Benites Mendoza La Aplicacion Del Principio de Casualidad Al Gasto de Responsabilidad Social Empresarial Limites y Alcances PDF
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Benites Mendoza La Aplicacion Del Principio de Casualidad Al Gasto de Responsabilidad Social Empresarial Limites y Alcances PDF
ESCUELA DE POSGRADO
AUTOR
ASESOR
LIMA – PERÚ
2017
1
RESUMEN
2
ÍNDICE
Introducción 5
Capítulo I 6
El principio de causalidad en la deducción de gastos para efectos de la
determinación del Impuesto a la Renta
Capítulo II 55
Responsabilidad social empresarial
Fundamento constitucional de la responsabilidad social empresarial. 56
La definición “jurídica” de responsabilidad social empresarial a partir
del Soft Law. 80
Materias sobre las que se desarrolla la responsabilidad social
empresarial según la ISO 26000 y el objeto de análisis.
Capítulo III 89
Deducción de los gastos vinculados al cumplimiento de las políticas de
responsabilidad social empresarial
Liberalidades y el cumplimiento del principio de causalidad. 92
Alcances de la deducción de los gastos por RSE según la
Administración Tributaria y la jurisprudencia del Tribunal Fiscal. 98
Los hechos imputables al contribuyente y la obligatoriedad de asumir
dichos gastos. 111
Alcances de la deducción de los gastos por RSE según la
interpretación del Poder Judicial y Tribunal Constitucional. 115
Tratamiento internacional de las erogaciones vinculadas a RSE, según
la doctrina y jurisprudencia de los Tribunales Administrativos Europeos 118
3
Fundamentos de la deducibilidad de los gastos de RSE:
Necesidad, beneficio u obligación. 118
Lineamientos para la deducción de un gasto por concepto
de responsabilidad social empresarial. 132
Conclusiones 136
Bibliografía 147
4
INTRODUCCIÓN
5
CAPÍTULO I
6
CAPÍTULO I
7
El sustento del indicado modelo reside en los artículos 58 y siguientes de la
Constitución Política de 1993, y de acuerdo con el Tribunal Constitucional,
como máximo intérprete de la Constitución, se desarrolla con sujeción a los
valores axiológicos de libertad y justicia.
1
A pesar de no contar con una base en el derecho positivo, el principio de solidaridad ha sido
reconocido por el Tribunal Constitucional como un nexo ético y común que vincula a quienes
integran una sociedad política, en virtud del cual los ciudadanos cumplirían deberes orientados
a la satisfacción de necesidades sociales y objetivos comunes; dicho criterio fue desarrollado en
la Sentencia que resolvió el Expediente N° .00004-2010-PI/TC.
2
Lo indicado ya había sido puesto de relevancia por el Tribunal Constitucional, mediante la
Sentencia que resolvió el Expediente N° 06089-2006-PA/TC, al pronunciarse señalando que el
ciudadano no es únicamente el contribuyente que colabora con el tesoro público, sino también
el encargado de colaborar con el Estado para lograr el progreso social.
En este tipo de Estado, el ciudadano ya no tiene exclusivamente el deber de pagar tributos, concebido según
el concepto de libertades negativas propio del Estado Liberal, sino que asume deberes de colaboración con la
Administración, los cuales se convertirán en verdaderas obligaciones jurídicas. En otras palabras, la
transformación de los fines del Estado determinará que se pase de un deber de contribuir, basado
fundamentalmente en la capacidad contributiva, a un deber de contribuir basado en el principio de solidaridad.
(2007: fundamento 21).
8
proporción a su capacidad contributiva y con sujeción a los límites y
parámetros constitucionales. En este escenario, el Impuesto a la Renta
adquiere importancia debido a que su principal justificación se basa en
razones de equidad; así, la renta se considera como la base más aceptable
para distribuir los gastos públicos (Due y Friedlander, 1977: 294).
Entonces, al igual que las personas naturales, las empresas no solo deben
cumplir con la determinación y pago de los Impuestos, en orden a su
capacidad tributaria, sino que, asimismo, se encuentran obligadas a
mantener un comportamiento acorde con las exigencias del régimen social
de mercado atendiendo las necesidades propias de la sociedad, en el devenir
de las actividades económicas.
En virtud del indicado principio, debe existir una relación entre el gasto y la
generación de ingresos en la determinación del Impuesto a la Renta.
3
De acuerdo con lo indicado por el Tribunal Constitucional, con motivo de la emisión de la
Sentencia que resolvió el Expediente N° 06089-2006-AA (2007: 21):
En este tipo de Estado el ciudadano ya no tiene exclusivamente el deber de pagar tributos, concebido según
el concepto de libertades negativas propio del Estado Liberal, sino que asume deberes de colaboración con
la Administración, los cuales se convertirán en verdaderas obligaciones jurídicas. En otras palabras, la
transformación de los fines del Estado determinará que se pase de un deber de contribuir, basado
fundamentalmente en la capacidad contributiva, a un deber de contribuir basado en el principio de
solidaridad [el destacado es mío].
4
Consideramos relevante resaltar que la naturaleza de las prestaciones exigidas por este
principio puede mantener naturaleza tributaria o no tributaria, en tanto que el Deber de Contribuir
no está ligado a los parámetros de la potestad tributaria. Al respecto, Durán Rojo concluye que
“En buena cuenta, se trata de transitar de una relación mandato-obediencia basada en la
coerción, a una basada en el consenso de que el Deber de Contribuir es un valor aceptado
culturalmente por todos. [...] Ello supondrá convertir a la tributación en un instrumento valiosísimo
para la consecución de los fines constitucionales [...].”(2006: 95).
5
Cuyo Texto Único Ordenado fue aprobado por Decreto Supremo N° 179-2004-EF.
10
deducción no esté expresamente prohibida por esta ley, en consecuencia son
deducibles: […] [el destacado es mío].
6
Aprobados mediante la Tercera Disposición Final de la Ley N° 27356, que modificó el artículo
37 de la Ley del Impuesto a la Renta.
15
Al respecto, en nuestra opinión, dicha vinculación debe entenderse de
forma amplia, abarcando no solo a las erogaciones estrictamente
indispensables, sino también a aquellas no indispensables, pero
convenientes, o que potencialmente podrían coadyuvar a la generación
de la renta gravada o al mantenimiento de la fuente productora de tales
rentas; bajo esta interpretación, la relación causal también admitiría la
existencia de beneficios indirectos y/o potenciales, conforme
desarrollaremos a continuación.
7
En la actualidad, la línea interpretativa del Tribunal Fiscal puede ser denominada “causalidad
indirecta”.
16
existe una relación de necesidad en la medida que el gasto resulte
conveniente para que el contribuyente genere ingresos o mantenga la
fuente de la cual estos provienen; dichos criterios han sido claramente
aplicados en las Resoluciones de Tribunal Fiscal N°s. 16591-2010, 3104-
4-2010, 3942-5-2010, 1828-2-2009, 556-2-2008, 6983-5-2006, 8318-3-
2004, y 2607-5-2003.
Dicha interpretación amplia fue aplicada por el Tribunal Fiscal, con motivo
de la emisión de la Resolución N° 016591-3-2010 que “el principio de
causalidad no puede ser analizado en una forma restrictiva sino más bien
amplia, comprendiendo en él todo gasto que guarde relación no solo con
la producción de rentas, sino con el mantenimiento de la fuente, siendo
que esta relación puede ser directa o indirecta, debiendo analizarse en
este último caso los gastos conforme con los principios de razonabilidad
y proporcionalidad” (2010: 45).
17
No todos los gastos incurridos por la empresa son directamente necesarios para
la obtención de los ingresos, sin que ello impida reconocer su deducibilidad para
efecto de determinar la renta neta del ejercicio, como es el caso de los
denominados “gastos convenientes” a la actividad gravada, como son los gastos
de representación, los de atención al personal, los gastos promocionales que
implican entrega de bienes, cobranza, y otros que se encuentren relacionados
con los ingresos. En estos términos, en muy pocas ocasiones podrá calificarse
de liberalidad el gasto incurrido por una empresa, pues siempre tendrá como
objetivo final la obtención de un beneficio.
18
Y es que, como indica Santiváñez Guarniz, la tarea de determinar los
gastos necesarios o no para los negocios es compleja, toda vez que debe
considerar aspectos adicionales a los legales, tales como el giro del
negocio, la proporcionalidad del gasto, entre otros; en ese sentido es que
la especialista señala que:
19
Complementariamente, mediante la Resolución N°2470-10-2011, el
Colegiado interpretó lo siguiente:
Las particularidades del análisis han sido puestas a prueba por el Tribunal
Fiscal en la resolución de diversos casos, tales como el de la deducibilidad
de penalidades, compensación de daños, o la de aquellos casos
vinculados a negocios infructuosos, ya que en ambos supuestos, los
gastos no tienen directa vinculación con la generación de ingresos
gravados con el Impuesto; como ejemplo de ello tenemos:
RTF N° 17929-3-2013:
RTF N° 11450-5-2011:
El pago de la prima es gasto deducible al cumplir con la causalidad, toda vez que
elimina el riesgo de obtener pérdidas en la posición que se toma en el contrato
de opción, siendo que se obtiene el derecho mas no la obligación de ejercerla, y
en la medida que se trata de una operación de cobertura con recursos orientados
al capital de trabajo y actividades operativas. (2011: 47).
RTF N° 4754-3-2014:
20
causados por el derrame de crudo en aguas cercanas a las localidades, aliviando
la imposibilidad de las poblaciones afectadas de las comunidades ribereñas, del
consumo de sus aguas y de sus productos hidrobiológicos. (2014: 15).
23
parámetro para la determinación de la base imponible del impuesto sobre
las ganancias; no obstante lo señalado, hemos encontrado que la
interpretación de la referida relación de causalidad sí varía en cada
jurisdicción, y que en la mayoría de casos los tribunales fiscales han
optado por interpretaciones restrictivas del concepto de necesidad del
gasto.
8
La Ley se aprobó mediante el Decreto Legislativo N° 824.
24
similares, cuando no correspondan a bienes necesarios para el desarrollo del
giro habitual del contribuyente” [el destacado es mío].
9
Entre los otros requisitos analizados para aceptar la deducción del gasto, el Tribunal exige (i)
que no se encuentren ya rebajados como parte integrante del costo directo de los bienes y
servicios requeridos para la obtención de la renta; (ii) que el contribuyente haya incurrido
efectivamente en el gasto, sea que éste se encuentre pagado o adeudado al término del ejercicio.
De modo que para el debido cumplimiento de este requisito, es menester que el gasto tenga su
origen en una adquisición o prestación real y efectiva y no una mera apreciación del
contribuyente; y (iii) que se acrediten y justifiquen en forma fehaciente ante el SII, quien puede
impugnar los medios probatorios aportados por el contribuyente si por razones fundadas no se
estimaren fehacientes.
10
Los requisitos han sido reiterados por el SII, especialmente en el Oficio N° 336, de fecha 24
de febrero de 2010.
25
Así, la Administración Tributaria chilena interpreta que la deducibilidad
de un gasto se permitirá en tanto reúna los siguientes requisitos, de
forma conjunta:
26
La necesidad del gasto implica determinar, en cada caso concreto,
considerando las circunstancias particulares de la actividad o negocios
desarrollados por el contribuyente, si el tipo o clase de desembolso incurrido,
favorece y ayuda a la actividad generadora de la renta afecta a IDPC.
27
que no se verificaba una relación directa entre el gasto y el ingreso
(2015: Fundamento sexto, RIT GR-12-00059-2014).
11
Dicha opinión fue expedida mediante Oficio N°.336, de fecha 24 de febrero de 2010.
28
particulares emitidas por la propia Administración Tributaria y los
Tribunales Fiscales de dicho país, que hasta hace algunos años
defendían una interpretación predominantemente restrictiva de dicha
causalidad.
12
La aplicación y alcances de la instrucción contenida en la Circular N° 49 fue confirmada por el
Oficio N° 3.286 de 12 de noviembre de 2009, por el Departamento de Impuestos Directos de
Chile.
13
En el fundamento 2 del Oficio N°683 se indicó:
2.- Sobre el particular, en primer término es preciso señalar que por tratarse de hechos y consideraciones de
derecho completamente distintas, no resultan aplicables en este caso las disposiciones de la Circular N°49, de
2001, de este Servicio, la que se refiere a la aceptación como gasto necesario para producir la renta para los
efectos de la Primera Categoría de la Ley sobre Impuesto a la Renta, de las cantidades que desembolsen las
empresas en la construcción y mejoramiento de caminos públicos.
29
De lo expuesto, es posible sostener que aun cuando la normativa
chilena contempla que la deducción de gastos dependerá de su
necesidad, la interpretación respecto de los alcances y límites de la
indicada relación causal viene evolucionando a una de tipo amplia.
Artículo 80. Los gastos cuya deducción admite esta ley, con las restricciones
expresas contenidas en la misma, son los efectuados para obtener, mantener
y conservar las ganancias gravadas por este impuesto y se restarán de las
ganancias producidas por la fuente que las origina. Cuando los gastos se
efectúen con el objeto de obtener, mantener y conservar ganancias gravadas y
no gravadas, generadas por distintas fuentes productoras, la deducción se hará
de las ganancias brutas que produce cada una de ellas en la parte o proporción
respectiva.
Cuando medien razones prácticas, y siempre que con ello no se altere el monto
del impuesto a pagar, se admitirá que el total de uno o más gastos se deduzca
de una de las fuentes productoras [el destacado en mío].
31
a los efectos de su calificación, no debe ser valorado desde el punto de vista de
la libertad del contribuyente, sino por su relación con el propósito que se busca
(2014: Considerando V, Expediente N°36.094-I).
Desde que dedujo indebidamente del impuesto a las ganancias la multa que le
fuera aplicada por el Banco Central sin que exista la necesaria conexión entre el
gasto mencionado y la obtención, mantenimiento o conservación de la renta,
pues tal calificación implica la realización o no de la erogación tiene algún efecto
directo o indirecto, en los ingresos del contribuyente o en la fuente que los genera
o que sin esos gastos la fuente perecería o se desmerecía (2004, causa
Goldstein Eduardo).
32
“Acford SAC” al establecer que ese concepto de “necesidad” es relativo y debe
apreciarse en función de la finalidad de las erogaciones4. Y tal fue el criterio que
inspiró la modificación del impuesto a los réditos en la reforma el 1946 (decreto
14.338/46), cuando amplió las deducciones para la renta de 3ª categoría a todos
los gastos inherentes al giro del negocio y que también motivó fallos del
mencionado Tribunal Fiscal (1980: 170).
Artículo 81. De la ganancia del año fiscal, cualquiera fuese la fuente de ganancia
y con las limitaciones contenidas en esta ley, se podrá deducir: […]
34
criterio flexible que confirmaría la aplicación de un criterio amplio de
causalidad.
35
conceptos a los que el legislador tributario no les ha dado esa connotación, se
entienden excluidos para efectos de determinar la renta anual del contribuyente.
14
Sala de lo Contencioso-Administrativodel Consejo de Estado, de fecha 13.10.2005.
36
dichas actividades (2010, Expediente N° 25000-23-27-000-
2006-00792-01).
15
Dicho criterio fue desarrollado en la Sentencia N° 16717, emitida por el Consejo de Estado, el
11 de noviembre de 2009.
16
Dicho criterio fue desarrollado en la Sentencia N° 17075, emitida por el Consejo de Estado, el
10 de marzo de 2011.
37
efecto, para dicho órgano resolutor, la relación de causalidad significa
que los gastos, erogaciones o simplemente salida de recursos del
contribuyente, deben guardar una relación causal, de origen-efecto con
la actividad u ocupación que le genera la renta al contribuyente.
38
disposición en contrario, deberán corresponder a egresos causados no
imputables al costo, normales y necesarios, hechos en el país con el objeto de
producir el enriquecimiento.
39
Entonces, tenemos que la normativa tributaria venezolana sí permitiría
la deducción de gastos ejecutados al amparo de políticas de
responsabilidad social empresarial, a diferencia de lo que ocurre en la
Ley del Impuesto a la Renta peruana, e incluso de forma más amplia
que la normativa chilena (caminos públicos), que a pesar de
contemplar la deducción de ciertas donaciones, no prevé la
deducibilidad de los gastos en cumplimiento de responsabilidad social
de manera expresa.
40
En consecuencia, es posible apreciar que los parámetros establecidos
por la normativa salvadoreña son similares a los acogidos por el
legislador peruano, en tanto que aluden a la relación de necesidad
entre la generación de renta y el mantenimiento de la fuente productora
de esta, y además al carácter normal o propio del giro de negocio.
Artículo 27.- Las deducciones autorizadas en este Título deberán reunir los
siguientes requisitos:
I. Ser estrictamente indispensables para los fines de la actividad del
contribuyente, salvo que se trate de donativos no onerosos ni remunerativos,
que satisfagan los requisitos previstos en esta Ley y en las reglas generales que
17
Entre los otros requisitos, la normativa exige (i) Estar amparadas con un comprobante fiscal y
que los pagos cuyo monto exceda de $2,000.00 se efectúen mediante transferencia electrónica
de fondos, bajo determinadas condiciones; (ii) Estar debidamente registradas en contabilidad y
que sean restadas una sola vez; (iii) Cumplir con las obligaciones establecidas en esta Ley en
materia de retención y entero de impuestos a cargo de terceros o que, en su caso, se recabe de
estos copia de los documentos en que conste el pago de dichos impuestos; (iv) Que cuando los
pagos cuya deducción se pretenda realizar se hagan a contribuyentes que causen el impuesto
al valor agregado, dicho impuesto se traslade en forma expresa y por separado en el
comprobante fiscal correspondiente; (v) En los casos en los que las disposiciones fiscales
establezcan la obligación de adherir marbetes o precintos en los envases y recipientes que
contengan los productos que se adquieran, la deducción, solo podrá efectuarse cuando dichos
productos tengan adherido el marbete o precinto correspondente; (vi) Que en el caso de intereses
por capitales tomados en préstamo, estos se hayan invertido en los fines del negocio.
41
para el efecto establezca el Servicio de Administración Tributaria y que se
otorguen en los siguientes casos [el destacado es mío].
En suma, es dable afirmar que los requisitos que permiten determinar el carácter
deducible de algún concepto tradicionalmente se vinculan a criterios que buscan
ser objetivos, como son la justificación de las erogaciones por considerarse
necesarias, su identificación con los fines de la negociación, la relación que
guardan los conceptos de deducción con las actividades normales y propias del
contribuyente, así como la frecuencia con la que se suceden determinados
desembolsos y la cuantificación de los mismos.(2006, Amparo en Revisión
1662/2006 Grupo TMM,S.A.).
42
Por consiguiente, en este escenario, ni a nivel normativo ni
jurisprudencial se toleraría la deducibilidad de gastos en materia de
responsabilidad social empresarial.
[…]
18
Ley publicada el 27 de noviembre de 2014.
43
Como ejemplo de lo señalado, encontramos la Sentencia emitida el 21
de noviembre de 2013 por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de
la Audiencia Nacional de España, en la que se estableció que:
44
De igual forma, la Sentencia del 3 de julio de 2012 emitida por la
Sala 3 del Tribunal Supremo de España, en la que para efecto del
análisis del concepto “gastos deducibles” ligado a la “necesariedad”,
incorpora un interesante criterio de análisis referido a la
“conveniencia para la gestión de la empresa”. A continuación
reproducimos las partes pertinentes de la sentencia:
45
de la sentencia, resulta ser un mero "obiter dicta", sin duda erróneo,
pero sin consecuencia decisoria alguna, la afirmación que se
contiene en las últimas líneas del fundamento de derecho cuarto de
la sentencia recurrida, que parcialmente hemos reproducido, en el
sentido de que el artículo 14 de la Ley 43/95 no sería aplicable al
caso, dado el ejercicio liquidado, porque como se desprende del
texto del citado fundamento ha sido precisamente en explícita
función de este artículo como la Sala de instancia ha resuelto la
cuestión.
47
deducibilidad de gastos, conforme se desprende de los siguientes
pronunciamientos emitidos por el Tribunal Económico Administrativo
Central español19:
19
Dicho criterio además es fundamento de la Resolución N° 00/358/2009 (03/02/2010).
48
descripción suficiente de los servicios prestados, al referirse a ellos
con la genérica expresión "Admin. Agreement 3), que no representa
en modo alguno una descripción de la operación en términos
suficientes, y a mayor abundamiento, hallándose las necesidades de
la empresa en las áreas en que supuestamente se prestan los
servicios por XS, satisfechas por los propios recursos de la entidad
y de los servicios concertados con otras empresas del grupo, ha de
rechazarse la deducibilidad de los gastos en cuestión y confirmarse
las liquidaciones impugnadas.
49
por otra parte, gastos de desplazamientos y
manutención correspondientes a personas que no
mantienen relación laboral ni profesional con la
interesada, califican como liberalidades, en tanto que,
aun cuando pueden ser convenientes para el
funcionamiento de la empresa, no son necesarios para
la obtención de los ingresos (TEAC 2000: Resolución N°
00/7105/1996).
51
A modo de conclusión sobre los temas tratados en el presente capítulo, y para
efectos de la presente tesis, la deducción de un gasto dependerá de la incidencia
en la conformación de un beneficio20, que podría venir dado por el incremento de
los ingresos sujetos a imposición o la conservación de la fuente productora de
dichos ingresos (sea que se trate de un activo fijo, una empresa, o un fondo de
comercio u otro bien de capital).
20
Entre las acepciones que la Real Academia de la Lengua Española contempla para “beneficio”,
se encuentra la “Ganancia económica que se obtiene de un negocio, inversión u otra actividad
mercantil”.
52
En cuanto a la potencialidad del ingreso, Durán Rojo anota:
Ahora bien, en el sentido que comentamos, resulta claro que también en los dos primeros
casos, el gasto es deducible, incluso si no se llega a generar rentas, pues lo que importa
no es la efectividad, sino su potencialidad.
53
CAPÍTULO II
54
CAPÍTULO II
55
En nuestro país, este concepto no se encuentra desarrollado a nivel legislativo,
sin embargo encontramos definiciones internacionales que nos permitirán
estudiarlo, así como fundamentos constitucionales que defienden su
cumplimiento como un deber para todos los miembros de la sociedad, y que por
tanto constituirán argumentos para sustentar su deducibilidad en la
determinación del Impuesto a la Renta, conforme desarrollemos más adelante.
21
Dicha interpretación fue aplicada por el Tribunal Constitucional, con motivo de la expedición
de la sentencia que resolvió el Expediente N° 01535-2006-AA (emitida el 31 de enero de 2008).
56
Sin embargo, cabe preguntarnos qué ocurre cuando el Estado fracasa en
el cumplimiento de su rol al incumplir con la satisfacción de las
necesidades comunes y la distribución de la riqueza; en dicha
circunstancia es que los ciudadanos (es decir, los privados) deberán de
participar para velar por el cumplimiento de los fines constitucionales
señalados.
57
factor dirimente ante cualquier conflicto entre los intereses privados y la
defensa de los intereses colectivos.
8. Así también cabe advertir que con relación al principio de solidaridad, este
Tribunal en los Expedientes N°s. 2945-2003-AA/TC y 2016-2004-AA/TC ha
precisado que: “La solidaridad implica la creación de un nexo ético y común que
vincula a quienes integran una sociedad política. Expresa una orientación
normativa dirigida a la exaltación de los sentimientos que impulsan a los
hombres a prestarse ayuda mutua, haciéndoles sentir que la sociedad no es algo
externo sino consustancial. El principio de solidaridad promueve el cumplimiento
de un conjunto de deberes, a saber:
58
como también de las demás especies (2011: Fundamento 8, Sentencia N° 0004-
2011-AI).
Así, el juicio estimativo y el juicio lógico derivado de la conducta del Estado sobre
la materia tienen como horizonte tuitivo la defensa de los intereses de los
consumidores y los usuarios. En lo segundo, la Constitución reconoce la facultad
de acción defensiva de los consumidores y usuarios en los casos de transgresión
o desconocimiento de sus legítimos intereses; es decir, apareja el atributo de
exigir al Estado una actuación determinada cuando se produzca alguna forma
de amenaza o afectación efectiva de los derechos de consumidor o usuario,
incluyendo la capacidad de acción contra el propio proveedor (2006:
Fundamento 28, Expediente N° 1535-2006-PA/TC).
60
defendida por Friedman (citado en Lattuada 2012: 25), deviene en
antagónica con el nuevo esquema económico y social:
61
Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente
las obligaciones jurídicas, sino también ir más allá del cumplimiento
invirtiendo en el entorno local y contribuyendo al desarrollo de las
comunidades en que se inserta, sobre todo de las comunidades locales.
En el marco del Estado Social y Democrático de Derecho de la Economía
Social de Mercado y del Desarrollo Sostenible, la responsabilidad social
se constituye en una conducta exigible a las empresas, de forma
ineludible (2005: Fundamento 18).
62
muestra de esto, es conveniente citar la jurisprudencia colombiana,
emitida por dicha Corte Constitucional:
63
La Corte Colombiana, mediante una sentencia emitida el 9 de setiembre
de 2013, también considera que la RSE tiene como finalidad afianzar un
compromiso social, en donde todos colaboramos como parte de la
sociedad para conseguir el bienestar colectivo, en el entendido de que la
empresa interactúa con la sociedad al momento de realizar sus
actividades. La finalidad de constituirse como un vehículo para elevar la
competitividad de las empresas fue expuesta en la misma sentencia
(2013: Sentencia 150-2013).
64
[…]
El deber-derecho de solidaridad corre a cargo y a favor de cada miembro de la
comunidad, constituyéndose en patrón de conducta social de función recíproca,
adquiriendo una especial relevancia en lo relativo a la cooperación de todos los
asociados para la creación de condiciones favorables a la construcción y
mantenimiento de una vida digna por parte de los mismos.
[…]
En el ámbito de nuestro ordenamiento jurídico discurren múltiples expresiones
de la solidaridad, siendo pertinente destacar, entre otras las siguientes: (i) la que
le corresponde asumir al Estado, a la sociedad y a la familia frente al derecho a
la vida digna; (ii) la que le atañe a las personas frente al deber de contribuir al
financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de
justicia y equidad; (iii) la que le corresponde al empleador frente a la dignidad
del trabajador que padece de alguna enfermedad catastrófica, manteniéndolo en
su cargo, o si existe posibilidad de contagio, reubicándolo en otra plaza (2004:
Fundamento 1.2.).
La RSE involucra el manejo de una empresa que posee una estrategia gerencial
orientada a la acción basada en un conjunto de políticas, prácticas y programas
que se encuentran integrados a través de las operaciones del negocio. La toma
de decisiones incluye un compromiso voluntario de contribuir con el desarrollo
sostenible mediante la adopción de medidas que equilibran las demandas de
todos los grupos de interés relevantes (accionistas, empleados, clientes,
proveedores y las comunidades locales). Estas decisiones debieran maximizar
el impacto positivo y minimizar los efectos negativos del negocio, al tiempo que
65
deben mantener su preocupación por las necesidades de largo plazo de la
sociedad de forma tal que apunten hacia o excedan las expectativas éticas,
legales, medioambientales y comerciales de la sociedad, entre otras más,
tratando, a su vez, que su desempeño refleje su responsabilidad con la sociedad,
explicando, justificando o informando sobre sus acciones (2009: 41).
66
A pesar de los beneficios señalados, investigaciones sobre el avance e
incorporación de políticas de RSE nos han permitido conocer que, de
forma voluntaria, las empresas peruanas desarrollan estrategias
publicitarias bajo la denominación de responsabilidad social (por ejemplo,
aquellas que obtienen la calificación de “Great Place to Work” o “ABE”),
mientras que tratándose de otras empresas, no las desarrollan en
absoluto. Como ejemplo de lo señalado, tratándose del sector bancario,
una investigación realizada por Centrum nos permitió conocer que en el
ámbito medioambiental, los bancos no mantenían política alguna que
mitigue el impacto de sus actividades, tales como el manejo de energía,
uso de aires acondicionados o la emisión de gases de sus vehículos, o
que ejerzan algún tipo de monitoreo respecto del impacto de los proyectos
o emprendimientos que financian (Marquina, 2012: 85).
69
Gráfico N° 1 (El Comercio, 2016: gráfica)
22
Artículo 1.- Definición
El canon es la participación efectiva y adecuada de la que gozan los gobiernos regionales y locales del total de
los ingresos y rentas obtenidos por el Estado por la explotación económica de los recursos naturales.
71
por la burocracia y el desconocimiento técnico de los gobiernos regionales
en cuanto al funcionamiento del sistema; así destacan los siguientes
problemas:
Tal y como hemos podido apreciar en los últimos años, los principales
contribuyentes nacionales se han servido de esta figura para obtener la
legitimidad social de sus actividades en zonas en las que tuvieron
conflictos con las comunidades. Lo indicado se refleja en el último ranking
de las empresas que más aportaron al régimen de obras por impuestos,
publicado por la Agencia de Promoción de la Inversión Privada – Perú (en
adelante, Proinversión), ya que encontramos a tres mineras en las
primeras doce posiciones del referido ranking:
72
2 Southern Perú Copper Corporation 21.2
73
la sociedad, ya que no encuentran, en todos los casos, el camino de la
responsabilidad social empresarial y la filantropía.
74
Nótese, además, que las referidas políticas se encuentran orientadas a la
obtención de certificaciones que permitan distinguir a unas empresas de
otras, con fines promocionales y no necesariamente acordes con la
internalización de los principios éticos y/o sociales de solidaridad, a los
que nos referíamos al inicio del presente capítulo.
También hay que precisar al respecto que, aun cuando, desde nuestra
perspectiva, el objeto de este sistema es el de constituirse en una
herramienta de gestión empresarial que dota de competitividad al negocio,
mediante la incorporación de un valor agregado al producto o servicio
comercializado (colocando dicha oferta entre las prioridades del
consumidor que valore dichos aspectos),esta debe diferenciarse de las
estrategias promocionales.
75
Del factor indicado, también se denota que la RSE se erige como un
aspecto relevante en la toma de decisiones, debido que dentro de la
conceptualización actual de la empresa conlleva evaluar los costos de su
ejecución, o las posibles contingencias o riesgos sociales –e incluso, los
ambientales- y los sobrecostos que estas implicarían de concretarse.
Ya nadie duda de que nos encontremos en pleno tránsito entre el Estado del
Bienestar y la Sociedad del Bienestar. O lo que es lo mismo: ya nadie aspira a
que sea el Estado quien ostente el monopolio de la consecución del bienestar
común; entre otras razones, porque los recursos del Estado son limitados y para
acrecentarlos no le queda otra opción que recurrir a la presión fiscal (2010: 123).
La argumentación anterior tiene toda su lógica –en relación a la RSE-, los datos
empíricos no resultan del todo esclarecedores sobre si existe una conexión
directa entre buena gestión social y buenos resultados financieros, pero son
numerosas las investigaciones que han encontrado evidencias de ello. Lo que sí
parece evidente es que una mala gestión social de la empresa supone resultados
negativos que pueden a derivar incluso en su desaparición (Sánchez 2010: 25).
79
efectos de encontrar elementos de juicio que permitan brindarle contenido
a este concepto, que nos será de utilidad para efectos del presente
trabajo.
23
Norma IX: Aplicación supletoria de los principios del Derecho.
En lo no previsto por este Código o en otras normas tributarias podrán aplicarse normas distintas a las
tributarias siempre que no se les opongan ni las desnaturalicen. Supletoriamente se aplicarán los principios del
Derecho Tributario, o en su defecto, los principios del Derecho Administrativo y los principios generales del
Derecho.
80
Teniendo en cuenta las fuentes de Derecho peruanas, el Colegiado
reconoció la influencia de las recomendaciones formuladas por un ente
institucional respecto de normativa que sí calificaba, en estricto,como
fuente del Derecho.
a) […] Todo instrumento con pretensión jurídica pero sin fuerza vinculante
aunque no carente de efectos jurídicos o al menos de cierta relevancia
jurídica.
[…]
b) El instrumento puede ser producido por entidades supraestatales o
paraestatales, y en ese sentido tiene algún nivel de raigambre internacional
(2014: 81-83).
82
La no aplicación del Soft Law como fuente de referencia válida, residiría
en el hecho que, a decir de Luis Duran, es arbitrario y antidemocrático,
puesto que no ha sido tramitado como norma y no reside en el poder
ciudadano, sin embargo se podría señalar que ello resulta discutible pues
muchas veces (como dicho autor también lo señala), es una referencia
más vigente (2015: 125), por lo que nos encontraríamos ante la aparente
dicotomía “más vigente, pero menos válida”.
84
precisar los ámbitos y/o materias sobre los que dicho concepto se
desarrolla, y que han sido determinadas en la ISO 26000, siendo éstos:
Para efectos del presente trabajo, tenemos que la materia que es objeto
de tesis se centra en la participación activa y el desarrollo de la
comunidad, toda vez que esta subsume el comportamiento responsable
que los contribuyentes (el contribuyente generador de renta empresarial,
para los fines del presente trabajo), adoptarán como parte de las
herramienta de gestión de sus negocios, y el cumplimiento de los fines
85
constitucionales que, a su vez, les permitirán mantener su desarrollo y/o
crecimiento económico en el tiempo.
La finalidad de todo tributo ecológico o medida tributaria con ese fin es preservar
el medioambiente de conductas perjudiciales y repartir entre los agentes
contaminantes el coste de los servicios destinados a proteger o restaurar el
medioambiente. Pues bien, como señala la doctrina, la reglamentación directa
obliga a las empresas a reducir la contaminación, pero no incentiva a hacerlo
más allá de lo que dichas normas puedan establecer. En otras palabras, se trata
de identificar si las medidas fiscales son aptas para intensificar la protección del
medioambiente acudiendo a un cambio de conducta de las empresas,
modificando así las pautas de crecimiento económico o la limitación de la libertad
para disponer de los recursos naturales. (Paton, 2016: 145-146).
86
En estos supuestos, es pertinente observar que así como los gastos
generados con el cumplimiento de las obligaciones legales aludidas en el
párrafo precedente serán deducibles de la renta neta, el mismo criterio
debería aplicarse respecto de aquellos generados por la adopción de
todas o algunas de las políticas socialmente responsables contenidas en
la ISO 26000, en tanto que existe un fundamento constitucional y, para
efectos fiscales, una relación causal entre dichas erogaciones y la
generación de rentas o el mantenimiento de la fuente productora de las
mismas.
87
una norma, sería irrelevante quién desempeña dicho rol ejecutor. La
eterna discusión sobre si el rol es predominantemente estatal o privado
dejaría de tener mayor trascendencia en este escenario.
88
CAPÍTULO III
89
CAPÍTULO III
Entendemos que los gastos en los que incurran los contribuyentes que generen
rentas empresariales, con motivo de la aplicación de políticas de responsabilidad
social empresarial, son deducibles, debido a que su finalidad es la de obtener un
beneficio, tanto en la obtención de mayores rentas como en el mantenimiento de
la fuente productora de éstas, en la medida en que la adopción de conductas
éticas y socialmente responsables por el mercado es deseada por el mercado y
la sociedad que lo nutre; dicho beneficio se puede concretar de forma mediata e
inmediata.
No admite controversia entonces que los egresos deben ser normales para el
giro de negocio, observando sus particularidades, y siempre que se encuentren
debidamente sustentados para que la Administración Tributaria reconozca su
deducibilidad.
90
i. Una incidencia positiva en la imagen de la empresa, toda vez que el
consumidor actual –que se desenvuelve en un mundo globalizado–evalúa
las ofertas socialmente responsables, y ello incide indirectamente en la
generación de renta gravada.
Con relación a las liberalidades, Sainz Gadea, citado por Bravo Cucci,
desarrolló tres parámetros para su identificación, que nos parecen
pertinentes mencionar:
RTF N°16591-3-2010:
Que en cuanto a las Iiberalidades, la Resolución del tribunal Fiscal Nº 2675-5-
2007 ha recogido una definición de liberalidad en el sentido de “el
desprendimiento, la generosidad, la virtual moral que consiste en distribuir uno
generosamente sus bienes sin esperar recompensa" y por tanto son “todas
aquellas cantidades satisfechas sin contraprestación alguna por la parte que las
recibe (2010: 3, Expediente N° 1513-2009).
RTF N°.16592-3-2010:
Que en la Resolución N° 00756-2-2000, este Tribunal ha indicado que los actos
de liberalidad, pueden ser actos de beneficencia (donación) y actos
desinteresados, en el que un contribuyente se despoja de una parte de su
92
patrimonio para otorgárselo gratuitamente a terceros, sin que en su realización
exista una motivación empresarial (2010: 9, Expediente N° 1514-2009).
RTF N° 02675-5-2007:
[…] Cabe anotar que la Iiberalidad es definida como “el desprendimiento, la-
generosidad, la virtual moral que consiste en distribuir uno generosamente sus
bienes sin esperar recompensa" " y por tanto son “todas aquellas cantidades
satisfechas sin contraprestación alguna por la parte que las recibe.
[…] en efecto, la entrega de canastas navideñas a los practicantes no califica
como un acto de desprendimiento desinteresado por parte de la empresa que no
tiene vinculación alguna con sus actividades, ya que, por el contrario, tiene como
origen y motivación la labor que aquellos realizan a su favor y que contribuye al
desarrollo de sus actividades. […]
Que en consecuencia, procede dejar sin efecto el reparo en el extremo referido
a las canastas navideñas entregadas a los practicantes (2007: 4, Expedientes
N° 10640-06 y 10656-06).
93
hayan sido otorgados a los trabajadores con motivo del vínculo laboral o
el cese de dicha relación, y de las donaciones propiamente.
24
Artículo 37º.- A fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos
necesarios para producirla y mantener su fuente, así como los vinculados con la generación de ganancias de
capital, en tanto la deducción no esté expresamente prohibida por esta ley, en consecuencia son deducibles:
[…]
q) Los gastos de representación propios del giro o negocio, en la parte que, en conjunto, no exceda del medio
por ciento (0.5%) de los ingresos brutos, con un límite máximo de cuarenta (40) Unidades Impositivas
Tributarias.
25
Artículo 37º.- […]:
m) A efecto de lo previsto en el inciso q) del artículo 37° de la Ley, se consideran gastos de representación
propios del giro del negocio:
1. Los efectuados por la empresa con el objeto de ser representada fuera de las oficinas, locales o
establecimientos.
2. Los gastos destinados a presentar una imagen que le permita mantener o mejorar su posición de mercado,
incluidos los obsequios y agasajos a clientes.
No se encuentran comprendidos en el concepto de gastos de representación, los gastos de viaje y las
erogaciones dirigidas a la masa de consumidores reales o potenciales, tales como los gastos de propaganda.
94
Por lo indicado, en el ejemplo indicado, nos encontramos ante un
desprendimiento económico incurrido por el contribuyente de rentas
empresariales, que –a su vez- representa un beneficio para el receptor de
éste, sin embargo, no conlleva la generación de una liberalidad. En este
sentido coincidimos con Bravo Cucci cuando señala que la admisión de
estos gastos para fines del Impuesto a la Renta califica como una
excepción al concepto de liberalidad o donación, toda vez que sí se
produce, con carácter mediato, un beneficio en la generación de rentas
gravadas y el mantenimiento de la fuente productora de dicha renta (1998:
97-98).
26
Artículo 37º.- A fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos
necesarios para producirla y mantener su fuente, así como los vinculados con la generación de ganancias de
capital, en tanto la deducción no esté expresamente prohibida por esta ley, en consecuencia son deducibles:
[…]
l) Los aguinaldos, bonificaciones, gratificaciones y retribuciones que se acuerden al personal, incluyendo todos
los pagos que por cualquier concepto se hagan a favor de los servidores en virtud del vínculo laboral existente
y con motivo del cese. Estas retribuciones podrán deducirse en el ejercicio comercial a que correspondan
cuando hayan sido pagadas dentro del plazo establecido por el Reglamento para la presentación de la
declaración jurada correspondiente a dicho ejercicio.
95
distintos a la remuneración y/u obligaciones laborales, consideramos que
un primer análisis podríamos decir que nos encontramos frente a
“liberalidades”, pero en realidad no son tales, por las siguientes
consideraciones:
ll) Los gastos y contribuciones destinados a prestar al personal servicios de salud, recreativos, culturales y
educativos, así como los gastos de enfermedad de cualquier servidor.
Adicionalmente, serán deducibles los gastos que efectúe el empleador por las primas de seguro de salud del
cónyuge e hijos del trabajador, siempre que estos últimos sean menores de 18 años.
96
específicamente en el artículo 37?, ¿se requeriría de su inclusión en dicho
artículo para lograr su deducibilidad?
97
Seguidamente, haremos un repaso de los fallos emitidos por el Tribunal
Fiscal, con el objetivo de verificar si existe una posición uniforme o parcial
a favor de la deducción de los gastos por RSE en mérito a la legislación
del Impuesto a la Renta.
98
Impuesto a la Renta y por lo tanto pueden ser aplicados como crédito
fiscal (2006: 6, Expedientes N°s. 2192-2004, 748-2004, 3798-2004 y
13328-2004).
99
ejercicios al que fue fiscalizados y materia de la resolución bajo
comentario).
Que así, en el caso de autos, esta instancia considera que los gastos
efectuados por la recurrente no respondieron a una simple liberalidad,
puesto que no se realizaron sin que se buscara con ello una finalidad
concreta, sino que por el contrario, fueron realizados a efecto de evitar
conflictos sociales que directamente pudieran afectar el normal
funcionamiento de su yacimiento y demás instalaciones, siendo
importante mencionar que si bien en el período objeto de autos no se
100
habría producido la toma de los pozos petroleros, por las características
de la actividad desarrollada por la recurrente y de la zona en que esta se
efectuaba, tal posibilidad era patente, tal es así que en períodos
posteriores ello se produjo, habiendo motivado la paralización de las
actividades productivas de la recurrente e incluso la intervención de
representantes del Gobierno Central, la Defensoría del Pueblo y de la
sociedad civil con la finalidad de solucionar la situación de conflicto.27
27
Cabe indicar que la recurrente cuenta con un Plan de Relaciones Comunitarias (PRC) en el
cual señala que su objetivo general es identificar, entender y manejar los aspectos sociales
principales con relación a la ejecución del proyecto por yacimiento, indicando como objetivos
específicos: (i) Construir el entendimiento por parte de las Comunidades Nativas de las
actividades que la recurrente realiza y los temas relacionados que afectan o son afectados por
estas; (ii) Tener la seguridad de que los temas sean entendidos y tratados por la recurrente
misma y sus contratistas y; (iii) Monitorear los aspectos sociales significativos con relación al
proyecto, para proponer medidas que permitan potenciar los impactos positivos y minimizar o
eliminar los impactos adversos.
101
entrega de bienes y servicios a favor de comunidades campesinas
aledañas a zonas de operaciones de las empresas petroleras o
donde ocurrieron derrames de petróleo, han seguido el criterio de
la Resolución N° 16591-3-2010, en el sentido de que tales gastos
no responden a una liberalidad ya que fueron incurridos para evitar
conflictos sociales, y así mantener el normal desarrollo de las
actividades de la empresa.
102
demostrar que los bienes adquiridos fueron destinados a los fines antes
mencionados, no obstante que ello le fue expresamente requerido en la
fiscalización, por lo que no habiendo acreditado la relación de causalidad
de tales gastos, es decir, que eran necesarios para producir la renta
gravada o mantener la fuente productora de la misma, corresponde
mantener el reparo (2005: 4, Expediente N° 4544-03).
104
(v) Gastos por obras en vías para evitar desgaste adicional de
vehículos del contribuyente y obtener licencia social:
Resolución del Tribunal Fiscal N° 09478-1-2013
106
Sobre el particular, el Tribunal aceptó la deducción de dichos
gastos, al determinar que no constituían liberalidades, para lo cual
se sustentó en los siguientes fundamentos:
108
Si consideramos lo expuesto en todas las resoluciones del Tribunal Fiscal
anteriormente mencionadas, podemos concluir que para el colegiado, los
gastos por responsabilidad social tendrán efecto tributario en tanto
puedan concretarse y demostrarse así las siguientes características:
Hasta este punto del trabajo, nos permitimos sostener que la ausencia de
una obligación legal específica para la adopción de políticas de
109
responsabilidad social empresarial (o que sancione su no
implementación) no constituye un factor determinante para calificar los
gastos derivados de esta como liberalidades, más aún cuando es posible
obtener beneficios mediatos e inmediatos a partir de dicha asunción.
CUARTO: […] el motivo para que operase la resolución contractual que motivó
el mandato de pago de la indemnización fue generado por la codemandada
International Game Technology Sociedad de Responsabilidad Limitada al
negarse a dar cumplimiento a lo pactado, consistente en no emitir los
comprobantes de pago correspondientes. […]
28
Publicada en el diario oficial El Peruano, el 31 de agosto de 2016. Cabe precisar que el referido
fallo no fue casado por parte de la Corte Suprema, y por tanto carece de la condición de
precedente vinculante para Sunat o el Tribunal Fiscal.
110
de quien incumple con un contrato y pretende valerse de dicha trasgresión para
obtener beneficios tributarios (2016: 5-6).
111
RTF N° 22217-11-2012 (27/12/2012):
Como resultado del proceso judicial (…) que concluyó mediante transacción,
acordando que la recurrente pagaría la suma de US$ 125,000 como resarcimiento
y, en contraparte, la demandante se desistiría de sus pretensiones en trámite y
futuras.
112
Por su parte, la Administración Tributaria coincide con el Tribunal Fiscal al
admitir la deducibilidad de las penalidades previamente pactadas entre los
privados, aclarando además que dicho criterio solo es aplicable en tanto
las penalidades y/o sanciones no hayan sido impuestas por el sector
nacional público, ya que la deducción de estas se encuentran
expresamente prohibidas.
113
Por lo tanto, las penalidades a las que se refiere la presente consulta constituyen
gastos deducibles para la determinación de la renta neta imponible (Sunat 2013: 1).
114
En efecto, el Tribunal Constitucional, al resolver los Expedientes N°s.
0048-2004-PI/TC, 02111-2012-AI/TC, 03343-2007-PA/TC, y 1752-2004-
AA/TC, precisó que los gastos generados con motivo del cumplimiento de
políticas de RSE cuentan con un fundamento constitucional, y que este se
hallaba en el principio de solidaridad, y que además buscan evitar la
generación de un conflicto social y resarcir a la población de la zona de
influencia, por el daño ocasionado al medioambiente. El fallo
paradigmático sobre la adecuada interpretación del principio de
causalidad fue el emitido por la Sala de Derecho Constitucional y Social
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, mediante la
Sentencia de Casación N° 2743-2009 del 14 de setiembre de 2010:
115
Con motivo de la emisión de dicho fallo, la Corte determinó que, en tanto
que en la normativa no se establece que el gasto debe tener carácter de
indispensable u obligatorio, estos se encontraban directamente ligados
a la actividad de la empresa minera, y que en ese sentido resultaban
necesarios y normales según las circunstancias que enfrentaba la
continuidad de su actividad económica.
29
Lo indicado se evidencia en la Resolución de Tribunal Fiscal N° 08917-5-2012, mediante la
cual dicho colegiado se limita a aplicar lo resuelto por la Corte Suprema.
116
Conforme reseñáramos en el primer capítulo del presente trabajo, no
existe un mayor desarrollo por parte de los tribunales fiscales
internacionales sobre la materia.
117
En el caso de la empresa petrolera, por la propia naturaleza de sus operaciones
resulta necesario que incurra en recursos (entrega de bienes y servicios) para
atender las expectativas de las comunidades que están en el entorno de sus
operaciones, lo cual da sustento a su deducibilidad al amparo del enunciado
general contenido en el primer párrafo del artículo 37 de la LIR (2011: 26-28).
Estas voces reconocen que el contexto social de nuestro país obliga a que
las empresas dedicadas a este tipo de actividades económicas incurran
en este tipo de inversiones “sociales”, toda vez que –ante la ausencia del
Estado–deben adecuar los espacios en los que desarrollan sus
actividades asegurando así que la generación de ingresos se mantenga
en el tiempo. Atendiendo a lo señalado, una primera conclusión es que las
erogaciones resultan congruentes y razonables con el giro del negocio.
118
Picón Gonzáles mantiene la misma posición en cuando al beneficio
obtenido sobre la fuente productora de ingresos:
Así, Garret Vargas precisa que este criterio también es de aplicación a los
gastos generados por la actividad minera:
Frente a esto, somos de la opinión que este tipo de gastos incurridos por las
empresas mineras deberían ser considerados como gastos deducibles, a efectos
de determinar la renta neta de tercera categoría, al cumplir con el principio de
causalidad contemplado en el artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta. Es
claro que, si las empresas mineras no realizaran estos desembolsos, existiría el
peligro latente de ver terminadas sus operaciones y, por ende, la generación de
rentas. Asimismo, no nos parecería correcto que la Administración Tributaria
desconozca estos gastos alegando que se trata de liberalidades de las empresas
mineras por no tener una obligación legal o contractual con las comunidades,
pues como hemos mencionado, las empresas se encuentran obligadas por
razones de negocio, a realizar estos gastos.
[…]
Estos gastos son necesarios para la generación de rentas gravadas ya que, de
no efectuarlos, las empresas mineras verían melladas las posibilidades de
continuar con sus actividades. En este contexto, debemos recordar que las
empresas mineras no solo ven con preocupación la problemática social de las
zonas en las que desarrollan sus proyectos, sino que los inversionistas también
toman en consideración estos aspectos al momento de apostar por un nuevo
proyecto en nuestro país (2015: 230 y 232).
119
Con el mismo criterio, Córdova Arce y Barrenechea Salazar reconocen la
misma necesidad y beneficio respecto de los gastos que tienen como
finalidad mejorar las condiciones de vida de las comunidades que se ven
incididas por su actividad y en peligro su medioambiente, dichos gastos
son deducibles de la renta neta, como a continuación citamos:
Los gastos en los que incurren las empresas en ejecución de sus políticas de
responsabilidad social, hoy indispensables para el desarrollo de sus proyectos
extractivos, son deducibles al amparo del principio de causalidad recogido por el
artículo 37 de la LIR, al tratarse de gastos estrechamente vinculados a la
generación de rentas gravadas.
Tales gastos no constituyen liberalidades, toda vez que no se realizan con un fin
meramente altruista. Por el contrario, los gastos de responsabilidad social por un
lado buscan mejorar las condiciones de vida de las comunidades de sus zonas
de influencia y proteger el medioambiente; mientras que por otro, pretenden
eliminar los conflictos sociales con el fin de poder desarrollar sus actividades
generadoras de rentas gravadas (2013: 375).
30
Al respecto, la Ley de Consulta Previa a los pueblos indígenas u originarios, Ley N° 29785,
constituye el mejor ejemplo de lo señalado.
120
En torno a este punto, nos reafirmamos en cuanto a la no relevancia de la
obligatoriedad de asumir o no un gasto ya que solo debe resultar relevante
el beneficio directo o indirecto que este pueda generar y/o procurar para
el contribuyente de rentas empresariales.
ii. Si bien, en principio, los gastos por concepto de RES podrían recibir
la calificación de liberalidades no son tales, pues en tanto que el
contribuyente acredite que los referidos gastos redundaron en un
beneficio para el mismo, incluso cuando el nivel de proximidad
para que fluya el referido beneficio sea lejano o indirecto, más
aun si derivan de un deber constitucional, sin perjuicio de que se
ajusten a los criterios de razonabilidad y normalidad.
121
iii. En cuanto al señalado beneficio, los encontramos a múltiples
niveles, tales como (i) la obtención de legitimidad social para su
actuación, es decir “Licencia Social”, (ii) incremento y
potenciamiento de la reputación social de una empresa, con
incidencia en las preferencias de los consumidores, (iii) la
recordación de la empresa, como marca, en el imaginario colectivo,
(iv) el cumplimiento de estándares y/o certificaciones en el mercado
nacional e internacional, y con ello (v) la captación de potenciales
clientes y (vi) el cumplimiento de obligaciones con sus propios
accionistas.
123
promedio de compra por atributos éticos o de responsabilidad
social (Marquina 2009: 126) [el destacado es mío].
124
Adicionalmente a lo señalado, la percepción de una participación
activa como parte de la sociedad y, por consiguiente, en la
obtención de una aceptación o licencia social para la realización
ininterrumpida y permanente de sus actividades, son beneficios
que se generarán, en tanto se apliquen las referidas medidas, en
un plazo mediato.
125
forma directa. Este trabajo ofrece evidencia empírica de que la intención
de compra de los consumidores respecto a una marca socialmente
responsable viene mediada por el grado de identificación C-E que la
empresa sea capaz de generar. Dicho de otro modo, el grado en que
un sujeto satisfaga sus necesidades de definición personal a través
de su conexión con una marca socialmente responsable, y con la que
comparte la tenencia o aspiración a un valor social, mediará las
posteriores respuestas comportamentales del individuo para con la
marca” […].
126
v. En torno a la obtención de licencia social, entendiendo como tal a
una convivencia pacífica entre la empresa, su entorno y el bien
común, evitando situaciones que implique su rechazo masivo.
31
Entendiendo como tal a aquel que se extiende del 1 de enero al 31 de diciembre del año fiscal.
129
como una liberalidad, en tanto que el contribuyente obtiene un
beneficio con motivo de su ejecución:
Más aún, otro enfoque para el análisis nos llevaría a concluir que
desconocer la deducción de este tipo de erogaciones acarrea la
penalización de la utilización de una herramienta de negocios que
sí incide positivamente en los resultados financieros del ejercicio.
130
3.7. Lineamientos para la deducción de un gasto por concepto de
responsabilidad social empresarial
131
concurrencia de los requisitos mínimos de la referida política,
mas no efectuar una revisión de su pertinencia y/u orientación
ya que ello implicaría una afectación a la autonomía de la
voluntad privada, así como una intromisión en las decisiones
empresariales de los contribuyentes.
134
representan, por sí mismos, un nivel de inversión por parte del
contribuyente.
135
CONCLUSIONES
136
CONCLUSIONES
137
de los criterios y principios que permitan evaluar la deducibilidad de este
tipo de gastos en nuestro país.
La ISO 26000 resulta siendo una referencia más vigente para los fines de
esta investigación, ante la ausencia de normativa jurídica al respecto, que
resultando ser esta última más válida, no se encuentra muchas veces
acorde con los cambios de una sociedad siempre dinámica.
139
ANEXO: ENTREVISTAS SOBRE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE
CAUSALIDAD
140
Entrevista a la Profesora Sandra Sevillano32
32
Profesora de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
141
Entrevista al Profesor Eduardo Sotelo33
33
Profesora de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
142
políticas de responsabilidad social empresarial? ¿Qué requisitos
debieran ser cumplidos?
143
Entrevista al Profesor Francisco Ruiz de Castilla34
34
Profesora de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
144
de responsabilidad social empresarial? ¿Qué requisitos debieran ser
cumplidos?
145
BIBLIOGRAFÍA
146
BIBLIOGRAFÍA
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CONGRESO ARGENTINO
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159
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2006.
160
2013 Expediente N° 11152-2007. Fecha: 01 de octubre de 2013.
162
2000 Resolución N° 00/7105/1996, de fecha 14 de enero de 2000.
VILLEGAS, Héctor.
163