Jruchov y La Disgregacion de La URSS PDF
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LA DISGREGACIÓN DE LA URSS
© Mijaíl Kilev
® Templando el acero
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Coordinador editorial:
Koldo Perez de San Román
http://www.librosml.blogspot.com
Diseño y Diagramación:
Carlos Moreno Rodríguez
http://www.estudiocaos.com/
[email protected]
2010
JRUSCHOV
Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS
Ensayo de análisis del informe de Nikita S. Jruschov, presentado en la sesión secreta del
Comité Central del PCUS, el 25 de febrero de 1956
MIJAÍL KILEV
Medalla “Stalin”, septiembre del 2002, otorgada por
el Partido de los Comunistas (bolcheviques) de Ucrania
Contenido
Introducción 19
Preámbulo 21
La lucha de clases a nivel internacional, desde 1945 hasta hoy 21
Capítulo I 31
Las circunstancias en las cuales ha sido preparada y llevada a cabo la sesión
secreta del XX Congreso del PCUS 31
Notas 37
Capítulo II 39
El “testamento de Lenin” 39
Notas 49
Capítulo III 51
Sobre el trabajo colectivo en la dirección del PCUS y de la URSS 51
Notas 59
Capítulo IV 61
Sobre la preparación para la defensa del país y de la gran guerra patria, dirigidas
por J. V. Stalin 61
Notas 76
8 | MIJAÍL KILEV
Capítulo V 79
Relativo a la dirección de la política exterior de la URSS por Stalin 79
Notas 83
Capítulo VI 85
Relativo a las “represiones” 85
Notas 105
Capítulo IX 147
Las causas de la destrucción de la URSS 147
I. Primera causa principal: la línea revisionista del PCUS 147
Notas 176
II. Segunda causa principal: la ofensiva general de las fuerzas imperialistas
contra la URSS 176
Notas 191
III. Tercera causa principal: las condiciones históricas específicas de realización
de la revolución de octubre y de la sociedad socialista 192
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 9
Notas 195
Capítulo X 197
Conclusión 197
Notas: 200
Post-scriptum 201
Bibliografía 203
I. Monografías 203
II. Diccionarios 204
III. Numerosas revistas y periódicos rusos, búlgaros y checos. 204
L
a minimización de la lucha de clases -particularmente aguda después de
la Segunda Guerra Mundial entre los dos sistemas sociales coexistentes:
de un lado, el socialismo en las democracias populares y, del otro, su fe-
roz enemigo, el capitalismo en los países imperialistas- es la consecuencia de
más peso de la línea revisionista de los partidos comunistas, inaugurada por la
gran mascarada interpretada por Nikita Jruschov en el XX Congreso del Partido
Comunista de la Unión Soviética, en 1956: su informe presentado en una “se-
sión secreta”, con prohibición de taquigrafiarlo, sin discusión posible y bajo el
signo del “secreto absoluto”.
1. A nivel dirigente
El hecho de que Jruschov hubiera rehabilitado a los enemigos del socialismo en
la Unión Soviética, y les hubiera confiado puestos de gran responsabilidad en
numerosos sectores del país y del partido, ha permitido la desviación del poder
socialista, que ha terminado por sucumbir. La lenta degradación y después la
destrucción de la URSS y del PCUS son su prueba más fehaciente.
2. A nivel de la población
La no-publicación del informe Jruschov, sobre el cual se fundamentan todas
las negaciones del período más glorioso de la edificación del socialismo en la
URSS y de sus bases teóricas, así como la eliminación de las obras de Stalin,
han permitido la divulgación de toda clase de calumnias no-verificables, de las
14 | MIJAÍL KILEV
¡Les han hecho falta...diez años más, para que “la vuelta del capitalismo” sea
anunciada abiertamente en 1990!
Durante mucho tiempo, la única publicación del informe Jruschov era la de los
Estados Unidos, divulgada en occidente apenas un mes (!) después de la “se-
sión secreta”.
L
a primera edición de este libro, en 1997, pronto fue agotada, y una gran
demanda le sigue llegando al autor y al C.C. del Partido Comunista de
Bulgaria.
Mientras tanto, este libro ha sido traducido y editado en Chequia. Ellos han
sido los primeros en interesarse en este libro, el país donde, desde los años 60,
el revisionismo ha descompuesto completamente el Partido Comunista.
¿Cómo explicar su enorme Éxito? Sin duda por el hecho de que da una respues-
ta exacta a algunas cuestiones complejas y difíciles, concernientes al trágico
destino del socialismo en Europa del Este. Por primera vez -apoyándose en
hechos históricos, recuerdos y propósitos de los colaboradores más cercanos
a Stalin, tales como los mariscales Zhukov y Vassilievsky, entre otros- son de-
nunciadas las calumnias de Jruschov hacia Stalin. Este libro es un intento de
análisis certero de las razones fundamentales de la derrota de la URSS, a saber,
en primer lugar: la línea revisionista del PCUS, introducida por Jruschov en el
XX Congreso, quien ha colocado los fundamentos del proceso disgregacionista
en el Partido y en el Estado, llevando a la URSS a la derrota bajo Gorbachov y
Yeltsin.
El autor subraya que no pretende que este análisis sea exhaustivo, ni que su
conclusión sea definitiva. Su objetivo es llamar la atención de la sociedad sobre
un punto de vista científico, el único capaz de apreciar verdaderamente la obra
y la personalidad de Stalin. Es una de las condiciones del renacimiento del mo-
vimiento comunista en la Europa del Este.
18 | MIJAÍL KILEV
Introducción
¿
Por qué ha llegado este trágico fracaso y cuáles son las razones funda-
mentales de este triste hecho histórico?
Los comunistas tienen la obligación de encontrar la verdadera respuesta
a esta crucial pregunta.
Los enemigos del marxismo-leninismo y del socialismo han creado toda una
serie de versiones sobre la derrota de la URSS y del campo socialista en Eu-
ropa del Este. Sus versiones van desde la inadaptación del modelo socialista
soviético hasta la negación completa de socialismo como sistema social. El
lanzamiento de estas versiones va acompañado de una campaña inaudita de
propaganda de mentiras y de calumnias en contra del socialismo y del marxis-
mo- leninismo. Esta campaña trajo la desorientación, la desconfianza y la des-
esperación en las filas de los comunistas y de los simpatizantes del socialismo.
Hasta hoy, no hay respuesta científica justa a esta crucial pregunta, y en el nue-
vo programa del Partido Socialista Búlgaro (PSB), adoptado en su 41° Congreso,
se apunta: “La explicación del fracaso del socialismo autoritario de Europa del
Este, de la derrota de la URSS y de la sociedad soviética es una tarea social y
política difícil. Hace falta tiempo, discusiones profundas y un desarrollo del
pensamiento sociológico. Hacen falta investigaciones filosóficas, históricas,
económicas, sociológicas, políticas y culturales profundas, así como juiciosos
análisis por parte de los partidos de izquierdas, con el fin de llegar al conoci-
miento de la verdad. Descubrir los motivos del fracaso es indispensable para
los socialistas, para no volver a cometer estos errores, para sacar las lecciones
y definir la nueva comprensión del socialismo en las realidades de hoy y de
mañana”.
D
espués de la Segunda Guerra Mundial, los países imperialistas, con los
Estados Unidos a la cabeza, han unido sus fuerzas para cortar el paso a
la extensión del socialismo por el mundo. Desde entonces, los Estados
imperialistas llevan una lucha de clases que no para de crecer por todo el mun-
do. Las señas de su carácter internacional son las siguientes:
Esto quiere decir que los Estados Unidos y sus aliados organizan y llevan la lu-
cha de clases sobre una base científica, utilizando los progresos en las ciencias
y las técnicas -lo que la convierte en más eficaz y mucho más peligrosa para el
porvenir de la humanidad-.
Pero los hechos históricos y la realidad son persistentes. Son ellos los que de-
muestran o contradicen los fundamentos teóricos de la práctica.
¿Y cuáles son los hechos después de la Segunda Guerra Mundial? Nos mues-
tran que cuanto más son amenazadas las bases del capitalismo mundial por
los éxitos del socialismo triunfante, más se refuerza y se agudiza la lucha de
clases a escala internacional. Un plan de desestabilización de la URSS es lleva-
do a cabo, desde 1945, por Allen Dulles*. Es una prueba fulgurante de la agre-
sividad estratégica contrarrevolucionaria, acometida por los Estados Unidos
después de la Segunda Guerra Mundial.
Este plan, creado antes del final de la guerra, había sido escondido al aliado
de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial: la Unión Soviética. Fue
creado en la época en la que el Ejército Soviético, fiel a su compromiso como
aliado, combatía en Extremo-Oriente al ejército japonés con una fuerza de un
millón de hombres, permitiendo la victoria definitiva sobre Japón. Está claro
que no fue la bomba sobre Hiroshima, que provocó 117.000 víctimas, sobre
todo mujeres y niños, sin alcanzar ni a un solo soldado del ejército japonés,
sino el ejército soviético quien hizo capitular a Japón.
Descubrimos ahora que el plan Dulles había sido aplicado durante decenios por
el imperialismo americano. Y sigue siendo aplicado hoy, actualizado y adapta-
do a las condiciones históricas actuales. Se pueden ver los tristes resultados de
su realización. En el interior de la URSS este plan tenía previsto encontrar sus
colaboradores y sus aliados. Los encontró en personas como Gorbachov, Yako-
vlev, Shevernadze, Yeltsin y sus entornos.
En 1947 los Estados Unidos crearon la CIA, una inmensa red de espionaje,
extendida por el mundo entero, monstruo terrorífico del imperialismo contem-
poráneo. El número de sus cuadros se eleva a 5.000, con un presupuesto de 25
mil millones de dólares. Una parte de este presupuesto sirve para pagar a los
espías y disidentes que constituyen la quinta columna: escritores, periodistas,
publicistas, artistas, deportistas, así como otros renegados y traidores.
En 1949, los grandes países capitalistas occidentales, con los Estados Unidos
a la cabeza, crearon el pacto militar Norte-atlántico, la OTAN, fuerza militar del
imperialismo contemporáneo, cuyo objetivo, desde su creación, era el de com-
batir a la Unión Soviética y a los países socialistas, e impedir el desarrollo de
los procesos progresistas, democráticos y revolucionarios en el mundo entero.
Después de la muerte de Stalin en 1953, la ofensiva general del imperialismo
contra la URSS y los países socialistas ha continuado en todas las áreas de la
vida. Esta ofensiva se reveló aún más peligrosa en las condiciones del “deshie-
lo” jruschoviano, a raíz del XX Congreso del PCUS en 1956.
En 1992, cuando los dirigentes del “putsch” de agosto de 1991 -es decir, los
protagonistas del intento de conservar la URSS- fueron juzgados en Rusia, el
Secretario General del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR), Guena-
di Ziuganov, declaró ante el tribunal constitucional de Rusia:
“Quisiera recordar que a mediados de los 60 había sido elaborado un plan, que
ni se llamaba “Perestroika”, ni “reforma radical”. Era un programa del Consejo
de Seguridad Nacional de los EE.UU. adoptado después de la crisis de Cuba. Era
un programa de desestabilización del régimen constitucional de la URSS y de
destrucción del gran país unitario. El punto principal del programa anunciaba:
“sin destruir al PCUS, no se puede destruir a la URSS. Y para destruir al PCUS,
hay que penetrar los centros de decisión del partido. He aquí los cinco puntos
de este programa:
1. Presentar (quiero atraer su atención en el verbo “presentar”) a la URSS como
el último imperio voraz, e intentar destruirlo por todos los medios.
2. Demostrar que la URSS no había sido la vencedora del fascismo, sino un
tirano igual al fascismo al que no hay que respetar.
3. Su economía debe ser desestabilizada con la carrera armamentista, y defor-
mada de tal manera que se pueda impedir la realización de las ventajas consti-
tucionales, sobre todo en el ámbito social.
4. Encender la llama del nacionalismo y hacer explotar al país desde dentro,
sobre la base de un extremismo nacional y religioso.
5. Propiciar la ocupación de los medios de información por agentes de influen-
cia dirigidos por la CIA, destruir el modo de vida colectivista; separar el pasado
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 25
En 1977, dos decenios después del XX Congreso, en el Comité Central del PCUS
se presentó el informe de Yuri Andropov, donde se decía:
“Según los datos verificados por la KGB, la CIA de los EE.UU., estudiando los
pronósticos de sus especialistas en lo que concierne al desarrollo de la URSS,
trabaja últimamente sobre planes de profundización de su actividad hostil, di-
rigida en pro de la disgregación de la sociedad soviética y de la desorganización
de la economía soviética. Con este propósito, el servicio de información ameri-
cano se propone reclutar agentes de influencia entre los ciudadanos soviéticos,
con el fin de formarlos y dirigirlos hacia puestos de decisión política, econó-
mica y científica en la URSS. La CIA ha elaborado un programa de formación
individual de los agentes, previendo su actividad de espionaje, y reforzando
su formación política e ideológica. Un aspecto primordial en la preparación de
estos agentes es su formación en métodos de dirección de las ramas fundamen-
tales de la economía socialista. Trabajando con persistencia en sus objetivos,
la dirección del servicio de información americano no escatima en gastos, bus-
cando personas que por sus cualidades personales y litúrgicas podrían asumir
puestos de administración en el aparato dirigente, y llevar a cabo las tareas for-
muladas por el enemigo. La CIA espera coordinar y dirigir, a través de un cen-
tro ligado al servicio de información americano, la actividad de estos agentes
aislados unos de otros, para hacerles aplicar en la vida la política de sabotaje
de la economía socialista.
La CIA opina que la actividad coordinada de los agentes llevará hacia la creación
de dificultades precisas en la política interior de la Unión Soviética, frenando
el desarrollo de nuestra economía. Dirigirá las investigaciones científicas hacia
caminos sin salida. Se apoya sobre las condiciones favorables a la realización
de estos planes, creadas por las circunstancias de la ampliación de las relacio-
nes entre la URSS y Occidente. Los responsables del servicio de información
americano encargados del trabajo directo con sus agentes interiores consideran
que este programa en curso de realización modificará de forma significativa la
26 | MIJAÍL KILEV
Pero este aviso severo no ha sido más que una voz en el desierto.
Un hecho ha sido conocido no hace mucho: “el jefe del KGB, Vladimir Kriu-
chkov, informó al Secretario General del Comité Central del PCUS, Mijail Gorba-
chov, que poseía información de que el miembro del Buró Político del C.C. del
PCUS, Alexander Yakovlev, mantenía relaciones con la CIA, y que era necesario
investigar sobre estos lazos. Gorbachov prohibió enérgicamente la intervención
del KGB”.8
Así pues, 50 años después de la creación del plan Dulles, George Baker secre-
tario de estado de los Estados Unidos, declaró, con una satisfacción y una so-
berbia excepcionales: “los últimos 40 años hemos gastado trillones de dólares
para ganar la Guerra fría”.9
Según George Bush: “es una suerte para los Estados Unidos, que no llega más
que una vez cada 100 años, el imponer sus intereses y sus valores al mundo
entero”.10
Más tarde, el secretario general del partido comunista de los Estados Unidos,
Guss Hall, precisó: “América ha gastado cinco trillones de dólares en la Guerra
Fría”.11
Estos hechos históricos muestran que Lenin y Stalin tenían razón en sus ad-
vertencias y sus acciones, y no Jruschov afirmando que la lucha de clases se
atenuaba y debía desaparecer. Como se ha visto, no es la lucha de clases la que
ha desaparecido, sino el PCUS y la URSS.
1. Iván Chomakov, “Al tribunal de la historia”, Tomo 1, pág. 10, “Polygraph”. Sofía, 1994.
2. A. M. Vasilevsky, “Una obra para toda una vida”, pág. 524.
3. Iván Chomakov, “Al tribunal de la historia”, Tomo 1, pág. 10.
4. Guenady Ziugánov, periódico “Misal” no 32, 1992.
5. Yuri Andropov, periódico “Den”, 15-21 de diciembre de 1991.
6. George Bush, periódico “Tribuna” no 14, 1992.
7. V. Kriuchkov, periódico “Den” no 27, 15-2 1 de diciembre de 1991.
8. V. Kriuchkov, periódico “Duma”, 10 de marzo de 1993.
9. I. Chomakov, “Al tribunal de la historia”, Tomo 1, pág. 11.
10. G Baker, periódico “Novo rabotnishesko delo” no 9, 1994.
11. I. Chomakov, periódico “Al tribunal de la historia”, Tomo 1, pág. 11.
12. Bill Clinton, periódico “Duma”, 28 de febrero de 1993.
“El Partido Comunista ha abierto su XIX Congreso, más que nunca solidario, unitario y potente,
estrechamente reunido entorno al Comité Central y a su genial dirigente, el camarada Stalin.
(...) Nuestras victorias y nuestras realizaciones son debidas a la justa política del Partido
Comunista, y a la luminosa dirección del Comité Central leninista- estalinista, a nuestro jefe
y querido educador, el camarada Stalin. (..) Los triunfos que registra nuestro país han sido
logrados gracias al Partido, quien ha realizado un extenso trabajo de organización con las masas
para poner en práctica las geniales indicaciones de José Stalin”.
Se habla del culto a la personalidad de Stalin. ¿Y qué se le puede reprochar a una nación si posee
un buen dirigente que lleva a su pueblo hacia triunfos reales? ¿Se puede condenar lo que es de
saludar?
E
l XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) se ha
desarrollado del 14 al 25 de febrero de 1956. El 25 de febrero, último
día del Congreso, en una sesión a puerta cerrada, Jruschov ha leído un
informe titulado “Sobre el culto a la personalidad y de sus consecuencias”.13 Se
trataba del “culto” a la personalidad de José Vissarionovich Stalin.
Hoy, más de 40 años después de este Congreso, son conocidas las circunstan-
cias en las cuales fue preparado y leído el informe Jruschov, así como toda una
serie de hechos ligados a la anormal situación de una “sesión secreta” en el XX
Congreso del PCUS.
Sin embargo, algunos días antes del principio del Congreso, Jruschov había
reunido una vez más a la dirección del Partido y había declarado: “Cuando
el Congreso empiece sus trabajos, los órganos dirigentes pierden su poder y
únicamente el Congreso tiene el poder de resolver los problemas importantes.
32 | MIJAÍL KILEV
Los miembros del Presidium del C.C. comprendieron que en tal situación, les
sería muy difícil impedir a Jruschov la realización de su plan.
2. Se observa que Jruschov insiste en situar a toda costa el problema del “culto”
a Stalin, con un gran riesgo para él mismo y para la unidad del Partido, diri-
giendo incluso un ultimátum, que no tiene nada que ver con las normas y los
principios del Partido.
4. El informe había sido presentado ante un nuevo equipo del Comité Central,
elegido en el XX Congreso según las recomendaciones y las propuestas de Jrus-
chov. Con este hecho, estaba asegurado el apoyo del informe por los nuevos
miembros del C.C. del PCUS.
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 33
6. “La noche del 25 de febrero de 1956, después del cierre de la “sesión secreta”
del XX Congreso, las delegaciones de todos los partidos comunistas presentes
en el Congreso fueron invitadas en el Kremlin. Se le dio a cada delegación la po-
sibilidad de conocer el contenido del informe leído, insistiendo sobre su carác-
ter “secreto”. Por otra parte, todos los ejemplares del informe fueron devueltos
al Comité Central del PCUS”.16
-En segundo lugar, “que el texto del informe fuese enviado a las organizaciones
del partido”.19
Uno se debe preguntar: ¿se pueden considerar como normales, para el desarro-
llo de un acontecimiento histórico de tal importancia, las circunstancias en las
cuales había sido preparada y desarrollada la “sesión secreta” del XX Congreso
en 1956, y que ahora son conocidas por toda la sociedad? Claro está que no
se puede, y que no se debe. Es más justo considerarlas como una trasgresión
categórica y abierta de los principios del Partido, de las normas del Partido y
de la moral del Partido. Una segunda pregunta muy importante se pone de
manifiesto: ¿por qué los veteranos Molotov, Vorochilov, Kaganovich y otros,
que tenían una influencia muy grande en el Partido, cedieron a la presión de
Jruschov? ¿Por qué aceptaron discutir la cuestión del “culto a la personalidad”
de Stalin en una “sesión secreta”, después de la elección del nuevo Comité Cen-
tral del PCUS? Hoy, más de cuarenta años después de este acontecimiento, esta
concesión de los veteranos puede ser calificada objetivamente como un error
histórico grave.
¿Por qué los veteranos han cometido este grave error histórico? Se puede res-
ponder a esta pregunta así:
1. En primer lugar, los veteranos han sido sorprendidos por Jruschov, al plan-
tear la inesperada cuestión del “culto a la personalidad” de Stalin en la víspera
del Congreso. No habían sospechado que Jruschov sería capaz de semejante
hipocresía y de semejante deshonestidad. Atónitos, no tuvieron el tiempo ne-
cesario para juzgar todas las consecuencias del informe sobre el “culto a la
personalidad” de Stalin, presentado en el XX Congreso.
3. Ahora está claro que los veteranos han contribuido a la gran ilusión creada
por Jruschov, la de señalar la cuestión del “culto a la personalidad de Stalin”
en una sesión secreta del XX Congreso, y que se quedaría entre los muros del
Congreso. Como si los veteranos hubiesen olvidado el postulado de Stalin “que
el secreto del Partido únicamente puede ser guardado por el Buró Político, y
que la comunicación de cualquier problema, incluso en un Plenario del Comité
Central, quiere decir que está expuesto en la calle”.22
Sólo algunos meses más tarde, como por una ironía del destino, el Mariscal
Zhukov iba a ser depuesto de sus funciones como Ministro de la Defensa Nacio-
nal, y apartado del Presidium del Comité Central por el mismo Jruschov, como
“premio” por el apoyo que Zhukov le había brindado para su supervivencia
política, permitiéndole así conservar su puesto de Primer Secretario del Comité
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 37
En su informe, apartando toda discusión, Jruschov escribe: “la tarea del si-
guiente informe no es la de hacer una apreciación completa de la vida y de la
actividad de Stalin”.23 Este postulado unilateral de Jruschov no es una casuali-
dad: una discusión sobre una completa valoración de la vida y de la actividad
de Stalin habría provocado seguramente preguntas, intervenciones, opiniones
y discusiones, no sólo en la URSS sino también en el extranjero, porque Stalin
era un dirigente reconocido en el movimiento comunista internacional. Pero a
Jruschov nada le impidió tratar de forma artificiosa las más importantes cues-
tiones ligadas a la actividad de Stalin: sobre la colegialidad en la dirección del
Partido y del Estado, sobre la preparación del país para la defensa, sobre la di-
rección en la Gran Guerra Patria, sobre la orientación de la política exterior de
la URSS, incluso sobre el llamado “testamento” de Lenin, en lo concerniente a
Stalin. Todo esto ha sido plasmado por Jruschov en su informe, con el objetivo
de ennegrecer la personalidad de Stalin, su obra y su papel en la edificación del
socialismo en la URSS, y desvalorar su victoria en la Gran Guerra Patria.
Por esta razón, debemos considerar todas las preguntas planteadas en el infor-
me Jruschov.
Notas
13. N. S. Jruschov, “Sobre el culto a la personalidad y sus consecuencias”. Sofía, 1991.
14. Roy Medvedev, “N. S. Jruschov, biografía política”. Extractos publicados en “Stoudenchesky Meridian” no 1989, págs.
29-30.
15. Ídem, pág. 30.
16 Ídem, pág. 32.
17. Ídem, pág. 31.
18. “Informe Jruschov”, pág. 73.
19. Ídem, pág. 76.
20. Ídem, pág. 76.
21. Prólogo al “Informe Jruschov”, pág. 5.
22. Roy Medvedev, “N. S. Jruschov, biografía política”, en “Stoudenchesky Meridian” no 1989, pág. 32.
23.” Informe Jruschov”, pág. 6.
38 | MIJAÍL KILEV
Capítulo II
EL “TESTAMENTO DE LENIN”
P
ara defender su tesis del culto a la personalidad de Stalin, Jruschov utili-
za también el supuesto “testamento” de V. I. Lenin. Jruschov reserva una
particular atención referente a esto en su informe.
-En segundo lugar, aclarar dos de las apreciaciones que había dictado el 24 y 25
de diciembre de 1922 concernientes a los miembros del Buró Político del Comité
Central del Partido bolchevique, incluido Stalin.
1. Carta al Congreso -se trata del próximo XII Congreso del Partido Comunista
(bolchevique)-, registrada por Volodicheva el 23 diciembre de 1922.
2. Continuación de la correspondencia, registrada por Volodicheva el 24 de di-
40 | MIJAÍL KILEV
ciembre de 1922.
3. Anexo a la carta del 24 de diciembre de 1922, registrada por Fotieva el 4 de
enero de 1923.
4. Continuación de la correspondencia, registrada el 26 de diciembre de 1922.
5. Sobre la transmisión de las funciones legislativas al Gosplan (la planifi-
cación de Estado), registrada por Volodicheva los 27,28 y 29 de diciembre de
1922.
6. Concerniente al número de los miembros del Comité Central, registrada por
Volodicheva el 29 de diciembre de 1922.
7. Sobre la cuestión de las nacionalidades y de su autonomía, registrada por
Volodicheva los 30 y 31 de diciembre de 1922.
8. Página del diario de Lenin, registrada por el Secretario el 4 de diciembre de
1923.
9. Sobre las cooperativas, registrada por el Secretario el 6 de enero de 1923
(taquigrafiada).
10. Sobre nuestra Revolución, a propósito de los apuntes de Sujanov, registrada
por el Secretario el 17 de enero de 1923 (taquigrafiada).
11. Como reorganizar Rabkin (Inspección obrera y campesina) - propuesta al
XII Congreso del Partido-, del 23 al 25 de enero de 1923, registrada por el Se-
cretario (taquigrafiada).
12.”Más vale menos, pero mejor”. Es el último dictado, registrado el 4 de marzo
de 1923 por el Secretario.24*
Como se puede ver, los últimos escritos de Lenin contienen valiosas ideas y re-
comendaciones sobre una serie de problemas importantes para el porvenir del
Partido y del país. En este sentido, pueden ser considerados como el testamento
del dirigente del Partido y del país, y no una posición unilateral y tendenciosa,
como el informe Jruschov.
Según Jruschov, la única cosa y la más importante que Lenin había dictado y
dejado al partido como “testamento” es el anexo de la carta-dictado fechada el
24 de diciembre de 1922, registrada en fecha del 4 de enero de 1923, en la cual
habría propuesto que Stalin fuera destituido del puesto de Secretario General
del Partido bolchevique.
* Se observa que a partir del 4 de enero de 1923, Volodicheva no registra más las cartas- dictados de Lenin. Después del
Anexo registrado por Fotieva, esto se vuelve anónimo con “el Secretario”. Cuanto más, que también, a partir de esta fecha
son mecanografiadas -sin huella alguna de escritura, pues. (nota del traductor).
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 41
“Pienso que los factores fundamentales de la estabilidad son los miembros del Comité Central
tales como Stalin y Trotski. El camarada Stalin, llegando a secretario general, ha concentrado
en sus manos un inmenso poder; y yo no sé si podrá utilizar siempre este poder con suficiente
circunspección. Por otro lado, el camarada Trotski, como lo ha demostrado ya en su combate
contra el Comité Central, concerniente al comisariado popular de transportes, se distingue no
sólo por sus notables capacidades. Es probablemente el más capacitado del C.C. actual, pero es
extremadamente seguro de si mismo y está exageradamente atraído por el lado administrativo
del trabajo”.25
“Stalin es demasiado brutal, y este defecto, perfectamente tolerable en nuestras relaciones entre
comunistas, se vuelve insoportable cuando se trata del puesto de secretario general. Es por eso
que propongo a los camaradas encontrar el medio de reemplazar a Stalin por algún otro que se
distinga, con una ventaja en lo que concierne a su tolerancia, su lealtad hacia los camaradas,
menos caprichoso, etc. Este hecho puede parecer anodino. Pero pienso que con el fin de evitar la
escisión, y en vista de lo que escribo más atrás sobre las relaciones entre Stalin y Trotski, no es
un pequeño detalle, más exactamente es un pequeño detalle que podrá jugar un papel decisivo”.26
¿Cuáles son las razones de nuestra postura? En primer lugar el hecho de que
sin medios técnicos de grabación de la voz auténtica de Lenin a su dictado, la
transformación, la redacción o la invención de tal “anexo” son técnicamente
posibles. Por otra parte, este dictado anexo está registrado el 4 de enero de
1923, pero trasmitido al Comité Central del Partido Comunista (bolchevique)
por un protocolo especial, el 18 de mayo de 1924, es decir un año y cuatro me-
ses después de su trascripción, y después de la muerte de Lenin.27
Es difícil creer que durante todo este tiempo, el contenido auténtico de este
“Anexo”-carta-dictado hubiera sido conservado, si hubiera existido realmente.
Nuestra postura se explica también por el hecho siguiente:
En lo que hace referencia a Stalin, Lenin dicta: “El camarada Stalin, llegando a
Secretario General del Partido bolchevique (Stalin es elegido Secretario General
del Partido el 22 de abril de 1922, en el XI Congreso del Partido, a propuesta de
Lenin) ha concentrado en sus manos un inmenso poder, y no se si podrá utilizar
siempre este poder con suficiente circunspección”.28
tituir a Stalin del puesto de secretario general del C.C., sólo después de una
“brutalidad” por teléfono de Stalin hacia Krupskaia.
-No es probable que Lenin no propusiese al miembro del Comité Central más
apto para sustituir a Stalin en el puesto de Secretario General, si efectivamente
había planteado su sustitución. -No es probable que Lenin tomase una decisión
tan importante como es la sustitución de Stalin del puesto de secretario general
sin someter inmediatamente esta propuesta a la consideración del Comité Cen-
tral, en vez de pedir a Krupskaia que su decisión sea anotada en un “Anexo”-
carta-dictado el 4 de enero de 1923, para entregar al Comité Central del Partido
después de su muerte, cuando puede ser ya demasiado tarde y sin objeto.29
-No es probable que Lenin, quien sabía que Stalin no sólo era Secretario Gene-
ral del Comité Central, sino también responsable de vigilar personalmente su
tratamiento médico, propusiese su sustitución al puesto de Secretario General
sólo porque había sido brutal verbalmente para con Krupskaia, es decir, por un
motivo emocional, sin que pidiese a Stalin que diera una explicación de ello
previamente.
Todo lo que hemos enunciado más arriba hace nacer serias sospechas sobre la
existencia del presunto “Anexo”-carta-dictado de Lenin del 4 de enero de 1923,
y de su presunto contenido.
1. Carta de Krupskaia:
“Lev Borisovich, a propósito de la breve carta que he escrito bajo el dictado de Vladimir Ilich, con
la autorización de los médicos, Stalin se ha permitido ayer una brutalidad inaudita hacia mi.
Yo no ingresé ayer en el Partido. Estoy en él desde hace 30 años, jamás he oído ninguna palabra
brutal de un camarada. Los intereses del Partido y de Ilich no me son menos queridos que a
Stalin. Ahora necesito una máxima sangre fría. Sé mejor que cualquier médico de qué puedo y
de qué no puedo hablar con Ilich, porque sé lo que puede representar una emoción para él. En
cualquier caso, mejor que Stalin. Me dirijo a usted y a Zinoviev como camaradas muy próximos
de Vladimir Ilich, y les ruego que me defiendan de su brutal intervención en mi vida, de los
sermones injustos y de las amenazas. No dudo de la unanimidad de la comisión de control, sobre
la manera en que Stalin se ha permitido amenazarme. Pero no tengo ni las fuerzas, ni el tiempo
de ocuparme de esta tonta disputa. Yo también soy un ser humano y mis nervios están a flor de
piel”. (N. Krupskaia, 23 de diciembre de 1922).
“Querido camarada Stalin, Usted se ha permitido la brutalidad de llamar por teléfono a mi mujer
y de reñirle. Incluso si ella le ha dicho estar de acuerdo en olvidar sus palabras, este hecho está
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 45
Así, por ejemplo, “en su discusión con Stalin del 30 de agosto de 1922, Lenin
habría mostrado interés por las previsiones de la cosecha, el estado de la in-
dustria, el presupuesto, el curso del rublo, la situación internacional de las
46 | MIJAÍL KILEV
meses y medio después de esta comunicación- y, sobre todo, por qué Lenin
toma una vez más posición sobre este problema, cuando ya había expresado su
posición en su “Anexo”-carta- dictado del 4 de enero de 1923. A la vez, es inve-
rosímil que Lenin vuelva sobre el problema, una vez que “esta disputa tonta”,
como la llama la misma Krupskaia, había ya pasado. -No es probable que por
“una pequeña historia tonta”, Lenin se propusiese romper sus relaciones con
Stalin, el Secretario General del Partido. -Es también improbable, porque hubo
otro documento escrito por Stalin en la misma época, a principios de marzo de
1923, que habla de otra manera de la posición de Lenin hacia Stalin.
“En uno de sus encuentros con Stalin, Lenin, cuando todavía podía hablar, a principios de marzo
de 1923, pidió a Stalin que le proporcionara veneno. Stalin le contestó que iba a reflexionar Stalin
escribe personalmente, en dos páginas, su encuentro con Lenin, subrayando que la petición de
Lenin no debía ser ejecutada bajo ningún concepto...Este documento es entregado por Stalin a
los miembros del Buró Político, quienes después de haber tenido conocimiento de ello, aprobando
la postura de Stalin, firman su acta”.34
Significa que Lenin, en estos días difíciles para él, consideraba a Stalin como
un colaborador y un camarada muy próximo, el único en quien podía confiar.
Este hecho demuestra que no es lógico que en la misma época, a principios
de marzo de 1923, Lenin amenace a Stalin con romper sus relaciones con él
(según la carta-dictado del 5 de marzo de 1923), y a la vez le pida que le pro-
porcione veneno.
Este hecho demuestra que no es probable que la “carta- dictado” del 5 de marzo
de 1923 tenga el contenido que Jruschov anuncia en el XX Congreso.
Es más probable que una “carta-dictado” así (si hubiese existido realmente)
fuese redactada o modificada por Jruschov y sus colaboradores para, sirviéndo-
se de Lenin, calumniar a Stalin, es decir, enfrentando a Lenin y a Stalin.
*El General D. Volkogonov, siendo consejero militar de Yeltsin (Volkogonov llevó personalmente el ataque mortífero contra
el Parlamento ruso, el 3 de octubre de 1993) tenía acceso a los archivos secretos del Buró Político del C.C. del PCUS.
Escudriñando los archivos, encontró esta acta escrita por la mano de Stalin. (Nota del autor).
48 | MIJAÍL KILEV
No es sólo probable, porque esto responde al estilo de Jruschov. ¿Por qué? Por-
que el propio Jruschov, inmediatamente después de la sesión a puerta cerrada
del XX Congreso del PCUS, en dos ocasiones declaró ante el mundo entero que
no había presentado ningún informe sobre el “culto a la personalidad” de Sta-
lin, que un documento así no existía, cuando esto era una falsedad evidente
a la que nadie daba crédito, ya que había sido comentado al día siguiente del
Congreso por el mundo entero.
Por otra parte, en el informe Jruschov, leído en la “sesión secreta” del XX Con-
greso, se encuentran otras mentiras-calumnias, de las cuales hablaremos más
adelante.
Para que no hubiera dudas entre los miembros del C.C. de la opinión que Lenin
tenía sobre Stalin, Jruschov utilizó sin ningún escrúpulo una mentira insólita.
Escribe:
“Preocupado por el futuro destino del Partido y del Estado Soviético, Lenin dio una característica
muy justa de Stalin, indicando que hacía falta reflexionar sobre cómo apartar a Stalin del puesto
de secretario general, visto que era brutal, insuficientemente atento hacia los demás, caprichoso
y que desviaba el poder”.35
Notas
24. V. I. Lenin, “Obras Completas”, Tomo 45 (Segunda Edición), págs. 343-402. Sofía, 1983.
25. Ídem, págs. 344-345.
26. Ídem, pág. 346.
27. Ídem, pág. 592.
28. Ídem, págs. 344-345.
29. Ídem, pág. 592.
30. “Informe Jruschov”, págs. 10-11.
31. V. I. Lenin, Tomo 45, pág. 592.
32. Ídem, págs. 680-708.
33. Idem, pág. 681.
34. D. Volgokonov, Programa-debate en la Televisión de Moscú, el 21 de abril de 1994 a las 18h 45.
35. “Informe Jruschov”, pág. 9.
50 | MIJAÍL KILEV
Capítulo III
E
n su informe, Jruschov escribe sobre esta cuestión, a saber: “Stalin no
soportaba en absoluto la colegialidad en la dirección y en el trabajo... El
que se oponía a su actitud, o intentaba demostrar su punto de vista, su
razón, estaba seguro de ser apartado del colectivo dirigente, y después llevado
a la destrucción moral y física”.32
Pero he aquí una prueba muy convincente de lo contrario, ofrecida por el mismo
Jruschov en su informe:
En el transcurso de la Gran Guerra Patria, Jruschov estaba lejos del mando su-
premo y del estado mayor del Ejercito Soviético. Para tener una idea precisa de
los métodos de dirección de Stalin durante los años de guerra, es más intere-
sante darles la palabra a los que trabajaron directamente con él y le proporcio-
naron informes sobre la situación dos o tres veces al día, incluso por la noche.
Veamos lo que escribió el propio Mariscal Zhukov a este propósito, después del
XX Congreso:
“Durante los largos años de guerra, siempre he tenido la convicción de que Stalin no era en
absoluto un hombre ante el cual no se atrevía uno a preguntar cosas arriesgadas, o a debatir
con él y mantener sus propias opiniones. Si hay alguien que mantiene lo contrario, diré que sus
afirmaciones son simplemente falsas. El estilo de trabajo era serio, sin excitación, cada cual
podía expresar su tesis. El dirigente supremo se comportaba con todo el mundo de la misma
manera, severa y oficial”.38
“Stalin estimaba en sumo grado el trabajo del estado mayor y tenia entera confianza en él. Por
principio, nunca tomaba decisiones importantes sin haber escuchado el análisis de la situación
hecha por el estado mayor y sin haber estudiado SUS propuestas”.39
Por su parte, el Jefe del Estado Mayor del Ejército Soviético, S. M. Shchemenko,
escribe:
“Stalin escuchó atentamente las observaciones de los comandantes de los frentes, tuvo
conocimiento de las consideraciones del estado mayor y definió las líneas de la operación de
Berlín, tras lo cual estableció las tareas operacionales en cada frente”.41
El Mariscal A. M. Vassilievsky, quien fue durante mucho tiempo Jefe del Estado
Mayor del Ejercito Soviético, y segundo de Stalin durante la Gran Guerra Patria,
escribe a este respecto:
“El Buró Político del Comité Central y la dirección de las fuerzas armadas se apoyaban siempre
sobre el cerebro colectivo en la elaboración de los planes estratégicos y para la toma de decisiones
concernientes a los grandes problemas económicos”.42
Para comprender mejor la gran importancia que Stalin daba al trabajo colectivo,
vamos a evocar el siguiente ejemplo:
“En 1942, cuando el departamento fue definitivamente operacional (se trata del departamento
de estudio de la experiencia de la guerra ante el estado mayor -nota del autor) y había adquirido
ya cierta experiencia en su trabajo, fueron elaborados, a demanda de Stalin, los estatutos
militares de la infantería. Según sus indicaciones, los estatutos fueron confeccionados de forma
particular. Las primeras anotaciones sobre los estatutos fueron redactadas en Moscú, después
de lo cual algunos grupos de comandantes partieron al frente. Y con la colaboración de los más
capaces y los más experimentados -de compañías, de batallones, de regimientos- los estatutos
fueron definitivamente establecidos y escritos “in situ”. Luego, fue creada una comisión especial
para revisarlos y para hacer las últimas modificaciones. Después, durante dos días de trabajo,
se revisaron en una sesión del Mando Supremo, en presencia de los comandantes de distintos
rangos, llamados desde el frente. Sólo después de este trabajo, el 9 de noviembre de 1942, el
Comisario del pueblo para la Defensa, José Stalin, aprobó los estatutos y los puso en aplicación”.43
“¿Se puede considerar como normal el hecho de que entre el XVIII y el XIX Congreso del Partido
hayan transcurrido más de 12 años, durante los cuales nuestro Partido y nuestro país han vivido
tantos acontecimientos? Estos acontecimientos exigían que nuestro Partido tomase decisiones
que atañían a nuestra defensa en las condiciones de la Guerra Patria, y los problemas de la
edificación pacífica en los años de posguerra”.44
En primer lugar insinúa que, de 1939 a 1952, cuando no se han celebrado los
congresos y los plenarios del Partido, no fueron tomadas las decisiones nece-
sarias sobre la defensa o sobre la reconstrucción de posguerra. Es apenas in-
dispensable atacar esta sugerencia sin fundamento de Jruschov. El sólo hecho
del desenlace victorioso de la Gran Guerra Patria denuncia esta idea insensata
de Jruschov.
Después, insinúa que desde que José Stalin llegó al puesto de Secretario Gene-
ral del Partido, de 1922 a 1939, los congresos del Partido no habían tenido lu-
gar regularmente, cuando no hubo más que el XIX Congreso, que fue aplazado
hasta 1952.
¿Qué se puede decir de esta afirmación de Jruschov? En primer lugar, hay que
situar el hecho de que después del XVIII Congreso del PCUS, celebrado en 1939,
el proceso de reagrupamiento de las fuerzas sobre la arena internacional había
empezado, la Gran Guerra Patria de la Unión soviética también había comenza-
do, y duró hasta septiembre de 1945. Celebrar congresos en tiempos de guerra
es, por lo menos, irresponsable.
En cuanto a la regularidad de los Plenarios del Comité Central del PCUS, Jrus-
chov escribe:
“No se convocaron casi Plenarios del Comité Central. Basta decir que durante todos estos años
de guerra patriótica, no se han celebrado prácticamente plenos del C.C. Efectivamente, se intentó
convocar un plenario en octubre de 1941, cuando los miembros del Comité Central de todo el
país fueron invitados a Moscú. Esperaron dos días para que el plenario se inaugurase, pero en
vano. Stalin ni siquiera quiso entrevistarse o hablar personalmente con los miembros del Comité
Central”.45
Si se sigue con esta lógica, se puede añadir que Stalin ni siquiera quiso sen-
tarse y beber un vodka. Es decir poco el afirma que son palabras de un indivi-
duo necio. No reflejan más que una palabrería irresponsable pero tendenciosa.
Basta con recordar la situación en Moscú en octubre de 1941. Los ejércitos
alemanes no estaban más que a unos 25 kilómetros de Moscú y se disponían
a invadirla. Cuando el destino de Moscú se estaba decidiendo y, por ende, el
destino de toda la Unión Soviética, apartar a Stalin de sus tareas, cuando en
esas fechas trabajaba de 15 a 16 horas al día, arrancarlo de la dirección de las
acciones militares de los ejércitos, con el fin de celebrar un plenario del Comité
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 55
Central o conversar con los miembros del C.C., habría sido un disparate. Lo que
escribe Jruschov, sólo puede tacharse de charlatanería, nada más.
En estos días de octubre, Stalin estaba día y noche en su puesto como Coman-
dante Supremo, trabajando con el órgano más competente: el Estado Mayor
del Ejército Soviético. Las medidas más importantes y decisivas para el país
se tomaban sobre la base de las propuestas del plenario del Estado Mayor del
Ejercito Soviético, compuesto de varios centenares de miembros. Este plenario
particular permanente trabajaba día y noche durante todos los años de la Gran
Guerra Patria. No se puede subestimar su aportación a la victoria sobre el ejér-
cito fascista. Jruschov, como quien dice, no ha visto, no ha entendido, no ha
estimado todo esto en su justo valor. O, más bien, no ha querido admitirlo y
reconocerlo, con un objetivo preciso.
Los congresos del Partido pueden ser reemplazados en algunos casos por con-
ferencias o plenarios del Partido. Esto depende de la situación. Pero, incluso
la celebración de dos congresos por año no es una garantía de que el trabajo
colectivo en la dirección del Partido esté asegurado. Jruschov, que sí reunía
regularmente los plenarios y los congresos del Partido, ¿no ha utilizado éstos
para restaurar su línea revisionista en el PCUS? Y Gorbachov, ¿no ha podido
realizar su demagogia y su traición celebrando regularmente congresos y ple-
narios del PCUS?
El trabajo colectivo también puede realizarse en las sesiones del Buró Políti-
co del Comité Central, en las sesiones del Consejo de Ministros y los órganos
del Estado. Incluso los encuentros ordinarios y las discusiones de Stalin con
los distintos ministros, quienes le emplazaron propuestas y recomendaciones
concernientes a los colectivos ministeriales, presentaban por excelencia un in-
tercambio de ideas y experiencias entre los ministerios y el primer dirigente de
la URSS.
“A pesar de la opinión difundida, en aquellos años todos los asuntos, también el cambio de
personas en el equipo dirigente, eran decididos colectivamente en el Buró Político. Las sesiones
del Buró Político eran animadas, había discusiones, se exponían diferentes propuestas. No hubo
unanimidad silenciosa y sumisa. Stalin y sus colaboradores no podían aceptar tal cosa. Es
verdad que la opinión de Stalin triunfaba a menudo, porque consideraba los problemas bajo
56 | MIJAÍL KILEV
todos sus aspectos, objetivamente, y veía más lejos y más profundamente que los demás”.46
“En esta mesa, donde estamos sentados en este momento, hay 16 sillas. En el extranjero se sabe
que, por una parte, la Unión Soviética es un país donde todo debe decidirse colectivamente y, que
por otra, todo se decide por una sola persona. ¿Quién decide?”.
Stalin contesta:
“No, no tiene que decidir una sola persona. Las decisiones personales son siempre, o casi siempre,
unilaterales. En todas las colegialidades, en cada colectivo, hay gente cuya opinión debe ser
tomada en consideración. En cada colectivo, hay gente que puede expresar opiniones erróneas.
Sobre la base de nuestra experiencia de tres revoluciones, sabemos que aproximadamente de
cien soluciones personales, no verificadas, no corregidas por el colectivo, noventa son soluciones
unilaterales”.47
“Stalin había actuado en nombre del Partido, e incluso en nombre del Buró Político, sobre
problemas muy importantes del Partido y del Estado, a menudo sin informarle de sus decisiones
personales”.48
¿Por qué Stalin había actuado así? ¿Es que no tenía confianza en los miembros
del Buró Político del Comité Central y en el Comité de Estado para la Defensa?
Pues claro que sí. Pero José Stalin había actuado así porque había analizado
bien la situación político-militar en vísperas del 7 de noviembre de 1941, cuan-
do los ejércitos alemanes se preparaban para su último asalto sobre Moscú...
Cuando todos sus servicios de información tenían los ojos y los oídos clavados
en Moscú, el secreto más absoluto se imponía para la organización del desfile.
José Stalin había actuado así porque sabía que para la organización del desfile
bastaba con los esfuerzos de un representante del Estado Mayor y del Jefe de la
guarnición de Moscú.
José Stalin había actuado así porque, por experiencia, sabía que era posible que
por gestos involuntarios de los mismos miembros del Comité Central, se pudie-
58 | MIJAÍL KILEV
José Stalin había actuado así para asegurar el éxito del desarrollo del desfile
que, como él mismo decía, debía tener un impacto psicológico importante. Efec-
tivamente, el desfile militar del 7 de noviembre de 1941 fue una sorpresa para
el mando alemán y para el mundo entero. Cumplió con el papel histórico imagi-
nado por Stalin. Mostró la fuerza inagotable de la URSS y perturbó la interven-
ción de Japón y de Turquía contra la Unión Soviética. Reforzó la coalición anti-
hitleriana y elevó la moral del Ejército Soviético y de los pueblos soviéticos.
¿El hecho de que Stalin no convocase un plenario especial del Comité Central
del PCUS o incluso una sesión del Buró Político a propósito de la organización
del desfile del 7 de noviembre de 1941, significa que Stalin había trasgredido el
principio de la dirección colectiva del PCUS? Pues claro que no.
Hubo otros casos en los que Stalin había tomado decisiones secretas. Una de
esas decisiones fue la preparación de la batalla de Stalingrado. Es de notorie-
dad pública que después de una larga reunión únicamente con sus sustitutos,
los Mariscales Zhukov y Vassilievsky, Stalin, como Comandante Supremo del
Ejército Rojo, había tomado la decisión de preparar la operación de Stalingrado.
¿Era justo actuar así? Sí. La historia muestra que el secreto en la preparación
de un acontecimiento de tal magnitud histórica, es la condición de su éxito.
Éste era lo más importante para Stalin y, el secreto, decisivo para la victoria.
Notas
36.”Informe Jruschov”, pág. 12.
37.Ídem, págs. 44-45.
38.G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, págs. 320-321. Sofía, 1983.
39.Ídem, págs. 307-308.
40.S. M. Shchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro 1, pág. 223. Sofía, 1969.
41.S. Konev, “Notas del comandante del frente”, pág. 454. Sofía, 1975.
42.A. M. Vasilevsky, “Una obra para toda la vida”, pág. 122. Sofía, 1976.
43.S. M. Shchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro 11, pág. 24. Sofía, 1974.
44.”Informe Jruschov”, págs. 20-21.
45.Ídem, pág. 2 1.
46.I.A. Benediktov, Entrevista al periódico “Tribouna” no 23, 1992.
47.J. Stalin, “Obras Completas”, Volumen 13, pág. 91. Sofía, 1952.
48.”Informe Jruschov”, pág. 19.
49.G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 561. Sofía 1983.
50.Pavel Artémiev, Teniente general, en el periódico “Narodna armia” del 5 de diciembre de 1976.
51. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 479.
52.”Informe Jruschov”, pág. 65.
60 | MIJAÍL KILEV
Capítulo IV
SOBRE LA PREPARACIÓN PARA LA DEFENSA DEL PAÍS Y DE
LA GRAN GUERRA PATRIA, DIRIGIDAS POR J. V. STALIN
S
egún Jruschov, José Stalin, como dirigente del PCUS y de la Unión So-
viética, no tomó medidas suficientes en la preparación del país para la
defensa. En su informe, escribe:
“A pesar de todas las serias indicaciones, las medidas tomadas no fueron suficientes para
preparar bien al país en la defensa y para evitar la sorpresa de la invasión”. “¿Se tenía el tiempo
y la posibilidad para tal preparación? Sí, había tiempo y posibilidades”.53
En primer lugar, esta conversación parece improbable. ¡La guerra ya había em-
pezado y, sólo entonces, Jruschov piensa en pedir armas a Moscú! ¡Como si
todos los depósitos de armas de la movilización se encontrasen en Moscú, y
después del inicio de la guerra había que enviarlas a Ucrania, a Kazajstán o a
Extremo Oriente! Para toda persona un poco instruida está claro que el apro-
visionamiento de armas de las unidades movilizadas se hace en sus propios
depósitos, según los planes de movilización. Es imposible que en toda Ucrania
no hubiese alguna reserva de armas destinada a las unidades movilizadas allí.
Veamos algunos de los numerosos testimonios que dieron los más ilustres di-
rigentes del Ejército Soviético, quienes han asegurado la defensa del país, para
demostrar el enorme trabajo que el Comité Central del PCUS, el gobierno sovié-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 63
“Debo decir que Stalin desarrollaba personalmente una gran actividad concer-
niente a las acciones militares, conocía decenas de directores de fábrica, de
responsables de organización del Partido, de ingenieros-jefe, se entrevistaba a
menudo con ellos y vigilaba la ejecución de la planificación establecida”.57
“El Comité Central del Partido y Stalin dedicaron mucho tiempo y atención a los
constructores de aviones. Se puede decir que a Stalin le atraía la aviación”.59
Y el Jefe del Estado Mayor, el general S. M. Shchemenko escribió:
Desde la región militar de Moscú salió hacia Vinitza el grupo operacional que
64 | MIJAÍL KILEV
se encargó de la dirección del frente Sur. El Comisariado del pueblo para la flota
militar reforzó, por decreto, la información y la protección de la flota, transfirió
las bases de una parte de las fuerzas de la flota báltica de Libava y de Tallin a
lugares más seguros. Y, en vísperas de la guerra, las flotas del Báltico, del Norte
y del Mar Negro fueron puestas en estado de alerta”.60
Y además:
“¿Cómo podemos olvidar todo esto? ¿Cómo se puede negar el enorme trabajo
que el Partido y el gobierno tuvieron, en vísperas de la guerra, en la prepara-
ción del país y del ejército para rechazar al enemigo? Que, por falta de tiempo,
no hayamos podido resolver totalmente las tareas que nos incumbían, es otra
cuestión”.61
“Poco antes del ataque de los ejércitos hitlerianos, el general Kirponos, que era
el comandante de la región militar especial de Kiev (más tarde cayó en el frente
-nota del autor), escribió a Stalin que los ejércitos alemanes habían alcanzado
el río Boug, que preparaban activamente la campaña y que muy pronto pasa-
rían a la ofensiva. A la vista de esta situación, el general Kirponos proponía
crear una defensa segura, enviar 300.000 personas a las regiones fronterizas
y crear allí algunas zonas potentes y fortificadas: cavar zanjas anticarro, cons-
truir escondites para las armas, etc.”.
que el general Kirponos había, efectivamente, dirigido una carta de este tipo a
Stalin. Jruschov no adjunta ninguna copia auténtica de la carta, pero la cita de
memoria. No es probable que el General no estuviese puesto al día del plan del
Estado Mayor para la defensa del país, y que propusiese el envío de 300.000
soldados para construir zonas fortificadas en la Contera en vísperas de la in-
vasión alemana.
Y también:
“Es el carácter mismo del golpe lo que nos sorprendió, su magnitud, que no
fue enteramente previsto por nosotros, es decir su escala, con todas las fuerzas
presentes, desarrolladas con antelación en todas las direcciones estratégicas.
Ni el Comisario del pueblo, ni yo mismo, ni mis predecesores Chaposhnikov,
Meretzkov, ni los jefes del Estado Mayor habíamos presupuesto que el ejército
había concentrado una cantidad tal de regimientos motorizados y de carros
blindados, lanzándolos al combate desde el primer día en agrupaciones com-
pactas y potentes, en todas direcciones estratégicas, con el fin de asestar golpes
devastadores”.66
El concepto de ataque del Estado Mayor hitleriano, los principales golpes, los
destinos, los medios empleados y los objetivos, se volvían claros después de los
primeros días y de las primeras semanas de guerra.
“¿Era posible para la dirección del comisariado del pueblo para la defensa y
para el servicio de información militar asociado, encontrar a tiempo el lugar
exacto del cruce de la frontera de la URSS en la invasión del 22 de junio? En las
condiciones de entonces, era extremadamente difícil. Por otro lado, como se ha
descubierto en los documentos y mapas encontrados a los alemanes después
de la guerra, la concentración de fuerzas en la frontera se hizo en el último
momento, y los ejércitos de carros blindados que se encontraban lejos, fueron
transferidos a esos lugares de la invasión en la noche del 22 de junio”.
“Era posible considerar la fecha del 22 de junio anticipada por Zorgué como
muy justa e indiscutible, dado que diferentes días fueron anticipados como
fecha de la invasión: el 14 de mayo, después el 20 de mayo y, por último, entre
el 15 de mayo y 15 de junio. Existían también datos de los servicios de infor-
mación con un contenido muy distinto”.69
“Más tarde, leí los datos del servicio de información. Y qué es lo que no se
encontraba allí, cuántos plazos no habían sido planteados. Si nos hubiésemos
puesto manos a la obra, la guerra habría empezado mucho antes”.70
“El Comandante Supremo había instaurado una disciplina sin fisuras, según la
cual el estado mayor le remitía informes sobre la situación en los frentes dos
veces al día, con todos los cambios sucedidos en el intervalo de tiempo trans-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 69
currido. El informe incluía una nota explicativa del jefe del estado mayor”.75
“Stalin exigía informes diarios de la situación en los frentes. Hacia falta estar
bien preparado para ir a informar al Comandante Supremo. Presentarse con
mapas que contenían manchas blancas, anunciar datos aproximados o exa-
gerados, era inconcebible. No toleraba respuestas evasivas, exigía claridad y
exaustividad. Intuía los puntos débiles en los informes o los documentos, los
encontraba inmediatamente y censuraba a los que traían una información poco
precisa. Con su prodigiosa memoria, se acordaba de lo que se decía, y repro-
chaba severamente los olvidos. Es por eso que preparábamos los documentos
de estado mayor con toda la precisión de la cual éramos capaces en estos años
de guerra”.76
“Puedo aportar muchos documentos que atestiguan el papel del Mando Supre-
mo y de su Comandante en la dirección de los frentes, que demuestran que el
Comandante Supremo estaba a la altura, como dirigente y organizador de las
acciones de nuestros ejércitos”.80
Y todavía más:
“Mis buenas relaciones con Jruschov continuaron durante los primeros años
después de la guerra. Pero se deterioraron bruscamente debido a que no le apo-
yé en sus declaraciones de que Stalin no entendía las cuestiones estratégicas de
las operaciones y que dirigía las acciones de los ejércitos con incompetencia”.82
En una gran reunión en el Kremlin, después del XX Congreso del PCUS, Jrus-
chov declaró: “Aquí está presente el jefe del estado mayor, Sokolovsky. Él con-
firmará que Stalin no entendía las cuestiones militares. ¿Tengo razón?”.”En
absoluto, Nikita Serguéievich” -contestó el Mariscal Sokolovsky 83 ante todo
el auditorio. Hay que subrayar que los Mariscales de la Unión Soviética escri-
bieron estas líneas después de la muerte de Stalin y después del calumnioso
informe de Jruschov al XX Congreso.
Y más adelante:
Constatamos aquí uno de los resultados del hecho de que Stalin se “metía en”
las operaciones militares durante la Gran Guerra Patria. Se sabe que cuando la
operación “Ciclón” fracasó, Hitler destituyó al comandante de la operación Von
Bock, así como a otros oficiales superiores.
“José V. Stalin estuvo todo el tiempo en Moscú, organizando las fuerzas y los
medios para la derrota del enemigo. Hay que reconocerle que, dirigiendo el Co-
mité de Estado para la Defensa y apoyándose sobre el equipo dirigente del Con-
sejo de Ministros, hizo un trabajo inestimable de organización de las reservas
estratégicas indispensables y de los medios técnicos materiales. Por su resuelta
exigencia, se puede decir que llegaba al imposible”.88
* Karl von Clausewits -general, filósofo e historiador prusiano (1780-1831)-descubre leyes y principios de la acción militar,
aplicables a todas las formas de guerra que él compara a un modelo teórico de «guerra absoluta: todas las acciones
aisladas deben concurrir hacia la misma meta y ser dirigidas por un mismo pensamiento. En los marxistas, Clausewits
tendrá los ecos más profundos. Marx y Engels admiran «el pragmatismo dinámico» de su pensamiento. Lenin lo estudia
a partir de 1915 y profundiza la fórmula: «la política es la continuación de la guerra». Encarga Fruncé la elaboración de
una doctrina militar soviética a partir de la teoría de Clausewits. Stalin aplicará, durante la Guerra Patria, su principio:
“una defensa activa en el punto culminante de la ofensiva, es la forma más fuerte del combate para alcanzar al asaltan-
te”. (Nota del traductor). Fuente: Enciclopedia Larousse
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 73
Stalin era el ejemplo mismo del acopio de todas estas cualidades. Durante la
Gran Guerra Patria, reunía cinco puestos de muy gran responsabilidad, en los
cuales cumplió con honor. La victoria misma de la Gran Guerra Patria lo de-
muestra. ¡Es un hecho histórico que nadie, con ningún informe, puede negar!
Concerniente a la anulación del Pleno del Comité Central del PCUS del mes de
octubre de 1941, con motivo de la grave situación en las puertas de Moscú,
Jruschov escribe: “Este hecho (la anulación del Pleno -nota del autor) muestra
hasta qué punto estaba desmoralizado Stalin en los primeros meses de la gue-
rra”.90
Y aún más:
“Yo no sería exacto si no digo que después de las primeras derrotas importan-
tes, Stalin creía que el fin había llegado. En una conversación en esos días,
dijo: Se ha perdido irremediablemente lo que Lenin creó. Después de esto, ya
no dirigía prácticamente las operaciones militares, y no volvió a emprender el
trabajo”.91
Ante todo, hay que subrayar que en el momento de la invasión hitleriana, Jrus-
chov se encontraba en Kiev y no podía conocer el comportamiento de Stalin.
Después, hay que subrayar un hecho conocido desde hace poco, anunciado por
el profesor Prokovsky: “el 22 de junio de 1991, Molotov se dirigió a los pueblos
de la URSS por radio, porque Stalin estaba enfermo, con 40° de fiebre”
Pese a todo, estaba en su puesto en el Kremlin en el momento de la invasión
hitleriana.
Y él contestó:
“Se creó un grupo de dieciocho eruditos historiadores militares, en el cual yo
estaba incluido, para hacer el seguimiento del trabajo de Stalin en los primeros
días de la guerra. El grupo estudiaba este periodo, hora a hora y minuto a mi-
nuto. Ha sido demostrado por documentos y por los testimonios de centenares
de personas que rodeaban a Stalin en ese momento, que el Comandante Supre-
mo no mostraba pánico, y que no se encerró en su dacha de Kountzevo”.93
He aquí una lista parcial de la actividad de Stalin en los primeros diez días de
guerra:
-el 29 de junio de 1941 se adoptó la directriz del gobierno y del Comité Central,
anunciada el 3 de julio de 1941 en el histórico discurso de Stalin, y después, vi-
sita de los miembros del Buró Político al Comisariado Nacional para la Defensa;
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 75
-el 30 de junio de 1941 se creó el Comité de Estado para la Defensa con José
Stalin a la cabeza”.94
En vez de dejar Moscú, Stalin organizó y realizó el desfile histórico del Ejército
Soviético en la Plaza Roja, el 7 de noviembre de 1941, que jugó un papel muy
importante a nivel militar y, sobre todo, a nivel político y moral. Referente al
desfile del Ejército Soviético en la Plaza Roja, el Teniente General Teleguin,
quien fue en la época miembro del Consejo militar ante el Ministerio de Defensa
y miembro de la zona de defensa de Moscú, escribe esto:
“Un gran peligro acechaba Moscú: el enorme ejército enemigo, que había trans-
formado en ruinas las capitales de varios países de Europa, llamaba a sus puer-
tas. Y en un momento tan crucial, celebrar una reunión solemne y un desfile
militar con ocasión del 24 aniversario del Gran Octubre, fue un acto de valor y
de confianza en nuestra victoria final”.96
niños. Nos hacen sonreír o reír. Y hay otras mentiras utilizadas para esconder
hechos o negar actos con el propósito de evitar su responsabilidad y su castigo.
Estas mentiras provocan la negación y su condena.
Pero las mentiras de Jruschov no son simples inventos. No son sólo falsas
afirmaciones. Tienen un cometido determinado: calumniar y ennegrecer la per-
sonalidad y la obra de Stalin, como dirigente del Partido bolchevique y de la
Unión Soviética. Pronunciadas ante un gran foro como el Congreso del Partido,
por el Secretario General del PCUS, sin dejar expresar otra postura sobre la
cuestión, estas mentiras- calumnias se vuelven un fenómeno social peligroso
y nocivo.
Estas mentiras provocan no sólo la negación, sino también repugnancia.
Notas
53. “Informe Jruschov”, pág. 40.
54. Ídem, pág. 41.
55. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 202.
56. Ídem, pág. 200.
57. Ídem, pág. 200.
58. Ídem, pág. 208
59. Ídem, pág. 211.
60. S. M. Shchemenko, “El estado mayor durante la guerra”, Tomo 1, pág. 26.
61. Ídem, pág. 27.
62. “Informe Jruschov”, págs. 41-42.
63. Periódico “Edinstvo”, no 16, 1992.
64. Ídem.
65. Periódico “Narodna Armia”, del 27 de noviembre de 1987.
66. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 265.
67. Ídem, pág. 240.
68. Periódico “Komounistichesko Delo”, no 15, 1995.
69. A. M. Samsonov, “Saber y acordarse”, Ediciones de literatura política, pág. 110. Moscú, 1989.
70. V. M. Molotov, “Memorias” en periódico “Tribouna”, no 21, 1994.
71. Revista “Sovetskiy Patriota”, no 1, 1990, pág. 32.
72. Revista “Smena”, no 1, 1990, pág. 147.
73. “Informe Jruschov”, págs. 44-45.
74. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 295.
75. Idem, págs. 308-309.
76. Idem, págs. 320-321.
77. Idem, pág. 323.
78. Idem, pág. 299.
79. I. S. Konev, “Notas del comandante del frente”, pág. 454.
80. A. M. Vasilevsky: “Obra para toda una vida”, pág. 456.
81. Idem, pág. 521
82. Idem, pág. 251
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 77
A
propósito de la política exterior de Stalin, Jruschov escribe: “El compor-
tamiento deliberado del que Stalin hacía alarde no sólo en las decisiones
de la vida interna del país, sino también en la esfera de las relaciones
exteriores de la Unión Soviética”.
“En el Pleno de julio del Comité Central (del PCUS en 1955, dos años después
de la muerte de Stalin -nota del autor), hemos discutido sobre las razones del
deterioro de nuestras relaciones con Yugoslavia. Se notó el papel impertinente
y poco honroso de Stalin. Porque en la cuestión yugoslava no había problema
que no pudiera ser resuelto con una discusión entre camaradas de partidos. No
había fundamento serio para crear este problema, era perfectamente posible
no romper con este país. Esto no quiere decir que los dirigentes yugoslavos no
tuvieran defectos o no hubieran cometido errores. Pero estos errores o defectos
estaban monstruosamente inflados por Stalin, lo que llevó a la ruptura de las
relaciones con un país amigo”.97
Los errores y los defectos de Tito, se han probado como errores y defectos que
ponían en peligro el socialismo en Yugoslavia. Stalin lo había entendido a tiem-
po y no podía dejar de llamar la atención sobre este problema.
La postura de Stalin también era un riguroso aviso del peligro para los otros
países socialistas. ¡Y Jruschov llama esto un papel impertinente y poco honroso!
Es bien conocido que los Estados Unidos de América, Inglaterra y Francia pre-
tendían convertir a Alemania en la punta de lanza para una agresión contra la
URSS, a fin de destruir el primer país socialista del mundo, que era el peligro
principal para el porvenir del sistema capitalista mundial.
de Tokio, que es justo lo que esperaba. Esto fue decisivo para el éxito de las
negociaciones con el Ministro japonés de Asuntos Exteriores, Matzouoka, en
Moscú, en abril de 1941”.104
Como se sabe, en abril de 1941, durante la visita del Ministro japonés de Asun-
tos Exteriores en Moscú, dos meses antes de la agresión de la Alemania hitle-
riana contra la URSS, Matzouoka y Molotov firmaron un pacto de no-agresión,
sin que Japón se coordinase con Alemania -lo que debería haber hecho según
las cláusulas del pacto “anti-Komintem” entre Japón, Alemania y la Italia de
Mussolini. Así, Stalin asestó un golpe fatal al pacto “anti-Komintem”, y desvió
las artimañas agresivas de Japón hacia otras regiones de Asia Oriental y del
Océano Pacífico. Era un éxito histórico enorme, que permitió a la URSS evitar
una guerra en dos frentes.
Claro está, Jruschov no está ahí para contestar a esta pregunta. Pero sus ému-
los no pueden tampoco contestarla de forma sensata y persuasiva, porque la
noción misma del “culto” a la personalidad de Stalin en el informe Jruschov es
un sinsentido de los más inconvenientes y de los más grandes.
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 83
Notas
97. “Informe Jruschov”, pág. 53.
98. Charles Hayam, revista “Mejdounarodnayajin” no 4, 1984, pág. 105: extractos de su libro “Comercio con el enemigo”.
New-York, 1983; capitulo “Denuncia del acuerdo financiero americano-nazi”.
99. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 110.
100. Idem, pág. 147.
101. V. M. Joukhrai, “Stalin, verdades y mentiras”, Ediciones Sporog, 1996, pág. 23.
102. M. Sayers y A. Kahn, “El gran complot contra Rusia”, pág. 127. Londres, 1946; Ediciones Vanesa, 1996.
103.”Gran Enciclopedia Soviética”, Tomo 7, pág. 432. Tercera edición, Moscú, 1972.
104. V. M. Molotov, “Memorias”, en el periódico “Tribuna” no 21, 1994.
84 | MIJAÍL KILEV
Capítulo VI
RELATIVO A LAS “REPRESIONES”
J
ruschov puso la mayor atención y utilizó el máximo espacio posible en su
informe, acerca de la cuestión de las “represiones”.
Es un tema complejo, que conlleva una carga emocional y un efecto social
importante. Se le puede sacar un buen partido para manipular a la opinión pú-
blica. Hay que subrayar que Jruschov utilizó muy hábilmente este tema en su
informe. Escribe:
Se deduce del informe Jruschov, que los despidos y condenas - llamados “repre-
siones” por Jruschov- son hechos únicos y personales de Stalin, y que no son
en absoluto decisiones del Comité Central del Partido, y del gobierno soviético
y de sus instancias. Es importante subrayar que Jruschov tomó parte activa en
la decisión de las “represiones” y de su aplicación, como miembro del Comité
Central del Partido bolchevique.
Así, por ejemplo, Roy Medvedev, conocido historiador y politólogo, como émulo
fiel a Jruschov, escribe que: “el número de reprimidos en la URSS se sitúa entre
86 | MIJAÍL KILEV
40 y 60 millones”.109
¡Ah, el sueño de los enemigos acérrimos de la URSS de poder demostrar que por
lo menos el 50% de la población de la URSS había sido reprimida durante los
años de edificación del socialismo!
¿Por qué se escribe todo esto? ¿Cuál es la meta de estas calumnias llenas de
odio? Su objetivo es el de presentar la violencia como compañera inevitable
del socialismo como sistema político. Esta absolutización de la violencia del
poder soviético es un argumento oportuno para los enemigos del socialismo,
a fin de manipular a la opinión pública. Y esta criminalización del socialismo
pasa por calumniar al poder soviético y, claro está, a su dirigente José Stalin.
De hecho, se trata de la absolutización del odio hacia el marxismo- leninismo
y el socialismo.
Se constata que, incluso la gente del entorno de Gorbachov, han dado cifras que
no tienen nada que ver con las decenas de millones de víctimas que, disidentes
e intelectuales degenerados, han contado personalmente.
Relativo a las condenas en la URSS, hay que decir previamente que ERAN IN-
EVITABLES, porque la resistencia de la clase reaccionaria que había perdido el
poder era lógicamente inevitable. Ninguna revolución se puede llevar a cabo sin
la resistencia de la contrarrevolución. Toda revolución genera una contrarrevo-
lución. Karl Marx escribe a este propósito:
Se sabe que hace unos cien años, en los Estados Unidos vivían cerca de 3 millo-
nes de indios. Sus descendientes hoy, que no pasan del millón, viven en campos
de concentración llamados, no se sabe porqué, “reservas”.118 Este genocidio, así
como los de las revoluciones burguesas, no son tratados de forma alarmista, no
se escriben, no se hace eco de ellos.
¡Y la lucha es tan cruel! ¿De dónde no llegó el feroz enemigo? ¿Es que hubo un
sólo bandido en la tierra Que no empuñase el sangriento cuchillo Para sembrar
horror y oscuridad? El ex-presidente de los Estados Unidos, H. Hoover (1929-
1933), declaró sinceramente y cínicamente: “Para decir verdad, la meta de mi
vida es el aniquilamiento de la Unión Soviética”.119
Hay gente que piensa que la revolución es un acto único. Según ellos, habría
empezado casi con las palabras del marino Jeleniak dirigiéndose a los Minis-
tros del gobierno provisional de Rusia (el gobierno nacido de la revolución de
febrero de 1917 -nota del traductor): “¿Quiénes son aquí los provisionales?”...y
se habría acabado con el arresto de éstos. Es una visión ingenua y errónea de
la revolución. La (experiencia histórica de la revolución socialista muestra que
situó en las condiciones de una lucha de clases ininterrumpida y cada vez más
aguda, durante decenios.
algunas capas de cuadros del mando, desde la compañía hasta la división, para
desembocar en los cuadros superiores dirigentes del ejército”.120
equivalente del Ministerio de Defensa -nota del traductor), al Comité Central del
Partido y a Stalin personalmente. Una comisión especial fue creada en agosto
de 1938, con el propósito de estudiar las demandas de los comandantes despe-
didos, tratando los expedientes con rigor. Para más precisión, trabajó:
-en presencia de los interesados; -yendo “in situ” a sus demarcaciones; -reco-
pilando datos ante las organizaciones del Partido, los comunistas y los coman-
dantes que conocían a los despedidos; -interrogando a los órganos del Minis-
terio del Interior, etc. La Comisión estudió 30.000 impugnaciones, demandas e
intervenciones de distintas personalidades. Como resultado del trabajo de la
Comisión, 11.178 comandantes se reintegraron el 1 de enero de 1940. Los des-
pedidos por razones políticas y no reintegrados constituían el 3% del cuerpo del
ejército.
Esta es la verdad sobre las purgas en el ejército. ¿Y qué falta añadir a este pro-
pósito?
En primer lugar, que las decisiones sobre las purgas eran tomadas por el Co-
mité Central del Partido y por el Comisariado para la Defensa, y no por Stalin
personalmente, como afirma Jruschov en su informe. Estas decisiones se toma-
ban por los poderes públicos y por los órganos del Partido. Jruschov, como se-
cretario del Comité Central de Ucrania, participaba activamente en su ejecución.
Vamos a citar un documento de marzo de 1938, firmado por Jruschov: “Decreto
del Consejo militar de la región militar de Kiev sobre el estado de los cuadros de
mando, los cuadros de dirección y los cuadros políticos de la región”: 1. El gran
92 | MIJAÍL KILEV
trabajo de las purgas elimina los elementos hostiles, y la promoción de las per-
sonas fieles al Partido de Lenin y de Stalin, han asegurado la estabilidad polí-
tica y el éxito de la campaña de robustecimiento de la potencia militar del país.
(...) 2. Los enemigos han podido causar muchos daños en la composición de los
cuadros. El consejo militar se encarga de desarraigar los restos de elementos
hostiles, investigando a cada comandante, dirigente o trabajador político antes
de su promoción, no dejando más que gente fiel y segura. (...)
Firmado por el Comandante de los ejércitos de Kiev, Timoshenko; el miembro
del consejo militar, Smirnov; y el miembro del consejo militar y secretario del
C.C. del Partido bolchevique, Jruschov.
Los mismos que declararon más adelante que a consecuencia de las severas
purgas del 25 de marzo de 1938, hacia los elementos trotskistas, bujarinistas
y burgueses nacionalistas (...) fueron renovados cerca de 20.000 cuadros en el
ejército.122
En segundo lugar, hay que subrayar el hecho de que las decisiones de los des-
pidos, que eran tomadas sobre la base de criterios bien definidos, cuyo objetivo
era asegurar la capacidad defensiva del Ejército Rojo en vísperas del ataque
alemán, incumben a la responsabilidad histórica del Comité Central y del Con-
sejo de Ministros de la URSS. Estas son razones claras y justificadas.
En tercer lugar, hay que subrayar el hecho de que esos criterios no han sido
siempre aplicados correctamente, de ahí las impugnaciones de algunos cuadros
despedidos. Después de la revisión por la comisión especial, el 45% de éstos
habían sido readmitidos en el ejército. Lo que quiere decir que el mecanismo de
revisión y reintegración de los oficiales injustamente despedidos era seguro y
convincente.
no puede erradicar en un día. Pero no hay que olvidar que había también AC-
TOS CONSCIENTES de agentes de la quinta columna del enemigo, cuyo objetivo
era hacer sufrir a inocentes y a gente honrada, a fin de debilitar el Ejército Rojo.
“En esos años, mi padre, así como camaradas del Komsomol bien conocidos,
fueron reprimidos injustamente. Se consideraba que eran empleados demasia-
do aplicados que se propasaban. Pero nadie acusaba a Stalin por eso. ¿Podía él
conocer a mi padre, un obrero del ferrocarril, o al profesor de alemán, o también
al militante del Komsomol de nuestra región? Estábamos convencidos de que
los verdaderos enemigos del pueblo llevaron su obra destructora a espaldas de
Stalin. Después de la rehabilitación de la gente condenada, participé en el tra-
bajo de la comisión del Partido que estudiaba el expediente personal de uno de
los aduladores de Ezhov. Los métodos no autorizados de interrogatorio que éste
había utilizado estaban expuestos en tres expedientes. Cuando se le preguntó
porqué había trasgredido la legalidad socialista, su respuesta fue: era Stalin
quien lo pedía. Pero se demostró inmediatamente que tales instrucciones jamás
fueron dadas. Simplemente había utilizado el poder de que disponía de forma
abusiva, con un objetivo arribista”.123
Benediktov sigue:
“En aquellos tiempos, no se dudaba en castigar a los calumniadores. En cuanto
eran desenmascarados, pasaban al lugar de sus víctimas. La paradoja estaba
en que después de su liberación como consecuencia del “deshielo” jruschovia-
no, eran esos mismos los que más se indignaban de las “ilegalidades estali-
nistas “,y publicaron incluso sus memorias. (...) La mayoría de las condenas
concernían al aparato del NKVD (Ministerio del Interior), donde una gran parte
de los funcionarios tuvieron que declarar, por inculpar a inocentes abusando de
su posición. La mayor responsabilidad de este tipo de abusos caía sobre Yagoda
y Ezhov, antiguos responsables del NKVD”.127
“No creo a nadie sobre los hechos que le imputan a Zhukov. Es un hombre recto
que no duda en decir abiertamente las cosas más desagradables, pero que no
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 95
En cuarto lugar, hay que subrayar que las purgas no debilitaron al Ejército So-
viético, como escribe Jruschov, sino que lo fortalecieron, pese a la falta de cua-
dros suficientemente preparados para distinguir y desactivar a los enemigos de
la URSS camuflados. Más aún cuando, los enemigos del pueblo que se ponían
al servicio del ejército fascista alemán en las ciudades ocupadas durante la
guerra, solían esconder muy hábilmente su actividad.
¿Y qué habría ocurrido si hubiese habido varios generales como Vlassov, man-
dando ejércitos que se rendirían voluntariamente en manos de los fascistas?
¿Se pueden imaginar las consecuencias de una situación así para la URSS?
Esta claro, pues, que no descubrir y no desactivar a los enemigos era una gran
desgracia para la Unión Soviética, así como reprimir injustamente a cuadros
militares, cuadros del muy servicial partido o ciudadanos inocentes.
A la pregunta: ¿si en los años 30, a la cabeza del Comité Central y de la URSS
hubiesen estado Marx o Engels en lugar de Stalin, habría habido purgas? La
respuesta es: sí. Porque Marx y Engels han escrito que cada revolución engen-
dra una contrarrevolución a consecuencia de la resistencia de la clase derroca-
da en el poder. La revolución proletaria no podría haber sido salvada y el poder
popular estabilizado, en las condiciones de cerco capitalista que existían en la
URSS en esa época, sin la lucha contra la resistencia de los elementos reaccio-
narios y de la contrarrevolución.
¡Qué concepto tan estrecho de la lucha de clases! El Partido no sólo llevaba una
lucha de ideas, sino también una amplia lucha contra el enemigo de clase.
Jruschov sigue: “las represiones no servían para reforzar las filas del Partido y
las diferentes capas de trabajadores. Al contrario, llevaban a la eliminación de
los cuadros honestos, pero molestos para Stalin. Y esto creaba miedo”.141
de Stalin!
En 1931, el escritor alemán Emile Ludwig se entrevistó con Stalin y le preguntó:
“Me parece que una gran parte de la población de la URSS siente miedo ante el poder soviético
y que, a cierto nivel, este sentimiento de miedo consolida el poder soviético”. Stalin contestó:
“Usted no tiene razón. Pero no es usted el único en razonar de esta manera. ¿Puede usted creer
que podemos mantener el poder desde hace 14 años, con el apoyo de millones de personas, por
el método del miedo? No, esto no es posible. Claro está, hay una parte de la población que teme
efectivamente al poder soviético y lucha contra él. Pienso en los residuos de las clases liquidadas,
y principalmente en los kulaks (propietarios de las tierras -nota del traductor) en el campo.
Pero si se hace referencia a los trabajadores de la URSS, a los obreros y campesinos, quienes
representan no menos del 90% de la población, están a favor del poder de los Soviets y apoyan al
régimen soviético. Apoyan la sociedad soviética no a causa del miedo, sino porque está al servicio
de los intereses profundos de los obreros y de los campesinos”.142
Es una idea errónea de Jruschov el que la lucha de clases era un acto ya cum-
plido, aún cuando la lucha de clases se había mantenido y ampliado a causa de
la vitalidad de la clase derrocada del poder en la URSS, y también a causa del
carácter internacional de la lucha de clases.
En 1937, Jruschov era miembro del Comité Central, pero no parece que expresa-
ra su desacuerdo con la decisión sobre las purgas y la lucha contra el enemigo
de clase. Sin embargo, es sabido que Jruschov participó de la manera más ac-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 99
tiva en las purgas. Incluso su émulo, Roy Medvedev, escribe: “Jruschov y sus
más próximos colaboradores no estaban exentos de culpa. También ellos tienen
su responsabilidad”.145
Así el Partido apartaba a los enemigos a la carta, tanto bajo Lenin como bajo
Stalin. Pero después del XX Congreso, esta ley en la vida del Partido se olvidó,
sobre todo con el “deshielo” jruschoviano. Es así como en el Partido se en-
contraron traidores como Gorvachov, Yelstin, Yakovlev, Shevernadze, y tantos
otros.
La historia nos enseña que la lucha de clases había tomado formas diferentes
en el transcurso de la evolución histórica de la sociedad. Ésta nos enseña tam-
bién que la táctica del “caballo de Troya” es su forma más lograda. Es decir,
la táctica de la toma del Castillo desde el interior mediante la infiltración de
agentes del enemigo: la quinta columna, el agente a la carta del Partido. Lenin
había dicho, que la lucha de clases seguía mucho tiempo después de la toma
del poder político de los obreros. Ésta es determinada por las circunstancias
siguientes:
Veinte años más tarde, Jruschov escribe sobre estos acontecimientos: “Stalin
pasaba desde posiciones de la lucha ideológica hasta la violencia administrati-
va, a la represión de masas”.150
Mientras Lenin y Stalin subrayaban que, cuanto más se amplifican los éxitos
del socialismo en la URSS, más aumentará el odio de clase de los capitalistas
derrocados, y la lucha de clases se agudizará en la URSS.
Nuestros camaradas han olvidado este hecho. Cuando es exactamente este he-
cho el que determina el fundamento de las relaciones entre el cerco capitalista y
la Unión Soviética. Tomemos el ejemplo de los países burgueses. Hay personas
necias que pueden pensar que entre estos países existen relaciones excepcio-
nalmente buenas, como entre países del mismo tipo. Pero, realmente, estas
relaciones están lejos de ser relaciones de buena vecindad. Se envían los unos
a los otros espías, saboteadores, e incluso asesinos, quienes tienen por tarea
introducirse en las oficinas y en las empresas, crear una red “por si acaso”,
para debilitar y quebrantar su potencia. Como en el pasado, así pues hoy, las
cosas van de ese modo. Tomemos los países europeos en la época de Napoleón
I. Francia estaba llena de espías y de agentes de diversión del campo de los
rusos, de los alemanes, de los austriacos, de los ingleses. Y a la inversa, en
el interior de Austria o de Rusia, había espías del campo de los franceses. Los
agentes ingleses atentaron dos veces contra la vida de Napoleón, y varias veces
han ayudado e incitando a los “vendéens” en Francia a la revuelta contra el go-
bierno de Napoleón. ¿Y qué era el gobierno de Napoleón? Un gobierno burgués
que ahogó a la Revolución Francesa, conservando sus conquistas, favorables a
la gran burguesía. Por otro lado, el gobierno de Napoleón no se quedó a la zaga
y emprendió operaciones de diversión en Inglaterra. Esto era hace 130 años.
Hoy es igual. Así, hoy mismo, en Inglaterra y Francia, pululan espías alemanes,
y a la inversa, en Alemania se resguardan espías anglo-franceses. Y en Japón
abundan espías americanos. Es la ley de las relaciones entre países burgueses.
Se pregunta uno entonces ¿por qué los países burgueses deberían comportarse
de forma más amigable con el Estado socialista soviético y respetar la buena
vecindad con él, más que entre ellos? ¿Enviarían menos espías, saboteadores o
asesinos a la Unión Soviética que a países de su especie? ¿Dónde han encontra-
do ustedes esta idea? ¿No es más justo, desde el punto de vista del marxismo,
suponer que a la Unión Soviética enviarían dos o tres veces más espías, sabo-
teadores y asesinos que a cualquier otro país burgués?
¿No está claro que mientras exista el cerco capitalista, existirán en nuestro país
destructores, espías, asesinos y agentes de otros países?
Todo esto había sido olvidado por nuestros camaradas en el Partido, y olvidán-
dolo se encontraron en un callejón sin salida. Stalin, a 3 de marzo de 1937”.151
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 103
En primer lugar, para esto había que reconocer que la lucha de clases habría
alcanzado un carácter internacional que sobrepasaba las fronteras nacionales,
y que los países capitalistas eran solidarios entre ellos para debilitar y destruir
al socialismo.
No había que olvidar que para destruir al poder soviético, 14 países capitalistas
reunieron sus fuerzas desde 1918 hasta 1921. Y durante la Segunda Guerra
Mundial, los países imperialistas, entre ellos los Estados Unidos, hicieron todo
lo posible para preparar y empujar a Alemania hacia la guerra contra la URSS.
Sólo la clara visión de la situación, y la previsión de Stalin y del gobierno so-
viético, consiguieron enfrentarlos al uno contra el otro y romper su solidaridad
antisoviética.
Es evidente que los enemigos del socialismo no sufrirán más que desprecio y
odio, aferrándose a la propaganda anticomunista utilizando todos los medios
de que dispone. Es evidente que los descendientes de los enemigos del socialis-
mo en la URSS, se unirán al coro anticomunista y estarán dispuestos a trabajar
en la quinta columna, escondiendo a la vez su pasado.
Existe, por último, una parte importante de miembros del Partido que han con-
servado siempre su conciencia política, pese a las persecuciones y a los castigos
ejercidos por los jruschovianos. Nunca han admitido las mentiras y las calum-
nias, aunque no hayan podido defender abiertamente sus convicciones.
Notas
105. “Informe Jruschov”, pág. 18.
106. Idem, pág. 16.
106 | MIJAÍL KILEV
C
on el propósito de demostrar y probar que se basó en la teoría marxista-
leninista para tratar la cuestión del “culto” a la personalidad de Stalin,
Jruschov cita las obras de Marx y Engels que tratan del tema del culto a
la personalidad:
“Permítanme recordar ante todo, que los clásicos del marxismo-leninismo con-
denaban sinceramente toda forma de culto a la personalidad. En su carta a Wil-
helm Boss, político alemán, K. Marx constata: “...con motivo de mi antipatía
hacia toda forma de culto a la personalidad, no he dejado nunca anteponer los
méritos de los cuales algunos países me irritaban durante la existencia de la
Internacional; no les contestaba, y algunas veces reñía a sus autores. Mi pri-
mera adhesión a la unión clandestina de los comunistas, como la de Engels, se
hizo a condición de que todo lo que lleva a la reverencia supersticiosa ante las
autoridades sea suprimido de sus estatutos”.
Más adelante, Engels escribe: “Marx, así como yo mismo, nos oponemos a las
demostraciones públicas hacia algunas personas, exceptuando el caso en que
haya una razón seria. Pero éramos firmes opositores a tales demostraciones,
que nos concernían personalmente, estando vivos”.155
Se ve la diferencia entre los dos términos. El culto es atribuido a los santos por
el clero desde hace siglos, en el silencio de las iglesias y de los monasterios.
Su objetivo es el de mantener como rehén a las conciencias de las masas para
someterlas a los intereses de los que los crean y los sustentan. Es una imagen
artificial e imaginaria: santos potentes e irreprochables.
Y más adelante, Lenin escribe: “en una lucha efervescente como la de la re-
volución, el lugar particular que ocupa cada revolucionario, cuando el propio
trabajo de un pequeño grupo se transforma en discusión, es la autoridad la que
juega el papel más importante, ganada el transcurso de la lucha, quien será su
fuerza de la moral revolucionaria, de la moral de las filas de las masas popu-
lares”.162
Lenin dice también: “en todas partes del mundo, cuando la clase obrera lleva
luchas difíciles y encarnecidas para su total liberación, hacen falta autorida-
des”.163
110 | MIJAÍL KILEV
Y también: “el marxismo se distingue de todas las otras teorías socialistas por
el reconocimiento de la energía revolucionaria, de la creatividad y de la iniciati-
va revolucionarias de las masas, así como por las personalidades dotadas para
encontrar y realizar el lazo con las otras clases”.164
Factor I:
1) En primer lugar, la situación de país y del pueblo, que la personalidad dirige.
En lo que concierne a Stalin, dirigió un país inmenso, atrasado, compuesto por
más de 40 nacionalidades, y cuya población era analfabeta en un 70%;
2) la experiencia de los cuadros y las posibilidades del nuevo poder revolucio-
nario proletario. La URSS era el primer país socialista en el mundo, edificando
esta sociedad en condiciones extremadamente difíciles, sin poder sacar prove-
cho de lecciones de cualquier otra experiencia. Sus posibilidades eran, pues,
muy limitadas.
Factor IV: las cualidades personales de esta persona. Se puede afirmar que si
las cualidades personales abarcan todos los campos: ideológico, político, orga-
nizativo, diplomático, moral, etc., el papel del dirigente es más grande en los
procesos históricos. El marxismo-leninismo considera que el error es humano,
sobre todo en países y en situaciones complejas. Marx dice, de él mismo, que
nada de lo que es humano le es ajeno: se emociona, se enfurece por las cosas
como cualquiera, y comete errores. Stalin dijo varias veces que había tenido
debilidades y cometido errores en la marcha: de la revolución, de la edificación
112 | MIJAÍL KILEV
Stalin había hablado públicamente ante el Partido y ante el pueblo de los erro-
res en la edificación del socialismo. Hay que subrayar que estos errores no
tenían un carácter fundamental y no modificaban la marcha adelante del so-
cialismo. Estos errores eran inevitables en las condiciones históricas concretas,
pero Stalin analizaba las causas que inducían los errores y tomaba medidas
para eliminarlas.
Pero sus cartas, camarada Shólojov, dan una impresión unilateral. Quisiera
comentárselo en algunas líneas. Le doy las gracias por desvelar la llaga de
nuestro trabajo, de los Soviets y del Partido, hablando de nuestros obreros,
quienes, deseando dominar al enemigo, golpean sin pensar que se aproximan
al sadismo...
Pero eso no quiere decir que estoy totalmente de acuerdo con usted. Usted ve
bien las cosas, pero no las ve más que por un lado. Para no cometer errores en
política (porque se trata de política, y no de literatura), hay que saber mirar las
cosas desde todos los lados. Y el otro lado de las cosas en su región (y no sólo
en la suya) es que los honorables campesinos productores de grano, han come-
tido sabotajes y no tenían ningún escrúpulo en dejar a los obreros y al Ejército
Rojo sin pan. El hecho de que el sabotaje no sea violento, y que tenga aspecto
inocente (sin derramar sangre) no cambia nada el hecho de que los honorables
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 113
Claro está, estas consideraciones no pueden en ningún caso justificar las “ma-
rranadas” cometidas por nuestros obreros, como dice usted. Los culpables de-
berán recibir los castigos correspondientes, pero sin embargo queda claro que
los honorables campesinos productores no son tan inocentes, como puede pa-
recer desde lejos.
El jefe del Estado mayor del Ejército Soviético, S. M. Shchemenko, escribe res-
pecto al comportamiento de Stalin frente a los errores:
“Cuando la obra de teatro de Korneychuk, El Frente, salió en las páginas de
Pravda, hubo algunos del estado mayor y en los ambientes de los dirigentes mi-
litares eméritos, que vieron en la obra una diversión contra el Ejército Rojo. Al-
114 | MIJAÍL KILEV
“En cuanto a los errores durante los años de guerra, Stalin contestó abiertamente, en una
recepción en el Kremlin, en honor de los comandantes de ejército del Ejército Rojo, el 24 de
mayo de 1945: “Nuestro gobierno ha cometido bastantes errores. En 1941-42, había momentos
desesperantes. Nuestro ejército retrocedía y abandonaba paso a paso ciudades y pueblos en
Ucrania, en Bielorrusia, en Moldavia, en la región de Leningrado, en los países bálticos, en la
república de la Carelia finesa. Las dejaba porque no tenía ninguna otra posibilidad. Otro pueblo
podría haberle dicho al gobierno: ustedes no han respondido a nuestra esperanza, váyanse,
les reemplazaremos por otro gobierno que firmaría la paz con Alemania y nos aseguraría la
tranquilidad. Pero el pueblo ruso no hizo eso, porque creía en la justeza de la política de su
gobierno, y entregó muchísimas víctimas para asegurar la derrota de Alemania. Esta confianza
del pueblo ruso hacia su gobierno, fue la fuerza que aseguró la victoria histórica sobre el enemigo
de la humanidad: el fascismo”.172
Apenas sorprende que Jruschov no se pare sobre los éxitos y los logros de la
URSS y sobre el papel de Stalin en su realización. Podemos enumerarlos:
conclusión contradictoria que, tanto todos estos éxitos, como las “graves con-
secuencias” son el resultado del “culto” a la personalidad de Stalin. De ahí se
deduce que las afirmaciones de Jruschov son un sinsentido.
“Se habla del culto a la personalidad de Stalin. ¿Y qué se puede reprochar a una
nación si posee un buen dirigente, que conduce a su pueblo hacia éxitos reales?
¿Podemos condenar lo que es de saludar?”.176
Pese a todos los éxitos históricos de la URSS bajo la dirección de Stalin, el “des-
hielo” nacido del informe “secreto” al XX Congreso del PCUS favoreció una gran
campaña masiva, inaudita e ininterrumpida, de mentiras y de calumnias, cuyo
objetivo era el de minimizar y negar el papel histórico de Stalin en la edificación
del socialismo y en la Gran Guerra Patria.
En 1970, con ocasión del 25° Aniversario de la victoria sobre la Alemania fas-
cista, Mijail Cholokhov escribió: “no debemos embrutecemos y minimizar la
actividad de Stalin. En primer lugar, es deshonesto, pues es perjudicial al país
y al pueblo soviético. Y no sólo porque no se debe juzgar a los que han ganado,
sino porque, ante todo, todo esto no corresponde a la verdad”.177
En los días siguientes, la fecha y el comandante del segundo frente fueron de-
signados... ¿Fue el culto, o la autoridad de Stalin lo que logró este resultado?
Los colaboradores más cercanos de Stalin nunca han hablado de “culto” hacia
su persona. Han escrito sus memorias después del XX Congreso del PCUS. Ex-
plican sus éxitos por su enorme autoridad.
Notas:
155. “Informe Jruschov”, pág. 7.
156. Diccionario de palabras extranjeras en la lengua búlgara, pág. 382. Sofía, 1970.
157. Ídem, pág. 25.
158. F. Engels, “Obras”, Tomo 18, págs. 302-305.
159. Ídem, págs. 302-305.
160. Ídem, págs. 302-305.
161. V. I. Lenin, “Obras Completas”, Tomo 36, pág. 186. Sofí a, 1979.
162. Ídem, Tomo 38, pág. 74.
118 | MIJAÍL KILEV
Winston Churchill, el 21 de diciembre de 1959, Con ocasión del 80° Aniversario del naci-
miento de Stalin. (Enciclopedia Británica)
“Si Stalin estuviera vivo, nuestro país estaría desde hace mucho tiempo en el primer puesto en el
mundo... hubiera dicho simple y brevemente: ‘compatriotas, no podemos, como pueblo vencedor
de la guerra, estar en segundo o tercer puesto. Levantémonos para ser los primeros’. Y nosotros
nos hubiéramos levantado”.
“Usted habla de su fidelidad hacia mí. Es, a lo mejor: una frase que se le ha escapado por
casualidad. Le aconsejaría rechazar el principio de fidelidad hacia las personas. Esto no es
bolchevique. Sea fiel a la clase obrera, a su Partido, a su Estado. No confunda esto con la
fidelidad hacia las personas, es palabrería intelectual, vacía e inútil. Saludo comunista. José
Stalin”.
¿
Cuáles son los rasgos característicos que definen la autoridad de Stalin,
que han edificado esta fuerza, este amor popular, esta influencia recono-
cida por todos, con la cual lograba conseguir lo imposible, construir una
obra histórica épica?
Desde su más temprana edad, Stalin toma conocimiento del marxismo- leni-
nismo. Stalin dice de sí mismo: “entré en la lucha revolucionaria a los 15 años,
cuando me puse en contacto con los grupos marxistas rusos que se encontra-
ban en el Cáucaso. Estos grupos tuvieron una gran influencia sobre mí, y me
122 | MIJAÍL KILEV
Según un proverbio latino, “quien escribe, lee dos veces”. Es así como Stalin
estudió “El Capital” de Marx. Y más tarde, participando en las luchas revolu-
cionarias, transformándose en un revolucionario profesional, estudió las obras
del marxismo-leninismo, así como las teorías de filósofos burgueses y, particu-
larmente, trabajos históricos. Sus seis deportaciones a Siberia, donde estudió a
los clásicos, le fueron tan beneficiosas como seis universidades. Molotov escri-
be: “Stalin leía mucho, mostraba interés por temas diversos. Trabajaba mucho
sobre sí mismo”.182
Molotov escribe: “Stalin ha dejado una herencia histórica valiosa sobre la cues-
tión nacional, sobre la industrialización, sobre la colectivización, sobre la gue-
rra. Se nos puede decir que la guerra no es una teoría, pero sí una práctica. No,
no es sólo práctica. Stalin ha dejado muchos escritos sobre este tema. Veía lejos
y hondamente”.184
Los colaboradores próximos a Stalin citan muchos ejemplos y hechos que con-
firman la preocupación de Stalin por las masas trabajadoras: “había un hecho
interesante que concernía al Mariscal Vassilevski. Me había contado cómo Sta-
lin le había invitado a su casa. Había empezado por hacerle preguntas sobre su
familia. Su padre era un simple sacerdote y Vassilevski no mantenía ya ningu-
na relación con él. Stalin lo sabía. No debe olvidar a sus padres -le dijo Stalin-,
y usted tendrá por mucho tiempo que deberme algo. Fue a coger de un cajón un
124 | MIJAÍL KILEV
El hijo adoptivo de Stalin, Artem decía: “Yakov y yo, nos hicimos artilleros,
y Vasili, piloto. Los tres, partimos hacia el frente. Desde el primer día, Stalin
llamó por teléfono para que fuésemos movilizados inmediatamente. Este fue
el único privilegio que hemos conseguido de él como padre (...). Hay cartas de
Vasili a su padre. En una de ellas le pide que le mande dinero: se había creado
una cantina en su división, y también pretendía que le hicieran un uniforme
nuevo. Nuestro padre le dijo: 1. Que yo sepa, el aprovisionamiento del Ejercito
Rojo es suficiente. 2. Un uniforme particular para el hijo de Stalin en el Ejercito
Rojo, no está previsto. Así, Vasia no recibió ningún dinero”.194
También está la historia del hijo de Stalin, Yakov: “En 1941, Yakov es apresado
por los alemanes. Estos últimos intentan en vano utilizarlo contra la URSS. Los
alemanes conciben, en 1943, la propuesta de intercambiar a Yakov por el Maris-
cal Paulus*. Stalin no hace nada. A la observación de Molotov de que Yakov era,
a pesar de todo, su hijo, Stalin contestó: En el frente, todos son mis hijos”.195
Hay periodistas que utilizan este hecho para hablar de la “crueldad” de Stalin.
¿Y cómo hubieran reaccionado los padres de miles de presos de guerra que no
podían ser canjeados? ¿Y todas las víctimas de la batalla de Stalingrado, rene-
gados de un sólo golpe?
Cuando Yakov fue asesinado por los alemanes en 1943, Stalin ahogó su pena
hasta el final de la guerra. Como dice Molotov: “Stalin no compartía su pena, ni
siquiera con sus allegados más cercanos. El único a quien se había abierto, era
a su antiguo amigo de Tbilisi (ciudad donde Stalin pasó su juventud -nota del
traductor), Kafiaradze, a quien había visitado en su casa después de la guerra.
En el desayuno, Stalin le dijo en voz baja: “Han matado a mi hijo, el Georgia-
no”, y con un gesto ritual, había mojado pan en el vino y lo había depositado
sobre la mesa. Después, no volvió nunca más sobre esta cuestión”.196
* Mariscal Friedrich Paulus, general en 1939, especialista en carros de combate. Jefe del Estado mayor alemán y Mariscal
desde las campañas de Polonia y de Francia en la Segunda Guerra Mundial. Prepara la invasión de la URSS. Cercado
en Stalingrado, se rinde el 31 de enero de 1943 con los 91.000 supervivientes de su ejército. Es el giro de la guerra, el
principio de la derrota alemana... (nota del traductor. Fuente: Enciclopedia Larousse).
126 | MIJAÍL KILEV
“En primer lugar: el enemigo se retira de Cáucaso del Norte, incendiando los
almacenes y destruyendo las carreteras. El grupo del Norte de Maslennikov se
transforma en grupo de reserva, que tiene por tarea seguir ligeramente al ene-
migo. No tenemos ningún interés en echar al enemigo del Cáucaso del Norte,
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 127
sino más bien en retenerlo, cercarlo y atacarle con el grupo del Mar Negro. Por
esta razón, el centro de la operación del frente del Cáucaso, es transferido al
sector del grupo del Mar Negro, lo que no entienden ni Maslennikov, ni Petrov.
En segundo lugar: carguen inmediatamente el 3° cuerpo de infantería del sec-
tor del grupo del Norte, y transfiéranlo a una velocidad acelerada al sector del
grupo del Mar Negro. Maslennikov puede poner en acción al 58° ejército que
está en reserva e inactivo allí, y podría ser muy útil en caso de una ofensiva
con éxito.
La primera tarea del grupo del Mar Negro es la de ocupar Tikhoretskaya, por el
lado Oeste, para impedir que el enemigo pueda sacar su material. Tendrán la
ayuda del 51° ejército y, eventualmente, del 28°.
En cuarto lugar. Vaya inmediatamente a la zona del grupo del Mar Negro y ase-
gure la ejecución de la presente directriz”.
Todo el mundo comprendía que esto quería decir: “impedir que los alemanes
saliesen del Cáucaso y detener su reagrupamiento, cuando hasta la víspera
se introducían de manera insolente en el Sur, hacia el Elbruz, hacia Georgia y
Azerbaiyán.” Esta era la tarea a la orden del día”.201
* Es la interrupción de este avance de los alemanes hacia el petróleo ruso del Mar Caspio, tres semanas antes de la batalla de
Stalingrado, lo que permitió el triunfo en esta última, que fue decisiva para el desenlace de la guerra (nota del traductor).
128 | MIJAÍL KILEV
Y el Mariscal Vassilevski escribe que jamás vio una memoria igual, su memoria
era excepcional.203
A diferencia de los teóricos Marx, Engels, y Lenin, Stalin tenía el don de expli-
car, hasta los problemas teóricos más complejos, en un lenguaje simple y claro,
comprensible para todo el mundo. Es por eso que los trabajadores le entendían
cuando se dirigía a ellos para explicarles la política del PCUS y del gobierno
soviético.
El escritor Máximo Gorki decía de Stalin: “Es un hombre con una inteligencia
profunda y un corazón enorme”.204
Éstas son las apreciaciones de los que lo conocían de cerca y habían trabajado
con él.
Y Kaganovich escribe también: “J. V. Stalin era de hierro, entero, siempre mo-
vilizado interiormente.”206 El antiguo Ministro de Agricultura de la URSS, I. A.
Benediktov escribe: “La responsabilidad por los errores era individual y concre-
ta. No como ahora, cuando miles de millones se esfuman pero no se encuentra
ningún culpable. En nuestra época, una situación así era simplemente incon-
cebible. Un ministro que hubiera sobrepasado el presupuesto en dos o tres mi-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 129
Este rigor y esta exigencia sin compromisos por parte de Stalin fueron decisivos
durante la Guerra Patria. El Mariscal Zhukov escribe a este propósito: “Por su
exigencia inquebrantable, Stalin lograba lo imposible.”208
Este telegrama me causó pavor. Durante todos los años de mi servicio, pasados
en ejército, no sufi-í ni la más mínima observación hacia mí. Todo mi error en el
presente caso, consistía en el hecho de que el 16 de agosto, encontrándome en
los ejércitos de Glagolev, como representante del Mando Supremo efectivamen-
te retrasé por unas horas el informe regular. Durante todo mi trabajo con José
130 | MIJAÍL KILEV
Stalin, sobre todo durante la Guerra Patria, sentía siempre su gran atención,
diría incluso una preocupación excesiva hacia mí, que me parecía no merecer.
¿Qué pasó? Después de mi regreso al puesto de mando del fi-ente, llamé inme-
diatamente a mi primer sustituto en el estado mayor, A. I. Antonov. Sentía que
estaba tan emocionado por lo que había sucedido que intentaba tranquilizarme
por todos los medios. Me dijo que mi informe, el que Stalin me había reclamado,
había llegado al Mando Supremo, pero después del envío del mensaje de Stalin.
Antonov añadió, tranquilizándome, que Stalin le había dado la consigna de no
comentar con nadie el contenido de esta carta y conservarla personalmente. Me
confió también que el débil avance de la ofensiva en los frentes de Voronezh y
del Sur-Oeste inquietaba mucho al Comandante Supremo. No habiendo recibi-
do mi informe, Stalin había intentado localizarme por teléfono, sin lograrlo. Y
entonces había dictado a Antonov el texto mencionado.
Añadiré solamente que Stalin siempre era tan categórico. Exigía una disciplina
igual para cada uno de los representantes del Mando Supremo. Teníamos dere-
cho a desplazarnos según nuestro criterio, pero sólo en los límites de los frentes
de los cuales debíamos coordinar las acciones. Para ir a otro frente hacía falta
una autorización especial del Comandante Supremo. Considero que la falta de
relajación hacia los representantes del Mando Supremo estaba justificada por
los intereses de la dirección operacional de las batallas. El Comandante Supre-
mo seguía muy atentamente el desarrollo de los acontecimientos en los frentes,
reaccionaba con prontitud a todos los cambios ocurridos y llevaba con firmeza
la dirección de los ejércitos”.210
Son esta confianza y esta estima hacia su dirigente, las que han permitido rea-
lizar los éxitos socialistas en unos plazos muy cortos: la industrialización, la
colectivización, la revolución cultural y la preparación del país para la guerra.
El papel decisivo para estos éxitos fue interpretado sin duda alguna por los
cuadros dirigentes del Partido Comunista y del país, bajo la dirección de Stalin.
S. M. Kirov decía, en 1934, el año de su trágica muerte, que Stalin poseía una
“voluntad potente y un talento organizador colosal”.214
Una unificación así de las funciones de dirección del Partido, del Estado y de
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 133
Tales son los hechos y las realidades históricas. Son convincentes. Muestran lo
acertado de la dirección del país por Stalin. En presencia de hechos y de prue-
bas de esta índole, es triste ver algunos científicos, profesores y académicos,
escribir todavía para “demostrar” que la URSS en la época de Stalin tenía una
dirección “totalitaria”, denominando su poder: “totalitarismo estalinista” -se-
gún fórmulas elaboradas por las agencias y las oficinas de la CIA.
Después de todo lo que hemos expuesto más arriba sobre los méritos del Co-
mandante Supremo para la victoria sobre Alemania, y para los éxitos innega-
bles de la edificación del socialismo bajo su dirección, de los cuales han ates-
tiguado grandes dirigentes militares del Ejército soviético, es apenas necesario
demostrar la injusticia de tales afirmaciones.
político contemporáneo por los enemigos del socialismo para oponerla al poder
capitalista supuestamente democrático, que no sería centralizado, que no se-
ría, entonces, totalitario. El objetivo final es el de criminalizar al poder de los
Soviets (“Consejos” -nota del traductor), presentándolo como un poder antide-
mocrático.
3) La concentración de un poder enorme en manos de una sola persona, en las
condiciones históricas de realización de una sociedad socialista, única en el
mundo, y de una terrible guerra, fue NECESARIA y ÚTIL, con la condición de
una política justa.
F. Engels escribe a este propósito: “cuando se me habla de autoridad y de cen-
tralización como de dos cosas condenables en todas circunstancias, entonces
me parece que los que hablan de eso, o son revolucionarios únicamente de bo-
quilla, o no saben lo que es la revolución...Precisamente, la centralización y la
autoridad fue lo que le faltó a la Comuna de París”.219
4) La concentración del poder en manos de una sola persona no significa la
toma de decisiones individual. Es más bien lo contrario: durante todo el pe-
ríodo de la edificación del socialismo y durante los años de guerra, José Stalin
como dirigente, consultaba y se apoyaba sobre el colectivo de especialistas en
el Comité Central del Partido Comunista, sobre los especialistas cualificados y
los ministros del Consejo de Ministros, así como sobre el Estado mayor del Ejér-
cito Soviético, y sobre la experiencia de los comandantes de los frentes durante
los años de guerra.
5) La decisión de conciliar un poder enorme en manos de Stalin, se ha demos-
trado justa y clarividente. Estaba fundamentada sobre sus cualidades perso-
nales. Porque bajo su dirección los pueblos soviéticos han alcanzado victorias
históricas inauditas -la edificación del socialismo-, sin disponer de ningún otro
ejemplo de una sociedad sin clases, y la victoria sobre la barbarie fascista, cuya
potencia era claramente superior.
Desde luego, la personalidad y las cualidades del que detiene el poder son de-
cisivas para la utilización victoriosa de éste. Stalin poseía estas cualidades y
esta personalidad.
Pero lo que es todavía más importante: ¿qué intereses favorece este poder?
En la época de Stalin, este poder sirvió a los intereses vitales de las masas tra-
bajadoras, cumpliendo un papel progresista, revolucionario e histórico.
En cambio, si la concentración del poder está en manos de monarcas, de presi-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 135
Más adelante, el Mariscal Zhukov sigue: “La actividad del Comandante Supre-
mo es inseparable del nombre de Stalin... cada uno trabajaba según sus fuer-
zas y sus posibilidades. Pero todos intentaban compararse con Stalin, cuando
él, pese a su edad (62 a 65 años durante la guerra -nota del traductor) estaba
siempre activo e incansable”.226
bía al deseo de Kaganovich, Beria y otros, pero los comandantes de las gentes
insistían también. Stalin se lamentaba: ¿cómo he podido aceptar? La primera
vez se había negado, después la había aceptado y lo deploraba”.231
-¿A quién tiene usted la intención de vestir así? Preguntó a Khruliov, moviendo ligeramente la
cabeza hacia el Intendente en jefe. -Este uniforme es propuesto para el Generalísimo -contestó
Khruliov.
-¿Para quién? -preguntó Stalin. -Para usted, camarada Stalin. El Comandante Supremo le pidió
al Intendente en jefe que saliese, y sin molestarse por los presentes, estalló en una retahíla.
Discutía el enaltecimiento demasiado grande de su persona; dijo que eso no era inteligente, dijo
que no se esperaba una cosa así por parte del jefe de la retaguardia.
Así se acabó esta idea de uniforme de generalísimo. Hasta el final de su vida, Stalin llevó el
uniforme de Mariscal, como todos los otros Mariscales”.232
“Usted habla de su fidelidad hacia mi. Es, a lo mejor una frase que se le ha escapado por
casualidad Yo le aconsejaría rechazar el “principio” de fidelidad hacia las personas. Esto no
es bolchevique. Sea fiel a la clase obrera, a su partido y a su Estado. No confunda esto con la
fidelidad hacia las personas, es palabrería intelectual, vacía e inútil.
Las entradas estaban dispuestas en otra mesa de al lado, con una pila de platos
limpios. Stalin pasaba de una fuente a otra, levantando las tapas y hablando
en voz alta: Ahá, potaje... y aquí sopa de pescado. Nos servimos un poco de
potaje de col. Y se servía. Después llevaba su plato a la mesa.
Cada uno de los invitados hacía lo mismo, sin hacerse de rogar, independiente-
mente de su grado. Cada uno tomaba lo que le gustaba.
do, como todos nosotros, por la increíble tensión de nuestra vida cotidiana de
guerra, y prefería trabajar en su casa. Presentábamos allí los informes sobre la
situación y los documentos para firmar. A menudo se reunían allí también los
miembros del gobierno.
Y el escritor ruso, Máximo Gorki escribió: “es un gran regocijo para el hombre
vivir y luchar en un país donde la gran sabiduría del Partido y la voluntad de
hierro de su dirigente, José Stalin, libera para siempre al hombre de las costum-
bres y supersticiones renegadas del pasado”.238
“¡camaradas! ¡Ciudadanos!
¡Hermanos y hermanas!
¡Combatientes de nuestro ejército y de nuestra flota!
¡Me dirijo a vosotros, mis amigos!”
riqueza. Se dice que el único objeto que le pertenecía, era su pipa. El escritor
americano, Theodor Dreiser, quien visitó la Unión Soviética en la época de los
planes quinquenales de Stalin (en los años 30 -nota del traductor), escribió que
lo que más le había impresionado eran dos cosas: “el entusiasmo jamás visto
del pueblo soviético, y el salario de Stalin: 225 rublos, cuando el de un minero
era de 250 rublos”.242
Es esta gran autoridad la que había sido renegada por Jruschov a través de su
informe “Sobre el culto a la personalidad y de sus consecuencias”, inaugurando
la campaña calumniadora contra Stalin, que sigue hoy y crea el desconcierto en
el espíritu de la gente.
Desde hace 120 años, el nombre y la obra de Marx siguen brillando como una
estrella. La comunidad científica lo ha designado como “el pensador del mile-
nio”.
¿Por qué sigue este odio? ¿Cuál es la meta buscada con esta continua campaña
calumniadora contra Stalin?
Se puede contestar a esta pregunta de la manera siguiente:
Marx y Engels crearon la ciencia de la revolución, de la liberación de la clase
obrera y de la construcción del socialismo y del comunismo: fueron calumnia-
dos los enemigos de la revolución.
Lenin organizó y realizó, por primera vez en la historia, la revolución socialis-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 143
ta y empezó la construcción del socialismo sobre una sexta parte del planeta:
también fue calumniado por los enemigos de la revolución.
Pero vendrá el día en el que las masas retomarán la bandera del socialismo, y
girarán sus miradas hacia el ejemplo de la realización de esta sociedad nueva
en la época de Stalin.
Molotov escribe:
“Sin duda alguna, el nombre de Stalin se elevará de nuevo y retomará su sitio
glorioso en la historia”.”245
Y el disidente soviético, A. Zinoviev, escribe: “Era un antiestalinista convenci-
do desde los 17 años. (...) Cuando Stalin estaba vivo, yo veía las cosas de otra
manera. Pero ahora, abrazando el siglo XX, digo: Stalin ha sido la más grande
personalidad de este siglo, el más grande genio político. Tener una mirada cien-
tífica hacia alguien es muy diferente de su posición personal hacia él”.246
El sacerdote ruso, Dimitri Dudko, quien fue condenado dos veces al campo pe-
nitenciario, la primera vez en la época de Stalin, escribe en 1995 lo siguiente:
“Si, Stalin nos fue enviado por Dios. Creó un Estado tal que, se haga lo que
se haga para destruirlo hoy, no se consigue acabar con él. Incluso destruido,
siempre dará miedo a los países capitalistas demasiado alabados. No hemos
visto en la época de Stalin, tal degradación moral, tal criminalidad, como existe
hoy.247 (...) Es por eso que yo, como cristiano ortodoxo, hago mi reverencia más
profunda ante Stalin.248 (...) Ya es hora de que Stalin sea rehabilitado”.249
Tres años después de del M Congreso del PCUS, con ocasión del 80o Aniversario
del nacimiento de Stalin, el 21 de diciembre de 1959, Winston Churchill, en su
discurso ante la Cámara de los Comunes en Inglaterra, declaró:
“Fue una suerte para Rusia que, en los años de las grandes pruebas, a la cabeza
del país se encontraba el genio e inquebrantable Comandante, Stalin. (...) Era
la persona más brillante, que hacía frente a nuestra época cruel y cambiante,
144 | MIJAÍL KILEV
en la cual se desarrolló su vida. (...) Stalin poseía, ante todo, un agudo senti-
do del humor y del sarcasmo, y la capacidad de captar exactamente nuestros
pensamientos. Esta fuerza de Stalin era tan grande, que se ha impuesto como
el único entre los dirigentes de Estado de todos los tiempos y de todos los pue-
blos. (...)
Stalin nos impresionaba mucho. Poseía una profunda sabiduría, reflexiva y ló-
gica, privada de cualquier pánico. En los momentos difíciles, era el maestro in-
vencible para encontrar una salida a la situación más embrollada. Tanto en los
momentos más críticos, como en los momentos de victoria, Stalin era siempre
comedido y no caía nunca en ilusiones. Era una persona extraordinaria. Creó y
sometió un imperio enorme. La historia no olvida personas así”.250
Algunos de los émulos fieles a Jruschov, intentan comparar e incluso situar sus
méritos, y en general, la actividad de Jruschov, más alto que la de Stalin, eso es
tanto como decir, medir lo inconmensurable. ¿Se puede comparar al gorrioncito
de las calles con una potente águila de las montañas mirando en la lejanía?
A esta pregunta, los pueblos soviéticos han contestado lo más objetivamente
posible, creando poesías y canciones a la gloria de Stalin. ¿Existen poesías
sobre Jruschov? No hay más que pequeñas historias. Porque los pueblos sovié-
ticos no veían en la persona de Jruschov la autoridad de un dirigente, meritorio,
aún cuando él, después de la muerte de Stalin, se auto designó “Héroe de la
URSS’, y tres veces “Héroe del trabajo socialista”.
Notas:
180. J. Stalin, “Breve biografía” pág. 5. SoBa, 1951.
181. C. Kvantaliani en “Tribouna” no 24, 1994.
182. V. M. Molotov, “Recuerdos”, en “Tribouna” no 15, 1994.
183. V. M. Molotov, “Recuerdos”, en “Tribouna” no 29, 1994.
184. Ídem, en “Tribouna” no 25, 1994.
185. J. V. Stalin, “Obras”, Tomo 12, pág. 117. Sofia, 1951.
186. V. M. Molotov, periódico “Litteratoumaya gazeta” del 18 de abril de 1990.
187. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 10, 1994.
188. S. M. Chetchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro II, pág. 41.
189. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 21, 1994.
190. A. E. Gologanov, en “Tribouna” no 14, 1994.
191. M. Lobanov, “Stalin en la memoria de sus contemporáneos y en los documentos de la época”, pág. 269, 1995.
192. M. Lobanov, obra citada, pág. 270.
193.I.A. Beneditkov, en “Tribouna” no 17, 1992.
194. Periódico “Tribouna” no 10, 1994.
195.V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 10, 1994.
196. Revista “Molodaya guardia” no 3, pág. 251, 1991.
197. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 9, 1994.
198. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 20, 1994.
199. G. K. Zhukov, “Memorias y reflexiones” pág. 323.
200. A. M. Vasilevsky, “Una obra para toda una vida”, pág. 513.
201. Ídem, pág. 269.
202. W. Churchill en “Tribouna” no 12, 1994.
203. A. M. Vasilevsk “Una obra para toda una vida”, pág.-518.
204. M. Gorki en “Krasnaya zvezda” del 12 de marzo de 1988.
205. L. Kaganovich, en “Tribouna” no 4, 1994.
206. Ídem, en “Tribouna” no 8, 1994.
207.1, A. Beneditkov en “Tribouna” no 18, 1992.
208. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 451.
209. A. M. Vasilevsk “Una obra para toda una vida”, pág. 515.
210. Ídem, pág. 334.
211. Ídem, pág. 151.
212. Ídem, pág. 513.
213. K. K. Rokossovsly, “Deberes de soldado”, pág. 79. Sofia, 1970.
214. S. M. Kirov, periódico “Krasnaya zvezda” del 12 de marzo de 1988.
* En ruso en el texto.
146 | MIJAÍL KILEV
215. A. M. Vasilevslq “Una obra para toda una vida”, pág. 512.
216. Ídem, pág. 456.
217. G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 324.
218. Ídem, pág. 323.
219. F. Engels, “A. K. Tertzagi”, “Obras”, Tomo 33, pág. 321.
220. A. Zinoviev en periódico “Pravda” del 17 de mayo de 1995.
221. B. Bajanov, periódico ‘CArgumentos y hechos” no 51, 1990.
222. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 30, 1994.
223. S. M. Shchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro 1, pág. 101.
224.G K. Zhukov, “Memorias y reflexiones”, pág. 322.
225.Ídem, pág. 307.
226.Ídem, pág. 318.
227.Ídem, págs. 686-687.
228.L. Feihtwanger en periódico “Nedelia” no 17, 1990.
229.J. V. Stalin en “Bolchevik” no 3, 1947.
230.A. M. Vasilevsky, “Una obra para toda una vida”, págs. 521-522.
231. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 9, 1994.
232. S. M. Shchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro II, pág. 423.
233. J. V. Stalin, “Obras”, Tomo 13, pág.16. Sofia, 1952.
234. V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 11, 1994.
235. S. M. Shchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro I, pág. 226.
236.Ídem, Libro 11, pág. 334.
237.Henri Barbusse en “Krasnaya Zvezda” del 12 de marzo de 1988.
238.M. Gorki, “Recopilación de artículos con ocasión del 70° Aniversario de J. V. Stalin”, pág. 6. Sofia, 1949.
239.Andrk Gide en “Nedelia” no 17, 1990.
240.A. Zioviev en “Moskovskie Novosti” no 33, 1989.
241.F. Engels, “A. Kautsky”, “Obras”, Tomo 39, pág. 243.
242.Theodore Dreiser en “Za roubejom” no 34, 1987.
243.F. Engels en “Missal” no 11, 1993.
244.V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 30, 1993.
245.V. M. Molotov, “Recuerdos” en “Tribouna” no 10, 1994.
246.A. Zinoviev en “Tribouna” no 39, 1993.
247.M. Lobanov, “Stalin en la memoria de sus contemporáneos y en los documentos de la época”, pág. 733.
248.Ídem, pág. 734.
249.Ídem, pág. 732.
250.W. Churchill en “Tribouna” no 12, 1994.
Capítulo IX
LAS CAUSAS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA URSS
A
nte la tragedia de finales del siglo XX, la de la derrota y de la disgre-
gación de la URSS, los comunistas tienen la obligación de hacer un es-
fuerzo común para contestar a la gran cuestión de las razones de esta
tragedia.
1.3. Después del XX Congreso, Jruschov revisa también la tesis marxista- leni-
nista de la dictadura del proletariado, reemplazándola por la tesis del “Estado
de todo el pueblo”, exponiéndola por la nueva situación de la clase obrera en
la URSS, que no es ya un proletariado típico y, por lo tanto, no necesita de su
dictadura, porque ya no hay enemigo contra el que aplicar la represión en un
“Estado de todo el pueblo”.
Se puede replicar que, en todos los casos, si hay Estado, hay represión, sea por
la dictadura de la burguesía, sea por la dictadura del proletariado. Si el pro-
letariado había perdido su aspecto clásico en la URSS, esto no impedía que el
Estado fuese una dictadura de la clase obrera.
fin de asustar a las masas populares, y con la cual sigue asustándolas hoy en
día. En 1891, Engels escribió:
Hay que subrayar, en primer lugar, que la violencia durante la dictadura del
proletariado, su amplitud y sus formas, están definidas y dependen de la re-
sistencia de la clase burguesa que ha perdido el poder. Hay que subrayar, ante
todo, la profunda diferencia entre la naturaleza de la dictadura del proletariado
y la de la dictadura burguesa. Esta última es utilizada para la defensa de los
intereses de la clase burguesa explotadora, es decir, de menos del 10% de la
población. Sin embargo, la dictadura del proletariado está obligada a ejercer
la violencia para defender los intereses profundos de las grandes masas de la
población, es decir, de más del 90% de la población. Y, por fin, hay que subrayar
que la propaganda del imperialismo contemporáneo y de sus colaboradores,
venerando al liberalismo burgués, intenta por todos los medios persuadir a la
opinión pública de que la violencia es característica de la dictadura del proleta-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 151
han otorgado el derecho de juzgar en qué país hay democracia y dónde no;
dónde los derechos del hombre son respetados, y dónde no, a fin de exportar e
imponer su modo de vida y su concepto de la democracia y de los derechos del
hombre. ¡Qué cinismo tan increíble, qué desprecio y ofensa para los pueblos del
mundo entero!
Pero los gobernantes de los Estados Unidos han rechazado desde hace mucho
esta fórmula. Ahora, la elección del Presidente de los Estados Unidos se hace
con la participación de menos del 50% de la población con derecho a voto. Y,
estos electores manipulados, escogen entre los dos más grandes y más ricos
partidos políticos: el Partido Demócrata y el Partido Republicano. El Presiden-
te es elegido por menos del 25% de la población electoral. Esta es la realidad
“democrática” en los Estados Unidos. El poder es ejecutado por el Presidente
del país y su equipo, las dos cámaras del Congreso y los gobernadores de los
diferentes Estados, elegidos por el mismo procedimiento. ¿Acaso un poder así,
es un poder del pueblo? Los que compiten por el poder en los Estados Unidos
son representantes de la clase burguesa imperialista. Ningún otro partido po-
lítico tiene posibilidad alguna de participar en la batalla por el poder, porque
hacen falta decenas de millones de dólares, de los cuales no disponen. Así es la
“democracia” americana.
Los dos más grandes y más ricos partidos de los Estados Unidos representan
los intereses del gran capital financiero. Y no importa, en absoluto, a cuál de
estos dos partidos pertenece el Presidente elegido. Demócrata o Republicano,
su objetivo es el de utilizar el poder para conservar y reforzar el sistema de ex-
plotación capitalista en su país y en el mundo.
Por eso, en el país más rico del mundo, se observan los más graves fenómenos
sociales incurables, como el paro en masa, la criminalidad, la pobreza mate-
rial y cultural, etc., lo que se reconoce en el libro “Fuera de control” del halcón
ideológico del imperialismo, Zbignew Brzejinsky, que no puede ser sospecho-
so de hacer propaganda comunista: “-miseria galopante, y 37,5 millones de
americanos en una situación catastrófica; -el 22% de los niños viviendo en la
pobreza; -enseñanza superficial y 23 millones de jóvenes americanos analfa-
betos; -sentimiento creciente de vacío cultural; -sistema político sin salida, que
desvela cada vez más su fondo corrupto, descuidando a la mayoría de la pobla-
ción, mientras la élite política goza de enormes posibilidades para perpetuar su
posición”.256
Esto es sólo una parte del cuadro de la gangrena social de los Estados Unidos.
Tal es actualmente la naturaleza de la sociedad capitalista desarrollada. Tal es
el fondo de la democracia tan vanagloriada en estos días. Tal es el fondo de
la dictadura burguesa del poder estatal de los Estados Unidos de hoy. Su par-
ticularidad está fundada en el bipartidismo, perpetrando una sucesión de los
partidos políticos burgueses que representan y defienden los intereses del gran
capital financiero especulativo en los Estados Unidos.
Y la particularidad más grande de esta dictadura burguesa, consiste en el hecho
de que se ha realizado no sólo en los límites de los Estados Unidos, sino en
todas partes del mundo -una nueva forma de neocolonialismo- tomando como
pretexto la “Defensa de los valores y de los principios de la democracia occiden-
tal y de la economía de mercado”. Claro está, sin que este derecho le haya sido
otorgado a los Estados Unidos por nadie.
El caso de Bill Clinton, elegido para un segundo mandato por la cuarta parte
de la población americana con derecho a voto, es escogido por los imperialistas
como un ejemplo de la verdadera democracia occidental. Pero, la elección del
Presidente de Bielorrusia en la misma época, Alexandre Lukachenko, por más
154 | MIJAÍL KILEV
de las tres cuartas partes de los ciudadanos de este país, es tildada de antide-
mocrática y se amenaza con no reconocerla.
Pero Jruschov se encontró frente a una muralla, para llevar a buen término esta
empresa, en la persona de L. P. Beria. Éste se hallaba a la cabeza de la KGB y del
NKVD, y poseía seguramente muchas informaciones y datos sobre el comporta-
miento de Jruschov en los años 30, y, claro está, sobre su participación activa
en las represalias en Ucrania. Es por eso que, a continuación de la muerte de
Stalin, Jruschov emprendió la liquidación de Beria y de la dirección de la KGB
y del NKVD.
Poco tiempo después, empecé a persuadir de esta necesidad a cada uno de los
miembros del Presidium por separado. Me trabajé a Malenkov, Vorochilov y
Kaganovich. Le dije a Malenkov: mientras Beria se pasee libremente y detente
en su poder los órganos de la seguridad, todos tenemos las manos atadas”.259
Se ve en estas palabras de Jruschov, que no se trata pues, como lo estipula la
acusación contra Beria, “de ser agente del imperialismo”, que hacía falta li-
quidarlo lo más rápidamente, sino que se trataba del peligro que representaba
como responsable de la KGB, y que Jruschov tenia miedo de él.
Se sabe que Beria había sido miembro del Comité para la Defensa (GKO) de la
URSS durante todo el transcurso de la guerra y debía conocer decisiones muy
importantes del GKO. No se sabe de ninguna acción militar del Ejército Soviéti-
co que haya fracasado como resultado de su actividad como agente extranjero.
“En la Conferencia de Potsdam, en julio de 1945, cuando Truman intentó hacer-
le chantaje a Stalin con el intento logrado de la bomba atómica en los Estados
Unidos, Stalin reaccionó tranquilamente, porque había recibido de Beria más
informaciones sobre este ensayo que el propio Truman”.261
después del XX Congreso del PCUS, dando como resultado la liberación masiva
de los condenados.
Nos podemos preguntar cómo una sola persona, incluso si ésta es el Secreta-
rio General del C.C. del PCUS, puede revisar las posiciones fundamentales del
marxismo-leninismo ante todos los delegados del Congreso.
Es evidente que si hubiera estado solo, esto habría sido imposible. Durante los
tres años que siguieron a la muerte de Stalin, Jruschov se había rodeado de co-
laboradores salidos de las filas de los “represaliados”, de diferentes arribistas
y de otros personajes que se adaptaban a las distintas situaciones. Jruschov
les debía su supervivencia política y sufría sus presiones. Estos allegados no
sólo le amparaban, sino que también le loaban como innovador, como liberal,
lo que estabilizaba su posición en el PCUS. De hecho, Jruschov se transformó
en marioneta de este entorno.
2.5. Otra explicación reside en la diferencia entre los miembros del Buró Políti-
co de la generación de Lenin, como Molotov, Ordzhonikidze, Kirov, que fueron
formados en la lucha, mientras Jruschov no había participado en las luchas
revolucionarias.
luciones rusas (1905, febrero de 1917 y octubre de 1917 -nota del traductor).
Conocían los encarcelamientos zaristas: cárceles y exilios en Siberia.
«Lenin y Stalin sufrieron las represiones zaristas. Lenin fue detenido cuatro
veces: tres veces exiliado en Siberia, y durante 15 años forzado a la emigración
en el extranjero, obligado a quedarse lejos de su país. Stalin fue detenido siete
veces por su actividad revolucionaria: seis veces exiliado en Siberia, de donde
se escapó cinco veces para volver a la lucha”.264
Jruschov, que sólo tiene 4 años menos que Molotov, ingresa en el Partido con
24 años, en 1918, después de la Revolución de Octubre. En esa época, mucha
gente afluía hacia el Partido, entre ella un gran número de arribistas o de ene-
migos del socialismo.
La falta de temple revolucionario explica su inestabilidad ideológica, invisible
mientras que Stalin vivía, pero que le volvía permeable a la influencia de su
entorno y a la de los agentes de la quinta columna.
Los enemigos del socialismo alababan alto y fuerte la línea revisionista de Jrus-
chov como “modernismo y desarrollo creador del marxismo-leninismo”. Así,
contribuían a la puesta en práctica del revisionismo en el PCUS.
Es nuestra explicación de las razones que han contribuido a la metamorfosis
ideológica de Jruschov, quien introdujo la línea revisionista en el PCUS situan-
do las bases de los procesos de disgregación en la URSS.
Se insinúa así, que Jruschov habría sido un agente de Occidente. Pero esta
versión no tiene pruebas escritas, ni documentos firmados por Jruschov, com-
prometiéndose a servir en agencias de información de algún país occidental.
Por otra parte, para quiénes hubiera trabajado no es lo más importante, lo que
cuenta, son las consecuencias de la línea revisionista abierta en el XX Congreso
del PCUS. Y estas consecuencias son innegables.
Beneditkov escribe: “He sabido por fuentes seguras, que Jruschov había dado la
orden de destruir los archivos concernientes a las represiones de los años 30 y
40. Al principio, había intentado borrar su participación, pero después, también
suprimió las pruebas que atestiguaban la culpabilidad de los condenados”.267
3.2. Con un guión muy arriesgado pero que consiguió poner en práctica en el
XX Congreso del PCUS en 1956, Jruschov evitó la resistencia de los veteranos
del PCUS: Molotov, Vorochilov, Kaganovich y otros, y un año más tarde, en junio
de 1957, consiguió apartarlos del Comité Central. Logró excluirlos del Partido,
así como a muchos otros miembros del PCUS, fieles al marxismo- leninismo.
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 161
Poco antes del Pleno de junio de 1997, el Presidium del Comité Central había
tomado la decisión de apartar a Jruschov del Comité Central y del puesto de Pri-
mer Secretario, pero como consecuencia del aviso de Zhukov de que el ejército
no admitiría tal decisión, Jruschov conservó su puesto. Esta intervención de
Zhukov fue decisiva. Algunos meses más tarde, éste fue expulsado del puesto
de Ministro de Defensa.
El hijo de Jruschov, Serguei, escribió que en los años 30, Jruschov y Mikoyan
tenían una estrecha relación con un tal Sgenov, que había sido juzgado en 1938
y condenado, como enemigo del pueblo, a 25 años de cárcel. En 1956, Jruschov
lo indultó y lo presentó como testigo del “terror” bajo Stalin. Este Sgenov em-
prendió “demostrar” que no se trataba de errores de Stalin, pero que su política
era viciosa y criminal, y que esta política había sido instaurada en 1917.
¡Un enemigo tal de la Revolución de Octubre había sido nombrado por Jruschov
Comisario en el Ministerio de Interior, donde dirigía, entre otras cosas, la reha-
bilitación de las “víctimas del estalinismo”!268
tación de los principios y normas leninistas de vida del Partido, como un desa-
rrollo creador del marxismo-leninismo. Lo que significaba para los miembros
del Partido, era que el Partido decía la verdad en lo concerniente a la obra de
Stalin y a los acontecimientos ligados a su nombre. Más aún, cuando el infor-
me expuesto en la “sesión secreta” del XX Congreso no había sido publicado,
y ninguna discusión o defensa de la obra y del nombre de Stalin fueron admi-
tidas. Al contrario, cada tentativa en este sentido era perseguida y castigada.
Sólo un año después de la publicación de la carta del PCC, Jruschov fue desti-
tuido del puesto de Secretario General del PCUS. Pero bajo la dirección de su
sucesor en el puesto, Leónidas Brezhnev, la línea revisionista prosiguió, porque
los enemigos a la carta del partido habían penetrado en el aparato del Estado
y del Partido.
En Bulgaria, en el Pleno de abril de 1956, inmediatamente después del XX
Congreso, ninguno de los participantes comprendió, para avisar al Partido del
peligro de la línea revisionista de Jruschov. Al contrario, bajo la influencia del
XX Congreso, el C.C. del PCB admitió, sin criticar, sus decisiones y estableció la
misma línea revisionista en el seno del PCB, bajo la dirección de Todor Jivkov.
Hay gente que razona así: Jruschov no pensó, ni quiso destruir el socialismo en
la URSS, y aún menos quería la destrucción de la URSS.
A lo mejor no lo quiso. Pero revisó conscientemente las posiciones fundamen-
tales del marxismo-leninismo, y así, creó las condiciones objetivas para la apa-
rición de los procesos de degradación en la URSS, que se desarrollaron bajo
Brezhnev y lógicamente se transformaron en procesos de disgregación de la
URSS bajo Gorbachov y Yeltsin. Los deseos e intenciones subjetivos de Jruschov
no tienen valor histórico. Lo que cuenta, son los resultados objetivos históricos
de su acción.
164 | MIJAÍL KILEV
3.6. El hecho de que durante la Gran Guerra Patria murieran más de 3 millones
de los mejores comunistas, cuadros bien formados, fieles al marxismo-leninis-
mo y a la dirección leninista- estalinista, gente cualificada que había ocupado
puestos importantes en el Partido y en los órganos del Estado, ha jugado un
papel no despreciable para el establecimiento de la línea revisionista.
3.7. El hecho de que los cuadros dirigentes de los partidos comunistas de los
países socialistas fueran reemplazados, bajo la influencia y con la ayuda de
Jruschov, por gente solidaria con su línea revisionista, fue un factor de salida
hacia delante.
3.10. Los métodos que utilizaba Jruschov le servían bien; métodos contrarios
a los principios del Partido: hipocresía, violencia, amenaza y ultimátum, men-
tiras y castigos, el golpe de estado y los carros blindados. Sirviéndose del arri-
bismo de la gente y utilizando intrigas, lograba sus fines.
Las consecuencias de la línea revisionista son, como poco, tristes. Han provo-
cado los procesos de descomposición en la URSS, que han llevado a su destruc-
ción.
4.1. Hemos indicado que antes del XX Congreso, Jruschov había conducido ya
una rehabilitación de masas y había liberado a un buen número de condena-
dos. Hay que subrayar también que esto se realizó “in situ”, mediante listas,
después de una breve discusión con el interesado, sin tener en cuenta la grave-
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 165
dad de los hechos de la inculpación. Por esta razón, fueron liberadas personas
juzgadas por actividad antisoviética, y criminales. Esta gente creó una fuerza
social particular en la URSS, que tenía influencia sobre la sociedad y sobre
Jruschov. Una gran parte de esta gente, particularmente algunos cuadros que
habían trabajado en el Partido anteriormente, entraron en el aparato del Estado
y del Partido. Otros se introdujeron en los medios de comunicación -periodistas,
publicistas en las redacciones de los periódicos, revistas, radios, televisión.
Han jugado un gran papel en el proceso de descomposición de la URSS. En
resumidas cuentas, gracias a ellos, Gorbachov y Yeltsin han podido llegar a la
cima del poder.
4.2. Después del XX Congreso del PCUS, apareció el supuesto “deshielo” jrus-
choviano, que se benefició de una larga propaganda en la URSS, vanagloriado
como algo progresista e incluso revolucionario, resultado del “desarrollo crea-
dor de la democracia”. Paralelamente a la campaña contra Stalin, esta propa-
ganda insinuaba que bajo Stalin no hubo tal libertad de palabra, de pensamien-
to, de crítica y de autocrítica como bajo el “deshielo”.
¿Que ama de casa dejaría en libertad a las polillas que roen sus ropas?
¿Qué jardinero dejaría a las malas hierbas asfixiar a las flores, en nombre de
su coexistencia pacífica?
El gran escritor ruso Máximo Gorki decía: “el enemigo que no se rinde, es aba-
tido”.
Claro está, hay que saber de qué libertad se trata: de la libertad de la minoría
para actuar contra los intereses de los trabajadores, o de la libertad de los tra-
bajadores para defender sus derechos.
nuestras llagas, eliminar nuestros defectos. Y tenemos defectos, hay que re-
conocerlo abierta y honestamente. (...) Debemos descubrir y enderezar solos
nuestros errores, si queremos andar hacia delante. ¿No está claro que no hay
nadie para corregirnos?”.269
En 1913, Lenin, soñando con elevar la conciencia del trabajador común, lo que
la revolución proletaria necesitaba, escribió: “Las personas han sido y serán
siempre, atontadas víctimas del engaño y del autoengaño en política, mientras
no aprendan a distinguir detrás de las frases, detrás de las promesas y de las
declaraciones sociales, religiosas o políticas, los intereses de clase de los que
las divulgan”.273
4.3. La nueva fuerza social constituida por los condenados rehabilitados, así
como el “deshielo” jruschoviano, se han comprobado como las dos circunstan-
cias favorables a la ofensiva contrarrevolucionaria de las fuerzas imperialistas.
Éstas han encontrado en los “represaliados” la base social de la quinta colum-
na. La campaña calumniadora de Jruschov contra Stalin fue de gran provecho
para la ofensiva ideológica imperialista, para extenderla a la ola de propaganda
contra Lenin, contra el marxismo y el socialismo.
4.4. Una vez se estableció en el poder del Estado y del Partido, Jruschov se ocu-
pó de su propia situación constituyendo en el aparato del Estado y del Partido
una nomenclatura burocrática de personas privilegiadas, siguiendo el modelo
burgués, compuesto de sus fieles y de sus familiares. Era una capa insignifi-
cante de la sociedad, situándose por encima de ésta, detentando el poder, que
se alejó de los intereses de las masas, distinguiéndose de ellas por su modo
de vida, su moral y su forma de pensar, Al nivel más elevado del Estado y del
Partido, la nomenclatura del aparato apoyaba sin reserva la línea revisionista
de Jruschov.
¿Cuáles son las fuerzas fundamentales que han asegurado esta victoria histó-
rica, pese a todas las dificultades?
-Ante todo son: el activismo, el entusiasmo y la iniciativa de millones de perso-
nas, obreros y koljosianos, quienes al lado de las fuerzas técnicas y científicas
han desarrollado una energía colosal en la competición socialista y en el traba-
jo superproductivo, sobrepasando las normas. No se puede dudar que sin esta
voluntad no podríamos haber alcanzado el objetivo marcado, no podríamos
haber avanzado ni un solo paso.
-En segundo lugar, es la dirección decisiva del Partido y del Gobierno, que lla-
maban a las masas a ir hacia delante, y a superar los obstáculos en el camino
de los objetivos marcados. -Y, por fin, son las ventajas y las prioridades par-
ticulares del sistema económico soviético que posee posibilidades colosales,
indispensables para superar las dificultades.
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 171
Son estas tres fuerzas fundamentales las que han definido la victoria histórica
de la URSS”.278
Fueron tomadas una serie de medidas por Jruschov, a saber: la fusión de los
koljoses, la supresión de las Estaciones de Máquinas y Tractores (las SMT), que
proveían a las cooperativas de maquinarias agrícolas, cuando después de su
supresión, las cooperativas se vieron obligadas a comprarlas (lo que provocó la
desaparición de las pequeñas cooperativas -nota del traductor), la producción
de maíz, la privación de los koljosianos de pequeñas parcelas de producción
personal, el llamamiento injustificado para sobrepasar a los Estados Unidos en
la producción de leche, de mantequilla y de carne por habitante en los plazos
más breves, etc.
dirección del PCUS a destituirlo del puesto de Secretario General del Comité
Central del PCUS: era pernicioso hasta para la línea revisionista. Los que lo
reemplazaron siguieron con la línea revisionista y contribuyeron al estanca-
miento y a la disminución de la velocidad en el desarrollo de la URSS.
Hay que reconocer que el “mérito histórico” de esta traición pertenece a Gor-
bachov y a sus afines. Su demagogia no tiene parangón. ¡Cuántos comunistas
intelectuales y cuántas direcciones de partidos comunistas han sido embau-
cados por sus declaraciones del principio de “preocupación por la mejoría del
socialismo”!
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 173
Por ejemplo, el 5 de julio de 1990, con ocasión del XXVIII Congreso del PCUS,
Guss Hall, presidente del Partido Comunista de los Estados Unidos, escribió a
Gorbachov en su telegrama de felicitación:
“La sorpresa más grande de la Segunda Guerra Mundial ha sido la Unión So-
viética. La densa niebla de mentiras se ha disipado en una noche permitiendo
que aparezca el verdadero rostro de la nación soviética, de sus dirigentes, de
su economía, de su ejército, y como dijo Cardel Hull (Secretario de Estado para
Asuntos Exteriores de los Estados Unidos -nota del autor), las cualidades éticas
de su ardor patriótico”.
ción descansan sobre las banderas del valeroso Ejército Rojo. He participado en
varias guerras, he sido testigo en otras, y he podido estudiar detalladamente
las campañas de los grandes jefes militares del pasado. En ninguno de los ca-
sos he podido observar una defensa así de victoriosa contra los terribles golpes
del principio de la Segunda Guerra Mundial producidos por un enemigo todavía
victorioso. Los contraataques aniquiladores rechazaban al enemigo hasta su
propio suelo. El alcance de la magnitud de este entusiasmo, deberían adelan-
tarse como el logro militar más grande de la humanidad”.
“No existe gobierno alguno que pueda resistir golpes tan virulentos y crueles
como los que Hitler ha asestado a Rusia. No sólo ha sobrevivido a estos golpes,
sino que ha logrado responder al ejército alemán, como ninguna otra fuerza en
el mundo hubiera podido hacerlo”.283
176 | MIJAÍL KILEV
Notas
251. K. Marx, “Critica al programa de Gotha”, “Obras Escogidas”, Tomo I, pág. 184. Sofia, 1977.
252. K. Marx, “La guerra civil en Francia”, Prefacio de F. Engels, pág. 19. Sofía, 1946.
253. T. K. Belashchenko, “USA: 200 años-200 guerras”, pág. 4. Moscú, 1976.
254. Ídem, pág. 4.
255. K. Marx, F. Engels, “Obras Escogidas”, Tomo 3, pág. 270. Sofía, 1977.
256. Z. Brzezhinsky, “Fuera de control”, págs. 110, 111 y 136. Sofia, 1994.
257. K. Marx, “Critica al programa de Gotha”, “Obras Escogidas”, Tomo I, pág. 175.
258. Roy Medvedev en revista “Stoudenchesky Meridian” no 3, pág. 34. 1983.
259. N. S. Jruschov en ‘’Litteratournaya Gazeta” del 24 de febrero de 1988.
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283. Michel Sayers y Albert Kahn, “El gran complot contra Rusia”, págs. 377-378. Londres, 1946; Sofia, 1996.
nuevo poder soviético y el embargo. Los Estados Unidos fueron una de las prin-
cipales fuerzas imperialistas que enviaron sus ejércitos a Rusia para apoyar la
guerra civil de 1918- 1921, con vistas a derrocar al poder soviético. Después
de haber sido expulsados de Rusia, los Estados Unidos han proseguido con el
no reconocimiento y el embargo, y la campaña calumniadora contra el primer
país socialista del mundo. El reconocimiento diplomático de la URSS por los
Estados Unidos intervino bajo la Presidencia de Roosevelt, en 1933.
Gracias a una hábil política de Stalin y del gobierno soviético, el Frente antiso-
viético se rompió, y los enemigos de la URSS se vieron abocados a pelearse los
unos contra los otros en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Y el Pacto
anti KOMINTERN fue prácticamente desactivado.
La nueva ofensiva general de las fuerzas imperialistas contra la URSS, con los
Estados Unidos a la cabeza, empezó desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Una ofensiva contra el pueblo soviético, que liberó al mundo de la barbarie del
fascismo. Y en vez de asegurarle la paz y una colaboración fructífera, las fuer-
zas imperialistas empezaron, el mismo día después de la guerra, la ofensiva
general contra la URSS.
-Le estoy muy agradecido, Señor Presidente, por esta propuesta -dijo Stalin-.
Nuestro pueblo sufre grandísimas privaciones. Usted no puede imaginarse las
destrucciones en los territorios por donde ha pasado el enemigo. La guerra nos
ha ocasionado inmensos estragos y nosotros, naturalmente, aceptaremos de
buen grado una ayuda de un país tan rico como es los Estados Unidos si, desde
luego, sus condiciones fueran aceptables.
-Estoy seguro de que nos entenderemos. De todos modos, me encargaré de ello
personalmente -contestó Roosevelt-».284
Se observa que fue Roosevelt quien hizo la propuesta de ayuda a Stalin, pero
este último le recuerda que ésta debe producirse con unas condiciones acepta-
bles.
Roosevelt falleció un año y cuatro meses más tarde, y con su muerte desapa-
reció su “preocupación personal” de ayuda para la URSS después de la guerra.
Esta ayuda nunca llegó.
Pero, es evidente que con o sin Roosevelt, las fuerzas imperialistas de los Es-
tados Unidos iban a emprender una ofensiva general contra la URSS. Porque
después de la guerra, la autoridad y la influencia de la URSS se habían acrecen-
tado considerablemente en el mundo. Porque los pueblos del mundo entero ha-
brían comprobado después de la guerra la fuerza de la URSS y la gran vitalidad
del sistema socialista soviético. Y esta influencia representaba, claro está, un
peligro para los intereses de las fuerzas imperialistas. El miedo a este peligro
les llevó a programar y emprender inmediatamente después de la guerra, una
ofensiva sin tregua.
Por otro lado, después de la guerra, los Estados Unidos han seguido con el
pillaje y la explotación de los países subdesarrollados, de donde sacaban bene-
ficios enormes: miles de millones de dólares al año, una parte de los cuales se
utilizaba para conseguir la disgregación de la URSS.
Después de la guerra, los Estados Unidos crearon muchos organismos y clubes
que les aseguraban una influencia decisiva sobre el desarrollo de otros países,
inclusive la URSS, a través de organismos como el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional, y otros clubes y organismos, los Estados Unidos han
conseguido imponer sus intereses por el mundo entero.
Fue creado un organismo llamado COCOM. Este organismo, prohibía las expor-
taciones llamadas “sensibles”, a fin de no dar a la URSS acceso a los adelantos
científico-técnicos de los Estados Unidos y de los demás países capitalistas.
Fueron redactadas listas de productos para NO suministrar a la URSS, inclu-
yendo 300 artículos. El objetivo era retardar el desarrollo de la URSS y hacer
difícil la realización de sus planes sociales, con vistas a provocar el descontento
de la población y desacreditar la imagen del socialismo como sistema social.
La aceleración voluntaria de la carrera armamentista, provocada por los Esta-
dos Unidos, obligó a la Unión Soviética a invertir enormes cantidades para su
defensa y su seguridad, aunque ello no fuera siempre acorde y proporcional a
las necesidades reales de la defensa de la URSS. Pero una carrera armamentista
conduce inexorablemente hacia una reducción de producciones civiles, y a la
disminución de las posibilidades de crecimiento del nivel de vida de la pobla-
ción.
180 | MIJAÍL KILEV
Hay que reconocer que esta demostración económica lograba bastantes resul-
tados.
Así, “Radio Liberty”, financiada por el Congreso de los Estados Unidos, fun-
cionando día y noche en las distintas lenguas de los pueblos de las repúblicas
soviéticas, desarrolla decenas de titulares y “sirve análisis objetivos”. Todavía
hoy, esta radio desempeña uno de los principales papeles del instrumento psi-
cológico del imperialismo americano. Su sede ha sido transferida de Munich a
Praga, acercándose a los territorios de los países de la ex-Unión Soviética. En
la época de Gorbachov, su interferencia fue suprimida como señal de “la expre-
sión de la democracia y de la glasnost (“transparencia” -nota del traductor), de
JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS | 181
la libertad de palabra”. Ahora esta “palabra libre” es difundida sin parar por
decenas de corresponsales en varias ciudades sobre el territorio de la URSS.
Es difícil decir lo que es más peligroso para el país o para el pueblo ruso: la
acción de “Radio Liberty” en Praga, o la instalación de nuevos misiles sobre el
territorio de la República Checa después de su ingreso en la OTAN.
No es una casualidad que, estando en Praga antes de ir a Moscú, el Secretario
de Estado de los Estados Unidos, W. Christopher, hiciera una visita a la sede de
“Radio Liberty” y expresara su satisfacción por su actividad.
Un papel semejante juegan las radios “Europa libre”, “La voz de América” y
toda una serie de radios occidentales.
Las noticias y los programas son hábilmente preparados emocionalmente y
decorados artísticamente. Deben chocar, actuar fuertemente, provocar dudas,
confundir los espíritus. Bajo una forma apolítica, antipartidaria y sin ideología,
es todo un sistema ideológico que está puesto en su lugar: el sistema burgués,
del pensamiento único y de embrutecimiento de las personas.
Esta plaga también ha caído sobre los ex-países socialistas desde la contrarre-
volución, seguida por la aparición y el aumento constante de la criminalidad,
inclusive de la criminalidad sexual.
Hay que apuntar el triste hecho de que los intelectuales y los literatos occiden-
tales, se han puesto al servicio de las fuerzas imperialistas en la ejecución del
terrible plan de manipulación de las conciencias, permitiéndole al imperialismo
americano imponer su “nuevo orden” y su dominio mundial. Los intelectuales
y los literatos de los ex-países socialistas, desgraciadamente, venden también
su moralidad al “verde dólar”. ¿Son estos ciudadanos conscientes de la enorme
responsabilidad que tienen ante sus pueblos y ante la historia?
Los años siguientes han visto un saqueo todavía más importante. Un informe
del Banco Mundial de 1991 señala: “Para este año, las pérdidas de los países
pobres, debidas a las restricciones impuestas por los países económicamente
potentes, son del orden de 500 mil millones de dólares. Cuando los países ricos
les han otorgado el mismo año 50 mil millones de dólares, es decir, 10 veces
menos de lo que los pobres han perdido a causa de las restricciones que les son
impuestas”.292
parado con los gastos de seis días de la comida de los perros y de los gatos en
los nueve países más ricos, y no es más que el 5% de los gastos anuales de los
ciudadanos de un país rico para productos de adelgazamiento y otros efectos
de la sobrealimentación”.294
Por decirlo así, el llamamiento de los 194 países no ha sido más que una voz
en el desierto.
Haría falta, en estas condiciones, que los explotados del mundo entero com-
prendieran que si pierden su empleo, si su familia no come hasta hartarse, si no
están seguros de su porvenir, el culpable principal de su desgracia es el capita-
lismo, el imperialismo. En esta situación, la “intelligentsia” tiene el deber hu-
manitario de desvelar esta HORRIPILANTE VERDAD y PONERLA EN CONOCI-
MIENTO DE LOS EXPLOTADOS DE LA TIERRA. Esto concierne particularmente
a la “intelligentsia” de los Estados Unidos y de los demás países imperialistas.
Este ruido es recordado hoy con los “paseos punitivos” en Yugoslavia, en Irak,
con la presencia de portaaviones que surcan los mares cerca de las islas de
Taiwán y de las costas adriáticas.
El “Nuevo Orden Mundial” hará nacer la resistencia, y nuevos Vietnam, Soma-
lia, Líbano aparecerán en el siglo XXI con el lema: “Yankee go home”.
Los Estados Unidos cuentan mucho en la fórmula “dividir para reinar”, encen-
diendo de nuevo conflictos regionales sobre la base de contradicciones territo-
riales, étnicas, nacionales y religiosas. La instalación de los Estados Unidos
como “fuerza de paz” en Albania y, después del descuartizamiento de Yugos-
lavia, en Bosnia, Macedonia y Kosovo, es una amenaza directa y real para los
pueblos de los Balcanes. LA DESTRUCCIÓN DE VIDAS HUMANAS es el principal
carácter de esta agresión, que los Estados Unidos empezaron el 24 de marzo
de 1999 contra Yugoslavia, sin decisión del Consejo de Seguridad de la ONU,
transgrediendo el contrato mismo de la OTAN. Es el modelo del NUEVO TIPO DE
GUERRAS. REGIONALES, que la OTAN prevé llevar, desde ahora, para imponer
el ”Nuevo Orden Mundial” con violencia.
Por otro lado, los Estados Unidos tienen mucha experiencia en la aplicación de
sanciones -embargos, amenazas directas de intervención sin precedentes en los
asuntos interiores de los distintos países- como castigo por su insumisión a la
imposición americana. Por ejemplo en Bulgaria:
-¿Qué significa la presencia abierta del embajador de Estados Unidos en Bul-
garia, Sol Polanslq, en la tribuna de un mitin electoral de la derecha? -¿Qué
significa la ayuda financiera y logística de los Estados Unidos a la derecha?
-¿Qué significa la tarea encomendada al Embajador de los Estados Unidos en
Bulgaria de trabajar sobre la modificación de la Constitución de República de
Bulgaria?
Todo esto significa una intervención de los órganos estatales de los Estados
Unidos en los asuntos internos de Bulgaria, un país soberano.
Los Estados Unidos intervienen de esta manera en muchos lugares del mundo,
“justificándose” por sus intereses estratégicos en todos los rincones del mundo.
Para alcanzar sus objetivos estratégicos de hegemonía y de dominio mundial,
los Estados Unidos cuentan con la máquina ideológica que han inventado.
militar agresiva del imperialismo, que amenaza al mundo con una Tercera Gue-
rra Mundial.
Nacerá la nueva sociedad sin clases y sin la humillante explotación del hombre
por el hombre. Es el SISTEMA COMUNISTA. El poeta revolucionario búlgaro, Ni-
colás Vaptzarov, creó la imagen artística de una sociedad así con estos versos:
¡Cómo los pájaros cantarán en los trigales, Revoloteando alegres en la lejanía
del espacio! ¡Cómo las personas estarán felices por trabajar, Y se querrán en la
alegría de la fraternidad!
Notas
284. V. M. Berezhkov, “Páginas de la historia diplomática”, pág. 324. Sofía, 1988.
285. Víctor Rozov, en el periódico “Zara” no 32, 1995.
286. Periódico “Tribouna” no 2, 1993.
287. V. M. Molotov, “Recuerdos”, en “Tribouna” no 15, 1994.
288. AZinoviev, en “Balgarsky pissatel” no 3, 1996.
289. K Marx, “El Capital”, Tomo I, pág. 769. Sofía.
290. M. S. Gorbachov, “La perestroika del nuevo pensamiento político”, pág. 224. Sofía, 1987.
291. E. A. Shevernadze, discurso en la ONU, septiembre de 1989, en “Rabotnishesko Delo” del 28 de septiembre de 1989.
292. Periódico “Duma” del 23 de octubre de 1992.
293. Ídem, del 4 de noviembre de 1996.
294. Ídem, del 14 de noviembre de 1996.
295. Ídem, del 18 de noviembre de 1996.
296. S. A. Shchemenko, “El Estado mayor durante la guerra”, Libro 11, pág. 425.
297. Revista “Rabochiy class” no 6, pág. 3, 1979.
192 | MIJAÍL KILEV
Lenin, analizando las nuevas condiciones históricas creadas desde Marx y En-
gels, demostró teóricamente la posibilidad de triunfo de la revolución socialista
en un solo país, incluso atrasado, como era Rusia. También lo demostró en la
práctica. Pero en esta situación, las condiciones de desarrollo de la revolución
y de la edificación socialista en Rusia eran muy difíciles: en primer lugar, por
las realidades de un país así de atrasado, como era Rusia en 1917 y, después, a
causa de la fuerza del cerco capitalista de Rusia como único Estado socialista.
Pese a las increíbles dificultades, los sufrimientos, las destrucciones y las víc-
timas, la Unión Soviética bajo la dirección del PCUS, con José Stalin a la cabe-
za, aplastó al fascismo, persiguiendo al agresor virulento fuera del territorio
soviético y hasta su guarida. Veinte millones de víctimas soviéticas cayeron:
científicos, ingenieros, médicos, especialistas en todas las ramas de la vida.
Pese a estas pérdidas, el pueblo soviético, bajo la dirección del PCUS, con Stalin
a la cabeza, logró después de la guerra, curar rápidamente sus heridas. Ya, en
1947, el sistema de racionamiento por cartillas fue suprimido, mientras existía
todavía en Francia y en Inglaterra.
De 1945 a 1953, los precios de los productos de primera necesidad fueron di-
vididos por tres. Es un índice persuasivo de las posibilidades inagotables del
sistema socialista, si la dirección del Partido y del gobierno es justa.
Sin duda, si Stalin hubiera vivido cinco o diez años más, gracias a la política
justa del gobierno bajo su dirección, la URSS habría alcanzado logros grandio-
sos. He aquí lo que dice a este propósito un ciudadano soviético interrogado en
la calle:
“Si Stalin estuviera vivo, nuestro país habría estado desde hace mucho en el
primer lugar del mundo en cuanto a nivel de vida del pueblo llano. Stalin hubie-
ra dicho simple y brevemente: “Compatriotas, no podemos, como pueblo vence-
dor de la guerra, estar en segunda o en tercera posición: levantémonos para ser
los primeros”. Y nosotros nos habríamos levantado.”299
Notas
298. J. V. Stalin, “Obras”, Tomo 13, págs. 141-142. Sofia, 1952.
299. Periódico “Moskovskye novosti” no 18, 1988.
196 | MIJAÍL KILEV
Capítulo X
CONCLUSIÓN
E
n la mitología griega, el rey Augias llevaba 30 años sin limpiar sus
cuadras, y un montón de inmundicias se encontraban allí acumuladas.
Cuando Hércules, quien poseía una fuerza excepcional, vio toda esta su-
ciedad en las cuadras de Augías, desvió las aguas de un río dirigiéndolas hacia
las cuadras. En un solo día quedó todo limpio.
Sin duda alguna, los verdaderos comunistas dirigirán las aguas de las ciencias
para eliminar este montón de mentiras, cumpliendo así con su tarea histórica.
Este gigantesco trabajo permitirá a los pueblos principalmente el aprovecha-
miento de la experiencia y de la creatividad revolucionaria de los pueblos so-
viéticos. Hay algunos que subestiman esta experiencia y esta creatividad, otros
las ignoran. Es por eso por lo que debemos recordarlas sin cesar:
198 | MIJAÍL KILEV
Los pueblos tienen también que aprender las lecciones de las experiencias ne-
gativas, de los errores y de los defectos, inevitables en la creatividad de la edi-
ficación socialista.
-El que aplica el materialismo dialéctico para valorar los fenómenos sociales y
elaborar científicamente la estrategia y la táctica de los comunistas.
-El que reconoce que el Partido Comunista defiende los intereses de las masas
200 | MIJAÍL KILEV
explotadas de las ciudades y del campo, que es el Partido de la gente que edifica
la sociedad socialista y el organizador de su trabajo.
-El que admite que la formación ideológica de los miembros del Partido es una
garantía de su conciencia de clase y de su vigilancia, necesarias para combatir
la ideología burguesa, para evitar los enemigos dentro del Partido y el revisio-
nismo de toda índole.
-Quien acepta la necesidad del compromiso revolucionario para unir a los co-
munistas con aliados de la clase obrera.
LOS COMUNISTAS NO DEBEN OLVIDAR QUE SON INVENCIBLES CUANDO ESTÁN UNIDOS.
Notas:
300. Jorge Dimitrov, “Discurso al V Congreso del PCB” en “Obras”, Tomo 14, pág. 340. Sofia, 1948.
Post-scriptum
T
ales son los análisis y las conclusiones que hemos sacado de los principa-
les puntos recalcados en el informe Jruschov “Sobre el culto a la persona-
lidad y de sus consecuencias”, presentado en una sesión a puerta cerrada
en el XX Congreso del PCUS, el 25 de febrero de 1956.
Los comunistas deben desarrollar hoy, sin tardanza, una discusión marxista-
leninista profunda y creativa. Este trabajo serio se impone, a fin de:
La obra estaliniana es una bandera para los pueblos oprimidos, a través del
ejemplo que han dado los logros de las realizaciones socialistas. Por fin ha lle-
gado la hora de que los comunistas del mundo entero enarbolan audazmente
esta bandera-guiadora.
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204 | MIJAÍL KILEV
II. DICCIONARIOS
-Diccionario de palabras extranjeras de la lengua búlgara. Sofía, 1970.
-Enciclopedia soviética. Moscú, 1972.
D
octor en Ciencias Militares de la Academia Militar de Sofie, se empeña
en demostrar en su libro Jruschov y la disgregación de la URSS que las
declaraciones del informe Jruschov no sólo son calumnias, sino también
mentiras condenables, que han trabajado para la destrucción del socialismo en
Europa.
Durante mucho tiempo, la única edición del informe Jruschov era la de los Esta-
dos Unidos, publicada en Occidente apenas un mes después de la sesión secreta
del XX Congreso del PCUS, en 1956. En los países socialistas, le publicación del
informe Jruschov no ha salido a la luz hasta después de las contrarrevoluciones
de 1989.
Por fin era posible contestar a las declaraciones difamatorias de Jruschov, trans-
mitidas, hasta entonces oralmente, en reuniones “abiertas” a los miembros y a
los no-miembros del Partido.
Sin duda alguna, los verdaderos comunistas dirigirán las aguas de la ciencia
para eliminar estos montones de mentiras, cumpliendo así su tarea histórica,
Este trabajo permitirá a los pueblos poder aprovecharse de la experiencia y de
la creatividad revolucionaria de los pueblos soviéticos, desarrolladas en la
construcción del primer Estado socialista. Hay quien subestima esta expe-
riencia y esta creatividad, otros las ignoran. Por eso hay que recordarlas sin
tregua.
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Este libro se terminó de imprimir en mayo de 2010.