Filosofia Educativa

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Lic. Mario R.

Jiménez Camposeco

FILOSOFIA EDUCATIVA I UNIDAD)

1ra. SEMANA:

UNIDAD 1.

Conceptos de filosofía de la educación:


Filosofía,

límites de la existencia y de los modos de ser se denomina filosofía. El término, de


origen griego, se compone de dos vocablos: philos (“amor”) y sophia
(“pensamiento, sabiduría, conocimiento”). Por lo tanto, la filosofía es el “amor por
el conocimiento”.

Filosofía
El filósofo, por su parte, es un individuo que busca el saber por el saber mismo, sin
un fin pragmático. Se mueve por la curiosidad e indaga acerca de los últimos
fundamentos de la realidad. Más allá del desarrollo de la filosofía como disciplina,
el acto de filosofar es intrínseco a la condición humana. No es un saber concreto,
sino una actitud natural del hombre en relación al universo y a su propio ser.

Al igual que la religión, la filosofía se centra en las cuestiones últimas de la


existencia humana. En cambio, a diferencia de la religión, no se basa en una
revelación divina o en la fe, sino que lo hace en la razón. De esta forma, la filosofía
puede ser definida como el análisis racional del sentido de la existencia humana,
tanto individual como colectiva, fundado en la comprensión del ser. Pese a ciertas
semejanzas con la ciencia, la filosofía se distancia de ésta ya que muchas de sus
preguntas no pueden ser respondidas mediante el empirismo experimental.

Ciencia,

Rama del saber humano constituida por el conjunto de conocimientos objetivos y


verificables sobre una materia determinada que son obtenidos mediante la
observación y la experimentación, la explicación de sus principios y causas y la
formulación y verificación de hipótesis y se caracteriza, además, por la utilización
de una metodología adecuada para el objeto de estudio y la sistematización de los
conocimientos.
"ciencia médica"

Conocimiento,
l conocimiento es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia
o el aprendizaje (a posteriori), o a través de la introspección (a priori). En el
sentido más amplio del término, se trata de la posesión de múltiples datos
interrelacionados que, al ser tomados por sí solos, poseen un menor valor
cualitativo.

1
Conocimiento
Para el filósofo griego Platón, el conocimiento es aquello necesariamente
verdadero (episteme). En cambio, la creencia y la opinión ignoran la realidad de
las cosas, por lo que forman parte del ámbito de lo probable y de lo aparente.

El conocimiento tiene su origen en la percepción sensorial, después llega al


entendimiento y concluye finalmente en la razón. Se dice que el conocimiento es
una relación entre un sujeto y un objeto. El proceso del conocimiento involucra
cuatro elementos: sujeto, objeto, operación y representación interna (el proceso
cognoscitivo).

Experiencia,
Experiencia, del latín experientĭa, es el hecho de haber presenciado, sentido o
conocido algo. La experiencia es la forma de conocimiento que se produce a partir
de estas vivencias u observaciones.

Otros usos del término refieren a la práctica prolongada que proporciona la


habilidad para hacer algo, al acontecimiento vivido por una persona y al
conocimiento general adquirido por las situaciones vividas.

Conocimiento de algo, o habilidad para ello, que se adquiere al haberlo realizado,


vivido, sentido o sufrido una o más veces.
"todavía le falta experiencia, dentro de unos años tocará mejor; se busca
administrativo con experiencia; el consejo de una persona de experiencia; sé por
experiencia que la apendicitis duele mucho

Por ejemplo: “El jefe me preguntó si tenía experiencia en este tipo de asuntos y
tuve que contarle la verdad”, “La experiencia ganada en diez años de trabajo fue
vital para el éxito”, “El equipo necesita un jugador de experiencia que sea capaz
de guiar a los jóvenes”.
Libertad,

Creencia,

Conjunto de creencias, de normas de comportamiento y de ceremonias de oración


o sacrificio que son propias de un determinado grupo humano y con las que el
hombre reconoce una relación con la divinidad (un dios o varios dioses).
"una parte importante de la población no abandonó su creencia, como es el caso
de los mozárabes y de los judíos; tiene fuertes creencias de tipo religioso"

La creencia es la convicción de que algo es verdadero y cierto. Es una valoración


personal que puede basarse en elementos racionales o en una sensación interna.
Al tener una creencia sobre algo se considera que existe una certeza sobre ella.
2
Esto no significa que esta valoración de la certeza se corresponda con la verdad,
pues certeza y verdad son realidades distintas.

Determinismo,
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Para el término matemático, véase Sistema determinista.
El determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento
físico, incluyendo el pensamiento y acciones humanas, está causalmente
determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia, y por tanto, el estado
actual "determina" en algún sentido el futuro. Existen diferentes formulaciones de
determinismo, que se diferencian en los detalles de sus afirmaciones. Para
distinguir las diferentes formas de determinismo conviene clasificarlas de acuerdo
con el grado de determinismo que postulan:

El determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos genuinamente aleatorios o


azarosos, y en general, el futuro es potencialmente predecible a partir del
presente. El pasado también podría ser "predecible" si conocemos perfectamente
una situación puntual de la cadena de causalidad. Pierre-Simon Laplace defendía
este tipo de determinismo.
El determinismo débil sostiene que es la probabilidad lo que está determinado por
los hechos presentes, o que existe una fuerte correlación entre el estado presente
y los estados futuros, aun admitiendo la influencia de sucesos esencialmente
aleatorios e impredecibles.
Cabe resaltar que existe una diferencia importante entre la determinación y la
predictibilidad de los hechos. La determinación implica exclusivamente la ausencia
de azar en la cadena causa-efecto que da lugar a un suceso concreto. La
predictibilidad es un hecho potencial derivado de la determinación certera de los
sucesos, pero exige que se conozcan las condiciones iniciales (o de cualquier
punto) de la cadena de causalidad.

Adoctrinamiento,

El adoctrinamiento (a veces llamado indoctrinación,1 por influjo del inglés


indoctrination), es el conjunto de medidas y prácticas educativas y de propaganda
encaminadas a inculcar determinados valores o formas de pensar en los sujetos a
los que van dirigidas.2 Históricamente, el adoctrinamiento ha sido promovido tanto
por las élites sociales dominantes como medio de control social no explícito ni
necesariamente coactivo, pero sí influyente; como por grupos religiosos e
ideológicos extremistas, frecuentemente contrarios al orden establecido. Algunos
autores también consideran adoctrinamiento la formación sesgada o el filtraje de
informaciones de ciertos grupos extremistas, sobre personas o menores sujetos a
la influencia de sus organizaciones.

El adoctrinamiento a diferencia de la educación no siempre pretende convertir al


sujeto en un individuo autónomo, con sus propios elementos de juicio, sino que
3
frecuentemente el adoctrinamiento se caracteriza por la fe ciega y la ausencia de
pensamiento crítico. En casos extremos el adoctrinamiento incluso puede ir
acompañado de técnicas de lavado de cerebro.

Justicia,

La justicia (del latín iustitĭa, que, a su vez, viene de ius —derecho— y significa en
su acepción propia «lo justo») Es un valor determinado como bien común por la
sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es
el conjunto de pautas y criterios que establecen un marco adecuado para las
relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo
acciones específicas en la interacción de estos.

Neutralismo
El neutralismo es una relación biológica, entre dos especies o poblaciones que
interactúan, en la cual ninguno de los individuos recibe beneficio ni perjuicio.1

El neutralismo puro es muy poco probable o imposible de probar. Al tratar las


complejas redes de interacciones presentadas por los ecosistemas, puede ser
difícil afirmar con certidumbre que no hay absolutamente ninguna competencia o
beneficio entre ninguna de las especies. Dado que el neutralismo puro es raro o
inexistente, este término a menudo se aplica a situaciones donde las interacciones
son poco más que insignificantes o despreciables.

Neutralismo educativo,
[En el ámbito científico el neutralismo es una corriente de pensamiento que
defiende la neutralidad del contenido de la ciencia y la actitud mental del científico
en sus investigaciones y en sus actuaciones en cuanto científico. Afecta a
cualquier campo del conocimiento, incluido el educativo, aunque en este ámbito
denota una especial significación, no sólo porque quiera resolverse científicamente
sino también por el carácter que la misma tiene de ser tradicionalmente el primer
vehículo de transmisión cultural en la sociedad, lo que necesariamente implica la
transmisión de valores.]

[Cuando se habla de neutralidad a nivel de educación se está postulando la


neutralidad de los contenidos a transmitir. Los conocimientos teóricos,
tecnológicos y práxicos de las áreas de estudio son los que plantean el problema
de la neutralidad en la tarea educativa. Desde esta vertiente, el proceso educativo
de enseñanza-aprendizaje ha de transmitir contenidos científicos, libres de valores
(neutralidad axiológica), de normas técnicas (neutralidad técnica) y de normas
morales (neutralidad moral).

Las neutralidades axiológica, técnica y moral son una utopía a nivel de tarea. La
ciencia y la técnica crean valores y establecen orientaciones de acción, y no tiene
sentido postular después que no deben transmitirse. Y falsea la realidad presentar

4
todos los juicios morales con un talante neutral, pues no todos tienen el mismo
fundamento.

El neutralismo educativo es utópico, irreal, confunde intención con manipulación, y


esto conlleva que, en su intento de evitar la manipulación y el adoctrinamiento,
suspende la intervención en este campo y permite que verdad y falsedad estén en
el mismo plano; cae en la manipulación, pues su abstención en presentar las
distintas doctrinas oculta la realidad; y cae en la utopía de la no intervención
educativa, con perjuicio de los alumnos: no se es libre sin conocimiento de la
realidad.]

Persona,
PERSONA

En la antigua Grecia los actores utilizaban una máscara que tenía un orificio en la
boca y por medio de la cual hablaban, esta máscara llegó a nosotros por medio de
la cultura latina y se llamaba persona. Y su etimología es per sonare que significa
sonar a través de.

El término persona pasó con el tiempo a designar de manera genérica al sujeto


jurídico. Desde la perspectiva cristiana se designo al ser humano señalando su
diferencia específica "sustancia individual de naturaleza racional".

Existe en el término persona una conciencia de su existencia como ser humano y


que busca su realización plena. Las características de la persona son:
* Es Única: sólo ella existe de manera particular, ocupa un lugar propio en el
universo, tanto en tiempo como en espacio, es irrepetible.

* Es Libre: esta llamada a una realización por medio de la autonomía, y su libertad


por lo tanto no puede ser esclavizada, ni darle un precio, mucho menos abusar y
explotarla, con la libertad determina su propio camino sin estar atada a leyes.

* Es Trascendente: para casi todas las culturas la persona es una realidad que va
mucho más de la vida.

* Es Espiritual: está dotada de una naturaleza espiritual que le da una auto


conciencia intelectual, aspira a la perfección, por esto no es lícito utilizar una
persona como cosa.

La tarea del hombre como persona es desarrollarse libre y voluntariamente


conforme a la ley de su propia naturaleza humana y dar el gran paso de persona
hacia la búsqueda de la madurez de la personalidad.

La persona como tal cuando se concretiza en actitudes y acciones cotidianas, ya


que por su propia naturaleza tiende al bien y a la verdad, se debe desenvolver en
estos campos, esto es, debe amar y dejarse amar, debe ser solidario, cumplir con
5
sus obligaciones y defender sus derechos, respetar la igualdad del otro, al igual
que exigir ser respetado.

Voluntad,

oluntad (del latín voluntas) es la potestad de dirigir el accionar propio. Se trata de


una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para
desarrollar una acción de acuerdo a un resultado esperado. La voluntad implica
generalmente la esperanza de una recompensa futura, ya que la persona se
esfuerza para reaccionar ante una tendencia actual en pos de un beneficio ulterior.

Voluntad
Por ejemplo: “Tienes que tener fuerza de voluntad para superar una enfermedad
de este tipo”, “Por favor, pon buena voluntad y trata de no hacer más problemas”,
“Tuve que despedirlo por su mala voluntad para el trabajo en equipo”.
sujeto,

Derechos humanos,

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o
étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los
mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y
garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional.
El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que
tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de
abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger
los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

Universales e inalienables

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del


derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se
destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se ha
reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones internacionales
de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos
celebrada en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían
el deber, independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales,
de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales.

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Objetivos,

Un objetivo es el fin último al que se dirige una acción u operación. Es el


resultado o sumatoria de una serie de metas y procesos. Se dice que la persona
después de haber identificado un objetivocuyo logro considere importante, tiene
que ser capaz de describir las acciones que representen el significado de éste.

Ideal,

Ideal es perteneciente o relativo a la idea, es decir, no es físico ni real, sino que


está en la fantasía. Como tal, ideal es una representación mental que se
relaciona con algo real, por ejemplo: desearía vivir en un mundo donde no exista
la guerra, es un ideal que hasta los momentos es posible únicamente en la mente
del individuo.
La palabra ideal posee diferentes significados todo depende del contexto en donde
se emplea. La expresión ideal pude indicar a un prototipo, modelo o ejemplar de
una perfección, es decir, es una persona que posee todos los atributos o
características para ser imitado o seguido por todos aquellos individuos que se
relaciona con el individuo ejemplar, este puede ser un padre, esposa, hija ideal o
ejemplar. Asimismo, la expresión ideal representa a todo aquello que es perfecto
o excelente, como es el caso: “aquella casa es grande, es ideal para la familia”,
se puede observar en este ejemplo, que la expresión ideal se ajusta a todo aquello
que es adecuado para un determinado fin.

Axiología,
Qué es la Axiología:
La axiología es una rama de la Filosofía que estudia los valores. La axiología se
aplica también a otros ámbitos como el Derecho y la Pedagogía, en el que
aparecen temas de carácter axiológico. En ocasiones se utilizan los términos
Filosofía de los valores y Teoría de los valores.

Esta palabra procede del francés axiologie, formada con los términos griegos ἄξιος
('digno', 'valioso', 'con valor') y λόγος (logos, que en este caso se puede traducir
como 'estudio', 'teoría', 'tratado').

Finalidad,
a finalidad es el fin con el cual se hace algo. Se trata del “por qué” que explica o
justifica los motivos de una acción. Por ejemplo: “Con esta investigación, mi
finalidad es descubrir el comportamiento de las personas en situaciones de
estrés”, “Todo lo que hacemos tiene una finalidad, pero dicha finalidad no justifica
cualquier comportamiento”, “¿Cuál es tu finalidad con todo esto? ¿Quieres
hacerme daño?”.
7
Finalidad
La noción de finalidad puede asociarse a conceptos como meta u objetivo. La
finalidad es aquello a lo que se apunta o que se desea conseguir. Se trata de un
motor que impulsa a los animales a llevar a cabo diversas acciones o a proyectar
en el corto o largo plazo.

Aspiraciones.
Definición de Aspiración, del latín aspiratio
Con referencia en el latín, a partir de aspiratio, se observa la idea de llevar
oxígeno a los pulmones y paralelamente un impulso de deseo. Una persona tiene
aspiraciones en su vida, es decir, tiene objetivos que cumplir, metas que se marca
de acuerdo a sus inquietudes personales y su modo de ser. Las aspiraciones son
totalmente subjetivas, cada ser humano es único e irrepetible. De ahí que
personas de la misma edad puedan diferenciarse porque cada uno se encuentra
en una etapa vital diferente.

Aspiración como desarrollo profesional


Las aspiraciones conectan con el deseo de realización personal de aquel que
quiere aportar un valor añadido a su vida a través del sentido concreto que aporta
el cumplimiento de una misión. Una aspiración es una motivación importante. En
este este sentido, a modo de coaching, una persona puede tener aspiraciones
distintas en el ámbito profesional y en el ámbito personal. Las aspiraciones
personales conectan también con las cualidades personales de cada uno.

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2da. SEMANA:

La filosofía de la educación
Se caracteriza por ser la rama de la filosofía que trata de la reflexión sobre los
procesos educativos vividos por el hombre, los sistemas educativos, la
sistematización sobre los métodos de enseñanza aplicados en clase y otros temas
relacionados con la pedagogía. Su ámbito principal es de entender la relación
entre el fenómeno educativo y cómo influye en el funcionamiento de la sociedad.

Una de las grandes incógnitas de la filosofía de la educación, es la indecisión


entre la educación como transmisión de conocimientos en contraparte a la
educación de forma crítica, para trabajar como un incentivo y cuestionar la
capacidad de aprendizaje que tiene el estudiante. Como se conoce, y lo que
significa saber, también son temas abordados y problematizan aún más la filosofía
de la educación. Uno de los filósofos interventores, en la conceptualización de la
técnica filosófica a seguir en el ámbito educacional es Platón.
Platón en uno de sus escritos expone que, la educación clasificada como primaria
debe limitarse a la clase o tutorías por docentes especializados hasta que se
cumpla la edad de 18 años, seguido de dos años de entrenamiento militar
obligatorio sobre todo en hombres y la educación superior luego para los
individuos que estaban calificados académicamente. Ahora bien, si la educación
primaria forma el alma de responder a los estímulos del medio ambiente, la
educación superior ayudó al alma del hombre en la búsqueda de la verdad que
ilustra. En la época de platón, tanto los niños como las niñas recibieron el mismo
tipo de educación, la instrucción elementalmente consistió en manejar la música, a
su vez en la práctica del ejercicio, esto con el objetivo final de capacitar y mezclar
cualidades suaves y fuertes en las personas y crear una persona totalmente
armoniosa.

¿Para qué filosofía de la educación?

Es sospechosamente curioso el hecho de que de todas las profesiones existentes,


sea precisamente la del educador a la que se le exija una constante reflexión por
el significado de su ciencia. Al médico, al ingeniero, al abogado o al licenciado en
letras no se les ve discutir acerca de la medicina, la ingeniería, el derecho o la
literatura ni mucho menos la repercusión de su oficio en la sociedad. Quizás por
considerarse al educador como un eje fundamental de la sociedad, en cuyas
manos se decide el destino de los habitantes de una república, la sociedad misma
le exija claridad y tino en el ejercicio de su oficio.

Este constante reflexionar del educador acerca de su profesión ha obligado a la


ciencia pedagógica a recurrir a la filosofía para despejar sus incógnitas. Así, una
rama de la filosofía nace con el nombre de “filosofía de la educación”, con el
9
propósito de analizar lo que han dicho quienes practican y teorizan acerca de la
educación y de sus problemas fundamentales:

En la filosofía de la educación se pretende responder preguntas tales como: ¿qué


involucra la educación?, ¿qué es exactamente enseñar?, ¿cuándo se puede
afirmar con propiedad que se “sabe” algo?, ¿que criterios deben satisfacerse para
decir que lo que un maestro hace puede caracterizarse verdaderamente como
“punitivo”?, ¿qué quiere decir que todos los niños deben tener “igualdad de
oportunidades”?, ¿qué significa “libertad” en un contexto educativo? (Moore, 1998:
22)

La educación toma de la filosofía la reflexión y el punto de vista de la totalidad


para esclarecer los problemas relativos a la pedagogía. Así, viendo la educación
como un todo, reflexionando acerca del hecho educativo desde sus presupuestos
fundamentales, podrá el educador tener una mayor conciencia de su labor
educativa y saber que su práctica descansa sobre temas que se imbrican con la
humanidad.

Son tres los problemas de la filosofía de la educación. El primer problema al cual


se enfrenta la filosofía de la educación es al tipo de ser humano que se desea
formar. Este problema, que se ubica en el ámbito de la Antropología filosófica,
parte desde las inquietudes socráticas por el ser y llega hasta nuestros días. Y
esta pregunta es fundamental por cuanto si la educación tiene por propósito la
transformación del individuo a través del conocimiento, una filosofía de la
educación debe partir de la idea de ser humano:

Fácil es comprender que la pedagogía presupone una idea del hombre. Necesita
un saber acerca de su estructura y esencia, antes de señalar fines y medios a la
educación. Estos se definen en relación estrecha con aquella idea. El teórico de la
educación debe consultar a la filosofía la doctrina en torno del hombre. Esta
servirá de base a la idea esencial de la educación y a una concepción fundamental
sobre sus medios (...) Toda pedagogía es, previamente, ciencia profunda del
hombre. (Mantovani, 1983: 25).

Pero si toda educación funda su quehacer en la idea de ser humano, el hecho de


la multiplicidad de definiciones ha dado como resultado una constante
experimentación y variación en la teoría educativa. Desde que Sócrates en el siglo
V a.C. intentó infructuosamente definir al ser humano buscando sus cualidades
comunes (“el hombre es un ser bípedo implume”, diría el filósofo griego), la
humanidad ha ensayado una idea de hombre para cada época histórica. El
hombre político de la Grecia Antigua, el hombre como ser racional de Aristóteles,
el hombre religioso de la Edad Media, el hombre cósmico del Renacimiento, el
hombre máquina de la Revolución Industrial, el hombre como nada del
existencialismo, no son más que ejemplos del vasto campo de las concepciones
acerca del ser humano. (Groethuysen, 1975).

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Cuando una educación adolece de firmes convicciones acerca de la idea de ser
humano, corre el riesgo, como lo hecho hasta ahora por la educación occidental
contemporánea, de refugiarse en los falsos brillos de la innovación metodológica,
avanzando con creces en la técnica y el dato estadístico, pero abandonando al ser
humano a su suerte.

El segundo problema fundamental de la filosofía de la educación es el de la


pregunta por los medios, por la manera de alcanzar ese ser humano que ya se ha
definido en la primera pregunta. Este problema se halla en el ámbito de la
Axiología, por cuanto a través de ciertos valores, estrategias y técnicas se puede
lograr la consecución del hombre deseado.

El problema por los medios, referidos a la técnica de la acción educativa, se


fundamenta en la respuesta dada a la concepción antropológica. Luego de
conocer al ser humano que se desea formar, el docente planifica una serie de
estrategias y técnicas para cumplir su labor educativa. Hoy, sin embargo, la
educación occidental ha puesto su interés en la técnica haciendo de la enseñanza
una flor marchita y sin creatividad. El docente busca contenidos y estrategias de
clases planificadas con anterioridad por otros docentes, haciendo de la enseñanza
un armazón de reglas técnicas y código de preceptos docentes. Volviendo a los
fundamentos de la educación a través de la filosofía, puede el docente convertir la
enseñanza en actividad creadora y transformadora. Y ello se consigue
respondiendo la tercera y última pregunta fundamental de la filosofía de la
educación.

El tercer y último problema de la filosofía de la educación es la pregunta por los


fines, problema sujeto a la Teleología de la educación que sirve como bitácora que
señala la llegada a todo esfuerzo educativo:

El problema del fin es, sin duda, el más grave y el menos soluble dentro de la
teoría educativa. Está sometido a las mayores variaciones y contingencias de
tiempo y lugar. Aun en la educación práctica adquiere una importancia decisiva. La
acción educativa es un sistema coordinado de medios para influir en dirección a
un fin determinado. Educar es mirar hacia un fin y procurar su realización. Por ello
resulta débil una pedagogía constituida exclusivamente por medios educativos.
(Mantovani, 1983: 84-85).

Estos tres problemas, el qué, cómo y para qué de la educación, constituyen los
problemas fundamentales de la educación vistos desde el punto de vista de la
totalidad. Hacer filosofía de la educación es responder estas preguntas cuyas
respuestas varían dependiendo de la época, la geografía y el paradigma en los
cuales se base. Un docente, consciente o inconscientemente siempre trabaja bajo
estas premisas. Si lo hace conscientemente, sabrá qué tipo de ser humano desea
formar y se imaginará a esos sujetos que tiene delante de sí en un futuro
desempeñando o viviendo una vida acorde con la enseñanza recibida; sabrá
también ese maestro cómo formar a ese ser humano que desea educar, con
cuáles valores, contenidos y estrategias desempeñar su labor educativa y sabrá
11
además ese docente el fin de todo su esfuerzo y el para qué cambiar el estado de
ese sujeto que se desea transformar. El docente conocedor de esas respuestas
será un profesional crítico y con una mejor oportunidad de alcanzar sus objetivos.
(Neff, 1968). Cuando el docente no se hace esas preguntas ni le da importancia a
las respuestas, pues el plan educativo de la nación, o Currículo Básico Nacional,
le ofrece el sentido, oculto para él, a su accionar mecánico, acrítico y rutinario.

Pero si hacer filosofía de la educación es responderse estas tres preguntas:

¿Qué tipo de ser humano deseo formar? - Antropología


¿Con cuáles valores y contenidos? - Axiología
¿Para qué? - Teleología

Hemos de estar seguros que toda pregunta tiene más de una sola respuesta.
¿Cómo pensar entonces en una filosofía de la educación? Podemos imaginar, por
ejemplo, una educación en la cual se forme un ser para el trabajo, para ello se
reforzará la educación productiva y la adquisición de habilidades y técnicas de
producción con la intención de aumentar el producto interno bruto de una nación.
Podemos también pensar una educación para formar un ser libre y feliz, por medio
de una educación autogestionaria, antiautoritaria, con la finalidad de alcanzar una
sociedad libre y feliz. Como vemos, las opciones de respuesta a esas tres
preguntas son variadas, por lo que hablar de “Filosofía de la Educación” resultaría
contradictorio. Por ello, sugerimos la adopción del plural “Filosofías de la
Educación”, como forma de afianzar el carácter diverso de las manifestaciones
educativas.

Pequeño cambio gramatical que nos conduce a una fascinante aventura


intelectual.

12
3ra. semana

Fundamentos metafísicos de la filosofía de la educación.

13
4ta. semana

Problemas que origina la desorientación filosófica:

La mentalidad actual es difícil de ser comprendida. Existe un ámbito de confusión


y de desorientación referente hacia dónde vamos, de donde venimos, etc.; tanto el
pensamiento como las prácticas educativas de hoy se caracterizan por éste
ambiente de confusión. José Guadalupe de la Mora Ledesma, en su obra titulada
“Esencia de la Filosofía de la Educación”, enuncia tres grandes problemas que
engendran la desorientación filosófica: “El problema de la realidad esencial; el
problema relativo a la naturaleza de la verdad y la validez del conocimiento y el
problema acerca del origen, naturaleza y destino del hombre”[2].

Desde mi perspectiva, estos tres asuntos son motivo de una reflexión profunda por
parte de quienes hemos dedicado nuestra cotidianeidad a la labor educativa.
Apoyo la idea de que si los educadores lográramos tener un recto conocimiento
del hombre, su naturaleza y de su realidad, se pudiera ayudar a la ciencia de la
educación a salir un poco de la confusión y del desconcierto en que se navega. Es
preciso entonces, recurrir a una verdadera filosofía para que la acción educativa
reciba una adecuada orientación.

Todo lo anterior, nos lleva a rescatar algunas reflexiones interesantes en ese


ámbito. Los modos de vida, las condiciones sociales, están viviendo profundos
cambios. La industria, el campo, la salud pública, el ajuste social y definitivamente
la educación, todo se sumerge en un momento histórico cambiante y que
presenta necesidades muy distintas a las de las sociedades anteriores.

Es una realidad que muchos de éstos cambios constantes de los que hablamos
han traído grandes beneficios para el hombre y su entorno. Sin embrago, también
es cierto, que en el plano humano, el individuo se ha visto alejado de principios de
vida fundamentales de una existencia plena. Se nos ha olvidado, en medio de
tanto ajuste y cambio, que los principios de una verdadera filosofía pueden ofrecer
al hombre un criterio válido para interpretar y valorar la vida y el significado de la
misma.

“El hombre, desde hace un siglo se haya inmerso con mayor profundidad cada
vez, en una crisis, que sin duda, guarda mucho de común con otras que nos son
familiares por la historia pero que, sin embrago, resulta peculiarísima en un punto
esencial. Nos referimos a la relación del hombre con las nuevas cosas y
circunstancias que han surgido de su propia acción o que, indirectamente se
deben a ella. Podríamos calificar esta peculiaridad de la crisis contemporánea
como el regazo del hombre tras sus obras...”[3].

Al párrafo anterior aportado por Buber, podemos también añadir la reflexión de


A.K.C. Ottaway en su obra Educación y Sociedad: “...de un modo general, puede
decirse que los cambios señalados han surtido efectos tanto positivos como
14
negativos. Por una parte, hoy en día, los niños tienen más libertad y la
democratización de la familia ha aumentado; por otra parte, el control paterno,
necesario en ciertos casos, es menor; y también lo es la interacción social en el
hogar. Muchas veces se exige de la escuela que compense las deficiencias del
hogar”[4].

En este contexto de cambio y de reajuste de las relaciones interpersonales,


aparece la concepción de la vida como un concepto que se ve modificado
ininterrumpidamente por los estímulos de un mundo complejo. El ser humano tiene
necesidades cada vez más diferentes a las de antaño, necesidades de
autorrealización, de estabilidad emocional y de comunicación afectiva. En algunos
momentos de la historia ha buscado encontrar sus respuestas en el exterior,
construyendo máquinas que le faciliten sus procesos y desarrollando tecnologías
de punta. Sin embrago, el camino de la vida interior ha sido minado por este
proceso y sus orientaciones de relaciones humanas se han confundido. El avance
en su camino hacia la libertad a veces lo ha alejado de su verdad. Si la verdad
libera, deberemos entonces replantearnos una concepción de vida que reconcilie
los dos términos y que en el caso del proceso educativo, revalore muchos
aspectos de la realidad del ser para fomentar una filosofía que le otorgue una
certidumbre y una confianza en su potencialidad humana.

EL PROBLEMA DE LA REALIDAD ESENCIAL.

A lo largo de la historia de la humanidad han surgido diferentes corrientes


filosóficas en busca de la verdad, a continuación trataremos de resumir los puntos
de aportación esenciales de cada una de ellas:

EL MATERIALISMO.

Es el sistema que admite como sustancia única la materia. Las formas más
destacadas del materialismo son las atribuidas a autores como: Demócrito;
Leucipo, etc., autores de la época antigua que presentan una visión mecanicista
de la realidad.

La otra forma del materialismo es la aportada por autores como Marx, Engels,
Lenin, Stalin, etc., que ha sido llamada también materialismo dialéctico.

Los filósofos de la escuela atomista definen que el ser está constituido de átomos
materiales y éstos son eternos y toda realidad está integrada en ellos. La corriente
materialista ha sido seguida por filósofos como Hobbes, Le Metrie, Marx, Engels y
otros quienes dan por supuesto la eternidad de la materia con perennes
transformaciones.

EL IDEALISMO.

Sistema filosófico que considera a la idea como primera y única realidad esencial.
La esencia del ser es la idea, el mundo de la materia es una ilusión, es una
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manifestación de la idea o del pensamiento. Entre sus representantes
encontramos a Platón, del idealismo ontológico; a Hegel, del idealismo
trascendental y a Berkeley, del idealismo empírico.

IDEALISMO ONTOLÓGICO.

Su representante, Platón, tiene una cosmovisión idealista de la realidad; afirma la


existencia de un mundo de esencias puras, realizadas más allá de este cielo
invisible, el alma conoce estas ideas eternas e inmutables, antes de ser
encarcelada en la materia.

IDEALISMO TRASCENDENTAL.

Su representante, Hegel, establecía que la realidad se reduce a la idea, todo es


pensamiento, su frase: “Lo que es racional es real y viceversa”, plantea de manera
explícita su postura. Determina que la esencia de toda realidad y del todo es
pensamiento, Idea.

“La Idea debe es el pensar absolutamente idéntico a sí mismo. Y el pensar es la


actividad consistente en enfrentarse consigo mismo, a fin de ser para sí, y ser él
mismo en este otro sí mismo. Así la ciencia comprende tres partes:

1º. La lógica, o sea, la Idea de la ciencia en sí y para sí.

2º. La Filosofía de la naturaleza, o sea, la ciencia de la Idea en su alteridad.

3º. La Filosofía del Espíritu, es decir, la Idea de que su alteridad retorna a sí


misma.

...En la naturaleza no se podría reconocer otra cosa que la Idea, pero bajo la
forma de exteriorización, y también ella se encuentra en el espíritu como siendo
para sí y llegando a ser en sí y para sí... [5].

EL ESPIRITUALISMO.

Sistema filosófico que afirma la primacía de un Ser Absoluto de naturaleza


espiritual que domina y crea la materia. La realidad esencial se explica en
términos de espíritu y de materia. Entre sus representantes encontramos a
Xenófanes, Aristóteles, Cicerón, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Descartes,
Pascal, Leibniz, Suárez, Bergson, Scheler, Maritain y Mounier entre otros.

Aristóteles sostuvo la existencia de un modo espiritual que se evidencia en las


operaciones del alma humana y se deduce de las reflexiones sobre el ser
Absoluto. Coincide con Platón al afirmar la irreductibilidad de las ideas a las
imágenes producto de las sensaciones.

16
Si tratáramos de extraer las tesis fundamentales de la metafísica realista con
respecto al problema ¿qué es lo que existe?¿Existe? Se concretaría a lo siguiente:
“1ª. Existen las cosas. 2ª. Existen las cosas como inteligibles, es decir, que
además de ser, consisten o son esto o aquello; tienen una esencia y son
inteligibles. 3ª. Existe la inteligencia, el pensamiento, Dios. 4ª. El hombre es una
de las cosas que existen. 5ª. El hombre es inteligente relativamente, es decir,
participa de la inteligencia que existe. 6ª. El hombre conoce que las cosas son y lo
que las cosas son. 7ª. La actividad suprema del hombre consiste en el
conocimiento”[6].

EL PROBLEMA RELATIVO A LA NATURALEZA DE LA VERDAD Y A LA VALIDEZ


DEL CONOCIMIENTO.

Saber qué son las cosas es un tema que a todos nos preocupa y ha preocupado a
lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, nos ha interesado más el
saber que valor tienen nuestros conocimientos sobre ellas. El problema del
conocimiento puede ser expresado de esta sencilla manera, somos conscientes
de que necesitamos una certeza de que la poseemos.

La actitud de la mente humana es oscilar entre dos extremos: credulidad por una
parte, o sea, confianza en que podemos conocer algo y escepticismo por otra,
que responde a una desconfianza natural porque en muchas ocasiones hemos
visto que no conseguimos la verdad donde creíamos haberla encontrado. Así
surge una actitud normal de crítica, de investigación.

El problema del conocimiento se ha perfilado en distintos sistemas que a


continuación describiremos de manera resumida:

DOGMATISMO.

Es sostenido por espíritus fuertes que desprecian todas las dificultades y creen
que es innecesario el planteamiento del problema crítico, puesto que para ellos
basta la certeza natural. A ello se responde que tal certeza podría servir para
cosas prácticas del diario vivir, pero no para cimentar en esta certeza natural ni la
ciencia ni la filosofía, porque ha de investigarse la última causa de todo ente. Para
ésta posición epistemológica no existe todavía el problema del conocimiento
porque da por supuesta la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el
objeto e inspira una confianza en la razón humana.

ESCEPTICISMO.

Sistema Que afirma que no es posible obtener ninguna certeza en las cuestiones
que investiga la filosofía. Niega por tanto, la existencia de la verdad y la posibilidad
del conocimiento. Existen diferentes tipos de escepticismo: el lógico que niega la
posibilidad de todo conocimiento. El especial, que niega cierto tipo de verdades, si
es en el orden moral se denomina escepticismo ético, si es relativo a la metafísica
se denomina agnosticismo. Este último ha influido mucho en otros autores a través
17
de la filosofía Kantiana, sobre todo en las positivistas y neopositivistas lógicos. En
la antigüedad sus representantes fueron Protágoras, Pirrón, Empírico y Gorgias.
En la edad moderna son muchos los que presentan esta postura en sus obras
como podemos citar a continuación:

EMPIRISMO.

En él se afirma que no hay mas medios de conocimiento que los sentidos,


teniendo como instrumento la intuición sensible y la experimentación.

RACIONALISMO.

Filosofía que afirma que sólo la razón es la que da a conocer la realidad


despreciando el valor de los sentidos.

IDEALISMO.

Afirma que el pensamiento nada puede conocer fuera de lo que está en él. O sea,
por medio del pensamiento no se puede salir fuera del pensamiento.

REALISMO.

Asegura que el conocimiento capta la realidad por medio de la actividad de los


sentidos y de la inteligencia, no sin antes haber realizado una justificación crítica
de la capacidad de la mente para conocer la verdad.

DIVERSAS CONCEPCIONES ACERCA DE LA VERDAD.

El concepto de verdad ha tenido variaciones a lo largo de la historia las cuales


podemos citar de manera resumida enseguida:

CONCEPCIÓN IDEALISTA.

Define la verdad de la siguiente manera: “verdad es la concordancia del


conocimiento con su objeto”. En esta concepción, la verdad es el acuerdo del
juicio con las leyes inminentes de la razón. A esta concepción de la verdad se le
puede objetar que la coherencia interna no constituye la verdad, porque no tiene
relación con lo real. Y así sabemos que el pensamiento siendo perfectamente
coherente, puede ser falso.

CONCEPCIÓN SOCIOLÓGICA DE LA VERDAD.

Propuesta por Durkheim y divulgada por Goblot, quienes definen la verdad como: “
el acuerdo de las inteligencias entre sí”. Podemos decir que tratan de visualizar
una creencia colectiva. A esto se responde que no es el acuerdo lo que determina
18
la verdad, sino la conformidad de la mente con la realidad, porque han existido
errores comunes como la idea de la inmovilidad de la Tierra.

CONCEPCIÓN PRAGMÁTICA.

Para ella la verdad consiste únicamente en su valor práctico, es verdadero lo que


favorece la acción. “La verdad se define por el éxito”. El pragmatismo se aplica de
manera lógica, en todo caso a las verdades de orden moral o religioso, pero no a
las de orden teórico como son las verdades abstractas, teoremas matemáticos
cuya verdad se impone a la mente antes de que aparezca su utilizada. William
James, heredero de la doctrina de Kant es uno de los propagadores de este
concepto. La verdad es percibida por la inteligencia y esta verdad puede estar en
oposición con los sentimientos. La verdad es hecha por el hombre, es obra del
hombre.

CONCEPCIÓN DE LA VERDAD EN EL REALISMO.

En ella se considera la verdad como una adecuación entre la inteligencia y el ser,


debe evitarse considerar la verdad como una cosa o un ser designado por un
sustantivo. Reside primero en la inteligencia y después se aplica a as cosas
secundariamente. Existen diferentes especies de verdad. La ontológica que es la
conformidad del ser humano con la mente; la lógica, que es la conformidad de la
mente con el ser y la verdad formal que es la combinación de las dos anteriores.
La meta de un conocimiento seguro es obtener la verdad formal para llegar a
alcanzar la adecuación con la realidad.

LA ADECUACIÓN METAFÍSICA.

Un tema que no puede restarnos importancia al realizar un análisis del


conocimiento es el relativo a la posibilidad de la metafísica. Kant negó la
posibilidad de la metafísica como ciencia equiparable a la ciencia fisicomatemática
de la naturaleza que maneja como objetos de estudio los fenómenos, olvidando
que la filosofía se construye con realidades que la razón descubre más allá de
esos fenómenos, teniendo como instrumento un principio de valor universal que es
el principio metafísico de la casualidad y no es el principio de casualidad física que
es en el que él apoya sus aportaciones.

“Es propiedad de todo ente de este mundo el no ser necesariamente absoluto, el


no ser necesariamente necesario, sino contingente, es decir, que según su
esencia puede ser y también –se entiende en distinto tiempo- puede no ser. En
este sentido las cosas de este mundo no son independientes, no tienen existencia
por sí mismas, por su propia esencia. Y de este ente falto de independencia
decimos que depende de otro, que debe a otro su existencia... Ahora bien, si
llamamos “causa” a un ente que por su acción da la existencia a otro ente también
dependiente, resulta el aserto: Todo ente falto de independencia (contingente)
19
debe su existencia a una causa, con otras palabras, es causado. Este aserto es el
aserto universal que buscábamos, que expresa la conexión necesaria entre las
cosas de éste mundo y su origen primero supramundano. Llamamos a este aserto,
principio de casualidad”[7].

Exigir la verificación de una manera empírica para fundamentar la verdad en el


campo de las ciencias positivas, es lo indicado incluso cuando no todo pude
comprobarse por este procedimiento en todas las ciencias, en algunos casos el
instrumento es el raciocinio deductivo.

Sin embargo, en el dominio de la filosofía, los métodos que conducen a la verdad


son el inductivo que parte de la experiencia de lo real y el deductivo que extrae
conclusiones de los datos adquiridos por la experiencia sensible y que eleva a
representaciones meta-empírica. La verificación de la verdad se realiza por el
raciocinio inductivo, deductivo y analógico. La metafísica no es una de las ciencias
positivas, es e, saber de los entes, un conocer profundo de ello investigando sus
últimas causas.

LAS CIENCIAS Y LA METAFÍSICA.

En algunas ciencias el método que conduce a la verdad es el raciocinio deductivo,


en el caso de la Filosofía los métodos son el inductivo que parte de la experiencia
de lo real y el método deductivo que de los datos aprendidos a través de los
sentidos extrae conclusiones y representa los datos como meta-empíricos.
Además se apoya en el método analógico. Por lo tanto la metafísica es el saber a
través de un conocimiento profundo al investigar sus causas últimas de los entes.

EL PROBLEMA ACERCA DEL ORIGEN, NATURALEZA Y DESTINO DEL


HOMBRE.

La Filosofía es la ciencia que nos proporciona un conocimiento profundo del ser, y


para adquirir dicho conocimiento se necesita entender dos aspectos: el
fenomenológico y el trascendental.

ANÁLISIS FENOMENOLÓGICO.

EL MUNDO DEL HOMBRE.

El mundo del hombre es una realidad dinámica, es decir, que va adquiriendo


nuevos conocimientos a través de la historia, el tiempo y el espacio, lo cual le
ayuda a ampliar su horizonte intelectual.

LA CONDUCTA HUMANA Y LA CONDUCTA ANIMAL.

20
El hombre tiene un carácter espiritual a diferencia de los animales; las conductas
de ambos demuestran así, por ejemplo que: el hombre se crea en un mundo a
través de un horizonte intelectual en tanto que el animal posee un entorno
limitado; el hombre tiene conciencia de lo que percibe, el animal no y finalmente
Marx Scheler señala que “frente al animal, que siempre dice sí a la realidad... el
hombre es el que puede decir no”.

LA REFLEXIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD PSÍQUICA DEL HOMBRE.

Las manifestaciones como ideas, voliciones, afecciones espirituales son


superiores a las del psiquismo animal pues obran a través de una fuerza espiritual,
a través de una actividad psíquica superior basada en el entendimiento, voluntad y
afectividad.

ANÁLISIS ONTOLÓGICO DE LA EXISTENCIA HUMANA.

A continuación presentamos la constitución ontológica del hombre.

LA EXISTENCIA DE UN PRINCIPIO ÚLTIMO EXPERIMENTAL.

Al hablar de un principio último experimental es hablar de algo que no puede


verse, ni sentirse, sino de algo que informa al cuerpo, que le da vida, es decir, se
trata de una realidad metafísica que explica al hombre, al ser, como algo más que
sólo materia, también como espíritu que lo eleva propiamente a “cuerpo viviente”.

PROPIEDADES DEL ALMA.

Como propiedades del alma mencionaremos las siguientes:

Sustancialidad: Es hablar de una realidad o ser, que subsiste en sí. De un ser yo


que se destaca como centro común a través de nuestra vida.

Unidad: Se refiere a que dentro de uno mismo se rige el principio de unidad entre
las actividades vegetativo-sensitivo-racional como un solo yo.

Simplicidad: ésta se refleja a través del aspecto racional como lo es el


pensamiento.

Incorruptibilidad e inmortalidad: Refiriéndose a que el alma no puede terminar con


la destrucción del cuerpo, de la materia, ya que escapa a las limitaciones del
tiempo y el espacio haciéndola inmortal, incorruptible pues no teniendo partes que
la integren no puede darse en ella la desintegración.

ACERCA DEL ORIGEN DEL HOMBRE.

El origen del hombre a lo largo del tiempo ha generado diferentes posturas, así
tenemos:
21
Determinista: Apoyada por el materialismo que afirma que el hombre procede de la
materia cósmica y por el Idealismo, que dice que éste procede de la Idea Absoluta.

Finalista: La cual sostiene que el hombre es creado por un Ser Trascendental,


dándole un destino y un fin a su naturaleza.

SOBRE EL DESTINO DEL HOMBRE.

Ante la muerte, el hombre es cuando se pregunta acerca del sentido de su vida.


¿Qué puede darle al hombre un pleno sentido a su vida?

LA FELICIDAD COMO FIN ÚÑTIMO DEL HOMBRE.

Para que la vida del hombre no sea un absurdo, debe existir algo que le dé una
razón, un significado para tener una felicidad plena y no entregarse a un
materialismo práctico solamente. Un análisis de la existencia humana nos lleva a
concluir que: la humanidad, el hombre, no puede salvarse a sí mismo y que el
hallar el sentido de la existencia humana, no es tarea fácil y supone algo más que
un conocimiento de tipo científico que resulta insuficiente.

EL DESTINO DEL HOMBRE ¿UN PROBLEMA SIN SOLUCIÓN?

Miguel de Unamuno, en su obra “Del sentimiento trágico de la vida en los hombres


y en los pueblos” plantea lo siguiente: “...sólo nos interesa el porqué en vista del
para qué, sólo queremos saber de dónde venimos para mejor poder averiguar a
dónde vamos...”; “¿Por qué quiero saber de dónde vengo y a dónde voy, de dónde
viene y adónde va lo que me rodea, y qué significa todo esto? Porque morirme del
todo, y quiero saber si he de morirme o no definitivamente. Y si no muero, ¿qué
será de mí?, Y si muero, ya nada tiene sentido. Y hay tres soluciones: a) o sé que
me muero del todo, y entonces la desesperación irremediable, o b) sé que no
muero del todo, y entonces la resignación, o c) no puedo saber ni una cosa ni la
otra, y entonces la resignación en la desesperación o está en aquélla, una
resignación desesperada, o una desesperación resignada, y la lucha..[8].”.

“El hombre es trascendencia y realiza su propio ser superándose a sí mismo, se


actualiza en tanto que se trasciende, lo cual acontece en cada auténtica apertura y
entrega a la verdad, al bien y a la belleza absolutos, al valor personal y a la
comunidad... Querámoslo o no, supone una condición de sí mismo un Absoluto
que constituye el fundamente del sentido supremo e incondicional de la existencia
humana...” es lo que afirma Emerich Coreth, en su libro ¿qué es el hombre?”.[9]

Problema fundamental de la filosofía o problema supremo de la filosofía

22
El problema fundamental de la filosofía es el de la relación que existe entre el pensar y el ser,
entre el espíritu y la Naturaleza. Engels hace notar que los filósofos se dividen en dos campos:
idealistas y materialistas, según consideren como primario el ser o la conciencia. Todos los
representantes de la filosofía idealista toman como primario la conciencia, la idea, el espíritu. En
cambio, los materialistas consideran lo primario la Naturaleza, la materia, y la conciencia lo
secundario, como una propiedad de la materia, derivada de ella. El problema fundamental de la
filosofía tiene, además, un segundo aspecto; ¿estamos en condiciones de conocer el mundo
circundante? La mayoría de los filósofos afirma la posibilidad de conocer el mundo, pero hay
algunos agnósticos que la niegan. El materialismo dialéctico refuta el agnosticismo. Nuestras
sensaciones, nuestras ideas y conceptos son copias, reflejos, del mundo objetivo. La práctica sirve
de criterio de la verdad o del error en nuestro conocimiento. “Desde el momento en que con arreglo
a las propiedades que percibimos en las cosas, las aplicamos a nuestro propio uso, sometemos las
percepciones de nuestros sentidos a una prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad”
(Engels). Sólo el materialismo dialéctico da una solución consecuente y correcta hasta el final del
problema fundamental de la filosofía.

Problema fundamental de la filosofía

Problema de las relaciones del pensamiento con la existencia, del espíritu con la naturaleza.
Engels anota que los filósofos se dividieron en dos campos –”idealistas” y “materialistas”– según
que considerasen como primario la existencia, o la conciencia. Todos los representantes de la
filosofía idealista toman como primario, la conciencia, la idea, el espíritu. Los materialistas, por el
contrario, consideran como primario la naturaleza, la materia, y como secundario, la conciencia,
propiedad de la naturaleza, derivada de la materia.

El problema fundamental de la filosofía tiene además un segundo aspecto: ¿Estamos en


condiciones de conocer el mundo que nos rodea? La mayoría de los filósofos considera que es
posible conocer el mundo que nos rodea; pero hay filósofos agnósticos que niegan esa posibilidad.
El materialismo dialéctico impugna el agnosticismo. Nuestras sensaciones, representaciones y
conceptos solo son copias, reflejos del mundo objetivo. La práctica sirve como criterio de la verdad
o falsedad de nuestro conocimiento. “En el momento en que, de acuerdo a las propiedades por
nosotros percibidas, de una cosa cualquiera, la utilizamos para nosotros mismos, en ese mismo
momento sometemos a inequívoca verificación la verdad o falsedad de nuestras percepciones
sensibles” (Engels).

La solución consecuente hasta el fin del problema fundamental de la filosofía solo la da el


materialismo dialéctico.

SEGUNDA UNIDAD

23
7ma. Semana

El problema acerca del origen, naturaleza y destino del hombre: Análisis fenomenológico y
Ontológico de la existencia humana.

http://www.robertexto.com/archivo16/filosof_educac.htm
8va. Semana

24
La filosofía de la educación. Naturaleza, división

La filosofía de la educación se caracteriza por ser la rama de la filosofía que trata de la


reflexión sobre los procesos educativos vividos por el hombre, los sistemas educativos, la
sistematización sobre los métodos de enseñanza aplicados en clase y otros temas
relacionados con la pedagogía. Su ámbito principal es de entender la relación entre
el fenómeno educativo y cómo influye en el funcionamiento de la sociedad.

Una de las grandes incógnitas de la filosofía de la educación, es la indecisión entre la


educación como transmisión de conocimientos en contraparte a la educación de forma
crítica, para trabajar como un incentivo y cuestionar la capacidad de aprendizaje que tiene
el estudiante. Como se conoce, y lo que significa saber, también son temas abordados y
problematizan aún más la filosofía de la educación. Uno de los filósofos interventores, en
la conceptualización de la técnica filosófica a seguir en el ámbito educacional es Platón.

Platón en uno de sus escritos expone que, la educación clasificada como primaria debe
limitarse a la clase o tutorías por do

centes especializados hasta que se cumpla la edad de 18 años, seguido de dos años de
entrenamiento militar obligatorio sobre todo en hombres y la educación superior luego
para los individuos que estaban calificados académicamente. Ahora bien, si la educación
primaria forma el alma de responder a los estímulos del medio ambiente, la educación
superior ayudó al alma del hombre en la búsqueda de la verdad que ilustra. En la época
de platón, tanto los niños como las niñas recibieron el mismo tipo de educación, la
instrucción elementalmente consistió en manejar la música, a su vez en la práctica del
ejercicio, esto con el objetivo final de capacitar y mezclar cualidades suaves y fuertes en
las personas y crear una persona totalmente armoniosa.

2. La Filosofía de la Educación como “disciplina académica”

La diversificación de las disciplinas académicas obedece a su consideración como


áreas de estudio organizadas sistemáticamente; son ámbitos del saber y del hacer que
tienen objetos, metodologías y finalidades específicas. Más que conjuntos estáticos de
saberes objetivados, las disciplinas son modos de disponer un conjunto de actividades
cognoscitivas [Pring 2004].

Así, la Filosofía de la Educación se distingue de las demás materias filosóficas y


pedagógicas por su objeto de estudio, la metodología que emplea y el fin que se propone
alcanzar.

25
— Su objeto propio es el estudio del fenómeno educativo en toda su amplitud: los
agentes, procesos y escenarios donde se desarrolla el binomio enseñanza-aprendizaje.

— Emplea para su elaboración metodologías filosóficas.

— Tiene como fin inmediato la elaboración de un cuerpo de doctrina que facilite a los
profesionales de la educación la comprensión del sentido y las implicaciones
antropológicas y éticas de su tarea, para mejorar su actividad práctica.

En definitiva, la Filosofía de la Educación no pretende elaborar “una gran teoría” en el


sentido epistemológico fuerte de la palabra [Pring 1978] —un sistema unificado de
proposiciones, semejante a las teorías científicas—, sino llevar a cabo una reflexión crítica
y sistemática sobre la educación de la que se puedan extraen conclusiones que permitan
entender y afrontar mejor los problemas de la práctica educativa.

El asentamiento de la Filosofía de la Educación como disciplina académica a partir de


1960 se debe a Richard S. Peters, del Instituto de Educación (Institute of Education, IOE)
de la Universidad de Londres, quien lideró el trabajo de un grupo de expertos en Filosofía
Analítica, que aplicaron este método al estudio de la educación. Su objetivo principal se
orientaba a la clarificación filosófica de conceptos educativos fundamentales como, por
ejemplo, enseñanza, adoctrinamiento, autoridad, aprendizaje, creatividad, etc., que hasta
ese momento habían recibido poca atención por parte de los filósofos.

Peters definió la Filosofía de la Educación como una familia de investigaciones unidas


entre sí por su carácter filosófico y su relevancia en cuestiones educativas; señaló que
debía tomar como punto de partida los problemas de la educación, y había de construirse
en diálogo fecundo con la Ética, la Filosofía Social y la Teoría del Conocimiento, entre
otros saberes [Peters 1983].

Estos pioneros de la Filosofía de la Educación en Gran Bretaña pretendían que la


disciplina fuera auténticamente filosófica —y, por lo tanto, reconocida como tal por los
demás filósofos—; y demostrar su relevancia de cara a la formación del profesorado, de
tal forma que se incluyera en los planes de estudio de los futuros profesionales de la
educación a nivel nacional. Aunque en parte lograron estas metas, la Filosofía Analítica de
la Educación resultó excesivamente técnica y fría, y no contaba con una antropología
definida sobre la que sustentarse.

26
NATURALEZA DE LA FILOSOFÍA Y SU DIVISIÓN.

Filosofía etimológicamente significa “amor a la sabiduría”, esto se puede interpretar de


tres formas:

-Como un estudio que guía al individuo sobre su conducta general.

-Como una visión de la vida coherente y ordenada que percibe el hombre con relación
a los fenómenos con los que interrelaciona.

-Como un conjunto de principios conductores y reguladores de la conducta humana y


los valores especializados en los diversos campos del conocimiento.

DIFICULTADES INICIALES

El estudio sobre el concepto y naturaleza de la Filosofía de la Educación como disciplina


científica se ve determinado ab initio por las dificultades que entrañan los términos que se
unen en la expresión. Parecería que analizando los términos ((filosofia)) y cceducaci6n)),
obse~ando los elementos comunes en un segundo momento, y proponiendo, por último,
su síntesis integradora, quedaría establecido su significado, al menos de I modo germinal.
Sin embargo, el resultado no sería suficiente, pues, como ha mostrado J.A. Ibáñez-Martin,
el significado del término ((de)) resulta más decisivo I. A causa de la pluralidad de sentidos
de ((filosofía)> y
((educación)), y a causa también de la diversidad de acepciones doctrinales
de ambos dentro de cada modo y de cada sistema de pensamiento, el sin categorema
((de)) deviene el tribunal de última instancia en orden al esclarecimiento de la naturaleza
de la Filosofía de la Educación. En efecto, ((de)) es un nexo lógico de unión entre dos
conceptos; esto

implica que su sentido no depende exclusivamente de la res conceptualizada, ni tampoc0


solamente de la ratio bajo la cual se conceptualiza. También depende de la ratio de orden
superior -puramente 16gica- que expresa una relaci6n de segundo orden establecida por
el pensamiento mediante el término ((de)). Aun supuesta la concordancia en los
significados de ((filosofía)) y c(educaci6n)>, y aun admitiendo las relaciones reales que
pueden darse entre ambos, queda por decidir otra cuestión, dirimente en este caso: ¿qué
relación lógica puede establecerse entre ambos conceptos? Si se llegara a una
determinaci6n semántica específica sobre el sentido de ((filosofía)) y de cceducaci6n))
-inclusa admitiendo lo que hoy parece un imposible acuerdo científico sobre esta
cuestión-, qué sentido
tendría entonces filosofía de la Educación?: japlicaci6n de una doctrina filosófica a la
educaci6n -sentido objetivo de ((de))-?; desvelamiento y esclarecimiento de la filosofía
contenida en una determinada concepción educativa -sentido subjetivo-?; jelaboraci6n de
una filosofía para una determinada educación -sentido final?

27
Por otra parte, la temática que nos ocupa, es decir, la definición del estatuto científico de
una disciplina de estudio, es una ocupación que legítima y autorizadamente podría
discutirse hoy desde diversas instancias
y concepciones. En principio, esta tarea es muestra de un afan de radicalidad y
rigurosidad que puede calificarse de encomiable. Desde que la naturaleza y la misma
posibilidad de la filosofía se convierten en temas -centrales en lo académico y previos en
lo científico- de todo trabajo propiamente filosófico, es decir, desde Kant hasta nuestros
días, los resultados no han sido tan valiosos como se esperaba. La reflexi6n sobre el
propio saber filos6fic0, con la pretensión de establecer sus condiciones de posibilidad, tal
como se realiza en la filósofa kantiana, no proporciona a la postre claridad sobre la
naturaleza de la filosofía, ni tampoc0 una apreciable fecundidad en la subsiguiente
reflexión filos6fica. El intento kantiano es escribir unos proleg6menos a toda metafísica
futura que también serian, sin duda, el epilogo de toda metafísica pasada. Pero la historia
parece dictaminar que se ha conseguido lo segundo mk que lo primero.

Ciertamente, hay una considerable fecundidad en el pensamiento post kantiano en lo


referente a las filosofías que ha engendrado. Sin embargo, el contrapeso de dicha riqueza
de pensamiento es la eventualidad del mismo; la abundancia de escuelas y sistemas
divergentes aboca a su agotamiento final, pasando a tener el carácter de vías muertas
para la posteridad filos6fica. La unidad del saber filosófico se ha resquebrajado en la
modernidad. Cabría preguntarse si tal unidad ha existido de hecho alguna vez; pero no
cabe dudar de su pretensión en otras épocas históricas. En cualquier caso, la unidad se
pierde cuando el saber filos6fico establece su posibilidad como su fundamento, y tal es la
herencia radical que transmite la filosofía trascendental kantiana a todo el pensamiento
posterior. Como ha escrito A. Llano, ((es característico de la filosofía trascendental el
comprenderse a si misma justamente como posibilidad; mhs exactamente como
indagaci6n acerca de la posibilidad de si misma>>

3. En rigor, no puede afirmarse que tal indagaci6n acerca del sentido de la filosofía sea
impropia y ajena al saber filosófico. Muy al contrario, por el carhcter reflexivo de la
filosofía, puede considerarse una ocupación propia de ella la consideración refleja sobre
su propia naturaleza. Como ha señalado J. Pieper, mientras la pregunta ¿qué es la
física?)) es ajena a la física y no se contesta desde ella, la pregunta qué es la filosofía?>>
es eminentemente filosófica y solo desde la filosofía puede contestarse. No puede
sorprender, pues, que el fil6sofo se pregunte sobre la naturaleza de su saber. Pero es
preciso precaverse contra el alcance que pueda tener tal interrogante si se le coloca como
fundamento del filosofar, tal como hace la filosofía trascendental kantiana

4. La actividad reflexiva que reflexiona sobre si misma no hace, al cabo, más que realizar
una de sus primigenias posibilidades. Mas la actividad reflexiva que se autofundamenta
en la reflexi6n sobre si misma se cierra probablemente a toda otra posibilidad, pues la
dinámica del autorreflexión intelectual puede prolongarse al infinito: pienso que pienso,
pienso que pienso que pienso)), etc. Al obrar asi se abandona la intento recta del
conocimiento para quedar aislado en la intento obliqua, como ha recordado F. Inciarte:
ccsi al pasar a la intentio obliqua se deja al margen por completo la intentio recta y, al
dejar la actitud abocada directamente a las cosas, se olvida la vuelta a las cosas
mismas)), la reflexi6n progresiva deja de ser reflexi6n sobre las cosas para convertirse en
una reflex& sobre la reflexión, cuyo fin -de acuerdo con el carácter iterativo de la reflexi6n-
se pierde de vista al final S. Cuando el saber filosófico -sea cual sea su objeto- establece

28
su posibilidad como su fundamento, no puede extrañar que, en primer lugar, se renuncie a
hablar de filosofía)) para hablar de filosofías)) en un intento de mayor rigor hist6rico; y, en
segundo lugar, tampoco puede sorprender que estas filosofías aboquen a una auto
interpretación de sí mismas y, con la vuelta al punto de partida, se queden como vías
muertas del pensamiento.

NATURALEZA DE LA FILOSOFÍA Y SU DIVISIÓN.


Filosofía etimológicamente significa “amor a la sabiduría”, esto se puede interpretar de
tres formas:
Como un estudio que guía al individuo sobre su conducta general.
Como una visión de la vida coherente y ordenada que percibe el hombre con relación a
los fenómenos con los que interrelaciona.
Como un conjunto de principios conductores y reguladores de la conducta humana y los
valores especializados en los diversos campos del conocimiento.

ORIGEN DE LA FILOSOFÍA.
La filosofía surge cuando el hombre empieza a buscar una explicación de sí mismo y del
medio que lo rodea sobre la base de su razón y sus sentidos.

LAS FUENTES DE LA FILOSOFÍA.


Las fuentes de la Filosofía son tres:
La primera fuente, se engloba en tres tratados, y es la que ofrecen los seres: Filosofía
Natural (fenómenos), Matemáticas (extensión) y Metafísica (el ser como tal.
La segunda se refiere al entendimiento de las actividades de reflexión, razón y juicio,
dedicándose a ella la Lógica y la Psicología Racional.
La tercer fuente se refiere por su parte a las normas que rigen al hombre como individuo
mediante la Filosofía Moral.

LAS FUNCIONES DE LA MENTE SEGÚN ARISTÓTELES.


Función contemplativa: Conocer por conocer.
Función práctica: Conocer las normas que rigen nuestras propias actividades.
Función poética: conocer normas para dirigir acciones fuera de nosotros.

DIVISIÓN DE LA FILOSOFÍA.
Sobre la base de lo anterior expuesto, la Filosofía se divide en:
Filosofía Especulativa: abarca Teoría del Conocimiento y Teoría Natural
Metafísica: en donde encontramos la Cosmología, Psicología y Ontología.
Filosofía Práctica: Refiriéndose a la Moral.
Filosofía de la Belleza: Estética.

29
La filosofía abarca el estudio del objeto material (estudio de todos los seres) y el estudio
del objeto formal (los estudia por medio de su luz natural, investigando sus causas
últimas.

Filosofía especulativa

Filosofía especulativa es la que aborda la investigación de la realidad aceptando


principios generales apriorísticos. El filósofo especulativo “se imagina poder sacar también
de la cabeza, sin mediador de ningún género, las formas fundamentales de todo lo que
existe, los elementos simples de toda ciencia, los axiomas de la filosofía, derivando luego
de ellos toda la filosofía o esquemática del mundo y otorgando en seguida su
Constitución, por decreto graciosísimo de su Soberana Majestad, a la Naturaleza y al
mundo de los hombres” (Engels). La palabra “especulación” es una palabra latina y
significa examen teórico, conocimiento teórico puro. Para la filosofía especulativa, la
fuente fundamental del conocimiento es la teoría, “la fuerza inmediata, pura, de la
inteligencia”, sin la ayuda de los sentidos. La filosofía especulativa está representada por
Descartes, Malebranche, Leibnitz. Los representantes del idealismo clásico alemán
intentaron relacionar el contenido especulativo con el real. En Hegel, “lo real, bajo la
cubierta de lo especulativo, obliga al lector a aceptar las deducciones especulativas por
reales” (Marx). Feuerbach señaló que la filosofía especulativa es idealista, pero no logró
descubrir la médula racional de la filosofía especulativa moderna: la dialéctica. Esto lo
hicieron por primera vez Marx y Engels, quienes, debajo de la gruesa capa idealista-
especulativa, supieron hallar el contenido real. Criticando el modo especulativo de pensar,
Engels señala que el punto de partida de la filosofía marxista es diametralmente opuesto
al de la filosofía especulativa: “Los principios no son ya el punto de partida de la
investigación, sino sus resultados finales; no se aplican a la Naturaleza y a la Histeria
humana, sino que se abstraen de ellas: no son la Naturaleza y el mundo de los hombres
los que se rigen por los principios, sino éstos los que sólo tienen razón de ser cuando
coinciden con la Naturaleza y con la Historia” (Engels).

Qué es Metafísica:

La metafísica es una rama de la filosofía que estudia los problemas centrales del
pensamiento filosófico: el ser en cuanto tal, el absoluto, Dios, el mundo, el alma. En esa
línea, intenta describir las propiedades, fundamentos, condiciones y causas primeras de la
realidad, así como su sentido y finalidad. Su objeto de estudio es lo inmaterial, de allí
su pugna con los positivistas, quienes consideran que sus fundamentos escapan a la
objetividad empírica.
Etimológicamente, la palabra proviene del griego tardío μετὰφυσικά (metafísica),
que significa ‘más allá de la física’. El origen de este vocablo se atribuye a Andrónico de
Rodas (siglo I), quien, al ordenar los libros de Aristóteles, no consiguió clasificar los que
componen la Metafísica dentro de la lógica, la moral o la física, de modo que resolvió
ponerlos después de aquellos que trataban de física. No obstante, la metafísica como tal
es anterior a Aristóteles, y ya aparece en filósofos presocráticos o en el mismo Platón.

30
Para Aristóteles, la metafísica es la filosofía primera, la que trata de las causas
primeras, del ser en cuanto tal, de lo cual se desprende la vertiente que va a dar en
la ontología. Por otro lado, aborda también lo divino, Dios y el absoluto, derivando en la
línea teológica y cosmológica, que ha aprovechado la religión cristiana a partir de la Edad
Media con la escolástica y Santo Tomás de Aquino a la cabeza.
Por su parte, Immanuel Kant en su libro Fundamentación de la metafísica de las
costumbres (1785), a partir de su perspectiva criticista, desarrolló un importante tratado
de la moral a partir de la reflexión de la metafísicacomo disciplina de pensamiento que
pretende estar por encima de la experiencia. Para Kant, la metafísica es el terreno donde
se traban los combates sin fin de la razón. En esa misma línea crítica, fue el filósofo
alemán Martin Heidegger quien reaccionó contra la metafísica al considerarla una
doctrina de olvido del ser, paradójicamente su objeto principal de reflexión desde
Aristóteles y Platón.

Qué es Ontología:

Ontología significa "el estudio del ser". Esta palabra se forma a través de los términos
griegos οντος, ontos, que significa ser, ente, y λóγος, logos, que significa estudio,
discurso, ciencia, teoría. La ontología es una parte o rama de la filosofía que estudia la
naturaleza del ser, la existencia y la realidad, tratando de determinar las
categorías fundamentales y las relaciones del "ser en cuanto ser".

Engloba algunas cuestiones abstractas como la existencia o no de determinadas


entidades, lo que se puede decir que existe y lo que no, cuál es el significado del ser, etc.

Los filósofos de la Grecia Antigua, Platón y Aristóteles estudiaron este concepto que
muchas veces se confunde con la metafísica. De hecho, la ontología es un aspecto de la
metafísica que busca categorizar lo que es esencial y fundamental en una determinada
entidad.

La "prueba ontológica" o "argumento ontológico" es una de las pruebas o argumentos


clásicos sobre la existencia de Dios, a partir de la necesidad de existencia que se Le
atribuye como Ser infinitamente perfecto, empleando únicamente la razón.

En Ciencia y Tecnologías de la Información, las ontologías son clasificaciones. Se utilizan


como un medio para categorizar o agrupar la información en clases.

Las ontologías se aplican también en Web Semántica y en Inteligencia Artificial para


asimilar y codificar el conocimiento, definiendo las relaciones existentes entre los
conceptos de un determinado dominio (un área del conocimiento).

La ontología es la rama de la metafísica que analiza las diferentes entidades


fundamentales que forman componen el Universo. Muchos de los interrogantes
pertenecientes al pensamiento filosófico se corresponden con este estudio; algunos
ejemplos son la eterna búsqueda de la verdad acerca de la existencia de Dios, de las
ideas (entidad de tipo mental) y de los números (entidad abstracta).

31
Ontología
Existen diversos tipos de entidades, y la ontología busca asimismo estudiar las relaciones
que se dan entre ellos. A continuación se definen las principales distinciones de dicha
clasificación:

* la entidad abstracta: de acuerdo a las convenciones de la metafísica, las entidades se


dividen en dos grupos, que son las abstractas y las concretas. En el primero encontramos
los conjuntos, los conceptos y los números, entre otros muchos; en el segundo, por
ejemplo, se encuentran los objetos, las plantas y los planetas.

* la entidad del sentido común: se refiere a las diferentes formas de analizar la existencia
de algo, que van desde la mera identificación del elemento por el nombre que se le haya
asignado en un idioma en particular, hasta el meticuloso desglose de su composición
molecular o atómica, ignorando completamente su concepción más evidente.

Ontología* los universales: también se conocen como propiedades, cualidades o


atributos, y se trata de ciertos adjetivos o conceptos que nos permiten clasificar entidades
concretas. Por ejemplo, cuando decimos que la seda es suave, estamos utilizando una de
sus propiedades (la suavidad) para darle un sentido en particular a la existencia de este
material.

* la entidad mental: similar al problema del sentido común, resulta imposible determinar si
la mente existe o no, si las ideas, el razonamiento y la memoria son reales, dado que
nuestro cerebro es netamente material ante los ojos de la medicina. Pero el estudio de la
mente no se limita a este simple interrogante; se postula, por otro lado, la posibilidad de
que su existencia escape voluntariamente la mirada de la ciencia, que no tenga lugar en
el plano físico tal y como los concebimos, sino que sea, en efecto, imposible de ser
observada.

La filosofía práctica
Es aquella filosofía que enfatiza las relaciones entre el pensamiento, la acción humana y
sus efectos; principalmente, la ética y la filosofía política, es decir, designa al conjunto de
disciplinas filosóficas que estudian la acción humana y sus fines.1 Se presta, además, a
poner en práctica lo aprendido o lo estudiado, anteriormente, en la filosofía teórica, la cual
se centra en el estudio teórico.

La filosofía práctica puede tomar diferentes formas, incluyendo la práctica reflexiva de


alguna técnica, el pensamiento filosófico personal o la consejería filosófica.

El mundo de los fines y la práctica: de la ética a la sociedad


La filosofía práctica reúne el estudio de los problemas que surgen al considerar el mundo
de los fines y la actividad práctica humana.1 Por supuesto, tiene en cuenta lo que se ha
analizado en el nivel teórico de la filosofía y considera las aportaciones de las ciencias
humanas y sociales, pero aquí se abordan, fundamentalmente, los productos de la acción
humana.1

32
La primera reflexión acerca del universo creado por el ser humano es la ética, que analiza
los problemas del comportamiento humano y propone las pautas para una actuación
buena y fundamentada.1
La filosofía estudia también la creación artística como un componente fundamental del ser
humano y el significado de cuanto se considera bello. Tal es el objeto de la estética.1

Finalmente, no hay que olvidar que el ser humano es un animal social y que ha creado
diferentes instituciones sociales. La filosofía social y política analiza los problemas
derivados del origen y de la constitución de la sociedad, el trabajo y la técnica, el poder, el
derecho, la ciudadanía, la política y la economía.1

Filosofía de la belleza.

Desde los orígenes de esta rama de la ciencia, se ha intentado establecer una definición
estable de lo que significa la belleza y se han obtenido dos líneas firmemente marcadas:
una que afirma que se trata de un concepto subjetivo, sujeto a las experiencias e ideas de
cada individuo en particular, y la otra que la reconoce como algo estandarizado y firme,
que responde a una serie de principios establecidos como “normales”.

Belleza Para poder definir este concepto es necesario realizarse previamente una serie de
preguntas, tales como: ¿A qué objetos se les puede aplicar la categoría de belleza?
¿Cuáles son los códigos que trasciendan las normas culturales y temporales?

La rama de la filosofía que se ha encargado del estudio de la belleza se denomina


estética. Esta disciplina analiza la percepción de la belleza y busca su esencia.

Dentro de la filosofía determinar qué es bello y que no consiste en uno de los problemas
centrales de la estética y diversos pensadores a lo largo de los siglos han abordado esta
problemática. Una de las primeras discusiones de este tema data del siglo V a.C. en
Jenofonte, donde se establecieron tres conceptos de belleza que diferían entre sí: la
belleza ideal (que se basaba en la composición de las partes), la belleza espiritual (el
reflejo del alma y que puede verse a través de la mirada) y la belleza funcional (de
acuerdo a su funcionalidad las cosas pueden ser o no bellas).

Platón fue el primero en elaborar un tratado sobre el concepto de belleza que tendría un
gran impacto en occidente, tomando ciertas ideas plasmadas por Pitágoras sobre el
sentido de la belleza como armonía y proporción y fusionándolo con la idea de esplendor.
Para él la belleza proviene de una realidad ajena al mundo que el ser humano no es
capaz de percibir completamente. Dijo:

“De la justicia, pues, y de la sensatez y de cuanto hay valioso en las almas no queda
resplandor alguno en las imitación de aquí abajo, y solo con esfuerzo y a través de
órganos poco claros, les es dado a unos pocos, apoyándose en las imágenes, intuir el
género de lo representado.”

Posiblemente al día de hoy una de las teorías más aceptadas respecto a este tema es la
propuesta por el relativismo, que dice que las cosas son bellas o feas según el fin que
persigan.

33
Semana No 9

Relación entre la filosofía de la vida y la filosofía de la educación.

Filosofía de vida es una expresión que sirve para describir un conjunto de ideas y
actitudes que forman parte de la vida de una persona o grupo de personas.
Por otra parte, también existe una definición alternativa según la cual, la filosofía de vida
es la forma en que una persona decide cómo vivir. En muchas ocasiones, esta forma de
ver la filosofía de vida está muy relacionada con una religión como el budismo, el
cristianismo o el judaísmo.
Finalmente, hay quien también usa la expresión filosofía de vida como un sinónimo de
estilo de vida.

Filosofía de vida

La filosofía de vida tiene mucho que ver con la búsqueda de la sabiduría y el


autoconocimiento. En este sentido, las personas buscan una serie de normas, valores o
ideas que les permitan articular de manera ordenada su vida, de forma que consigan una
cierta estabilidad personal.

Así, es muy importante incidir en la idea de que el concepto de filosofía de vida no es ni


mucho menos único, sino que varía enormemente según el contexto de cada persona,
pudiendo estar enormemente influenciado por factores sociales, políticos o económicos.
Es por ello que en ocasiones dos personas pueden llegar a tener un conflicto entre ellas
debido a un punto de vista diferente sobre la filosofía de vida. Lo más habitual es que
estos choques vengan generados sobre todo por las diferencias culturales entre ambos, lo
que les lleva a entender la vida desde posiciones antagónicas.

¿Existe una filosofía de vida correcta?

De lo anterior se deriva entonces esta pregunta, la cual evidentemente no tiene una


respuesta sencilla y mucho menos única. Sin embargo, existen dos principios esenciales
que todas las personas deberían incluir en su filosofía de vida si la respuesta fuese
afirmativa.

En primer lugar, estaría el de intentar vivir de la forma más virtuosa posible, entendiendo
el virtuosismo como esos valores universales que definen a las buenas personas, como
por ejemplo la bondad, la generosidad, la honestidad,… Hacer el bien reporta felicidad,
una mayor satisfacción y la sensación de que nos realizamos como personas de una
forma más completa.
Y por otro lado se situaría el intentar ser útil. Los seres humanos necesitan sentir que su
paso por la Tierra no ha sido baldío y que en cierto modo han dejado huella, aunque sea a
pequeña escala y en nuestros seres más cercanos. El camino hacia la realización
personal tiene mucho que ver con la idea de que nuestras acciones tengan un efecto
positivo para la sociedad y no sólo en nosotros mismos.

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En su sentido originario filosofía quiere decir amor por la sabiduría. Al margen de su
significado etimológico, la filosofía es una disciplina que nació en occidente como
respuesta a los planteamientos míticos de la cultura griega, lo cual significó sustituir la
mentalidad mágica por una nueva forma de pensar, la racional. Por otra parte, la filosofía
puede analizarse en función de las distintas ramas que la integran (metafísica,
lógica, epistemología, ética y otras áreas). No hay que olvidar que la filosofía ha
evolucionado en función de la realidad histórica de cada etapa de la humanidad. Lo dicho
hasta ahora, hace referencia al planteamiento académico de la filosofía. Sin embargo,
hay otra manera de entender este conocimiento, la filosofía de vida.
Qué es una filosofía de vida y algunos ejemplos
Podemos definir la filosofía de vida como aquellos principios e ideas fundamentales que
rigen la vida de una persona. Así, si yo digo "mi filosofía de vida está basada en el amor",
quien me escuche tiene una idea aproximada sobre cuál es mi planteamiento general en
la vida.

Imaginemos a una persona profundamente cristiana. En este caso, su filosofía de vida se


inspira en los valores propios del cristianismo (amar al prójimo, cumplir con los
mandamientos y con los preceptos que marca la tradición basada en el antiguo y el
nuevo testamento). Un buen ejemplo de una filosofía de vida cristiana sería el que llevan
a término los misioneros, pues sus creencias religiosas son proyectadas en su propio
estilo de vida.
Cuando se habla de filosofía de vida con cierto sentido se está afirmando que unos
valores o ideas sirven como guía para la vida. En consecuencia, la filosofía de vida tiene
un carácter práctico, pues se trata de poner en práctica una serie principios y valores.

Supongamos que una persona no se alimenta de ningún producto de origen animal, pues
practica el veganismo. En este caso su filosofía de vida es muy clara, ya que parte de un
principio general (el respeto a los animales) y esta persona no hace nada que pueda
dañar o perjudicar a ningún animal, incluido su forma de alimentarse.

La filosofía de la educación
es una disciplina relativamente moderna que estudia el fenómeno educativo y las teorías
sobre el mismo desde una perspectiva racional, con el deseo de ofrecer una explicación
ultimativa, sobre la educación humana.
Aunque se trata de algo reciente, se pueden encontrar elementos y anticipaciones de
filosofía de la educación en el mundo antiguo, en autores como Platón, Aristóteles, San
Agustín y Santo Tomás. En el mundo moderno tienen importancia una serie de estudiosos
que preparan el nacimiento de la pedagogía, como Luis Vives, y de nuevas teorías
educativas, como Rousseau, Herbart, Dewey, Piaget, Maritain y otros autores.

Delimitación y definiciones

Se observa la tendencia a considerar la Filosofía de la Educación como la disciplina


encargada de los fines y funciones de la educación, como forma de reflexión crítica y
justificación de los propósitos de la educación. Ferrater Mora desde un enfoque del fin de

35
la educación normativo, define el objeto de la Filosofía de la Educación como “…el
examen de los fines de la educación” (Ferrater.1941, p.25). Chávez Rodríguez considera
que:

“… el objeto de estudio de la Filosofía de la Educación se puede enmarcar en dos


posiciones. En el primero de los casos considera que la Filosofía de la Educación es una
derivación conceptual más o menos sistemática de una filosofía o sistema filosófico
general, que se aplica en la educación, el segundo parte del principio de que es un
pensamiento orgánico y sistemático que trata de fundamentar desde la misma educación,
pero en un marco más amplio y profundo, las prácticas educativas o de lanzar hipótesis y
objetivos nuevos de la educación, así como, fundamentar prácticas novedosas”
(Chávez.2006, p.65).

Es evidente que estas definiciones son demasiado estrechas y no abarcan en su totalidad


todas las funciones que enmarcan la educación en los ámbitos axiológicos,
epistemológicos, antropológicos y fin de la educación. Eric Bredo es del criterio de que “La
Filosofía de la Educación parece estar experimentando una marginalización creciente hoy.
El dilema central que enfrenta este campo es encontrar la forma de ser, tanto
académicamente buena, como importante para los practicantes” (Bredo.2013. p.265). Las
funciones de la Filosofía de la Educación permiten conceptuar la educación y la formación
de médicos como un fenómeno social complejo, teniendo como principio que la formación
de un nuevo médico debe partir de su esencia y existencia propia. La educación y
formación de médicos por su complejidad requiere de un análisis interdisciplinario, ya que
en ella interactúan diversas disciplinas propias de las Ciencias Médicas y particulares
entre las que se encuentran la Pedagogía y la Filosofía de la Educación. En ellas
intervienen, de forma integrada, diversos factores sociales, psicológicos, políticos,
culturales y económicos.
Cuando se examinan los múltiples criterios referidos a la definición de Filosofía de la
Educación, es factible concluir que esta constituye una ciencia imprescindible para la
Educación, aportándole a las demás disciplinas particulares que conforman las Ciencias
de la Educación su verdadera esencia y significación. Carlos Delgado reflexiona que la
Filosofía de la Educación no tiene carácter científico ya que “…el carácter no científico de
esta disciplina le permite brindar proyecciones teóricas y metodológicas a la pedagogía
haciendo posible que cumpla las funciones heurísticas durante el proceso educativo que
tanto necesita para su desarrollo” (Delgado.2002. s/p). Para Chávez Rodríguez (2011.
p.9),la contradicción en cuanto a si es una ciencia o no la Filosofía de la Educación, debe
partir del principio de que no tiene por qué haber oposición irreductible, ni mucho menos
mutuo menosprecio, entre ciencia y filosofía, tal como creen los malos científicos y los
malos filósofos. De lo único que podemos estar ciertos es que jamás ni la ciencia ni la
filosofía carecerán de preguntas a las que intentar responder. María Amilburu (2010. s/p),
define a la Filosofía de la Educación como: “… la aproximación al mundo de los
fenómenos educativos desde una perspectiva filosófica. Se encuadra, por tanto, en el
ámbito de la Filosofía Práctica pues constituye un saber de la acción, para la acción y
desde la acción. En consecuencia, su fin principal no es tanto la contemplación de la
realidad educativa como su mejora”.
Como puede observarse, alrededor de la Filosofía de la Educación, se han establecidos
definiciones diversas que permiten apreciar la existencia de divergencia a la hora de

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definirla. Chávez Rodríguez refiriéndose a su definición valoraba que: “La Filosofía de la
Educación es, para unos, una derivación conceptual, más o menos sistemática, de una
filosofía o sistema filosófico general, que se aplica a la educación. Para especialistas, es
un pensamiento orgánico y sistemático que trata de fundamentar desde la misma
educación, pero en un marco más amplio y profundo, las prácticas y las teorías
educativas” (Chávez.2011. p.28). Como se puede apreciar existe una gran diversidad de
definiciones referidas a la Filosofía de la Educación. Este autor la define como una ciencia
particular de integración de conocimientos o saberes, en las que participan las diversas
disciplinas que conforman las Ciencias de la Educación que mutuamente se enriquecen, y
contribuyen a la comprensión de la educación como un fenómeno social complejo en su
más alto grado de abstracción. La Filosofía de la Educación tiene la misión de estudiar el
comportamiento de la educación a la luz de las leyes filosóficas que regulan el desarrollo
de la sociedad; le brinda a las Ciencias de la Educación y demás disciplinas particulares
que la conforman, concepciones generales y abstractas acerca del fenómeno pedagógico
y de su aparato categorial.
La "Filosofía de la educación es el conocimiento contemplativo, sistemático, universal y
último de la educación, es decir, de los procesos de instrucción, personalización,
socialización y moralización".1

Filosofía y educación,

sin duda una simbiosis interesante. A mi parecer, la una no podría existir sin la otra.

Si bien es cierto que cada una posee sus particularidades metodológicas y teóricas, el
proceso educativo, lleva en sí mismo el arte de “filosofar” ante los impactos.
Como bien menciona Cohan, W. (1996) “(…) La filosofía de la educación tiene una
función de resistencia y liberación (…)”[1] y es que no podemos hablar del fenómeno
educativo sin exaltar esa dimensión crítica, filosófica y proactiva que debe derivar en las
mentes de las educandos.
El ser humano no es un ente estático y que desempeñe únicamente el papel de receptor.
La magnificencia de la mente humana, reacciona ante el estímulo y la propia información
que se comparte en el acto educativo.

Es por ello, que a mi punto personal, el fenómeno educacional es formador, no solo en


cuanto al otorgamiento de habilidades específicas y conocimientos teóricos, destaca más
bien, el estímulo que origina en las mentes humanas.
Tal y como se sembrara una pequeña semilla en cada una de las mentes receptoras al
conocimiento, ésta germinará irremediablemente. La dimensión crítica se habrá iniciado,
sigilosa cual inevitablemente.

Ante este panorama, resulta importante, que retomemos la importancia que tiene el
posicionamiento que adopte el profesor (o guía educativa) desde la filosofía de la
educación.

“La filosofía no puede aprenderse, sólo puede aprenderse a filosofar” Emmanuel Kant.

37
Esta frase nos pone de manifiesto que la filosofía, más que un concepto, es una forma de
vida. Se trata de conmocionarse ante los impactos que se acontecen, aun cuando éstos
nos afecten directamente o no.
“Una mirada filosófica de la vida”, nos invita a no permanecer inmóviles ante los
fenómenos, nos proporciona “unas gafas inmersas en crítica y reflexión para actuar”, nos
brinda otra vista, otro ángulo desde dónde observar este contexto del que formamos
parte.
Es por ello, que considero relevante (así como decisiva) la postura que presente el guía
educador durante este proceso.

Como bien menciona Cohan, W. (1996) “(…) enseñar filosofía de la educación supone no
afiliarse a una corriente sino tener en cuenta todas las corrientes posibles, al menos un
número significativo de ellas. El profesor, se sitúa fuera de estas posturas (…)[2]
Y es que, realmente, el fungir el papel de guía en este complejo proceso, conlleva a
introducir a nuestros alumnos en nuestra propia visión paradigmática.

“Lo ideal”, es conocer diferentes corrientes filosóficas, para desde este rico panorama, se
exhiban a los educandos todas las posibilidades teórico-prácticas que existen.

Sin embargo, considero que, esto resulta un poco utópico, ya que somos seres humanos,
nos encontramos “moldeados” inconscientemente por la manera en que fuimos educados,
o bien, por la adopción consciente de otro tipo de enfoques.
En este caso, el profesor, debe yuxtaponerse entre las diversas corrientes y ofrecer una
visión fuera de ellas, sin mostrar inclinación por algún enfoque específico.

Se trata de intervenir sólo como un facilitador de conocimiento, mostrar ese rico y amplio
panorama para que, de éste, el alumno comprenda las corrientes que tratan de explicar el
fenómeno, e inevitablemente, se identificará con aquella que responda en mayor medida
sus necesidades y propia visión.
Esta acción no se realiza de manera automática, es importante “(…) concentrar la
atención en la problemática educacional y desatar ante ella una actitud filosófica (…)
“La filosofía no debe ser considerada una cosa acabada y externa sino una actitud
metódica del profesor-educador que enfrenta reflexiva y críticamente esa realidad
educacional de la que forma parte”[3]
Es importante que reconozcamos que como docentes, llegamos a compartir una idea de
filosofía ante la vida. Y es que filosofar no es un concepto terminado y ajeno a nosotros, la
filosofía se enseña mediante la práctica.
Si nuestros alumnos, tienen como ejemplo a guías pensantes, lectores, críticos de la
sociedad en la que viven, y que no sólo asumen los acontecimientos sin hallar causas
para intervenir en su combate, sin duda, se está transmitiendo en él, una postura
filosófica, será un individuo que, de igual manera, reaccionará ante impactos y
se conmocionará ante ellos.
Importante el comentario de Cohan, W. (1996), cuando expone: “Se asume la filosofía
como práctica reflexiva o se la ignora, se la vive como actitud problematizadora o se la
desconsidera. Pretender enseñar una filosofía en el sentido de transmitirla sería contra la
propia existencia del pensar filosófico que exige problematización, reflexión, interioridad.
Transmitir una filosofía desde fuera es como matarla desde dentro”[4]
Otro punto, sin duda, importante que no podemos dejar de vista, es el elemento de
historicidad en el que se desarrolla la filosofía de la educación.

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Pues sin duda, esa filosofía, es decir, esa manera de comprender la vida, el
entorno, inevitablemente reaccionará al contexto socio-histórico en el que se desarrolla.
Pensemos en el concepto de la filosofía idealista de Platón, donde se exalta el espíritu
humano, el mundo de las ideas y nuestra interminable lucha contra los pensamientos y
pasiones “animalescas”, en esta filosofía, el fin último de la educación era obtener
la felicidad del hombre, mediante su propio conocimiento y del mundo que lo rodea.
Comparémoslo, por ejemplo, con la filosofía aristotélica realista, en la que el humano se
deja de considerar un ser espiritual y el mundo de las ideas deja de considerarse, para
más bien, recalcar la diferencia entre materia y mente humana, y paradójicamente, en
este modelo, el fin último de la educación no tiene nada que ver con alcanzar la felicidad,
se trata más bien, de poseer sabiduría.
Con esto, podemos reafirmar que “(…) La filosofía de la educación es una práctica
histórica, y significa que su propia comprensión, sus métodos, sus problemas y preguntas
(…) se construye y varía de acuerdo con el contexto histórico (…)”[5]
Por ello, resulta importante desarrollar una reflexión viva en torno a los problemas
educacionales contemporáneos. En primer lugar, como guías facilitadoras en este
proceso educativo, no podemos dejar de concebir a nuestros alumnos como entes
dinámicos y partícipes dentro de este proceso de crítica y reflexión, es decir, ellos no son
sólo receptores pasivos de información, ellos también reflexionarán, y lo más importante,
actuarán en nuestra realidad.
Por otro lado, Foucault, nos dice: “En la filosofía conviven dos grandes aspectos: por un
lado, el análisis de un concepto o problema en términos universales, por el otro, el
análisis crítico de un suceso histórico, de un acontecimiento de actualidad”[6]
Con esto, podemos apreciar la importancia que tiene la filosofía de la educación en
cuanto formadora de sujetos, es a partir de ella, que se nutrirán las mentes de los sujetos
que integran nuestra sociedad, nuestro contexto.

He ahí la importancia de los valores, creencias y conocimientos que se manifiestan, y es


dónde nos podemos realizar la siguiente interrogante ¿Hacia qué tipo de intereses debe
responder esta filosofía educativa?, ¿responderemos a los intereses de las instituciones
dominantes, o a lo que la propia humanidad reclama?

Pensemos en aquello que deseamos ser, transmitamos una filosofía orientada a este
paradigma. Re pensemos y re valoremos acerca de los discursos oficiales, consideremos
a la filosofía de la educación como una función liberadora de las barreras que nos
mantienen en opresión.

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Semana 10

5. Educación: definición nominal y real.

EDUCACIÓN: DEFINICIÓN NOMINAL Y REAL.


La educación debe interpretarse en base a los siguientes factores:
Complejidad del sujeto: Debido a que el ser humano tiene varios aspectos que deben ser
perfeccionados: físico, intelectual, moral.
El medio ambiente: La educación reajusta el ambiente en base al espacio, tiempo y
circunstancias en que se presenta.
Las ideas prácticas y teóricas de los filósofos y educadores.
Filosofías contradictorias de la educación: Hay una gran diferencia entre la teoría y la
práctica de la educación al aceptar o no la existencia del alma, creando a partir de esta la
desorientación en la acción educativa.
ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO “EDUCACIÓN”.
La primera etimología es: EDUCARE, de ex, fuera; ducere: llevar, significando así como lo
señala Pestalozzi: educación es desarrollo.
La segunda etimología es EDUCARE, que quiere decir: alimentar al ganado: educare
pecus, según Plauto; y anium, de acuerdo con Marco Tulio Cicerón. Herbart y los
socialistas, quienes toman esta segunda definición, estiman que la educación es
transmisión de cultura.
El alemán Adolfo Rude por su parte, afirma que “educar es dirigir la formación de una
personalidad plena de valores para una comunidad pletórica de ellos”; es decir, toma a la
educación como “dirección”, como lo indica la raíz duc, de ducere: conducir, guiar.
DEFINICIÓN REAL.
Redden y Ryan, en su obra Filosofía de la Educación”, la definen como “ la influencia
deliberada y sistemática ejercida por la persona madura sobre la inmadura, por medio de
la introducción, la disciplina y el desarrollo armónico de todas las facultades: Físicas,
sociales, intelectuales, morales, estéticas y espirituales del ser humano, de acuerdo con la
jerarquía esencial de las mismas, para la utilidad individual y social, dirigida hacia la unión
del educando con su fin último trascendente”
EXPLICACIÓN.
Influencia deliberada y sistemática: Se refiere a un control autoritario y orientación madura
sobre quienes van a ser educados.
Persona madura e inmadura: La autoridad del profesor es importante en el desarrollo del
niño que conserva inmadurez para controlar y dirigir el trabajo del educando.
Instrucción: El aprendizaje es un medio educativo que debe estar en manos de una
persona preparada, madura que influya no a manera de imitación, sino para formar la
personalidad del educando y que éste se descubra a sí mismo.
Desarrollo armónico: Los elementos de la naturaleza deben desarrollarse de acuerdo a su
jerarquía esencial.

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Poético: Facultades sensoriales y espirituales, así como apetitivas (instintos, voluntad),
que serán desarrolladas con la educación.
Aspecto social e individual: Individualmente la educación debe de ayudarlo a dirigirse a sí
mismo como persona libre y en armonía. Socialmente para incorporar al educando a los
diversos grupos sociales en que se desenvuelve.
Dirigida hacia el fin último: Cuyo fin último es la felicidad perfecta, es decir, la educación
debe ser orientada a lo que es el Sumo Bien.
DEFINICIÓN DE EDUCACIÓN CONSIDERADA COMO PROGRESO.
W. Cunnigham, en su Filosofía de la Educación, da este significado: “La educación es un
proceso de crecimiento y desarrollo por el cual el individua asimila un caudal de
conocimientos, hace suyo un haz de ideales de vida, y desarrolla la habilidad de usar
esos conocimientos en la prosecución de estos ideales”.
EXPLICACIÓN.
La educación debe cambiar en aspectos como: De ignorancia a conocimientos, de
impulsos a ideales, es decir, cambiar los instintos a un control moral o de ideales de vida,
de capacidades a habilidades.
“...La educación es un hacer total, y por lo tanto, consciente; ella comunica la formación
de la personalidad de una persona a otra. No merece llamarse educación ni la
asimilación inconsciente o semiconsciente por la que los jóvenes se van asemejando a los
adultos, ni el procedimiento que se limita a regular las tendencias juveniles mediante
ciertas normas y disposiciones, sin preguntarse si los efectos resultantes profundizarán
suficientemente en la vida espiritual del alumno y cómo se cambiarán dentro de ella en un
resultado de conjunto”.[11]

6. Filosofía educativa, filosofía pedagógica o filosofía de la educación.

Filosofía de la Educación
Es una de las ramas de la Filosofía que se ocupa excluyentemente del tema de la
educación. La educación en si misma constituye un problema filosófico, por tanto, los más
grandes filósofos de todos los tiempos, desde la antigüedad más remota, se han ocupado
tanto de plantear el tema de la educación como de su abordaje en las más diferentes
situaciones y niveles.
Si bien el contenido de la educación resulta ser muy complejo y presenta grandes
variaciones de una cultura a otra, el mismo encuentra unidad justamente en el hombre,
porque de todos los animales, es el hombre el único capaz de ser educado. Si un ser
humano no es educado, tendría de humano únicamente el aspecto físico, en tanto, lo que
lo distingue del animal, que son las técnicas, la lengua y las costumbres, el hombre lo ha
aprendido de las enseñanzas recibidas. Entonces, se trata de precisamente este lazo que
se entabla con la humanidad lo que hace que la educación sea algo más que un
simple adiestramiento o maduración. (http://www.definicionabc.com/general/filosofia-de-
laeducacion.php#ixzz344XGB5qV)

41
También se dice que es la rama de la filosofía que reflexiona sobre la educación y su
problemática; analiza teorías pedagógicas; efectúa la crítica de las teorías educacionales;
deduce principios generales de la educación. Analiza los fines de la educación,
las leyes relacionadas con la educación; estudia laepistemología de las materias sobre las
cuales reflexiona; profundiza en los aspectos propios de la pedagogía, como
metodologías, teorías del currículo; analiza las ideologías que subyacen en
las políticas educacionales, como en la filosofía cristiana o marxista; orienta los principios,
fines y métodos de la pedagogía. Estudia y establece las relaciones con las otras ciencias
de la educación, como la psicología, sociología, antropología y economía de la educación.
En la búsqueda de explicación del fenómeno educacional, la filosofía de la educación se
relaciona con la filosofía política, la filosofía social, la filosofía antropológica y la del
derecho. Algunas veces, se observa que los autores confunden la filosofía de la
educación con la teoría de la educación, si bien es cierto también que muchas veces los
escritos y textos han sido escritos por filósofos que no han cursado estudios específicos
en educación y por lo mismo no poseen la autonomía epistemológica suficiente. Entre las
tareas de la filosofía de la educación tenemos:
 Investigación epistemológica
 Análisis del lenguaje educativo
 Orientación antropológica de la educación
 Fines de la educación
 Valores en educación
 Función integradora de todos los aportes científicos a la educación
Dado el ámbito de trabajo de la filosofía de la educación, por los problemas particulares
que trata, por la amplia tradición histórica que posee desde el inicio mismo de la filosofía,
por la gran cantidad de material de investigación producido, por la jerarquía académica de
esos profesionales, está claro entonces que esta disciplina posee un estatuto
epistemológico propio. Lamentablemente y pese al aporte que puede hacer nuestra
disciplina, ésta se imparte mal generalmente, confundiéndola con historia de la educación
o teoría de la educación y lo que es más lamentable, en muy pocas facultades de
educación o de las llamadas Ciencias de la Educación se le ha reservado un lugar
importante; en otras numerosas facultades comparte espacio con disciplinas como la
sociología y la antropología, y, por lo general, cuando se imparte como filosofía de la
educación no es enseñada por especialistas en la disciplina. Si el lector se ha dado
cuenta, tanto la pedagogía como la filosofía de la educación comparten los mismos
problemas sobre los cuales reflexionar, por lo que el ámbito epistemológico es similar en
la parte teórica de la pedagogía y no así en los aspectos de aplicación práctica. En otros
términos, ambas disciplinas comparten la gnosia y no la praxis. (filo-
edu.blogspot.com/2007/12/que-es-la-filosofa-de-la-educacion.html)

Filosofía pedagógica
Dedicarse a la pedagogía es una tarea difícil y de gran responsabilidad, pero también está
llena de satisfacciones y alegrías. Es necesario tener una serie de condiciones
imprescindibles como conocimientos pedagógicos, dominio instrumental, intuición,
energía, constancia, curiosidad, grandes dosis de entusiasmo y amor por la enseñanza, y,
además, una filosofía pedagógica, una especie de línea maestra, que nos guíe a lo largo
del camino.

42
Pero definir una filosofía pedagógica siempre es difícil. Todo en la enseñanza (y no solo
de un instrumento) es evolución, adaptación, y un continuo aprendizaje que dura toda la
vida. En el momento que se deja de evolucionar, de tener curiosidad, de querer aprender,
de ser flexible, de mejorar como músico y como pedagogo, se deja de recorrer el camino
correcto. Hay ocasiones en las que, dentro de mi aula, he aprendido más de lo que he
enseñado, y estoy muy agradecido a mis alumnos por ello.

Cada alumno es único en sí mismo, independientemente de sus cualidades, edad,


evolución, y nivel de madurez, y merece ser nutrido y cuidado de acuerdo con sus propias
características individuales. De igual forma, la formación de cada alumno tiene a la vez
que regirse por una línea maestra general que se retoca durante toda la vida, pero con la
flexibilidad necesaria para adaptarse a cada situación y momento. Continuamente se
renuevan los alumnos que pasan por las manos de un profesor, y continuamente
aparecen nuevas innovaciones y métodos pedagógicos. El nivel instrumental sube de
manera constante, y esto exige del profesor una capacidad de adaptación, atención y
crecimiento permanentes. Y son estas cualidades, junto con la intuición y la vocación las
que distinguen a un gran profesor.

Creo además que la formación de un alumno no solamente debe estar limitada al aspecto
instrumental, aunque ésta sea muy importante; lo más importante es su formación como
músicos y también como personas. He tenido el placer de tener alumnos que son buenos
músicos y que pudieron elegir el cello como profesión, pero que prefirieron llevar sus
vidas por otro camino, y que me han llenado de satisfacción como profesor y como amigo.

Mi filosofía personal es que la enseñanza/aprendizaje es una ruta de ambas


direcciones. Continuaré aprendiendo a través de mis estudiantes para ser un
profesor más efectivo y comprensivo. Mantendré en mente que soy tanto un
aprendiz como un profesor. Mediante una reflexión constante sobre mis
métodos de enseñanza y el monitoreo cuidadoso de actividades comunicativas
y contextualizadas, seré un mejor profesor. Soy consciente de que mi filosofía
personal continuará cambiando a medida que nuevas investigaciones y
métodos innovadores influyan sobre mi profesión. Siento que mi filosofía debe
ser flexible; al ser flexible, mantendré una diversidad de estilos de aprendizaje
y de personalidad en mente. Si estuviese aferrado a mi filosofía, entonces
estaría alienando ideas nuevas, las necesidades e intereses de los estudiantes
y los tiempos cambiantes.

El espíritu de estos tiempos ha forzado filosofías generales sobre enseñanzas


de los esencialistas que promovieron la difusión del conocimiento internacional
de los clásicos y un cúmulo de conocimiento “esencial”; las enseñanzas de
los reconstruccionistas que requerían que los maestros planificaran lecciones y
entrenaran la mente de los estudiantes para el beneficio de la sociedad y del
futuro y – finalmente – las teorías actuales de los progresistas cuya meta
principal es la enseñanza enfocada en las necesidades de los estudiantes.

43
Semana 11

Teorías metafísicas de la esencia humana

Las teorías filosóficas que se plantean no fueron ni serán nunca un producto de la


casualidad o hecho fortuito. Sino que debe entenderse, dependen del desarrollo
histórico de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales, también de las
concepciones filosóficas generales del hombre, de su naturaleza y de su papel en
la vida social.
En cuanto a la del hombre, la concepción Idealista se manifiesta básicamente en
dos formas:
a) Mediante el análisis de la denominada "Esencia Humana".
b) Mediante el análisis de la denominada "Existencia Humana".
El análisis de la "Esencia Humana”:

Esta teoría es la más antigua y la más utilizada.


Se caracteriza por ser metafísica e histórico on respecto a las ideas ydefiniciones.
Señala que la existencia humana es fija desde los tiemposprimitivos.

La pedagogí a ¿de
la esencia, dominante en el pasado, sobre todoen la antigüedad y la edad media,
v a desde Platón, hasta los neotomistas de hoy. Aquí el hombre tiene una esencia
o naturaleza inmutable y eterna, por lotanto son metafísicas e históricas.

Por mirar hacia el pasado se les llama también tradicionalistas. Si el hombre tiene
una esencia inmutable, los fines de la educación
tienen que ser tambiéninmutables,
universales, absolutos e iguales en todas partes. En sus
consecuencias prácticas la educación será repetitiva, autoritaria,
pasiva, tendrá mucha importancia el
conocimiento, los planes de estudio serán fijos. Se rechaza el espíritu crítico,
la iniciativa, la creación y la rebeldía. Sebusca
imponer la verdad. Su método es la clase magistral. La obediencia se
transforma en temor. Sus principales exponentes modernos son: Jacques Maritaín
y Roberto Hutching.
El primero es un neotomista que ofrece mucho interés
en nuestra América. En elmarco de esta concepción general hubo distinciones, sin
embargo todas las concepciones diferenciales mantienen la convicción de que
existe para todo hombre un grupo de elementos constitutivos que determinan su
"llegar a ser",que se manifiestan de modo
distinto en su concreta existencia empírica.

Sobrela base de esta concepción metafísica


surgieron las aspiraciones de determinar:Qué es el hombre en concreto y qué con
stituye su "verdadera esencia"; es deciraspiraciones a juzgar al hombre concreto,
según "su esencia".

44
Por ejemplo los racionalistas, afirmaban la invariabilidad de
la naturalezahumana mediante la enseñanza de las "ideas innatas" y por esto la
educación sólo puede entenderse como una ayuda a la especial disposición innata
(Descartes). Con aparente
antagonismo, los sensualistas, señalaban que laidea del niño, constituía una "tabul
a
rasa" de experiencias, no comprendieronen absoluto el proceso evolutivo histórico
del hombre. La suma de estasexperiencias era importantes para el proceso
evolutivo
individual, pero novariaba nada fundamentalmente de la estructura del hombre. No
teníaimportancia para el "género", no tenía pues historia tenía sólo una
biografía(Jhon Locke).

Por otro lado, el pragmatismo se contrapuso al racionalismo, pero lo hicieron no


por ser históricos, sino por su "carácter abstracto" y por su rigidez.
El pragmatista negó la historia como proceso objetivo y no alcanzó tampoco a
comprenderla. Acepto el desarrollo de las capacidades individuales en la vida yno
concibió el desarrollo de la humanidad. Cuando
habló de la historia, lo hizosólo en las categorías de la escuela del éxito individual.
Por eso los pragmáticos no se distinguen de los racionalistas, sino que se revelan
propiamente corno un racionalismo extrovertido.
La filosofía de la cultura, arranca de la filosofía de Hegel. Su discípulo más
caracterizado en la educación fue Dilthey, quién en sus obras expone elproceso de
formación del "mundo histórico" y el proceso de desarrollo históricodel hombre. Sin
embargo constituyó sólo un resurgimiento de la concepciónmetafísica, aunque con
un disfraz histórico. El verdadero contenido de la
filosofía de la cultura fue buscar eternas constantes de la naturaleza humana, que
se ocultan en el curso del desarrollo histórico.
El análisis de la existencia humana: Esta corriente se opone desde elrenacimien
to a la
teoría esencialista. El existencialismo trata de las corrientesfilosóficas que se sitúa
n en el periodo de la actuación del marxismo y cuyas fases de desarrollo más
importantes están en el siglo XX. Comprende todas aquellas corrientes que no
quieren solventar el problema de la enseñanza, sobrela base de
las concepciones apriorísticas del hombre, sino en la consideración del contenido
existente de la vida humana.
Esta corriente señala también, que en el
orden humano la existencia precede a la
esencia. Los valores humanos surgen, en el proceso histórico y.
se enriquecen con el desarrollo cultural y tienen un carácter
cambiante. Lafilosofía educativa existencialista
no tiene un fin único y universal, sino unamultiplicidad de fines cambiantes que
varían
según las circunstancias históricasy geográficas y aún de un individuo a otro. Con
45
cibe la verdad como un proceso en constante
perfeccionamiento a lo largo de la historia. El proceso educativo no tiene un
fin más allá de si mismo, el es su propio fin.
Es importante el proceso educativo y todo lo que favorezca al crecimiento. Leinter
esa
el futuro y concibe a la educación en constante cambio y permanenteexperimento.
A esta concepción se les llama también experimentalistas,
naturista, instrumentalistas, progresista,
etc. Sus antecedentes se encuentran enRousseau, Froebel, Pestalozzi. A
principios de este siglo dieron origen a laEscuela Nueva y a la Escuela Activa, así
como al pensamiento de Montessori.Su aparición
causó resistencia en todos los niveles, pues se creyó que venía a destruir el
sentido mismo de la educación y de sus fines y que ponía en peligro la moral
aceptada. Según Dewey los principios de continuidad e interacción no pueden
separarse, la unión de ambos criterio; de la medida delvalor de
una experiencia, consecuencias prácticas, se toma en cuenta las peculiaridades
individuales, flexibilidades del plan de estudios, del horario, delos métodos, los
contenidos educativos y el momento en que se
lee. No interesatanto lo que se aprende sino la medida que se crece. Los cursos
sonmonográficos, la actividad dirigida por el intelecto. Los planes y la
evaluaciónserán hechas por los alumnos, etc.
La concepción idealista de la "esencia humana" se esforzó en oponerse a la
concepción de la existencia real del hombre. Este hecho llevó a una interesante
evolución de la concepción existencialista y al debilitamiento
de la posiciónesencialista. La concepción existencialista del hombre se manifiesta
de modo cada vez más potente, en las diversas variaciones del naturalismo
pedagógico, en la pedagogía liberal, en la pedagogía funcional psicoanalítica y
en la pedagogía pedocéntrica. Conduce a veces a la liquidación
de la actividad educativa, a la pasiva indicación de una maduración irracional
del niño.

En el siglo XX se llevó acabo una lucha al interior del esencialismo entre los que
interpretan los conceptos de cultura personalidad como conceptos normativos, que
extraen sus fuerzas de la concepción del "hombre eterno" o de los "eternosvalores
Culturales" y aquellos que creen en que, estos
conceptos expresanexclusivamente el impulso creador de la vida, que
se manifiesta en la voluntad y en la inclinación del individuo. Esta lucha
afectó a los círculos cada vez másamplios y la tendencia existencialista logra
realizar una escisión en el campoesencialista. Es en este siglo se
comenzó a desarrollar la pedagogía existencial cristiana, especialmente
protestante. Como consecuencia de lo mencionado, la concepción tradicional de la
esencia del
hombre, es cada vez mas atacada poraquellos quieren determinar al hombre sobr
e la base de su existencia. El modo de concebir esta existencia es liquidando a la
46
superestructura normativa, tal como quería la
teoría tradicional de la esencia del hombre.
Finalmente pese a la lucha constante de ambas concepciones, existencoincidenci
as en
la convicción de que la educación debe precaverse derevoluciones. Esta coinciden
cia de la pedagogía existencialista
con lapedagogía esencial tradicional expresa la profunda coincidencia de las dos
concepciones del hombre, que fueron formulados por el
pensamiento burgués yque debían fundar el orden social capitalista
como justificado y eterno. Así mismo, para ambas existe una oposición
profunda entre la teoría y la práctica. También ambas encuentran que la
filosofía de la educación ejerce unacasi jurisdicción sobre la pedagogía.

En la teoría de la esencia por medio de un proceso síntesis o generalización, en la


teoría de la existencia, por un proceso de construcción pragmática

Semana 13
47
Máximos exponentes de la filosofía de la esencia humana y de la educación.

Teorías metafísicas de la esencia humana

Las teorías filosóficas que se plantean no fueron ni serán nunca un producto de la


casualidad o hecho fortuito. Sino que debe entenderse, dependen del desarrollo
histórico de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales, también de las
concepciones filosóficas generales del hombre, de su naturaleza y de su papel en
la vida social.
En cuanto a la del hombre, la concepción Idealista se manifiesta básicamente en
dos formas:

a) Mediante el análisis de la denominada "Esencia Humana".


b) Mediante el análisis de la denominada "Existencia Humana".
El análisis de la "Esencia Humana":Esta teoría es la más antigua y la más
utilizada. Se caracteriza por ser metafísica e histórico con respecto a las ideas y
definiciones. Señala que la existencia humana es fija desde los tiempos primitivos.
La pedagogía de la esencia, dominante en el pasado, sobre todo en la antigüedad
y la edad media, va desde Platón, hasta los neotomistas de hoy. Aquí el hombre
tiene una esencia o naturaleza inmutable y eterna, por lo tanto son metafísicas e
históricas.

Por mirar hacia el pasado se les llama también tradicionalistas. Si el hombre tiene
una esencia inmutable, los fines de la educación tienen que ser también
inmutables, universales, absolutos e iguales en todas partes. En sus
consecuencias prácticas la educación será repetitiva, autoritaria, pasiva,
tendrá mucha importancia el conocimiento, los planes de estudio serán
fijos. Se rechaza el espíritu crítico, la iniciativa, la creación y la rebeldía. Se
busca imponer la verdad. Su método es la clase magistral. La obediencia se
transforma en temor. Sus principales exponentes modernos son: Jacques
Maritaín y Roberto Hutching.

El primero es un neotomista que ofrece mucho interés en nuestra América. En el


marco de esta concepción general hubo distinciones, sin embargo todas las
concepciones diferenciales mantienen la convicción de que existe para todo
hombre un grupo de elementos constitutivos que determinan su "llegar a ser", que
se manifiestan de modo distinto en su concreta existencia empírica. Sobre la base
de esta concepción metafísica surgieron las aspiraciones de determinar: Qué es el
hombre en concreto y qué constituye su "verdadera esencia"; es decir
aspiraciones a juzgar al hombre concreto, según "su esencia".

Por ejemplo los racionalistas, afirmaban la invariabilidad de la naturaleza humana


mediante la enseñanza de las "ideas innatas" y por esto la educación sólo puede
entenderse como una ayuda a la especial disposición innata (Descartes). Con
48
aparente antagonismo, los sensualistas, señalaban que la idea del niño, constituía
una "tabula rasa" de experiencias, no comprendieron en absoluto el proceso
evolutivo histórico del hombre. La suma de estas experiencias era importantes
para el proceso evolutivo individual, pero no variaba nada fundamentalmente de la
estructura del hombre. No tenía importancia para el "género", no tenía pues
historia tenía sólo una biografía (Jhon Locke).

Por otro lado, el pragmatismo se contrapuso al racionalismo, pero lo hicieron no


por ser históricos, sino por su "carácter abstracto" y por su rigidez.
El pragmatista negó la historia como proceso objetivo y no alcanzó tampoco a
comprenderla. Acepto el desarrollo de las capacidades individuales en la vida y no
concibió el desarrollo de la humanidad. Cuando habló de la historia, lo hizo sólo en
las categorías de la escuela del éxito individual. Por eso los pragmáticos no se
distinguen de los racionalistas, sino que se revelan propiamente corno un
racionalismo extrovertido.

La filosofía de la cultura, arranca de la filosofía de Hegel. Su discípulo más


caracterizado en la educación fue Dilthey, quién en sus obras expone el proceso
de formación del "mundo histórico" y el proceso de desarrollo histórico del hombre.
Sin embargo constituyó sólo un resurgimiento de la concepción metafísica, aunque
con un disfraz histórico. El verdadero contenido de la filosofía de la cultura fue
buscar eternas constantes de la naturaleza humana, que se ocultan en el curso
del desarrollo histórico.

La Teoría Marxista de la Esencia Humana y de la Educación.

A la esencia metafísica del hombre que hemos visto anteriormente, Marx opone la
idea de que, la esencia del hombre es el trabajo, puesto que el trabajo ha creado
al hombre. En el trabajo del hombre está su propia esencia. Trabajo que se
distingue del trabajo animal, porque produce su propio medio de subsistencia de
modo voluntario conciente y universal. Pero el trabajo que ha creado al hombre se
ha dividido y con ello ha dividido al hombre, lo alienado a la sociedad de clases.
Por lo que la pedagogía Marxista se presenta como una forma y método de la
reintegración del hombre en el trabajo, en oposición al trabajo que lo ha dividido.

Por otro lado la esencia humana en el marxismo se configura y evoluciona, en el


proceso histórico de la creación de un mundo humano y de la conquista de este
mundo. Esta posición se basa en el conocimiento de que, la existencia del hombre
se transforma y evoluciona en el transcurso de actividad determinada por las
necesidades históricas.
49
Con respecto al tema de la alienación Marx llega a la conclusión, que las raíces
enajenadoras son de índole material económica, por lo que el sistema capitalista,
el carácter del trabajo como esencia del hombre se destruye.

Los cuatro aspectos del proceso del proceso de alineación en el capitalismo según
Marx, son:

1. El hombre produce objetos que no le pertenece, no sólo en el sentido humano,


sino también ni siquiera en el sentido de poseedor económico. El producto de su
trabajo no es para él, ni para la utilización física, ni para su disfrute estético o
moral. "Lo que es producto de su trabajo, no es él". "El obrero se vuelve mas
pobre cuanto mas riqueza produce; con la valorización del mundo de las cosas
aumenta en relación directa a la desvalorización del mundo humano". Así el
trabajador se envilece y viene a ser una mercancía más miserable que su propia
fuerza de trabajo.

2. El trabajo se convierte, de ese modo, en algo que el obrero siente como externo
a él, porque lo niega, arruina su cuerpo y su espíritu. En el trabajo realiza lo que se
ha señalado. No es más que un medio para subsistir. No se pertenece a si mismo;
se convierte en instrumento de algo que debe conseguirse a través de el.

3. Este trabajo alienado, ajeno, destruye el vinculo entra el hombre y la esencia


genérica humana al destruir el vínculo del hombre con sus obras. Con respecto a
esto, Marx ha dicho en El Capital que la producción en si constituye
fundamentalmente una característica del ser específico del hombre: "es la vida
productora de vida. En el tipo de actividad vital reside todo el carácter de una
especie, su carácter genérico". La característica genérica del hombre es vivir para
producir; pero "el trabajo alienado enseña al hombre lo contrario, es decir que para
vivir, debe reproducir. Así "su esencia es un mero medio de su existencia".

4. Por ultimo, la alienación conduce a romper los vínculos de las relaciones


mutuas entre los hombres, al crear el antagonismo entre los que trabajan y
aquellos que utilizan los productos de su trabajo. Finalmente es en la práctica
revolucionaría donde se da la posibilidad de considerar alternativamente la
esencia y la existencia, que en el pensamiento filosófico burgués se separan y
oponen entre sí.

Principales Concepciones sobre las Teorías Educativas


Según la escuela filosófica que tengamos, poseeremos también una definición de
la educación y un tipo de educación que practicamos. Estas principales
concepciones de la educación son las siguientes:

La concepción filosófica racionalista.- La filosofía idealista en lugar de colocar en


primer lugar a la realidad material o cosas, coloca a nuestro propio YO en nuestra
50
mente, dejando a la realidad concreta subordinado al YO; es decir; establece
fundamentalmente que, las ideas o representaciones mentales, son las principales
y que lo secundario es el mundo material.
Para el idealismo filosófico el conocimiento y la realidad son una misma cosa,
creación de la conciencia.

Para el idealismo la verdad consiste en la conformidad del pensamiento consigo


mismo. La verdad no puede existir, sino como un fin en si mismo y las ideas no
son verdaderas porque sean útiles; antes bien resulta útiles porque son
verdaderas.
Para el idealismo la educación no es un fin, sino un medio de realizar un
determinado objetivo, que es cierto tipo de vida espiritual. Este tipo de concepción
se presenta de dos

maneras: el idealismo objetivo y el idealismo subjetivo. Por otro lado, el idealismo


se asiste de una fe ciega en doctrinas, fórmulas que desdeña los factores
naturales de la educación y exalta el valor de la vida espiritual del hombre, cuya
función es complementaria, reguladora y normativa, pero no independiente de las
influencias naturales ni mucho menos contrarias a las mismas.

La Concepción Positivista- Partiremos por definir brevemente, ¿qué es el


positivismo? El positivismo es una corriente de la filosofía que declara a las
ciencias concretas, única fuente del saber verdadero y niega la posibilidad de su
valor cognoscitivo a las indagaciones filosóficas. El positivismo cayó en el extremo
de rechazar todo tipo de especulación teórica como medio para obtener
conocimientos. Esta concepción es una verdadera religión de las ciencias. Al
contrario consideramos que el conocimiento científico no es la única forma de
conocimiento, pues este conocimiento no resuelve los problemas de la vida, si
aquellos son de fines y no de medios. La ciencia es indiferente a los fines, al bien
y al mal; y de ahí que hay otro conocimiento el del mundo de los valores, que para
la educación no es menos importante que el de la ciencia. Además la ley natural
falsea el positivismo, no es una relación constante e invariable entre causa y
efecto, que determina un fenómeno, o sea que la naturaleza constituye un grado
de mayor o menor de posibilidad.

La Educación Pragmática- La filosofía pragmatista se interpone entre las dos


anteriores; proviene de la palabra pragma, que significa acción, cuyas raíces
nacen de la experiencia humana, dinámica, activa y se niega a las teorías y
especulaciones que no trascienden a la realidad de la vida humana a través de la
acción.

El pragmatismo cree que nuestra experiencia es práctica desde el principio hasta


el fin, y pretende hacer de la vida humana a través de la actividad, el centro de
nuestro propio pensamiento. El pragmatismo da importancia a la personalidad
humana. El sentimiento y la emoción son los elementos más característicos de la
personalidad del yo, sacrificándose el intelecto.

51
El pragmatismo cree que el hombre es un ser esencialmente biológico, social y
afectivo, que actúa respondiendo a estímulos y va de un problema a otro y la vida
es una constante resolución de problemas varios El pragmatismo dirige su mirada
al problema del momento su "modus operandi", es la acción sobre la marcha,
preocupándose más del presente inmediato que del pasado. Por eso Jhon Dewey
pudo repetir las célebres palabras: "dejemos que los muertos entierren a sus
muertos".

Para el pragmatismo no hay que tomar las ideas abstractas cono si fueran hechos,
para el los únicos ideales de algún valor son los que se realizan "aquí y ahora".El
pragmatismo subordina el pensamiento a acción. La función cognoscitiva esta al
servicio de los poderes más altos de la mente, los de la voluntad. De allí la
importancia que los educadores conceden a los métodos activos, sobre todo al
método de proyecto, el cual constituye su magno descubrimiento pedagógico.

Esta concepción desliga a la educación de los valores, juzga a las acciones con su
consecuencia y no por sus motivos, haciendo casi de lo moral algo posible. Para el
pragmatismo una acción es buena auque traiga como consecuencia la muerte, por
lo que convierte al hombre en medida de las cosas.

1. El Hombre y el Estado es el compendio de algunas lecciones que Maritain dio en


1949 en la Universidad de Chicago, que en aquel entonces era aún, probablemente
más importante que hoy, en el marco de un programa sobre la filosofía política
patrocinado por la Fundación Charles Walgreen, en el que también participaron otros
importantes docentes, entre los que cabe mencionar a Yves Simon (sobre el tema: La
filosofía del gobierno democrático), Eric Voegelin (La nueva ciencia de la política) y
Leo Strauss (derecho natural e historia). Las lecciones de Maritain se centran en el
establecimiento de instituciones democráticas para "ganar la paz" después de haber
"ganado la guerra". La obra se desarrolla sobre todo en el contexto de los Estados

Unidos de América, país al que Maritain había vuelto después de la paréntesis


diplomática como Embajador ante el Vaticano. En otro ámbito2 me he ocupado del
desarrollo de su pensamiento político: de la nueva cristiandad a la nueva democracia,
de Humanismo Integral (1936) a El Hombre y el Estado (1951), y en esta
oportunidad me limitaré a subrayar que Maritain no considera que la primera esté
superada: la nueva cristiandad está siempre en el trasfondo, como lo demuestra
también indirectamente la función central que Maritain asigna a la inspiración
evangélica en vista de la vitalidad de la democracia. Maritain no ha desmayado en su
proyecto filosófico-político pero las circunstancias lo conducen a centrarlo esta vez en el
tema de la democracia, elaborándolo sobre la huella de la filosofía del ser.

De tal modo se pasa de una visión de la filosofía de la historia y de la filosofía de la


cultura (dominada aún por el contexto europeo) a un enfoque de filosofía política e
inclusive, en parte, de ciencia política3. En esta fase sus interlocutores son sobre todo
estadounidenses, y especialmente los miembros del "Grupo de Chicago"4.
52
El planteamiento en que Maritain apoya su análisis es aristotélico-tomista, pero con una
interpretación de libertad y flexibilidad, lo que hace que sea comprensible hasta para el
lector menos experto. Su obra tiene la finalidad de bosquejar, a través de una filosofía
de la democracia de inspiración personalista-comunitaria, a menudo en polémica con
los pensadores de la modernidad, los cimientos de una organización social en el plano
interno y en el plano internacional, basada en el pluralismo y en el respeto de los
derechos "naturales" de la persona, y capaz de promover una paz duraderas.
Si bien el ambiente cultural en que se forjó la obra ha cambiado profundamente, a mi
parecer su actualidad es evidente y trataré de ponerla de relieve durante esta
intervención. Hace algunos años un politólogo francés, Jean Leca, señaló tres
"problemas contemporáneos"6 tratados inteligentemente por Maritain: la crisis de la
comunidad nacional y el pluralismo cultural; la crisis de las políticas públicas y la
"sobrecarga" del Estado-providencia; la crisis de las ciudadanías. Estos temas siguen
siendo muy pertinentes pero quisiera hacer hincapié en otro más, el del orden
internacional, con el que nos enfrentamos en forma violenta en este momento.

2. El último capítulo de El Hombre y el Estado, el séptimo, está dedicado al problema


de la organización política del mundo, problema que Maritain había esbozado ya en
otras ocasiones pero que esta vez siente como fundamental para la propia
"supervivencia" de la humanidad, que ha entrado en la era de la interdependencia y del
arma atómica. Para Maritain «El hecho fundamental es el de la interdependencia ya
hoy indiscutible de las naciones, hecho que no es [un signo de paz, como por un
momento se ha querido creer y esperar, sino más bien] una prenda de guerra: ¿Por
qué? Porque esta interdependencia de las naciones es esencialmente una
interdependencia económica, no una interdependencia políticamente consentida y
querida, ni políticamente establecida; en otros términos: porque resulta de un proceso
puramente técnico o material, no de un proceso simultáneo de orden auténticamente
político o racional».

Y añade: «Una interdependencia esencialmente económica, sin una fundamental


refundición que corresponda a las estructuras morales y políticas de la existencia
humana, no puede sino imponer en virtud de una necesidad material una
interdependencia política parcial y fragmentaria, ... no puede más que exasperar las
necesidades rivales y el orgullo de las naciones»8.

Maritain pronunciaba estas palabras en los anos cuarenta. ¿Qué decir hoy, en una
época de "hiperinterdependencia" económica? ^Cómo dotarse de instituciones capaces
de reglamentar el panorama mundial? Maritain no usa la palabra globalización pero su
análisis no se aleja del que se hace hoy en esos términos. ¿Cómo puede construirse
una "sociedad política mundial' que garantice la paz? ¿Es realista hacerse esta
pregunta?

Según Maritain es necesario ante todo superar el concepto de soberanía del Estado.
El Estado no es soberano como sostiene el pensamiento moderno, y menos aún asume
en sí el concepto de pueblo organizado (o de cuerpo político o sociedad política). El
Estado es sólo una parte del cuerpo político, un "órgano instrumental" suyo, que goza
53
de "plena autonomía" y de un derecho "legado"; es decir, delegado a ejercer el
gobierno, al que se confían algunas funciones, y entre ellas la del orden en la libertad y
del progreso en la justicia9. Para Maritain una teoría de las relaciones internacionales
edificada sobre la soberanía de los Estados, aunque autolimitada libremente (por
ejemplo, mediante pactos), no puede no basarse sobre todo en las relaciones de
fuerza, de por sí mutables y, por tanto, no puede menos que ser una teoría peligrosa.

54

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