Monografia Conflictos Constitucionales de Competencia
Monografia Conflictos Constitucionales de Competencia
Monografia Conflictos Constitucionales de Competencia
COMPETENCIAL
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UNIVERSIDAD CIENTIFICA DEL PERÚ
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS
Asignatura
Practica pre profesional II
Docente
Abog. Rioja Bermudez, Alexander
Alumnos
Freitas Córdova, Pualo Jhair
Llerena Saldaña, Henrry Junior
2018
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Dedicatoria
El presente de
investigación para el
padres, amigos y a
nuestro docente.
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Agradecimiento
Agradecemos el apoyo
incondicional de nuestros
impulsar el crecimiento de
3
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Introducción
el conflicto versare sobre una competencia o atribución expresada en una norma con rango de
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Pero lo que más nos llama la atención de este proceso son otras
características o peculiaridades a las que nos vamos a referir en este trabajo.
Una primera tiene que ver con el origen de la jurisdicción constitucional como
“justicia competencial”; más precisamente, nos interesa destacar que los
modelos canónicos de control constitucional (el estadunidense y el austriaco)
fueron ideados inicialmente (aunque no de modo exclusivo) con el afán de
afirmar la unidad política del Estado, y de encarar los conflictos que surgían
entre el gobierno nacional (o federal) y los estados federados (Sacio, 2016,
pág. 66).
Todos estos, pues, serán los temas que trataremos en el presente artículo.
Según lo ofrecido, empecemos por lo relacionado con el origen de la justicia
constitucional y el rol de los tribunales constitucionales como jueces de los
conflictos de competencias (Sacio, 2016, pág. 66).
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Capítulo I
1. Antecedentes
Los “estados federados” son los estados que conforman a los Estados Unidos, tales como
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actualmente son New York, California, Texas o Nebraska. Como veremos luego, Estados
Unidos es un “Estado federal” y está compuesto por varios “estados federados” o simplemente
“estados”.
independiente, que sea real contrapeso para los otros poderes, y que garantice
la vigencia de la Constitución federal (judicial review of legislation) (Sacio,
2016, pág. 67).
Sobre esta base, con el paso del tiempo se ha puesto en evidencia que la
existencia tanto la Constitución federal estadounidense como del control de
constitucionalidad en manos de la Corte Suprema han servido para limitar
posibles excesos de los estados federados. Esto, por ejemplo, puede
reconocerse fácilmente al revisar los principales leading cases del mencionado
país del norte: al hacerlo, se verificará que varias de las principales causas se
refieren a controversias entre individuos y estados federados, en los que la
Corte Suprema no pocas veces ha declarado la invalidez de la legislación
estatal a la luz de la Constitución federal4.
4 A mayor abundamiento, esto ha ocurrido por ejemplo en los dos casos recientes más
sonados: Whole Woman's Health v. Hellerstedt (2016) en el que la Corte Suprema
estadounidense declaró inconstitucional una regulación sobre establecimientos de salud
prevista por Texas que restringía irrazonablemente la posibilidad de abortar, y la Obergefell v.
Hodges (2015), en la que no solo declaró inconstitucional las prohibiciones al matrimonio
8
igualitario (en el caso concreto, existía legislación de Michigan, Kentucky, Ohio y Tennessee
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que señalaba que el matrimonio es únicamente para la unión entre un hombre y una mujer),
sino que se obliga a todos los estados federados a reconocer los matrimonios civiles para las
personas del mismo sexo.
Como se ha reseñado bien (Lagi 2012: 276 y ss; Carpio 2015: 21 y ss.),
aunque a Hans Kelsen se le suele atribuir la genialidad de idear por primera
vez un “tribunal constitucional”–y hasta se la suele considerar como una pieza
central de su teoría del Derecho– en realidad el origen de esta institución se
encuentra en otra parte y es respuesta a una necesidad más concreta. Para
empezar, fue pues Karl Renner, socialdemócrata y canciller de la república
austriaca (1919), quien le encargó al asesor Kelsen (y a otros especialistas)
elaborar un proyecto de “tribunal constitucional”, sobre la base de lo avanzado
por el mismo Renner y lo planteado antes ya por Jellinek (Sacio, 2016, pág.
67).
necesario que los detalles y pormenores que debía reunir este nuevo proceso
constitucional sean desarrollados por el Poder Legislativo (JOSÉ F.
PALOMINO MANCHEGO, 2007).
regionales, municipales o de ellos entre sí; o 3) A los poderes del Estado entre
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2. Definición
3. Finalidad
Mexicano (1994), de la Suprema Corte de Justicia de México: (escrito por Aurora Arnáiz Amigo
), Ver Link: https://leyderecho.org/conflicto-constitucional/
7 Alfaro Pinillos Roberto, introducción a los procesos constitucionales en el Perú. edit. 2007
Sin embargo, el propio Tribunal Constitucional sostiene que, si bien es
cierto que los típicos conflictos positivo y negativo de competencia pueden dar
lugar al proceso competencial, también lo es que cuando el artículo 110 del
CPConst. Establece que en este pueden ventilarse los conflictos que se
suscitan cuando un órgano rehúye deliberadamente actuaciones afectando las
competencias o atribuciones de otros órganos constitucionales, incorpora
también en su supuesto normativo a los conflictos por omisión en cumplimiento
de acto obligatorio, pues no cabe duda de que cuando un órgano omite llevar a
cabo una actuación, desconociendo las competencias constitucionales
atribuidas a otro órgano constitucional, las afecta. No se trata, pues, de la
disputa por titularizar o no una misma competencia, sino de aquella que se
suscita cuando, sin reclamarla para sí, un órgano constitucional, por omitir un
deber constitucional o de relevancia constitucional, afecta el debido ejercicio de
las competencias constitucionales de otro (Zegarra, 2015, pág. 323).
Este artículo del Código Procesal Constitucional también dispone que los
procesos competenciales se generan tanto si se asume competencias o
atribuciones (adopta decisiones) o más bien hay resistencia a hacerlo (rehúye
deliberadamente actuaciones) (Zegarra A. C., 2015, pág. 332).
15
Pueden ser:
a) Negativos
b) positivos
Según MARIO WOLF: “para afirmar derechos por la vía judicial, rige el
derecho del lugar en que se tramita el proceso, o sea la lex fori. Un juez solo
debe tener en cuenta las normas procesales de su demarcación judicial”
(Garibaldi, 2012)
a) Conflictos positivos
b) Conflictos negativos
Jiménez Campo, Estudios sobre la jurisdicción constitucional, Madrid: McGraw- Hill, 1998,
págs. 1-29
Ver link: https://www2.uned.es/dpto-derecho-politico/V._Francisco_Rubio_Llorente%20bis.pdf
dada la escasa utilización (y utilidad) que hasta ahora han tenido los
conflictos negativos11.
2. Conflictos políticos
13 Ídem
los órganos constitucionales, los gobiernos regionales o municipales, y que
opongan:
6. Objeto de conflicto
Así, la norma extraída del primer párrafo del artículo faculta al Tribunal a
conocer los conflictos de competencia o atribución entre las entidades
estatales que se mencionan, siempre y cuando dicho conflicto sea
mediando afectación de las competencias o atribuciones asignadas
directamente por la Constitución o por las leyes orgánicas que delimiten los
ámbitos de actuación de los poderes del Estado, órganos constitucionales
o gobiernos municipales o regionales. De esta manera, no será procedente
una demanda competencial que verse sobre un conflicto de competencias
o atribuciones establecidas por un decreto legislativo o un reglamento (TC-
Gaceta, 2008, pág. 86).
No hace falta más que una interpretación literal para afirmar que son
solo los actos administrativos los que son pasibles de ser impugnados a
través del proceso competencial y que, a su vez, estos pueden
manifestarse en disposiciones, resoluciones o actos14, así como una
14 La norma que regula los efectos de la sentencia de un proceso competencial prescribe que la
afectación a las competencias o atribuciones materia de la demanda se produce por medio de
un acto administrativo. A continuación, la misma norma describe las distintas formas con las
que suele externalizarse el acto administrativo afectante (resoluciones, disposiciones o actos).
En síntesis, en sede nacional, el instrumento agresor de la competencia de un órgano que da
origen a un proceso competencial es siempre un acto administrativo, y sus formatos pueden
24
legislativa corresponde esencialmente al Congreso. Siendo así, sus decisiones no pueden ser
discutidas en términos de un ámbito competencial distinto. Un acto jurisdiccional, como una
sentencia, o un acto legislativo, como una ley, pueden ser declarados ineficaces por falta de
validez procesal o esencial; es decir, porque no se respetó el escrupuloso procedimiento para
su creación o porque su contenido es contrario a la Constitución. Sin embargo, ninguna de
esas opciones cabe tramitarse en un proceso competencial. MONROY GÁLVEZ, Juan. “Poder
Judicial vs. Tribunal Constitucional”. En: ¿Guerra de las Cortes? A propósito del proceso
competencial entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Cuadernos de análisis y crítica a la
jurisprudencia constitucional, N° 4, Palestra, Lima, 2007, pp. 17-18.
15 Ello está reconocido expresamente por el Tribunal cuando afirma que “[e]l presupuesto del
conflicto [de competencia] lo constituyen las decisiones que adopte alguno de los órganos
constitucionales (conflicto positivo) o la omisión deliberada de actuaciones (conflicto negativo),
afectando competencias o atribuciones que la Constitución y las leyes orgánicas confieren a
otro órgano. Dentro del término decisiones debemos entender que están comprendidas las
resoluciones y en general los actos administrativos que se emitan” (Exp. Nº 00001-2000-
CC/TC, f. j. 1). Por ello, disentimos de la opinión formulada por Carlos Mesía R., quien, citando
25
a Pérez Royo, afirma que el proceso competencial solo procederá mediando una controversia
acerca de la titularidad de una competencia ejercida a través de una disposición de fuerza de
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ley o a través de una resolución o simple acto administrativo. MESÍA RAMÍREZ, Carlos.
Exégesis del Código Procesal Constitucional. Tercera edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2007, p.
735.
competencias (o atribuciones) de los poderes y órganos del Estado. Por
consiguiente, es el bloque de constitucionalidad el que delimita el actuar
de dichos sujetos, el cual no podrá ser vulnerado por disposición,
resolución o acto alguno sin que incurra en ilegitimidad. El Tribunal
define el bloque de constitucionalidad así (TC-Gaceta, 2008, pág. 89):
17 Ídem.
18 MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Ob. cit., p. 730.
Por otro lado, el Tribunal también estableció factores
condicionantes para el ejercicio de la competencia (o, de ser el caso, la
atribución) de los órganos estatales. Estos factores son la
indelegabilidad, la taxatividad, la razonabilidad y la proporcionalidad (TC-
Gaceta, 2008, págs. 91-92):
Ley 28301, Orgánica del Tribunal Constitucional. Las sentencias del Tribunal Constitucional no
interfieren en las competencias que la Constitución reconoce a cada poder del Estado, sino que
30
por el contrario, deben ser asumidas en el marco del compromiso compartido que corresponde
a los poderes públicos y, de manera especial, al Tribunal respecto de la consolidación de un
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modelo de Estado que, como anuncia la Constitución en su artículo 1, pone al ser humano y su
dignidad en el centro de atención de la sociedad y del Estado (fundamento 15 de la STC 2598-
2010-PA/TC).
comenzando por analizar si fue interpuesta por un legitimado activo para
la inconstitucionalidad23.
PCC/TC entre otros. A pesar de ello, en un caso, se pasó a analizar el fondo de una
controversia en la que se discutían los límites entre los distritos de San Martín de Porres e
Independencia, tomando en consideración para tal fin un informe emitido por la Municipalidad
Metropolitana de Lima en el contexto del proceso de demarcación territorial (fundamentos 17 y
31
el Colegio de Abogados del Cusco, donde se solicita que se declare la falta de competencia del
Congreso para aprobar nueva Constitución.
28 Fundamento 1 de la ATC(N) 0010-2003-CC/TC; fundamento 9 de la STC 0001-2000-CC/TC,
mas no sustantivos. No obstante ello, dicha sentencia (que establece la nulidad de diversas
resoluciones judiciales) fue resuelta en atención al incumplimiento del precedente vinculante
contenido en la STC 5961- 2009-PA/TC.
No es posible controlar a través de un proceso competencial la
concordancia de un acto impugnado con el contenido sustantivo de
la Constitución, si es que éste cumple con las condiciones formales
y materiales de competencia31.
8. Competencia
los procesos constitucionales de control de actos (amparo, hábeas corpus y hábeas data). Vid.
STC 0001-2010- PCC/TC citada en la nota anterior
Página
en la STC 4853-2004-AA/TC.
facultados para realizar un determinado acto a nombre y en representación
del Estado. (Ramiro Antonio Bustamante Zegarra., 2015, pág. 324)
1. La indelegabilidad
2. La taxatividad
interpretación restrictiva.
En el ámbito del Derecho Constitucional opera el apotegma jurídico
que dice que “solo le está permitido al Estado aquello que expresamente
le ha sido conferido”, ello a diferencia de lo dispuesto para la ciudadanía,
la que se rige por el principio de que “aquello que no está prohibido, está
permitido”. (Ramiro Antonio Bustamante Zegarra., 2015, pág. 326)
1. La razonabilidad
El acto estatal debe encontrar su justificación lógica y axiológica en
los sucesos o circunstancias que lo generan. En ese sentido, la doctrina
exige que exista una consonancia entre el hecho antecedente creador o
motivador del acto estatal y el hecho consecuente derivado de aquel.
(Ramiro Antonio Bustamante Zegarra., 2015, pág. 327)
2. La proporcionalidad
37
9. Formas de conflicto
34
Cfr. MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Ob. cit., p. 739; ABAD YUPANQUI, Samuel. Derecho
Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 125.
órgano que no realiza deliberadamente una actuación a la que está obligado
por la Norma Fundamental o por su ley orgánica, afecta las competencias o
atribuciones de otro órgano constitucional. De esta manera no se presenta el
mismo supuesto bajo el cual se concibió el conflicto negativo, pues el Tribunal
no establece la titularidad de la competencia o atribución –puesto que no hay
disputa entre dos o más órganos–, sino buscará compeler al órgano renuente a
cumplir con las disposiciones constitucionales o legales pertinentes. Así, el
Tribunal define esta tercera modalidad de conflicto así.
a) Principio de unidad
36 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
a.1) Principio de cooperación, y lealtad nacional y regional
37 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
competencias que las que la Constitución y las leyes
orgánicas les hayan concedido. De ahí que se encuentren
sometidos al principio de taxatividad, y que las
competencias que no les han sido conferidas expresamente
correspondan al Gobierno nacional (cláusula de
residualidad)38.
38 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
39 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
debe concebirse como un Estado “unitario y
descentralizado”; es decir, como aquel en el que la
descentralización, al alcanzar una manifestación
político-normativa, fundada en el principio
constitucional de la autonomía, prevista en los artículos
191º y 194º de la Constitución, acepta la coexistencia
de subsistemas normativos (nacional, regional y local).
La creación de Gobiernos regionales con competencias
normativas comporta la introducción de tantos
subsistemas normativos como Gobiernos regionales
existan al interior del ordenamiento jurídico peruano.
Pero la articulación de las fuentes en un ordenamiento
de tal naturaleza no puede efectuarse exclusivamente
bajo los alcances del principio de jerarquía, sino
conforme al principio de competencia. En efecto, dado
que las ordenanzas regionales son normas con rango
de ley (artículo 200.4 de la Constitución), no se
encuentran jerárquicamente subordinadas a las leyes
nacionales del Estado, por lo que para explicar su
relación con estas no hay que acudir al principio de
jerarquía, sino al principio de competencia, pues tienen
un ámbito normativo competencial distinto40.
40 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
b.2.1. La integración en el bloque de las leyes
orgánicas Las leyes orgánicas encargadas de
determinar las competencias de los Gobiernos
regionales son la LBD y la LOGR. Dichas
competencias, de conformidad con el artículo 13º de la
referida ley, pueden ser exclusivas, compartidas o
delegadas. En tanto las competencias compartidas dan
lugar a funciones específicas que cada uno de los
niveles de gobierno debe llevar a cabo, tales funciones,
en el caso de los Gobiernos regionales, han sido
recogidas en su respectiva ley orgánica;
específicamente en sus artículos 47.º a 64.º De este
modo, la validez de las ordenanzas regionales se
encuentra sujeta al respeto del marco normativo
establecido tanto en la LBD como la LOGR, por lo que
forman parte del parámetro de control. (Olivo, 2013,
pág. 03)
41 Expediente N° 0031-2005-PI/TC
42 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
no es un acto acabado o definitivo, pues se realiza por etapas,
conforme dispone el artículo 188º de la Constitución. En
consecuencia, la asignación de competencias a los Gobiernos
regionales, así como la de sus recursos, es un proceso abierto
que la Constitución ha querido asegurar, entre otros medios, al
establecer solo de manera enunciativa las competencias de los
Gobiernos regionales, y dejar que esta tarea se complemente y
amplíe mediante la incorporación de nuevas competencias por
medio de la reserva de ley orgánica prevista en el artículo
192.10° de la Constitución o, incluso, mediante acuerdo entre el
Gobierno nacional y los Gobiernos regionales, tratándose de
competencias delegadas. Por consiguiente, sobre el legislador
nacional pesa un mandato constitucional que lo obliga a no
adoptar medidas regresivas que posterguen el proceso de
regionalización o dificulten irrazonablemente la asignación
adecuada de competencias y transferencia de recursos del
Gobierno nacional a los Gobiernos regionales y locales,
conforme enuncia el artículo 188º de la Constitución; en la
medida, claro está, de que exista disponibilidad presupuestal y
de gasto público para tales efectos (Undécima Disposición Final
y Transitoria de la Constitución)43.
47
Página
43 Expediente N° 0031-2005-PI/TC.
11. El conflicto de competencia en la legislación peruana
Proceso competencial
Concordancias:
C.: art. 202.3; C.P.Ct.: arts. 110, 112; C.P.C.: art. 35 y ss.
1) La indelegabilidad
2) La taxatividad
1) La razonabilidad
2) La proporcionalidad
Legitimidad para obrar activa y pasiva (posición habilitante para ser parte
de un proceso en relación con la pretensión que ha sido planteada en él):
únicamente pueden intervenir en el proceso de competencia los poderes del
Estado (Ejecutivo, Legislativo o Judicial), los gobiernos regionales y locales
y los organismos reconocidos por la Constitución (Consejo Nacional de la
Magistratura, Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Jurado Nacional de
Elecciones, Oficina Nacional de Procesos Electorales, Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil, Banco Central de Reserva, Contraloría General
58
Concordancias
I. Introducción
46 La distribución del poder puede darse a modo de distribución vertical en el supuesto en que
el reparto competencial se efectúe sobre la base del criterio del territorio (generando así
Página
diversos niveles de gobierno: central, regional, local), mientras que, como distribución
horizontal, por el reparto de atribuciones o funciones entre los diversos órganos u organismos
del Estado.
que, tarde o temprano, termina por dar lugar a conflictos (aparte de que, por
principio, nunca puede impedirse la comisión de infracciones, aun en el
supuesto de un sistema de distribución de competencias lo más perfecto
posible)47.
Las alternativas para solucionar estos conflictos pueden ser diversas, tal
como ha sucedido en los diferentes ordenamientos jurídicos que han debido
enfrentarse a ellos. Así, en un primer momento, el modelo por el que se
optaba era uno que contara con mecanismos de carácter político, mas, en
un momento posterior, se consolidó como modalidad adoptada el acudir a
soluciones de tipo jurisdiccional. (Ana Cristina Neyra Zegarra, 2015, pág.
330).
Los conflictos que pueden ser objeto del proceso competencial según el
Código Procesal Constitucional es lo que plantea dilucidar este artículo,
máxime, ya que hay distintas aproximaciones a la tipología de conflictos.
(Ana Cristina Neyra Zegarra, 2015, pág. 330)
47
GÓMEZ MONTORO, Ángel. El conflicto entre órganos constitucionales. Centro de
60
expresamente otra fuente del tipo concreto planteado. Cfr. GÓMEZ MONTORO,
Ángel. Ob. cit., p. 60 y ss.
1) Competencias y atribuciones
49
Para Gómez Montoro, esta distinción no resulta del todo válida y, tras efectuar un
análisis de los posibles alcances de estos dos términos, le parece forzoso concluir que
competencias y atribuciones son términos sinónimos, o que al menos pueden ser
utilizados indistintamente sin incurrir en errores conceptuales. En ese sentido, ibídem,
pp. 265-277.
50
Esa distinta denominación responde también a la comprensión del Tribunal
Constitucional en la STC Exp. Nº 00013-2003-CC/TC (f. j. 10), lo que se recoge como
tendencia jurisprudencial de dicho colegiado en la STC Exp. Nº 00006-2006-PCC/TC
(f. j. 10). Recoge así los planteamientos doctrinales que efectúan tal distinción, tal
como, entre otros, ARAGÓN REYES, Manuel. “Comentarios al artículo 161 CE”. En:
ALZAGA, Óscar (director). Comentarios a las leyes políticas. Constitución española de
1978. Vol. XII. Reunidas, Madrid, 1988, pp. 201 y 217. Citado por GÓMEZ
MONTORO, Ángel. Ob. cit., p. 265.
61
Nos parece que hubiera sido más idóneo incluir expresamente como
posible parámetro para delimitar las competencias y atribuciones las
disposiciones que integren el denominado bloque de constitucionalidad,
que reúne, como se sabe, normas de rango legal que desarrollan
directamente materias de la Constitución y, con ello, pueden ser
parámetro de validez formal y material de la Constitución (también en
materia de competencias).
además de las normas constitucionales, las leyes que, dentro del marco constitucional, se
hayan dictado para determinar la competencia o las atribuciones de los órganos del Estado o el
ejercicio de los derechos fundamentales de la persona”).
generan entre dos o más organismos u órganos (conflicto interorgánico).
(Ana Cristina Neyra Zegarra, 2015, pág. 331).
55 Ibídem, f. j. 18, que a la vez cita una sentencia previa de este organismo colegiado (la STC
Exp. Nº 00005-2005-PCC/TC, f. j. 23).
56 “[E]n los conflictos de atribuciones entre poderes del Estado, el recurrente puede aducir que
sus atribuciones son perturbadas por un acto o comportamiento que se considere legítimo del
demandado y que le ocasione un perjuicio, o bien por interferir en su esfera de competencias, o
64
por impedir ejercitar atribuciones propias, o por obstaculizar la eficacia de sus actos, o turbar su
independencia como poder del Estado”. Esa es la cita que extrae el Tribunal Constitucional
Página
constitucional conoce perfectamente cuál es su competencia. Sin embargo, uno de ellos lleva a
cabo un indebido o prohibido ejercicio de la competencia que le corresponde, lo que repercute
sobre el ámbito del que es titular otro órgano constitucional”. STC Exp. Nº 00006-2006-
PCC/TC, f. j. 22, primer párrafo.
59 “En el conflicto constitucional por menoscabo de interferencia, las competencias de los
órganos constitucionales están enlazadas a tal punto que uno de ellos no puede ejercer la
suya si no tiene la cooperación o la actuación de la competencia que le pertenece al otro”.
Ibídem, f. j. 22, segundo párrafo.
60
“En el conflicto constitucional por menoscabo de omisión, uno de los órganos omite
65
61
“Ahora bien, vistas con detenimiento las cosas, cabe precisar que los denominados conflicto
por omisión de cumplimiento de acto obligatorio y conflicto constitucional por menoscabo de
omisión representan dos supuestos de conflicto sustancialmente idénticos, por lo que no
existe mérito constitucional para diferenciarlos. (…) En estricto, pues, no siendo el conflicto
por omisión de cumplimiento de acto obligatorio nada distinto al conflicto constitucional por
menoscabo de omisión, y tomando en cuenta que todo conflicto por menoscabo de
atribuciones constitucionales implica la adopción de una conducta (acto u omisión) por parte de
un órgano constitucional que ‘afecta’ el ejercicio adecuado de las competencias de otro, puede
sostenerse que este último tipo de conflicto (el conflicto por menoscabo de atribuciones
constitucionales) –así como los conflictos positivos y negativos– también se encuentra
previsto en el artículo 110 del CPConst. (…)” STC Exp. 00001-2010-PCC/TC, f. j. 4 (el
resaltado es nuestro).
62
Cfr. STC Exp. Nº 00006-2006-PCC/TC. Se trataba de un proceso competencial iniciado por
el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, que consideraba que el Poder Judicial, al otorgar
66
proceso competencial, no puede manifestarse en su seno (cuando menos no como núcleo del
análisis), debiendo ventilarse en el marco de los procesos constitucionales de control de actos
Página
(amparo, hábeas corpus y hábeas data)” STC Exp. Nº 00001-2010- PCC/TC, ff. jj. 11 y 12 (el
resaltado es nuestro).
requieren ser tramitados a través de un proceso de inconstitucionalidad.
(Ana Cristina Neyra Zegarra, 2015, pág. 335).
1) Legitimidad
Estado, los órganos constitucionales, los gobiernos regionales o municipales” y que opongan al
Poder Ejecutivo con uno o más gobiernos regionales, el Poder Ejecutivo con uno o más
Página
gobiernos locales, los gobiernos regionales entre sí, los gobiernos municipales entre sí (inciso
2), los gobiernos regionales y municipales, los poderes del Estado entre sí, los poderes del
Estado y órganos constitucionales, los órganos constitucionales entre sí.
En el caso del proceso competencial se exige, además, que la
entidad que interpone la demanda sea participante del conflicto que se
intenta dilucidar, mientras que en el caso del proceso de
inconstitucionalidad (al menos para aquellos sujetos que tienen
legitimación amplia y no limitada a materias de su especialidad o de su
competencia), dicho requisito no requiere ser necesariamente cumplido.
(Ana Cristina Neyra Zegarra, 2015, pág. 335)
68 [Vincula de manera general a todos los poderes públicos y privados desde el día siguiente de
la fecha de su publicación”. Ello además puede desprenderse para el supuesto de las
sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad del artículo VI del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional, que impide que los jueces puedan dejar de aplicar una norma
cuya constitucionalidad haya sido confirmada en un proceso de inconstitucionalidad y que
señala que los jueces deben interpretar y aplicar las leyes o toda norma con rango de ley y los
reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de
71
71 Esta excepción ha tenido asidero en una interpretación –antes solo jurisprudencial– de los
artículos 103 y 74 de la Constitución, respectivamente.
I. Consideraciones preliminares
II. Antecedentes
72RODOTA Carmen. Storia della Corte Costituzionale. Laterza, Roma-Bari, 1999, pp. 12 y 28.
73HÄBERLE, Peter. El Estado Constitucional. Fondo Editorial, Pontifica Universidad Católica
del Perú, Lima, 2003, p. 208.
cautelar, sino que únicamente aludió al término suspensión, de la siguiente
manera: “El demandante puede solicitar al Tribunal la suspensión de la
disposición, resolución o acto objeto del conflicto, invocando perjuicios al
interés general de imposible o difícil reparación”, ello iba en consonancia
con el artículo 31 de la Ley Nº 23506, de hábeas corpus y amparo, que
tampoco le otorgaba el nomen iuris de medida cautelar, pues se refería
solamente como suspensión del acto que dio origen al reclamo, pero a
las medidas cautelares sobre procesos constitucionales de la libertad
fundamentalmente. Posteriormente, con la entrada en vigencia del Código
Procesal Constitucional, en el artículo 15, recién se acuña el nombre de
medida cautelar, adicionándole además, la suspensión de acto violatorio.
En el proceso competencial, como se verá más adelante, también se ha
previsto el otorgamiento de medidas cautelares en el artículo 111 del
Código Procesal Constitucional. (Cotrado, Raul Arcos, 2015, pág. 340)
74
PRIORI POSADA, Giovanni F. La tutela cautelar. Su configuración como derecho
fundamental. ARA, Lima, 2005, pp. 142-153.
El maestro Piero Calamandrei sostenía que la tutela cautelar, más
que estar dirigida a defender los derechos subjetivos, está para
garantizar la seriedad de la función jurisdiccional75.
75
CALAMANDREI, Piero. Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares.
ARA, Lima, 2005, p. 140.
5) Verosimilitud del derecho pretendido
6) Peligro en la demora
76
MONTERO AROCA, Juan. Amparo constitucional y proceso civil. Tirant lo Blanch, Valencia,
2005, p. 421 y 422.
77 Ibídem, p. 424.
comparada: primero, que de la suspensión se siga una perturbación
grave de los intereses generales y de los bienes constitucionales de
carácter objetivo, como lo constituye la gobernabilidad y el afianzamiento
de las competencias de los gobiernos locales y regionales; segundo,
que produzca una perturbación grave de los derechos fundamentales o
libertades públicas de terceros”78.
7) Adecuación
80 F. j. 23. De este modo, si bien es cierto que los típicos conflictos positivo y negativo de
competencia pueden dar lugar al proceso competencial, también lo es que cuando el artículo
110 del CPConst. Establece que en este pueden ventilarse los conflictos que se suscitan
cuando un órgano rehúye deliberadamente actuaciones, afectando las competencias o
atribuciones de otros órganos constitucionales, incorpora también en su supuesto normativo a
los conflictos por omisión en cumplimiento de acto obligatorio, pues no cabe duda de que
79
cuando un órgano omite llevar a cabo una actuación desconociendo las competencias
constitucionales atribuidas a otro órgano constitucional, las afecta. No se trata pues de la
Página
disputa por titularizar o no una misma competencia, sino de aquella que se suscita cuando, sin
reclamarla para sí, un órgano constitucional, por omitir un deber constitucional o de relevancia
constitucional, afecta el debido ejercicio de las competencias constitucionales de otro.
pleno. (Zegarra R. A., CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL
COMENTADO, 2015, pág. 344)
VI. Tramitación
VII. Sentencia
Concordancias:
C.P.Ct.: art. VII, 4ª DF, 7ª DF.
http://blog.pucp.edu.pe/media/avatar/136.pdf
83
Aunque inicialmente las pretensiones del JNE eran reunificar todo el sistema electoral bajo
su mando, lo que incluiría la absorción de la ONPE y del Reniec, desde hace algún tiempo se
la separación definitiva de las competencias electorales administrativas de
las jurisdiccionales y, en tal sentido, asumir todas las funciones
administrativas electorales, incluyendo las que actualmente detenta el JNE,
de modo que este último organismo se convierta única, y exclusivamente,
en un tribunal electoral, así como la función electoral del Reniec respecto
del padrón electoral84.
han concentrado solo en la ONPE. Ello en parte debido al gran posicionamiento que el Reniec
ha tenido como ente fundamentalmente registral. En tal sentido, lo que se pretende respecto de
este último organismo es, simplemente, que se lo deje de considerar como parte del sistema
electoral, manteniendo su condición de organismo constitucionalmente autónomo.
84
La pretensión de la ONPE de convertirse en el organismo que concentre todas las funciones
de administración electoral, también lo ha llevado a sostener que se debe dejar de considerar
al Reniec como parte del sistema electoral, manteniendo su condición de organismo
constitucionalmente autónomo. Este parece ser el único punto de coincidencia entre el JNE y la
85
ONPE.
85 El artículo 178 de la Constitución Política establece como una de las competencias del JNE:
Página
“1. Fiscalizar la legalidad del ejercicio del sufragio y de la realización de los procesos
electorales, del referéndum y de otras consultas populares, así como también la elaboración de
los padrones electorales (...)”.
haya anulado de oficio alguna norma reglamentaria de la ONPE y que
pretenda asumir de hecho una posición de superioridad jerárquica que la
Constitución no le ha atribuido86; la ONPE, por su lado, ha pretendido que
dicha potestad fiscalizadora se restrinja o se la entienda como parte de la
función jurisdiccional del JNE y que no implique tener potestad normativa o
administrativa87.
interpuesta por la ONPE, se señala lo siguiente: “[La ONPE] sostiene que la Constitución ha
concebido al JNE como un órgano constitucional de naturaleza eminentemente jurisdiccional,
antes que normativa o administrativa. Por ello, considera que la competencia
constitucionalmente conferida para supervisar la conducta de los actores del proceso electoral,
86
debe entenderse como vinculada a aquella función jurisdiccional. Aduce que en modo alguno
puede confundirse una función supervisora, fiscalizadora o jurisdiccional, con una función
Página
http://blog.pucp.edu.pe/media/1309/20110930Reglamento%20flanja%20electoral_JNE.pdf .
consecuencia, que se declare nulo el Reglamento de la Supervisión
del Cumplimiento de las Normas sobre Financiamiento de las
Organizaciones Políticas, aprobado por el JNE mediante Resolución
Nº 032-2011-JNE89.
89 Disponible en:
http://blog.pucp.edu.pe/media/1309/20110930-Reglamento%20fiscalizacion%20de%20
supervision%20fondos% .
90 Disponible en:
http://gestion.pe/noticia/1309726/tc-competencia-onpe-regular-franja-electoral .
91 Disponible en: http://peru21.pe/noticia/1310088/tc-le-da-razon-onpe-contienda .
92 Disponibles en: http://www.andina.com.pe/Espanol/noticia-tc-declara-es-competencia-de-
87
onpe-regularfranja-electoral-379712 , http://diariocorreo.pe/nota/39162/tc-declara-que-es-
competencia-de-la-onperegular- la-franja-electoral/ , http://www.rpp.com.pe/2011-09-28-tc-
Página
declara-que-es-competencia-deonpe-regular-franja-electoral-noticia_408082.html
http://www.larepublica.pe/29-09-2011/onpe-resultavencedor-en-conflicto-con-jne-ante-el-
tribunal-constitucional .
En donde los medios de comunicación han visto un triunfo de la ONPE
ante la justicia constitucional, en el mejor de los casos se podría interpretar
un empate. Incluso tenemos la impresión que es, más bien, el JNE el que
habría avanzado un paso más en su pretensión de afirmar sus atribuciones
respecto de la ONPE. (Carlo Magno Salcedo Cuadros, 2015, pág. 350).
93
Aunque el TC también ha dimensionado adecuadamente los alcances de los diversos tipos
de funciones que desempeña el JNE, señalando que el ejercicio de las funciones fiscalizadoras
88
94
SIVINA HURTADO, Hugo. “La función fiscalizadora del JNE”. En: El Peruano, 3 de octubre
de 2011. Disponible en:
<http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia.aspx?key=q4FaDn3faiA=>.
III. El TC establece que a la ONPE le corresponde regular la franja
electoral, sin perjuicio de las competencias fiscalizadoras y
jurisdiccionales del JNE
políticas participantes.
El Jurado Nacional de Elecciones dictará las normas reglamentarias que complementen el
Página
presente artículo
y fijen los límites en duración, frecuencia y valor a la publicidad política durante el proceso
electoral”.
que el JNE mantiene competencias administrativas supervisoras de la
acción de la ONPE en relación con la franja electoral, así como
competencias jurisdiccionales en caso de que sean impugnados los actos
de la ONPE en esta materia. En ese mismo sentido, queda vigente la
oración del último párrafo que dispone que el JNE “dictará las normas
reglamentarias que complementen el presente artículo”, debiendo dicha
oración ser interpretada en el sentido de que el JNE tiene competencia para
reglamentar el extremo vigente del referido artículo, es decir, sus
competencias supervisoras y jurisdiccionales relacionadas con la franja
electoral (f. j. 56). (Carlo Magno Salcedo Cuadros, 2015, pág. 352).
96SIVINA HURTADO, Hugo. “La función fiscalizadora del JNE”. En: El Peruano, 3 de octubre
de 2011. Disponible en:
http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia.aspx?key=q4FaDn3faiA= .
organismo jurisdiccional y, por ello, aunque desempeña algunas
funciones administrativas, ejerce funciones principalmente
jurisdiccionales. (Carlo Magno Salcedo Cuadros, 2015, pág. 355).
Una cosa es señalar, como hace el TC, que entre los dos tipos de
funciones administrativas que ejerce el JNE (que de por sí son menos
importantes que sus funciones principalmente jurisdiccionales), las
indirectas o supervisoras predominan sobre las directas o ejecutivas;
cosa distinta es señalar que las funciones administrativas indirectas o
supervisoras son las que predominantemente ejerce el JNE respecto del
sistema electoral en su conjunto. (Carlo Magno Salcedo Cuadros, 2015,
pág. 355)
97Cfr. SALCEDO CUADROS, Carlo Magno. “¿Quién ganó el conflicto de competencias entre la
ONPE y el JNE sobre la franja electoral y la supervisión de fondos partidarios?”. En:
Página
Los decretos son conocidos como las resoluciones de mero trámite, que
sirven para el impulso del proceso. Por otro lado, los autos implican un
razonamiento lógico-volitivo del juez (en este caso, el Tribunal) los cuales,
por decirlo de alguna manera, resuelven “algo”, como por ejemplo la
admisión de una demanda, la declaración de rebeldía, la fundabilidad de
una excepción99 o de una nulidad. Por último, la sentencia es aquella
resolución que resuelve el conflicto, con la cual da por concluido un grado;
es, pues, el acto procesal emitido por el órgano jurisdiccional más
importante del proceso.
controversia y nunca la forma. En efecto, la resolución que declara fundada una excepción
99
perentoria (sea el efecto de esta simple o complejo) siempre será un auto, así como la
resolución que la declara infundada. Por otro lado, la resolución que declara la inadmisibilidad o
Página
improcedencia de la demanda sea por la razón que fuere en el estado procesal en que
corresponde expedir sentencia no puede ser considerada como tal, a pesar de que
comúnmente se le denomina sentencia inhibitoria.
sentencias podrán ser impugnadas con el recurso de casación o con el
recurso de agravio constitucional, y la contestación de demanda –y no el
recurso de apelación– será la impugnación procedente contra el auto
admisorio de esta. Asimismo, como es evidente, las sentencias o los autos
que ponen fi n al proceso que hayan quedado consentidos no podrán ser
impugnados. Por otro lado, el recurso de queja solo procede contra algunos
autos que deniegan la concesión de un recurso.
¿Y qué sucede con los decretos? Dichas resoluciones solo podrán ser
impugnadas a través del recurso de reposición que resulta ser muy
particular, en tanto es el mismo juez quien resuelve el recurso, a diferencia
de otros recursos tales como la apelación o la casación cuya resolución
recae en el juez superior. Ello se justifica en tanto los decretos son
resoluciones de trámite cuyo error o vicio puede ser fácilmente resuelto por
el órgano que lo cometió por lo que, en términos de economía procesal,
resulta contraproducente que el recurso sea resuelto por un órgano
superior.
permite; pero respecto de los autos, que solo pueden ser apelados, ¿podría
Página
Los plazos que rigen la tramitación del proceso competencial son los
mismos del proceso de inconstitucionalidad, a través de la norma de
remisión contenida en el artículo 112 del Código. Así, los plazos aplicables
son los siguientes:
Artículo 107.- Tramitación.- El auto admisorio concede a la parte demandada el plazo de treinta
días para contestar la demanda. (...).
101
Con su contestación, o vencido el plazo sin que ella ocurra, el Tribunal tendrá por contestada la
demanda o declarará la rebeldía del emplazado, respectivamente. En la misma resolución el
Página
Tribunal señala fecha para la vista de la causa dentro de los diez días útiles siguientes. Las
partes pueden solicitar que sus abogados informen oralmente.
103 Código Procesal Constitucional
Asimismo, debe tenerse en cuenta la disposición especial contenida en
el artículo 109 in fine del Código, en el sentido de que el Tribunal deberá
dictar sentencia dentro de los sesenta días desde que se interpuso la
demanda, para lo cual deberá adaptar los plazos del proceso de
inconstitucionalidad a fi n de que se cumpla con el plazo máximo104.
Artículo 108.- Plazo para dictar sentencia.- El Tribunal dicta sentencia dentro de los treinta días
posteriores de producida la vista de la causa.
104 Código Procesal Constitucional
102
Artículo 112.- Admisibilidad y procedencia.- (...) El Tribunal puede solicitar a las partes las
informaciones, aclaraciones o precisiones que juzgue necesarias para su decisión. En todo
Página
caso, debe resolver dentro de los sesenta días hábiles desde que se interpuso la demanda.
105 Cfr. ABAD YUPANQUI, Samuel y otros. Código Procesal Constitucional. Comentarios,
106 Como es el caso de las medidas cautelares en el proceso de inconstitucionalidad, las cuales
están expresamente prohibidas (artículo 105 del Código).
107 De ahí que a la tutela cautelar se le conozca también bajo la denominación de tutela
asegurativa.
108 La contracautela (rectius: caución) no es un presupuesto de otorgamiento de la medida
Por otro lado, no existe (ni puede existir) ningún grado jerárquicamente
superior a este órgano, al ser el Supremo Intérprete de la Constitución. Por
último, debe tenerse en claro que la solicitud de aclaración no podrá alterar
el fondo de la decisión ni mucho menos el Tribunal podrá valerse de estas
solicitudes para modificar aspectos sustanciales de la decisión. Estas ideas
están reconocidas en el artículo 121 del Código Procesal Constitucional110.
Contra los decretos y autos que dicte el Tribunal, solo procede, en su caso, el recurso de
reposición ante el propio Tribunal. El recurso puede interponerse en el plazo de tres días a
Página
110
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Mapa conceptual
111
Página
Bibliografía
Ana Cristina Neyra Zegarra. (2015). CÓDIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL COMENTADO. LIMA:
GACETA JURIDICA S.A.
Walter Gutierrez. (2005). Constitucion Politica Comentada - Analisis Articulo por Articulo (Vol.
Página
Zegarra, R. A. (2015). Codigo ProcesalConstitucional (Vol. tomo II). Lima, Perú: Gaceta
Jurdica.
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