Cartas Portulanos
Cartas Portulanos
Cartas Portulanos
Al inicio de la Edad Media, tal y como explicamos en el post sobre San Isidoro de Sevilla,la
Cartografía en el Occidente Cristiano pasó a tener un papel religioso en el cual se
representaban todos los lugares importantes descritos en la Bíblia (con Jerusalén en el centro
del mundo, el Jardín del Edén…).
No obstante, a partir de los siglos XIII – XIV (lo que históricamente se conoce como la Baja
Edad Media) surgieron nuevos avances técnicos en navegación, destacando nuevos tipos de
barcos y el uso generalizado de la brújula, lo que generó un nuevo tipo de cartas náuticas
basadas en cálculos serios de la posición del navío y la distancia entre los puertos.
El hecho de que estos mapas sirviesen para la navegación entre puertos hace que se les
denomine Cartas Portulanas o, simplemente, Portulanos, cuyo significado es “el que alcanza
un puerto seguro”. Aunque su proceso de fabricación era manual (y, por tanto, lento y
costoso) sus propietarios los guardaban como si de un tesoro se tratase ya que, además de
permitirles llegar a puerto, les permitía anotar descubrimientos, correcciones y cualquier cosa
que les permitiese mejorar el tránsito de mercancías (y tropas) por el mar.
Introducción histórico :
referencia más antigua que se tiene del uso de un mapa portulano en alta mar, según algunas
fuentes históricas, viene del año 1270: corría la Octava Cruzada y una tormenta había obligado
a la flota de los cruzados dirigidos por el rey francés Luis IX (posteriormente canonizado como
San Luis) a desviarse en su camino a Túnez. El rey quiso saber donde se encontraban y los
marineros le llevaron un mapa para mostrarle que se encontraban en el golfo de Cagliari, en la
isla de Cerdeña (actual Italia).
Características
Los portulanos solían dibujarse sobre una vitela o pergamino muy fino, empleando la
piel entera de un cordero o ternero con el cuello del animal a la izquierda (uniendo varios si
era necesario hacer mapas de mayores dimensiones). Los mapas que han llegado hasta
nuestros días no fueron concebidos para usarlos a bordo de un barco, ya que por las
condiciones del mar (salinidad, humedad…) hubiesen acabado en un estado lamentable, sino
que eran regalos de entre los poderosos de la época.
Estos portulanos no sólo tenían un gran valor económico sino también el mayor interés militar
y comercial. Se propagaron de un modo muy confidencial.
▼Trigonometría esférica
♪Traslación trigonométrica
☼Proyección cordiforme
Como se puede observar en las dos imágenes anteriores, existen líneas que parten de
un mismo centro las cuales forman una compleja “tela de araña” en todo el mapa. Estas líneas
marcaban la dirección de los vientos en el mapa y el centro desde el que parten las líneas se
llama Rosa de los Vientos, los cuales eran ubicados a estima según la experiencia de los
marineros y los cartógrafos.De hecho, para la construcción de estos mapas se usaba la misma
brújula y la distancia medida “a ojo de buen marinero”, método que, aún pareciéndonos
extraño en pleno siglo XXI, creaba una cartografía que cumplía plenamente con su función. A
esto se le acompañaba una serie de líneas paralelas que permitían trazar rumbos o derrotas
Detalle de la Rosa de los
Vientos de un portulano (fuente WikiMedia)
Al ser mapas elaborados para su uso en el mar, solo representaban el litoral, con
escasos detalles del interior limitándose a accidentes geográficos (ríos, montañas…) que
pudiesen servir de referencia a los navegantes. Los nombres de los principales puertos están
anotados de manera perpendicular a la costa, de modo que facilitase su lectura girando el
mapa.
Detalle del mapamundi de
Cresques (siglo XIV) donde puede observarse los nombres perpendiculares a la línea de costa
(fuente WikiMedia)
Al haber sido dibujado con brújula, el Norte dibujado es el Norte Magnético el cual
difiere del Norte Geográfico en lo que se conoce como la declinación magnética. Aunque estos
valores varían cada año, y dependen de la zona en la que nos encontremos en la Tierra, en el
Mediterráneo el valor de dicha declinación se mantenía constante (o con una variación muy
pequeña), lo que permitía navegar sin ningún tipo de problema empleando la brújula. En 1492
Cristobal Colón descubrió, navegando por el Atlántico, la línea ágona, que marcaba el cambio
de declinación magnética de valores positivos a negativos, lo que fue el principio del fin de la
navegación conforme a lo que se había estado haciendo hasta la fecha.
Hacia el siglo XIV comenzaron a difundirse los portulanos, los cuales eran
principalmente mallorquina.
Detalle del
Atlas Catalán de Cresque, muestra de la cartografía española realizada en Mallorca (Fuente:
WikiMedia)
Portuguesas: Estuvieron claramente influenciadas por las cartas que se hicieron en tierras
baleares (islas agrupadas en una superficie más o menos extensa del mar). Tienen como
singularidad el sobreponer a la «araña» las líneas astronómicas del ecuador y trópicos. Por
último, la ampliación del horizonte geográfico por los portugueses y españoles demandó
necesidades que no cumplían las cartas portulanas
Las islas
Baleares. Forlani (1569)
Árabes: Solo se encuentran tres ejemplares de mapas escritos en árabe donde se encuentra
una descripción detallada de un mapa náutico árabe del Mediterráneo