Unidad 3 Carreteras

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III UNIDAD

OBRAS DE DRENAJES

3.1 DRENAJE NATURAL

Al caer sobre la superficie terrestre, el agua de lluvia tiene varios destinos:


escurre superficialmente, se infiltra al subsuelo o se evapotranspira.

El agua que escurre de manera superficial se va uniendo y forma pequeños


escurrideros que se convierten en arroyos y después en ríos, los cuales llegan
al mar o a una depresión continental como los lagos y las lagunas.

Cuando se construye un camino, casi siempre se corta el escurrimiento natural,


permitiéndose el paso del agua sólo en los sitios que elige el proyectista, quien
de esta manera aleja el agua del camino lo más pronto posible

Así, el agua que antes de la construcción del camino corría libremente debe
canalizarse en forma adecuada para concentrarse en estas obras, lo que origina
las obras de captación y de conducción.

En resumen, al construirse un camino se modifican las condiciones del


escurrimiento en las zonas que la vía atravesará, lo cual puede causar problemas
como erosiones e inundaciones.

Por otro lado, las características de las cuencas se alteran cuando se construye
un camino, pues éste ocasiona modificaciones en el uso de la tierra al propiciar
el desarrollo económico en su zona de influencia. Así en un área boscosa se
llevan a cabo desmontes que alteran la rapidez de concentración del agua, lo
que aumenta la erosión de la cuenca y propicia la acumulación de azolves aguas
abajo, que al final modifican el régimen pluviométrico.

Asimismo, al construirse una vía, el agua que se infiltra al subsuelo tiende a


aflorar por los taludes y la cama del camino, dañando la estabilidad; por ello es
necesario cortar los fluidos o profundizar el nivel de las aguas freáticas.

El estudio del drenaje debe iniciarse desde la elección de ruta eligiéndose una
zona que tenga menos problemas de escurrimiento. De ser posible, se utilizarán
las pendientes máximas permisibles y se tratará de llegar y aprovechar los
parteaguas, en donde el drenaje será mínimo.

Cuando los caminos se localizan en las laderas de las serranías el drenaje


aumenta, aunque las cuencas y los escurrideros están generalmente bien
definidos, al contrario de los terrenos planos, donde se pueden tener los mayores
problemas de drenaje porque a menudo ni las cuencas ni los escurrideros están
bien definidos.

Si desde la etapa de elección de ruta no se elige la zona más educada, se


presentarán problemas durante la vida del camino y aumentarán de manera
innecesaria los costos de conservación. Por ello, aunque los caminos sean de
corta longitud, es necesario efectuar reconocimientos que, en estos casos,
pueden ser a pie o a lomo de bestia.

Cuando la longitud del camino por construir o rehabilitar ya es importante, los


primeros re-conocimientos se realizan en avioneta o helicóptero, sin descartar el
uso de fotografías aéreas, que están a la disposición de los proyectistas en
diferentes organismos del gobierno federal (INEGI, SCT, SAGDR), de los
gobiernos estatales y de particulares. Se puede decir que el éxito del proyecto
depende de una buena elección de ruta.

El estudio detallado del drenaje se lleva a cabo durante las etapas del
anteproyecto (si lo hay) o del proyecto definitivo. Los defectos de una mala
elección de ruta se reflejan tanto en estas etapas como después, en la
construcción y la operación del camino.

3.2. DRENAJE ARTIFICIAL

El drenaje artificial es el conjunto de obras que sirve para captar, conducir y alejar
del camino el agua que puede causar problemas.

El drenaje artificial se clasifica en superficial y subterráneo, dependiendo de si el


agua es-curre o no por las capas de la corteza terrestre.

El drenaje superficial se considera longitudinal o transversal, según la posición


que las obras guarden con respecto al eje del camino.
El drenaje longitudinal tiene por objeto captar los escurrimientos para evitar que
lleguen al camino o permanezcan en él, causando desperfectos. De este tipo de
drenaje son las cunetas, contracunetas, bordillos y canales de encauzamiento.
Se llaman de drenaje longitudinal porque se sitúan más o menos paralelos al eje
del camino.

El drenaje transversal da paso expedito al agua que cruza de un lado a otro del
camino, o bien la retira lo más pronto posible de la corona, como tubos, losas,
cajones, bóvedas, lavaderos, vados, puentes y el bombeo de la corona.

De acuerdo con la dimensión del claro de las obras de drenaje transversal, se ha


convenido dividir al drenaje en mayor y menor. El drenaje mayor requiere obras
con un claro superior a 6 m. A las obras del drenaje mayor se les denomina
puentes y a las del drenaje menor, alcantarilla.

El drenaje subterráneo consiste en proporcionar suelos de drenaje adecuados


para controlar el escurrimiento de esa agua rápidamente tales como zanjas,
drenes ciegos, drenes de tubos.

Cada lugar que requiera drenaje subterráneo, o subdrenaje como también se le


llama, es un problema individual y diferente, y por lo tanto deben aplicarse los
principios de ingeniería en su solución adecuada. Al drenaje subterráneo debe
dársele toda la atención que se merece ya que de él depende gran parte de la
seguridad y estabilidad del camino.

Aunque en términos generales el drenaje superficial es más importante que el


drenaje subterráneo hay que reconocer que hay lugares en los cuales no se
puede prescindir del drenaje subterráneo. Los lugares inestables deben de ser
drenados inmediatamente y de una vez por todas durante la construcción.

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