El Diaconado Femenino en La Época Bizantina
El Diaconado Femenino en La Época Bizantina
El Diaconado Femenino en La Época Bizantina
EN LA ÉPOCA BIZANTINA
MIHAELA MANESCU
ABSTRACT
PALABRAS CLAVE
1
Justiniano I comenta en la Novella 3.11 que Hagia Sophia, la principal
catedral de Constantinopla, contaba entre sus servidores con sesenta sacerdotes,
diez diáconos y cuarenta diaconisas2. Este es simplemente un ejemplo de los
muchos registros conservados de la existencia de las diaconisas, cuya institución
floreció principalmente en Grecia, Asia Menor, Dalmacia, Siria y Palestina3,
desde el siglo II hasta el X.
Varios han sido los trabajos que, a lo largo del tiempo, han tocado el tema
de la función ministerial femenina; entre ellos habría que resaltar las obras de
Thierry Maertens, La promotion de la femme dans la Bible et ses applications au
mariage et au ministère, Henry Leclercq, Diaconesse, Veuve, y Heinrich
Denzinger con los trabajos Deacon’s ordination y Deaconess’s ordination, sin
hablar de los documentos de la época apostólica y patrística que vienen
mencionados en las referencias a pie de página.
1
«Codex Justinianus» («The Code of Justinian»), The Columbia Electronic Encyclopedia, sixth
Edition, Columbia University Press, 2003.
2
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
pág. 113.
3
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
págs. 109-110.
4
Sfântul IOAN GURĂ DE AUR, «Scrisori din exil, despre deprimare, suferin¸t˘a¸si
providen¸t˘ac˘atre Olimpiada ¸si cei r˘ama¸si credincio¸si», traduceri de diac. Ioan I. Ic˘a jr.,
Editura Deisis, Sibiu, 2003, págs. 135-262.
2
1. LA INTERVENCIÓN DE LAS MUJERES EN LOS PRIMEROS
SIGLOS DE LA IGLESIA
Desde los comienzos las mujeres tomaron parte activa en los servicios
desarrollados por las iglesias, y en el mismo siglo I la mujer se encontraba
implicada en la difusión del Evangelio (1 Cor. 11:5)5. La naturaleza concreta y
las dimensiones exactas de esta función no son fáciles de definir, en parte a causa
de los pocos documentos históricos existentes y en parte a causa de la variación
de este ministerio a lo largo del tiempo y de la variedad de nombres que recibió6.
5
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliar˘a a Sfântului Sinod, Editura Institutului Biblic şi de
Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 2001, pág. 1302.
6
Thierry MAERTENS, La promotion de la femme dans la Bible et ses applications au mariage
et auministère, Tournai 1967, pág. 183-184.
7
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliar˘a a Sfântului Sinod, Editura Institutului Biblic şi de
Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 2001, pág. 1302.
8
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliar˘a a Sfântului Sinod, Editura Institutului Biblic şi de
Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 2001, pág. 1302.
9
F.J. BASURCO, El canto cristiano en la Tradición Primitiva, Marova, Madrid, 1968, págs.
118-136.
10
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliar˘a a Sfântului Sinod, Editura Institutului Biblic şi de
Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 2001, pág. 1307.
11
H. LECLERCQ, «Diaconesse, Veuve», Dictionnaire d’Archéologie Chrétienne et Liturgie,
vol III, col. 585.
12
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliar˘a a Sfântului Sinod, Editura Institutului Biblic şi de
Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 2001, 1 Cor. 14: 33. Leclercq, H.,
«Diaconesse, Veuve», Dictionnaire d’Archéologie Chrétienne et Liturgie, col. 725 y ss.
3
Leyendo atentamente la Didajé, se observa que entre maestros y apóstoles
estaba bien delimitado el rol de los profetas, y que en ese papel las mujeres
estaban colocadas en el mismo plano que los hombres13.
13
Didascalia et Constitutiones Apostolorum, Editura F.X.Funk, Paderborn, 1903.
14
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
pág. 69
15
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, pág. 72.
16
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliară a Sfântului Sinod, pág. 1348.
17
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliară a Sfântului Sinod, pág. 1350.
18
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie jubiliară a Sfântului Sinod, pág. 1148.
19
La Sagrada Ecritura, Edi¸tie j jubiliară a Sfântului Sinod, pág. 1148.
4
mostrar, ellas asumieron el papel de «comunidad servidora» hacia los miembros
desfavorecidos de la comunidad: los enfermos, los pobres y los niños20.
Después del siglo III, la orden de las viudas no pudo evitar escaparse del
proceso de sacralización, abriendo las puertas a las doncellas. Con el tiempo, se
perdió el carácter inicial de la orden, el de acción pastoral, para convertirse en
uno sagrado, el de las vírgenes, mucho más preocupadas por el ascetismo, las
cosas santas, la castidad y el comedimiento21. En la época de transición por la
que se ve que pasa la orden de las viudas, comienza a aparecer la orden de las
diaconisas, aunque una y otra institución, la de las viudas y la de las diaconisas,
tuvieran una identidad original22.
Desde el siglo III, y al menos hasta el siglo VIII, la Iglesia contó con
mujeres diaconisas muy activas y nombradas según normas válidas.
Probablemente las diaconisas fueron conocidas ya en la época de los Apóstoles.
Por lo menos así se deduciría de un párrafo de la primera Carta a Timoteo del
Santo Apóstol Pablo:
«Las viudas o las monjas que se eligen para la preparación de las mujeres
que tienen necesidad de bautizarse, tienen que ser instruidas para que puedan
enseñar también a las mujeres del espacio rural y sin educación, usando palabras
claras y con sentido, entendibles… así las mujeres pueden responder a las
preguntas del que las bautiza, en el momento del bautizo; además, se enterarán de
cómo vivirían después de que hubieran recibido el bautizo...»31.
29
Las Constituciones Apostólicas, II, 26.
30
Didascalia et Constitutiones Apostolorum, Editura F.X.Funk, III. 16. 1-2 ¸si 4, Paderborn,
1903.
31
Catholic Encyclopedia, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger, 10th edition, Freiburg, 1908,
edición preparada por Clemens Bannwart, cap 100.
32
Las Constituciones Apostólicas, 3, 15.
7
adecuada decencia»33, motivó que la diaconisa se encargase tanto de la unción
como de la sumersión de la catecúmena. Mientras la diaconisa cumplía con su
función, un hombre invocaba el Nombre de la Santa Trinidad en el agua.
33
Las Constituciones Apostólicas, 3, 16.
34
H. DENZINGER, «Deacon’s ordination» (págs. 229-233) y «Deaconess’s ordination» (págs.
261-262), en Ritus Orientalium, Würzburg, 1864.
35
Didascalia et Constitutiones Apostolorum, Editura F.X.Funk, Paderborn, 1903.
36
Las Constituciones Apostólicas, 2, 58.
37
Las Constituciones Apostólicas, 2, 57.
38
Las Constituciones Apostólicas, 3, 19 y 2, 26.
39
Las Constituciones Apostólicas, 3, 19.
8
También velaban por la preservación del orden entre las mujeres halladas en la
iglesia y, además, tenían responsabilidad pastoral sobre éstas.40
40
Didascalia et Constitutiones Apostolorum, Editura F.X.Funk, Paderborn, 1903.
41
Didascalia de los Apóstoles, 13, 1-7.
42
Las Constituciones Apostólicas, 3,7.
43
Sfântul CLEMENT AL ALEXANDRIEI, «Stromatele» în «Scrieri», partea a II - a, traducere
de Pr. D. Fecioru, Colecţia Părinţi ¸si Scriitori Bisericeşti, volumul 5, Editura Institutului
Biblic şi de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 1982, cartea 3, capitolul 6, &
53, pág. 210.
9
formas44. De manera particular, podían recoger los Sacramentos del altar para dar
de comulgar a las mujeres que no se podían desplazar45. También, según las leyes
de la Iglesia de Siria, las mujeres diaconisas ayudaban en el altar cuando no había
diáconos hombres, y daban la comunión a los enfermos46. Documentos de la
Iglesia de Siria indican que «con la autorización del Obispo, las diaconisas
pueden verter el vino y el agua en el cáliz»47, es decir, ejercer la misma función
del diácono en el altar.
«II. 26. 5. El diácono es aquí imagen del Cristo, así que sea amado por
vosotros. 6. La Diaconisa sea honrada de vosotros como imagen del Espíritu
44
Didascalia et Constitutiones Apostolorum, Editura F.X.Funk, Paderborn, 1903. Catholic
Encyclopedia, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger, 10th edition, Freiburg, 1908, prepared
by Clemens Bannwart.
45
Las Constituciones Apostólicas, III, 8.
46
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
pág. 109.
47
Lamy, A., « De Syrorum Fide et Disciplina», Giovanni Telo, Risoluzioni Canoniche, § 38,
Louvain, 1859, págs. 89-91.
48
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
pág. 109.
49
A. LAMY, «De Syrorum Fide et Disciplina», Giovanni Telo, Risoluzioni Canoniche, § 24,
Louvain, 1859, págs. 89-91.
50
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
pág. 109-111.
10
Santo. 7. Y los presbíteros que sean respetados como si fueran imagen de los
apóstoles…»51.
La edad a la que una mujer podía recibir esa alta investidura era en un
principio, hacia el año 390, a los 60 años. El sínodo ecuménico de Calcedonia las
aceptó incluso a partir de los 40 años, igual que los concilios de Zaragoza (381) y
de Agda (506). Esta edad era la estipulada también en el edicto de Mayoriano. El
sínodo de Cartagena, del 419, las admitía desde los 25 años, e incluso antes si
hubiera motivo urgente55.
51
Didascalia de los Apóstoles, 26, 5-7.
52
Las Constituciones Apostólicas, 28, 4-6.
53
Prof. Dr. Arhim. Ioan FLOCA, Canoanele Bisericii Ortodoxe, Editura Institutului Biblic ¸si
de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 1992. Conciliorum oecumenicorum
decreta, editura Alberigo-Dossetti, Bologna, 1973.
54
Conciliorum oecumenicorum decreta, editura Alberigo-Dossetti, Bologna, 1973.
55
Prof. Dr. Arhim. Ioan FLOCA, Canoanele Bisericii Ortodoxe, Editura Institutului Biblic ¸si
de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 1992. Conciliorum oecumenicorum
decreta, editura Alberigo-Dossetti, Bologna canon 16, pág. 249.
56
Prof. Dr. Arhim. Ioan FLOCA, Canoanele Bisericii Ortodoxe, Editura Institutului Biblic ¸si
de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 1992. Conciliorum oecumenicorum
decreta, editura Alberigo-Dossetti, Bologna canon 14, pág. 113-114.
11
que el nombrado sínodo habla de una auténtica misa de bendición (cheirotonia)
en el caso de las diaconisas, usando exactamente el mismo término que en el caso
de la bendición de los diáconos de sexo masculino. El teólogo ortodoxo
Evangelos Theodorou subrayaba que el uso del vocablo técnico cheirotonia en
los documentos de aquel sínodo tiene una significación muy señalada58.
57
Prof. Dr. Arhim. Ioan FLOCA, Canoanele Bisericii Ortodoxe, Editura Institutului Biblic ¸si
de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 1992. Conciliorum oecumenicorum
decreta, editura Alberigo-Dossetti, Bologna canon 15, pág. 86.
58
Evangelos THEODOROU, «E ‘cheirotonia’ e ‘cheirothesia’ ton diakonisson», în revista
Theologia, nr. 25, 1954, págs. 430-469, 576-601; nr. 26, 1956, págs. 57-76.
59
Alberto CARRILLO-CAZARES, El diaconado femenino, Editorial Mensajero, Bilbao, 1971,
pág. 109-111.
60
Michael SCHMAUS, «Teoologia dogmatica», tomo VI, pag 685.
12
El texto auténtico del ritual de la ordenación de las mujeres se ha
conservado gracias a unos manuscritos de gran valor que describen el extenso
ritual de la ordenación. Hacemos referencia a un manuscrito griego/bizantino
encontrado en el Codex Barberinus Graecus 336, del siglo VIII, de la Biblioteca
del Vaticano61. El texto griego se publicó definitivamente en el año 2000, en
Roma, por Stefano Parenti y Elena Velkovska.
61
Stefano PARENTI, Elena VELKOVSKA, «L’Eucologio Barberini Gr. 336» - Biblioteca
«Ephemerides Liturgicae Subsidia» num˘arul 80, Edizioni Liturgiche, Roma, 2000, págs. 170-
174 ¸si 336-339.
13
Otro testimonio sobre la institución y existencia del diaconado femenino
lo tenemos en un fragmento de Las Constituciones Apostólicas, de fines del siglo
IV:
62
Las Constituciones Apostólicas, VIII 19.1-20.1
63
Evangelos THEODOROU, «E ‘cheirotonia’ e ‘cheirothesia’ ton diakonisson», în revista
Theologia, nr. 25, 1954, págs. 430-469, 576-601; nr. 26, 1956, págs. 57-76.
64
Jacob GOAR, «Euchologion sive Rituale Graecorum», Paris, 1647, págs. 262-264 şi 264-267.
Codex Syriacus Vaticanus, no 19.
14
5. DOCUMENTACIÓN DE REFERENCIA SOBRE DIACONISAS
65
JEROME, Select Wrmediaitings and Letters, vol. V, «Letters and Select Works» vol VI,
series II, în Nicene and Post - Nicene Fathers Christian Library, translated by Rev. S.
Thelwall, T&T Clark, Edinburgh, 1870.
66
PALADIU, Istoria Lausiaca (Lavsaikon) - scurte biografii de pustnici, Editura Institutului
Biblic şi de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 1994.
67
John WIJINGAARDS, The Tablet, the 8 of May, 1999, pág. 623-624.
68
Kristin ARNT, Die Diakonissen der armenischen Kirche in kanonischer Sicht, Viena, 1990.
69
Anne JENSEN, Gottes selbstbewusste Töchter: Frauenemanzipazion im frühen Christentum,
Freiburg 1992, págs. 49-50.
70
Ute EISEN, Ämtsträgerinnen im frühen Christentum, Göttingen, 1996.
71
Ute EISEN, Ämtsträgerinnen im frühen Christentum, Göttingen, 1996.
72
Sfântul IOAN GURĂ DE AUR, Scrisori din exil, despre deprimarepágs. 135-262.
73
Parainetikon pros Olympiada, PG 37, 1542-1551.
15
a la obra «El Cantar de los Cantares»74. Además, Paladio le dedicaría, por un
lado la totalidad del capítulo XVII de su Diálogo75, y, por otro lado, más de
veinte años después, el capítulo 56 de la Historia Lausiaca76 —en la que ella nos
aparece presentada junto a famosos ascetas egipcios.
74
PG 44, 755 sq. Traducere si comentarii de pr. prof. D.Staniloaie, PSB 29,Bucuresti, 1982,
págs. 113-124.
75
PALADIO, PG, 47, 61.
76
PALADIU, Istoria Lausiaca (Lavsaikon) - scurte biografii de pustnici, Editura Institutului Biblic
şi de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 1994.
77
Revue biblique, New 1 (1904) págs. 260-262.
78
Leclercq, H., Dictionnaire d’Archéologie Chrétienne et Liturgie, Paris, 1921, vol. IV, col.
570-571.
79
Ute EISEN, Ämtsträgerinnen im frühen Christentum, Göttingen, 1996.
80
Maffei, Museum Veronense, Verona, 1749, pág. 179.
81
New Women, New Church, vol. 15-16, IX, 1992-1993.
82
New Women, New Church, vol. 15-16, IX, 1992-1993, pag. 5.
16
6. LA EVOLUCION DEL DIACONADO FEMENINO Y LA CONDICIÓN
DE LA MUJER EN RELACIÓN CON LOS PREJUICIOS
ECLESIÁSTICOS
83
Sfânta Scriptur˘a, Edi¸tie jubiliar˘a a Sfântului Sinod, Editura Institutului Biblic ¸si de
Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucure¸sti, 2001. Catholic Encyclopedia, Heinrich
Joseph Dominicus Denzinger, 10th edition, Freiburg, 1908, prepared by Clemens Bannwart.
84
Didascalia et Constitutiones Apostolorum, Editura F.X.Funk, Paderborn, 1903.
85
TERTULIAN, The Writings of Tertullian, vol. III, IV, în Ante - Nicene Fathers Christian
Library, translated by Rev. S. Thelwall, T&T Clark, Edinburgh, 1870. De cultu feminarum»,
libro 1, cap. 1.
17
alteración en cualquier forma de relación íntima, incluso en los matrimonios
legítimos86.
86
JEROME, Select Writings and Letters, vol. V, «Letters and Select Works» vol VI, series II, în
Nicene and Post - Nicene Fathers Christian Library, translated by Rev. S. Thelwall, T&T Clark,
Edinburgh, 1870, Letter 71 to Lucinius», c. 3, Letter 22 to Eustochius», c. 37, Adv. Iovin. I, 20.
87
Jean Paul AUDET, Mariage et celibat dans le service Pastoral de l’Eglise. Éditions de
l’Orante, Paris, 1967, pág. 72.
18
pero sin que se mantuviera ya nada de los servicios cumplidos antes por las
mujeres ordenadas.
7. CONCLUSIÓN
19
desarrollando. Las mujeres ni podían dar la bendición, ni participar en el bautizo
de las mujeres o en la unción de los enfermos. Además, se les prohibió que
entrasen en ciertos lugares del santuario, que tocasen los Sacramentos o que
cumpliesen cualquier empleo litúrgico (la lectura de los textos religiosos, cantar
las oraciones).
Nos queda todavía camino por delante para ampliar el estudio sobre este
tema y dar respuestas acertadas a las preguntas que inicialmente nos hacíamos.
Somos nosotros, los de hoy día, quienes debemos trabajar para elucidar el tema y
para valorar el renacimiento y la continuidad del diaconado femenino.
20