principios en los que se
fundamenta ese mismo “pensar” y a detectar los presupuestos en
que se apoya; y en efecto, ni las palabras, ni los símbolos ni los
19
mapas nos transmiten una comprensión de sí mismos. Esa
comprensión profunda, ese conocimiento ya existe, pero en forma
inconsciente; es el conocimiento tácito, y se hace consciente a
través de la intuición…De ninguna otra manera se podrían explicar
los hechos que hacen ver que los resultados exitosos aparecen en
momentos de reposo pero, ordinariamente, después de un trabajo
mental duro y laborioso sobre los mismos y tras repetidos
rechazos insatisfactorios (p.22).
20
En el contenido del testimonio anterior, en primer lugar, puedo apreciar
la tesis que revela, el sujeto epistémico tiene la posibilidad de hacer
consciente las teorías implícitas que construye en su devenir práctico. En
segundo lugar, observo algunas características que se pueden atribuir al
proceso de explicitación de las teorías implícitas. Estas pueden evidenciarse
en las siguientes frases, enunciadas por la docente: “un proceso de
conocimiento interior”, “generar actividad mental a la que sólo puede
tener acceso el propio sujeto” y “prevalece el reflexionar”. En este
sentido, el actor cotidiano tiene la posibilidad de reflexionar y explicitar
conscientemente, y por sí mismo, sus conocimientos implícitos (producto de
sus vivencias cotidianas).
En lo tocante a la frase que denota la idea sobre que el sujeto genera
actividad mental a la que solo él puede tener acceso, me lleva a pensar en la
metacognición. La cual, según Pozo (ob. cit.) centra su interés en el
conocimiento consciente, de naturaleza explicita, además que analiza el
desarrollo de los procesos cognitivos en escenarios socio culturales
específicos. En consecuencia, hacer explícitas las teorías implícitas lleva
consigo la posibilidad de generar procesos individuales de toma de
consciencia de las representaciones mentales concebidas de manera tácita
en las prácticas cotidianas. En este sentido, lo expresado por la docente me
permite establecer una relación entre la metacognición y el proceso de
explicitación consciente de las teorías implícitas.
El testimonio del actor social, me lleva a estimar que el actor cotidiano
tiene pocas oportunidades de reflexionar y de explicitar consciente y
vertebrada, y por su propia cuenta, ese repertorio de conocimientos ocultos
generados en las prácticas cotidianas en las que discurre cada día; no
obstante, estas entidades guían sus acciones. Solo con la ayuda de otros
actores es que el sujeto que vive en cotidianidad puede dar un vistazo
deliberadamente a sus significados implícitos, mediante la percepción del
lenguaje y acciones es que se puede avizorar el orden y magnitud del
21
contenido episódico alojado en la conciencia humana acerca de un
determinado dominio de conocimiento en particular.
Para Schön (1992) el proceso de explicitación de las teorías, también
llamadas ingenuas, pocas veces ha sido descrito teóricamente, por ende se
constituye en el aspecto en el cual recae mi interés que orientó el desarrollo
de la presente investigación, lo cual requirió la interacción de modo subjetivo
con versionantes comprometidos con la investigación. La idea de deconstruir
y construir el proceso concienciación de las teorías implícitas desde los
significados que éstos han construido, desde su propia subjetividad y la del
investigador, representó un proceso interesante para generar cuerpos de
conocimientos valiosos para nutrir el debate pedagógico y la configuración de
los cambios y transformaciones que requieren los procesos formativos en la
educación venezolana.
Ahora bien, para el caso de esta investigación desarrollé espacios de
interacción intersubjetivos orientados a activar procesos dialógicos que
dieron fe de modo como se genera la explicitación de las teorías implícitas de
los docentes de la UPEL-IPB, adscritos al Departamento de Formación
Docente, con la intención de comprender, a partir de la propia subjetividad
del actor lego (docente) y la mía como investigador y actor social, el
mencionado proceso. Esto, con la intención de generar un cuerpo descriptivo
de conocimiento organizado que permitan comprender la manera cómo el
actor docente explicita, por sí mismo, dicho conocimiento tácito.
Tal experiencia heurística la orienté a través de las siguientes
inquietudes: ¿cómo es el proceso que sigue el docente para explicitar sus
teorías implícitas?, ¿qué interpretaciones se derivan del proceso de
explicitación de las teorías implícitas del docente?, ¿qué cuerpo de
conocimientos teóricos se pueden generar a partir de la comprensión del
proceso de explicitación que realiza el docente de sus teorías implícitas?
22
Propósitos de la Investigación
Motivaciones del Artesano
23
Es así como he creído que investigar este tipo de entidad cognitiva ha
podido nutrir mi propia práctica pedagógica. Cada vez me siento más
convencido de la significatividad del conocimiento cotidiano y estoy de
acuerdo cada día con aquellos teóricos que esgrimen que el mejor modelo o
teoría educativa emergerá de un contexto real, desde donde los actores con
su acción diaria legitiman ese tipo de saber pedagógico, el cual ha sido
subestimado por el pensamiento moderno durante largo tiempo. Pero si las
teorías implícitas se vislumbran como conocimiento inadecuado o erróneo, el
docente deberá realizar un esfuerzo cognitivo para reflexionar acerca de la
pertinencia de éstas y avanzar en un proceso explicitación que desemboque
reconstrucción de tales significados y su redescripción.
Igualmente, he pensado que mediante la comprensión del saber
cotidiano, se ha podido hacer aportes valiosos al conocimiento académico y
al debate desarrollado a lo largo de los años por teóricos de la pedagogía,
quienes continuamente interpretan la problemática de la enseñanza y el
aprendizaje a enfrentar por los futuros docentes. Esto es, en la medida en
que las aportaciones teóricas describan cómo una especie de entidad de
conocimiento que se presenta difusa y oculta en el pensamiento de quienes
están íntimamente ligados con el proceso educativo, se podrá tener una
visión más clara acerca de las orientaciones que se deben seguir en la
consecución de una práctica educativa de calidad. Por tanto, estoy
convencido de que develando estas formas de conocimiento, revisando su
valor, pertinencia teórica y práctica es posible realizar cambios a los
programas de formación del docente. Es decir, de fortalecer o mejorar el
currículo y la práctica de aula, así como visualizar y definir una metodología
de aula pertinente para la construcción de nuevos conocimientos.
Teorizar acerca del explicitación de los significados implícitos puede
desembocar en la construcción de teorías pedagógicas que fundamenten la
didáctica orientada a la concienciación del conocimiento que se pretende
24
enseñar y a la integración del saber cotidiano en estructuras de pensamiento
más explícitas. Lo que Morin (1999) en su concepción define como:
La “concienciación” del conocimiento puede transmitirse y
enseñarse como cualquier otro conocimiento…es cierto que se
puede ayudar a los demás a que tomen conciencia, pero una toma
de consciencia es más que una adquisición de conocimiento: es
un acto reflexivo que moviliza consciencia de sí y compromete al
sujeto a una reorganización crítica de su conocimiento, incluso a
una nueva puesta en cuestión de sus puntos de vista
fundamentales…(p.209)
25
nuevas concepciones más congruentes con los avances pedagógicos y de la
didáctica, sino que es necesario transitar en los procesos de formación del
docente las capacidades cognitivas de éste para acceder a sus propios
significados implícitos, es decir, es necesario formar un docente que sea
capaz de hurgar críticamente en su propio pensamiento para visualizar el
estado congruencia de sus significados en relación con los conocimientos
formales explícitos que se debaten en los centros de formación superior.
Para Soto (2002), la falta de discriminación entre las competencias de
pensamiento que se requiere desarrollar en la comprensión de las áreas de
conocimiento disciplinares está desembocando en pensamientos ingenuos,
carentes de sentido y generadores de consecuencias negativas muy difíciles
de superar en procesos de formación de los docentes. Esta dificultad solo se
podrá superar cuando en los escenarios de formación se promueva la
revisión crítica y metacognitiva de los pensamientos ingenuos, generados en
las prácticas cotidianas. Es decir, vividos en los espacios áulicos, además de
la relación entre los conocimientos disciplinares expuestos históricamente y
el conocimiento ingenuo o implícito gestado en el accionar cotidiano.
No es posible pensar que estudiantes y docentes se enfrentan cada día
a procesos de formación como tabla rasa, sino que se presentan ante ellos
provistos de preconceptos, conocimientos precientíficos, teorías implícitas
que facilitan u obstaculizan el aprendizaje de las teorías formales. No
obstante, dificulto que gran parte de estas teorías formales sean las más
pertinentes y adecuadas para formar el docente que la sociedad posmoderna
está demandando. Y lo más importante, es necesario comprender la ruta de
pensamiento que el actor social sigue en el proceso de hacer consciente sus
propias teorías, las cuales ingenuamente asume en el desarrollo de su
quehacer cotidiano de aula. Por otro lado, es imperioso que el propio sujeto
sea capaz de sopesar el nivel erróneo que pudieran tener sus propias
teorías, al compararlas con las teorías formales y con la calidad del proceso
didáctico desarrollado en los espacios de aula cotidianamente.
26
La inquietud por la compresión del conocimiento cotidiano, la
construcción de las teorías implícitas y el funcionamiento del pensamiento
profundo de actor cotidiano, me llevó a realizar una investigación respecto a
cómo el docente universitario realiza por sí mismo la explicitación de su
conocimiento tácito. Además, en el estudio pretendí la valoración del saber
cotidiano manifestado desde teorías implícitas y el proceso seguido por los
actores docentes en la explicitación del conocimiento implícito que se ha ido
alojando en sus estructuras cognitivas de modo inconsciente en el devenir de
su quehacer pedagógico.
La construcción de los saberes teóricos que generé mediante la
investigación puede servir a los actores sociales que se dedican a la labor
docente como referente epistémico en su accionar de aula. Por cuanto, dicho
conocimiento surgió en torno a procesos vivenciales en los que los actores
sociales fueron protagonistas y participaron comprometidos con el
investigador en la realidad social educativa de la UPEL-IPB. Y, porque el
citado conocimiento se gestó considerando los sentidos y significados que
los propios versionantes de este contexto han construido y le atribuyen a la
explicitación consciente del saber tácito.
En atención a los aportes que como investigador aspiré ofrecer en el
proceso heurístico, en términos de construcción de conocimiento novedoso,
consistió en la narración de descripciones teóricas acerca de cómo el actor
docente, por sí mismo, explicita las teorías implícitas abstraídas durante su
devenir práctico a lo largo de su vida. Esto me llevó a ubicar la investigación,
desde la perspectiva general, en el área del pensamiento docente. Por
cuanto, exploré los significados que han construido los profesores acerca del
proceso de explicitación consciente de las teorías implícitas. Y desde la
perspectiva específica, el mismo lo inscribí en la línea de investigación:
Didáctica y Formación Docente, adscrita a la Subdirección de Investigación y
Posgrado de UPEL-IPB, cuyo propósito es promover y sistematizar la
27
producción de conocimientos en torno al área de la didáctica y las
actividades relacionadas con la formación del profesorado.
Ante las ideas expuestas, la investigación doctoral podrá beneficiar a
los docentes formadores de maestros, por ser los encargados de inducir
procesos pedagógicos en los que necesariamente se debe fomentar la
activación del pensamiento profundo durante el aprendizaje de los
conocimientos formales. Por un lado, puede servir para que el docente
reconozca reflexivamente la existencia de entidades de conocimiento ocultas
en sus estructuras cognitivas y visualice una ruta pedagógica que permita
activar la reflexión y los procesos de pensamientos suficientes para revisar
reflexivamente, por sí mismo, aquellos significados que hasta el momento no
sabía de su existencia.
Este tipo de actividad mental puede desembocar en la revisión del nivel
erróneo puede existir entre sus teorías implícitas y las teorías formales
históricamente expuestas, con la intención de generar mecanismos de
superación de las teorías formales. Por el otro, mediante los aportes de esta
investigación, el docente podrá generar en sus estudiantes procesos
metacognitivos que permitan, al futuro docente, revisar las teorías implícitas
que ha venido asimilando de modo inconsciente en la cotidianidad en la que
se desenvuelve, a la vez que, desarrolla reflexivamente las capacidad de
activar el metapensamiento durante la actividad mental que realiza mientras
aprende. Es de vital importancia que el futuro docente mire las
construcciones ocultas en su pensamiento y genere actividad mental
profunda que le permita avizorar lo erróneo en aquello que aprende.
Es evidente que la contribución de la investigación constituye un
referente valioso para los docentes que se desempeñan en la formación
universitaria, por cuanto en ella se generaran descripciones teóricas que los
mismos pueden emplear en la conducción de los procesos didácticos
relativos al acto de enseñar, en los que se intente activar procesos reflexivos
y metacognitivos con ciertos niveles de profundidad. Cabe mencionar que, en
28
la consecución de los aportes de la investigación participaron actores
docentes, genuinos y comprometidos con el hecho educativo a nivel
universitario, cuyas actuaciones conjuntamente con el investigador,
permitieron generar información valiosa para la legitimación de las
descripciones teóricas emergentes.
En la medida en que el docente construya estrategias que le permitan
ver más allá de lo evidente, es decir, mirar las construcciones ocultas en su
pensamiento, puede generar actividad mental que desemboque en la
reflexión crítica y metacognitiva. Lo que le permitirá valorar su propio
conocimiento y generar acciones de autoaprendizaje y mejoramiento de la
praxis educativa. Del mismo modo, el docente puede generar estrategias
para que sus estudiantes puedan realizar un aprendizaje que degenere en la
activación y desarrollo de la concienciación del conocimiento implícito.
Los aportes de este estudio pueden ser utilizados contextualmente por
los docentes de educación superior. No solo por los profesores formadores
de docentes sino por cualquier docente que se desempeñen en educación
superior que requieran la instrumentación del metapensamiento en los
espacios de formación académica. Por tanto, la aplicabilidad de las
construcciones teóricas que emergieron en la investigación, servirán como
referente epistémico en las universidades formadoras de docentes en
Venezuela, las universidades Latinoamericanas y del mundo, dedicadas a la
formación universitaria con miras a fomentar el aprendizaje consciente,
reflexivo y metacognitivo.
Con este estudio fomenté valores como la estima por el saber cotidiano,
menospreciado por el quehacer científico moderno y posmoderno durante
muchos años. El valor a la vida y las interacciones entre las personas, como
fuentes naturales en la construcción del saber. El valor por la otredad, pues
durante mucho tiempo se ha dado mayor importancia a la individualidad, y
subestimado el aporte de las interacciones intersubjetivas en la construcción
del conocimiento. Asimismo, con esta experiencia enfaticé el valor de la
29
subjetividad y del lenguaje como una manera de comprender la realidad
social, y de acceder a los sentidos y significados que envuelven a la vida
humana.
30
SEGUNDA LABOR
CONSTRUCCIÓN EPISTÉMICA DEL EJE TEMÁTICO:
PENSANDO LA OBRA A TALLAR
Teoría Implícita
31
manera como concebido desde el punto de vista de los diferentes enfoques
epistemológicos de las ciencias
En relación con estos tres conceptos, García Hoz (1964) expresa, en
primer lugar que, teoría “…etimológicamente equivale a especulación y
contemplación…” (p. 84). En segundo lugar, en torno al concepto ley plantea
que “… será, en sentido amplio, la ordenación interna de todo ser a su pleno
y cabal cumplimiento...” (p.551); y en cuanto al tercer y último concepto,
hipótesis, refiere que son “... la explicación provisional de algunos hechos
dados...” (p.476).
Por su parte, la Real Academia Española (RAE, 2014), en cuanto el uso
de estos mismos vocablos presenta algunos significados. Para el caso de la
palabra teoría, presenta tres significados, a saber: el primero lo conceptúa
como “...conocimiento especulativo considerado con independencia de toda
aplicación...” (p.1465); el segundo significado lo presenta como una “...serie
de leyes que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos...”
(p.1465); y el tercero, se refiere a las “...hipótesis cuyas consecuencias se
aplican a toda ciencia o a parte muy importante de ellas...” (p.1465).
Del mismo modo, pero ahora para el vocablo ley, la RAE (ibídem)
presenta un considerable número de significados en relación con este
término; pero para los propósitos de esta producción sólo se considerarán
tres de ellos. Primeramente lo conceptúa como “…regla y norma constante e
invariable de cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades o
condiciones de las mismas...” (p.828); seguidamente se tiene la definición de
ley como”…cada una de las relaciones existentes entre los diversos
elementos que intervienen en un fenómeno...”(p.928); y finalmente se tiene
ley como un “...hipótesis cuyas predicciones se han visto confirmadas
muchas veces...” (p.928). Y para el tercer vocablo en cuestión, hipótesis, se
entiende como “…suposición de algo posible o imposible para sacar de ello
una consecuencia...” (p.1255).
32
Es evidente, y sin hacer un análisis profundo, que los vocablos
estudiados tienen significados completamente distintos. No obstante, el
segundo significado de teoría tomado de la RAE expresa una relación clara,
al menos, entre la dicotomía teoría-ley. En el sentido de conceptuar el
término teoría como un conjunto de leyes. Es decir, una teoría se define
como un con conjunto de leyes íntimamente interrelacionadas entre sí, las
cuales permiten predecir o explicar un determinado fenómeno.
Asimismo, Ferranter Mora (1994), sobre esta relación se pronuncia
diciendo que el propósito de una teoría se orienta a la explicación de las
leyes. Esta concepción le imprime a la noción de teoría una connotación más
compleja y general, que el término ley. Esto supone que una teoría abraza un
conjunto de leyes, a su vez cada una de estas últimas aporta solución de una
parte del problema o fenómeno estudiado. En otras palabras, podemos
concebir la categoría teoría como un entramado de leyes, cuya asociación
permite conseguir soluciones a un problema determinado.
Por otro lado, como se observó en las acepciones de la RAE (ob. cit.)
al conceptuar ley como “...hipótesis cuyas predicciones se han visto
confirmadas muchas veces...” (p.928) se establece la relación entre el par
ley-hipótesis. Por cuanto la hipótesis es entendida como explicación
provisional, y ésta al ser comprobada universalmente toma significado de ley,
que explica un determinado fenómeno. Ahora bien, ¿cuál es la relación
hipótesis-teoría?
Para intentar explicar la anterior interrogante, García Hoz (ob. cit.), hace
un planteamiento clave, al afirmar que existen hipótesis amplias o generales
y subraya que estas pueden ser entendidas, dada su amplitud, como teorías.
Entonces, una teoría, según el planteamiento del autor, puede considerarse
como explicaciones provisionales de la forma como ocurre cierto fenómeno,
que de no ser comprobado no tomaría la connotación de ley. Esto lleva a
pensar que la noción de teoría pudiera ser integrada, por un lado, por un
33
conjunto de leyes; y por el otro, por hipótesis y explicaciones tentativas, las
cuales necesariamente no requieren de comprobación científica.
Antes, sin embargo creo pertinente aclarar una cuestión básica; el
análisis que se viene realizando hasta aquí refiere concepciones con sesgo
científico positivista, lo que permite inferir su aplicabilidad en el marco de las
ciencias naturales o exactas, es decir en la predicción de los fenómenos
naturales, pero no es aplicable en la compresión de las interacciones que se
estudian en las ciencias sociales. Por cuanto si se concibe como ley al
conjunto de reglas y normas constantes e invariables esta afirmación llevará
a pensar que el comportamiento social estaría gobernado por las mismas,
con la excepción de las leyes jurídicas. Situación que no es así, dado que el
comportamiento humano es variable, en cual se desarrolla mediante la
interacción en realidades sociales múltiples; y no está condicionado por leyes
naturales propiamente dichas (Ferranter Mora, ob. cit.).
Ahora bien, en atención a que el proceso heurístico que desarrollé se
gesta a partir de las interacciones sociales y no en escenarios naturales con
fenómenos objetivables, y teniendo en cuenta el análisis anterior, valdría la
pena preguntarme acerca del significado que debiera tener el vocablo teoría
en el campo de las ciencias sociales y la postura que debería asumir, desde
el punto de vista ontológico y epistemológico, como investigador para ser
congruente en relación con el proceso de indagación social. Para responder
a la anterior inquietud, considero prudente retomar el significado
presentado por García Hoz (ob. cit.), expresado en líneas anteriores, en el
cual el término teoría es concebido como especulación o contemplación.
Esto acuñado con el planteamiento de la RAE, en el que se entiende por
teoría como conocimiento especulativo en independencia de toda aplicación
práctica, nos proporciona una visión más amplia y menos científico positivista
en la manera de concebir el constructo teoría. Esto supone, la posibilidad de
comprender las teorías como las diferentes manifestaciones del pensamiento
humano como consecuencia de la comprensión de la realidad social. Como
34
se observó en el análisis previo, la concepción de teoría en el tiempo pasa
por la precisión de un conjunto de leyes inmutables a la construcción mental
que el ser humano realiza durante la comprensión de la realidad que le
circunda. De allí que, en la literatura de hoy podamos encontrar definiciones
que versan de teoría como especulación, construcciones mentales,
representaciones de pensamiento, otros.
En esta senda, Martínez (2004), al referirse a la definición de teoría,
plantea lo siguiente:
...una teoría es una construcción mental simbólica, verbal o
icónica, de naturaleza conjetural o hipotética, que nos obliga a
pensar de un modo nuevo al completar, imaginar, unificar,
sistematizar o interpretar un cuerpo de conocimientos que hasta el
momento se consideraban incompletos, imprecisos, inconexos o
intuitivos... (p. 280).
35
Por otro lado, Padrón (1990), introduce la idea acerca de que “... el
término teoría es altamente polisémico...”(p.144), cuyos cambios según el
autor, dependen del uso que se le ha dado a este vocablo en tres esferas: la
vida cotidiana, la ciencia y la esfera de la epistemología o filosofía de la
ciencia. En este sentido, el mencionado autor realizó un análisis de algunas
expresiones populares en las que se emplea la palabra teoría encontrando
que se aplica sin distinción a “...clases universales de hechos o clases de
mediana universalidad y a campos particulares...” (p.144). En el campo
científico, el análisis arrojó que el vocablo teoría es usada normalmente a
“cuerpos hipotéticos” (p.144), ya sea para referirse a ciertas proposiciones de
estos cuerpos, o al conjunto completos de las proposiciones que conforman
los mismos. Y en torno a la filosofía de la ciencia, el constructo teoría varía
según sea el paradigma o enfoque epistemológico desde donde se defina.
De los planteamientos anteriores se desprende la idea de que el vocablo
teoría pueda traer de acuerdo con su uso muchísimas confusiones, dado su
carácter polisémico, en los que interviene la historia para permitirnos apreciar
visiones y concepciones que varían de a las orientaciones de conocimiento
modernas o postmodernas.
En atención a lo dicho en el párrafo anterior, me parece oportuno
precisar el punto referido a la producción de teorías en la vida cotidiana. Esto
es, se percibe la intención de incorporar en el debate social de interacciones
cotidianas, es viable la producción de teorías, puesto que lo tradicional ha
sido que solo se produce teorías en el campo de las prácticas científicas y no
en el quehacer social del hombre común. Primero, porque este tema resulta
interesante y muy poco abordado en la investigación educativa; y segundo,
porque es necesario asumir postura epistémica como investigador y la
manera como entender el proceso de indagación en escenarios sociales.
En este sentido, Padrón (ibídem) introduce en su análisis, la existencia
de teorías cotidianas del hombre común y teorías científicas producto del
quehacer de la ciencia. Aspecto que constituye el punto de ignición para
36
centrarse en el estudio de las teorías cotidianas del hombre de la calle, así
como el estudio de las teorías científicas del hombre de ciencias. Esta
aseveración viene a delimitar las dos vertientes que hoy se manejan sobre el
constructo teoría, que son las dimensiones explícita o consciente e implícita o
inconsciente. Por tal razón, y para cubrir las expectativas del título de este
apartado de la presente producción, ahondaré en el análisis subsiguiente, la
dimensión implícita de las teorías que han construido los sujetos en su
devenir práctico.
En resumen, el análisis realizado hasta aquí permitió evidenciar el
carácter polisémico del vocablo teoría. Además de las relaciones que se
establecen entre el mencionado término y los vocablos ley e hipótesis.
Asimismo, se conoció acerca de la existencia de teorías científicas,
denominadas también teorías explícitas, construidas durante el quehacer
científico; y las teorías cotidianas, conocidas también como teorías implícitas,
construidas por el hombre común en su quehacer diario.
Pero antes debo pronunciarme, luego del recorrido conceptual
desarrollado hasta este punto, acerca de la posición que asumí sobre el
significado del término teoría. Para lo cual concebiré la definición esbozada
por Martínez (ob. cit), el cual las entiende como aquellas construcciones
mentales, simbólicas, verbales e icónicas que llevan organizar e interpretar
un conjunto de conocimientos que previamente se consideraban
desordenados, imprecisos y sin conexión. Esto, dada la amplitud de la
definición asumida por el autor, además del carácter social representacional
que le impregna a la noción de teoría y por la adecuación que esta
concepción tiene con el manejo de las teorías implícitas, elemento central de
esta producción escrita.
Ahora bien, volviendo al título de esta producción, lo relativo a la
definición de teorías implícitas, Argyris y Shön (ob. cit.) las teorías implícitas
son interpretaciones acerca de las construcciones mentales que dan razón
de lo que se cree y se hace, aunque se crea y se haga sin conciencia de ello.
37
Los autores, en el análisis acerca de las teorías, distinguen entre dos formas
de interpretar la realidad, que son las denominadas teorías expuestas y
teorías en uso. Las primeras refieren lo que el sujeto es capaz de verbalizar
coherentemente con conciencia su comprensión de la realidad, mientras que
las segundas son inconscientes, tácitas e intuitivas, pero que dan sentido y
orientación a la acción de los mismos y que sólo son accesibles a la
conciencia con la ayuda de otros. Nótese, pues, que los autores, en sus
apreciaciones, relacionan el carácter implícito con la imposibilidad que tienen
las teorías implícitas de ser expresadas verbalmente, es decir, los sujetos
tienen dificultades para argumentar con claridad las razones que los llevan a
actuar de una determinada manera en su accionar diario. Lo cual llevan a
distinguirlas de las teorías explícitas, las cuales son las explicaciones
coherentes y conscientes que los sujetos dan a los hechos o fenómenos de
su entorno. En estas últimas, el carácter argumentativo suele ser más
coherente y vertebrado, además de poseer cierta consistencia científica.
En este mismo sentido, Porlán y Rivero (1998), apuntan que las teorías
implícitas implican más a un “…no saber que a un saber, en el sentido de
que son teorías que pueden dar razón de las creencias y de las acciones…”
(p.62). Es decir, en este planteamiento se percibe la idea de que los sujetos
no tienen conciencia clara de la existencia de estas formas de representación
en su pensamiento y mucho menos de las relaciones que se establecen
entre sus creencias y teorías en las acciones que realizan. Así también, los
autores precisan la dificultad que puede presentarse cuando la persona
decidiera vertebrar mediante un lenguaje coherente sus teorías con ciertos
niveles de formalización y sistematización. Es decir, tales dificultades serían
la imposibilidad de traducir sus teorías en contenido semántico, el sentido
vertebrado y coherente de sus verbalizaciones y la pertinencia lógica de las
argumentaciones, tales que permitan describir adecuadamente al objeto de
conocimiento al que se refieren.
38
En esta misma dirección Rodrigo, Rodríguez y Marrero (1993), refieren
que las teorías implícitas son en cierto sentido representaciones mentales,
las cuales configuran la estructura de conocimientos de una persona. A su
vez plantean que dichas representaciones del pensamiento son de carácter
individual, constituidas a partir de la acumulación de experiencias. Este
último aspecto es el que determina la influencia de los aspectos sociales y
culturales en la determinación de dichas representaciones mentales.
Adicionalmente, se prevé que estas experiencia acumuladas como
representaciones de pensamiento, usualmente son de orden episódico. En
sí, el actor cotidiano es capaz de alojar en su pensamiento un conjunto de
experiencias de vida, que podrá poner en práctica repetidas veces para
hacer frente a las demandas de su entorno. No así, cuando se le solicita al
actor que argumente las razones de sus acciones, difícilmente podrá
verbalizar de forma razonada los supuestos en que se sustenta su accionar.
Por su parte Romo (2001), define las teorías implícitas como
“…representaciones organizadas del conocimiento social, marcos
interpretativos de la realidad estructurados por un principio de tipificidad
aunque inaccesible directamente al pensamiento consciente…” (p.62). Como
puede verse, esta definición no se aleja mucho de los planteamientos de los
autores citados en párrafos anteriores. En ella se mantiene las características
representacional, de individualidad y el factor social de las teorías implícitas.
Pero se introduce la idea de la tipificidad de las verbalizaciones que dan
razón de una determinada teoría. Eso significa que, cuando el actor social
argumenta los supuestos de su accionar, aunque pueden ser incoherente,
van a enunciar ciertas frases típicas de un asunto o dominio de conocimiento
en específico, lo cual puede dar luces acerca de la teoría que asume el
sujeto en su accionar, pero que le cuesta verbalizar con claridad
argumentativa.
Por otro lado, Benlloch (2000) precisa que las teorías implícitas
consisten en representaciones mentales complejas que constituyen dominios
39
representativos mentalmente organizados, que dan razón de los fenómenos.
Para el autor, los mencionados dominios son estructurados mediante
experiencias generadas a partir de episodios que las personas van
almacenando en su memoria, las cuales les permiten dar explicaciones o
argumentaciones a ciertos hechos o fenómenos vividos.
Dado que las teorías implícitas se originan de la asociación de
experiencias o episodios vivenciados por los sujetos con los esquemas
mentales existentes de forma inconsciente, con la intención de dar
explicaciones a los ciertos fenómenos, se cree que sea muy difícil que éstas
cambien, puesto que existen en el pensamiento como conocimiento
inconsciente, como se mencioné en líneas anteriores. (Rodrigo y Arnay,
1997).
No obstante, según Porlán (1998) y Argyris y Schön (1978), es posible
que el individuo sea capaz de verbalizar y vertebrar coherentemente sus
teorías implícitas, de manera tal que pueda hacerlas conscientes con el
propósito de ganar coherencia entre o que se precisa y lo que se siente,
piensa y hace. Pero, esto no es un proceso espontáneo, sino que puede
lograrse sólo con la ayuda de otras personas. Afirmación que lleva a pensar
acerca de que la explicitación de las teorías implícitas puede considerarse un
proceso difícil, sin embargo, no imposible.
Asimismo, Pozo y Gómez (2001), frente a la definición de teoría
implícita plantea que:
…las teorías implícitas son un tipo de entidad cognitiva,
inconsciente e implícita, que ejercen una enorme influencia en la
conducta (tanto en la reflexión como en la acción) y en las
respuestas a determinar problemas… (p. 47)
40
conciencia, pero como lo plantea Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.), son
construcciones muy personales producto de las interacciones sociales y
culturales, de manera que pueden variar de acuerdo a las características de
cada grupo en específico y de las experiencias vividas por cada sujeto. Esto
imprime a las teorías en cuestión un carácter normativo y convencional, al
menos para determinados grupos de actores sociales.
Bolívar (2000), por su parte define las teorías implícitas como
conocimiento tácito. El cual describe como conocimiento implícito, aquel que
no es expresable coherentemente y de manera directa mediante el código
hablado. Esto supone la dificultad que tiene el actor cotidiano de explicitar o
vertebrar articuladamente los supuestos que justifican su accionar durante
los episodios de vida asimilados irreflexivamente a través de la palabra. A la
vez que implica el conocimiento construido vivencialmente en ciertos
contextos mediante procesos de imitación y experimentación. Como puede
verse en esta definición, el autor, introduce el término conocimiento tácito
para referirse a las teorías implícitas. También, en ciertos casos se introduce
el término conocimiento cotidiano para referirse a las mismas.
En este mismo orden de ideas, Pozo y Marrero (1999) definen a las
teorías implícitas como “…conocimiento semántico, esquemático, prototípico,
relativo de conocimiento…” (p. 75) en particular. En sí, para los autores, este
conocimiento es construido por los actores sociales a partir de sus vivencias
e interacciones sociales.
Por otro lado, es necesario apuntar en esta discusión que, según Romo
(ob. cit.), las teorías implícitas también son llamadas “…teorías ingenuas,
teorías espontáneas, teorías causales, teorías legas, teorías inductivas, y mal
llamadas representaciones sociales o categorías naturales…” (p. 14).
Además, plantea que este tipo de teorías se caracteriza por basarse en
interpretaciones de los episodios vividos por las personas, aspecto que
determina su flexibilidad frente a las demandas o situaciones en que se
emplean y por presentar ciertas normas o convencionalismos en sus
41
contenidos. Estos últimos son representativos del grupo social al que
pertenece la persona que lo posee. Esto avala la tesis que presente en el
párrafo anterior, en la cual referí que las teorías implícitas con concebidas
como conocimiento cotidiano.
En otra perspectiva Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.), afirman que
las teorías implícitas de la persona común o de la calle traen consigo
implicaciones, lógicamente basadas en el comportamiento social. Por una
parte, el hombre común dispone de teorías que le proporcionan
conocimientos indispensables para lograr de alguna forma ajustarse a su
medio. Por la otra, puede perjudicar una interacción social adecuada y
realista al tener teorías implícitas de carácter negativos hacia ciertos grupos
de personas; y básicamente, tienden dificultar el aprendizaje explicito
(científico) de información nueva, ya que actúa con sus teorías implícitas,
basadas en información previa, adquirida, estructurada y que son de difícil
cambio.
Con este planteamiento traigo a colación que una teoría implícita puede
conjugarse como positiva o negativa para el individuo y el grupo social en el
que éste se desenvuelve. Es decir, el comportamiento de las personas está
influido por sus teorías implícitas. Si éstas son inconvenientes, entonces el
comportamiento puede ser perjudicial para el mismo individuo y el grupo
donde se desenvuelve. De allí la importancia de que el actor social debe vivir
espacios reflexivos que le permitan acceder a dichas construcciones
mentales y por medio de procesos metacognitivos poder valorar el carácter
inconveniente de las mismas
También, considero importante resaltar que pueden existir teorías
implícitas en diferentes áreas o dominios de experiencias. Por ejemplo,
teorías implícitas sobre el aprendizaje, acerca de la creatividad y sobre la
enseñanza, entre otras, cuya estructura y organización en la mente del
individuo puede ser objeto de múltiples investigaciones, con el propósito de
42
comprenderlas y generar cuerpos de conocimientos mejor sintetizados que
permitan describir las interrelaciones sociales en los que se originan
En resumen, las teorías implícitas son conocimientos o
representaciones mentales inconscientes, tácitas, no accesibles a la
conciencia humana, que de una u otra forma intervienen en el
comportamiento de las personas, es decir, intervienen en las decisiones y
acciones de los actores sociales realizan durante el quehacer cotidiano.
Asimismo, se estima que tales estructuras de pensamiento, aunque no es
tarea fácil, posiblemente pueden ser explicitadas mediante procesos de
reflexión profundos y con la ayuda de otras personas.
Como puede apreciarse en el análisis realizado hasta este punto, son
muchas las definiciones que se manejan sobre teorías implícitas. No
obstante, se observan algunas similitudes en los planteamientos de los
autores consultados. En este sentido, para responder al propósito del
presente estudio, concebí como teorías implícitas a las representaciones
mentales, conjetúrales, provisionales, que ha construido cada sujeto en su
hacer diario sobre diversas áreas o dominios de conocimiento en particular.
De ahí que, las teorías implícitas de los docentes acerca aspectos de su
cotidianidad de aula, son un conjunto de representaciones mentales
inconscientes que éste ha construido a lo largo de su devenir práctico y que
en muchos de los casos permanecen ocultas en su mente como contenidos
episódicos.
Queda abierta la discusión acerca de si el hombre común es el único
que tiene teorías implícitas ¿acaso el hombre profesional tiene sus propias
teorías implícitas?, ¿es posible que los docentes hayan construido sus
propias representaciones mentales? Es probable que sí. Considero que es
posible que el profesional ante la realización de sus labores cotidianas de
trabajo haya podido construir sus propias teorías implícitas (inclusive el
profesional de la docencia). Tan es así que muchos docentes dirigen el
aprendizaje declarando que usan el constructivismo (teoría explícita), pero
43
aplican estrategias conductistas (teoría implícita). Ya se conoce acerca de
algunos teóricos que se han atrevido a especular sobre tales conocimientos
implícitos de los profesores como el mismo Porlán (ob. cit.), también Rodrigo,
Rodríguez y Marrero (ob. cit.), entre otros.
44
En las mencionadas interacciones intersubjetivas, el actor cotidiano va
construyendo sus propios significados como representaciones mentales
tácitas que le permiten interpretar y dar respuestas a los avatares que le
demanda la realidad social donde se desenvuelve como agente epistémico.
Este saber cotidiano, que se organiza bajo la forma de teorías implícitas, es
asimilado inconscientemente y es guardado en el pensamiento por cada
actor social. A la vez que permanece oculto y se manifiesta mediante sus
acciones y verbalizaciones en determinadas prácticas cotidianas. Esto
constituye una relación directa entre las teorías implícitas y el saber
cotidiano.
En este mismo orden de ideas, Soto (2002) expresa que el saber
cotidiano se considera como un tipo válido, pero no suficiente, de
interpretación de la realidad. Esto es, la aportación que el saber cotidiano en
la interpretación de la realidad no es suficiente, sobre todo de la realidad
social, dado que éste integra una gran cantidad de experiencias acumuladas
en el devenir práctico, puesto que son sintetizadas y asimiladas de modo
asistemático y cuyo contenido se aloja de modo acrítico e inconsciente en la
mente del sujeto.
Vogliotti y Macchialota (ob. cit.) refieren en torno a la relación del saber
cotidiano y las teorías implícitas que, éstas últimas son constituidas por
conjuntos más o menos integrados y consistentes de ideas que se
construyen a partir de las vivencias cotidianas. Por tanto son versiones
incompletas y simplificadas de la realidad. No son directamente accesibles a
la conciencia tienen ciertos niveles de organización interna.
Como puede apreciarse, las teorías implícitas están ligadas a las
interacciones cotidianas que el hombre común vivencia en el día a día.
Quiera o no el actor social tiende a registrar los episodios vividos en la forma
de saber cotidiano, experiencias relacionadas con su interacción contextual y
cultural generadas en el entorno donde habita. Este saber que se genera es
45
tácito, inconsciente, asistemático y pocas veces verbalizable de modo
coherente.
Parafraseando a Pozo y Gómez (2001), se tiene que existen evidencias
de que el saber cotidiano acerca de los fenómenos científicos se aprende por
procesos implícitos más que por razonamiento explícito. Así, el conocimiento
implícito, propio del saber cotidiano, se diferencia de las teorías implícitas no
solo en su contenido sino en los principios y en las estructuras conceptuales
desde las que se organizan dichos conocimientos. En estas aseveraciones,
se destaca la relación directa entre el conocimiento implícito, como elemento
integrador del saber cotidiano.
Para Martínez (2004), existe lo que se conoce como la lógica de la
intuición. Con frecuencia se identifica una intuición, especialmente cuando su
contenido no puede comprobarse de inmediato como algo irracional, por
cuanto quien cree en ésta se le considera falso de lógica, de razón y por
consiguiente, precientífico. Ahora bien, se considera que la función
cognoscitiva de la intuición es capaz de sintetizar y aprehender la totalidad
de una realidad o situación específica. Dicha intuición sigue una lógica
implícita, difícil de captar a nivel consciente, debido a la rapidez de las
reacciones que están en juego. Al hablar de ellas, refiero el proceso
inconsciente de las intuiciones que hace el actor cotidiano sobre la realidad
social, en su contexto vivencial y durante el proceso de interacción
sociocultural.
Morin (1999) refiere algunos indicios que permiten nutrir la discusión
entre teorías implícitas y saber cotidiano, para lo cual expresa:
Por ser el acto de conocimiento a la vez, biológico, cerebral,
espiritual, lógico, lingüístico, cultural, social, histórico, el
conocimiento no puede ser disociado de la vida humana ni de la
relación social. Los fenómenos cognitivos dependen de procesos
infracognitivos y ejercen efectos e influencias
metacognitivas…Finalmente lo que se halla implicado y
reproblematizado en y por el conocimiento del conocimiento es
cualquier relación entre el hombre, la sociedad, la vida, el mundo
(p.27).
46
El pronunciamiento del autor en las líneas anteriores, me permiten
reflexionar en cuanto a que, al ser la construcción de las teorías implícitas un
acto de conocimiento comprendido por dimensiones biológica, cerebral,
espiritual lógico, es decir, un proceso integral, también está influido por una
dimensión social que implica todas las actividades propias de la vida humana
y las interacciones sociales con todos aquellos personas que habitan en la
realidad social de cada sujeto constructor de conocimientos.
En cuanto al carácter sociocultural de las teorías implícitas, Rodrigo,
Rodríguez y Marrero (ob. cit.) enuncian que el proceso de construcción de las
teorías implícitas implica la asimilación de experiencias personales, éstas “se
obtienen se obtienen en contacto con ciertas pautas socioculturales definidas
por “prácticas” culturales y “formatos” de interacción social” (p. 14). Aspecto
que supone la síntesis de teorías implícitas en el marco de las interacciones
sociales cotidianas. En este proceso, el sujeto se concibe como un agente
pragmático que atribuye significado a sus representaciones y acciones. En
consecuencia, la dinámica de interacción social y dialógica, acciones, pautas
culturales, formatos de interacción, experiencia personal en contexto,
determinan las síntesis de conocimientos implícitos que el sujeto acumula
como agente social y epistémico, lo cual finalmente se traduce, en términos
amplios, en saber cotidiano.
En efecto, para Ugas (2016) “una teoría indica las experiencias posibles
que pueda tener un sujeto en su cotidianidad” (p.46). Ello supone que la
cotidianidad de las personas se convierte en un manantial de experiencias, y
a su vez éstas en la oportunidad de teorizar acerca de una variedad de
dominios de conocimientos que les permiten a los sujetos responder a los
avatares que demandan las tareas diarias. De este modo se sintetiza el
saber cotidiano como la categoría más amplia que integra las experiencias
de conocimiento construidas en el devenir práctico.
47
Asimismo, Habermas (ob. cit.) refiere en torno a la distinción entre
teoría científica y saber cotidiano, que una teoría empírico-analítica en
sentido estricto puede refutar el saber cotidiano que precientíficamente el
sujeto tiene de la realidad física. Al punto de, si es necesario, sustituirlo por
un conocimiento científico correcto. Pero nunca un saber cotidiano podrá
sustituir al conocimiento científico. En cambio, es posible que un saber
cotidiano pueda reestructurarse y reconstruirse de modo más o menos
explícito configurarse en conocimiento formal. Ahora bien, esta transición del
conocimiento cotidiano al científico, requiere la concienciación de las
representaciones implícitas que componen el saber cotidiano.
En el caso del docente, las teorías implícitas según Rodrigo, Rodríguez
y Marrero (ob. cit.) son síntesis dinámicas de experiencias biográficas que se
activan por demandas del sistema cognitivo. Pueden referirse a situaciones
teóricas, prácticas, afectivas o morales, personales o sociales. Esto supone
que el conocimiento del docente es experiencial, puesto que se genera en
torno a las actividades teóricas y prácticas desarrolladas por el profesor y son
incorporadas al sistema cognitivo a través de la memoria. Estas experiencias
se realizan a lo largo de la interacción cotidiana desarrollada en contextos
sociales cotidianos.
Según Habermas (ob. cit.), la experiencia cotidiana es parte de un
mundo compartido intersubjetivamente, en el que cada sujeto vive y habla y
actúa con los demás sujetos. Esa experiencia de modo intersubjetivo se
expresa en sistemas simbólicos, sobre todo en el lenguaje natural, en el que
el saber acumulado está dado a la persona como tradición cultural. Ello lleva
a pensar que el lenguaje se constituye en el elemento vehiculizador entre la
experiencia vivida y el saber cotidiano. Y del mismo modo, en la medida en
que la experiencia cotidiana se traduce en saber, gran parte de dicha
experiencia se acumula como conocimiento implícito, representaciones
implícitas o inconscientes.
48
En resumen, las teorías implícitas son un modo de conocimiento
cotidiano, puesto que las mismas son construidas asistemáticamente durante
las prácticas sociales y culturales reales. De la misma manera que las
creencias y las representaciones sociales, las teorías implicas constituyen
modos de saber cotidiano, las cuales permiten al actor social interpretar y dar
razón de los fenómenos que se suscitan a su alrededor. Es así que por su
alto contenido episódico no son accesibles a la conciencia humana.
49
inferencias que no son las únicas posibles y de seleccionar una sola
dirección de las acciones de las potencialmente válidas. No obstante, el
conocimiento de los estados mentales ajenos parece bastante vital para el
ajuste adecuado del sujeto a su entorno social. Dado que las respuestas del
individuo requiere que sea consciente de que los demás no se comportan al
azar, sino que sus actitudes y conductas responden a una interpretación
particular de la realidad, que provoca conductas intencionales para alcanzar
ciertas metas significativas para los otros.
Las ideas del autor sugieren la posibilidad de acceder a los estados
mentales ajenos pero también a los propios. Asimismo, se deja claro que lo
común en investigación ha sido que se generen acciones para alcanzar el
conocimiento de los estados mentales de los otros, como un aspecto común
en las investigaciones y estudios que se dedican al análisis del pensamiento
de las personas. Al parecer existen ciertas dudas acerca de la posibilidad de
que el sujeto pueda acceder por sí mismo a sus propios estados mentales y
desencadenar el proceso de concienciación de sus pensamientos ocultos o
al entramado de representaciones que permanecen veladas allí. En lo
fundamental, hay dudas acerca de que el hombre común, que no es
científico, pueda en un momento determinado concienciar sus
representaciones mentales implícitas.
Frente a la anterior preocupación Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob.
cit.) afirman que “el hombre de la calle puede acceder a sus estados
mentales, en determinadas circunstancias, e incluso nos puede informar de
contenido de sus creencias, intenciones, metas, etc.” (p. 33). No solo el
hombre común puede concienciar sus teorías implícitas, sino que puede
avanzar en la verbalización congruente y coherente de sus representaciones
tácitas, es decir, traducir el contenido episódico en semántico estructurado de
modo lógico.
Para Pozo y Gómez (2001), ese tránsito de lo episódico a lo semántico
refiere la necesidad del cambio conceptual, entendido como el paso del
50
saber cotidiano al conocimiento científico. Ello implica la capacidad del sujeto
de integrar las formas más simples e intuitivas del saber en los modelos más
complejos, elaborados y explícitos que provee la ciencia hoy. No porque
estos últimos sean los más útiles y relevantes, sino por la necesidad de
concienciar los supuestos implícitos y poder realizar prácticas conscientes y
deliberadas.
Ahora bien, hablar de concienciación o explicitación de las teorías
implícitas es inevitable tocar aspectos como reflexión, conciencia,
metacognición, pensamiento y lenguaje. Al respecto Morin (ob. cit.), refiere
cierta relación entre los aspectos analizados relacionados con el mecanismo
de explicitación de los supuestos implícitos:
La conciencia es inseparable del pensamiento que es inseparable
del lenguaje. La conciencia es la emergencia del pensamiento
reflexivo del sujeto sobre sí mismo…la naturaleza del lenguaje
ofrece la posibilidad reflexiva que permite que permite que todas
las operaciones del espíritu se conviertan en objeto de conciencia.
Se constituye así un nivel de reflexividad en el que la consciencia
puede levantar el vuelo y a su vez, desarrollar la reflexividad del
pensamiento sobre sí misma, que la desarrollará de nuevo (p.134).
51
juega un papel fundamental. Proceso para el cual el actor cotidiano podrá
establecer diálogos internos que le permitirán revisas sus representaciones
implícitas asentadas en su pensamiento. Asimismo la cognición y la
metacognición son procesos relativos al proceso de mirar hacia dentro y
tomar conciencia de las representaciones tácitas. Ello supone que la reflexión
de postula como el proceso que sirve de punto de ignición de la actividad
mental concienciadora.
Ante el papel de la reflexión el proceso de explicitación Rodríguez
(2010), esgrime:
Mediante la reflexión el sujeto consciente de hace objeto para sí
mismo y en esta objetivación el pensar se percibe como
representación, como traer ante sí las cosas, que pasan a ser, por
obra del representar, ob-jetos, lo que está puesto delante (p.103)
52
que así lo permitan. No es posible pensar que la concienciación es un
proceso espontáneo, sino que por el contrario se requieren ciertas
condiciones para que ello ocurra. Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.)
refieren que la concienciación y verbalización de las teorías implícitas es
posible “si las condiciones son propicias” (p.114).
Entre estas condiciones necesarias para alcanzar el acto de
concienciación de las teorías implícitas están la falta de efectividad de las
predicciones del sujeto acerca de un hecho, no contar con un vocabulario
apropiado para explicar las ideas sobre un fenómeno y cuando se aplica
presión social para hacerlas explicitas. Es posible que en estas condiciones
el ser humano pueda hacer un esfuerzo introspectivo planificado que permita
concienciar el conocimiento implícito (Rodrigo, Rodríguez y Marero, ibídem).
Asimismo, es posible añadir a las condiciones necesarias para la
concienciación efectiva, la ayuda que otras personas pueden aportan a dicho
proceso, el reclutamiento de otras experiencias que funcionan como teorías
alternativas u otros marcos de referencia que implican la reflexión acerca de
los supuestos asumidos por el propio pensamiento.
Ahora bien, el propósito del presente trabajo fue profundizar en las
condiciones y la manera como ocurre el proceso de concienciación. Por ello
el recorrido que permite llevar a cabo el proceso de explicitación será
ampliado en las secciones siguientes y representa el foco de atención de la
presente obra.
En síntesis, explicitar las teorías implícitas implica hacer accesibles a la
conciencia del sujeto, pero no al hecho de que sean verbalizables.
Estructurarlas de modo semántico se constituye en un proceso posterior a la
concienciación. Además, la concienciación de los conocimientos implícitos es
un proceso viable y requiere de las condiciones para su realización.
Asimismo, es un proceso difícil pero no imposible.
53
TERCERA LABOR
EL PARADIGMA INTERPRETATIVO EN EL ABORDAJE DE LA
EXPLICTACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS DEL DOCENTE:
EL CINCEL PARA TALLAR LA PIEDRA
54
apertura diferentes objetos de conocimiento, con énfasis en el estudio de los
saberes cotidianos, del sentido común, de las interacciones mediante el
lenguaje y de los sistemas para obrar mediante los cuales se construye,
deconstruye y coconstruye la realidad social.
Asimismo, Kvale (2011) se refiere a que en un enfoque postmoderno la
concepción del conocimiento es de naturaleza conversacional, narrativa,
lingüística, contextual e interrelacional. Ello supone que el conocimiento es
interrelacional, entretejido en marañas de redes. Con un resquebrajamiento
de las metanarraciones globales de legitimación, por lo cual hay énfasis, en
el contexto local, en la construcción social y lingüística de la realidad.
Por su parte Flick (2012), acerca del inevitable auge de la investigación
social, expresa que:
El rápido cambio social y la diversificación resultante de los
mundos vitales están enfrentando cada vez más a los
investigadores con nuevos contextos y perspectivas sociales.
Éstos son tan nuevos para ellos que sus metodologías deductivas
tradicionales –derivar las preguntas de investigación y las
hipótesis a partir de modelos teóricos y ponerlas a prueba frente a
los datos empíricos- no tiene éxito en la diferenciación de sus
objetos. Así, la investigación se ve forzada cada vez más a hacer
uso de estrategias inductivas: en lugar de partir de teorías
comprobarlas, se requieren conceptos “sensibilizadores” para
enfocar los contextos sociales que deben estudiarse (p.16)
55
Sobre este aspecto, el informante, Francisco, refiere en un fragmento
testimonial lo siguiente:
En el campo de las ciencias sociales, las teorías no son
constatables…son constatables con otra teoría. Que a la vez
esa teoría ha de ser constatada con otra teoría. Un poco la
crisis del paradigma que hablaba Kuhn. Un caso muy
específico, es el caso de las ciencias…es el caso de las
ciencias duras, fácticas, eh, la constatación es, sobre todo, de
sus hipótesis, más que, en las doctrinas, es en la realidad, es
en la realidad. Sea una realidad real o una realidad artificial,
un laboratorio. Es la manera como las ciencias duras
comprueban, en lo real, sus hipótesis, más que sus doctrinas.
En el campo de las ciencias humanas o sociales no, repito.
56
Para Denzin y Lincoln (2012), la investigación cualitativa requiere una
orientación interpretativa y naturalista del mundo social. Ello significa que los
investigadores cualitativos abordan los objetos de estudio en sus escenarios
naturales, con el propósito interpretar los fenómenos en función de los
significados que los actores sociales han construido sobre los mismos.
Asimismo, Lukas y Santiago (2004) refiere que el paradigma
interpretativo “engloba un conjunto de corrientes humanístico-interpretativas
cuyo interés se centra en comprender los significados de las acciones
humanas para las distintas personas implicadas en la acción social” (p.28).
Es por ello que, la finalidad de la investigación en escenarios educativos, es
la comprensión de los fenómenos escolares mediante el análisis profundo de
las percepciones e interpretaciones realizadas por los sujetos intervinientes
en las diversas situaciones sociales.
Ahora bien, bajo los supuestos expresados anteriormente, la realidad
social y educativa se convierte en un manantial rico en pareceres,
percepciones y significados necesitados de comprensión. Concretamente,
me refiero a la realidad social atinente al pensamiento y las acciones del
docente, las cuales pocas veces han sido objeto de indagación y
comprensión. En este sentido, Tardif (ob. cit.) menciona que “hay pocos
estudios y obras consagrados a los saberes de los profesores. De hecho, se
trata de un campo nuevo de investigación, y por eso, relativamente
inexplorados incluso por las propias ciencias de la educación” (p.26).
Entre los significados ocultos en el pensamiento del docente, están los
referidos a sus teorías implícitas o inconscientes, las cuales se alojan en su
pensamiento como consecuencia del accionar cotidiano. No obstante, el
docente tiene pocas oportunidades de reflexionar, explicitar y verbalizar
lógica y coherentemente ese repertorio de conocimientos ocultos, pero
aunque son inconscientes guían sus acciones. Es así como la explicitación la
explicitación puede ocurrir con la ayuda de otras personas que desde la
57
percepción de su lenguaje y acciones puedan comprender e interpretar dicho
proceso de concienciación.
La idea de deconstruir y construir el proceso explicitación de las teorías
implícitas a partir de los significados que los docentes han construido desde
su propia subjetividad y la mía como investigador, representó el punto de
partida para el desarrollo de esta investigación de naturaleza cualitativa que
se orientó a la comprensión de la realidad social construida por docentes de
la UPEL-IPB. Con el propósito de generar un cuerpo de conocimientos que
permitan describir la manera como se desarrolla el proceso de
concienciación de las teorías implícitas del docente.
Atendiendo a las características del objeto de estudio, representado en
este proceso heurístico como las concepciones que los docentes,
protagonistas de la cotidianidad educativa, poseen acerca de una realidad
determinada, consideré pertinente desarrollar un proceso investigativo
mediante el empleo de los supuestos del paradigma interpretativo para la
comprensión de la realidad social estudiada. En tanto que el mencionado
paradigma refiere el estudio de la realidad social en el contexto donde se
desarrolla el proceso educativo. Pretendí con la adopción del presente
paradigma, generar un proceso indagativo orientado a la decostrucción y
construcción de una realidad social en el contexto de la UPEL-IPB, con
actores sociales (docentes) propios del proceso educativo, con la intención
de interpretar aspectos relativos a su manera de conocer y accionar
cotidiano, propiamente dicho, en torno al proceso de explicitació de las
teorías implícitas, las cuales éstos actores han venido construyendo a lo
largo del devenir práctico de aula. En este sentido, el propósito de la
investigación fue hacer un acercamiento en torno a las reflexiones e
interpretaciones que el propio sujeto hace del proceso que le permite hacer
consciente las teorías tácitas que han construido a lo largo del tiempo; pero
que han permanecido dormidas en su conciencia a lo largo del tiempo,
acerca de un sinnúmero de dominios de conocimientos, las cuales se han
58
organizado en su memoria, fundamentalmente, bajo la forma de
conocimiento episódico, pocas veces estructurado como contenido
semántico.
Paradigmáticamente, este proceso heurístico se inscribió bajo los
supuestos del paradigma interpretativo, como declaré en líneas anteriores,
por cuanto interpreté intersubjetivamente el pensamiento de los docentes, de
los significados construidos por los docentes sobre el proceso de
concienciación, mediante la valoración del lenguaje hablado y escrito,
concretamente de las narraciones que dieron fe de los significados
construidos y los sentidos atribuidos al proceso de concienciación de las
teorías implícitas. El paradigma interpretativo versa sobre la comprensión del
proceso social en el contexto real donde se desarrolla la acción cotidiana, la
aprehensión de aspectos relativos a la realidad social con la intención de
hacer descripciones e interpretaciones acerca de una diversidad de tópicos
que caracterizan las interacciones sociales en contextos reales.
Adicionalmente, considero que en el presente estudio adopté el
paradigma interpretativo de investigación, dado que éste “… desarrolla
interpretaciones de la vida social y el mundo desde una perspectiva cultural e
histórica” (Sandín, 2007). Desde esta óptica, según la misma autora, dicho
paradigma lleva a enfatizar la idea de comprensión en profundidad más allá
de la simple descripción, sino que debe darse más importancia al
protagonismo que toman las palabras de los actores sociales protagonistas
de los procesos socioeducativos que se estudian.
De esta manera es como las voces de los actores sociales de la
investigación, docentes de la UPEL-IPB, toman vital relevancia en el análisis
del proceso de explicitación de las teorías implícitas de los docentes, dado
que es necesaria la interpretación ontológicamente adecuada de dicho
proceso en la inmediata cotidianidad (Heidegger, ob. cit.)
De acuerdo con Sánchez de Varela y Márquez Pérez (2005), con el
paradigma interpretativo se persigue explorar los significados de las
59
personas en su entorno social. Así es como el presente estudio se perfiló
hacia la comprensión e interpretación del proceso de explicación consciente
de docentes UPEL-IPB en su contexto natural y social, con miras a la
reconstrucción de la realidad vista desde la óptica de los propios actores
sociales comprometidos con la investigación.
Dimensión ontológica.
60
Para Lukas y Santiago (2004) en el paradigma interpretativo, la realidad
es algo múltiple, no es única y estática como en la visión positivista, que solo
puede ser abordada de manera holística. Es por ello que la investigación
desde el punto de vista de estas realidades múltiples indudablemente tendrá
que ser divergente, donde los objetivos de control y predicción que se
promueven en el enfoque cuantitativo serán sumamente inviables.
Adicionalmente concibo la realidad social como una dimensión del
conocimiento de naturaleza dinámica, cambiante y coconstruida en el marco
de las interacciones sociales. En este sentido Sacristán y Pérez Gómez
(2008) expresan que:
A diferencia del enfoque positivista, que defiende una concepción
relativamente estática de la realidad social a imagen y semejanza
de la realidad física, en el enfoque interpretativo se considera que
la realidad social tiene una naturaleza constitutiva radicalmente
diferente a la realidad natural. El mundo social no es ni fijo, ni
estable, sino dinámico y cambiante por su carácter inacabado y
constructivo (p.81).
61
no debe inducirnos a considerar la estructura ontológica de lo así
“dado” como algo obvio y no necesitado de mayor investigación.
La tarea consiste en aclarar fenoménicamente la índole de esta
co-existencia en la inmediata cotidianidad, e interpretarla en forma
ontológicamente adecuada (p.141)
62
realidades sociales gestadas en el proceso heurístico desarrollado en esta
experiencia.
Esta naturaleza vivencial, dialógica y cocontruida de la realidad según
Morce (1994) ha hecho que en la tradición fenomenológico-hermenéutica o el
enfoque interpretativo es ontológico, un modo de ser en el mundo social-
histórico, en el que la dimensión fundamental de toda conciencia humana es
histórica y sociocultural, la cual es expresada a través del lenguaje.
En consecuencia, la interpretación hermenéutica desarrollada en esta
experiencia implicó tanto mi historicidad como investigador tanto la de los
actores participantes, quienes aportaron sus voces en esta experiencia
heurística, de este modo interprete las versiones testimoniales de cada uno
de los informantes que generosamente aportaron sus visiones de la realidad
social y del objeto de estudio, expresados mediante los significados
construidos sobre el proceso de explicitación de las teorías implícitas del
docente, los cuales seleccioné uno a uno mediante la técnica del muestreo
teórico recomendada por la estrategia de análisis Teoría Fundamentada.
En síntesis, la realidad en este proceso heurístico la he concebido
desde el punto de vista de la fenomenología, no como una realidad
meramente metafísica, dada y accesible directamente a la aprehensión
humana, sino como un proceso de percepciones intersubjetivas entre el
conocer y la reflexión entre pares y la mía como investigador. Una relación
dialógica entre mis significados personales como investigador y los
significados de los versionantes comprometidos con el estudio, con la
intención de conocer en esencia los significados ocultos que los actores
construyeron acerca del proceso de explicitación de las teorías implícitas,
develadas durante el proceso de interacciones sociales que se generan en
los diversos encuentros entre mi persona y los actores sociales.
63
Dimensión epistemológica.
64
En consecuencia, concibo el conocimiento como una consecuencia de
las interacciones sociales, dialógica e intersubjetivamente. En esta
dimensión, el lenguaje y las acciones de los versionantes se constituyen en
el elemento dinamizador del mencionado proceso de construcción social del
conocimiento. Por tanto, el conocimiento no está dado, no es tácito, por el
contrario, es un proceso recurrente, dinámico y coconstrudido. Para el caso
que me atañe y guiado por las intenciones del paradigma interpretativo y la
fenomenología como método heuristico de indagación, y mediante el
trascurrir de las interacciones sociales investigador y actores sociales,
desarrollé un cuerpo organizado de conocimientos para describir el proceso
de concienciación de las teorías implícitas de los docentes del departamento
de formación docente de la UPEL-IPB, desde su esencia misma, y la
subjetividad de quienes las construyeron, lo cual permite dar fe del proceso
vivido.
En síntesis, en mi papel como generador de conocimientos teóricos
hice uso de mi subjetividad expresada mediante el capital intelectual,
capacidades cognitivas de interpretación, estructurado mediante el lenguaje
como principal fuente para la comprensión de los significados que
construyeron los actores sociales a la realidad social estudiada. Esto sugiere
que debo asumir con conciencia la responsabilidad que implica que mi propia
subjetividad intervino en el proceso de comprensión e interpretación. Es por
eso que recurrí a mecanismos de legitimación y credibilidad de las
interpretaciones realizadas en el proceso indagativo, para disminuir al
máximo la interferencia de mi propia subjetividad en la construcción de los
supuestos teóricos que emergieron.
Dimensión metodológica.
65
objeto de conocimiento. En este caso la dimensión metodológica significó la
manera de proceder para acceder a los hallazgos que describen el proceso
de concienciación de las teorías implícitas, lo cual se realizó mediante la
puesta en práctica de un diseño artesanal y emergente. Ello supuso que no
hubo acciones preestablecidas de forma rígida, sino que se fue construyendo
en la medida en que se fueron desarrollando las interacciones dialógicas
entre mi persona y los actores sociales protagonistas de este proceso
heurístico.
En este sentido el carácter humano y emergente de tales interacciones
fue determinando los procedimientos llevados a cabo para la producción de
la información cualitativa, los hallazgos y finalmente la teoría sustantiva, en el
que los supuestos del enfoque fenomenológico-hermenéutico, apoyados en
los planteamientos de Heidegger (ob. cit.) y Gádamer (ob. cit.), determinaron
el sentido de las acciones y el camino a recorrer en el conocer, comprender e
interpretar el proceso de explicitación de las teorías implícitas. Es así como la
interacción intersubjetiva, el dialogo de saberes, mediados por el lenguaje
como fuente de significados caracterizó el desarrollo práctico del diseño de
esta investigación.
Para Márquez (2004), los diseños cualitativos de investigación son una
construcción social, de naturaleza emergente que permiten enfatizar lo
esencialmente humano, donde el actor social como sujeto no actúa
simplemente en los fenómenos sociales sino que genera su propio mundo y
genera una compleja interacción con el otro. Para el caso que nos ocupa,
puedo decir que este diseño fue construido progresivamente en la medida en
que se desarrolló la interacción con los investigados, se valoraron sus
perspectivas, apreciaciones e inquietudes. Toda esta valoración fue elemento
clave en el avance y acontecer investigativo.
Dado que adopte la estrategia de análisis Teoría Fundamentada, la
selección de los informantes y abordaje heurístico de sus percepciones e
interpretaciones, siguió las pautas del muestreo teórico, lo que permitió que
66
un informante generara las pautas a seguir en la selección del siguiente
caso. Al principio no se tuvo un perfil muy específico del primer informante,
pero en lo sucesivo el abordaje práctico permitió avanzar en el conocimiento
de los siguientes casos a abordar. Por tanto, este diseño no fue solo
emergente, sino que fue abierto a las expectativas y requerimientos de todos
los involucrados.
En concreto, este diseño metodológico se caracterizó por la asunción
del enfoque fenomenológico-hermenéutico, el método fenomenológico
(desde el punto de vista heurístico), apoyado de modo procedimental por la
estrategia de análisis Teoría Fundamentada, cuya técnica de generación de
información fue la entrevista cualitativa. La interpretación del fenómeno social
se realizó en el contexto educativo donde se situó el proceso heurístico,
específicamente en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador,
Instituto Pedagógico de Barquisimeto. Es así como el método heurístico
adoptado permitió producir artesanalmente la información y comprender el
pensamiento de los docentes, específicamente en torno al proceso de
concienciación de las teorías implícitas.
Dimensión ética.
La dimensión ética del conocimiento tiene que ver con la reflexión que
hacen los sujetos involucrados en el proceso heurístico acerca de los valores
morales que sustentan el accionar durante el proceso de construcción del
conocimiento. En este sentido, la reflexión giró en torno a los valores que se
entretejieron en el discurso en que profundizaron los actores sociales, mi
persona como investigador y los versionantes, en cuanto a los significados
construidos y los sentidos atribuidos al objeto de estudio.
Uno de los valores que fue objeto de reflexión se refirió al respeto por el
otro. Ello supuso mantener un clima de respeto durante las interacciones con
los actores involucrados, lo cual permitió las buenas relaciones y a su vez un
67
clima de confianza y cordialidad en la generación de la evidencia necesaria
para la interpretación del objeto de conocimiento.
Denzin y Lincoln (2012), ante la importancia del respeto en las
investigaciones cualitativas plantea que “el respeto, al igual que los otros
valores sociales, adopta complejas normas, comportamientos y significados
sociales, constituyéndose como uno más entre otros valores activos en
competencia en la cualquier situación social dada” (p.212).
Estas palabras del autor fueron objeto de reflexión durante la práctica
heurística. Ello implico el escuchar con atención los discursos elaborados por
los participantes del estudio, valorar sus narraciones y los sentidos implícitos
en éstas, así como el buen trato y la cordialidad en cada uno de los
encuentros dialógicos desarrollados. Coloqué énfasis al no cuestionamiento
de las ideas expresadas por los versionantes en las entrevistas por más
alejadas del objeto de estudio que parecieran. En este caso de forma muy
respetuosa se invitó al informante a concentrarse en la información
relacionada con el dominio de conocimiento para el cual se generaron los
encuentros dialógicos.
El valor por la otredad permitió también realizar el desarrollo de la
generación de la información mediante la aplicación del principio
consentimiento informado. Para Denzin y Lincoln (ibídem), este principio
consiste en informar previamente al actor social, participante del proceso
heurístico, los pormenores necesarios de la investigación, lo cual permitió
tener el consentimiento voluntario para participar en las actividades previstas
en torno a la generación de la información. En este sentido, el actor social fue
invitado participar, sin ningún tipo de presión o coacción.
Asimismo, en el presente estudio se intentó dar relevancia a algunos
otros valores, los cuales fueron objeto de reflexión a lo largo de las sesiones
de interacción social vividas. El valor a la vida y la posibilidad de
interaccionar socialmente con nuestros pares representa sin duda un valor
sumamente representativo en esta experiencia. En esta investigación son
68
muchas y valiosas las interacciones desarrolladas en los espacios
vivenciales entre los involucrados. Otro aspecto trascendente que se desea
resaltar en este proceso heurístico tiene que ver con el valor de la
cotidianidad y la construcción del conocimiento cotidiano. Durante muchos
años ha existido la supremacía del conocimiento científico y las prácticas
científicas como única manera de acceder al saber. En esta experiencia,
quise resaltar la vigencia del conocimiento cotidiano, su valía y pertinencia en
la solución de problemas sociales. Asimismo, doy importancia a la tolerancia
por la subjetividad del otro, por sus apreciaciones e interpretaciones, por sus
juicios y puntos de vista, en cada una de las sesiones, para la generación de
información mediante la técnica cualitativa de investigación.
Dimensión política.
69
CUARTA LABOR
EL TRANSCURRIR METODOLÓGICO DEL ESTUDIO:
TALLANDO LA PIEDRA
Naturaleza de la Investigación:
La Creatividad del Artesano
70
versionar sus testimonios, visiones y percepciones e interpretaciones de la
realidad social.
Este proceso heurístico que permitió la comprensión epistémica del
proceso de explicitación de las teorías implícitas del docente de la UPEL,
requirió la interacción intersubjetiva con los actores en su entorno social
natural en el cual se desarrollaron los encuentros dialógicos cara a cara, la
producción de información en sus versiones oral y escrita, así como de las
acciones e interacciones de los actores cotidianos que se comprometieron en
los procesos de generación de información cualitativa, la cual permitió
comprender la manera como el actor cotidiano interpreta la explicitación que
realiza el docente, por sí mismo, de sus teorías en uso.
De esta misma manera, es cualitativa, puesto que se desarrolló en un
contexto social natural y cotidiano, es decir, se realizó mediante la interacción
intersubjetiva entre el investigador y los actores sociales que forman parte de
la planta profesoral de la UPEL y cuya interacción se realizó de forma natural
y espontanea en torno a las actividades educativas diarias. En este sentido,
en los procesos heurísticos cualitativos, las experiencias vivenciales
cotidianas toman gran relevancia, debido a la riqueza de los saberes
construidos por los actores sociales en los escenarios sociales reales. Razón
por la cual urge la comprensión, construcción y coconstrucción de este tipo
de entidad cognitiva que pocas veces son estudiadas y sistematizadas bajo
la forma de conocimiento útil.
Frente a esta perspectiva, Sandín (ob. cit.) se pronuncia diciendo que la
investigación cualitativa puede considerarse como un conjunto de actividades
organizadas dirigidas a la comprensión en profundidad de los hechos
educativos y sociales, así como de la toma de decisiones y la producción de
cuerpos organizados de conocimientos. De allí que, la presente investigación
se centró en la comprensión del proceso de explicitación consciente de las
teorías implícitas de los docentes. De esta manera se dio especial cuidado al
71
proceso de sistematización de los conocimientos relativos al mencionado
proceso.
Para Yuni y Urbano (2005), las investigaciones cualitativas se plantean
la tarea referida al conocimiento como de comprensión, y en algunos casos
de transformación, de la realidad humana y social. Es a partir de esta
premisa que el investigador se dispone a la comprensión y a la generación
de teorías, antes que a la contrastación y a la verificación de los supuestos
teóricos con la realidad. Esta característica de la investigación cualitativa me
llevó a la generación teórica para la comprensión del proceso de
concienciación de las teorías implícitas del docente.
En las investigaciones cualitativas se da paso al carácter subjetivo e
intersubjetivo de las interpretaciones que se hacen de la realidad social. Es
decir, la objetividad, si se quiere, en la investigación se alcanza a través de la
explicitación de los posicionamientos por el propio investigador; y la
intersubjetividad, entendida como el acuerdo entre los posicionamientos del
investigador y los actores sociales comprometidos en la comprensión de la
realidad social o fenómeno estudiado (Yuni y Urbano, ibídem).
Esta postura de los teóricos, me permitió, en primer lugar, generar un
proceso para la construcción de teorías donde mi precomprensión del
fenómeno de estudio significó la pauta inicial para generar las
interpretaciones del modo como ocurre el proceso de concienciación de las
teorías implícitas; y en segundo lugar, la generación de los diálogos
intersubjetivos desarrollados en el momento de comprender e interpretar en
mencionado objeto de estudio.
Este planteamiento de los autores, permitió asimismo caracterizar a la
presente investigación como un proceso subjetivo e intersubjetivo a la vez
construido mediante la integración de realidades múltiples, por cuanto cada
sujeto construyó su propia realidad y su precomprensión del objeto de
estudio. Es por ello que los hallazgos a los que llegué no representan la
72
realidad de un solo sujeto, sino que los significados construidos de modo
intersubjetivo por los docentes.
Asimismo, la investigación cualitativa se concibe como un proceso que
enfatiza lo local y temporal. Para Flick (2012), este tipo de investigación se
orienta a analizar casos particulares que se desarrollan en un tiempo y
espacio determinado, los cuales se valoran mediante el análisis de las
expresiones y las actividades que las personas realizan en sus contextos
cotidianos temporal y geográficamente definidos. En este caso, la
investigación se desarrolló en la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador, Instituto Pedagógico de Barquisimeto, durante los años 2015 al
2017.
Por otro lado, las investigaciones cualitativas son interactivas,
holísticas, de realidades múltiples y diseño emergente. Interactivas, por
cuanto se gestan en torno a las interacciones subjetivas que se desarrollan
en los entornos sociales y cotidianos. Concretamente, se gestan a partir de la
interacción del investigador y los versionantes del estudio. Holísticas, dado
que la realidad social es considerada como un todo y debe abordarse en su
totalidad el objeto o fenómeno de estudio. Realidades múltiples, puesto que
se asume que la realidad no es única, dada y cosificada, sino que cada
sujeto construye su propia realidad y tiene sus propias presuposiciones del
objeto de estudio. Diseño emergente, ya que la manera de abordar el
fenómeno de estudio no se realizan procedimientos rígidos y estandarizados,
por el contrario, se diseñan y se modifican a partir de los elementos
característicos y contingentes del fenómeno que se disponen a conocer.
Diseño de la investigación:
Dando Forma a la Escultura
73
comprometidos con el proceso investigativo y de comprensión de la realidad
social. Esto es, la dinámica que ofreció la realidad social, la generación de
los testimonios y narrativas de los actores sociales que se comprometieron
con el estudio, me permitió ir definiendo las acciones y hacer ajustes a la
manera de abordar metodológicamente el proceso de explicitación de las
teorías implícitas del docente de la UPEL. Es decir, no fue un diseño rígido e
inflexible, sino todo lo contrario, abierto a las vicisitudes del contexto social; y
fue artesanal, porque lo construí en el propio escenario y considerando las
características de los versionantes, puesto que cada uno de ellos lo concebí
como un actor singular, único, cuyas expectativas personales son de vital
importancia en los estudios de naturaleza cualitativa.
Al respecto, Yuni y Urbano (2005) se pronuncian las investigaciones
cualitativas:
…lejos de suponer un proceso de investigación caracterizado por
etapas fijas, secuencialmente ordenadas y siempre proyectadas
hacia adelante, se presentan a sí mismas resaltando su carácter
dialéctico, flexible y adaptable a las particularidades del objeto de
estudio y del contexto en el que se lo aborda (p.85).
74
configura en función de acciones rígidas, sino que se sustentó en la
dialéctica y la hermenéutica como mecanismos heurísticos del pensamiento
para el tratamiento de la información. De igual manera, los hallazgos fueron
siempre discutibles y no generalizables. Además que se recurrió al
procedimientos comparación constante, mediante contrastación de diferentes
casos (docentes), en la medida en que se produjeron las narraciones.
75
puerta, pero dejar al ladrón dentro de la casa. Si se quiere
alcanzar la verdad en su fuerza interna y purificarla radicalmente
de toda y cualquier corrupción, hay que desembarazarse de la
historia, la cultura, la sociedad. Pero no es posible hacerlo con la
suficiente radicalidad, a menos de desembarazarse primeramente
de su creación, el individuo empírico (p.117).
76
Esta posición me llevó a considerar la orientación fenomenológica de
Heidegger (1993), en el cual el conocimiento no es una cosa dada, no
necesitada de mayor investigación. El siguiente enunciado así lo corrobora:
No “hay” inmediatamente, ni jamás está dado un mero sujeto sin
mundo. Y de igual modo, en definitiva, tampoco se da en forma
inmediata un yo aislado sin otro. Pero, si “los otros” ya están
siempre co-existiendo en el estar-en-en-mundo, esta constatación
fenoménica no debe inducirnos a considerar la estructura
ontológica de lo así “dado” como algo obvio y no necesitado de
mayor investigación (p.141).
77
que antes se exprese en palabras. Ello supone que hablar y pensar, palabras
y cosas son partes de un mismo conjunto.
En concreto, la hermenéutica no puede menospreciar a historicidad del
intérprete. Por lo tanto, la tarea interpretativa, implica una infinita apertura a
la multiplicidad de significados, puesto que el verdadero sentido de lo
expuesto mediante el lenguaje es una tarea que nunca termina, y diferentes
interpretes atribuirán diferentes sentidos a los mismos testimonios. La
hermenéutica es la ontología del lenguaje, por tanto éste representa al
mundo y las interacciones intersubjetivas que lo definen.
Morce (1994) simplifica las posiciones filosóficas en que vengo
discurriendo cuando expresa que la fenomenología hursseliana se dispone al
conocimiento de la esencia de las cosas, pero suprimiendo las creencias y
presuposiciones que se tienen sobre el fenómeno, una manera de acceder a
la esencia pura del éste, lo que se conoce como “epojé” o “reducción
fenomenológica”. El investigador debe desembarazarse de las
presuposiciones el objeto de estudio. En cambio la fenomenología
heideggeriana admite la no suspensión de las preconcepciones del
fenómeno, puesto que estas constituyen la inteligibilidad o el significado que
permiten la comprensión de las manifestaciones del fenómeno. Para el caso
de la hermenéutica gadameriana, el autor denota que la interpretación
dependerá de los criterios de temporalidad e historicidad del intérprete,
producto de las influencias de horizontes de significados alcanzados en
tradiciones pasadas. Es por ello que la comprensividad en la que las
personas interactúan se interpreta por medio del lenguaje. De allí que la
tradición fenomenológica es ontológica, una manera de ser en el mundo
histórico social donde el aspecto fundamental de toda conciencia humana es
histórica y sociocultural y se expresa por medio del lenguaje. Mientras que la
hermenéutica es epistemológica.
En definitiva, la presente investigación fue posible gracias a la asunción
de la postura fenomenológica de Heidegger (ob. cit.), pero en su concepción
78
amplia y heurística; y la visión hermenéutica de Gádamer (ob. cit.), lo que
permitió asumir el enfoque fenomenológico-hermenéutico, por cuanto el
abordaje heurístico permitió develar el proceso de concienciación de las
teorías implícitas del docente, consciente de mis presuposiciones producto
de mi historicidad construidas en mis prácticas sociales y culturales
desarrolladas en el contexto cotidiano del que formo parte, las cuales me
permitieron conocer e interpretar el mencionado objeto de conocimiento,
según los significados atribuidos por los actores involucrados apreciados en
sus narraciones que expresaron sobre el fenómeno en cuestión.
En este sentido, para la consecución del proceso heurístico fue
necesaria la adopción del método fenomenológico de investigación, puesto
que el sentido de la presente investigación fue comprender e interpretar el
proceso de concienciación de las teorías implícitas del docente. Para
Heidegger (ob. cit.), “la fenomenología es el título para el método de la
ontología, es decir, de la filosofía científica. Fenomenología es, si la
entendemos correctamente, el concepto de un método” (p.29).
No obstante, deseo aclarar que la concepción de método
fenomenológico asumida es una visión amplia e heurística, puesto que
representa la manera de razonar y abordar al objeto de estudio desde el
punto de vista del pensamiento, mientras que la dimensión procedimental
que refiere las acciones y pormenores en el abordaje del proceso de
concienciación de las teorías implicas, lo realice a través de las técnicas y
procedimientos expresados en la estrategia de análisis Teoría
Fundamentada.
Para Martínez (2006), el método fenomenológico es requerido como
procedimiento de investigación sólo en aquellos casos en que se necesita
conocer la realidad desde el marco de referencia interna del actor social,
atendiendo a que es el propio sujeto el que vive, comprende e interpreta su
propia realidad. Esta intención del autor es ampliada en el siguiente
enunciado:
79
Las realidades cuya naturaleza y estructura pueden ser
observadas, al menos parcialmente, desde fuera, podrán ser
objeto de estudio de otros métodos. Las realidades, en cambio,
cuya naturaleza peculiar sólo pueden ser captadas desde el marco
de referencia del sujeto que las vive y experimenta, exigen ser
estudiadas mediante métodos fenomenológicos. En este cada no
se está estudiando una realidad “objetiva externa” (como
ordinariamente se califica), igual para todos, sino una realidad
cuya esencia depende del modo en que es vivida y percibida por
el sujeto, una realidad interna y personal, única y propia de cada
ser humano (p.137).
80
Cabe señalar que, en la investigación asumí una concepción de método
como “…estrategia abierta, evolutiva, que afronta lo imprevisto y lo nuevo” (p.
101). Esto supone que en la tradición positivista se asume al método como
un conjunto de operaciones que se ponen en práctica de manera organizada
para producir conocimiento, en esta oportunidad asumí una connotación de
método que refleje un pensamiento no encasillado y abierto a un proceso
dialógico con lo real (Gutiérrez, ob. cit.). Ello supuso asumir la concepción de
método fenomenológico como proceso heurístico para el razonamiento y
abordaje del proceso de concienciación de las teorías implícitas, y no como
un conjunto de acciones o procedimientos rígidos e inflexibles para acceder
al conocimiento del objeto de estudio. Además significo asumir las técnicas y
procedimientos de la estrategia de análisis de la Teoría Fundamentada como
maneras complementarias para construir las interpretaciones alternativas del
objeto de estudio que desembocaron en la teoría sustantiva que presenté
mediante los hallazgos encontrados en la realización del proceso indagativo.
Por todo lo dicho, el propósito de la presente investigación fue realizar
una interpretación plausible del proceso de explicitación de las teorías
implícitas del docente para generar teorizaciones acerca de la manera como
ocurre la toma de consciencia que realiza el docente, por sí mismo, de sus
teorías legas. De allí que fue necesario realizar una adecuada comprensión
del proceso de concienciación para generar interpretaciones bien sustentada
en la evidencia implícita en las narraciones que los sujetos comprometidos
hicieron para describir el objeto de estudio.
Este énfasis de la comprensión de aquello oculto en las narraciones de
los versionantes se fundamentó en los planteamientos de Heidegger (ob.cit.):
Toda interpretación se fundamenta en el comprender. El sentido
es lo articulado en la interpretación y lo bosquejado como
articulable en el comprender. En la medida en que el enunciado (o
“juicio”) se fundamenta en el comprender y representa una forma
derivada de llevarse a cabo la interpretación, él también tiene
sentido (p.176).
81
El planteamiento del autor me lleva a conocer que el significado,
implícito en los juicios o apreciaciones del intérprete, atribuido a un
determinado proceso como un modo de interpretación, está condicionado por
la comprensión de la esencia de dicha situación. Por esta razón, se requirió
la adopción de procedimientos de análisis que permitieran la adecuada
comprensión del proceso de explicitación de las teorías implícitas del
docente. Por otro lado, el proceso comprensivo requirió los razonamientos
heurísticos de análisis del método fenomenológico; y por el otro, las
diferentes técnicas de análisis previstas en la estrategia de análisis: Teoría
Fundamentada, de Strauss y Corbin (2002), por cuanto ofreció una
metodología complementaria para pensar la realidad social y de estudiarla.
Asimismo, considero que la estrategia de análisis Teoría Fundamentada
es un modo ordenado y sistematizado que no es incompatible con el método
fenomenológico, puesto que el análisis llevado a cabo permitió develar el
proceso de concienciación de las teorías implícitas del docente. Del mismo
modo, permitió generar interpretaciones dando sentido al fenómeno a partir
de las presuposiciones que, como sujeto histórico y social, vendo
construyendo sobre el objeto de investigación, a la vez que permitió generar
diálogos intersubjetivos entre la evidencia, mis presupuestos como intérprete
y los referentes teóricos que me acompañaron en el proceso comprensivo e
interpretativo.
82
concebí como una conversación placentera, amena y natural entre mi
persona y los versionantes comprometidos con el estudio, acerca de un
aspecto de interés para los involucrados. Para cumplir con el propósito del
presente proceso heurístico, conversé abiertamente con los actores sociales
acerca del proceso seguido para la explicitación de las teorías implícitas
generadas en el momento que se realizan las interacciones sociales.
En relación con el propósito que orientó la realización de las entrevistas
cualitativas, consideré el planteamiento de Kvale (2011), el cual expresa que
“el propósito de una entrevista de investigación es producir conocimiento
sobre los fenómenos investigados” (p. 42). En este caso la intención de la
entrevista la dirigí a la producción de conocimiento descriptivo de la manera
como el actor social concibe el proceso de explicitación de las teorías
implícitas construidas en su desempeño cotidiano. De igual manera, los
planteamientos del teórico permitieron concebir la entrevista cualitativa como
un lugar para la construcción de conocimiento, y no para la recolección de
datos e información preexistente. Para este aspecto el autor se pronuncia
diciendo:
En un enfoque postmoderno, la entrevista de investigación
cualitativa aparece como un lugar de construcción de
conocimiento. El conocimiento que se genera en las entrevistas es
coherente con rasgos claves en una concepción postmoderna del
conocimiento, tales como la naturaleza conversacional, narrativa,
lingüística, contextual e interrelacinal del conocimiento…El
conocimiento es interrelacional, entretejido en marañas de redes.
Con un resquebrajamiento de las meta-narrativas globales de
legitimación, hay un énfasis en el contexto local, en la construcción
social y lingüística de una realidad dotada de perspectiva donde el
conocimiento se valida mediante la práctica…el conocimiento se
construye aquí mediante una interacción lingüística en la que el
discurso de los participantes, sus estructuras y efectos tienen
interés por derecho propio (p.46)
83
clave seleccionados intencionalmente para generar información descriptiva la
cual permitió comprender el proceso de explicitación de las teorías implícitas
a partir de las percepciones y vivencias de los docentes entrevistados. Por
tanto, fue mi interés mantener durante y luego de la realización de las
entrevistas, el carácter conversacional, narrativo, lingüístico y contextual del
conocimiento generado a partir de los encuentros dialógicos realizados.
84
Contexto Personal del Investigador:
Las Vivencias del Artesano
85
Aún sin haber realizado estudios superiores, inicié mi experiencia
profesional en el año 1990 al trabajar como maestro interino en la misma
escuela que me vio crecer. Esta experiencia despertó cierto interés por la
labor docente. Posteriormente, en el año 1991 me dirigí a Barquisimeto en
busca de un cupo en la UPEL-IPB y continué trabajando como maestro
suplente en la Unidad Educativa “Juan Landaeta” de esta ciudad.
A los 21 años de edad en el año 1993, ingresé a cursar estudios
superiores en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador – Instituto
Pedagógico de Barquisimeto, de donde egresé en el año 1999, en la
especialidad de Ciencias Naturales – Mención Química, con Mención
Honorífica “Magna Cum Laude” y una posición de 1 de 5 en la especialidad y
18 de 368 del total de egresados. La actividad como docente suplente tuve
que dejarla a un lado al ingresar a la universidad antes mencionada,
motivado al alto nivel de exigencia que se requería en la especialidad por la
cual había ingresado. De manera tal, que estas dos experiencias como
maestro suplente me permitieron descubrir mi vocación hacia la labor
docente.
Luego de estar cursando el sexto semestre en la UPEL, gané concurso
como preparador en las asignaturas de la especialidad, labor que
desempeñé hasta finalizar mi carrera. Paralelamente a la experiencia anterior
en el año 1997 fue cuando inicié la experiencia a nivel de educación
secundaria, al trabajar en el Instituto Formación de Carora, donde laboré
como profesor de Química con personas adultas hasta el año 1999, siendo
esta mi segunda experiencia en la educación de adultos.
Una vez graduado, en el año 2000, gané concurso para ingresar al
Programa de Formación de Generación de Relevo de la UPEL, en el cual fui
participante durante dos años. Posteriormente, en el año 2002 ingresé a la
UPEL como docente ordinario en la Categoría de Asistente y a Tiempo
Completo. Cargo que continúo desempeñando, administrando los cursos:
86
Estrategias para el Proceso Enseñanza-aprendizaje, Evaluación de los
Aprendizajes y Planificación del Proceso Enseñanza-aprendizaje.
Paralelamente a la actividad anterior, realicé estudios de posgrado en la
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, donde obtuve el grado
de Magister en Ciencias de la Educación en el año 2008. Esta experiencia
me permitió desempeñarme como investigador educativo.
Como puede apreciarse tuve la dicha de poder desarrollarme
profesionalmente en distintas áreas del conocimiento que facilitaron nutrir mi
experiencia como docente y a la vez este proceso formador vivido
permitieron la transformación de mi persona desde análisis rígido de los
conocimientos positivistas de los estudios de pregrado cuando estudié la
especialidad de química hasta el análisis de conocimientos postmodernos
acerca de la flexibilidad y el carácter aproximativo del conocimiento que logré
analizar en los estudios de didáctica y mi formación como investigador.
Asimismo, me ha permitido conocer el valor del saber cotidiano como una
forma valiosa de conocimiento, que aunque en la vida moderna no se acepta
como conocimiento válido, es una forma de saber que permite al actor
cotidiano resolver problemas y afrontar las demandas de su quehacer
práctico.
Vivir como campesino me ha permitido relacionarme con las creencias y
costumbres de las personas que viven en este contexto. Nunca he dejado de
interrelacionarme con las personas del campo (familiares, amigos y
conocidos) a pesar de vivir y desarrollar mi vida profesional en Barquisimeto
desde el año 1993. Considero por ello que he sentido un aprecio muy
particular por el saber cultural o cotidiano que estas personas construyen en
su quehacer diario. De misma marera, reconozco que las personas del
campo han construido cierto tipo de conocimiento que les permite resolver
problemas prácticos que se suscitan como situaciones características de esta
realidad, de manera inmediata y con ciertos niveles de pericia.
87
En este sentido, seleccionar el tema de las teorías implícitas para el
desarrollo de mis investigaciones implica de algún modo reconocer y dar
sentido a la importancia de los saberes cotidianos de las personas de mi
entorno, y a la vez objetar que el saber científico es el único conocimiento
válido como se ha venido haciendo ver desde la época de la modernidad.
La experiencia como estudiante de postgrado me permitió acercarme al
conocimiento de las teorías implícitas puesto que en el desarrollo de los
cursos e interacción con los docentes de la UNESR, tuve contacto con textos
e investigaciones que referían información del tema. Concretamente conocí a
la Dra. María Ubaldina Herrera, quien desarrolló una investigación con este
tema. Asimismo, en este proceso de búsqueda y de formación asistí a la
ciudad de Valencia a un Congreso de Creatividad, aproximadamente en el
año 2000, y conocí a una investigadora española de apellido Romo, quien
presentó una investigación acerca de la teorías implícitas. Con estas dos
experiencia emergió el interés por este tema.
A partir de este interés por conocer del tema y las conexiones que hice
con el saber cotidiano y la posibilidad de conocer acerca de otras entidades
distintas al conocimiento científico, realicé el Trabajo de Grado de Maestría
mediante una investigación orientada a develar las teorías implícitas del
docente acerca de la creatividad. Luego desarrollé otra investigación de corte
etnográfica para ascender a la categoría de Agregado con la misma temática;
pero esta vez acerca del dominio de conocimiento evaluación de los
aprendizajes, cuyos actores sociales fueron estudiantes universitarios.
En estas experiencias investigativas seleccioné los dominios de
conocimientos creatividad y evaluación de los aprendizajes puesto que
ambos tienen relación con los temas de los cursos que administro en la
Universidad. Lo orienté con un doble propósito, el primero, cumplir con los
requisitos de la Maestría y el Ascenso Académico; y el segundo, profundizar
en los contenidos de los cursos que administro en la Universidad y hacer
investigación de aula. No obstante, en la Tesis Doctoral trabajé con el
88
proceso seguido por los sujetos para alcanzar la conciencia de sus teorías
implícitas, por cuanto es necesario conocer el recorrido que vivencia el sujeto
para apropiarse de sus propios significados ocultos, ya sea para realizar una
práctica más consciente o para generar reflexión que le permita generar
cambios en sus representaciones implícitas.
El tema de las teorías implícitas es lo suficientemente amplio para
desarrollar investigaciones en una gran cantidad de dominios de
conocimiento en el que el hombre de la calle u hombre común puede
construir significados inconscientes, desde la noción de ser vivo hasta el
dominio más simple que pueda pensarse. Pero en mi experiencia los
dominios de conocimiento que he seleccionado para las investigaciones han
tenido y tienen que ver con contenidos inherentes a los cursos que
administro en la UPEL.
También, es preciso aclarar que en las primeras investigaciones mi
interés fue describir o develar las teorías que los actores legos construyeron
acerca del dominio que se seleccionado, pero para el desarrollo de la tesis
doctoral deseo ir más allá, comprender el proceso seguido por el actor lego
para la explicitación consciente y vertebrada de sus conocimientos cotidianos
con la mediación o la ayuda de otros actores. Es decir, comprender la
esencia desde la subjetividad del actor, el proceso que le permitió hacer
consiente sus teorías, las cuales permanecían dormidas en su pensamiento,
pero no así guían sus acciones de aula. Ello ameritó apropiarme del método
fenomenológico como proceso heurístico para explorar las manifestaciones
del fenómeno analizado.
En síntesis, estimo que mi experiencia de joven en el campo, las
experiencias de formación como docente y la experiencia como investigador
cualitativo determinaron definitivamente mi visión actual del cosmos. Esto no
sugiere que mis estructuras cognitivas de hoy sean las más pertinentes y me
lleven alcanzar el estado de la máxima felicidad como el estadio ideal que
desde la filosofía desde hace muchos años se ha pregonado, pero si siento
89
que me ha tocado ser protagonista de múltiples experiencias agradables y
desagradables que han desembocado en mi madurez física, emocional y
cognitiva. Por ello he pensado que he sido una persona privilegiada. No
obstante, muchas veces me pregunto, y más aún en estos tiempos por la
crisis en todos los escenarios del país que vivimos hoy, si valió la pena dejar
mi campo y esa gente humilde de pensamiento ingenuo que dejé atrás
cuando emprendí la búsqueda de mejores escenarios y calidad de vida. Ese
es mi conflicto de hoy, será el tiempo que me llevará a conseguir respuestas.
90
Departamento de Formación Docente de la UPEL, por cuanto éste es el
escenario donde se desarrolló el proceso heurístico. También, se consideró
el criterio de participación voluntaria. Esto es, mediante la interacción
dialógica del artesano con los coartesanos, se invitó a la participación en las
actividades previstas para la generación de información necesaria para la
construcción de la realidad social de los mismos actores. Asimismo, apliqué
el muestreo teórico para la selección de los informantes, puesto que es un
procedimiento expresado por la estrategia de análisis Teoría Fundamentada.
Ello consiste en generar, a partir de los códigos o categorías que emergieron
en la entrevistas iniciales, las características del perfil de los siguientes
informantes que, según la estrategia usada, llevan a la identificación de
casos (personas) que pueden aportar información para alcanzar la saturación
teórica.
91
interpretaciones generadas, puesto que permitió nutrir las interpretaciones
con la integración de las visones de los diferentes informantes.
92
Una vez develados los códigos que describieron el proceso de
explicitación de las teorías implícitas, éstos mediante la forma de categorías
organizadas y sus respectivas frases descriptivas, se pusieron a disposición
de los versionantes para legitimar la fidelidad de las narrativas, así el docente
tendrá la oportunidad de pronunciarse acerca de la correspondencia de lo
interpretado y lo que en realidad quiso decir.
Posteriormente al proceso de organización de las categorías producto
del análisis del grueso de la descripciones aportadas por los versionantes,
mediante la técnica de producción de información cualitativa utilizada,
procedí a realizar el sistema de relaciones entre las categorías hasta
descifrar la estructura básica común que las integra en un todo organizado a
todas las unidades temáticas que emergieron naturalmente de la evidencia
generada. Finalizado este procedimiento, procedí a realizar una descripción
detallada de los hallazgos que incluya la descripción de la categoría como
estructura de conocimiento y la relación entre éstas, en forma de
construcción teórica que de razón del proceso seguido por los actores
sociales en la verbalización consciente de sus teorías implícitas.
Seguidamente, como tercer momento de la investigación, este cuerpo
de conocimiento generado y estructurado, lo presenté a los versionantes
para que corroboren la legitimidad de la y den cuenta de la omisión de
cualquier elemento ausente que pueda ser valioso para completar la
secuencia lógica y de relación entre del cuerpo descriptivo de conocimientos,
para poder incluirla o hacer una reorganización del sistema de categorías
tentativamente presentado. Con ello mejoré la descripción final del proceso
de verbalización de las teorías implícitas del docente.
Finalmente, se mejoré la descripción teórica del proceso en cuestión,
mediante el uso de un lenguaje metafórico, que permitió la comprensión y
divulgación del proceso de explicitación de las teorías implícitas de los
docentes.
93
Análisis, categorización y triangulación de la información
94
permitieron ampliar y complejizar el análisis y precisar la información poco
clara que se incorporó posteriormente en la indagación de las siguientes
entrevistas.
95
QUINTA LABOR
EL TRANSITAR HERMENEÚTICO POR LOS SIGNIFICADOS OCULTOS:
DEVELANDO LA BELLEZA OCULTA EN LA PIEDRA
96
información clara acerca del propósito de la misma. La selección fue
intencional porque la estrategia de análisis sugiere ir al encuentro de casos
utilizando criterios como la experiencia de los sujetos en relación al objeto de
estudio. Además porque las categorías preliminares dieron luces del perfil de
los casos donde debía buscar la información que permitió alcanzar la
saturación teórica de la información.
Todos los informantes manifestaron su voluntad para formar parte del
estudio. Seleccioné un primer versionante y, en función del análisis de su
entrevista, seleccioné el resto siguiendo el procedimiento de muestreo
teórico. Esto es, analicé la evidencia reportada por el primer docente, luego
generé criterios para seleccionar otros sujetos, así procedí sucesivamente,
hasta seleccionar el último.
Al seleccionar el primer informante seguí criterios abiertos. Pensé en
seleccionar una persona medianamente experimentada en la labor docente,
con un punto intermedio de experiencia laboral. La estrategia de análisis
plantea la posibilidad de acudir a informantes con cierto nivel de
experimentación o experiencia en la labor donde se inserta el objeto de
estudio. Es posible acudir a casos intermedios o casos extremos en cuanto al
nivel de experimentación o experiencia laboral. En otras palabras seleccionar
informantes experimentados o su opuesto, informantes poco experimentados
en su área de desempeño.
Por otra parte consideré que este primer informante tuviera habilidades
de comunicar información y disposición para participar en el proceso
heurístico. Entre los criterios que asumí para seleccionar los docentes,
estuvo el principio conocido como “consentimiento informado”. Para Denzin y
Lincoln (2012) este principio consiste en el derecho de los informantes a
expresar su consentimiento para participar una vez que han sido informados
en relación con la investigación y creen que comprenden los propósitos de
ésta. Ello ameritó conversar previamente con cada informante y obtener su
consentimiento para participar en la entrevista.
97
A parte del cumplimiento del principio consentimiento informado, seguí
la pauta de los anteriores informantes respecto a las categorías que fueron
emergiendo, así como sus propiedades y dimensiones. Significa que en el
análisis emergieron categorías con escasas propiedades y dimensiones, las
cuales apuntaron profundizar en las siguientes entrevistas para generar la
mayor cantidad de propiedades posibles. Así se apliqué que el criterio de
muestreo teórico, mediante la selección de casos con cierto perfil para
generar más información y alcanzar la saturación de categorías,
subcategorías, propiedades y dimensiones.
Consideré valioso destacar las características académicas y personales
de los actores sociales o informantes, quienes generosa y empáticamente se
comprometieron a generar información en este proceso heurístico. Estas son:
Williams. Profesor de Ciencias Naturales, mención Química, Magister
en Ciencias de la Educación, mención Enseñanza de la Química. Experiencia
laboral en los cursos: Enseñanza de la Química, Análisis Instrumental y
Fundamentos de Química.
Francoisis. Profesora de Ciencias Sociales, mención Historia, Magister
en Ciencias de la Educación, mención Investigación Educativa. Experiencia
laboral en los cursos: Estrategias para el Proceso Enseñanza-Aprendizaje,
Evaluación de los Aprendizajes y Planificación de los Aprendizajes.
Danelys. Profesora de Ciencias Naturales, mención Química.
Experiencia laboral en los cursos: Estrategias para el Proceso Enseñanza-
Aprendizaje, Evaluación de los aprendizajes y Planificación de los
Aprendizajes.
Francisco. Licenciado en Filosofía. Magister en Filosofía. Doctor en
Filosofía. Experiencia laboral en los cursos: Epistemología de la
Investigación, Metateorías a nivel Doctoral, Ética y Docencia, Introducción a
la Filosofía, Filosofía de la Educación y Seminario de Filosofía.
98
Esequiel. Licenciado en Filosofía. Magister en Tecnología Educativa.
Experiencia laboral en los cursos: Epistemología de la Educación, Ética y
Docencia.
Esmeira. Psicóloga. Magister en Psicología. Experiencia laboral en los
cursos: Desarrollo de Procesos Cognitivos, Psicología Evolutiva, Psicología
de los Aprendizajes.
99
vistan en cuanto al objeto de estudio y nutrir la teoría sustantiva. El
procedimiento lo repetí hasta alcanzar la saturación teórica.
100
precomprensión del objeto de estudio, siempre cuidando que el código
permitiera interpretar de mejor manera la información. Adicionalmente, cuidé
que los códigos permitieran generar mayor rigurosidad en términos del
lenguaje científico con la intención de propiciar más adelante la cientificidad
de la teoría sustantiva.
Es preciso acotar que, la codificación abierta la realicé a todo el
contenido de la primera entrevista, con la intención de generar la mayor
cantidad de categorías, subcategorías, propiedades y dimensiones
preliminares posibles. No obstante, desde la segunda entrevista en adelante
analicé sólo las unidades del discurso que tuvieron relación directa con el
objeto de estudio. Así procedí porque los informantes durante las entrevista
trataron otros aspectos, que aunque relacionados con la función docente se
alejaban sustancialmente del objeto de estudio. Esto es, del proceso de
explicitación de las teorías implícitas.
Para Strauss y Corbin (ob. cit.), el microanálisis se refiere al “detallado
análisis, línea por línea, necesario al comienzo de un estudio para generar
categorías iniciales (con sus propiedades y dimensiones) y para sugerir las
relaciones entre ellas; combinación entre codificación abierta y axial” (p.63).
Esta parte del procedimiento expresado por el método lo ilustro con el
siguiente fragmento de información tomado de una de las entrevistas
realizadas durante el proceso heurístico:
Cuando hablamos de aprehenderlas [aprehensión] de, de esas
teorías [teorías formales], es hacerlas conscientes [hacer
consciente]. Eh, yo creo que tiene que ver[relacionar] mucho
con lo que es la metacognición [metacognición], proceso de
reflexión [reflexión] y de hacer consciente [hacer consciente] lo
que tú haces en ese quehacer día a día en el salón de clases
[trabajo áulico], con tus estudiantes, con tus participantes
[estudiantes universitarios]. Eh, si bien es cierto, todo ser
humano[actor social] tiene dos grandes formaciones o dos
grandes preparaciones [enfoques de conocimiento] en la vida;
una, que te la da el saber cotidiano[saber cotidiano], y otra, que
te la da el saber científico[conocimiento científico], una informal
[teorías implícitas] y otra formal[conocimiento científico]. Eh,
101
una vez que, que tú haces consciente[hacer consciente] ese
proceso[explicitación del saber cotidiano], de esas teorías
implícitas [teorías implícitas], de lo que tú conoces, de lo que tú
sabes [teorías implícitas], eh, construido por la experiencia
[experiencia cotidiana], por esa interacción[interacción social]
que tú mantienes con el otro[otros actores sociales], esa
interacción social[interacción social] con el otro[otros actores
sociales], este, la única[solo una] manera[como explicitarlas]
de poder hacerlas significativas[hacerlas explicitas], hacerlas
tuyas, hacerlas propias[comprenderlas/explicitarlas], no de
aprenderlas, sino de aprehenderlas[aprehensión], de asimilarlas,
es haciéndolas conscientes[explicitarlas/hacerlas conscientes].
Y una vez que las haces conscientes [explicitarlas], es cuando tú
puedes dar cuenta o te percatas [tomar consciencia] de que lo
que tú haces tiene sentido[encontrar significado], tiene una
intencionalidad [intencionalidad], tiene una direccionalidad
[direccionalidad]. Mientras no las hagas consciente [explicitar],
tu proceder [manera de actuar] va a ser sobre la base de lo, de lo
que nosotros conocemos como, como improvisado [actuar sin
pensar previamente]. Eh, de lo, eh, algo así como, eh, lo que te
dice, el, el lenguaje vulgar [conocimiento vulgar]: como vamos
yendo, vamos viendo. Este, lo que te da el momento [responder
improvisadamente], lo agarras y eso lo adaptas [respuesta
intuitiva], lo acomodas como sea [adaptar a situación], y si no lo
acomodas lo cuadras como sea [adaptación forzada]. Porque no
tienes claridad en lo que vas hacer [falta de propósitos para la
acción]. Este, eh, todo…yo siento que todo, todo saber [saber
cotidiano] si bien tiene conocimiento [teorías formales], tu
experiencia [experiencia], tu día a día…este, la única manera
[solo una] de poderlo, eh, explicitar con conciencia
[explicitación], es de la mano con la teoría [relación con la
teoría formal]. Porque para eso existe [disposición de] la teoría
[teoría formal]. Eh, eh, la teoría [teoría formal], es teoría [teoría
formal] gracias a, a lo que es la experiencia [experiencia
cotidiana], lo que es la experiencia [experiencia cotidiana], a lo
que es lo empírico [conocimiento empírico]. Sino no existiría
[disposición] la teoría [teoría formal]. El carácter científico
[conocimiento científico] tiene como base, como cimiento
[fundamento], lo empírico [conocimiento empírico]
102
conceptos que apuntaron categorías, subcategorías, propiedades y
dimensiones para describir el objeto de estudio. En el caso del código
[Reflexión], éste es un código in vivo, puesto que representa literalmente lo
que el informante expresó. No hubo manera de interpretarlo con otro código
o concepto.
Seguidamente, procedí a realizar la codificación axial. Para Strauss
Corbin (ob. cit.), la codificación axial consiste en el “…proceso de relacionar
las categorías con sus subcategorías, denominado “axial” porque la
codificación ocurre alrededor del eje de una categoría, y enlazar las
categorías en cuanto a sus propiedades y dimensiones” (p.134).
La codificación axial permitió la identificación de categorías y
subcategorías. Mediante tablas o cuadros, la intención de representarlas
gráficamente fue visualizar la relación entre categorías y subcategorías.
Adicionalmente, agregué en dichas tablas las propiedades y dimensiones
correspondientes. Tal representación puede apreciarse en el cuadro N° 1,
generado en una de las entrevistas:
103
teorías elementos las teorías
formales y
teorías
implícitas
INTERPRETACIÓN: es posible la explicitación de las teorías implícitas. Una
de las maneras para alcanzar la explicitación es mediante el desarrollo de
interacciones sociales. Esto es, la interacción con los otros acerca de los
fundamentos de las teorías formales permite que paulatinamente se vaya
tomando conciencia de los conocimientos explícitos. Específicamente a
través de la contrastación de las teorías formales y el conocimiento
experiencial del sujeto. Este proceso ocurre durante el accionar día a día en
situaciones cotidianas emprendidas en el aula de clases
Fuente: Cuadro elaborado por Carmona (2017) con información generada en
el análisis de las entrevistas para representar la codificación axial.
104
Categoría Sub- Propiedades Dimensiones
categoría
Concienciac Estrategias - Métodos - Analítico
ión de las de - Tipos de estrategia - Práctica
T.I. intervención - Tipos de técnicas - Resolución de
dialógica problemas, lectura,
Component para la pregunta, interacción
e concienciaci verbal, ejemplos,
Pedagógico ón de las revisión documental,
T.T. experiencia vivida /
Mediación intuitiva
Pedagógica - Frecuencia / - Repetido / frecuente
Accionar recurrencia
docente - Nivel de - Intuitiva / objetiva
P.9. William objetivación /
abstracción
- Nivel de - Reflexivo
reflexividad
- Idealización - Estrategias básicas
- Funcionalidad - Funcionales
- Nivel de - De inconsciente a
consciencia consciente
105
sentir y actuar
- Manera de - Discurso hablado y
evidenciar escrito
- Nivel de - De inconsciente a
consciencia consciente
- Recurrencia - Constante
- Momento - Al inicio del proceso
didáctico
- Escenario - Entornos cotidianos
- Tipo de formación - Interdisciplinar
- Nivel amplitud - Amplio
- Orden de prioridad - Prioritario / primero que
otros procesos
- Congruencia - Decir, sentir y actuar
(congruencia discursiva)
106
conocimiento humano
107
- Agentes - Actor cotidiano
- Nivel de análisis / - Profundo
revisión
- Orden de prioridad - Básico / fundamental
- Consecuencia - Redescribir nuevos
supuestos (ahora
explícitos)
- Nivel de - Importante /
importancia fundamental
- Acciones - Leer / interpretar /
comprender
Exploración / - Aspecto a - Una teoría con otra
diagnóstico contrastar teoría
de las T.I.
Descubrir - Tipo de realidad - Social / no es objetiva
estado de
las T.I. - Orden de - Principal
importancia
- Proceso - Develar las T.I.
- Propósito - Conocer T.T. para
luego anclar con T.F.
- Fuente de - Lenguaje hablado y
información escrito
- Nivel de - Inconsciente
consciencia
- Consecuencia - Explicitado
- Manera - Escuchar / observación
- Estado de la - Real
información T.I.
- Tipo de - Implícito / T.I.
conocimiento
Apropiación - Acción - Verbalización
de las T.F. - Cantidad de - Mucha
información a
diagnosticar
- Propósito - Tomar consciencia del
potencial humano: rico,
maravilloso
- Aspectos a - Potencial, cúmulo de
diagnosticar aprendizaje,
experiencias, hechos
cotidianos
108
oportunidad
- Forma de - De contemplación a la
apropiarse acción / práctica
- Nivel de - De memorístico a
apropiación significativo
- Tipo de coherencia - Lógica
- Cantidad de - Grupo numeroso
estudiantes
- Nº de autores - Muchos
- Prioridad - De secundario a
primario
- Propósito - Sustentar la práctica
- Tipo de proceso - Reflexión /
comprensión / descubrir
- Frecuencia - Constante
- Como hacerlo - Mediante educación
formal
- Momento de - Previamente
formulación
109
metacognició reflexionar alternativas formales
n - Tipo de - Pasadas
experiencias
- Cantidad de - No todos
estudiantes que lo
logran
- Tipo de actividad - Que promuevan la
reflexión
110
En parte del análisis, codificación axial, generé interpretaciones y
memorandos. Luego de la representar los códigos en los cuadro, realicé la
interpretación general de la información. Esto con la intención de relacionar
categorías y subcategorías en oraciones descriptivas lógicas. Lo que repetí
en cada uno de los cuadros elaborados.
Seguidamente, elaboré los memorandos. Éstos permitieron la
descripción interpretativa de las propiedades y dimensiones de las categorías
y subcategorías emergentes. Los memorandos permitieron integrar
interrogantes generadoras de la información poco clara y de aquella que lució
interesante. De modo adicional, en los memorandos integré algunas
comparaciones teóricas de aquellos casos, cuando la información no lo
permitió. Estas comparaciones permitieron ampliar el análisis respecto a las
propiedades de las categorías y subcategorías para comprender la
información relevante.
Para Strauss y Corbin y (ob. cit.), un memorando es “…el registro que
lleva el investigador de los análisis, pensamientos, interpretaciones,
preguntas e instrucciones para la recolección adicional de datos” (p.121). En
consecuencia un memorando es una producción escrita que integra aspectos
registrados en el discurso. La intención es dejar constancia del pensamiento,
reflexiones e interpretaciones que generan las informaciones analizadas en
el investigador.
Esta parte del análisis se puede ilustrar con el siguiente ejemplo de
memorando. Éste lo tomé del análisis en una entrevista desarrollada durante
la investigación. Así quedó estructurado:
111
tomar cuando lo desees. Sí ese objeto cumple una función
específica, cada vez que lo necesitas, lo tomas, lo usas y lo
vuelves a guardas en su lugar. Supongamos que ese objeto es
una prenda de vestir, la tomas, te la colocas y sales a realizar tus
actividades diarias. Posteriormente te la quitas, lavas y colocas
nuevamente en tu closet. Esta conducta puede repetirse muchas
veces hasta que se dañe o te aburras de esa prenda o la cambies
por otra. Entonces ¿será ese el sentido que el informante le da a
la idea de apropiarse de las teorías? ¿Te apropias de ellas? ¿Las
usas y las guardas en algún lugar? Es decir, si hacer tuya una
teoría, la tomas, la dominas, la aplicas, y eres consciente de ella.
La guardas en tu pensamiento y cada vez que necesitas hacer
algo, la traes a la conciencia y la pones en práctica. Hacerlas
tuyas, entonces, es dominar sus supuestos, conocerlas, dominar
sus conceptos y las relaciones entre ellos. El hacerlas tuyas
permite dar direccionalidad a la acción, tienes consciencia a donde
diriges tus acciones. Sabes actuar intencionalmente. Puedes tener
conciencia que la teoría te aporta procedimientos de acción que te
permiten desarrollar cierta tarea con éxito. Entonces, tu proceder
es intencional, sabes a dónde vas y por qué haces lo que haces.
Esto no pasaría si no te apropias de las teorías, es como un
accionar ciego, sin direccionalidad, sin rumbo y sin un propósito
claro. Esto es una manera de conjugar lo teórico con lo práctico,
con la experiencia. Has acumulado experiencia en forma de
conocimiento, pero no sabes cómo usarla, aplicarla
intencionalmente hasta que no te apropies de ellas, hasta que no
se traduzca en conocimiento explícito. Se da una transformación
del saber implícito a saber explícito.
Si volvemos al objeto físico, la prenda de vestir, podemos suponer
que puedes apropiarte debidamente o indebidamente de este
objeto. En otras palabras el objeto no me pertenece, no lo elabore
yo, no es de mi propiedad. Puedes haber pagado para obtenerlo,
como es lo correcto, o pudiste haberlo tomado sin pago alguno, es
decir, lo hurtas. Ahora bien, en términos de la teoría, es posible
apropiarse de la teoría debida o indebidamente. Esto lleva
implícito que la teoría no es mía, no me pertenece, no la construí
yo. Por lo tanto requiero apropiarme de ella. En el saco de la teoría
formal, ésta fue construida por otra persona, por lo tanto no es
mía, le pertenece al autor. En el caso de la teoría implícita, ésta sí
es mía, si la construí yo, por lo tanto no necesito apropiarme de
ella. Salvo que no es consciente. Habita en mí; pero no lo sé.
Entonces, la idea de apropiarse se refiere más a la teoría explicita,
puesto que no es mía, es externa a mí y por lo tanto requiero
apropiarme de ella. No obstante, puedo hacer una apropiación
indebida de la teoría formal, esto es lo que se conoce como una
112
concepción errónea de los supuestos teóricos. Puedo creer que
conozco, que domino una teoría, pero puede ser que la manera
como la comprendo o la aplico no sea la correcta. También,
pudiera hablar de teorías implícitas erróneas, mal concebidas, las
cuales aunque no sean conscientes, no representan o permiten
interpretar el objeto de estudio de la mejor manera posible.
113
Posteriormente, y atendiendo a las prescripciones del método de
análisis, llevé a cabo la codificación selectiva. El proceder, según Strauss y
Corbin (ob. cit.), consiste en seleccionar la categoría central, cuyo nivel de
generalidad resalta sobre las demás. Como se plantea en la estrategia de
análisis, es un procedimiento posterior a la codificación axial. Es difícil, ir
pensando en la relación entre categorías y en la generalidad de las mismas
desde el microanálisis. Por tal motivo, esta tarea, en la práctica, la inicié
desde la codificación abierta, se fue sistematizando, una vez culminada la
codificación axial.
En consecuencia, los códigos (posibles categorías definitivas)
producidos durante la codificación selectiva los sistematicé mediante
diagramas. Elaboré diagramas para representar la categoría central y el resto
de las categorías para cada informante. Es decir, luego de realizar la
codificación colectiva en cada entrevista, representé la categoría central y las
restantes en el diagrama conocido como espina de pescado. Presenté (6)
diagramas, particulares, uno para cada informante. Estos diagramas los fui
ampliando y depurando en la medida que el análisis avanzó, puesto que en
principio las categorías y subcategorías eran provisionales. Luego elabore un
diagrama final donde integre todas las categorías y subcategorías de veladas
Los diagramas son representaciones gráficas que actúan como
“…mecanismos visuales que dibujan las relaciones entre los conceptos”
(p.136). Por ellos establecí la relación lógica entre conceptos. Fue un paso
importante, previo a la generación de la teoría sustantiva, puesto que me
facilitó la generación las proposiciones que integrarán la misma (Strauss y
Corbin, ob. cit.)
En principio, los diagramas particulares fueron con información escasa;
pero al avanzar el análisis fueron creciendo en complejidad. Fui añadiendo
más códigos, esto supuso elaborar diagramas de diferentes formas, unos
más simples y otros más complejos. También, porque hubo informantes que
durante la entrevistas generaron cantidades significativas de códigos que
114
preliminarmente consideré categorías y subcategorías. No paso lo mismo
con otros informantes.
En el Gráfico N°1 ilustré la manera como identifiqué la categoría central
del resto de categorías y subcategorías. Este diagrama fue uno de los
particulares y el primero que elaboré para representar la información que fue
emergiendo.
115
Posteriormente elaboré diagramas que integran las categorías y
subcategorías de todos los diagramas particulares. Éstos tuvieron diferentes
formas y complejización. Tales diagramas me facilitaron contrastar las
categorías y subcategorías de todas las entrevistas. En el Gráfico N° 2 se
puede evidenciar la relación entre la categoría central, categorías y
subcategorías. El diagrama surgió al integrar la información develada en
todas las entrevistas y la comparación constante de la evidencia.
El diagrama lo elaboré con pautas para diseñar un mapa semántico.
Coloqué la categoría principal como idea central, luego las categorías. En las
ramificaciones secundarias agregué las subcategorías (ver Gráfico 2).
116
Tercer Momento: proceso de ir en profundidad.
117
La Primera categoría “La explicitación de las teorías implícitas: un
proceso pragmático” se configuró en la categoría central, por cuanto
envuelve el resto de la categorías y subcategorías y representa la columna
vertebral de la relación entre la información versionada por los actores
sociales participantes durante el proceso de investigación llevado a cabo.
La segunda categoría, la explicitación de las teorías implícitas:
componente cognitivo se encuentra representada por las siguientes
subcategorías: la concienciación de las teorías implícitas como capacidad
humana; evocación de experiencias vividas: memoria episódica y recuerdo;
reflexión y concienciación; procesos cognitivos y concienciación;
metacognición y concienciación; y metaconcienciación.
La tercera categoría, la explicitación de las teorías implícitas:
componente pedagógico, la defino con las siguientes subcategorías: agente
guía o mediador del proceso de concienciación; compromiso del docente
para su formación como agente de saber (ser sabio); proceso de exploración
y descripción de las teorías implícitas en su estado real; estrategias para la
concienciación de las teorías implícitas; apropiación de las teorías formales
alternativas; aplicación de las teorías formales en situaciones cotidianas
reales; contrastación entre elementos de las teorías formales y teorías
implícitas; generación de espacios y condiciones para intervención dialógica.
La cuarta categoría, la explicitación de las teorías implícitas:
componente social, puede ser descrito con las siguientes subcategorías: la
educación formal (la escuela) como escenario de interacción social propicio
para la explicitación de las teorías implícitas; y la interacción social
intersubjetiva con otros actores o pares.
La quinta categoría, la explicitación de las teorías implícitas:
componente práctico, fue visualizada con las siguientes subcategorías: la
experiencia intuitiva y cotidiana como medio para la explicitación de las
teorías implícitas; y la práctica reflexiva de los conocimientos formales como
vía para la concienciación de las teorías implícitas.
118
La sexta categoría, la explicitación de las teorías implícitas: componente
emocional, la describen las siguientes subcategorías: entusiasmo por
explicitar el conocimiento implícito; y curiosidad por conocer los significados
ocultos propios.
La séptima categoría, la explicitación de las teorías implícitas:
componente lingüístico, la integran las siguientes subcategorías: congruencia
entre decir y hacer; el lenguaje como medio para la interacción dialógica
efectiva; el lenguaje como fuente de significados para describir y redescribir
las teorías implícitas; y el paso de contenido episódico a semántico.
Bajo la mirada de investigador fenomenológico, seguidamente describí
e interpreté los aspectos más relevantes encontrados en el develamiento de
aquellos aspectos que permanecieron velados en la realidad social donde se
produjo la indagación y que estuvieron relacionados con el objeto de estudio;
el proceso de explicitación de las teorías implícitas del docente. Me propuse
contrastar la información emergida durante el desarrollo de las entrevistas
cualitativas para profundizar en la subjetividad e intersubjetividad de quienes
participamos en el proceso de investigación, mi persona como investigador,
los actores sociales y los teóricos formales, que me acompañaron en el
proceso de compresión e interpretación.
Los aspectos singulares me permitieron describir las propiedades
relevantes de la categoría y subcategorías develadas durante el transitar
hermenéutico, a partir de mi propia experiencia con apoyo de la subjetividad
de los actores sociales comprometidos con la investigación y los teóricos
formales, con el propósito de ofrecer al lector una experiencia heurística
emergente, constructiva, creativa y recursiva que devela los aspectos
esenciales del trabajo realizado.
Cuando referí “la obra del artesano”, lo hice para significar el proceso
de constitución del cuerpo de saberes construido durante el proceso
hermenéutico para la interpretación de los hallazgos develados en el proceso
119
de análisis que exhibo seguidamente. Me refiero al cuerpo de conocimientos
que desarrollé a partir de ahí.
120
PRIMERA CATEGORÍA
LA EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS:
PROCESO PRAGMÁTICO
121
así como emerge la experiencia, como el producto de la interacción entre
personas y el entorno. Por lo tanto, los procesos pragmáticos implican tanto a
los sujetos como a los objetos y las acciones comprendidas por las personas
están impregnadas de motivaciones, las cuales se orientan al logro de
resultados intencionados.
Durante el proceso heurístico se develó que el actor cotidiano utiliza
estrategias que le permiten resolver las situaciones problemáticas al tiempo
que toma conciencia de que aplica principios o supuestos teóricos en la
compresión de tales vivencias cotidianas. Este proceso se caracteriza por ser
recurrente, el sujeto no deja de resolver problemas y tomar conciencia de los
supuestos implícitos que emplea en la resolución de problemas. Tal evento
se considera una condición fundamental para poder tomar conciencia de que
cuando se afrontan problemas cotidianos se aplican principios teóricos, que
en experiencias anteriores se hicieron de modo inconsciente.
Tales afirmaciones encuentran asidero lógico en el planteamiento
realizado por William durante el desarrollo de las entrevistas. De acuerdo con
su testimonio:
… el ser humano en la realización de sus actividades
cotidianas, en la realización de sus tareas diarias utiliza
cualquier, eh, hecho cualquier situación, utiliza cualquier
estrategia para abordar incluso la resolución de los
problemas que se le van presentando, y lo hace, eh, con un
sentido, yo lo veo muy pragmático. Eh, la persona que no ha
leído, que no ha, que, digamos que no, esa persona es
llamada lego, cuando ellos resuelven un problema, lo resuelve
y aplica estrategias y estrategias prácticas, que le sirven para
resolver problemas; y aunque eso tenga un soporte, digamos
teórico, que alguien lo haya teorizado, que alguien haya
escrito sobre eso para resolver un problema, él lo hace de
forma inconsciente; y lo hace desde, eh, desde un punto de
vista práctico. Si le funcionó, le sirve, aunque haya, incluso,
otras, otras formas de hacerlo y de resolver, de resolver esa
situación más acertadamente. Ellos lo hacen y de modo que sí
les funcionó, lo pueden, este, seguir aplicando en situaciones
posteriores. Entonces, eh, yo pienso que, que existe un
proceso, incluso muy intuitivo. Yo lo veo que lo hacen de una
122
manera, es de, de, porque eso es una forma de conocimiento,
o sea, a medida que ellos van resolviendo situaciones, eso se
va convirtiendo conocimiento para esa persona, entonces, yo
lo que observo es que en, para, para pasar de ese
conocimiento que llaman implícito para, para que él pueda
pasar y hacerlo explícito, aunque él no lo sepa, que lo está
haciendo, lo hace desde, desde el tema de lo pragmático y de
lo práctico…
123
Una vez que yo trabaje con ellos, esas teorías científicas, las
compaginaría entonces con su experiencia. Entonces,
trabajaríamos, eh, eh, es como hacerlo… por ejemplo, en el
aula de clases, trabajar ejemplos, trabajar, este, con técnicas
propias de, que, ellos puedan visualizar kinestésicamente,
visualmente, auditivamente, este, el accionar de una y otra o
la convergencia entre ambas también. Ajá, este, yo no
mandaría hacer un ensayo, yo no le mandaría hacer, este, un
trabajo escrito, no. Ellos tienen que ver en el modelaje la
convergencia o unión, o vinculación de esas teorías. Y es la
única manera de hacerlas, este, conscientes yo las hice
conscientes fue en la práctica, Pablo. Yo no las puedo hacer
conscientes haciendo un trabajo escrito, yo no las puedo
hacer consciente haciendo un ensayo. Yo no las puedo hacer
consciente así. Yo tengo que ver, yo las tengo que… no sería
la palabra palpar, pero si sería percibir, yo las tengo que
percibir; y cuando te hablo de percibir, es por todos los
sentidos o casi todos los sentidos. Yo tengo que… es como
que… si tú me vas a enseñar a conducir un vehículo, tú me
tienes que dar el vehículo para poderlo conducir…
124
dimensiones que interactúan conjuntamente para desarrollarlo. Los
significados aportados por los versionantes acerca del proceso de
concienciación, me condujeron a los siguientes componentes integradores de
la arquitectura del mencionado proceso: cognitivo, pedagógico, social,
práctico, emocional y lingüístico.
Tales componentes en el análisis sucesivo de la evidencia, se
configuraron en las restantes categorías, las cuales me llevaron a profundizar
en el proceso de explicitación como proceso pragmático. A su vez cada una
de ellas está integrada por un número determinado de subcategorías,
propiedades y dimensiones que complejizaron el proceso de concienciación.
La diversidad de dimensiones que integran la arquitectura del proceso
de concienciación lo podemos ver señalado en el siguiente enunciado de
Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.) cuando se refieren al pensamiento y
conocimiento implícito del docente:
La naturaleza de este conocimiento es diversa. Para unos, es
eminentemente “idiosincrásico” y “personal”. Para otros, es una
“habilidad cognitiva”. En otros casos, se considera como un
conocimiento, fundamentalmente, práctico. Consideramos que es
preciso adoptar un modelo de mente, de cognición, que sea capaz
de describir y explicar el pensamiento y actuaciones del profesor,
no sólo como sujeto aislado, sino como profesional que ejerce, en
un contexto completo, a la vez que individual y social, la función de
construir, transmitir y negociar significados socioculturales. A
nuestro juicio, sólo un modelo que contemple las interacciones
entre lo social y lo individual en la cognición del profesor, será
capaz de ayudarnos a comprender, consistentemente, el
conocimiento del profesor (p.270).
125
nacido discutiendo hasta este punto y que están relacionados con el
pensamiento del docente y su capacidad de construir y de explicitar sus
propias teorías.
En resumen, la concienciación del conocimiento implícito es un proceso
pragmático por cuanto su realización requiere de operaciones prácticas. En
este sentido aspectos como el hacer, intuición y lo procedimental constituyen
en características esenciales del mencionado proceso. No es un proceso que
se viene a la mente del sujeto a sólo contemplar la realidad social, procesos
o fenómenos sociales, sino que se requiere de actividades funcionales y
prácticas.
126
SEGUNDA CATEGORÍA
LA EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS
COMPONENTE COGNITIVO
127
cognitivo” y “transferencia”, como conceptos que están íntimamente ligados
al pensamiento y la actividad neuronal. En otras palabras, estas estructuras
permiten destacar la relación directa entre el proceso de explicitación y el
pensamiento humano. Lógicamente, como discutiré más adelante, la
concienciación es una capacidad eminentemente humana, en la cual, el
cerebro, en torno a sus funciones naturales, tiene la capacidad de repensar
los contenidos episódicos alojados en la memoria producto del acontecer
cotidiano.
Estas estructuras que describen el componente cognitivo son objeto de
discusión en los siguientes apartados, con la intención de complejizar la
compresión e interpretación de la manera como operan estos eventos de
pensamiento durante el proceso de concienciación de las teorías implícitas.
Es por ello que la categoría “explicitación de las teorías implícitas:
componente cognitivo” la reorganicé en las siguiente subcategorías:
Concienciación de las teorías implícitas como capacidad humana; evocación
de experiencias pasadas: memoria episódica y recuerdo; reflexión y
concienciación; procesos cognitivos y concienciación; metacognición y
concienciación; transferencia como proceso de pensamiento crucial; y la
metaconcienciación.
128
“reflexionar el conocimiento tácito”, “darse cuenta” o “explicitar”. Para
Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.), “…evidentemente, el hombre de la
calle puede acceder a sus estados mentales, en determinadas
circunstancias, e incluso nos puede informar de sus creencias, intenciones,
metas, etc.”(p.32). Supone que el actor social puede mirar en su
pensamiento y sopesar el conocimiento alojado en éste y de ser necesario es
posible que pueda verbalizarlo de modo coherente. Es decir, el ser humano
puede dar razón del estado de sus pensamientos, sólo que es un proceso
dificultoso y engorroso. No obstante, la posibilidad de explicitación se debe a
que el mismo está provisto fisiológicamente de las capacidades mentales de
pensar, reflexionar, recordar, generar actividad cognitiva, que así lo permiten.
Con el diálogo sostenido con Esequiel pude percatarme de las
capacidades inherentes al ser humano en cuanto a la posibilidad real de
concienciar los saberes implícitos. En la conversación el docente expresó:
¿Cuándo una persona que no va a la escuela puede hacerse
consciente de sus saberes técnicos, de sus saberes
implícitos, en este caso serían técnicos? Este, pues, en
cualquier momento sería. Pues, cuando es capaz de
reflexionar sobre su propio hacer. Darse cuenta que tiene una
habilidad especial. O no sé, por ejemplo, un artista. Un artista
no necesariamente se cría en la escuela, sino que lo cría en la
propia práctica, lo puede criar la pura experiencia o la ayuda
de sus papás, por ejemplo, que también son artistas. Y en
algún momento de su vida, pues, simplemente ser consciente
de que tiene una habilidad especial, pues, que le puede servir
para, este, para su sobrevivencia o simplemente para su
propia satisfacción…
129
del contexto social y la interacción con otros elementos fundamentales para
el desarrollo de tal habilidad. Dichos aspectos los abordaré cuando interprete
lo relativo al componente social, pedagógico y práctico.
En concreto, el ser humano está provisto de facultades mentales que le
posibilitan tomar consciencia de diferentes aspectos de su existencia. En
este caso, puedo decir que posee la capacidad de concienciar los
significados implícitos que ha construido a lo largo su devenir práctico. Es
decir, puede traer a su pensamiento consciente aquellos significados que se
desprenden de su memoria episódica, por cuanto las teorías implícitas se
guardan en la memoria como contenido experiencial. De allí que, el sujeto
puede hacer uso de los significados de una gran variedad de dominios de
experiencias acumulados en su pensamiento de modo consciente. Aunque
en las primeras de cambio él no sabe que están allí, guían sus acciones y le
proveen de herramientas para hacer frente a las demandas de su
cotidianidad, pero que si las condiciones son favorables, es posible tomar
consciencia de tales supuestos.
130
de las prácticas docentes pasadas mediante el uso de diarios, viñetas
narrativas o portafolios. La intención es que el docente reflexione sobre su
práctica de enseñanza para objetivarla, hacerla accesible a la conciencia y
poder, de esta manera, develar los significados que tales experiencias
envuelven.
En el siguiente enunciado del actor social aprecié elementos suficientes
que me hicieron comprender que el sujeto ha vivenciado una diversidad de
experiencias, que en un momento determinado pueden coadyuvar en el
proceso de concienciación. Puesto que se constituyen en objeto de reflexión
al ser objetivadas por medio del recuerdo. En este sentido Esmeira narró:
…primero, tener claridad que el estudiante, tiene todo un
potencial ¿verdad? Él no viene como una tabla rasa que no
trae aprendizajes. Él trae un cúmulo de aprendizajes, de
experiencias, de hechos cotidianos, que lo han hecho crecer
como ser humano, como estudiante…
131
permite hacer una conclusión… es importante decir que, en
este proceso, eh, el realmente, eh, hace, como hace
consciente estos elementos, esa persona llega, sin saberlo, a
la metacognición, porque está siendo consciente de una serie
de elementos que él ha vivido. Por eso te digo que la
experiencia es muy importante, le permite a él tener una
conclusión acertada a un hecho que va a ocurrir…
132
propiedad tipo de contenido a evocar. Se conoció en las entrevistas que se
evoca contenido episódico.
Otra propiedad refiere los procesos de pensamiento que se asocian a la
evocación de contenido episódico del pasado. En este caso, me referí al
proceso cognitivo comparación. La evidencia reveló que el evocar contenido
episódico, la idea sería comparar los elementos característicos de estos
episodios con los elementos del fenómeno empírico o técnico que se estudia
en un momento determinado. Para los informantes, en el momento que
ocurre esta comparación, el sujeto tiende a activar la concienciación de las
teorías implícitas que están contenidas en los episodios evocados.
En efecto, la evocación de las experiencias pasadas o la memoria
episódica quieren ser consideradas en el proceso de concienciación, puesto
que dicho contenido constituye el punto de ignición del proceso de
explicitación de las teorías implícitas. En este momento se activan los
procesos de reflexión, cognitivos y metacognición, los cuales contribuirán en
la realización del mencionado proceso. De lo contrario será dificultoso
encontrar o establecer la relación entre el contenido tácito y las teorías
formales estudiadas.
133
la definición de reflexión Castillo Arredondo y Cabrerizo (2005), apuntan que
se refiere a la mirada que desarrolla el sujeto sobre el propicio quehacer y el
establecimiento de diálogos críticos consigo mismo en relación con su
pensamiento y acciones.
El testimonio que presento a continuación proviene de las entrevistas y
devela la manera como es concebido el concepto reflexión y su relación con
el proceso de explicitación. El mismo fue expresado por Esequiel, quien
afirma:
… la reflexión es un proceso, es una estructura que es
fundamental para toda persona, para todo ser humano. Todo
ser humano está llamado a reflexionar sobre sí mismo, sobre
la vida, sobre el mundo, sobre las situaciones que enfrenta.
Este, la reflexión sería muy importante para poder darse
cuenta de esas teorías implícitas… creo que lo primero que se
da es la reflexión, la capacidad reflexiva, de asombro. Esto,
quizá sea el nivel más básico, de poder darse cuenta de sus
teorías implícitas…
134
Para los autores ésta es una de las vías para la construcción de
significados. La reflexión permite la introspección de los significados tácitos
para avanzar hacia la concienciación de los mismos y generar nuevas
interpretaciones o construcciones de conocimiento. Es evidente en la
narrativa de Esequiel que, la reflexión es un proceso básico, al que todo ser
humano tiene acceso. Esto lleva a pensar que pueden darse otros procesos
de mayor complejidad. Dichos procesos serán objeto de discusión en lo
sucesivo. Igualmente rescaté de la narrativa del docente la frase “de
asombro” para referirme que cualquier hecho inesperado puede degenerar
en procesos reflexivos. En la postura de Pozo y Pérez Echeverría (2009):
aluden a que “…reflexionamos sobre algún aspecto cuando encontramos que
hay diferencias entre lo que esperamos y lo que ocurre, cuando se produce
un suceso inesperado o nos encontramos con algo sorprendente…” (p.159).
Los autores traen a discusión la idea referida a que la reflexión se
origina cuando existe disonancia entre lo esperado y aquello que ocurre en la
realidad vivida. Cuando lo que ocurrido no está enmarcado en lo normal, el
sujeto recurre a la reflexión como la posibilidad de dialogar críticamente
acerca de lo sorprendente de tal situación.
Otra propiedad que caracteriza a la subcategoría reflexión y
concienciación tiene que ver con la manera y el contexto donde ésta se
genera. Los informantes expresaron durante las entrevistas que la reflexión
puede generarse en los espacios educativos formales. La educación formal
puede generar la reflexión sobre diversos aspectos relacionados con el
conocimiento formal. Pero también, es posible reflexionar acerca de las
experiencias vividas en el entorno cotidiano. También, es cierto que
resultaría más fácil la reflexión y la concienciación de los saberes implícitos
en entornos relativos a la educación formal. Y más dificultosos en aquellos
actores que no asisten a procesos de educación formal, puesto que no es
posible activar la reflexión acerca de diversos temas. Estas encuentran
135
apoyo empírico en la narrativa presentado por un actor social comprometido
con el proceso heurístico. En este caso Esequiel comenta:
… el ciudadano común tiene muy difícil, creo, poder hacer
consciente todas esas teorías implícitas que rigen su saber,
su conocimiento. Creo que la oportunidad más especial,
vamos a ver, más favorita para poder hacer explícito todos
esos saberes que tú tienes contigo, es la educación. Porque
la educación te puede hacer reflexionar sobre todo ello. La
oportunidad, en este caso, cuando tú reflexionas sobre las
teorías educativas, teorías filosóficas, las teorías
sociológicas, psicológicas… si tienes la oportunidad de
reflexionar sobre ellas, es posible que empieces a verte
identificado con ellas. Y entonces, te des cuenta que te
pareces, que te asemejas a alguna de esas teorías ya
previamente dichas. Cuando pudieras reflexionar también de
la religión. La religión nos otorga muchos saberes
implícitos…
136
Como se puede apreciar, en esta parte de la discusión se develó otra
propiedad de la subcategoría análisis, el nivel de consciencia que se maneja
en los procesos reflexivos. El nivel de consciencia va desde lo inconsciente
de los saberes implícitos a la consciencia de los mismos. Esto es, el sujeto
previo a la reflexión desconoce que su forma de obrar y de comprender
determinados fenómenos cotidianos está descrita en los supuestos de las
teorías formales que son objeto de reflexión y discusión en el aula de clases.
Pero al transcurrir en procesos reflexivos va tomando conciencia de la
similitud de los elementos que integran ambas teorías.
Adicionalmente, se develan propiedades como los aspectos a
reflexionar. Los informantes refieren que se deben reflexionar aspectos como
teorías educativas, filosóficas, sociológicas, psicológicas hasta relacionados
con la religión. Asimismo, durante la reflexión se pueden generar procesos
de pensamiento como la relación. En este caso se debe establecer
semejanzas o conexiones entre los elementos de las teorías formales y los
supuestos implícitos, es decir, al reflexionar, el actor social debe sentirse
identificado con alguna teoría formal, como indicador de que lo establecido
en ella se asemeja a su forma de pensar o entender algún dominio de
conocimiento formal.
Enfaticé en el estudio, que esto le ocurre solo al actor social con mayor
facilidad, en aquel que interactúa en el sistema de educación formal y no al
sujeto que no va a la escuela. Para él es más difícil, puesto que no pertenece
a escenarios de interacción social y educativos intencionados donde se
activen procesos de reflexión y el encuentro con las teorías formales
alternativas. Esta discusión la ampliaré más adelante porque están
relacionados con otras subcategorías emergentes.
Con el diálogo sostenido durante la entrevista con Esmeira, evidencié el
concepto “estimulación de la reflexión”, lo cual refiere la propiedad nivel
de intencionalidad de los procesos reflexivos. Sobre este aspecto, la docente
enunció:
137
… yo tengo que invitar al proceso reflexivo. Yo tengo que
crear condiciones, en mi espacio, escenario de clases, donde
lo invite a, a, plantear una reflexión. Muchas veces a disentir
de un autor, o no estar de acuerdo conmigo como docente.
Eso es maravilloso para mí cuando me dicen: profe, Usted, yo
creo que Usted, eso que está diciendo, yo leí otro autor que
dice que eso no es así. ¡Maravilloso! ¿Verdad? Porque ¿Qué
me está diciendo ese estudiante? Que él está utilizando sus
procesos cognitivos reflexivos…
138
característicos y relacionar con las teorías formales objeto de conocimiento
en un momento determinado del acontecer académico.
De igual modo, un diálogo sostenido con Danelis, ilustra la manera
como evocar los aconteceres pasados puede ser objeto de reflexión. Ante
esta situación, la informante dijo:
…creo que sí es posible llevarlo a proyectar externamente y
de alguna forma como que plantearlo fuera de nosotros
porque si nos damos cuenta, si como que… caemos en la
situación de que eso está allí presente inconscientemente,
pues, de alguna forma lo podemos evocar también si lo
traemos a colación, si lo razonamos…
139
especulación de… a través de la filosofía de lo que está
oculto, ahí en el aula, lo que está velado.
140
repensar las teorías implícitas y avanzar hacia la concienciación y el cambio
conceptual de dicho saber.
También, he observado otra propiedad del concepto “reflexión y
explicitación de las teorías implícitas”. Me refiero a los procesos de
pensamiento que se activan automáticamente durante la reflexión de la
diversidad de temas y experiencias en el que el sujeto puede pensar y
repensar. La evidencia reveló que es posible activar procesos colaterales
como: análisis, relación, comparación, descripción, identificación,
descubrimiento, compresión, entre otros. Esto supone que la reflexión puede
degenerar en procesos cognitivos que de una u otra forma contribuirán en el
proceso de concienciación de las teorías implícitas. Los detalles de esta
aseveración la discutiré en la siguiente subcategoría, “procesos cognitivos y
explicitación de las teorías implícitas”.
A modo de resumen, puedo expresar que la reflexión refiere diálogo
crítico que realiza el sujeto sobre su propio pensamiento. Es necesario crear
condiciones para la realización de este diálogo interno sobre una gran
variedad de aspectos. No basta con traer a la mente, sino que es necesario
el cuestionamiento interno de las inconsistencias y disonancias que puedan
existir entre el saber tácito y las teorías formales. En consecuencia, para el
desarrollo del proceso concienciador, es necesario promover los procesos
reflexivos mediante ciertas técnicas y situaciones específicas. De modo
adicional, los procesos reflexivos desencadenan otro tipo de procesos que
coadyuvan en la explicitación de los saberes implícitos. Estos procesos los
abordaré en los apartados presentados seguidamente.
141
superior, que al ser activados conducen a la explicitación de los saberes
implícitos.
Inicié la discusión de las propiedades de esta subcategoría con la
propiedad “clasificación” de los procesos cognitivos. Sobre el particular se
develó en el acontecer analítico que los procesos cognitivos deben darse
desde los básicos como la observación, hasta los superiores como la
generación de hipótesis. Esta consideración tiene apoyo testimonial en la
narrativa enunciada por Esmeira:
El estudiante nuestro, eh, realmente los procesos cognitivos,
los ve de una forma muy somera, muy ligera, muy básica, no
le da el valor que necesita. Por ejemplo, el proceso de
observación. Si tú chequeas ese primer elemento básico en el
proceso de aprendizaje, que es observar a través de todos los
sentidos, tú me preguntas, no saben observar. Ellos miran,
ellos ven, pero no utilizan, o no ponen en práctica todos los
sentidos. Y eso se ve hasta en maestría, y si vamos más lejos,
también lo estamos viendo en doctorado. El proceso inicial de
observación, no se hace con la conciencia clara del proceso
que se está usando ¿verdad? Luego de eso, vienen los otros
procesos, lo que es describir un hecho, luego lo que viene,
luego todos otros procesos más superiores, que son análisis,
síntesis, el proceso de abstracción ¿verdad? Más donde los
procesos tienen que ser de forma normal, más de hipótesis,
más de un análisis superior, tampoco. Porque si la base que
es la observación, la estamos manejando con mucha ligereza,
entonces, lo que viene después es más difícil. Entonces, el
proceso reflexivo, que es necesario, es fundamental para
poder transferir de la teoría a la práctica, se da de una forma
muy elemental…
142
cognitivos. En cuanto a los procesos cognitivos básicos, reconocí información
sobre el tipo de proceso que integra, como son: la observación, descripción y
la clasificación. En el caso de los superiores, aprecié el análisis, síntesis,
abstracción y la hipótesis.
Otro aspecto que pude apreciar en la evidencia tiene que ver con la
dificultad en el uso de los sentidos cuando se vivencian los procesos
cognitivos. La informante es enfática cuando expresa que ordinariamente se
utiliza sólo el sentido de la vista para percibir la información que emana de
los objetos de estudio que se tiene al frente. Esto tiende a limitar el desarrollo
adecuado de los procesos, además de la calidad de los mismos.
Adicionalmente, precisó la evidencia que los procesos cognitivos
básicos deben ser fomentados desde el nivel educativo inicial hasta el nivel
doctoral. En cuanto a la propiedad nivel de importancia, la informante
expresa el incentivo de los procesos cognitivos básico como vía para lograr
la concienciación de las teorías implícitas.
También la Esmeira, precisó el orden de prioridad de los procesos
cognitivos. Y enfatizó que la observación es el punto de arranque para activar
los procesos cognitivos y por consiguiente el proceso de concienciación.
Para que este proceso sea de calidad, es necesario observar con todos los
sentidos. De ser así, todos los demás procesos y el de concienciación se
generan con eficiencia. Enfatiza igualmente en el proceso “transferencia”. Y
considera que la transferencia juega un papel fundamental, cuando se desea
llevar a la práctica los supuestos de las teorías formales.
De igual modo, en la narrativa de la docente, identifiqué la propiedad
nivel de conciencia que tiene el sujeto de los procesos cognitivos. Para la
informante, en la mayoría de los casos el sujeto actúa de modo inconsciente
ante los mismos, pero puede hacerse consciente ante ellos con el uso de
estrategias adecuadas.
Asimismo, conocí en el resto de la evidencia generada a través de las
entrevistas que, pueden existir limitaciones en la activación de los procesos
143
cognitivos. Por un lado, al usar de manera limitada los sentidos. Sólo es
ordinario el uso de la vista. Y por el otro, surge la poca importancia que los
sujetos le imprimen a los procesos cognitivos y su relación con el
aprendizaje. Interpreto que estas limitaciones tenderían a redundar en la
concienciación de las teorías implícitas, puesto que dificultarían los procesos
de análisis, relación y transferencia de las teorías formales a situaciones
cotidianas.
Para seguir con la hermenéutica, en esta parte de la información, deseo
expresar que el concepto “estimulación de los procesos cognitivos” está
íntimamente ligado con el componente pedagógico del proceso de
concienciación. Así aprecié en la evidencia que estos aspectos son
fundamentales para generar procesos cognitivos adecuados que apunten
hacia un proceso de concienciación eficiente. No obstante, la dimensión
pedagógica, en los que se integra la estrategia para la incentivación de los
procesos cognitivos y la función del agente guía, los ampliaré en el apartado
correspondiente.
Los planteamientos de Castello Arredondo y Cabrerizo (ob. cit.) me
permitieron fundamentar las ideas anteriores. Por un lado, ellos afirman que
las destrezas de pensamiento deben propiciarse en la escuela y
sucesivamente en el sistema educativo universitario; asimismo, que es
necesario clasificar los procesos de pensamiento en tres niveles: procesos
básicos, procesos complejos y procesos metacognitivos. Los procesos
básicos representan la plataforma para otros procesos. Allí se ubican la
clasificación, el establecimiento de relaciones espacio-temporales y de
casualidad y la transformación del conocimiento sobre la base de la relación
del conocimiento nuevo con el conocido previamente. Los de nivel superior
se aplican sobre la base de los procesos básicos y responden a cuestiones
más elaboradas. Algunos de estos procesos son la resolución de problemas,
la toma de decisiones, el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la
reflexión y el análisis.
144
Por su parte, los procesos metacognitivos se pueden dividir en dos
grupos: el monitoreo de la ejecución de la tarea y la solución y comprensión
de la categoría adecuada. Como se observa, la clasificación responde al
nivel de complejidad de los procesos que desarrolla el pensamiento humano,
los cuales tienen repercusión en el desarrollo de un aprendizaje más efectivo
y consciente. De ahí que estén íntimamente ligados al proceso de
concienciación de teorías implícitas.
De lo anterior surgió mi inquietud para referir los planteamientos de
Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.), los cuales versan de la relación de
los procesos cognitivos y la capacidad humana de construir teorías implícitas
de la realidad social. Así se pronuncian los autores:
Las personas construyen representaciones de la realidad y utilizan
los procesos cognitivos para interpretar situaciones, predecir y
comprender el comportamiento de otras personas y planificar el
suyo propio. Esto supone no sólo aceptar que la mente es un
sistema de procesamiento de información, sino que además la
mente es un sistema de procesamiento de información que
adquiere significado dentro de una interacción social, o si se
prefiere, en presencia de otras mentes… (p.19).
145
ello ocurra, los sentidos juegan un papel preponderante, ya que los mismos
permiten la aprehensión de la información desprendida de las teorías
formales y las situaciones reales u objetivadas. Sin la evidencia necesaria la
calidad de los procesos cognitivos y la reflexión se verá mermada y con ellos
el proceso de concienciación.
146
importante, le permite a él tener una conclusión acertada con
relación a un hecho que va a ocurrir…
La voz del actor social me permitió evidenciar que entre los aspectos
para lo cual se requiere activar la metacognición está la experiencia vivida.
Esto quiere decir que se necesita hacer metacognición de “una serie de
elementos”, de los cuales se ha vivido. Es necesario para alcanzar la
concienciación que el sujeto realice la metacognición de los elementos
característicos de las situaciones vivenciadas anteriormente, bien para
establecer la conexión con otras experiencias o para realizar la relación con
los elementos de las teorías formales.
No obstante, es posible hacer metacognición de los elementos
característicos de las teorías formales que se estudia para hacer la conexión
con los supuestos implícitos. Esta aseveración se puede encontrar en el
siguiente contenido testimonial expresado por William:
… el concepto justamente de la metacognición. Me he dado
cuenta que los estudiantes lo viven ¿Cuándo lo viven los
estudiantes? Lo viven cuando el estudiante dice: profesor, yo
logré hacer este ejercicio, logré llegar a la resolución de este
problema planteado hasta aquí, pero ya de aquí no tengo
argumento teórico para seguir resolviéndolo…
147
entenderse desde precisar una respuesta conductual a reflexionar el
conocimiento sobre un dominio en particular. Esta idea se puede apreciar en
los actos de habla tomados de las entrevistas realizadas durante la
investigación. Al respecto Francisco manifestó:
… lo que pasa es que la metacognitividad es un repensar la
respuesta conductual de algún alumno en un proceso de
enseñanza-aprendizaje. Pero hasta ahí se queda. No es
repensar la psicología. Es una respuesta no a una disciplina,
en este caso la psicología, sino una respuesta psicológica
¿no sé si me entiendes? En consecuencia, el, el… la validez
de ese razonamiento no es tal, no es tanto.
148
de monitoreo, mientras que otros lo relacionan con el uso explícito de un
proceso de reflexión sobre los pensamientos y la acción. Estos
planteamientos permiten discriminar que la acepción de metacognición a la
que se refieren los actores y que más se adecua al proceso de
concienciación, es aquella que da paso a la reflexión consciente de la
manera cómo funciona el pensamiento del actor educativo durante procesos
de aprendizaje. No sólo ser consciente de la realización de una tarea sino ser
consciente del propio pensamiento. En otras palabras, el control que
tenemos sobre nuestros propios procesos de pensamiento.
Puedo notar también, en los testimonios analizados, la propiedad
“alcance” de la metacognición durante el proceso de concienciación y tiene
que ver con lo discutido anteriormente. Esto es, la metacognición no nos
acerca a repensar los supuestos epistemológicos y ontológicos que
sustentan una disciplina, sino se trata de repensar o reflexionar sobre algún
tema o contenido en específico o acerca de una situación vivencial pasada o
presente que tenga relación sobre un contenido determinado.
Por su parte, emerge la propiedad “intencionalidad” de la activación del
proceso metacognitivo. Observo en la evidencia analizada la idea que refiere
que la metacognición no es un proceso natural o espontáneo. Los
informantes creen que se necesita incentivar la metacognición, de la misma
manera que se discutió que era necesario activar la reflexión y los procesos
cognitivos para poder alcanzar la concienciación de los saberes implícitos.
Esta afirmación puede verse en el siguiente enunciado de Esequiel:
… La metacognición, al menos, tal como yo la entiendo, es un
proceso cognoscitivo que reflexiona sobre el conocimiento,
este, ya… la vida cotidiana no nos lleva a eso, no siempre nos
lleva a eso. Creo que haría falta que haya alguien nos invite,
nos motive hacia ello. El sistema educativo debería estar…
está llamado a que nos lleve hacia aquello, inclusive a
reflexionar sobre los mismos procesos cognoscitivos que
tenemos…
149
En esta parte, la voz del actor social me permite tener claridad acerca
que la metacognición requiere cierta incentivación para ser activada. Esta
posición apunta a la necesidad de agentes externos que tendrán la función
de guías o mediadores del proceso de concienciación. Asimismo, me lleva a
pensar en el componente pedagógico que integra el proceso de
concienciación de las teorías implícitas. Estos aspectos los ampliaré en la
tercera categoría emergente.
Otra propiedad relacionada con la metacognición y su relación con el
proceso de concienciación, tiene que ver con el “nivel de complejidad” del
mencionado proceso. Para los informantes, la metacognición es el proceso
más complejo de la reflexión y los procesos cognitivos. Es un proceso que
requiere ciertos niveles de preparación, por cuanto, no es un proceso
espontáneo. Esto sugiere la realización de indagación previa de los
supuestos de las teorías formales que se deben aprender. Se puede lograr
mediante la lectura y otras técnicas de procesamiento de información. El
siguiente testimonio de Esequiel habla por sí solo:
Creo que la metacognición, como un proceso reflexivo, este,
sobre nuestro propio proceso de reflexionar es un poquito
más avanzado. Y creo que necesitamos que nos ayuden a
llegar a la metacognición… creo que haría falta que alguien
nos invite, nos motive hacia ello. El sistema educativo debería
estar… está llamado a que nos lleve hacia aquello… La
metacognición yo la veo como un proceso más complejo,
mucho más complejo, y creo que sería el ideal para poder
descubrir esas teorías implícitas. Pero la metacognición…
creo que hace falta más lecturas, más motivación, más
ejercicio, más práctica, porque no es, de por sí, un saber
completamente o una forma de actuar completamente natural,
más que natural, podríamos decir… eh, sí, más cotidiana. Es
mucho más académica, pues, mucho más profunda…
150
procesos cognitivos y luego la metacognición. No obstante, por ser la
metacognición el proceso más complejo requiere de ciertas condiciones. Es
necesario que el sujeto se informe de las teorías formales que están
relacionadas con los saberes implícitos a explicitar, por lo tanto este proceso
debe ser más intencionado o propositivo que los anteriores y debe generarse
en espacios académicos, por supuesto, es necesario la presencia del agente
guía o propiciador de tal actividad cognitiva. Es indudable la relación entre la
metacognición y el proceso de concienciación.
En la postura de Pozo y Pérez Echeverría (ob. cit.), es imperante
adoptar la idea acerca de la progresiva explicitación del conocimiento y del
control del propio aprendizaje. El desarrollo de la metacognición podría
avanzar desde un conocimiento más implícito, muy relacionado con el
conocimiento específico y el contexto de las tareas propias de esa área,
hasta el conocimiento más explícito y descontextualizado.
Antes de culminar este apartado consideré necesario aclarar la relación
entre la metacognición y la conciencia, puesto que se ha hablado que la
primera es un paso previo hacia la concienciación de las teorías implícitas. Al
respecto, Soto (ob. cit.) manifiesta lo siguiente:
No es fácil establecer los vínculos entre los temas de la
metacognición y la conciencia. Nelson (1996) hace una
descripción de las distintas interrelaciones entre los enfoques
sicológicos y filosóficos de la conciencia y deduce la importancia
del monitoreo y el control metacognitivo en la producción de
nuevas formas de articulación entre planteamientos filosóficos y
sicológicos sobre la conciencia, demostrando con esto la interna
relación entre esta con la metacognición. Los estudios sobre la
conciencia se remontan al siglo XIX, cuando los sicólogos
investigaban la influencia de los estímulos externos sobre las
respuestas de los individuos. Con este tipo de experimento, lo que
se perseguía era conocer el pensamiento de los sujetos
(introspección). De esta manera, el sujeto de investigación
desempeñaba el rol de observador y sus respuestas eran un
reflejo de su propia conciencia. El sociólogo manipulaba las
condiciones externas y el sujeto realizaba reportes verbales de sus
introspecciones (p.37).
151
Como se aprecia en el reporte del autor existen vínculos directos
entre metacognición y conciencia, lo que determina la relación viable
entre metacognición y el proceso de concienciación del conocimiento
implícito. De acuerdo con lo expresado por los autores y la evidencia de
los actores sociales, la metacognición refiere el control y monitoreo de la
forma como se lleva a cabo los procesos de pensamiento que están
ligados a la realización de ciertas tareas que llevan al aprendizaje, lo cual
de acuerdo con el nivel reflexivo que se alcance promueven el proceso
de explicitación del saber tácito.
Es así como Soto (ibídem) puntualiza que “…lo metacognitivo no
está ligado exclusivamente al uso de herramientas (mapas conceptuales,
algoritmos o preguntas, entre otras), sino más bien, a un incremento de
la reflexión consciente de los estudiantes sobre sus creencias…” (p.54).
Aquí no solo se establece la relación entre metacognición y
concienciación, sino también con la reflexión. Al ser la metacognición un
proceso de pensamiento complejo, requiere activar altos niveles de
reflexión que permitan el monitoreo y control de los modos de
pensamiento que desembocan en la toma de conciencia de las creencias
y conocimientos tácitos.
En otras palabras, no puede haber metacognición ni concienciación
sin reflexión, sin traer a la mente y generar este diálogo interno que
realiza el sujeto. Mientras la reflexión sea más consciente, el sujeto se
encamina al proceso de concienciación, y cuando la metacognición no
sólo monitorea la realización de las tareas y las herramientas que utiliza y
avanza hacia el monitoreo y control de la forma o estrategia seguida en
la construcción del conocimiento, así se acerca igualmente, a la
concienciación del saber implícito.
A modo de conclusión, la metacognición es un proceso de pensamiento
supracomplejo. Este proceso refiere del pensamiento reflexivo de la manera
como el sujeto hace las cosas o el control que el mismo tiene de su propio
152
pensamiento. La metacognición, junto con la reflexión y los procesos
cognitivos (básicos y superiores), contribuyen a la realización del proceso de
explicitación de las teorías implícitas. La metacognición no es la explicitación
en sí misma, sino un paso importante para ésta.
153
formal, y éste, a su vez, nos conduce a la explicitación del saber
inconsciente. En la medida en que se alcance la comprensión y dominio del
conocimiento formal, más cercano está el proceso de toma de conciencia del
contenido episódico. Ahí la transferencia, con mayor énfasis que el resto de
los procesos cognitivos, tiene una contribución fundamental, puesto que
permite establecer conexión entre las dos formas de conocimiento.
De la anterior aseveración se desprende la idea acerca de una de las
propiedades de esta subcategoría, develada en el proceso analítico, tiene
que ver con el “tipo de relación” que se establece durante el proceso de
transferencia. Esta relación es teoría-práctica. La idea es relacionar los
principios teóricos con los hechos prácticos vivenciales en los que la teoría
tiene aplicación. Es decir, se busca generar experiencias prácticas,
vivenciales o cotidianas centradas en los fundamentos de las teorías
formales para convertirse en acción. Durante este proceso, el sujeto puede
evocar experiencias pasadas mediante las cuales él ha podido accionar de la
misma manera y darse cuenta como la realizaba, es decir, de qué manera la
actividad, vivencia, o conjunto de acciones, estaban fundamentadas o
descritas en los supuestos teóricos formales que está analizando. Así puede
ocurrir la concienciación de su conocimiento episódico o implícito.
Esta postura encuentra consistencia lógica en los siguientes
enunciados empíricos expresados por los informantes clave. Ejemplo, lo
manifestado por William:
... cuando tú comienzas a profundizar sobre algunas teorías,
te das cuenta con que tú haces cosas en tu cotidianidad, que
las hacías sin saber que eso tenía una, una teoría, o que había
una metateoría allí presente. Me pasó con una, con una teoría,
que es la transposición didáctica. Yo me di cuenta cuando leí
de la teoría de la transposición didáctica que, nosotros
constantemente hacemos eso. Entonces, cuando yo leí sobre
ella, me di cuenta, yo constantemente hago esto, en mí
accionar como docente y no lo sabía…
… nosotros podemos incluso encontrarnos con eso, con eso,
con esas teorías de resolución de problemas que nosotros
estudiamos muy en la, muy en la, en la académica, muy en la
154
universidad, pero que eso, también está fuera de aquí, se
aplica muchas veces a nuestra vida cotidiana, incluso para
resolver un problema, este, doméstico, de lo más básico.
Nosotros tenemos, aplicamos todas esas, esas teorías, de, de
resolución de problemas…
155
marco de una teoría o en una estructura conceptual. La
recuperación de estas representaciones explicitas permite la
abstracción de las situaciones inmediatas en las que han sido
producidas y se “descontextualizan”, permitiendo su
generalización o transferencia a nuevos contextos, relacionándose
con nuevas representaciones explícitas (p.7).
156
que el estudiante piense verdaderamente. Yo trato de llevarlo
a pensar. Entonces, anteriormente muy… eh, no lo hacía
consciente, Pablo. Era como parte de mi praxis, de mi
didáctica. Incorporaba la técnica de la pregunta pero como
parte de mi didáctica. Pero después llegué a tomar
consciencia de que yo estaba respondiendo a una teoría, que
es la teoría constructivista. Utilizando, entre otras técnicas,
eh, otros procedimientos, la técnica de la pregunta… Pero en
aquel momento yo no lo hice consciente. Yo no lo hacía
consciente. Después que yo, dándome… eh, en… obtenía
resultados, pero a lo, a lo, el fin último que yo tenía cuando
terminaba mi clase y los llevaba a procesos de reflexión, era,
mira, el muchacho me aprendió…
157
Metaconcienciación
158
inaccesible lo real [Reales]. Sino entendiéramos qué quiere decir
vida y vitalidad [Leben, Leben dig keit], no seriamos capaces de
comportarnos respecto a lo vivo. Si no entendiéramos que quiere
decir existencia [Existenz] y existencialidad [Exiszialität], ninguno
de nosotros mismos sería capaz de existir como Dasein…
Debemos comprender el ser para estar en disposición de que se
nos dé un mundo que es, para existir en él y para que nuestro
propio Dasein que es pueda ser… La comprensión provisional del
ser anterior a toda experiencia fáctica del ente no quiere decir,
claro está, que tengamos tener antes un concepto explícito para
experimentar teórica o prácticamente el ente (p.36)
159
como explicitación de un saber tácito. Por lo tanto, se puede manejar con
ciertos niveles de conciencia acerca del proceso mismo de concienciación.
Esto sugiere que el actor cotidiano puede estar o no estar enterado del
proceso de concienciación que él mismo puede activar en cualquier momento
de su devenir académico o cotidiano. Esto me lleva a pensar que es
completamente valioso que el actor cotidiano a través de procesos formativos
intencionales o mediante la intención social cotidiana pueda tomar conciencia
de su capacidad o habilidad humana para la concienciación de su saber
tácito. Ante esta situación Esequiel refiere lo siguiente:
… en algún momento de su vida, pues, simplemente ser
consciente de que tiene una habilidad especial, pues, que le
puede servir para, este, para su sobrevivencia o simplemente
para su propia satisfacción…
160
el nivel superior, se deben al desconocimiento, tanto de la capacidad del ser
humano para concienciar y el poder tomar conciencia in situ del proceso de
concienciación del saber implícito. De allí se desprende mi inquietud acerca
de que las curricula universitarias debieran integrar contenidos o una
didáctica orientados a la concienciación del saber implícito. Tal situación me
llevó a pensar y articular una ruta pedagógica para la concienciación del
saber implícito, la cual describo en la Séptima Labor de este trabajo de
investigación. No es posible dejar al azar o a la casualidad la posibilidad el
docente universitario de concienciar o alcanzar la metaconcienciación de sus
conocimientos implícitos. Más allá de hacer la metaconcienciación, también
realizar la revisión crítica de estos saberes y proponerse a redescribir tales
significados y avanzar en el cambio conceptual, vista al grado erróneo que
pueden tener estos saberes si se comparan con las teorías formales
alternativas conocidas en la actualidad.
161
TERCERA CATEGORÍA
LA EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS:
COMPONENTE PEDAGÓGICO
162
generación de espacios y condiciones para la intervención dialógica; y la
redescripción de las teorías implícitas.
En síntesis, dado que el proceso de explicitación de las teorías
implícitas no se realiza en solitario, sino que se necesita de la ayuda de
otros, el elemento pedagógico es una dimensión indispensable del
mencionado proceso. Es por ello que en los siguientes apartados los dediqué
a la comprensión de los aspectos que lo componen.
163
Para Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.), el hombre común tiene
muy pocas oportunidades de explicitar sus teorías implícitas. Esto puede
lograrse con la ayuda de otros. Es así como a partir de este planteamiento y
la evidencia producida mediante las entrevistas, considero prioritario la
presencia del mencionado agente estimulador en el contexto donde ocurre el
proceso de concienciación. Asimismo Gimeno Sacristán y Pérez Gómez
(2008) refieren frente a la prominencia del agente estimulador que “…el
alumno/a es un activo procesador de la información que asimila y el
profesor/a un mero investigador de este proceso dialéctico a través del cual
se transforman los pensamientos y las creencias del estudiante” (p.81). Más
que un investigador del proceso dialéctico, considero que es un agente
conductor del mencionado proceso.
El testimonio que presento a continuación revela la inquietud referida a
la presencia del agente pedagógico conductor del proceso de explicitación.
Éste pertenece a Danelis quien narró lo siguiente:
… porque si nos damos cuenta, si como que… caemos en la
situación de que eso está allí presente inconscientemente,
pues de alguna forma lo podemos evocar también si lo
traemos a colación, si lo razonamos y lo plasmamos o lo
diseñamos. Creo que lo principal allí sería, tener a alguien o
un guía, de que nos indique que es lo que tenemos, hacia qué
orientarnos…
164
…Porque me entienda algo, estoy creando un error
posinstruccional o un error, una concepción alternativa, como
lo llaman los españoles. Entonces, ahí tengo que ser muy
cuidadoso en guiar ese proceso en mis estudiantes. En el
proceso, en el pasar de lo, repito, de lo implícito a lo explicito,
porque, eh, hay, hay cuidados que debo tener, como ese
cuidado de no generar un error conceptual cuando trato de
dar un ejemplo. Entonces, para mí, repito, la base es manejar
muy bien el aspecto teórico…
165
docente para poder llevar un proceso pedagógico intencionado cuyo
propósito sea la concienciación del saber implícito. Esta es una de las
propiedades fundamentales que emergieron respecto al agente guía para el
proceso de explicitación del saber tácito. No obstante, este aspecto será
ampliado al corresponder el análisis a la subcategoría “apropiación de las
teorías formales” en párrafos posteriores.
En consecuencia, pedagógicamente hablando, este agente conductor
del proceso de concienciación puede tratarse de un docente. Empero, puede
tratarse de un agente aislado al proceso educativo formal. Puede ser otra
persona relacionada con el contexto del sujeto que vivirá el proceso de
concienciación. La evidencia revela que puede ser un padre, un familiar o un
agente par, que desempeñe una función similar al sujeto que experimentará
la concienciación. Esta posición encuentra sustento empírico en el siguiente
pronunciamiento de Esequiel, quien comentó:
Un artista no necesariamente se cría en la escuela, sino que lo
cría la propia práctica, lo puede criar la pura experiencia o la
ayuda de sus papás, por ejemplo, que también son artistas. O
convivir con un artista. Y en algún momento de su vida, pues,
simplemente ser consciente de que tiene una habilidad
especial…
166
aspectos como la reflexión, los procesos cognitivos, entre otros. Esta postura
tiene apoyo en el siguiente acto de habla de Esequiel:
… la vida cotidiana no nos lleva a eso, no siempre nos lleva a
eso. Creo que haría falta que haya alguien que nos invite, nos
motive hacia ello. El sistema educativo debería estar… está
llamado a que nos lleve hacia aquello, inclusive a reflexionar
sobre los mismos procesos cognitivos que tenemos…
167
una descripción, amplia, del conocimiento tácito, con la intención de
contrastarlas posteriormente, con las teorías formales a lo largo del evento
concienciador.
Sustenté con Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.), la posibilidad
explorar las teorías formales del docente. Ello supone que en la revisión
exhaustiva conduce a la estructura interior, es decir, la variedad de
concepciones tácitas que las personas conocen sobre un dominio de
experiencias en particular. El procedimiento permite develar el tipo de
concepción que el actor cotidiano maneja sobre ciertos dominios de
experiencias para contrastar luego con las teorías formales. Con ello es
posible alcanzar ciertos niveles de concienciación de las teorías implícitas.
También, sobre este aspecto, Gimeno Sacristán y Pérez Gómez se
pronuncian diciendo que el proceso dialéctico de pensamiento y su
transformación, así como de las creencias de los estudiantes, requieren que
el docente conozca el estado actual de su desarrollo, preocupaciones,
intereses y posibilidades de comprensión. La intención es transformar los
esquemas de pensamiento preexistente, una vez que éstas se hayan
identificado en un proceso de exploración exhaustivo.
Las mencionadas ideas me llevaron a pensar en la propiedad “tipo de
contenido a explorar”. Para los versionantes, se trata de conocimiento
implícito, caracterizado por contenido episódico. En este caso, experiencias
vividas en escenarios cotidianos. Éstas fueron acumuladas durante las
realizaciones o experiencias cotidianas que cada sujeto práctica diariamente.
Asimismo, surgió la propiedad “cantidad de información” a diagnosticar.
Para discutir esta propiedad voy a referir la visión de Esmeira, cuando se
pronunció acerca de los estudiantes universitarios:
…Él trae cúmulo de aprendizajes, de experiencias, de hechos
cotidianos, que lo han hecho crecer como ser humano, y
como estudiante ¿Qué haría yo? Tomar conciencia de eso…
que tiene mucha información…
168
Observé en el enunciado, las frases “él trae un cúmulo de
aprendizaje” y “tiene mucha información”, la intención de la versionante
de comunicar que el actor educativo cuenta en su memoria con una gran
cantidad de información. Este contenido memorístico ha sido construido por
el sujeto en su devenir práctico. Ahora bien, ese contenido requiere ser
descrito para poder saber la magnitud y orientación de los saberes que el
actor tiene. De esa manera se puede revisar las teorías formales
relacionadas con estas estructuras y avanzar a la concienciación de dichos
saberes.
Ahora bien, consideré importante discurrir en la propiedad “manera de
explorar” los saberes implícitos. La evidencia me facilitó tener una idea de
cómo accionar para poder explorar y seguidamente describir coherentemente
los saberes ocultos en el contenido memorístico del actor educativo. Las
siguientes voces emanadas de las entrevistas permiten ilustrar tal propiedad.
Para Danelis:
Primero tengo que escucharlo. Creo que lo principal allí es
escuchar al estudiante, qué es lo que él conoce, qué es lo que
sabe, qué es lo que entiende, qué es lo que visualiza; y a
partir de ahí, debo ver la forma de anclar y de conducirlo
hacia lo que es la… como usted lo dice, la teoría explícita…
169
emergen los significados que los estudiantes le atribuyen a los contenidos
didácticos y en consecuencia emergen las teorías implícitas. Pero la manera
de apropiarse de las posturas de los participantes es a través de la
observación. No obstante, pueden aplicarse otros procedimientos, a parte de
la lectura, que permiten la evocación de los significados ocultos para
captarlos mediante la observación y traducirlos descriptivamente en
enunciados coherentes que den luces sobre el estado de las interpretaciones
implícitas del sujeto.
Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.) presentan una metodología
viable para la exploración de las teorías implícitas del actor cotidiano, la cual
consiste en la utilización de grupos de discusión para generar conocimiento
declarativo o enunciados característicos de un dominio de interés con un
lenguaje sencillo y comprensible. También, es posible explorar el saber
implícito mediante el relato de experiencias que el sujeto considere exitosas,
puesto que implícito en el episodio narrado se encuentra la teoría que admite
como verdadera y que será la que asume en su práctica cotidiana.
Quiero expresar que el actor se refirió a maneras de evocar las teorías
implícitas para explicitarlas, pero es la observación la manera de apropiarse,
por parte del docente o investigador, de las teorías implícitas. También,
deseo añadir que la entrevista puede ser un procedimiento para generar o
evocar los saberes implícitos. Estas ideas traen a colación la propiedad
“fuente de información” que permite generar las teorías implícitas. En la
misma frase de Danelis, “tengo que escucharlo” deja bien en claro que es
a través del lenguaje hablado y escrito. La modalidad de lenguaje hablado, lo
puedo evidenciar cuando se trata de grupos de discusión, debates, pregunta
o la misma entrevista de los episodios vividos. Y la modalidad escrita la
puedo apreciar mediante el relato de episodios vividos por el actor cotidiano.
Éstos deben ser generados de puño y letra del sujeto quién los narra.
En consecuencia, este proceso de exploración no es otro que el
develamiento de los saberes implícitos en su estado real. Es decir se trata de
170
explicitar aquello en lo que el sujeto cree, no es suposiciones o creencias
hipotéticas, sino aquellas concepciones que se muestran como convicciones
del sujeto frente a la comprensión de su contexto inmediato.
171
… cuando tú comienzas a profundizar sobre algunas teorías,
te das cuenta con que tú haces esas cosas en tu cotidianidad,
que las hacías sin saber que tenía una, una teoría o que había
una metateoría allí presente…
… Entonces, nos quedamos ahí, solo en el manejo de
información, no podemos ir más allá, que el ir más allá es el
conocimiento. Y, en el caso del conocimiento implícito o
tácito, como también implícito o del tránsito de lo implícito a
lo tácito o del implícito al explícito, se queda corto. Hay una
interferencia que no hace ¿Qué es lo que no hace? Que no he
comprendido realmente el concepto. Entonces, por eso para
mí el tema de comprender lo teórico primero antes de, de
poder tratar de llegar a la aplicación de ese concepto a la vida
cotidiana, tiene que ser fundamental. Entonces, después se
guían todos los procesos…
172
favorables para asegurar el ejercicio de repetición por parte del que aprende.
En el caso de la comprensión no es así. Ésta requiere de actividad cognitiva
más compleja por parte del aprendiz y de un diseño más sofisticado de la
experiencia de aprendizaje. Por lo tanto la apropiación efectiva del
conocimiento formal dependerá de los niveles de comprensión al que llegue
el sujeto siempre y cuando estimule el proceso de concienciación. En esta
misma vía Castillo Arredondo y Cabrerizo (ob.cit) sostiene que:
La comprensión se encuentra relacionada con la capacidad de
desempeño, con la capacidad de hacer un conjunto de acciones
que estimulan el pensamiento, tales como explicar, demostrar, dar
ejemplos, generalizar, establecer analogías y rehacer el tema de
una forma distinta y propia. Debido a las características de ese
proceso, su desarrollo es continuo a lo largo del periodo formativo
de los estudiantes y en todo el proceso humano a lo largo de la
vida.
173
evidencia me permite darme cuenta que es necesario primero que nada,
alcanzar la apropiación de la teoría formal para luego hacer la aplicación en
situaciones reales, por cuanto en este orden es posible fomentar la
concienciación del saber implícito. William narra algunas ideas al respecto:
William:
Entonces, lo primero que es, para mí, es que tiene que
conocer los elementos, digamos, teóricos, para después ir y
aplicarlos…
174
otra cosa es que tú tengas consciencia de tu actuar y de tu
discurso, que debe ir a la par, debe ser cónsono…
175
conocimiento implícito. No obstante, no profundicé en esta propiedad en esta
parte, sino que ampliaré esta discusión cuando traté; la subcategoría
“estrategias para la concienciación de las teorías implícitas”. Al tocar esta
subcategoría, profundicé en la variedad de técnicas que los versionantes
asumen como viables para generar la concienciación del saber implícito.
Aquí sólo deseo dejar en claro que la apropiación de teorías formales no es
un proceso natural o espontáneo, sino que debe conducirse mediante la
utilización de técnicas adecuadas para tal fin.
Hasta aquí he discutido que la apropiación de las teorías formales se
realiza de manera adecuada o acertada. Pero, ¿Qué pasa cuando la
apropiación es errónea? Es posible que el sujeto, en el conocimiento de una
teoría formal, tergiverse los supuestos o principios teóricos que definen
determinada teoría, por lo tanto, se traduzca en una comprensión confusa o
disonante, si la comparamos con la fuente teórica original. La docente
Francoisis, durante su narrativa, se refirió a este punto así:
… tienes que compartir, porque yo pudiera dar una
interpretación a lo mejor errónea, y la única manera de, este,
cierta, y te digo cierta, vuelvo con lo de las verdades relativas,
cierta congruencia, es cuando yo… ¿Cómo lo entiendes tú?
¿Cómo lo comprendes? Así yo lo hago consciente. Y es
necesaria esa congruencia…
176
Frente a la posibilidad de contar con teorías y visiones alternativas, las
cuales es necesario contrastar con las propias, es referida por Rodrigo,
Rodríguez y Marrero (ob. cit.) de la siguiente manera:
La posibilidad de conocer otros modelos alternativos además del
que asumimos no es un lujo, sino que permite que las personas no
tengan siempre una visión dogmática sobre la realidad y puedan
alternar las visiones realistas con las perspectivas… (p.119)
177
Seguidamente discutí la propiedad “orden de prioridad” del proceso de
apropiación al compararlo con la dimensión práctica de la concienciación.
Para este análisis recurrí a la voz de Esmeira, quien se pronunció sobre este
aspecto así:
… muchas veces vemos primero a la práctica y dejamos la
teoría como secundaria ¿verdad? ¡De verdad me ha pasado! Y
lo asumo. Pero son situaciones donde inmediatamente hago
insiht y me doy cuenta, no. No me puedo quedar nada más en
esta actividad práctica o esta situación, este, básica ¿verdad?
Tengo que ir más allá, tengo que buscar la sustentación
¿Quién habla de eso? ¿Verdad? ¿Qué autores, qué enfoques
sustentan mis ideas? ¿Verdad? ¿Están de acuerdo o no están
de acuerdo con lo que yo pienso? Pero de alguna forma me
dan una referencia teórica… Pero eso es importante, cuando
uno toma consciencia de esto ¿Verdad? Y reflexiono sobre
eso para mejorar, y para hacer la transferencia de la teoría a la
práctica, y no como lo estaba haciendo, de la práctica a la
teoría…
178
Tanto en este aspecto como en los discutidos anteriormente, las
estrategias empleadas para estimular la concienciación del conocimiento
implícito juegan un papel esencial en su efectividad. Es por ello que en el
siguiente apartado dediqué la discusión a este aspecto para, al menos,
intentar profundizar en las propiedades que lo caracterizan.
A modo de resumen, quiero expresar que la contrastación entre las
teorías implícitas y las teorías formales será posible gracias a la apropiación
o dominio de éstas últimas. Asimismo ocurre con el proceso de transferencia,
requiere del dominio de los conocimientos formales, es decir, los procesos
que llevan al sujeto a la concienciación están condicionados por la
apropiación efectiva de las teorías formales. No se trata de un dominio
memorístico de los conocimientos científicos, sino de la comprensión
profunda de los supuestos y principios que sustentan las teorías formales.
179
Una vez que yo trabaje con ello, esas teorías científicas, las
compaginaría entonces con su experiencia. Entonces,
trabajaríamos, eh, eh, es como hacerlo… por ejemplo, en el
aula de clases, trabajar ejemplos, trabajar, este, con técnicas
propias de, que, ellos puedan visualizar kinestésicamente,
visualmente, auditivamente, este, el accionar de una y otra, o
la convergencia entre ambas también…
180
Lo expresado por la docente remite a comprender una estrategia que
incentiva la concienciación con gran sentido, concreción y objetivación. Se
trata de construir una estrategia que conduzca a la experiencia directa. Esto
permitiría al actor social ir al encuentro con su vivencia; y poner en práctica
todos sus sentidos. En consecuencia, esta experiencia permitiría contrastar
el conocimiento formal y la experiencia vivencial. En otras palabras, permitiría
la transferencia de las teorías científicas a la realidad física y como resultado,
a la concienciación.
Adicionalmente, emergió la propiedad “tipo de técnica” con los que se
pueden integrar los diseños de estrategias para la concienciación. Aprecié en
la evidencia que son variadas las técnicas didácticas que los informantes
sugieren para alcanzar la concienciación de las teorías implícitas. La primera
técnica y la más redundante en la evidencia originada por las entrevistas es
la lectura. Los informantes consideran que la principal es la lectura, técnica
que puede favorecer el proceso de concienciación. Al respecto, Danelis
sugiere lo siguiente:
… tengo que hacer la revisión de los teóricos, de las personas
que han propuesto sus teorías, que han estudiado, que han
indagado sobre eso. Una vez que yo reviso… me doy
cuenta… tengo que primero hacer un proceso de revisión,
porque no es solamente una lectura superficial, una lectura de
lo más importante, tengo que realmente estar, este… como
que leer e interpretar. También, estar consciente de que lo
que estoy leyendo allí, de alguna forma, se identifican
conmigo…
181
fundamentos ontológicos y epistemológicos integrados en los párrafos que
versan sobre algún dominio formal de conocimiento, es lograr comprender
con precisión tales enunciados. Tomar de la lectura las ideas más
representativas de los supuestos teóricos que permiten alcanzar el dominio
de las teorías formales.
Luego que se alcanza el dominio, debe hacerse un procedimiento,
también significativo, el cual abre las puertas a la concienciación. Este surgió
en la frase emitida por Danelis: “estar consciente de lo que estoy leyendo
allí, de alguna forma, se identifica conmigo”. Aparte de la lectura este es
un procedimiento clave. Se trata de contrastar esos elementos que
comprendí en la lectura con mi manera de comprender la realidad, con la
manera práctica con que he venido haciendo las cosas o con los saberes
episódicos que han sido parte de mi experiencia de vida. Poder conectar
estos elementos, es el factor fundamental de la concienciación. Es por ello la
gran valía de la lectura, por cuanto permite apropiarse de aquellas
disposiciones teóricas que ayudan a precisar, comprender el propio
conocimiento tácito, y de este modo alcanzar la concienciación.
En la postura de Pozo y Echeverría (ob.cit), se destaca que la lectura
no puede concebirse como una traducción o repetición memorística de lo
leído, sino que por ser tecnología del conocimiento, al apropiarse de ella, se
traduce en una herramienta epistémica que transforma el conocimiento que
se tiene y la manera de conocer. Por eso la técnica de la lectura se considera
en la principal herramienta que el sujeto concienciador puede utilizar en el
proceso de explicitación de las teorías implícitas. Se trata entonces de leer
para construir conocimientos, no solo para adquirir información, sino para
reconstruir los significados pensados por el escritor. Es decir, se trata de
integrar la nueva información que presenta el texto con los conocimientos
previos e implícitos que posee el lector. Solo así habrá concienciación y
cambio conceptual del conocimiento tácito. En otras palabras, leer para
comprender, relacionar y reconstruir los significados.
182
La segunda técnica didáctica que los informantes sugieren como
importante para propiciar la concienciación es la pregunta. Para los
versionantes esta técnica de interacción verbal, permite generar la evocación
del significado implícito sobre una diversa gama de aspectos de la vida
académica y cotidiana del actor social. Las voces que presento a
continuación nos ayudan a realizar algunas precisiones sobre la utilización de
la técnica de la pregunta en el diseño de estrategias para la concienciación.
Sobre este aspecto Esequiel planteó:
Yo trato siempre de que en mis clases haya siempre una
técnica, algo que podría llamar la técnica, que es la técnica de
la pregunta. Yo creo que las utilizo en todas las clases en
algún momento. Eh, lanzo casos, lanzo preguntas, lanzo
situaciones en donde los muchachos… les doy libertad para
que respondan. Primero para que piensen, y luego vayan
respondiendo. Y cuando ellos manifiestan sus respuestas
hacia determinados problemas, hacia determinadas
preguntas, hacia determinados casos, yo trato siempre de
reforzar en qué se parece la respuesta de los muchachos a
las teorías filosóficas de la historia… que ellos puedan
descubrir teorías implícitas que hay en sus respuestas. Claro,
evidentemente en sus respuestas no sólo habrá teorías
filosóficas, podría haber, sino que podría haber cualquier
naturaleza…
183
caso, el versionante estableció que él hace preguntas acerca de temas
filosóficos. Pero, lo interesante del testimonio de este actor, es que
intencionalmente invita a sus participantes a encontrar la relación entre el
contenido implícito en las respuestas a las interrogantes y elementos
característicos de las teorías formales históricamente expuestas.
La contrastación de tales aspectos es fundamental para activar el
proceso de concienciación. El sujeto debe hurgar en lo que expresó a través
de las respuestas y correlacionar con los aspectos teóricos estudiados.
Como consecuencia alcanzar la concienciación de los significados implícitos.
Cuando el versionante expresa: “evidentemente en sus respuestas no
sólo habrá teorías filosóficas”, me permite apreciar la versatilidad de la
pregunta para evocar las propiedades de una diversidad de temas, sobre los
cuales se puede favorecer el proceso de concienciación del saber implícito.
Acerca de la técnica de la pregunta y el proceso de concienciación
Pozo y Pérez Echeverría (ibídem) expresan que la misma “…puede servir
para que el estudiante sea consciente de que hay otros factores que pueden
influir en las actividades y los tenga en cuenta tanto en el análisis de las
tareas como en sus argumentaciones” (p.160). Este planteamiento sugiere la
versatilidad de la pregunta para explicitar una gran variedad de aspectos que
permanecen ocultos en la mente del actor social y la realidad de aula.
Al comparar el testimonio de Esequiel con el de Francoisis, aprecié el
nivel de conciencia que puede el actor educativo alcanzar al usar
deliberadamente la técnica de la pregunta para concienciar los saberes
tácitos. La docente expresó que “anteriormente lo hacía de manera muy…
eh, no lo hacía consciente”, lo que me lleva a interpretar que es posible
utilizar de modo consciente y deliberado, no solo la técnica de la pregunta
sino el resto de las técnicas sugeridas, para hacer más eficiente el proceso
de concienciación.
La última frase evocada por Francoisis en su testimonio:
“complementada con, con la utilización de técnicas u organizadores de
184
información que los lleva a pensar”, me remite a otras maneras de
contribuir a la concienciación del saber implícito. En este caso, interpreto que
la docente se refiere a las técnicas que permiten el procesamiento de
información.
Al apelar a mi comprensión y mi experiencia como docente de
estrategias, pude decir que el uso de las técnicas de procesamiento de
información ha sido la manera más exitosa como he logrado que mis
estudiantes alcancen el dominio de las teorías formales, paso importantísimo
para llegar a la concienciación. Una técnica de procesamiento de
información, sobre todo las de representación gráfica de contenidos, se
refiere a aquellas maneras de seleccionar, organizar, depurar, representar y
dar sentido a la información emanada de las fuentes de contenido formales.
Este procedimiento permitiría aquel proceso de revisión profunda del que se
habló con la subcategoría “apropiación de las teorías formales”. Considero
que el procesamiento de información degenera en comprensión de los
elementos fundamentales del dominio de conocimiento que se estudia, la
relación entre contenidos y el desarrollo histórico y evolutivo de las teorías
científicas.
Cuando hablo de técnicas de procesamiento de información, en la tesis,
me estoy refiriendo a: mapas semánticos, ideogramas, mapas conceptuales,
cuadros sinópticos, mapas mentales, líneas de tiempo, entre otras. Pueden
ser entendidas también como técnicas de representación gráfica de
información. Como expresó la docente, estas técnicas pueden trabajarse en
conjunto con la lectura, pues, la intención es lograr el dominio de las teorías
formales, con la cual se abona el camino para la concienciación de los
significados ingenuos.
En relación con los procesadores de información y su relación con la
comprensión y dominio de las teorías formales Pozo y Pérez Echeverría (ob.
cit.) plantean que los “…diagramas, gráficos y mapas o cualquier otra
representación destacan respectivamente aspectos diferentes pero
185
complementarios, y contribuyen a una comprensión más completa de teorías,
conceptos o ideas” (p.137). Las palabras de los autores me permitieron
interpretar que las técnicas que funcionan como procesadores de información
son complementarias, si la comparamos con la lectura y la pregunta como
técnicas principales para alcanzar la apropiación de las teorías científicas y la
posterior relación con el conocimiento implícito. Es así como Pozo y Pérez
Echeverría (Ibídem) afirman que “…los problemas y tareas que se están
discutiendo en otros formatos representacionales (mapas conceptuales,
representaciones gráficas, etc.) ayuda a pensar sobre el propio conocimiento
y, por tanto, a desarrollar el metaconocimiento” (p.162). En la cita, los autores
resaltan la importancia de las técnicas usadas como procesadores de
información para generar el proceso de concienciación de las teorías
implícitas.
Entre las técnicas recomendadas para la explicitación, encontré en esta
parte a “el debate”. Esta técnica refiere a la interacción verbal en torno a
posiciones desencontradas sobre una temática en particular. En este caso,
es posible debatir entre las visiones o supuestos implícitos y los elementos
de las teorías formales. La intención es encontrar la correspondencia entre lo
formal y lo implícito. Tal inquietud tiene aval en el siguiente acto de habla
expresado por Francisco:
Como estrategia, yo siempre he utilizado es el debate, el
intercambio de ideas, el intercambio de ideas. Pero no para
satisfacer un ego, ni para satisfacer una necesidad imperiosa,
pero muy efímera de parte del alumno, que es cumplir con la
hora ¿no? Sino que a través del debate, del intercambio de
ideas, en forma muy dialógica, tanto el alumno como el
profesor, se coadyuven a desentrañar el entramado, toda la
maraña de conceptos, toda la maraña de teorías y posiciones,
cosmovisiones, que están en el aula. De cosmovisiones muy
importantes. Yo creo que el objetivo de un debate
pedagógico, teórico, en este caso teorético, es clarificar la
posición cosmológica de cada uno de los alumnos… La
pedagogía debería tener ese sentido, desocultar lo que está
oculto en la educación, es decir, en el aula. Y esas son las
estrategias que utilizo, el debate…
186
La voz del versionante revela una visión bien clara acerca de la
utilización de la técnica del debate como una manera de explicitar lo que está
oculto en el pensamiento humano, sobre todo lo que el informante llama
cosmovisiones. Me pareció bien interesante la frase acerca del propósito del
uso del debate en el proceso educativo, la misma fue: “tanto el alumno
como el profesor, se coadyuven a desentrañar el entramado, toda la
maraña de conceptos, toda la maraña de teorías y posiciones,
cosmovisiones”. La posición del actor cotidiano, me permitió apreciar la
importancia de la técnica de interacción verbal en el proceso de explicitación,
sobre todo, por el enfoque dialógico que, según el informante, debe tener su
aplicación la realidad de aula.
La interacción dialógica, no sólo puede generarse por medio de la
técnica del debate, sino que puede darse mediante otras técnicas. Interpreté
que puede aplicarse mediante otras técnicas que permitan la interacción con
los otros, con los pares. Me refiero a técnicas como la conversación o
diálogo, la discusión, lluvia de ideas, entre otras. No obstante, a mi juicio, lo
importante es generar la interacción comunicacional sobre los temas de
interés y de los cuales se intenta alcanzar la concienciación del conocimiento
implícito. Como se visualiza en el siguiente testimonio de Francoisis, se
recalca la importancia del proceso de interacción intersubjetivo con los otros:
Tienes que compartir con tus pares. Eso es muy importante,
porque no sólo la lectura te da el conocimiento, eh, tienes que
compartir con tus pares o buscar pares al mismo par que
como estudiante, pares al mismo par que como colegas, o
pares al mismo par que como en… por ejemplo, doctorandos,
maestrantes. O sea, tienes que compartir, porque yo pudiera
dar una interpretación a lo mejor errónea, y la única manera
de, este, cierta, y te digo cierta, vuelvo con lo de las verdades
relativas, cierta congruencia es cuando yo… ¿Cómo lo
entiendes tú? ¿Cómo lo comprendes? Así yo lo hago
consciente…
187
El pronunciamiento de la docente, cuando se refiere a las maneras de
interactuar con los otros, me hizo comprender que dicha interacción mediante
las técnicas permite el intercambio de posiciones y visiones que pueden
coadyuvar al esclarecimiento de concepciones confusas o erróneas que un
determinado sujeto puede tener sobre aspectos de interés. Esto solo se
puede lograr compartiendo, mediante diferentes técnicas, los puntos de vista,
creencias o supuestos personales con otros actores y con los elementos que
ofrecen las teorías formales. La preocupación de Francoisis tiene sustento en
lo enunciado por Vogliotti y Macchiarola (ob. cit.) cuando se refieren a la
concienciación del saber implícito y el cambio conceptual así:
Otro aspecto importante en el cambio conceptual es el acceso a
otras experiencias que posibiliten la síntesis de conocimientos
alternativos. El diálogo con otros, el acceso a variedad de
experiencias y contextos de interacción, la articulación cognitiva
entre diferentes sujetos ayuda al cambio representacional. Para
esto es necesario la creación de contextos comunicativos, donde
se contrapongan múltiples voces, se intercambien experiencias, se
argumente sobre ellas (p. 6).
188
característicos de las teorías formales. Más adelante, es necesario realizar la
contrastación y aplicación de los planteamientos teóricos en la comprensión
de situaciones concretas y reales de la cotidianidad que rodea el actor social.
Estos últimos aspectos los presenté, de modo amplio, en los apartados que
siguen.
189
…y cuando ellos manifiestan sus respuestas hacia
determinados problemas, hacían determinados problemas,
hacia determinadas preguntas, hacia determinados casos, yo
trato siempre de reforzar en qué se parece la respuesta de los
muchachos a las teorías filosóficas de la historia. Eso que
dijiste se parece un poquito a lo que dijo Platón en tal
circunstancia. O lo que dijo Descartes, por ejemplo, o lo que
dice Heidegger, respecto a tal problema. Y que
intencionalmente, que el muchacho como que se entusiasme,
se sienta curioso por esa teoría, por ese autor. Creo que de
ese modo estoy ayudándole a que ellos puedan descubrir
teorías implícitas que hay en sus respuestas…
Rescaté del enunciado del docente, la frase “en qué se parece” para
interpretar que durante la contrastación se deben identificar los elementos de
cada forma de conocimiento, implícito y explícito, para establecer las
relaciones lógicas en busca de las semejanzas o afinidades que ellas puedan
tener. Pero se trata que el sujeto consciente de lo que hace, pueda sentirse
identificado con tales elementos. El sujeto puede admitir que su pensamiento
se parece al del autor formal o no. Puede decidir acercarse más al
planteamiento del autor o alejarse del mismo, por cuanto no necesariamente
se debe estar de acuerdo con lo expuesto.
Otra propiedad que emergió en el enunciado del Esequiel, revela el
“nivel de intencionalidad” que debe tener el evento de contrastación. Eso
corroboré en la frase “y que intencionalmente”, la cual refiere que el actor
social deliberadamente puede generar la posibilidad de contrastar los
fundamentos implícitos con los explícitos. No se trata de un acto natural, sino
que es pensado deliberadamente con un propósito claro y definido, por parte
del docente que guía el proceso de explicitación.
Pero además del docente guía del proceso de concienciación, también
el agente que conciencia sus teorías implícitas ha de manifestar ciertos
niveles de conciencia durante el proceso. Esto es, se espera que el sujeto
pueda conscientemente verse identificado con las teorías formales que
estudia. Es decir, pueda analizar e identificar los elementos de una y otra
190
forma de conocimiento y encontrar las similitudes y diferencias para
admitirlas como suyas o rechazarlas por incompatibilidad con las propias. Es
posible apreciar estas ideas en las siguientes narrativas testimoniales. Por un
lado Esequiel expreso:
Este, entonces, para mí, y es algo que he reflexionado
bastante los últimos años, este, la filosofía me ha ayudado a
descubrir cuál es mi cosmovisión, cuál es mi visión del
mundo, e inclusive tratar de elegir cosas ¿No? Elegir teorías.
Y entonces, me identifico con ellas de algún modo. Porque
eso es parte de su función, pues, o sea, hacernos descubrir,
eh, cuál es nuestra propia visión sobre la realidad, sobre el
conocimiento, sobre las ciencias, los problemas más
fundamentales de la vida…
Retomo de las ideas de los versionantes, las frases “me identifico con
ellas” y “nos podemos identificar”, no sólo para ilustrar el proceso de
contrastación, sino para referir el nivel de conciencia que se debe generar
cuando se contrastan los fundamentos de las teorías formales con los
elementos del saber inconsciente. El sujeto debe saber que está
relacionando tales elementos y poder darse cuenta de que su propia
concepción, su conocimiento implícito, fue reportada históricamente por un
autor en un contexto determinado. Lo más cumbre aún, es tomar consciencia
de que se estuvo actuando ampliamente con los supuestos de determinado
autor, sin saber, sin consciencia, tal como lo refiere Danelis en la frase “yo
sin saber, pues, lo he estado ejecutando”. En consecuencia, este
maravilloso evento, sin lugar a dudas, coadyuvará a la concienciación.
191
El “orden en la secuencia de eventos” es otra propiedad de la
subcategoría “contrastación de las teorías formales con las teorías
implícitas”, la cual refiere que entre la apropiación de las teorías formales
debe existir una secuencia lógica. No es posible realizar la contrastación, sin
antes alcanzar el dominio de los supuestos de las teorías formales y sin
evocar el recuerdo de episodios de vida o los significados tácitos que el
sujeto ha constituido en su devenir práctico. Aprecié en el testimonio de
Danelis tales afirmaciones:
… si yo no me documento y no reviso sobre la teoría, sobre lo
que realmente está allí, eso es como la base, esa
fundamentación de lo que existe, pues no voy a poder
contrastar con esa realidad o con lo que yo conozco.
192
primer orden para la comprensión es lograr que el actor social relacione la
nueva información con sus aprendizajes previos. Esto es, que intenten
vincular lo aprendido con su experiencia, buscar sus propios ejemplos,
ponerlos en sus propias palabras. Pero algunas veces no pueden
comprender porque sus conocimientos previos son incompatibles o
contrarios a la nueva información que deben asimilar. También, porque el
abanico de posibles relaciones entre conocimientos tácitos y la nueva
información es muy diverso, de modo que no siempre los esfuerzos
conducen a relaciones lógicas y duraderas.
Como discutí anteriormente la comprensión, dada en este caso por la
posibilidad de relación o contrastación entre lo tácito y lo implícito, es
realmente necesaria para el proceso de concienciación de las teorías
implícitas, por lo cual el agente guía ha de orientar los esfuerzos por alcanzar
altos niveles de relación o contrastación de las dos formas de conocimientos
tratadas.
Otro aspecto relevante de la contrastación entre teorías es que se
integran procesos relacionados con el pensamiento. Los testimonios de los
actores sociales me permitieron comprender que en la contrastación se
activan procesos como el análisis, identificación, comparación y relación. Por
ejemplo, en el testimonio de William, la frase “va al pasado y compara”, es
una idea representativa de tal aseveración. Mi comprensión me permitió
interpretar, asimismo, que es lógico pensar que los procesos análisis,
relación e identificación están relacionados con la contrastación, puesto que
es necesario analizar los supuestos teóricos, tanto como el conocimiento
episódico para poder encontrar los supuestos principales, identificarlos y
relacionar entre sí. Asimismo, la contrastación puede darse entre los
fundamentos de las teorías formales y la realidad objetivada. Es decir, los
fundamentos teóricos pueden contrastarse con la experiencia objetivada y
directa en un contexto determinado. En vez de apelar al recuerdo de la
experiencia episódica se pueden generar experiencias en el aula de clases o
193
en el contexto cotidiano que permitan la contrastación con los supuestos
científicos que se estudien. Observo cómo esta posibilidad está contenida en
la narrativa de Francoisis:
Una vez que yo trabaje con ello, esas teorías científicas, las
compaginaría entonces con su experiencia. Entonces,
trabajaríamos, eh, eh, es como hacerlo… por ejemplo, en el
aula de clases, trabajar ejemplos, trabajar, este, con técnicas
propias de, que, ellos puedan visualizar kinestésicamente,
visualmente, auditivamente, este, el accionar de una y otra, o
la convergencia entre ambas también…
194
contexto cotidiano que permitan recrear los supuestos teóricos formales en
situaciones concretas y objetivadas de la vida real.
Observé en la evidencia producida una propiedad ligada a la “aplicación
de las teorías formales en situaciones cotidianas reales”, la cual reconocí
como el “tipo de realidad” en que se produce el hecho objetivado. En este
sentido, la evidencia me lleva a pensar en la aplicación de los supuestos
formales en la comprensión de la realidad cotidiana. Es decir, no se trata solo
del tránsito de los aspectos teóricos en el aula de clases, sino de generar
situaciones cotidianas donde dichos fundamentos puedan ejercitarse para
comprender los conceptos explícitos. El siguiente testimonio de William
puede ilustrar lo dicho:
… nosotros podemos incluso encontrarnos con eso, con eso,
con esas teorías de resolución de problemas que nosotros
estudiamos muy en la, muy en la, en la academia, muy en la
universidad, pero que eso, también está afuera de aquí, se
aplica muchas veces a nuestra vida cotidiana, incluso para un
problema, este, doméstico, de lo más básico. Nosotros
tenemos, aplicamos todas esas, esas teorías, de, de
resolución de problemas…
195
El “nivel de abstracción” también resalta en la evidencia como una
propiedad de la subcategoría en discusión. La aplicación se desplaza desde
altos niveles de abstracción que implica la teoría en términos de pensamiento
a la objetivación de la teoría vista como un conjunto de operaciones que
desembocan en la realización de tareas cotidianas.
Igualmente, se aprecia la propiedad “tipo de proceso” que debe
activarse en la aplicación de las teorías explícitas. La evidencia me llevó a
interpretar que se activan procesos como: relación, transferencia e intuición.
Sobre todo la intuición, puesto que en el proceso de llevar los fundamentos
teóricos formales a la realidad cotidiana concreta, el sujeto pone en práctica
todos los sentidos, los cuales le ayudan a percibir los elementos y acciones
que se desprenden del proceso cotidiano. De esta manera puede percatarse
de la viabilidad de aplicación de tales conceptos, de por sí abstractos, a la
realidad intuitiva.
Asimismo, emergió la propiedad “manera” de aplicación de las teorías
explícitas en situaciones cotidianas reales. En la evidencia se enfatizó que la
técnica de resolución de problemas es un modo viable para aplicar los
elementos conceptuales en la vivencia de experiencias cotidianas. Esta
afirmación la pude percibir en la frase: “logré llegar a la solución de este
problema hasta aquí”, enunciada por William durante la entrevista. Además
de esta técnica, aprecié también la ejemplificación como procedimiento
didáctico que permite igualmente la aplicación de los fundamentos
conceptuales de una teoría en específico. Es una manera de recrear un
fenómeno, mediante la generación de situaciones cotidianas, que pueden ser
domésticas o del hogar. El siguiente acto locutivo de William refleja, cierta
medida, lo comentado anteriormente:
… y yo le preguntaba un poco para eso, para ver si había ese
tránsito, de eso teórico que leyó, hacia lo explícito, que
realmente en este caso, cuando lo aplica, cuando realmente
me puede dar un ejemplo aplicado…
196
Lo anterior sugiere que, la explicitación de las teorías implícitas se
realiza mediante la relación entre los principios teóricos de las teorías
explícitas y los elementos característicos de la situación cotidiana problema
que se analiza. Esto es posible mediante la aplicación tales principios para la
generación de experiencias o situaciones vivenciales reales en el contexto
donde el sujeto de desenvuelve. En torno a la manera de realizar la
concreción de los supuestos teóricos para ser asimilados efectivamente
mediante la contextualización en experiencias reales, Pozo y Pérez
Echeverría (ob. cit.) sostienen que:
El uso de ilustraciones y ejemplos es una de las estrategias que
más pueden ayudar para centrar y concretar las ideas abstractas
que muchas veces hay que manejar cuando se enseñan
conocimientos académicos o científicos. Con frecuencia, esos
conocimientos descontextualizados necesitan de un anclaje con la
realidad para ser entendidos. Por lo general los grandes científicos
y divulgadores son maestros en el uso de ilustraciones, metáforas
y ejemplos (p. 172).
197
sabes muy bien, que la teoría argumentativa, la teoría del
discurso en el aula, es fundamental…
198
evidencia revela que no es un área en específico, sino una preparación
multidisciplinaria, en diferentes áreas del conocimiento. Se plantea entonces,
que el docente que se desempeñará como agente guía o conductor del
proceso de concienciación, cuando se desarrolle académicamente como un
sujeto conocedor, con un amplio espectro en cuanto al conocimiento. Esta
posibilidad tiene consonancia con las siguientes narraciones planteadas por
William:
… lo primero que tiene que hacer la gente es formarse. Hoy en
día, no formarse en una sola, en una sola área, hablando del
tema de la disciplina como parcela. Nosotros tenemos que,
primero formarnos, este, por lo menos
interdisciplinariamente, o sea, ver cómo, yo desde lo que
estudio comienzo a conectar con otras áreas del saber, para
después, eh, ver esos procesos en lo cotidiano…
199
Las reflexiones de los docentes revelan la necesidad de formación del
docente en términos generales. Es claro que el sistema educativo no nos
ofrece esa oportunidad hoy día. Es por tanto que, recae en la persona, el
compromiso de adentrarse en un proceso de preparación académica. Me
refiero al caso del docente, que le permita alcanzar competencias
profesionales que involucre las diferentes áreas del saber. En consecuencia,
para lograr la apropiación de la diversidad de teorías, que como dice
Francisco “ya están en la realidad histórica”, es preciso conocerlas. Pero
conocerlas, más que introducirse en un sistema educativo formal, requiere el
compromiso del sujeto para desarrollar el proceso de formación con
propósitos pro sabiduría.
Ahora bien, vale la pena discutir la propiedad “tipo de teoría” a estudiar.
Como ya la mencionó Francisco, “esas teorías ya están en la realidad
educativa”, es necesario saber en torno a que enfoques desarrollar el
proceso de formación y actualización, lo cual permita un proceso de
concienciación más pertinente. Es probable que el acto discursivo de
Esmeira nos dé algunas luces sobre el particular:
… No quedarme únicamente con lo básico, sino profundizar
ahí. Ahora que hay tantos enfoques, a nivel del cerebro, a
nivel de la inteligencia emocional, los diferentes tipos de
inteligencias; y como el estudiante puede apropiarse de esa
información para obtener un aprendizaje más gratificante,
más apropiado, más sustentado; y que le sirva para la vida
diaria…
200
conocimiento tácito construido por el docente. Ello con la intención de poder
avizorar las concepciones erróneas contenidas en las percepciones implícitas
del docente. Por cuanto es sumamente imperioso que el actor educativo, una
vez explicitadas sus teorías y con conciencia del grado erróneo que pudieran
tener las mismas, sea capaz de redescribir los supuestos ontológicos y
epistemológicos de su saber y transitar hacia el cambio conceptual.
En concreto, es obvio que el sistema educativo venezolano no posibilita
la formación pro sabiduría que enuncian los actores sociales en esta parte
del análisis. Es por ello que este tipo de formación dependerá en gran
medida del compromiso de los sujetos de prepararse en áreas
multidisciplinarias. Este tipo de formación permitirá al actor social apropiarse
de una amplia gama de enfoques, tradicionales y alternativos, que
contribuyan en la explicitación de las teorías implícitas.
201
teorías más elaboradas (redescripción representacional), más complejas y de
mayor potencial explicativo” (p.6). En este proceso, las teorías formales se
constituyen en marcos conceptuales que funcionan de modo referencial o
esquemas en los cuales se sustentan las nuevas estructuras
representacionales.
Sobre la posibilidad de redescribir las teorías implícitas y los cambios
de las mismas, Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob. cit.) plantean lo siguiente:
Para lograr un cambio en sus creencias habría que facilitarse el
reclutamiento de otras experiencias de paternidad que posibiliten
síntesis alternativas, ayudarles a que hagan explicitar estas
nuevas síntesis, a que reflexionen y dialoguen sobre ellas, a
convertirlas, en definitiva, en un objeto de análisis. Normalmente,
todo este proceso se produce espontáneamente en los
intercambios sociales de los padres con otras familias. De hecho,
cuando más ricos y variados son los contextos en los que las
personas interactúan, mayor es la posibilidad de contar con una
gran variedad de experiencias que permitan construir síntesis de
conocimientos alternativas sobre determinado dominio (p.117).
202
contrastan con las teorías formales. El testimonio de Esmeira ayuda a
comprender tal aseveración:
…Muchas veces a discutir de un actor o no estar de acuerdo
conmigo como docente. Eso es maravilloso para mí cuando
me dicen: profe usted, yo creo que usted, eso que está
diciendo, yo leí otro autor que dice que eso no es así.
¡Maravilloso!
203
generación de un modo coherente, pertinente y apegado a los enfoques más
novedosos que hoy y en el futuro se podrán disponer de las teorías formales.
Asimismo, puedo apreciar en el enunciado de William elementos que
me llevan a la propiedad “intencionalidad” del proceso de explicitación y el
cambio conceptual. La frase “hay cuidado que debo tener” refiere que el
proceso de redescripción no es espontáneo sino que es propiciado por
agentes cercanos al sujeto concienciador.
Según Vogliotti y Macchiarola (ob. cit.) la innovación educativa vista
como un cambio, en términos de representaciones implícitas individuales y
grupales, no es espontáneo ni casual, sino que es intencional, deliberado e
impulsado voluntariamente. En ella se compromete la acción consciente y
pensada de los actores sociales involucrados, tanto en su generación como
en su puesta en práctica.
Otra manera de disminuir o frenar el índice de las construcciones
erróneas, además del dominio de las teorías formales, es mediante la
interacción con los otros. Cuando se producen interacciones sociales y
dialógicas, es posible conocer puntos de vista e interpretaciones de los otros
sujetos y permitir contrastar visiones y concienciarse del posible grado de
distorsión del saber implícito. Esta idea tiene apoyo en el testimonio de
Francoisis:
O sea, tienes que compartir, porque yo pudiera dar una
interpretación a lo mejor errónea, y la única manera de, este,
cierta, y te digo cierta, vuelvo con las verdades relativas,
cierta congruencia, es cuando yo… ¿Cómo lo entiendes tú?
¿Cómo lo comprendes? Así yo hago consciente. Y es
necesaria esa congruencia…
204
el otro, la interacción social entre sujetos que intersubjetivamente dialogan
sobre un dominio de conocimiento determinado.
A modo de cierre, quiero comunicar que no significa que toda teoría
implícita es errónea sino que, en ciertos casos, si la comparamos con las
teorías formales afines, se evidencian distorsiones la realidad o de los
supuestos o principios teóricos característicos de los enunciados formales.
En ese momento surge la necesidad de repensar y redescribir las
representaciones implícitas y reelaboralas en nuevos sistemas de
representación más explicitas y de mayor potencias explicativo, lo cual trae
implícito un cambio conceptual en la nueva estructura representacional de los
significados.
205
Una propiedad fundamental de esta subcategoría es “el tipo de
estrategias” que se emplearían para generar espacios de intervención
dialógica. La evidencia reveló que el debate y la técnica de la pregunta son
las vías idóneas para conseguir tal propósito. Es decir, el debate didáctico y
la pregunta permiten alcanzar un estado de interacción dialógica que apunte
a la reflexión como punto de partida para la generación de los procesos que
favorezcan la concienciación de los conocimientos tácitos. Por ejemplo, los
siguientes actos comunicativos así lo dejan entrever. En el caso de Francisco
expreso:
… Sino que a través del debate, del intercambio de ideas, en
forma muy dialógica, tanto el alumno como el profesor, se
coadyuven a desentrañar el entramado, toda la maraña de
teorías y de posiciones, cosmovisiones, que están en ese
momento en el aula…
206
toda la maraña de teorías y de posiciones, cosmovisiones”, me permitió
evidenciar la intencionalidad del proceso de intervención dialógica. Observé
que dicha intervención impulsó la reorganización del entramado conceptual
que el actor cotidiano tiene en su mente producto del acontecer cotidiano. No
sólo esto, me atreví a decir que, la intervención dialógica coadyuvaría en la
explicitación de tales representaciones, en la medida que se produzca la
apropiación conceptual y la contrastación con el conocimiento tácito.
Frente a la inminente necesidad de generar procedimientos para
intervenir dialógicamente la realidad social y educativa Vogliotti y Macchiarola
(ob. cit.) refieren que se hace indispensable generar dispositivos instructivos
que permitan a los docentes comunicar, en contextos de interacción social,
sus propios significados, sacando a la luz sus propios supuestos tácitos y
resdescribiendo así sus personales representaciones, para poder
concienciarlas y transformarlas.
Consideré discurrir igualmente por la propiedad “tipo de aspecto” que
intervenir de modo dialógico. Se trata de intervenir las representaciones
implícitas del actor cotidiano, en este caso del docente. Intentar cambiar su
cosmovisión, puntos de vistas, experiencias cotidianas y sobre todo, sus
representaciones implícitas, sobre una gama de dominios de conocimiento.
Ello supone la concreción en estrategias didácticas para conducir al
sujeto por el proceso de explicitación de las teorías implícitas. De este modo
el sujeto podrá hacer accesibles los supuestos implícitos al pensamiento
consciente, revisar el grado de malformaciones de los mismos para avanzar
en la reestructuración de sus representaciones, siempre con el aval de los
supuestos formales o explícitos.
Ahora bien, las técnicas de intervención dialógica fomentarían la
activación de los procesos de pensamiento que he venido discutiendo hasta
aquí. Por ejemplo, favorecería el proceso de reflexión. En este caso procesos
de reflexión subjetivas, entre docentes y estudiantes, puesto que el concepto
intervención lleva implícito un agente que persigue la intervención subjetiva
207
del otro. La no intervención dialógica traería como consecuencia la dilución
de los aspectos conceptuales en la realidad cotidiana y la disminución de la
actividad cognitiva como la reflexión, y por consiguiente, la no explicitación
de las representaciones teóricas implícitas.
Se pone en juego lo expresado en las siguientes líneas por el
informante:
Francisco:
Una búsqueda de las ideas claras y distintas en el aula, a
través del debate, a través de la relación dialógica, como
decía Freire, es buscar esa cosmovisión en conjunto…
208
socialmente para lograr la explicitación o para hacer un esfuerzo
introspectivo organizado y deliberado para concienciarlas. De esta manera es
mucho más probable hacerlas explícitas.
En definitiva, el papel de la intervención dialógica se aprecia en dos
direcciones. Una orientada a coadyuvar en la concienciación de los
conocimientos implícitos; y la otra, busca la reestructuración de las
representaciones implícitas en otras construcciones más explicitas y con
elevado carácter explicativo. Ahora bien, la intervención dialógica
necesariamente es propositiva. El proceso pedagógico para la concienciación
ha de ser conducido por un agente consciente de lo que persigue, la
explicitación y el cambio conceptual de las representaciones tácitas. Es por
ello que se vale de estrategias con orientación deliberativa y dialógica, las
cuales se sustentan en los encuentros intersubjetivos y contextualizados en
la realidad social del momento.
209
CUARTA CATEGORÍA
EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS
COMPONENTE SOCIAL
210
precisar que la explicitación de las teorías implícitas, es posible sólo con la
ayuda de otros. Por tanto, no es un proceso espontáneo, sino que requiere
de incentivos externos, que en este caso se refieren a las relaciones sociales
intencionadas.
Esta preocupación por la incidencia de la interacción social en el
proceso de concienciación las amplié con la discusión sobre las
subcategorías: La educación formal (la escuela) como escenario de
interacción social propicio para la explicitación de las teorías implícitas y la
interacción social intersubjetiva con otros o pares.
211
pedagogía debería tener ese sentido, desocultar lo que está
oculto en educación, es decir, en el aula…
212
teorías, ni mucho menos necesita emplear un lenguaje formal para
verbalizarlas. Ello ocurre porque el hombre de la calle comprende el mundo a
través de ellas y no tiene acceso consciente al análisis de la teoría en sí
misma. Este planteamiento permite completar la idea discutida
anteriormente, por cuanto es claro que el sujeto que no es parte del proceso
educativo formal no tiene la necesidad de hacer conscientes sus teorías, sólo
por requerimiento de la educación formal podrán hacerlas conscientes
mediante los procesos de reflexión que en su seno ocurren.
También, puede conocer en el análisis de la educación como espacio
para la concienciación, que se puede reflexionar sobre una gran diversidad
de aspectos o dominios de experiencias. La educación como fenómeno
social deliberado puede hacer que el actor social se pasee por una gran
cantidad de temas de interés. Para reflexionar sobre ello, aprecié en las
palabras de Esequiel algunas interpretaciones que permiten complementar lo
dicho:
Creo que la oportunidad más, vamos a ver, más favorita, para
poder hacer explícitos todos esos saberes que tú tienes
contigo, es la educación. Porque la educación puede hacerte
reflexionar sobre todo ello. La oportunidad en este caso, este,
cuando reflexionas sobre las teorías educativas, las teorías
filosóficas, las teorías sociológicas, psicológicas… Si tienes
la oportunidad de reflexionar sobre ellas, es posible que
empieces a verte identificado con ellas.
213
vivenciar la explicitación de las teorías implícitas. Estas interacciones
promueven la reflexión, procesos cognitivos, apropiación de las teorías
formales, contrastación, entre otros procesos necesarios para la
concienciación del conocimiento tácito.
214
Los anteriores testimonios revelan que la interacción con otras
personas resulta fundamental para activar el proceso de explcitación de las
teorías implícitas. Se trata de que el sujeto, en el marco de la reflexión,
pueda atribuir significado a su conocimiento implícito. Esto puede lograrse
mediante la realización de diálogos de saberes con otras personas o iguales.
Como expresé anteriormente, estos diálogos pueden desarrollarse desde los
más relevantes aspectos hasta los más básicos temas relacionados con la
realidad social.
Ante la posibilidad de generar intercambios de saberes entre los
agentes concienciadores Pozo y Pérez Echeverría (ob. cit.) apuntan:
El discurso en el aula no debe ser un monólogo si queremos
fomentar el interés por aprender. Hay que propiciar diálogos con
los estudiantes para conocer qué les interesa y para saber cómo
van aprendiendo. Conviene inducirlos a participar y tomar parte
activa en las exposiciones de clase, fomentar que hagan
preguntas y así además hacerle ver las maneras y los recursos
que hay para poder solucionar esos problemas. No hay que
responderles todo pero sí hay que enseñarles dónde están las
respuestas (p. 172)
215
Es muy importante, porque no solo la lectura te da el
conocimiento, eh, tienes que compartir con tus pares o
buscar pares al mismo par que como colegas, o par al mismo
par como en… por ejemplo, doctorantes, maestrantes…
216
Para lograr un cambio en sus creencias habría que facilitarle el
reclutamiento de otras experiencias de paternidad que posibiliten
síntesis alternativas, ayudarles que hagan explicitas estas nuevas
síntesis, a que reflexionen y dialoguen sobre ellas, a convertirlas,
en definitiva, en un objeto de análisis. Normalmente, todo este
proceso se produce espontáneamente en los intercambios
sociales de los padres con otras familias (p.117).
217
QUINTA CATEGORÍA
LA EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS:
COMPONENTE PRÁCTICO
218
… no hay manera… en el aula, de desentrañar un concepto
más que llevándolo a la práctica. Si no se diluye… nadie
quiere hacer… adquirir un conocimiento teórico, teorético,
conceptual a meramente contemplar. Contemplarse así
mismo, contemplar la realidad, contemplar a los demás, no.
Hoy día es necesario llevar a la práctica, tener una praxis de
ese conocimiento cognitivo aprendido.
219
La experiencia cotidiana del pasado se traduce en el conocimiento
episódico que el sujeto puede evocar si las condiciones así lo permiten.
Mientras que, las experiencias del presente se convierten en la posibilidad de
reflexión inmediata sobre diferentes fenómenos ligados a la vida cotidiana.
Ambos tipos de experiencias contribuyen a la explicitación del saber implícito
si las condiciones del entorno lo favorecen. Una propiedad que emerge de la
evidencia y que está relacionado con la experiencia como la vía para la
concienciación, es el nivel de abstracción. La evidencia revela que la
experiencia cotidiana está ligada a hechos objetivados, con los cuales el
sujeto puede percibir la información directamente de la realidad concreta. El
siguiente testimonio de Francoisis tiene elementos que lo manifiestan:
Cuando tú tienes consciencia de esto, es porque vives la
experiencia, tú te apropias de ellas, y si no es así… pregúntale
a las personas… es más, podemos hacer un estudio de las
personas que han tenido accidente de tránsito y le preguntas
¿has cargado el cinturón? No lo cargaba ¿y ahora lo usa? Si
lo uso ¿Por qué? Porque te haces consciente viviendo la
experiencia. Yo creo que es la única manera de hacer
consciente es viviendo la experiencia. No cabe otra. Por
muchos libros que tú estudies, por mucho que tú, este, te
apropies de las lecturas o que tú lo hagas como un hábito,
leer todos los días. El que tú converses conmigo, tienes que
vivir la experiencia también…
220
Según Martínez (2012) la intuición es:
Una visión intelectual de una relación que puede ser el significado,
alcance o estructura de un problema o situación; es espontánea,
íntima, inesperada, instantánea, intensamente clara (tal como si
esta idea o verdad se tuviera a la vista), y no ocurre por la vía del
razonamiento (p.64)
221
…esa persona llega, sin saberlo, a la metacognición, porque
está siendo consciente que una serie de elementos, de los
cuales él ha vivido. Por eso te digo que la experiencia es muy
importante, le permite a él tener una conclusión acertada con
relación a un hecho que va a ocurrir… como lo ha hecho
anteriormente, la experiencia es fundamental para que ellos
puedan, este, decir o tener certeza que eso va a curar una
dolencia. Entonces, eh, en ese proceso acuden mucho a eso,
a la memoria, a la experiencia y hacer metacognición, de esos
procesos que ellos viven en su cotidianidad.
222
La apropiación que el sujeto hace de las teorías formales requiere de un
evento importante en el cual se aplican, se activan procesos de reflexión o
toma de conciencia ante los saberes tácitos. Se trata de una práctica
reflexiva con los saberes científicos. Esta inquietud encuentra apoyo en el
siguiente testimonio de Francisco:
Lo que te quiero decir es que si tú no pones en práctica, en la
praxis, lo teórico se disuelve. Y no cualquier práctica porque,
repito, la praxis…
223
práctica de los conocimientos, y no de manera contraria. Esta inquietud se
explicitó en el siguiente acto locutivo de Esmeira:
Pero eso es lo importante, cuando uno toma conciencia de
eso ¿verdad? Y reflexiono sobre eso, y para hacer la
transferencia de la teoría a la práctica, y no como lo estaba
haciendo, de la práctica a la teoría…
224
laboratorio. Es la manera como tal las ciencias duras
comprueban, en lo real, sus hipótesis, más que sus doctrinas.
En el campo de las ciencias humanas o sociales no, repito.
225
SEXTA CATEGORÍA
EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS:
COMPONENTE EMOCIONAL
226
conocer acerca de esos procesos mentales que dan origen a la
concienciación. Nunca está de más que el actor cotidiano quiera, sienta
curiosidad o esté emocionalmente dispuesto a reflexionar sobre sí mismo.
Dicha categoría será desarrollada mediante las subcategorías:
entusiasmo por explicitar el conocimiento implícito y curiosidad por conocer
los propios significados ocultos en los siguientes apartados.
227
Curiosidad por conocer los propios significados ocultos
Esta versión del actor social introduce la idea por reconocer el valor de
la curiosidad del sujeto sobre aquello que está velado en su pensamiento.
Para la docente esa posibilidad de hacerse preguntas, por generar incógnitas
sobre una gran gama de temas, está siempre presente en él. La curiosidad
por conocer cada vez más, es lo que ha llevado a la producción de teorías en
diferentes ámbitos científicos. Acerca al sujeto la realidad y permite ir más
allá de acciones e introduce en lo profundo del pensamiento humano, a las
teorías tácitas.
En concreto, la inquietud por conocer acerca de aquello que está velado
en el pensamiento del propio sujeto, lleva a éste hacia la generación de
procesos de pensamiento y las acciones necesarias para lograr la
concienciación. Por ello, la curiosidad por saber cada vez más impulsará al
actor social en la búsqueda de respuestas sobre el porqué de las cosas y de
la manera de cómo acceder conscientemente a los significados implícitos.
228
SÉPTIMA CATEGORÍA
LA EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS:
COMPONENTE LINGÜÍSTICO
229
modo se podrá evaluar la congruencia entre su decir y actuar en torno a
situaciones de su competencia profesional.
Esta categoría será ampliada en la discusión de las subcategorías:
congruencia entre decir y hacer; el lenguaje como medio para la interacción
dialógica efectiva; el lenguaje como fuente de significados para la descripción
y redescripción de las teorías implícitas; y el paso de contenido episódico al
semántico.
230
lo expresado y lo que realmente se hace. Esta idea la visualicé en el
siguiente enunciado de Francoisis:
… Porque yo pudiese actuar como una visión constructivista,
pero hay momentos donde, este, se me escapan en el
discurso aspectos muy vinculantes con otras teorías.
Entonces, de hecho hay una disociación, hay un, un conflicto
cognitivo. Ahí es donde hay un, este, un, totalmente, una
disonancia cognitiva entre el hacer, sentir y actuar…
231
velado en el pensamiento y no hay otra manera de hacerlo sino a través del
lenguaje.
En la expresión lingüística se encuentran implícitos los sentires y
significados que permiten describir las vivencias del actor social, su acervo
cognitivo, y por tanto, sus teorías implícitas. Para la explicitación de las
teorías implícitas, es necesario avivar los significados mediante la
elaboración de conocimiento declarativo. Una manera para hacerlo es
generar discusiones que permitan al actor social evocar los enunciados o
frases que ilustren sus teorías, mediante el vocabulario y signos lingüísticos
que utilizan de modo cotidiano. Es decir, para conocer las teorías que el
sujeto ha construido es necesario valorar los enunciados expresados, de
forma oral o escrita, que dan luz del estado de tales conocimientos implícitos.
Del mismo modo, para conocer las teorías explicitadas, es imperante
valorarlas mediante las verbalizaciones que así lo corroboran. En este
sentido, el lenguaje juega un papel impostergable durante las actividades de
interacción dialógica que conducen a la concienciación del conocimiento
tácito.
Interpretar la evidencia me ha permitido concienciar que son muchas
las maneras de generar interacciones dialógicas para avivar los significados.
En la subcategoría “estrategias para la concienciación” y “espacios para la
interacción dialógica” se conoció de estos modos de proceder
dialógicamente. Quise enfatizar en esta parte de la discusión es que la
mayoría de las técnicas se desarrollan mediante el lenguaje hablado y
escrito. El lenguaje siempre está presente al proceder y lograr la
concienciación del saber implícito.
La activación de la interacción dialógica se genera con el debate,
pregunta, discusión, entre otras. Estas técnicas permiten la generación del
lenguaje hablado, y con él, los significados implícitos acerca de una
diversidad de temas. Esta afirmación tiene congruencia con el siguiente
pronunciamiento de Francisco:
232
… una de las búsquedas de esas ideas claras y distintas en el
aula, a través del debate, a través de la relación dialógica…
233
las teorías formales parte de la revisión de documentos que las contienen,
fundamentalmente expresado en lenguaje escrito.
234
transforma en objeto de reflexión y diálogo, convirtiéndolas, por
tanto, en accesibles a la conciencia o explícitas (p. 5)
235
En cuanto a la redescripción de las teorías implícitas, me pareció
importante resaltar que ocurre cuando al concienciar se cae en cuenta que
las descripciones implícitas tienen cierto niveles erróneos, si las
contrastamos con las teorías formales. Lo idóneo sería volver a describir los
significados implícitos y lograr tener supuestos más coherentes, conscientes
y semánticamente bien vertebrados. Ello debe revelarse en la cohesión de
ideas o frases que versan sobre fenómenos descritos. Entonces, redescribir
implica, volver a describir, repensar y estructurar con coherencia las ideas
representativas de las teorías implícitas para convertirlas en contenido
semántico, explícito y formal.
Interpreto que la redescripción de las teorías implícitas es un paso
importante para alcanzar el cambio conceptual. Redescribir los supuestos
implícitos consiste en generar cambios en los conceptos o relaciones
conceptuales que componen las teorías. Por eso la concienciación conduce a
tomar conciencia de los saberes implícitos, sin valorar el carácter erróneo y
mucho menos sin ejercer la posibilidad de alcanzar cambios conceptuales; es
un proceso incompleto. El sujeto necesita reflexionar lo adecuado de su
saber tácito respecto al conocimiento formal alternativo; el cual es resultado
de avances innovadores o teorías formales, existentes.
Ahora bien, para que esto ocurra, es decir, la redescripción y cambio
conceptual, se necesita que el actor participe en procesos de interacción
social intencionales orientados a explicitar y valorar los significados ocultos.
En esta postura, la educación formal puede trabajar sobre estos propósitos;
pero se necesitan procedimientos didácticos específicos. Al respecto, en la
siguiente labor de esta obra, presento una propuesta didáctica, que llamo
“ruta pedagógica hacia la explicitación de las teorías implícitas”.
Un ejercicio que puede acuñar el tema de la redescripción de las teorías
implícitas es el relativo al uso de supuestos de las teorías formales para
fundamentar verbalizaciones, que el sujeto realiza cuando se refiere a un
236
dominio de conocimiento en concreto. Esta disposición la podemos apreciar
implícita en el siguiente acto de habla de Francisco:
… tú sabes muy bien que la teoría argumentativa, la teoría del
discurso, en el aula, es fundamental. Entonces, el que no
tenga una teoría del discurso bien fundamentada, además
ubicada epistemológicamente en esta doctrina, en esta
doctrina… o sea, pero sí que sepa discurrir a través de la
pregunta y de la respuesta sobre la temática que se está
discutiendo en ese momento, es un docente que está
fallando…
237
forma de contenido semántico, coherente y vertebradamente bien
estructurado.
De acuerdo con Rodrigo, Rodríguez y Marrero (ob.cit), las teorías
implícitas, en la mayoría de los casos, consisten en síntesis de conocimiento
episódico, por cuanto son el resultado de experiencias vivenciadas por el
actor lego a lo largo de toda su vida, por lo tanto es difícil, pero no imposible,
que este pueda traducirlas en conocimiento organizado en modo semántico.
El actor social puede describir la experiencia en la que se fundamenta sus
acciones, no así la teoría que sustenta su hacer.
El planteamiento de los autores lo puedo extrapolar para interpretar
nuevamente el testimonio de William, el cual tímidamente se refiere a ello en
sus palabras:
¿Qué paso ahí? Acudió a su memoria, porque aquí también
hay, está el tema de recurrir a la memoria, porque estamos
hablando de experiencias. Entonces, va al pasado y compara.
Y, en ese proceso de comparar una situación con otra, le
permite hacer una conclusión… también es importante decir
que, en este proceso, eh, el, el realmente, eh, hace, como
hace consciente, estos elementos, esa persona lega, sin
saberlo…
238
En adelante, el actor social podrá verbalizar de modo coherente su
teoría cada vez que requiera desarrollar una acción en la que ésta se
encuentre involucrada. Ello le permitirá realizar una práctica más consciente,
reflexiva y deliberada.
En consecuencia, para llegar hasta aquí, el sujeto debió haber vivido el
proceso que he venido describiendo desde el inicio de la discusión de esta
labor. Haber participado en un sistema educativo formal, el encuentro con
sus teorías legas, la apropiación de las teorías formales, la interacción
intersubjetiva con personas o sus iguales, y la experiencia con diferentes
técnicas para la concienciación. Esos eventos y otros constituyen el proceso
de concienciación de las teorías implícitas.
239
SEXTA LABOR
LA TEORÍA SUSTANTIVA, LOS HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN:
LA EXHIBICIÓN DE LA OBRA DEL ARTESANO
240
sí mismo, aquello que permanece velado en su pensamiento y que estos
planteamientos teóricos emergentes pueden servirle de guía para
introducirse en un proceso de formación académica con propósitos
orientados hacia la explicitación y el cambio conceptual. Aprender
explicitando los saberes implícitos y sopesando el grado erróneo de dichos
supuestos.
El proceso heurístico llevado hasta aquí permitió revelar, que el actor
social construye saberes implícitos, conocimiento que no es accesible a la
conciencia del sujeto; pero que existen muchísimas posibilidades de hacerlas
conscientes, valorarlas y transitar hacia el cambio de tales significados.
Asimismo, el análisis fenomenológico hermenéutico permitió conocer que la
concienciación es un proceso viable de ser activado; sin embargo no es una
tarea simple, sino que envuelve una cantidad de componentes, por eso
puedo afirmar es un proceso muy complejo. Pues, no es un proceso
simplemente ligado a la cognición humana, sino que involucra otros factores
inherentes a la realidad social, práctica y pedagógica del saber humano.
Especialmente se evidencia una marcada influencia pedagógica en el
proceso de concienciación de las teorías implícitas. Por lo menos, así se
evidenció en la subjetividad de los actores sociales, quienes se
comprometieron con la investigación. Lo cual permitió activar la reflexividad y
manifestar que el proceso de concienciación no es espontáneo y alejado de
la interacción social. Todo lo contrario, es activado a partir de las
interacciones intersubjetivas en el mundo cotidiano.
Es preciso resaltar que el proceso de construcción de la teoría
sustantiva, en este trabajo, se fundamentó en las recomendaciones de
Strauss y Corbin (ob.cit), para quienes una teoría es:
un conjunto de categorías bien constituidas, por ejemplo, temas y
conceptos, interrelacionados de manera sistemática por medio de
oraciones que indican relaciones, para formar un marco teórico
que explica algún fenómeno social, psicológico, educativo, de
enfermería o de otra clase (p.25).
241
Para los autores, una teoría es más que un conjunto de hallazgos,
puesto que ofrece explicitaciones o descripciones de un fenómeno. En este
caso, la teoría emergente, ofrece descripciones que da cuenta del todo, por
medio de la articulación de sus elementos, los cuales se integran y dan
sentido a lo encontrado, los por qué de algo como sucesión enlazada de
eventos. Así emerge una red conceptual que da significaciones convincentes
del fenómeno estudiado en un tiempo y espacio establecido previamente, en
este caso, de la manera como ocurre el proceso de explicitación de las
teorías implícitas.
El procedimiento ordinario llevado a cabo es el de establecer las
relaciones entre la categoría central y las categorías secundarias, y entre
estas últimas y cada una de las subcategorías identificadas en el análisis.
Posteriormente se describe cada subcategoría en torno a sus propiedades y
dimensiones. Lo cual realicé mediante la generación de ideas u oraciones
que permitieron la descripción relacional entre las mismas.
En la construcción de la teoría cuidé que las explicaciones generadas
mediante las oraciones relacionadas que integran la categoría central,
categorías, subcategorías, propiedades y dimensiones, representen lo que
Strauss y Corbin (ibidem) denominan “teoría fundamentada”, aquella que se
sustenta en la evidencia generada durante el proceso real de indagación y no
en las teorías formales registradas en la academia. El cuerpo teórico
generado corresponde a conceptos, relacionados con la evidencia obtenida
en el proceso de indagación y análisis en el escenario real mediante la
técnica de la entrevista como mecanismo generador de información
cualitativa.
El proceso de teorización lo dividí en dos grandes hallazgos. El primero
corresponde a “la arquitectura del proceso de explicitación de las teorías
implícitas”. Esta construcción teórica tiene es su estructura seis (6)
componentes que integran el mencionado proceso, sus subcategorías,
propiedades y dimensiones. El segundo hallazgo, se refiere a la ruta
242
pedagógica para la explicitación de las teorías implícitas y el cambio
conceptual”. Este segundo hallazgo contiene la ruta pedagógica a seguir en
el proceso de explicitación de las teorías implícitas por el propio sujeto.
Los hallazgos constituyen construcciones teóricas, expresadas en la
relación categorial a través de ideas u oraciones que permiten articular
conceptos. De ellos el sentido social argumentado con la voz del propio
informante. Hecho que apunta a la palabra como fuente del conocimiento
humano.
243
PRIMER HALLAZGO
ARQUITECTURA DEL PROCESO DE EXPLICITACIÓN DE LAS TEORÍAS
IMPLÍCITAS.
244
En torno a la explicitación de las teorías implícitas como proceso
pragmático, la funcionalidad de las estrategias de la resolución de problemas
juega un papel fundamental. En este sentido, si el sujeto encuentra que las
acciones desarrolladas evidencian ser funcionales, tiende a repetir los
procedimientos en otras oportunidades. Es por ello que, esta manera de
accionar se convierte en contenido episódico y es guardado en la memoria
para futuras eventualidades.
Aunque en las primeras de cambio el sujeto actúa inconscientemente,
después va tomando consciencia de cómo obrar para responder a principios
teóricos expuestos históricamente. No obstante, se hace necesario el
encuentro con las teorías formales para poder alcanzar la concienciación
plena. En un punto del proceso pragmático y de concienciación, el sujeto
establece la conexión entre teoría formal y saber implícito; pero para que
esto ocurra es necesario el accionar práctico.
En fin, la arquitectura del proceso de explicitación de las teorías
implícitas está formada por una diversidad de componentes, que integrados o
coordinados recíprocamente, lo hacen efectivo. Tales componentes
corresponden a los aspectos: cognitivo, pedagógico, social, práctico,
emocional y lingüístico.
245
Componente cognitivo
246
Evocación de experiencias pasadas: memoria episódica recuerdo
247
en torno a una situación o aspecto en particular que degenera en
pensamiento reflexivo y consciente.
El ser humano está llamado a reflexionar sobre una gran cantidad de
aspectos. Estás llamado a reflexionar sobre la vida, el pensamiento, las
acciones. En el caso del docente, este está llamado a reflexionar sobre las
teorías educativas, las teorías psicológicas, sociológicas y la filosofía.
Asimismo, se plantea que el actor social está llamado a pensar y reflexionar
sobre sí mismo. En este caso pensar sobre sí mismo lleva a pensar en el
repensar los significados ocultos que mismo tiene sobre los más diversos
temas.
La reflexión puede ocurrir en diversos los contextos. Esta puede darse
dentro y fuera de contextos educativos formales. Asimismo, es posible
reflexionar acerca de las prácticas cotidianas normales o experiencias
relacionadas con los conocimientos formales. La reflexión puede ser un
proceso difícil en escenarios ajenos a la educación formal, puesto que no se
cuenta con el análisis de diferentes temas. Tal proceso lleva a pensar que la
formación académica sirve para activar la reflexividad. Pero, la reflexividad
no es un proceso espontáneo sino que requiere de incentivos externos que
sirvan de factor detonador del acto reflexivo.
Se trata que el actor cotidiano reflexione acerca de los supuestos
implícitos, para alcanzar su concienciación. Esto ocurre cuando el sujeto
puede pensar en el contenido episódico que guarda en su memoria y los
supuestos formales que analiza en los espacios de interacción en el aula de
clases. La concienciación lleva al actor educativo a darse cuenta de que
ciertos elementos de la teoría formal los maneja en su hacer o experiencia
cotidiana. Así ocurre la concienciación.
El nivel de conciencia del saber implícito va aumentando desde
aspectos tácitos e inconscientes a altos niveles de conciencia de los
supuestos y experiencias. Es decir, el sujeto previo a la reflexión desconoce
que en sus acciones subyacen supuestos que están relacionados a teorías
248
formales, pero al ir reflexionando sobre ello va alcanzando conciencia de la
similitud entre elementos que integran ambos modos de conocimiento.
A manera de resumen, reflexionar consiste en traer a la mente, pensar,
razonar ciertos aspectos o episodios vividos del pasado o del presente. Por
tanto, la memoria semántica, y sobre todo la episódica, es fundamental en la
activación de la reflexividad. Del mismo modo, contar con incentivos
adecuados permite activar la reflexividad como hecho trascendental para el
proceso de concienciación. Se trata de la activación de una reflexividad
profunda, no de un proceso somero. Es menester hurgar en lo profundo del
pensamiento para traer a colación los aspectos más relevantes del saber
implícito.
249
necesario utilizar todos los sentidos, a fin de manifestar procesos más
eficientes.
El propósito de activar los procesos de pensamiento durante la
apropiación de teorías formales es una condición fundamental para lograr
procesos como relación y transferencia entre supuestos formales y saber
implícito. En cierta medida los procesos cognitivos coadyuvarían a potenciar
el proceso de explicitación de las teorías implícitas.
Activar los procesos cognitivos durante el estudio de las teorías
formales es un evento fundamental para el proceso de concienciación. Desde
el proceso de observación hasta la interpretación de hipótesis, debe ser
incentivada intencional y deliberadamente cuando se estudian los dominios
de conocimiento que se quieran concienciar. Sobre todo el proceso de
transferencia. Tal proceso permitirá hacer la conexión entre supuestos
formales y conocimiento episódico que el actor social guarda en su memoria,
ya sea porque le permite evocar dicho contenido o generar experiencias
similares a las vivenciadas en tiempos pasados.
En la mayoría de los casos el sujeto no es consciente de la activación
de los procesos cognitivos en su pensamiento. No obstante, en un proceso
pedagógico intencional y bien pensado, con estrategias adecuadas, el actor
educativo puede ir alcanzando conciencia al activarlos cuando resuelve
problemas académicos y cotidianos. Ahora bien, tener conciencia de los
procesos cognitivos propios y las maneras de monitorearlos, es lo que
usualmente se llama metacognición.
250
La metacognición es un proceso de pensamiento de mayor complejidad que
los procesos cognitivos básicos, nivel superior y la reflexividad.
La metacognición no es un proceso espontáneo. Es un proceso que
debe ser activado intencionalmente para desembocar en la concienciación
del saber tácito. Este proceso se aplica al estudio de las teorías formales o
contenidos académicos que se desean aprender. Supone que los procesos
metacognitivos requieren una preparación previa al evento de aprendizaje.
Por ello se piensa que es una condición básica para el sujeto hacer una
revisión acerca de los contenidos o teoría implícita que desea concienciar.
Es posible hacer metacognición y concienciación de la experiencia
vivida, no solo del contenido episódico que el actor educativo ha acumulado
en su memoria, sino de la experiencia real y directa enfrentada diariamente.
Así como de las teorías formales alternativas que son objeto de análisis en
las actividades de aula. La intención es hacer la conexión entre elementos de
la experiencia vivencial y elementos de las teorías formales. Durante esta
conexión metacognitiva se origina la concienciación del saber implícito.
En síntesis, la metacognición puede surgir al repensar una respuesta
sobre una tarea que se desempeña al repensar el control que se tiene sobre
los mecanismos puestos en práctica durante el análisis de los supuestos
teóricos que componen una determinada teoría formal. Este proceso es más
complejo que la reflexión y los procesos cognitivos. Por eso requiere de
ciertas condiciones para su ejecución. Es necesaria una preparación previa
del sujeto en torno a las teorías formales relacionadas con el objeto de
conocimiento que se quiere explicitar, de una manera intencionada. En el
escenario debe encontrarse con la presencia del agente guía, quien
propiciará tal actividad.
251
Transferencia como proceso crucial para la explicitación de las
teorías implícitas
252
Metaconcienciación
253
ocultos. Así pondrá a la par las concepciones formales y alternativas que hoy
se tienen sobre los más diversos temas.
Componente Pedagógico
254
conocimientos. Es decir, este agente guía puede conducir al actor educativo
para que alcance el cambio conceptual de los saberes ocultos.
El proceso de concienciación no es, como expresé anteriormente, un
proceso espontáneo. Se requieren condiciones para que pueda lograrse el
proceso de explicitación. Requiere ser incentivado por personas y
situaciones, de modo deliberado. El proceso de concienciación solo puede
lograrse con la ayuda de otros. De lo contrario los saberes implícitos
permanecerán dormidos en el pensamiento del actor social que los asimiló.
Ahora bien, no se trata de una práctica traída por los cabellos. Al contrario se
trata de acciones organizadas y bien pensadas que permitan la explicitación
de las teorías implícitas de manera eficiente. De lo contrario, unas acciones
desorganizadas pudieran acarrear la construcción de concepciones erróneas
y el afianciamiento de errores conceptuales de las teorías formales.
El dominio de las teorías formales es un aspecto fundamental en el
perfil del agente estimulador del proceso de concienciación. Tal agente debe
exhibir dominio pleno de las teorías formales, como un indicador de que el
proceso de concienciación será efectivo. En la mayoría de los casos, se cree
que tal agente estimulador puede tratarse de un docente. No obstante, puede
ser otro sujeto cercano al contexto del agente que toma conciencia de las
teorías implícitas. Evidentemente no de un modo intencional, como sería la
manera que aplicaría el docente. En el caso, de ser incentivado por un
agente cotidiano cualquiera, sería una acción fortuita, poco intencionada, que
pudiera desembocar en errores conceptuales como se trató en párrafos
anteriores.
En síntesis, el agente conductor del proceso de explicitación lo concibo
como un sujeto que actúa de modo propositivo para guiar al estudiante por la
ruta pedagógica hacia la concienciación. Además de exhibir dominio de los
conocimientos formales, debe apropiarse de los momentos de la clase que
constituyen la ruta pedagógica hacia la concienciación. Debe ser capaz de
255
integrar métodos y técnicas didácticas factibles para cado uno de los
mementos de la clase para la concienciación.
256
Para ello es necesario alcanzar dominio de los supuestos formales y avanzar
en el proceso de concienciación.
Las concepciones implícitas se pueden apreciar a través del lenguaje.
En sus dos modalidades: hablado y escrito. La modalidad lenguaje hablado
se puede percibir cuando se trata del relato oral de experiencias vivenciadas,
los grupos de discusión sobre problemas cotidianos, la manera de resolverlos
y la pregunta. Mientras que el lenguaje escrito se puede evidenciar mediante
el relato escrito de experiencias o testimonios de vivencias cotidianas,
relatados con puño y letra del mismo actor social.
En síntesis, este proceso de exploración consiste en el develamiento de
las teorías implícitas en su estado básico. Se trata de explicitar los saberes
tácitos para conocer el grado de complejidad de dichos conocimientos que se
muestran como convicciones del sujeto frente a un dominio de saber. Este
evento se considera un paso previo a la contrastación entre los saberes
implícitos y las teorías formales. El propio sujeto consciente de sus saberes
implícitos debe establecer las conexiones y relaciones entre estos y las
teorías formales alternativas. En este sentido, puede decidir si reinterpretar
sus significados a la luz de los supuestos explícitos formales que aprende.
257
Es sumamente importante que para alcanzar el proceso de
concienciación, el sujeto, primero que nada, debe lograr el dominio del
conocimiento formal relativo al objeto de saber que analiza. En
consecuencia, el dominio teórico es una condición fundamental para la
explicitación del saber tácito, puesto que permite generar la relación entre
éste y las teorías implícitas del actor lego.
Durante la realización del proceso de apropiación se activan otros
eventos cognitivos como comprensión, análisis, aprehensión y síntesis de los
conocimientos formales que coadyuvarían a la concienciación del saber
implícito. Los supuestos del actor cotidiano pueden ser conocidos como
principios teóricos o científicos, supuestos teóricos, metateorías,
conocimiento conceptual y teorético que a lo largo de la historia del hombre
han sido construidos explícitamente por científicos teóricos e investigadores.
Es posible que en principio el actor cotidiano no tenga consciencia de la
relación entre el conocimiento explicito que estudia y las perspectivas
implícitas que el mismo tiene sobre el objeto de estudio en cuestión. El nivel
de conciencia va aumentando en la medida que el sujeto alcanza la
comprensión de conocimiento formal. Proceso que ocurre ordinariamente
durante procesos de formación formales, en aula de clases, pero que en un
menor grado se da en la comprensión e interacción en escenarios cotidianos
donde el actor social aplica los conocimientos formales.
Lo anteriormente expuesto lleva a pensar que el nivel de apropiación de
las teorías formales y la conexión con las teorías implícitas se realiza durante
la aplicación de las primeras en escenarios educativos o cotidianos reales.
Por tanto, es necesario para contribuir a la apropiación, diluir los
conocimientos teóricos en situaciones concretas u objetivas propias de la
realidad física donde el sujeto se desenvuelve. En otras palabras, habría que
discurrir de modo práctico en contextos o escenarios cotidianos que sirven de
ambientes de desempeño del actor social. Asimismo, se espera que el
proceso de apropiación sea amplio y recurrente. Lo que supone la indagación
258
que el sujeto realiza al involucrar conocimientos que permiten la relación
entre disciplinas, es decir, conocimientos multidisciplinares. Además, que sea
un proceso constante en la vida del actor cotidiano para vivir en un
aprendizaje y actualización permanente en torno a las teorías formales y
alternativas. No obstante, al aplicar los supuestos teóricos formales a
situaciones reales, es necesario alcanzar la apropiación profunda de los
principios básicos de tales saberes. Y no de forma contraria, ir a la realidad
vivencial para intentar comprender los supuestos formales. De esta última
manera se dificultaría el proceso de explicitación de las teorías implícitas.
Ahora bien, es necesario discriminar entre dominio conceptual y
comprensión teórica de los supuestos formales. Si el sujeto realiza una
revisión somera o superficial de la teoría formal es posible que alcance el
dominio de los conceptos fundamentales del domino de conocimiento. Pero
es a partir de un análisis profundo y complejo que el sujeto puede apropiarse
de los supuestos fundamentales que se traducen en principios teóricos
esenciales de la teoría formal. Al dominar la relación entre supuestos, entre
categorías y la trascendencia práctica de lo expuesto formalmente. Este
dominio profundo podrá evidenciarse en la congruencia que debe existir
entre lo que el sujeto cree, dice y hace. El dominio real de la teoría formal
facilita la aplicación práctica en escenarios reales, la transferencia y la
contrastación entre los supuestos implícitos y los principios teóricos.
En cierto sentido, el dominio de las teorías formales dependerá de la
utilización de técnicas didácticas que faciliten el encuentro con tales
conocimientos y su profundización. Entre estas maneras didácticas están la
lectura, el debate y la interacción dialógica, para alcanzar un proceso de
apropiación profundo y adecuado (lo describiré ampliamente más adelante).
Pero, quiero dejar en claro que de modo espontáneo no es posible
apropiarse de la teoría explícita.
Adicionalmente, es posible que, en proceso de apropiación de las
teorías formales como paso esencial para la concienciación del saber
259
implícito, sea posible generar concepciones erróneas del conocimiento
explícito. Esto mediante la interpretación inadecuada o disonante de los
principios de las teorías formales. En este caso, es necesario minimizar al
máximo las interferencias que pueden coadyuvar en la construcción de las
percepciones erróneas del saber científico. Mediante la revisión profunda y
exhaustiva de la esencia de la teoría, la interacción con otros sujetos que
dominen o tengan experiencia en relación con el objeto de conocimiento y la
contrastación de los supuestos implícitos y la teoría formal en su fuente
original.
Es sumamente importante que el actor cotidiano sea capaz de
cuestionar su propia subjetividad y comprender que además de sus
percepciones personales del mundo existen otras visiones expresadas en las
teorías formales que pueden configurarse en posiciones alternativas a las
suyas. Esto ayudaría a minimizar las interferencias que conducen a la
construcción de las concepciones o apreciaciones erróneas que el sujeto
tiene de modo implícito o las que construiría cuando ocurre el encuentro con
las teorías formales.
260
kinestésica. Esto lleva a una segunda característica, que refiere que las
estrategias deben tener gran connotación práctica.
Es posible elaborar actividades con orientación a las experiencias
vivenciales, no solo en el aula de clases, sino que pueden integrar vivencias
de la vida cotidiana en las que el sujeto tenga la oportunidad de interactuar y
poner en práctica todos los sentidos y apreciar de modo multisensorial la
experiencia que se pone a disposición. Esto coadyuvaría en el proceso de
concienciación del saber implícito que el actor cotidiano trae a la reflexión
durante la experiencia práctica vivencial que se pone a su disposición a
través de la estrategia práctica.
También, la estrategia orientada a la concienciación puede contar con
técnicas didácticas que estimulen la interacción dialógica entre los sujetos
involucrados en el proceso de concienciación. Esto es, se pueden incluir en
el diseño de las estrategias técnicas como la discusión, debate, pregunta y la
conversación. Asimismo, la lectura y revisión documental es otra de las
técnicas fundamentales para el proceso en cuestión. En el caso de la lectura,
su uso es de suma importancia puesto que permitiría la apropiación de los
supuestos formales que tratamos en el apartado anterior y posterior a ello se
facilita el proceso de concienciación mediante la contrastación entre los
principios teóricos y los elementos del conocimiento episódico experiencial
del actor cotidiano.
Cuando refiero que la estrategia para la concienciación debe ser de tipo
práctica, quiero resaltar que cuando se estudia un dominio de conocimiento,
los supuestos que lo integran, deben llevarse a la práctica, porque si no se
diluyen en discusiones estériles en el aula de clase. Esto sugiere que el
tratamiento intuitivo u objetivo en la realidad física es sumamente necesario
para la generación del proceso de concienciación. Es así como se pueden
alcanzar altos niveles de reflexividad en torno a los supuestos formales y la
experiencia episódica acumulada o la experiencia generada en actividades
prácticas.
261
Otra técnica que puede contribuir a la concienciación es la resolución
de problemas. La aplicación de esta técnica es viable en el análisis de
problemas no solo teóricos a nivel de aula sino que puede ser empleada en
el análisis de situaciones cotidianas de la vida común o domésticos. Dada la
funcionalidad y versatilidad de esta estrategia, el sujeto puede aplicarla en
una gran diversidad de situaciones reales, a la vez que permite la activación
de los distintos canales de aprendizaje y la contrastación de los elementos
teóricos y el saber práctico objeto de reflexión por parte del actor educativo.
Asimismo, es posible aplicar los procesadores de información como
técnicas didácticas que estimulan el proceso de concienciación. Entre otros
procesadores se puede encontrar el mapa conceptual, ideogramas, mapa
semántico, cuadro sinóptico, entre otros, los cuales permiten la selección,
organización y tratamiento de la información proveniente de las teorías
formales. Esto con la intención de alcanzar la apropiación y comprensión
profunda de los principios esenciales de los supuestos formales alternativos.
En el caso de la técnica de la pregunta, esta permitiría evocar el saber
implícito que el sujeto tiene acerca de algún dominio en particular. Luego,
con la ayuda del agente conducto del procesor, es posible que el actor social
pueda encontrar la relación entre el contenido de su respuesta y los
principios teóricos estudiados. Encontrar esa relación es un paso agigantado
hacia la concienciación del conocimiento tácito.
Es importante que cuando se hace uso deliberado de las estrategias
para la concienciación, el agente conductor pueda trabajar el nivel de
conciencia que el actor cotidiano va ir progresivamente alcanzando. Como ya
expresé anteriormente, el proceso concienciador no es espontáneo, sino que
requiere la orientación intencionada del agente educativo guía del proceso.
Es por ello que el uso de la estrategia es deliberado, así como la intervención
dialógica que hace el agente guía durante el proceso pedagógico
desarrollado. De estos y otros eventos depende la explicitación del
conocimiento tácito.
262
En cuanto a la técnica del debate, ésta puede permitir desocultar la
visión cosmológica que tiene el actor educativo de la realidad. Además que
permitiría desentrañar la maraña de conceptos que los sujetos llevan al aula
de clase producto de interacciones sociales en sus contextos cotidianos. En
consecuencia, la interacción dialógica generada con la técnica del debate
permitiría explicitar lo que está velado en el pensamiento de los actores
educativos y orientar procesos reflexivos que coadyuven en la concienciación
de tales conocimientos tácitos. Igualmente aquí, la guía del agente conductor
es muy importante, puesto que permitiría la relación de las cosmovisiones y
el entramado de conceptos implícitos con las teorías formales objeto de
análisis.
En concreto, la explicitación de las teorías tacitas puede alcanzarse
mediante la realización de la intervención pedagógica del agente conductor
por la ruta hacia la concienciación. En este proceso, es esencial la revisión y
comprensión de las teorías formales. Además de la evocación de las teorías
tácitas que permanecen dormidas en el pensamiento del actor social. En
ambos eventos, las técnicas didácticas se constituyen en un elemento
vehiculizador que permiten el encuentro reflexivo entre lo formal y lo implícito.
Este proceso es lo que llamaré contrastación entre teorías formales e
implícitas.
263
Este evento se caracteriza por generarse a partir de una inquietud
natural del ser humano de establecer relaciones lógicas y coherentes entre
los fenómenos presentes en su entorno contextual. Es un modo único de
poder generar las vinculaciones pertinentes para hacer consciente lo que
antes permanecía tácito en el pensamiento del actor social. Ello supone
llevar el pensamiento desde el estado inconsciente al consciente una vez
detectadas las afinidades entre los conocimientos tácito y formal. El sujeto ha
de alcanzar altos niveles de consciencia de lo que hace. Ha de admitir que su
pensamiento o su manera de interpretar la realidad se parece a los
supuestos de las teorías formales que analiza. Puede decidir apegarse al
planteamiento de un autor o alejarse del mismo sí considera que se opone a
su percepción del mundo. Necesariamente no debe estar de acuerdo con lo
esgrimido en la teoría formal. Pero sí ser consciente de la cercanía o lejanía
de su pensamiento tácito y lo expuesto en la teoría formal.
Del mismo modo, en el evento de contrastación el sujeto tiende a
activar una serie de procesos de pensamiento que facilitan la vinculación
entre las teorías en cuestión. Se trata de procesos como relación, análisis,
identificación, comparación y transferencia. La activación de estos procesos
es una condición fundamental para generar la contrastación, como
consecuencia, la explicitación del saber implícito. No obstante, el dominio o
apropiación es una condición básica para lograr la contrastación. Es de
suponer que en el proceso de apropiación de las teorías formales, se
generan espacios para la activación de los procesos cognitivos antes
mencionados, por consiguiente se da la contrastación y finalmente ocurre la
concienciación, por el propio sujeto, del conocimiento implícito.
Otra condición fundamental para la concreción del evento de
contrastación entre teorías es la participación deliberada del agente
conductor del proceso. Este sujeto ha de dirigir el proceso de apropiación de
los conocimientos formales, que a su vez activarían los procesos de
264
pensamiento, la evocación de la experiencia acumulada, y por último, la
concienciación de las teorías legas.
Como se aprecia, el proceso de contrastación se incorpora a una serie
de eventos que siguen un orden lógico y coherente; y a la vez está
condicionado por eventos que lo anteceden en su desarrollo. No es posible
alcanzar la contrastación sin antes alcanzar el dominio de las teorías
formales y sin evocar el recuerdo de episodios del pasado y sin el encuentro
con la realidad práctica, en la que se deben aplicar los conocimientos
formales. No obstante, la lectura y la revisión de los supuestos formales se
constituyen en un evento esencial previo a la contrastación teórica.
Ahora bien, para generar la secuencia lógica de eventos previos y
posteriores a la contrastación, es necesario generar experiencias objetivas
en el contexto de aula o en la realidad cotidiana que sirvan de elementos
vehiculizador de tales acontecimientos. Es importante ir al encuentro con la
realidad física y social, con las interacciones en entornos vivenciales
posteriores a la apropiación de las teorías formales, las cuales facilitarán la
contrastación y en consecuencia la explicitación del saber tácito.
Una de las consecuencias que se espera, interpreto que se trata de la
más importante es que, en el proceso de contrastación, el sujeto pueda
evidenciar las concepciones erróneas que probablemente posee sobre el
objeto de conocimiento que analiza. Ésta sería la consecuencia más
trascendente que podría acarrear un proceso de comparación y relación bien
llevado. En consecuencia, la concienciación de las concepciones o
percepciones erróneas que el sujeto puede tener sobre su dominio de
conocimiento puede animarlo a redescribir sus interpretaciones a la luz de las
teorías formales, si las considera viables y procedentes en torno a las tareas
que te toca desarrollar en su entorno vivencial. No significa esto que siempre
toda teoría implícita sea errónea sino que es posible que en algunos casos,
en su construcción, ocurran malformaciones que desvirtúen los principios
teóricos formales y los propios fenómenos que se interpretan.
265
A modo de resumen de esta parte, puedo expresar que la explicitación
de las teorías implícitas se inicia con la apropiación de las teorías formales.
Una vez de alcanzado tal dominio, el sujeto puede evocar la experiencia
episódica del pasado para revivirla en el presente y hacer la relación entre lo
expuesto y lo implícito. En esta parte del proceso, la experiencia vivencial
juega un papel fundamental puesto que genera el espacio para el encuentro
entre los elementos expuestos e implícitos.
Asimismo, al ser un proceso intuitivo, la percepción de la evidencia
mediante los sentidos permite apreciar la relación entre los supuestos tácitos
y las teorías formales. Es así como la contrastación discurre entre ciertos
niveles de abstracción a altos niveles de objetivación y concreción.
Posteriormente, sigue el evento que permite redescribir los saberes erróneos
mediante la asunción de los conocimientos expuestos. En esta parte el sujeto
debe admitir el grado de distorsión de sus saberes implícitos y avanzar hacia
el cambio conceptual de sus saberes. Es un evento complejo en el que el
sujeto debe alcanzar altos niveles de conciencia de su pensamiento y sus
propios procesos.
266
revisión documental y las técnicas de interacción dialógica, es un evento
fundamental y decisivo.
Asimismo, durante la aplicación de los supuestos teóricos se activan
procesos de pensamiento como la transferencia, relación, intuición,
experimentación y ejemplificación. Sobre todo el proceso intuitivo es
fundamental, puesto que es este el que permite ir al encuentro de la realidad
concreta. A través de la intuición es posible percibir la evidencia que emerge
de la realidad física en la que se aplican los supuestos teóricos. Esto sugiere
que en este proceso el nivel de abstracción varía desde lo inmaterial de los
supuestos conceptuales formales a la objetivación de la realidad concreta.
No sólo se trata de la generación de experiencias prácticas en el recinto
de aula, sino que es preciso trascender la realidad educativa y abordar
situaciones cotidianas en contextos reales en las cuales se aplican los
fundamentos conceptuales de las teorías formales. Esto significa, ver en la
realidad objetiva mediante acciones y procedimientos prácticos la vivencia de
las estructuras conceptuales formales.
Empero, no toda estructura conceptual es viable de ser aplicado en una
realidad física. Depende de los niveles de abstracción que una teoría pueda
ser transferida a situaciones intuitivas. No obstante, es posible encontrar la
manera de generar situaciones más o menos prácticas en la que pueda
extrapolarse tales estructuras conceptuales. La interacción dialógica
mediante el debate y la discusión puede ser uno de los medios que lleven a
diluir los conceptos formales en situaciones concretas. La generación de
ejemplos puede ser otro modo de alcanzar la concreción de los conceptos en
situaciones cotidianas reales.
267
formación con intenciones pro sabiduría. No basta con la formación
especializada en una parcela de conocimiento, sino que el docente que
apunta la concienciación del conocimiento implícito ha de formarse
ampliamente en torno al saber universal, al saber multidisciplinario, debe
constituirse en un agente sabio.
En la actualidad son muchas las áreas del conocimiento en las que el
agente educativo puede discurrir en un proceso de formación. Hoy contamos
con una variedad de teorías formales que a lo largo de la historia se han
consolidado en el conocimiento científico lógicamente sistematizado. Estos
conocimientos son considerados teorías alternativas que el actor social
puede apropiarse para sustituir sus percepciones personales implícitas.
La formación con propósitos pro sabiduría es un proceso sumamente
complejo, pero se sustenta básicamente en la decisión personal del actor
social para emprender su preparación con visión integradora y holística. Esta
complejidad del proceso refiere que el actor educativo ha de poner en
práctica procesos como la reflexión, autoevaluación, introspección y la
metacognición. Es posible que el sistema de educación formal no le ofrezca
la oportunidad de participar en un proceso de formación con tales
características, pues, se trata que el sujeto asuma el compromiso de
formarse y actualizarse mediante su participación proactiva en su contexto
cotidiano.
En resumen, este tipo de formación académica le ofrece la posibilidad
al actor educativo de alcanzar niveles de reflexividad que lo ayuden a pensar
y repensar su conocimiento tácito y la de conocer concepciones alternativas
a la forma como este ha concebido la realidad personal y contextual.
Asimismo, permitiría que el actor educativo pueda ofrecer a sus estudiantes
experiencias de aprendizaje más gratificantes y que apuntalen la
concienciación del saber tácito. A la vez que, explicitada sus teorías, pueda
redescribir sus concepciones erróneas y avanzar hacia el cambio conceptual.
268
Redescripción de las teorías implícitas y cambio conceptual
269
generar interpretaciones erróneas de la realidad, es decir, en la construcción
de las teorías implícitas sobre un dominio determinado pueden acarrear
ciertos grados de distorsión de la realidad en la que tuvieron su origen. Este
proceso desencadena en la gestación de malformaciones conceptuales que
de modo inconsciente se asimilan como conocimiento tácito.
En este sentido, es completamente viable generar nuevas síntesis de
conocimiento que representen posibilidades de saber alternativas, que se
configuran en modos novedosos, creativos y potencialmente pertinentes para
comprender e interpretar los fenómenos de la realidad social.
Ahora bien, todo ello se orienta a la activación del pensamiento
profundo para explicitar aquello que permanece velado en las entrañas del
pensamiento humano. Esto conduciría a pensar y repensar los significados
que el actor social ha generado inconscientemente en su devenir práctico,
con la intención de redescribir las creencias, supuestos y conocimiento
episódico generado a lo largo de la vida. Al tiempo que ocurre el cambio
conceptual, ya que redescribir tales significados es avanzar en la generación
de cuerpos de conocimientos lógica y coherentemente vertebrados, los
cuales se constituyen en síntesis explícitas de teorías formales.
270
subjetividades implícitas. Estos diálogos son activados deliberadamente por
el agente conductor del proceso de concienciación. Es por ello que se trata
de intervención dialógica, puesto que es una práctica intencionada que busca
la concienciación de los saberes implícitos.
Es una intervención dialógica y deliberada porque se persigue con ella
la generación de la reflexión, procesos cognitivos y la metacognición de los
conocimientos tácitos. Más trascendente aún, las acciones de intervención
intencionadas pueden permitir la metaconcienciación del proceso de
explicitación, lo cual, por ser un proceso más complejo, requiere la
intervención de un agente pedagógico, que cree las condiciones para
generar tan ambicioso evento.
Valdría la pena intervenir de modo dialógico e intersubjetivo con
aspectos esenciales propios del pensamiento humano. Por ejemplo, la visión
cosmológica, puntos de vista, percepciones personales de la realidad y sobre
todo las construcciones episódicas que envuelven gran contenido implícito.
Esta práctica llevaría a la inmersión en el entramado de significados que el
actor cotidiano ha comprendido durante su existencia, valorar la magnitud de
tales representaciones y generar la reflexividad necesaria para la
concienciación.
Componente social
271
La explicitación de las teorías implícitas es posible sólo con la ayuda de
otros. Sea el agente guía u otro acto social, siempre será necesario que
exista el acompañamiento del otro para hacer accesible a la conciencia los
supuestos ocultos en el pensamiento humano. Por cuanto la concienciación
no es un proceso espontáneo, sino que requiere de estímulos externos que
propicien el escenario y las condiciones para que tal evento pueda realizarse
efectivamente.
La dimensión social del proceso de concienciación está constituido por
dos (2) grandes temas que desarrollé en los apartados que siguen: la
educación formal como escenario de interacción social propicio para la
concienciación de las teorías implícitas y la interacción social intersubjetiva
con otros o pares como medio para la concienciación.
272
docentes y estudiantes. En suma la experiencia cotidiana de aula, da paso al
cambio en la conciencia de los supuestos implícitos.
Es por ello que el propósito de mayor ambición del sistema educativo
formal es contribuir en la concienciación de aquello que permanece velado
en el aula de clases. Esto, mediante la interacción dialógica, la intervención
intersubjetiva y las relaciones humanas en general entre sujetos, las vías
más propicias para explicitar aquellos significados ocultos en las entrañas de
quienes forman parte de la educación formal.
Lo anteriormente expuesto deja entrever que el hombre común no va a
la escuela tiene más difícil la explicitación, por sí mismo, de los significados
tácitos. Por cuanto no tienen la oportunidad de interactuar reflexivamente en
los escenarios en los que sí puede participar el actor educativo. Por tanto, las
interacciones sociales que contribuyen en la explicitación, se configuran en
un evento crucial para el proceso de concienciación.
La educación formal, en definitiva, ofrece la oportunidad de pensar,
repensar y reflexionar sobre un gran repertorio de dominios u objetos de
conocimiento representados en las teorías formales. El avance en el
conocimiento y apropiación de las teorías formales y la interacción social que
sobre estos aspectos se desarrollan en el seno de la educación, son los
eventos fundamentales para que el actor educativo pueda concienciar sus
saberes implícitos. Del mismo modo, en educación formal, es necesario
asumir la ruta pedagógica hacia la concienciación, puesto que es la mejor
manera de lograr la explicitación de los conocimientos implícitos y avanzar en
el cambio conceptual
273
cuyo propósito se orienta a coadyuvar a desentramar el entramado de
posiciones cosmológicas, la apropiación de la estructura de las teorías
formales y hacer explicitas las representaciones implícitas que el sujeto tiene
sobre diversos dominios de conocimiento.
El ser humano no es tal, sino mediante el sentido social que se imprime
a su existencia. Y esto se logra mediante las interacciones que se generan
día a día en los contextos cotidianos. Ello no escapa al contexto áulico donde
se realizan innumerables encuentros dialógicos entre sujetos que cumplen el
mismo rol y cuyo propósito es el aprendizaje de una variedad de temas.
Al referirme al sujeto par, me estoy refiriendo a aquellos sujetos que
cumplen funciones similares durante las actividades escolares. En este
sentido, consideramos valioso para el proceso de concienciación que el actor
educativo pueda generar interacciones con sus compañeros o pares durante
el quehacer de aula. En el ámbito universitario, por ejemplo, son valiosas las
interacciones entre estudiantes de pregrado, maestrantes, doctorandos u otro
tipo de compañeros de este nivel de estudio, para la generación de niveles
de reflexividad tales que coadyuven en la concienciación de los saberes
implícitos.
Cuando se interactúa con personas que tienen el mismo nivel en el
procesamiento de información o que tienen la responsabilidad de abordar los
mismos dominios de conocimiento durante las actividades áulicas, tienen
mayor oportunidad de alcanzar procesos reflexivos complejos y de alto nivel
de abstracción. No ocurre lo mismo con aquellas personas que no tienen la
oportunidad de participar en experiencias educativas formales. No obstante,
es posible que pueda acceder a sus significados ocultos mediante la
interacción con personas de su entorno, tales como padres, amigos o
compañeros en las actividades cotidianas y domésticas.
En síntesis, los sujetos que tienen acceso a las interacciones con
iguales, promovidas por la educación formal en los centros de educación
formal, pueden concienciar más fácilmente, y por sí mismo, sus propios
274
saberes mediante la reflexión dialógica estimuladas a través de las
experiencias que pueden vivenciar en grupos, con personas que la proveen
de otras visiones y percepciones relativas a los dominios de conocimiento de
interés.
Componente práctico
275
A este componente lo integran dos aspectos fundamentales que son:
experiencia intuitiva y cotidiana como medio para la concienciación; y la
práctica reflexiva de las teorías formales como vía para la concienciación de
las teorías implícitas.
276
más que se haga revisión y discusión de las teorías formales, no es posible
alcanzar el dominio de los aspectos explícitos sino se vive la experiencia en
la realidad cotidiana.
Asimismo, es posible hacer contrastación entre experiencias, pasadas y
las del presente. Esto es, el sujeto para hacer frente a una situación
problemática concreta puede ir al pasado y recordar elementos de un
episodio vivido para comprender la situación del presente y generar
respuestas adecuadas a una determinada dificultad. En esa comparación de
elementos, el actor social se hace consciente de sus teorías implícitas.
Estas experiencias no se vivencian en solitario, sino que se realizan en
compañía de otros actores cotidianos, los cuales sirven de incentivo en la
activación de la reflexividad que se concreta en la concienciación de las
representaciones implícitas.
277
prácticas reguladas y organizadas deliberadamente. Durante la aplicación de
estos supuestos se generan procesos de pensamiento como la transferencia,
aplicación, relación e intuición. Ello permitiría coadyuvar en la apropiación de
los saberes formales y contribuir en la concienciación de los saberes
implícitos.
Es importante destacar que la reflexión que el sujeto desarrolla debe
estar claramente orientada hacia su propio hacer. Sobre la manera como
ejerce su desempeño en torno a una determinada tarea que involucra un
entramado de conocimientos que desea aprender. Es decir, comprender los
supuestos teóricos, llevar una realidad empírica, y en esa misma medida,
reflexionar sobre lo aprendido, acerca de la relación de esta práctica con los
supuestos implícitos que ya se tienen, puesto que es probable haber
realizado tal tarea en otras oportunidades de forma inconsciente, sin
conocimiento de las teorías formales que la sustentan.
Es por ello que antes de la actividad práctica, es necesario apropiarse
de los supuestos formales para poder activar la concienciación en el acto
reflexivo que conlleva la aplicación de los conocimientos formales. Y no al
revés de la práctica a la teoría, por cuanto el proceso, aunque sea viable, se
hace más infructuoso. Pero desde el plano personal, interpreto que es
posible ir de la práctica a la teoría. De hecho, existen experiencias reportadas
que indican que permiten apreciar que se puede partir del análisis de la
experiencia práctica para luego hacer conexión con los supuestos teóricos
formales.
En el caso de las creencias naturales, la aplicación y comprobación de
los conocimientos científicos se hace generando experiencias operativas en
la realidad objetiva o empírica. Esto supone crear situaciones objetivas en las
cuales se aplican los principios teóricos en una experiencia real o artificial
para contrastar su credibilidad. En cambio, en las creencias sociales y
humanas, no se trata de la comprobación de los supuestos teóricos formales
en una realidad empírica. Se refiere más bien a generar espacios dialógicos
278
para contrastar los supuestos de una teoría con otra. Ello se logra mediante
la interacción dialógica, la reflexión y diálogos intersubjetivos. En este caso
no se habla de validez de los supuestos, sino de la credibilidad de dichos
supuestos para la comprensión de los fenómenos sociales.
En ambos casos, la práctica reflexiva permite la explicitación de los
saberes implícitos. Es decir, permiten alcanzar la relación entre los supuestos
formales y los conocimientos implícitos que se encuentran subyacentes en
las experiencias prácticas. Es un proceso dialéctico que se puede iniciar en
la práctica o en la teoría formal. Lo importante es alcanzar la concienciación
efectiva de los conocimientos implícitos.
Componente Emocional
279
inconsciente interpretaciones de la realidad, lo cual genera curiosidad y la
inquietud de querer saber de aquello que permanece allí velado.
En ese sentido, el componente emotivo lo abordé con el desarrollo de
dos aspectos fundamentales: el entusiasmo por explicitar el conocimiento
implícito y la curiosidad por conocer los significados ocultos propios.
280
Curiosidad por conocer los propios significados ocultos
Componente Lingüístico
281
transitar la senda de la verbalización de los saberes implícitos, una vez
concienciados. Ello permitiría la valoración del grado de explicitación
alcanzado y revisar la congruencia entre teoría expuesta y las acciones que
emprende el actor educativo en su desempeño profesional.
Este aspecto, de suma importancia en el proceso de explicitación, lo
integran eventos como: congruencia entre decir y actuar; el lenguaje como
medio para la interacción dialógica efectiva; el lenguaje como fuente de
significados para la descripción y redescripción de las teorías implícitas; y el
paso del contenido episódico al semántico.
282
manera con que aborda las tareas relativas al dominio de conocimiento que
expone asume en su práctica diaria.
En síntesis, al apropiarse de la teoría formal, el sujeto debe asimilar los
conceptos que la integran a la vez que puede vertebrar coherentemente
mediante su discurso hablado y escrito, de la misma manera que sus
acciones son congruentes con la estructura conceptual que pregona.
Entonces, lo importante es alcanzar la integración entre las dimensiones del
ser integro: pensar, sentir y actuar. Lo cual podrá verse revelado mediante la
correlación entre el lenguaje y las acciones.
283
Son muchas las maneras de generar interacciones dialógicas que
activan los significados ocultos, los cuales se expresan mediante el lenguaje.
Esto se hace evidente las estrategias para la concienciación y en los
espacios de interacción dialógica, tratados anteriormente. Lo importante en
esta parte, es que la mayoría de las técnicas empleadas para la
concienciación utilizan el lenguaje hablado y escrito como el medio para
expresar los significados e interpretaciones del sujeto. Es así como el
lenguaje será un elemento vehiculizador del proceso de explicitación de las
teorías implícitas durante los espacios de interacción entre personas.
Entre las técnicas que promueven los espacios de interacción dialógica
están: pregunta, debate, discusión, otras. Dichas técnicas permiten la
generación del lenguaje hablado, y activan significados ocultos y la
apropiación de teorías formales en torno a un dominio de conocimiento en
particular.
En tanto que para el lenguaje escrito, la técnica más viable es la lectura.
Posterior a la lectura es posible activar espacios de interacción para
compartir los aspectos relevantes encontrados en los documentos
analizados, los cuales pueden tener descripciones de experiencia episódica.
Es decir, contenido implícito o discusiones de las teorías formales. La lectura
se constituye en una técnica fundamental, por cuanto mediante los códigos
escritos se expresa el entramado de conceptos que integran dichos
conocimientos.
284
proyectado mediante frases típicas de un dominio de conocimiento
específico.
Una vez identificadas las frases típicas relativas a un dominio de
conocimiento, es preciso ponerlas a disposición del actor social para que
tome conciencia de la orientación de las teorías ocultas en su pensamiento.
Ello contribuiría a la explictación, por sí mismo, del actor social de sus
significados ocultos. Posteriormente, es necesario que el actor social valore
dicho contenido tácito y pueda sopesar el nivel erróneo de estos a través de
la contrastación de los mismos con las teorías formales históricamente
expuestas. Dado el nivel erróneo que puedan tener las teorías implícitas,
éstas deben adecuarse conscientemente a un nuevo esquema de
conocimiento, mediante la construcción semántica de significados. Así ocurre
la redescripción de las síntesis implícitas.
Estos nuevos significados han de ser estructurados mediante códigos
lingüísticos lógicamente organizados a través de frases descriptivas o
explicativas de los dominios de conocimientos a los que representan. Es por
ello que al describir y redescribir las teorías implícitas, el lenguaje juega un
papel crucial, puesto que permite la verbalización de ambas formas de
conocimiento.
En cuanto a la redescripción de las teorías implícitas, considero
importante resaltar que ello debe ocurrir cuando se cae en cuenta de los
niveles erróneos generados en su construcción. Lo idóneo sería volver a
construir nuevos significados más coherentes, conscientes, semánticamente
bien vertebrados y fundamentados, en los supuestos epistemológicos y
ontológicos de las teorías alternativas. Ello debe reflejarse en la cohesión de
las ideas o frases que versan acerca de los fenómenos a los cuales
describen. Entonces, redescribir significa volver a describir, repensar y
estructurar de modo coherente las ideas que representan las teorías
implícitas para convertirlas en contenido semántico, explícito y formal.
285
La redescripción de las teorías implícitas, por medio del lenguaje, es un
paso importante para alcanzar el cambio conceptual. Al respecto, considero
que la concienciación, para sólo tomar consciencia de los saberes implícitos
sin valorar el carácter erróneo y mucho menos sin ejercer la posibilidad de
alcanzar cambio en su estructura, es un proceso incompleto. Por tanto, el
sujeto requiere reflexionar sobre la adecuación de su saber tácito respecto al
conocimiento formal alternativo con los que hoy se cuenta, como resultado
de los avances innovadores de las teorías formales.
Ahora bien, para que la redescripción ocurra, además del uso de un
lenguaje como medio para la reestructuración semántica del conocimiento,
se necesita que el actor social participe en procesos intencionados de
interacción dialógica, cuyo propósito sea la explicitación y valoración de los
significados ocultos. En este sentido, la educación formal puede orientar
estos propósitos, pero se necesitan procedimientos didácticos orientados a
tal fin. Lo que describo en el segundo hallazgo.
286
difícil, pero no imposible, que el sujeto pueda traducir dicho contenido tácito
en conocimiento semántico organizado.
Como factor fundamental en el proceso de concienciación, el actor
social debe estructurar semánticamente su saber episódico. Ello permitiría
corroborar el grado de concienciación que ha alcanzado el sujeto en el
proceso de explicitación. Es mediante el lenguaje, hablado y escrito, que se
podrá conocer la efectividad de la explicitación del conocimiento implícito. Es
decir, describir de modo coherente y vertebrada la teoría, ahora explícita, que
sustenta sus acciones y que desocultó conscientemente el actor lego.
En adelante, el actor educativo podrá verbalizar de modo eficiente su
teoría cada vez que requiera fundamentar una acción donde esta esté
involucrada. Ello permitirá realizar una práctica más consciente, reflexiva y
deliberada.
287
SEGUNDO HALLAZGO
RUTA PEDAGÓGICA HACIA LA EXPLICITACIÓN DE LAS
TEORÍAS IMPLÍCITAS
288
estudiante, sus preocupaciones, intereses, creencias, conocimiento implícito
y las posibilidades de comprensión del conocimiento formal. Todo ello con el
propósito de provocar la transformación de las creencias y pensamientos
implícitos del estudiante cuando éste logre movilizar los esquemas ya
existentes mediante la comprensión y reflexión crítica del nuevo material
contentivo de los enfoques teóricos alternativos e innovadores (Sacristán y
Pérez Gómez, 2008)
No es posible avanzar en el desarrollo educativo y social si el docente
sólo va a actuar haciendo uso de sus percepciones personales o las síntesis
de conocimiento tácitas que no, necesariamente, guardan relación con los
enfoques innovadores y alternativos explícitos del mundo postmoderno. De
ahí la importancia de formar al futuro docente para el desarrollo de las
habilidades como las de resetear sus estructuras de conocimiento
subyacentes y regenerarse cognitivamente a la luz de los enfoques
alternativos formales.
Esta propuesta didáctica, la he pensado para ser aplicada en el nivel
educativo universitario, por cuanto se requiere que el actor social haya
desarrollado ciertas habilidades de pensamiento que le faciliten la
participación en interacciones dialógicas y en la construcción del
conocimiento, tales como la reflexividad, procesos de pensamiento, la
metacognición y la metaconcienciación. Sin embargo, no descarto la
posibilidad de que pueda ser aplicada en otro nivel del sistema educativo
venezolano donde el estudiante exhiba, en cierto nivel, las habilidades
descritas.
En relación con los objetivos didácticos, éstos deben ser referenciales,
ambiciosos y flexibles. Referenciales, puesto que no deben convertirse en
una camisa de fuerza para el mediador, sino que son una orientación
referencial de las acciones que se emprenderán. Ambiciosos, porque deben
formularse con verbos amplios o abarcadores, que refieran capacidades
289
complejas de alcanzar. Por ejemplo deben emplearse en su formación
verbos como reflexionar, desocultar, explicitar, redescribir, entre otros.
Estas capacidades estarán orientadas a activar la explicitación de los
conocimientos tácitos y la generación del cambio conceptual de los mismos.
Y flexibles, en el sentido de adecuarse a las demandas del contexto
educativo y las características de los participantes en situaciones
contingentes del proceso de aprendizaje cuando así lo requieran. Es posible
reformularlos y adaptarlos a los requerimientos emergentes de la realidad
social.
El agente estimulador del proceso de explicitación ha de plantearse
objetivos pedagógicos que orientaran las acciones y los procesos de aula en
aras de alcanzar niveles elevados de reflexividad en torno al conocimiento
tácito que degeneren en la activación de otros procesos cognitivos, y por
añadidura, la concienciación de los saberes implícitos.
En esta propuesta, los contenidos didácticos los concibo como
conocimientos históricamente expuestos sobre un dominio de conocimiento
en particular. Son, en énfasis, contenidos declarativos que permiten describir
o explicitar los fenómenos naturales o sociales. Se seleccionan luego de
tener claridad de la capacidad y orientación de logro de los objetivos
didácticos. En este sentido, los contenidos contribuirán a alcanzar los
objetivos que orientan la acción didáctica. Así como se hará énfasis en los
contenidos expuestos como teorías formales, también se hará énfasis
especial en los contenidos precientíficos que se configuran en el saber tácito
que el sujeto ya ha construido sobre el dominio de conocimiento de interés.
Este énfasis en el conocimiento tácito tiene que ver con que es necesario
evocar dicho conocimiento para poder contrastar con las teorías formales
durante el proceso de su apropiación.
Es recomendable, que en la selección de los contenidos didácticos se
realice un cuidadoso recorrido por las diversas concepciones, que en el
transcurrir histórico se han expuesto sobre el dominio de interés,
290
especialmente con los enfoques innovadores y alternativos, lo cual se
traduciría en la oportunidad de repensar los supuestos implícitos.
Al docente, lo concibo como un agente proactivo, conocedor de las
teorías formales relacionadas con un amplio campo de conocimiento, con
tendencia al conocimiento multidisciplinar. Capaz de generar experiencias
activadoras de la reflexividad de los participantes. Asimismo, con capacidad
para intervenir intersubjetivamente la realidad social con el propósito de
generar cambios sustanciales en la estructura de conocimiento tácita de los
participantes.
En este sentido, la ruta pedagógica integra una concepción del
estudiante universitario, como un agente constructor de conocimiento valioso,
mediante las interacciones sociales y cotidianas. Un sujeto reflexivo, habido
de experiencias que le permitan aprender, mediante la interacción social
intersubjetiva, nuevos enfoques relativos a la realidad natural y social.
También, es un agente de pensamiento crítico, capaz de transformarse
durante los procesos reflexivos generados en la interacción y la práctica de
los conocimientos formales.
En tanto que las estrategias didácticas, las comprendo como un
conjunto de experiencias de interacción social constructivas orientadas al
develamiento de los conocimientos tácitos, la apropiación de las teorías
formales, la aplicación de los conocimientos, la contrastación teórica, la
redescripción de los saberes implícitos y la valoración reflexiva del cambio
conceptual alcanzado. Las mismas estarán integradas por técnicas y
procedimientos propicios para la concienciación del conocimiento tácito, las
cuales se organizan mediante los momentos de una clase, cuyo orden y
secuencialidad tienen el propósito de coadyuvar en la explicitación de las
teorías implícitas y el cambio conceptual. Estos momentos son:
1. Momento DDTI: Momento del develamiento y descripción de las
teorías implícitas
291
2. Momento ATFA: Momento de apropiación de las teorías formales
alternativas
3. Momento CTFI: Momento de contrastación entre teorías formales y
teorías implícitas
4. Momento ATTF: Momento de aplicación y transferencia de las
teorías formales
5. Momento RTI: Momento de redescripción de las teorías implícitas
6. Momento RCC: Momento de reflexión sobre cambio conceptual
292
obstante, es posible que el docente pueda integrar otros momentos que
puedan contribuir en tal propósito.
Una propuesta similar es presentada por Vogliotti y Macchiarola (2013),
para el desarrollo de la concienciación y el cambio conceptual. Esta
propuesta se expresa que los procesos de reestructuración, explicitación e
integración jerárquica de las representaciones se producen a través de
mediaciones educativas intencionales en la que podemos identificar varios
momentos: descripción de las acciones y prácticas docentes; explicitación de
los principios implícitos, epistemológicos, ontológicos y conceptuales que
orientan la práctica; introducción de problemas o situaciones que den lugar a
la generación y toma de conciencia de los conflictos cognitivos entre las
teorías formales y los datos empíricos; ofrecer teorías alternativas con las
cuales confrontar sus concepciones; y generar la reestructuración de las
acciones o prácticas docentes y los argumentos que las justifiquen.
Puedo apreciar en la propuesta de los autores rasgos similares a lo
develado en el proceso de investigación aquí presente. Por ejemplo, se
aprecia el momento de exploración de los saberes implícitos, la apropiación
de las teorías científica, la contrastación o conflicto cognitivo entre los
saberes empíricos y las teorías formales, la reestructuración o redescripción
de las nuevas representaciones de conocimiento. Observo adicionalmente un
recorrido pedagógico lógico y pertinente en los momentos que componen la
clase para la concienciación. Es por ello que la experiencia presentada por
Vogliotti y Macchiarola (ob.cit) se traduce en un referente importantísimo para
generar la credibilidad de los hallazgos del presente trabajo heurístico.
Para el caso de mi propuesta, recomiendo que se mantenga la
secuencia en los momentos como se indicaron anteriormente, puesto que un
evento es el andamiaje del siguiente. Por ejemplo, para lograr la
contrastación entre las teorías, es necesario que previamente se hayan
develado las implícitas y haber alcanzado la apropiación de las teorías
formales.
293
En cada momento se emplearán técnicas y se activarán procesos que
corresponden a cada uno de los propósitos específicos que se esperan
alcanzar. Estas técnicas y procedimientos serán ampliados en la descripción
de cada momento didáctico que haré en lo sucesivo.
Igualmente las técnicas y procesos se apoyan en recursos didácticos,
los cuales considero como la dimensión física que soportan los contenidos,
en este caso, las teorías formales que se analizan. En lo ordinario, estos
recursos se refieren a las fuentes de información. Se podrá hacer uso de la
literatura en físico y las fuentes electrónicas. Ello porque la lectura será una
de las principales técnicas en el momento de apropiación de las teorías
formales. También, es viable la utilización de recursos de representación
plana y opaca de la información, tales como las láminas de rotafolio y el
pizarrón. Asimismo, recursos con fuente luminosa como la retrotransperencia
y las presentaciones electrónicas. Del mismo modo, se recomienda el
empleo de medios didácticos audiovisuales como la televisión, cine, las
grabaciones en audio y video.
En tanto, la evaluación la concibo como un proceso de valoración
reflexivo y crítico en la que el actor social actúa como un agente regulador de
su pensamiento, aprendizaje y las transformaciones generadas mediante las
interacciones sociales que se originan en el compartir intersubjetivo de
saberes. En este proceso se deben emplear técnicas de evaluación
cualitativa como la observación, entrevista, análisis y la prueba. Cada técnica
de evaluación contará con los instrumentos respectivos, guión de
observación, guión temático de entrevista, guión de análisis y prueba tipo
ensayo. Se realizarán con actividades y tareas que permitirán la generación
de información necesaria para el proceso de evaluación. Se sugiere
actividades como preguntas abiertas, conversaciones, estudio de casos,
discusiones, debates, exposiciones, procesadores de información gráfica,
entre otros.
294
Se espera que en las experiencias evaluativas estén orientadas a
generar la reflexividad de los participantes acerca de los significados tácitos,
develados en el primer momento de la clase, y el nivel erróneo que pudieran
tener estas al contrastarlas con las teorías formales. Es necesario que el
agente orientador del proceso de concienciación enfatice la valoración de
tales aspectos, puesto que con ello estaría enfatizando los objetivos que se
persiguen con la propuesta para la concienciación.
Igualmente, es preciso asumir durante el desarrollo de los momentos de
la clase los tipos de evaluación según el propósito: diagnóstica, formativa y
sumativa. No obstante, sugiero que el énfasis se concentre en la evaluación
diagnóstica y formativa, por cuanto estos tipos fomentarían la explicitación y
la generación del cambio conceptual esperado en el proceso pedagógico
desarrollado. La evaluación diagnóstica ocurrirá en el momento DDII, ya que
en éste ocurre el develamiento y descripción de las teorías implícitas que el
estudiante trae como conocimiento de entrada. La evaluación formativa debe
darse en los momentos ATFA, CTFI, ATF, en los cuales se desarrolla el
abordaje formador de las teorías implícitas y las formales. Mientras que la
evaluación sumativa, se realizaría en los momentos RTI y RCC, por cuanto
en éstos se debe corroborar y afianzar la redescripción de las teorías
implícitas y el desarrollo del cambio conceptual.
295
El propósito del momento DDTI es generar experiencias orientadas a
producir información que permita develar los conocimientos de entrada
implícitos que el actor educativo ha construido acerca de un dominio de
conocimiento en particular. Este dominio de experiencia es el tópico, tema o
aspecto que se pretende estudiar mediante el curso, fase o unidad curricular.
Ello hace que la propuesta didáctica sea versátil, puesto que pueden
construirse teorías implícitas sobre una gran gama de dominios de
experiencias; es probable que sobre los mismos se hayan construidos gran
variabilidad en forma de representaciones tácitas. Es decir, esta propuesta
para abordar una clase que lleve a la concienciación de los saberes
implícitos, puede ser utilizada en diversas áreas del conocimiento en el que
haya posibilidad de concienciar las representaciones mentales implícitas.
La información que se genera a partir de las experiencias para el
develamiento ha de ser procesada mediante procedimiento de categorización
de las frases típicas de cada teoría y posteriormente describir el contenido de
cada teoría a la luz de las propiedades apreciadas en la fuente de generación
de información, de manera tal de conocer el alcance de las proposiciones
que integran dicho conocimiento tácito.
Recomiendo que el develamiento y descripción de la teoría implícita
ocurra antes de que los participantes tengan contacto con las teorías
formales previstas en curso, fase o unidad curricular. Esto con la intención de
minimizar el sesgo del conocimiento tácito. Para que el participante exprese
realmente lo que piensa, opina o cree hasta en ese momento del dominio de
saber en cuestión. Es por ello que el momento DDTI se debe realizar en el
primer encuentro del lapso académico.
También, recomiendo que el momento DDTI sea interrumpido para una
segunda sesión de clase para que el docente tenga tiempo de realizar
categorización de las teorías implícitas subyacentes en la información
generada para develar representaciones tácitas. Así el docente podrá
presentar un análisis completo y fehaciente de las teorías tácitas.
296
Es posible hacer un análisis para cada participante y luego integrar las
teorías develadas mediante un procesador de información que así lo permita.
Para esta tarea recomiendo la utilización de un cuadro sinóptico. Esta técnica
permitirá la integración de las teorías y sus respectivas frases típicas (Ver
cuadro 3). No obstante, se puede hacer un análisis individual, lo cual implica
develar y describir la teoría de cada participante.
297
vivencial en la que el docente está evaluando de una determinada manera.
Entonces, preguntará a los participantes si están de acuerdo con la forma de
evaluar y si no es así que argumentan cómo lo harían. En dicha
argumentación emergen algunas frases que dan luces acerca de la posible
teoría de la evaluación que ellos asumen como verdadera y la más viable
para practicar el proceso de evaluación.
Es posible presentar frases que aludan a una concepción del dominio
de conocimiento en cuestión. Por ejemplo, con el mismo caso de la
evaluación, se coloca la frase “la evaluación es la medición del
conocimiento”. Una vez presentada la frase, se les pregunta a los
participantes si están de acuerdo con ella y si no es así cuales son los
argumentos, en cuanto a su experiencia, que les lleva a estar o no de
acuerdo.
Es importante permitir la participación de todos los estudiantes en el
desarrollo de la discusión. Se trata de develar la teoría individual de cada
uno. Pues se busca el proceso de explicitación y éste es individual. Además
en un momento posterior de la clase cada sujeto debe contrastar su teoría
tácita con las teorías formales del dominio y verse revelado en una o varias
de ellas. También, el docente debe incentivar a los participantes a
argumentar sus puntos de vista sobre la teoría emergente en la discusión. Si
no es así, el docente puede intervenir para solicitar y orientar la discusión al
punto de producir la mayor cantidad de información ilustrada de las teorías
que describen o explican el fenómeno estudiado.
298
viable. El relato debe hacerlo el participante con puño y letra. Además debe
cuidarse que éste contenga dos partes importantes. La primera debe
contener la descripción del episodio vivido por él; y la segunda, la
sustentación que refiere los argumentos de por qué el sujeto considera
exitosa tal experiencia. Por ejemplo, con el mismo dominio de la evaluación,
solicita al estudiante relatar una experiencia de evaluación exitosa vivida por
él y el argumento para considerarla así.
La entrevista y la conversación
299
de clase y no permiten que el docente pueda realizar el encuentro con cada
estudiante al inicio de las actividades de aula. Salvo que el docente utilice
horas y espacios adicionales para realizar los encuentro dialógicos. Esta
alternativa es viable, sólo hace falte el acuerdo entre el docente y los
participantes.
Lo positivo de esta técnica es que con ella se puede generar más
información que en las técnicas anteriores, lo cual permitiría develar y
describir con detalle las propiedades de las teorías implícitas de cada
participante.
300
Categorización y descripción de las teorías implícitas
301
Cuadro 3. Categorización de las teorías implícitas develadas en el
proceso de exploración del momento DDTI
302
que proveen hoy los sistemas de información y documentación. En todo caso
aquellas que complejicen la fundamentación del objeto de conocimiento. La
intención es facilitar al participante una visión más amplia del objeto de
estudio, más allá de sus representaciones implícitas.
No sólo deben integrar los enfoques tradicionales sino que es
importante sugerir fuentes que contengan las tendencias innovadoras sobre
el objeto de conocimiento. Ello con la intención de proponer al participante
una multiplicidad de visiones que le permita ir más allá de sus perspectivas
implícitas.
El proceso de apropiación de las teorías explícitas debe ser abordado
mediante las técnicas de interacción dialógica y por aquellas que permiten el
procesamiento y representación gráfica de la información. Es vital para este
momento de la propuesta didáctica emplear técnicas que coadyuven en el
tratamiento eficiente del conocimiento formal. Lo mismo ocurre con los
recursos de esta parte de la metodología para la concienciación. Es posible
emplear desde el tradicional texto a las innovaciones pedagógica que hoy se
cuenta.
Entre las técnicas didácticas, favoritas, para el momento de apropiación
del saber implícito puedo citar: debate, discusión, lectura, mapa conceptual,
cuadro sinóptico, ideograma, mapa semántico, línea de tiempo, otras.
La lectura representa la principal técnica para lograr la apropiación de
las teorías formales. Ésta permite la decodificación y el análisis de la
diversidad de enfoques y posturas que formalmente se han desarrollado
teóricamente acerca del dominio de estudio. La lectura antecede a las
técnicas de interacción dialógica y a las de pensamiento y representación
gráfica de la información.
Se espera que se realice una lectura profunda y crítica de los
contenidos y no una revisión superficial. El docente debe promover la
inquietud del participante para leer y analizar la esencia de los
planteamientos que los autores hacen. También discriminar entre un enfoque
303
y otro, al tiempo que reconozcan la diferencia entre uno tradicional y otro
innovador. Es importante que, por medio de la lectura, los participantes
analicen el recorrido evolutivo experimentando el desarrollo teórico del objeto
de conocimiento.
Después la lectura se debe emplear técnicas de procesamiento y
representación gráfica de la información. Entre las más valiosas se tiene:
Ideogramas, mapa conceptual, mapa semántico, cuadro sinóptico, línea de
tiempo, otros. En este caso me atrevo a sugerirlas, pero en la literatura sobre
didáctica y estrategias se puede encontrar un abanico de técnicas que
pueden ayudar a alcanzar los propósitos del momento ATF.
Una vez elaborados los procesadores de información se aplican las
técnicas de interacción dialógica para generar discusión y debate acerca de
los aspectos más relevantes referidos a las teorías formales desarrolladas.
En el caso de la discusión, recomiendo asignar una parte de los aspectos
tratados a cada participante, quien tendrá la responsabilidad de incorporar a
la discusión general del dominio de conocimiento.
Para el caso del debate, es recomendable dividir el grupo total de
participantes en dos subgrupos. Luego se le asigna a cada grupo enfoques,
autores y posiciones opuestas sobre el dominio de conocimiento para que
interactúen esgrimiendo fundamentos teóricos que lleven a concluir cuál es la
mejor posición o concepción que más adecuadamente explique el objeto de
estudio.
Durante la realización de la lectura, procesamiento e interacción
dialógica de la información relacionada con la teoría formal, la participación
del docente es fundamental, puesto que es este el encargado de orientar
tales eventos y asegurar que el participante, en realidad, pueda apropiarse
del conocimiento formal. Sin el dominio de los mismos será infructuoso
avanzar al siguiente momento orientado a la contrastación de los
conocimientos implícitos, develados en el momento DDTI y el conocimiento
formal aprehendido en el momento ATF. Mediante la evaluación o valoración
304
constante de las tareas que se desarrollan en cada momento de la sesión de
trabajo, se podrá orientar y reorientar el logro de los propósitos dispuestos
para cada momento.
305
Después con la técnica de la pregunta se guía la relación entre las
formas de conocimiento estudiadas. Por ejemplo, siguiendo el caso del
dominio evaluación de los aprendizajes, el docente puede preguntar ¿qué
relación encuentran entre las teorías develadas en lo que usted dijo al inicio
de la clase y lo que aprehendió en el procesamiento de la teoría formal? ¿En
qué se parece lo que usted dijo al inicio de la clase en el grupo de discusión y
las concepciones de la evaluación desarrolladas por los autores estudiados?
¿Con cuál de las concepciones teóricas de la evaluación se relaciona lo que
usted expresó?
En consecuencia, la exposición y la pregunta permitirán el acercamiento
entre las concepciones implícitas y el conocimiento formal. Del mismo modo
permitirán la reflexión que debe desembocar en la concienciación del saber
tácito. En este momento del proceso, el docente debe revelar habilidades
para generar el impacto necesario en el participante y lograr la
concienciación. No obstante, el logro del propósito de este momento
dependerá del éxito alcanzado en los anteriores momentos.
306
Además que el sujeto afiance los conocimientos formales y abandone los
posibles supuestos implícitos erróneos que viene reflexionando.
En el momento ATTF, el docente debe exhibir altos niveles de
creatividad para generar las experiencias más adecuadas con las cuales el
participante podrá ver envueltos los conceptos, principios y propiedades de la
teoría formal que aprehende. Estas experiencias pueden ir desde el análisis
de situaciones cotidianas vivenciales a la simulación de los fenómenos en
espacios y condiciones artificiales. Pero recomiendo como la forma más
conveniente, el acercamiento a la realidad intuitiva. Ello permitirá generar
reflexión profunda en relación con el conocimiento episódico que ya el
participante tiene, lo cual facilitaría la explicitación y encaminarse al cambio
conceptual.
Son variadas las técnicas didácticas que se pueden emplear en este
momento. Lo fundamental es la experiencia directa. Esta técnica consiste en
acercar al participante a la realidad concreta. Es decir, consiste en analizar
los fenómenos in situ. Esta manera de abordar las teorías formales se puede
acompañar con técnicas tales como: trabajo de campo, visitas guiadas,
paseos e interacción social en escenarios reales.
Ahora bien, cuando el escenario real no es accesible para el análisis
práctico de los conocimientos formales, es necesario recrear los fenómenos
estudiados en escenarios artificiales. En este caso, puede utilizarse espacios
como laboratorios, talleres o el mismo ambiente de clase, para generar de
modo artificial los fenómenos naturales y sociales objeto de estudio. Estos
espacios, aunque no representan al fenómeno en la realidad, permitían la
generación de silogismos necesarios para la comprensión de la vigencia de
las teorías formales en la realidad física y social.
En los espacios artificiales es recomendable utilizar técnicas como:
ejercicios prácticos, resolución de problemas, estudio de casos, simulación,
dramatización, otros. Cuando el objeto de estudio es un fenómeno natural,
las técnicas recomendables son los ejercicios prácticos, simulación y
307
solución de problemas. Mientras que si el objeto de análisis es un fenómeno
social, lo viable sería emplear estudio de casos y la dramatización. Por
ejemplo, retomando el dominio evaluación de los aprendizajes para analizar
las concepciones teóricas de la evaluación, es posible presentar estudios de
casos que representan la manera de desarrollar un proceso evaluativo desde
el punto de vista de una concepción en específico. Además, el grupo de
estudiantes puede generar una dramatización del mismo proceso evaluativo;
pero haciendo énfasis en una concepción de este proceso en específico.
La tarea del participante en el análisis de estudio de caso o de la
dramatización, sería reconocer los fundamentos, principios o propiedades de
la teoría formal en el desarrollo del proceso descrito o vivenciado por las
técnicas mencionadas.
Otra manera sería, siguiendo con el mismo caso de la evaluación, llevar
al participante a realizar una visita en un centro educativo para que observe
la clase de un docente en su escenario real. Esto con el propósito de
analizar la concepción de la evaluación que el docente de aula pone en
práctica en el proceso de aprendizaje llevado a cabo. En esta situación, el
estudiante analizaría la práctica del docente y describiría la concepción y las
propiedades de ésta que el actor escolar aplica en la realización del proceso
evaluativo.
308
representaciones mentales y la congruencia entre lo expresado y las
acciones desarrolladas por el actor educativo.
Lo anterior sugiere dos vías para alcanzar la redescripción de las
teorías implícitas. La primera, mediante la utilización de técnicas que
estimulan la verbalización de las nuevas representaciones mentales, ahora
explícitas; y la segunda, se puede lograr mediante la utilización de tareas que
permitan corroborar la relación congruente entre lo dicho en la primera
manera y la puesta en práctica de tales conocimientos.
En el caso de las maneras de verbalizar las representaciones
redescritas se pueden instrumentar técnicas como la pregunta,
composiciones o resúmenes, ensayo escrito, estudio de casos, otras. La
intención en el uso de estas técnicas es que el estudiante repiense sus
percepciones personales relacionadas con el objeto de estudio; pero que
dicha actividad cognitiva sea verbalizada mediante la producción escrita y
reflexiva. No obstante, en el proceso de verbalización de los supuestos
redescritos, es necesario que el docente guía procure que, en el proceso de
redescripción, lo expresado integre los supuestos de los enfoques
innovadores y alternativos que sugieren las teorías explícitas formales.
Volviendo al dominio de conocimiento evaluación de los aprendizajes,
las técnicas mencionadas pueden ampliarse de varios modos. Al generar una
pregunta que permita al estudiante expresar su concepción explícita de la
evaluación. Por ejemplo: una vez revisados los fundamentos teóricos
formales de la evaluación; ¿Cuál es tu concepción de la evaluación?
Argumenta, para el caso de composición o resumen. También pedirle
elaborar un resumen acerca de las concepciones alternativas que en la
actualidad se tienen sobre la evaluación de los aprendizajes. En cuanto al
ensayo escrito, solicitamos al estudiante elaborar una producción
argumentativa de la evaluación histórica de las concepciones de la
evaluación en el tiempo y él sustente sobre las bondades de los enfoques
innovadores en el mencionado dominio.
309
En relación con los estudios de casos, es posible presentar por escrito
al estudiante un conjunto de situaciones reales o hipotéticas que representan
la actuación de un docente, el fin es que lo analicen y expliquen de acuerdo
con el enfoque o concepción de la evaluación implícita. Puede ser al
contrario, solicito al estudiante redactar una situación que refiera la aplicación
práctica de la evaluación orientada por un docente en la cual se evidencie
una concepción específica, y explicar con argumentos.
En cuanto al segundo modo para fomentar la redescripción de las
teorías implícitas, la disminución de la congruencia entre lo verbalizado y las
acciones, puedo abordarlas, asignando a los estudiantes ejecuciones
prácticas de las teorías innovadoras y alternativas que se conocen sobre los
dominios de conocimientos estudiados. Por ejemplo, en el caso del dominio
evaluación de los aprendizajes, podemos asignar a los participantes la
programación y ejecución práctica de concepciones innovadoras de la
evaluación en un escenario real. En ese caso, el estudiante generará
experiencias evaluativas atinentes a una concepción o enfoque teórico de
este dominio de conocimiento. Al programar y ejecutar conscientemente, el
sujeto generará reflexión que le permitirá redescribir sus representaciones
implícitas. Todo ello debe ocurrir con la ayuda y supervisión del agente guía
del proceso de explicitación y redescripción de los supuestos implícitos.
Como mencioné en párrafos anteriores, este proceso no es espontáneo, sino
que requiere de la participación consciente de agentes externos.
310
los eventos de la clase. Esto quiere decir que la reflexión y la explicitación de
los cambios conceptuales son procesos que se activan desde el primer
momento de la clase y se extiende hacia el resto. Este momento lo he
colocado al final sólo por responder al orden pedagógico que
tradicionalmente se le ha dado a la secuenciación lógica de una clase. Por
ello no es necesario esperar el final del proceso didáctico para generar
espacios de reflexión y explicitación de los cambios conceptuales que el
participante va alcanzando a lo largo de las interacciones pedagógicas.
En consecuencia, estimo que el cambio conceptual puede generarse en
cualquiera o en todos los momentos integrados en la propuesta didáctica
para la explicitación de las teorías implícitas. Pero es importante que en el
momento RCC el agente guía del proceso de explicitación formalice los
propósitos de este momento mediante la generación de experiencias
reflexivas y de explicitación de los cambios conceptuales alcanzados o en
desarrollo. Es posible encontrar que los participantes se encuentren en un
proceso de transición de los supuestos personales implícitos a las teorías
formales explícitas. Por tanto, este estado requiere más que nunca la
intervención del agente facilitador del proceso de concienciación. Bien sea
para afianzar los cambios positivos alcanzados o bien para proponer
experiencia para retomar y potenciar los cambios que se encuentran en el
estado de desarrollo.
La interacción dialógica es la vía fundamental para generar la reflexión
y concienciación del cambio conceptual. Como registré a lo largo de los
momentos de la ruta pedagógica, la interacción dialógica es una manera
indescartable para alcanzar todos los propósitos de los momentos de la clase
para la concienciación y el cambio conceptual.
Esta interacción puede generarse con técnicas como la pregunta,
diálogo, discusión, otras. Lo importante es que el actor social alcance
concienciar los cambios representacionales alcanzados en los conocimientos
precientíficos de entrada. En el caso de la técnica de la pregunta, y
311
continuando con el dominio de conocimiento evaluación de los aprendizajes,
se puede generar interrogantes, entre ellas: ¿cómo concebías la evaluación
al inicio del curso y cómo la concibes ahora, luego del análisis teórico
realizado? Asimismo en el caso del diálogo, el agente facilitador puede pedir
a los participantes que comuniquen de modo espontáneo sus reflexiones
sobre los cambios generados en la manera de concebir la evaluación de los
aprendizajes. En este diálogo puede intervenir el agente facilitador con sus
apreciaciones personales para generar mayor participación de los
estudiantes.
312
SÉPTIMA LABOR
LA TESIS Y LA REFLEXIVIDAD DEL INVESTIGADOR:
LA OBRA EPISTÉMICA DEL ARTESANO INTELECTUAL
La tesis:
Ruta pedagógica hacia la explicitación de las teorías
313
manera como se interrelacionan elementos y dimensiones que constituyen tal
proceso. Cada componente no se desarrolla por separado, sino que de
manera dialógica y engranada se integran de manera armónica. Un
componente requiere del otro, así de modo cíclico, dinámico y dialógico
permiten alcanzar la concienciación del conocimiento tácito.
Esta construcción teórica que describe la arquitectura del proceso de
concienciación supera la visión restringida de la explicitación como una mera
actividad cognitiva, lo que lleva a la necesidad de ampliar la concepción del
proceso y relacionarla con otras dimensiones igualmente importantes e
indispensables. Del mismo modo, el resto de los componentes aportan
relevancia al mencionado proceso.
En tal sentido las personas, palabras, experiencia e interacciones
sociales, representan piezas claves en el desarrollo del proceso de
concienciación. La actividad cognitiva y en solitario no es suficiente para la
activación y desarrollo de los mecanismos que conducen a la explicitación de
los conocimientos implícitos. De allí que, la concienciación no es un proceso
que se realiza en solitario, sino que requiere de la ayuda del otro.
Estas dimensiones del proceso de concienciación se caracterizan por la
necesidad irrenunciable de la ayuda de otros. Lo emocional, pedagógico,
lingüístico y pedagógico son aspectos fundamentales de la existencia
humana y se constituyen en aspectos vitales para establecer relaciones
intersubjetivas con los demás actores sociales. En otras palabras, la
arquitectura del proceso de concienciación, representa la posibilidad de
concebir el mencionado proceso de modo complejo, humano, que trasciende
lo cognitivo-racional y se configura en un proceso de intercambio de
subjetividades, recursivo y dialógico que se desarrolla en el seno de la
realidad social.
Este proceso por ser eminentemente pedagógico, se caracteriza por la
necesidad de ser conducido de manera intencional y deliberada por otros. En
consecuencia, en procesos educativos formales, es necesario que el docente
314
asuma la ruta pedagógica hacia la concienciación de las teorías implícitas,
cuyo propósito es diseñar experiencias de aula para avanzar en la
consecución de la concienciación del saber tácito.
La ruta pedagógica para la concienciación está constituida por un
conjunto de momentos lógica y sistemáticamente organizados de manera
que garanticen la explicitación de las teorías implícitas referidas a ciertos
dominios de experiencias. Estos dominios serán seleccionados por el
docente de acuerdo con las áreas de conocimiento que enseñan durante la
administración de los cursos o cátedras. De allí que, no es suficiente con
conocer la arquitectura del proceso de concienciación sino que es necesario
generar experiencias pedagógicas para conducir al estudiante por cada uno
de los momentos de la ruta pedagógica, que son: develamiento y descripción
de las teorías implícitas (DDTI); momento apropiación de las teorías formales
alternativas (ATFA); contrastación entre teorías formales y teorías implícitas
(CTFI); aplicación y transferencia de las teorías formales (ATTF),
redescripción de las teorías implícitas (RTI); reflexión sobre el cambio
conceptual (RCC).
La ruta para la concienciación es una construcción alternativa que
busca refutar las prácticas pedagógicas centradas en la memorización de
contenidos disciplinares, en las cuales la reflexión crítica, cambios y
transformaciones no tienen cabida. Es así como dicha ruta es la vía para
desarrollar prácticas pedagógicas más conscientes que apunten hacia los
cambios conceptuales y la incorporación consciente de innovaciones
educativas.
En lo ontológico, la ruta hacia la concienciación de las teorías implícitas,
la concibo como un proceso de interacción dialógica entre docentes y
estudiantes, entre saberes cotidianos y conocimiento científico, mediante
encuentros dialógicos e intersubjetivos. La concibo como una pedagogía en
constante proceso de construcción y transformación a partir de la
experiencia, la reflexión y los aportes innovadores de la pedagogía, mediante
315
un proceso de interacción dialógica e intersubjetiva entre docentes y
estudiantes, los cuales comparten sus visiones y reflexionan acerca de
saberes cotidianos y el conocimiento científico.
En atención epistemológica, la ruta hacia la concienciación la defino
como un proceso complejo y dinámico de interacción intersubjetiva,
multidimensional, consciente e intencional, que permite la construcción y
concienciación de cuerpos de conocimientos explícitos, coherentes y
semánticamente bien estructurados, guiados de forma consciente y
deliberada por agentes que conducen a sus estudiantes durante el proceso
de concienciación de los conocimientos implícitos.
En cuanto a la dimensión metodológica, la ruta hacia la concienciación
se sustenta en la pedagogía crítica, como una fuente generadora de
conocimiento crítico, reflexivo y orientado hacia el cambio y la transformación
social y educativa. En si el proceso de concienciación se logra mediante la
conjugación del pensamiento crítico, la práctica cotidiana, las emociones y
actitudes necesarias durante los procesos de interacción social e
intersubjetivas que se desarrollan en el aula de clases. Ello requiere la
construcción de estrategias, constituidas por métodos, técnicas y
procedimientos propicios para la concienciación de los saberes implícitos.
Estas estrategias deberán estar orientadas a constituir con el resto de
los elementos del proceso, la tuta pedagógica hacia la concienciación de las
teorías implícitas. Además, las técnicas y procedimientos deberán ser
integrados en la ruta pedagógica para la concienciación, en cada uno de los
momentos definidos en dicho recorrido didáctico.
La ruta hacia la concienciación ofrece una variedad de técnicas y
procedimientos que el agente conductor del proceso podrá adoptar para
recorrer la mencionada ruta. Asimismo, dichas técnicas y procedimiento son
de naturaleza creativa. Unas de estas técnicas creativas son: mapa mental,
mapa conceptual, ideogramas, entre otros.
316
En síntesis, la ruta pedagógica hacia la concienciación de las teorías
implícitas es una construcción teórica alternativa cuyo propósito es promover
prácticas pedagógicas que conduzcan a los estudiantes hacia la
concienciación y reflexión crítica de los dominios de conocimientos que
aprenden. En este sentido, se constituye en “la obra epistémica del artesano”
por cuanto representa la construcción interpretativa epistémica generada
durante el proceder heurístico desempeñado por mi persona durante la
investigación.
317
quedado hasta allí, sólo en el develamiento por un agente externo de las
teorías implícitas del otro. Luego de ello el sujeto sigue actuando guiado por
sus representaciones implícitas. Sin cambio, ni reflexión, ni la oportunidad de
conocer ese conocimiento tácito que vive en él.
Esta tendencia de los procesos investigativos que he conocido hasta
ahora sobre las teorías implícitas, ha llevado a generarme muchas
interrogantes, como: ¿todos los seres humanos tenemos teorías implícitas?
¿Yo también tengo teorías implícitas? ¿Cuáles serán las mías? ¿Por qué las
teorías implícitas no son accesibles a la conciencia? ¿Qué pasa si las teorías
implícitas son positivas? Si son positivas ¿el sujeto puede crecer, ser
exitoso? ¿Qué pasa si las teorías implícitas son negativas? Si son negativas
¿el sujeto es un fracasado, puede ir en detrimento de su persona? ¿Es
importante que el sujeto sea consciente de sus teorías? ¿Cómo puede el
sujeto hacer consciente de sus teorías? Luego de hacerlas conscientes
¿cambia el sujeto?
Las últimas tres interrogantes me llevaron a generar este proceso
investigativo, al menos para intentar responder tales inquietudes. Pero a su
vez, el transitar por el proceso heurístico llevó a generarme otras cuestiones
concretas sobre las teorías implícitas y la posibilidad de hacerlas
conscientes. Estas son: ¿qué y cómo hacer para que el conocimiento tácito
sea accesible a la conciencia humana? ¿Qué impacto tendrá para el sujeto
darse cuenta que ha estado actuando con un conocimiento tácito que
distorsiona la realidad? ¿Qué posibilidades tiene el actor social como sujeto
cognoscente para repensar tales significados subyacentes e inconscientes?
¿Cómo puedo contribuir como docente a que otros puedan ser conscientes
de su conocimiento tácito? ¿Es posible, una vez que el sujeto sea consciente
de su saber implícito, generar cambios conceptuales en la estructura de
pensamiento tácita?
Las categorías develadas en el proceso investigativo permiten
acercarme a las respuestas de las interrogantes que me han inquietado
318
respecto a las teorías implícitas y a la manera de explicitarlas. Las cuales se
constituyen en dos grandes hallazgos a los que me llevó el proceso
heurístico mediante el método de análisis teoría fundamentada. El primer
hallazgo, se refiere a la construcción teórica que permite describir la
arquitectura del proceso de explicitación de las teorías implícitas; el segundo,
la ruta pedagógica hacia la concienciación, cuyo propósito es el de generar
un proceso pedagógico orientado a la explicitación de las teorías implícitas
por los sujetos participantes del proceso educativo a nivel superior.
La primera categoría, explicitación de las teorías explicitarías: un
proceso pragmático, significó para mí la oportunidad de reflexionar acerca del
sentido práctico que refiere la construcción de las teorías tácitas, y del mismo
modo, el proceso de concienciación. Es lógico pensar que así como se
produce la generación de las teorías, se realiza también su explicitación. Ello
me llevó a reflexionar acerca de que el mencionado proceso no se logra
solamente con la contemplación del fenómeno u objeto de estudio a
concienciar, se trata en consecuencia, de generar acciones lógicas e
intencionadas para despertar el conocimiento episódico que permanece
dormido en el pensamiento del actor educativo.
Esta categoría me permitió igualmente darme cuenta de la
funcionalidad que ejercen algunas acciones en la vida del sujeto. Esto
significa que el actor estudiando valora constantemente su actuación frente a
ciertas tareas y puede seguir repitiendo aquellas que mejor le permiten
abordar las situaciones cotidianas diarias. No obstante, para alcanzar la
concienciación, el sujeto debe contrastar estas acciones o maneras de
abordar las tareas cotidianas con los conocimientos formales. En este
momento se activan procesos de reflexión y demás eventos cognitivos que
dan paso a la explicitación de las teorías implícitas.
La categoría concienciación del proceso pragmático me permitió la
comprensión del mismo no sólo como un evento netamente práctico, sino
como un sistema holístico constituido por otras dimensiones como: cognitiva,
319
práctica, pedagógica, social, emocional y lingüística. Al inicio de la
investigación tuve la impresión de que la explicitación de las teorías implícitas
era un proceso netamente cognitivo, pero el avance en el análisis de la
evidencia me reveló que más allá de cognitivo, otras dimensiones de la
realidad humana constituían el mencionado evento.
La segunda categoría, componente cognitivo del proceso de
explicitación de las teorías implícitas, significó la oportunidad de ampliar el
tipo de actividad de pensamiento que conlleva a la concienciación del saber
tácito. La reflexión sobre este aspecto gira en torno a dos vertientes
fundamentales. La primera, el pensamiento es el asidero de las teorías
ingenuas del hombre de la calle. Por tanto, todo proceso concerniente al
tratamiento de éstas debe ocurrir en la cavidad craneal. Y la segunda,
durante el proceso de explicitación, la actividad cognitiva va desde la
activación de procesos básicos de pensamiento hasta alcanzar complejidad
superior, como la metaconcienciación. Esto sugiere la concienciación del
proceso de concienciación.
La metaconcienciación ha implicado para mí la posibilidad de
reflexionar sobre un aspecto que nunca esperé encontrar en el proceso
heurístico que una vez decidí emprender. Representa una categoría cuyo
contenido refiere un alto desafío para su comprensión y para su activación
durante el proceso de explicitación. Es por ello que considero que el proceso
de concienciación debe alcanzar la metaconcienciación como un mecanismo
necesario para la consolidación del cambio representacional o conceptual.
No es básicamente concienciar el contenido representacional tácito sino que
lo verdaderamente trascendente es avanzar a la redescripción de los
significados del conocimiento tácito.
La tercera categoría, componente pedagógico del proceso de
explicitación de las teorías implícitas, representó el concepto con más
subcategorías, propiedades y dimensiones, generadas en el proceso de
producción de información y categorización. Además, considero que el
320
componente pedagógico representa la categoría más significativa, puesto
que integra al resto de los componentes en la propuesta didáctica para la
concienciación. En el transcurrir de las subcategorías de la dimensión
pedagógica se puede apreciar el recorrido didáctico cuyo proceso es el de la
explicitación de las teorías implícitas.
Es interesante apreciar que la secuencia lógica de las subcategorías
relativas al componente pedagógico permite describir una ruta didáctica a la
explicitación del saber inconsciente. Este hallazgo representó en mí un punto
de reflexión sobre mi propia práctica pedagógica. En el curso de evaluación
de los aprendizajes había desarrollado un recorrido pedagógico parecido al
explictado en este componente. De ahí que fue muy sencillo para mí usar las
experiencias en este curso como ejemplo en cada uno de los momentos de
la didáctica para la concienciación de las teorías implícitas.
Del mismo modo, la reflexión que alcancé en la comprensión e
interpretación de la evidencia relacionada con el componente pedagógico me
permitió ampliar la visión acerca de participación intencional como agente
facilitador o mediador de la explicitación del conocimiento implícito. En
adelante, mi intervención de las representaciones mentales de los
participantes ha de ser un proceso más consciente e intencionado cuyo
propósito es alcanzar el cambio conceptual de las concepciones erróneas
que el estudiante puede tener sobre el dominio de conocimientos de interés
pedagógico.
Deseo, desde lo más profundo, que lo interpretado y descrito en los
hallazgos de este proceso heurístico, especialmente sobre el componente
pedagógico, genere en los docentes que tendrán la oportunidad de leer esta
obra, el mismo o mayor impacto que el que se gestó en mí. Un impacto que
más allá de lo emocional, está lo relativo a la reflexión del modo como venía
abordando las experiencias de aula. Puedo decir que, desde el punto de vista
pedagógico, no soy el mismo. He alcanzado, en estos espacios de reflexión
durante el encuentro con la evidencia y las categorías, la posibilidad de
321
concienciar otros propósitos pedagógicos que superan la comprensión
irreflexiva y memorística de los contenidos didácticos que hasta este día me
había tocado enseñar.
La cuarta categoría, componente social del proceso de explicitación de
las teorías implícitas, me llevó a razonar que la explicitación de los
conocimientos tácitos, no es un evento que ocurre en solitario, sino que
requiere de la interacción intersubjetiva entre sujetos. Este proceso requiere
la intervención propositiva de otros actores, por tanto la concienciación
ocurre en el seno de las interacciones sociales entre individuos.
El componente social legitima la tesis de la construcción social del
conocimiento, y del mismo modo, la redescripción de los supuestos
implícitos a través la interacción dialógica que se origina en el aula de clase
en torno a las teorías formales. En este sentido la contribución de los teóricos
tradicionales e innovadores y la del docente estimulador es crucial para
lograr la explicitación y redescripción de los conocimientos tácitos. Aunque la
contribución de los teóricos no es persona a persona, esta contribución
puede ser mediada por agentes estimuladores que rodean el actor social en
su contexto natural.
La quinta categoría, componente práctico del proceso de explicitación
de las teorías implícitas, me permitió reflexionar acerca de la premisa que
refiere que la concienciación de los supuestos tácitos no ocurre con la nueva
contemplación del objeto de conocimiento. Es necesario accionar para
estimular el mencionado evento. Este accionar supone la operatividad de los
principios teóricos en situaciones cotidianas concretas reales. No obstante,
cuando los escenarios reales no permiten el discurrir práctico de los
conocimientos, es posible acceder a realidades artificiales para concretar
procedimientos objetivados que lleva a la concienciación del saber ingenuo.
La dimensión práctica del proceso de concienciación es cónsona con la
manera en que se construyen los saberes implícitos, puesto que éstos son
gestados a lo largo del devenir práctico. Es decir, las teorías implícitas se
322
construyen durante las acciones cotidianas y se asimilan como conocimiento
mayormente episódico. Ello supone que es completamente lógico que el
proceso de concienciación de este tipo de saber sea también mediante el
acontecer operacional.
La sexta categoría, componente emocional del proceso de explicitación
de las teorías implícitas, me lleva a reflexionar que el mencionado proceso no
está ligado únicamente con aspectos como conocimiento, memoria y la
razón. Pues, existe también la posibilidad de que la explicitación del saber
tácito requiere de estados emocionales positivos. Es necesario que el sujeto
concienciador de su saber inconsciente requiere experimentar emociones
como entusiasmo, inquietud y curiosidad por conocer acerca de sus estados
mentales inaccesibles a su conciencia espontáneamente.
La séptima categoría, componente lingüístico del proceso de
explicitación de las teorías implícitas, representó para mí un concepto muy
importante, porque la explicitación aunque no necesariamente implica la
verbalización del conocimiento, es posible que éste sea semánticamente y
coherentemente estructurado. En lo personal, reconozco como un aspecto
transcendente el que el sujeto durante o después del proceso de
concienciación tenga la oportunidad de verbalizar su conocimiento implícito,
puesto que ello le permitirá percibir el carácter erróneo que éstos puedan
tener. Del mismo modo, pienso que la verbalización puede permitir la
redescripción de los supuestos implícitos para avanzar en el cambio
conceptual. De ahí que estoy convencido que el componente lingüístico es
un evento impostergable en el proceso de concienciación de las teorías
implícitas.
Es a través del lenguaje que será posible avizorar, en su más amplia
dimensión, la complejidad de los supuestos implícitos, las concepciones
aceptables y aquellas erróneas que el sujeto tiene sobre una variedad de
dominios de conocimiento. También, comprendo que en el develamiento de
323
las teorías implícitas hasta el cambio conceptual, la dimensión lingüística,
jugará un rol preponderante.
El primer hallazgo, la arquitectura del proceso de concienciación de las
teorías implícitas, personalmente generó un impacto fantástico en mí. Nunca
pensé que el proceso heurístico que desarrollé, permitiera tan significativos
hallazgos. Esta construcción teórica, considero que es lo suficientemente
amplia para describir el proceso que sigue el sujeto para explicitar, por sí
mismo, los significados ocultos construidos a lo largo de su experiencia
práctica. No obstante, puede ser ampliada y corroborada por otros
investigadores en el futuro. Es posible que a parte de sus componentes
develados, pueda haber otros que no emergieron en esta investigación. Por
ejemplo, el componente neurofisiológico. Sobre este componente, que
sospecho forma parte del proceso de concienciación, no emergieron
evidencias, en tanto propiedades y dimensiones, que pudieran corroborar su
relación con el proceso en cuestión.
Ahora bien, conocer sobre el componente neurofisiológico puede
significar una nueva investigación que otra persona pueda emprender. En
esta oportunidad el muestreo teórico me llevó a pensar en un neurocientífico
como informante valioso para generar información sobre tal componente.
Pero el contexto donde la investigación se generó no ofreció el contacto con
este tipo de informante. Además porque en los objetivos de la investigación
se indicó que los informantes serían docente y otro tipo de profesional que se
desempeñe como educador.
Quiero significar con esto que la investigación que desarrollé no
permitió responder todas las interrogantes que planteé al principio de esta
parte. Me queda la inquietud de saber cuál es la apreciación que tendrían
otros actores, como el neurocientífico, sobre el objeto de estudio.
Del mismo modo, quiero expresar que la teoría sustantiva generada en
el primer hallazgo representa la apreciación que tienen los actores sociales
del contexto que se desarrolló y que sólo es pertinente para los actores que
324
se desenvuelven en tal contexto. Con ello y dado que la generalización no es
un principio de la investigación cualitativa, deseo que la construcción teórica
que construí en este primer hallazgo pueda ser ampliada y nutrida por
investigadores en estos contextos y realidades sociales.
Además, deseo que lo trascendente de la teoría sustantiva sea objeto
de inspiración para otros investigadores y objeto de aplicación para los
docentes que laboran en el nivel educativo universitario. Esta construcción
teórica, complementada en el segundo hallazgo, ruta pedagógica para la
concienciación de las teorías implícitas, puede nutrir el trabajo pedagógico de
muchos docentes que desean que sus estudiantes puedan aprender crítica y
reflexivamente, a la vez que explictan y redescriben sus concepciones
implícitas.
El segundo hallazgo, ruta pedagógica para la explicitación de las teorías
implícitas y el cambio conceptual, representa el recorrido pedagógico que un
docente debe seguir para generar en sus estudiantes el proceso de
explicitación del conocimiento tácito y la redescripción de las posibles
concepciones erróneas que los participantes pueden tiener sobre un dominio
en particular. Esta propuesta integra los momentos de una clase lógicamente
secuenciados para abordar el trabajo de aula con perspectiva crítica y
reflexiva.
La experiencia docente me ha permitido apreciar que comúnmente los
contenidos son abordados de manera memorística e irreflexiva durante el
recorrido pedagógico. Por tanto, siempre he visto preocupación que los
participantes no tengan la oportunidad de reflexionar acerca de sus
percepciones personales y el contraste entre éstas y las innovaciones
teóricas con que se cuenta hoy en la sociedad de conocimiento. Quisiera que
esta propuesta teórica sea objeto de reflexión para los docentes de nivel
universitario, de este contexto, de Venezuela y América Latina, con la
intención de transitar hacia una didáctica que permita la explicitación de
325
aquello que permanece oculto en las representaciones mentales de cada
estudiante.
También, considero que es necesaria la puesta en práctica de los
procedimientos didácticos que integran la propuesta para sopesar su
pertinencia en contextos educativos reales. Asimismo, puede constituirse en
una fuente de indagación que otros investigadores pueden adoptar para
generar nuevas teorizaciones y complementar lo que ya se ha dicho acerca
de este objeto de estudio.
Una vez culminado el proceso heurístico, emergen en mí otras
inquietudes relativamente distintas a las del inicio de este trabajo. Me
inquieta la idea de cómo podría estar presente o ser testigo de procesos de
explicitación en que puedan ser aplicados los supuestos teóricos que
emergieron como hallazgos en este proceso investigativo. También, me
inquieta saber la magnitud de las representaciones implícitas en el
pensamiento cada uno de los habitantes del mundo. No solo de los que viven
hoy sino de todos los que han habitado la tierra desde los inicios de la
humanidad. Así como saber cuáles y cuántas de esas representaciones
implícitas han sido objeto de redescripción o cambio conceptual. Me pregunto
cómo sería la formación universitaria, ahora y en el futuro, si los propósitos
formativos enfatizaran la concienciación y redescripción de los saberes
implícitos de los estudiantes de ese nivel educativo. Del mismo modo, me
inquieta qué tantas posibilidades tendrá el hombre común que no va a la
escuela para explictar, por sí mismo, sus representaciones tácitas y alcanzar
la transformación de dichos supuestos.
326
REFRENCIAS
327
Gutiérrez, J. (2005). La autonomía del sujeto investigador y la metodología
de la investigación. Venezuela: Litorama.
328
Pozo, J (2006). Nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje.
Barcelona: Grao
Sacristán, J., Pérez Gómez, A., Martínez, J., Torres, J. y Álvarez, M. (2011).
Educar por competencias, ¿qué hay de nuevo? Madrid: Morata.
329
Spiegler, L. (2000). Personalidad. México: Thomson.
330
CURRICULUM VITAE
331