Fernández, Roberto. Cataluña y El Absolutismo Borbonico. PRÓLOGO
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LIBROS DE HISTORIA
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cataluña
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HISTORIA FINANCIERA DE EUROPA y el absolutismo
Eric Hobsbawm
LA ERA DEL CAPITAL borbónico
1848-1875
Vera Zamagni
historia y política
HISTORIA ECONÓMICA DE
LA EUROPA CONTEMPORÁNEA
Jeffrey G. Williamson
© Xavier Goñi
COMERCIO Y POBREZA
Cuándo y cómo comenzó el atraso
del Tercer Mundo
roberto fernández
UNA NUEVA HISTORIA PARA
La época de la historia española que se desarrolló bajo el gobierno de la en la Universitat de Barcelona con una tesis sobre
UN MUNDO GLOBAL
Introducción a la «World History» monarquía absoluta borbónica, desde el fin de la Guerra de Sucesión la formación de la burguesía catalana en el siglo
XVIII. Desde entonces se ha dedicado a investigar
Francesco Boldizzoni hasta el triunfo del liberalismo, ha sido objeto de un enconado debate
LA POBREZA DE CLÍO la Cataluña y la España del Setecientos siendo autor
historiográfico en Cataluña. Roberto Fernández, catedrático de Historia
Crisis y renovación en el estudio de la historia
Eric Hobsbawm
Moderna de la Universitat de Lleida, nos ofrece una amplia y muy
documentada revisión de las diversas interpretaciones publicadas, desde
cataluña de numerosos artículos científicos y de varios libros:
La burguesía comercial barcelonesa en el siglo XVIII: la familia Gloria
y el absolutismo
GENTE POCO CORRIENTE (1982), Manual de Historia de España. Siglo XVIII (1993),
Resistencia, rebelión y jazz las de finales del siglo XVIII hasta hoy, pasando por las visiones históricas Carlos III (2001), Història de Lleida. El segle XVIII (2003).
del romanticismo, por los inicios de una historiografía nacionalista Ha dirigido diversos proyectos de investigación y
borbónico
Eric Hobsbawm
LA ERA DEL IMPERIO, 1875-1914 catalana y por las revisiones de Jaume Vicens Vives y Pierre Vilar. Los también ha creado colecciones de libros de historia
últimos capítulos se dedican precisamente a los «paradigmas encontrados» sobre Lleida, Cataluña y España. Desde 1980 se ha
Eric Hobsbawm
SOBRE LA HISTORIA que dividen en la actualidad a los historiadores y al trasfondo ideológico que dedicado a la creación de la Universitat de Lleida,
Eric Hobsbawm
existe en esta confrontación. historia y política organizando eventos académicos y teniendo diferen-
REBELDES PRIMITIVOS tes puestos de gestión hasta ocupar en la actualidad
Estudio sobre las formas arcaicas de los el cargo de rector de la misma.
movimientos sociales en los siglos XIX y XX
PVP 29,90 e 10095587
33 mm
roberto fernández
cataluña y
el absolutismo
borbónico
historia y política
Primera edición: octubre de 2014
[email protected]
www.ed-critica.es
www.espacioculturalyacademico.com
ISBN: 978-84-9892-741-2
ISBN Edicions de la Universitat de Lleida: 978-84-8409-647-5
Depósito legal: B. 16.456 - 2014
2014. Impreso y encuadernado en España por Huertas Industrias Gráficas S. A.
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción
Historiografía, política y nacionalismo . . . . . . . . . . . . . 13
Capítulo 1
Los historiadores que venían del setecientos . . . . . . . . 49
Capítulo 2
Los historiadores del Romanticismo: Las historias
de España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Capítulo 3
Los historiadores del Romanticismo:
Las historias de Cataluña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Capítulo 4
La formación del paradigma de la Cataluña
agraviada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
Capítulo 5
Los inicios de la historiografía nacionalista
catalana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271
Capítulo 6
El revisionismo: Jaume Vicens Vives y Pierre Vilar . . . . 349
Capítulo 7
Dos paradigmas encontrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 389
Capítulo 8
Cataluña y el absolutismo borbónico . . . . . . . . . . . . . . 441
Capítulo 9
Un decálogo de reflexiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 551
Epílogo
Historiar en el silencio de las pasiones . . . . . . . . . . . . 619
31. Cf. François Étienvre, Rhétorique et patrie dan l’Espagne des Lumières.
L’oeuvre lingüistique d’Antonio de Capmany (1742-1813), París, 2001.
32. La bibliografía sobre Capmany es cada vez más copiosa aunque todavía res-
ta camino por andar a la vista de la frondosidad, complejidad y trascendencia de su
obra. Sin ánimo de exhaustividad, entre las referencias más significativas cabe citar
a Ernest Lluch, El pensament económic a Catalunya, 1760-1840, Barcelona, 1973,
pp. 35-55 y «Antoni de Capmany, el primer de tots», L’Avenç, 220 (1997), pp. 24-27;
Pierre Vilar, «Capmany i el naixement del mètode històric», Assaig sobre la Catalunya
del segle XVIII, Barcelona, 1983, pp. 83-90 y «Antoni de Capmany, llums i ombres»,
Miscel·lània Ernest Lluch i Martín, Barcelona, 2006, pp. 563-576; Isabel Romà, «Mu-
ratori y Capmany: de la crítica erudita al análisis histórico», Pedralbes, 4 (1984), pp.
161-186; Horst Hina, Castilla y Cataluña…, pp. 42-50 y 67-76; Josep Fontana, «Es-
tudio preliminar» a Antoni de Capmany, Cuestiones críticas sobre varios puntos de
historia económica política y militar, Madrid, 1807 (Edición de la editorial Alta Fulla,
Barcelona, 1988) y «Antoni de Capmany i les seves Memorias históricas», en Antoni
de Capmany, Memorias históricas sobre la marina, comercio y artes de la antigua
ciudad de Barcelona, (prólogo a la edición de Alta Fulla, Barcelona, 2001, pp.5-12);
«Antonio de Capmany y Montpalau», Diccionario biográfico de parlamentarios es-
pañoles: Cortes de Cádiz 1810-1814, Madrid, 2010; Emili Giralt, Ideari d’Antoni de
Capmany, Barcelona, 1965 y «Aproximaciò a l’ideari d’un i’l·lustrat», Catalunya a
l’época de Carles III, Barcelona, 1991, pp. 105-131; Francisco José Fernández de la
Cigoña y Estanislao Cantero Núñez, Antonio de Capmany (1742-1813), Madrid, 1993;
Ramon Grau y Marina López Guallar, «El pensament historiogràfic d’Antoni de Cap-
many: de la Il·lustració al romanticisme», en Primer Congrès d’Història Moderna de
Catalunya, Barcelona, 1984, vol. 2, pp. 589-596; Ramon Grau, «Les batalles de la his-
toriografía crítica», en Pere Gabriel (dir.), Història de la cultura catalana. El Set-cents.
Barcelona, 1996, pp. 163-188; Antoni de Capmany i la renovació de l’historicisme
polític catalá, Barcelona, 1994 y «Pierre Vilar, Antoni de Capmany i la “gimnàstica
mental”», en El (re) descubriment de l’etat moderna. Estudis en homenatge a Eulàlia
Duran, Barcelona, 2006, pp. 197-215; Ricardo García Cárcel, Felipe V y los espa-
ñoles, Barcelona, 2002, pp. 218-222; Françoise Étienvre, «Introducción biográfica y
crítica», en Antoni de Capmany, Centinela contra franceses, Madrid, 1808 (edición
del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales); Javier Antón Pelayo, «Antoni de
Capmany (1742-1813): análisis del pasado catalán para un proyecto español», Obra-
doiro de Historia Moderna, 12 (2003), pp. 11-45, y Andreu Navarra, «Antonio de
Capmany, reformista cauto», La Aventura de la Historia, 182 (2013), pp. 23-27. Es
asimismo interesante consultar el veterano artículo realizado por Fèlix Torres Amat en
sus Memorias para ayudar a formar un Diccionario crítico de los escritores catalanes,
Barcelona, 1836, pp. 145-152, y sobre todo el clásico estudio biográfico de Pablo Valls
Bonet, «Biografía de don Antonio de Capmany y de Montpalau», en Reseña de la fun-
ción cívico-religiosa celebrada en Barcelona el 15 de julio de 1857 para la traslación
de las cenizas de Antonio de Capmany, Barcelona, 1857, pp. 77-130.
33. Sobre la autoría de Capmany respecto a este texto, cf. Nigel Glendinning, «A
note on the authorship of the Comentario sobre el Doctor Festivo y Maestro de Eru-
ditos a la Violeta para desengaño de los Españoles que leen poco y malo», Bulletin of
Hispanic Studies, 43 (1966), pp. 276-283.
En este siglo sabio la España puede serlo sin embarazo. No yace postrada esta
Monarquía como en la época fatal en que el esplendor y grandeza Austríacas iban
a desaparecer de la faz de la tierra. Sólo la Providencia divina enviándonos al
animoso Nieto de Luis el grande pudo levantar este Reyno de sus ruinas [...] Pero
debe a todos consolarnos el que bajo el augusto Reynado de Carlos III, príncipe
34. Ramon Grau y Marina López, «Antoni de Capmany: el primer model del pen-
sament politic català modern», en Albert Balcells (ed.), El pensament polític català
del segle XVIII a mitjan del segle XX, Barcelona, 1988, pp. 14-20. Sobre las complejas
relaciones con Olavide, cf. Antonio Ortega y Sofía Díez, «Catalanes en la colonización
de Sierra Morena (Correspondencia entre Olavide y Capmany)», Boletín del Ilustre
Colegio Nacional de Economistas, 45 (1964), pp. 3-12.
35. En general, Capmany, como otros reformistas ilustrados al estilo de Jovella-
nos, tenía mala opinión de los últimos Austrias en el sentido de que tanto económica
como políticamente habían entregado España a «manos de los extranjeros» provocan-
do «despoblación, pobreza, ociosidad y mendiguez, y una próxima aniquilación de la
monarquía». Incluso, en el caso de los pensadores arbitristas, valoran su buena volun-
tad pero critican su falta de realismo y su escasa capacidad de acción real (Antonio
de Capmany, Cuestiones críticas sobre varios puntos de historia económica, política
y militar, Madrid, Imprenta Real, 1807 (edición de la Editorial Alta fulla, Barcelona,
1988, pp. 19 y 23). De la misma opinión, y parecidas expresiones, es también José
Cadalso en sus Cartas Marruecas cuando afirma que «a la muerte de Carlos II no era
España sino el esqueleto de un gigante» (edición de la editorial Ediciones B, Barcelona,
1988, p. 24).
36. Antonio de Capmany, Comentario sobre el Doctor Festivo y Maestro de los
Eruditos a la Violeta, para desengaño de los españoles que leen poco y malo (he con-
sultado la edición reproducida por Julián Marías en La España posible en tiempos de
Carlos III, Madrid, 1963, pp. 181-218).
37. Antonio de Capmany, Discurso de ingreso en la Academia de la Historia, en
Hans Juretschke, «La contestación de Capmany a Cadalso y su Discurso de ingreso en
la Academia de la Historia», Revista Universitaria de Madrid, XVIII, 69 (1969), pp.
203-221.
cortado para hacer a su nación sabia y feliz, empezamos a prepararnos una edad
dorada luego que logremos ver el templo de Jano cerrado y el de Apolo abierto.38
39. Aunque como veremos más adelante Capmany recordó que Felipe V fue quien
acabó por las armas con el régimen constitucional catalán, en Centinela contra fran-
ceses, publicada en 1808, contempla la guerra de Sucesión, a diferencia de la de In-
dependencia, como una guerra interior entre dos partidos y dos candidatos que eran
legítimos aspirantes a monarcas y que, en ambos casos, querían ser españoles: «Se
llamaban unos a otros rebeldes y traidores, sin serlo en realidad ninguno, pues todos
eran y querían ser españoles, así los que aclamaban a Carlos de Austria como a Felipe
de Borbón. Era un pleito de familia entre dos nobilísimos Príncipes, muy dignos cada
uno de ocupar el trono de las Españas» (Centinela..., p. 19) (En el presente texto se ha
utilizado la edición realizada por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales,
Madrid, 2008). No sé hasta qué punto esta opinión podría haberla expresado de la
misma manera el Capmany de dos décadas atrás con Carlos III viviendo y él mismo
ejerciendo de secretario de la Academia de la Historia. En cualquier caso, este parecer
le hacía ser respetuoso a la vez con su abuelo austracista, con la memoria de bastantes
catalanes y con la dinastía todavía reinante.
40. Antonio de Capmany, Memorias históricas sobre la marina, comercio y artes
de la antigua ciudad de Barcelona, Barcelona, 1779. He utilizado la edición realizada
por la Cámara de Comercio y Navegación de Barcelona en 1961, que contiene una
introducción de Emili Giralt (vol. 1, p. 6). Existe también una más reciente edición en
Alta Fulla de 2001 con prólogo de Josep Fontana (vol. 1, pp. II-III). Sobre la relación
entre Capmany y la Junta Particular de Barcelona en torno a esta obra, cf. Fernando
Sánchez Marcos, «La historiografía del siglo XVIII como espejo del antiguo régimen y
primicias de la historia moderna: consideraciones sobre las Memorias históricas de A.
Capmany y el compendio de Historia Universal de C. Buffer», en Coloquio Interna-
cional Carlos III y su época…, vol. 1, pp. 91-101 y Fernando Sánchez Marcos y Miquel
Pérez Latre, «El mecenazgo historiográfico de la burguesía barcelonesa: las Memorias
históricas de Capmany», en Luis Miguel Enciso Recio (ed.), La burguesía española en
la Edad Moderna, Valladolid, 1996, vol. 1, pp. 199-232, y Rosa Maria Subirana, «Las
Memorias históricas y el Libro de Consulado, de Antonio de Capmany. Relaciones
entre el promotor y los artistas encargados de su ilustración (1779-1792)», Actas del
VII Congreso español de historia del arte, Murcia, 1988, pp. 557-564.
sigan el oficio del padre, ni que el que tuvo a su padre o a su abuelo artesano con-
fiese sin rubor tales ascendientes.46
Es decir, los catalanes eran para Capmany más industriosos que los
castellanos gracias «a un carácter nacional, mas no individual».47 Y es-
tas y otras opiniones del insigne pensador, en el sentido de ensalzar la
virtud empresarial de los catalanes y la necesidad de ser escuchados
por el gobierno central, fueron siempre bien acogidas por los grandes
comerciantes e industriales que se sentaban en los sillones de la Junta
Particular de Comercio, una institución que debemos recordar que esta-
ba presidida por un intendente nombrado por el rey.
Ahora bien ¿qué opinaba Capmany del antiguo modelo político ca-
talán que fue suprimido por Felipe V? ¿Lo veía con mejores o peores
ojos que al absolutismo borbónico? Pues en esta cuestión nuestro autor
ofrece en el tiempo dos ponderaciones nada coincidentes.48 La primera
50. José Álvarez Junco, «Capmany y su informe sobre la necesidad de una Cons-
titución (1809)», Cuadernos Hispano-Americanos, 210 (1967), pp. 520-551; Federico
Suárez, El proceso de la Convocatoria a Cortes (1808-1810), Pamplona, 1982; José
María Portillo, Revolución de nación. Orígenes de la cultura constitucional en España,
1780-1812, Madrid, 2000, pp. 216 y ss., y Tomás de Montagut, «Antonio de Capmany
i de Montpalau y el Derecho Catalán», e-Legal History Review 8, (2009). Recordemos
que este informe es un encargo de las propias Cortes a Capmany. Se trataba, a propues-
ta de Jovellanos, de resumir las opiniones que se habían recibido de toda España sobre
cuales debían ser los asuntos que tenían que abordarse en las sesiones gaditanas. Por
tanto, es el escrito de alguien que está muy bien informado de la opinión pública del
momento y de alguien en quien confiaron los diputados por su reconocida personalidad
intelectual y política, así como por su preparación como historiador.
51. Antonio de Capmany, Práctica y estilo de celebrar Cortes en el Reino de Ara-
gón, Principado de Cataluña y Reino de Valencia y una noticia de las de Castilla y Na-
varra, Madrid, 1821 (he utilizado la edición realizada por la Editorial Base en 2007).
El título de la obra bien pudiera ser un póstumo homenaje al jurisconsulto barcelonés
Luis de Peguera, que en 1631 había elaborado una obra titulada Práctica y estilo de
celebrar Cortes en Cataluña.
54. Así lo narra Capmany: «En las provincias de la Corona de Aragón también se
elegían los Síndicos o los Procuradores entre los individuos de sus Consejos, pero en
esto las plazas no eran perpetuas, vitalicias, ni hereditarias, ni de la clase aristocráti-
ca, como sucedía en la de Castilla, sino anuales y electivas por sorteo de la matrícula
misma municipal que se componía sólo de ciudadanos y del estamento popular con
exclusión de los nobles y caballeros, cuya clase ya representaba por sí en las Cortes»
(Ibídem, p. 549).
55. Ibídem, p. 547.
se les quiere llamar góticos, por no decir bárbaros, y cual en aquellos tiempos no
había gozado ninguna nación en un gobierno monárquico.57
era el país que tenía una Constitución, la cual, por los nudos con que estaba ligada,
era por sí misma indisoluble; y así perseveró invulnerable hasta que las armas
de Felipe II en Aragón, y las de Felipe IV en Cataluña, intentaron darle algunos
asaltos; y últimamente, las de Felipe V las derribaron con mayor poder, por aquel
derecho de conquista que se atribuyó con la guerra de Sucesión.58