Patologías Respiratorias

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Introducción

El aparato respiratorio es un conjunto de estructuras muy diversas que tiene como


finalidad común el llevar a cabo la compleja tarea de la respiración, entendiendo
por respiración todos aquellos pasos necesarios para conseguir que
el oxígeno atmosférico consiga penetrar hasta la última de las células del
organismo, y al mismo tiempo eliminar de este el anhídrido carbónico (CO2)
resultante del proceso respiratorio.

Cientos de millones de personas sufren cada día las consecuencias de una


patología respiratoria, sabemos que existe una gran variedad de esas patologías
en nuestro alrededor, por eso en éste trabajo me adentro más en las que me
parecen las más importantes, para conocer un poco más acerca de ellas.
Conclusión

Las enfermedades que afectan el sistema respiratorio, desde las fosas nasales
hasta los alvéolos, alteran su funcionamiento y llegan a impedir el correcto
intercambio gaseoso. Incluyen desde infecciones agudas como la neumonía y la
bronquitis a enfermedades crónicas como el asma y la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.

Las infecciones son ocasionadas por agentes patógenos que pueden ser virus,
bacterias y hongos o mohos. Existen factores que incrementan la incidencia de las
enfermedades respiratorias, como son la contaminación y las bajas temperaturas
ambientales.

Gracias a los avances en la ciencia y en la tecnología se han podido identificar sus


causas y establecer procedimientos para tratarlas.
Patologías Respiratorias

Son infecciones del tracto respiratorio. Las enfermedades respiratorias afectan


a las vías respiratorias, incluidas las vías nasales, los bronquios y los pulmones.
Incluyen desde infecciones agudas como la neumonía y la bronquitis a
enfermedades crónicas como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica.

1- Apnea del Sueño

Qué es

La apnea obstructiva del sueño es una patología respiratoria que se caracteriza


porque las personas que lo padecen roncan habitualmente, tienen paradas de la
respiración (apneas) de forma repetida y somnolencia durante el día. Como
consecuencia, los pacientes que la padecen no pueden descansar bien durante las
horas de sueño.

“Lo que ocurre con las personas que tienen apnea del sueño es que durante la
noche tienen un colapso de la faringe. Este colapso es periódico, especialmente en
algunas fases del sueño (como el REM)”, explica a CuidatePlus Eusebi Chiner,
neumólogo y coordinador de SeparPacientes, de la Sociedad Española de Neumología
y Cirugía Torácica (Separ). “Cuando el número de apneas excede determinado número
por hora se da el síndrome conocido como apnea obstructiva del sueño”.
Causas

En condiciones normales, cuando las personas duermen, la vía aérea está


permeable, es decir, pueden respirar con tranquilidad. Sin embargo, en algunas fases
del sueño los tejidos se cierran y bloquean la vía respiratoria causando la apnea.

Además de esta causa existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de
tener apnea:

 Tener el maxilar inferior más corto que el maxilar superior.


 Determinadas formas del paladar o de la vía respiratoria que originan el colapso de la
vía.
 Tener un cuello grande.
 Poseer una lengua que puede retrotraerse hasta bloquear la vía respiratoria.
 La obesidad.
 Tener unas amígdalas o vegetaciones grandes que pueden taponar la vía respiratoria.

Síntomas

Los ronquidos son la manifestación más visible que puede alertar al paciente
sobre la posibilidad de tener apnea del sueño. Las personas que padecen la
enfermedad normalmente empiezan a roncar muy fuerte después de quedarse
dormidos. Además, éste se interrumpe durante un periodo de silencio mientras el
paciente sufre una apnea. Ese periodo de silencio va seguido de un resoplido con
jadeo mientras el paciente intenta volver a respirar.

Como consecuencia de los episodios, el sueño del paciente no es reparador y


aparece somnolencia diurna, presencia de fatiga crónica e incluso
alteraciones respiratorias y cardiovasculares. La persona con apnea suele levantarse
con frecuencia para ir al baño, se despierta frecuentemente con la boca seca y al día
siguiente nota cansancio, dolor de cabeza y se queja de la alta probabilidad de
dormirse en situaciones inapropiadas, mientras conduce, lee o asiste a reuniones de
trabajo.
Además, los pacientes con apnea pueden tener depresión, hinchazón de
piernas o ser hiperactivos.

2- Bronquiectasias

Qué es

La bronquiectasia es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías


aéreas que implica la dilatación de los bronquios. Como afirma Araceli Caballero,
miembro de la Sociedad Española de Neumología Pediátrica, “es un daño
irreversible que no vamos a poder resolver, lo único que podemos hacer es tratar
de paliar las posibles complicaciones para prevenir que progresen”. Afecta a las
vías respiratorias mayores y ocasiona su ensanchamiento.

Puede ser congénita, si el bebé nace con ella, o bronquiectasia adquirida, si


se contrae después de nacer. Se suele producir primero gracias a una agresión
del sistema respiratorio, que suele ser una infección que ataca al árbol bronquial
de los pulmones.

Causas

Una de las causas más frecuentes es la infección o inflamación recurrente


de las vías respiratorias y de la mucosa bronquial. Los casos de bronquiectasias
por infección suponen un 35 por ciento, dentro de los cuales la mayoría son
por tuberculosis. Se puede padecer tras pasar una infección respiratoria grave o si
se ha introducido un cuerpo extraño en las vías respiratorias del paciente. Otras
posibles causas son la fibrosis quística y algunas afecciones genéticas.
Las inmunodeficiencias, algunas patologías sistémicas, alteraciones congénitas y
otras enfermedades aumentan el riesgo de padecer bronquiectasias.
El VIH debilita el sistema inmune del paciente y ayuda a las infecciones a
instalarse en el organismo y sufrir la enfermedad.

Síntomas
La sintomatología en el paciente se va presentando progresivamente. El
tiempo depende del caso. Puede pasar desde unas semanas, hasta años tras el
suceso que provoca la bronquiectasia. Los síntomas son variados y pueden incluir:

 Piel con color azul.


 Halitosis o mal aliento bucal.
 Tos crónica con esputo fétido (flema originada en el pulmón con mal olor): viene
acompañada de expectoración (expulsión por la boca de sustancias que provienen
de los pulmones) y es más fuerte por las mañanas a causa de las secreciones que
acumula el paciente por la noche.
 Infecciones bronquiales repetidas.
 Dedos de la mano hinchados en la parte más distal (en palillo de tambor).
 Expectoración con sangre originada en los bronquios o los pulmones.
 Fiebre.
 Tos cuando el paciente se tumba, especialmente de lado. La tos suele producir
expectoración con pus.
 Fatiga.
 Dolor torácico.
 Palidez.
 Disnea o problemas respiratorios y descenso progresivo de la función pulmonar,
en especial cuando se hace deporte.
 Reducción del peso.
 Sibilancias o sonido que hace el aire que se genera en las vías respiratorias
cuando están obstruidas o congestionadas.

3- Edema Pulmonar

Qué es

Un edema pulmonar es una acumulación anormal de líquido en los pulmones que


provoca dificultad respiratoria. Desde el punto de vista fisiopatológico.

Causas
La causa más común del edema pulmonar es la insuficiencia cardíaca. La
progresiva disminución de la actividad cardíaca provoca que la presión de las venas
más cercanas al pulmón se eleve considerablemente. Según se incrementa la presión
de estos vasos sanguíneos, el líquido se infiltra en los espacios de aire o alvéolos de
los pulmones. La inundación parcial del tejido pulmonar interrumpe el movimiento
habitual del oxígeno a través de los pulmones y provoca la dificultad respiratoria.

Otras causas de que producen un edema pulmonar son:

 Miocarditis.
 Arritmias.
 Embolismo pulmonar.
 Daño al pulmón causado por gas tóxico o infección grave.
 Hacer ejercicio a grandes alturas.
 Ciertos fármacos usados con asiduidad.
 Administración excesiva de líquido.
 Insuficiencia ventricular izquierda.
 Infarto del miocardio.
 Insuficiencia renal.

Síntomas

El síntoma principal del edema pulmonar es la disnea (dificultad para respirar), ésta
puede aparecer cuando el afectado está realizando ejercicio físico o, en los casos más
graves, también puede aparecer en reposo. En esas ocasiones el paciente no
soportará permanecer tumbado (ortopnea). Otros de los síntomas derivados del edema
pulmonar pueden ser:

 Expectoración de sangre o espuma con sangre.


 Incapacidad para pronunciar oraciones largas completas debido a la falta de aire.
 Ansiedad e inquietud.
 Sudoración excesiva.
 Sonidos roncus o de gorgoteo al respirar al auscultar el pulmón.
 Hinchazón de piernas y abdomen.
 Piel pálida.
 Disminución de la cantidad de orina.
 Aumento de la frecuencia cardíaca.
 Disminución de la lucidez mental.

4- Epoc

Qué es

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida con las siglas EPOC,


consiste en la obstrucción persistente de las vías respiratorias.

“Esta enfermedad de los bronquios está producida por la exposición a humo de


tabaco principalmente y ocasiona una pérdida de la función pulmonar acelerada”,
explica Bernardino Alcázar, neumólogo en el Hospital de Alta Resolución de Loja
(Granada) y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica (Separ), quien señala que en España afecta al 10,2 por ciento de la
población adulta española mayor de 40 años. “Principalmente se da en personas
expuestas al humo del tabaco, ya sea de forma activa o pasiva”.

La EPOC puede aparecer en forma de dos trastornos diferentes: el enfisema y


la bronquitiscrónica.

 El enfisema consiste en un ensanchamiento de los alvéolos (pequeños sacos de


aire de los pulmones) y la destrucción de sus paredes.
 La bronquitis crónica se manifiesta en forma de tos crónica persistente, que
produce esputo y que no se debe a una causa clínica perceptible, como el cáncer
de pulmón, sino que las glándulas bronquiales se dilatan, provocando una
secreción excesiva de mucosidad.
Ambas enfermedades van muy ligadas y suelen presentarse
simultáneamente, o bien una acaba provocando la otra. Este es el motivo de que
enfisema y bronquitis crónica se agrupen bajo la denominación enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, de la que podrían considerarse como dos formas de
presentación distintas. Generalmente los racimos de alvéolos conectados a las
pequeñas vías aéreas (bronquiolos) tienen una estructura relativamente rígida y
mantienen abiertas esas vías.

En el caso de enfisema, las paredes alveolares están destruidas y los


bronquiolos pierden su apoyo estructural y se colapsan al respirar. En el enfisema,
la reducción del flujo de aire es permanente. En la bronquitis crónica, contribuyen
a la obstrucción del flujo de aire la inflamación de las pequeñas vías aéreas, la
cicatrización de sus paredes, la hinchazón de su revestimiento, la mucosidad y el
espasmo del músculo liso.

Así, en esta enfermedad la obstrucción del flujo de aire es parcialmente


reversible si se usan fármacos broncodilatadores. Los afectados por la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica están más expuestos al riesgo de
desarrollar un cáncer de pulmón que cualquier otra persona. También puede influir
en el desarrollo de problemas cardiacos.

Causas

La EPOC es la más común de las enfermedades crónicas de pulmón en


todo el mundo. Millones de personas padecen EPOC, que es la segunda causa de
incapacitación laboral después de las enfermedades cardiacas.

Los principales afectados por la enfermedad son las personas expuestas a


los dos factores externos que contribuyen en mayor medida a su desarrollo: fumar
y trabajar en ambientes contaminados. Por eso la enfermedad incide
especialmente entre los mineros de carbón, los que trabajan con cereales, en la
metalurgia y otros trabajadores expuestos al polvo.

La enfermedad es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres y
tiene mayor mortalidad entre los varones. La mortalidad entre las personas que
padecen la enfermedad es también mayor en pacientes de raza blanca y obrera,
que entre los trabajadores administrativos.

La EPOC también aparece muy frecuentemente en algunas familias, hecho


que hace pensa que podría existir una tendencia hereditaria.
5- Bronquitis

Qué es

La bronquitis es una inflamación del recubrimiento de los bronquios, que


conectan la tráquea a los pulmones. Cuando los bronquios están inflamados o
infectados, entra menos aire a los pulmones y también sale menos. Como
consecuencia de esto, se tose mucho expulsando esputo o flema. Se dice que la
bronquitis es crónica cuando este tipo de tos es persistente y cuando no hay otra
enfermedad subyacente que pueda explicar su origen.

Causas

La bronquitis crónica no aparece de manera repentina. El primer síntoma


puede ser la tos persistente con flema después de un resfriado mal curado. Si esto
no se vigila, con el paso del tiempo los resfriados cada vez causan más daño y la
tos posterior dura cada vez más tiempo hasta convertirse, incluso, en algo
habitual.

Se manifiesta con mayor frecuencia durante el invierno. Puede ser causada por
virus, bacterias y, especialmente, por gérmenes similares a las bacterias, como
Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia.

Síntomas

Los síntomas de la bronquitis crónica empeoran cuando aumentan las


concentraciones de dióxido sulfúrico y de otros contaminantes en el aire, y lo
hacen aún más cuando los afectados fuman. A menudo las personas no prestan
atención a la bronquitis crónica hasta que la enfermedad está en una etapa
avanzada, porque creen erróneamente que la bronquitis no supone un riesgo
importante. Cuando el paciente finalmente va al médico, muchas veces sus
pulmones ya están gravemente lesionados y el riesgo de padecer problemas
respiratorios graves o de sufrir un fallo cardiaco es elevado.
6- Neumonía

Qué es

Es una infección del pulmón caracterizada por la multiplicación de


microorganismos en el interior de los alvéolos, lo que provoca una inflamación con
daño pulmonar. La reacción inflamatoria produce una ocupación de los alvéolos
que puede visualizarse en una radiografía de tórax.

“La neumonía es una infección del parénquima pulmonar que puede afectar
a todas las personas, si bien es más frecuente en los extremos de la vida: niños y
ancianos”, explica a CuidatePlus Rosario Menéndez, neumóloga y directora del
Programa de Investigación en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española
de Neumología y Cirugía Torácica(Separ). “Además, son más proclives a esta
infección las personas con enfermedades crónicas, los inmunodeprimidos, como
los trasplantados, los que reciben quimioterapia y los pacientes con VIH”.

Causas

Las neumonías se desarrollan cuando un germen infeccioso invade el tejido


pulmonar. Estos gérmenes pueden llegar al pulmón por tres vías distintas: por
aspiración desde la nariz o la faringe, por inhalación o por vía sanguínea.

“La neumonía está causada por bacterias y por virus u otros microorganismos,
como hongos o parásitos. La bacteria más frecuente que causa la neumonía es
el neumococo (Streptococcus pneumoniae) y, entre los virus, el más frecuente es el de
la gripe”, señala Menéndez, quien indica que otras bacterias que intervienen con
frecuencia causando la neumonía son la legionella y el mycoplasma. “Respecto a los
gérmenes que provocan la neumonía, la incidencia depende del lugar de adquisición
de la patología y de las enfermedades del propio paciente”.

Síntomas

Los síntomas de las neumonías son variables. Además, esta variabilidad no


siempre tiene relación con el tipo de germen que causa la neumonía.
Algunos casos debutan como una neumonía típica, que consiste en la aparición
en varias horas o entre 2 y 3 días de tos con expectoración purulenta o herrumbrosa,
en ocasiones con sangre, con dolor torácico y fiebre con escalofríos.

Otras neumonías, llamadas atípicas, tienen síntomas más graduales que


consisten endécimas de fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares,
cansancio y dolor de cabeza. La tos es seca, sin expectoración, y el dolor torácico es
menos intenso.

La mayoría de las neumonías tienen características de ambos grupos. Si la


neumonía es extensa o hay enfermedad pulmonar o cardiaca previa puede que el
paciente tenga también dificultad respiratoria. Además, si los gérmenes pasan a la
circulación sanguínea producen una bacteriemia que puede conducir a un shock
séptico, con riesgo para la vida.

“En personas con edad avanzada los síntomas pueden ser más inespecíficos y
aparecer como cuadros con menos manifestaciones”, añade la especialista. “En estos
casos puede cursar como confusión, malestar general y disminución del nivel de
conciencia”.

7- Asma

Qué es

El asma es una enfermedad cada vez más frecuente entre los niños y los
jóvenes. Se calcula que la padece el 5 por ciento de la población adulta y el 10 por
ciento de los niños y adolescentes en países industrializados, y en muchos casos
la enfermedad aparece como respuesta a determinados estímulos que
producen alergia: polen, ácaros del polvo, partículas de la piel de gato y perro,
humo, aire frío, ciertos alimentos o aditivos alimenticios. Se caracteriza por la
aparición de episodios de dificultad respiratoria (crisis o ataques), generalmente
asociados a otros síntomas como tos, pitidos al respirar y sensación de ahogo.
Los síntomas varían según la edad.
De esta manera, en los niños prevalece principalmente la tos, en especial
durante la noche, mientras que en los adultos los tres principales síntomas son
rigidez en el pecho, silbidos y fatiga en la noche. En los últimos años se ha
registrado una mayor prevalencia y un aumento progresivo de casos en niños y
adolescentes, lo cual pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas
preventivas. La curación del asma solamente puede alcanzarse en algunos casos
de asma alérgica o relacionada con el lugar de trabajo del paciente, siempre que
se pueda evitar el agente causal.

Causas

Pólenes: Aunque la polinización se produce durante la primavera, existen


variaciones según los climas y tipos de plantas. Los síntomas de la alergia al
polen suelen detectarse con concentraciones superiores a 50 granos de polen por
metro cúbico de aire. El pequeño tamaño del polen favorece que quede
suspendido en el aire durante largo tiempo y recorra grandes distancias hasta
penetrar en los conductos respiratorios.

En España prevalece el polen de las gramíneas, el olivo en la zona sur y la


parietaria en la zona mediterránea.

Ácaros del polvo: Son parásitos microscópicos que viven en el polvo de las
casas y se alimentan de escamas dérmicas y otros residuos. Necesitan unas
condiciones precisas para desarrollarse: 25º C de temperatura y 85 por ciento de
humedad.

En España los más importantes son los Dermatophagoides pteronyssinus y


Dermatophagoides Farinae.

Alimentos: Los episodios de asma relacionados con alimentos son


frecuentes durante la infancia y van acompañados de otros síntomas como
urticaria y vómitos, por lo que tienden a confundirse con intoxicaciones
alimentarias. Los productos que mayores reacciones provocan son la leche, los
huevos y el pescado. En la edad adulta este tipo de asma es menos frecuente.
Hongos: Algunos hongos producen alergenos que se depositan en sus
esporas, y la liberación de éstas depende de la humedad, la temperatura y la
existencia de materia orgánica en su entorno, como basuras o cortinas de baño.
Las épocas más favorables para su desarrollo son la primavera y el otoño, y entre
los más comunes destacan la alternaria, el cladosporium, el penicillium, el
aspergillus y el mucor.

Síntomas

Durante las crisis asmáticas la mucosa bronquial que recubre los conductos
respiratorios se inflama y se produce un moco espeso que obstruye los conductos
de las vías aéreas. Como consecuencia, los músculos que rodean estos
conductos se contraen y estrechan disminuyendo su diámetro, impiden el paso del
aire y complican la respiración. Las características básicas de la enfermedad son
las siguientes:

 Inflamación: Aumenta la sensibilidad bronquial y la obstrucción. En ocasiones su


origen es alérgico. Produce un incremento de las secreciones y la contracción de
la musculatura bronquial.
 Aumento de la sensibilidad bronquial: Tras la exposición a diversos estímulos
(humos, gases, olores, aire frío o ejercicio), los bronquios de los asmáticos se
contraen produciendo el estrechamiento de la vía aérea.
 Obstrucción bronquial: Es variable y reversible de manera espontánea o con
tratamiento. Durante las crisis el aire circula con dificultad produciendo pitidos y
sensación de fatiga o ahogo. En el momento en el que la crisis se resuelve el aire
puede moverse normalmente por los bronquios y desaparecen los síntomas.

8- Sinusitis

Qué es

La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales que puede ser causada


por un hongo, una bacteria o un virus, o bien estar causada por una alergia. Los
senos paranasales son pequeños huecos llenos de aire; se dividen en senos
frontales (están en la parte frontal del cráneo, situados encima de la nariz, es
decir, en la frente), senos etmoidales (se sitúan en los laterales de la nariz, entre
los huesos) y senos maxilares (localizados en las mejillas). En situaciones
normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin embargo, las
personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y
sufren molestias y dificultades a la hora de respirar.

Causas

El exceso de moco y el bloqueo de las aberturas paranasales hacen que las


bacterias y otros microorganismos puedan reproducirse más fácilmente y provocar
sinusitis. Las principales causas que provocan la segregación de moco y/o el
taponamiento de los senos paranasales son:

 Los cilios (vellos que se sitúan en el interior de las aberturas paranasales) no


logran sacar el moco debido a alguna afección.

 Un espolón óseo nasal, el tabique desviado o la presencia de pólipos nasales


bloquean los senos paranasales.
 Las alergias y resfriados provocan una secreción excesiva de moco.
Además, hay una serie de factores de riesgo que incrementan la posibilidad de
sufrir esta patología:

 Padecer fibrosis quística.


 Sufrir rinitis alérgica o fiebre del heno.
 Tener alguna enfermedad que dificulte la función de los cilios.
 Tabaquismo.
 Tener un sistema inmunológico débil, debido al VIH o a tratamientos como la
quimioterapia.
 Hipertrofia de adenoides (tejido linfático que se encuentra en las vías respiratorias
entre la nariz y la parte posterior de la garganta).
 Sometimiento a fuerzas como la gravedad y la presión: volar, bucear, montañismo,
etcétera.
Síntomas

Los principales síntomas de esta enfermedad son:

 Dolor y presión detrás de los ojos y en la zona maxilofacial.


 Secreción y congestión nasal.
 Pérdida del sentido del olfato.
 Fatiga y sensación de malestar general.
 Dolor de cabeza.
 Fiebre.
 Dolor de garganta y goteo entre la nariz y la faringe.
 Tos que tiende a empeorar por la noche.

En una sinusitis aguda, estos síntomas suelen aparecer tras el séptimo día
de un resfriado que no ha mejorado o que incluso ha empeorado. En el caso de
una sinusitis crónica, los síntomas son los mismos, aunque más leves. Aunque no
es frecuente que se produzcan complicaciones, una sinusitis puede provocar
absceso (aparición de pus en una zona determinada que causa dolor e
inflamación), meningitis, osteomielitis, e infección cutánea alrededor de los ojos.

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