Tecnologia Farmaceutica
Tecnologia Farmaceutica
Tecnologia Farmaceutica
Industrial
Actualmente en Colombia se habla de revolución 4.0 y como puede impactar a los
habitantes del territorio nacional y en el ámbito educativo también hay una
revolución ya que se deben replantear muchos procesos educativos para este
decenio y el Sena no es la excepción ya que la política nacional del nuevo presidente
la entidad debe ser el brazo articulado de la revolución 4.0.
Considerando que el SENA es la institución líder en Colombia de formación para el
trabajo y aporta al mercado laboral talento competente en el desempeño de
funciones técnicas u operativas en las empresas, resulta interesante, además de
necesario, identificar las actividades pedagógicas que se deberían priorizar en todo
el proceso de formación, con miras a fortalecer en los aprendices, las habilidades
requeridas para afrontar de manera satisfactoria la transición al mundo del trabajo,
de manera que la entidad siga siendo referente en la cualificación del trabajador
colombiano incluso en escenarios de fluctuación.
A continuación, nos permitimos mencionar una tecnología presente en la revolución
4.0 que es la inteligencia artificial y relacionada con el programa de formación de
técnicos farmacéuticos.
La utilización de esta tecnología es un gran reto para la farmacia moderna o
farmacia 4.0 que es la implementación de las tecnologías de la información,
inteligencia artificial, digitalización y Big data en los procesos que se desarrollan en
la actualidad y un abrebocas a la incursión de la Cuarta Revolución Industrial en la
Industria Farmacéutica.
Se trata de la única farmacia robotizada de América Latina, que funcionará en el
Hospital Internacional de Colombia. Se inaugurará este 28 de julio, en Piedecuesta.
Se trata de un novedoso sistema de dispensación de medicamentos con el que
contará el Hospital Internacional de Colombia, HIC, para agilizar en un 95% los
procesos en el trámite farmacéutico y evitar errores humanos al momento de
dispensar los productos. Será inaugurado este 28 de julio, en el complejo médico
de la Fundación Cardiovascular de Colombia, FCV, en el Valle de Mensulí,
Piedecuesta.
Dos robots italianos, llamados Calypso y Pegasus, hacen parte de la farmacia que
albergará 14 mil 440 medicamentos. El primero llevará a cabo los procesos de
calidad de los fármacos. Es decir, Calypso se encargará de acondicionar cada
unidad de medicamentos en una bolsa sellada y hacer el inventario de los
productos.
Por su parte, Pegasus recibirá las fórmulas médicas vía electrónica y gestionará las
órdenes; agrupará los medicamentos y los preparará para su distribución a través
de un tubo neumático por el cual viajarán las cápsulas a su destino final.
El proyecto se empezó a ejecutar en febrero de este año cuando llegaron los robots,
y en la actualidad, el talento humano encargado se dedica a capacitarse en el uso
del software y a realizar pruebas de funcionamiento. De acuerdo con el asesor de
tecnología en salud, Luis Javier Jaramillo Jiménez, “hay que cambiar paradigmas
porque tenemos que adaptar la tecnología a nuestro medio. En un hospital normal,
el servicio de farmacia prepara la medicación a cada paciente para 24 horas.
Nosotros en cambio, estamos trabajando por disminuir ese lapso de tiempo, pues
el objetivo es que la máquina envíe lo requerido en un promedio de seis horas.
Ahora bien, las urgencias las vamos a poder manejar sin ningún problema”.
Para ello, los robots desarrollan un trabajo conjunto, en donde el primero, además
de cargar cada uno de los medicamentos y abastecer a su par, los marca con un
código de barras que contiene todos los datos relevantes: nombre comercial, fecha
de vencimiento, concentración y registro Invima. También los etiqueta con otro
código denominado datamatrix, que permite generar gran volumen de información
en un formato pequeño y con alta fiabilidad de lectura, facilitando su reconocimiento.
Montalvo Meza explica que el aparato ejecuta 15 pasos, dentro de los cuales, cinco
son de control de calidad: “El robot hace muchas verificaciones; se asegura de que
las píldoras estén en buenas condiciones, de que la bolsa quede sellada de manera
correcta, de que el sticker esté bien pegado, entre otras cosas”. Además, maneja el
registro de productos, por lo que da aviso cuando estos están llegando a su límite.
Es necesario resaltar que la máquina tiene la capacidad de aprovisionar 14.440
medicamentos, suficientes para cubrir cinco días de inventario en el hospital.
El otro robot, por su lado, es el que se “conecta” con el médico. Cuando el doctor
envía la fórmula, es el responsable de organizar y entregar la orden: les coloca un
clip y una etiqueta, que consiste en una especie de resumen de la prescripción. En
ella aparece el nombre del paciente, la cédula, la ubicación y los medicamentos que
tienen que ser transportados. A su vez, le informa a la enfermera los horarios en los
que debe dárselos al usuario hospitalizado.
Para cumplir con esta metodología se necesitan dos profesionales de farmacia, uno
en cada robot al pendiente de los procesos, y otro que lleve los medicamentos al
correo automatizado. Y es que el dispensario además de operar con este equipo de
última tecnología, cuenta, en palabras del ingeniero Jaramillo Jiménez, “con el tubo
neumático más sofisticado del país por su longitud y tamaño, a través del cual viajan
las cápsulas a su destino final”. Con 16 pulgadas y curvas amplias, el conducto
permite el traslado del producto por un mecanismo de presión – succión de aire, a
una velocidad de hasta seis metros por segundo.
Dos profesionales de farmacia acompañarán los procesos. Uno de ellos se
encargará de montar los medicamentos al Calypso, y el otro supervisará el
funcionamiento de las máquinas