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EL VALOR DEL HUMOR PARA UNA

COMUNICACIÓN EFICAZ
JESÚS DAMIÁN FERNÁNDEZ SOLÍS 1

Fecha de recepción: mayo de 2013


Fecha de aceptación y versión definitiva: septiembre de 2013

RESUMEN: En el presente artículo aprenderemos lo que la ciencia sabe acerca del


humor; sus funciones y beneficios para una comunicación eficaz. También ana-
lizaremos las funciones psicológicas del humor. Después de reflexionar sobre la
perspectiva semióticas del humor como lenguaje, comentaremos aquellos recur-
sos humorísticos para conseguir que los mensajes de la comunicación oral
resulten más atractivos, memorables y persuasivos. Terminaremos presentando
algunos «trucos» sobre cómo salir airosos ante situaciones imprevistas. Cerra-
remos el capítulo ofreciendo algunas pautas a modo de «hoja de ruta» para
aquellas personas que deseen aplicar el humor en sus disertaciones de forma
eficaz.
PALABRAS CLAVE: Beneficios del humor; Recursos humorísticos; Comunicación eficaz;
Persuasión; Atracción.

The value of humor for effective communication


ABSTRACT: In this article you will learn what science knows about humor, their func-
tions and benefits for effective communication. Also analyze the psychological
functions of humor. After reflecting on the semiotic perspective as a language of
humor, humorous discuss those resources to get the message of oral communi-
cation more attractive, memorable and persuasive. We end by presenting some
«tricks» on how to successfully overcome unforeseen situations. We close the
chapter by offering some guidelines as a «roadmap» for those
KEY WORDS: Benefits of humor; Humorous resources; Effective communication; per-
suasion; Attraction.

1 Doctor en Pedagogía. E-mail: [email protected]

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1. LA CIENCIA DEL HUMOR

Hablar del humor no es empresa fácil ya que la mayoría de la gente cree


saber de qué se habla cuando hacemos mención al sentido del humor (Fer-
nández y García, 2010). Los acontecimientos hilarantes y divertidos que van
escribiendo nuestra biografía conforman nuestro «diario» cargado de expe-
riencias, risas y emociones positivas. Por tal motivo pensamos que conoce-
mos en «profundidad» este tema (Martin, 2008). Craso error, como recoge
la profesora García (2006) ya que si hiciéramos un sondeo a distintos profe-
sionales sobre el concepto que tienen del humor las respuestas se dirigirían
en varias direcciones. Unas ellas girarían en torno a la capacidad de crear y
generar situaciones divertidas hilarantes y jocosas. Otra línea seguramente
girarían alrededor de la capacidad de apreciar el humor; o lo que es lo mis-
mo al sentido de disfrutar, reír y gozar de la vida y las personas. Otro tipo
de contestaciones harían hincapié en la capacidad para tomar distancia y
perspectiva entre los problemas y la vida. También encontraríamos perso-
nas que probablemente, asocien el humor al encuentro y cercanía entre las
personas con objeto de estrechar los lazos, fortalecer vínculos y relajar las
tensiones.
Evidentemente cuando hablamos del humor cada uno de nosotros tie-
ne la mirada focalizada en alguna de estas perspectivas. Para el profesor
Martin (2008: 35), eminente especialista en este tema, el humor «es una
respuesta emocional de hilaridad dentro de un contexto social, provocada
por la percepción de incongruencia lúdica, que se expresa por medio de la
sonrisa o risa». Esta vivencia (subjetiva) de la risa con frecuencia se con-
funde y simplifica con el conocimiento profundo sobre el «humor»: ¿Qué
conocemos y de dónde obtenemos la información que afi rmamos acerca del
humor? ¿Cuáles son los procesos cognitivos que intervienen en la creación
del humor? ¿Qué funciones realiza el humor? ¿Qué beneficios desempeña el
humor en la comunicación? ¿Qué herramientas y técnicas debemos cono-
cer para una comunicación eficaz con humor? ¿Cómo responder a los con-
tratiempos y contrariedades con humor? Estas cuestiones y muchas otras
son las que trataremos de descubrir en el presente capítulo (Fernández y
Limón, 2012).
Cuando investigamos sobre el humor, nos refiere el profesor Martin
(2008), la realidad es bien distinta a lo puramente vivencial, ya que profun-
dizamos para conocerlo desde distintos modelos teóricos (teoría psicoana-
lítica, teoría de superioridad/menosprecio, teoría de excitación, teoría de
incongruencia, y teoría de inversión). Dichas Teorías has sido expuestas y
presentadas por el citado profesor y no son objeto de nuestra exposición.

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Para muestra encontramos que en la mayoría de los libros analizados,


el humor y risa aparecen como términos equivalentes, ya que las investiga-
ciones científicas se centran en la risa para confeccionar escalas, realizar
estudios correlacionales o medir factores que inciden, directa o indirecta-
mente, en el humor. Hay muchos tipos de humor pero del que hablaremos
y del que estamos plenamente convencidos es el que denominamos «humor
positivo» (Jáuregui y Fernández, 2008).
El humor positivo es para Fernández y García (2010: 24): «todo aquello
que puede provocar la risa y el sentimiento que subyace». No se refieren
exclusivamente a la risa externa sino también a aquella que queda instalada
en el interior de la persona.
El humor positivo se caracteriza por ser un humor inofensivo, no dañi-
no, no insultante, no obsceno. En defi nitiva, es un humor compartido que
nos hace crecer y madurar como personas. Nos podemos reír del otro, claro
está, pero siempre con el consentimiento y la complicidad de la otra per-
sona. Por lo tanto, términos como la mofa, la burla, la sátira o el sarcasmo
quedan alejados del humor positivo ya que tratan de dañar, perjudicar o
humillar a interlocutores entre risas nocivas o malévolas.
El sentido del humor, nos refiere el Dr. Jáuregui (2009: 12) está diseñado
para revelar una serie de estímulos del entorno. Al activarse este sentido,
nos hacer sentir una emoción positiva y gozosa acompañada de un efecto
sonoro que denominamos risa. El sentido del humor no sólo nos sirve para
detectar estas situaciones o estímulos hilarantes y divertidos sino también
para crear entornos cómicos o escenas graciosas y compartirlas.
El sentido del humor es para la mayoría de profesionales un motor que
nos ayuda a experimentar, crear y vivir gozosamente, liberándonos de nues-
tros pensamientos distorsionados, canalizando nuestros sufrimientos cog-
nitivos y haciéndonos libres para sentir una emoción positiva y gozosa (Fer-
nández y Limón, 2012). El sentido del humor: Nos proporciona descubrir
estímulos divertidos del entorno. Nos permite crear ambientes hilarantes y
compartirlos. Nos invita a comunicarnos gozosamente desde una mirada
divertida. Nos facilita un mayor conocimiento y aceptación de uno mismo.
Nos auxilia a equilibrar nuestras emociones y estados de ánimo. Contribu-
ye a relativizar los acontecimientos. Nos libera de nuestros pensamientos
e ideas irracionales. Favorece un clima positivo de cercanía y amistad. En
defi nitiva nos ayuda a ser unas personas «libres», sin apegos.
Para Hernández (2002: 18-20) las personas que tienen sentido del humor
se caracterizan por poseer cuatro destrezas: la capacidad de distanciarse de
los acontecimientos, la de relativizar, la de sorprender y la de crear.
1. El sentido del humor se distancia de la situación, compara, contrasta y
juega. Observa los acontecimientos desde una perspectiva más lejana.
En la distancia el humor templa las emociones y facilita una visión más

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clara y contrastada de la realidad. Gracias al humor se puede comparar


y analizar las diferencias. El uso de la metáfora como el paralelismo o
la paradoja cumplen esta función.
2. El sentido del humor relativiza. Nos abre el camino a nuevos y amplios
horizontes. El humor es una herramienta que nos ayuda a desdrama-
tizar situaciones. Suaviza, templa y desdramatiza situaciones y proble-
mas de la vida cotidiana.
3. El sentido del humor juega con la sorpresa. Descubre lo no deseado y
encuentra un evento inesperado.
4. El humor potencia la creación. Es un lenguaje artístico que fragmenta
lo concreto, divide lo sólido e indaga en la incoherencia. Configura una
nueva realidad a través de la imaginación creadora y lúdica. Busca lo
inusual para explorar nuevas funciones y dimensiones.

2. LAS FUNCIONES PSICOLÓGICAS DEL HUMOR

El profesor Martin (2007:43-49) clasifica en tres grandes apartados las


funciones psicológicas del humor:

1. BENEFICIOS COGNITIVOS Y SOCIALES DE LA EMOCIÓN POSITIVA DE LA HILARIDAD

En el pasado, los psicólogos, centraron sus estudios e investigaciones


en las emociones negativas y en los comportamientos y emociones rela-
cionadas: el miedo, la depresión o la hostilidad. No obstante, cada vez han
ido surgiendo nuevas e interesantes investigaciones basadas en modelos
experimentales que demuestran que las personas que perciben emociones
positivas, presentan mejores resultados en lo concerniente a las habilidades
cognitivas, se muestran más flexibles (hecho que repercute en la resolución
de problemas de una forma más creativa), mejoran en la organización y
comportamientos sociales (Isen, 2003).
Así mismo, las personas que experimentan emociones positivas, según
estudios científicos, presentan una mayor capacidad mnemotécnica, resul-
tan ser más eficientes para resolver tareas difíciles. Asimismo estas per-
sonas que perciben emociones positivas es más frecuente que desarrollen
acciones y comportamientos prosociales de ayuda y colaboración.
Otro de los aspectos interesantes investigados por Shiota et al., (2004)
es el que hace mención al importante papel que desempeñan las emociones
positivas en la regulación de las relaciones interpersonales. Estos autores
sugieren que la emoción positiva relacionada con el humor es eficaz para

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identificar compañeros con intereses compartidos. También es efectiva para


entablar, o mantener las relaciones, así como para colaborar y organizarse
conjuntamente de manera grupal. El buen humor, la risa y la jocosidad
compartida puede ser una excelente manera de identificar a los miembros
un grupo, que se vinculan y estrechan sus lazos.

2. COMUNICACIÓN E INFLUENCIA SOCIAL

Gracias al humor podemos transmitir y comunicar con suma eficacia


infi nidad de mensajes, bien sean agradables y prosociales o agresivos y
coercitivos. Es en este apartado en donde encontramos la gran paradoja
del humor, ya que el humor es un medio para obtener placer emocional.
Pero dicho placer puede tener dos caras contrapuestas cargadas de inten-
ciones amables u hostiles. Efectivamente, dependiendo de cual sea nuestro
objetivo, podemos fortalecer la relaciones, suavizar confl ictos y cohesionar
a las personas o por el contrario podemos humillar, manipular o poner en
evidencia a alguien. Como señala Hernández (2002: 15):
«El humor es una herramienta que, como la pala o el palustre, como
los alicates o el cincel, aumenta las fuerzas de nuestras manos para edi-
ficar mundos más confortables; es un instrumento que como el pincel, la
gubia o la flauta, embellece nuestras vidas; es una medicina que, como
las vacunas, inmuniza; como los antibióticos, cura; y como los calmantes
alivia los dolores del cuerpo y los sufrimientos del espíritu. Pero es tam-
bién, un arma que, como la espada, la pistola o el fusil, destruye, causa
dolor e, incluso, puede infl igir la muerte».

El Dr. Martin (2008: 434) sistematiza y estos dos «estilos» de humor:


Por una parte, encontramos al humor sano que se caracteriza por ser
un humor prosocial. Persigue que se establezcan unas relaciones interper-
sonales satisfactorias. Ayuda a consolidar el propio bienestar y fortalece la
interacción positiva con otras personas. Todo ello hace que mejore tanto la
comunicación intra como la interpersonal, provocando una mejor cohesión
entre los miembros de un grupo. Es aquí donde se encuentra el «humor
positivo».
Por otra parte, tenemos otro estilo de humor, que define como de «in-
sano». Este se caracteriza por ser agresivo, caústico, incluso violento. El
humor insano tiene como misión la de agredir, lastimar o lesionar desde la
crítica ofensiva, el resentimiento o la mofa hiriente. Se produce cuando una
persona se ríe del otro, a costa de ese otro.
Las siguientes clasificaciones basadas en los dos estilos mencionados
(sano e insano) nos ayudarán a comprender mejor cada estilo comunica-
tivo.

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– El humor de afiliación: Su objetivo es promover y favorecer relaciones


interpersonales positivas y alegres basadas en bromas «ligeras», chistes
y risas compartidas entre los integrantes de un grupo. El humor de afi-
liación persigue a través de una comunicación franca, abierta y noble
la diversión, el juego y la cercanía amistosa.
– El humor de autoafirmación: Su objetivo se centra en potenciar una
actitud humorística y alegre, ante la vida, asumiendo las adversidades
que se presenten. Esta actitud hace que se genere un ambiente positivo,
constructivo y alegre, al tiempo que sirve como regulador de las emo-
ciones de la colectividad.

Por otra parte, el humor insano puede subdividirse en los siguientes


tipologías:
– El humor coercitivo: es un humor agresivo y hostil. Se ejecuta desde
una crítica hiriente para manipular en contra de otras personas. Me-
diante la mofa y la burla, se ríe para agredir o lastimar al otro.
– El humor despectivo: se utiliza para dejar al otro en evidencia y para
ello se vale del sarcasmo. Se ríe del otro desde el desprecio y la supe-
rioridad.
– El humor autodestructivo: persigue el beneplácito y congraciarse con
las personas. En este caso lo hace denigrándose y riéndose de sí mismo
desde la auto-humillación.

3. ALIVIO DE TENSIÓN Y AFRONTAMIENTO DE LA ADVERSIDAD

El uso del humor también ha desempeñado otras funciones encamina-


das a afrontar el estrés, aliviar las tensiones y afrontar las adversidades. Por
medio del humor se gestionan eficazmente acontecimientos estresantes o
amenazadores desactivándolos por medio de la risa.
Para Rojas (2010: 134-148) el sentido del humor desempeña un impor-
tante papel en los mecanismos protectores para superar la adversidad. El
sentido del humor, nos refiere el autor, es una estrategia eficaz contra el
miedo, la ansiedad y la desesperación.
Desde el punto de vista de la resiliencia, nos matiza Rojas Marcos, el
humor desempeña una serie de funciones, como son:
– Nos separa y distancia emocionalmente de la situación estresante o
desencadenante de ansiedad o desesperación.
– Facilita la descarga de tensión emocional y nos hace resistentes al es-
trés.

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– Nos ofrece una «mirada» más desenfadada que nos ayuda a afrontar la
vida de otra forma lúdica y divertida.

Forés y Grané (2008) afi rma que los pilares sobre los que se asienta la
resiliencia son: la autoconfianza, la autoestima, la congruencia, la indepen-
dencia, la capacidad de relacionarse y establecer vínculos saludables y el
sentido del humor. Mediante el humor, podemos encontrar el equilibrio en-
tre la tragedia y la comedia. El humor nos permite reírnos de todo, incluso
de uno mismo.

3. PERSPECTIVAS DESDE LA SEMIÓTICA: EL HUMOR


COMO LENGUAJE

El humor es, según refiere Hernández (2002: 16-18), el resultado natural


de la facultad humana del lenguaje. El lenguaje es una herramienta extraor-
dinaria que posibilita la creación, el arte, la literatura, la broma, el chiste
y por consiguiente la risa. El lenguaje precisamente posibilita construir, y
recrear la realidad. Este lenguaje le concede al ser humano el «poder» de
transferir mediante este instrumento mágico, y hacer que todos las obje-
tos, animales o plantas «hablen» y se comuniquen y promuevan un diálogo
creativo, original y humorístico alejado de la realidad.
De igual forma, en la construcción de monólogos divertidos, diálogos
cómicos, o chistes, los actores se valen de todos los recursos fonéticos, mor-
fosintácticos y semánticos para conseguir el efecto de la risa. Los recursos
que debidamente armados conforman un conjunto de técnicas dispuestas
para el goce y disfrute del público asistente a sus comunicaciones.
A modo de «guía-recordatorio» recogemos en el siguiente cuadro, los
recursos de los que hacemos mención y que pensamos pueden servirle de
ayuda en la elaboración de sus discursos o exposiciones orales o escritas.
(Red, 1999: 45-53).

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RECURSOS Onomatopeya Dar nombre a un objeto animal imitando el sonido que produce.
FONÉTICOS Aliteración Repetición de ciertos sonidos dentro de una misma frase o pá-
rrafo.
Anáfora Repetición de palabras dentro de las frases.
Reduplicación Repetición de una palabra al principio de la frase para subrayar
algún estado de ánimo (nerviosismo, enfado…).
Conversión Consiste en repetir una palabra al final de varias frases.
Paranomasia Semejanza fónica parcial entre algunas palabras.
Concatenación Se trata de hacer una cadena.
Retruécano Se invierten los elementos de una frase, aunque en realidad no hay
un contraste de sentido.
Asonancias y Consiste en hablar en verso asonante con el fin de hacer reír.
Consonancias
Vulgarismos Aprovechar los errores que se cometen en el habla cotidiana para
conseguir el efecto cómico.
Entonación Para caracterizar a personajes.
RECURSOS Derivación Formación de palabras a partir de otras que ya existían
MORFOSINTÁCTICOS Composición Dos o más palabras se unen para formar otra cuyo significado es
distinto de las anteriores.
Prestamos Tomar prestadas palabras de otro idioma y desfigurarlas.
Lingüísticos
Acrónimos Son palabras formadas por iniciales (ejemplo: AVE).
Apócope Es el acortamiento de una palabra por el final (ejemplo: uni).
RECURSOS Juego de Utilizar las palabras para expresar varios significados.
SEMÁNTICOS Palabras
Equívoco Juego de palabras basado en la homonimia, es decir, en la igual-
dad entre dos palabras con un significado distinto.
Paradoja Unir ideas aparentemente contradictorias e irreconciliables.
Enumeración Referir de una manera rápida y ágil, generalmente mediante sus-
tantivos o adjetivos, varias ideas o distintas partes de un concepto.
Prosopopeya Atribuir cualidades humanas a seres inanimados o a animales.
Apóstrofe Invocación emocionada a una persona o cosa personificada.
Hipérbole Afirmación desmesurada o exageración (ejemplo: era tan feo...).
Perífrasis Se dice con una frase amplia lo que podría decirse con menos
palabras.
Comparación Se establece la unión de dos cosas que existen por separado.
Ironía Burla fina y disimulada. Decir lo contrario de lo que se quiere dar
a entender realmente.
Metáfora Establecer una identidad entre dos términos y emplear uno con
el significado del otro.
Metonimia Designar una cosa con el nombre de otra con la que guarda una
relación de causa-efecto, de autor a obra.
Eufemismo Nombrar mediante un circunloquio cosas «desagradables», como
las necesidades fisiológicas o algunas partes del cuerpo.
Absurdo o Expresiones sin sentido que se deben al nerviosismo del persona-
Incongruencia je o a su necesidad de explicarlo todo, simplemente, a la dejadez.

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4. BENEFICIOS DEL HUMOR EN LA COMUNICACIÓN ORAL

Como nos dicta nuestra experiencia, cualquier comunicador que se


precie de tal, sabe del «tesoro» que supone utilizar el humor correctamen-
te aplicado en los procesos de comunicación. Seguidamente trataremos
de sintetizar los beneficios del humor en la comunicación oral (Idígoras,
2002):

DE CARA AL ORADOR

El humor le sirve de apoyo y confianza. Reduce las defensas y los mie-


dos del ponente. La espontaneidad «desenfadada» e hilarante le hace que
adopte naturalidad y credibilidad en su exposición. El humor le ayuda a
aceptar riesgos y asumir nuevos retos ante cualquier oportunidad que se
le presente... Lubrica los canales de comunicación y genera un estilo pro-
pio y peculiar. Le ofrece seguridad para afrontar dificultades. Le sirve de
estímulo frente a la monotonía y la «seriedad» distante, fría. Le ayuda a
buscar nuevos e imaginativos recursos para que el discurso motivador e
impactante.

DE CARA AL PROCESO DE COMUNICACIÓN ORADOR-PÚBLICO

Cuando el orador sintoniza con el público por medio del humor se po-
tencia un vínculo «muy especial» entre el comunicador y público. Se es-
trecha la relación generando una «común-unión» cómplice y participe de
la comunicación. Se proporciona a los asistentes sentimientos de alegría y
encanto compartido. Conduce hacia la generosidad y benevolencia de un
público cautivado por el hilarante discurso.

DE CARA A LOS MENSAJES Y CONTENIDOS QUE SE TRANSMITEN

Se refuerzan los mensajes y contenidos de las presentaciones. Aumenta


la persuasión y mejoran los procesos mnemotécnicos de los asistentes. Nos
hace estar atentos, motivados y «presentes». Consigue que el grupo aprenda
y se divierta. Facilita los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Ayuda a defenderse de ataques o actitudes hostiles. Por medio del hu-
mor se reducen tensiones y se templan las emociones negativas. Se evitan
o reducen conductas agresivas y hostiles. Se desdramatiza situaciones con-

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fl ictivas. Ayuda a escuchar activamente. Reduce las situaciones de tirantez


presentando fórmulas adecuadas jocosas y divertidas que distiendan la ten-
sión generada.

DE CARA AL AMBIENTE QUE SE CREA EN LA SALA

Origina un ambiente positivo, constructivo, relajado, lúdico y divertido.


Crea interés y fomenta la buena disposición. Genera un entorno de tranqui-
lidad que posibilita un clima cálido y cercano. Produce momentos distendi-
dos de encuentro, diálogo compartido y generosidad
En defi nitiva, podemos afi rmar que la aplicación correcta del humor en
los procesos de comunicación consigue, como coloquialmente se dice, «me-
terse el público en el bolsillo», y lo que es más importante, que los mensajes
lleguen de una forma nítida, correcta y emotiva.
Podemos afi rmar y sintetizar que el humor aplicado a los procesos de
comunicación son de suma importancia ya que: Fortalece los lazos y vín-
culos entre las personas. Ayuda romper barreras y bloqueos. Suaviza los
mensajes difíciles y complicados. Potencia la identidad grupal. Reduce ten-
siones (funciona como un amortiguador). Provoca emociones positivas. Se
potencia el recuerdo y la memoria. Contiene un impacto persuasivo y mo-
tivador.
Una vez comprobados los beneficios y si usted está convencido, la tarea
requiere por su parte ganas y tiempo para realizarla con ciertas garantías
de éxito. No se demore y empiece ¡ya!. Seguidamente le ofrecemos una serie
de técnicas y recursos humorísticos que le serán de gran ayuda.

5. TÉCNICAS Y RECURSOS PARA COMUNICAR CON HUMOR

Es evidente que usted no es un cómico, ni un profesional que se dedique


al noble arte de hacer reír (desde aquí nuestro más sentido reconocimiento
a todos esos humoristas, cómicos, clowns y artistas de todos los géneros
que generosamente derrocharon su arte e imaginación humorística para
que gozáramos entre risas francas, abiertas y sinceras).
Pretendemos que este apartado le ofrezca tanto a profesores como a
estudiantes y demás profesionales que se ven obligados a realizar presenta-
ciones, conferencias o charlas, un repertorio de recursos humorísticos con
el objeto de contribuir a elaborar unos mensajes que resulten más atracti-
vos, memorables, persuasivos, cautivadores y eficaces.

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Siguiendo a Jáuregui y Fernández (2010: 133-136) le presentamos un glo-


sario de recursos y técnicas que usted deberá armar, ajustar a su propio
estilo y forma de comunicarse ante su público.

1. Los chistes

Red (1999: 11) nos indica que el chiste es una «habilidad para reunir con
rapidez varias representaciones que, por su contenido interno y por su nexo,
son recíprocamente extrañas».
Entre las distintas clases de chistes encontramos aquellos que están apo-
yados en el juego de sonidos. Otros exploran tópicos para luego recompo-
nerlos. También tenemos chistes de respuestas cortas y cortantes. O aque-
llos malentendidos graves que contienen consecuencias divertidas. Otra
clase de chistes giran entorno a las groserías o cortes mayúsculos. Chistes
de comparaciones, exageraciones o superlativos. Por último encontramos
chistes donde la fuerza reside en la frase lapidaria.
En el mercado existen cientos de libros (Red, 2005; VV.AA., 2007; Na-
cach, 2004) y ¡no digamos por internet!, que, al margen de hacernos pa-
sar unos buenos momentos, nos sugerirán ideas para implementar en las
presentaciones. Si usted desea hacer uso de algún chiste le sugerimos dos
ideas.
La primera, básica y elemental: «aprenda a contarlos» (le sugerimos que
no empiece por el fi nal). Tanto Torrabadella, y Corrales (2002), como Red
(2005), le enseñarán a descubrir las claves de la narración oral y les ayu-
darán a conocer todos los resortes del humor y a emplearlos en el lugar y
momento adecuados. Con estos trabajos podrá mejorar su capacidad para
entender, contar e incluso inventar chistes y anécdotas.
En segundo lugar procure que el chiste sea relevante y oportuno con
el tema que esté tratando. Recuerde también que, si no tiene en cuenta el
«auditorio», el chiste puede resultar desafortunado y puede incluso herir la
sensibilidad de algunos «espectadores».
Por último, Catchcart y Klein (2009) licenciados en Filosofía por la Uni-
versidad de Harvard, bien lo confi rman, ya que entienden que la fi losofía
y los chistes tienen mucho en común y esto lo demuestran con sendos li-
bros donde con su estilo habitual nos invitan a aprender divirtiéndonos. De
muestra bien vale un chiste:
«–Mi abuelo sabía la hora exacta, del día exacto, del año exacto en el
que iba a morir.
–¡Caramba! !Qué alma tan evolucionada! ¿Cómo lo logró?
–Se lo dijo el juez» (Catchcart y Klein, 2009: 127).

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2. La anécdotas

No requieren ensayarlas tanto como los chistes y por lo tanto son más
fáciles de contar. Encontramos libros de anécdotas del mundo empresarial
(Amat, y Puig 2004: 147), por ejemplo, cuando nos previene Kettering «si
quieres matar una idea, crea una comisión para desarrollarla»; otros hacen
alusión a situaciones bélicas (Pernau, 2007: 22), que bajo el título Humor de
combate recoge infi nidad de historias que han servido de desahogo a multi-
tud de personas en épocas de opresión:
«Detienen a un estudiante que ha insultado a gritos, en plena calle, al
estalinista húngaro Rakosi:
–¡Rakosi es un imbécil!
El juez dicta sentencia: “un mes de cárcel por atentar contra el honor
del camarada Rakopsi y veinte años de trabajos forzados, por divulgar
un secreto de Estado”».

Encontramos también anécdotas de policías (Muñoz y Pérez, 2008), de


médicos (De Arana, 2000), de enfermeras (Iborra, 2008), de emergencias
(Iborra, 2008), de veterinarios (Adan, 2009), de farmacéuticos (García,
2009), de secretarias (Gil, 2008), de pediatras (Escamilla, 2009), de funcio-
narios (Martínez, 2008), incluso de putas (Trujillo, 2009).
Pero como pedagogo, no me resisto a contar un par de ejemplos encon-
tramos en anécdotas sucedidas a maestros como escribe Rodríguez (1991:
23), que ha recopilado cientos de respuestas «divertidas» que sus estudian-
tes respondían en los exámenes en su Enciclopedia del disparate del tipo:
«–Clases de pecados: el barbo la trucha y el salmón.
–El pan nuestro de cada día dánoslo de hoy».

En fi n, ya puede comprobar que puede contar con las que hay o en su


defecto empezar a recopilar aquellas que dentro de su entorno laboral más
«chispa» despierten.

3. Cuentos y pequeñas historias

De vez en cuando deberá adaptar algún cuento o historia leída o escu-


chada a las necesidades del guión. En nuestro caso, como hacemos referen-
cia al humor y la risa se nos ocurre la siguiente:
«A un reconocido Catedrático Emérito de Pedagogía le invitaron a
dar su última conferencia en el Campus de la Universidad donde había
ejercido durante 50 años la docencia. Como hacía un día estupendo, dis-
pusieron el evento en el jardín de la Facultad. Cuando iba a comenzar

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su disertación un viento imprevisto se llevó los papeles del discurso a


las ramas de un olivo que se hallaba en el Campus. El veterano profesor
cogido sorpresa y con la experiencia de tantos años de docencia impro-
visó un breve y contundente discurso y dijo con aire solemne: “la risa es
la distancia más corta entre dos personas” dicho esto, con tono cálido
y tranquilo aseguró: “con respecto a los detalles, lo encontraréis en las
ramas del olivo…” al tiempo que bajaba la tarima del orador con una
dulce sonrisa».

4. Metáforas

En la editorial DDB y Colección Serendipity, encontramos a Nick


Owen (2003: 24) con su libro La magia de la metáfora, una excelente obra,
en la que por medio de setenta y siete relatos breves y didácticos presenta
instrumentos esenciales para favorecer la transformación y el cambio. El
citado autor afi rma que:
«La fuerza de un relato breve constituye una de las herramientas
más importantes de cara a la comunicación, a través de un marco de
trabajo, que proporciona al mayor número posible de participantes la
oportunidad de comprender aspectos de las enseñanzas que queremos
transmitir».

Busque metáforas hilarantes y divertidas que refuercen el mensaje de


su exposición.

5. Refranes

El refrán es una oración breve que da una enseñanza o que pretende


manifestar una verdad obtenida de la experiencia. Suelen estar sustentados
en los resultados observados. En nuestro caso, para darle un toque humo-
rístico basta con cambiarlos, modificarlos para que adquieran un elemento
sorpresivo y divertido. Es, al igual que la sal esa «pizca» que sutil y mode-
radamente rociada, da un toque especial al guiso. Pruebe usted mismo y
comprobará que está a su alcance:
• A río revuelto… biodramina a raudales…
• Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: «Tire y Empuje»
• Si el río suena, es que se ahogaron los músicos.
• El dinero no da la felicidad, la trae incluida.
• No soy un completo inútil… Por lo menos sirvo de mal ejemplo.
• Hay un mundo mejor, pero es carísimo.
• No te tomes la vida en serio, al fi n y al cabo no saldrás vivo de ella.
• Dios mío dame paciencia… ¡Pero dámela YA!

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6. Proverbios

Según Cervantes, un proverbio es un frase corta basada en la experiencia


que nos interpela y nos sitúa frente a nuestra realidad. Localice proverbios
de diferentes culturas para reafi rmar alguna idea principal de su discurso.
A continuación le ofrecemos una breve selección de algunos proverbios que
llamaron nuestra atención:
«–Si sus planes son a un año, planta arroz; si son a veinte años, planta
un árbol; si son a más de un siglo desarrolla a las personas (proverbio
chino).
–El hombre inteligente cambia a veces de idea, el loco nunca cambia
(proverbio árabe).
–Sabes cómo puedes hacer que Dios se ría. Cuéntale tus proyectos.
(proverbio hasídico y sufí)».

7. Frases ingeniosas y citas

Seguramente cada uno de nosotros lleva consigo una serie de frases y


citas que nos parecen «rabiosamente» ingeniosas y divertidas. Le invitamos
nuevamente a que siga rastreando y busque aquellas que sean de su interés.
Encontrará las mejores citas humorísticas; que han pronunciado importan-
tes personajes de la política, el cine, las artes y las letras en Red (2005).
Para romper el hielo le presentamos algunas, ¿las conoce?:
«A partir de una edad, cada hombre es responsable de su rostro»,
A LBERT CAMUS.
«Éstos son mis principios, si no les gustan, tengo otros», GROUCHO
M ARX
«La experiencia es el nombre que damos a nuestros errores», OSCAR
WILDE.
«No es que tenga miedo de morir, pero no quiero estar presente cuan-
do eso ocurra», W. A LLEN.
«El humor y el amor son los componentes esenciales de una vida
sana», Dr. PATCH A DAMS.
«Era un señor tan optimista, tan optimista, que una vez le dio un
infarto y dijo que había sido una corazonada» A NÓNIMO.
«Un santo triste no es más que un triste santo», SAN FRANCISCO DE SA-
LES.
«Ser humorista es fácil cuando tienes a todo el gobierno trabajando
para ti», WILL ROGERS.
«Cuando un maestro llama a un chico por su nombre completo es
señal de problemas», M ARK TWAIN.

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8. Haikus

El Haiku, forma poética proveniente de Japón, es un pequeño poema


que, generalmente, está formado por diecisiete sílabas que se dividen en
tres versos, el primero de cinco sílabas, el segundo de siete y el último de
cinco nuevamente; tradicionalmente habla de la naturaleza y sus fenóme-
nos, aunque en ocasiones abarca otras temáticas de la vida. Mario Benedet-
ti (1999) nos presenta algunos que gozan de una fi na hilaridad.
«Canción protesta
después de los sesenta
canción de próstata» (pp. 151).

«Los epitafios
vienen a ser la gracia
del cementerio» (pp.88).

«Cómo reirían
los puntos cardinales
si fueran cinco» (pp. 113).

9. Nuevas tecnologías

Gracias a las nuevas tecnologías hoy en día podemos gozar de infi nidad
de productos con el objetivo de cumplir cualquiera de nuestras pretensiones
comunicativas. Las viñetas de humoristas gráficos, los dibujos y fotografías
manipuladas, así como las grabaciones o los efectos musicales y sonoros di-
vertidos amén de otros elementos audiovisuales pueden resultar impactan-
tes para reforzar nuestros mensajes o puntos fuertes de nuestro discurso o
comunicación.

10. Trucos de magia

He de confesar que desde muy pequeño he sido un gran apasionado al


mundo de la magia y del ilusionismo. Creo que este recurso es algo que us-
ted puede guardar en su «chistera» (nunca mejor dicho). Cuando nadie se
lo espere, salga con algún truco de esos que deja al público «boquiabierto».
No anuncie que va a realizar un juego de magia, simplemente hágalo como
el que no quiere la cosa. Recuerdo a un orador que en un momento de su dis-
curso tomo un vaso con una mano y con la otra tomó una botella pequeña
de agua. Mientras continuaba hablando con el público de la sala y mientras
contaba el nuevo punto que iba a explicar, que versaba sobre la naturalidad
y la simplicidad de las cosas. Cuál sería la sorpresa de todos los asistentes
cuando soltó la mano que sujetaba el vaso y…, !oh milagro! Seguía llenando

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su vaso que permanecía levitando en el aire sin caerse. Lo más llamativo


fue que el ponente seguía hablando como si no se hubiera percatado de
aquel «fenómeno paranormal».

El profesor Jáuregui (2009: 169) nos invita a recopilar todo aquello que
le llame nuestra atención, sin saber en principio cual será su destino final.
Por lo tanto abra tantas capetas como necesite en su ordenador y comienza
a recoger notas graciosas, citas, anécdotas, viñetas…, que sin lugar a dudas,
le dispondrá en una actitud positiva para mirar la vida, las personas y los
acontecimientos desde otro prisma mucho más amable simpático y diver-
tido. Únicamente hay que abrir los ojos y contemplar los sucesos con otra
actitud y emoción positiva en donde se descubra lo humorístico y jocoso
que la realidad le brinda a cada paso.
Algunos profesionales ya lo han hecho y a continuación le pasamos una
selecta muestra de este interesante trabajo:
– Por ejemplo Arangüena (2005) ha recopilado un divertido glosario de
esquelas, anuncios, y noticias para morirse de risa. En estos casos es
cuando reconocemos que la realidad va mucho más allá que la imagi-
nación. Veamos algunos ejemplos:
Esquelas:
–«D. Jaime... gerente de autoescuelas. Ha fallecido en trágico acciden-
te en autopista A-68. D.E.P.» (p. 47).
Negocios (Anuncios):
–«Fontanero. Fugas de agua e instalaciones. Fugas de Gas. Urgencias.
Teléfono… 24 horas. 356 días al año. (p. 100).

– En muchas ocasiones, los niños y niñas son los protagonistas y con


sus frases y preguntas imaginativas nos dejan perplejos (Motos, 2007:
14-18):
«–Juana de 5 años. Un día Juana intentaba ponerse las zapatillas sola,
y le preguntó a su madre: “¿Esta en qué pie va?”. Su madre le contestó:
“En este”. Y la niña dijo: “Vale el otro no me lo digas”» (p. 14).
«–Celia, 3 años. Celia quería jugar con su primo a cuentos de prince-
sas, pero él no quería ser príncipe, ni caballero ni nada, así que ella muy
enfadada le dijo: “Vale, sé tu mismo y abúrrete”» (p. 18).

– Por otra parte el prestigioso y ya desaparecido periodista Carandel (1994)


recoge en su famosa obra Celtiberia Show numerosos carteles y anuncios
que nos sumergen en nuestras raíces «celtibéricas» más profundas.
«–Aparece una foto de un cartel escrito a mano y con faltas de orto-
grafía en ascensor antiguo:

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“No orinase en el azensol pue es peligrozo y pue dar la corriente.


Cacia”».

– En otro de sus libros Carandel (1995: 137) recorre toda la geografía es-
pañola buscando esquelas, necrología, epitafios, florestas mortuorias...
que no tiene desperdicio.
Por ejemplo como epitafio tenemos uno que encargó el escritor y políti-
co andaluz Abelardo López de Ayala a su amigo Arrieta que decía: «YA
NO TOSE».
– Por último, me gustaría reflejar como Gabilondo, Del Val y Zumeta,
(1999: 182) escriben el Estupiadiario. Antología del disparate en donde
reflejan las anécdotas y sucesos más divertidos sucedidos en la radio:
«Luis del Olmo, cuenta que en el programa El debate sobre el estado
de la nación, donde participaban: Tip. Coll, Chumy Chumes, Mingote,
A. Ussía, A. Ozores, Forges y Summers, que sus señorías concedieron el
Título de “Más bonito que un San Luis” a don Juan de Borbón, padre de
su majestad el rey don Juan Carlos. Al fi nal de la cena en la que hicimos
entrega del título, y en medio de un ambiente distendido y cordial que
habían logrado crear con extrema facilidad, Tip invitó a don Juan a jugar
a los chinos. Tip le dijo: “Señor, si no tiene monedas a mano, yo le presto
tres duros con la efigie de su niño”. Cuando acabó la partida, que ganó
Tip, éste se arrodilló ante don Juan y le dijo: “Señor, no se recate. Haga lo
que le apetece: ¡Béseme!”».

Ya ha podido comprobar amigo lector como… ¡¡¡Quién busca, encuentra!!!

6. DESCUBRA EN LAS ADVERSIDADES NUEVAS


OPORTUNIDADES HUMORÍSTICAS PARA COMUNICARSE

Es evidente que quienes estén expuestos «diariamente» a presentacio-


nes o comunicaciones tienen más posibilidades de que le surjan incidentes
o situaciones embarazosas que tiene que resolver rápida y creativamente.
Bien lo saben los docentes que día tras día conviven con la adversidad y los
contratiempos de su profesión.
En este apartado le daremos algunas pistas de cómo sobrevivir ante
estas adversidades de una forma airosa, incluso divertida.
Para ello hemos recurrido a los artistas profesionales del mundo de la
comedia y de la magia (Fuentes, 2009: 174-176) que gracias a su pericia,
experiencia y «saber actuar» tienen numerosos recursos humorísticos para
cuando las cosas salen mal o surgen imprevistos.

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Cuando estamos delante de una clase, grupo o auditorio puede pasar de


todo. Todavía recuerdo aquella ocasión que se fueron las luces de la sala: ni
corto ni perezoso improvisé una respuesta que todo el mundo sabía que era
«falsa» pero siguieron mi juego en generosa complicidad cuando interpelé:
«No le he dicho antes pero es el cumpleaños de mi madre y me gustaría que
os unierais a mi voz cantado... ¡Cumpleaños feliz...!» Se pueden imaginar
las risas y el cachondeo de los asistentes que espontáneamente encendían
sus mecheros y móviles.
Usted ya cuenta con ciertos imprevistos que pueden surgir en cualquier
momento. Por favor no «sufra» y procure articular un repertorio de res-
puestas divertidas y jocosas para cada incidente que le pueda surgir.

A CONTINUACIÓN LE SUGERIMOS ALGUNOS RECURSOS

1. Chistes para reirse de uno mismo


– Al comienzo de la exposición:
«–Requerían para esta “comunicación” una persona conocedora del
tema, experto en la materia que destacara notablemente tanto por su for-
mación teórica como por su praxis. Un persona erudita, amena, motivan-
te y comunicadora… ¡¡Ejem!! Bueno pues... no la han encontrado y me
han llamado a mi... Soy…».
«–Me gustaría recalcar que cuando dije que soy el mejor ponente de la
universidad no estoy exagerando... sencillamente “estoy mintiendo”».
«–La gente me compara con el Dr. Rojas Marcos, me dicen: “compa-
rándote con él, eres una mierda”».

2. Presentando juegos:
– Tras una gloriosa y espectacular presentación del ponente por el coor-
dinador del acto:
«–Yo mismo estoy impaciente por ver que es lo que voy a decir».

Puede hacer gestos mirando a uno y otro lado dando por supuesto que
usted no es «ese» tan renombrado.

3. Saliendo airoso de un fallo:


– Ante un objeto que se cae de la mesa (bolígrafo, papeles…):
«Siempre se me cae el mismo objeto. Empiezo a pensar que me tiene
manía».

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– Cuenta un chiste y fracasa:


«–Pues este chiste era el mejor que tenía para la tarde».
«–Le tengo dicho a mi hijo que este chiste era muy malo».

4. Hablando con un voluntario:


– De vez en cuando se requiere el apoyo de uno de los asistentes. El po-
nente le puede preguntar:
«“–Es la primera vez que sales?” Suelen contestar “–Si…” y en compli-
cidad con el público se les indica: “–Sacarle algo más… ¡lo necesita!”».

– El ponente lanza una pregunta abierta a la audiencia para que se ani-


men a contestarla. El silencio se masca en la sala ya que por lo general
nadie se expone a contestar lo demandado por el orador. El ponente en
tono desenfadado y retador puede seguir motivando a los asistentes de
la siguiente forma:
«Es preferible que la respuesta salga de esta sala más que nada por no
salir fuera y molestar a la gente de la calle o de la cafetería preguntando
la misma cuestión».

– A veces encontramos algunas resistencias entre la gente del público a


salir pero, es la mejor ocasión para soltar un discurso contundente y
divertido (sacado de una espectáculo de Leo Bassi):
«¡Fíjate ni tan siquiera lo hagas por ti, hazlo por tus nietos! Cuando es-
tén en el parque y otros ancianos digan a sus retoños; mirar aquel abuelo
fue el que se negó a salir el 25 de mayo en la jornada sobre trabajo social,
pobres niños que tendrán que cargar con esa “losa” toda su vida».

5. Alguien llega tarde:


«–Para algunos es muy importante la puntualidad, para mi la acogi-
da..., siéntate…».
«–Llega tarde; “¿Ha traído el justificante?”».
«–Todos han cantado ya, ahora le toca a usted entonar el...».
«–Empecemos todo de nuevo». Y durante unos segundos vuelve a co-
menzar su sesión tal y como empezaste.

6. Alguien se levanta y se va:


– No me preocupa en absoluto cuando uno se levanta y se va. Lo que me
da miedo es cuando se levantan vienen y hacia mí.

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– Dirigiéndose a quien se va, con un tono de voz alto e ingenioso:


«–!!Si no estamos de acuerdo lo podemos discutir!!».
«–!Mañana vuelvo a repetir la conferencia a las 22:00 h. te esperamos!».

7. Fomentando el aplauso:

– De vez en cuando el público aplaude por algún comentario o detalle que


le ha parecido divertido e interesante.
– Si aplauden poco puede decir: «Esto se puede hacer de dos formas,
con aplausos o como estamos haciendo».
– Si aplauden solo algunos: «O aplaudimos todos o si no vendrá el
camarero».
– Si solo aplaude uno o dos de la sala: «¡Gracias mamá!» o «¡Esto es
más triste que un funeral de tercera!».

8. Incidencias pactadas: (escuchado «gomaespuma»)

– A mitad de la presentación pueden que te hagan llegar una hoja y con


cara contenida leerla:
«–¡Atención quien tenga aparcado en la puerta edificio un mercedes
rojo metálico, deportivo, ocho válvulas, llantas metalizadas…, matricula
0765 DFG…! ¡QUÉ CONCHAZO TIENES, LADRÓN…!».

9. Azarosas:

– No funciona el micro. Empezar a hablar como si la gente le escucha-


ra… seguir… (hacerse el sueco) Comprobará que la gente se lo hará
saber con gestos o gritos: “¡No se oye!”. Es el momento para sacar su
saltar con sentencia ingeniosa:
«–No se escucha porque no estoy hablando..., estoy haciendo simplemen-
te ejercicios bucales».

– Una imagen sale proyectada al revés:


«–Siempre me gusta mostrar alguna imagen al revés para que no nos
durmamos y nos retorzamos en la silla».

– Un murmullo se escucha desde el fi nal de la clase. En tono alto pregun-


te con cara de incertidumbre:
«–¿Se escucha bien lo que estoy explicando?».
A lo que se suele contestar rápidamente: «–¡¡Sí, sí!!».

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«–Lo digo porque desde aquí también se escucha perfectamente lo que


estáis hablando».

– Llegando al fi nal del discurso la gente suele mirar al reloj por lo que el
ponente entiende que ya va siendo la hora de finalizar. En este preciso
momento el ponente puede romper con lo previsto y decir en alto:
«–A mí, sinceramente no me moleta que la gente mire una y otra vez
su reloj. Lo que me fastidia enormemente es que la gente se lleve el reloj al
oído como preguntándose con cara de asombro: ¿es que no pasa el tiempo
o qué?».

– Suena un móvil: tenemos varias, utilice alguna de estas salidas airosas


o busque alguna otra divertida:
«–¡Por favor diga a mi suegra que no me puedo poner ahora, gracias!».

Todavía recuerdo cómo el humorista gráfico Antonio Fraguas «FORGES»,


campeaba este tema en sendas charlas. En una ocasión antes de empe-
zar su discurso invitó a todos los presentes a encender el móvil durante
un minuto. La cara de sorpresa resplandecía entre los asistentes. En
ese minuto no sonó ningún móvil a lo que Forges añadió: «¡Ya lo han
comprobado, no son tan importantes como a veces se creen. Ahora ya
pueden apagar sus móviles!».
En otra ocasión depositó un euro encima de la mesa presidencial y dijo:
«Al primero que le suene su móvil subirá a recoger el euro. Todos nos
fijaremos quién es y cual ha sido la razón última para no apagarlo».

7. HOJA DE RUTA PARA NAVEGANTES QUE DESEEN APLICAR


EL HUMOR EN COMUNICACIÓN

Seamos honestos y reconozcamos que aplicar el humor en la comunica-


ción no es tarea fácil. Dicha trabajo requiere, preparación, ensayo y mucho
trabajo si lo deseamos hacer «dignamente». Esto me recuerda aquel dicho
que atribuyen al presidente Thomas Woodrow Wilson cuando le pregunta-
ron en cierta ocasión cuánto tiempo necesitaba para preparar sus discur-
sos. Su respuesta fue categórica: «Si voy a hablar diez minutos necesito una
semana, si voy a hablar media hora necesito tres días, si voy a hablar hora
y media… !Estoy listo ya!».
Es cierto que cuando se dispone de poco tiempo para realizar un dis-
curso (sobre todo cuando se participa en mesas redondas o foros similares
en lo que se tiene poco tiempo de disertación) se necesita un tiempo «extra»

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para preparar las claves y puntos fuertes de la comunicación. Sobre todo


se quieren insertar pequeñas pinceladas de humor que seduzcan, motiven,
refuercen y proporcionen dinamismo a la comunicación que hemos prepa-
rado.
El difícil arte de comunicarnos con humor requiere trabajarse personal-
mente, para generar el propio estilo que impregnará la comunicación. Para
Garanto (1983: 50) se traduce en:
– Conocimiento de uno mismo: el sentido del humor penetra en nuestro
yo profundo. Nos descubre como seres humanos imperfectos.
– Conformidad con uno mismo: el humor nos sirve para aceptamos y que-
rernos tal y como somos. Aceptación lúdica, amable y generosa.
– Ser dueño de sí mismo: gracias al autocontrol y a la energía positiva po-
demos enfrentarnos a los acontecimientos afortunados o no, desde una
distancia que nos permita vivir el presente desde una cordial sonrisa.
– Seguridad emocional: el sentido del humor nos transfiere la serenidad
y la paz interior.
– Relación constructiva con los demás: El sentido del humor nos enseña a
establecer relaciones positivas y constructivas con las demás personas.
– Afrontamiento optimista de problemas: El sentido del humor nos ayuda
a superar y hacer frente a las contrariedades de la vida, afrontar fraca-
sos, y preocupaciones con un espíritu lúdico.

Esta forma de exponer y presentar con pinceladas de humor positivo le


ayudará a establecer un vinculo especial con los asistentes a su discurso.
Mantener al público interesado, motivado. Destacar o ilustrar aquellos pun-
tos del discurso que usted considera importantes. Ayudar a que la gente lo
recuerde. En cualquier caso trabajar con humor no significa que convierta
su discurso en un monólogo ni en un recital de chistes.
Entre los consejos y recomendaciones postulamos las siguientes:
• Autenticidad: sea usted mismo. No intente fingir, le descubrirán ense-
guida. Déjese guiar por su corazón y de rienda suelta a sus emociones
positivas.
• Revise su biografía. Descubra sus propias anécdotas hilarantes, gracio-
sas y divertidas que le hayan sucedido. Esté abierto a otras de distinto
calado. Busque aquellas que sean pertinentes y puedan formar parte de
alguno de sus discursos.
• Practique la comunicación gestual y paraverbal (tono, timbre, volumen,
puntos de inflexión….).
• Incluya notas graciosas o jocosas con moderación. Piense que no fue-
ron a ver el Club de la comedia. Usted les hablará de otros temas segura-

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mente serios e interesantes. Eso sí, intente a toda costa que su discurso
sea motivador y atrayente.
• Procure que los recursos que busca sean pertinentes, adecuados y opor-
tunos con el tema y la audiencia a la que se dirige.
• Comunique sus ideas con un estilo sencillo y claro en donde la broma
sea fácilmente identificable y suponga un guiño compartido que usted
comparte con su público
• Persiga un humor positivo, cómplice, amable y generoso; el público se
lo agradecerá y usted disfrutará.

Este es mi eslogan: «GOZAR COMUNICANDO para REIR ESCUCHANDO».

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