Concurso Mercantil y Quiebra

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 28

Ensayos–Volumen XXIII, núm.2, noviembre 2004, pp.

1-28

La ley de concursos mercantiles en México: algunas


reflexiones a cuatro años de su entrada en vigor

Armando R. López Velasco


Leonardo E. Torre Cepeda*

RESUMEN EJECUTIVO

• La función de una ley de quiebras consiste en maximizar el valor de


empresas que llegan a caer en situaciones de insolvencia. Su buen
funcionamiento es esencial para la operación eficiente del mercado de
crédito y, por ende, para el crecimiento y desarrollo sostenido de la
economía.

• Una ley de quiebras debe ser modificada cuando se presentan,


simultáneamente: (i) una restricción crediticia que impide que empresas
potencialmente rentables reciban los fondos necesarios para financiar sus
inversiones, (ii) retrasos en el cierre de empresas que deben ser liquidadas y
(iii) costos elevados por retrasar la reorganización o liquidación de empresas
sobre-endeudadas.

• Antes de la crisis de 1994-1995 en México, ya se hablaba de la


necesidad de modificar la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos (LQSP).
Se argumentaba entonces que la LQSP: (i) no paralizaba las demandas de
algunos acreedores (trabajadores y fisco); (ii) contaba con un sistema de
prioridades en la liquidación defectuosa; (iii) no protegía adecuadamente a
los acreedores durante los procedimientos; (iv) ofrecía pocas opciones para
negociar planes de rehabilitación y (v) carecía de provisiones especiales para
agilizar los procedimientos de las pequeñas y medianas empresas (PYMES).

• Aunado a lo anterior, los problemas eran exacerbados por la lentitud de


los procedimientos; todo esto redundaba en incentivos distorsionados para
realizar negociaciones extrajudiciales entre el deudor y sus acreedores, y en
una menor disponibilidad de crédito. Al final de 1999, -en respuesta al
carácter obsoleto de la LQSP- se presentó al Congreso la iniciativa de Ley de
Concursos Mercantiles (LCM), la cual fue aprobada y entró en vigor en el
mes de mayo de 2000.

*
Egresado de la Facultad de Economía, UANL y profesor de la Facultad de Economía,
UANL, respectivamente.
2 Ensayos

• Entre los aciertos de la LCM cabe mencionar la creación de una


institución especializada (el Instituto Federal de Especialistas de Concursos
Mercantiles) que deja funciones esenciales en manos de especialistas en
insolvencia -en lugar del juez- (llamados visitadores, conciliadores y
síndicos en la LCM), que hacen uso de tiempo límite para cada etapa, con lo
cual se anticipa procesos más rápidos y eficientes.

• Además, la LCM lleva al fisco a cobrar dentro del procedimiento las


demandas que ahora sí son paralizadas, y disminuye la prioridad en el orden
de los acreedores en caso de liquidación. Asimismo, contrario a la LQSP, no
impone restricciones en el tipo de convenio que se logre entre deudor y
acreedores para rehabilitar una empresa.

• Sin embargo, la LCM tiene algunos puntos débiles. Uno de ellos es


que a pesar de que mejora el orden de prioridades, los acreedores
garantizados todavía no alcanzan la primera prioridad (la tienen los
trabajadores), lo que puede afectar el desarrollo del mercado de crédito con
garantías.

• Otro, es el hecho de que permite a los trabajadores que sigan cobrando


por fuera del procedimiento, lo que merma la confianza en el mismo (aunque
este problema se trata de minimizar con otras medidas). Finalmente, persiste
la ausencia de disposiciones especiales que agilicen los procedimientos para
las pequeñas y medianas empresas (PYMES), lo que les dificulta el acceso al
crédito.

• No obstante lo anterior, se concluye que la LCM es superior a la LQSP;


su aplicación facilitará la liquidación o rehabilitación rápida de empresas y
fomentará negociaciones extrajudiciales entre acreedores y deudores. La
disminución del riesgo que enfrentarán los acreedores sobre los préstamos, a
su vez, provocará un aumento en la oferta de crédito (sólo para empresas
que califiquen en el procedimiento), esto alienta una mayor inversión que
impulsará el empleo y el crecimiento económico.

Introducción1

En México, se habló con insistencia de la necesidad de modificar la Ley de


Quiebras y Suspensión de Pagos (LQSP), aun antes de la crisis de 1995. De
hecho, en los primeros años de la década de los noventas, diversos grupos
parlamentarios y el Ejecutivo realizaron esfuerzos importantes por sentar las
bases de un proyecto que reemplazara dicha ley. La crisis de 1994-1995, sin

1
Este trabajo se realizó cuando los autores laboraban en el Centro de Análisis y Difusión
Económica.
La ley de concursos mercantiles en México... 3

embargo, detuvo estos intentos, al mismo tiempo que -paradójicamente-


reveló el porqué debieron haberse continuado.

A raíz de la drástica contracción de la economía en 1995, pronto se


hizo obvio que la LQSP era un instrumento que invitaba a deudores en
problemas con pocas posibilidades de recuperación a recurrir a los
procedimientos de insolvencia y, en particular, a la suspensión de pagos, no
con la intención de rescatar sus empresas, sino con el afán de aprovechar el
"congelamiento" de sus obligaciones y retrasar la solución de los procesos,
todo ello en perjuicio de los acreedores y del desarrollo del mercado de
crédito.

Al final de 1999, y en respuesta a la patente obsolescencia de la


LQSP, se presentó al Congreso la iniciativa de Ley de Concursos
Mercantiles (LCM) para regular los procedimientos de insolvencia en el
país, misma que fue aprobada y entró en vigor en mayo de 2000.

Ante la importancia de esta ley para el desempeño del sistema


financiero, esta notación tiene como objetivo revisar, tras cuatro años de su
entrada en vigor, si se atiende a las deficiencias que con insistencia se indica
caracterizaron a la LQSP. En la segunda sección, se destaca la importancia
de los procedimientos de insolvencia para una economía, y se discute por
qué es necesario modificar en México las leyes al respecto. La tercera
sección identifica los diversos puntos que han sido motivo de críticas en la
LQSP, y se revisa si éstos son atendidos por la LCM. La cuarta sección
presenta conclusiones y recomendaciones.

1. Necesidad de una nueva Ley de Quiebras en México

Antes de comparar la LCM con la LQSP, conviene se destaque los


cuatro puntos que están relacionados con el tema: primero, la importancia de
una ley de quiebras para una economía; segundo, los elementos que definen
una ley de quiebras efectiva; tercero, los criterios que pueden ser útiles para
determinar si dicha ley debe o no ser modificada y cuarto, determinar si
efectivamente era necesaria una nueva ley de quiebras en México.

Importancia de una ley de quiebras. Aunque para el público no


especialista la discusión sobre el diseño de una ley de quiebras pudiera
parecer inocua, la realidad es que ésta es de vital importancia para la
creación de un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento
económico. Cuando una economía carece de procedimientos de insolvencia
ordenados y efectivos, los acreedores están expuestos a una probabilidad
elevada de no recuperar sus activos, lo que eleva el costo del crédito y
reduce el atractivo para realizar nuevas inversiones.
4 Ensayos

Objetivos de una ley de quiebras efectiva. El diseño de una ley de quiebras


efectiva, sin embargo, es una tarea compleja. Para expertos en la materia, el
logro de esta meta requiere de que los procedimientos establecidos en la ley
de insolvencia consigan, en primer lugar, asignar el riesgo entre los
participantes en una economía de mercado de una forma previsible,
equitativa y transparente, lo cual es un factor esencial para generar confianza
en torno al sistema financiero; y, en segundo lugar, que protejan y optimicen
el valor a lo largo del proceso a través de procurar la continuación de
empresas viables y liquidar aquéllas que no puedan ser rehabilitadas.

¿De qué depende la efectividad de una ley de quiebras? Resulta complicado


determinar cuándo una ley de quiebras es eficaz para alcanzar sus objetivos.
Sin embargo, especialistas en materia de insolvencia, apoyados en la reciente
-y abundante- experiencia sobre crisis financieras en el mundo, han sugerido
que la necesidad de reformar una ley de quiebras resulta inaplazable cuando
en una economía se presentan simultáneamente los siguientes tres hechos:

(i) Severa restricción crediticia que propicia que empresas


potencialmente rentables no reciban los fondos necesarios para
financiar sus inversiones.
(ii) Retrasos en el cierre de empresas que deben ser liquidadas.
(iii) Costos elevados por retrasar la reorganización o liquidación de
empresas sobre-endeudadas.2

¿Era necesaria una nueva ley de quiebras para México? Si se considera lo


expuesto arriba, resulta evidente que en México era necesario reformar el
marco que regía los procedimientos de insolvencia. En primer lugar, porque
la restricción crediticia después de la crisis era, y continúa siendo, palpable.
De acuerdo con información del Banco de México, el nivel del crédito de la
banca para el sector privado no bancario a septiembre de 2004 representa
apenas el 38.9% del nivel alcanzado en diciembre de 1994.3 En segundo
lugar, porque existía el consenso de que después de la crisis, empresas no
viables se habían mantenido funcionando gracias a los subterfugios legales
de la LQSP que impedían o retrasaban su liquidación.

Finalmente, sí resulta necesaria una nueva ley de quiebras, porque en


nuestro país era evidente la tardanza en lograr la resolución de los procesos
de quiebras y suspensión de pagos; ya que de acuerdo con especialistas,
normalmente la resolución de un proceso de insolvencia en México tomaba
de 3 a 6 años, incluso podía demorar hasta 10 años o más.

2
Ramachandran (1995), p. 3.
3
El crédito de la banca al sector privado no bancario incluye empresas, particulares e
intermediarios financieros no bancarios. Se excluyen los créditos que fueron enviados al
FOBAPROA y que ahora están en manos del IPAB.
La ley de concursos mercantiles en México... 5

2. Procedimientos de insolvencia en México: LQSP vs. LCM

Lo anterior deja entrever el porqué existía la necesidad de hacer


adecuaciones a la LQSP. Ahora, se identifica algunas de las principales
deficiencias de esta ley y discute si son atendidas en la LCM. Entre los
puntos a evaluar están la lentitud de los procedimientos, la paralización de
las demandas de los acreedores, el sistema de prioridades en caso de
liquidación, la flexibilidad de los planes para la reorganización, el
mecanismo de aprobación del convenio de reorganización, la existencia de
provisiones especiales para agilizar los procesos para empresas pequeñas y
medianas, y las facilidades que el sistema otorga para la reorganización por
fuera de los procedimientos de insolvencia. 4

2.1. Lentitud en los procedimientos

La rapidez de un procedimiento de quiebras es fundamental para evitar la


pérdida de valor de empresas en problemas; debido a que entre más tiempo
ocupen los procedimientos, mayor es la pérdida en el valor de los activos o
de la red de contratos explícitos e implícitos que forman parte de la empresa
en dificultades y, por lo tanto, mayores los costos del procedimiento. En
consecuencia, se vuelve más difícil rehabilitarla y queda menos para restituir
a los acreedores.

Sin embargo, alcanzar soluciones rápidas y eficientes en los


procesos de insolvencia requiere de una sólida infraestructura institucional.
Si dicha infraestructura está ausente, cualquier ley de insolvencia redundará
en resultados lejanos a los que se desea. Esta necesidad ha sido ampliamente
reconocida en otros países, en los últimos años, donde las autoridades han
respondido con (i) la creación de cortes u organismos especializados para
resolver problemas de insolvencia, y (ii) con el establecimiento de tiempos
límite y conversiones automáticas para cada una de las etapas del proceso
(cuadro 1).

La conveniencia de crear cortes u organismos especializados para


resolver problemas de insolvencia reside en que los encargados de
administrar dichos procesos son, por lo general, expertos que conocen del
efecto nocivo de la lentitud de los procedimientos. También, estos
organismos especializados son convenientes dado que separan los procesos
de insolvencia de otros foros judiciales que pueden estar muy
congestionados.

4
Este trabajo no evalúa los capítulos de la LQSP y de la LCM acerca de insolvencia de
instituciones de crédito, ni de auxiliadoras del crédito, ya que el carácter especial de estas
instituciones requiere de un análisis distinto.
6 Ensayos

Otro aspecto relevante en los procedimientos de insolvencia es la forma en


que se pasa de una etapa a la siguiente en el proceso de quiebra. En este
sentido, el pase automático de la etapa de reorganización a la de liquidación,
en combinación con el establecimiento de tiempos límite en cada una de las
fases, evitan que los procesos se traben en las primeras etapas, asegurando la
finalización de los procedimientos. Estas características proporcionan
mayores incentivos para una pronta negociación, acotan la discreción del
juez y, con ello, hacen más predecible el procedimiento de insolvencia.

Cuadro 1
Existencia de Instituciones Epecializadas/ Año Reforma
Países Desarrollados
Estados Unidos a ✔ Cortes especializadas 1994
Francia b ✔ Tribunal comercial 1994
Países Emergentes: Asia
Corea c ✔ Cortes especializadas n.d.
Indonesia d ✔ Corte especial comercial 1998
Tailandia e ✔ Cortes especializadas 1999
Países Emergentes: América Latina
Argentina f ✖ Algunas Provincias l 1995
g
Colombia ✔ Entidad administrativa especializada 1989
Chile h ✖ 1987
Perú i ✔ Entidad administrativa especializada 1996
México (LQSP) j ✖ 1943
México (LCM) k ✔ Instituto Federal de Especialistas de 2000
Concursos Mercantiles (?)
Fuentes: a: Title 11 Bankruptcy, US CODE. Documento en internet, Legal
Information Institute en http://www4.law.cornell.edu/uscode/11/ b: Biais, y Malécot
(1996). “Incentives and Efficiency in the Bankruptcy Process: The Case of France”.
Private Sector Development, Ocassional Paper No. 23, Banco Mundial. c: The
National Law Journal Agosto 10 de 1998
http://test01.ljextra.com/na.archive.html/98/08/1998_0804_30.html d: The National
Law Journal del 14 de Septiembre de 1998, en
http://test01.ljextra.com/na.archive.html/98/09/1998_0908_69.html. e: The Bangkok
Post, 19 de Febrero de 1999. Documento en internet en
http://www.bkkpost.samart.co.th/news/BParchive/BP19990219/190299_Business06.h
tml . f: “The new Bankruptcy Law in Argentina: an overview”. Documento en
internet en la dirección <http://www.natlaw.com/pubs/sparbr1.htm>. g: Atiyas, Izak
(1995) “Bankruptcy Reform –Breaking the Court logjam in Colombia” en Public
Policiy for the Private Sector, Banco Mundial, Sept. de 1995. Documento en internet
en http://www.worldbank.org/html/fpd/notes/51/51atiyas.html h: Rowat y Astigarraga
(1998). i: Decreto Legislativo 845 –Ley de Restructuración Patrimonial (Perú).
Publicado el 21 de Septiembre de 1996. j: Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos,
Novena edición, Ediciones Delma. k: Gaceta Parlamentaria de la Cámara de
Diputados. Miércoles 19 de Abril. l: Las provincias de Córdoba y Mendoza
(Argentina) tienen cortes especializadas
La ley de concursos mercantiles en México... 7

En el caso de México, es patente que los procedimientos de


insolvencia bajo la LQSP generalmente se llevaron a cabo en ambientes
caracterizados por cortes saturadas de trabajo, instalaciones inadecuadas y
con jueces que regularmente carecen del conocimiento financiero, contable o
administrativo necesario para desempeñar de manera eficiente las
atribuciones que les confiere la LQSP, en estos casos. Esta situación se
tradujo en una notoria lentitud en la resolución de los procesos y -en
consecuencia- en una invitación a deudores que prácticamente no tenían
posibilidades de recuperarse acogidos a los procedimientos de insolvencia,
particularmente, a la suspensión de pagos.

Eso sucedía porque, en esta etapa y ante la lentitud en la resolución


de los procesos de suspensión de pagos y la protección que la ley otorgaba al
deudor, -ya que se congelaba el saldo nominal de la deuda, se detenía el
pago de intereses y se dejaba al empresario deudor al frente de la empresa-
se le beneficiaba con la disminución en términos reales de su deuda y la
oportunidad de “ordeñar” los activos de la empresa, en perjuicio de sus
acreedores.5 Los acreedores, en cambio, veían cómo se reducía la
probabilidad de recuperar sus créditos, lo que a la larga se traducía en
mayores tasas de interés y menor disponibilidad de crédito.

La LCM recogió varias de las medidas prescritas


internacionalmente para combatir el alargamiento de los procedimientos.
Contempló, por ejemplo, la creación del Instituto Federal de Especialistas de
Concursos Mercantiles, que es el encargado, entre otras cosas, de: (i)
nombrar al personal especializado para atender los procesos de insolvencia
(visitadores, conciliadores y síndicos), (ii) determinar si una empresa entró a
una situación de incumplimiento generalizado de pagos, (iii) proponer
medidas cautelares y, en algunos casos, (iv) enajenar y administrar la
empresa.

La LCM considera también la introducción de límites de tiempo en


cada una de las etapas del procedimiento, lo que limita la actuación del juez
y hace más predecibles los procedimientos.6 Asimismo, las cuestiones
técnicas quedan en manos de especialistas (síndico, visitador y conciliador).
Por estas razones, es indudable que la LCM representa un avance sobre la
LQSP.

5
El “ordeñamiento de la empresa” consiste en que los deudores deprecian los activos
aprovechando la lentitud de las suspensiones de pagos, y en que siguen al mando de la
empresa.
6
La LQSP marcaba límites de tiempo en sus procedimientos. Pero, el problema de la
LQSP es que no siempre establecía conversiones automáticas cuando terminaban los
plazos. Por ejemplo, mientras no terminara el reconocimiento de créditos, no se podía
pasar a etapas sucesivas del procedimiento, por lo que mientras estaba detenido, los
acreedores no podían hacer nada para recuperar sus créditos (art. 203 LQSP).
8 Ensayos

2.2. Paralización de las demandas

Los países con procedimientos modernos de insolvencia cuentan con


disposiciones que permiten "paralizar" o "detener" los procedimientos de
ejecución de garantías o embargos de los acreedores (cuadro 2). La
paralización de las demandas de los acreedores resulta crucial para el
proceso de insolvencia. Su aplicación en la reorganización evita que los
acreedores secuestren activos esenciales para el funcionamiento continuo de
la empresa; mientras que su aplicación en el proceso de liquidación, facilita
la venta de la empresa como unidad operativa o en módulos, antes que
venderla en partes. La paralización de las demandas coadyuva, por lo tanto, a
maximizar el valor de recuperación de la empresa.7

En México, la LQSP establecía la paralización de las demandas de


los acreedores una vez que iniciaba un procedimiento de insolvencia, con
excepción de las demandas de los trabajadores y el fisco.8 Es decir, que
cuando iniciaba un proceso de insolvencia bajo la LQSP, los trabajadores y
fisco tenían prioridad sobre el resto de los acreedores y podían solicitar, -de
requerirse- el remate de los activos de la empresa para cubrir sus créditos.

Bajo este marco, el resto de los acreedores, incluso los que tienen
garantía, podían perder todo su crédito. Esta posibilidad, resultante de la
"superprioridad" concedida a los trabajadores y al fisco, se traducía en un
mayor riesgo en la concesión de crédito; y por lo tanto en mayores tasas de
interés, préstamos a menores plazos y, por ende, menor inversión y
crecimiento.

7
Entre países varía la forma de imponer la paralización de las demandas. En algunos
casos, la paralización se impone tanto en los procedimientos de reorganización como en
los de liquidación (EE.UU., Argentina, Perú); otros lo imponen sólo en la reorganización
(Colombia y Chile). En otros, donde el procedimiento es unificado, el congelamiento se
impone de oficio [Indonesia, Francia y Alemania y el caso de la LCM en México (art. 65
LCM)].
8
En realidad, las disposiciones con respecto al trato de trabajadores y fisco estaban por
fuera de la LQSP. Estas se encuentran en el artículo 114 de la Ley Federal del Trabajo
(LFT), y fracción 1 del Artículo 9 del Código Fiscal de la Federación.
La ley de concursos mercantiles en México... 9

Cuadro 2
Paralización de las demandas de los Acreedores
Países Desarrollados
Alemania a ✔
Estados Unidos b ✔
Francia c ✔
Japón d Juez decide en el caso de los
garantizados; sí se impone sobre
los no garantizados.l
Reino Unido e ✔ Procedimiento de
Administración
✖ Procedimiento de Receivership
Países Emergentes: Asia
Corea n.d.
Indonesia f ✔
Tailandia n.d.
Países Emergentes: América Latina
Argentina g ✔
Colombia h ✔ Con excepción de bienes
embargados
Chile h ✔ Reorganización
✖ Liquidación
Perú i ✔
México (LQSP) j ✖ Trabajadores y fisco cobran
fuera de lo concursal
México (LCM) k ✖ Trabajadores cobran fuera de
lo concursal
Fuentes: a: “The new German Insolvency Statute (Insolvenzordnung)”. Documento
en internet en http://www.bmj.bund.de/misc/e_insol.htm . b: Hart, Oliver. (1995).
Firms, Contracts, and Financial Structure. Oxford University Press. Pp. 165. c:
Biais, y Malécot (1996). “Incentives and Efficiency in the Bankruptcy Process: The
Case of France”. Private Sector Development, Ocassional Paper No. 23, Banco
Mundial. d: Eisenberg, T. y Tagashira, Shoichi (1994). “ Should we abolish
Chapter 11? the Evidence from Japan” en Bhandari y Weiss, editores. Corporate
Bankruptcy. Economic and Legal Perspectives. Cambridge University Press, 1996.
e: White, Michelle (1989) “The Corporate Bankruptcy Decision”, en Bhandari y
Weiss, editores. Corporate Bankruptcy. Economic and Legal Perspectives.
Cambridge University Press, 1996. Pp 474 –476. f: The National Law Journal 14 de
Septiembre de 1998, Documento en internet en
http://test01.ljextra.com/na.archive.html/98/09/1998_0908_69.html g: “The New
Bankruptcy Law in Argentina: an Overview”, documento en internet en
http://www.natlaw.com/pubs/sparbr1.htm h: Rowat y Astigarraga (1998). i:
Decreto Legislativo 845 –Ley de Restructuración Patrimonial (Perú). Publicado el
21 de Septiembre de 1996. j: Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, Novena
edición, Ediciones Delma. k: Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados.
Miércoles 19 de Abril. l: Procedimiento citado “Composition” para empresas
pequeñas. Al solicitar la liquidación o reorganización, se puede emitir una orden de
preservación de los activos.
10 Ensayos

En la LCM, se reconocieron estas deficiencias y fueron


confrontadas con diversas medidas. Por ejemplo, ahora se limita el periodo
de paralización de las demandas de los acreedores garantizados9 -lo que
permite proteger sus derechos e incentiva en un arreglo extrajudicial-,
favorece que los créditos de estos acreedores generen intereses hasta donde
alcance la garantía10, convierte a UDIS las demandas de los acreedores no
garantizados11; y lleva al fisco a cobrar dentro de lo concursal.12 13 Sin duda,
estas disposiciones representan un avance en relación con los procedimientos
de insolvencia prescritas por la LQSP. Sin embargo, dado que no se modifica
la preferencia que tienen las demandas de los trabajadores, la efectividad del
procedimiento se ve disminuida.14

2.3. Sobre el sistema de prioridades en la liquidación

El orden en que serán pagados los acreedores en caso de liquidación


es un elemento esencial de todo proceso de insolvencia, pues la forma del
reparto de la empresa enajenada influye ex-ante en la conducta de los
acreedores, quienes estiman el riesgo de incumplimiento y actúan con base
en él. Por ejemplo, si los acreedores garantizados tienen la primera prioridad
en la liquidación, entonces se facilita la provisión de este tipo de crédito
porque saben que en caso de insolvencia, tienen alta probabilidad de
recuperación.

9
Arts. 65 y 213 LCM.
10
Art. 89 LCM.
11
Art. 89 LCM.
12
Arts. 65 y 69 LCM.
13
En la LCM, el procedimiento de conciliación tiene como máximo 365 días (art. 145
LCM). Son 185 días de plazo normal y, en caso de aprobarse, 90 días de prórroga si el
conciliador o 2/3 del monto total de los acreedores están de acuerdo, y en caso de ser
necesario, una última prórroga de 90 días en caso de que el 90% de los acreedores y el
comerciante estén de acuerdo. Mientras dure la conciliación, están paralizadas las
demandas de los acreedores (salvo trabajadores). Si después de este período no se ha
llegado a un convenio, los acreedores pueden ejecutar sus garantías (art. 213 LCM). No
obstante, ya en la etapa de la quiebra, el síndico todavía puede solicitar paralizar la
ejecución de alguna garantía por 30 días más cuando considere, en beneficio de la masa, la
venta de la empresa como unidad productiva en lugar de un conjunto de partes (art. 214
LCM).
14
Artículos 65 y 68 LCM. La LCM, sin embargo, provee mecanismos para minimizar los
daños que esto pudiera causar. Por ejemplo, si en un concurso mercantil los trabajadores
quieren embargar algún activo que es garantía de algún acreedor, el conciliador buscará
sustituir la garantía por una fianza a satisfacción de la autoridad laboral que garantice el
cumplimiento de la pretensión en el término de 90 días (art. 68 LCM). Cuando la
sustitución no es posible, se registra como crédito contra la masa a favor del acreedor con
garantía real de que se trate. La Ley Federal del Trabajo es la que contiene el
ordenamiento acerca del procedimiento de cómo cobrarán los trabajadores. Véase la nota
26.
La ley de concursos mercantiles en México... 11

De igual manera, otorgar una prioridad alta a los créditos de los


acreedores posteriores al inicio del procedimiento puede servir para atraer el
financiamiento necesario que haga posible la reorganización del negocio.
Con base en las consideraciones anteriores, los expertos en materia de
insolvencia recomiendan que estos procedimientos adopten el siguiente
orden de prioridades para los acreedores, en caso de liquidación de una
empresa.

En primer lugar, deben estar los acreedores garantizados15, ya que


tal característica facilita la concesión de crédito (con garantías), lo que a su
vez resulta en tasas de interés, enganches y pre-pagos menores, así como
préstamos a mayores plazos. A la par, con ellos deben ir los gastos para la
preservación de las garantías; esto es, pagos por el mantenimiento del
equipo. Enseguida vienen los gastos del juicio: los gastos de la corte, los
salarios del síndico, entre otros, pues esto permite la atracción de recursos
necesarios para tener un procedimiento de liquidación rápido y eficaz.

También se recomienda otorgar una alta prioridad a los acreedores


posteriores al inicio del procedimiento, los cuales tendrían la misma o la
siguiente prioridad que los gastos del juicio, con el fin de atraer –en su caso-
el financiamiento necesario que haga posible la reorganización.16 Después
irían los acreedores no asegurados (los comunes) y hasta el final, los
accionistas.

En el caso de los trabajadores, algunos países han optado por


otorgarles una alta prioridad en la distribución.17 Sin embargo, eso refleja
más la presión de grupos en el proceso político, que cuestiones de eficiencia
económica. Si bien no está claro la prioridad que deben tener los
trabajadores, lo que en general se observa es que cuando a se les tiene en
primer término, antes que a los acreedores garantizados, entonces, la
confianza en el procedimiento disminuye y, por ende, la provisión del
crédito con garantías se reduce.

En nuestro país, el orden de prioridades establecido por la LQSP18


señalaba que primero estaban los gastos del juicio19, después los acreedores

15
Éstos son los acreedores que tienen una garantía, como los hipotecarios y prendarios.
16
Para que una empresa que busca rehabilitarse pueda obtener crédito posterior al inicio
del procedimiento, es necesario que los posibles acreedores sepan que tienen una prioridad
alta en caso de que, a pesar de todo, falle la reorganización y se liquide la empresa.
17
Por ejemplo, Francia y Perú otorgan la primera prioridad a los trabajadores.
18
Este ordenamiento se encuentra en los artículos 261 al 270 de la LQSP. Artículo 113 y
114 de la LFT, y el artículo 9 del Código Fiscal de la Federación.
19
Los créditos contra la masa se pagan con antelación a todos los demás. Estos pueden ser
los gastos erogados para la seguridad de los bienes de la quiebra, o su conservación y
12 Ensayos

singularmente privilegiados20, seguidos por los trabajadores y el fisco, los


acreedores con garantía real21, los acreedores con privilegio especial o
derecho de retención22, y finalmente los acreedores comunes, mercantiles y
civiles. Como podemos apreciar, este orden de prioridades -que se aleja del
recomendado por los expertos23 -, implica que la mayoría de los acreedores
financieros tendrían pocas posibilidades de recuperar sus créditos.

La LCM establece un orden de prioridades similar al de la LQSP24,


con la excepción de que el fisco pasa a cobrar dentro del grupo de acreedores
con privilegio especial25; es decir, después de los que tienen garantía real.
Esto representa, indudablemente, un avance. Sin embargo, los trabajadores
siguen teniendo la primera prioridad26, dado que se mantienen cobrando por
fuera del procedimiento.

La eficiencia económica y la experiencia internacional sugieren que


para coadyuvar a la formación de un mercado accesible de crédito con
garantías, los acreedores garantizados deben tener la más alta prioridad. En
México, sin embargo, la imposibilidad de modificar la mayor prioridad de
los trabajadores –que requeriría modificación a la Constitución y la Ley
Federal del Trabajo27- seguirá forzando a los acreedores garantizados a
desarrollar estrategias que les permitan considerar adecuadamente el riesgo
que representan sus préstamos, para minimizar los problemas de cartera

administración; ó los procedentes de diligencias judiciales o estrajudiciales en beneficio


común, siempre que hayan sido hechos con la debida autorización.
20
Los singularmente privilegiados son los gastos por entierro, o por enfermedad del
deudor. Éstos acreedores no existen en la práctica, ya que los “comerciantes” que entran a
la quiebra o a la suspensión son sociedades anónimas, y no comerciantes individuales.
21
Acreedores hipotecarios y prendarios.
22
Estos acreedores son i) los pignoraticios por los bienes que recibieron en prenda, ii)
comisionistas respecto de los efectos que estén real o virtualmente en su poder, iii)
vendedores de cosas muebles respecto de las mercancías vendidas que estén en su poder,
aunque sea en calidad de depósito, iv) los porteadores, por lo que ve la crédito por fletes
que se les adeudaren, v) el constructor de cualquera obra mueble respecto al precio de la
misma, mientras la retenga en su poder, y vi) el hospedero respecto de los equipajes de los
pasajeros en relación al pago del importe del hospedaje.
23
Véase, por ejemplo, FMI (1999): “Orderly and Effective Insolvency Procedures: Key
Issues”.
24
Artículos 217, 218, 219, 220, 221, 222, 223, 224 y 225 LCM.
25
El fisco tiene la primera prioridad (prelación) dentro del grupo de los acreedores con
privilegio especial (art. 221 LCM).
26
Arts. 224 y 225 LCM.
27
De la Constitución, habría que modificar el art. 123, fracción XXIII, que estipula que los
salarios atrasados, indemnizaciones, etc. de los trabajadores, tendrán preferencia sobre
cualquier otro crédito en caso de quiebra. De la Ley Federal del Trabajo (LFT), el art. 113
dice que los salarios e indemnizaciones de los trabajadores tienen prioridad sobre todos los
créditos, y el 114 dice que los trabajadores no necesitan entrar a concurso.
La ley de concursos mercantiles en México... 13

vencida. Esto, obviamente continuará reflejándose en tasas de interés altas


que deberán pagar los demandantes de recursos.

Posiblemente una medida para contrarrestar ese efecto negativo


sobre el crédito sería establecer que las empresas presentaran
trimestralmente el estado de sus pasivos contingentes; lo cual transmitiría
mayor información al mercado, pudiendo con ello distinguir cuáles empresas
gozan de mayores probabilidades para responder con sus activos a las deudas
contraídas.

2.4. Flexibilidad de los planes de reorganización (“convenio”)

Cuando una empresa endeudada enfrenta problemas de solvencia, puede


intentar mejorar su situación, teniendo en cuenta una o más de las siguientes
alternativas: ajustando su estructura financiera, negociando quitas,
intercambiando deuda por acciones o disminuyendo su planta laboral. En
muchos casos, sin embargo, las legislaciones sobre insolvencia impiden
arreglos de este tipo, lo que reduce las oportunidades de rehabilitación de las
empresas que sufren o pasan por dificultades.

La LQSP representaba un ejemplo de un marco legal que, en lugar


de facilitar, dificultaba las posibilidades de reorganización de empresas con
problemas.28 La afirmación anterior se sustenta en que, cuando una empresa
con problemas de solvencia deseaba negociar con sus acreedores a fin de
evitar la declaración de quiebra, la LQSP remitía la reorganización a alguna
de las siguientes cinco modalidades:

1.- Ceder la empresa.29


2.- Abandonar los bienes en favor de los acreedores.30
3.- Pedir una quita de hasta 65% si se paga de contado.31
4.- Pedir espera de hasta 3 años y pagar todo.32
5.- Combinar quita -no mayor al 55%- con espera -no mayor a los 2 años.33

Esta estrechez en las alternativas de reorganización constituía un


obstáculo para el rescate de empresas con problemas, dado que limitaba
innecesariamente los posibles convenios a que podían llegar los acreedores y
el deudor. Ahora, la LCM permite una mayor flexibilidad para las

28
Aquí se supone que las trabas que impone el proceso de reconocimiento de créditos han
sido superadas, algo que en la práctica es sumamente complicado.
29
Art. 321 LQSP.
30
Art. 323 LQSP.
31
Art. 317 LQSP.
32
Art. 322 LQSP.
33
Art. 318 LQSP.
14 Ensayos

negociaciones entre el deudor y sus acreedores ya que no impone


restricciones en el tipo de convenio que puede suscribirse.34

Esta flexibilidad permite a su vez que aumenten las probabilidades


de que los acreedores aprueben la rehabilitación de la empresa, y de que el
deudor permanezca al frente de ésta, lo que es de gran utilidad en situaciones
donde los problemas de la empresa son resultado de eventos fortuitos y no de
una mala administración. Obviamente, los convenios que se logren
requerirán de la anuencia de una cierta mayoría de acreedores (v. siguiente
punto).

2.5. Sobre el mecanismo de aprobación del convenio

Para la adopción del plan o convenio de reorganización de la empresa, en las


leyes modernas para insolvencia se utiliza mecanismos de votación por parte
de los acreedores. El diseño de este mecanismo es importante, para (i)
maximizar la probabilidad de rescatar empresas que puedan ser rehabilitadas
y (ii) para otorgar protección a los acreedores que votan en contra del
convenio si éste es aprobado por la mayoría; porque de lo contrario, si el
plan daña sus intereses sin su consentimiento, estos acreedores podrían
disminuir su oferta de crédito, en detrimento de la economía.

En el esquema de la LQSP, los acreedores que no tenían alguna


garantía (comunes, mercantiles y civiles) votaban sobre el convenio,
mientras que el voto de los garantizados (hipotecarios y privilegiados) era
opcional.35 36 Si los garantizados votaban, entonces eran incluidos en las
quitas y esperas que proponía el convenio; en caso contrario, mantenían sus
derechos y privilegios sobre las garantías. 37

34
Artículos 148, 151 y 152 LCM.
35
Art. 308 LQSP. Los acreedores prendarios (que están dentro de los acreedores con
garantía real) sí votan.
36
Tanto en la suspensión como en la quiebra se podía presentar un convenio. Las reglas de
votación de los convenios para la quiebra y la suspensión de pagos eran las mismas
cuando el convenio proponía quita, espera o una combinación (art. 403 LQSP). Sin
embargo, en el convenio de la quiebra existían opciones adicionales: ceder la empresa (art.
321 LQSP) y abandonar los bienes a los acreedores (art. 323 LQSP).
37
Art. 308 LQSP. Este mecanismo era prácticamente un esquema de “composición”, sobre
el cual los expertos admiten que existen otros mecanismos de votación superiores. En la
LQSP, si el convenio implicaba pagar de contado, la quita podía ser de hasta 65%. Pero
tenía que ser aprobado por el 75% del pasivo si el dividendo estaba entre 35 y 45%; por el
65% si se pagaba entre 45 y 55%, y del 51% del pasivo si se pagaba el 65% del pasivo
(art. 317 LQSP). Si el convenio proponía espera, cambiaban ligeramente las mayorías (art.
318 LQSP). Si el convenio proponía la cesión de la empresa, las mayorías son las mismas
que las anteriores (dependiendo de las quitas y esperas, art. 321 LQSP), y si el convenio
proponía el abandono de los bienes a los acreedores, se requería que votaran a favor 2/3 de
los acreedores en número, y que representaban ¾ del pasivo (art. 323 LQSP).
La ley de concursos mercantiles en México... 15

Según este esquema, la reorganización se limitaba a que el deudor


reestructurara sólo las deudas no garantizadas, y a que pagara de inmediato
el valor de las garantías, pues de no hacerlo, los acreedores garantizados las
embargarían, cancelando la posibilidad de rehabilitación. Normalmente las
garantías son activos esenciales para la operación de la empresa y
representan una parte muy importante de los créditos, por lo que bajo el
esquema de la LQSP se perdían oportunidades de rehabilitar empresas que
requerían de algún tiempo para saldar sus deudas con acreedores
garantizados.

Bajo el mecanismo de aprobación de la LCM, en cambio, se elevan


las probabilidades de lograr la rehabilitación de la empresa cuando se ha
aprobado el convenio, ya que los acreedores garantizados no pueden
embargar las garantías una vez que el deudor contemple pagar todo su
crédito (sea a través del tiempo y con intereses, o de inmediato). También
hay una mayor probabilidad de lograr la aprobación del convenio, ya que los
acreedores garantizados no pueden votar en contra (pero si no votaran como
quiera recibirían su colateral o todo el valor de su garantía), sólo a favor, o
abstenerse de ello. 38

Otro punto importante del mecanismo de aprobación es el grado de


protección que se otorga a los acreedores que no están de acuerdo con el
convenio una vez que éste ha sido aprobado por la mayoría correspondiente.
En nivel internacional, los expertos en insolvencia recomiendan que a tales
acreedores se les garantice recibir al menos lo que recibirían bajo la
liquidación de la empresa.39

De acuerdo con la LQSP, los acreedores garantizados podían ejecutar sus


garantías o recibir su pago si la empresa decidía pagar inmediatamente. Por

38
La LCM establece que para aceptar el convenio de reorganización se requiere que al
menos 1/2 parte de la suma del monto reconocido a los acreedores comunes y de los
acreedores con garantías suscriban el convenio (art. 157 LCM). Este convenio puede ser
vetado si hay al menos una mayoría simple de los acreedores comunes que no lo
suscriben, aunque el derecho de veto no puede ejercerse si el plan contempla pagarles su
crédito (art. 163 LCM).
El voto de los acreedores garantizados es opcional, pero en caso de que suscriban el
convenio y a diferencia de la LQSP, no pierden sus privilegios (garantías, etc.). Los
acreedores garantizados no pueden votar en contra de una reorganización, pero pueden
votar a favor al suscribir el convenio. Si no lo suscriben, podrán realizar sus derechos de
ejecución (lo cual sucedería si en la reorganización el activo no es esencial para el éxito de
ésta), o recibir su pago de inmediato o a través del tiempo con intereses.
39
Esto implicaría hacer una valuación hipotética de la empresa para que, según las
prioridades en la liquidación, se hiciera un reparto hipotético y determinar lo que
recibirían (al menos) tales acreedores.
16 Ensayos

ello, éstos tenían buena protección, salvo que decidieran votar.40 No


obstante, no existía la protección para los acreedores que no tenían garantías,
lo que desincentivaba la participación de estos acreedores en el
procedimiento, y redundaba en una menor provisión de crédito.

Ahora, la LCM establece que los acreedores garantizados reciban su


crédito completo, independientemente de si suscriben o no el convenio, por
lo que están igual (si no votan) o mejor (si suscriben el convenio) protegidos
que bajo la LQSP. En el caso de los no garantizados, establece una
protección inferior al estándar internacional (no se garantiza que reciban al
menos lo que recibirían en la liquidación), aunque sí es superior a la de la
LQSP.41

Si bien el sistema de votación de la LCM es superior al de LQSP,


no queda claro que sea superior a otros esquemas utilizados en el nivel
internacional (v. cuadro 3). Por ejemplo, el esquema de votación que se
utiliza en EE.UU, Alemania y Argentina -con algunas diferencias- permite la
creación de clases o tipos de acreedores. Estas clases se forman según los
derechos e incentivos económicos de los acreedores, lo que otorga un marco
adecuado para la estructuración del convenio, y por tanto, para su
aprobación.42 Sin embargo, este tipo de votación requiere de una
infraestructura institucional más desarrollada que la necesaria para aplicar el
esquema de la LCM.43

El cuadro 3 presenta las mayorías necesarias para aprobar los


convenios de reorganización en varios países. Normalmente, y a pesar de
tener diferentes mecanismos de votación, las mayorías son de al menos 2/3
del valor de los créditos (salvo en el Reino Unido, -donde en el
procedimiento de administración- la mayoría es simple en el monto de los
créditos) y en ocasiones también se toma en cuenta una mayoría de 50% en

40
Art. 308 LQSP. En la práctica, la protección de la LQSP era prácticamente nula, debido
a la lentitud de sus procedimientos y a la superprioridad de los trabajadores y fisco, que
afectaban aún a los acreedores garantizados.
41
Art. 159 LCM. La protección consiste en que la máxima quita o espera que se impone a
los acreedores que no están de acuerdo en el convenio sea igual a la mínima que hayan
aceptado otros acreedores de su mismo tipo. Mientras que a nivel internacional se
recomienda que reciban al menos lo que recibirían bajo la liquidación de la empresa.
42
Este tipo de votación permite la creación de clases de acreedores según sus derechos e
incentivos económicos. Se requiere que todas las clases estén de acuerdo (Entre clases) y
que dentro de cada clase (Intra clases) cierta(s) mayoría(s) de acreedores estén de acuerdo
con el convenio. Algunos países permiten la utilización del “cram-down”, en el cual se
puede aprobar un convenio aún y cuando toda una clase de acreedores no estén de
acuerdo; pero se necesita un aparato institucional altamente desarrollado y confiable, pues
requiere que el organismo encargado de los procedimientos ejerza una mayor discreción.
El “cram-down” requiere de una valuación de la empresa.
43
Vea FMI (1999): “Orderly and effective Insolvency Procedures: Key Issues”.
La ley de concursos mercantiles en México... 17

número de acreedores (clases u otros esquemas). Esto contrasta con las


mayorías simples (aunque en varias dimensiones) requeridas en la LCM.

El problema de tener un mecanismo de votación que apruebe muy


fácilmente la reorganización es que puede demorar innecesariamente la
liquidación de empresas que lo ameriten, lo cual se traduce en una pérdida de
valor ya que la gran mayoría de las empresas que tratan de reestructurarse
dentro de los procedimientos, terminan liquidándose.44 No queda claro, sin
embargo, si deba modificarse alguna de las mayorías en el caso de la LCM,
aunque es un punto que merece atención.

Determinar quién prepara el convenio de reorganización:


administrador-deudor, un especialista designado por la corte o los
acreedores, no es relevante cuando se le somete a una votación de
acreedores, ya que si el convenio es defectuoso, los acreedores podrán votar
en contra de reorganizar, aun y cuando la rehabilitación fuera posible. La
votación incentiva, por lo tanto, a presentar “buenos” planes de
reorganización.

44
Véase, por ejemplo, FMI (1999): “Orderly and Effective Insolvency Procedures: Key
Issues”, donde se señala que la gran mayoría de las reorganizaciones exitosas se dan por
fuera de los procedimientos formales de insolvencia.
18 Ensayos

Cuadro 3
Mecanismo de Votación para la Aprobación del Convenio
Países Desarrollados
Alemania a Clases de acreedores. Ver EE.UU
Estados Unidos b Votación por clases de acreedores. Hay clases de
acreedores según incentivos económicos y
graduación. Todas las clases deben de estar de
acuerdo, y dentro de ellas se requiere que la aprueben
2/3 del monto de los créditos y ½ en número, también
se requiere 2/3 de voto de accionistas.
Existe posibilidad de Cram-down. Ver nota de pie 25
Francia n.a.
Japón n.d.
Reino Unido c Mayoría simple en valor de los créditos.k
Países Emergentes: Asia
Indonesia d 2/3 del valor de los créditos y 50% en número de
este mismo tipo de acreedores
Tailandia e 75% del valor de los créditos y 50% en número de
acreedores
Países Emergentes: América Latina
Argentina f Clases de Acreedores. No existe “cram-down”.
Colombia g 75% del total de los créditos
Chile n.d.
Perú h 2/3 del total de los créditos
México (LQSP) i Mayoría según el tipo de convenio. Vea la nota 27
México (LCM) j Mayoría simple de la suma de créditos de acreedores
comunes y de los que tienen garantía real que
suscriben el convenio (no se toman en cuenta los que
no lo suscriben). Se necesita también al menos el
50% de los créditos de los acreedores comunes y 50%
de esos acreedores suscriban el convenio o que en
éste se contemple pagar sus créditos.
Fuentes: a: “The new German Insolvency Statute (Insolvenzordnung)”. Documento en
internet en http://www.bmj.bund.de/misc/e_insol.htm . b: Hart, Oliver. (1995). Firms,
Contracts, and Financial Structure. Oxford University Press. Pp. 165. c: White, Michelle
(1989) “The Corporate Bankruptcy Decision”, en Bhandari y Weiss, editores. Corporate
Bankruptcy. Economic and Legal Perspectives. Cambridge University Press, 1996. Pp 474
-476. d: The National Law Journal 14 de Septiembre de 1998, Documento en internet en
http://test01.ljextra.com/na.archive.html/98/09/1998_0908_69.html e:The Bangkok Post,
del día 19 de Febrero de 1999, Documento en internet en
http://www.bkkpost.samart.co.th/news/BParchive/BP19990219/190299_Business06.html
f: “The New Bankruptcy Law in Argentina: an Overview”, documento en internet en
http://www.natlaw.com/pubs/sparbr1.htm g: Rowat y Astigarraga (1998). h: Decreto
Legislativo 845 –Ley de Restructuración Patrimonial (Perú). Publicado el 21 de Septiembre
de 1996.
i: Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, Novena edición, Ediciones Delma. j: Gaceta
Parlamentaria de la Cámara de Diputados. Miércoles 19 de Abril. k: Corresponde al
procedimiento de Administración de Reino Unido.
La ley de concursos mercantiles en México... 19

En síntesis, el mecanismo de aprobación del convenio de la LCM


hace probable una reorganización exitosa, ya que los acreedores garantizados
no pueden votar en contra (no son tomados en cuenta en el conteo), pero sí a
favor del convenio; además, los derechos de ejecución de los acreedores
garantizados son bloqueados, si el convenio plantea pagar todo su crédito.45
46
Al mismo tiempo, ofrece una mejor protección para los acreedores que se
vean obligados a aceptar las condiciones del convenio.

2.6. Provisiones para empresas pequeñas y medianas

En países que cuentan con legislaciones modernas de insolvencia, los


procedimientos son más simples, o bien, cuentan con provisiones especiales
-como menores plazos o la ausencia de requisitos innecesarios- para declarar
la quiebra de pequeñas y medianas empresas (PYMES).47

Para las PYMES, muchos de los problemas que deben ser resueltos
-durante el juicio son más sencillos que en el caso de empresas grandes: la
estructura del capital no es tan complicada como el de una gran empresa, el
número de acreedores es pequeño, etc. La experiencia internacional indica
también que la probabilidad de rehabilitar PYMES es muy baja, por lo que
éstas casi siempre se liquidan. Sus procedimientos pueden ser más rápidos,
dado que así se impide que se disipe valor y permite a los acreedores una
recuperación mayor, en consecuencia, reduce el costo del crédito.

La LQSP no contemplaba procedimientos diseñados para deudores


pequeños. Los procedimientos eran aplicables al “comerciante”, fuera éste
una gran empresa o un pequeño negocio. En México, además, los juicios de
quiebras o suspensiones que se observaban eran sólo de algunas grandes
empresas, mientras que en nivel internacional la gran mayoría de los
procedimientos son de PYMES. Esta diferencia se explicaba por la lentitud y

45
Los acreedores garantizados no pierden sus derechos si votan a favor, por lo que
siempre recibirían el pago de su crédito, salvo que estuviera de acuerdo con hacer algún
descuento (por tener intereses de largo plazo, etc.). Artículos 156, 157 y 160 LCM.
46
El mecanismo de votación de los acreedores minimiza el problema de incentivos
heterogéneos entre distintos tipos de acreedores. Normalmente los acreedores más
beneficiados en una liquidación serán los garantizados, porque recibirían de inmediato su
pago. Pero en una reorganización, los más beneficiados serían los no garantizados, ya que
en una liquidación quizá no recibirían nada. Si votaran todos los acreedores, los
garantizados estarían sesgados hacia la liquidación, y los no garantizados hacia la
reorganización. En el mecanismo de la LCM, los acreedores garantizados no son tomados
en cuenta para la votación, a menos que voten a favor, lo que puede minimizar problemas
de liquidación de empresas rehabilitables (art. 160 LCM). El acreedor garantizado no sufre
daños, ya que el deudor pagaría sus créditos con intereses, o permitiría la ejecución de la
garantía ( sólo en el caso que tal activo no fuera esencial para la reorganización).
47
Véase, por ejemplo, Rowat y Astigarraga (1998). Algunos países que cuentan con estas
provisiones son Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Japón, Perú y Argentina.
20 Ensayos

los costos elevados del juicio en México, que desalentaban los procesos para
las PYMES, por lo que éstas no se rehabilitaban.

En la LCM, tampoco se establece provisiones especiales que


agilicen los procedimientos de las PYMES. Al contrario, se establece que los
comerciantes con deudas por un valor de hasta 400 mil UDIS no sean sujetos
al concurso mercantil48, a menos que voluntariamente decidan someterse.49
Para los comerciantes que no se sometan al concurso mercantil, los
procedimientos aplicables serían el código civil, el código de procedimientos
civiles, los usos y costumbres mercantiles y la jurisprudencia, los cuales son
estatales y normalmente lentos.

Dado el estado en que se aprobó la LCM, el costo del crédito no


disminuirá para los pequeños deudores, e incluso podría aumentar,
dependiendo de la agilidad y eficacia de los procesos aplicables en cada
Estado. El problema de hacer voluntaria la aplicación del concurso mercantil
a los pequeños deudores es que ex-ante, los acreedores no saben si el
comerciante estaría dispuesto a someterse al concurso mercantil en caso de
incumplimiento, por lo que seguirán las restricciones crediticias para las
PYMES.

En una situación de insolvencia o de iliquidez de las PYMES,


normalmente los acreedores garantizados tendrán problemas para recuperar
sus créditos, pero los no garantizados quizá no recuperen nada. En todo caso,
para los acreedores será relativamente más rentable y seguro prestar a
empresas que sí califican dentro de la LCM, lo que reducirá el crédito
disponible para los pequeños deudores. También, es probable que los
negocios pequeños en las entidades de menor nivel de ingreso sean, a su vez,
quienes tengan menos acceso al crédito, puesto que es factible que sus
legislaciones locales cuenten con procedimientos más lentos para resolver
los litigios.

Por todo lo anterior, es recomendable que las PYMES no sólo


voluntariamente entren al concurso mercantil, y que sus procedimientos
estén sujetos a menores plazos, lo que volvería más accesible el mercado de
crédito para este segmento. La etapa de conciliación, por ejemplo, podría
disminuirse de 6 a 2 ó 3 meses y la prórroga de 3 meses a 1 ó 2, puesto que
es muy poco probable lograr la rehabilitación de dichos negocios. 50
48
El artículo 9° transitorio de la LCM permite por los primeros 5 años desde su entrada en
vigor, que los comerciantes, personas físicas que tengan un pasivo de hasta 500 mil UDIs,
no sean sujetos a la aplicación de la LCM, salvo que lo acepten voluntariamente y por
escrito.
49
Art. 5 LCM.
50
En otros países el tiempo para presentar el plan de reorganización (algo similar a la
conciliación) varía. En EEUU, el deudor (grandes corporaciones, etc.) tiene 120 días para
La ley de concursos mercantiles en México... 21

2.7. Reorganizaciones fuera de los procedimientos formales

En el nivel internacional, la mayoría de las reorganizaciones exitosas se


registran fuera de los procedimientos judiciales de insolvencia.51 Cuando el
deudor anticipa que tendrá problemas, intenta entrar en acuerdo con algunos
de sus acreedores para seguir operando y evitar así entrar al procedimiento
formal, situación que puede erosionar el valor de la empresa y elevar el
riesgo de liquidación de ésta, aunque tenga posibilidades de rehabilitación.

Dichas negociaciones toman lugar precisamente por la existencia


del procedimiento formal de insolvencia. Es decir, el proceso formal es el
marco de referencia que configura los incentivos para las negociaciones.
Cuando el procedimiento formal es deficiente, el marco de incentivos está
distorsionado y no produce resultados eficientes. Un ejemplo de un marco
deficiente era el de la LQSP. Veamos por qué.

Bajo la LQSP, cuando una empresa deudora tenía problemas, ésta


podía negociar con sus acreedores, pero además, tenía la opción de irse a la
suspensión de pagos, la cual le permitía obtener importantes descuentos de
sus acreedores dada la tardanza en la resolución de estos procesos. Por ello,
antes de prestar (ex-ante), si los acreedores anticipaban que tendrían
dificultades para recuperar su crédito en caso de que el deudor enfrentara
problemas, ellos tendían a restringir el crédito y a cobrar tasas de interés más
altas a sus clientes, hecho que reducía la inversión, y por ende, el
crecimiento del ingreso y del empleo.52

Los términos de crédito más onerosos afectan en mayor medida a


las PYMES, ya que éstas no cuentan con alternativas de financiamiento a los
préstamos o aportaciones de capital de sus socios.

En el caso de la LCM, y en marcado contraste con la LQSP, los


deudores ya no pueden amenazar con algo como la suspensión, lo que daría

presentar el plan, con prórroga de 60 días. Argentina otorga de 30 a 60 días al deudor para
presentarlo, después de los cuales los acreedores tienen un período exclusivo de 30 días
para presentarlo. El FMI (1999) menciona plazos de 60 a 90 días (empresas grandes), y
que por ningún motivo pase de cierto límite, el cual puede ser de 120 días totales. Estos
plazos que incluyen grandes empresas indican que 3 ó 4 meses para PYMES debe ser más
que suficientes para la conciliación de empresas pequeñas. Además, estas empresas
normalmente se liquidan. Bajo la LCM, el plazo de conciliación dura hasta 185 días
naturales, con un plazo límite total de 365 días naturales, prórrogas que requieren de cierta
anuencia de los acreedores (art. 145 LCM).
51
Véase, por ejemplo, FMI (1999): “Orderly and Effective Insolvency Procedures: Key
Issues”.
52
Al otorgar préstamos, como los acreedores no pueden saber cuál empresa tendrá
problemas, cargan mayores tasas de interés a todas ellas. Esto se traduce en un un subsidio
de los deudores cumplidos a los incumplidos.
22 Ensayos

confianza a los acreedores para otorgar crédito más barato. Con un


procedimiento formal eficiente, se vuelve más probable que las empresas
que ameriten rehabilitarse lo logren por dentro y por fuera del procedimiento
formal, y que se liquiden las no viables. Esto se explica a continuación.

Bajo la LQSP, las empresas no viables podían seguir operando si


lograban importantes descuentos y concesiones de sus acreedores, lo que
implicaba que empresas ineficientes se mantuvieran funcionando. Bajo el
procedimiento de LCM, como no existe la amenaza de la suspensión, los
acreedores no estarán dispuestos a hacer quitas o refinanciar empresas no
viables, sino que preferirán demandar el concurso mercantil.

También, en ocasiones, empresas viables pero con falta de liquidez,


requieren de financiamiento adicional para realizar proyectos que les
permitan salir de sus problemas, o por lo menos llegar con menos problemas
al procedimiento formal. Bajo un procedimiento ágil como la LCM, los
acreedores saben que si prestan a la empresa (y si la empresa tiene amplias
posibilidades de éxito), ésta podría seguir operando, y en caso de que el
proyecto falle, existe un procedimiento que les permitirá recuperar sus
créditos.

Conclusiones

El propósito de este ensayo fue contrastar la LQSP con la LCM y determinar


si los procedimientos de insolvencia en México bajo la nueva ley serán más
eficientes. Nuestra revisión muestra que, efectivamente, la LCM atiende a
diversas deficiencias presentes en la LQSP. Por ejemplo, creó una institución
especializada en insolvencia, y estableció la utilización de plazos y
conversiones automáticas, las cuales tienden a agilizar los procedimientos de
quiebra. Además, la LCM es más flexible en cuanto a los convenios que
pueden ser adoptados en la reorganización, lo que aumenta las
probabilidades de rehabilitar empresas que entran al procedimiento. Lo
anterior es así, porque en la LCM el deudor y sus acreedores determinan el
mejor tipo de reestructuración, los plazos para su cumplimiento, etc.

Otro acierto en la propuesta de la LCM fue el diseño del mecanismo


de aprobación del convenio. En particular, bajo la LCM es más probable
lograr la rehabilitación dado que los derechos de ejecución de los acreedores
garantizados sí son suspendidos si el convenio contempla pagarles. Este
mecanismo otorga, además, buena protección a los acreedores garantizados,
aunque la protección de los no garantizados podría mejorarse si se establece
que los acreedores que no suscriban el convenio, reciban en la
reorganización al menos lo que recibirían bajo la liquidación.
La ley de concursos mercantiles en México... 23

En relación con la paralización de las demandas, la LCM plantea


convenientemente lo siguiente: (i) que el fisco pase a cobrar dentro del
procedimiento; (ii) que se otorgue protección a todos los acreedores,
permitiendo que durante los procedimientos los créditos con garantía real
generen intereses y que los créditos de acreedores comunes se conviertan a
UDIS, y (iii) que se limite el tiempo que puede durar la paralización de las
demandas de los acreedores con garantía real. Todo esto aumenta la
confianza y previsión de los procedimientos.

Sin embargo, debe reconocerse que persisten ciertas deficiencias en


esta ley. Una de ellas es que los trabajadores sigan cobrando fuera del
procedimiento y, por tanto, sigan teniendo la prioridad más alta.

Otra deficiencia es que la LCM no cuenta con provisiones


especiales para empresas pequeñas y medianas, además de que hace
voluntaria la aplicación del concurso mercantil a los pequeños deudores (los
comerciantes con deudas con un valor de hasta 400 mil UDIS). Esto incide
negativamente en el mercado de crédito para los pequeños deudores, quienes
no verían los beneficios de la nueva legislación.

Desde nuestro punto de vista, la LCM podría ser mejorada sustancialmente si


se considerara lo siguiente:

(1) Para evitar el desmembramiento prematuro de la empresa, establecer


que los trabajadores cobren dentro de lo concursado, esto es, eliminar el
derecho que éstos tienen para cobrar por fuera del procedimiento.

(2) Que en el orden de prioridades, los trabajadores cobren después de los


acreedores garantizados. Si por motivos políticos a los trabajadores se les
otorga la primera prioridad, éstos deberían de cualquier forma cobrar
dentro del procedimiento.

(3) Incluir a los pequeños deudores en la aplicación de la LCM –no sólo


aplicación voluntaria- y que las etapas de los procedimientos para estos
deudores sean más cortas a fin de minimizar la pérdida de valor; por
ejemplo, reduciendo la etapa de conciliación de 6 a 2-3 meses y la prórroga
de 3 meses a 1-2.

(4) Establecer una mejor protección para los acreedores no garantizados


que votan en contra de la rehabilitación una vez que ésta haya sido
aprobada. Esta protección consiste en que dichos acreedores reciban en la
reorganización al menos lo que recibirían bajo la liquidación.
24 Ensayos

Para concluir, conviene apuntar que si bien la LCM es superior a la


LQSP, esta nueva ley debe ser modificada en algunos puntos clave. Sólo
cuando se hagan estas modificaciones, esta ley podrá facilitar la liquidación
o rehabilitación rápida de las empresas que en su caso lo ameriten, y
fomentará las negociaciones extrajudiciales entre acreedores y deudores. De
otra forma, la LCM puede convertirse en otro más, de los muchos elementos,
que impiden que agentes financieros tan importantes como los bancos, estén
dispuestos a elevar la oferta de crédito, para financiar más inversiones y por
lo tanto para impulsar el empleo y el crecimiento.

Bibliografía

Aghion, P. 1998. “Bankruptcy and it’s Reform” en Peter Newman, editor, en


The New Palgrave Dictionary of Economics and Law. Tomo 1,
Stockton Press.
Alexander y Mayer. 1997. “1736. Creating Incentives for Private
Infraestructure Companies to Become More Efficient”. En
http://www.worldbank.org/html/dec/Publications/Workpapers/WPS1.
../wps1735-abstract.html
Atiyas, I. 1995. “Bankruptcy Reform -Breaking the Court logjam in
Colombia” en Public Policy for the Private Sector. Publicación del
Banco Mundial, Septiembre. En
http://www.worldbank.org/html/fpd/notes/51/51atiyas.html
Baer, H. y C. Gray. 1995. “Debt as a Control Device in Transnational
Economies: The Experiences of Hungary and Poland”. En
http://www.worldbank.org/html/dec/Publications/Workpapers/wps14
80-abstract.html
Balz, Gitlin, Matsushita, Sortais, Westbrook, y Wood. 1999. Orderly and
Effective Insolvency Procedures: Key Issues. Departamento legal del
FMI, Mayo de 1999.
“Bankruptcy: an Overview” Legal Information Institute. En
http://www.law.cornell.edu/topics/bankrutpcy.html
“Bankruptcy Statistics from the American Bankruptcy Institute”. Documento
del American Bankruptcy Institute en
http://www.abiworld.org/stats/stats.html
“Bankruptcy Chapters”. Documento del American Bankruptcy Institute en
http://www.abiworld.org/media/chapters.html
Bebchuk, L. 1998. “Chapter 11”. NBER Working Paper 6473. En
http://www.nber.org/papers/w6473
Bebchuk, L. 1996. “A new aproach to corporate reorganization”. en
Bhandari y Weiss. Corporate Bankruptcy. Economic and Legal
Perspectives. Cambridge University Press.
Biais, y Malécot. 1996. “Incentives and Efficiency in the Bankruptcy
Process: The Case of France”. Private Sector Development,
Ocassional Paper No. 23, Banco Mundial.
La ley de concursos mercantiles en México... 25

Borish, M, y M. Nöel. 1996. “Private Sector Develpment in the Visegrad


Countries” en Finance and Development. En
http://www.worldbank.org
Cartas de Intención de Indonesia al FMI,16 de Marzo de 1999, 30 de Nov.
de 1998, 19 de Octubre de 1998, 11 de Septiembre de 1998, 21 de
Julio de 1998, 24 de Junio de 1998. En http://www.imf.org
Cartas de Intención de Tailandia al FMI, 23 de Marzo de 1999,1 de Dic de
1998, 25 de Agosto de 1998, 26 de Mayo de 1998, 24 de Febrero de
1998, 25 de Febrero de 1997. En http://www.imf.org
Chapter 1. Documento del Legal Information Institute en
http://www.law.cornell.edu/uscode/11/ch1.html
Chapter 3. Documento del Legal Information Institute en
http://www.law.cornell.edu/uscode/11/ch3.html
Chapter 5. Documento del Legal Information Institute en
http://www.law.cornell.edu/uscode/11/ch5.html
Chapter 7. Documento del Legal Information Institute en
http://www.law.cornell.edu/uscode/11/ch7.html
Chapter 7 Bankruptcy. Documento del American Bankrupcty Institute en
http://www.abiworld.org/media/chapter7.html

Chapter 11. Documento del Legal Information Institute en


http://www.law.cornell.edu/uscode/11/ch11.html
“Chapter 11 Bankruptcy”. Documento del American Bankrupcty Institute en
http://www.abiworld.org/media/chapter11.html
Chapter 13. Documento del Legal Information Institute en
http://www.law.cornell.edu/uscode/11/ch13.html
“Chapter 13 Bankruptcy”. Documento del American Bankrupcty Institute en
http://www.abiworld.org/media/chapter13.html
“Chapter 13 Primer”. Documento en carpeta electrónica de Owen Katz. En
http://bankrupt.com/c13.primer.html
“Corporate Bankruptcy and Reorganisation Procedures in OECD and
Central and Eastern European Countries”. En
http://www.oecd.org//daf/peru/no_frames/legal_reform/bankruptcy_la
w/re-organisation.htm
Decreto Legislativo 845 –Ley de Restructuración Patrimonial (Perú).
Publicado el 21 de Septiembre de 1996.
Del Cueto, R. 1999. “Anteproyecto de Ley de Concursos Mercantiles”
Ponencia presentada en el Seminario “Hacia una Nueva Ley de
Quiebras”, Mty, N.L. Octubre.
Demsetz, H. 1998. “Property rigths”. En Peter Newman editor, en The New
Palgrave Dictionary of Economics and Law. Tomo 1, Stockton Press.
Eisenberg, T. y S. Tagashira. 1996. “ Should we Abolish Chapter 11? the
Evidence from Japan” en Bhandari y Weiss, editores. Corporate
Bankruptcy. Economic and Legal Perspectives. Cambridge University
Press.
26 Ensayos

“Experts Hail Bankruptcy Law as Positive Step”. Documento acerca de la


legislación Tailandesa en
http://www.boi.go.th/thailandupdate/98may02.html
Franks, J. y W. Torous. 1996. “Lessons from a Comparison of U.S. and U.K.
Insolvency Codes” en Bhandari y Weiss, editores. Corporate
Bankruptcy. Economic and Legal Perspectives. Cambridge University
Press.
Fleisig, H. 1995. “The Power of Collateral” en Public Policiy for the Private
Sector, publicación del Banco Mundial, Abril.
FMI. 1999. “IMF Supported Programs in Indonesia, Korea, and Thailand: A
Preliminary Asessment” Enero. En http://www.imf.org
Gaillot, Gaillot y Gravel “French Bankruptcy Law”. Documento en internet
de la legislación francesa en
http://bankrupt.com/internat.france.overview.html
Gray, C. 1997. “Creditor’s Crucial Role in Corporate Governance”. Finance
and Development, Junio.
Gray, Schlorke, y Szanyi. 1995. “Hungary’s Bankruptcy Experience, 1992-
93”. En
http://www.worldbank.org/html/dec/Publications/Workpapers/wps15
10-abstract.html
Hart, O. 1995. Firms, Contracts, and Financial Structure. Oxford University
Press.
Hart, Laporta Drago, Lopez-de-Silanes y Moore. 1997. “A New Bankruptcy
Procedure that Uses Multiple Auctions”. NBER Working Paper 6278.
En http://www.nber.org/papers/w6278
Hoshi, Kashyap, y Sharfstein. 1996. “The Role of Banks in Reducing the
Costos of Financial Distress in Japan” en Bhandari y Weiss, editores.
Corporate Bankruptcy. Economic and Legal Perspectives. Cambridge
University Press.
II Chong Nam, Joon-Kiung Kim, Yeongjae Kang, Sung Wook Joh, y Jun-II
Kim. 1999. “Corporate Governance in Korea”. Conferencia de la
OECD en Cooperación del Instituto de Desarrollo Coreano, Seúl,
Marzo 3-5.
“Indonesia’s Road to Recovery”. Documento del Banco Mundial en
http://www.worldbank.org
Iskander, Meyerman, Gray y Hagan. 1999. “Corporate Restructuring and
Governance in East Asia” en Finance and Develpment, Marzo. En
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/1999/03/iskander.htm
Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, Novena edición, Ediciones Delma.
Lopucki, L. y W. Whitford. 1996. “Bargaining over Equity’s Share in the
Bankruptcy Reorganization of Large, Publicly Traded Companies” en
Bhandari y Weiss, editores. Corporate Bankruptcy. Economic and
Legal Perspectives. Cambridge University Press.
Minuta de Proyecto de Ley de Concursos Mercantiles, Senado de la
República.
La ley de concursos mercantiles en México... 27

OECD Report on Regulatory Reform, Resumen. En


http://www.oecd.org/subject/regreform/report.htm
Panorama Bancario. 1998. publicación del Grupo Financiero Bancomer,
Noviembre-Diciembre.
Pina Vara, R. 1993. Elementos de Derecho Mercantil Mexicano. Editorial
Porrúa.
Pomykala, J. 1998. “Bankruptcy Reform: Principals and Guidelines”. En
http://www.cato.org/pubs/reg20n4e.html
Ramachandran, S. 1995. “Bankruptcy’s Role in Enterprise Restructuring: A
hammer to turn a Screw” en Public Policy for the Private Sector,
Banco Mundial, Marzo. Documento en internet en
http://www.worldbank.org/html/fpd/notes/38/ram38.html
“Report of the managing Director to the Interim Committee on
Strengthening the Architecture of the International Monetary
System”. En
http://www.imfntlx.imf.org/external/np/omd/100198.htm
Rowat, Astigarraga, y Donoso. 1998. A Comparative Assessment of Latin
American Insolvency Systems. Draft, LAC-FPSI.
SECOFI. 1996. “Diagnóstico y Alternativas de Solución a la ley de Quiebras
y Suspensión de Pagos”. Septiembre.
SHCP. 1999. “Proyecto de Ley de Concursos Mercantiles”. En
http://www.shcp.gob.mx/ieo/index.html
“Summary of Insolvency Procedures”. Documento de la legislación inglesa.
En http://www.insolvency.co.uk/legal/options.htm
“Title 11” Bankruptcy, US CODE. Documento del Legal Information
Institute. En http://www4.law.cornell.edu/uscode/11/
“The New Bankruptcy Law in Argentina: an Overview”. Documento de la
legislación Argentina, en http://www.natlaw.com/pubs/sparbr1.htm
“The New German Insolvency Statute (Insolvenzordnung)”. Documento de
la legislación Alemana en http://www.bmj.bund.de/misc/e_insol.htm
Vela, A. 1999. “Ley de Quiebras y de Suspensión de Pagos”. Ponencia
presentada en el Seminario “Hacia una Nueva Ley de Quiebras”, Mty,
N.L. Octubre.
Velásquez de Rojas, A. 1999. “La Quiebra”. Documento de la legislación
peruana de quiebras en http://www.asesor.com.pe/teleley/
Villar, R., J. Murillo y D. Backal (1998). “La Crisis Financiera en Asia:
Orígenes y Evolución en 1997 y 1998”. Documento de investigación
No. 9807, Dirección General de Investigación Económica, Banco de
México.
White, M. 1996. “The Corporate Bankruptcy Decision”, en Bhandari y
Weiss, editores. Corporate Bankruptcy. Economic and Legal
Perspectives. Cambridge University Press.
White, M. 1996. “The Costs of Corporate Bankruptcy: A US-European
Comparison” en Bhandari y Weiss, editores. Corporate Bankruptcy.
Economic and Legal Perspectives. Cambridge University Press.
28 Ensayos

Diarios y Periódicos

Crónica, 2 de junio de 1998, 29 de mayo de 1998.


El Economista, 20 y 8 de Dic. de 1999, 26, 25, 24, 23 y 19 de noviembre de
1999, 18 de octubre de 1999, 23 de agosto de 1999, 25, 15, 8 y 1 de junio de
1998.
El Financiero, 8 de Dic. de 1999, 20, 13 y 6 de Sept. de 1995, 23, 16, 9 y 2
de agosto de 1995, 26 y 19 de julio de 1995.
El Norte, 27 de octubre de 1999, 21 de junio de 1999.
Excélsior, 24 de julio de 1998.
Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados, 19 de abril de 2000.
Idea Económica, 1 de febrero de 1997.
Infosel, 8 de Dic. de 1999, 24 de noviembre de 1999, 29 de octubre de 1999.
Reforma, 1 de junio de 1998.
The Bangkock Post, 19 de Feb de 1999, 3 de Feb. de 1999, enero 27 de 1999,
16 de Feb de 1998.
The National Law Journal; Ag. 10 de 1998, 14 de Sept. de 1998, 4 de mayo
de 1998
The New York Times; Sept. 8 de 1998

También podría gustarte