Conflictos en La Escuela

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Cuando surgen conflictos en

la escuela, prevención y
soluciones

Contenido [esconder]
 1 El conflicto en el área escolar
 2 La diversidad
 3 Tipos de conflicto escolar
 4 Secuencia del conflicto
 5 Prevención de conflictos
 6 Cómo solucionar un conflicto
 7 Bibliografía

El conflicto en el área escolar

En la escuela, al igual que en el resto de entornos sociales, es frecuente la aparición de


conflictos. Sin embargo, los conflictos no deben considerarse de forma negativa, sino de
una forma más positiva ya que la manera de abordarlos va a determinar, no solo el resultado
que se obtenga, sino también lo que se aprenda de él.

A partir de los distintos conflictos con los que nos vamos encontrando en la vida,
desarrollamos una serie de habilidades personales, sociales, de comunicación, de
relación, etc., que nos permiten integrarnos socialmente con otras personas. A través de este
proceso, adquirimos una serie de estrategias para resolver de una manera pacífica las
dificultades y problemas que van apareciendo.

Por este motivo, es importante trabajar desde la escuela para conocer y practicar diferentes
formas para abordar los conflictos. Para ello, será necesario sustituir la perspectiva
educativa punitiva y sancionadora imperante en épocas pasadas por una perspectiva
cooperativa y convivencial.

La diversidad

La diversidad entre los alumnos, sea del tipo que sea, frecuentemente se convierte en el
origen de conflictos en el centro escolar. Las dificultades de aprendizaje, las altas
capacidades, las deficiencias físicas o psíquicas, y las diferencias idiomáticas o culturales
convierten a los alumnos en objeto de burlas, rechazo y marginación. De esta manera, se
genera un conflicto de relación entre los alumnos.

Pero, al margen de esta situación, las dificultades que pueden presentar los alumnos para
seguir adecuadamente el proceso de enseñanza a menudo dan lugar a la aparición de
conductas disruptivas en el aula, desmotivación e incluso absentismo. Y lo mismo ocurre en
el caso de alumnos con altas capacidades, puesto que el aburrimiento y la desmotivación
dan lugar al desarrollo de conductas disruptivas en clase, lo que genera un conflicto entre
profesores y alumnos.
Tipos de conflicto escolar

Los conflictos en el centro educativo pueden derivar de las relaciones que se establecen
entre los miembros de la comunidad educativa:

 Relaciones entre profesores: puede existir una divergencia de opiniones respecto a


diversos temas personales y profesionales, como la manera de abordar una
asignatura, las actividades planteadas, el uso de tiempos y espacios del centro, etc.
Es necesario incrementar la comunicación entre el equipo docente para evitar
malentendidos y desarrollar formas de trabajo semejantes en las distintas
asignaturas, si es posible.
 Relaciones entre profesor y alumno: en el sistema educativo se ha producido un
cambio en la metodología utilizada y se da cada vez mayor participación al
alumnado. Sin embargo, aún puede haber profesores que mantengan métodos
anteriores y desarrollen sus clases de forma poco atractiva para los alumnos. Esto
puede provocar desmotivación y disrupción en el grupo. Resulta sumamente
importante que los docentes utilicen métodos más participativos, basados en el
aprendizaje cooperativo, para motivar al alumnado y reducir las conductas
disruptivas en el aula. Y si esto ocurre, es conveniente abordarlas con métodos no
coercitivos o punitivos, sino más abiertos y cooperativos. Esto no quiere decir que el
profesor pierda su autoridad frente a los alumnos, sino que trate de motivarles para
que vean el centro como algo propio y se impliquen con él. En los últimos tiempos,
se ha observado que el incremento de conflictos entre profesores y alumnos ha
derivado en situaciones de acoso al profesorado y ha dado lugar a importantes
problemas de convivencia en los centros educativos. Para prevenir y abordar estos
casos, es necesario un proyecto educativo altamente implicado en la educación en
valores y en la formación en habilidades sociales y personales que favorezcan una
adecuada convivencia en las aulas. Además, es necesario implicar en este proceso a
la familia, como veremos más adelante.
 Relaciones entre alumnos: las relaciones entre alumnos son las que están
principalmente marcadas por diversos conflictos. Los alumnos pasan muchas horas y
días juntos en el centro escolar, establecen relaciones de amistad y enemistad, y de
ellas pueden surgir numerosos conflictos. Por esta razón, es conveniente abordar los
conflictos en las aulas y orientar hacia una buena convivencia.
Secuencia del conflicto

Pérez y Pérez (2011) han descrito los siguientes pasos en el desarrollo de un conflicto:

 El conflicto está latente: los implicados no se encuentran a gusto, saben que la


situación no es la habitual, que algo va a ocurrir en algún momento.
 El conflicto se manifiesta: la situación estalla y aparece el conflicto. Ambas partes
se dan cuenta de que ha llegado el momento de afrontar la situación y se manifiestan
diferentes sentimientos.
 Aparecen síntomas de tensión: los implicados pueden presentar diversos
sentimientos y emociones ante la situación, y modifican por ello su comportamiento
verbal y no verbal.
 Las partes en conflicto toman posiciones: cada una de ellas se plantea inicialmente
unos objetivos o metas que hay que conseguir en la solución del conflicto.
Generalmente, los intereses son contrapuestos y se manifiestan conductas de
enfrentamiento.
 Comienzan las conductas estereotipadas: las conductas de enfrentamiento afectan
a la relación entre las personas y a su comunicación, lo que puede dificultar una
solución satisfactoria para el conflicto y tener consecuencias negativas a largo plazo.
 Surgen nuevos roles: en función de la relación simétrica o asimétrica establecida se
desarrollan diferentes conductas entre los implicados de igualdad, superioridad o
inferioridad.
 Deterioro de la comunicación: la situación ha provocado importantes alteraciones
en la relación entre las personas y también en la comunicación que establecen, lo
que determinará la forma en que se solucione el problema.
 Comprensión inadecuada de los hechos: pueden producirse malentendidos o malas
interpretaciones debido a los problemas de comunicación que hemos comentado.
Esto permite que el conflicto se mantenga y se deteriore aún más la relación entre las
partes.
 Se subestiman las coincidencias: ante esta situación parece no existir una
posibilidad real de llegar a un acuerdo y cuando los implicados parecen pensar lo
mismo se tiende a desconfiar.
 Actitudes que dificultan los vínculos: es posible que aparezcan ciertos
comportamientos que pueden complicar aún más la situación, como el autoritarismo,
la descalificación, la discriminación y la simbiosis.
En el desarrollo del conflicto no es obligatorio que se den todas las fases propuestas en esta
secuencia. Puede haber diferencias en el proceso en función del tipo de conflicto, de la
relación entre los implicados o del proceso de resolución.

Prevención de conflictos

Es evidente que antes de que surja un conflicto debemos intentar prevenirlo. Para ello,
debemos “enseñar a convivir”, como señalan Funes y Saint-Mezard (2001).

La actividad docente no consiste únicamente en enseñar una serie de conocimientos, sino


también en fomentar el aprendizaje de habilidades, valores, conductas sociales, etc., que
permitan el establecimiento de relaciones sociales apropiadas, satisfactorias y pacíficas.

Los profesores pueden transmitir formas de comportamiento apropiadas para


garantizar una buena convivencia dentro y fuera del aula. No es necesario dedicar
tiempo específico a estas actividades, aunque también puede hacerse, sino que cada
profesor en las clases dedicadas a su materia puede abordar estos aspectos de diferentes
formas.
Es muy importante trabajar la comunicación, facilitar un intercambio apropiado de
mensajes, que tenga en cuenta los aspectos verbales y no verbales. Se trata de desarrollar
una comunicación fluida mediante la utilización de la escucha activa, la empatía y la
asertividad.

Es necesario que los alumnos sean capaces de dialogar sobre temas variados y llegar a
acuerdos cuando expliquen cada punto de vista. Para ello, se pueden realizar diferentes
debates en el aula que inviten a la reflexión, al diálogo y la consecución de una solución
común.

Por otro lado, podemos plantear algunas recomendaciones en la organización de la clase:

 Utilizar las primeras semanas para definir las normas de comportamiento, la forma
de trabajo y los objetivos que se esperan conseguir. Esto garantizará que los alumnos
sepan lo que se espera de ellos y se reduzca la disrupción en el aula.
 Es importante que el profesor mantenga consistencia en su actitud. Debe tratar a
todos los alumnos por igual y no dejarse llevar por la utilización de etiquetas.
 Conviene hacer uso de ciertos aspectos no verbales. Por ejemplo, desplazarse por la
clase para controlar al grupo. De esta manera, se reducen las conductas disruptivas y
se recuerda la existencia de normas en el aula.

Además de esto, el profesor puede realizar agrupamientos de alumnos en función de la


actividad que se va a trabajar. Así, favorece las relaciones interpersonales entre ellos y el
conocimiento mutuo.

Finalmente, es recomendable que las actividades estén bien estructuradas y sean adecuadas
a su nivel académico. De esta forma, los alumnos podrán realizarlas sin problemas.

En el proceso de prevención de situaciones conflictivas no debemos olvidarnos de


implicar a la familia, como entorno social principal en el desarrollo de los alumnos, que va
a contribuir en la adquisición y utilización de habilidades y comportamientos apropiados
para una buena convivencia. Para abordar la importancia de la participación e implicación
de la familia en el centro educativo se ha destinado un capítulo específico en este manual.
Cómo solucionar un conflicto

Díaz-Aguado (2000) defiende la necesidad de enseñar a los alumnos a resolver conflictos


por sí mismos. Para ello propone los siguientes pasos:

 Analizar el conflicto: en qué consiste, cómo se ha desarrollado, etc.


 Plantear las metas que se desean conseguir y priorizarlas.
 Proponer alternativas como solución al problema y valorar sus ventajas e
inconvenientes.
 Seleccionar la solución con mejor valoración y desarrollar los pasos que se van a
seguir.
 Poner en marcha la solución seleccionada.
 Evaluar el resultado y las posibles mejoras.

Estos pasos pueden utilizarse en la resolución de cualquier conflicto y se pueden entrenar


mediante diferentes actividades, dinámicas y ejercicios. Sin embargo, es conveniente
practicar bien todos los pasos, por ejemplo mediante role-playing, para asegurar su correcto
aprendizaje.

Cuando el problema es de mayor gravedad y el individuo no puede solucionarlo por sí


mismo puede ser conveniente emplear otras estrategias, en las que se contará con la ayuda
de otras personas. Dichas estrategias son:

 Alumnado ayudante: su función es ayudar a sus compañeros cuando estos lo


requieran tras haber recibido una formación básica en las habilidades comunicativas
y sociales comentadas anteriormente y siempre con la supervisión de personal
docente.
 Mediación: se utiliza para resolver conflictos entre dos personas que solicitan la
ayuda de una tercera que guíe el proceso para alcanzar una solución.
 Negociación: es un proceso similar al anterior, aunque frecuentemente se lleva a
cabo entre las dos partes implicadas en el conflicto. En ocasiones puede intervenir
una tercera persona como negociador, siendo la diferencia fundamental que en la
negociación esa tercera persona además de controlar el diálogo entre las partes en
conflicto, puede intervenir en el establecimiento de los acuerdos a adoptar.
 Asamblea: es un proceso de debate que busca la reflexión grupal y el planteamiento
de acuerdos entre todos los implicados.
 Consenso: es el mismo proceso que acabamos de comentar, pero se diferencia en
que el objetivo es alcanzar una decisión unánime.
 Método pikas: se utiliza cuando se producen situaciones de acoso o maltrato entre
iguales. Se realizan entrevistas individuales con la víctima y el agresor para frenar la
agresión. Posteriormente, pueden proponerse entrevistas conjuntas si la evolución es
positiva.
 Círculo de amigos: se emplea cuando un grupo o gran parte del mismo rechaza o
margina a un alumno. Se establece un encuentro con el grupo sin la presencia del
alumno para reflexionar sobre la situación y llegar a un compromiso de cambio.

En la solución de un conflicto puede ser necesaria la participación e implicación de la


familia.

Las dos últimas estrategias se utilizarán únicamente cuando se produzcan casos de extrema
gravedad, como se indica en su descripción.

Bibliografía

Acland, A. F. (1997). Cómo utilizar la mediación para resolver conflictos en las


organizaciones. Barcelona: Editorial Paidós.

Díaz-Aguado, M. J. (2000). Prevenir la violencia enseñando a resolver conflictos y a través


de la disciplina. En M. J. Díaz- Aguado (Dir.), Prevención de la violencia en contextos
escolares. Documentos del curso impartido por la Televisión Educativa Iberoamericana.

Fernández, I. (1999). Prevención de la violencia y resolución de conflictos: el clima escolar


como factor de calidad. Madrid: Narcea Ediciones.

Funes, S. y Saint-Mezard, D. (2001). Conflicto y resolución de conflictos escolares: La


experiencia de mediación escolar en España. XXIII Escuela de verano del Concejo
Educativo de Castilla y León. Recuperado el 29 de septiembre de 2011 de en
http://www.concejoeducativo.org
Funes, S., y Saint-Mezard, D. (2009). Guía de recursos eficaces para abordar situaciones
conflictivas. En S. Funes (Coor.), Gestión eficaz de la convivencia en los centros educativos
(p. 75-92). Madrid: Wolters Kluwer.

Munduate, L., Ganaza, J., y Alcaide, M. (1993). Estilos de gestión del conflicto
interpersonal en las organizaciones. Revista de Psicología Social, 8 (1), 47-68.

Pérez, G. y Pérez, M. V. (2011). Aprender a convivir como oportunidad de conocimiento.


Madrid: Narcea Ediciones.

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