Los Consejos Comunales Como Instrumentos para La Inclusion Social
Los Consejos Comunales Como Instrumentos para La Inclusion Social
Los Consejos Comunales Como Instrumentos para La Inclusion Social
Diony Alvarado Pinto. Abogado. Magíster en Derecho del Trabajo. Cursante del Doctorado
en Ciencias Sociales. Mención: Estudios del Trabajo. Universidad de Carabobo.
Venezuela. Tlf. 0416-8418485. E-mail: diony_alvarado@hotmail.com
RESUMEN
La participación de las comunidades organizadas en la gestión pública y en actividades
socio-productivas se constituye en un principio rector cada vez más reconocido como tal
por el derecho positivo; convirtiendo a la participación en un derecho-deber que abarca
tanto la esfera de lo político, como de lo social, económico y humano de los ciudadanos.
Las relaciones laborales multipartitas, la democracia participativa, y un Sistema de
Seguridad Social integral que procura tutelar a la mayoría históricamente excluida del
país, es un contexto propicio para que nuevas figuras organizativas como los Consejos
Comunales se transformen en un mecanismo comunicante entre la gestión pública y los
ciudadanos organizados en su esfera de vida social inmediata. En este sentido en la
presente ponencia se realiza un breve análisis comparativo entre la antigua Ley de los
Consejos Comunales de 2006 y la nueva Ley Orgánica de los Consejos Comunales de
2009, y a partir de la compresión de dicha figura, presentar un conjunto de propuestas de
políticas públicas tendentes a insertar a los Consejos Comunales al Sistema de Seguridad
Social venezolano, citando de manera sucinta un estudio de caso realizado en el año
2008 al Consejo Comunal “Kerdell” en la ciudad de Valencia del Estado Carabobo, y al
Consejo Comunal de “Las Terrazas” en el Estado Apure, mediante la interpretación de los
datos obtenidos en dicho estudio a través de un instrumento tipo encuesta y entrevistas
no estructuradas a los coordinadores de dichos Consejos, siguiendo una metodología de
investigación acción participativa, concluyendo con un cuerpo de consideraciones donde
resalta la posibilidad de crear un Nuevo Régimen de Atención Social Comunitaria a Cargo
de los Consejos Comunales.
SUMMARY
The participation of organized communities in governance and socio-productive activities
becomes a guiding principle increasingly recognized as such by positive law; making
participation in a right and duty that encompasses both political spheres as the social,
economic and human development of citizens. Industrial relations multiparty, participatory
democracy, and a comprehensive social security system that seeks to protect the most
historically excluded from the country, is a conducive environment for new organizational
figures as the Communal Councils will be transformed into a mechanism for
communicating between governance and organized citizens in their immediate sphere of
social life. In this sense this paper is a brief comparative analysis between the old Law on
Communal Councils of 2006 and the new Organic Law of Communal Councils 2009, and
from compression of the figure, present a set of policy proposals designed to add to the
Communal Councils to the Venezuelan Social Security System, briefly citing a case study
conducted in 2008 the Common Council "Kerdell" in the city of Valencia Carabobo State,
and Communal Council "Las Terrazas" in Apure State, by interpreting the data obtained in
this study through a survey type instrument and unstructured interviews the coordinators of
these Councils, following a participatory action research methodology, concluding with a
set of considerations which highlights the possibility of creating a New Social Community
Care regimen in Charge of Community Councils.
1. Introducción
Sin embargo, ante las nuevas realidades resultantes de las políticas de desmontaje
neoliberales en Latinoamérica, las comunidades, consumidores o usuarios, y otros grupos
sociales, afectados por tales problemas e interesados en la búsqueda de soluciones a los
mismos, comenzaron a procurar formas de expresión mancomunada a los fines de ejercer
mayor presión ante los otros actores sociales institucionalizados, en la búsqueda de la
satisfacción de sus necesidades; siendo estas demandas sociales integrales y
abarcadoras en todos los campos de la vida social, incluyendo por supuesto el hecho
social trabajo, constituyendo así un proceso de empoderamiento de las comunidades
apropiándose de nuevos espacios de participación (Lucena 2006). En este sentido, el
vacío dejado por los sindicatos en la realidad neoliberal y globalizada, sería llenado
paulatinamente por organizaciones sociales de desempleados, ciudadanos y
consumidores, que dentro de la diversidad, exigirían de manera integral los derechos
sociales vulnerados, como por ejemplo los llamados piqueteros en el caso argentino, y los
movimientos indigenistas en países como Bolivia y México, entre otros.
Un pequeño ejemplo de ese papel insipiente como nuevos actores en las relaciones
laborales que tienen las comunidades organizadas -principalmente en el sector público-,
la tenemos en las postulaciones de trabajadores que realizan los consejos comunales a
las empresas nacionales, incluso en aquellas donde hay contratación directa de personal.
Tal es el caso de la planta procesadora de harina precocida de Urachiche Estado Yaracuy,
donde el Consejo Comunal postula a los 93 empleados y promueven ideas para mejorar
el abastecimiento de la comunidad (Ultimas Noticias 23/03/08 p.29).
Aunque el multipartismo se trate aún de un fenómeno en proceso de desarrollo, sin
duda las nuevas realidades sociales obligarán al paulatino reconocimiento de los nuevos
actores legítimos en las relaciones laborales. Se podría deducir entonces que el
tripartismo progresivamente dejará de monopolizar la estructura formal de las relaciones
del trabajo a medida que el multipartismo se abre camino, donde el nuevo actor
involucrado serán las comunidades organizadas, que irán demandando una mayor
presencia en la generación de trabajo y de las actividades que tienen que ver con los
servicios públicos (Lucena 2007).
3. La Participación
La grave situación social en Latinoamérica, con uno de los índices de desigualdad más
agudos del mundo, donde sólo el 05 % de la población más rica recibe el 26 % del ingreso
nacional, y el 30 % más pobre recibe sólo el 07,6 % del ingreso; en contraste al caso de
los países desarrollados donde el 05% de la población más rica recibe el 13 % del ingreso
nacional (PNUD 2005), evidencia la necesidad de buscar alternativas y métodos que
permitan palear dichas diferencias y lograr una mejor repartición de la riqueza. Para dicho
fin, se han adelantado y ejecutado políticas por parte del Banco Mundial, Banco
Interamericano de Desarrollo, y otras instituciones financieras y de desarrollo a nivel
internacional, en lo referente al empoderamiento de las comunidades para alcanzar la
solución de problemas y la satisfacción de sus necesidades.
4. Democracia Participativa
El sistema de la democracia directa data desde la antigua Grecia clásica; pero en esa
precoz democracia ateniense, paradójicamente no podían participar ni las mujeres ni los
esclavos; ya que era una democracia para iguales, es decir, para atenienses libres
masculinos. En esa democracia ateniense ya habían críticos al sistema, entre lo más
celebres Platón, que consideraba a la democracia directa una irresponsabilidad
mayúscula ante la incapacidad de la plebe de tomar decisiones sabias, por la facilidad
conque éstos se dejaban llevar por sus bajas pasiones. Luego la democracia se pierde del
panorama político humano durante el feudalismo y la monarquía absolutista, hasta la
llegada de la democracia liberal burguesa, la cual retoma el precipicio de la voluntad
popular en lugar de la divina, pero la decanta a través de la delegación a representantes
electos, una forma de enajenación de esa voluntad como expresara el propio Rousseau.
No obstante la democracia liberal burguesa fue ampliando su espectro desde su originario
carácter censitario, gracias a las luchas sociales de los sindicatos y movimientos
feministas, que muchas veces costaron sangre, logrando que paulatinamente las mujeres
y estratos más pobres sin educación formal pudiesen participar en el acto electoral, es
decir, que la burguesía enquistada en el poder democratizara un poco la democracia, pero
todo se limitó a eso, al acto electoral periódico.
En el contexto de los nuevos actores en las relaciones laborales, y más aun, en las
relaciones de la vida social de los ciudadanos, es de vital importancia señalar la
relevancia constitucional que posee la figura de la participación.
Para entender la envergadura de la presencia del paradigma participativo a todo lo
largo del texto constitucional, es necesario tocar puntualmente algunos artículos
esenciales referidos a este derecho, como referencia para ilustrar esta gama de
disposiciones constitucionales.
Es deducible que el sistema de gobierno para esa sociedad participativa tiene que ser
cónsono con dichas cualidades. A tales efectos el artículo 6 establece: “El gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y
será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo,
responsable, pluralista y de mandatos revocables” (CRBV 2000).
6. Obstáculos a la participación
Los obstáculos para el ejercicio del derecho a la participación pueden ser diversos y
originarse de distintas direcciones. En primer lugar, a lo interno de la propia comunidad,
por carecer ésta de la madurez organizativa o de un tejido vigoroso de interrelaciones
fluidas, es decir, de una cultura del accionar colectivo inmerso en la costumbre local, que
dificulta encarar proyectos exigentes. Como en segundo lugar, de la dirigencia política y
de los propios funcionarios del Estado mandados a fomentarla y canalizarla, los cuales
prefieren la inmediatez y la verticalidad en la actividad publica que les permita mantener el
monopolio del poder (Krilberg 2001).
El Sistema de Seguridad Social, al igual que el Derecho del Trabajo, se formó en torno
al empleo formal, con vista al trabajador remunerado en una relación de subordinación y
dependencia, con contribuciones derivadas de las relaciones de trabajo obrero-patronal;
por lo que el Sistema se ha vuelto vulnerable por los cambios en las relaciones laborales y
el debilitamiento del sector formal del mercado de trabajo.
Artículo 87: (…) A los fines de garantizar el ejercicio de los derechos laborales
de los trabajadores y trabajadoras no dependientes, como taxistas,
transportistas, comerciantes, artesanos, profesionales y todo aquel que ejerza
por cuenta propia cualquier actividad productiva para el sustento de sí mismo
y de su familia, la ley creará y desarrollará todo lo concerniente a un “Fondo
de estabilidad social para trabajadores y trabajadoras por cuenta propia”, para
que con el aporte del Estado y del trabajador, pueda éste último gozar de los
derechos laborales fundamentales tales como jubilaciones, pensiones,
vacaciones, reposos, prenatal, postnatal y otros que establezcan las leyes.
(Proyecto de Reforma Constitucional 2007)
Los Consejos Comunales son definidos por la Ley Orgánica de los Consejos
Comunales de 2009 en su artículo 2 de la siguiente manera:
Sin embargo es necesario advertir de los vicios en los cuales pueden incurrir los
llamados aparatos para-institucionales, cuando se genera clientelismo político en su
entorno, mientras se fuerza la organización colectiva de manera artificial en una relación
de verticalidad con el Estado. Por ello la llamada contraloría social se vuelve relevante
como medida de contrapeso ante dichos peligros, aunque en el caso venezolano ésta
resulta insipiente y anecdótica, por cuanto para ser efectiva se requiere de una tradición
ciudadana que aun está por construirse, ya que se trata de romper el ciclo de la pescadilla
que se muerde la cola.
Otra de las diferencias con la anterior Ley de los Consejos Comunales es el llamado
“Ciclo Comunal”, el cual se define como el proceso de participación ciudadana y
comprende un conjunto de 5 fases por las cuales transita los proyectos comunitarios, que
según el artículo 45 de la ley in comento serían: 1) Diagnostico, tanto de las necesidades
como de las capacidades; 2) Plan, donde se elabora el proyecto comunitario; 3)
Presupuesto, donde se establece lo relativo al financiamiento; 4) Ejecución, referido al
tiempo y materialización del proyecto; 5) Contraloría Social, que atiende a la supervisión
de lo ejecutado.
6.1. Estudio de Caso: Consejo Comunal Kerdell del Estado Carabobo y Las Terrazas
en el Estado Apure.
Grafico 5.
Creación de un Fondo de Ayuda Mutua
Los órganos y entes del Estado en sus relaciones con los consejos
comunales darán preferencia a la atención de los requerimientos que éstos
formulen y a la satisfacción de sus necesidades, asegurando el ejercicio de
sus derechos cuando se relacionen con éstos. Esta preferencia comprende:
1. Especial atención de los consejos comunales en la formulación, ejecución y
control de todas las políticas públicas. 2. Asignación privilegiada y preferente,
en el presupuesto de los recursos públicos para la atención de los
requerimientos formulados por los consejos comunales. 3. Preferencia de los
consejos comunales en la transferencia de los servicios públicos (LOCC
2009).
Aunque exista una intermediación por parte del Ministerio con Competencia en
Participación; que en la actualidad lo ejerce el Ministerio del Poder Popular para las
Comunas y Protección Social (MPCyPS); en lo referente a la interacción de los Consejos
Comunales con el Poder Público, existe también la posibilidad de que estos desborden
dichos marcos de actuación, y alcancen un empoderamiento autónomo que fluya a
diversas instancias del Poder Públicos en sus distintos niveles.
E) Entablar acuerdos entre los Consejos Comunales y las Universidades a los fines de
contribuir a través del servicio comunitario estudiantil y los programas de responsabilidad
social universitaria, con asistencia técnica y aportes a los proyectos de las comunidades
en materia de Seguridad Social. Igualmente coordinar con los programas de
responsabilidad social empresarial que posean tanto empresas públicas como privadas,
para contribuir al diseño, elaboración y ejecución de los programas sociales en esta
materia.
H) Constituir por parte del Consejo Nacional de la Seguridad Social de conformidad con
las competencias que le atribuye la ley, un nuevo régimen de atención social comunitaria,
a cargo de los Consejos Comunales, los cuales podrían reunirse en torno a
mancomunidades a los fines de fortalecer sus capacidades operativas y ampliar el
espectro de los beneficiados.
Bibliografía
COPRE (1988). La Reforma del Estado. Proyecto de Reforma Integral del Estado.
Volumen I. Caracas, Venezuela.
DÍAZ Luis Eduardo (2008). Seminario de Seguridad Social. Doctorado en Ciencias
Sociales Mención Estudios de Trabajo. Universidad de Carabobo.
LEY ORGÁNICA DEL PODER PÚBLICO MUNICIPAL. (2005) Gaceta Oficial número
38.204, del ocho de junio de 2005.