El documento trata sobre el vampirismo y la creencia de que consumir sangre humana puede otorgar beneficios como sentirse mejor o alcanzar la eterna juventud. Examina el caso de la condesa Elizabeth Báthory, quien en el siglo XVI torturó y asesinó a cientos de jóvenes con la creencia de que bañarse en su sangre la mantendría joven. Aunque beber pequeñas cantidades de sangre puede no ser dañino, convertirlo en un hábito conlleva graves riesgos para la salud.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
262 vistas3 páginas
El documento trata sobre el vampirismo y la creencia de que consumir sangre humana puede otorgar beneficios como sentirse mejor o alcanzar la eterna juventud. Examina el caso de la condesa Elizabeth Báthory, quien en el siglo XVI torturó y asesinó a cientos de jóvenes con la creencia de que bañarse en su sangre la mantendría joven. Aunque beber pequeñas cantidades de sangre puede no ser dañino, convertirlo en un hábito conlleva graves riesgos para la salud.
Descripción original:
vampirismo en base delcortometraje " ALguien mato algo"
El documento trata sobre el vampirismo y la creencia de que consumir sangre humana puede otorgar beneficios como sentirse mejor o alcanzar la eterna juventud. Examina el caso de la condesa Elizabeth Báthory, quien en el siglo XVI torturó y asesinó a cientos de jóvenes con la creencia de que bañarse en su sangre la mantendría joven. Aunque beber pequeñas cantidades de sangre puede no ser dañino, convertirlo en un hábito conlleva graves riesgos para la salud.
El documento trata sobre el vampirismo y la creencia de que consumir sangre humana puede otorgar beneficios como sentirse mejor o alcanzar la eterna juventud. Examina el caso de la condesa Elizabeth Báthory, quien en el siglo XVI torturó y asesinó a cientos de jóvenes con la creencia de que bañarse en su sangre la mantendría joven. Aunque beber pequeñas cantidades de sangre puede no ser dañino, convertirlo en un hábito conlleva graves riesgos para la salud.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
Tema: El vampirismo
Delimitación: Las personas que toman sangre humana se sienten mejor.
Tesis: La nueva droga que ya no es vista como un tabú es optada por muchos jóvenes en el siglo XXl, llegando a decir que consumirla hace que se sientan mejor. Introducción: La nueva droga, la sangre humana es considerado para algunos un alimento el cual les da vida, para otros un tabú que nunca se debería de hablar. A través de los siglos, el personaje del vampiro ha ido adquiriendo una notoria importancia, ha sido un tema tabú que siempre ha estado ahí, a nuestro completo alcance, esperando ser estudiado. Los vampiros, elegantes criaturas de la noche para algunos, crueles y sanguinarios depredadores para otros, protagonistas de un sinfín de historias, leyendas, libros y películas, que aún están entre nosotros siendo parte de la sociedad. El concepto de vampiro, resulta de una fusión entre la superstición, la historia y el propio temor. En esencia llamamos vampiro a aquella persona que consideramos muerta y vuelve a la vida para alimentarse de sangre humana, con el objetivo de poder subsistir. Teme los objetos religiosos como las cruces y el agua bendita y otros como el ajo, y únicamente puede ser destruido clavándole una estaca en el corazón y con la luz del sol, convirtiéndose a su vez en ceniza, precisamente para protegerse de ella deben buscar refugio en ataúdes, bodegas u otros rincones oscuros donde no de la luz. En el cortometraje, la creencia y afección por la sangre de Heriberta va aumentando cada vez que ella va a la iglesia, pues al ver las imágenes de Jesús en la cruz derramando sangre hace que su gusto por ella aumente y tome de costumbre seccionar su sangre y la sangre de otras personas. Es notorio cuando la niña, en el cortometraje, mata el pequeño zancudo, este al ser aplastado sale la sangre que toma por primera vez. Desarrollo: "La sangre era un medio entre lo físico y lo espiritual", explica Richard Sugg, de la Universidad de Durham, que está escribiendo un libro sobre vampirismo. La sangre para muchos tiene un significado muy grande, es considerada como algo muy singular para algunos y para otros grotescos y aterrador, lo que no interpretan es que la sangre representa la fuente de la vida. Lo que hace Heriberta es consumir este líquido color rojo para que la muerte y la vejez se vea en la lejanía. El vampirismo o hematodipsia es una de las parafilias más retorcidas, quienes la padecen sienten una necesidad imperiosa de ingerir, realizar tratamientos o rituales con sangre (generalmente humana), motivada en muchas ocasiones por la creencia de que este líquido contiene propiedades mágicas rejuvenecedoras o que alargan la vida. El acto del vampirismo no es agradable, pues estas personas al tener estas creencias, no saben las complicaciones que tiene beber sangre para la salud. beber una pequeña cantidad de sangre no va a provocar algo tan grave, pero si su consumo se convirtiese en algo habitual, el riesgo para la salud sería muy elevado. Uno de los casos más sangrientos de la historia es sobre Elizabeth Báthory “La condesa sangrienta”. Su nombre auténtico era Erzsébet (Isabel, en castellano) Báthory, pero la historia la conoce como La Condesa Sangrienta, por su afición a secuestrar y torturar a muchachas de los alrededores, cuya sangre se bebía para conservar la eterna juventud. Al menos eso testificaron quienes siguieron el proceso contra ella en unos tiempos convulsos. Isabel nació en 1560 en Byrbathor, una ciudad de la región de Transilvania, en la Hungríaprofunda, "el país más salvaje de la Europa feudal", según la escritora francesa Valentine Penrose, autora del libro La Condesa Sangrienta. Un país salvaje y, como casi siempre en su historia, dividido, con una parte ocupada por los turcos y la otra en manos de los Habsburgo austriacos. Isabel pertenecía a una de las familias más adineradas y poderosas del país. Era sobrina de Istvan Báthory, príncipe de Transilvania y rey de Polonia entre 1575 y 1686. Pasó su infancia en el castillo de los Ecsed, la rama más extravagante de los Báthory, repleta, como consecuencia de los matrimonios consanguíneos, de locos y tarados. Se dice que a los cuatro años Isabel sufrió ataques de epilepsia o algún otro trastorno neurológico, pero remitieron pronto y no parecen tener relación con su comportamiento posterior. Fue educada con esmero, algo inusual para su tiempo, cuando muchos nobles ni siquiera sabían leer y escribir. Pero Isabel hablaba húngaro, latín y alemán, y además era guapa. A los 15 años fue obligada a casarse con el conde Ferenc Nadasdy, que tenía 26 y se pasaba la vida batallando contra los otomanos. Tuvieron tres hijas y un hijo y vivieron en el castillo Ecsed con la madre de Ferenc, su odiada suegra Úrsula. Una primera muestra de la crueldad de Isabel aparece en la correspondencia que sostuvo con su marido ausente, en la que ambos intercambian ideas sobre las técnicas más apropiadas para castigar a los criados. El caso es que la condesa administró el castillo con mano de hierro y brutales palizas a las sirvientas, a las que golpeaba con un pesado mazo o les pinchaba con agujas debajo de las uñas, por citar algunas de sus diversiones predilectas. Por otro lado, a Isabel le atraían sexualmente las mujeres, pero sus prácticas sádicas, siempre con golpes y sangre, asustaban a las incautas que se prestaban inicialmente a sus requerimientos. La muerte de Ferenc en 1604 fue el punto de inflexión definitivo en la espiral de violencia de Isabel, que al verse viuda dio rienda suelta a toda su psicopatía. De entrada, echó del castillo a su suegra y al resto de parientes de su marido, y con la ayuda de su cómplice Darvulia, una supuesta bruja de la región, montó un siniestro laboratorio -más bien cámara de suplicios- en los sótanos del castillo y se dedicó a las prácticas de magia negra. Entre los aparatos de tortura que supuestamente guardaba en las mazmorras había un autómata llamado La Virgen de Hierro, una dama metálica con un mecanismo que clavaba puñales, además de diversos atizadores enrojecidos al fuego, ganchos y todo lo que la imaginación pueda concebir en estos casos. La razón de esta sinrazón es que Isabel quería mantenerse bella y joven para siempre -tenía 44 años, que en aquella época era casi la tercera edad-, y la fuente para obtener la eterna juventud era la sangre de las chicas a las que torturaba. Bebía su sangre, se daba baños de sangre, arrancaba su carne mientras sus sirvientas las sujetaban y cometía actos tan atroces que resultan casi imposibles de creer. Durante un tiempo se mantuvo impune porque elegía a sus víctimas entre las siervas y campesinas, a quienes en esa época aún feudal un noble podía tratar como un objeto, pero tras la muerte de Darvulia Isabel se olvidó de las precauciones y empezó a raptar también a jóvenes de buena familia. Los rumores llegaron pronto a la corte, donde la Báthory no contaba con muchas simpatías, y el rey Matyas ordenó investigar el caso al conde Thurzo, un primo de Isabel enemistado con ella. Thurzo y sus soldados entraron en el castillo sin encontrar resistencia y allí estaban a la vista, según dijeron, los cuerpos desangrados, los instrumentos de tortura, el horror. En el juicio, Isabel se negó a declarar, acogiéndose a sus privilegios nobiliarios. Condenada a cadena perpetua, tapiaron su habitación y allí vivió emparedada durante casi cuatro años, medio muerta de hambre y de frío, alimentándose de la escasa comida que le hacían llegar por una ínfima ventanita. Nunca mostró arrepentimiento ni llegó a entender por qué la condenaron. Murió el 21 de agosto de 1614, al anochecer, "abandonada de todos", según un cronista de la época. Conclusión: Consumir sangre no es malo, si se bebe de manera maderada y en pequeñas cantidades. Lo que no es agradable en este acto es que la sangre es comparada con la droga, pues las persona que lo consumen se vuelven adicta esta y su deseo de consumir es tan grande que pueden llegar a afectar la vida de otras personas y de ellos mismo hasta el punto de llegar a la cárcel por atentar la vida de alguien o hasta la propia.