La Evolución Organizacional Del Mantenimiento
La Evolución Organizacional Del Mantenimiento
La Evolución Organizacional Del Mantenimiento
En este final de siglo, con las exigencias de incremento de la calidad de los productos
y servicios, hechas por los consumidores, el mantenimiento pasó a ser un elemento
importante en el desempeño de los equipos, en un grado de importancia equivalente a
lo que se venía practicando en operación.
Esto supone crear una nueva figura en los departamentos de mantenimiento: personal
cuya función es estudiar qué tareas de mantenimiento deben realizarse para evitar las
fallas. El personal indirecto, que no está involucrado en directamente en la realización
de las tareas, aumenta, y con él los costes de mantenimiento. Pero se busca aumentar
y fiabilizar la producción, evitar las pérdidas por averías y sus costes asociados.
Paralelamente, sobre todo a partir de los años 80, comienza a introducirse la idea de
que puede ser rentable volver de nuevo al modelo inicial: que los operarios de
producción se ocupen del mantenimiento de los equipos. Se desarrolla el TPM, o
Mantenimiento Productivo Total, en el que algunas de las tareas normalmente
realizadas por el personal de mantenimiento son ahora realizadas por operarios de
producción. Esas tareas «transferidas» son trabajos de limpieza, lubricación, ajustes,
reaprietes de tornillos y pequeñas reparaciones. Se pretende conseguir con ello que el
operario de producción se implique más en el cuidado de la máquina, siendo el objetivo
último de TPM conseguir cero averías. Colmo filosofía de mantenimiento, TPM se basa
en la formación, motivación e implicación del equipo humano, en lugar de la tecnología.
TPM y RCM no son formas opuestas de dirigir el mantenimiento, sino que ambas
conviven en la actualidad en muchas empresas. En algunas de ellas, RCM impulsa el
mantenimiento, y con esta técnica se determinan las tareas a efectuar en los equipos;
después, algunas de las tareas son transferidas a producción, en el marco de una
política de implantación de TPM. En otras plantas, en cambio, es la filosofía TPM la que
se impone, siendo RCM una herramienta más para la determinación de tareas y
frecuencias en determinados equipos.
Por desgracia, en otras muchas empresas ninguna de las dos filosofías triunfa. El
porcentaje de empresas que dedican todos sus esfuerzos a mantenimiento correctivo y
que no se plantean si esa es la forma en la que se obtiene un máximo beneficio (objetivo
último de la actividad empresarial) es muy alto. Son muchos los responsables de
mantenimiento, tanto de empresas grandes como pequeñas, que creen que estas
técnicas están muy bien en el campo teórico, pero que en su planta no son aplicables:
parten de la idea de que la urgencia de las reparaciones es la que marca y marcará
siempre las pautas a seguir en el departamento de mantenimiento. (Garrido, 2003)
A partir de los años sesenta, con el desarrollo de las industrias electrónica, espacial y
aeronáutica, aparece en el mundo anglosajón el mantenimiento Predictivo, por el cual
la intervención no depende ya del tiempo de funcionamiento sino del estado o condición
efectiva del equipo o sus elementos y de la fiabilidad determinada del sistema.
Por lo tanto, las tareas de mantenimiento se aplican sobre las instalaciones fijas y
móviles, sobre equipos y maquinarias, sobre edificios industriales, comerciales o de
servicios específicos, sobre las mejoras introducidas al terreno y sobre cualquier otro
tipo de bien productivo.
Definición personal.
El mantenimiento son actividades realizadas para mantener la vida útil de un activo fijo
por el mayor tiempo posible, mientras esto sea rentable, buscando la más alta
disponibilidad y con el máximo rendimiento. Estas actividades se realizan optimizando
los recursos necesarios para llevar acabo el mantenimiento, de esta manera, se busca
reducir el costo del mantenimiento lo más que se pueda para evitar gastos innecesarios.
Bibliografía
Abella, M. B. (2014). Mantenimiento industrial. Madrid: universiadad Carlos III de Madrid .