La Literatura de 1940 A 1960
La Literatura de 1940 A 1960
La Literatura de 1940 A 1960
Literatura existencial
Tremendismo
La familia de Pascual
Década de 1940
Duarte
Nada
Década de 1950
El camino
Experimentación
Menor censura
Apertura a literatura
Década de 1960
europea/norteamericana
Desorden cronológico
Características
Monólogo interor
Tiempo de silencio (Luis
Martín Santos)
1
La década de 1940: la literatura como símbolo de la
existencia
Durante los años 40, la férrea censura de la dictadura sólo permitía a los escritores
escribir alabando a los vencedores de la Guerra Civil española, dejando fuera cualquier
crítica con la situación de España.
En plena guerra civil, Dámaso Alonso los clasifica en arraigados y desarraigados, según
sus ideas estuvieran cerca o lejos de la dictadura franquista.
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Generación del 36 Miguel Hernández
Miguel Hernández
Nace en Orihuela (Alicante). Estudia en los jesuitas, tras lo que trabaja de pastor. En ese
tiempo se dedica a su gran pasión: la lectura. Con
Compartió versos, ideas estéticas y amistades con los poetas de la generación del 27, sin
embargo, no pertenece a esa generación ya que gran parte de su poesía es un puente
entre los autores del 27 y la poesía socia y existencial de los años 40 y 50.
Luis Rosales
Nace en Granada. Recibe el premio Nacional de Literatura y el premio Cervantes.
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Su poema La casa encendida (1949) está considerado como uno de los mejores del siglo
XX. Es un poema largo escrito en versículos en el que el poeta evoca su infancia, a sus
padres y hermanos, y a Pepa, la mujer que los cuidó de pequeños.
Ángel González
Generación del
medio siglo
Mª Victoria Atencia
Francisco Brines
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Entre las décadas de 1950 y 1960 comienzan a escribir poesía un grupo de jóvenes que
eran niños durante la guerra civil. Algunos del ellos son: Ángel González, Jaime Gil de
Biedma, José Agustín Goytisolo, María Victoria Atencia y Francisco Brines.
Ángel González
Su primer libro de poemas es Áspero mundo (1955) y a partir de 1968 toda su obra
aparece publicada como Palabra sobre palabra.
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La novela durante el franquismo
1ª persona o
monólogo
Tiempo interno
reducido
Protagonista colectivo
Características
Nuevas posibilidades
para el narrador
Lenguaje sencillo y
Realismo social de los directo
50
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Tras la Guerra Civil, la novela atraviesa por las mismas tres etapas que la poesía: novela
existencial (1940-1950), novela social (1950-1960) y búsqueda de nuevas formas
(década de 1960).
Ejemplos claros de este tipo de novela son Camilo José Cela con La familia de Pascual
Duarte y Carmen Laforet con Nada.
El realismo social supone la resurrección del realismo del siglo XIX, pero con una clara
intención social. El realismo como fórmula, pero lejos de todo doctrinismo, constituye
un realismo y una clara denuncia de la injusticia.
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Camilo José Cela
Nació en Iria Flavia (La Coruña). Empezó varias carreras, pero no terminó ninguna. En
1942 se publica su primera novela y desde entonces se dedica por completo a la
literatura.
Es autor de novelas cortas (La familia de Pascual Duarte), libros de viajes (Viaje a la
Alcarria), cuentos, ensayos, artículos periodísticos, etc.
Sus últimas novelas son Mazurca para dos muertos, ambientada en Galicia y Madera de
Boj.
Fue un virtuoso del lenguaje. Su obra narrativa es amplia y variada. Concibe la novela
como un género abierto a la experimentación, por este motivo en cada una de sus
novelas utiliza una técnica distinta:
Miguel Delibes
Nace en Valladolid. Modesto y aislado. Se caracteriza por un humanismo cristiano
abierto, exigente, comprometido con los problemas de su tierra. Apasionado del campo
y de la vida sencilla. Denuncia la ruindad de la vida burguesa movida por el interés, la
ambición y la vanidad.
A través de sus novelas podemos conocer las distintas etapas de la narrativa española
en las últimas décadas del siglo XX:
La novela existencial: La sombra del ciprés es alargada. 1948.
El realismo social: Las ratas. 1962.
La experimentación formal: Los santos inocentes. 1982.
La novela histórica. El hereje. 1998.
El mundo rural: El camino, Las ratas, Diario de un cazador.
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Los temas que prevalecen en sus obras son el amor a la naturaleza y la defensa de los
más débiles, junto con una crítica rotunda a los prepotentes y los opresores. El mundo
infantil es frecuente en sus novelas (El príncipe destronado).
Su lengua literaria busca la sencillez y la claridad, pero con un vocabulario muy rico,
tanto urbano como ruar. En sus obras vemos reflejados todos los registros lingüísticos,
desde el culto al coloquial, e incluso el vulgar.