Informe Del Taoismo

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TAOÍSMO

El taoísmo es un sistema de filosofía de vida basado primordialmente en el Tao Te


King que la tradición atribuye al filósofo chino Lao Tsé.1234 Sus enseñanzas parten del
concepto de unidad absoluta y al mismo tiempo mutable denominado Tao, que
conforma la realidad suprema y el principio cosmológico y ontológico de todas las
cosas
.
La palabra china tao (o dado, dependiendo de la romanización que se use), suele
traducirse por ‘vía’ o ‘camino’, aunque tiene innumerables matices en la filosofía y las
religiones populares chinas.
El taoísmo filosófico se desarrolló a partir de los escritos de Lao Tsé y Zhuangzi.
Según la leyenda china, Lao Tsé vivió durante el siglo VI a. C. y tradicionalmente se
fecha en ese siglo la redacción del Dàodéjing, aunque según algunas investigaciones
actuales es bastante posterior.
La esencia de la filosofía taoísta se encuentra en el Daodejing (el libro de la vía y el
poder, o del camino y la virtud). El taoísmo religioso se fundó en el siglo III a. C. pero
no se convirtió en un movimiento religioso organizado hasta el siglo II d. C.
El objetivo fundamental de los taoístas
es alcanzar la inmortalidad, si bien, a
veces no se entiende está literalmente, sino como
longevidad en plenitud. De la misma manera, se
decía que las personas que vivían en armonía con
la naturaleza eran inmortales. Lao-Tse fue
deificado como dios taoísta “un inmortal”,
encabezando un enorme panteón de héroes
folclóricos, generales famosos y sabios, todos los
cuales alcanzaron la inmortalidad. Sin embargo,
la antigua forma del taoísmo era la de una
corriente filosófica y no una religión, por lo que los
antiguos pensadores interpretaban por «inmortalidad» el hecho de auto superación
del propio ser en comunidad con el entorno, lo que implica buscar la superación y el
progreso personal y colectivo, de acuerdo con la mutación constante que enseña el
taoísmo.
Posteriormente, el taoísmo se mezcló con elementos del confucianismo, el budismo y
la religión folclórica. La forma concreta de religión taoísta que fue llevada a Taiwán
hace unos 300 años es típica de esta tradición. La característica más distintiva de la
práctica actual es la veneración de los antepasados. Por lo tanto hablar de deidades
taoístas, es totalmente erróneo dejando entrever la manipulación de elemento
tradicionalista del confucianismo y el culto religioso de las creencias míticas de Asia,
las cuales ambas no eran válidas para los antiguos pensadores taoístas como Chuang
Tsé.
Fundamentos del taoísmo
Sinograma de la palabra dào, literalmente ‘camino’.
El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una pasiva, otra activa y una
tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente
entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como
una unidad. Son el yin (fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda...) y el yang (fuerza
activa/concreta, masculina, seca...). La tercera fuerza es el tao, o fuerza superior que
las contiene.
El significado más antiguo que existe sobre el tao dice: «Yi yin, yi yang, zhè wei tao»,
es decir, "un aspecto yin, un aspecto yang, eso es el tao".
Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras:
literalmente, yang significa ‘la ladera luminosa (soleada) de la montaña’, y yin ‘la ladera
oscura (sombría) de la montaña’; entiéndase la idea de montaña como símbolo de
unidad. Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte
de una única naturaleza.
La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones
consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida a la muerte,
no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el
sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.
Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del
que nosotros le damos.
El gran taoísta Lin An define el camino de la felicidad de la siguiente manera:
La gran mayoría de las personas
Qué vacía y mal se siente, porque usa
las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para
Disfrutar de las cosas.
El tao es algo que no puede ser alcanzado por ninguna forma de pensamiento
humano. Es así que casi en su inicio, el Tao te King reza:
El tao que puede ser denominado tao
no es el verdadero tao.
Para este algo no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias;
finalmente, y por necesidad de ser descrito o expresado, se lo denominó tao, que
significa ‘camino’ o ‘sendero [recto o virtuoso]’ que conduce a la meta.
Cuando Lao Tse habla del tao procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea
de algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al
mundo. Porque el tao es como el espacio vacío para que se manifieste el todo.
«Existía antes del Cielo y de la Tierra», dice, y, efectivamente, no es posible decir de
dónde proviene. Es madre de la creación y fuente de todos los seres.
El tao engendró la unidad.
La unidad dio origen a las dos facetas
las cuales dieron el ser a la tríada
y la tríada produjo los diez mil seres.
El tao tampoco es temporal o limitado; al intentar observarlo, no se lo ve, no se lo oye
ni se lo siente. Es la fuente primaria cósmica de la que proviene la creación. Es el
principio de todos, la raíz del Cielo y de la Tierra (la madre de todas las cosas). Pero
si intentamos definirlo, mirarlo u oírlo, no sería posible: el tao regresa al no-ser, ahí
donde es insondable, inalcanzable y eterno.
Todas las cosas bajo el Cielo gozan de lo que es, lo que es surge de lo que no es y
retorna al no-ser, con el que nunca deja de estar ligado.
El tao del no-ser es la fuerza que mueve todo lo que hay en el mundo de los
fenómenos, la función, el efecto de todo lo que es: se basa en el no-ser.
El mundo de los seres puede ser nombrado con el nombre de no-ser y el mundo de
los fenómenos con el nombre de ser. Las diferencias recaen en los nombres, pues el
nombre de uno es ser y el del otro, no-ser, pero aunque los nombres son distintos, se
trata de un solo hecho: el misterio desde cuyas profundidades surgen todos los
prodigios.
Al encontrar el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno,
estamos en el camino del tao.
El taoísmo excluye el concepto de ley y lo sustituye por el de orden. Es decir, las cosas
son de determinada manera debido a que su posición en un universo en permanente
movimiento les confiere una naturaleza que las obliga a ese comportamiento. Así lo
explica Dong Zhongshu, filósofo chino del siglo II a. C.:
Cuando se vierte agua en el suelo, esta evita las partes secas y va hacia las que están
húmedas. Si dos troncos se colocan en el fuego, este evita el mojado y enciende el
seco. Todas las cosas rechazan lo que es distinto y siguen lo que es igual.
Del mismo modo, las cosas hermosas llaman a otras cosas en la clase de las
hermosas, las repulsivas llaman a otras en la clase de las repulsivas. Esto proviene
del modo complementario en que se corresponden las cosas de la misma clase. Las
cosas se llaman unas a otras, lo igual con lo igual; un dragón trayendo lluvia; un
abanico apartando el calor; el sitio donde ha estado un ejército, llenándose de zarzas...
Las cosas, hermosas o repulsivas, tienen todas un origen. Si se cree que construyen
el destino es porque nadie conoce dónde está su origen. No hay ningún suceso que
no dependa para su inicio de algo anterior, a lo que responde porque pertenece a la
misma categoría, y por eso se mueve.

El alma inmortal del adepto taoísta.


Tao es el nombre global que se da al orden natural. El objetivo del tao es enseñar al
hombre a integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo en
concordancia y armonía. El tao no es un creador porque nada en el mundo se crea ni
el mundo es creado. Enseñar a compenetrarse con esta naturaleza y armonía de tal
modo que llegue a experimentar en su propio
cuerpo sus ritmos vitales. Sintonizándose el cuerpo
humano mediante una serie de ejercicios con estos
ritmos, ganando así serenidad mental y energía
física.
A principios del siglo IV a. C. los filósofos chinos
escribían sobre el yin y el yang en términos
relacionados con la naturaleza.
Observando de la perspectiva del tao, se ve cómo
todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y
luego retornan a su raíz. Vivir y morir es
simplemente entrar y salir.
Las fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el tao. El camino del no-
ser lleva a la quietud y la observación, y conduce de lo múltiple al uno. Para poder
recorrer ese camino hace falta preparación interna. Mediante la práctica espiritual , la
perseverancia, el recogimiento y el silencio se llega a un estado de relajación que debe
ser tan sereno que posibilita la contemplación del ser interior, el alma, y así se logra
ver lo invisible, escuchar lo inaudible, sentir lo inalcanzable.
Una historia representativa del pensamiento taoísta sería la siguiente: (Adaptado a
partir de Las religiones del mundo, de Huston Smith).
El caballo de un campesino se escapó. Ante la conmiseración de su vecino, el
campesino le dijo: « ¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y tuvo razón, porque al día
siguiente el caballo regresó acompañado de caballos salvajes con los cuales había
trabado amistad. El vecino reapareció, esta vez para felicitarlo por el regalo caído del
cielo, pero el campesino repitió: « ¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y otra vez tuvo
razón, porque al día siguiente su hijo trató de montar uno de los caballos salvajes y se
cayó, rompiéndose una pierna. El vecino volvió a mostrar su pesar, y recibió
nuevamente la anterior pregunta: « ¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y el campesino
tuvo razón una cuarta vez, porque al día siguiente aparecieron unos soldados para
reclutar al hijo, pero lo eximieron por encontrarse herido.
Lejos de una amoralidad o de una moralina latitudinaria, el taoísmo preconiza la
armonía, allí está el equilibrio, un absoluto sobre las relatividades.
Esta ética se refleja en el arte.
Al llegar el budismo a China, el contacto entre el budismo y el taoísmo produjo entre
otros efectos la escuela religiosa y filosófica budista Chan (sinización de la palabra
sánscrita dhyana, que significa: meditación) y, esta, al pasar a Japón originó el zen.
El taoísmo influyó en numerosas áreas del conocimiento como la medicina y ciertas
escuelas de meditación, e incluso las artes marciales. Existe un paralelismo en ciertas
concepciones del taoísmo con el Tantra, en especial la visión del mundo como un
ecosistema, y la consideración de una vía de iluminación dentro del acto sexual.
Características y elementos principales

Laozi (Lao-Tsé): 604 a. C., obra principal Tao te ching.


Preconiza: Armonía del hombre con el tao, al curso
etéreo y dialéctico de los acontecimientos.
Reprueba: La guerra, la resignación, la codicia, los
prejuicios, los convencionalismos, los tabúes, la
desigualdad, la sumisión, el sometimiento dogmático a
normativas absolutistas o preconceptos prejuiciosos
(lealtad filial, nacionalismo, legalismo, sumisión al culto,
etc.).
Preceptos: No posee un dogma al cual los fieles deben limitarse.
Virtudes: Piedad, magnanimidad, abnegación, bondad, sacrificio personal, plantar
árboles (entregar algo a la naturaleza u otros humanos), hacer caminos (en los
mismos modos que los árboles), ser introspectivo, ser analítico, contemplativo y
meditativo, fomentar la honestidad y la equidad, enseñar al que no sabe.

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