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SVAMPA: La fragmentación de las clases medias.

En nuestro país las clases medias fueron consideradas un rasgo particular de la estructura social
y un factor esencial en los sucesivos modelos de integración social pero en la crisis de los 80 y el
pasaje a un nuevo modelo de acumulación en los 90 termino con la teoría de la clase media fuerte,
homogénea, asociada al progreso y la movilidad social ascendente. Esta nueva situación de una
doble lógica de polarización y fragmentación en el interior de las clases medias visible en la “clase
media típica” y en la brecha entre los ganadores y los perdedores del sistema.

Rasgos generales de las clases medias:

1. La clase media designa a un vasto conglomerado social, con fronteras difusas, es una categoría
intermedia que apoya su debilidad en su posición estructural, es un 3° actor sin peso propio
situado entre 2 agentes sociales y políticos: la burguesía y la clase trabajadora. Desde el punto de
vista político su debilidad esta en desarrollar una conciencia de clase autónoma por lo tanto es su
vocación histórica por las alianzas. Desde el punto de vista culturalse ven ilustrados por el
desarrollo de conductas imitativas de las clases superiores. Por esto facilita la instrumentación
política de la clase media por parte de la burguesía. En síntesis: la debilidad estructural es la base
de las dificultades de la clase media, en la política con una política conservadora y reaccionaria y
en la cultura a través de una cultura mimética y consumos ostentosos como los de la clase alta.

2. Otro de los rasgos mayores de las clases medias ha sido la heterogeneidad social y
ocupacional. EL criterio de diferenciación más clásico para poder caracterizar a las clases medias
ha hecho hincapié en el proceso como variable. También el tipo de capacidad y calificación que
ofrece en el mercado constituye un criterio de diferenciación determinante que problematiza. El
crecimiento del sector profesional durante el siglo XX amplió las reducidas dimensiones que la
clase media poseía, esta característica contribuyo a abrir la brecha respecto a otros sectores
sociales.

3. Una de las notas constitutivas de la identidad de la clase media ha sido la movilidad


ascendente. Esto ayudo a aumentar la importancia de la educación como canal privilegiado para
el ascenso y la reproducción social, la confianza en la movilidad social ascendente ha sido
acompañada de una visión optimista del progreso social, que se refleja en la adopción de un
modelo de familia donde sus miembros pueden tener movilidad social.

4. Las clases medias aparecen definidas por su capacidad de consumo y como consecuencia por
el acceso a un determinado estilo de vida con una aspiración residencial, posesión del automóvil y
la posibilidad de esparcimiento.

En síntesis: la debilidad estructural estaría en una serie de características negativas


como mentalidad política conservadora, mimetismo cultural, creciente heterogeneidad social
y ocupacional daría cuenta la imposibilidad de unificar sus intereses de clase y, al mismo tiempo a
la orientación del individualismo exacerbado, orientando a la maximización de los intereses
particulares, todo ello explica la búsqueda de la movilidad ascendente como rasgo
constitutivo de las clases medias. La definición a través del consumo y de los estilos de
vida desembocaría en la formación de grupos de status.

Para algunos sectores de la sociología, las clases medias eran las clases de servicios. Las clases
de servicios distinguen de la clase obrera por realizar un trabajo no productivo, aunque la
diferencia más básica es la calidad del empleo. Se trata de un trabajo donde se ejerce autoridad o
bien se controla información privilegiada. La entrada en una economía de servicios termino por
confirmar la importancia de tal categorización, la nueva estructura socio-ocupacional donde se
hace visible la heterogeneidad en la fragmentación de las clases medias de servicios, mediante el
empobrecimiento de ciertos sectores y la emergencia de un proletariado de servicios ligado a
tareas poco calificadas, “Servidores de la clase de servicios en cuestión”
Las clases medias en Argentina:

A lo largo del siglo XX, las clases medias latinoamericanas se constituyeron en un agente central
en el proceso de desarrollo. Esta centralidad se debe: en 1er lugar: a la preocupación que las
clases medias manifiestan por la educación. La educación se constituye en el instrumento por
excelencia de la movilidad social ascendente, así como en el criterio distintivo respecto de las otras
clases sociales y en 2do lugar con que la expansión de las clases medias urbanas está vinculada
al desarrollo del estado. En América Latina, las clases medias se expandieron sobre todo en
países donde el Estado intervino activamente como productor de bienes y servicios en el régimen
de industrialización sustitutiva. El Estado Social contribuye así a la consolidación de vastas franjas
de funcionarios y de profesionales ligados a la administración pública, así como a los servicios de
la educación y de la salud. Sin embargo, este fue precisamente el modelo que entro en crisis a
partir de los 80 y particularmente, durante los 90, con la aplicación de ajuste fiscal y de reducción
del estado. Las clases medias Argentinas coinciden en afirmar su centralidad como el rol
integrador que desempeñaron en la sociedad. El “Modelo Argentino” parecía hacer referencia a 2
componentes mayores: 1° el progreso y la movilidad social ascendente y 2° en una homogeneidad
racial y cultural. Ambos encontraran su encarnación más acabada en las clases medias urbanas,
educadas, dinámicas y modernizadoras y en gran medida de origen inmigrante. La
educación como canal privilegiado para la movilidad social ascendente era un rasgo constitutivo
de la identidad de las clases medias Desde el punto de vista cultural: estas parecían
caracterizarse por conductas que imitaban los patrones culturales propios de las clases superiores
visibles en el consumo ostentoso; conductas concebidas como estrategias de diferenciación
respecto a las clases populares. Este proceso tiene su auge en 1945.Desde el punto de vista
económico la acción del gobierno del 1° peronismo beneficio a vastos sectores de la clase
trabajadora, sino también a amplios sectores medios, mediante el impulso al sector asalariado,
dependientes del estado. A partir de 1960 los estratos medios se convertirían en los principales
proveedores de una demanda de puestos gerenciales, burocráticos y administrativos, promovidos
por el modelo sustitutivo. Esto confirmaría la consolidación de una clase media de servicios, ligada
al estado (empleo público) y a los servicios sociales públicos y privados (educación, salud, etc.) El
Peronismo lesiono a las clases medias a través de sus pautas de comportamientos y sus modelos
culturales. La oposición de las clases medias se vio acentuada por el carácter autoritario que tomo
el régimen peronista, respecto al mundo reconocido de la cultura; cometió “indiscutibles torpezas”
con respecto a las clases medias, afecto a sus pautas culturales y les negó una inclusión simbólica
dentro de su discurso político. Un factor determinante de esta polarización fue la aceleración
lógica social igualitaria, producto de dichas políticas peronistas, que desembocaría en una
reducción de las distancias económicas entre las clases medias y las clases populares. El carácter
plebeyo y la lógica igualitaria, género en las clases medias la necesidad de producir y reforzar la
distancia cultural y simbólica, por medio de nuevos mecanismo y estrategias de diferenciación
social. Hacia los 60 el proceso de modernización cultural produjo cambios importantes desde
nuevos hábitos de consumo orientado al sector juvenil hasta la irrupción de las vanguardias y la
experimentación artística. Se trataba de una “nueva clase media” cuyo ethos especifico aparecía
intrínsecamente asociados a nuevos valores, nuevasprácticas de consumo y estilo de vida. La
década de los 60 fue la década de oro de las clases medias porque afirmaban una cierta
autonomía cultural respecto de las clases dominantes. Este clímax de época fue seguido de un
gran declive, visible en la tragedia política de los 70 y la fragmentación y empobrecimiento en los
80/90. El golpe de estado del 76 significo una puesta en acción a un nuevo modelo que apuntaba a
la represión de los sectores movilizados, como a un nuevo modelo de acumulación económica.

Hacia la Heterogeneidad y la polarización social.

El modelo de integración social existente en Argentina se asentó en la afirmación de etilos


residenciales y espacio de socialización mixtos que apuntaban a la mezcla entre distintos
sectores sociales . Si la integración social e individual es un proceso que articula relaciones
horizontales (en el interior de un grupo), con lazos verticales (con otros grupos), mediante
diferentes marcos de socialización es necesario reconocer que la ciudad aportaba pocos de esos
espacios públicos. Estos lugares públicos proveían al individuo de una orientación doble: hacia
adentro y hacia afuera de su grupo social y aprecian como contextos propicios para una
socialización mixta y exitosa. Este modelo de la mixtura social continuo siendo dominante hasta
mediados de los 80. A partir de los 90 la entrada en una sociedad excluyente tiro por la borda
esta representación integradora de la sociedad argentina centrada en la primacía de lo
público . La nueva dinámica excluyente puso al descubierto un notorio distanciamiento en el
interior mismo de las clases medias, producto de la transformación de las pautas de movilidad
social ascendente y descendente. En plena turbulencia de estos procesos y frente a la
confirmación de un nuevo campo de fuerzas social, los sectores medios irían estrechándose,
empujados por una fuerte corriente de movilidad social descendente, en de medio de
vulnerabilidad, otras franjas tratarían de mantener sus posiciones, mientras que, un contingente
menor, caracterizado por una mejor articulación con las nuevas estructuras del modelo, se vería
beneficiado por el ascenso social. Desde una perspectiva histórica, lo que primero impacta es la
dimensión colectiva del proceso de movilidad social descendente, que arrojo a los “perdedores” a
vastos grupos sociales entre los cuales hay que incluir empleados y profesionales ligados al sector
público, cuentapropistas, pequeños comerciantes , otras franjas de las clases medias, como
empleados y profesionales ligados a los servicios sociales y a los nuevos servicios de consumo,
gracias a su calificación tendieron a conservar sus posiciones. En el costado de los “ganadores” de
las clases medias se fueron situando diversos grupos sociales que englobaría tanto a los sectores
medios consolidados como a los sectores en ascenso. La entrada en una sociedad excluyente
reformulo la dialéctica entre estructura y estrategias en el seno de las clases medias. Las clases
medias empobrecidas debieron desarrollar nuevas estrategias de sobrevivencia basadas en la
utilización y potenciación de competencias culturales y sociales preexistentes, para volver a
vincularse con el mundo social. Para un sector de las clases medias consolidadas y en ascenso,
las estrategias de inclusión en el nuevo modelo apuntaron a una búsqueda de la distancia, de los
sectores populares y de la propia clase media empobrecida mediante en consumo suntuario y los
nuevos estilos de vida basados en la seguridad privada. Las franjas medias de las clases medias
habrían de acentuar como estrategia la inclusión por medio de los consumos y la relación con la
cultura

Empobrecimiento y multiplicación de estrategias de adaptación.

La segmentación social fue consolidando una fractura interclase que en necesario leer en 2
tiempos diferentes: a fines de los 80, el proceso de empobrecimiento de ciertas franjas de las
clases medias estuvo vinculado a la inflación y a la hiperinflación, al deterioro salarial y a la pérdida
del poder adquisitivo. Tanto la degradación de los servicios públicos como la privatización de los
servicios básicos contribuyeron fuertemente al empobrecimiento de los sectores medios, con
precarización laboral y la inestabilidad. Esto transformaría las condiciones de vida, llamado
“diversidad de situaciones” en el interior mismo de las clases medias a partir del reconocimiento de
“la heterogeneidad social de las pobrezas”. La heterogeneidad fue acompañada por una fuerte
polarización social. Las estadísticas muestran que los ingresos de todas las categorías
ocupacionales cayeron fuertemente. Dentro de cada categoría se incrementó la distancia entre los
ingresos más elevados y los más cercanos al piso. La “nueva pobreza” fue asomando como un
universo heterogéneo, que reuniría a los “perdedores” de cada categoría profesional. La caída
social produjo también el ingreso de las mujeres al mundo público. La fractura interclase se hizo
mayor a mediados de los 90 cuando el empobrecimiento pasó a vincularse no solo a la
pérdida del poder adquisitivo sino también al desempleo.Para diferentes sectores
empobrecidos la instalación de una zona de vulnerabilidad e inestabilidad termino por consumar
una grieta, una distancia mayor, que es necesario comprender en términos de reducción de
oportunidades de vida. La fractura social provoco un debilitamiento, si no la ruptura, de los lazos
culturales y sociales existentes entre los diversos estratos de la antigua clase media. Sin pasar por
alto el hecho de que existen franjas de los sectores medios que aun en plena inestabilidad
conservaron sus posiciones, la tendencia más general del periodo fue una fuerte polarización
social. Esta nueva pobreza conservaba una pobreza vergonzante definida como “pobreza
doméstica” o “pobreza puertas adentro”. Esta nueva pobreza se caracterizaba por ser más difusa y
dispersa. El empobrecimiento también estuvo en el origen de una serie de expulsiones que
condujeron a una relocalización urbana, muchos barrios conocieron un fuerte deterioro. La nueva
pobreza adoptaría nuevas dimensiones urbanas. El carácter “hibrido” de la nueva pobreza, que
daba cuenta de afinidades o semejanzas con los sectores medios consolidados en variables tales
como el nivel educativo o la composición familia, se revelaba cada vez más la proximidad de los
“pobres estructurales” en términos de ingreso, características del empleo y ausencia de cobertura
social. Desde un punto de vista general las clases medias empobrecidas colocan a los sujetos en
una situación de “desnaturalización” con respecto a su posición. Esta experiencia de
desnaturalización, esta trágica “des funcionalización” condujo a la necesidad de redefinir la
situación exterior, en condiciones de incertidumbre, lo cual tendría un impacto sobre las
identidades sociales e individuales. El empobrecimiento trajo aparejado importantes cambios en las
prácticas y orientaciones de la acción, que deben ser interpretadas como formas de adaptación
frente al desajuste visible en el rol y la posición social anterior. Lo propio del periodo fue la
multiplicación de estrategias individuales mediante la utilización de recursos y competencias
culturales y sociales preexistentes orientadas a obtener ventajas comparativas. La multiplicación
de las estrategias de adaptación tuvo consecuencias en diferentes niveles, hacia afuera, harían
manifiesta la existencia de un circuito cada vez más segmentado de servicios y frente a la
reducción de las distancias sociales, las estrategias de adaptación servían también para
diferenciarse socialmente de los llamados “pobres estructurales”, menos provistos en términos de
capital cultural y relaciones sociales. En este nuevo escenario resultaba difícil separar lo que estas
estrategias de adaptación contenían en términos de demandas de derechos individuales y
sociales, de aquello que aparecía ligado exclusivamente a un reclamo estatutario. En este primer
periodo los sujetos realizaban un “proceso de enmarcamiento” de la situación, que hacíahincapié
en la responsabilidad individual. La “individualización” de la caída entraba en consonancia con la
euforia privatizadora. Los protagonistas de la caída interpretaban el proceso mucho menos en
términos sistemáticos que en clave del fracaso personal. Frente al empobrecimiento los individuos
se vieron con la necesidad de redefinir los marcos sociales y culturales de su experiencia, esto
conduciría a la emergencia de un nuevo ethos que aparecería más marcado por la incertidumbre y
una perspectivacortoplacista, que tendía a obturar cualquier planificación del futuro. Los jóvenes y
adultos sufrían “constante coacción de cambios” y estaban estreñidos a la búsqueda permanente
del intersticio en las instituciones.

Empobrecimiento y experiencia del trueque.

Recién hacia la 2da mitad de los 90 los sujetos sociales incorporarían plenamente un discurso que
permitiría evacuar el estigma del fracaso personal. En la medida en que los discursos de la caída
comenzaron a enfatizar los aspectos más estructurales de la crisis, las estrategias de
sobrevivencia variaron. Se registra un cambio importante en el posicionamiento de la subjetividad:
el sujeto autónomo de la racionalidad micro-económica desaparece y en su lugar aparece la
victima de la macro-economía. El proceso tuvo como corolario un nuevo enmarcamiento de la
situación que desembocaría en una experiencia pública que daría mucho más de que hablar: el
trueque, que se convirtió rápidamente en una rede extensa de intercambio de bienes, servicios y
competencias muy heterogéneas, un mercado sui generis que comprendía desde el trabajo manual
hasta las nuevas industrias de la subjetividad. El trueque aparecía como un vínculo social de otro
tipo basado en la confianza y la reciprocidad como valores fundantes que tenían el poder de
cambiar las relaciones sociales, es decir, barajar y dar de nuevo las reglas del juego social. La
expansión del trueque trajo varias consecuencias: en 1er lugar permitió una cierta reconstitución
de las identidades individuales, en este mercado todos tenemos capital, un capital que es el más
importante el capital humano. Esta actividad permitida revalorizar capacidades negadas y
descartadas por el mercado formal, en 2do lugar la experiencia daba cuenta de la emergencia de
un espacio de sociabilidad, donde confluían sectores medios empobrecidos, sectores populares y
vendedores ambulantes. Este espacio estuvo lejos de desembocar en una experiencia unificadora,
pero permitió experimentar una mayor libertad y reflexividad, sin necesidad de tener que seguir
aparentando lo que ya no eran. El trueque apareció primariamente como una actividad “refugio”
mediante la cual se podía acceder a la satisfacción de las necesidades máselementales y solo en
un segundo nivel este ilustraba la forma de recrear los lazos sociales, una alternativa diferente y
solidaria frente al mercado capitalista excluyente. Lejos de ser la expresión de una adhesión
masiva a una nueva economía alternativa, la explosión del trueque estuvo directamente ligada a la
crisis económica, que incito a los individuos a buscar en esta actividad un medio para afrontar la
escasez de moneda y el aumento de los precios en el mercado formal. Su éxito efímero contenía
ya los gérmenes de su declive y descomposición, algo que termino de concretarse con la paulatina
normalización del mercado formal. Lejos de la experiencia colectiva y de la auto organización
comunitario de los nuevos movimientos sociales, el trueque fue un intento de las clases medias
empobrecidas de recomponer la solidaridad aunque siempre en el seno de una cultura
individualista.

El ascenso y la búsqueda de distancia social.

Dos temas nos interesa abordar aquí con respecto a la asociación entre urbanizaciones privadas y
clases medias ascendentes: la homogeneidad social y los modelos de socialización resultante. En
1er lugar la seguridad privada impulsa el desarrollo de un estilo de vida, centrado en el contacto
con el verde, crecientemente estandarizado por la oferta inmobiliaria, que se caracteriza por la
tendencia a la homogeneidad social y generacional, a diferencia del anterior modelo mixto, este
nuevo estilo de vida presenta rasgos comunes con el modelo más comentario y cerrado propio de
las clases altas ligado a la exclusividad de los pequeños circuitos sociales. En 2do lugar las
urbanizaciones privadas han permitido la creación de nuevos marcos de socialización que implican
un escaso contacto con seres diferentes; algo que los mismos residentes denominan “el modelo
burbuja”. Esta sociabilidad desarrolla en un amplio espacio común que tiene como maco natural la
red socio espacial en la cual se encuentran barrios privados, countries y los diferentes servicios, y
por sobre todo los colegios privados. En síntesis: el nuevo estilo de vida residencial tiende a
afirmar una inclusión hacia arriba, así por un lado los colegios privados y las universidades de elite
facilitan la llave de una reproducción social futura y por el otro, los espacios comunes de
comunidad cercada contribuyen a “naturalizar” la distancia social. Si el distanciamiento respecto de
los sectores empobrecidos de las clases medias es notorio, no lo es menos la búsqueda de
afinidades electivas con las clases altas. En este marco la seguridad se convirtió en el bien más
valorado para gran parte de la sociedad argentina, de cara a los barrios pobres donde residen los
excluidos del sistema, el acceso a la seguridad privada se convirtió en la marca por excelencia de
una diferenciación social, un bien cuya sola posesión define no solo por fronteras sino categorías
de diferente ciudadanía. En el marco de la sociedad excluyente lo que comenzó siendo desde una
mirada crítica y posiciones normativas, hoy va cediendo rápidamente ante la naturalización de las
desigualdades sociales.

Entre el consumo y el vínculo privilegiado con la cultura.

Entre las clases medias empobrecidas y los sectores exitosos se encuentran las franjas medias de
las clases medias, dichos sectores, disminuidos en términos cuantitativos y siempre amenazados
por la inestabilidad económico-social, buscaron reafirmar una identidad en crisis, básicamente
mediante una lógica de acción individualista-estratégica, que apunto a una integración por medio
del consumo. Esta posibilidad aparecía potenciada por la centralidad del modelo del “consumidor
puro” cuya aceptación iba más allá de cualquier división ideológica. Parte de la crítica deslizada
contra aquellos que optaron por la vida en las nuevas urbanizaciones privadas, se debía a que su
sola existencia venía a refrendar el final ineludible de las clases medias definidas por su vínculo
con lo público y por su vocación integradora. El régimen neoliberal confirmaba la centralidad del
ciudadano-consumido en deterioro de la figura del productor. El devenir del ciudadano consumidor
estuvo acompañado por la introducción de nuevas tecnologías de la comunicación y la información,
hábitos y practicas atravesados por “el discurso único” del neoliberalismo. La multiplicación de
estrategias de inclusión por medio del consumo coincidió con una fuerte desafección en relación
con la vida pública, que fomentaba una visión despolitizada de la sociedad pese a la polarización
creciente. Los procesos de globalización y las nuevas tecnologías de la información multiplicaron
las facetas y las estrategias del devenir consumidor del ciudadano. La vida urbana de las clases
medias en los 90 estuvo marcada por los nuevos consumos culturales, de usos del tiempo, “el
vínculo de las clases medias con la cultura adquiere nuevas significaciones” Desde los orígenes
las clases medias latinoamericanas se caracterizaron por su relación privilegiada con la educación
como canal de movilidad social y por desarrollar un vínculo privilegiado con la cultura, desde la
perspectiva de distintas franjas de la clase media la cultura tendió a convertirse en la clave de
bóveda, la pieza fundamental de una estructura identitaria trastocada, tanto individual como
colectivamente. El creciente termino de dualizacion y polarización social y la entrada en un ciclo de
fuertes movilizaciones sociales, revelaría hasta qué punto las clases medias presentan una “textura
cultural”. La cultura puede ser concebida como una variable o recurso, en términos de capital
cultural. Esto sucede con las clases medias empobrecidas donde la cultura es concebida como
capital incorporado o como competencia del sujeto. Las intestas movilizaciones, los nuevos
perdedores que dejo el modelo de convertibilidad, estos sucesos potenciaron la expresión de
importantes fuerzas culturales, cuyos protagonistas centrales fueron diferentes sectores de las
clases medias, el marco propio para los cruces sociales y las intervenciones de estos grupos
fueron las asambleas barriales.

EN SINTESIS: las nuevas estrategias de adaptación de las clases medias empobrecidas dieron
cuenta de la centralidad que adquiría el capital y las competencias culturales, los que no tardarían
en ser concebidos como atributos identitarios de un estrato social hibrido, ubicado en los
intersticios entre una clase media exigua y unos sectores populares pauperizados. La demanda de
autorregulación de las franjas “ganadoras” de las clases medias termino por cristalizar en nuevas
formas de sociabilidad, asentadas en la valorización de la performance individual y en la asunción
de nuevos estilos de vida, fuertemente contrastantes con los modelos anteriores. Los sucesos del
2001 volvieron a situar en el centro de la preocupación el rol articulador de las clases medias, ese
conjunto de manifestaciones múltiples pusieron en evidencia la importancia de la textura cultural en
el proceso de redefinición de las clases medias movilizadas. Es importante subrayar el rol de la
cultura en la constitución de las clases sociales, sobre todo en el pasaje a la acción colectiva. Lo
cual nos hace pensar a la cultura como último bastión de una identidad perdida, se resinifica como
eje de reconstrucción de la subjetividad y a la vez como expresión de la resistencia colectiva. Por
ultimo por ahí las clases medias nunca hayan sido un actor único, pues carecen de unidad en
términos estructurales, casi todos acordaban en reconocer la existencia de ciertos lazos culturales
y políticos que hacían de ellas un agente significativo de la vida social. Los diferentes cambios que
sufrieron las últimas décadas pusieron de manifiesto la disolución de esos lazos, lo que sumado a
la creciente diferenciación socio-económica torna más difícil pensarlas como un actor con
capacidad de desempeñar un rol articulador en la sociedad.

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Las clases medias cuentan con características muy distintivas, una de ellas es que no poseen una
inclinación política propia porque siempre intentan imitar a las clases altas y diferenciarse de las
clases populares, otra es que conforman un grupo muy heterogéneo en lo ocupacional como en lo
social por lo que tienen una gran debilidad estructural ya que no es posible una unificación entre
sus miembros , también son vistos como el centro del desarrollo ya que intentan obtener una
movilidad social ascendente mediante su gran interés en la educación y la cultura.Esta clase se vio
lesionada por las políticas sociales peronistas ya que acortaba las distancias de esta con la clase
popular y era algo que realmente no les agradaba. Durante esta época existían lugares públicos de
reunión mixta de clases en los que interactuaban todas las clases, pero en los ’70 estos espacios
desaparecieron ya que no estaba permitido reunirse. Luego en los ’90 la clase media sufrió un
quebrantamiento debido al empobrecimiento de una gran parte de esta clase dado por la
privatización de empresas, muchos de estos quedaron sin empleo y nacieron los nuevos pobres
que en cuestión de salarios se acercaban cada vez más a los pobres estructurales, pero que
utilizaron con estrategia de adaptación su capital social y cultural que los diferenciaba de los más
pobres, las clases medias consolidadas empezaron a intentar alejarse cada vez mas de las otras
clases y se pone como un nuevo estilo de vida la seguridad privada, con ella nacen los barrios
privados, colegios y universidades privadas y como espacio de sociabilización el shopping. Como
estrategia de supervivencia nace el trueque que era una red de intercambio de bienes y servicios
realmente muy heterogénea y que intentaba reemplazar o complementar al mercado tan
excluyente de la época, en el trueque todos tenían un capital.

Lvovich: Colgados de la soga

Las clases medias siempre presentaron para las ciencias sociales una especie de dificultad en el
momento de su definición, se trata en efecto de estratos de limites singularmente imprecisos, cuyos
contornos se presentan de manera difusa, cuya amplitud en ocasiones pareciera permitir que se
ubique en ellos a todos los sectores no se inscriben en categorías sociales definidas con mayor
claridad por su ubicación estructural. “Ser de clase media” remite en su óptica a una época para
ellos pretérita, una suerte de edad de oro en la que el bienestar material estaba asegurado, la
dignidad personal se mantenía intacta y el futuro se percibía con cierta tranquilidad. A lo largo de
varias décadas, en el imaginario de muchos argentinos la pertenencia a la clase media simbolizaba
la posibilidad de ascenso social, la garantía de que el trabajo y su compensación mantenían un
vínculo indudable, la certeza de ser poseedores de una serie de derechos, la convicción de que la
posesión de atributos educativos, culturales o del orden de los méritos individuales los distinguía
con nitidez tanto de las clases dominantes como de los situados en los escalones inferiores de la
estructura social. El texto da 4 ejemplos ese cambio de clase media a clase media
empobrecida: Beto, que hoy es trabajador precario, se desempeñó hasta hace unos años como
personal jerárquico de YPF, que fue obligado a tomar el retiro voluntario, se quedó sin obra social,
sin jubilación, dependiendo únicamente del sueldo de Marcela su esposa que era empleada
publica (docente). Beto intento poner un almacén en devoto que fallo y luego un laboratorio con un
amigo de control de calidad y también fallo “Subsistir, Nada más….”. Estela, que fue esposa de un
trabajador calificado, en la actualidad subsiste con el exiguo salario que recibe como empleada no
docente de la UBA, algunos hechos que los marcaron, se separa de su marido, trabajo como
administrativa de relojes de competencia, luego trabajo en una fotocopiadora, fallece su marido y
pierde la $ que le daba por sus 2 hijas, termino trabajando en el departamento de alumnos en la
UBA, busco varias veces un segundo empleo y nunca lo consiguió “No tengo un peso, no me
queda una moneda”. Armando, que llego a ser copropietario de un importante bazar mayorista,
sobrevive en la actualidad con una magra jubilación junto a María, su esposa, también había
trabajado con PAMI y tenía muchos gastos y poco con que subsistir, empezó con un tallercito de
tallado y luego termino con el bazar, María su esposa a que él le pagaba los aportes, nunca había
trabajado por decisión de Armando para dedicarse a la casa, luego de la crisis del bazar Armando
no le pudo seguir pagando los aportes a María, por lo tanto subsistían con 1 sola jubilación “Que
nos queda a nosotros, que éramos un porotito?. Octavio, que fue durante muchos años empleado
de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, es actualmente desocupado. Él había dejado
voluntariamente la caja de ahorros porque esta había sido comprada por Banco Hipotecario y el
clima hostil con que trataban a los de “la caja” le trajo problemas de salud por eso renuncio. Su
padre trabajo en un laboratorio, luego en un quiosco y como personal de seguridad y en ambos le
fue mal. Octavio trabajo luego en una empresa de radio llamadas como operador y luego se quedó
sin trabajo, pasa que con su edad ya era viejo para el trabajo y le costaba conseguir uno “… A los
treinta y ocho ya sos viejo para el trabajo”.

Estas trayectorias se pueden describí como el tránsito de una zona de integración social a una de
vulnerabilidad, situación caracterizada por la precariedad con relación al trabajo y la fragilidad de
los soportes relacionales. Tal proceso es característico de nuestros días, cuando el aumento de la
vulnerabilidad amplia los riesgos de ruptura, que conducen a situaciones de exclusión social. La
exclusión social como resultado de un proceso y no como un estado social dado. A diferencia de
los generalmente denominados “pobres estructurales”, un grupo socialmente homogéneo,
caracterizado por la falta de satisfacción de sus necesidades básicas y concentrado
geográficamente en el cordón de barrios periféricos y villas miserias que rodea las ciudades, “los
nuevos pobres”, tienen sus necesidades básicas satisfechas aunque el deterioro de sus ingresos
ha tornado a estos insuficientes para solventar una canasta básica de bienes y servicios. Se trata
de una pobreza dispersa, de “puertas adentros”, dado que pese al cambio de su situación
continúan en general viviendo en los mismos barrios en los que habitaban con anterioridad.
Conforman un grupo heterogéneo, pues su situación depende de una multiplicidad de factores. Su
capital social los diferencia: los pobres estructurales cuentan frecuentemente con una red de
amigos o familiares que permanecen en la clase media, capaces de ayudarlos a conseguir trabajo,
bienes o servicios, mientras la red social de los nuevos pobres en general comparte su situación de
carencia. El origen social, el nivel de instrucción, los diversos roles laborales que han
desempeñado, la experiencias de participación política o sindical, forjan formas inconscientes
de percibir el mundo y representarse la propia ubicación en él, lo que origina disposiciones a la
acción, la reflexión, la demanda, que varían según las distintas clases sociales, a lo que se
denomina “capital cultural”. Las causas del descenso social de los nuevos pobres pueden ser
muchas (Perdida total del empleo, la viudez, la separación, la jubilación, etc.) La retirada del
Estado de distintas áreas y el deterioro de la calidad de la educación y salud pública han
contribuido sin duda a la erosión de su nivel de vida.

A lo largo de buena parte del siglo XX, la Argentina presentó una sociedad con alto grado de
integración, en cuyo seno la movilidad social ascendente fue una posibilidad abierta para amplios
contingentes. Este largo proceso de crisis, ajuste y reestructuración que la Argentina ha sufrido a lo
largo de las ultimas 2 décadas modifico sustancialmente las características sociales del país.
Iniciada bajo la dictadura militar, y continuada desde 1983, la dinámica de la concentración
económica y la distribución regresiva del ingreso ha transformado decisivamente a esta sociedad.
Las consecuencias de este proceso afectaron tanto a los trabajadores asalariados como a los
cuentapropistas. Como consecuencia de este deterioro generalizado, los nuevos pobres que eran
prácticamente inexistentes en 1974 pasaron a ser muchísimos.

Relación Svampa-Lvovich con 1$ 1U$S

 Común Denominador: Políticas neoliberales y sus consecuencias a fines del 70 /2001.

· Privatizaciones de Empresas Publicas (Servicios: Transporte, Recursos Naturales)

 Desempleo

· Decadencia de las clases medias: Pobreza por Ingreso no le alcanza para sobrevivir, termino
similar a nueva pobreza.

· Pobreza Estructural: Sectores más bajos de la sociedad, Base de la pirámide, Necesidades


básicas insatisfechas, Hasta los 80 existían pero en niveles muchos más bajos.

· Vulnerabilidad social: Incertidumbre librado a su propia suerte (Desempleo, Pocos Ingresos,


quedarse sin Obra Social, Trabajo en Negro y Quedare sin jubilación)

· Clase Media: Área de Servicios/Terciario. Profesionales. Titulo Educativo.

· Fragmentación de las clases medias. (Alta, Media, Baja, como consecuencia de las políticas de
país)

· Enema, Corral, Meabro, como metáforas a las crisis ocurridas en el país en el 2001.

Zygmunt Bauman: Una sociedad de consumidores

Sociedad de Consumidores: Es un tipo de sociedad que interpela a sus miembros fundamentales


en cuanto a su capacidad de consumidores. Al hacerlo de este modo la sociedad espera a ser
escuchada, atendida, obedecida. Evalúa, recompensa y penaliza, a sus miembros según la rapidez
y calidad de su respuesta a dicha interpelación. Como resultado, los lugares ganados y asignados
sobre el eje de la excelencia ineptitud de rendimiento consumista se convierte en el principal factor
de estratificación y en el criterio fundamental de inclusión y exclusión a la vez que marcan la
distribución o el estigma social, así como su cuota de atención público.

Sociedad de consumo:

 Cultura: consumista, eje en el consumo y en el mercado.


 Valores: ética del consumo “compro luego existo… como sujeto”
 Consumo: Razón de ser, es el fin
 Acción de consumir: Es el eje de integración social y de la reproducción social.
 Sujetos, Aptitud Social Requerida: ser consumidor y consumible, el propio sujeto tiene
que ser un producto consumible. El consumidor fallado es producto de falencias
personales.
 Hábitat: Centros comerciales y calles.
 Factores de comportamientos incorporados a través de la socialización: adicción a
las compras. Rol de consumidor todos tienen que ser, deben ser y necesitan ser
consumidores de vocación sin reconocer diferencias de edad o de género. Ningún vínculo
duradero nace de la actividad de consumir.
 Mercancía/Mercado: El propio sujeto tiene que ser un objeto consumible para ello
necesita mostrarse, ser deseado, codiciado, destacado, ser famoso, la invisibilidad es
sinónimo de muerte.
 Fetichismo “de la subjetividad”: Se cree que los sujetos eligen en plena libertan y para
ello es necesario que desaparezcan los rastros de la acción de compra-venta. “Soy
inteligente porque tengo…” “Soy exitoso porque tengo….” Soy feliz porque tengo…”
 Ocupa un lugar en la sociedad según: las características de lo consumido: que
consumo, donde, con qué frecuencia.
 Factor de estratificación: Excelencia en el consumo.
 Inclusión/Exclusión: ineptitud: consumidor fallado.

Sociedad de Productores:

 Cultura : Del trabajo, eje en el trabajo y la producción de bienes.


 Consumo/Acción de consumir: Es un medio para vivir y en consecuencia satisfacer
necesidades.
 Sujetos/Aptitud social requerida: Ser trabajador, se consideran las características físicas
y aptitudes en relación a las exigencias laborales
 Hábitat: Fabrica y campo de batalla
 Patrones de comportamientos incorporados a través de la socialización: obediencia a
las normas, apego a las normas, acatamiento a la función asignada, sometimiento a la
rutina y a la monotonía. Posponer la gratificación. El “presente” es solo un medio para un
fin, esa felicidad siempre futura, siempre todavía NO. Largo plazo, la necesidad de todos.
 Mercancías/Mercado: Fuerza de trabajo, el trabajo adquiere a característica de cualquier
otra mercancía, en consecuencia, se compra y se vende a valor de mercado.
 Fetichismo “de la mercancía”: la fuerza o capacidad de trabajo no está separada del
sujeto, es decir, no la puedo llevar como si fuese un objeto cualquiera. El salario en
consecuencia esconde la relación social entre los individuos Empleado-
asalariado/empleado, capital-trabajo.
 Ocupa un lugar en la sociedad según: las características de mi trabajo, de que trabajo
(calificación laboral), donde (rama de actividad), condiciones relación laboral-empleo
registrado. Diferencias por edad, sexo y nivel educativo.

Estratificación social: el secreto de todo sistema social duradero (capaz de reproducirse a sí


mismo exitosamente) consiste en saber dar a sus “prerrequisitos funcionales” la forma de móviles
de comportamiento de sus actores. En otras palabras, el secreto de toda “socialización” exitosa
reside en hacer que los individuos deseen hacer lo que es necesario para que el sistema logre
reproducirse. “Dime que consumes y te diré quién eres”

Si la cultura consumista es la forma en que los miembros de una sociedad de consumidores


actúan irreflexivamente sin pensar en todo lo que es adecuado para sus medios. La sociedad de
consumidores refiere a un conjunto específico de condiciones de existencia bajo las cuales son
muy altas las probabilidades de que la mayoría de los hombres y mujeres adopten el consumismo
antes que cualquier otra cultura, así como las de que casi siempre hagan todo lo posible para
obedecer sus preceptos. La sociedad de consumidores e un tipo de sociedades que interpela a
sus miembros fundamentalmente en cuanto a su capacidad como consumidores. Al hacerlo de
este modo, la sociedad espera ser escuchada atendida y obedecía. Evalúa, recompensa y penaliza
a sus miembros según la rapidez y la calidad de su respuesta a dicha interpelación. Como
resultado, los lugares ganados o asignados sobre el eje de excelencia/ineptitud de rendimiento
consumista se convierten en el principal factor de estratificación y en el criterio fundamental de
inclusión y exclusión, a la vez que marcan la distribución de la estima o el estigma social, así como
la cuota de atención pública. La sociedad de consumidores implica un tipo de sociedad que
promueve, alienta o refuerza la elección de un estilo y una estrategia de vida consumista, y que
desaprueba toda opción cultural alternativa, una sociedad en la cual amoldarse a los preceptos de
la cultura del consumo y ceñirse estrictamente a ellos es, la única elección unánimemente
aprobada: una opción viable y por lo tanto plausible y requisito de pertenencia. En el transcurso del
siglo siguiente no se produjeron cambios significativos a este respecto, a pesar del espectacular
incremento, profusamente documentado, de las prácticas comerciales, publicitarias, técnicas de
exhibición y finalmente de los árcades o galerías comerciales, arquetipos de los centros
comerciales contemporáneos. En 1910 se define a consumo como gastarse en un sentido físico o
como “vocablo técnico en economía” referido a la destrucción de bienes. En la sociedad de
productores era el cuerpo del futuro obrero o soldado lo que contaba, mientas que sus espíritus
debían ser silenciados y por lo tanto desactivados, dejados de lado, soslayados y obviados a la
hora de evaluar políticas y tácticas. La sociedad de productores y soldados se dedicaba al manejo
del cuerpo de sus integrantes para adaptarlos a las condiciones imperantes en el entorno en que
tendrían que vivir y actuar: la fábrica y el campo de batalla, en cambio, la sociedad de
consumidores concentra sus fuerzas de coerción y entrenamiento, ejercidas sobre sus integrantes
desde la más tierna infancia y a lo largo de todas sus vidas, en el manejo de espíritu y deja el
manejo del cuerpo en manos de los individuos y sus tareas de bricolaje, supervisados y
coordinados personalmente por individuos entrenados y coercionados espiritualmente. Ese cambio
de enfoque resulta indispensable si los individuos deben hacerse aptos para vivir y actuar en su
nuevo hábitat natural: los centros comerciales. “las batallas libradas sobre y alrededor de la cultura
de consumo de los niños no son ni más ni menos que batallas acerca de la naturaleza y el alcance
de lo humano en un contexto de incesante expansión del comercio. Uno de los puntos centrales de
la formación de las personas y de los valores morales en la vida contemporánea consiste en la
familiarización de los niños con los materiales, medios de comunicación, imágenes y significados
propios, referidos o relacionados con el mundo del comercio”. Ni bien aprenden a leer o quizás
incluso desde antes, se pone en marcha la “adicción a las compras”, el rol de consumidor a
diferencia del rol de productor no tiene un géneroespecífico. En una sociedad de
consumidores todos tienen que ser, deben ser y necesitan ser consumidores de vocación, vale
decir, considerar y tratar al consumo como una vocación. La sociedad de consumidores no
reconoce diferencias de edad o género, ni las tolera, ni reconoce distinciones de clase “los pobres
son forzados a una situación en a que tienen que gastar más del poco dinero que tienen en objetos
de consumo inútiles que en necesidades básicas para no caer en la humillación social más
absoluta y convertirse en el hazmerreír de los otros. La selección de servicios ofrecidos por el
mercado y necesarios para un desempeño eficiente recae inexorablemente sobre la
responsabilidad de cada consumidor, una tarea que debe realizarse individualmente y con la
ayuda de habilidades de consumo y patrones de decisión adquiridos también individualmente. Se
bombardea a esos consumidores de ambos sexos con recomendaciones acerca de la importancia
de equiparse con este o aquel producto comercial si es que pretenden obtener y conservar la
posición social que desean. Esos mismos consumidores se sentirán incompetentes, deficientes e
inferiores a menos que puedan responder prontamente a ese llamado. Por la misma razón, los
mecanismos de exclusión de la sociedad de consumidores son muchos más duros e inflexibles e
inquebrantables que en la sociedad de productores. En la sociedad de productores a quienes se
catalogaba como anormales y etiquetaba de inválidos era a los varones incapaces de aprobar el
examen de la productividad/militarización. Su destino era la terapia o la penalización para combatir
su reticencia de volver al redil. En la sociedad de consumidores los “inválidos” marcados para su
exclusión son los “consumidores fallados”. A diferencia de los “inadaptados de la sociedad de
productores, no pueden ser considerados personas que necesiten asistencia o cuidados, ya que,
se presume que observancia y el cumplimiento de los preceptos de la cultura consumista son
asequibles para todo el mundo. Como son fáciles de adoptar y aplicar por todos aquellos que así lo
deseen, se cree que la obediencia a esos preceptos depende pura y exclusivamente de la
voluntad y el desempeño individuales. En la sociedad de consumidores esa “invalidez social”
seguida de exclusión solo puede ser resultado de falencias personales, todo indicio de una
falla debido a causas externas es descartado de antemano. Por lo tanto “consumir” significa
invertir en la propia pertenencia a la sociedad, lo que en una sociedad de consumidores se traduce
como “ser vendible”, adquirir las cualidades del mercado demanda o reconvertir las que ya se
tienen en productos de demanda futura. La mayor parte de los productores de consumo en oferta
en el mercado deben ser su atractivo, su poder de reclutar compradores, a su valor como inversión.
Consumir es invertir en todo aquello que hace el “valor social” y la autoestimaindividual. El
propósito crucial y decisivo de consumo en una sociedad de consumidores no es satisfacer
necesidades, deseos o apetitos, sino convertir y reconvertir al consumidor en producto, elevar el
estatus de los consumidores al de bienes de cambio vendibles. Esa es la razón por la cual la
aprobación del examen de consumo no es una condición negociable a la hora de ser admitido en el
seno de una sociedad que ha sido remodelada a imagen y semejanza de los mercados. Aprobar
ese examen es un prerrequisito no contractual que condiciona cualquiera de las relaciones
contractuales que tejen y entretejen esa red de vínculos llamada “sociedad de consumidores”, es el
requisito que permite que esa amalgama sea experimentada como una totalidad llamada
“sociedad” y que acceda al estatus de “hecho social”. Los miembros de una sociedad de
consumidores son ellos mismos bienes de consumo y esa condición los convierte en
miembros de buena fe de la sociedad. El principal motivo de desvelo de los consumidores es
convertirse en productos vendibles y lograr mantenerse así. El atractivo de los productos de
consumo suele evaluarse según su capacidad de aumentar el valor de mercado de quienes lo
consume. Hacer de uno mismo y no solo llegar a ser ese el objetivo. La noción de que no nacemos
como seres humanos completos, de que todavía nos queda mucho por hacer para llegar a ser
verdaderamente humanos, no es un invento de la sociedad de consumidores. Pero si lo es la
vergüenza de fracasar en la tarea personal de hacerse diferente de lo que uno “ha llegado a ser”.
“Llegar a ser” meramente y como consecuencia accidental de haber sido concebido. El “mero ser”
carece de esa potencial de perfección que si tienen el artificio y que ha sido el axioma de la visión
del mundo dominante para todos desde los albores de nuestra era moderna e ilustrada. Los seres
humanos armados de la razón podían, debían y lograrían mejorar la Naturaleza, y por lo tanto
también su propia naturaleza, esa naturaleza con minúscula que fuera la causa de su llegada al
mundo y que determinaría incluso lo que llegarían a ser. Es estado del mundo era objeto de la
preocupación humano y decidido objeto de sus acciones. Y también lo era, el estado de cada
individuo así su grado de perfección. La sociedad de consumidores, cuyas preocupaciones, tareas,
el manejo de esas tareas y las responsabilidades consecuentes se caracterizan por la intermitencia
compulsiva, elauto referencialidad y el ferviente deseo de individualización. Ese paso auguraba un
énfasis exagerado en el “uno mismo” que se convirtió simultáneamente en el principal objeto y el
principal sujeto de la tarea de remodelar el mundo, así como en el responsable del éxito o del
fracaso de esa empresa. La sociedad de productores luchaba abiertamente por la prioridad de lo
societal por encima de los intereses y ambiciones individuales o grupales, y al mismo tiempo se
adjudicaba la autoría visto como fruto del quehacer humano guiado con la razón. La vergüenza
solo es imaginable como un estilo individual. La autoridad y los privilegios debidos a ser un ser
superior, otrora la única y más celosamente guardada posesión de la “sociedad humana”, se
otorgan ahora los productos humanos, esos rastros materiales de la razón del hombre, de su
ingenio y habilidad. Estos productos son capaces de realizar, a la perfección o casi, las tareas que
“un hombre nacido de una mujer” un mero efecto secundario y contingente de la naturaleza solo
lograría hacer a medias, malamente y con resultados vergonzosos. Hoy en día el cuerpo humano
es algo que debe ser superado y dejado atrás. Los cuerpos en crudo y sin adornos, no reformados
ni intervenidos, son vergonzantes ofensivos para la vista, y siempre dejan mucho que desear, pero
por sobre todas las cosas son la prueba viviente del fracaso, la ineptitud, la ignorancia y la
importancia y la falta de recursos del yo. El miedo a no adaptarse ha sido desplazado por el miedo
a ser inadecuado, pero no por eso es menos abrumador. El mercado de consumo está deseoso de
capitalizar ese miedo. Estos instrumentos que el mercado suministra para laauto fabricación son a
cristalización de la necesidad irrefrenable que, los humanos deben aprender, obedecer y aprender
a obedecer para poder ser libres. “Bueno, si salieraasí a la calle (en jeans y camiseta) la gente se
me quedaría mirando y me diría: ¿Por qué no usas algo especial, prendas más provocativas y
sensuales? Así nos vestíamos a los 13 ahora estar a la moda es vestirse así”. La única condición
que tienen que cumplir quienes quieren ser “productos muy demandados” es estar “estar tan
entrenados, ser tan adaptables y valiosos para que ningún empleador se atreva a echarlos o a
tratarlos mal”. El pasaje de una sociedad de productores y soldados a una de consumidores,
se describe como el proceso de emancipación gradual de los individuos de sus condiciones
originales de “no opción” y luego de “opción limitada”, de los escenarios guionados y las rutinas
obligatorias, de todos los productor pre ordenados, prescritos y no negociables, y de los patrones
de comportamiento compulsivo o resistente. Ese pasaje es presentado como un salto más, quizás
el definitivo, de un mundo de restricciones y falta de libertad a uno de autonomía individual y
dominio del mismo. En vez de ser un paso hacia la emancipación definitiva de una multiplicidad de
restricciones externas, ese pasaje nos mostraría la conquista, anexión y colonización de la vida por
parte de los mercados. El significado profundo de esa conquista y colonización es la elevación a la
categoría de los preceptos de la vida de las leyes escritas y no escritas de los mercados, esa clase
de preceptos que solo pueden ignorarse a riesgo personal y que suele castigarse con la exclusión.
Los miembros de una sociedad de consumidores están obligados a seguir los mismísimos patrones
de comportamiento que los objetos de su consumo. Para ingresar en la sociedad de consumidores
y obtener un permiso de residencia permanente, hombres y mujeres deben alcanzar los
estándares de elegibilidad que define el mercado. El consumo es el mecanismo fundamental de
transformación del consumidor en producto, una tarea que, como tantas otras que antes eran
manejadas por el Estado y llevadas a cabo por la sociedad, ha sido desregulada, privatizada,
tercerizada subsidiarizada, dejada al cuidado y responsabilidad de los individuos. El consumidor de
jure, es el fundamento no legal de la ley, ya que, es anterior a cualquier pronunciamiento legal que
defina y detalle los derechos y las obligaciones de los ciudadanos. Se puede alegar que somos
consumidores por naturaleza y no por constructo legal, que consumir forma parte de la “naturaleza
humana” y de una inclinación innata de los hombres a la que debe estar subordinada toda ley
positiva y a la que esta debe respetar, atender, obedecer y servir. Consumir es ese derecho
humano primordial que subyace a todos los derechos ciudadanos, que no seríanmás que derechos
secundarios cuya principal función seria reconfirmar ese derecho primario, básico y volverlo
inexpugnable. Quienes no aprueban el examen son consumidores fallidos, a los que a veces se
subcategoriza como “refugiados fallidos” o “inmigrantes ilegales” y otras veces como “infra clase”.El
verdadero poseedor de poder soberano en la sociedad de consumidores es el mercado de
bienes y servicios. Es allí, en la plaza compra-venta del mercado, donde se realiza la tarea
cotidiana de seleccionar y separar a los condenados de los salvados, a los de adentro de los de
afuera, a los consumidores hechos y derechos de los fallados. El mercado es mucho más que
soberano, ya que, además de dictar veredictos de exclusión, no admite instancias de apelación.
Sus sentencias son tan firmes e irrevocables como informales y tacitas. La exclusión por parte de
los órganos de un Estado soberano puede ser objetada y desafiada y en eso se basa la posibilidad
de una anulación. En síntesis, el estado pierde soberanía y se la deja librada al mercado. En una
sociedad que mide su éxito o su fracaso de acuerdo con el PBI esos consumidores inválidos y
defectuosos siempre son anotados en la lista de los pasivos. En primer término uno debe
convertirse en producto para tener por lo menos una oportunidad razonable de ejercer los
derechos y cumplir las obligaciones de un consumido. El secreto de todos los sistemas sociales
duraderos consiste en saber dar sus prerrequisitos funcionales la forma de móviles del
comportamiento de sus actores. El secreto de toda socialización exitosa reside en hacer que los
individuos deseen hacer lo que es necesario para que el sistema logre autor reproducirse. Esto
puede realizarse abierta y explícitamente reuniendo el apoyo pos interés de todos, a través de un
proceso al que se ha llamado “educación republicana” o “adoctrinamiento ideológico”.En una
sociedad de productores se daba referencia al largo plazo por sobre el corto plazo, y las
necesidades de todos tenían prioridad frente a la necesidad de las partes. El gozo y la satisfacción
que brindan os valores eterno y supraindividuales tenían mejor prensa que el éxtasis individual y
pasajero, mientras que el éxtasis de muchos era considerado como la única satisfacción valida y
genuina entre una multitud de atractivos pero falsos placeres del momento. El reemplazo del poder
del individuo por el poder de la comunidad constituye otro paso decisivo de la civilización. Su
esencia radica en el hecho de que los miembros de la comunidad se restringen sus propias
posibilidades de satisfacción, mientras que el individuo desconocía esas restricciones. El poder de
la comunidad no tuvo que reemplazar al poder del individuo para hacer que la convivencia fuera
factible y viable. Al haber identificado civilización con un sistema centralizado de coerción y
adoctrinamiento los científicos sociales no tenían demasiadas opciones fuera de describir
erróneamente el advenimiento de la condición posmoderno como un resultado de descivilización.
En una sociedad moderna liquida de consumidores, la multitud reemplaza al grupoasí como los
líderes, jerarquía y escalafón de autoridades. La multitud no es un equipo, las multitudes nada
saben de la división del trabajo. A diferencia de los grupos de buena fe, no son más que “la suma
de partes o conglomerados de unidades autopropulsadas, unidas exclusivamente por la
“solidaridad mecánica” que se manifiestanreproduciendo patrones de conducta similares y
moviéndose en la misma dirección. En la multitud no hay intercambios, ni cooperación, ni
complementariedad, tan solo la proximidad física y la coordinación de la dirección de movimiento
en curso. Las multitudes a diferencia de los grupos, no saben nada de disensos y rebeliones. Solo
saben, de desertores, perdidos o cimarrones. Las unidades que se despegan del cuerpo central en
movimiento solo se han descarriado o se han quedado a mitad de camino. La sociedad de
consumo tiende a romper los grupos a haceros frágiles y divisibles, y favorece en cambio la rápida
formación de multitudes como también su rápida desagregación. Ningúnvínculo duradero nace de
la actividad de consumir. Los lazos que logran establecerse durante las actividades del consumo
pueden o no sobrevivir. Son capaces de reunir a la multitud mientras perdure determinado impulso
o movimiento pero resulta evidente que dependen de la ocasión y másallá de ella son delegados,
endebles, tienen poca o ninguna relación con los futuros movimientos de las unidades y no revelan
nada de la historia pasada. La virtud fundamental de un miembro de la sociedad de consumo
es su activa intervención en los mercados. Hoy la capacidad como consumidor, no como
productor, es principalmente la que define el estatus de un ciudadano.

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Bauman: cultura consumista es la que tiene una sociedad de consumo en la cual sus miembros
actúan sin pensar en lo que en realidad les gusta o que los motiva a actuar así. El lugar que
ocupen en la sociedad está dado por la capacidad de consumo que tiene cada uno.
La figura del consumidor nace en la actualidad, antes en la época de la producción se intentaba
controlar el cuerpo del individuo para hacerlo más eficiente, ahora se quiere controlar el espíritu
para poder inculcarle ciertos valores. Esta cultura consumista no reconoce distinción de sexo, edad
o clase ya que empuja a los más pobres a gastar su dinero para no caer en la humillación. Se cree
que el consumo es una inversión en la pertenencia social.
El Estado pierde su soberanía para pasar a ser el ejecutor de la soberanía del mercado y la línea
que separa los excluidos de los incluidos la determina el consumo. En esta sociedad ya no existen
los grupos sino las multitudes en las que todos tienen la misma conducta y actúan como una masa,
esta multitud da comodidad a sus miembros ya que estos creen que al existir un gran número de
personas que actúan de una manera, esta forma de actuar seria la correcta.
Svampa: las clases medias cuentan con características muy distintivas, una de ellas es que no
poseen una inclinación política propia porque siempre intentan imitar a las clases altas y
diferenciarse de las clases populares, otra es que conforman un grupo muy heterogéneo en lo
ocupacional como en lo social por lo que tienen una gran debilidad estructural ya que no es posible
una unificación entre sus miembros , también son vistos como el centro del desarrollo ya que
intentan obtener una movilidad social ascendente mediante su gran interés en la educación y la
cultura.
Esta clase se vio lesionada por las políticas sociales peronistas ya que acortaba las distancias de
esta con la clase popular y era algo que realmente no les agradaba. Durante esta época existían
lugares públicos de reunión mixta de clases en los que interactuaban todas las clases, pero en los
’70 estos espacios desaparecieron ya que no estaba permitido reunirse. Luego en los ’90 la clase
media sufrió un quebrantamiento debido al empobrecimiento de una gran parte de esta clase dado
por la privatización de empresas, muchos de estos quedaron sin empleo y nacieron los nuevos
pobres que en cuestión de salarios se acercaban cada vez más a los pobres estructurales, pero
que utilizaron con estrategia de adaptación su capital social y cultural que los diferenciaba de los
más pobres, las clases medias consolidadas empezaron a intentar alejarse cada vez mas de las
otras clases y se pone como un nuevo estilo de vida la seguridad privada, con ella nacen los
barrios privados, colegios y universidades privadas y como espacio de sociabilización el shopping.
Como estrategia de supervivencia nace el trueque que era una red de intercambio de bienes y
servicios realmente muy heterogénea y que intentaba reemplazar o complementar al mercado tan
excluyente de la época, en el trueque todos tenían un capital.

Resumen | Sociedad y Estado (Cátedra: Buchbinder - 2018) | CBC | UBA

Ezequiel adamovsky "historia de las clases populares en la Argentina desde 1880 hasta 2003
Democracia de la derrota.
1983--> elecciones limpias--> derrota--> peronismo, gana Alfonsín candidato de la UCR.
Herminio iglesias peronista conocido por su violenta prepotencia. En el acto de cierre de
campaña tuvo la mala idea de prender fuego un ataúd como los colores de la UCR. La u.c.r.
triunfo con el voto de los sectores medios y altos pero también las clases bajas
En el gobierno de alfonsín la economía las políticas más ortodoxas y el Pro empresariales
produjo niveles de hiperinflación y el rápido empobrecimiento de la mayoría de la población su
política era restaurar una vida cívica robusta condenar el genocidio militar su gestión fue un
fracaso la nueva legitimidad de democracia con el triunfo de la clase media suponían se
volvían un país normal Regido por la moderación la racionalidad, la paz social y el respeto a
las instituciones el debilitamiento de la identidad trabajadora y el orgullo plebeyo sin duda
señalaba que el protagonismo central de las clases populares en la política Argentina estaba
llegando a su fin.
El triunfo del neoliberalismo
Los procesos de reestructuración de la economía y la sociedad que esperaban los sectores
exportadores y los financistas alfonsín Tuvo una gran pérdida de autoridad desde mediados
de su mandato el sindicalismo conservar el poder en huelga general es el estado conservaba
la capacidad de regulación de diversos aspectos del funcionamiento del mercado y controlaba
áreas de la economía que podían convertirse en rentables negocios para los privados la
estrategia de las clases dominantes fue doble en 1989 el candidato del PJ Carlos menen
programa peronista prometí aumentos salariales y fomento la industria las grandes empresas
experimentaron una nueva manera de condicionar las decisiones políticas el método fue la
doctrina del shock consistía en aprovechar una situación caótica que sumerge a una población
en el medio y el desconcierto se ocupó de asociarse con los intereses de los bancos y las
grandes empresas nacionales y extranjeras una economía mínima.
Se eliminaron en tiempo récord la mayoría de las protecciones a la industria nacional y se
privatizaron Prácticamente la totalidad de las empresas que quedaban en manos del estados
los financistas e inversores se beneficiaron de derechos y garantías para desarrollar
actividades a su antojo sin controles y restricciones la competencia de los productos
importados se profundizó el proceso de dé desindustrialización que había comenzado en el
proceso comenzó la desocupación pobres y jóvenes Quienes no habían terminado el
secundario tuvo éxito en detener la inflación y en volver a poner en marcha el crecimiento de
la economía el control de la inflación habilitó el regreso de las compras en cuotas que
generaron consumismo entrada de capitales por la privatizaciones y por la refinanciaciones
constantes de la deuda externa que concedió el Fmi consiguieron su reelección en 1995
1009 91 nuevas leyes sobre Derechos laborales la necesidad de flexibilizar el empleo dio lugar
a nuevas modalidades de contratación como la subcontratación la tercerización del empleo
autónomo de los trabajos temporarios la jornada laboral aumento sin aumento de
remuneración y se aplicaron esquemas de francos rotativos y en horas variables las políticas
neoliberales acentuaron también las asimetrias regionales y profundizaron la tendencia a la
reprima risa ion de la economía. Hugo grande olas de saqueos comerciales en la época de
alfonsín y el obligado a abandonar el poder antes de su fin del mandato entregar la
presidencia a su sucesor menem en 1009 95 fue reelección de menem mayor índice de
desempleo la pobreza y la indigencia aumento es el enorme crecimiento de la desigualdad a
medida de que fue creciendo la desigualdad y la riqueza se fue concentrando cada vez más
en el puñado de los más ricos feminización de la pobreza las mujeres de la clase populares y
de los sectores medios empobrecidos debieron salir masivamente al mercado de trabajo para
apuntalar la economía familiar el desempleo golpeó más a los varones y además el diferencial
de salario por la misma actividad siguió siendo muy marcado 1999 precidencia radical
Fernando de la rúa.
Los cambios en el papel del estado y la ciudadanía
El neoliberalismo proyecto de reformulació se proponía intensificar la penetración del
capitalismo en la vida social
Siglo 19 el estor gentino se había propuesto como misión integral a las clases populares a la
vida nacional asegurar el orden para promover la igualdad la educación la ciudadanía política
en 1912 las políticas de bienestar y del gasto social mejoramiento de las condiciones
socioeconómicas todos los ciudadanos tenían los mismos derechos y que se caracterizaba
por una cierta homogeneidad social el estado ocupado un lugar central como garante de la
cohesión de la nación de la protección de los derechos y de la expansión del bienestar las
políticas neoliberales cambiaron el papel del Estado cada individuo debía proveerse el acceso
al bienestar por sus propios medios todo lo público debía reducirse la política social se fue
redefiniendo como una cuestión de gestión de las necesidades de diversos segmentos de la
población y a través de subsidios puntuales o entrega de alimentos otro una ayuda puntual
para que los mantuviera encapsulados y bajo control las ong y las iglesias fueron utilizadas
como o canal para la asignación de distribución de la asistencia los militares sociales y las
organizaciones de base también fueron tentadas para desempeñar la misma función la
militancia social se fue volviendo cada vez más la gestión de las necesidades puntuales del
barrio mediante el acceso a la ayuda Estatal la contracara de este proceso fue el clientelismo
intercambio de favores personales por apoyo electoral la privatización de parte del Estado en
los años del neoliberalismo se manifestó de varias maneras por ejemplo la policía realizaba
actividades de autofinanciamiento
Exclusión social y una vida "descolectivizada"
La vida social sufrió un notorio proceso de disco descolectivizacion a medida que todas las
instancias de socialización disponibles para las personas se iban debilitando o desaparecían
la villa de emergencia la policía provecho la vulnerabilidad de los habitantes para reclutar
mano de obra el sentimiento de inseguridad se apoderó de la sociedad Argentina la categoría
de debate público los índices de mortalidad y de enfermedades crecieron especialmente por la
contaminación y por la existencia de desagües a cielo abierto.
Transformaciones del peronismo
El proceso de desindustrialización en curso significaba que el peso demográfico y político la
clase Obrera había disminuido 1983 se dedicaron a organizar el aparato partidario reglas de
funcionamiento formales por ejemplo las elecciones internas para la selección de candidatos
1991 duhalde electo gobernador desarrollo innovador programa asistencialista mujeres
voluntarias que vivían en barrios carenciados hicieron llevar cotidianamente leche huevos y
otros artículos de primera necesidad consiguió el control absoluto del peronismo bonaerense y
se convirtió en uno de los hombres más poderosos del justicialismo a nivel nacional el
justicialismo sus dirigentes apoyaban políticas neoliberales y a la hora de Buscar votos lo
hacían principalmente a través del clientelismo en cambio el peronismo apoyaba a la figura
activa el trabajador y su centro de lucha fue contra la oligarquía por la defensa de los derechos
y la dignidad de los de abajo el pobre no puede valerse por sí mismo y merece por ello la
protección del Estado figura maternal de Vita el mejor peronismo ya no era el mas luchador ni
el mas insumiso como en tiempos de la resis tencia sino simplemente el que más da la
contraparte que brindaban apoyarlos en las elecciones concurrir un acto aparecía no como un
pago sino como la lógica gratitud que deseaban manifestarles voluntariamente el clientelismo
es un tipo de relación que refuerza las jerarquías de poder existentes son redes clientelares la
manipulación política y de enriquecimiento personal.

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